Reencuentro con la historia Teoría y praxis de su enseñanza en México Autor: Andrea Sánchez Quintanar La historia, como toda ciencia, tiene su razón d ser en el hecho de que debe ser conocida y utilizada en beneficio de la sociedad que produce su conocimiento, sobre todo en el mundo contemporáneo. El historiador realiza la difusión de su conocimiento, para entender que el análisis de esta acción o conjunto de acciones no debe contemplarse sólo desde una perspectiva pedagógica, y menos exclusivamente didáctica, sino que, dada la amplitud de variantes que presenta. La función del historiador no se limita, a la búsqueda del dato, la capacitación de los fenómenos, la interpretación de los hechos, o la explicación de los procesos, según la posición teórica y metodológica que tenga cada quien. El conocimiento histórico se construye para ser mostrado. La conciencia histórica permite al individuo utilizarla para intervenir la transformación de la sociedad; el conocimiento histórico debe ser difundido. El historiador construye su conocimiento a partir de formas operativas que le permiten aprehender y quizá explicar el acontecer histórico sobre el que trabaja. La conciencia histórica se contribuye con los siguientes elementos: La noción de que todo presente tiene su origen en el pasado. La certeza de que las sociedades no son estáticas, sino mutables y, por tanto, cambian, se transforman, constante y permanente, por mecanismos intrínsecos a ellas, e independientemente de la voluntad de los individuos que las conforman. La noción que, en esta transformación, los procesos pasados constituyen las condiciones del presente. La convicción de que yo como parte de la sociedad, formo parte del proceso de transformación y por tanto, el pasado me constituye, forma parte de mí, sea como es. La percepción de que el presente es el pasado del futuro, que yo me encuentro inmersa en todo ello y, por lo tanto, soy parcialmente responsable de la construcción de ese futuro.
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