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López
Profa. Flora Concepción Góngora López
Conchita, como le decimos de cariño, nació en Mérida, Yucatán el 6 de diciembre de 1935, sus padres fueron Juan Gualberto Góngora González –oriundo de Mérida, sastre de oficio- y Flora López Ortega- ama de casa, nacida en Izamal; es la tercera de siete hijos que procrearon: cuatro mujeres, todas profesoras ( en esa época la mujer elegía por lo común la carrera de la docencia) y tres varones, dos fallecieron pequeños y el tercero estudió la carrera de Leyes en la UADY.
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Ella nos narra su historia laboral:
“Por razones económicas no pude estudiar la carrera de medicina, pero siendo bachiller en ciencias por la UADY, el 12 de septiembre de 1955 adquiero Plaza de Ayudante de Escuelas Primarias Diurnas Sin Título, la cual se me designa en la ciudad de Izamal, donde vivo de lunes a viernes de cada semana.
Hago mención que siempre tuve el deseo de superarme por dos cosas, el sueldo que percibía era poco, pero como a mí me gusta conocer gente y relacionarme, mi sexto sentido me llevó a conocer religiosas que impartían clases en su Escuela Particular Incorporada, quienes me contaron que no eran tituladas y para obtener su título estudiaban en la ciudad de Mérida en una institución, únicamente durante las vacaciones – de
semana santa y de verano-; ellas me mostraron sus cuadernos de trabajo que incluían cuestionarios que entregaban cuando presentaban sus exámenes en fechas señaladas. Teniendo ya la ubicación del lugar, me presenté a investigar, se me dijo que era muy probable que en el mes de enero del próximo año -1957- se expediría un acuerdo que permitiera a los maestros estatales inscribirse en las sedes que funcionarían en las capitales de los estados.
Esta disposición abrió las puertas a todo el magisterio que aún carecían del
título y que quisieran superarse, esa institución era el Instituto Federal de
Capacitación del Magisterio que nuevamente abría sus puertas a todos los maestros –federales y estatales- . Mi vocación ya se perfilaba cada día más hacia la docencia. En Yucatán la directora
de dicho Instituto era la maestra Nidia
Betancourt de Ayala – su nombre lo lleva actualmente una escuela secundaria
federal ubicada en la Colonia Díaz Ordaz-
Al término de los tres años de
estudio presenté mi examen profesional el día 6 de febrero de 1961, mi sueldo aumentó inmediatamente, pues yo ya era Profesora Titulada de Educación
Primaria y Superior. Al recibirme me entero que para continuar preparándome, existía en la Ciudad de México la Escuela
Normal Superior, donde podría continuar para poder trabajar en el nivel Medio Superior y Superior; ese mismo año -1961- en el mes de julio, y habiendo solicitado el derecho a presentar examen de admisión en la Especialidad de Pedagogía – Rama Didáctica y Organización-, al aprobar el examen en la Ciudad de México, junto con otros compañeros, entre ellos otro egresado del IFCM José Luis Quijano Morales –actualmente fallecido-, y al obtener resultado positivo de que fuimos aprobados a nivel nacional –yo con el número 17- nos inscribimos iniciando los
cursos en el verano de 19621; dichos estudios los concluí en 1966, cursando posteriormente en Mérida –que ya contaba con una Dirección de División de
Grados Académicos, una Maestría de Educación Media en Psicología y Orientación Vocacional terminando en
mayo de 1989.
Retomando lo anterior, al regresar a Mérida, el IFCM ya había establecido los Centros Regionales de Estudio y Consulta correspondientes a Yucatán, el Centro Regional número 30. Nuestra generación llevó el nombre del Profesor Víctor Gallo Martínez – último director
del IFCM- se nos invita a un grupo de egresados a colaborar en nuestra

institución en el año de 1963, la directora del centro era muy querida y recordada, Maestra Alicia Godoy Ramírez, el coordinador el Abogado Ermilo García Esquivel. La maestra Licha, como cariñosamente se le llamaba fungió como directora mucho tiempo, egresando varias generaciones de maestros, por mencionar algunas: “Enrique Aguilar Martínez”, “Alicia Godoy Ramírez”, “Ermilo Abreu Gómez”, “Antonio Medíz Bolio”, etcétera.
La maestra Licha nos otorga plazas de Catedráticos en el Centro Regional con la Responsabilidad de impartir clases en los centros que se fueron estableciendo, no solo en Mérida, sino en Valladolid, Peto, Tekax, etc., ingresando así a la SEP el 1 de Enero de 1964 con plaza de 4 hrs, con el devenir del tiempo y con base a mi trabajo, llegué a adquirir la clave de tiempo completo 40 horas.
Las raíces de esta institución son
muy profundas, su noble labor en un principio fue preparar a los maestros no titulados con cursos por correspondencia, para capacitarlos en beneficio de la educación del pueblo. Posteriormente en 1968 siendo Secretario de Educación Pública el Lic. Agustín Yáñez le designa que establezca un servicio de mejoramiento permanente para directores de escuelas primarias, inspectores y maestros de grupo, se le cambia el nombre por Instituto Nacional de Mejoramiento Profesional y Asistencia Técnica del Magisterio. Diez años después, en 1978 se amplía el servicio al magisterio de todos los niveles educativos: preescolar, primaria, secundaria y medio superior, proporcionando Cursos de Actualización, Capacitación y Mejoramiento Profesional.
Un año después, en 1979 se le da el nombre de Dirección General de
Capacitación y Mejoramiento Profesional del Magisterio, creándose las carreras de Profesor de Educación Preescolar
Bilingüe Bicultural, y de Primaria

Bilingüe Bicultural, la Licenciatura en Docencia Tecnológica dirigida al personal de los Centros de Capacitación para el Trabajo. Nuestra institución ha desarrollado desde
su fundación una labor callada pero brillante en el ámbito nacional, por ende en nuestro estado, desde en épocas remotas ha impartido Capacitación, Cursos de Actualización, Licenciatura, Diplomados, Cursos en todos los niveles de Educación Básica y Medio Superior y Superior, Asesorías, entre otras, por lo mismo, no tiene fin, ya que siendo la educación un proceso continuo debe estar sujeta a todas las situaciones que surjan y estar al pie para brindar la ayuda al magisterio, pugnando por elevar la calidad profesional, actualizándolo permanentemente. Al paso de los años mi labor docente continuó siendo fructífera como
asesora de cursos o Coordinadora del
Centro de Maestros No. 3, trabajo que desempeñé contando siempre con la ayuda, la responsabilidad, el cumplimiento de todos y cada uno del personal que me fue asignado en tiempo y forma, en un principio fueron compañeros de trabajo, al paso del tiempo se convirtieron, tanto ellos como los alumnos-maestros y maestros asistentes a los talleres, asesorías, diálogos, en verdaderos amigos de por vida. Me jubilé el primero de enero de 2007, aún guardo añoranzas de la institución donde estudié, y posteriormente trabajé. Gracias a todos ustedes que supieron acrecentar en mí mi amor, dedicación y empeño en el trabajo, viví feliz llegando a los 50 años de labor, no niego que a veces con dudas, preocupaciones, tropiezos, pero siempre feliz, decir que la vida de un maestro es hermosa, bella en sí, y que vale la pena vivirla con alegría, por el hecho de ser un verdadero maestro.
Felicidades y gracias a todos.”


