HUEVOS RANCHEROS

Una receta no tiene alma. Tú, como cocinero, debes agregar tu alma a la receta.-Thomas Keller.
Es fundamental limpiar a fondo las frutas y verduras para eliminar la suciedad, incluidos los pesticidas y la tierra, frotándolas con agua y quitar cualquier componente que pueda estar dañado, como golpes o manchas.
Nunca almacene frutas y verduras junto a otros productos, especialmente cocidos o precocinados, ni los deje a temperatura ambiente durante un período prolongado de tiempo, incluso si están refrigerados.
Pimiento Huevos Tomate Aceite Limón Aguacate Chile Sal y pimienta Harina de maíz CebollaLa comida une a la gente en muchos niveles diferentes. Es el alimento del alma y del cuerpo; realmente es amor.-Giada de Laurentis.
Necesitarás harina de maíz, tres cuartos de taza servirán para dos tortillas, deberás ir agregando agua a la harina hasta formar una masa moldeable. En una sartén agrega aceite, luego forma dos bolitas con la masa y presiona con tus dedos hasta formar círculos. Deberás poner a freír estas tortillas por dos minutos aproximadamente.
A continuación en una sartén con poco aceite caliente agrega tomate, cebolla y pimiento cortados en rodajas para saltearlos por minuto y medio aproximadamente. Si lo deseas puedes agregar un chile de tu preferencia en este momento, es opcional.
Luego pasamos a freír los huevos, recomendamos usar suficiente aceite y una llama baja, agrega sal y pimienta al gusto, tú decides el grado de cocción.
Corta un aguacate en rebanadas y luego monta todo en un plato, primero la tortilla, después el huevo, encima la salsa y el aguacate. Agrega unas gotas de limón y el desayuno está listo.
Esta es una versión rápida de los huevos rancheros que podrás disfrutar en menos tiempo.
Cubre el diez porciento de las recomendaciones proteicas de un adulto y el treinta porciento en niños. Los lípidos del huevo son principalmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados (beneficiosos para la salud cardiovascular).
En su contenido, destacan las vitaminas B1, B2, B5 y C, así como el licopeno y la vitamina C, que son eficaces antioxidantes. La vitamina A, presente en el tomate, ayuda a mejorar la visión, la prevención de la ceguera nocturna y la degeneración macular.