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VISIÓN DEL PLANETA COMO SUPERORGANISMO AUTOREGULADO (TEORÍA GAIA)
by FUNDATUN
Alvin Delgado - FUNDATUN - 17 de Marzo de 2021
INTRODUCCIÓN
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Antes de comenzar a explicar en qué consiste la teoría o hipótesis GAIA, se comenzará por hacer una pequeña introducción a dos de las principales doctrinas filosóficas básicas de la ciencia que, de alguna manera, anteceden esta teoría. Estas son las corrientes de pensamiento ORGANICISTA y la MECANICISTA.
La doctrina filosófica ORGANICISTA: es de las más tempranas interpretaciones que busca darle explicación a la estructura del mundo conocido; basándose en hacer analogías con los organismos vivos. Se señala que Platón (427-347 a.C.) es de los primeros filósofos que consideraron al universo como un ser vivo inteligente, visión plasmada en su obra “Timeo” (360 a. C.); tradición organicista que es continuada por su discípulo Aristóteles (384-322 a.C.) y al que se le señala de ser su exponente fundamental. Del trabajo de Diego de Torres y Villaroel (1748) se desprende que la piedra angular de dicha concepción es la afirmación que “este cuerpo terráqueo tiene una maravillosa semejanza con el Mundo pequeño del hombre, y no hay contenido en el uno que no se encuentre con poca alteración en el otro, sin otra diferencia sensible que la de la cuantidad y la figura; pero su materia, sus órganos, su economía, sus achaques y sus movimientos son tan parecidos, que bien examinados los de un cuerpo se hallará nuestro discurso con un claro conocimiento del otro”; en términos más sencillos, “el cuerpo humano y el mundo terrestre son semejantes en todo” y del examen del uno se puede inferir el funcionamiento del otro (Capel, 1980). Esta doctrina florece cuando Jean-Baptiste Lamarck definió por primera vez “la nueva ciencia de la biología”, durante el período del romanticismo alemán (siglo XVIII). En la explicación más sencilla que puede brindar la definición contenida en Wikipedia (2021), el organicismo “es la perspectiva filosófica que ve el universo y sus partes como un todo orgánico y, por analogía o literalmente, como un organismo vivo”; señalando que se corresponde a una forma de holismo y que ésta importante traducción, dentro de la historia de la filosofía natural, “permitía una comprensión satisfactoria de muchos fenómenos naturales de nuestro planeta, los cuales pasaban a explicarse en términos de la fisiología y patología del hombre y otros seres vivos”.
La doctrina filosófica MECANICISTA: A pesar que desde la antigüedad algunos pensaron que había una relación entre los seres vivos y el comportamiento de la tierra, en el siglo XVII algunos científicos trataron de explicar que la tierra era una gran máquina, cuyas piezas/componentes interactuaban sobre la base de las leyes determinísticas. Esta visión se extendió a múltiples disciplinas científicas (física, economía, medicina, etc.) y permaneció como paradigma dominante hasta los albores del siglo IX; cuando el “organicismo”, propuesto por el romanticismo, retoma el modo de pensar al mundo. Pensadores de la talla de Descartes, Galileo, Boyle y Newton (entre otros) son señalados entre los fundadores de esta corriente de pensamiento. Pese a que Ivarola (2015) señala que el “mecanicismo fue abandonado en el siglo XIX, cuando aparecieron disciplinas como la biología evolutiva, en las cuales los fenómenos no eran explicables en términos mecánicos”, el enfoque nunca fue abandonado del todo por científicos naturales y filósofos; lo cuales, con una concepción más actualizada que considera que los mecanismos no sólo sean mecánicos, aceptan la existencia de numerosos tipos de mecanismos, constituidos por procesos muy diferentes entre sí (físicos, químicos, biológicos, psicológicos, sociales, etc.), han dado lugar a una “nueva fisiología mecanicista” (Skiper y Milstein, 2005; Torres, 2009) que ha experimentado un resurgimiento en las ciencias sociales y la filosofía de la ciencia en las últimas décadas.
ANTECEDENTE
Hace más de doscientos años que James Hutton (1726-1797), considerado el padre de la geología, calificó al planea tierra como un superorganismo viviente, convirtiéndose en uno de los primeros precursores de la Hipótesis GAIA; la cual analiza su “Theory of the Earth” (1789) en el contexto de las tradiciones filosóficas básicas de la ciencia (García Cruz, 2007). Esta teoría de Hutton fue presentada inicialmente en la Royal Society de Edimburgo en 1785, siendo publicada su obra completa en las actas de esta institución en 1788. En 1795 apareció una versión ampliada en dos tomos; a los cuales se les sumo un tercero (póstumo) que fue publicado en 1899 por Archivald Geikie (García Cruz, 2007). García Cruz (2004) señala que en la publicación inicial (1788) se hacen explícitos los principios fundamentales de la teoría de Hutton, lo cuales son:
1. La Tierra es una máquina creada por el Autor de la naturaleza con sabiduría y benevolencia.
2. Existe un fin último en esta creación: hacer de la Tierra un planeta habitable, en especial como morada para el ser humano.
3. El funcionamiento de la Tierra está controlado por principios químicos y mecánicos; en una serie de procesos naturales que dependen exclusivamente de causas que actuaron por igual, tanto en el pasado como en el presente.
4. La Tierra es algo más que una simple máquina: es esencialmente un sistema complejo en el que interactúan, a su vez, tres sistemas inertes y uno viviente. En dicho sistema existe un poder reparador o reproductor; razón por la cual es posible compararlo con un cuerpo organizado.
5. Existe un mecanismo cíclico de decadencia-restauración de la Tierra firme. En éste, el fuego del interior del planeta, y no el agua, juega un papel fundamental, tanto en la consolidación de los estratos en el fondo del mar como en la fuerza que provoca el levantamiento de las nuevas masas continentales.
6. El tiempo es la medida de todo. El curso de la naturaleza no puede estar delimitado por el tiempo, sino que está inmerso en una sucesión interminable, sin principio ni fin".
Para García Cruz (2007), Hutton poseía una visión holística que está más próxima al mecanicismo orgánico, que calificaba de superorganismo al planeta y que consideraba que la ciencia más apropiada para su estudio era la fisiología; con lo que surgiría así un nuevo concepto: la “geofisiología” o “fisiología de la tierra”, término que ha tenido una gran aceptación y difusión desde entonces.
LA TEORÍA
Hipótesis GAIA, considerada actualmente por su autor y por sus seguidores como una teoría, fue formulada en artículos de revistas científicas (Journal) de la década de los setenta y se populariza con la aparición del libro “Gaia. A new look at life on earth”, en 1979. El término GAIA, que utiliza a veces como abreviatura de la propia hipótesis, procede del griego “Γαῖα” que en la mitología personificaba a la diosa primigenia “Tierra”. El termino posteriormente fue transliterado a gaia o gaea en lenguas latinas y románicas, siendo asociado a la Diosa Naturaleza; figura evocada en otras culturas por los términos Pachamama o Madre Tierra. Según Lovelock existe una interacción de las partes orgánicas e inertes del planeta; de tal forma que la materia viva junto con el aire, los océanos y la superficie terrestre componen un sistema complejo al que considera un organismo individual capaz de mantener las condiciones que permiten la vida sobre la tierra. Para su autor, la biosfera es una entidad autorregulada capaz de mantener la salud del planeta mediante el control del entorno físico-químico y considera al conjunto de seres vivos como una entidad viviente que puede transformar la atmósfera para adecuarla a sus necesidades globales; lo que dota al planeta de facultades y poderes muy superiores a los que poseen cada uno de sus componentes por separado, sin que ello implique necesariamente la existencia de una consciencia. Para Jiménez Bautista (2017), éstas ideas le permiten definir “GAIA como una entidad compleja que comprende el suelo, los océanos, la atmósfera y la biosfera terrestre: el conjunto constituye un sistema cibernético autoajustado por realimentación que se encarga de mantener en el planeta un entorno física y químicamente óptimo para la vida”.
En los términos más sencillos que recopila la enciclopedia colaborativa Wikipedia (2021), “la Hipótesis GAIA es un modelo interpretativo que afirma que la presencia de la vida en la Tierra fomenta unas condiciones adecuadas para el mantenimiento de la biosfera. Según la Hipótesis GAIA, la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un sistema donde la vida, su componente característico, se encarga de autorregular sus condiciones esenciales tales como la temperatura, composición química y salinidad en el caso de los océanos. Gaia se comportaría como un sistema autorregulado (que tiende al equilibrio)”. Sin embargo, Margulis (2003) rechazan que se haga una analogía de GAIA con un organismo individual, “principalmente porque no hay ningún organismo que se nutra de sus propios residuos ni que recicle por sí mismo su propio alimento”; señalando que es más apropiado decir que “GAIA es un sistema interactivo cuyos componentes son seres vivos”.
EL INTERÉS
La intención del presente artículo es la de ilustrar como es percibido el planeta tierra y su comportamiento a través del tiempo; es tratar de visualizar, de una manera más amplia, una serie de fenómenos que han transcurrido en el planeta desde su creación hace más de 4.500 millones de años. En el transcurrir de todo ese tiempo, la tierra ha sufrido una serie de transformaciones y cambios que van: desde la era Arcaica, en que no existía vida; pasando por la Proterozoica, con las primeras formas simples de vida; seguida por la Paleozoica, con las primeras formas de vida más complejas; posteriormente con la era Mesozoica o “de los dinosaurios”, la cual al termino con la extinción de todos los grandes dinosaurios y del 75% de la vida del planeta; finalizando con la era Cenozoica, la cual inicio hace solo 66 millones de años y se extiende hasta la actualidad. Esta última es también conocida como la “era de los mamíferos” y es en la que hace la aparición el hombre. Desde la aparición del hombre este ha ido transformando a la tierra y su entorno a tal grado que, hoy día, hay una preocupación, por una gran parte de los científicos en todo el planeta, sobre que si estos cambios continúan se puede afectar significativamente la vida a tal grado que pudiese alterar su supervivencia.
No es la intención avivar la polémica de si la tierra se comporta como un ser vivo, como una maquina o si las actividades humanas están causando cambios que puedan alterar la vida tal y como la conocemos. El presente artículo será parte de una serie de artículos con la intención de ver como el hombre (el ser más civilizado y pensante del planeta) con el transcurrir de los años (insignificantes si se compara con la edad de la tierra) ha ido produciendo una serie de cambios, principalmente desde el comienzo de la era industrial (hacia la mitad de siglo XVII), que se han acentuado en las tres últimas décadas; los cuales se han manifestado de manera más impactante en las últimas décadas. El planeta pareciera que nos está enviando unas alertas que no hemos podido interpretar o no hemos querido hacerlo, lo que sí es muy evidente es que si no tomamos conciencia y comenzamos a tomar medidas, contundentes y serias, estaremos afectando de tal forma al planeta que la vida no será igual a la que conocemos hoy día. Cada día la diversidad biológica se ve amenazada con la extinción de múltiples especies, cambios climáticos globales, eventos atmosféricos cada vez más frecuentes y fuertes, cambios en la composición de nuestros mares y océanos, aumento de la temperatura, deshielo de en polos y glaciares en diferentes partes del planeta, pérdida de la cobertura vegetal por desforestación, entre otros.
La intención es que, en los venideros meses, se traten algunos de estos temas; a los efectos de tratar de crear conciencia de que, si no tomamos conciencia y comenzamos realmente a tomar medidas significativas, se puede llegar a un punto de inflexión en que se pueda ver afectada la vida del planeta, tal como la conocemos hoy día.
LITERATURA RECOMENDADA:
Capel H. 1980. Organicismo, Fuego Interior y Terremotos en la Ciencia Española del XVIII. Cuadernos críticos de la Geografía Humana. Año XII. Número: 27-28. UNIVERSIDAD DE BARCELONA. ISSN: 0210-0754. http://www.ub.edu/geocrit/geo27-28.htm
de Torres y Villarroel, D. 1748 (Edición 1974). Tratados Físicos y Médicos de los Temblores y otros movimientos de la Tierra llamados vulgarmente Terremotos. De sus causas, señales, Auxilios, Pronósticos e Historias. Imprenta de Antonio Joset Villagordo y Alcaraz. Salamanca-España. XII+35 p.
García Cruz Cándido Manuel. 2007. De la "Teoría de la Tierra" de James Hutton a la "Hipótesis Gaia" de James Lovelock. Asclepio: Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia 59(1):65-100. ISSN 0210-4466. http://asclepio.revistas.csic.es/index.php/asclepio/article/view/218/214
García Cruz Cándido Manuel. 2003. La “Teoría de la Tierra” (1785, 1788) de James Hutton: visión cíclica de un mundo cambiante. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra (12.2):126-132. I.S.S.N.: 1132-9157. https://www.raco.cat/index.php/ECT/article/view/88982/133248.
Ivarola, L. (2015). La nueva filosofía mecanicista: sus principales aportes dentro de la filosofía de la ciencia. Eikasia. Revista de filosofía 61:201-214.
Jiménez Bautista F. 2017. Paz ecológica y Paz Gaia: Nuevas formas de construcción de paz. Revista de Cultura de Paz. Vol. 1:7-29. https://www.revistadeculturadepaz.com/index.php/culturapaz/article/download/2/2#:~:text=Gaia%20como%20una%20entidad%20compleja,%C3 %B3ptimo%20para%20la%20vida%20%5B%E2%80%A6%5D
Margulis L. 2003. Una revolución en la Evolución: escritos seleccionados. Editorial Universitat de Valencia. España. 374 p. https://es.scribd.com/document/23686798/Una-revolucion-en-la-evolucion
Platón (360 a. C.). Timeo o de la naturaleza. 147-264p. En: de Azcárate, P. (1872). Obras completas de Platón (Tomo 6). Medina y Navarro, Madrid- España. http://www.filosofia.org/cla/pla/img/azf06131.pdf
Skipper, R. y Milstein, R. (2005). Thinking about evolutionary mechanisms: natural selection. Studies in History and Philosophy of Biological and Biomedical Sciences. Vol. 36, No. 2, pp. 327-347. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1369848605000221
Torres, P. (2009). A Modified Conception of Mechanisms. Springer, Vol. 71, No. 2, 233-251 pp. https://link.springer.com/article/10.1007/s10670-008- 9125-y