10 minute read

el personal médico

Prima Exagia 17

El sistema de salud colombiano, un atentado contra el personal médico

Advertisement

Resumen

Andrés Felipe Valderrama Casallas

anvalderramac@unal.edu.co Ingeniería Civil Jack David Henríquez Gómez, docente

[Texto argumentativo] El presente ensayo busca exponer la vulnerabilidad del personal médico a causa de la tercerización del sector salud, tomando como medida base la Ley 100 del año 1993 hasta el primer trimestre del año 2020. Con el objetivo de evaluar esta situación, el material de apoyo serán los resultados de una encuesta, casos de negligencia administrativa que repercuten en disponibilidad de equipos médicos y, finalmente, un análisis del acoso profesional ligado a la mencionada tercerización del sector.

Palabras Clave

Médico, Ley 100, Tercerización laboral, Pandemia, Personal de la salud.

25

Prima Exagia 17

26

Desde la aceptación de la Ley 100 en 1993 –propuesta en ese entonces por el senador Álvaro Uribe Vélez– hasta la actualidad, se ha contemplado en Colombia la contratación de servicios por parte del Estado, lo que derivó en el control de la administración privada del sector de la salud en el país. Para pasar el control a estas administraciones fueron creadas las Entidades Promotoras de Salud (EPS) y, a su vez, las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), encargadas de prestar el servicio de salud directo a quien lo solicite. Debido a esta tercerización en el sector, no solo se han visto afectados los usuarios o pacientes de la salud, sino también e incluso en mayor medida, el personal profesional, directo prestador del servicio. Ahora bien, desde el año de aprobación de dicha ley hasta el día de hoy, con la actual situación pandémica, ¿nuestros médicos cuentan con suficientes elementos de protección personal? ¿este modelo de funcionamiento del sector afecta su estabilidad económica y laboral? Y con la tercerización de la salud, ¿se les permite ejercer planamente como profesionales? Mientras buscamos respuesta a estas preguntas con diversos ejemplos y situaciones, demostraremos cómo el sistema de salud colombiano atenta contra la vida y el profesionalismo de los médicos, doctores y especialistas del sector en el país.

Desde la aparición del virus Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS) 2002 –y con la evolución del mismo SARS-CoV-2 (Coronavirus tipo 2 del SARS)– el personal médico es la población más expuesta al contagio en el mundo, puesto que es el talento humano hospitalario quien atiende directamente a los portadores del virus. Una serie de protocolos de bioseguridad para prevenir el contagio del virus surgen a partir de 2002 desde la Organización Mundial de la Salud (OMS). Como primera medida, se sugiere una

Prima Exagia 17

frecuencia constante en el lavado de manos e hidratación, el uso y suministro adecuado de elementos de protección personal (EPP) como guantes, tapabocas de modelos específicos y delantales. Como segunda medida, se recomienda el uso de detergentes y desinfectantes en aquellas zonas físicas en las que se puede encontrar el virus. Finalmente, se aconseja a los pacientes portadores un aislamiento que prevenga la diseminación del virus (Briceño, 2004). Aun sabiendo las recomendaciones derivadas de estos protocolos, el sistema de salud colombiano expone la vida del personal médico en el país, porque se enfoca en una relación enteramente administrativa y no profesional. Eduardo Patiño, en un reportaje para El Heraldo, recopiló algunos casos de negligencia del sistema de salud en varios hospitales del país: […] Jaime Cuello, médico internista de la misma institución [Colegio Médico de Valledupar] sostuvo que el Gobierno se ha dedicado a pagar insumos, dejando de último al personal asistencial que es el que debe salir a enfrentar la situación de emergencia. “Cómo vamos a enfrentar esa emergencia, con las manos y las batas, si tenemos o no guantes. Estamos preparando un comunicado donde los internistas anunciamos que vamos a donar el onceavo mes de sueldo, pero que nos paguen los diez primeros, y ese recurso que vamos a regalar que se utilice para la compra de insumos […]”. (Patiño, 2020, párr. 30)

Tal como se afirma en el reportaje, no solo en estos hospitales sino en todo el país la situación de médicos e instituciones no es muy alentadora e incluso, como algunos describen, llega a ser “deprimente” (Patiño, 2020), a causa de las administraciones y disposición de recursos. Ahora bien, una de las medidas primarias mencionadas para la prevención de contagio es el constante lavado de manos e hidratación y, aunque Colombia es uno de los países de mundo con mayor recurso hídrico disponible, un estudio publicado en 2016 por la revista científica Journal of Surgical Research expone que entre el 15% y 34% de los hospitales en nuestro país no cuenta con una fuente potable de este recurso fundamental (Gozzer, 2020).

Ahora bien, con el relato del médico Jaime Cuello, citado anteriormente, se evidencia un maltrato administrativo por Andrés Felipe Valderrama Casallas / anvalderramac @unal.edu.co

27

28 Prima Exagia 17

parte del sector en cuestión a los profesionales de la salud, en cuanto al pago del salario que este profesional rara vez devenga. En este punto es válido preguntarse: ¿la situación de este médico es un hecho aislado? o, muy por el contrario, ¿es la tercerización del sector, visible en la contratación del personal médico, la que dificulta la estabilidad de los ingresos económicos del talento médico del país? Frente a esta situación de tercerización e inestabilidad laboral, la vocera de la Federación Colombiana de Sindicatos Médicos, Clemencia Mayorga, en un reportaje emitido por Noticias Uno, afirma que: “El médico firma contratos que son renovados cada dos meses y en el que sus honorarios no son pagados de manera oportuna y muchas veces termina solo recibiendo el 25 % de los ingresos pactados” (Romero, 2018, párr. 4).

Además, como soporte a las afirmaciones anteriormente mencionadas, una encuesta realizada por el Colegio Médico Colombiano (2019) a más de 8.000 profesionales del sector –entre los que se incluyeron médicos generales, rurales y especialistas– muestra que quienes atienden nuestra salud ven a la administración de recursos del sistema de salud por parte de las entidades privadas como causa directa de la inestabilidad económica. Con el propósito de realizar un acercamiento a esta realidad en cifras, en relación con la inestabilidad económica que puede generar el sistema de privatización impuesto, la encuesta refleja que se adeudan entre 1 y 60 SMMLV (Salarios Mensuales Legales Vigentes1) al 97 % de médicos rurales encuestados, al 94 % de los médicos generales encuestados y al 64 % de los médicos especialistas. Estas entidades deben alrededor de 60 y 120 SMMLV al 3 % de médicos rurales, al 4 % de los médicos generales, y al 22 % de los médicos especialistas que fueron encuestados. Estas cifras continúan ascendiendo de manera desalentadora hasta contemplar deudas mayores a 180 SMMLV, en perjuicio del profesional médico del país (Colegio Médico Colombia, 2019).

Cabe resaltar que una de las profesiones mejor remuneradas en el país corresponde a los profesionales en medicina, inherente a

1. La cantidad reflejada de SMMLV corresponde al año 2019. Según el Ministerio del trabajo, esta cifra era de $828.116.

Prima Exagia 17

la inversión del año gravable por parte del Gobierno. Para el año 2020, el presupuesto del sector salud incrementó positivamente, pues fue uno de los sectores con mayor inversión del país conforme a los objetivos de la actual administración, pasando de 23.3 billones de pesos (2017) a 31.8 billones de pesos. De estos, 712 mil millones serían destinados a inversión y el restante a funcionamiento (Cabrera, 2020). Sin embargo, de nada sirven estas inyecciones de dinero si el sector no se encuentra bien estructurado y los ladrones de papel, corbata y discurso disponen del presupuesto público para sus intereses personales. Estas acciones repercuten de forma directa en la escasez de equipos de uso institucional, tal y como lo describe El Tiempo (2018): en un contrato entre las empresas Empresa Social del Estado (ESE), Solución Salud y la firma Global Environment and Health Solutions, se perdieron alrededor de 13.537 millones de pesos en equipos de apoyo al personal médico, equipos que se compraron, pero que no fueron entregados.

En otras palabras, sin equipos de protección personal ni herramientas de trabajo, sin retribuciones monetarias fijas, hay un desconcierto total causado por un sistema que se cae por sí solo, ligado a la burocracia administrativa con la que los profesionales están vinculados. Tal como se menciona en El Tiempo (2018), y en las palabras de Jaime Arias, presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral: “Las IPS son entidades muy serias, pero en estas organizaciones resultan creando entidades de papel, pacientes de papel, y por ello se requieren auditorías más fuertes […]” (párr. 17). Para el presidente de dicha asociación, estos hechos de descentralización se pueden corregir con más control; sin embargo, en un país donde millones de pesos en equipos se pierden por enriquecer o beneficiar a otros, más control puede significar más corrupción.

Hasta el momento hemos visto cómo el sistema de salud desampara en términos de pagos y equipos al personal médico. Ahora bien, el pregrado en medicina es una de las carreras profesionales del país con más semestres en curso, Andrés Felipe Valderrama Casallas / anvalderramac @unal.edu.co

29

Prima Exagia 17

con un promedio de 12 matrículas, sin contar si se efectúan especializaciones; se trata de un periodo de tiempo extenso después del que se espera ejercer con total plenitud. No obstante, es el sistema concebido desde 1993 el que limita los diagnósticos profesionales, al ligarlos a los recursos y directrices institucionales impuestos. Así se explica en el reportaje publicado por la revista Semana (2014): en primer lugar, como medida para mitigar su profesionalismo y que este no represente más gastos a la EPS, se asignan jefes de personal, quienes advierten medir la remisión de pacientes a especialistas; en segundo lugar, se encuentra la limitante de presupuesto por paciente; en otras palabras, si el médico diagnostica exámenes, medicamentos y demás, estos se verán condicionados por presupuestos sobre cada paciente. En tercer lugar, pueden presentarse auditorias, mensajes electrónicos frecuentes por cada remisión generada, estadísticas y reuniones que muestran cuánto dinero ha gastado cada profesional, admitiendo que esto puede desencadenar negativamente en ellos.

A modo de conclusión, es importante reconocer que las carreras encaminadas a las ciencias de la salud son programas que se estudian y ejecutan con esfuerzo y amor, dirigidas al primer derecho de todo ser humano: la vida. Por consiguiente, es impensable que los médicos sean la población más afectada por modelos enteramente administrativos en los que traslucen la burocracia y la corrupción. Ahora bien, en esta época de pandemia, en la que el personal hospitalario fue y sigue siendo la primera línea de contingencia profesional al virus, relucen todas estas falencias, falta de equipos hospitalarios y de seguridad, que durante años han perjudicado a toda la población; mientras nuestros dirigentes buscan mostrar un avance a través de cifras y publicidad, se presenta la misma situación precaria de interés individual sobre el común. Ahora cabe preguntarse, ¿de este tipo de tercerizaciones, falta de estabilidad laboral y limitaciones en ejercer profesionalmente es únicamente víctima el personal médico del país?

30

Prima Exagia 17

Referencias

Briceño, L. (2004). El SARS y a bioseguridad en Colombia. Revista Ciencias de la Salud, 2(1), 41-45. Recuperado de: https://bit.ly/3txM03X

Cabrera, D. (2020, 2 de enero). Dineros para la salud en 2020 llegan a $31.8 billones, revela Minsalud. La FM. Recuperado de:https://bit.ly/3k2NHmG

Colegio Médico Colombia. (2019). Encuesta de Situación laboral para los profesionales de la salud 2019. EPICRISIS, 4-5. Recuperado de: https://bit. ly/38ZvuQN

El Tiempo. (2018, 27 de enero). Por 18 vías se roban la plata de la salud de los colombianos. El Tiempo. Recuperado de: https://bit.ly/3tyzHnW

Gozzer, S. (2020, 27 de abril). Coronavirus: los médicos que se negaron a atender a pacientes de covid-19 (y lo que su caso muestra de la precaria situación de muchos sanitarios en América Latina). BBC News Mundo. Recuperado de: https://bbc.in/393c1id

Patiño, E. (2020, 31 de marzo). Médicos denuncian falta de elementos e incertidumbre laboral en medio de crisis por coronavirus. El Heraldo.co. Recuperado de: https://bit.ly/392gTnA

Romero, D. (2018, 4 de diciembre). 80 % de los trabajadores de la salud están tercerizados. Noticias Canal 1. Recuperado de: https://bit.ly/3zZURxL

Semana. (2014, 25 de noviembre). Así controlan las instituciones y empresas de salud a los médicos. Semana. Recuperado de: https://bit.ly/3A6sPR9

31

[Lágrimas (2021), Bogotá, Wehinert Stahiler Rodríguez Segura]

This article is from: