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Un año que termina, pero que nos deja grandes lecciones, desde las más personales hasta las más colectivas. Este año que termina, nos ha dado la oportunidad de aprender a conocernos más en familia, ya que gracias a la pandemia, muchos nos vimos obligados a refugiarnos en nuestras casas con nuestras familias que de alguna manera, habíamos descuidado por la rutina cotidiana. Otra de esas oportunidades que nos dio esta pandemia, fue el valorar nuestro trabajo. Algunos lo perdimos y otros tuvimos la fortuna de encontrar otro complementario, que no llevó a conocer nuevos horizontes o a extendernos profesionalmente o personalmente. Pero hubo algunos que perdieron todo, desde el trabajo hasta a algún familiar. Hay historias en las cuales nos hemos enterado que poco a poco muchas familias fueron perdiendo paulatinamente a muchos de los miembros de su familia. En lo personal, creo que es importante valorar lo que tenemos y esta oportunidad que tuvimos para poder interactuar con nuestra familia. Eso es algo que no pudimos hacer en nuestra época, muchos de nosotros nunca tuvimos la oportunidad de convivir con nuestros padres, como ahora nuestros hijos y nietos (los que ya tienen) de poder interactuar con ellos de forma más íntima. y cómo dice la canción: por eso y muchas cosas más, ven a mi casa esta Navidad, no solo para compartir, sino para quedarte en nuestros corazones.

Martín Santillán