Artículo Libre
Cuando se trata de empresas familiares, son pocas las que generan un esquema de planeación, porque surgen de la iniciativa de personas que hacen negocios y las mantienen como pueden o como las circunstancias se lo permiten. En este sentido, en artículos anteriores, les hemos aconsejado saber tomar decisiones clave, así como definir los roles que cada uno de los miembros juega dentro del negocio, además de sus responsabilidades, sueldo, o hasta asuntos de herencia o sucesión. Además de haber estudiado y conocer el mercado, a tus clientes y los productos y servicio que ofreces, debes tener claro el futuro que deseas para tu negocio y considerar el tiempo adecuado para lograr tus metas; para ello es indispensable que desarrolles un proyecto empresarial a mediano y largo plazo.
• La planeación debe ser el primer paso. Si se utiliza correctamente y se basa en una situación real, garantiza el éxito de cualquier empresa.
Aliados para tu crecimiento “Los empleados son los que llevarán a la empresa hacia donde el líder decida” y la fuerza principal de cualquier negocio. Cuando se trata de uno familiar, muchos empresarios cometen un grave error al contratar a parientes que no están capacitados para ocupar determinada plaza, en lugar de un candidato externo, lo cual puede convertirse en un obstáculo y no un aliado para su crecimiento. Como en cualquier negocio, lo mejor es reclutar al capital humano más capacitado, que aporte conocimiento y que ayude a alcanzar los objetivos marcados, sean familia o no. Establece claramente los requisitos académicos y de experiencia necesarios para laborar en la empresa.
También debes capacitar al personal constantemente y generar un ambiente de confianza; esto hará que tus colaboradores se conviertan en un activo rentable y que se comprometan con el presente y futuro de la organización.
Un mal necesario Las finanzas de tu negocio no necesariamente deben ser un dolor de cabeza, pues manejar esta información será muy útil: refleja la realidad de tu empresa y te ayuda a prever el futuro y a hacer los ajustes necesarios para evitar, incluso, una quiebra. Maquillar tus cifras, quizá para pagar menos impuestos, tarde o temprano te generará serios problemas, además de no atraer a socios o inversionistas que aporten nuevos ingresos para tu negocio.
27