tiende a desorientarse, anda con dificultad, le cuesta comunicarse y por así decirlo, no siempre acierta con las decisiones. Verle disfrutando vestida de Speedo, verle reírse que se muere cuando me gana en los piques, bien vale que haya abandonado el sofing. Esa lucha sin descanso, esa tozudez que me impresiona a la vez que me genera rabia porque las cartas que le han tocado vivir hayan sido tan exigentes… esta chica es txakoli de otra barrica. Pero no pienso caer en admiraciones; remangarse cada día con la intención de enfrentarse a todas las barreras cotidianas y además hacerlo con la ilusión de toda una campeona es de txapela, pero sería casi discriminatorio valorarla simplemente porque sea deportista. Esa es solo una parte de Oihana, los sábados cuando nos reunimos con los demás Atzegis para el partidillo (y merendola) es cuando saca su parte más pingo. Ella y todos, porque jugando a lo que toque esa semana disfrutamos, sobre todo del hervir social que el deporte crea. Este sábado estamos de celebración, el último notición es que Euskadi será la Atenas olímpica de 2020. Casi nada, todos como locos, porque además nos han prometido que seremos VIP en el reparto de entradas. ¡Ale, a ver en primera fila a los medallistas! Pero con la certeza de que los campeones son los Oihanas que cada día cogen la mochila del deporte.
CONCURSO GAZTEAUKERA LEHIAKETA
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