Moneo. Granada 31 de enero de 2013 Buenas tardes autoridades, compañeros, señoras y señores y por supuesto Maestro. El jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2012, dice en el Acta de Rafael Moneo: “arquitecto español de dimensión universal, cuya obra enriquece los espacios urbanos, con una arquitectura serena y pulcra. Maestro reconocido en el ámbito académico y profesional. Moneo deja una huella propia de cada una de sus creaciones, al tiempo que conjuga estética con funcionalidad, especialmente en los interiores diáfanos que sirven de marco implacable a las grandes obras de la cultura y del espíritu”. Su infancia transcurre en Tudela donde nace y en los Jesuitas donde se forma, participando en el periódico del Colegio y en la Revista Cierzo, un pintor local le da sus primeras clases de pintura. Su padre ingeniero industrial, aficionado a la arquitectura, y su propia pasión por las Artes y los grandes personajes de la Historia, le influyen para ir a Madrid a estudiar Arquitectura. Logró el ingreso en dos años (la media era entonces de 7 u 8) y aún de alumno, en la Escuela, colabora con otro maestro Sáenz de Oíza (del 58 al 61) que entonces hacía los primeros bocetos de Torres Blancas. Dice Moneo que Oíza era el profesor de mayor interés. Y de él también aprendió el modo en que le gustaría ser arquitecto, mezclando enseñanza y ejercicio profesional. “El profesor tiene que estar atento a todo lo que hacen otros. Las Escuelas deben ayudar a orientar lo que son los intereses colectivos”. Trabaja con Jorn Utzon en Dinamarca del 61 al 62, haciendo la Geometría Descriptiva de los bocetos de las “velas” de la Ópera de Sidney. Utzón se trasladó a Australia y Moneo viene a España a final del 62 para casarse con Belén Feduchi su esposa, hija del también 1