Listos para repartir los productos.
Con buen humor, los empleados atienden a sus clientes.
logo alguno. Pero todavía faltaba una persona que se hiciera responsable de la administración del lugar y ningún candidato fue mejor que su hermano, Don Lucas, quien se unió como socio en 1965. GONHER fue un aliado fiel en la empresa de los hermanos González. Prácticamente crecieron juntos, confiando mutuamente entre sí: “Nuestra relación con Grupo GONHER siempre ha sido muy cordial desde que arrancó la refaccionaria en 1961, en aquél entonces los filtros GONHER tenían 8 años en el mercado, de manera que podemos decir que hemos ido de la mano desde nuestros inicios y por supuesto estamos muy agradecidos con Don José González y con el Lic. Rodrigo González, por su incondicional apoyo y confianza”. Los hermanos avanzaron juntos por los años. La vida les enseñó a trabajar duro, a ser justos con sus empleados y a favorecer el trabajo en equipo; sin querer, habían aprendido a ser gerentes desde sus humildes comienzos. La refaccionaria lleva funcionando 51 años en la misma ubicación. Con el paso del tiempo y gracias a su éxito, fue ampliándose al adquirir las propiedades adyacentes. El negocio se dedica a la venta de refacciones para carros y camionetas, y en la actualidad
La calidad de las refacciones y el buen servicio al cliente son los pilares del negocio.
también cuenta con un taller para dar servicio integral a sus clientes. Desde el segundo piso de la refaccionaria, el Ing. Óscar, hijo, observa a su alrededor. ¡Cuántas historias entrañables han sucedido en este lugar! Como las carnes asadas que su mamá y sus tías hacían para los empleados cada año al terminar el inventario; o la llegada del querido vendedor Sr. Francisco Tamez con su catálogo de productos GONHER; o los niños que, siendo ahora padres, siguen visitando el negocio. Hoy, la Refaccionaria González es liderada por una segunda generación de cuatro herma-
nos: Jorge, Javier, Sergio y Óscar. Más que un negocio, el lugar guarda una historia familiar que continúa escribiéndose: “Después del legado que nos dejó nuestro padre y nuestros tíos, de disciplina, arduo trabajo y constancia, no nos queda más que continuar en el mismo camino, tratando de mejorar día a día, innovando e ideando nuevas estrategias para contrarrestar los retos que se nos presentan”, exclama el Ing. Óscar. De cualquier lugar de dónde se venga y pese a las adversidades, se necesita soñar en grande y arriesgar para ganar. La familia detrás de la Refaccionaria González nos enseña esto; un gran ejemplo de valentía y humildad. 27