Fabio Ernesto Martínez Maldonado
En efecto mira tú
Mira: No hay siquiera una línea estrecha ni un fragmento de algo incierto, no existe nada que nos dé mutuamente la espalda. Pues no sangramos sin que una justa causa excite de nuestro corazón su lado más muerto. En efecto: Está marcando el amor un breve espacio, que ya bordea en el recodo de nuestro ahora, el ahora que es oportuno e imperiosamente nuestro, sin todas las escafandras del árbol viejo, sin rastros de glorias qué recordar. Tu: Puedes verterte primitiva entre mis dedos, quimera ilustre del bien y el mal dados, tu lastre sobre mi espalda esta advertido como lisonja inútil para esta diatriba de amor desconsolado.
5 Ellos
Ella sabe a desierto, la boca en la arena es como hundirse en su boca, y en su cuerpo en el antojo se mueve discreto. El tiene ojos temerarios, batalla en silencio abortando palabras, ahoga su luz en el cuerpo de aquellas que asalta. El pide un fragmento de lo indivisible, ella desnuda su torso, se exalta.
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