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antibióticos pediátricos para incentivos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en marzo una lista de fórmulas pediátricas para establecer prioridades para la investigación y el desarrollo de antibióticos apropiados para cada edad. El objetivo de este trabajo era identificar los antibióticos con una indicación pediátrica aprobada pero que carecen de fórmulas apropiadas para niños y cuyo desarrollo debe ser prioritario.

La investigación también identificó antibióticos en desarrollo clínico o antibióticos aprobados sin indicación pediátrica a los que se debe dar prioridad para su desarrollo en niños.

En todas las áreas de enfermedad, el desarrollo de medicamentos para niños lleva un retraso inaceptable de casi una década con respecto al de los adultos debido, entre otras razones, a las inversiones limitadas y a la falta de incentivos de mercado.

Antibióticos prioritarios: la lista publicada incluye tres antibióticos que ya tienen una indicación pediátrica, pero para los que falta una fórmula óptima

Amoxicilina-Clavulánico, Azitromicina y Nitrofurantoína. Además, el Cefiderocol, un antibiótico de reserva para el tratamiento de infecciones causadas por bacterias multirresistentes en adultos, sigue investigándose para su uso en lactantes y niños.

Definir las prioridades antibióticas pediátricas es vital. La resistencia a los antimicrobianos complica aún más la situación. La OMS la ha declarado una de las 10 principales amenazas para la salud pública mundial y está trabajando rápidamente con sus socios para combatirla, desde la definición de objetivos esenciales y la sensibilización hasta la vigilancia y las directrices, subraya la subdirectora general de la división de Resistencia a los Antimicrobianos de la OMS.

Dos antibióticos sin indicación pediátrica, Cefepime-Taniborbactam y Sulbactam-Durlobactam, medicamentos prometedores para tratar infecciones pulmonares y urinarias, se incluyeron en la lista para promover una investigación más rápida a medida que avanza su desarrollo clínico en adultos.

Según la OMS, se ha producido un descenso en el número de antibióticos en desarrollo de 31 en 2017 a 27 en 2021. En la fase preclínica, antes de que puedan iniciarse los ensayos clínicos, el número de productos se ha mantenido relativamente constante en los últimos tres años.