Papiro 55

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44 EDICION ESPECIAL |

PAPIRO

JUNIO DE 2010

contarte una parte muy importante de mi vida, cuando yo regreso del ayuntamiento de Macuspana, aquí no encuentro trabajo y el único que me da la oportunidad de todos los amigos es Antonio Calcáneo, director del Diario de la Tarde, me da la oportunidad de hacer una columna que se llama Fuego Lento, ya había colaborado con él en una ocasión con la columna: Enlace. El me da la oportunidad dos veces en la semana, pero cansado de escribir serio y escribir siempre lo mismo que escribían los demás, quise hacerlo en broma, y ahí nació la columna, La Política me da Risa, que fue el preámbulo para después solicitar la oportunidad en otros diarios. Anduve pidiendo oportunidad en todos los diarios, y ningún diario me lo da. El error que cometí fue la broma que hice de Roberto Madrazo al dejar el gobierno, lo estaba dejando, y entonces los directores estaban agradecidos con él, lógico que no me iban a dar la oportunidad de publicar un madrazo en contra de Madrazo y entonces me sentí derrotado y fui a pedirle una oportunidad a Chuco Sosa que iba a manejar el periódico La Neta, afortunadamente para mi buena suerte Chucho me dijo que no, que ya estaban completo y qué bueno, porque ese diario nada más duró tres días. Me paso con Rafael Santiago y es así como regreso al Tabasco Hoy, ya con la columna Ay Mojo. - ¿Durante tu vida reporteril algún acontecimiento que recuerdes con agrado? - Hay varios, pero ahorita me viene a la mente un comentario que hizo Roger Pérez, de unos amigos que estaban comentando una de mis columnas, porque ahí en Tabasco Hoy, llegué a tener además de Ay Mojo, el Show de la Grilla y Popolítica, que era de pura política, y estaban comentando una de mis columnas: en la que varios diputados locales tenían la oportunidad de ser diputados federales, entre ellos, dos que eran novios y que próximamente iban a ser papás, entonces lo que pasa es que no se sabía por qué distrito iban o podría estar uno de ellos, entonces decían, “yo quiero ir en el segundo distrito, pero creo que a lo mejor les toque juntos en un distrito y puede ser en el cuarto, pero que se ven en el cuarto se ven”. Y así fue, y así afortunadamente van a ser felices padres, tienen un retoño en camino, esa es una de las muchas que me acuerdo. A Jorge González Marín, una vez le hice una caricatura con respecto a una película “Chiquito pero picoso”, donde a un enanito otro personaje lo carga como si fuese un bebé y entonces se hizo este foto montaje: Javier Díaz que lo cargaba y Coquín Marín era el enanito. Esa caricatura incluso la llegó a poner en su despacho Jorge Marín, ya como alcalde. Otra película que causó bastante hilaridad fue la de dos diputados muy unidos, Francisco Alfonso Filigrana y Benjamín Mendoza, ambos de Jonuta, a ese supuestamente lo manejaba Filigrana y Benjamín decía lo que Tito quería, ahí aparecen en el montaje Filigrana tapándole la boca a Benjamín. - ¿Y nunca has tenido problemas por las críticas chuscas que has hecho? - Amenazas no, solamente he tenido

Oscar Ariel Escalante Zapata es autor de la columna de humor ”Ay mojo”, que publica en el diario Presente y pionero del periodismo de caricatura en la revista: El Químico una demanda, me demandó cuando era alcalde David Ascencio, demanda que le gané asesorado por el licenciado Elías de Dios, que ahora trabaja en la sección 44. Resulta que Ascencio me demandó porque dice que una columna mía provocó que se peleara con su mujer y él se tuvo que ir a dormir a un hotel de lujo, pero realmente se fue por pirujo, porque lo que yo le hice fue un cuento donde señalaba que él se había ido a Cancún, supuestamente se había encontrado a tres mujeres guapas, a una rubia, una peliroja y una morena, a la rubia le dijo que si cuánto cobraba por acostarse, tres mil dólares; y la muchacha, una morena le dice: si tú me coges como te has cogido a Centla, es gratis, y eso fue lo que lo molestó. ¿Cómo ves el periodismo de ahora con el de cuando te iniciaste?

¿Qué es para ti el periodismo? - Para mi el periodismo realmente lo ha sido casi todo en mi vida, no todo porque también tengo otras actividades como la familia; la familia se queja: “cuándo nos das tiempo para nosotros”, por ejemplo cuando tenemos que ir a cubrir un evento como reportero, cuando íbamos al Congreso y me decían “ya deja de estar ahí en la computadora, clavado todo el día”. A veces siento que estoy enfermo, porque me levanto en la madrugada cuando se me ocurre una idea y tengo que anotarla, porque si no la anoto, se me borra. Bien dicen que es preferible la tinta más pálida que la más brillante memoria, y en todo esto que hay en el periodismo, pues ciertamente atrapa a uno la mayoría de las veces… ¿Has pensado dejarlo?

- Hay una gran diferencia, como te comentaba, no había una apertura bien en la que se pudiera criticar. Creo que ha habido avances, quizás no la libertad como quisiéramos, pero hay avances.

- No, porque ya a estas alturas quién chingado te va a dar trabajo, con 49 años dónde agarro otro trabajo.

¿Entonces ha habido más apertura?

- Es mi hijo y actualmente lo maneja uno de mis hijos, pues es una extensión de las bromas que yo hago, desafortunadamente siento que lo he dejado caer un poquito, mi hijo, yo he querido la incursión de mi hijo; el periodismo es bonito, es apasionante y uno quisiera que el hijo no sufriera tanto y entonces pues uno como ya tiene labrado un camino, quiere que el hijo siga por ese mismo camino.

- Si, definitivamente, porque antes de decirle feo a Pedro Jiménez León, era terrible. ¿A las nuevas generaciones de periodistas qué mensaje le podrías dar? - Que se dediquen a otra cosa, (risas) porque nos van a quitar la chamba, que no sean cabrones que agarren otra carrera. Imagínate, que ya estamos viejos, no tenemos derecho a jubilación, no tenemos pensión, vienen las nuevas generaciones y salen dos o tres cabrones con más chispa que yo, pues digo, ya no va a haber trabajo para mí.

- No, pues mi aspiración, la verdad que la aspiración más grande es que la gente se divierta con mi columna y el reconocimiento de la gente, de veras, como te llena cuando te encuentras a alguien y te dice, oye me gustó lo que hiciste, oye, estuvo chingonsísimo, oye que bien hiciste esto y lo otro; y se siente uno triste cuando te dicen, no me gustó tu columna, te faltó ponchs, ya no eres como antes, y entonces dice uno: qué me pasa, me estoy quedando. Claro que hay que entender los tiempos y los lugares. ¿Estás satisfecho con lo que has hecho, con los que haces actualmente? - Estoy contento en el Presente, en el diario que escribo, que me ha abierto las puertas y si puedo hacerlo a través de tu medio, agradezco mucho la oportunidad al licenciado Carlos Pineda, es una persona excelente, te da un trato digno, y estoy muy agradecido con él. - ¿Y momentos malos, por los que has pasado?

¿Y, El Paliacate qué significa para ti??

¿Entonces le soltaste Paliacate? - Pero lo asesoro, realmente como está chamaco, pues todavía… ¿Cuál es la aspiración de Oscar Ariel, la meta como periodista?

- Si, hay momentos amargos, ha habido varios, como el regreso de Macuspana, cuando vengo a buscar trabajo y nadie me da, y ese momento yo se lo agradezco a Antonio Calcáneo, una persona muy humana, quien me da la oportunidad, me rescata y me da libertad para escribir. ¿Qué otros planes periodísticos? - Estoy empezando otra revista que se llama “El Químico”, es una revista que considero primera en su género, sería yo el pionero, porque es una revista de dibujos animados, caricaturas; porque de lo otro, de humor, si ha habido, poca gente, pero si ha habido antes.

www.el-papiro.com


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