Gaudium 710

Page 14

14

Obra Literaria

Edición Especial - Semana del 22 al 28 de marzo del 2018

El legado académico de Benedicto XVI “El profesor Ratzinger nos ha presentado un Cristo de la Fe”

A

Francisco Ramírez

continuación presentamos una entrevista realizada al Padre Luis Antonio Balderas Tovar, Catedrático del Seminario y perito en Sagradas Escrituras, respecto al legado académico-doctrinal que Benedicto XVI nos ha dejado. ¿Cuáles son los temas que el ahora Papa Emérito Benedicto XVI desarrolló o ha desarrollado en su pensamiento académico? Es una pregunta bastante compleja pues se trata de sintetizar toda una vida dedicada a la enseñanza y a la publicación teológica en la fe, en la profundización creyente, en la Revelación. Muy concretamente el Profesor Ratzinger dedicó su estudio, desde un primer momento, a algunos aspectos de lo que ahora llamamos Teología Fundamental. Su tesis doctoral la desarrolló sobre Eclesiología en San Agustín y su tesis para su habilitación para la docencia la realizó sobre la Teología Medieval en relación a la misma Eclesiología. Como Docente recorrió las universidades más prestigiosas de Alemania llegando a ser el profesor más joven de universidad en el ámbito de la Teología Alemana y se convierte en una figura muy importante de la Teología Alemana después de la II Guerra Mundial. Toda esta trayectoria académica lo habilita para ser perito, primero privado y después ya oficial del Cardenal Fritz de Colonia en el Concilio Vaticano II. Podríamos decir que el Profesor Ratzinger abarcó todos los ámbitos de la Teología en su profundización. Tiene obras dedicadas a la Escatología, a la Eclesiología, Cristología, Hermenéutica Bíblica, Revelación. Si podemos decir, que aunque no elaboró, y en algún momento él se lamentó de esto, un Tratado de Teología Dogmática, sin embargo, no podemos decir que su obra teológica estuviera trunca o se incompleta. En su obra encontramos un saber teológico verdaderamente enciclopédico. ¿Cuál, desde su perspectiva, es su obra o libro más importante? En un primer momento y que fue uno de sus libros más vendidos es “Introducción al Cristianismo” que él elaboró como un Curso de religión para universitarios. Fue escrito hacia finales de 1969. Fue un éxito editorial por la profundidad, riqueza y erudición teológica y, al mismo tiempo, la sencillez de abordar las preguntas sobre la fe que se hace el hombre de hoy. Desde esta obra se puede ver ya el saber del Profesor Ratzinger: una profundidad enorme, un saber enciclopédico, una enorme capacidad de síntesis, una forma de expresarse muy bella en el sentido literario y alcanza a tocar las fibras más íntimas del lector. De los distintos manuales que realizó quizá el más célebre y que coincide con su consagración episcopal en 1977 es el “Curso de Escatología” que es un curso-manual sobre un tratado teológico que presenta aspectos muy novedosos, muy interesantes del planteamiento sobre Escatología. Y, tal vez, el que mucha gente más conoce es su obra sobre Jesucristo: “Jesús de Nazaret”. Estos 3 volúmenes nos presentan una Cristología que no deja de ser profunda desde el punto de vista Teológico, aunque por una opción personal no le puso notas a pie de página, sin embargo se nota la erudición teológica patrística, exegética del Papa. Sin embargo, nos presenta una Cristología creyente. Tal vez esa sea la novedad teológica; que después de tanto tiempo de búsqueda que nos han mostrado un Jesús tan encarnado donde se pierde el aspecto de la divinidad; o bien, otras cristologías que nos presentan un Cristo cósmico

que se diluye en la totalidad del universo y se aleja de nosotros. Entonces, Ratzinger nos ha presentado un Cristo de la FE, un Cristo que encontramos leyendo, con fe, los testimonios del Evangelio. Otra novedad y originalidad de Ratzinger son los libros-entrevista que elaboró como Secretario de la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe. Una parte de la prensa señala a Benedicto XVI como el gran inquisidor, pero a través de estos libros-entrevistas el respondió a todos los temas posibles que le plantearon. Estos libros nos ayudaron a comprender mejor lo que es la Iglesia y la Fe hoy. ¿Qué nos puede comentar sobre los documentos eclesiales que publicó cuando fue Secretario de la Congregación de la Doctrina de la Fe? Lo asumen en 1982 y le tocan momentos muy difíciles. Es la etapa del postconcilio y la dinámica de la Congregación de la Doctrina de la Fe fue ahora es de promoción y tutela de la fe. Cabe señalar que él piensa en aceptar o no este cargo porque quedó imposibilitado de seguir profundizando en su reflexión teológica propia pues cualquier cosa que el escribiera se pensaría que es expresión oficial del Magisterio Eclesiástico. Sin embargo, él supo conjugar ambas cosas y al trabajo de esta Congregación le imprimió su sello y los documentos producidos en esa época reflejan, desde luego, el servicio muy en sintonía y en armonía en Juan Pablo II. Muchos hablan de que ambos se complementaban: Juan Pablo II, un filósofo; una mente filosófica privilegiada. Y Benedicto XVI una mente teológica de lo más fino que podemos encontrar en la historia de la Iglesia en el Siglo XX. Ellos se complementaron muy bien y de esa colaboración salieron documentos muy importantes para orientar la vida de la Iglesia en esta etapa de postconcilio. Hubo documentos muy poco comprendidos y estudiados,

pero especialmente criticados. Uno de ellos fue “Instrucción sobre algunos aspectos de la Teología de la Liberación” (6 de agosto de 1984). En este documento se establecen los principios de la interpretación cristiana de la liberación y del proyecto social o la expresión social del Evangelio. Otro documento es la “Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana” (15 de octubre de 1989). En este documento pone claramente la distinción sobre lo que son las formas de espiritualidad muy en boga en esta época nuestra de New Age y del renacimiento de la espiritualidad sin Dios y sin la Iglesia con las formas propias de la Tradición Cristiana. Otro documento que también causó mucha polémica en el ambiente del Ecumenismo tan característico en el Postconcilio es “Dominus Iesus” (6 de agosto del 2000). En este documento vuelve a poner el punto sobre las cíes y vuelve a señalar sí es lo que tenemos en común, la fe en Jesucristo como el Señor, la necesidad de Cristo como el único salvador y la Iglesia como Sacramento Universal de la Salvación. Fue un documento que parecía destruir el trabajo del ecumenismo porque ahí se estableció que algunas comunidades cristianas surgidas de la reforma no tienen los elementos propios para ser considerados Iglesia y que toda salvación viene de Cristo. ¿Qué nos deja Benedicto XVI en su magisterio como Papa? Es un Magisterio profundo e interesante. Cuando fue elegido Benedicto XVI Papa algunos analistas presagiaban un endurecimiento del Magisterio Eclesiástico, una fuerte reafirmación del principio de autoridad. Y lo que encontramos es algo totalmente diferente; el Papa Benedicto va a lo esencial y nos invita, a toda la Iglesia, a volver a lo esencial. Su primera encíclica: “Deus Caritas Est” (25 de diciembre de 2005). Esta encíclica desconcierta por lo aparentemente rápido de la elaboración, sobre todo porque es una obra propia. La primera Encíclica de un Papa siempre se ve como un documento programático de un Pontificado. Benedicto XVI nos lleva al origen de todo y al sentido profundo de la fe en Dios: Dios es amor y es la fuente de todas las formas auténticas de amor que vive el ser humano. Esto es algo tan importante, porque en este mundo nuestro el amor está tan ausente, nos recuerda que la predicación fundamental de la Iglesia es que Dios es amor. Si nosotros creemos que Dios es amor, esa imagen de Dios determina también las relaciones del hombre que está llamado a vivir el amor y que solamente en el amor, en esa donación profunda y libre es donde encuentra su felicidad. La segunda encíclica, “Spe Salvi” (30 de noviembre de 2007), es ahora sobre la Esperanza. Un mundo vacío de esperanza podemos caer fácilmente en la tentación de la desilusión porque las grandes utopías en las que el hombre ha creído lo han decepcionado. ¿Dónde podemos encontrar un auténtico sentido a nuestra vida? Solamente en Cristo que es nuestra esperanza; somos salvados en la esperanza. Todo esto nos habla del auténtico sentido de la vida y también nos habla de la Escatología. Nos invita a ver que la posibilidad de una esperanza que va más allá de los confines de este mundo; tiene sus raíces ciertamente en este mundo, pero tiene su plenitud en Dios. La tercera encíclica es “Caritas in veritate” (29 de junio de 2009). Es una encíclica social donde se retoma la enseñanza, muy actual, de “Populorum Progressio” (26 de marzo de 1967) y de allí parte Benedicto XVI para insertarnos en la realidad de nuestro mundo. La auténtica liberación humana, la auténtica realización humana tiene sentido cuando se realiza en una dimensión de fe, de amor y de entrega.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.