Es comúnmente aceptado que la misión de aquellos que se forman en las diversas ramas de la ingeniería es detectar, modelar y solucionar problemas asociados a fenómenos locales. Para arribar a las soluciones óptimas es necesario disponer las herramientas suficientes para que los estudiantes desarrollen su pensamiento lógico, pues este tiene efectos de largo alcance y es sin duda es una de las bases que proporcionan madurez y agilidad para asimilar los conceptos de los entornos computacionales.