Ediciones FUNDECEM / Antología noveno festival mundial de poesía

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no ANTOLOGÍA FESTIVAL MUNDIAL DE POESÍA

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FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO CULTURAL DEL ESTADO MÉRIDA (FUNDECEM) MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA


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© ANTOLOGÍA 9no FESTIVAL MUNDIAL DE POESÍA Maholy Plaza (compiladora) © FUNDECEM / MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA Gobierno Socialista de Mérida Gobernador Alexis Ramírez Gabinete Ministerial del Poder Popular para la Cultura - Mérida Director General Genrry Flores Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida - FUNDECEM Presidente Pausides Reyes Plataforma del Libro la y Lectura MPPPC Coordinador Simón Zambrano Unidad de Literatura y Diseño de FUNDECEM Ever Delgado Editor Gonzalo Fragui HECHO EL DEPÓSITO DE LEY Depósito Legal: LF49120138002145

Mérida - República Bolivariana de Venezuela Junio 2013


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EL DÍA QUE COMENZÓ A NACER LA POESÍA Antología del 9no Festival Mundial de Poesía

“El día que comenzó a nacer” Enrique Hernández D’ Jesús

La poesía es comunión. Durante 10 años en Venezuela se ha venido realizando el Festival Mundial de Poesía. Un Festival organizado por la Casa Nacional de Letras Andrés Bello y que ha resultado ser un lugar de encuentro para cientos de poetas venezolanos y para un gran número de poetas invitados de otras latitudes. Durante 10 años, en todos los estados de la patria, en cientos de municipios, y en Caracas, se reúnen poetas populares, académicos, publicados, inéditos, voces de Venezuela y de diferentes partes del mundo, para compartir la fiesta de la palabra y de la amistad. Para comulgar. En Mérida, durante todos estos años, el Festival Mundial de Poesía se ha realizado de manera coordinada entre el Gabinete del Ministerio del Poder Popular para la Cultura y la Fundación para el Desarrollo Cultural, FUNDECEM. Durante todo ese tiempo también hemos adquirido el compromiso de publicar, al finalizar cada Festival, un libro con un poema de cada uno de los participantes que se ha convertido en una especie de Memoria Poética del Festival. Este año la Antología del 9 Festival Mundial de Poesía en Mérida, que bien podría llamarse “El día que comenzó a nacer la poesía”, a partir de un verso del poeta Enrique Hernández D´Jesús, el homenajeado nacional, reúne a unos 80 poetas venezolanos y a la poeta curazo-


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leña Myrurgia Mutueel, invitada internacional en nuestro Estado. Los responsables de dar voz poética a esta novena edición reafirman la dimensión real del compromiso que tenemos los venezolanos y, en especial los merideños, con el Festival y su registro formal. Este ejemplo de dedicación y participación manifiesta la transcendencia que tiene el Festival Mundial de Poesía en nuestra ciudad. Es por eso, que la compilación, edición y publicación de esta Antología se hace como una especie de reconocimiento a todos aquellos poetas que decidieron reunirse, festejar y compartir emociones, sentimientos y expresiones alrededor de la palabra. En esta oportunidad, el viaje inicia su trayectoria con estilos de versos diferentes, íntimos y atrevidos; los enunciados nos permiten atravesar espacios volubles e informarles, arrojando así al lector a una nueva y conmovedora dimensión. El camino es trazado y dibujado sobre una base de sentimientos que recorren el amor, la alegría, la tristeza, la existencia, la naturaleza, el deseo y en algunos casos la nostalgia por la pérdida de aquellos que ya no están. Ya la mesa está servida. Para que la comunión sea total sólo falta un invitado: El lector. Maholy Plaza

Compiladora


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TIERRA Adriana Amaya Amezquita

Paz ancestral atrapa los sentidos al punto de extasiarte o dejarte casi inerte. La invasión de Europa nos ha consumido, nos hizo olvidar que el estar desnudos tiene sentido. Amo llevar los pechos descubiertos, lamer el piso con mis dedos o pastar entre árboles desnudos. Me encanta ver cómo drenan mis aguas de entre las mantas escuchar el llanto de los niños cuando caen al aposento hídrico. Me encanta todo, Pero, todo de ti, madre, tierra.


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PRELUDIO Alejandro Zambrano

Cuando escucho hacia lo profundo y no puedo encontrar sino silencio, busco de nuevo entre mis apuntes a ver si te consigo en melodías. Pero ya ni acordes quedan, ni letras ya no entiendo, ni puedo decir que esto es mío, que te tengo, se han ido lejos tus notas, tus cantos, sólo me queda el gris de mi manuscrito para un libro de partituras vacías, en el que un tordo en las tardes lee y canta una armonía en donde, silencio tras silencio, se inscribe tu recuerdo.


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ES EL REGOCIJO DEL TIEMPO Y EL DESCONCIERTO Alexis Vázquez Chávez

Que no callo porque vivo con todo y nada Que la razón tiene pretextos poco prudentes Y aún, en las piruetas del vendaval Revivo escaramuzas con los fuegos artificiales Cuando es la penumbra más volátil que la duda En el coraje del trabajador consciente de su acto Contundente entre los pájaros al acecho Que deshacen y picotean el polvo del asedio Para levantarse vigoroso y fértil Después de la temporada de los veleros En el mar del desvarío y de la euforia ¿Por qué no transformas lo insuficiente? Rema y avanza, entonces vuela Debes darte prisa porque corres en la llanura En este momento mira rápido a los lados del ojo A la apariencia de los sentidos y la conciencia De la realidad en el canto del gallo Y del gato que sutil avanza Cuando los pescadores del silencio invernal Apuestan por la hoguera Cuando la siega del trigo en el páramo Es la cosecha dorada de las bestias que circundan Los agujeros de la gresca entramada en las nubes Del cielo amarillo y el sol azul del cereal rojo de ocho estrellas Es un repaso a la amistad con la mano fraterna y la mirada tenaz.


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HABLA LA SIERRA NEVADA Ana Dezeo

Observé cómo te fastidiabas por el calor imponente y quise menguar ese hastío nevando mis picos florecientes. Pero que desengaño tuve cuando vi que te abrigabas rechazando la calidez del frío que yo te brindaba. Entendí que no te comprendía pues el calor te incomodaba y el frío te estremecía. Pero sentí gran alegría cuando miré a tu alrededor y vi como otros andaban como Dios los creó. Cuando me veas vestida de blanco dame las gracias mi amor yo lo hago por ti para quitarme el calor. No contamines el ambiente del que yo me sustento


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para ser felices todos y vivir bellos momentos. Cuando me veas nevada salta, no te pongas abrigo y verás que como yo estoy contigo, tú también estás conmigo.


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XXXIII Andreína Pérez

Comiquitas, dibujos con forma de mensajes amorfos embrutecen a los chicos, enriquecen a los grandes estimulan sentidos superfluos adormecen el renacer de las ideas de los niños, los brillantes del mañana cual bar de mala muerte bohemia donde lo que brilla se opaca lo que se opaca se oscurece cual pasión de enanos prostíbulo de Blanca Nieves ensordecedor de ideas terminal de alegrías fin del sueño, de la infancia muerte de la hoja que no renace comer el trozo de carne cruda e intentar volar.


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POEMA 376 Andrey Quintero

A modo de reclamo post meridiem he despertado más tarde que las aves no me anuncié con frases de buenos días ni estiré mi cuerpo... A pesar de las erecciones matutinas!!! Fui con el desconcierto de quien despierta del sueño de mil días del sueño de mil hojas del sueño de mil soles ahora estoy con el desmán de mil noches en desvelo a modo de reclamo fui ahora...


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TRAZOS Ángel Francisco Peña Carmona

I Entre juguetes, payasos y golosinas se marchó mi niñez tras mi inocencia luego tracé caminos para guiar mi vida ya al final de mi linda adolescencia. II Tracé el camino más hermoso que un ser traza el de adorar a Dios nuestro señor tracé el camino de la amistad y del trabajo y con paciencia tracé el camino del amor. III Por el camino que tracé para el trabajo no me hizo Dios a mí un hombre de dinero mas si tengo hoy el pan de la vejez el pan que por decencia hay que darle al visitante y el que por amor a Dios hay que darle al pordiosero. IV Por el camino del amor vino a mí una mujer con el corazón más lindo que una estrella que en el murmullo de su oración siempre la escucho cuando le pide a Dios por su hogar, por sus hijos y por mí para luego pedir humildemente a Dios por ella.


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V Por el camino de la amistad voy a decirle no fueron mis trazos de ayer los que fallaron es la ingratitud que hay en los seres que hasta mi humilde amistad la traicionaron. VI Y aquí voy por el camino que tracé para amar a Dios con la fe y con la esperanza de encontrarlo porque Dios nos hizo libres para amarle y cada quien tiene su forma de adorarlo.


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ELA Ángela Linares

Ela es una niña morena… morena… serena… Morena y serena la luna llena… y mira lo que hace con las mareas. Ela es una niña marrón Si… Marrón… Cimarrón como éstas tierras… Cimarrón como la panela… Dulce, oscura y revuelta… Ela es como la panela… pura, natural e insurrecta Procesos de refinamiento le han quitado parte de su esencia dejándola blanca y huérfana… Ela es una niña huérfana Adoptada por un sistema que la vende… Que la niega… que la irrespeta… Que le corta la lengua… Que pone cadenas invisibles en sus piernas… Pero que no ha podido arrancarla del tambor que mueve sus caderas


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Ela es un pedazo de Venezu…ELA… Un pedazo de VENEZUELA

Una niña sin lengua materna, Que ha encontrado la manera de hablar, sin ella…

O loloo… loeeee… o lo leeee… loaaaa, O loloo… lo eeee… o lo leeee… loaaa

Un pedazo de Venezuela que suena Profundo, antiguo y dulce Como la panela Malembe

Malembe

Malembe

no má!

e E E E eeea e E E E eeeea Malembe Malembe Malembe no má!… e E E E eeela e E E E eeeela.


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LASCIVIA CUBISTA EN TRANVÍA ESCANDINAVO Carlos Danez

A Valmore Gómez

Sentada va la actriz en el tranvía y con la melancolía de una página en blanco da reposo a sus ojos mirando como a copas impecables el sonido que por cadencia sosiega sus piernas o las acompasa en sus formas sentimentales. Ella es el cisne simbolista la alfombra de nieve en la noche desplegada. Enceguecida por la ventanilla se arroja a los brazos desnudos de los árboles negros en la siguiente estación continuará sentada a la espera de su actuación quizás sea cálida tal el frío y se eleve como los fuegos artificiales ahí va en el tranvía ansiosa y profusa tan estéril y pura como una sinfonía blanca inútil y bella la actriz impasible lleva en un cruel silencio el velo


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puesto delante de su alma obsesiva le destaca la figura física sobre la dimensión del poema. Ella es sugestiva al leerlo sobre el escenario añora y caracteriza. Ella va en el tranvía sentada sobre el misterio ardiendo triste trinan tras ella flautas ésta sí es su parada pero permanece vaga en el dintel de su papel ahora se humilla para que los deseos conjeturen sobre su rostro sensible y seduzcan con tonos para la voz cuando pronuncia parlamentos la representación se acaba y me bajo en la próxima parada estoy confuso y saciado.


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FINAL Carlos César Rodríguez

Se me mueren los versos. Gota a gota las sílabas palpitan con un lento latido doloroso. Una serpiente amarilla de sol en rayo vivo me clava su puñal, me crucifica las manos en el aire y se va por el bosque en fugitivo camino rumoroso. Se me mueren las manos. Ya las últimas nubes arden en el ocaso y la ceniza gris se va esparciendo por la salina blanca, por la luz del agua y por los montes de piedra y de cardos. Pasan sobras de pájaros. El viento se muere entre los árboles.


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SOY Carlos Pérez Mujica

Para la arena de reloj Soy sólo recuerdos Para las telarañas De la memoria Soy sólo una tendencia Para la lengua que Me nombra Soy mil picaduras de Avispas Zahirientes Para las palabras Soy sólo palabras Para las esquinas Sepulcro blanqueado Por el sol De las ideas proscritas Y de la resignación Callada Un toque tangente Sesgado Al borde De la evasiva vida


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Soy todo eso Una suma de cosas Una encrucijada Un tiempo que No entiendo Que no logro pensar Soy un acto de futuro Que de tanto analizarse Se quedó en el pasado


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Carmen Elena Angulo

Mirándome en tus ojos, me lancé a vivir de nuevo, en lo dulce de tu miel, envolviste mis recuerdos, tu aliento es mi fuente, y saciar mi sed quiero, por el resto de mis días, sin saber si eres sincero.


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CANCIÓN DE LA VIDA ANÓNIMA Daniel Arella

Hay días, hermano, en que la nada acecha criminalmente y son días como barrancos como si uno fuese una mula de soles un mamalogos en bruto; y a uno no le queda otra cosa que trepar la montaña con la jeta con la jeta bien abierta hacia la cima y los dientes apretados duro duro contra las piedras a ver si es verdad que existe algo más allá del grito que no sea el silencio. Hay días, hermano, en que la nada acecha criminalmente y son días como si a la sangre le hubiese dado parkinson de pronto y a uno no le queda otra cosa que fumarse los órganos en una lata con los mendigos del tiempo a ver si es verdad que existe algo más grande


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que la miseria. Hay días, hermano, en que la nada acecha criminalmente y uno se halla de pronto detrás del mundo detrás de todo como en el solar del mar dándole kerosén a los ángeles a ver si es verdad que existe algo que le duela a dios.

Hay días, hermano, como hoy, que la nada es un crimen perfecto.


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BUSCO Daisy Margarita Boscán Castro

Cuando dijiste…adiós Sentí como cuando En una casa vacía Suena la puerta del frente Que se cierra para siempre. Cuando dijiste esa palabra Tan corta y tan eterna Interminablemente Infinita… Sentí que todo el Universo Caía sobre mí El piso se diluía Y el frío bajaba todo De golpe Desde los picos nevados. Busco en los extraños Tu mirada, tu risa Se convierte el horizonte En un paisaje Donde no encuentro nada…


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Diego Vivas

Principio de contradicción: ahora no estoy leyendo; Esto es un poema. Pienso reproducir tautologías, principio de identidad, p es siempre p. La p ahogada en el río de Heráclito. P no es S, ahora leo que ahorita no estoy leyendo, tercero excluido. No se puede decir que no hace algo, cuando ese algo se está haciendo, principio lógico. -No estoy leyendo –Mientras, leo un poema que no es un poema. John Cage 4’33’’ Una galería desnuda Un libro destilándose Ian Wilson entrega un certificado Dos sillas vacías, Un muro de ladrillos El límite de lo declive Toda escritura es un poema Toda escritura es un anti poema Toda escritura es una anti escritura E es P P es A

E P

E es A

A


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DELIRIO: TANGO Eduar Briceño

Cada tango parece tener más vida que la mía. Cada nota de Bandoneón. Lluvia, café, cigarrillos, libros, qué sé yo, matan mis noches. Tango que flagela, maldito nocturno como siempre. Pasearme de lado a lado con toque de milonga, desvelo canto, canto, canto. Rubén Juárez rompe mis últimas copas, Bukowski y sus minas robando versos y poemas, bailando, bailando. Locura que brota de la sangre, sangre de tango, de vida, sobre todo de vida que ya no tengo. Brillo húmedo del asfalto, toca a mí a puerta, muerte, muerte que empaña mis ojos abraza mi cuerpo y arranca este tango que está entre pecho y espalda, Arranca alma, tripas, hígado, pulmón. Ultima copa de veneno, placer maldito, veneno, tangos del alma, bandoneón y yo.


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Teoría de la tarde Ever Delgado

Sabemos a ritmo de fruta que cierta sed o hambre se calma con miradas algunas veces con palabras que se siembran Las primeras líneas no tienen ruta a ratos se adopta la imagen de la sombra o de la luz todo depende de lo que se haya heredado en la mirada y lo que sea capaz de transformar el silencio.


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Emad Aboaasi El Nimer

A Palestina No hace falta crema facial para humectar la expresión del olvido de quienes le tocan el Dirbekki a la lluvia y los que le sacan las garrapatas a sus camellos Los diastemas de la dentadura racial los separan los alejan Sin embargo la alambrada en la boca los hace sonreír unidos Entre caries y fétido aliento opresor el amor beduino bambolea como papagayo En las arenas del desierto se amalgaman abismos que desgranan sus ilusiones sin desdentarles la conciencia No hace falta untarse de nada para ocultar la piel del cocodrilo Que cada cual sienta la gotera de su casa cuando llueve


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Que cada cual combata a las serpientes de la discordia Que cada cual asuma su libertad para amarrar el olvido en medio de la tempestad de vivir el desamparo y la orfandad de la justicia


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PARA TI MUJER Flor A. Palma C.

A ti mujer, capullo en flor mañanero Mujer la niña de ayer Mujer has crecido en silencio Arrebatándole al tiempo el mejor momento Mujer… Despertando a la vida de sueños y de amores. Cual quimera quizás de mil colores Mujer en los brazos de Morfeo Valiente… Aferrada… Dicen que… Que empezó temprano, a la pura idea de ser madre. Recorre las esquinas y suburbios Frente al mundo trae el hijo en brazos Captura ahora los momentos más sublimes Madre que amamanta el hijo de sus entrañas Madre con escasa posición o de riqueza Madre en el rancho con la lata de agua Bajo el abrigo de un cartón… Del cine o del invierno. Es la amalgama es Su tesoro… El hijo blanco o también el negro Madre… Despierta cuando tiembla el barrio La misma que es feliz en ese infierno Que comparte una arepa… Una sonrisa. El beso lisonjero… Tal vez la despedida Madre… Ante su hijo enfermo… preso


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O en el momento más crucial… Su hijo muerto Pero ante todo… Madre… ¡¡Como cambió tu vida!! En el pasado y el presente. Eres eso!!! Solamente Madre!!!


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CANTO SAHARAUÍ Fran Romero

Como brotes de té razones tengo para del pecho colgar la rabia de la injusticia que oscurece en llanto rojo al Sahara occidental. De las riveras del Saguia a los confines de Rio de Oro en tus húmedos pastizales el viento recoge voces del pueblo que cual orix del desierto canta plegarias de ¡libertad! Indignación saharaui inmensa como el desierto, profunda como la mar dos mil setecientos metros de infamia, engaño y traición vierte sangre en suelo patrio dividiendo a la nación saharaui causa eterna de Mahfud Ali Beiba bereber es la palabra ¡libertad! Murió Luali enarbolando de combate su bandera veinte mil voces entonan canticos sobre la mar a las orillas del Jaimas flores hay para sembrar por cada mina una flor por cada llanto un cantar. Canto Saharaui mártires de Jat Ramlá! Lebalia y Anish son tus besos acacia tus oraciones el tidinit y el t’bal latir de los corazones los lamentos, los dolores


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vislumbran el parto patrio. Los veinticinco enjuiciados despojados de sus alas no les impiden volar, fuego eterno la lucha de Nayen El Gareh y Said Dambar Gdeim Izik campamento de la dignidad aún sus muertos van gritando ¡Libertad! Canto Saharaui alas de la paz! Resistencia Polisario que en los barrios de tu pueblo corazones subversivos se multiplican por mil rebelde Casa de piedra, insurrecto Maatalá. No habrá muros de vergüenza, alianzas de poderosos e imperios, mercaderes de la guerra, ni la infamia marroquí que impidan a la alborada anunciar tu ¡libertad! ¡La badil La badil en tagrir el masir! Canto Saharaui flor de la dignidad! Canto Saharaui sol de la soberanía! Canto Saharaui canto de Libertad! ¡La badil La badil en tagrir el masir!


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UNA TUMBA EN EL BOSQUE Gabriel Mantilla Chaparro

III Dormirás, mientras velo tu sueño Cuidaré tus retratos, tus cosas antiguas Seré la muralla de amor que te guarde El amante enloquecido No más desierto ni vergeles en ruinas Ni callejuelas ahogadas Por la miseria y el miedo Será nuestra esta soledad de elegidos Oiremos el aullido de los lobos La silenciosa nieve cayendo Ante la viva mirada de nuestros halcones. IV En este lugar moriremos un día Y ninguno estará lejos del otro De nuestros cuerpos nacerá un árbol, una sombra amantísima Y el viento susurrará nuestros nombres Amada, estoy ebrio de ti Tu alma es un bajel de oro Una hermosa ciudad desconocida En la que soy el único transeúnte El más


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CANTO AL CAMPESINO Gilberto Cedeño

Campesino de mi patria Que trabajas con amor, para arrancarle a la tierra el fruto de tu sudor… Trabajas de sol a sol para ganarte el sustento Y olvidas con tu trabajo tus penas y tus lamentos… Hombre de trabajo duro hombre de manos callosas, hombre de corazón puro y el alma llena de rosas… Hoy canto a ti hermano del campo. A ti, que debemos tanto, que con tu esfuerzo y tesón produces todos los frutos que alimentan la nación. A ti, que cultivas la tierra y siembras en sus entrañas el futuro de mis hijos y la esperanza del mañana.


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Ven, con la frente muy alta para estrecharte la mano. Porque tú eres campesino Orgullo Venezolano.


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COMO LOS LEONES Gonzalo Fragui

Quiero amarte como se aman los leones Por eso dejo huellas en los caminos Marcas en los árboles Y mi olor entre los matorrales. Quiero amarte como se aman los leones Ya sé que me vigilas que olfateas mis pasos que amamantas tus cachorros para despedirlos que calientas el lecho y el zarpazo final. Quiero amarte como se aman los leones Por eso guardo fuerzas para cuando regreses y tu cuerpo nos salve en noches y días intensos de la inclemencia del frío. Quiero amarte como se aman los leones Yo sólo espero Los pájaros traerán noticias.


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Guillermo Altamar

Aquí en esta palabra incipiente Se fecundan las voces contra los laberintos El canto de la victoria y el lamento de la derrota Esta palabra que se forja en el fuego de la memoria Alberga el canto de los seres divinos Y el delirio de la muerte cuando pierde su brújula. Aquí entre los espasmos y temores Yace la palabra con la tierra Esa tierra que albergó los pasos de libertadores y de traidores Aquí en esta palabra incipiente Se alberga el gélido invierno y la primavera de los encuentros Aquí se anidaron los zumbidos de las balas buscando futuro En esta palabra se anidan los versos de mis amores fugaces y perpetuos De los intentos y los abismos El advenimiento de cualquier fantasía De cualquier gesto hermoso y sus banquetes de besos Esta inquieta palabra que puebla mis venas No se reserva el derecho de admisión Solo se junta con tus manos, en el milenario ritual donde se hace el amor.


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EN EL UMBRAL DE LA DESPEDIDA –II Gustavo Marcos Bazán

Estoy vendiendo todos mis recuerdos: mi soledad, mi angustia, mi esperanza, he colocado precio a cada cosa que para otros no vale nada. Cuatro monedas por mis sueños tres por mi ansiedad desesperada ¿Cuánto da usted por esa foto? ¿Cuánto por aquella carta enamorada? Pase, revise, observe mis despojos; esa es la cuna de la que le hablaba; ¿Cuántas noches dormido habré pasado? ¿Cuántas allí me desvelaba? Ya no tendré donde caerme muerto, ya no habrá cobijo, ni posada y hasta las chancletas de mi viejo caerán en la hondonada Todo se lleva el tiempo, y la distancia ya no sabrán donde encontrarme..., cuando me vaya era una hermosa historia que vivía en esta casa....


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BIG BANG Gregorio Suárez

Tu cuerpo sobre mi cuerpo fue un azar una perversidad del tiempo desde aquel sueño tan cercano al antisueño. Detrás del oficio solar imagino mis formas y mis lágrimas hendiendo tu desnudez tu génesis. No hay otro cuerpo otra flor a media noche que abra el brillo y el silencio la tristeza el pecho febril el barro el engaño la ternura la fuente de las palabras. Soy el chirrido de pan por salir a la euforia el saludo alveolado de sangre la ración de nostalgias y esperanzas el sapo estallando justamente en el centro de tu fantasía.


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(…)Y LA LLUVIA CONTINÚA Gyglia Morán

Gota a gota se distiende mi cuerpo en un recodo de felicidad Llena la paz mis sentidos y mi andar... Remonta el amor con gloriosa llegada recargando mi sentir, mi pensar, mi soñar…. Recreo mi voz con un canto suave que denota goce, triunfo, libertad…. ...y la lluvia continúa, refrescando la tierra que se abre a mi paso, apaciguando mi calor nocturno, regando las flores que brotan de mí pecho sosegado....

ENEIDA


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Héctor López

Sobre el horizonte Míticas figuras protectoras como Miguel… En el cielo permanente de muerte y resurrección ciclo de vidas, nacimientos y muertes. Se va el abuelo llega el hijo. Como antes se fue la abuela y llegó el hermano… De la geografía ya no sé. Del tiempo, fue anterior en un espacio cargado de calor y casi sueños (esos llegaron contigo). Antes sólo existía el puro trabajo. Allí sólo había historia mínima y tradición, costumbre polvo del camino, sacrificio y calor de llano inmenso con tigres y ríos como culebras amenazantes. El barro era una casa, un ladrillo, una cerca todo fue natural. Los amores como siempre marcando el vaivén del destino y llevándonos por donde no esperábamos. Recoger lirios o vuelos de aves claro que siempre estaban, desde entonces, los sueños y el trabajo. Y el carácter como forma de ser, también hereditario nuevos horizontes, nuevas tierras era necesario que se abrieran y allí tú la pionera… Con cosechas en febrero, marzo y septiembre cada una con sus frutos y sus dolores de horizontes. Lejos están, ahora los ríos, los tigres, las culebras, los animales que cuidar, los obreros que atender,


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las casas y patios que limpiar, tercamente. las plantas que cuidar. Aquí no se cultiva el verde Madre ni nombres míticos, ni pasados perdidos en el horizonte, con abuelos mágicos. Aquí sólo reina la palabra y el comercio, y titila a lo lejos la memoria fija en una casa, inexistente, en cruce de camino, en La Horqueta entre Morrones y Mata de Auyama a la entrada del Olvido. Más allá el Banco y botucal. Yo sigo aquí madre más allá de los campo de Guanarito montaña adentro. Viviendo en el frio, con este cultivo de sueños que un día me regalaste. Casi tengo otro manojo de flores y frutos entre las manos: que te brindo. Al frente, un horizonte cargado de vientos y aromas con memorias y rostros como flores vivas. Como no llenar de nostalgia la boca con las frutas encontradas en el camino de Guanare Viejo, el reposo en la vía de la Cebereña o esas fiestas… encendidas del palmar. Todos los nombres… los dulces ya no están madre tampoco las tradiciones y muchas amistades se han ido… por rumbos de olvidos y yo sigo aquí cantando ese mundo que me regalaste. Ahora las nubes se mueven y yo sueño con la tierra de los abuelos.


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EL BOSCO Hermes Vargas

El cuadro ve al ojo El ojo mira al cuadro Ambos se encuentran En un punto Tenso Donde la mirada del ángel lo ordena todo


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DUELE ESTAR DE RODILLA ANTICIPADA AL DESAMOR Jasmil Mendoza León

Para Angélica María C. Hay un hombrecito verde bailando en la ventana, con su sombrero cónico deshaciéndose en burla. Se juntan todos los “enanos sajones” cual sayones para vencer en Irak la estirpe de Saladino Primero. Aún duele esta rodilla anticipada al desamor y arden las plantas de tanto desandar hasta ella. Una de las hijas se levanta en las noches y acaricia mi pelo pues me percibe enfermo. Este ha sido un año de derrotas, pero sigo escribiendo para no espantarme.


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SAETAS EN FUEGO Jorge Agudelo

1 En fragmentos que uniéndose conforman la luz eterna se van ordenando mis ideas y mis sueños. 2 Tal vez porque soy simple mortal quizás porque de ella aún las manos la mirada persuasiva el primor alado de sus labios sucios el candor omnisciente de su piel sucia hiperviven en mí desde que en mí despertaron. 3 No sé qué mañana sucedió esa distancia tampoco sé qué río en ese momento llevaba una creciente de guirnaldas o si el mundo tenía la idea de renovarse sólo sé – lo aseguro para no sentirme culpable que hubo un segundo para mi corazón cuando ella entró con su paz y su voz a mi ser.


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4 Otras imágenes pasaron por mi mente. niños leyendo historias tristes y aves aleteando cerca de mí. 5 Cargaban en un cántaro sus rizos como si de verdad el viento fuese el culpable.

6 Fue allí en ese idilio del silencio con el viento cuando supe – o tal vez construí la mano maravillosa de una mujer hermosa metiéndose silente por mis poros y dedos por mis entrañas y líos de sapiencia a mi ser.

7 Es por ese entramado de acontecimientos en tan solo un instante de su historia que he descubierto en mí por el tintineo de mi sangre cuando se me acerca o la recuerdo por el tiritar de mis venas cuando la veo arrullada por el viento que estoy regresando a la vida y puedo renacer.


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LA SUICIDA DE LAS MEDIAS AMARILLAS Jorge Piñerúa

Calles de asfalto donde se abortan los sueños tarde solitaria de domingo cualquiera En la cocina la olla balbucea vapores de espaguetis. El poeta duerme la ebriedad del festival embriagado de licor y versos liberados con una fulana de medias amarillas La tarde conjuga al verbo en perfecta simetría con el universo El cigarrillo se consume en los dedos como el tiempo La muerte pierde terreno La suicida de medias amarillas interrumpe su ceremonia para otro día aferrándose a los placeres de la vida.


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A LA MUERTE DEL VIENTO José Antonio Escalona Escalona

Baldía y, sobre todo, triste, la existencia del viento que no pasa entre los árboles, ni acaricia las flores ni esparce los aromas. Que no hace sonreír el rostro vivo de las aguas corrientes o extasiadas. Que detiene el destino de los vuelos y obstruye los espacios del sonido. Fatalmente la parálisis del viento haría perecer toda armonía y las fragancias todas de la tierra. Silenciaría el diálogo entre el hombre y el mundo de las voces naturales. ¡Qué soledad de espanto la del viento si se quedara inmóvil para siempre! Qué inverosímil símbolo perfecto de los múltiples rostros de la muerte


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EL HOMBRE CIBERNÉTICO José Carrillo Fandiño

No hay amor en su corazón ni lágrimas en sus ojos ni oxígeno en sus pulmones ni sentimientos de lealtad, dignidad, solidaridad, en su conciencia, sólo un helado frío recorre su cuerpo y su alma habla y consulta a la máquina. Cuando se enferma no va a donde el médico, la máquina le examina el cuerpo, el alma, la sangre, la orina, las heces y en un dos por uno le entrega el diagnóstico que le dice dónde está el mal y qué medicinas debe tomar. Se baña y se cepilla con rayos ultravioleta. Su conciencia está teledirigida. Come, se reúne y analiza con la máquina, no hay antagonismos ni contradicciones. Oh, Dios padre mío, aparta de mis ojos ese cáliz que sólo es un zombie.


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José Gregorio González Márquez

Vierte en el cuenco de mis manos tu mirada para que se inmolen las heridas y desaparezcan las sombras. Rompe las fronteras desplázame hasta tu piel usa un torbellino de mariposas que rodeen las ínfimas ventanas por donde escapan mis caricias. Reinventa mi voz cansada para que se prolongue en la oscuridad y despeje las noches de ausencia.


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ELEGÍA A LA OSCURIDAD José Javier Malaguera García

¡Demonios! Se fue la oscuridad. Gorka Romaniev

I Así que esto era oscuridad un cielo estrellado en la ciudad un pavimento negro como la noche en que está sumido una gama diversa de colores nunca claros y desconocidos te extrañaba oscuridad. II te acabas de ir la de siempre llegó y no pude apreciar lo bello de una noche natural Ahora escribiéndote una elegía tu enemiga se volvió mi pérfida aliada. III Absorto en el ordenador te extraño, oscuridad amiga que viene y fugazmente se va…


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CANTOS DE LA ALDEA José Gregorio Vázquez

III Escondido de mí lejos allá adentro donde no habita sino la sombra Ahí Estoy La luz ha viajado a otros cuartos Yo en penumbras Me busco a tientas y logro reconocer algo de mí entre esta oscurana que no puede desprenderse de mis ojos Cansado de mí viajando a más no poder por entre las paredes


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me sigo encontrando desdibujado sin palabras sólo en silencios mientras llega el nuevo día A cada hora me siento más lejos de mí borrado de toda forma Oscuro en mis ojos deletreo el nombre de mis noches Ojos apagados llanto por el lento caminar que no logro cuando me sostengo Huido de mí más adentro buscando sosiego para descansar Bajo lentamente a la agonía de cada hora que me atormenta sin más


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Me quedo ahí apartado de mí sin mi nombre sin mi sombra a más distancia mientras escucho retumbar en otras palabras los sonidos más cercanos que me habitan.


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TINAJERA José Luis Moreno

A la luz del sórdido muelle Cobijados se han de juntar sublime eco de voces El lino del nervio óptico Susurra nuevamente El vuelo de golondrinas dibuja en ella Risas salteadas en las que suspira El amor por último; una vez más, Ahí estas viéndole sin vacilar Cual salto al verde vacío, hermosa Mujer.


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LAS VOCES QUE ME LLAMAN José Ochoa Díaz

Vienen ligeras en barcas que navegan hacia el sur. Las voces que me llaman hablan de un tiempo donde tú aún no terminas de llegar.


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José Manuel López

La página rota de su cabello oscuro, cerró los ojos En el paracaídas del algodón líquido. En el ruido del algodón líquido al romperse el tímpano de nuestro destino. En la página desvanecida del motor blanco y el aire sostenido por los gritos rojos por las mesas azules. ¿Qué pasó con el avestruz? Detrás de sus rocosas pestañas ojos líquidos como la noche ausente como la noche dilatada suturada en la gota con sonido estrellado. Aquella tarde, destinada a la sangre


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bajada por nuestras cabezas por nuestros ojos, sangre después del cuerpo. Y tú con otro sonido de guitarras vociferantes de tumultos negros. Nuestras pupilas se quemaron, en tu montaña de lunas rojas.


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TERTULIA CON LA MUERTE Juan Ramón Suárez Zambrano

Ya te lo he dicho, Muerte; si observas los avances de Internet, de celulares multifuncionales, computadoras cibernéticas, estaciones espaciales, viajes de sondas hacia otras galaxias y planetas; y de tantos avances … te siento desfasada… ¡Deberías cambiar las estrategias! No puedes continuar desolando al mundo de manera inclemente. Eso de ocupar cuerpos masacrados víctimas de homicidios, suicidios/ tragedias naturales, accidentes de tránsito o muerte natural; ¡ya es pasado de moda, de etapas o épocas obsoletas! una metamorfosis en tu agenda, no te caería mal. Buscar el derrotero de la visita guiada hacia tu senda, donde quien muera, reciba el beneficio de la resurrección -por breve tiempo-


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Julieta Aguilarte

Mueren miles de historias en cada sueño en cada espacio de muerte en cada ausencia de caricias en cada desgarre del alma en los odios infundados en el cuerpo aún sin esperarlos, sin venerarlos guardando atajos para un breve suspiro para una pequeña huida.

Llevo prisa para alcanzar una mirada que me toque que me vuelva de rodillas, que me haga silencio credo, forma, que deje de un lado mis muertes, mis miserias que me aguarde ente la piedad y la locura que desate mis cabellos, mis entrañas, que no deje espacios para después, para posibles que me hable en lenguas, en símbolos, en claves que no me tenga piedad que me vuelva más humana más mujer.


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LA DESPEDIDA Julieta Arella

No era mi angustia, eras tú, perdido de mí en un cielo que ya no es nuestro. No era mi soledad el muro del estío, era el caos de entregarme en pos de ti, olvidándome toda en el llanto ahogado de estos ojos viudos ya de alegría. Devuélveme Oh dios la risa de ayer que sufro la vida. Se detuvo la pureza al borde de tus palabras de hierro oxidado. Me sufro la vida a cada segundo porque me salpica el veneno del letargo. Lo único que deseo es navegar los mares para luego refugiarme dentro de una caracola gigante que me aguarde de por vida. No puedo dormir o acaso duermo. Estoy abriéndole a las costillas de la noche un umbral de recuerdos que se van oscureciendo con el peso de los días. No pude olvidarte porque estoy herida y la herida está abierta llena de gusanos de podredumbre. Quise curarme de mí, porque supe que venía de un sueño tuyo sacado del mar, en donde nos fusionábamos con delfines tatuados de estrellas. Tan segura estuve que eras la cura de mi alma, más supe que el alma no le pertenecía a nadie, ni siquiera al amor que se ensancha en los corazones humildes que reconozco en mi madre, en mi perro, en mi hermano. El alma ni siquiera me pertenece a mí, ni a la muerte, ni al nacimiento; tal vez el alma pertenece al silencio que solo se entiende con la luz y con el viento que se libera a otro viento mensajero. Pero eso lo entendí luego, demasiado


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tarde. Cuando ya toda la ternura de la magia infante me había agujereado los ojos. Involucré toda mi ternura en la dimensión mineral de aquellas tardes en las que te inclinabas sobre mí y sobre el crepúsculo. Yo estaba hecha de acuarela, amor eras el lienzo y el artista, los cielos que en mí pintaste no dejes que se los lleve este manantial inmenso de angustia desgarrada que se dilata con los días. Vendrá el mañana, siempre el mañana acechando, embistiendo diariamente como un ángel de tinta. Quería cantarte mañana bajo la espuma del mar dorado. Quería besarte las manos de gusano de seda. Con holgura llevas contigo la esbeltez del último y más puro deseo de este corazón descarriado. Mañana, ya no tengo. Mañana ya no quiero. Recuerdo que te conocí en aquella tarde vestida de lirios. Tarde quebrantada de tanto sol en la que tocaste la sombra de un arpa. Hablamos de bebedizos, de cántaros, de esencias, de ramas agrias y benditas. Yo te escuché tan suave, tan próximo al sentido de la palabra primera, sin letra sin ritmo, sin tiempo. Supe que eras un niño resistiendo. El muchacho de nombre bíblico tiene una luna en un diente, su sonrisa asoma un paraíso fértil. Sus ojos de jaguar Olmeca hacen que vea la tierra, el maíz y el semen. Decidí amarte. Una gran canción tiene que tener grandes intervalos de silencio. Lo vi antiguo y lo vi llanura y sol por cielo. Lo vi parecido al agua. Hasta el alba de ternura quise amanecerlo.


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Este hombre al que yo vi pájaro se fue caminando hace algunas mañanas supo que volar no era suficiente. Se llevó sus amuletos bajo la piel. Y sin saberlo siquiera me ha dejado sola, enemiga de mi misma, amiga solo de la tristeza y llevo ahora a la tristeza tomada de la mano. Ella ya no quiere soltarme, ella se complace de sí misma y me acuña como en esas horas solas de la infancia, donde la ausencia del padre llovía dentro. La tristeza se hizo mi hermana, la hermanita menor que hay que entristecer para que esté cómoda y contenta.


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LA ESPIGA Karelyn Buenaño

El amarísimo me ama mientras nace; hace de cada vientre que se encrespa un destornillador de la esperanza. Duerme tan allende habla dormido sin reposo y nuestras andaduras vencen alcantarillas por fronteras. Yo la amarísima exiliada de mí por sus insomnios armo en veredas de onoto su posada. El amarísimo, el mío, no me abre sus puertas de par en par si un día las toco: derriba sus rejas, me inventa claraboyas. Sabe besar los valles con la furia natural de sus roturas; sólo anhela quedarse en mí peregrinando. No lo despiertan los perros como a mí, sino los gallos. El amarísimo me sufre mientras río;


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río de las trampas, río de mi sangre, río del pronóstico, río de su olvido. Y, olvidado algunas veces, equivoco el abrigo. No sé querer a mis maridos sino a su sola manera: sin bridas mientras puede, sin hormas mientras viva. Me sumo a su coartada contra las interdicciones: que las lluvias nos amasen y exhorten a los pájaros ay los cueros ay las almas se desloman, se texturan. Errabundo lo adamo mientras ama: cuanto más ignotos y amargos, más amantísimos también. Libro sus ojos desperdigados, sus apreturas, sus planicies. Él y sus ellas, su mundo solo. Me quedo con su apego a las ventanas y el saludable ejercicio de los vinos. Nadie podrá arrancarnos esta saudade bien ganada, bella espiga.


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SUEÑO Karla Contreras

Regresé de un viaje espacial en el cual me topé con seres extraños, hadas, gigantescas mariposas, duendes... transité por un camino donde las flores me guiaron con su luz nocturna, dormí en el regazo de un hermoso Ángel, el que me llevó en sus alas hasta el ser más maravilloso que mis ojos han visto y cuando nos acercamos simplemente desperté.


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DÉJAME SER Leiber López

Déjame ser El aire constante Que vuela y explora, Ese que confiado Decide amarte Y despojarte de todas Las partículas propias De la exaltación, Limpiando tú nombre Con suaves besos Transparentes


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LUNA QUE LLORA Leonardo Delgado

Tú viajas cada día de Mi alma a las estrellas y te vas escurriendo poco a poco en cada acorde de mi guitarra te vas así... como jugando con el viento y debajo… el cielo me puedes encontrar sobre la roca de mi amor que no se ha movido desde que tu corazón decidió partir yo te busco cada noche cada día, cada segundo mis manos entre acordes dibujan tu pelo, tus labios, tu cuerpo tocar esta guitarra es concebirte entre mis aguas ya estoy solo, voy conmigo y la luna detrás de mí llorando los poemas que te he escrito gota a gota cada uno se me arrojan sobre la sombra del alma con tanto para sentir ..Mira esta luna sigue llorando sin ti.


• 72 •

MIRIAM Leonardo Rattia

Ahora emerge de la tierra el olor mojado a ella en abundancia tu ausencia como llueve Música produce el agua al caer gotas transportan la melodía contagiosa al son danzan los árboles. Para que el trino confundido de los pájaros no suene les escucha... nadie como pienso en ti así más llueve... abundante. Preso en mi galpón del olvido te miro y busco te huelo... no a ti... tierra mojada. Sospecho que el recuerdo lejos en tu morada te hace presa de mi ausencia. Puedo controlar esta agonía soñando tú regreso con ironía lo digo por cábala lo pienso. Mi fiel compañera... tú... lluvia mi más viejo amigo ahora el recuerdo


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tríbulo quiero seguir pensando que no es lluvia la que cae o sí... tal vez más no del cielo... de mis ojos. Una y otra vez el espectro de la sombra y la luz me deleitan formando tu silueta cortina de lluvia. Cuando más mojado estoy entre tus brazos feliz sonriendo... cesas tú... lluvia sollozando sin embargo existo... aún... porque te tengo Miriam.


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CHÁVEZ Lenín Suárez Paredes

Comandante, los que vencimos el cáncer, estamos con usted; porque seguiremos viviendo, para continuar construyendo la Patria que hemos anhelado. Pronto llegará la Comuna Universal, sin fronteras, sin razas, sin sufrimiento, con libertad, con hermandad, con amor, sin capitalismo, sin explotación, sin clases sociales, sin exclusión, solo igualdad, solidaridad y fraternidad. El Consejo Médico del Espacio integrado por María madre de Jesús de Nazareth, el Maestro Juan el Solitario y Teresa de Jesús; le ayudarán a sanar.


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Que el Padre Creador le bendiga, le cuide, le dé salud y sabiduría, para que sigas al frente de este proceso revolucionario. Con amor y alegría. ¡Pa´lante hermano!

¡Te queremos mucho!


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CARTA A LOS POETAS Le Comte Bleu D´Austre Solei

Poetas del mundo unidos desde los talones hasta el palpitar de todo su ser caminando con los primeros rayos del sol amado soltando cascadas de sabias palabras calmad la sed del viajero ligero por entre brisas y nubes ante la luna llena danzando con plumaje de Quetzalcóatl vestidos de sedas y dulces recuerdos como un guerrero sin armas tan solo una sonrisa una ofrenda a la madre tierra como el aire, fuego, tierra y agua como poesía de la libertad recorriendo las calles de nuestra América adentro vive como una lámpara


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iluminando las largas noches con un sonreído gesto de sol a luna Poetas que al mundo le cantan su amor por las cosas más sencillas que a su paso encuentran por las calles de la providencia divina poetas siempre escuchando el vértigo de una palabra muchas veces descubriéndose tirada por el suelo otras olvidada en una carta al compañero poeta muchas letras encontradas envueltas en papel de celofán regalos repartidos en todas las puertas del planeta entero por lo redondo de una lágrima derramada por la liberación


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de todos aquellos seres soñadores capaces de vivir amar plenamente un presente en completa forma ejercitando su aireado movimiento con un ejemplo de soltura sin igual viviendo la poesía como un compromiso de alma corazón.


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PEQUEÑA TAZA DE TÉ Luis Guillermo Villasana

Pequeñas figuras humeantes traen tu recuerdo perfumado pequeña taza de té jugando entre mis cansados dedos tu rostro de plata y marfil en el fondo de la taza tu sonrisa de flor en mi memoria mi mirada siempre fija en ti ay pequeña taza de té!! Mi pequeña compañera tráela de nuevo a mi lado háblale con tu aroma abrázala con tu calor deja que tu dulzor arrope sus brazos y tu sonido guie sus pasos tráela de nuevo a nuestra vieja mesa haz que nos acompañe y seamos trilogía de amor pequeña taza de té confidente de mi alma extensión de este amor.


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SI POR QUIJOTES NOS LLAMAN LOCOS Luis Perales

Si por Quijotes nos llaman locos, que nos llamen locos y Quijotes. No importa, solo importa la alegre locura, solo importan los sueños de rebeldes inconformes, solo importas tú, Dulcinea del Toboso, y la guerra a muerte contra los gigantes imperialistas.


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Magaly Acosta

A Zulmida y Clementina in Memoriam

Los ángeles no guardaron por temor a las represalias esa llamarada verde que gritaba ante la luna, esos tus ojos, un solo dolor multiplicado. * Páginas infinitas la pantalla, ventanas vertiendo sólo vacío imagen de Dios proyectado de la nada. * En innominada urbe luminosa, monótona, te hayas, como huella digital inscrita en la pared. * Porque ese ángel desconoce la paciencia acuñaba palabras que ya nunca olvidarías.


• 82 •

* Los ángeles miraban incrédulos en este paisaje la escena de mi no-arrepentimiento con ojos que eran soles y me herían.


• 83 •

EL ÉXTASIS Margarita Guerrero

Es algo así como colocar una vela al lado del amor, así tibio, claro, confortable. Algo así como sonreír Al cabo de la complicidad. Es intangible pero terriblemente placentero. Inconmensurable como cuando los dioses hacen el amor o la guerra. Algo así como hablar ebrio… Ese inmenso placer de hablar ebrio.


• 84 •

DANZA VIVA María Alejandra Belandria

Un vino acompaña mi ser Trasnocha la luz de tu mirada. Deseo que me acompañes en esta Noche fría, Me observes en el reflejo del agua. Esperando la inspiración de mis pasos Dejo tus sentidos en el ocaso. Permaneciendo el frio en mi pies, Las zapatillas caen como anclas. Pétalos de rosas, Corren hacia mis columnas Se apoderan de la desnudez, cuando vuelve La sinfonía de la mañana.


• 85 •

PASEO POR EL CAMPO ANDINO María Inmaculada Ramírez

Huele a café colao y a hierba fresca recién cortada huele a fruta madura y al divino néctar que de la flor exhala. Ese es el olor de mi tierra amada el aroma embriagador que del campo emana donde las mesas visten sus mejores galas para recibir el pan criollo, la pizca de le leche y la cuajada. No cambio la visión hermosa de mi tierra amada ni las montañas, verde esmeralda no cambio los campos plenos de luz y esperanza ni las cristalinas aguas que se deslizan por las montañas.


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EL MAR CELOSO María Cristina Santana

Caminando a su orilla todo es quietud y paz contemplo su belleza y arrogancia la brisa suave le acaricia. Es media noche y duerme aprovecho el silencio y la soledad para hablarle. Le pregunto si a él lo ha visto si ya tiene dueña si me recuerda si viene aquí con ella. Siento de pronto que responde batiendo las olas rugiendo ya no está tranquilo ya no duerme. Viene a mí rompiendo el silencio como diciendo “no te recuerda” “Si tiene a otra, y con ella viene”. Luego regresa arrastrando piedras y todo lo que encuentra,


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arrojándome a la cara sus enfurecidas aguas. quiere llevarme consigo tiene celos.


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ALFA Y OMEGA Matilde Briceño

Primero Rompe fuente el útero de los sabores También de los saberes Último Si alguien pregunta Diles que me fui a nutrir la tierra


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CALMA DE DOS ALMAS Mayira Alonzo

La puerta del sol se abre me abrazas y me besas profundo respirar al ritmo del tiempo susurras en mí oído cantando tu ternura me dices despacio vas de prisa ya no hay prisa aparecen las luces incertidumbre sin entrega nadie quiere alumbrar la madrugada nadie duerme en el profundo beso que se ahoga en la profunda calma de dos almas.


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TANTO CUERPO SOLO Mireya Kríspin

Sola y en silencio observo el cuerpo tanto tiempo solo Firme se debate en su colmena vacía no hay miel que divinice sus refugios Erguido intenta descifrar el acertijo con fervor placentero construye puentes para evitar los atajos No encuentra obstáculos diligente transita los terrenos Con pericia hace el avalúo y busca el incentivo para gravitar Analítico condensa el suspenso vaporoso otea los horizontes añora algún suceso casual Puntual y fervoroso enaltece el análisis excéntrico se debate en la observación La travesía se hace larga se prolonga Con apremio ensaya liberar las energías elocuente difunde la mirada en todos los sentidos Ella pródiga forja la notoriedad atrae


• 91 •

más no fertiliza Tanto cuerpo solo Ferviente efusivo alegre fecundo fogoso acendrado y solo Tanto cuerpo solo


• 92 •

HOMBRE NEGRO Myrurgia Mutueel

Cómo me gusta que me llamen hombre negro Mira mis ojos: llenos de furia te desafían, Cuando me taladres con tu mirada al entrar en la cueva de mi ser Camina en la aventura caliente de la selva de mi alma Pisa el suelo de mi angustia Abraza la agonía de mi lamento Ven a probar el sudor compuesto de pasión y dolor de mi pasado y mi presente Este hombre negro es quien puede enseñarte qué es la vida. Soy yo, el hombre negro, que sufrió encadenado Luché, me rebelé, peleé por la libertad Soy yo, el hombre negro, que probé mi propia sangre Soy yo, quien limpié mi propia herida Soy yo, quien tuvo que edificar encima de un pasado de tortura Una existencia de sonrisa nueva lavada con lágrimas Es este hombre negro quien sabe conquistar la vida A pesar de que la muerte se le haya mostrado Desnuda tu mente para este hombre negro Yo mismo te cubriré con mi piel Siente tu cuerpo arder cuando las espinas De mi existencia desgarren tu anhelo


• 93 •

Déjame hincar mi mano en tu deseo Ahogarte en el hondo mar de mi hombría Soy yo, quien sabe hacer que tu cuerpo se estremezca Soy yo, el hombre negro, quien sabe desahogar a una mujer Soy yo, el hombre negro, que ha estudiado Para triunfar y superar la opresión con intelectualidad Soy yo, el hombre negro, que sé cómo pisar una serpiente Hincharme y aumentar de tamaño, sin envenenarme Soy yo, el hombre negro, que puede dejar que la amenaza huya Con un suspiro de un león furioso Y, más que un hombre simple, yo, hombre negro, ¡Guerrero soy!


• 94 •

POEMA TRASNOCHADO Néstor Rojas

Aquí, donde se marcan con desgano las costillas de la calle donde duele un poquito más el dolor de haberse despertado donde el viento calla por no saber hablar más que del frío. Aquí, donde el invierno es más que un motivo literario donde al poema se le notan las costuras y las llagas de las manos se retuercen con las sal que no han sudado. Aquí, donde las iglesias y los bares arrojan a sus fieles al más puro desamparo donde el virtuoso se santigua en los burdeles y caminan los perdidos del naufragio de la noche. Aquí, donde se queman


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los avisos luminosos del confort donde azules y rojos hacen el amor como conejos donde el amor se vende en las esquinas al contado y efectivo. Aquí, donde duerme Dios la siesta del Sabbat y nadie cela los portones del abismo donde el dolor se abre a la luz que grita en los sabores de la carne donde vienen a morir los desencuentros y los múltiplos de tres sacan partido. Aquí, justo aquí donde la resaca comienza antes de tiempo es donde se escribe este poema trasnochado.


• 96 •

ADALID Neybis Bracho

Tú que has pasado Por entre bosques de espinas Golpeando con el hacha La sombra y la piedra Jamás derrumbaran tu vida Porque tuya es la victoria Tú que has cruzado El puente infinito Desplomando presagios En madrugadas de abriles, Tormentas de febrero, Jamás borraran tu espíritu Porque tuya es la victoria, Tú, Comandante, Sol y combate contra las bestias


• 97 •

DESARME Norma Ramírez

Hay lamentos que no terminan. Sobre la mesa a punto de carcomerse las palabras. El pan duro, más palabras que el viento no termina de llevar. Atmósfera cargada de podredumbre. Cuántos inocentes deberán morir ante el falso desarme. Cuántos cargan la carreta sin aliento con el sello de la muerte en la frente. Hasta cuándo el oro negro golpea la paz. Hasta cuándo estallan las bombas, se tapan los oídos. Qué lejos está el amor de las potencias del terror del holocausto a la vista. El anciano se sienta a esperar, a llorar, si al final sus pasos están contados. Otros se dan abrazos cantando ¡Victoria!


• 98 •

MIS HERMANAS Orlando Oberto Urbina

Mis hermanas se van alejando como la brisa del mar Se evaporan en el agua salobre de la salina Se transforman en cuerpos de yodo como la tierra herida en el grito doliente de la sal Tan lejos de los recuerdos y de la infancia Tan cerca de los miedos que en cada camino desandan su destino


• 99 •

UNA PROTESTA QUIJOTESCA Oswaldo Hidalgo Salazar

A oscuras llegué a casa enardecido entré a mi cocina y agarré el sartén por el mango con la mano izquierda y cabilla en la diestra. Salí de casa y ascendí la escalinata que conduce a la azotea hasta alcanzar la altura de Rocinante. Entonces caballero con adarga y escudo me uní a la protesta contra los apagones dándole a la sartén a intervalo fijo y con frenesí. No sé cuánto duró mi éxtasis acústico, lo cierto es que la luz había llegado desde hacía rato, menos a mi casa: me habían suspendido el servicio por moroso, todo fue silencio. Me dormí en la penumbra de mi habitación, afuera soplaba una brisa de molinos de viento.


• 100 •

ESCOMBROS Otoniel Contreras

Cuan velozmente se ha desvanecido el corazón desconsolado, del navegante solitario. Has muerto para mí rápidamente, sin haber huido de mi presencia, habías lanzado flechas que dieron en el blanco. Me robaste mis noches y las convertiste en tormentos, a ciegas recorro el infructuoso camino, con amarga miel en la boca quería verte, pero has matado mi entusiasmo, he visto morir mis ilusiones, he soportado las heridas con tantas dudas en mi alma. Quisiera marchar a su paso sobre mis propias penas, porque tú vives allí siempre igual. Tú supiste amalgamar mis ansias y deseos. Para dejarlos hechos escombros.


• 101 •

MAR Pedro Pablo Pereira M.

Las huellas que ella dejó sobre la arena, tú las borraste con tus besos. Donde su cuerpo bronceado tomó el sol de la tarde tú pusiste tu espuma bailarina. Dime ¿a qué playa llevaste su barca esa mañana cuando la aurora apenas sonreía? La isla sigue solitaria como yo, el adiós de las palmeras es para siempre si la ves dile que aún la espero.


• 102 •

CONVERSACIÓN Penélope Toro

Una ruptura sobreentendida Una barrera para las palabras Una estructura Un mapa para llegar a la tristeza Una cábala para la melancolía Una plataforma para la mentira Una estrofa de muerte Un pasillo hacia la nada Un encuentro de desencuentro Un cultivo para el recuerdo Una puerta de la casa de los fantasmas.


• 103 •

TU CINTURA Rois Abreu

Llegué a este mundo para hacerte dueño de mi cintura ir por la vida haciendo el amor con poetas sufrir en sus olvidos sanar en sus sábanas. Llegué a este mundo para esperar nada de ti para dártelo todo así cuando te vea antes de que tu mano se pose en mi cintura como mariposa veranera escribiré en ella tu nombre con un marcador [en líneas curvas para que nunca olvides mi silueta para fantasear que tus manos no me sueltan.


• 104 •

I Santiago Rothe

Ellos vomitan su tristeza Voltean, gritan, se zambullen en el caldo Miran desde las ventanas Su sangre es la misma tonada monótona Genérica Hay quien dice que la malaria Era un mal necesario La piel cromada Pasos sin eco que rebotan Sobre sí mismos La angustia transparente que Acobija un llanto colectivo Porque todos los rostros esconden Su mímica ancestral Vivimos en un tiempo ajeno Se queman las hojas en el campo.


• 105 •

LA ANTIPALABRA Simón Arado

Hiere cobarde, adrede, felona, hijastra del odio. Centella obscura inesperada, zarpa pavorosa que acecha y hiere. Destinadora impía del dolor, perversidad cínica, ¡Frígida voz prevaricadora! Prostituta del verbo… Acicate de la muerte. ¡Huye cobarde!… Huiras siempre mientras la luz exista. Serás sombra fugaz, disforme, inicua. ¡Temerás a las claraboyas! a las ventanas y rendijas, con los amaneceres empezará su angustia y el sol de medio día te hará refugiar en las letrinas y las noches de luna llena serán tu pesadilla. ¡Hasta las hienas se burlaran de ti y recordaran tu carrera en Miraflores! ¡Te conjuramos antipalabra, en nombre de la verdad,


• 106 •

a percibir en torno todas las palabras que el hombre ha pronunciado convertidos en un cepo al cuello de quienes te prefieren! Que las escuchen todos al unísono, para que no puedan comprender ninguna, y no puedan mancillar sus significados. Que su expiación sea la estrella más candente y lejana condenado al silencio por toda la eternidad.


• 107 •

SIN SABER CONTAR Simón Horsten

Como cuando te llaman y no te dicen nada o te dicen después de un aguacero de mentiras que eso que hay que hablar de las cosas. Como si sintieras que no puedes sentir y actuar al mismo tiempo. Como comer y masticar el tiempo suficiente para que ya no puedas tragar la comida. O tratar de matarte sin lograrlo mientras sólo le quitas la vida al otro poco a poco sin darte cuenta hasta que notes la mirada con el tenue reproche del otro que va a morir. Enfrentarte con los días y no saber contarlos. E ir perdiendo paulatinamente las ganas las alas la piel de un brazo ajeno.


• 108 •

MI PADRE SE MARCHÓ TRAS UNOS BARCOS Simón Zambrano

Mi padre se marchó tras unos barcos, se fue, iba solo, con su cigarrillo alumbrando para que yo no tanteara en la humedad de una lágrima. Lo vi irse sin verlo, me esperó un parto y la luna sin salir. Se llevó mi corazón y un poema en blanco. Ahora juego con caracoles y papagayos mientras lo adivino conversando con Sana, y el Negro es su mejor espadachín. Mi padre no se fue, ahora instalado en mi caja torácica habla con Dios en latín mientras el agua húmeda de una lágrima lo bambolea en las manos de sus nietos. Mi padre tal vez volvió a colar el café sin despertar a los gallos.


• 109 •

MEDITAN ELLAS Valmore Gómez

Estas devotas del yoga que se calan una cola con stress y con rockola para ir a meditar nos muestran su desnudez al poner su mente en blanco y cual sabio bueno y santo cantan su mantra otra vez más un rayo del momento ilumina el pensamiento con pasión y tentación y digo desde el balcón sin que me quede por dentro ese encanto de sufrimiento huele a incienso y picazón.


• 110 •

LA GRAN COLOMBIA Xavier Rodríguez Marrero

Lugar ¿Qué es un lugar? Y sobre todo: ¿qué significa, derribar lugares sagrados, protegidos en mausoleos hiperalejados, impenetrables? Si no sabemos qué es un lugar mucho menos sabremos medirlo sin verlo, solo palpándolo, a tientas como quien baila en la oscuridad, guiándose por las paredes. Las fronteras fueron diseñadas por los constructores de cárceles, pero allí donde todavía respira la tierra, allí se observa la unidad, la propuesta estética y política que une a los hermanos, aun cuando cercas se imponen en esos lugares donde se miran y se construyen los bordes de lo latinoamericano necesario aprender a leer/descifrar necesario des-territorial-izar necesario utilizar otro tipo de ojos para ver el cielo común necesario re-hacer caminos ancestrales al ritmo de la hipertextualidad. Necesario subvertir la fatalidad necesario desconfiar de dinosaurios, caimanes, hienas


• 111 •

necesario entender lugar, territorio, unidad simbólica, real necesario ver la gran Colombia donde dicen que no está.


• 112 •

Yanitza Albarrán

Explícame cómo lo logras? Dime cómo lo haces? Confiesa cuál es tu artilugio?, para que nuestra alcoba me reciba cada noche con un eterno olor a ti, engañándome de tu ausencia.


• 113 •

AGUA PLATA Yuri Patiño

la luz primera dispara un cantar de gallo la canoa reposa en la orilla del río muda tranquila y misteriosa mi boca sangre agudiza el serpentear de lenguas que buscan a lo lejos el brío del raudal en la distancia la intensa luz visibiliza la lejanía el hueco profundo del alma que desemboca en tus ojos tinajas de ansiedades

al Orinoco


• 114 •

SIN MIRAR ATRÁS QUIERO LLORAR Yurimar Rojas

Amor no puedo olvidarte difícil es traer el pasado sin llorar no bajan lágrimas sin el dolor que me mata el alma destrozada cada día más con los ojos cerrados te pienso sin sentirte sin mirar atrás sólo quiero llorar quiero amar sólo amar sólo quiero llorar sin pensar quiero sentir el alma sin mirar atrás quiero ser amada y amar.


• 115 •

Índice Págs EL DÍA QUE COMENZÓ A NACER LA POESÍA

5

TIERRA

Adriana Amaya Amezquita 7

PRELUDIO

Alejandro Zambrano 8

ES EL REGOCIJO DEL TIEMPO Y EL DESCONCIERTO

Alexis Vázquez Chávez 9

HABLA LA SIERRA NEVADA

Ana Dezeo 10

XXXIII

Andreína Pérez 12

POEMA 376

Andrey Quintero 13

TRAZOS

Ángel Francisco Peña Carmona 14

ELA

Ángela Linares 16

LASCIVIA CUBISTA EN TRANVÍA ESCANDINAVO

Carlos Danez 18

FINAL

Carlos César Rodríguez 20

SOY

Carlos Pérez Mujica 21 Carmen Elena Angulo 23

CANCIÓN DE LA VIDA ANÓNIMA

Daniel Arella 24

BUSCO

Daisy Margarita Boscán Castro 26 Diego Vivas 27

DELIRIO: TANGO

Eduar Briceño 28

Teoría de la tarde

Ever Delgado 29


• 116 •

Emad Aboaasi El Nimer 30

PARA TI MUJER

Flor A. Palma C. 31

CANTO SAHARAUÍ

Fran Romero 34

UNA TUMBA EN EL BOSQUE

Gabriel Mantilla Chaparro 36

CANTO AL CAMPESINO

Gilberto Cedeño 37

COMO LOS LEONES

Gonzalo Fragui 39 Guillermo Altamar 40

EN EL UMBRAL DE LA DESPEDIDA –II

Gustavo Marcos Bazán 41

BIG BANG

Gregorio Suárez 42

(…)Y LA LLUVIA CONTINÚA

Gyglia Morán 43

ENEIDA

Héctor López 44

EL BOSCO

Hermes Vargas 46

DUELE ESTAR DE RODILLA ANTICIPADA AL DESAMOR

Jasmil Mendoza León 47

SAETAS EN FUEGO

Jorge Agudelo 48

LA SUICIDA DE LAS MEDIAS AMARILLAS

Jorge Piñerúa 50

A LA MUERTE DEL VIENTO

José Antonio Escalona Escalona 51

EL HOMBRE CIBERNÉTICO

José Carrillo Fandiño 52 José Gregorio González Márquez 53

ELEGÍA A LA OSCURIDAD

José Javier Malaguera García 54


• 117 •

CANTOS DE LA ALDEA

José Gregorio Vázquez 55

TINAJERA

José Luis Moreno 58

LAS VOCES QUE ME LLAMAN

José Ochoa Díaz 59 José Manuel López 60

TERTULIA CON LA MUERTE

Juan Ramón Suárez Zambrano 62 Julieta Aguilarte 63

LA DESPEDIDA

Julieta Arella 64

LA ESPIGA

Karelyn Buenaño 67

SUEÑO

Karla Contreras 69

DÉJAME SER

Leiber López 70

LUNA QUE LLORA

Leonardo Delgado 71

MIRIAM

Leonardo Rattia 72

CHÁVEZ

Lenín Suárez Paredes 74

CARTA A LOS POETAS

Le Comte Bleu D´Austre Solei 76

PEQUEÑA TAZA DE TÉ

Luis Guillermo Villasana 79

SI POR QUIJOTES NOS LLAMAN LOCOS

Luis Perales 80 Magaly Acosta 81

EL ÉXTASIS

Margarita Guerrero 83

DANZA VIVA

María Alejandra Belandria 84


• 118 •

PASEO POR EL CAMPO ANDINO

María Inmaculada Ramírez 85

EL MAR CELOSO

María Cristina Santana 86

ALFA Y OMEGA

Matilde Briceño 88

CALMA DE DOS ALMAS

Mayira Alonzo 89

TANTO CUERPO SOLO

Mireya Kríspin 90

HOMBRE NEGRO

Myrurgia Mutueel 92

POEMA TRASNOCHADO Néstor Rojas

94

ADALID

Neybis Bracho 96

DESARME

Norma Ramírez 97

MIS HERMANAS

Orlando Oberto Urbina 98

UNA PROTESTA QUIJOTESCA

Oswaldo Hidalgo Salazar 99

ESCOMBROS

Otoniel Contreras 100

MAR

Pedro Pablo Pereira M. 101

CONVERSACIÓN

Penélope Toro 102

TU CINTURA

Rois Abreu 103

I

Santiago Rothe 104

LA ANTIPALABRA

Simón Arado 105

SIN SABER CONTAR

Simón Horsten 107


• 119 •

MI PADRE SE MARCHÓ TRAS UNOS BARCOS

Simón Zambrano 108

MEDITAN ELLAS

Valmore Gómez 109

LA GRAN COLOMBIA

Xavier Rodríguez Marrero 110 Yanitza Albarrán 112

AGUA PLATA

Yuri Patiño 113

SIN MIRAR ATRÁS QUIERO LLORAR

Yurimar Rojas 114


• 120 •

Este libro

ANTOLOGÍA 9no FESTIVAL MUNDIAL DE POESÍA

se imprimió en la Unidad de Literatura y Diseño de FUNDECEM en junio de 2013. en su elaboración se utilizó papel bond gramaje 20 y la fuente Calibri en 10, 11 y 13 puntos.



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