SUSTENTA: Colectiva de ceramistas

Créditos

Recinto Universitario de Mayagüez

Dr. Agustín Rullán Toro - Rector de la UPRM

Dr. Fernando Gilbes Santaella - Decano de la Facultad de Artes y Ciencias

Departamento de Humanidades

Prof. Félix Zapata Santaliz - Director Departamento de Humanidades

Comité de Dirección Galería de Arte del RUM

Dra. Emilia Quiñones Otal

Dra. Melissa Ramos Borges

Profa. Claudia Torres Guillemard

Investigación y curaduría

Dra. Emilia Quiñones Otal

Sabrina Ramos Rubén, M.A.

Montaje

Joharis Ramos Abreu

Melanie Salinas Vega Yairanid Sanabria Román

Angelysse Torres Ríos

Auspicio

Fundacion Puertorriqueña de las Humanidades National Endowment for the Humanities

Artistas

Alice Chéveres

Zuania Minier

Andrea Pérez Caballero

Dhara Rivera

Elizabeth Magaly Robles

Daniela Roselló

*En portada: Daniela Roselló Ledesma, Fachadas (2017) (detalle) y Dhara Rivera, Brotes (2022) (detalle)

*Contraportada: Elizabeth Robles; Zuania Minier, La purga: sin parangón (2013-2019) (detalle) y Alice Chéveres (Taller Cabachuelas), El alma del artesano (2019)

SUSTENTA: Colectiva de ceramistas

Sabrina Ramos Rubén

En distintas culturas alrededor del mundo, la cercanía al entorno doméstico ha delineado los roles sociales de las mujeres y personas feminizadas. Ya sea porque ellas han asumido tareas relacionadas a perpetuar el cuerpo y la vida, como la alimentación, la medicina y la crianza; ya sea debido a imposiciones coloniales y cisheteropatriarcales del confinamiento de lo feminizado a la casa y la devaluación del trabajo reproductivo, ellas se han visto próximas al ámbito hogareño, a pesar del ingreso de estas al trabajo asalariado en el siglo pasado. La relación entre la feminidad, el cuerpo y lo domestico, con sus complejidades y particularidades regionales, se revela en las manifestaciones culturales de las mujeres y las personas feminizadas, incluyendo las artes visuales. Sin embargo, hay materiales que se han convertido en verdaderos recipientes de la experiencia feminizada histórica; indudablemente, el barro ha sido uno de estos medios. La exposición Sustenta: colectiva de ceramistas, curada por Emilia Quiñones Otal y esta autora, busca resaltar el trabajo de las mujeres ceramistas en la actualidad y su relación con los espacios que habitamos: lo doméstico y lo corporal.

La alfarería y la cerámica han sido actividades estrechamente vinculadas a las mujeres y a las ocupaciones y los entornos feminizados. Moira Vicentelli escribe que “La relación casi universal

Alice Chéveres (Taller Cabachuelas), El murciélago (2022) Cerámica quemada en hoguera, 2.5 x 7 x 4.5”

entre las mujeres y el quehacer doméstico, como es cocinar, servir alimentos, recolectar agua y decorar los interiores del hogar, ha supuesto que las mujeres, en general, manipulen, elijan y usen objetos de cerámica más a menudo que los hombres. En varias partes del mundo, las mujeres tienen lazos aún más estrechos con la cerámica por ser las creadoras de dichos objetos” (257).1

La arqueóloga Iraida Vargas Arenas ilustra la conexión primordial de las mujeres y la alfarería: “Las mujeres, dentro de los grupos tribales agrarios, fueron las artesanas fundamentales, las encargadas de manufacturar, precisamente, no sólo gran parte de los instrumentos de trabajo necesarios para obtener los bienes naturales, sino también los utensilios para procesarlos y convertirlos en alimentos a ser consumidos y almacenados” (31). Vargas Arena también destaca a las alfareras en las culturas indígenas y explica cómo las creadoras del Orinoco trasladaron consigo sus estilos a Puerto Rico durante las migraciones al Caribe insular (35). Estas premisas denotan la posibilidad intrigante de que las cerámicas indígenas bien podrían haber sido los primeros objetos de arte que crearon las mujeres y personas feminizadas en Puerto Rico. Cabe destacar que, aún hoy en día, en numerosas comunidades indígenas, las mujeres han sido las encargadas de perpetuar la alfarería ancestral.

La colonización instituyó visiones del género, lo doméstico y del cuerpo fundamentadas en concepciones cisheteropatriarcales de menosprecio hacia las labores reproductivas que, según Hannah Arendt en La condición humana, se originan a la desvalorización en la Antigüedad de cualquier tarea que implicara el sostén del cuerpo y la procreación de la vida, asociados con el trabajo de las mujeres y personas esclavizadas. El desdén por el trabajo reproductivo, más el 1 Traducción de la autora de este ensayo.

Zuania Minier, La purga: sin parangón (2013-2019) (detalle) Barro, pigmento cerámico y madera, dimensiones variables

ideal cristiano de sumisión femenina y la intersección de opresiones por racismo, clase y género, constituyeron un conjunto de normas que fijaría la explotación y delimitaría existencia de las mujeres y personas feminizadas que habitaban los territorios colonizados. Del mismo modo, la llegada de los europeos a América introdujo el torno de alfarero. Investigaciones arqueológicas en Ballajá sugieren que, en Puerto Rico, en el caso de la cerámica criolla, el torno significó una masculinización del oficio y la apertura de talleres para la producción en masa. Sin embargo, si bien no hay evidencia de que las mujeres y personas feminizadas no tenían lazos con la cerámica como creadoras, aún mantendrían un contacto cercano por ser las principales usuarias de estos objetos durante el transcurso de las faenas cotidianas.

Ya en el siglo XX, desde la década del 30, existía un interés creciente en la cerámica, pero el medio no había logrado establecerse firmemente. Sin embargo, las mujeres serían medulares a la hora de retomar la cerámica como práctica creativa. Maribel Toro fundó Taller Caparra en su casa, en donde impartía clases de cerámica (Expósito Sánchez 111). Luego, Toro, junto con Jaime y Teresa Suárez, abrió la Galería Manos, un espacio dedicado a la exposición de piezas de una generación que atizó la exploración creativa de la cerámica en la isla. Entre estas ceramistas modernas, despuntan Toni Hambleton, Susana Espinosa, Sylvia Blanco y Lorraine de Castro. Es importante resaltar que, a diferencia de otros medios, en los que las mujeres se debido forjar espacio y visibilidad ante el dominio patriarcal de las artes visuales, el establecimiento de la cerámica como arte fue un proceso igualitario, y en ocasiones, liderado por las mujeres. Considerando el vínculo histórico que ha unido a las mujeres y al barro, no es casualidad que durante los orígenes de la cerámica artística descollara la presencia de ceramistas pioneras.

La exposición colectiva Sustenta revela cómo las artistas puertorriqueñas exploran distintos acercamientos para atender las inquietudes en torno a lo doméstico y el cuerpo mediante la relación perene con la cerámica y la alfarería, influidas por el mundo actual. Alice

Andrea Pérez Caballero, Ocupar(se) (2022) Bucle de video, 1:29 minutos

Chéveres se vale de la mitología indígena —mediante la representación del murciélago como el ánima de los difuntos en El murciélago y la infusión de espíritu a los objetos creados en El alma del artesano— y técnicas ancestrales de alfarería para meditar acerca sus facetas como madre y artista con una identidad nativa. En cambio, en la obra La purga: sin parangón, Zuania Minier juega con la figura de la Virgen María, estatuillas imprescindibles en los hogares católicos, para reflexionar acerca de los ideales que rigen los comportamientos de las mujeres en las sociedades cristianas. Minier deforma la imagen en abstracciones orgánicas para simbolizar las maneras en que las mujeres rompen estereotipos en búsqueda de agencia personal. Por otro lado, en el vídeo Ocupar(se), Andrea Pérez Caballero se enfoca en la corporeidad del proceso de creación en sí, la materialidad del medio y el cuerpo como hogar realizando un performance al modelar el barro con su cuerpo. Asimismo, en Panal de espirales, Elizabeth Robles busca la reconexión comunitaria mediante espirales de barro que evocan al paisaje y las curvas corporales, bañados en miel sanadora. En Bulbos, Tisulares y Jardín orgánico 3, Dhara Rivera se vale del minimalismo y la abstracción orgánica para homenajear a las plantas, elemento ubicuo en nuestros hogares. Rivera deriva inspiración de su propio entorno doméstico estudiando y representando múltiples formas vegetales, desde los esquejes a las inflorescencias. La artista inserta el elemento de la luz, esencial para la vida vegetal, incorporando focos en su trabajo. Por otra parte, en Fachadas, Daniela Roselló Ledesma habla del hogar desde el deterioro. Roselló Ledesma crea fachadas de casas pueblerinas, cuyos referentes arquitectónicos son tan familiares para les puertorriqueñes. La exposición a los elementos es parte de las capas de contenido que se generan en esta obra de arte. La naturaleza y el azar crean una pátina, comentando el abandono gubernamental, la migración de los puertorriqueños por las

Elizabeth Robles, Panal de espirales (2020) Escultura-ensamblaje. Cerámica (construida y esmaltada a mano) y miel de abejas sobre bandeja 39.5 x 29 x 23.5”

Dhara Rivera, Jardín orgánico 3 (2022), cerámica stoneware, pintura bajo cubierta (underglaze), bombilla y cable eléctrico, 10 x 6”

condiciones insostenibles del país y la desolación personal. Esta exposición muestra cómo las artistas continúan empleando la cerámica como un medio para establecer diálogos complejos y diversos entre el barro, lo doméstico y el cuerpo. Igual que las mujeres y las personas feminizadas formaron vínculos con el barro, así estas artistas contemporáneas entablan una conversación con la genealogía de ceramistas que les antecedieron y con el mundo que les rodea.

Bibliografía

Expósito Sánchez, Daniel. La estética del barro. Orígenes y desarrollo de la cerámica contemporánea en Puerto Rico. 2015. Universidad de Granada. Tesis doctoral.

Vega Arena, Iraida. “Las mujeres artesanas y la reproducción de la ideología tribal, de la etnicidad y de la identidad étnica a través de la alfarería”. 6to Encuentro de Investigadores de Arqueología y Etnohistoria. Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2009.

Vicentelli, Moira. Women and Ceramics: Gendered Vessels Manchester University Press, 2000.

Artistas Alice Chéveres Zuania Minier Andrea Pérez Caballero Dhara Rivera Elizabeth Magaly Robles Daniela Roselló