Discurso jóse mario 30 aniversario

DISCURSO TRIGÉSIMO ANIVERSARIO DE BUFETE DE LA GARZA, S.C. JOSÉ MARIO DE LA GARZA MARROQUÍN

En los últimos 30 años se han dado afortunadas coincidencias para lograr estar juntos hoy, en esta espléndida tarde.

Quienes creemos que el ser humano es forjador de su propio presente, sabemos de la necesidad del sacrificio, del trabajo, la convicción y la lealtad, para lograr que nuestros sueños y anhelos se vuelvan realidad. ¡Que privilegio tan extraordinario es poder conmemorar la realización de éstos sueños, sostenidos por tantas, y tantas manos!

Este día de celebración, es el mejor momento para decirles a cada uno de Ustedes, muchas gracias por estar hoy aquí.

Gracias por haber entregado, en algún momento de su vida, y bajo las misteriosas formas que el destino haya elegido, lo mejor de su esencia, para Bufete de la Garza; la firma de abogados que cobija nuestras genuinas aspiraciones de superación profesional.

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Liderazgo, es tener la capacidad de trazar metas que a nadie se le habrían ocurrido, porque sólo así, se pueden construir otros mundos posibles.

Soñar y convencer a otros de sumarse a una nueva empresa, es la cualidad más sabia y completa, porque afirma y revela el propósito de los seres humanos para ser mejores, y para llenar de sentido nuestros actos cotidianos.

Emprender la tarea de fundar una firma respetable, en una comunidad compleja como la potosina, entrañaba no sólo la responsabilidad de ofrecer servicios jurídicos profesionales de alto nivel, sino además, el asumir un compromiso vertical con los valores éticos y de corresponsabilidad social.

En nuestro despacho, generaciones de jóvenes abogados han formado hábitos de estudio y diligente ejercicio profesional. La didáctica jurídica en la que todos abrevamos, nos ha enseñado, que las causas de nuestros clientes, deben defenderse con altos estándares éticos y actuando siempre desde la convicción de alcanzar la justicia, por el único camino; el del Derecho y la Ley. Esta aspiración se logra si somos ciudadanos responsables, comprometidos con nuestro tiempo, con nuestra tierra y nuestra gente.

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A lo largo de estos 30 años, y hablando con conocimiento de causa por lo que me ha tocado vivir, puedo decir que la exigencia del trabajo es alta, y que ésta, aumenta conforme pasan los años, porque se sostiene sobre una reputación construida con mucha convicción y a través del tiempo.

Hoy día, producto de esa pequeña semilla sembrada hace tres décadas, somos un árbol que tiene muchas ramas, que está sano y firme, y lo más importante, que da frutos y esos frutos procuran el bien de nosotros, de nuestras familias y de nuestra comunidad.

El ideal fundacional se mantiene vigente a pesar del paso de los años; esto es posible porque tenemos los pies muy firmes en la tierra, sin dejar de mirar el porvenir.

Siempre hemos sido inconformes, Sí, inconformes con aquello que nos parece inaceptable y que rehusamos considerar como normal. Pasión por abrazar las causas que pensamos legítimas, y merecedoras de solidaridad.

Inconformidad para sentir indignación cuando se comete una injusticia o un atropello. Esa es la motivación de quienes estudiamos y tenemos devoción por las leyes.

Algunos dirán que es ingrata la labor de luchar por la justicia en el país de las desigualdades, pero no es así. A 3

pesar de los enormes desafíos de nuestra nación en materia de cultura a la legalidad, y perfeccionamiento de nuestros procesos jurisdiccionales, nosotros seguimos creyendo que la única posibilidad de transformación política es la vigencia efectiva de nuestro Estado de Derecho.

Ha llegado la hora de abrazar, desde una visión verdaderamente colectiva, una nueva esperanza que nos incluya a todos.

Nuestra democracia no es todo lo que quisiéramos, pero sus carencias sólo pueden llenarse con más democracia y participación de la sociedad civil. En última instancia, es la esperanza la que mantiene a flote los anhelos de seguir empeñosos, buscando la tierra prometida a pesar de los anuncios de tormenta.

Gracias a los amigos, a los colegas y a la Barra Mexicana de Abogados; Gracias a Renace y su respectivo Capítulo San Luis; Gracias a las Instituciones Públicas en las que desarrollamos todos los días nuestro trabajo; Gracias a los clientes, socios, personal y colaboradores del Bufete de la Garza; son Ustedes la razón de ser de nuestra firma y la mejor garantía de que se avizoran, muchos años más en nuestro horizonte.

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Especialmente, gracias a mis padres y mi hermano Leopoldo, por la entereza para mantenernos juntos defendiendo nuestra vocación de vida, de familia y de empresa.

Gracias a mi esposa Bárbara y a mis hijos José Mario, Bárbara y Carlota, por comprender que el tiempo que no estamos juntos, es el mismo que empleo en tratar de hacer de nuestra vida y de nuestro país un lugar mejor.

Gracias por ser la inspiración y el aliento en las arduas batallas de cada día.

Decía el sabio maestro romano Séneca: “Quien reciba el beneficio con gratitud, ya ha devuelto la primera paga”.

Para Bufete de la Garza es un privilegio, estar, eternamente en deuda con todos Ustedes.

Muchas Gracias.

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