Al filo de la ciudad

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alberto martĂ­nez-mĂĄrquez

al filo de la ciudad (poemas, 1986)


Ilustración de portada: Jules Perahim

Primera edición Copyleft 2013 Editorial LETRAS SALVAJES

revistaletrassalvajes@gmail.com Aguadilla, Puerto Rico

Cuidado de la edición: Alberto Martínez-Márquez

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escrito al filo de la ciudad (poemas, 1986)

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ÍNDICE Tiempo de Ciudad (1986)

7 9 11 13 14 15 16 17 18 19 20 21

Poemas urbanos Corazón de Urbe Niño Rastro Ciudad de día Mendigos Tiempo de ciudad Tiempo de caminante Calle callando Repetición instantánea Cité

Disimilipoemas (1986) La guagua Poética urbana Pseudopoemas de ciudad Mutante Urbe y ser Polos La danza de los atrevidos Una canción que bien podría no ser una canción Apreciación del mito Instantes Calculados Sobre el tiempo insobornable Vivo el día que el abismo escupe

Biografía del autor

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ApĂşrate, que la ciudad se acuesta, y temo encontrarla dormida. Luis CĂŠsar Rivera

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TIEMPO DE CIUDAD (1986)

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Cada dテュa que sostengo es una caravana de sueテアos heridos por la gran ciudad y sus muertos. テ]gel Luis Torres

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POEMAS URBANOS

I Autocorrer de tiempo urbano para bogar en fresco smoke de noche intermitente, mientras la ciudad florece en ojos luminosos copulan miradas y suspiros de concreto. Torres se vuelcan en eructos de piedra para cantar. El pavimento compone la fugaz canción que la ciudad solloza.

II Paso noctámbulo tiempo de transeúntes sin rostro. Letras silentes en fondos mugrientos, pasquines que envejecen y puertas hambrientas, se oscurecen mientras el telón se impone. Todos duermen y todos vigilan.

III Cortina de hierro sin hierro. Cortina de puño y oídos sordos. Cortina para cabezas que duelen

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y olores que no saben y sabores que hieren; acre, calle, silencio. Cortina blanco y negro ilimitada. Cortina telón para teatro, teatro que vivimos y las escenas que nos golpean la vida y el tiempo que nos barrunta el ansia y la cortina cae como red y la cortina que invisible vemos, y más allá anhelamos.

IV Sobre esta piedra edificamos un altar que gime y oímos nunca. Sobre esa piedra creció el cíclope, devora. En mañanas que el diario dice: CRONOS DEVORA SU HIJO (página principal) y devora una piedra y la piedra nos devora; tiempo, noche, día... y la vena sin sangre nos agobia, anémicas palabras... y el fugaz alivio que nos pierde y el eterno dolor que nos resiste... y un saxofón suena en la noche, lo buscamos...

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CORAZÓN DE URBE

...y corre tras el martillo seco y el áspero tronar de los camiones, la incesante lluvia de pasos sobre el inclemente camino, el sórdido silbido de la urbe bulliciosa; y corre... y corre... y corre... ...sobre el lento sonar de los tambores de tiempo, y el rápido paso de trompetas que mueren, el alucinante sol de la noche ramera, y la vaga mordida de una sombra ebria, sigue corriendo... ...sobre detonaciones rojas que muerden el silencio y la inflexible pausa de un solo momento, corre, porque busca el aire que no se respira, para acariciarlo, y corre... y corre... y corre... sobre maniquíes de carne y hueso, tras el murmullo seco de rostros petrificados, sigue corriendo... ...sobre el patibulario ojo de un arrabal manco,

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y el traje raĂ­do de una mano invisible, y corre... y corre... y corre... ...sobre el golpe brutal de un ogro ciego con falanges de piedra, y la cabeza horadada de una marchita flor; y corre... con el tiempo, con el paso que nubla, hacia las grandes fauces del infinito... ...y se pierde y vuelve... y no vuelve...

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NIテ前

Bajo axilas de pasos apretados unos ojos tristes respiran turbamulta de olores y luego rテュen, lloran, maldicen y callan...

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RASTRO

Riela en el camino el Ăşltimo sudor de mis pasos...

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CIUDAD DE DĂ?A

En sus comisuras hay dos dardos que suprimen su sonrisa.

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MENDIGOS

ImĂĄgenes de Pompeya regalan a los transeĂşntes su rictus petrificado.

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TIEMPO DE CIUDAD

Estigios de ojos conciben paraĂ­sos de piedra; mientras a paso de pĂŠlida herido los talones sucumben por flechas de hiel. Ojos y talones buscan un segundo de alivio para su cansancio de siglos.

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TIEMPO DE CAMINANTE

golpes ha vidas ha no duermo no sue単o caminos de sol sin noche? pie senda paso de sombra nube y no hay cielo

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CALLE CALLANDO

cada ojo suspira y se funde

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REPETICIÓN INSTANTÁNEA

Abel le da la espalda a Caín cien veces y cien veces mata Caín y cien veces vive Abel cien veces todas las veces

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CITÉ

la ciudad es un sol de hierro que abre el infinito

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DISIMILIPOEMAS (1986)

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yo hubiera dicho que el hombre no es un poema escondido y que camina todos los dĂ­as en la calle sin saber que la poesĂ­a lo espera Dalia Nieves

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LA GUAGUA

Esta guagua es de todos porque hay lugar para todos. Hay asientos para que todos descansen. Y ventanas para todos. Y paradas para que cada cual se baje donde desee. Yo duermo junto a mi ventana mientras las paradas me pierden. A fin de cuentas, la Ăşltima siempre es la mĂ­a.

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POÉTICA URBANA

mi canción es el cemento que golpea mis ojos

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PSEUDOPOEMAS DE CIUDAD

I Los autos rompen el viento en mil sonatas de smoke, exorcista de todo purismo que rige la atm贸sfera. Porque el siglo, my dear friends, exige un poco de irreverencia o la suficiente para echarle en cara a los recatados los males del medioevo. La ciudad siempre es blasfema.

II La menis de la brea grita el sabor de la calle, siempre hastiada de tanta huella an贸nima y tanto escupitajo con nombre. Siempre asqueada de tanta madre malcriada y tanta rabieta est茅ril de un hijo sin ojos.

III El auto pasa indiferente sobre el asfalto, elucubrando huracanadas en el tiempo.

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Pero olvidado en una esquina, acuartelando incertidumbre, yace la monotonĂ­a del peatĂłn que piensa patĂŠtico su impotente piedra.

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MUTANTE

Aquí no hay pájaros, ni flores, ni jardines, ni ventanas que conducen a la mañana de trinos y hojas tiernas Aquí no hay labriegos que vayan tarareando alelolayes a su jornada con el canto del gallo y regresen a la canción del crepúsculo. Aquí no hay niños que juegan a las escondidas en el sano juego de su inocencia Aquí no hay verdes valles que huelan a femenina dádiva. Todo es un color difícil de definir. Aquí vive el áspero brazo del hierro y del concreto, calles en disonantes melodías de brea candente y pasos sudados. Desfilan ante un sol dictador, no aves de lejanos paraísos sino el vuelo apresurado de las carteras, los maletines, las llagas, suspiros en dientes artificiales, gafas alucinantes, capacetes vigorosos, toda una masa de esperpentos. El sol dictador creciendo el llanto gris de casas desbocadas; techos menopáusicos de cafetines ebrios, llenos de manos que beben dolor tras el telón de la lata y el billar. No hay sombra de árbol que refresque cansancio, sino la del árbol invisible y presente que sofoca; no hay lagunas aromáticas, ni ríos de peñas alegres, sólo charcos deformadores de ojos. El tiempo aquí es al contado, el infinito nos limita en avenidas sin dirección. No es naturaleza muerta, porque grita la vida. La naturaleza aquí es un MUTANTE…

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URBE Y SER \ A Juan Antonio Ramos

Tan boquita pintadita de rubia fiestera y el fracatán de ojos guiñando la noche y piel de Rasputín que crece fuego y dedos de Horowitz que llegan con el viento la urbe nos emputece en sueños y nos redime a golpes nos coronamos NADA a la hora exacta para volvernos GENTE a la hora cero

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POLOS

Nunca

Siempre la Muerte

Siempre

Nunca

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LA DANZA DE LOS ATREVIDOS

la caída más cercana está a la vuelta de las lenguas . . .

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UNA CANCIÓN QUE BIEN PODRÍA NO SER UNA CANCIÓN

Se escapa un suspiro de pájaro en conserva, un quejido de testículo jubilado pereciendo de frío Los niños también gritan en una esquina Todo es una melodía estridente que acompaña al tiempo en crudas notas hasta el infinito Qué canción más terrible nos toma de las orejas!

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APRECIACIÓN DEL MITO

Ícaro penetró casi el sol y el sol penetró de lleno sus alas para hacerlo caer infinitamente sobre nosotros por los siglos de los siglos

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INSTANTES CALCULADOS

Lloro el nacimiento más lejano para reír la muerte más próxima

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SOBRE EL TIEMPO INSOBORNABLE

Un pedazo de mirada mustia desde el balc贸n soborna los d铆as oblicuos El tiempo no cede eyacula un solo de silencio

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VIVO EL DÍA QUE EL ABISMO ESCUPE

Vivo en manos mi dolor escueto para oxidarme en hojas que sonríen No me nace el jamás ni el nunca No me existe voz que frenética da a beber su amargo Me busco en dimensiones circulares, redención esférica Me conmuevo a mirarme en faro altanero Vivo el día que el abismo escupe

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Alberto Martínez-Márquez nace en Bayamón, Puerto Rico, en 1966. Cursa estudios en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, donde obtiene su grado de Bachillerato en Artes en 1989, concentrándose en Estudios Hispánicos. En 1990 recibió la beca Burghardt W. Turner para proseguir estudios graduados en Literatura Comparada en la Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook. En esa universidad dictó cursos de Humanidades y Literatura. En 1995 regresa a Puerto Rico para laborar como profesor del Departamento de Estudios Hispánicos en el Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico. Desde 1997 labora como profesor del Departamento de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla, donde dicta cursos de Humanidades, Cine e Historia. También ha laborado como docente en el Recinto de Aguadilla de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, dictando cursos de Literatura. Actualmente dicta el curso de Narrativa Puertorriqueña en el Programa de Maestría en Creación Literaria de la Universidad de Sagrado Corazón (Santurce, Puerto Rico). Tiene a su haber los libros El límite volcado: antología de la Generación de Poetas de los Ochenta, publicada en colaboración con Mario R. Cancel (2000) y los poemarios Las formas del vértigo (2001), Frutos subterráneos (2007) O (libro electrónico, 2009) y Contigo he aprendido a conocer la noche (2011). Es uno de los editores de Poesía de Puerto Rico: Cinco décadas (1950-2000), publicada 2009 por la Editorial El Perro y la Rana del Ministerio de Educación Popular para la Cultura de Venezuela. Su poesía también figura en los volúmenes Antología de poesía puertorriqueña (1993), Maestros desconocidos de la poesía hispanoamericana I (2002), Los nuevos caníbales, vol 2: la más reciente poesía del Caribe hispano (2003), Antología poética AVBL: edição crítica, publicada en Brasil (2004) E.M. (Edición Mínima (2005)), Perversiones desde el paraíso (2006) y Poesía en el tiempo (2006). Su ensayo “Vargas Llosa y la invención de Alejandro Mayta” aparece en el volumen Proyecciones sobre la novela, publicado por Ediciones del Norte en 1994. Su obra teatral “Harry y la Gorda” fue incluida en Expresiones: Muestra de

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ensayo, teatro, narrativa, arte y poesía de la Generación X, publicado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2003. También cuenta con un volumen de narrativas breves e hiperbreves, Contramundos (2010). Su poesía, narrativa y ensayos han sido ampliamente difundidos en revistas y volúmenes colectivos de Puerto Rico, Estados Unidos, República Dominicana, España, México y Venezuela. En 1989 obtuvo la Medalla de Poesía Francisco Matos Paoli. Fungió como Presidente del PEN Club de Puerto Rico de 2002 a 2003. Fue uno de los organizadores de los recitales de poesía De-generaciones, realizados en las ciudades de Ponce, Mayagüez, Caguas y San Juan en el año 2003, y que congregó a más de doscientos poetas de Puerto Rico. Ha dictado conferencias en la Universidad de Columbia (Nueva York), Montaclair State University (New Jersey), Universidad de Pennsylvania, Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Universidad de Puerto Rico en Humacao, Universidad de Puerto Rico en Ponce, American University en Manatí (Puerto Rico), Universidad Interamericana de San Germán (Puerto Rico) y en la Biblioteca Nacional de la República Dominicana. En 2006 fue invitado a participar en la XVIII Serie de Poesía Invernal en Boricua College (Brooklyn). En 2007 fue invitado como conferenciante estrella de la 8va Conferencia Céfiro del Departamento de Lenguas y Literaturas Hispánicas de la Universidad de Texas Tech. Ha participado como invitado de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, en la República Dominicana, en sus ediciones de 2001, 2002, 2005, 2006, 2007, 2009, 2011 y 2012. Asimismo, ha sido organizador de varios eventos culturales (recitales de poesía, conciertos musicales y exposiciones de arte), tanto a nivel local y como al nivel nacional. Dirigió la revista académica y de creación El cuervo de los Departamentos de Humanidades y Español de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla, de 2005 a 2007. Entre 2003 y 2006 fue editor de la desaparecida revista electrónica Letras Salvajes: y de la Página del Poeta Invitado. Ahora edita la segunda época de Letras Salvajes en formato PDF, distribuida por medio de correo electrónico (letrassalvajes@yahoo.com) y colocada para propósitos de difusión inmediata en www.calameo.com.

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