El por qué elegí ser educadora

BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL MANUEL ÁVILA CAMACHO

El por qué elegí ser educadora...

Alumna: Sheila Gissel Carrillo Romero

Maestra: Aneli Galván Cabral

Curso: El sujeto y su formación profesional como docente

27 de octubre de 2014

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“El objetivo principal de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas, y no simplemente repetir lo que otras generaciones hicieron” -Jean Piaget La biografía es la historia de la vida de una persona narrada por sí misma constituye su autobiografía, el relato, en primera persona da razón de las experiencias vividas, logros, fracasos, de la persona que habla.

La caracterización docente da razón de su profesión, actividad que constituye y reflexión en la historia del pensamiento. En donde el grado de profesionalización se valora o degrada conforme a los grupos sociales en que se encuentra inmersa la labor docente.

Mi nombre es Sheila Gissel Carrillo Romero, nací el 10 de septiembre de 1996 en el Estado de Zacatecas, la mayor parte de mi vida la he pasado en la Ciudad de Jerez de García Salinas, Zacatecas y actualmente me encuentro cursando la Licenciatura en educación preescolar en la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho.

En la presente autobiografía relato los momentos más significativos que caracterizan el proyecto de mi vida en la formación como futuro docente.

L a idea inicial para ser maestra de preescolar surgió desde que tenía cuatro años, al ver a mis maestras siendo algunas de las mejores personas que en su momento y hasta ahora he conocido; en efecto, a esa edad no tenía una idea concreta sobre lo que es la tarea de ser una buena educadora, pero con el paso de los años he comprendido que más que ser una tarea es una pasión, una pasión que envuelve cada pensamiento en una gran meta por cumplir. Ésta fue la primer identificación temprana que tuve con la docencia (JIMÉNEZ

Y

PERALES, 2007)

que me motivó para

acceder a ésta profesión. Aunque otros desde pequeños jugaran a la “escuelita” desempeñando el rol de alumno o de maestro ( NAVARRETE RAMÍREZ,

2004)

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Conforme fui creciendo al estar en la escuela primaria, una escuela ubicada en el centro de la ciudad, la escuela Francisco García Salinas mejor conocida como la escuela “tipo” admiré aun más la docencia pues a pesar de ser una escuela en un espacio muy cerrado, la escuela se ha caracterizado por tener una gran demanda por la calidad de los maestros; a la hora de recreo, lo recuerdo claramente, los más de 500 alumnos nos movíamos por el patio produciendo ruidos cual abejas en un panal, pero con el orden y disciplina contagiada por la planta docente. Yo no entendía con precisión el papel que representaba el ser un maestro, pero a mi corta edad entendía que era un profesional de la docencia, aunque posteriormente comprendí que la sociedad no lo catalogaba de ésta manera, como lo hace con otro tipo de profesionistas.

El que la formación de los enseñantes deba considerarse como una formación profesional sería una perogrullada1 si se admitiera universalmente que los enseñantes son, al igual que los médicos, o los abogados, profesionales reconocidos por su competencia y por su pertenencia a una corporación que detenta la exclusividad de la función. Ahora bien, a diferencia de los médicos y de los abogados, el status profesional de los enseñantes no está establecido claramente y, en ocasiones, es discutible.

(FERRY, 1990: P58)

Otro aspecto también muy importante fue el observar, el amor con que mi madre desempeñaba esta noble labor de ser maestra y precisamente en esa escuela, donde principalmente atendía a los niños pequeños en el 1 “Afirmación de veracidad y certeza tan evidente que resulta boba” www.wordreference.com/definicion/perogrullada. Online Language dictionaries.

Diccionario de la lengua Española.

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4 [EL POR QUÉ ELEGÍ SER EDUCADORA...] primer ciclo; cuando yo la visitaba en su salón la admiraba e incluso la ayudaba porque siempre se quedaba después de la hora de salida, apoyando a los niños que presentaban rezago educativo. También aprecié el ejemplo de la entereza de mi padre a ésta profesión que, aunque nos robaba nuestro tiempo por dedicarse a la preparación permanente en sus estudios de postgrado y las horas extras dedicadas a su trabajo día a día me apasionó más la docencia.

Cuando llegué a la prepatoria me entusiasmó que mi maestra de Literatura haya tenido la suficiente confianza en mi para apoyarse cuando ella faltaba por razones personales, me brindó la oportunidad de trabajar frente al grupo desempeñando las actividades como docente. Fue en ese momento que me quedó claro que esto es lo que quería hacer por el resto de mi vida. Fue mi primer experiencia de enfrentarme como docente a un grupo y aunque me sentía segura de poseer el conocimiento, sentí necesidad de tener las herramientas para acercarlo a mis compañeros que en ese momento desempeñaban el rol de alumnos y yo de docente, de tal manera que, no fuese la simple transmisión de conocimientos, sino despertar en ellos la necesidad de enfrentarlos a la búsqueda de sus capacidades pues el docente no lo es todo, como lo explica Córdoba (2004) “Aprendí que el docente no es como un rey absolutista que debe decirles a sus alumnos qué hacer, cómo y cuándo. Que es mejor dejar que nuestros alumnos desarrollen sus capacidades de reflexión y análisis, encaminándolos

al

aprendizaje

autónomo

desde

actividades

que

fomenten el logro de los propósitos de las reformas educativas”. (p. 27) La pasión que en mi prevalece desde que era pequeña hasta ahora por los niños, del ejemplo que me dieron mis padres hacia la docencia y lo 4 EL POR QUÉ ELEGÍ SER EDUCADORA...

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que viví en las escuelas como alumna me han llevado hasta aquí para adquirir conocimientos que puedan ayudarme para tener las herramientas necesarias y ser una gran educadora.

Estos son los momentos más significativos (JIMÉNEZ, 2007) en mi autobiografía que enmarcan el proyecto de vida en la que conformo una visión anticipada de lo que significa ser un docente en tiempos y espacios previos a mi ingreso a la escuela normal Manuel Ávila Camacho

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Bibliografía Córdoba, C.V. (2004). Mi primera experiencia como docente en una escuela telesecundaria. En FDJ. Ramírez (Ed.), Mi primera experiencia docente. (pp. 17-27). Zacatecas, Zac., México: Escuela Normal Manuel Ávila Camacho.

Ferry, G. (1990). El trayecto de la formación. Los enseñantes entre la teoría y la práctica. México: editorial Paidós.

Jiménez, M. de la. L. Y Perales, F. d J. (2007). Aprendices de maestros. La construcción de sí. México: ediciones Pomares.

Navarrete, A. (2004). Mi primera experiencia como docente. En FDJ. Ramírez (Ed.), Mi primera experiencia docente. (pp. 11-15).

Zacatecas, Zac., México: Escuela Normal Manuel Ávila Camacho.

Ramírez, F.D.J. (2004). Mi primera experiencia docente. Zacatecas, Zac., México: Escuela Normal Manuel Ávila Camacho.

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