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FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE GIJร N 01 AGOSTO 2012 // nยบ 1

ORGANIZA

PATROCINA

COLABORA



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SALUDA STAFF

Directores del periódico: Nacho Carballo Jorge Iván Argiz Redactora jefa: Mercedes Álvarez Editor de contenidos: Jesús Palacios Firma invitada: Jordi Sánchez Navarro Han colaborado en este número: Manolo D. Abad, Mercedes Álvarez, Almudena Corrales, Víctor Guillot, Ana Otasevic, Jesús Palacios

Carmen Moriyón

Página de cómic e ilustración: Albert Monteys

Alcaldesa de Gijón

Fotografía: Daniel Dionne Jorge López Pensar Audiovisual Diseño y maquetación: SIGNUM (www.signum.es) Traducciones: Diego García Cruz Oficina de la Llingua del Ayuntamiento de Gijón Impresión: PROMECAL Festival Internacional de Cine de Gijón C/ Cabrales, 82. 33201,Gijón (España) Tlf. (+34) 985 18 29 40 Fax. (+34) 985 18 29 44 E-mail: info@gijonfilmfestival.com Síguenos en: Facebook y Twitter (@Gijonfilmfest)

www.gijonfilmfestival.com

Este año celebramos la edición número 50 del Festival Internacional de Cine de Gijón. Las bodas de oro de nuestra ciudad con el Séptimo Arte son el resultado de años de trabajo y pasión por el cine. En las diferentes ediciones, la ciudadanía ha respondido a este compromiso de manera calurosa con su presencia y participación. Primero fueron aquellos niños y niñas que en la década de los sesenta empezaron a acudir a las proyecciones de películas infantiles. Les seguirían nuevas generaciones de cinéfilos que han seguido descubriendo joyas en las pantallas de nuestras salas. En todas esas sesiones, el público ha entrado en contacto con nuevas realidades y, sobre todo, ha disfrutado de buen cine. Desde el Ayuntamiento queremos dar las gracias a los equipos directivos que han permitido que el Festival de Gijón cumpla medio siglo como uno de los eventos cinematográficos de referencia en España y fuera de ella. Valoramos profundamente su profesionalidad y agradecemos la contribución de cada uno de ellos al certamen.

Ahora se inicia un cambio de ciclo bajo una nueva dirección, a la que deseo dar la bienvenida. Estoy convencida de que sabrá aportar nuevas propuestas dirigidas a enriquecer la herencia de sus antecesores. Confiamos en que se superen las enormes expectativas que despierta una edición tan destacada como esta. La intención es que Gijón siga siendo la capital del cine independiente en España, un lujo al alcance de nuestros ciudadanos y ciudadanas que durante el próximo mes de noviembre podrán disfrutar, un año más, de lo más relevante de la producción cinematográfica actual. El nuevo equipo ya está trabajando para ofrecer un festival de calidad con el objetivo de deleitar al público y a los profesionales. A la espera de que el cine invada de nuevo nuestras calles en noviembre, os propongo que participéis en las actividades que acogerá la ciudad en el marco del Cincuentenario.


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ACTOS DEL CINCUENTENARIO Teatro Jovellanos de Gijón Martes 7 de agosto • 20:30 h

CONCIERTO

Patio Centro de Cultura Antiguo Instituto Martes 7 de agosto • 13:30 h *

ENCUENTRO CON PÚBLICO

INMINENTE

* Horario sujeto a cambios por motivos ajenos a la organización. Consulta nuestra página web.

La música de Emir Kusturica y su No Smoking Orchestra sonará este verano en Gijón. El cineasta serbio dará un concierto con su grupo en el Teatro Jovellanos el próximo 7 de agosto, dentro de los actos del Cincuentenario del FICX, además de mantener un encuentro con el público. En estas páginas, recorremos sus acordes y fotogramas.

Por : Ana Otasevic

El Flying Circus de Kusturica

Underground (1995).

Corresponsal en París del periódico serbio Politika

Traducción : Diego García Cruz

El rock se combina con la música tradicional de los Balcanes en los temas de la No Smoking Orchestra. La energía de sus canciones ha conquistado el mundo y ahora el grupo de Emir Kusturica aterriza en Gijón.

“Soy famoso en Buenos Aires“, me dijo Emir Kusturica el pasado mes de abril en París, cuando me reuní con él en el rodaje de Au bonheur des ogres, película de Nicolas Bary, en la que comparte cartel con Bérénice Bejo, la nueva estrella del cine francés. Pero el famoso director serbio no se refería a sus películas sino a su grupo de música, la No Smoking Orchestra, del que es guitarrista. Sólo hace falta echar un vistazo a la gira prevista para este año para darse cuenta de que entre las prioridades de Kusturica no está, de momento, rodar una película nueva, sino que se dedica a recorrer el mundo con su grupo: Argentina, Uruguay, Chile, Suiza, Ucrania, España, Francia, Canadá,… Kusturica no es el único director de cine que tiene un grupo de música. Woody Allen toca el clarinete en una pequeña banda de jazz, Almodóvar formó parte de un grupo de glam punk y Jim Jarmusch también es músico, pero ningún otro cineasta es capaz de llenar salas de conciertos de Kiev a Montevideo con público entregado. Kusturica no citó

por casualidad al líder de los Sex Pistols, Sid Vicious, al recoger su segunda Palma de Oro en el Festival de Cannes. La No Smoking Orchestra pone sobre el escenario la misma energía que un grupo punk, y eso se debe en gran parte a la personalidad y estilo de su carismático cantante, Nele Karajlic. La música punk fue una de las primeras influencias a las que se vio expuesta una pandilla de amigos que solía reunirse y ensayar en el sótano del apartamento de Nele Karajlic en Sarajevo en los años 70. En aquella época el grupo se llamaba “Zabranjeno pusenje”, que quiere decir “prohibido fumar” en serbo-croata. No tardaron en convertirse en uno de los grupos de rock más famosos de Yugoslavia, y Kusturica tocaba el bajo de vez en cuando con ellos.

La música del grupo es un elemento clave de las películas de Kusturica, y el cine sirve como fuente de inspiración para sus actuaciones en directo

El grupo mantenía un estrecho vínculo con un movimiento de subcultura urbana llamado Nuevo Primitivismo, que nació en Sarajevo entre principios y mediados de los 80. Sus representantes principales eran conocidos por el tono humorístico de las letras de sus canciones, inspiradas principalmente en el espítritu del

PERFIL La respuesta de Emir Kusturica a la guerra y a la destrucción de su país, Yugoslavia, está en sus películas, cargadas de humanismo en una onírica exaltación de la vida. En ellas se mezclan imágenes barrocas repletas de

Una voz libre

imaginación, dignas de Fellini, con el pesimismo antropológico de Dostoievski. Su ironía procede de sus raíces eslavas, pero la visión de su cine es puramente europea, pues contiene ingredientes de los lugares que más han marcado

Bajo una robusta apariencia, digna de un oso, se oculta uno de los más prolíficos

su obra: el espíritu multicultural de Sarajevo, su ciudad natal, Praga, donde

directores de Europa, alguien que no sólo rueda películas sino que también es

estudió en la famosa escuela de cine de la República Checa, de la que

guitarrista, actor, arquitecto y guionista. Su compleja visión artística es el perfecto

anteriormente había sido alumno Milos Forman, y Francia, donde despe-

reflejo de su región natal, los Balcanes, encrucijada de las influencias políticas y

gó su carrera internacional, pues allí ganó la Palma de Oro del Festival de

culturales de Europa oriental y occidental.

Cannes en 1985 por Papá está en viaje de negocios (1985) y, diez años después,


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INMINENTE

ciudadano medio bosnio perteneciente al “underground cultural”. Algunos de los miembros de este movimiento, entre ellos, Nele Karajlic, crearon el Top Ten Surrealista, un programa de televisión que se convirtió en una especie de versión balcánica del Monty Python’s Flying Circus. Los autores usaban el absurdo y el humor negro en unos sketches subversivos, desde un punto de vista político, y visionarios, en los que predijeron la caída de Yugoslavia.

La vida es un milagro (2004).

Las actuaciones de hoy en día de la No Smoking Orchestra, dignas de un circo y cargadas de mensajes políticos, recuperan el espíritu de los Nuevos Primitivos. “¡Despertad de vuestro aburrido sueño!”, clama Nele Karajlic en “Unza, unza time”, denunciando así el desconocimiento de la opinión pública de los países occidentales durante los bombardeos de la OTAN en Yugoslavia “en 1999”, cuando “el pueblo aniquiló la diferencia entre crimen y castigo”. Cuando estalló la guerra en la antigua Yugoslavia, en 1991, los populares músicos de la multiétnica Zabranjeno pusenje se separararon, y el grupo dejó de actuar durante una temporada. Su formación actual se estableció en Belgrado, donde se refugió el cantante, Nele Karajlic, tras abandonar un Sarajevo destrozado por la guerra. Se unió a Kusturica y empezó a componer música para sus películas, después de que el director serbio rompiera con su compositor Goran Bregovic. Stribor Kusturica, hijo de Emir, no tardó en sumarse al grupo como percusionista. Los largometrajes de Kusturica y la música de la No Smoking Orchestra se fusionarion en un único universo. La música del grupo es un elemento clave de las películas de Kusturica, y el cine sirve como fuente

Por :

de inspiración para sus actuaciones en directo. A veces incluso los componentes invitan a sus amigos, que también son sus ídolos. Así, Javier Bardem acompañó al grupo con la percusión en su actuación en el Festival de Cannes en 2005, y Diego Maradona se subió al escenario en 2008 durante la fiesta tras el estreno del documental Maradona by Kusturica (2008). La clave del éxito de la No Smoking Orchestra radica en que no se limita a imitar los distintos estilos musicales que han ido teniendo éxito y desapareciendo, sino que se las ha arreglado para alcanzar la conjunción entre el rock y las melodías tradicionales propias del patrimonio cultural de su país natal. Se inspira en iconos del rock, pero también en músicos de las típicas tabernas de los Balcanes -las kafanas-, donde se reúnen para interpretar canciones tradicionales mientras el público les acompaña presa de una atmósfera enfervorizada y con los brazos levantados. El grupo de Kusturica mezcla los acordes clásicos del rock con los de los instrumentos de metal que se tocan en los Balcanes en bodas y funerales. Melodías populares serbias con actitud punk, una guitarra gitana y un violín húngaro con música clásica. Las actuaciones en directo de la No Smoking Orchestra se parecen mucho a las improvisaciones del jazz contemporáneo, y en ellas mezcla el jazz con sonidos rock y étnicos. Puede que esta sea una de las razones de que les inviten a tocar en festivales de jazz de toda Europa.

Melodías populares serbias con actitud punk, una guitarra gitana y un violín húngaro con música clásica “Esta bien pudiera ser la música del futuro... un sabor nuevo”, dijo Joe Strummer, líder de The Clash, cuando el famoso grupo británico tocó con la No Smoking Orchestra en Venecia en 1999.

Emir Kusturica, un maestro para la felicidad

Víctor Guillot Periodista y director del Centro de Interpretación del Cine en Asturias (CICA)

El cine de Emir Kusturica puso en el mapa la antigua Yugoslavia y su tradición cinematográfica, pero hizo también mucho más: romper fronteras no sólo geográficas, sino también culturales, políticas y estéticas, creando una mitología única.

Cuenta Emir Kusturica en alguna de sus entrevistas que su obra es fiel reflejo del devenir de los pueblos de los Balcanes, una autopista que va indistintamente de la euforia al sufrimiento. Podemos decir sin exagerar que sus películas son un tratado de la felicidad, nacido de una militancia dionisíaca que logra que

por Underground (1995). Kusturica es un director capaz de hacer realidad una ficción

director: Diego Maradona, Che Guevara, Bergman, Bruce-Lee... Durante el festival se organizan también entierros festivos de cintas

cinematográfica; tras el rodaje de La vida es un milagro (2004) transformó el decorado

de Hollywood. La obra de Kusturica está en perfecta sintonía con su vida, en la que su familia desempeña un papel fundamental. Maja,

en una aldea y se instaló allí. Puede que haya perdido Yugoslavia, su país, y Sarajevo, su

su mujer, es la productora de sus películas, Stribor, su hijo, toca con él en la No Smoking Orchestra y compone las bandas sonoras

ciudad natal, pero eso no le ha impedido construirse un nuevo hogar, no muy lejos de su

de sus películas, y Dunja, su hija, se encarga de seleccionar las películas de los estudiantes de cine que se proyectan en Kustendorf.

Bosnia natal, en un enclave de ensueño en las montañas serbias. Hace cinco años creó

Constituyen el núcleo de una alegre tribu compuesta por familia y amigos que rodea al director buena parte del tiempo. Kusturica se

un festival de música y cine llamado Kustendorf en el que se ensalza el cinéma d’auteur

mantiene fiel a sí mismo y a su integridad artística en todo lo que hace, desafía el conformismo y la corrección política. Su ideología

y la cultura y gastronomía autóctonas. Allí uno se puede encontrar con sus amigos

política, su resistencia al capitalismo corporativista y su oposición a la hegemonía de EEUU en el mundo tienen sus raíces en el fuerte

Jim Jarmush y Johnny Depp sentados en el restaurante Visconti contemplando las

sentido de la justicia del director y en la historia reciente de su país.

montañas nevadas. Kustendorf se ha convertido en un símbolo de la visión artística de Kusturica – antiglobal y anti Hollywood – y las calles llevan los nombres de los ídolos del

Una voz libre en un mundo lleno de restricciones. Una vida dedicada a una utopía artística.

Por : A. O.


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ACTOS DEL CINCUENTENARIO

INMINENTE

sus filmes sean sentimentales y mágicos al tiempo que grotescos y desmesurados, sin por ello caer en la complacencia ni en la evasión del compromiso político, lo que le ha convertido en uno de los cronistas más singulares de Serbia y, por extensión, de la antigua República Socialista de Yugoslavia. Uno de los pilares sobre los que se asienta el fin último del cine de Kusturica es haber tratado de contraponer el sentido apolíneo del hollywood storytelling al sentido dionisíaco y festivo de su obra. “En la primera mitad del siglo XX, Hollywood era el centro del idealismo mundial, y yo soy un idealista. Welles, Lubitsch o Capra, directores a los que yo admiro, se fueron extinguiendo y, desde entonces, el cine americano es el centro del conservadurismo liberal capitalista”. Papá está en viaje de negocios (Otac na sluzbenom putu, 1985), Underground (1995), El tiempo de los gitanos (Dom za Vesanje, 1989), Gato negro, gato blanco (Crna maska, beli macor, 1998), La vida es un milagro (Zivot je cudo, 2004) o Prométeme (Zavet, 2007), en todas ellas, Kusturica propone una mirada terapéutica del cine, a través de historias de vida y muerte, donde convergen ternura y descontrol, pícaros adorables con mafiosos cocainómanos y personajes tan hiperactivos como los ritmos gitanos que escuchan. En las películas del director bosnio declarado serbio, un funeral puede convivir con un casamiento y todo ello para que el dolor colectivo fluya y se descargue entre gritos y carcajadas.

El inspirador del cine de Kusturica será Federico Fellini y su Amarcord (1973). El estilo del maestro italiano deslumbraría al joven realizador mientras estudiaba cine en la Escuela de Bellas Artes de Praga. En sus memorias ¿Dónde estoy en esta historia? (2012), Kusturica confiesa que Amarcord fue para sus películas “lo que el Big Bang para el Universo. Sus imágenes y sus ideas se convirtieron en los manantiales que nutrieron todos mis ríos cinematográficos. En lo sucesivo, todo lo que ocurrió en mi vida de cineasta se mide por el rasero de esta película”. Pero si el estilo de Fellini era propicio para contar la vida en Yugoslavia, no es menos cierto que su literatura ya contaba con escritores como Ivo Andric, quien había narrado la historia de los Balcanes a través de la novelas Un puente sobre el Drina (1945) o Crónica de Travnik (1945), precedentes muy significativos de esa visión coral de la narración, en la que crónica, magia y leyenda se funden para contar el devenir de un pueblo mestizo, sometido al imperio turco, primero, y al imperio austrohúngaro, después.

Filmografía selecta de Emir Kusturica 2008

Maradona por Kusturica

(Maradona by Kusturica) 2007

Prométeme

1993

Oso de Plata en el Festival de Berlín

(Zavet) 2004

1988 La vida es un milagro

(Zivot je cudo)

Super 8 Stories

1998

Gato negro, gato blanco

(Crna macka, beli macor)

Premio al mejor director en el Festival de Cannes

1985

Underground

Palma de Oro en el Festival de Cannes

Kusturica confiesa que Amarcord fue para sus películas “lo que el Big Bang para el Universo”

Kusturica, Emir. ¿Dónde estoy en esta historia? Memorias. Ediciones Península. Madrid, 2012.

Papá está en viaje de negocios

(Otac na sluzbenom putu) Palma de Oro en el Festival de Cannes Premio FIPRESCI

León de Plata en el Festival de Venecia

1995

El tiempo de los gitanos

(Dom za vesanje)

Premio César a la mejor película de la Unión Europea

2001

El sueño de Arizona

(Arizona Dream)

Podemos decir sin exagerar que sus películas son un tratado de la felicidad

1981

¿Te acuerdas de Dolly Bell?

(Sjecas li se Dolly Bell) León de Plata en el Festival de Venecia

Por otra parte, la obra de Kusturica no se entiende sin la tradición forjada por otros directores como Goran Markovic (Tito y yo/Tita i ja, 1992, y Tragedia burlesca/Urnebesna Tragedija, 1995), Slobodan Sijan (Línea no regular/Koto tamo peva, 1980) o Dusan Kovácevic (El espía de los Balcanes/Balkanski spijun, 1981, y Profesionalac, 2003). Será precisamente Kovácevic, dramaturgo, guionista y director, el agitador político-cultural y alma mater de un grupo de autores etiquetado como Nuevo Cine Yugoslavo, surgido al albur de la muerte de Tito, que se atrevió a criticar su régimen apostando abiertamente por un estilo de comedia emparentada con las tradiciones italianas y españolas: de Ferreri y Risi a Berlanga y Azcona; incluso hoy podemos relacionar a Kusturica con la veta grotesca de Álex de la Iglesia, quien también plantea un cine en términos políticos y corales. Pero, ¿por qué el cine de Kusturica trascendió más allá de los Balcanes y el resto no llegaron a traspasar esa frontera? La respuesta puede encontrarse en el sentido de la exageración que Kusturica ha ido desarrollando en cada una de sus películas, propulsando su cine hasta la esfera de la épica, mientras el resto de directores se quedaron en la humilde pretensión de contar una comedia con hondura dramática y paisaje político.

Para el serbio, la comedia más desaforada en el paisaje más trágico ofrece como resultado una narración épica. Esa voluntad de llevar a los personajes hacia los extremos empujó al realizador serbio a rodar Maradona por Kusturica (Maradona by Kusturica, 2008), un documental que sigue los pasos del astro argentino, donde se alternan entrevistas con imágenes de archivo, permitiéndonos descubrir el perfil más dramático de, posiblemente, el mejor futbolista de la historia. Más allá de la devoción a un deporte, lo más interesante de este trabajo es la admiración hacia una figura que se ha caracterizado por un sentido dionisiaco, épico y trágico de sus actos. “Maradona es un personaje tan carismático que se convirtió en la imagen de los pobres de América Latina. No es uno de los que se olvidan de sus raíces. Su fútbol se parecía al baile, al tiempo que su vida a una tragedia”. Kusturica prepara ahora un biopic sobre Pancho Villa. “Si miramos a nuestros bandidos y rebeldes, ninguno ha sido tan grande. Siento por él una admiración histórica”.



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ACTOS DEL CINCUENTENARIO

LO ÚLTIMO

Tán perdayuri, aportaron hasta’l sitiu más paradisíacu de Xixón: los zombis ocuparon tol Xardín Botánicu. Demientres la nueche del vienres 22 de xunu, espolletaron como setes caníbales ente los sos árboles, soltando glayíos y rises, durante una terrorífica nueche cinematográfica. Imaxina que pasees seliquino per una sienda del prestosu Xardín Botánicu Atlánticu de Xixón, al atapecer d’una tranquila nueche de branu. El cielu va abermeyando, proyeutando los caberos rayos solares sobre les fueyes, tiñéndoles de rellumu crepuscular. La borrina nocherniega entama a subir, envolvente, del llentu suelu. Una tienra oscuridá medra, seliquino pero implacable, dende’l cantu del camín... De sópitu, al to llau, un ser humanu –lo que queda d’él-, enllenu d’angüeñes con gafures, al que-y falta un güeyu o media quixada, viéndose-y cachos de güesu y cartílagu, tírase enriba de ti dende un requexu del camín, pa date la bienvenida a ¡la Nueche del Terror del Xardín Botánicu! Eso ye lo que pudieron esfrutar –digo bien: esfrutar- quien fueron la nueche del vienres 22 de xunu al Xardín Botánicu de Xixón. Una nueche na que’l Botánicu tornó en coloráu zombi, pa celebrar una nueche de folixa y buen cine. Con llenu total –que dexó fuera del recintu a munchos-, el Xardín Botánicu ufiertó un menú fantaterroríficu qu’incluyía: percorríu con guía –armáu hasta los dientes- pelos llaberintos del Xardín, invadíos por zombis de toa mena -dende novies gótiques ensangrentaes a besties caníbales-, que ficieron glayar a más d’ún, escucando dende’l requexu más inesperáu, afatáu cola decoración apropiada: telarañes y llábanes (dedicaes a grandes del terror y a los protagonistes de La nueche de los muertos vivientes). Depués d’esti paséu -la promenade des morts vivants-, los convidaos superviventes (toos), llegaron a un claru pa ver cómodamente sentaos albentestate una pantalla xixante, na que se fizo la estrena de La nueche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, 1968), producida y editada en DVD por Gonzali Producciones –acompañada de la versión tamién n’asturianu de La lexón de los homes ensin alma (White Zombie. Victor Halperin, 1932)-. Illán Gonzali fizo una curtia introducción de la película en nome de la productora.

Los zombis invaden el Botánicu.

Tamién tuvieron Jesús Martínez Salvador, direutor del Xardín Botánicu y los maestros de ceremonies Juan José Plans, renomáu escritor de ciencia ficción y terror asturiano, home de la radio misteriosa, y Jesús Palacios, escritor y críticu, especializáu en cine fantásticu. Depués de la película, el chigre del Botánicu, macabramente decoráu, foi l’escenariu de una sangrienta folixa na que se pudo ver a los actores del doblaxe asturianu (Antón Caamaño, Fernando Marrot, Norberto Sánchez y Ana Blanco Rozada), a zombis botánicos y otres criatures de la nueche poniendo copes ente cartelos de cine de terror, telarañes, candeleros y música de películes como Psicosis (Psycho. Alfred Hitchcock, 1960) o La profecía (The Omen. Richard Donner, 1974). Un ésitu de muerte, enllenu de sustos, rises y buen cine.

J.J. Plans y Jesús Palacios xunto a la moza de Reanimator.


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LO ÚLTIMO

Luces de la ciudad inaugura los actos del Cincuentenario

Público de Luces de la ciudad. PENSAR AUDIOVISUAL

Con la proyección de la obra maestra de Charlie Chaplin Luces de la ciudad (1931) con música de la Orquesta Sinfónica de Georgia arrancaron los actos del Cincuentenario del Festival Internacional de Cine de Gijón. A mediados del pasado mes de mayo, dos sesiones en el Teatro Jovellanos hicieron confluir cine y música, bajo la batuta del director gijonés Mariano Rivas. El ritmo de este conjunto de Tiflis dio aún más fuerza a las emociones tejidas por Chaplin en un filme de noches de fiesta, desventuras y amores casuales. Un vagabundo y una florista hicieron reír al público de Gijón que terminó reflexionando con una cenicienta desilusionada y un príncipe desenmascarado. Una comedia de amarga crítica social, que se proyectó en versión original, lo que en cine mudo equivale a decir con los intertítulos en inglés. La traducción en papel ayudó a comprender una película que, aunque estrenada en 1931, nos recuerda vagamente a nuestra realidad en la que la crisis golpea de nuevo. Durante los 90 minutos que duró el espectáculo, la Orquesta Sinfónica de Georgia alternó las melodías suaves con los ritmos rápidos para sintonizar con las escenas que se veían en el Jovellanos. Rivas, bregado en el Liceo de Barcelona y el Real de Madrid, entre otros teatros europeos, dirigió con soltura el conjunto musical. Este gijonés, quien también ha estado al frente de óperas como Otello o Madama Butterfly, antes de coger la batuta ejerció de maestro de ceremonias. Presentó sobre el escenario la proyección-concierto; acto seguido bajó al foso para velar por la sincronización de notas y fotogramas y resurgió, tras el “The End”, entre los calurosos aplausos del teatro.

El Teatro Jovellanos durante la proyección-concierto de Luces de la Ciudad.

Orquesta Sinfónica de Georgia.

PENSAR AUDIOVISUAL

PENSAR AUDIOVISUAL

Logo Del Cincuentenario

Las nieves del Kilimanjaro, premio LUX, se proyecta en Gijón Sur La película francesa Las nieves del Kilimajaro (2011), ganadora del premio LUX 2011 del Parlamento Europeo, se proyectó en una sesión especial en el Centro Municipal Integrado Pumarín Gijón Sur. El filme del comprometido director Robert Guédiguian (Marsella, 1953) retrata los conflictos generacionales que la crisis económica por la que atraviesa Europa ha sacado a relucir. El acto, que reunió a cerca de 200 personas en Gijón Sur el pasado 14 de mayo, fue presentado por Nacho Carballo, director del FICX. Contó, además, con la presencia de Ignacio Samper, director de la oficina del Parlamento Europeo en España, Jesús Hernández, responsable del programa MEDIA en nuestro país, y Enrique Rodríguez, responsable de Asuntos Europeos del Ayuntamiento de Gijón. La lucha de clases emerge en este largometraje que muestra las derivas de un capitalismo que creó la ilusión de la clase media. La historia arranca con un ERE en un astillero de Marsella, al sur de Francia. Pierden su empleo, junto a otros trabajadores, un sindicalista que ejerció toda su carrera en la empresa y un joven con escasas perspectivas laborales. La problemática a la que se enfrenta cada uno de ellos pone de manifiesto una degradación del sistema que exige un replanteamiento de las reclamaciones históricas de la clase obrera.

(De izda. a dcha.) Samper, Carballo, Rodríguez y Hernández. PENSAR AUDIOVISUAL

Esta película se impuso en los premios LUX a la griega Attenberg (2010), de Athina Rachel Tsangari, y a Play (2011), de Ruben Östlund, una coproducción sueca, finlandesa y danesa. En la ceremonia de entrega, el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, destacó que el objetivo de este galardón es “recordar que lo que nos une es más fuerte que lo que nos divide”. Guédiguian a su vez llamó a defender los valores sobre los que se erige la República francesa: la libertad, la igualdad y la fraternidad. El primer LUX se entregó en 2007, año en el que ganó Del otro lado, del turco-alemán Fatih Akin (2007). También han sido recompensadas El silencio de Lorna, de los belgas JeanPierre y Luc Dardenne (2008), Welcome, del francés Philippe Lioret (2009) y la ópera prima Die Fremde, de la austríaca Feo Aladag (2010).

La 50 edición del Festival Internacional de Cine de Gijón ya tiene logotipo. El diseño es obra de Javier Mariscal, uno de los artistas españoles con mayor proyección internacional, como demuestran sus exposiciones en el Georges Pompidou de París o en el Design Museum de Londres. Mariscal también firmará el cartel de la 50 edición del FICX. Su incursión en el cine de animación con Chico y Rita (2010), ganadora de un Goya, de un Premio del Cine Europeo y nominada al Oscar, da muestra de su interés y vinculación con el Séptimo Arte. Unas rayas azules configuran la cifra del 50 aniversario. Hacen alusión a las mareas y el color mantiene la sintonía con el tradicional logo del ojo. Como se venía haciendo en ediciones anteriores, se ha utilizado el nombre de “Festival Internacional de Cine de Gijón”. Esta terminología seguirá conviviendo en perfecta armonía con el topónimo asturiano “Xixón”.


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HISTORIA DEL FESTIVAL

El Festival Internacional de Cine de Gijón nació en 1963 como Certamen de Cine-TV Infantil, hasta convertirse en la actualidad en uno de los más notables y longevos de nuestro país. Sus orígenes como certamen para la infancia y la juventud explican el especial interés que este festival ha prestado siempre al público más joven. Para revivir los inicios del festival, que conmemora sus 50 años de historia, tenemos que retroceder a la década de los sesenta. España vivía por entonces una bonanza económica propiciada por el fin de la autarquía y la ayuda extranjera, que favoreció un clima social más distendido así como la llegada de nuevas propuestas cinematográficas internacionales que aspiraban a penetrar en el público español. Una serie de festivales a nivel mundial comenzaron a despuntar ya en los años cincuenta: Festival Internacional de Cine de San Sebastián (1953), Semana de Cine Religioso y de Valores Humanos de Valladolid (1956) o el Festival de Cine de Bilbao (1959). El cine pronto pasó de un mero experimento a entretenimiento estival y los empresarios eran conscientes de las posibilidades económicas de este medio, así como de la atracción de público y la promoción del lugar. Por ello, se iniciaron encuentros en diferentes villas asturianas con mejores o peores resultados respecto a su supervivencia. Sin embargo, una de las propuestas más duraderas y fructíferas surgió del proyecto personal de un dibujante. Isaac del Rivero, nacido en Colunga, era un aventajado autor de historietas gráficas que publicó sus primeros trabajos a los diecisiete años en el diario La Nueva España. También era un gran aficionado al cine desde niño y recordaba con nostalgia aquellas sesiones a las que acudía en los ya por entonces recién

Por : Almudena Corrales Profesora de Geografía e Historia, autora del trabajo de investigación “El Festival Internacional de Cine de Gijón (1963-1981)”.

Las aventuras de Topo Gigio (1961).

desaparecidos cines Campos Elíseos de Gijón. Con frecuencia adquiría revistas dedicadas al séptimo arte como Cine en 7 Días y Pantallas y Escenarios. Una determinada sección de la primera se dedicaba a organizar cineclubs, facilitando todos los trámites administrativos. Así pues, se fundó el Cine Club C-7 de Gijón con el fin de: “fomentar el interés cultural y artístico en sus socios, con preponderancia del cine, llevando a cabo para tal fin las actividades de biblioteca, discoteca, hemeroteca, cineclub, deportes, interpretación teatral, conjuntos músico vocales, fotografía, pintura y realización de películas de cine aficionado”. Son escasos los datos que nos permiten hacer un seguimiento continuado del presupuesto del festival, pero sabemos que el coste efectivo de la primera edición fue de 763.843,95 pesetas. El Teatro de la Universidad Laboral de Gijón fue el escenario elegido para la proyección del grueso del programa elaborado por el certamen y dominado por la sección oficial competitiva. Ofrecía una capacidad para 1.500 personas: 950 localidades en el patio de butacas y el resto distribuidas en el piso de palcos y anfiteatro. El desplazamiento estaría incluido en la entrada para cuya venta se habilitarían taquillas en la céntrica Plaza del Parchís, por entonces Plaza del Generalísimo. El certamen se caracterizó desde su comienzo por la variedad de sus películas dirigidas a los niños de hasta 14 y 15 años, y fue calificado como una manifestación con una disparidad de objetivos a cubrir, no sólo en cuanto a filmes de imagen real y animación, sino en cuanto a presentar al unísono en muchos casos lo recreativo con lo formativo o lo educativo. Los premios serían otorgados por un jurado internacional y otro compuesto por menores, siendo éstos el Pelayo de Oro y el Platero de Plata respectivamente. A lo largo de una semana de festival se organizarían actividades que ayudarían a potenciar el cine para niños, como las denominadas Conversaciones Internacionales donde se reuniría un equipo de expertos en la materia, pero también se pretendía favorecer el espíritu creativo de los menores con una serie de variados concursos y exposiciones de temática infantil relacionadas con la literatura, la fotografía, discos de música o guiños a factorías infantiles tan conocidas como Walt Disney. Archivo personal Isaac del Rivero.


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Así, un domingo 21 de julio de 1963 se celebraba en el Ayuntamiento de Gijón la recepción oficial ofrecida a las personalidades asistentes al primer Certamen Internacional de Cine-TV Infantil de la localidad. A las cuatro y media de la tarde de ese mismo día, comenzaron en la Universidad Laboral las primeras proyecciones de las películas seleccionadas para el certamen al precio de 15 y 20 pesetas. Fueron las siguientes: Las aventuras de Topo Gigio (Italia); Caperucita y sus tres amigos (México); El muchacho que amaba a los caballos (Gran Bretaña) y el cortometraje Michelino IB (Italia). El libro de la selva (1967).

Gijón es un festival particular nacido en una ciudad pequeña pero de gran vitalidad y calidad humana que ha apostado por la cultura y la modernidad. A pesar de las conocidas dificultades que ha venido experimentando la región, goza de una fuerza que hace mantener vivos estos eventos gracias al apoyo popular y especialmente de los jóvenes. Es por ello que Gijón aporta una seña única de identidad, que sabe combinar la faceta lúdica y didáctica del cine sin olvidar su meticulosa selección de películas que difícilmente vamos a encontrar en otros festivales.

En apenas dos décadas el certamen llegó a contar con la participación de 40 países, y en cada edición la presencia extranjera fue superior a la docena de películas, con nacionalidades que nos pueden llamar tanto la atención en aquella época como Pakistán (1965),

Por :

Taiwán (1977) o Ceilán (1979). Muy

MERCEDES ÁLVAREZ

valorada en las primeras ediciones fue la cinematografía de los países del Este, seguida por la de los países anglosajones, como Reino Unido y Estados Unidos. De

Con la vitalidad de la que hace gala a sus 80 años, el fundador del Festival, Isaac del Rivero (Colunga, 1931), nos recibe en su estudio para recordar cómo fueron los primeros pasos de un evento pionero. “Sacar un festival de cine adelante en estas condiciones y sin dinero era terrible”, cuenta quien consiguió que por primera vez en España los niños y las niñas tuvieran un certamen propio. A pesar de las dificultades, Del Rivero fue capaz de crear una manifestación cinematográfica que ha perdurado en el tiempo y que ahora celebra su 50 edición. “En el año sesenta y tantos yo tenía una agencia de publicidad. Ahí hacía muchos proyectos publicitarios pero de una manera muy particular a como hacían las demás agencias de publicidad, yo era todo gráfico”, explica. Al pensar en qué podía hacer “que llamase la atención y que fuese guapo” se dio cuenta de que la audiencia infantil carecía de eventos cinematográficos propios. Los críos “son los primeros que deberían tener un festival de cine para que fuesen conociendo y estudiando el cine”, recuerda Del Rivero, quien no tardó en idear una estrategia para acercar las películas a la juventud asturiana. La rigidez de la dictadura franquista le impedía “como persona” organizar el evento, por lo que recurrió a la revista Cine en 7 Días. “Les escribo y les digo que entre mis proyectos el principal era crear el Festival Internacional de Cine para la Infancia. Cuando me contestan, que estupendo”, asegura el que llevó las riendas del evento durante 19 ediciones, hasta 1981. “Ahí empezó”, relata. Participaron quince países en la primera edición. “Empecé, entre comillas, por lo grande”, cuenta medio siglo más tarde el fundador. Y es que, debido a la censura, no era fácil introducir en España el cine procedente del extranjero. El primer director del Certamen Internacional de Cine para Niños explica: “si en

censura decían que a eso que no, estabas colgado. Pero bueno, las primeras que pasaban me las aceptaban”. Sin embargo, empezó a temer por aquellas cintas que, aunque apropiadas para la infancia, eran un retrato de la realidad, con sus luces y sombras. “Les dije: vamos a ver, yo voy a París, me gusta una película y, ¿qué hago? Porque le tengo que decir si la quiero o no”. Entonces, comenzó a acompañarle en sus viajes un censor. “Al final logré que las películas no pasasen por censura ni me mandasen a nadie”, asegura, mientras recuerda que consiguió que se vieran en España trabajos de los países del Este y de la URSS, que “eran los que mejor cine hacían justamente para la infancia”. Isaac del Rivero, a quien películas de juventud como El tercer hombre (Reed, 1949) le habían echo amar el cine, combinó durante casi dos décadas las cintas infantiles con las proyecciones para adultos, entre las que destacan filmes como Zazie en el metro (Malle, 1960) o El nacimiento de una nación (Griffith, 1915). En esa semana de certamen, que se celebraba entre junio y julio o en septiembre, dependiendo de la edición, Gijón recibía la visita de personalidades del universo infantil. Entre ellas estaba, por ejemplo, la poetisa Gloria Fuertes. “Toda esta gente estaba ilusionada con el festival porque veía la labor que se estaba haciendo tan grande”, cuenta Del Rivero. Fueron años de esfuerzos, pero su creador fue sorteándolos en la medida de sus posibilidades con una energía de la que hoy en día sigue haciendo gala. “Como lo vivía, lo vivo, lo que yo hago lo tengo que vivir porque si no, no me funciona”.

este último, destacan las películas de Disney, en concreto, El libro de la selva o Los aristogatos. Prácticamente todos los filmes españoles dedicados a la infancia fueron presentados en Gijón, debido precisamente a la condición de “escaparate nacional” que el Gobierno otorgó al Certamen: Alas y Garras, de Félix Rodríguez de la Fuente, Las aventuras de Mortadelo y Filemón, de los Estudios Vara en sendas ocasiones, o El Mago de los Sueños, de Francisco Macián, creador de la famosa Familia Telerín. Por : A. C.


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01 AGOSTO 2012 // nº 1

¿CÓMO SERÁ LA 50 EDICIÓN?

ciclos

Sobre el nuevo cine de la crueldad francés En su 50 edición, el Festival Internacional de Cine de Gijón dedica, dentro de su sección Géneros Mutantes, una mirada al “nuevo cine de la crueldad” francés, uno de los fenómenos cinematográficos más polémicos e interesantes de los últimos años, que ha revolucionado el cine fantástico y de horror, llevándolo hasta sus extremos más arriesgados e innovadores.

LAS PELÍCULAS DEL CICLO

À l´intérieur (2007).

urante casi toda su historia, el cine francés –que es mucho más y mucho menos de lo que la mayoría de la gente piensa cuando oye decir “cine francés”- se ha mostrado renuente al género de horror. Surrealismo, ciencia ficción, suspense, policial, fantastique… bueno. Pero terror, en sentido estricto y, más aún, sangriento, gráfico, violento. Eso no. Por lo menos, no muy a menudo. Los pocos ejemplos que puntean su historia se ocultan en los bajos fondos del cine comercial –aunque, como Jean Rollin, posean espíritu elitista y refinado-, o recibieron en su día inexplicables varapalos de la crítica –como la genial y seminal Los ojos sin rostro (Les yeux sans visage, 1960), de Franju-, capaces de

acabar con cualquiera. Es curioso que la patria del Marqués de Sade, del decadentismo perverso de Villiers, Mirbeau o Huysmans, del folletín tremendista de Dumas, Feval y Sué, de los sanguinarios Fântomas o Chéri-Bibi, del Teatro de la Crueldad de Artaud, el humor negro de Breton, y, sobre todo, del escandaloso Théâtre du Grand Guignol, verdadero antecedente reconocido del gore, nunca o casi nunca enfocara sus cámaras de cine hacia el horror que gritan la sangre y la carne torturada. Un pudor ocasionalmente roto, como se dijo, por fenómenos aislados, influyentes, pero escasos, generalmente asociados más al cine de autor –Ferreri, Girod, Zulawski, etc.- que al popular y de género. Ahora, en el nuevo milenio, eso se ha terminado. Acechando ya en la marea insurgente de los nuevos cineastas galos

Alta tensión (Haute tension)

À l´intérieur

Francia, 2003. 91 m. Color.

Francia, 2007. 82 m. Color.

Dirigida por Alexandre Aja. Con Cécile De France, Maïwenn, Philippe Nahon.

Dirigida por Alexandre Bustillo, Julien Maury. Con Béatrice Dalle, Alysson Paradis, Natalie Roussel.

Ella fue la primera, hablando en sentido estricto. Una angustiosa y sor-

Si el verdadero origen, o buena parte del mismo, del “nuevo cine de la crueldad”

prendente combinación de slasher –peli de hachazos a la americana- y

francés hay que buscarlo en el Théâtre du Grand Guignol, prueba fehaciente de

thriller, con resabios de giallo, toques de erotismo sensual y un giro al

ello es esta pieza de suspense sangriento para interior. Un splatter de cámara,

infierno final, digno de las novelas de Boileau y Narcejac (abuelos

para dos mujeres y varios cadáveres ensangrentados, tan brutal como efectivo

del género). Su estreno en festivales especializados y, finalmente,

y sorprendente, que aprovecha para su desarrollo minimalista todos los recove-

en las salas comerciales, gracias al poderío de Europacorp, la com-

cos de un único escenario, claustrofóbico y angustioso. Como en Alta tensión y

pañía creada por Luc Besson, sorprendió a los amantes del género

otros ejemplos del nuevo cine de la crueldad francés, el peso de la acción recae

y a más de un crítico y espectador sin avisar, mostrando que había

en personajes femeninos poco o nada complacientes, jugando con los tópicos

nacido una nueva manera de hacer cine de terror, brutal, neta y

del género –del psychokiller al survival- para darles siempre una vuelta de tuer-

distintivamente francesa. Aja rodaría después un par de efectivos

ca inesperada. Resulta interesante resaltar el papel singular que la maternidad

remakes americanos de clásicos del género: Las colinas tienen ojos

juega en el nuevo cine de terror francés –véanse también Baby Blood (Alain

(The Hills Have Eyes, 2006) y Piraña 3D (Piranha, 2010), además del

Robak, 1990), El internado (Saint Ange. Pascal Laugier, 2004), Vinyan (Fabrice

menos conseguido Reflejos (Mirrors, 2008), versión de la coreana

du Welz, 2008), La horda, y la propia Livide (Alexandre Bustillo, Julien Maury,

El otro lado del espejo (Geoul sokeuro. Sung-ho kim, 2003).

2011)-, así como el indudable protagonismo de la mujer. Y Béatrice Dalle da

Uno se pregunta por qué siendo la originalidad una de las grandes bazas de Alta tensión, la industria parece haber condenado a su director a los remakes.

mucho más miedo que Freddy Krueger.


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50FICXixón

ciclos

Por : JESÚS PALACIOS

Frontiere(s) (2007).

Uno de los fenómenos cinematográficos más polémicos e interesantes de los últimos años

de los años 80 y 90, animados por el ejemplo inesperado de Luc Besson, mago del cine comercial a la par que auteur, latía ya una atracción abisal por el gore y el terror americanos. Por sus lecciones de cine gráfico, desgarrado y desgarrador, que habían abierto la Caja de Pandora en los años 60 y 70, sin perder por ello el sentido del humor y una clara –más bien oscura- conciencia política y social. Robak, Kounen, Ozon, Gans, Delplanque, Noé y otros, comprendieron oscuramente que el splatter moderno americano –ya clásico- ofrecía un potente arsenal creativo, capaz de revolucionar la industria del cine francés, un tanto aburguesada, mecida por la calma chicha del prestigio internacional y autoral. Así, finalmente, aunque precedida por algunos ejemplos previos de horror ilustrado –en el sentido de la Ilustración, claro-, estalló la Revolución Sangrienta. El ahora llamado “nuevo cine de la crueldad” francés. Una brutal y refinada combinación de los temas, iconos y arquetipos del splatter clásico usamericano –psychokillers, zombis, terror rural, adolescentes, muertes creativas, satanismo-, el terror sangriento europeo de los 60 y 70 –en especial del giallo italiano-, pero todo pasado, precisamente, por La Bastilla de la propia tradición francesa del sadismo, el fantastique, el humor negro, la filosofía del mal y lo grotesco. El primer redoble vino, como no podía ser de otra manera, de la mano de Besson como productor: Alta tensión (Haute tension, 2003), de Alexandre Aja. Luego, estalló la oleada de sangre: El farmacéutico de guardia (Le pharmacien de garde. Jean Veber, 2003), la belga Calvario (Calvaire. Fabrice du Welz, 2004), Sheitan (Kim Chapiron, 2006), À l´intérieur (Alexandre Bustillo, Julien Maury, 2007), Frontière(s) (Xavier Gens, 2007), Martyrs (Pascal Laugier, 2008), La horda (La horde. Yannick Dahan, Benjamin Rocher, 2009),… Y algunas más, a menudo forzando y rompiendo las fronteras del puro género, que han elevado el cine de horror

francés actual a unas cumbres de calidad, espectacularidad y distinción envidiables… Pero, también, a unas alturas visuales de violencia extrema, expresión gráfica del dolor y la crueldad, a veces difíciles de soportar. Siempre con cierta carga de profundidad ideológica, política, moral, social e incluso filosófica, inconfundiblemente francesa. Hoy, como ha ocurrido con el cine de terror español “a lo Filmax”, que tanto admiran los franceses y cuyo ejemplo siguieran en cierto modo, siempre a su manera, el “nuevo cine de la crueldad” francés ya no es tan nuevo. En algunos sentidos, parece estar perdiendo fuelle, y los varios intentos desafortunados de exportar a sus creadores al corazón de un Hollywood que poco o nada tiene ya que ver con el de los originales Romero, Hooper, Carpenter, Craven y demás ídolos de los propios realizadores franceses, indican que su peculiar forma de practicar el horror sangriento es intransferible. Partiendo de modelos importados de Hollywood, el “nuevo cine de la crueldad” francés resulta esencialmente nacional y característico, en su “francesidad” intrínseca. A imagen y semejanza de lo que ocurriera antes también con el polar, respecto al cine negro americano. Ahora, sólo queda esperar… No, no sólo esperar: analizar, revisar, diseccionar incluso, lo que resulta ya, obviamente, un momento histórico singular, no solamente en la historia del cine de horror o del cine francés, sino del cine mismo. Mirar con ojos sin rostro, como mártires ante una nueva frontera(s) de la sensibilidad, lo que este nuevo cine de la crueldad, enraizado en viejas tradiciones no menos extremas, se atreve a ponernos delante, con toda la potencia explícita de un brochazo expresionista de sangre y carne en rojo mayor, salpicando el lienzo aparentemente blanco de una realidad cotidiana, cada vez más y más cruel también

Frontière(s)

Martyrs

Francia, 2007. 108 m. Color.

Francia, 2008. 99 m. Color.

Dirigida por Xavier Gens. Con Karina Testa, Aurélien Wiik, Patrick Ligardes.

Dirigida por Pascal Laugier. Con Morjana Alaoui, Mylène Jampanoï, Catherine Bégin.

El mismo año de À l´intérieur, reflejando como aquella los violentos incidentes

Toda revolución alcanza en algún momento su punto álgido, su cota más alta… En

callejeros en las barriadas y suburbios parisinos, llegó también Frontière(s),

el nuevo cine de la crueldad francés ese honor lo tiene, quizá, Martyrs, una sofistica-

adaptación del género de survival rural típico del splatter americano –Defensa

da, salvaje, estilizada, gélida, sensual, brutal y trágica pieza de horror moderno, que

(Deliverance. John Boorman, 1972), La matanza de Texas (The Texas Chainsaw

partiendo de lugares comunes del género, inteligentemente entreverados en una re-

Massacre. Tobe Hooper, 1974), etc.- al escenario de la Francia más o menos

torcida intriga, acaban por llevar a su protagonista y al espectador hasta un territorio

profunda, con un giro político explícito, que en ocasiones le da un tono un tanto

de terror netamente cerebral y casi meta-físico, en base, precisamente, a su extrema

políticamente correcto… pero, en otras, hace justo lo contrario, al regodearse

fisicidad carnal. Con citas cinéfagas sutilmente entretejidas en su enfermiza urdim-

brutalmente en la estética del nazi´xploitation, llevándola hasta extremos sangrien-

bre –a Los ojos sin rostro, La semilla del diablo (Rosemary´s Baby. Polanski, 1968),

tos, casi paródicos. El filme de Xavier Gens pone claramente sobre su tapete sucio

pero también a Craven o el primer Cronenberg-, Martyrs se descubre decididamente

y ensangrentado el subtexto social y político que el terror moderno americano de

francesa en su capacidad para combinar la exhibición de dolor y sufrimiento ex-

los años 70, en manos de liberales como Romero, Craven, Carpenter o Hooper,

tremos con la ironía posmoderna y el comentario filosófico, utilizando el suspense

dejaba entrever elípticamente, obligando al espectador a reconocer el potencial

como trampa para atraparnos en un discurso final más sadiano que sádico, teñido

no solo catártico del género, sino también su función crítica. No obstante, a ve-

de esoterismo y filosofía oscura. Los espectros de Sade, Nietzsche, Bataille, Artaud

ces estas pretensiones de parábola social demasiado obvias pueden traicionar

y Foucault bailan como sombras chinescas, contra un fondo tradicional de cine de

el resultado, como ocurre en la interesante pero fallida fábula de ciencia ficción

terror sangriento, casi de Serie B clásica. Una joya que destaca con entidad propia,

supervivencialista firmada después por Gens, The Divide (2011).

al tiempo que muestra, en estado puro, las principales virtudes y características del llamado “nuevo cine de la crueldad” francés. Más cruel y más francés que nunca.


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01 AGOSTO 2012 // nº 1

¿CÓMO SERÁ LA 50 EDICIÓN?

Por : Jordi Sánchez Navarro Investigador en medios audiovisuales y programador de Anima’t (Sitges-Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya) entre 2004 y 2012

LA FIRMA

Este año, el Festival Internacional de Cine de Gijón, que desde sus inicios tuvo un ojo puesto en ella, inaugura su propia sección oficial de cine de animación, ANIMAFICX. Una apuesta por las propuestas más innovadoras, arriesgadas y creativas de un universo cada vez más relevante para comprender y disfrutar el panorama del cine de hoy, mañana y siempre.

La animación es la aliada natural de aquellos que buscamos un cine capaz de sorprender y de poner en cuestión nuestras ideas sobre lo representable en la imagen en movimiento. La capacidad de las diferentes técnicas de la animación para materializar y articular significantes y significados que en principio serían extraordinariamente difíciles de expresar de cualquier otra forma, desafía las ortodoxias de los discursos visuales dominantes. En un mundo, el de la expresión audiovisual, dominado históricamente (con las excepciones que quieran encontrarse) por el poder de la narratividad, de los acontecimientos expresables en términos de causas y consecuencias y traducibles a palabras, la animación siempre ha estado en una posición de avanzadilla, demostrando con fuerza que el cine es también, y sobre todo, una cuestión de diálogo visual.

en exclusiva a la audiencia infantil o un reducto de creadores y públicos marginales. Los festivales han conseguido que la animación se gane el respeto y el aprecio de la crítica y, sobre todo, del público, divulgando de forma ordenada y rigurosa la obra de pioneros como Starewicz, Alexeieff, Tyrlová, Trnka o McLaren, clásicos modernos como Svankmajer, Laloux o Bakshi, o los creadores de la época dorada del cartoon estadounidense, por citar algunos. También ha servido para el encuentro del público con la animación japonesa en sus formas más institucionalizadas y alternativas, con la infografía y el 3D o con la stop-motion (antes de que Pixar o Aardman las pusieran en boca de todo el mundo), dejando claro que a través de la animación puede trazarse toda una Historia paralela del cine que merece la pena conocerse y celebrarse.

Esa capacidad para poner en crisis algunas de nuestras ideas más arraigadas sobre lo que debe ser la comunicación mediante imágenes bastaría para otorgar a la animación un puesto de honor entre las expresiones artísticas de los siglos XX y XXI. Pero no es ese su único valor. La animación es también un medio privilegiado para la expresión plástica de vanguardia, para el desarrollo de una genuina cultura pop, para la creación de fenómenos de culto y para el puro y maravilloso entretenimiento.

Pero lo que importa no es el papel que la animación ha jugado en la historia de los medios audiovisuales, sino el que sigue jugando o, mejor, el que aún tiene que jugar. Los festivales especializados o con secciones dedicadas al tema demuestran, y lo harán en el futuro, que la animación es un campo de creatividad infinita. En los últimos años, Anima’t, la sección del Sitges-Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, en la que tengo el privilegio de participar como programador, ha permitido que llegaran al público los frutos del trabajo de maestros contemporáneos como Mamoru Oshii, Satoshi Kon o Mamoru Hosoda, quienes, a pesar de su prestigio y éxito en Japón, no han tenido difusión fácil en Occidente. Además, ha difundido regularmente los trabajos de Phill Mulloy o Bill Plympton, por citar dos ejemplos de talento indomable, o ha dado a conocer la obra de genios cuya obra expande lo que sabemos sobre la imagen en movimiento, como, por apuntar otros dos nombres, Juan Pablo Zaramella y Philippe Grammaticopoulos. Otros festivales han hecho lo propio con otros creadores, demostrando que la animación ejerce de imparable motor de la innovación narrativa y visual en el cine de hoy, y que seguirá haciéndolo en un futuro.

Esas cuatro fuerzas (plástica de vanguardia, cultura pop, culto y entretenimiento) han sido los vectores que han impulsado históricamente la animación. Y así se ha reflejado en los festivales que han acogido sus formas híbridas y cambiantes, como Annecy, Hiroshima, Cinanima en Espinho (Portugal) o el Animafest de Zagreb, festivales que han tomado el pulso a lo largo de varias décadas a la inabarcable nómina de escuelas y estilos de animadores británicos, a la siempre vital animación de la Europa Occidental, o a la torrencial producción de la Europa del Este. En las últimas décadas, festivales de vocación generalista han ido incorporando a sus secciones muestras de animación, demostrando que ésta ya no es un género menor, un producto destinado

Les ventres (Philippe Grammaticopoulos, 2009).

La animación ejerce de imparable motor de la innovación narrativa y visual en el cine de hoy



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¿CÓMO SERÁ LA 50 EDICIÓN?

MÚSICA

Por : Manolo D. Abad

Son uno de los grupos revelación del nuevo pop independiente español, con la actriz Lluvia Rojo a la cabeza, y una energía y creatividad que han sorprendido a muchos, confirmando su potente entrada en la escena musical nacional. Estarán en el Festival, haciéndonos vibrar con su estilo sofisticado e intenso. n la seguridad de los mundos creativos (los mundillos) cerrados, muchos encuentran esa comodidad, que tantas veces acaba degenerando en molicie. Agarrarse a lo evidente, al pastiche, es algo que, tras media hora de conversación telefónica con la actriz Lluvia Rojo, está muy lejos de la propuesta que ofrece No Band For Lluvia. Bastaría sumergirse en su primer álbum, Dead End (Subterfuge, 2011), para darse cuenta de ello. Pero son tantas las veces que lo que se muestra ante nuestros ojos no es suficiente, que una prueba irrefutable, sugestiva, como este álbum de presentación no basta. No basta una propuesta donde la psicodelia sinuosa de “The Long Run” se enreda con la lírica desesperada de “My End”, en la que las variables del pop efervescente adquieren tonalidades de colores new wave neoyorquinos (“People”, la irresistible “Sweat it!”), sin desdeñar texturas tan estimulantes y poco trilladas como las de “Red Rum”, “Why Should I…” o “P98”. Quién sabe si, de no habernos dicho que esta era la banda de una célebre actriz en una serie de éxito de la televisión española apenas les hubiéramos hecho caso, o si, de no ser por ella, No Band For Lluvia ya habrían sido recibidos como una de las sensaciones de la temporada para el sector más guay de eternos descubridores de últimos hallazgos… Así está hecho el mundo, pero, entre ambos extremos, debería imponerse este destacable álbum de un grupo poco común en sus matices creativos. ¡Por favor…! Si después de esta conversación no se convencen de ello, es que están demasiado ofuscados por las luces, siempre engañosas, de prensas rosas y amarillas, a la busca de titulares fáciles y audiencias idiotas.

foto: Daniel Dionne

Empecemos por la génesis de No Band For Lluvia. Es una idea que siempre habíamos tenido Kevin Kajetzke –bajista de la banda- a quien conozco desde hace diecisiete años (¡diecisiete años, madre mía!) del mundo hardcore, punki, y tenía desde siempre en la cabeza. Digamos que se juntaron varios aspectos para que se llevase a cabo en febrero de 2010: en la serie yo tenía un poco más de tiempo libre y Kevin había concluido su trabajo. Empezamos a buscar en marzo de 2010, y hablé con un amigo –Darío Elouces, que ya no está en la banda- para ver si quería unirse a nosotros en los teclados, guitarra rítmica, ordenadores, nos dijo que sí y, nada, otro más que tomaba el tren. Después un amigo común de los Sunday Drivers y mío –Pepe Corral- me dijo en un almuerzo que los Sunday Drivers se separaban, que no era oficial pero iba a serlo en breve. Le dije: “¿ah, sí? Pues en cuanto sea oficial te voy a pedir el teléfono de Lyndon Parish”. Así fue: me dio el teléfono de Lyndon, le propuse la historia y se unió. Fuimos paso a paso, tuvimos un batería americano que se fue, hicimos un casting, una prueba, y pillamos a Pascu Monge. ¿Cómo fueron esos primeros pasos: gestar un repertorio, echarse a la carretera,…? Consideramos que estamos todavía en el principio, porque hasta que uno empieza a construir el repertorio, a probar canciones, a descartarlas, se tarda bastante. Te estoy hablando de marzo de 2010, que es poco más de dos años… Los comienzos están siendo intensos, por eso prefiero hablar en presente, porque los comienzos son ahora, realmente. Fichamos con Subterfuge, súper bien en ese sentido. El álbum lo hemos producido nosotros porque al ser un primer disco empiezas a definirte, teniendo en cuenta, claro, que son cinco personalidades, cinco estilos, todos en uno. A ver la mezcla cómo sale. No queríamos tener un productor, un director de orquesta que nos condujera a algo que pudiera generar conflicto en esos primeros momentos de definición. Teníamos que saber primero quiénes somos, para después ponernos en manos de una persona que lo mire con un poco de perspectiva. Pero, primero, tenemos que hacer ese ejercicio de tomar nosotros mismos perspectiva para crearnos. A lo mejor, todo lo que estás contando puede expresarse con la canción “The Long Run”, que apareció primero en el recopilatorio Subterfuge Party 2011 y, posteriormente, en una versión distinta en el álbum… Bueno, creo que la demo está más desnuda, no tiene tanto teclado, sobre todo. La del álbum es más intensa…

Cuando me pongo a escribir no lo hago sobre mí ni sobre lo que me pasa, sino que lo hago sobre lo que me sugieren los acordes, la melodía que estoy componiendo.


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50FICXixón

MÚSICA

Supongo que a la hora de plantarse en el estudio a grabar el

Uno de los principales problemas con los que te habrás encontrado a la hora de sacar adelante un

álbum, os habíais planteado probar cosas, saliros del esquema

proyecto como No Band For Lluvia es el hecho de que sea tomado como algo “de laboratorio”, un hype

de reproducir un sonido de directo.

oportunista, teledirigido...

Sí, desde luego que lo utilizamos un poco como laboratorio expe-

Por una parte, tiene sentido que sea así; por otra, da mucha pena. Conozco Estados Unidos y Alemania,

rimental. Nos encantan los cacharritos, los ruiditos y las cositas, sí

no conozco el resto del mundo y, sobre todo, conozco España que es donde más tiempo he estado…

que le dimos. A mí, de momento, el álbum me sigue encantando,

No quiero decir que esto sólo pase en España, seguro, pero sí que aquí somos bastante reticentes a

igual en cinco años me preguntas y te digo: “puah, se nos fue la olla

aceptar que una persona pueda hacer varias cosas a la vez: el que es jardinero, es jardinero y si tú eres

mogollón” (risas). De momento, seguimos muy contentos.

periodista, eres periodista. Es un poco como el “monotalento”,…

¿Cómo han sido tus sensaciones en los directos? Percibir la

Más aún cuando hay casos como Bimba Bosé o Leonor Walting, que han demostrado en Cabriolets o

emoción de la gente, el sudor, las conversaciones, los rostros,

Marlango que no son un capricho. Pero parece que, antes, hay que atravesar una serie de pruebas hasta

los movimientos,…

que se otorga el beneplácito a la propuesta.

Ver a la gente ¡bailar! Puuuuf, es una sensación muy buena. Es mucho

Sí, es un poco la sensación: que hay que superar pruebas. Por una parte, puede parecer que es mucho

más intenso, claro, ver al público ahí, para bien y para mal. Porque si no

mejor a priori, puesto que a nivel de medios hay mayor accesibilidad, tiene más interés. Tiene más interés ha-

les gusta..., que, de momento, no hemos tenido esa sensación, también

cerle una entrevista a un futbolista que tiene un grupo de música, que a una persona que acaba de empezar

lo estarías viendo, ¿no? ¡Cómo se va la gente! Pero en el teatro también

con una banda y a quien nadie conoce. Entrevistas ya tienes aseguradas aunque no tengas canciones, ¿no?

lo notas, ¿eh? Cuando gusta y cuando no, hay una energía ahí, aunque no estés mirando. Pero, en concierto, ver a la gente ¡bailar! Puuuuf.

Por un lado, los beneficios de ser famoso; por otro, las reticencias a creer que alguien que aparece en una serie de televisión de máxima audiencia pueda tener su lado musical, al margen de tonterías de prensa rosa.

¿Qué herencia permanece de tus padres –músicos de jazz- a la

Desgraciadamente, funciona de esa manera. A nosotros, lo que nos gusta es demostrar en directo

hora de trabajar en tu grupo?

esa intensidad, esa fuerza punk. Que la gente se diga “yo que pensaba que eras…” (risas). Es un rollo lo de los

No lo sé, no tengo ni idea. Para mí no es que sea un pro-

prejuicios, pero, ¡qué le vamos a hacer! Nosotros hacemos lo que pensamos que tenemos que hacer, lo que

ceso natural, pero sí que vivo con naturalidad todo lo que pasa por-

nos gusta y tiramos para delante. Ahora mismo el mundo de la música es un mundo súper difícil, marginal…

que no es nada ajeno a mi vida. Esto lo he vivido a través de ellos, he estado de gira con ellos, no sé cómo explicártelo…

Underground. Sí… ¡buah! y el rock, ni te cuento. ¡Y rock en inglés! Pero ya te digo, vengo de una familia de

Lo que está claro es que tu caso es distinto al de otras actrices que han irrumpido en el mundo de la música, lo tuyo viene de familia.

músicos marginales, del mundo de jazz, pues, ya está: hacer lo que queremos hacer, lo que nos gusta y ya está.

Sí, por eso te digo que es muy natural. Algo que siempre he querido hacer, desde pequeña he estudiado música, lo he vivido como normal, cotidiano. No es algo de “¡Oh, Dios mío, ahora voy a hacer un grupo!”, no es eso. Es: ahora voy a hacer música rock después de haber estado tocando clásica todo el tiempo (risas). En el disco se percibe el aroma de la new wave neoyorquina de finales de los 70, principios de los 80, ¿no? Desde Blondie hasta Television, pasando por Patti Smith... Cuando compongo, cuando componemos, no piensas en ello. Luego, inevitablemente van a salir algunos estilos o corrientes, lo que escuchas o lo que no escuchas, que deberías escuchar más (risas)…

A nosotros, lo que nos gusta es demostrar en directo esa intensidad, esa fuerza punk.

pero lo de las influencias es tan complejo, tan amplio que, al ser Kevin, Lyndon y yo, cada uno pone un poco de lo suyo, mezclamos y lo pasamos por el barniz de lo que creemos que es No Band y ya está. Sí es cierto que, cuando antes me decías lo del disco conceptual, hay una temática interesante e inusual: venganzas, asesinatos, suicidios... Somos muy peliculeros, nos gusta mucho el cine. Cuando me pongo a escribir no lo hago sobre mí ni sobre lo que me pasa, sino que lo hago sobre lo que me sugieren los acordes, la melodía que estoy componiendo. No sé muy bien por qué, me salen cosas bastante brutales: de venganzas, asesinatos, suicidios,… “My End”, por ejemplo, es una canción de suicidio. De los suicidios ya sabes que no se puede hablar en los medios de comunicación porque está comprobado que si hablas, el número aumenta. Hay una especie de… Sí, lo sé, como periodista… Es una norma no escrita. ¿Qué te voy a contar, entonces? foto: Daniel Dionne


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01 AGOSTO 2012 // nº 1

MEDIATECA

BIBLIOTECA DEL FESTIVAL

A LO LARGO DE SUS 50 AÑOS, EL FICX HA EDITADO NUMEROSOS LIBROS Y PUBLICACIONES DE CINE QUE SE HAN CONVERTIDO EN OBRAS DE REFERENCIA Y HASTA DE CULTO DENTRO DEL PANORAMA BIBIBLIOCINEMATOGRÁFICO NACIONAL. EN ESTA SECCIÓN IREMOS RESCATANDO ALGUNOS DE SUS TÍTULOS MÁS SIGNIFICATIVOS, DE LOS CUALES, ADEMÁS, TODAVÍA PUEDEN CONSEGUIRSE EJEMPLARES A TRAVÉS DEL PROPIO FESTIVAL.

Todd Haynes. El creador seminal Coordinador: Manuel Lechón Editado por: Festival Internacional de Cine de Gijón, 2000.

En su 38 edición, el Festival dedicó una de sus principales retrospectivas a uno de los directores más renovadores y polémicos del llamado New Queer Cinema, Todd Haynes, descubierto entonces por títulos como Poison (1991), Safe (1995) o la genial Velvet Goldmine (1998), y quien saltaría definitivamente a la fama con Lejos del cielo (Far from Heaven, 2002). El libro publicado para la ocasión, en colaboración con el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) y el Instituto Valenciano del Audiovisual y la Cinematografía (IVAC), profusamente ilustrado, con maquetación moderna y elegante, fue coordinado por Manuel Lechón, contando con textos de especialistas como Jaime Pena, Antonio Weinrichter, Jesús Palacios, Carlos Losilla y Christine Vachon. En él, se analiza la obra de Haynes desde muy diversos puntos de vista, que abarcan su juego con la cultura pop estadounidense y sus productos de consumo –como las muñecas Barbie que utiliza como protagonistas de algunos de su primeros filmes-, la tradición perversa de la literatura decadente del fin de siècle, el fenómeno del nuevo cine gay USA, las estrategias narrativas posmodernas o el mundo del glam rock, que retrató de forma imaginativa y personal en Velvet Goldmine, finalizando con una amplia entrevista al propio realizador. Todavía hoy se trata de la única monografía consagrada en nuestro país al director de I´m Not There (2007). Un trabajo indispensable para conocer su cine y su personalidad.

Todavía hoy se trata de la única monografía consagrada en nuestro país al director de I´m Not There (2007)


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50FICXixón

LIBRO DEL MES

DVD DEL MES

El cristiano mágico

El hombre sin edad

Autor: Terry Southern.

Director: Francis Ford Coppola.

Editado por: Impedimenta.

Intérpretes: Tim Roth, Alexandra Maria Lara, Bruno Ganz.

Madrid, 2012. 148 págs.

Editado por: A contracorriente films. Edición especial 2 discos.

Youth Without Youth. EEUU, Rumanía, Francia, Italia, Alemania, 2007

Color, 120 min.

Terry Southern (1922-1995) fue uno de los grandes nombres del Nuevo Hollywood de los

Coppola se ha convertido en alguien que podría ser perfectamente objeto de una película de

años 60 y 70, además de un periodista y escritor moderno, posmoderno e hipermoderno,

Coppola: capaz de lo peor y lo mejor, apartado del mundanal ruido hollywoodiense, excesivo

que recogió la gran tradición de la sátira y el humor iconoclasta estadounidense, cimentada

y misterioso, sus últimas películas estrenadas (o no estrenadas siquiera) pueden gustar, irri-

por autores como Mark Twain, Ambrose Bierce o James Branch Cabell. Rescatarle del olvi-

tar e incluso indignar, pero rara vez dejan indiferente. Este es el caso también de la singular

do, especialmente para el lector español, es fundamental, y tras la publicación de Una peli

El hombre sin edad, que no llegó a distribuirse comercialmente en nuestro país, y ahora

porno (Valdemar, 2011), y casi al tiempo que la reedición de A la rica marihuana (Capitán

edita cuidadamente A contracorriente films. Inspirada en una novela corta del pensador

Swing, 2012), la siempre exquisita editorial Impedimenta ha puesto al alcance de nuestras

e historiador de las religiones Mircea Eliade, con tintes entre fantásticos y autobiográficos

manos la que quizá sea una de sus novelas más ácidas y divertidas: El cristiano mágico,

–publicada en España como Tiempo de un centenario (Alianza, 2007)-, El hombre sin edad

llevada a la pantalla con la participación del propio Southern en el guión. Breve, surrealista y

es un complejo, vistoso y espectacular melodrama fantasmagórico, al que Coppola aplica

brutal sátira del capitalismo y la sociedad de consumo, El cristiano mágico y su protagonista,

su estilo no menos fantasmagórico, desmedido y personal, al borde muchas veces del puro

el excéntrico millonario Guy Grand, cuyas crueles travesuras sacan a la luz el delirio del

kitsch. La historia de un lingüista rumano a la busca del lenguaje original del ser humano,

capitalismo salvaje y la avaricia humana, es quizá de lectura hoy más pertinente y apropiada

que por un extraño accidente recobra la juventud junto a una serie de inexplicables poderes

que nunca. Joseph McGrath la convirtió en psicodélica locura cinematográfica a la inglesa,

paranormales, sirve al director para poner ante el espectador un intrincado tapiz que va de la

estrenada en España con el no menos loco título de Si quieres ser millonario no malgastes

Historia al drama romántico, de la intriga y la aventura, a la especulación filosófica y mística,

el tiempo trabajando (The Magic Christian, 1969), con un reparto encabezado por Peter

paseándonos por el amor y la muerte, el Ocultismo y la ciencia, el nazismo y la Guerra Fría,

Sellers y Ringo Starr. Southern, polémico, lúcido y libertario, amigo de Kubrick, fue guionista

el Budismo y la reencarnación, sin tregua ni pausa visual. Una fascinante rareza que se

de filmes como ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú (Dr. Strangelove. Kubrick, 1964),

encuentra, sin duda, entre lo más personal y sorprendente del último Coppola.

Barbarella (Vadim, 1968) o Buscando mi destino (Easy Rider. Hopper, 1969). Esperemos que

Por: Jesús Palacios

esta recuperación de su obra no haya hecho más que empezar.

Por: Jesús Palacios

Fusión de cultura y entretenimiento en el Centro de Interpretación de Cine de Asturias

casino-asturias.com


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01 AGOSTO 2012 // nº 1

CENTROS MUNICIPALES DE GIJÓN La psicosis de una ciudad costera estadounidense, la lealtad violenta de una familia de mafiosos y las aventuras de un arqueólogo iluminarán las noches de verano en Gijón.

En agosto los centros municipales llevan el cine a la calle. Las pantallas gigantes que se dispondrán en varios barrios de la ciudad permitirán disfrutar al aire libre de éxitos de los 70 y 80, como Tiburón (Jaws. Spielberg, 1975), El padrino (The Godfather. Coppola, 1972) o En busca del arca perdida (Raiders of the Lost Ark, Spielberg, 1981).

1

1

LA CALZADA 3 de agosto 22:00 horas / Playa del Arbeyal.

2

EL LLANO 10 de agosto 22:00 horas / Parque de los Pericones.

3

EL COTO 17 de agosto 22:00 horas / Plaza de la República.

Tiburón (Jaws) EEUU, 1975. 124 m.

Este relato sobre los ataques de un enorme escualo a una pequeña localidad turística de la costa este de Estados Unidos

Dirigida por Steven Spielberg.

merced a su vigorosa narrativa cinematográfica. Esta habilidad para atrapar al espectador es la que ha permitido que la

Con Roy Scheider, Robert Shaw, Richard Dreyfuss, Lorraine Gary.

significó la consagración de su director, Steven Spielberg, quien supo manejar las emociones de un público cautivo, película resista el paso del tiempo y se mantenga por encima de producciones similares e imitaciones.

Hablar de El padrino es hablar de una suma de virtudes, de un sobresaliente ejercicio narrativo.

El padrino (The Godfather)

Baste decir que esta compleja historia de una familia de mafiosos, cuyo poder hereda su hijo más

EEUU, 1972. 175 m.

pacífico,siempre figura entre las diez mejores películas de la historia del cine. Una auténtica

Dirigida por Francis Ford Coppola.

cumbre del cine moderno.

3

En busca del arca perdida (Raiders of the Lost Ark) EEUU, 1981. 115 m.

Dirigida por Steven Spielberg. Con Harrison Ford, Karen Allen, Paul Freeman, Ronald Lacey.

Con Marlon Brando, Al Pacino, James Caan, Robert Duvall.

2

Este homenaje a las viejas películas seriales es una reinvención del cine clásico de aventuras. El resultado es un divertido, ingenioso y estiloso filme de ritmo espectacular. Deudora de la narrativa del cómic y las historietas gráficas, esta primera entrega del arqueólogo Indiana Jones es todo un clásico de la modernidad.


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50FICXixón

EL FICX FUERA DE GIJÓN

Por : MERCEDES ÁLVAREZ

Un grupo de jóvenes representa al FICX en el Festival de Giffoni Los cuatro jóvenes de Gijón que han participado en esta edición de Giffoni. JORGE LÓPEZ

El FICX ha viajado hasta el Festival de Giffoni, en Italia, de la mano de cuatro jóvenes que han integrado el jurado de este certamen cercano a Nápoles. Por décimo año consecutivo, un grupo de escolares ha participado en esta actividad organizada de forma conjunta por el Conseyu de Mocedá de Xixón y el Festival Internacional de Cine de Gijón. El coordinador de la iniciativa, Jorge López, profesor del instituto Feijoo, destaca que es una oportunidad “extraordinaria para que los jóvenes tengan una mentalidad más abierta, vean trabajos realizados por gente joven, como ellos, y sean capaces de valorarlos”.

“Puedes opinar en un debate público sobre las películas que acaban de proyectarse ante una audiencia muy variopinta y multicultural. Posiblemente, el director, productor o actores se den cuenta del éxito que esa película puede tener en los diferentes países a los que el jurado representa”, explican los jóvenes gijoneses desde Giffoni. Les suele llamar la atención la participación activa y madura de sus compañeros y compañeras en los debates. Les resulta difícil creer que ellos también están a la altura de la circunstancias, no en vano pasaron un proceso de selección que en algunas ediciones ha llegado a contar con 50 candidaturas. López explica que es muy complicado escoger entre todas las personas que se presentan porque provienen de muchos centros escolares, pero “los criterios de evaluación son muy claros: que representen muy bien al Festival de Cine de Gijón y a España”, afirma.

“Es una experiencia única”, aseguran quienes han participado. Dalia tenía 14 años cuando fue a Giffoni en 2011. “Una de las cosas más importantes de lo que viví en el festival, ya no sólo el cine y las conferencias, es que la gente está muy unida porque todos van a lo mismo y haces amigos enseguida”, explica. En esta localidad cercana a la costa amalfitana coinciden 3.300 jóvenes de entre 13 y 18 años procedentes de 54 países. Ellos y ellas han viajado hasta allí para juzgar las películas dirigidas a un público de su edad. El certamen se convierte pues en un punto de encuentro entre personas de todo el mundo, “es gente a la que le gusta el cine y el tema central es el cine”, cuenta Jon, quien participó en la pasada edición. Esta diversidad es muy enriquecedora, como confirma su compañera Andrea: “había gente de todo tipo, en mi vida me hubiera imaginado que iba a hablar con gente con gustos y aficiones tan distintas de las mías”. “Estamos aprendiendo que la juventud tiene unas ideas comunes sobre los temas que más nos interesan, vivamos en el país en el que vivamos, y que el llanto, la felicidad o la sonrisa es exactamente igual en los diferentes países”, cuentan por correo electrónico desde la ciudad italiana los seleccionados de este año. Si la compañía de jóvenes venidos de todos los rincones del planeta, desde Qatar a Corea del Sur, pasando por Sudáfrica y Estados Unidos, les ayuda a romper estereotipos, las actividades del festival les permiten acercarse a los profesionales del cine y entender “las dificultades de una buena promoción” o “la importancia de un buen guión técnico y literario”.

El Festival de Giffoni, que surgió tras la estela del Certamen Internacional de Cine para la Infancia y la Juventud de Gijón, como recuerda Jorge López, ha contado en esta edición con más de un centenar de filmes, de largo y corto metraje, provenientes de 26 países. Grandes producciones estadounidenses, como Madagascar 3 (2012) o Ice Age 4 (2012), han coincidido con trabajos más personales de las cinematografías europeas y periféricas para acercar un cine juvenil a su público natural y promoverlo. De esta programación, cada categoría de jurados ha visto cerca de diez largometrajes y varios cortos. Además, han podido tener la suerte de acercarse a sus ídolos. El año pasado, dos integrantes del grupo asturiano entregaron en mano sendos premios a los actores Edward Norton y Lluís Homar. En esta edición, uno de los representantes de Gijón ha almorzado con el estadounidense Nicolas Cage. Muchas emociones cinematográficas en las vidas de estos jóvenes. “Seguramente, cuando regrese a casa, me parecerá un sueño”, nos escribió Ignacio, uno de los participantes, hace unos días, cuando aún estaba en Giffoni.

En esta localidad cercana a la costa amalfitana coinciden 3.300 jóvenes de entre 13 y 18 años procedentes de 54 países.

La iniciativa surgió en 2002 a raíz del proyecto “Clase Europea” para el intercambio de jóvenes interesados en el Séptimo Arte. Participaban el Festival Internacional de Cine de Gijón, el Festival des Écoles de Cinéma de Poitiers y el Festival de Giffoni. Tras esta experiencia, el certamen italiano quiso mantener la colaboración con el FICX. Esta 43ª edición de Giffoni, del 14 al 24 de julio,

Pablo, de Gijón, entregó el premio al actor Edward Norton en 2011 en Giffoni. GIFFONI FILM FESTIVAL

ha contado con la presencia de cuatro gijoneses: Paula Fernández García, Aitor Nozal Alvarez, Ignacio González Sellán y Alfonso Rodríguez García. El jurado de 2011 del Festival de Giffoni. JORGE LÓPEZ


01 AGOSTO 2012 // nยบ 1

24 VIร ETAS POR SEGUNDO

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concierto de Emir Kusturica del martes 7 de agosto en el Teatro Jovellanos de Gijón VÁLIDO ÚNICAMENTE COMPRAS DÍA 7 AGOSTO

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