A la escucha del cuerpo

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Notemos que las acepciones mencionadas comparten como sentido básico el de un líquido o fluido que segregan plantas y animales. Pero la palabra tendió a especializarse en el sentido de veneno; Chantraine, en su diccionario etimológico del griego, al dar el origen de iós, término que relaciona con virus, habla de un posible tabú lingüístico. Y realmente está rodeado de un halo de extrañeza: ¿se daría aquí un cierto temor ante el fenómeno de algo que surge del interior de plantas y animales y humanos, viscoso, con efectos de toda índole? La posibilidad de lecturas antitéticas de una misma palabra llamó la atención de Freud, que siguió de cerca los estudios del lingüista Abel, quien había analizado la presencia de este tipo de palabras en el latín –donde altus, por ejemplo, significa a la vez alto y profundo: recordemos la expresión “alta mar”– así como en egipcio, donde se dan otros fenómenos equivalentes. Sin ir tan lejos, Freud observó en uno de sus estudios clásicos, dedicado al presidente Schreber, que en el alemán cotidiano también se encuentran estos procedimientos: en el habla

notarse que la misma raíz *wer da lugar tanto a vergüenza como a reverencia). Hegel, hablando del alemán, notaba que hay muchas palabras que encierran significados no sólo diferentes, sino opuestos, lo que representa un signo seguro del espíritu de la lengua. “Es una alegría para el pensamiento encontrarse ante este tipo de palabras”, señalaba. De la raíz germanica *geb- viene, en inglés, give, y en alemán, geben, dar; notemos que gift, en holandés, del mismo origen, significaba tanto don o regalo como veneno. En otro orden de cosas, diccionarios etimológicos como el de Buck indican que en ciertos casos las mismas raíces o palabras sirven para designar tanto una aflicción como el cuidado que esta provoca. Esto es lo que parece ocurrir con cuidado y cuita, ambos descendientes de cogitare, del latín co-ag-itare. La raíz indoeuropea *ag deriva como ago, conducir, hacer, actuar; cogito (co-agito) es agitar pensamientos, prestar atención. Cogitatum significa tutela en latín; de allí procede cuidado, pero también cuita, aflicción. Acaso se presente aquí una situación de contagio afectivo, por el cual quien presta atención o cuidado contrae,

IVONNE BORDELOIS

coloquial, por ejemplo, veneno significa alimento, y recompensa puede usarse como sinónimo de castigo. (Dentro del grupo romance, puede


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