.EL SINDROME DE LA BORRACHERA SECA.
"Borrachera Seca" es un término que describe el estado de malestar del alcohólico cuando no esta bebiendo. El síndrome de la borrachera seca es un conjunto de síntomas que ocurren conjuntamente y que constituyen una anormalidad. Dado que la anormalidad de las actitudes y conducta del alcohólico durante su carrera de bebedor es generalmente reconocida, la persistencia de los rasgos de carácter después de que el alcohólico deja de beber deben parecer igualmente anormales. En consecuencia, el término "borrachera seca" se refiere a la ausencia de un cambio favorable en las actitudes y conducta del alcohólico que no bebe. Se infiere, de esta falta de cambio, que el alcohólico (hombre o mujer) esta sufriendo de un malestar en su vida. El síndrome puede ocurrir en todos los alcohólicos, y prácticamente no hay duda respecto de la causa de ese malestar. La frase "borrachera seca" tiene dos palabras significativas para el alcohólico. "Seca" se refiere sencillamente al hecho de que se esta absteniendo de beber, en tanto que "borrachera" significa una condición profundamente patológica resultante del uso que con anterioridad ha hecho del alcohol. Como la palabra "intoxicación" se deriva de la palabra griega "veneno", el término "borrachera seca" implica un estado de ánimo y un comportamiento que son venenosos para el bienestar del alcohólico. RASGOS EVIDENTES La conducta pomposa es un rasgo común de la borrachera seca. La pomposidad se manifiesta con mayor frecuencia a través de la falta de percepción interior y de una conducta personal pomposa. La persona que esta padeciendo de una borrachera seca puede exagerar su propia importancia a costa de otros. Puede sobrestimar sus propias capacidades, inteligencia y criterio, o vivir por encima de su presupuesto. En cualquier caso, su conducta es marcadamente irrealista, y, de acuerdo con las circunstancias que prevalezcan, puede variar de ridícula a cruel. Al relacionar todas las cosas dentro de su medio ambiente consigo mismo, el alcohólico parece no percatarse de las necesidades y sentimientos de los demás.