Ideas para una Nueva Economía

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IDEAS PARA UNA NUEVA ECONOMÍA HACIA UNA ESPAÑA MÁS SOSTENIBLE EN 2025

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INFORME · ENERO DE 2010

FUNDACIÓN

IDEAS

NUEVAS

IDEAS

PROGRESISTAS PARA UN

FUTURO MEJOR


IDEAS PARA UNA NUEVA ECONOMÍA HACIA UNA ESPAÑA MÁS SOSTENIBLE EN 2025 Informe - Enero 2010

Fundación Ideas Ideas Foundation C/ Gobelas, 31 · C.P. 28023 · Madrid teléfono [+34] 915 820 091 · fax [+34] 915 820 090 info@fundacionideas.es · www.fundacionideas.es


Autores

Este documento ha sido elaborado por el equipo del Área de Economía y Sostenibilidad de la Fundación IDEAS para el Progreso, y por expertos externos que han participado con sus aportaciones en los grupos de trabajo creados para la preparación de este informe. Miembros de la Fundación IDEAS: Jesús Caldera Sánchez-Capitán María Asunción Candela Terrasa Carlos Mulas-Granados Gustavo Nombela Merchán (coordinador) Carmen de Paz Nieves Johannes von Stritzky Colaboradores externos: Ángel Díaz González Alejandro Inurrieta Beruete Maurici Lucena Betriu Roberto Morales Arsenal Carlos Romero Duplá Inés Sánchez de Madariaga Simón Sosvilla Rivero Daniel Torres Mancera Heikki Willstedt Mesa La responsabilidad sobre todos los datos, comentarios y opiniones que contiene el documento corresponde a la Fundación IDEAS para el Progreso, y en ningún caso a los colaboradores externos.



Índice Resumen ejecutivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 2. Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 3. Los objetivos del nuevo modelo productivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 4. Más y mejores dotaciones de capital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 5. Una agenda plurirreformista: las “4Rs” para el cambio de modelo . . . . . . . . . 91 La renovación empresarial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 La recapitalización laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103 La reestructuración del sector público . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112 La reorientación del sector financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118 6. Los impactos del cambio de modelo: productividad y empleo . . . . . . . . . . . . . 125 7. La economía en transición: sectores renovados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137 A. El sector de la re-construcción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139 B. Hacia otro modelo de turismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 C. Un transporte más sostenible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163 8. La nueva economía: sectores de futuro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179 A. Energías renovables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181 B. Eco-industrias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201 C. Tecnologías de la Información y Comunicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217 D. Biotecnología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244 E. Industria aeroespacial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257 F. Industrias culturales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275 G. Servicios sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292 9. Los resultados del nuevo modelo productivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307 10. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321 11. Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 325 Anexo 1. Contribuciones de las ramas productivas al VAB y empleo durante las expansiones y recesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327 Anexo 2. La productividad del trabajo en la economía española . . . . . . . . . . . 343 Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351


Acrónimos

AGE ASD BCE CDTI CNAE EADS EB EIB EPA ESA I+D+i IDH INE IPC OCDE ONTSI OPI PER PIB TIC UEM VAB

Administración General del Estado Aerospace and Defence Industries Association of Europe Banco Central Europeo Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial Clasificación Nacional de Actividades Económicas European Aeronautic Defense and Space Company Empresas de biotecnología Empresas industriales, de servicios y comerciales Encuesta de Población Activa European Space Agency, Agencia Espacial Europea Investigación, Desarrollo e Innovación Índice de Desarrollo Humano Instituto Nacional de Estadística Índice de Precios al Consumo Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información Organismos Públicos de Investigación Plan de Energías Renovables Producto Interior Bruto Tecnologías de la Información y Comunicación Unión Económica y Monetaria Valor Añadido Bruto


Resumen ejecutivo



Resumen ejecutivo

Introducción Nuestro actual modelo económico ha generado en las últimas décadas un notable incremento de bienestar para la sociedad española. Entre los logros alcanzados destacan: el aumento de la renta per cápita, que nos ha llevado ya prácticamente a la plena convergencia con los países europeos más avanzados (UE-15); la fuerte creación de empleo durante el último periodo expansivo, que llevó la tasa de paro a mínimos históricos; la modernización de las infraestructuras de transporte; o la mejora de las cuentas públicas. No obstante, a pesar de que podemos hacer un balance globalmente positivo de la evolución de la economía española cuando se adopta una perspectiva de medio plazo, la crisis económica global que atravesamos ha puesto de manifiesto con rotundidad los límites de nuestro actual modelo productivo. Los principales aspectos negativos de la economía española (sobredimensionamiento del sector de la construcción, excesiva temporalidad en el mercado de trabajo, baja productividad, etc.) son abordados en detalle en el diagnóstico que realizamos en este informe, y son el resultado de problemas acumulados durante los últimos quince años. A pesar de que en el momento actual, a principios de 2010, las perspectivas de una recuperación económica incipiente aparecen ya en el horizonte cercano, ello no debería llevarnos a la visión optimista de que esta crisis no ha sido más que otro de los periodos cíclicos recesivos de la economía española. La primera gran crisis económica global del siglo XXI debería servir de llamada de atención sobre la necesidad de un profundo cambio estructural en nuestra economía. El Gobierno ya ha tomado la iniciativa para transformar el modelo productivo con la aprobación del proyecto de Ley de Economía Sostenible, que conforma la parte central de una Estrategia más amplia de medio plazo en la que se abordan todos los cambios necesarios, que son de carácter global e implican la participación del conjunto de la sociedad. Consideramos que esta estrategia de medio y largo plazo para modificar el modelo productivo en España debe apoyarse en un amplio debate público sobre cómo abordar los cambios necesarios para alcanzar mejores resultados globales. Este informe Ideas para una Nueva Economía es la contribución de la Fundación IDEAS a este debate.

Motivación: ¿qué preguntas queremos responder? Este informe trata de responder a las dos preguntas concretas que sobre nuestra economía se plantean ahora mismo los ciudadanos: • ¿A qué se va a dedicar la economía española, ahora que el modelo de crecimiento apoyado en la construcción está agotado? • ¿Cuánto empleo puede crear la nueva economía sostenible?

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Nuestro análisis trata de responder con claridad a la primera pregunta sobre qué sectores concretos tomarán el relevo en el futuro de las actividades que van a disminuir su peso en la economía española (construcción y otras), y también aborda la segunda cuestión sobre el potencial de creación de empleo de la economía sostenible. El propósito de este informe es ayudar a visualizar la foto económica de España a medio plazo, con la convicción de que si ese escenario resulta creíble y deseable para la mayoría de los ciudadanos, los esfuerzos necesarios contarán con el impulso colectivo y la transición será mucho más rápida para beneficio de todos. En este informe adoptamos un horizonte de quince años para los cálculos realizados, para poner en referencia qué objetivos pueda alcanzar el país en un periodo similar al del último periodo expansivo de la economía española. No obstante, también se aportan resultados para 2020, año utilizado como referencia por la Estrategia de Economía Sostenible del Gobierno y también por la UE en el marco de la Estrategia 2020 y la revisión de la Agenda de Lisboa.

¿Cuáles son los objetivos del nuevo modelo productivo? El nuevo modelo productivo al que debería encaminarse la economía española tiene que perseguir un amplio conjunto de objetivos, algunos de ellos urgentes a corto plazo, y otros que van a requerir de cambios estructurales a largo plazo. Objetivos a corto plazo • Recuperar la senda de crecimiento positivo • Generar empleo • Reestablecer el equilibrio en las cuentas públicas Objetivos a largo plazo El cambio de modelo productivo debería estar guiado por una idea fundamental: necesitamos lograr que España alcance un mayor nivel de sostenibilidad, en las tres dimensiones de este concepto: • Sostenibilidad económica, para que las generaciones futuras tengan más activos que pasivos. Para alcanzarla, es necesario aumentar la renta per cápita, mejorar la productividad, aumentar la calidad de la educación y del sistema de formación profesional, y generar un elevado volumen de empleo para niveles de cualificación medios y altos.

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• Sostenibilidad social, para que las generaciones futuras tengan más oportunidades que la generación presente. Para ello hay que mejorar la distribución de la renta, lograr una plena cobertura del sistema de dependencia, o fomentar la conciliación familiar y la racionalización de los horarios laborales. • Sostenibilidad medioambiental, para que dejemos a las generaciones futuras un entorno natural igual o mejor que el actual. Debemos reducir las emisiones contaminantes, y lograr una mayor eficiencia en la utilización del agua, el suelo y otros recursos naturales. La lucha contra el cambio climático y la protección del medioambiente abren, además, nuevas oportunidades de empleo en la economía española. Objetivos cuantitativos Un plan estratégico para toda una economía es un esfuerzo colectivo de gran magnitud, que requiere fijarse como país unas metas concretas que puedan medirse con indicadores cuantitativos. Esto permite medir periódicamente los efectos de los cambios que se ponen en marcha, para evaluar los progresos realizados. En este informe, proponemos la utilización de cuatro indicadores que sintetizan en cifras el objetivo de la sostenibilidad en todas sus dimensiones, y son los siguientes: • Renta per cápita: indicador de bienestar agregado (sostenibilidad económica) • Tasa de empleo: indicador sobre la capacidad de generar puestos de trabajo (sostenibilidad económica y social) • Distribución de la renta (sostenibilidad social) • Emisiones contaminantes (sostenibilidad medioambiental) La puesta en marcha del nuevo modelo productivo, con todas las reformas y mejoras que se plantean en este informe, debería llevarnos a alcanzar en 2025 los siguientes objetivos cuantitativos en estas cuatro dimensiones:

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Tabla 1. Objetivos del nuevo modelo productivo para el año 2025 Valor del indicador sin cambio de modelo

Valor en 2025 con nuevo modelo productivo

Variación

1. Aumentar la renta per cápita a

26.000 euros

36.400 euros

+40%

2. Aumentar la tasa de empleo b

61%

73%

+20%

3. Disminuir la desigualdad en la distribución de la renta c

5,5

4,4

-20%

4. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero d

406,9 mill. ton

285 mill. ton

-30%

Objetivo

Definiciones de los indicadores utilizados: a. La renta per cápita sin cambio de modelo productivo es una estimación propia basada en la modelización de la evolución tendencial de todas las ramas de actividad de la economía, que resulta en una tasa anual de crecimiento del 1,4%. Durante la expansión de los últimos quince años (1993-2008), la renta per cápita española aumentó en términos reales un 41%, por lo que el objetivo que fijamos es alcanzar un ritmo de crecimiento similar para los próximos quince años, aunque apoyado en un modelo con mucha más aportación de la productividad y menos aportación del crecimiento del factor trabajo. b. La definición de tasa de empleo utilizada es total de ocupados sobre población de 16-64 años (Fuente: Encuesta de Población Activa, INE). El valor sin cambio de modelo es la última cifra disponible (3T 2009), y se considera que se mantendría alrededor de ese nivel durante todo el periodo. En 1998 la tasa de empleo fue de 52,4% y en 2007 de 67%, lo que supuso un incremento del 28%. c. Ratio entre la renta media del 20% de población con renta más alta y el 20% con renta más baja (Fuente: Eurostat). El valor sin cambio de modelo se corresponde con el promedio del indicador durante el periodo 1997-2008. Aunque con otros indicadores alternativos de la distribución de la renta los resultados para España muestran una cierta mejora durante los últimos años, con el indicador aquí propuesto que relaciona los extremos de la distribución, los datos recientes señalan una situación estancada y no recogen esa mejora. Como referencia, este indicador tiene actualmente para Francia un valor de 4,2 y para Alemania 4,8. d. Toneladas equivalentes de CO2. (Fuente: Ministerio Medio Ambiente y Medio Rural y Marino). Valor sin cambio de modelo se corresponde con el último dato disponible (2008), por lo que el objetivo de reducción se calcula sobre las emisiones actuales.

¿Cómo lograr el cambio de modelo productivo? La crisis económica actual constituye una oportunidad para iniciar la profunda transformación que requiere la economía española. Hay que evitar que, en el retorno a la senda de crecimiento positivo, vuelvan a reproducirse los problemas estructurales de la economía española. Igualmente, debemos detener el proceso de depreciación acelerada del capital medioambiental que estamos realizando con nuestro actual

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consumo insostenible de los recursos naturales. Necesitamos acometer urgentemente un cambio de modelo productivo. Este cambio de modelo es un objetivo factible, pero para alcanzarlo es necesario en primer lugar mejorar la dotación de los capitales productivos (capital físico, humano, tecnológico y medioambiental). Para incrementar las dotaciones de capital, todos los niveles de la Administración Pública (central, autonómica y local) tienen que realizar esfuerzos, e igualmente el sector privado debe mantener e incrementar los niveles de inversión en capital acometidos en los últimos años. En segundo lugar, nuestro país debe abordar lo que podemos denominar una estrategia plurirreformista de “4Rs”, que implicará impulsar una renovación empresarial y abordar una recapitalización laboral; que deben ser facilitadas por una reestructuración del sector público y una reorientación del sistema financiero. Renovación empresarial Nuestro tejido empresarial tradicionalmente muestra un reducido espíritu emprendedor cuando lo comparamos con otros países, lo cual supone una importante diferencia en la base de la innovación y la productividad. Otros problemas de la economía española en el ámbito empresarial son: una baja tasa de creación de empresas; un escaso número de empresas tecnológicas; una reducida inversión en I+D; un escaso grado de internacionalización, y un complejo y costoso procedimiento administrativo que dificulta la apertura y el cierre de empresas. La nueva economía sostenible necesita generar un entorno empresarial que favorezca el dinamismo empresarial, principalmente en cuatro áreas: facilitar la creación de empresas; promover su consolidación para que alcancen un tamaño suficiente que garantice su viabilidad a medio y largo plazo; fomentar la innovación a través de una política pública bien diseñada de I+D+i, adecuada para los distintos tamaños de empresas; y potenciar la internacionalización de las empresas españolas. Los objetivos a perseguir en el ámbito del entorno empresarial para la transición hacia el nuevo modelo productivo hasta 2025 serían dos: • aumentar en un 50% la tasa de creación de empresas • aumentar en un 100% la inversión empresarial en I+D+i Recapitalización laboral La productividad de una economía está afectada por la inversión en los distintos tipos de capitales que hemos mencionado anteriormente, pero depende de una forma especial de la inversión en capital humano o capital laboral. Y esta inversión es algo que deben hacer conjuntamente trabajadores y empresas.

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Este tipo de capital se acumula en los trabajadores, que constituyen el principal activo de las empresas. Pero la inversión en capital laboral no es tan sencilla como la inversión en equipos. Por un lado, requiere que las empresas reorganicen su proceso productivo para dejar tiempo a la formación de sus trabajadores (algo que resulta más complicado en las pymes que en empresas grandes). Y, por otro lado, necesita además la participación activa y el esfuerzo de los propios trabajadores, quienes solamente estarán dispuestos a formarse si esperan una retribución adecuada a la mayor productividad que adquieren con la formación. En los países más avanzados de la UE existen mecanismos de incentivos mejor diseñados que los existentes hoy en España, que ligan la inversión en formación que ofrecen las empresas con una mayor estabilidad en el empleo, y que permiten a los trabajadores una mayor movilidad intra-empresa (para buscar mejores puestos de trabajo acordes con los niveles de formación) y también entre empresas (búsqueda de oportunidades en sectores alternativos donde se pueda rentabilizar la inversión en capital humano, pero que no suponen costes adicionales para el trabajador por la pérdida de derechos). La crisis actual ha demostrado la efectividad de los procesos de flexibilidad interna aplicados en otros países, que permiten ajustes de las condiciones de trabajo y de la remuneración sin recurrir a despidos. También se ha comprobado la eficacia de mecanismos que permiten la movilidad laboral (cambio de empresa o sector de actividad) sin perder los derechos sociales acumulados. Y desde luego existe abundante evidencia que apunta a la importancia de la inversión en capital laboral y de las políticas activas para aumentar la empleabilidad de los desempleados. Nuestro sistema de incentivos a la formación del capital laboral en las empresas podría mejorarse considerablemente, incorporando algunos elementos que han funcionado bien en otros países europeos y adaptándolos a nuestra realidad productiva. Por ejemplo, sería posible remodelar nuestro mercado de trabajo para adaptarlo a las necesidades de la economía sostenible, incorporando algunos de los mecanismos de flexibilidad interna del modelo alemán (sobre todo en la industria), la portabilidad de los derechos del modelo austriaco (sobre todo en el sector servicios), y en todo caso reforzando la vinculación entre los subsidios de desempleo y las políticas personalizadas de reactivación laboral (como en el modelo danés). Nuestros objetivos en esta materia, que podrían alcanzarse mejorando el actual sistema de incentivos, conjuntamente con todo el resto de reformas para reorientar el modelo productivo, sería llegar en 2025 a alcanzar: • una tasa de crecimiento de la productividad del trabajo en torno al 2% • una tasa de temporalidad igual a la media europea Para lograr esos objetivos, se debe diseñar un modelo de incentivos que combine la estabilidad laboral con la movilidad interna y externa de los trabajadores. Debe ser

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un modelo que produzca empleos de mayor calidad y que genere mayor productividad, y para ello el mercado de trabajo del futuro debe apoyarse sobre cuatro nuevos pilares que garanticen la recapitalización laboral que necesita la nueva economía sostenible: estabilidad, movilidad, calidad y productividad. Reestructuración del sector público El nuevo modelo de economía sostenible que este informe propone para 2025 precisa de un nuevo modelo de funcionamiento del sector público, incluyendo todos los niveles de la Administración. Este nuevo sector público debe inspirarse en el modelo de nuevo Estado Dinamizador; esto es, un Estado internamente dinámico en su funcionamiento y externamente dinamizador de los agentes económicos y sociales. Para la dinamización interna, se debe acelerar el proceso de incorporación de las nuevas tecnologías al funcionamiento de la Administración, y garantizar la integración total de los servicios, que en muchas ocasiones están desconectados entre los diferentes niveles territoriales. Asimismo, deben mejorarse las dotaciones de capital humano dentro del sector público español, ya que en ámbitos concretos existen algunos problemas de cantidad de personal, y especialmente de capacitación y formación. En cuanto a la dinamización externa, el Estado Dinamizador se enfrenta a tres retos: a) Dar cobertura a una serie de nuevos riesgos sociales asociados con la globalización, el cambio tecnológico, el cambio demográfico y los nuevos modelos de familia y trabajo. b) Modernizar el sistema de Justicia, para garantizar la resolución rápida de los conflictos entre los agentes económicos y sociales. c) Liderar el proceso de transformación de los horarios en la sociedad española, para mejorar la productividad por hora trabajada y fomentar una mayor conciliación de la vida personal y profesional. Reorientación del sistema financiero El objetivo prioritario del sector financiero a corto plazo debe ser recuperar la normalidad en el flujo de crédito al sector privado. Las restricciones al crédito, originadas por las perturbaciones financieras internacionales que se terminaron propagando a nuestro sistema financiero, han causado enormes problemas a las empresas españolas. A largo plazo, el sistema financiero que necesitamos para hacer posible la economía sostenible que queremos en 2025 debe fijarse los siguientes objetivos: consolidar su posición de liderazgo mundial y transformar su modelo de negocio para financiar menos actividad inmobiliaria y destinar recursos financieros a las actividades emprendedoras, creativas e innovadoras de los nuevos sectores productivos.

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Los cambios necesarios en el sector financiero español pasan por una revisión de la regulación –que vendrá necesariamente guiada por los acuerdos internacionales del G-20 para la reforma del sistema financiero mundial, en los que España participa de forma activa, precisamente porque constituye un ejemplo de buenas prácticas regulatorias en el sector bancario– y por un ajuste en el número y tamaño de las entidades financieras existentes en nuestro país.

¿Cuáles van a ser los sectores clave del nuevo modelo productivo? El nuevo modelo productivo debería apoyarse en una estrategia de especialización productiva en aquellos sectores que ofrezcan mayores oportunidades para la economía española. El proceso de globalización de la economía mundial hace necesario que los países centren cada vez más su actividad productiva en sectores para los que se dispone de ventajas comparativas. España ha dejado hace tiempo de ser un país con salarios inferiores a la media europea, con una gran masa de trabajadores poco cualificados, y sin ninguna capacidad de desarrollo de tecnología propia. Nuestro nivel de avance económico actual tiene que empezar a traducirse en posiciones de vanguardia en determinadas industrias, y en liderazgo en determinados campos. En nuestra opinión, esta estrategia de especialización de la economía española en determinados sectores productivos debería ser el resultado de un amplio debate sobre qué sectores tienen que ser potenciados. La Fundación IDEAS quiere abrir este debate, y contribuir a la discusión de esta estrategia. Por ello, en el informe Ideas para una nueva economía dedicamos varios apartados al análisis de distintos sectores productivos que consideramos van a formar parte de la base principal de la estructura productiva española durante las próximas décadas. Esta selección de sectores no pretende ser cerrada, y se basa en nuestra visión sobre cuáles son aquellos sectores con mayor futuro y más potencial para contribuir con actividades innovadoras y nuevos productos y servicios. En algunos casos, se trata de sectores con un elevado componente tecnológico y unas necesidades de formación de alta cualificación para sus trabajadores. En otros, son sectores que van a aportar bienes y servicios que van a ser altamente demandados en la sociedad del futuro, y que van a contribuir a fomentar la sostenibilidad social. La economía en transición En primer lugar, consideramos que hay determinadas ramas productivas que tienen actualmente un peso considerable en nuestra estructura productiva, y que es imprescindible que continúen con su actividad para que el país siga manteniendo sus niveles de renta y bienestar. Pero, simultáneamente, se requiere que estas ramas reorienten sus productos y sus procesos productivos para lograr una mayor sostenibilidad.

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En particular, consideramos que durante los años 2010-2025, hay tres sectores que seguirán siendo motores importantes para la economía española, pero que necesitan una profunda reorientación hacia una mayor sostenibilidad para poder formar parte del nuevo modelo productivo: • La construcción, que debe redimensionarse y perseguir nuevos objetivos, no centrados en el aumento continuo del parque de nuevas viviendas, sino en actividades de rehabilitación y mejora de la eficiencia energética del sector residencial. • El turismo, que debe abandonar el tradicional modelo de oferta de calidad mediabaja y precios baratos, y reinventarse con nuevas modalidades de oferta, para mantener su nivel de competitividad y mejorar su sostenibilidad. • El transporte, que debe alcanzar un reparto modal más equilibrado, para dar una respuesta más sostenible a las fuertes demandas de movilidad de personas y mercancías. En este informe analizamos la situación actual de estos tres grandes sectores productivos de la economía española que necesitan un cambio de rumbo, y proponemos algunas medidas para promover las necesarias transformaciones. Los principales resultados para cada sector son los siguientes: Construcción • Este sector tendrá un eje fundamental, la rehabilitación. Esta actividad consistirá en llevar a cabo intervenciones que logren un mejor comportamiento energético, modificando las instalaciones eléctricas y de climatización, así como de abastecimiento y evacuación de agua. • Creciendo a un ritmo de rehabilitación de 25.000 viviendas más al año, en 2025 se habrá rehabilitado un 14% del parque actual. • El otro eje importante en este sector se refiere a la construcción de viviendas protegidas, que debería mantenerse a un ritmo aproximado de 150.000 nuevas viviendas al año. • En términos de empleo, el sector de la construcción renovado puede crear entre 91.000 y 454.000 nuevos empleos, en función del impulso que reciba la rehabilitación y el resto de cambios propuestos para el sector. Respecto a su participación en el Valor Añadido Bruto (VAB)1, creemos que debe reducir su peso 1. El VAB total de la economía es una variable macroeconómica similar al PIB, y sólo difiere de esta última en que no incluye los impuestos indirectos que se añaden a los precios de venta de los productos. Por ello, para evaluar la importancia económica real de un sector productivo, resulta preferible medir la aportación del sector al VAB en lugar de medir su peso sobre el PIB, aunque ambas aportaciones suelen estar muy próximas entre sí (salvo en sectores que tienen más o menos impuestos que la media, por ejemplo por la aplicación de tipos de IVA reducidos o impuestos especiales).

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respecto a la situación actual hasta situarse en un 5%, siendo así más acorde con la dimensión de este sector en otros países de nuestro entorno. Turismo • Parte del actual modelo turístico español es el resultado de un proceso de desarrollo desordenado nacido en los años sesenta. El liderazgo de España se sustentó en el producto de “sol y playa” enfocado a unos segmentos de demanda masiva y precios bajos. La falta de planificación urbanística, económica y ambiental y la aparición de nuevos destinos internacionales, han hecho que este modelo sea insostenible. • El nuevo modelo que proponemos para este sector se basa en una reconversión de los destinos turísticos que permita aportar mayor valor añadido a la actividad, que haga posible un aumento en las pernoctaciones para corregir la estacionalidad, y obtener un mayor gasto medio diario. Este sector reclama una mejora progresiva de la calidad de los distintos elementos integrados en el turismo y una mayor ecoeficiencia a través de programas de ahorro de energía. • Con todo ello, el sector puede crear entre 120.000 y 620.000 nuevos puestos de trabajo, en función de la profundidad de los cambios que se introduzcan. En términos de VAB, el nuevo sector de turismo renovado podría alcanzar un peso del 10,4% sobre el VAB agregado. Transporte • El transporte requiere un profundo cambio de orientación en sus resultados, para reducir el fuerte ritmo de aumento de las emisiones de los últimos años. • Hay que lograr un mayor equilibrio modal, con más presencia del tren y el transporte marítimo en los movimientos de mercancías. En transporte de viajeros, además de apostar por el transporte público, se debe incentivar la introducción progresiva del coche eléctrico, con un objetivo de alcanzar 2 millones de coches en 2025. • Se estima que las actividades directas del transporte pueden crear entre 52.000 empleos (en un escenario con pequeños cambios en el sector) y 260.000 empleos en un escenario de nuevo modelo productivo desarrollado en su totalidad. El peso sobre el VAB agregado del sector transporte se incrementaría ligeramente, pasando de un 3,3% a un 3,8%.

La economía española del futuro Estas tres ramas de la economía en transición (así como muchas otras ramas del sector primario, industrial y servicios que seguirán teniendo un peso importante,

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aunque no hayan sido señaladas aquí de forma explícita) deben paulatinamente ir siendo complementadas por otras nuevas actividades que vayan aportando valor añadido y generando empleo. La estrategia de cambio de modelo productivo debería focalizarse en una serie de nuevos sectores productivos con alto potencial innovador y de desarrollo tecnológico. Estos sectores deben ir paulatinamente constituyéndose en motores de crecimiento en el marco del nuevo modelo productivo, y constituir la base de lo que podemos denominar la economía española del futuro. En este informe se han seleccionado aquellos sectores que consideramos van a ser, a largo plazo, las principales fuentes de generación de empleos de calidad y de nuevos productos/servicios para la sociedad española. Esta lista de “nuevos sectores” se basa en un análisis sobre su alto potencial de crecimiento, y no consideramos que sea una lista cerrada ya que seguramente la economía del futuro se apoyará también en otros sectores no tratados en este informe. Los siete nuevos sectores considerados son los siguientes: • Energías renovables • Eco-industrias • Tecnologías de la Información y la Comunicación • Biotecnología • Industria aeroespacial • Industrias culturales • Servicios sociales

Al igual que hacemos con los tres sectores de la economía en transición, en este informe se dedica un apartado a cada uno de estos nuevos sectores. En dichos capítulos se realiza una rápida evaluación de la situación actual y se estima el potencial de desarrollo futuro de cada sector. Para cada uno de ellos, se analiza cuál sería su evolución tendencial y su escenario alternativo con el cambio de modelo, realizándose predicciones de crecimiento en términos de Valor Añadido Bruto y empleo hasta 2025. Estos capítulos sobre los sectores productivos deben ser considerados como estudios preliminares que constituyen avances de futuros documentos de trabajo que irán siendo publicados a lo largo de los próximos meses, en los que la Fundación IDEAS abordará con mayor profundidad el análisis de cada uno de los sectores más relevantes en el contexto del nuevo modelo productivo.

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Los principales resultados para cada sector son los siguientes: Energías renovables • El cambio del modelo energético es crucial para lograr un mayor nivel de sostenibilidad medioambiental del nuevo modelo productivo. Nuestra propuesta es poner ya en marcha iniciativas inversoras y regulatorias para llegar a un modelo energético basado en 100% renovables en 2050. • Los ejes más importantes de actuación serían establecer incentivos que prioricen estas fuentes energéticas y fomentar la construcción de las infraestructuras necesarias que permitan una gestión más eficiente de la demanda y la oferta energética. • Con las apropiadas medidas de impulso el sector de las energías renovables puede crear entre 42.000 y 211.000 nuevos puestos de trabajo entre 2009 y 2025, como empleo adicional sobre lo que sería el crecimiento del sector al ritmo de los últimos años. Estimamos que el peso del sector en el VAB en 2025 alcanzará casi un 2%, lo que supone más que duplicar el tamaño que tiene en 2009 (0,7%).

Eco-industrias • Las tres áreas que tienen un mayor potencial de crecimiento en España para este sector son: protección de la naturaleza (reforestación, vías verdes, cuidado de espacios naturales, etc.); agua (suministro, gestión de la demanda, depuración, reutilización); y residuos sólidos (gestión de residuos, tratamiento, reciclaje). • En términos de empleo, este sector podría representar el 2,2% del total de ocupados en el año 2025 (actualmente es del 1,1%), aumentando entre 20.000 y 100.000 empleos su tamaño para llegar a un volumen total estimado de 530.000 empleos. • Gran parte de los empleos de las eco-industrias no requieren un elevado grado de cualificación, lo cual permitiría a corto y medio plazo reducir el desempleo en grupos de trabajadores procedentes de la construcción y otros sectores industriales que tienen perspectivas de recuperación lenta de la actual crisis económica.

Tecnologías de la Información y Comunicación • El sector de las TIC no sólo tiene un enorme potencial de desarrollo como sector productivo, sino también por el enorme impacto transversal que tiene su implantación.

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Resumen ejecutivo

• Destacan el aumento en la productividad de las empresas y en la eficiencia de la Administración Pública, de la Justicia, del sistema sanitario y de la gestión del consumo energético. • Este sector podría crear entre 235.000 y 415.000 nuevos puestos de trabajo, que además tienen las característica de requerir un importante nivel de cualificación ya que el 47% de los trabajadores de este sector tiene un nivel de estudios de nivel universitario. • Estimamos que el peso de las TIC en el VAB agregado puede crecer más de tres puntos porcentuales, hasta alcanzar un 7,9% en 2025.

Biotecnología • Este sector abarca un amplio abanico de actividades como la acuicultura, la agricultura, la industria y la salud. Dos terceras partes de las empresas propiamente biotecnológicas tienen orientación sanitaria, mientras que entre las empresas industriales, de servicios y comerciales relacionadas con la biotecnología tiene un mayor peso la agroalimentación. • Este sector almacena un gran potencial de crecimiento, con tasas anuales de crecimiento de la facturación entre los años 2000-2008 del 32% y del 47,8% en el número de empleados. No sólo es una actividad con elevado valor añadido, sino que además requiere personal muy cualificado. • Con el fomento de este sector, en 2025 el sector de la biotecnología podría crear entre 12.000 y 60.000 nuevos puestos de trabajo, sobre su crecimiento tendencial que, como hemos señalado, ya viene aumentando a un ritmo bastante elevado.

Industria aeroespacial • La industria española del sector aeroespacial ocupa una posición destacada dentro de Europa. A este sector le caracterizan su fuerte capacidad exportadora, la elevada inversión en I+D de sus empresas, el potencial de transferencia de tecnología a otros sectores y la alta cualificación de la mano de obra que emplea. • Teniendo en cuenta la madurez del sector y la programación europea y nacional de los próximos años estimamos que alcanzaremos en 2025 un total de 115.000 empleos en el escenario de pleno desarrollo del nuevo modelo productivo, mientras que con un escenario de impulso parcial el sector se quedaría aproximadamente en 62.000 trabajadores. • La industria aeroespacial podría duplicar hasta 2025 su peso en el VAB agregado, alcanzando un 1%.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Industrias culturales • Un desarrollo potente de las industrias culturales tendría un gran impacto sobre el empleo, dado que es muy intensivo en factor trabajo, pero también sobre la innovación, pues tiene un componente creativo significativo. • La comparación internacional revela la relevancia cuantitativa del sector cultural y sobre todo de la lengua en países cercanos, como Francia o el Reino Unido. El hecho de que con 438 millones de hablantes el español es la tercera lengua más hablada en el mundo muestra el potencial que radica en este sector. • Se estima que las industrias vinculadas al sector de la cultura pueden crear entre 50.000 y 250.000 nuevos empleos durante el periodo 2010-2025, según el desarrollo del nuevo modelo productivo. Al final del periodo, en el escenario con todos los cambios para el nuevo modelo, la contribución del sector cultural al VAB puede llegar a ser superior al 5% (ahora un 3,9%).

Servicios sociales • El sector de los servicios sociales, llamado de empleos blancos, es muy intensivo en mano de obra, y es uno de los que más puede crecer en los próximos años. La mayor esperanza de vida y la participación de las mujeres en el mercado laboral aumentarán el número de personas dependientes (mayores, niños) que necesitarán ser atendidas por personas especialmente cualificadas para esta labor. • A través de un mayor estímulo a los servicios de atención a la tercera edad y la universalización de la educación infantil (0-3) estimamos que el sector puede crear entre 2010 y 2025 un volumen de nuevos empleos en un rango entre 155.000 y 765.000 puestos de trabajo. • El peso en el VAB agregado de los servicios sociales puede llegar a alcanzar en 2025 hasta un 4,5%.

¿Cuáles son las principales propuestas del informe? Cada uno de los capítulos de este informe Ideas para una nueva economía dedicados a los sectores productivos renovados y a los sectores de futuro se cierra con una serie de recomendaciones para la puesta en marcha de medidas y acciones que generen un impulso efectivo a cada sector. Las propuestas más destacadas de todo este amplio conjunto de iniciativas orientadas a la consecución del cambio de modelo productivo son las siguientes:

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Resumen ejecutivo

1. Desarrollar un Sistema de Créditos Personales de Carbono. El objetivo sería crear un mecanismo que fomente el consumo de energías limpias y el ahorro energético, y funcionaría de forma similar al sistema de permisos de emisiones que ya está operando en España para las empresas energéticas y de determinadas actividades industriales. Se trataría de aplicar el principio de “quien contamina, paga”, pero también el principio de “quien no contamina, recibe”. El sistema asignaría a cada hogar en España una cantidad de CO2 permitido por año, de forma que aquellas familias con consumos energéticos (y de otros bienes que generen emisiones contaminantes) por encima de dicha asignación deberían comprar los derechos para ese exceso de emisiones contaminantes. Por el contrario, las familias que emitan por debajo de su asignación percibirían ingresos, por ejemplo en forma de devolución fiscal. El cálculo de las emisiones de CO2 por hogar podría basarse en los consumos energéticos (electricidad, gasóleo, gas natural, etc.) y en la propiedad de vehículos. Para evitar un aumento de la presión fiscal, se podría plantear la neutralidad en términos de ingresos para el sector público, de forma que el total de los ingresos percibidos por los derechos de emisiones constituyera el monto total para el cálculo de las transferencias a las familias no contaminantes. 2. Reconocer un nuevo derecho de ciudadanía para generar y distribuir electricidad, para que todos los ciudadanos que lo deseen puedan generar su propia electricidad, y utilizarla o venderla a las empresas de distribución, dentro de un nuevo modelo de negocio. Para eso es imprescindible incentivar a Red Eléctrica Española y a las empresas suministradoras de electricidad para modernizar sus redes de transporte y distribución, de tal forma que sea posible la generación distribuida y la implementación de políticas de gestión de la demanda que promuevan un consumo energético más racional y más adaptado a las capacidades de generación del nuevo modelo energético. 3. Crear Ámbitos Territoriales Libres de Emisiones: la puesta en marcha de algunas iniciativas en España para tener territorios con un uso 100% de energías renovables y sin emisiones en actividades de consumo puede ser un ejemplo a nivel mundial. En nuestro país, al menos un proyecto piloto de este tipo sería fácilmente implementable a corto plazo escogiendo como ámbito territorial alguna isla de tamaño mediano/pequeño de cualquiera de los dos archipiélagos, o alguna de las ciudades autónomas, para disponer así de un espacio territorial bien acotado y con sistemas energéticos relativamente sencillos de transformar en 100% renovables. 4. Promover la instalación de 700.000 techos solares, entre 2010 y 2025 mediante subvenciones parciales del coste que beneficiarían a aquellos propietarios que lleven a cabo de forma complementaria una rehabilitación integral de los inmuebles para conseguir una mayor eficiencia y ahorro energéticos. 5. Alcanzar el objetivo de 2.000.000 de vehículos eléctricos en 2025. Durante los primeros años del periodo 2010-25 se debería fomentar la creación de consorcios

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

en municipios medianos para la puesta en marcha de proyectos para la introducción generalizada de coches eléctricos, así como el desarrollo de las redes de recarga necesarias para garantizar el funcionamiento de los parques de vehículos eléctricos. 6. Dotar un fondo para Ciudades Turísticas de Vanguardia. La creación de un fondo nacional para la reconversión integral de determinados destinos turísticos podría asignarse de forma competitiva a ayuntamientos o mancomunidades de municipios que presentasen grandes proyectos de rehabilitación integral de un área existente o desarrollo de áreas nuevas. El objetivo sería alcanzar en 2025, al menos, un total de 10 grandes proyectos representativos de un nuevo modelo de turismo. Los proyectos deben acometer una renovación completa de la oferta de alojamientos, equipamientos de ocio, infraestructuras públicas (redes de suministro energético, agua, saneamiento, etc.), y estar basados en la sostenibilidad medioambiental y la eficiencia en el uso de los recursos naturales. Los proyectos deberían involucrar de forma directa al sector privado, para incorporar sus iniciativas de forma coordinada con las Administraciones Públicas, e igualmente con compromisos de inversión. 7. Elaborar un Plan Estratégico Nacional de Repoblación Forestal. En coordinación con las comunidades autónomas, el Gobierno debería liderar este plan de actuación integral en materia forestal, con una perspectiva de medio plazo. El plan no fijaría únicamente unos objetivos cuantitativos globales, que deben ser ambiciosos, sino que también debería evaluar la inversión pública necesaria, los tipos de especies más adecuadas, la disponibilidad de agua y las necesidades hídricas de cada zona en repoblación, para optimizar así las actuaciones sobre el territorio. Dentro de este plan se contemplaría en determinados ámbitos la participación de la iniciativa privada, a través de mecanismos de colaboración público-privada (por ejemplo, cesión de uso de terrenos de propiedad pública para plantación de árboles con fines de explotación maderera, cuyos beneficios serían compartidos entre la administración propietaria del suelo y los inversores privados). 8. Crear una Agencia Nacional de Biotecnología, que sirva como herramienta para la centralización de toda la información sobre programas públicos y privados para las empresas del sector, y principalmente como un instrumento para fomentar la transferencia de tecnología. 9. Desarrollar un Programa Nacional Español de Investigación Espacial, con el objetivo de dotar a la investigación en este ámbito de los recursos y el horizonte de estabilidad necesarios para alcanzar un importante nivel de desarrollo, que permita aumentar el peso relativo de España en la Agencia Espacial Europea. El objetivo sería mejorar el acceso de las empresas españolas a los programas de apoyo tecnológico que actualmente existen en el ámbito europeo, y que benefician exclusivamente a los grandes países que dominan la Agencia Espacial Europea.

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Resumen ejecutivo

10. Promover la construcción de Urbanizaciones Residenciales para Mayores, el modelo actual de residencia de ancianos está desfasado desde un punto de vista geriátrico y resulta claramente desincentivador para que las personas mayores con necesidades de atención, pero con suficiente capacidad para valerse por sí mismos, opten voluntariamente por trasladarse a una residencia. En otros países está comenzando a desarrollarse un nuevo concepto de complejo residencial geriátrico que permite una vida más activa para los mayores y la disponibilidad de pequeñas viviendas propias adaptadas para la atención. Este tipo de instalaciones debería comenzar a implantarse en España, por el enorme potencial que supone para el desarrollo del sector de los servicios sociales, y para mejorar el nivel de bienestar de las personas de la tercera edad. Paralelamente, el sector financiero debería diseñar productos adecuados para personas mayores, quienes en muchos casos disponen de una o varias viviendas en propiedad, cuya cesión a un banco o aseguradora podría generar recursos por el alquiler de esas viviendas, que servirían para financiar a las personas mayores los gastos de residencia y atención en ese tipo de nuevas Urbanizaciones para Mayores.

¿Cuántos empleos puede generar la nueva economía sostenible? Los resultados obtenidos con las estimaciones realizadas en el informe Ideas para una nueva economía son muy esperanzadores. Siendo conscientes de las críticas potenciales que todo ejercicio de predicción económica conlleva, creemos que el valor de nuestros cálculos no consiste en acertar con exactitud las cifras reales futuras, sino en aportar una visión sobre el potencial de crecimiento de los sectores analizados en este informe, que constituirán la base de la nueva Economía Sostenible. Para evaluar el impacto del cambio de modelo productivo, hemos estimado en primer lugar cuál podría ser la evolución de la economía española en ausencia de cambios. Este escenario tendencial se ha construido a partir de la modelización tendencial de las principales ramas de actividad de la economía utilizando sus datos históricos. Su utilidad es servir como escenario de referencia sobre el que contrastar los cambios generados por el nuevo modelo productivo. La característica principal de este escenario tendencial es un estancamiento de la productividad, que supone la continuidad del modelo tradicional de crecimiento de los últimos años. En segundo lugar, diseñamos un escenario de cambios parciales, en el que consideramos que algunas transformaciones de la economía pueden generar un crecimiento de la productividad que supere el umbral del 1%, lo que significa recuperar la tendencia de largo plazo de aumento de la productividad en España (aunque incluso así continuaría manteniéndose muy por debajo de la media europea). Finalmente, en nuestro escenario de nuevo modelo productivo, en el cual se considera que todas las transformaciones propuestas se han puesto en marcha, la productividad crecería a tasas superiores al 2%, y con ello se lograría empezar a converger en términos de productividad con la UE.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

La Tabla 2 resume estos tres escenarios, de forma simplificada, identificando únicamente las tasas de crecimiento correspondientes a la productividad, el empleo, y los distintos niveles de crecimiento resultantes en cada escenario: Tabla 2. Escenarios considerados para la economía española

Escenario tendencial Escenario cambio parcial Nuevo modelo productivo

Tasa crecimiento productividad

Tasa crecimiento económico

Tasa crecimiento empleo

0,75% 1,36% 2,18%

1,41% 2,40% 4,00%

0,66% 1,04% 1,82%

Fuente: elaboración propia

El reajuste estructural que esperamos experimente la economía española, aunque sea en el escenario de cambio parcial, va a suponer la reducción del peso de algunos sectores (construcción, ciertas ramas industriales) y su lugar va a ser ocupado por otros nuevos sectores (industrias con base tecnológica, determinados servicios, etc). Por ello, no es posible realizar una estimación cuantitativa basada en un modelo macroeconómico de la economía española que se base en la estructura actual. Nuestro objetivo aquí no es desarrollar un modelo macroeconómico completo, que sea capaz de representar el cambio estructural que va a inducir la nueva economía sostenible. El enfoque que adoptamos es, por el contrario, de tipo sectorial y se basa en el análisis de los impactos que el cambio de modelo productivo va a suponer para las ramas de actividad o industrias concretas que han sido estudiadas. Por ello, no se pretende la generalización de los resultados obtenidos con el análisis sectorial para todo el conjunto de la economía española. El cambio estructural que puede generar el nuevo modelo productivo puede ilustrarse con el aumento de importancia que estimamos puedan tener los diez sectores estudiados en el informe. En términos de Valor Añadido, los diez sectores alcanzaron en 2009 un peso total sobre el VAB de la economía del 34%. Considerando que el resto de la economía mantenga el crecimiento obtenido en el escenario tendencial, y sumando las previsiones realizadas para cada uno de los sectores con la modelización correspondiente, el peso total de los diez sectores que conformarían la base de la economía sostenible puede ascender hasta un 45%, y además de una economía que tendrá un tamaño considerablemente mayor, tal como se representa en el Gráfico 1. De todos los sectores analizados, únicamente el sector de la construcción reduciría su peso en el VAB agregado de la economía, algo que como hemos comentado anteriormente resulta deseable, mientras que todos los demás sectores presentarían un avance considerable en su peso económico con el nuevo modelo productivo.

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Resumen ejecutivo

Gráfico 1. Cambios en la estructura productiva de la economía española Composición VAB 2009

66%

34%

Composición VAB 2025

45%

55%

Sectores renovados y nuevos sectores Resto de la economía Fuente: elaboración propia

En términos de empleo, el cambio estructural se traduce en unas cifras similares en cuanto a la importancia de los sectores analizados en este informe. El peso de estos diez sectores sobre el empleo total de la economía española fue un 36% en 2009, y estimamos que con el nuevo modelo productivo podría llegar en 2025 a alcanzar un 47%. El resto de los sectores de la economía no ha sido analizado en este informe, por lo que no ofrecemos una estimación directa del volumen total de empleo de la economía española en 2025. En todo caso, podemos considerar que gran parte del resto de sectores también va a beneficiarse del cambio de modelo, principalmente en términos de ganancias de productividad. Gráfico 2. Cambios en el empleo de la economía española Composición del empleo 2009

64%

36%

Composición del empleo 2025

47%

53%

Sectores renovados y nuevos sectores Resto de la economía Fuente: elaboración propia

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Nuestros resultados muestran que un impacto directo del nuevo modelo productivo sobre los diez sectores que hemos analizado en este informe, y que constituirán una base fundamental para la economía sostenible del futuro, será la generación de un importante volumen de nuevos empleos. Calculando el empleo adicional que puede crearse por encima del escenario de crecimiento tendencial y, por tanto, se trataría de puestos de trabajo que pueden ser atribuidos directamente a efectos del cambio de modelo, estimamos que al final de nuestro horizonte de análisis (año 2025) la creación de nuevos puestos de trabajo podría oscilar entre 790.000 y 3,2 millones de empleos, según se considere el escenario de cambios parciales o alternativamente el escenario de pleno desarrollo del nuevo modelo productivo. Si realizamos la evaluación de impacto con el horizonte 2020 de la Estrategia de Economía Sostenible del Gobierno y la Agenda de Lisboa revisada en el marco de la Estrategia 2020 de la UE, los resultados son una creación de puestos de trabajo entre 500.000 y 2 millones de nuevos empleos. La Tabla 3 resume las estimaciones de empleo realizadas en este informe, para los diez sectores analizados que en nuestra opinión van a constituir el núcleo de la nueva Economía Sostenible. La creación de empleo global de toda la economía española será naturalmente mayor, al lograrse una mejora generalizada de la productividad en otros sectores no incluidos en nuestro análisis. Tabla 3. Empleos adicionales generados sobre el escenario tendencial 2020 Escenario renovación parcial

2025

Escenario nuevo modelo productivo

Escenario renovación parcial

Escenario nuevo modelo productivo

Sectores renovados 76.535 77.546 28.712

382.674 387.729 143.560

90.782 123.996 51.658

453.912 619.979 258.290

Energías renovables Eco-industrias TIC Biotecnología Industria aeroespacial Industrias culturales Servicios sociales

28.446 8.344 139.016 4.713 5.507 32.178 91.576

142.229 41.721 231.242 23.567 27.533 160.890 457.879

42.234 19.380 233.955 11.714 10.308 50.776 152.915

211.172 96.899 412.831 58.568 51.540 253.879 764.576

Total

492.572

1.999.025

787.718

3.181.645

Construcción Turismo Transporte

Nuevos sectores

Fuente: elaboración propia

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Resumen ejecutivo

Conclusiones La salida de la crisis ya está próxima, pero ello no debería servir de excusa para no acometer los cambios que demanda urgentemente la economía española. Debemos evitar que con la vuelta al crecimiento se reproduzcan de nuevo los mismos problemas estructurales de nuestra economía, y es urgente que frenemos el agresivo consumo de recursos naturales del actual modelo de crecimiento. Todo el conjunto de acciones, reformas, inversiones y políticas que constituye lo que denominamos nuevo modelo productivo, requiere del liderazgo del Gobierno, pero los verdaderos protagonistas deben ser los agentes económicos del sector privado, y toda la sociedad, ya que el objetivo último es lograr que la economía española alcance mejores resultados en términos de sostenibilidad económica, social y medioambiental, y que se incremente el bienestar para todos los ciudadanos. España ha alcanzado ya un nivel de desarrollo comparable con los países más avanzados, por lo que ha llegado el momento de realizar apuestas de futuro para consolidar nuestra economía y comenzar a situarnos en posiciones de liderazgo en determinados ámbitos económicos y sectores productivos. Pero para ello van a ser necesarios esfuerzos para acometer inversiones, poner en marcha reformas, e impulsar realmente una economía basada en el conocimiento y en el desarrollo tecnológico. Si ponemos en marcha de forma inmediata y consensuada una estrategia para el cambio de modelo productivo, la economía española en 2025 podrá presentar un balance enormemente positivo del periodo 2010-2025. Sería mucho mejor, en múltiples dimensiones, que los destacados logros que se consiguieron durante 1993-2008, últimos quince años de fuerte crecimiento y desarrollo que nos llevaron por fin a la convergencia económica con la Europa más avanzada.

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1 Introducci贸n



Introducción

La preocupación más importante de buena parte de los ciudadanos del mundo es la salida de la crisis económica actual, iniciada por los problemas del sector financiero en Estados Unidos en 2007, y que se transformó en una crisis económica generalizada que se ha extendido con una velocidad y profundidad sin precedentes históricos. Estamos sufriendo la primera gran crisis económica global del siglo XXI, que ha hecho poner en duda los fundamentos del actual modelo económico, y que ha puesto en evidencia la necesidad de acometer importantes reformas para reorientar dicho modelo. En España, esta preocupación adquiere desde hace un año características especiales, y se centra en dos preguntas muy concretas: • ¿A qué se va a dedicar la economía española, ahora que el modelo de crecimiento apoyado en el sector de la construcción está agotado? • ¿Será capaz de crear empleo suficiente el nuevo modelo de crecimiento en España? El Gobierno ha tomado ya la iniciativa para iniciar el cambio de modelo productivo, a través de la Ley de Economía Sostenible (aún en fase de anteproyecto) y de una amplia estrategia de medio plazo que la acompaña. Pero en el debate político sobre qué contenidos tiene la Ley, o sobre si son suficientes las medidas propuestas para sacarnos de la crisis, a los ciudadanos no les está llegando un mensaje suficientemente claro sobre por qué hace falta cambiar de modelo económico y, sobre todo, cuál es el punto de destino al que podemos llegar en un horizonte de medio plazo si acometemos con éxito las transformaciones necesarias. El informe Ideas para una Nueva Economía: Hacia una España más sostenible en 2025 que presenta aquí la Fundación IDEAS responde con claridad a la primera de las dos preguntas que lo motivan, sobre qué sectores concretos tomarán el relevo de la construcción en el futuro. También aborda con rigor y valentía la segunda cuestión, y evalúa el potencial de creación de empleo de la Economía Sostenible, comparándolo con un escenario alternativo que sería dar continuidad al modelo económico actual. El principal propósito de este informe es ayudar a visualizar la foto económica de España en 2025, con la convicción de que si ese horizonte resulta creíble y deseable para la mayoría de los ciudadanos, los esfuerzos necesarios contarán con el impulso colectivo y la transición será mucho más rápida para beneficio de todos. El estudio comienza con un análisis de la evolución histórica de la economía española, y se detiene en el diagnóstico de nuestros problemas actuales. Durante los años de crecimiento, España generó mucho empleo pero mantuvo un problema de temporalidad excesiva en el mercado de trabajo, así como un problema de escasa competitividad internacional derivado de su baja productividad. Estos problemas se reflejaron en un sistemático diferencial de inflación con respecto a nuestros competidores y en un fuerte déficit exterior.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Esta parte del análisis es ya un lugar común entre la mayoría de los expertos. Sin embargo, además de compartir esa parte del diagnóstico, este informe aporta una visión complementaria y novedosa sobre los aspectos positivos que supimos aprovechar del actual modelo de crecimiento, que ya ha mostrado sus límites. Se trata de importantes factores acumulados durante el ciclo alcista, como la importante mejora de la productividad en la industria, la capitalización de la economía española en todos los sectores, o el impresionante posicionamiento exterior en los mercados internacionales a través de inversiones directas de las multinacionales españolas, que han sabido aprovechar la fortaleza del euro para colocarse de forma estratégica en los nuevos sectores de futuro a nivel mundial. Sobre la base de un riguroso diagnóstico que recoge los aspectos positivos y negativos de la realidad económica española, este Informe de la Fundación IDEAS marca unos fines y unos objetivos muy concretos para 2025. Los fines son alcanzar una mayor sostenibilidad económica, social y medioambiental, con una visión amplia del concepto de sostenibilidad. Los objetivos concretos, que detallamos en este informe, son las mejoras necesarias en todos los factores que influyen en los resultados que alcanza una economía: dotaciones de capital físico, humano, tecnológico y medioambiental; así como los elementos facilitadores del crecimiento económico, como son el sistema financiero y el sector público. Consideramos que cambiar la orientación del modelo económico español hacia un nuevo modelo más sostenible es un objetivo necesario y factible, pero para alcanzarlo es necesario que nuestro país aborde lo que podemos denominar una Estrategia Plurirreformista de “4Rs”, que implique una renovación empresarial, una recapitalización laboral; y sea facilitada por una reestructuración del sector público y una reordenación del sector financiero. Esta estrategia debe tener en el Gobierno a su principal impulsor, pero necesita el protagonismo de los ciudadanos y la colaboración decidida de todos los agentes económicos, sociales y políticos. El Gobierno ya ha puesto en marcha el motor del cambio de modelo, con la presentación de la Ley y la Estrategia de Economía Sostenible, pero el Gobierno no puede ni debe tener un protagonismo exclusivo en ninguno de los ámbitos que implican, ni en las reformas de acompañamiento que se plantean. Por ejemplo, para que la renovación empresarial sea una realidad a medio plazo, nuestro país necesita del compromiso decidido de los empresarios para apostar por un modelo económico distinto basado en el talento y la innovación; para lograr una recapitalización laboral hay que poner en marcha mecanismos que incentiven a las empresas y a los trabajadores para invertir en formación, de manera que se logren aumentos significativos de la productividad; para que la reestructuración del sector público nos acerque al modelo de Estado Dinamizador, el Gobierno central ha de trabajar de forma intensa y coordinada con las comunidades autónomas y los ayuntamientos, al tiempo que necesita la colaboración de los distintos cuerpos funcionariales de nuestro país. Y, finalmente, para la reordenación financiera resulta imprescindible el liderazgo del Banco de España, así como la complicidad de las comu-

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Introducción

nidades autónomas y una nueva visión de las grandes instituciones del sector para poder financiar el nuevo modelo económico sostenible del futuro. A partir de esta reflexión, este Informe de la Fundación IDEAS se centra en el análisis de los sectores que protagonizarán la economía sostenible desde sus primeros pasos hasta su consolidación definitiva a lo largo de los próximos quince años. En primer lugar, el estudio se detiene en la transición que deberán experimentar varios de los sectores tradicionales de la economía española, que no sólo no van a desaparecer, sino que tienen el potencial para seguir siendo importantes protagonistas de la nueva economía sostenible del futuro. Así, el sector de la construcción deberá renovarse a través de la rehabilitación; el sector del turismo masivo de sol y playa tiene que reinventarse a sí mismo en un nuevo modelo de turismo sostenible; y el crucial sector del transporte deberá transformarse hacia un modelo de movilidad sostenible para seguir siendo un gran vector de crecimiento futuro. Y, en segundo lugar, el informe se adentra en aquellos sectores que pueden protagonizar la economía española durante la próxima década, y que desde hoy ya están dando muestras de importante dinamismo y capacidad de crecimiento futuro. Necesariamente, un modelo más sostenible deberá descansar en más sectores que los que hasta ahora habían jugado un papel central. Por ello, la construcción reducirá su peso en la economía y ese espacio se verá ocupado y superado por sectores como las energías renovables, las eco-industrias, las tecnologías de la información y la comunicación, la biotecnología, la industria aeroespacial, el sector de la cultura y los servicios sociales. Este informe dedica una sección a cada uno de ellos, partiendo de un diagnóstico actualizado y realista, aportando proyecciones de crecimiento en términos de Valor Añadido Bruto y Empleo hasta 2025, y concluyendo con algunas recomendaciones que constituyen avances de los futuros documentos de trabajo que la Fundación IDEAS irá publicando para cada área en los próximos meses. Los resultados obtenidos de esas proyecciones, que se resumen en el capítulo 9 de este estudio, son muy esperanzadores. Siendo conscientes de las críticas potenciales que todo ejercicio de predicción económica conlleva, creemos que su valor no reside en aproximar con exactitud las cifras reales futuras, sino en aportar una visión sobre las tendencias más probables de la evolución económica de los sectores analizados y, por extensión, de la economía española en su conjunto. Por tanto, con los datos aportados con este Informe, la Fundación IDEAS responde a las dos preguntas clave que lo motivaban. Por un lado, se aporta una respuesta bien fundamentada sobre cuáles son los sectores que protagonizarán la economía sostenible, describiendo en profundidad los tres sectores que vivirán un proceso de transformación interna y los siete nuevos sectores que multiplicarán su actividad en el futuro. Por otro lado, se evalúa el potencial de creación de empleo que puede generar el nuevo modelo económico en el horizonte 2025, dándose una respuesta esperanzadora a la principal preocupación actual de los españoles: el problema del desempleo.

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2 Un balance de la economĂ­a espaĂąola: luces y sombras del periodo expansivo



Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

1. Introducción La economía española presenta un balance muy positivo cuando se adopta una perspectiva de décadas para analizar su evolución, y cuando comparamos cómo ha cambiado nuestro nivel de bienestar en relación con los países más avanzados de nuestro entorno. En los años sesenta, cuando se inicia el proceso de reformas económicas que abrió nuestro país al exterior, abandonando definitivamente la idea de economía planificada y apostando decididamente por la economía de mercado, nuestra renta por habitante era tan sólo un 40% de la alemana. En la actualidad nuestra renta per cápita es ocho veces mayor que la de entonces, estamos por encima de la renta media de la Unión Europea, hemos sobrepasado a Italia y estamos próximos a los niveles de renta de Francia y Alemania. Durante estas mismas décadas de buenos resultados económicos hemos tenido también una transición política hacia un sistema democrático, que ha servido de modelo a muchos países de América Latina y de Europa del Este. La posición actual de España en el contexto económico internacional es la de una economía de tamaño mediano, plenamente integrada en el ámbito comunitario, y con una fuerte presencia de nuestras empresas en otros países. Las empresas españolas han tenido que adaptarse desde los años sesenta a sucesivas liberalizaciones, a medida que nuestro país se iba abriendo a la competencia externa: el Plan de Estabilización de 1959, la entrada en la Comunidad Económica Europea (1986), y nuestra adhesión como socios fundadores a la Unión Monetaria (1999). Y lo han hecho con éxito, generándose con cada cambio en el entorno los impulsos necesarios para continuar avanzando y consiguiendo mayores cotas de desarrollo económico. A la vista de este panorama de resultados positivos alcanzados en las últimas décadas, es innegable la capacidad de adaptación y superación que tiene la economía española. Pero la crisis económica mundial de la primera década del siglo XXI nos ha mostrado con rotundidad los límites que tiene el modelo económico español actual, que se ha apoyado durante los últimos años excesivamente en sectores con baja productividad, los cuales han contribuido notablemente a la creación de empleo, pero con un perfil de baja formación y con un excesivo uso de la temporalidad. Este modelo, que ha sido capaz de generar un crecimiento superior al de la UE y los aumentos de renta per cápita comentados, también es responsable de la situación comparativamente peor que atraviesa la economía española en la actual crisis en cuanto al problema del desempleo. Los sectores que crearon gran cantidad de empleos durante el periodo de crecimiento son los que están sufriendo un ajuste más severo, y los que explican en buena parte el diferencial de tasa de paro que España tiene en comparación con la UE.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

La salida de la crisis actual ofrece una oportunidad a la economía española de búsqueda de nuevas oportunidades en otros sectores productivos, así como de una reorientación de nuestros sectores fundamentales. El futuro está en nuestras manos, pero para que dentro de unas décadas podamos echar de nuevo la vista atrás y hacer un balance positivo –no solamente en la dimensión económica, sino también en otros aspectos de la sostenibilidad como son los aspectos medioambientales y la equidad social– debemos hacer un esfuerzo por conseguir con rapidez un cambio de modelo productivo. En este capítulo del Informe Ideas para una Nueva Economía ofrecemos un diagnóstico de la economía española, en el cual se analiza su evolución reciente y las causas de fondo que han generado la situación actual. En primer lugar, haremos una revisión de la evolución de los ciclos recientes de la economía española, para analizar cuál ha sido su comportamiento durante las crisis anteriores y en los periodos de expansión. Posteriormente, estudiamos el patrón de crecimiento durante la última fase expansiva (1995-2007), que ha sido el periodo continuado de crecimiento más largo de nuestra historia económica reciente. Una vez situados en contexto de cómo llegó la economía española al año 2008, analizamos los detonantes de la crisis económica –demostrando que algunos procesos del ajuste económico que sufre España ya se habían iniciado con anterioridad a la crisis mundial, pero el impacto de la crisis financiera global cambió completamente el entorno económico y provocó la difícil situación que atravesamos–, así como los procesos de ajuste que se hallan ahora mismo en marcha. El capítulo se cierra haciendo un balance de la evolución reciente de la economía española, resumiendo los aspectos negativos que nos han llevado a los problemas que afrontamos actualmente y sobre los que deberían tomarse acciones para corregirlos, pero señalando también aquellos otros aspectos positivos que hemos sabido aprovechar durante el largo periodo de crecimiento que ha experimentado la economía española y que nos pueden ayudar en la salida de la crisis.

2. Los ciclos de la economía española (1980-2007) La economía española a lo largo de las tres últimas décadas presenta, al igual que todas las economías desarrolladas, una evolución cíclica. Si examinamos el comportamiento del PIB –principal indicador que se utiliza para medir los resultados de una economía1–

1. El PIB presenta limitaciones como medida estadística del total de la producción de bienes y servicios de un país, ya que aplica un criterio de mercado para incluir/excluir actividades que generan valor económico. Por otro lado, no tiene en cuenta el uso de algunos inputs intermedios como pueden ser los recursos naturales no renovables, por lo que tampoco es una buena medida del grado de bienestar de una sociedad. Actualmente existe un debate abierto sobre la conveniencia de establecer a nivel internacional algún otro indicador económico alternativo al PIB que tenga un enfoque más amplio.

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Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

es habitual encontrar épocas de crecimiento que se alternan con años de estancamiento o contracción de la producción de bienes y servicios. El Gráfico 2.1 muestra el comportamiento del Valor Añadido Bruto (VAB) y el empleo en España durante el periodo 1980-2007, tanto en niveles como en tasas de variación.

Miles de millones de euros 2000

Niveles

1.100

23

1.000

21

900

19

800

17

700

15

600

13

500

11

400

9

300

7

200

Millones de trabajadores

Gráfico 2.1. Evolución del VAB y el empleo en España (1980-2007)

5 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008

VAB (escala izquierda)

Tasas de variación

Empleo (escala derecha)

8%

Tasa de variación anual (%)

6% 4% 2% 0% -2% -4% -6% -8% 1981 1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 2009e

VAB

Empleo

Fuente: elaboración propia, datos BD.MORES, INE y EPA

41


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Aunque resulta evidente a simple vista la existencia de distintos periodos en la evolución de las variables macroeconómicas recogidas en el Gráfico 2.1, no es inmediato determinar los momentos de cambio de tendencia en una economía, incluso a posteriori, ya que las diferentes variables macroeconómicas no modifican sus tendencias de forma simultánea. En un estudio que compara la evolución de los ciclos en diferentes países, ECRI (2009) señala la existencia para la economía española de dos fases expansivas durante este periodo, que corresponderían a los años 1984-1991 y 1993-2008, y dos fases recesivas que abarcarían los subperiodos 1980-1984 y 19911993. Estas fases se corresponden aproximadamente con las detectadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI, 2009). Las series del VAB y empleo expresadas en tasas de variación muestran la alta correlación existente entre estas dos variables. La recesión de 1980-84 se caracterizó fundamentalmente por una situación de fuerte destrucción de empleo ya que, en términos de PIB, observamos en el Gráfico 2.1 que en buena parte de ese periodo hubo tasas de crecimiento positivas, pese a estar por debajo del crecimiento potencial. En esa primera recesión se observa que hasta que el crecimiento económico no se situó por encima del nivel del 2% no comenzó a crearse empleo de forma neta en la economía española, un resultado que se ha mantenido desde entonces como una referencia aproximada sobre la capacidad de generación de empleo de nuestra economía. Durante la crisis de 1991-93, que fue menor en duración e intensidad, igualmente destaca el hecho de que el empleo cayó a tasas más altas que la producción, y también se detectan simultáneamente valores positivos de la tasa de crecimiento de la producción y valores negativos del crecimiento del empleo. 2.1 Contribuciones ordinarias y extraordinarias de los sectores productivos Dada la disponibilidad de series largas de datos sobre VAB y empleo para la economía española, desagregados a un nivel de 20 ramas de actividad, un ejercicio interesante es comprobar cuál ha sido el comportamiento de dichas ramas de actividad durante las expansiones y recesiones recientes. Utilizando una metodología de filtrado de las series, procedemos a descomponer las aportaciones de cada una de las ramas productivas al VAB total y al empleo agregado distinguiendo entre contribuciones “normales” y contribuciones “extraordinarias”2. Los resultados más destacables de este análisis son los siguientes: • La crisis del periodo 1980-84 se puede calificar como una recesión industrial y de la construcción: la mayoría de las ramas industriales presentan contribuciones negativas al VAB agregado (solamente el sector de la alimentación tuvo una

2. Los resultados detallados de este análisis se recogen en el Anexo 1.

42


Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

contribución ligeramente positiva), mientras que los servicios tuvieron un mejor comportamiento. • En ese periodo, el VAB sectorial de la construcción experimentó una contracción del 10,8%, y se destruyeron 317.000 empleos en el sector. • Durante la fase expansiva siguiente (1984-1991), las ramas del sector servicios fueron las que más aportaron al crecimiento del VAB agregado, consolidándose el proceso de terciarización de la economía española que ya venía produciéndose con anterioridad. • La construcción no sólo recuperó durante esa expansión el tamaño previo del sector antes de la crisis de los primeros años ochenta, sino que además comenzó ya a reforzar notablemente su peso dentro del PIB. • La breve crisis del periodo 1991-93 fue un fenómeno extraño para la mayor parte de ramas de actividad, ya que la gran mayoría de ellas no alteró sus tendencias de medio plazo. Este periodo recesivo no tuvo su origen y su impacto mayor en la industria, sino que fue básicamente una recesión provocada por el sector de intermediación financiera y la construcción. • En la expansión 1993-2007 se repitió de nuevo el patrón del periodo expansivo de la segunda mitad de los ochenta: los sectores que más aportan al crecimiento económico fueron los servicios y la construcción, en este último caso con una aportación media al VAB agregado de 0,76 puntos porcentuales/año. • En términos de empleo, los resultados más destacables del análisis estadístico de las contribuciones normales y extraordinarias de cada rama de actividad al empleo total se obtienen al comprobar cuáles son los sectores que contribuyen más rápidamente a generar puestos de trabajo en las salidas de las crisis. • En general, se observa que muy pocas ramas de actividad crean empleo el primer año en el que cambia la tendencia del VAB sectorial (por ejemplo, sí lo hacen comercio y hostelería, y el sector textil), y se trata de actividades también que están entre las primeras que destruyen empleo al iniciarse los periodos recesivos. • Gran parte de las ramas de actividad tiene un año de retardo en relación con la evolución del VAB del sector hasta que comienza a generarse empleo. Así sucede, por ejemplo, en muchas ramas industriales y en la construcción. En algunos casos, ese retardo puede prolongarse hasta dos años (sector primario). Con el análisis desagregado comprobamos que se mantiene el resultado observado a nivel de toda la economía, en relación con la existencia de un desfase entre el crecimiento económico en términos de VAB y la generación de empleo en términos netos. Por ello, podemos anticipar que en la salida de la actual crisis probablemente se reproducirá este mismo patrón y habrá unos trimestres de desfase entre los

43


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

primeros resultados positivos en términos del crecimiento del VAB agregado y la reducción significativa de la tasa de desempleo. 2.2 Los cambios estructurales El Gráfico 2.2 presenta los cambios en la estructura del VAB total de la economía española, analizando el peso de los cinco grandes sectores de actividad en los que se pueden agrupar las 20 ramas analizadas: agricultura y pesca, industria, construcción, servicios de mercado y servicios de no mercado. En el Gráfico se compara la distribución del VAB en 1980 con la situación en otros tres momentos del tiempo: (a) 1985, tras el final de la primera recesión del periodo estudiado; (b) 1994, al concluir tanto el periodo expansivo de la segunda mitad de los años ochenta como la segunda recesión 1991-93; y (c) 2007, año más reciente del que se dispone de datos desagregados por ramas de actividad. Los resultados muestran que el proceso de terciarización de nuestra economía ha sido continuo a lo largo de todo el periodo, habiéndose acelerado aún más desde 1994 hasta la fecha. Paralelamente, la agricultura y la industria han ido perdiendo paulatinamente peso relativo en el PIB desde 1980, con sendas tendencias descendentes que se han mantenido durante estos últimos treinta años. Por el contrario, la construcción experimentó una contracción durante la primera recesión de los años ochenta, pero en el periodo expansivo posterior recuperó todo el retroceso y continuó ganando peso hasta situarse por encima de su nivel relativo en 1980. Durante la expansión 1993-2007, la construcción aumentó hasta alcanzar un nivel de marcado sobredimensionamiento del sector en comparación con otros países de la OCDE, como analizaremos en más detalle más adelante.

59,2%

Gráfico 2.2. Peso relativo de los sectores económicos en el VAB agregado (1980-2007) 70% 60% 50% 40%

8,3%

10%

2,7%

20%

12,3%

17,5%

30%

0% Agricultura

Industria

1980

Construcción

1985

1995

Fuente: elaboración propia, datos BD.MORES, INE y EPA

44

Servicios

2007

Serv. no mdo.


Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

3. El patrón de crecimiento durante el periodo 1993-2007 La economía española disfrutó de un largo periodo de expansión económica entre los años 1993 y 2007, cuyo éxito quedó plasmado en un aumento del bienestar económico que nos aproximó al que disfrutan los países más avanzados de nuestro entorno, así como en otros aspectos positivos de cara al futuro que comentamos al final de este capítulo. Este periodo de crecimiento ha tenido como factores explicativos algunas causas de tipo externo y carácter extraordinario, como fueron los Fondos Estructurales Europeos o la integración en la Unión Económica y Monetaria. Pero también tuvo detrás elementos propios de la economía española, entre los que destacan la inmigración y la aceleración de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, que impulsaron la capacidad productiva y, por tanto, el potencial de crecimiento económico. La perspectiva de la creación del euro en los años previos a su lanzamiento en 1999 creó un entorno de estabilidad macroeconómica, que se materializó en la caída de tipos de interés, la reducción del déficit público y el descenso de las expectativas de inflación. Esta caída de la inflación esperada afectó a los procesos de formación de costes, ya que durante esos años asistimos también a unos incrementos de los salarios a tasas que estaban por debajo de lo que había sido habitual en nuestra economía, a pesar de que la inflación aún permaneciera ligeramente por encima de la media de la zona euro. A partir de 1999, una vez establecido el euro, la política monetaria quedó vinculada a las condiciones del área monetaria, dentro de la cual los riesgos de depreciación cambiaria habían sido eliminados. Esto propició unas condiciones de financiación muy favorables, ya que conllevó descensos permanentes de los tipos de interés, que aumentaron la capacidad de endeudamiento de los agentes y supusieron un nuevo impulso al crecimiento de nuestra economía. Durante esos años se produjeron también cambios importantes por el lado de la oferta. Por una parte, se pusieron en marcha políticas de liberalización en diferentes áreas de la economía, como es el caso de la energía, y se avanzaron las privatizaciones. Por otra se desarrollaron cambios demográficos y sociales que han tenido como resultado un notable aumento de la población activa. Nos referimos a la inmigración y al incremento de la participación de la mujer al mercado de trabajo, factores estos que aumentaron la fuerza laboral disponible, dotándola de mayor flexibilidad y, en definitiva, incrementando el potencial de crecimiento de la economía española. Estos factores fueron determinantes para que el patrón de crecimiento económico en estos años estuviera marcadamente apoyado en la demanda interna, en particular en el consumo privado y la inversión en construcción, los cuales recibieron fuertes impulsos de la mejora en el entorno económico que se derivó del anclaje de las

45


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

expectativas de inflación, de la eliminación de los riesgos de depreciación del tipo de cambio, del descenso de los tipos de interés y de una intensa creación de hogares que estuvo asociada a la inmigración y al aumento del empleo. Por último, este crecimiento de la economía encontró un claro apoyo desde el sector financiero, que, al financiar el gasto en consumo e inversión, articuló una expansión del endeudamiento del sector privado, el cual entre 1995 y 2009 ha pasado en el caso de las familias del 46% de su renta disponible al 126%, y en las empresas del 262% de su excedente bruto de explotación al 781%. A continuación analizamos detalladamente las características de este modelo de crecimiento en la composición de la demanda, de la oferta y del mercado laboral. Comenzando por la demanda, en el Gráfico 2.3 observamos cómo la demanda nacional es el componente que explica la mayor parte de los avances que se produjeron en el crecimiento del PIB, mientras que la demanda exterior neta contribuyó negativamente a dicho crecimiento. El dinamismo del consumo y de la inversión en construcción fue una constante a lo largo de toda esta etapa expansiva, y fueron estos los componentes de la demanda que aislaron a la economía española de la desaceleración que atravesó la zona euro entre los años 2001-2002. Sin embargo, la inversión en bienes de equipo y los flujos con el exterior, tanto de importaciones como de exportaciones, tuvieron un comportamiento mucho más expansivo en la primera mitad de este periodo (hasta el año 2000) y, además, su evolución cíclica estuvo vinculada al ciclo de la zona euro. Por el lado de la oferta, el Valor Añadido Bruto registró fuertes tasas de crecimiento en todos los sectores, registrándose, además, una intensa creación de empleo, en especial en la construcción, donde las buenas cifras se combinaron con un claro deterioro de la productividad. El sector industrial también tuvo un importante dinamismo en términos de VAB, si bien la creación de empleo decayó a partir del año 2000, siendo la tasa media del periodo prácticamente nula. Por último, el sector de servicios de mercado mantuvo un comportamiento similar a lo largo del periodo, tanto en VAB como en empleo (Gráfico 2.4).

46


Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

Gráfico 2.3. Los componentes de la demanda Aportaciones al crecimiento real del PIB (Tasa de variación interanual, porcentajes) 7 6 5 4 3 2 1 0 -1 -2 -3 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

PIB

Demanda nacional

Demanda externa neta

Consumo final nacional

Formación bruta de capital fijo

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

8

21

7

18 15

6

12

5

9

4

6 3

3

0

2

-3

1

-6 -9

0

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

Consumo público

Construcción

Consumo privado

Demanda externa (Tasa de variación interanual, porcentajes)

Otros productos

Bienes de equipo

Tasas de crecimiento medio por subperiodos (Porcentajes)

18 16

1995-2000 2001-2007 1995-2007

14 12 10 8 6 4 2 0 -2

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

Importaciones

Exportaciones

PIB

4,1

3,4

3,7

Consumo público

3,32

5,01

4,3

Consumo privado

4,12

3,58

3,8

Bienes de equipo

11,37

4,90

7,6

Construcción

4,74

5,84

5,38

Otros productos

8,31

5,72

6,79

Exportaciones

10,26

4,29

6,77

Importaciones

12,33

7,17

9,32

Fuente: elaboración propia, datos INE Nota: Contabilidad Nacional, base 2000. Tasas de variación interanuales sobre series ajustadas de estacionalidad de índices de volumen.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 2.4. El comportamiento de los sectores productivos Industria

Construcción

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

8

14

6

10

12 8

4

6 4

2

2 0

0

-2

-2

-4

-4

-8

-6

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

VAB industria

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

VAB construcción

Ocupados industria

Sevicios de mercado (Tasa de variación interanual, porcentajes)

Ocupados construcción

Tasas de crecimiento medio por subperiodos (Porcentajes)

8

6 4 2 0 -2 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

VAB servicios de mercado

Ocupados servicios de mercado

1995-2000

2001-2007

1995-2007

VAB Empleo

VAB Empleo

VAB Empleo

Total economía

4,11 3,78

3,42 2,87

3,71 3,25

Agricultura

7,48 -1,82

-0,64 -1,5

2,74 -1,64

Energía

1,18 -2,06

2,23 0,14

1,79 -0,78

Industria

5,03 3,91

1,28 -0,1

2,84 1,57

Construcción

4,54 7,43

5,23 6,08

4,94 6,64

Servicios de mercado

3,74 5,05

Servicios de no mercado 2,67

1,5

3,9

3,83 4,38

3,78 2,3

3,9

3,31 1,97

Fuente: elaboración propia, datos INE. Nota: Contabilidad Nacional, base 2000. Tasas de variación interanuales sobre series ajustadas de estacionalidad de índices de volumen.

En cuanto al mercado de trabajo, resulta destacable tanto el fuerte crecimiento de la población activa como del empleo. La evolución reciente de la población activa está marcada por dos fenómenos importantes (Gráfico 2.5): la creciente participación de la mujer en el mercado laboral y los efectos de la inmigración. Este incremento de la población activa hubiera podido generar graves desequilibrios si el modelo productivo no hubiera sido capaz de absorberla.

48


Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

Gráfico 2.5. El mercado de trabajo Crecimiento interanual de la población activa (Contribuciones por sexo y nacionalidad, porcentajes)

Contribuciones al crecimiento de la tasa de empleo: tasa de ocupación y tasa de actividad (Tasa de variación interanual, porcentajes) 6

5

5

4

4

3

3

2

2 1

1

0

0

-1 -2

-1

1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

Hombres españoles Total extranjeros

Mujeres españolas Tasa de crecimiento

Crecimiento de la tasa de ocupación Crecimiento de la tasa de actividad Crecimiento de la tasa de empleo

Evolución de la tasa de paro

Tasas de crecimiento medio del periodo

(Porcentajes)

(Porcentajes)

25

1996-2000

2001-2007

1996-2007

20 15 10 5 0 1996

1997

1998

1999

2000

2002

2003

2004

2005

2007

Tasas de crecimiento de la población activa (Porcentajes) 4,5 4 3,5 3 2,5 2

Tasa de crecimiento de la población activa Españoles Hombres 1,16 0,73 Mujeres 2,54 2,68 Extranjeros Hombres 26,48 24,81 Mujeres 31,99 28,90 Total 2,16 3,41

0,90 2,63 25,48 30,13 2,91

Tasa de crecimiento de la tasa de ocupación Hombres 2,30 0,21 Mujeres 3,10 0,85 Total 2,54 0,43 Tasa de crecimiento de la tasa de empleo Hombres 3,16 0,88 Mujeres 5,55 4,02 Total 4,02 2,13

1,80 4,63 2,88

Tasa de crecimiento de la tasa de paro Hombres -13,86 -4,71 Mujeres -8,75 -7,65 Total -10,91 -6,13

-8,77 -8,14 -8,25

1,05 1,75 1,27

1,5 1 0,5 0 2000

2001

2002

2003

2004

España

2005

2006

UE-15

2007

2008

Fuente: elaboración propia, datos INE, Eurostat. Nota: Encuesta de Población Activa (EPA). Los datos de paro desde el primer trimestre de 2001 en adelante reflejan la nueva definición de parado establecida en el Reglamento 1897/2000 de la CE, y no son directamente comparables con los de periodos anteriores. Véase nota metodológica EPA-2002 para más información.

49


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

La mayor contribución al crecimiento de la población activa se debe a la inmigración, con una tasa de crecimiento en media anual del 25% en hombres y del 30% en mujeres. Debido a que los sectores más dinámicos en la creación de empleo eran la construcción, determinadas ramas industriales y algunos servicios sociales (cuidado de niños y ancianos), todos ellos intensivos en mano de obra poco cualificada, fue posible durante el periodo expansivo proporcionar empleo a todos estos nuevos trabajadores extranjeros llegados a nuestro país. El comportamiento de la población activa en España fue claramente diferente a otros países europeos durante el periodo de estudio. En España, entre los años 2000-2007, la población activa creció a una tasa media cercana al 3%, mientras que en Alemania sólo creció el 0,58% y la media de la UE-15 se situó en un 1,14%. El Gráfico 2.5 también muestra el fuerte dinamismo que experimentó la tasa de empleo (ratio entre ocupados y población en edad de trabajar) durante el periodo de crecimiento. Ese aumento de la tasa de empleo fue impulsado tanto por la tasa de ocupación (ratio entre ocupados y población activa), como por la tasa de actividad (ratio entre población activa y población en edad de trabajar). Todo ello dio lugar a un descenso continuado de la tasa de paro de casi 14 puntos porcentuales entre 1995 y 2007, hasta llegar a un mínimo del 8% a mediados del año 2007.

4. Los desequilibrios del modelo actual de crecimiento económico La economía española ha ido acumulando durante los años de expansión una serie de desequilibrios importantes, sobre los que será necesario actuar para corregirlos durante los próximos años. Entre ellos destacan tres: • La pérdida de competitividad, derivada del diferencial de inflación y acentuada por la baja productividad. • El sobredimensionamiento del sector de la construcción. • El desequilibrio en nuestra posición financiera internacional. El fuerte crecimiento de la demanda agregada durante el periodo expansivo, por encima del PIB, tuvo como resultado una presión sobre los precios que hizo que persistiera nuestro tradicional diferencial de inflación con la zona euro. El incremento de los costes laborales y de la inflación se mantuvo en España un 1% por encima de la media de la Unión Económica y Monetaria (UEM) entre los años 1999 y 2007. Esto, a lo largo de los años, acumuló pérdidas de competitividad-precio que se acentuaron por el desfavorable comportamiento de la productividad. En el caso de los precios de exportación, la presión de los costes fue en buena parte absorbida por los márgenes empresariales. Como puede verse en el Gráfico 2.6, el descenso de competitividad acumulado apenas alcanza el 4%, frente al 20% que

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Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

reflejan los costes laborales unitarios relativos en el sector manufacturero. Esta circunstancia previno la pérdida de cuota de mercados de exportación, pero no pudo evitar un acusado aumento de la penetración de las importaciones, que resultó en una subida del déficit comercial no energético hasta el 6% del PIB a finales del año 2007 desde un 3% del PIB a principios de 1999. Gráfico 2.6. Índices de competitividad de España frente a la UEM (1990=100)

130 125 120 115 110 105

1999

2000

2001

IPC. Frente a UM16

2004

2008

TI

TII

TIV

TI

TII

TIII

TIII

2007

TIV

TI

2006

TII

TIII

TIV

TI

TII

TIII

2005

TIV

TI

TII

TIII

TIV

TI

2003

TII

TIII

TIV

TI

TII

TIII

2002

TIV

TI

TII

TIV

TI

TII

TIII

TIV

TI

TII

TIII

TIV

TI

TII

95

TIII

100

2009

Costes totales. Frente a UM16 mensual

Costes manufacturas. Frente a UM16 mensual

IPX. Frente a UM16

Fuente: elaboración propia, datos Banco de España

Por otro lado, el dinamismo en el crecimiento del número de hogares, la fortaleza en la creación de empleo y el descenso estructural de los tipos de interés, en un entorno de facilidad de acceso al crédito, propiciaron un destacado impulso de la demanda de viviendas que provocó un rápido incremento de los precios, el cual a su vez retroalimentó la demanda. La oferta respondió a esa demanda pujante, lo que probablemente evitó una subida más pronunciada de los precios de la vivienda, pero dio lugar a que el sector de la construcción y algunos sectores industriales directamente relacionados se sobredimensionaran. La inversión en viviendas en España llegó a alcanzar un máximo del 9,4% del PIB en el año 2006, en tanto que el VAB de la construcción se situó en el 11% del PIB, casi el doble del peso que tenían dichas variables en el área del euro. Como hemos visto anteriormente al analizar los ciclos recientes, el fenómeno del sobredimensionamiento del sector de la construcción no es reciente en la economía española, y se viene generando desde finales de los años ochenta. Aunque algunos factores explicativos de la situación actual pueden buscarse por el lado de la demanda (fuerte proceso de creación de nuevos hogares, generalización de las segundas residencias, demanda de viviendas por turistas extranjeros, etc.), las causas más

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

importantes del excesivo tamaño de la construcción en España hay que buscarlas en el comportamiento de los agentes facilitadores que influyen en el sector: la Administración y el sistema financiero. En primer lugar, los distintos gobiernos que se han sucedido a lo largo de los últimos 20 años no han adoptado una visión estratégica para el sector de la vivienda y han implementado políticas no siempre coherentes entre sí. Algunos ejemplos: • La política de vivienda protegida que persiste en España desde hace décadas no fomenta en realidad el acceso a la vivienda para las personas más necesitadas, y beneficia en la práctica a las empresas constructoras, que producen viviendas muy similares a las del mercado libre, ya que de hecho muchas viviendas protegidas terminan incorporándose al poco tiempo al stock de vivienda libre. • La deducción fiscal por la compra de primera vivienda: otra medida cuya falta de eficacia ha sido reiteradamente señalada por los economistas porque no beneficia a los compradores sino a los vendedores de viviendas, y que se ha mantenido en vigor durante un tiempo excesivamente largo y ha favorecido el aumento de precios y el incremento de la oferta. • La regulación del suelo: el problema principal del mercado de la vivienda no está en la falta de disponibilidad de suelo para edificar, sino en el control que de los suelos con mayor valor en los entornos urbanos tienen las empresas inmobiliarias y en la financiación que las administraciones locales obtienen de sus competencias en materia regulatoria. Por otro lado, en España tenemos un sistema financiero que durante las últimas décadas ha estado excesivamente orientado a facilitar crédito a un sector de la construcción que era relativamente seguro y cuya rentabilidad no se basa como en otros sectores productivos en la innovación y la productividad, sino en la revalorización del suelo y en el aumento del precio de las viviendas. Todo este conjunto de factores –desde el lado de la demanda, por las políticas públicas, y por el acceso fácil al crédito– explican por qué en España se ha alcanzado un nivel de construcción que ha superado el medio millón de viviendas por año durante casi una década (1999-2007). ¿Qué actuaciones podía haber tomado el Gobierno para frenar esta tendencia de crecimiento desenfrenado del sector de la construcción? La Ley de Suelo aprobada en 1998, con su idea liberalizadora de considerar prácticamente todo el suelo como urbanizable para aumentar la oferta, se mostró como un rotundo fracaso y no supuso ningún freno a la escalada de los precios de la vivienda. Aunque en la legislatura anterior se adoptaron algunas acciones, como la modificación de dicha Ley del Suelo para evitar subidas especulativas del precio del suelo, o la introducción de medidas de fomento del alquiler como forma de tenencia de vivienda, no fueron suficientes para frenar la deriva descontrolada del sector de la construcción y conseguir el

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Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

anunciado “aterrizaje suave” que perseguía el Gobierno. Igualmente, el Banco de España reiteradamente lanzó señales de aviso al sector financiero sobre la necesidad de políticas de crédito vinculado a activos inmobiliarios más prudentes, aunque no se adoptaron medidas más efectivas para moderar el crédito al sector que podrían haberse implementado. Por último, hay que señalar también el contexto de la política monetaria europea como otro factor adicional que ha afectado al sobredimensionamiento de la construcción en España. Nuestros socios europeos salieron con serios problemas de la crisis del 2001 y el Banco Central Europeo mantuvo los tipos al 2% durante demasiado tiempo, muy por debajo de los tipos adecuados para una economía como la española cuyo PIB nominal crecía próximo al 10%. Adicionalmente, vivíamos en un mundo de máxima accesibilidad al crédito en los mercados financieros internacionales que permitían a nuestra economía financiar sus desequilibrios sin que ninguna fuerza correctora del mercado se aliara con el Gobierno para poner freno a la dinámica del sector residencial y a la excesiva dependencia que estaba teniendo nuestra economía con dicho sector, especialmente en términos de empleo. El aumento del gasto por parte del sector privado durante buena parte de estos años superó ampliamente su capacidad de generar rentas, lo cual se cubrió con recurso al endeudamiento. Esto se materializó en una elevada necesidad de financiación de la economía, que llegó al 10% del PIB en el año 2007, y en una acumulación de deuda externa que ha llevado a que nuestra posición financiera internacional deudora, que en el año 1995 era del 18% del PIB, haya alcanzado el 79% del PIB en la actualidad (Gráfico 2.7). Gráfico 2.7. Posición financiera internacional de España

(En porcentaje del PIB) 0 -10 -20 -30 -40 -50 -60 -70 -90

TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI TII TIII TIV TI

-80 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

Fuente: elaboración propia, datos Banco de España Nota: negativo implica una posición neta deudora

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

5. Los detonantes de la crisis económica de 2008 Los primeros síntomas de reajuste de la actividad en el sector de la construcción en España se detectaron a finales de 2006. Tanto la compraventa de viviendas como el número de préstamos hipotecarios concedidos alcanzaron niveles máximos en la primera mitad del año 2006, pero a partir de ese momento comenzaron a caer. Pocos meses antes, el Banco Central Europeo había iniciado un ciclo de endurecimiento en la política monetaria que se trasladó rápidamente a los tipos de interés de las operaciones de activo de las entidades de crédito, y se tradujo en un primer debilitamiento de la demanda de vivienda. La oferta tardó un año en reaccionar, lo que se ilustra con el dato de que la caída del empleo en la construcción no se inició hasta la segunda mitad de 2007. Para entonces, era ya evidente que el sector de la construcción residencial iba a reducir su peso en la economía española. En un primer momento parecía que se podrían afrontar –asumiendo un ajuste moderado de las tasas de crecimiento económico durante un periodo corto de tiempo– los costes derivados de la reorientación de la actividad y el empleo hacia otros sectores diferentes a la construcción. Pero la crisis financiera y económica internacional trastocó el escenario. Lo que el Gobierno planteaba como un “aterrizaje suave” del sector de la construcción ha terminado en un brusco “aterrizaje de emergencia”. La crisis financiera internacional, que fue gestándose desde el verano de 2007 y alcanzó su punto más delicado en septiembre de 2008, cambió radicalmente las condiciones de acceso al crédito, desembocó en una grave crisis de confianza y generó un colapso del comercio mundial, todo lo cual provocó la extensión de la caída en la actividad a todos los sectores de la economía. La economía española resultaba particularmente sensible a este cambio en las condiciones económicas y financieras, pues en la fase expansiva había participado del boom inmobiliario y buena parte de su crecimiento había reposado en el aumento del endeudamiento. El sector privado inició un proceso de saneamiento de sus balances que le llevó a elevar su tasa de ahorro y reducir la demanda de crédito, acentuando así la caída del gasto. Pero también el sector financiero, afectado por el aumento de la morosidad, comenzó un proceso de reducción de riesgos cuyo resultado fue una política de oferta de crédito muy selectiva que, según diversas encuestas, provocó restricciones en el acceso al crédito que contribuyeron a agravar la crisis3 (Gráfico 2.8). 3. Véanse tanto la Encuesta de Préstamos Bancarios del Banco de España como la Encuesta que realiza el Consejo Superior de Cámaras de Comercio.

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Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

Gráfico 2.8. Los impactos de la crisis sobre la economía española Transacciones en viviendas

Tipo de interés sobre créditos a hogares

(Miles de viviendas) 300

12

250

10

200

8

150

6

100

4

50

2

0 2005

2006

2007

2008

2009

0 2003

Total

Viviendas nuevas

2004

2005

2006

2007

2008

2009

Viviendas usadas

Total

Crédito a vivienda

Crédito a consumo

Producto interior bruto

Construcción

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

5

10

4

5

3 2

0 -5

1 0

-10

-1

-15

-2

-20

-3

-25

-4 -5

-30 2006

2007

2008

2006

2009

2007

VAB construcción

2008

2009

Ocupados construcción

Consumo final nacional

Demanda externa

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

8

15

6

10

4

5

2

0

0

-5

-2

-10

-4

-15

-6

-20

-8

-25

2006

2007

Consumo público

2008

Consumo privado

2009

2006

2007

Exportaciones

2008

2009

Importaciones

Fuente: elaboración propia, datos Banco de España, INE. Nota: Contabilidad Nacional, base 2000. Tasas de variación interanuales sobre series ajustadas de estacionalidad de índices de volumen.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

El descenso del PIB, que se estima que rondará el 3,8% en el año 2009, tiene detrás una brusca caída de la demanda nacional que, afectada tanto por perturbaciones financieras como reales, registró tasas próximas al -7% en la primera mitad del año 2009. Este fuerte descenso habría sido mayor de no ser por la importante acción del sector público, que a través de una política fiscal muy expansiva compensó parte de la contracción del gasto del sector privado. Durante estos trimestres de crisis, la demanda exterior neta también amortiguó la caída del PIB debido al fuerte descenso de las importaciones, que fue superior al descenso de las exportaciones afectadas por la escasa demanda mundial. Lo peor de la crisis es que el descenso de la actividad se transformó en un dramático aumento del desempleo, que ha alcanzado ya al 18% de la población activa desde un mínimo del 8% en el mejor momento del ciclo expansivo anterior. Esta pérdida de empleos conlleva unas expectativas negativas de los ciudadanos respecto a las futuras rentas laborales, acentuando así el ajuste del consumo privado y la inversión residencial. Por último, cabe tener en cuenta que, a diferencia de lo sucedido durante la anterior recesión de la economía española en los años 1991-1993, la pérdida de competitividad no ha sido uno de los factores que provocó la crisis de la economía de 2008, aunque como veremos más adelante, sí será un elemento vital para que se retome la senda de crecimiento en el futuro.

6. Los procesos de ajuste en curso De igual forma que la recesión económica está siendo profunda, la corrección de los desequilibrios que se habían acumulado durante la fase expansiva está produciéndose de forma acelerada. 6.1 La inflación Durante la presente crisis, la inflación ha cambiado radicalmente su tendencia. El Índice de Precios al Consumo (IPC) mostró una evolución muy distinta en 2008 y 2009 respecto a periodos anteriores. En la segunda mitad de 2007 se inició una escalada en los precios que culminó en un 5,3% en julio de 2008. A partir de entonces el descenso fue continuado, hasta llegar a valores negativos en el entorno del -1% durante varios meses de 2009, si bien el último dato disponible (noviembre de 2009, +0,3%) apunta ya hacia un nuevo cambio de tendencia. En esta caída de la inflación han influido tanto el abaratamiento de las materias primas energéticas y alimenticias, como la caída del consumo nacional. La tasa de inflación subyacente (que elimina del IPC general los componentes más volátiles) ha venido mostrando también una intensa desaceleración, aunque no ha llegado a presentar valores negativos. Los bienes industriales iniciaron su caída de precios a principios del año 2009, situándose en noviembre en un -1,8%. En el caso de los servicios ha tenido lugar un proceso de

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Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

descenso de los precios que no tiene precedentes desde los años previos a la entrada en el euro, cayendo la tasa de inflación interanual al 1,6% desde tasas del 4% en los años de expansión económica, lo que ha significado, por primera vez, converger a las tasas de crecimiento de precios de los servicios que registra la zona euro. El impacto de la crisis en los precios ha sido mayor en España que en el resto de los países de la zona euro. Utilizando el Índice Armonizado de Precios al Consumo, en el Gráfico 2.9 se observa cómo el diferencial entre ambos (España-UEM) se redujo hasta situarse actualmente en un -0,7%, lo que constituye el nivel más reducido desde el inicio de la Unión Monetaria. Este diferencial, ahora favorable a España, está contribuyendo a compensar parte de la pérdida de competitividad-precio acumulada en la fase expansiva previa. Gráfico 2.9. Evolución de la inflación en España Evolución de la inflación

Diferencial de la inflación España-UEM

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

(Tasa de variación interanual, porcentajes)

6

25

5

20

4

15

3

10 5

2

0

1

-5

0

-10

-1

-15

-2

-20

2004

2005

2006

IPC General

2007

2008

2009

2004

2005

2006

2007

2008

2009

IPC Subyacente (IPSEBENE)

Inflación en alimentos

Inflación en energía (Tasa de variación interanual, porcentajes)

(Tasa de variación interanual, porcentajes) 10

2

8

1,5

6

1

4

0,5

2

0

0

-0,5

-2

-1 -1,5

-4 2004

2005

2006

Alimentos no elaborados

2007

2008

2009

2004

2005

2006

2007

2008

2009

Alimentos elaborados

Fuente: elaboración propia, datos INE

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6.2 El ajuste del sector inmobiliario En el momento más álgido de la burbuja inmobiliaria a finales de 2006, el peso de la inversión en viviendas equivalía al 9,4% del PIB. La contracción de la demanda ha sido muy rápida durante la presente crisis, y tan sólo tres años después la inversión en viviendas ha bajado a niveles de 1999 (5,7% en el tercer trimestre de 2009). Este proceso ha afectado también a la oferta de viviendas. El número de viviendas iniciadas durante la primera mitad de 2009 fue una quinta parte de las que se iniciaron en el segundo semestre de 2006, cuando la serie alcanzó su nivel máximo, lo cual nos muestra que la oferta también se está ajustando rápidamente (Gráfico 2.10). Gráfico 2.10. Viviendas iniciadas

800

Miles de unidades

700 600 500 400 300 200 100 0

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

Fuente: elaboración propia, datos Ministerio de Vivienda

Sin embargo, la contracción de la actividad en el sector de la construcción todavía va a prolongarse debido a los largos periodos de ejecución de obras (21 meses de media en el caso de las viviendas). Por ello no es de extrañar que el VAB de la construcción aún no haya reducido su peso en el PIB de forma sustancial (hoy representa un 10% del PIB frente a un máximo cíclico de 10,8%). 6.3 El déficit por cuenta corriente Las necesidades de financiación de la economía respecto al exterior también están reduciéndose de forma importante, debido al drástico ajuste del gasto por parte del sector privado, el cual ha sido parcialmente compensado por el sector público, que ha pasado a tener una enorme necesidad de financiación. Una vez pase la crisis económica y dejen de ser necesarios los estímulos fiscales, será necesario

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Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

reducir la deuda pública acumulada para que no condicione las posibilidades de crecimiento en el futuro. Cuando se realiza un análisis sectorial sobre la forma en que se han venido cubriendo las necesidades de financiación de la economía española, se puede entender con claridad la relación entre la evolución de los mercados internacionales de capital y el modelo de crecimiento español. El endeudamiento de nuestra economía durante el periodo de expansión estuvo intermediado por las entidades financieras (prueba de ello es el fuerte aumento de los activos del resto del mundo frente a las instituciones financieras nacionales que se muestra en el Gráfico 2.11). Hasta el año 2007, el sector financiero consiguió captar un gran volumen de recursos en el exterior, superior incluso a las necesidades de financiación netas de nuestra economía. Esto se debió a que no sólo estaban financiando el exceso de gasto nacional (por parte del sector privado), sino también la expansión internacional de las empresas españolas. La crisis financiera supuso en un primer momento un cierre de los mercados mayoristas de financiación, y provocó una drástica caída de la captación de recursos de las instituciones financieras nacionales en el exterior (en el Gráfico 2.11 viene ilustrado por el descenso de los activos del resto del mundo frente a las instituciones financieras). Gráfico 2.11. El endeudamiento de la economía española Capacidad (+) / Necesidad (-) de financiación (En porcentaje del PIB)

Activos financieros del resto de mundo frente a los sectores nacionales* (En porcentaje del PIB) 20

10

15

5

10 0

5

-5

0 -5

-10

-10

-15

-15 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

Total Hogares Sociedades no financieras S. Público

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

Total Instituciones financieras excluído Banco de España Hogares y sociedades no financieras Sector público y Banco de España

Fuente: Banco de España * Positivo indica incremento de pasivos de los sectores nacionales frente al exterior y, por tanto, aumento del endeudamiento externo.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Aunque las condiciones de funcionamiento de los mercados financieros están normalizándose, es poco probable que se vuelva al entorno que permitió semejante expansión de la deuda privada y de los balances de las entidades de crédito nacionales, lo que en última instancia también puede afectar a la capacidad del sector público para financiar la deuda que está acumulando para salir de la crisis. 6.4 El desempleo El proceso de ajuste en el mercado laboral español ha sido mucho más dramático que en el resto de países europeos. La tasa de paro ha subido desde el 8% en el 3T07 al 17,9% en el 3T09, mientras que en el área euro la subida fue del 7,1% en el 1T08 al 9,6% en el 3T09. Este diferente comportamiento relativo está relacionado con tres características propias del caso español: el fuerte ajuste de nuestro sector de la construcción, las diferencias en el crecimiento de la población activa entre España y Europa, y la destrucción de empleo temporal (muy superior en España que en Europa) (Gráfico 2.12). Gráfico 2.12. El desempleo Contribuciones al desempleo

Tasa de paro por sectores

(Porcentajes)

(Porcentajes) 30

100 80

25

60 20

40

15

20 0

10

-20 5

-40

0

-60 2006

2007

2008

2009

2005

Destrucción (-)/Creación(+) de desempleo Población activa Crecimiento desempleo

2006

2007

2008

Tasa de paro total economía

Agricultura

Industria

Servicios

Construcción

Contribución sectorial al desempleo

Tasas de paro en Europa

(Porcentajes)

(Porcentajes)

2009

21

100

18

80

15

60

12 40

9

20

6

0

3 0

-20 2006

2007

Agricultura Total Construcción

2008

2009

Industria Servicios

Fuente: elaboración propia, datos INE y Eurostat

60

2006

España Reino Unido

2007

Alemania Irlanda

2008

2009

Francia Italia

UE-15


Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

El sector más penalizado en este proceso de ajuste ha sido, sin duda, el sector de la construcción, alcanzando tasas de paro superiores al 25%. Sin embargo, también ha habido una fuerte caída en la ocupación en la agricultura y la industria.

7. La evolución reciente de la economía española: un balance A la vista del análisis realizado, podemos afirmar que el modelo productivo de la economía española muestra claros signos de agotamiento y la necesidad de una urgente reorientación. La salida de la crisis económica actual no puede significar una vuelta al punto de partida, y que nuestra aspiración como país sea la continuidad de dicho modelo. En primer lugar, porque algunos de los factores que han potenciado el crecimiento español de los últimos quince años (financiación exterior, fondos estructurales de la UE, inmigración) ya no van a tener continuidad en el futuro. Y, en segundo lugar, porque es necesario un profundo cambio que evite que se reproduzcan de nuevo los desequilibrios que hemos analizado en los apartados anteriores. No obstante, existen también aspectos positivos de la evolución económica de las últimas décadas, y que deben también ser mencionados al hacer un balance de la economía española, especialmente por el potencial que nos aportan para el desarrollo futuro. Como conclusión de este capítulo, presentamos aquí un resumen de los principales aspectos negativos y positivos identificados para la economía española. 7.1 Aspectos negativos de la economía española Los principales problemas de la economía española pueden resumirse en los siguientes puntos: • Un modelo de crecimiento apoyado en sectores poco innovadores. • Un sobredimensionamiento del sector de la construcción. • Un estancamiento de la productividad. • Un mercado de trabajo que genera mucho empleo en fases de crecimiento (aunque en gran parte empleo temporal y para perfiles de baja cualificación), pero destruye empleo muy rápidamente en las fases recesivas del ciclo. • Un sector financiero que canaliza pocos recursos hacia empresas innovadoras y actividades de capital-riesgo. • Una descoordinación entre el sistema educativo y la formación profesional con las necesidades de las empresas.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

• Una Administración Pública no suficientemente eficiente, con rigideces y duplicidades por la falta de coordinación entre sus distintos niveles (central, autonómico y local). Por otra parte, los indicadores de impactos medioambientales generados por las actividades productivas y de consumo de la economía española también señalan que el modelo actual requiere de un cambio de orientación. El problema más evidente y que requiere acciones de carácter inmediato es nuestro nivel de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pero hay muchas otras dimensiones relativas al medioambiente, como son el consumo de agua, la utilización del suelo, los incendios forestales, los procesos de erosión y desertificación, la generación de residuos sólidos urbanos, o los niveles de ruido, donde es necesario actuar para que la economía española converja, también en sostenibilidad medioambiental, con los niveles comunitarios. En términos de emisiones contaminantes, el ritmo de crecimiento en España durante los últimos quince años ha sido desenfrenado. Así, y a pesar de que nuestro compromiso asumido en el protocolo de Kioto era que las emisiones aumentaran sólo un 15% respecto a los niveles de 1990, en 2007 el incremento ya había alcanzado un 52,6% (MMA, 2009). Desde 1997 (fecha de la firma del protocolo de Kioto) hasta 2004 (aprobación del primer Plan Nacional de Asignación de Emisiones de GEI) no se adoptó ninguna política efectiva de reducción de emisiones contaminantes, habiéndose perdido una enorme cantidad de tiempo durante el cual otros países europeos sí han comenzado a tomar medidas correctoras. A partir del año 2005, los distintos sectores industriales más contaminantes cuyas emisiones están controladas por el Plan de Asignación han comenzado a realizar esfuerzos para mejorar sus resultados, y adicionalmente España va a tener que dedicar recursos económicos al cumplimiento de sus compromisos, a través de los créditos de carbono contemplados en los mecanismos de flexibilidad. Como se observa en el Gráfico 2.13, las emisiones parecen haber iniciado en 2008 un cambio de tendencia, aunque en este punto de inflexión sin duda influyen no sólo las políticas correctoras adoptadas, sino también el menor nivel de actividad económica provocado por la crisis. En términos de sostenibilidad social, los resultados de la economía española también presentan algunas limitaciones, ya que pese al avance que en promedio ha experimentado la renta per cápita durante las últimas décadas, continúan existiendo en nuestro país bastantes grupos sociales con niveles de renta baja y riesgo de pobreza. De acuerdo con los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida realizada a nivel europeo por la agencia Eurostat, España tenía en 2007 una de las tasas de riesgo de pobreza más altas de la UE-27, con un 19% de familias por debajo de la línea de pobreza (definida por un nivel de renta por debajo del 60% de la renta mediana nacional). Igualmente, la desigualdad en la distribución de la renta es mayor que

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Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

en el promedio de la UE: mientras que el ratio de renta entre el 20% de población con más ingresos y el 20% con menos ingresos es de 5,3 en España, la media de la UE se sitúa en 4,8. Estos indicadores de sostenibilidad social son los últimos disponibles y corresponden al año 2007, por lo que puede anticiparse que el impacto de la crisis económica haya empeorado aún más la situación para los grupos de menor renta. Por ello, a corto plazo es imprescindible sostener las rentas bajas a través de los distintos programas de subsidios públicos, pero a medio y largo plazo hay que lograr que la economía española sea capaz de generar empleos y rentas para reducir el riesgo de pobreza y asegurar que todos los grupos sociales tengan garantizado un nivel de vida aceptable. Gráfico 2.13. Índices de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) (1990=100) 180 160 140 120 100 80 60 40 20 0

2000

2001

2002

España

2003

2004

2005

UE-15

2006

2007

2008

UE-27

Fuente: PNR (2009)

7.2 Aspectos positivos de la economía española A pesar de los desequilibrios y problemas de la economía española, conviene también señalar que durante el periodo expansivo reciente se han conseguido logros importantes y se ha invertido en factores que incrementan nuestro potencial de crecimiento futuro. Para tener un balance completo de la evolución de la economía española, estos aspectos positivos también deben ser destacados. En primer lugar, y como hemos indicado ya anteriormente, durante el periodo de crecimiento se ha logrado una importante mejora de la renta media española, y aunque esta mejora de bienestar no haya llegado con la misma intensidad a todos los grupos sociales, el país ha avanzado en promedio considerablemente. Durante el periodo 1995-2007, el PIB per cápita pasó del 91,7% de la media de la UE-27 al 105,7%, y frente a los países que forman el euro subió del 79,6% al 96,6%, lo cual

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

nos señala que prácticamente hemos convergido ya con los países más avanzados de la UE en términos de renta media. La descomposición del PIB per cápita en sus tres componentes –el factor productividad, el factor empleo y el factor demográfico– permite analizar el origen de esta mejora del bienestar. La Tabla 2.1 presenta el análisis de los factores que explican la evolución de la renta per cápita entre 1995 y 2007, en términos relativos a la UE-274. Tabla 2.1. Factores explicativos de la renta per cápita de España (UE-27 = 100)

1995

2007

Variación

Renta per cápita (corriente en PPC) Productividad por ocupado Tasa de empleo Tasa de ocupación Tasa de actividad Factor demográfico

91,7 116,8 81,6 91,1 89,6 101,6

105,4 98,9 99,5 98,8 100,7 102,3

13,7 -18,0 17,9 7,6 11,2 0,7

Fuente: elaboración propia, datos Ameco

Resulta evidente que la variable explicativa de nuestra convergencia real ha sido el empleo, debido tanto al aumento de la tasa de ocupación como al incremento de la participación en el mercado de trabajo (tasa de actividad). Igualmente queda de manifiesto la desfavorable evolución que durante este periodo tuvo la productividad por ocupado. Para profundizar en las causas de este último fenómeno, resulta conveniente analizar el crecimiento del PIB a través del grado de utilización de los factores productivos primarios (capital y trabajo) y de la productividad total de los factores (Tabla 2.2). Tabla 2.2. Factores explicativos del crecimiento económico Producto interior bruto (PIBcf) Productividad total de los factores

Empleo Capital

España

UE-27

3,4

2,4

-0,2 2,1 1,5

1,0 0,7 0,7

Fuente: elaboración propia, datos Ameco 4. Para una explicación más detallada de la descomposición del PIB en los tres factores fundamentales, veáse el Anexo 2.

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Un balance de la economía española: luces y sombras del periodo expansivo

Los datos de la Tabla 2.2 reflejan el mal comportamiento de la productividad por ocupado en nuestra economía, que se explica fundamentalmente por un empeoramiento en la eficiencia productiva (medida por la variable denominada productividad total de los factores). Nuestros mejores resultados en términos de crecimiento económico en comparación con la UE-27 hay que atribuirlos al fuerte aumento del empleo (uno de los aspectos positivos de la fase de crecimiento que durante el periodo de crisis se ha invertido completamente), y también al crecimiento del factor capital, que vemos realiza una aportación al crecimiento superior a la media europea. Este es, precisamente, el segundo punto positivo más destacable del último periodo expansivo: la fuerte capitalización que ha realizado la economía española. Las elevadas tasas de crecimiento del stock de capital, superiores a las registradas en la UE-27, han permitido cerrar definitivamente el diferencial que tradicionalmente existía en la relación capital/producto de España frente a la UE-27. De forma particular destaca el esfuerzo realizado para aumentar la dotación de capital público y acortar la brecha en capital tecnológico. El impulso a la investigación, desarrollo e innovación es precisamente otro de los elementos que deben ser destacados como aspectos positivos de la economía española. A pesar de que nuestro nivel de inversión pública y privada aún no ha llegado a los niveles de la UE, el cambio en la política pública de apoyo a la I+D+i ha sido notable, habiéndose triplicado los recursos destinados por la Administración central entre 2004 y 2009. Si al presupuesto en I+D+i del Gobierno central en 2009 (8.690 millones de euros) sumamos las acciones de las comunidades autónomas en esta área, el total de recursos públicos para la política de I+D+i se situó en 2009 en un valor cercano a los 12.000 millones de euros, lo cual nos sitúa entre los primeros países de la UE. Los programas que fomentan la I+D+i, especialmente aquellos que promueven que los recursos públicos se complementen con inversiones privadas, han empezado ya a traducirse en resultados tangibles y lo van a seguir haciendo durante los próximos años, aunque para ello es necesario dar continuidad a dichos programas. Un último aspecto positivo del último periodo expansivo de la economía española, que merece la pena ser enfatizado por su relevancia, es el proceso de internacionalización que han acometido durante los últimos años las empresas españolas, que han sabido aprovechar la fase de largo crecimiento en España para posicionarse favorablemente en otros países y participar con éxito en los mercados internacionales. En general, el comportamiento de las empresas exportadoras está siendo mucho mejor que en el caso de otros países, y en particular hay sectores clave como son las telecomunicaciones, las infraestructuras de transporte, o el sector financiero, donde tenemos un tejido empresarial más potente que muchos de nuestros socios comunitarios.

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7.3 Conclusiones A principios de 2008, muchos analistas internacionales señalaban que España iba a ser una de las economías más afectadas por la crisis financiera internacional. Los factores que se indicaban para generar un riesgo mayor al de otros países eran el elevado déficit por cuenta corriente, el diferencial de inflación y su impacto sobre la competitividad, un bajo crecimiento de la productividad, la incapacidad para devaluar la moneda, un boom residencial y de crédito, y una excesiva dependencia de nuestro sistema bancario del sector inmobiliario. Todos auguraban una crisis más profunda en España, una crisis bancaria severa y un desplome de nuestra demanda interna, que no podría ser compensado por nuestras exportaciones. Los pronósticos sobre el frenazo del boom residencial y sus implicaciones sobre nuestra demanda interna y la destrucción de empleo se han cumplido, pero el resto de argumentos han fallado estrepitosamente en sus pronósticos. Nuestro PIB se ha contraído menos que el de la zona euro, nuestro sistema bancario ha sido el que mejor se ha comportado de los países de la OCDE, nuestras exportaciones de bienes han caído menos que las de nuestros socios europeos, y se han recuperado antes y con mayor intensidad. En la Contabilidad Nacional del tercer trimestre de 2009, el consumo de bienes duraderos, la inversión en equipo de nuestras empresas y las exportaciones crecieron con fuerza augurando que el final de la recuperación está próximo. De nuevo los pronósticos internacionales han minusvalorado la capacidad de las empresas españolas, y del conjunto de la economía, para adaptarse a un entorno difícil. No obstante, aunque sin duda nuestro país saldrá pronto de la crisis actual y retornará el crecimiento positivo, debemos ser conscientes de la urgencia del cambio de rumbo que necesita la economía española. Los retos que tenemos planteados en el corto y medio plazo son de una gran magnitud, y van a requerir de una acción decidida para reorientar significativamente nuestro modelo productivo.

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3 Los objetivos del nuevo modelo productivo



Los objetivos del nuevo modelo productivo

1. Introducción A pesar de que en el momento actual, a finales de 2009, las perspectivas de una recuperación económica incipiente aparecen ya en el horizonte cercano (en términos de PIB, aunque existe más incertidumbre sobre cuándo se iniciará de nuevo la creación neta de nuevos empleos), ello no debería llevarnos a la visión optimista de que esta crisis solamente ha sido un periodo más dentro del ciclo natural de la economía española. Como hemos analizado en el capítulo 2, anteriores recesiones en nuestra historia económica reciente han implicado cambios estructurales importantes, y la crisis iniciada en 2008 debería servir de llamada de atención sobre la necesidad de un profundo cambio estructural para reorientar el modelo productivo español. Para llevar a cabo esta reorientación del modelo, sin duda va a resultar crucial el papel del sector público como impulsor, pero para llevarla a cabo con éxito es necesaria la participación de todos los agentes económicos y sociales. Por ello, consideramos que es necesario abrir un debate público para diseñar una estrategia de medio y largo plazo sobre qué cambios son necesarios en nuestro sistema productivo y en nuestro modelo organizativo como sociedad para alcanzar mejores resultados globales. Este informe Ideas para una Nueva Economía es precisamente nuestra contribución a este debate y una aportación de cara al diseño de esa estrategia. El cambio de modelo productivo debería estar guiado por una idea fundamental: necesitamos lograr que España alcance un mayor nivel de sostenibilidad. El modelo productivo actual –con sus tendencias hacia la especialización en ramas de actividad poco productivas, baja innovación, una polarización social creciente (empleos precarios vs. contratos blindados), falta de equilibrio entre formación y puestos de trabajo, y un agresivo consumo de los recursos naturales– nos puede llevar en pocas décadas a quedar desplazados del grupo de países más avanzados del mundo. Este es un riesgo que nuestro país debería evitar, especialmente después de muchas décadas de esfuerzo colectivo durante el siglo XX para salir de la situación de atraso económico y social en que España quedó desde la época de la posguerra civil.

2. La definición de sostenibilidad La sostenibilidad es un concepto amplio, acuñado por las Naciones Unidas, y asumido internacionalmente en uno de los principios recogidos en la Declaración de Río de 1992: el objetivo del desarrollo sostenible es “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”. Hay tres pilares distintos bajo este concepto: sostenibilidad económica (que aspira a que las generaciones futuras dispongan de más activos que pasivos); sostenibilidad social (que aspira a que las generaciones futuras dispongan de más oportunidades

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que hoy); y sostenibilidad medioambiental (que pretende que nuestra relación con la naturaleza en el futuro sea más equilibrada que la actual). Estas tres dimensiones están altamente relacionadas entre sí, de manera que deben concebirse como tres piezas de un sistema altamente integrado que debe sostenerse conjuntamente. Si traducimos el concepto teórico en aspectos concretos, cuando hablamos de alcanzar un mayor nivel de sostenibilidad nos referimos a las siguientes materias: Sostenibilidad económica • Creación de empleo: la economía debe tener capacidad suficiente para crear puestos de trabajo, con un nivel de estabilidad adecuado y una remuneración suficiente para que todas las personas puedan alcanzar un nivel de bienestar aceptable. • Incentivos correctos: el sistema económico debe generar señales para que las empresas creen empleos de calidad; los jóvenes se especialicen en sus carreras profesionales en aquellas actividades requeridas por el mercado de trabajo; el sistema financiero dirija los recursos para inversión hacia aquellos sectores con mayor potencial de crecimiento sólido e innovador; y los trabajadores mantengan un adecuado nivel de formación permanente a lo largo de toda la vida laboral. • Especialización productiva: en un contexto de creciente globalización, las economías deben especializarse en la producción de determinados bienes y servicios, para aprovechar así las ventajas comparativas y obtener los beneficios de la división del trabajo a nivel mundial. Sostenibilidad social • Distribución de la renta: la remuneración a los factores productivos, más el grado de corrección que se considere necesario a través del sistema impositivo y de ayudas públicas, deben lograr una distribución de renta con un elevado nivel de equidad entre todas las clases sociales. • Atención a mayores y discapacitados: el proceso creciente de envejecimiento de nuestra sociedad, y la reducción de las redes familiares van a generar durante las próximas décadas un aumento del número de personas dependientes que no dispondrán de un adecuado nivel de protección por medios privados. • Atención a la infancia: el desarrollo de redes de guarderías y actividades de ocio infantil mejora los niveles de capacitación de las personas desde la edad más temprana, y permite un mayor grado de conciliación entre las actividades familiares y laborales. • Jóvenes: es necesario garantizar que todas las personas en sus etapas de formación e inicio de sus carreras profesionales dispongan de las mismas oportunidades con independencia del nivel de renta de sus familias.

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Los objetivos del nuevo modelo productivo

• Cobertura a grupos sociales de renta baja: la cobertura social en situaciones de desempleo/enfermedad y la necesidad de una renta básica en casos extremos de pobreza son imprescindibles para la cohesión social, y evitar problemas de inseguridad ciudadana originados por motivos económicos. Sostenibilidad medioambiental • Emisiones contaminantes: nuestros sistemas de producción y consumo deben realizar un esfuerzo para reducir el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero. No sólo hay que limitar las emisiones de CO2 sino también la emisión de otros contaminantes atmosféricos que tienen impactos de tipo regional/local y que disminuyen nuestro potencial productivo (reducción de cosechas), nuestra calidad de vida (efectos sobre la salud), y afectan a la biodiversidad en nuestros ecosistemas (efectos sobre flora y fauna). • Agua: nuestro país afronta un serio riesgo de desertificación de gran parte del territorio, por la sobreexplotación del recurso y la tendencia hacia la disminución progresiva de las precipitaciones. Es necesario de forma urgente acometer acciones tanto a nivel del consumo (demanda), como para incrementar la disponibilidad de agua (oferta). • Territorio: los usos del suelo orientados hacia actividades productivas (agricultura, industria, servicios) y residenciales deben compatibilizarse con la preservación medioambiental. La sobreexplotación urbanística de determinadas zonas, como es el caso del litoral, tiene múltiples impactos negativos y debe ser urgentemente frenada. • Conservación y mejora de ecosistemas: tanto el sector público como la iniciativa privada deben poner en marcha acciones e inversiones orientadas a mejorar el entorno rural, de forma que se consiga un nivel óptimo de uso del territorio con la adecuada protección de los espacios naturales. Como vemos, esta visión amplia del concepto de sostenibilidad hace que el sistema económico y social de un país tenga múltiples interconexiones entre las tres dimensiones (económica, social y medioambiental), tal como se ilustra en el Gráfico 3.1. La sostenibilidad económica es necesaria para las otras dos dimensiones, y exige llevar a cabo actividades productivas para mejorarlas. Pero esta relación de dependencia debe contemplarse también como una ventana de oportunidad, ya que mejorar la sostenibilidad medioambiental conlleva la creación de los llamados “empleos verdes”, y mejorar la sostenibilidad social igualmente está asociada a potenciar la provisión de servicios sociales, que crean “empleos blancos”. A su vez, las otras dimensiones de la sostenibilidad también realizan aportaciones a la economía, como son los recursos naturales o la posibilidad de conciliar mejor los horarios de trabajo con el ocio y las actividades familiares. Finalmente, también las dimensiones social y medioambiental de la sostenibilidad tienen interrelaciones entre ellas, ya que una sociedad más avanzada y cohesionada sitúa más fácilmente los

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objetivos medioambientales entre sus prioridades, y un entorno natural más cuidado aporta un enorme potencial de bienestar a la sociedad. Gráfico 3.1. Las dimensiones de la sostenibilidad

Sostenibilidad económica Cohesión social, conciliación familiar

Recursos (agua, suelo, bosques, costas, etc.)

Empleos verdes

Empleos blancos

Protección de la biodiversidad

Sostenibilidad medioambiental

Ocio y educación en espacios naturales

Sostenibilidad social

Fuente: elaboración propia

3. Las limitaciones del PIB como indicador de bienestar La evidente insostenibilidad del patrón de crecimiento imperante durante el siglo XX exige, más allá del diagnóstico de sus fallos estructurales, una reflexión sobre su propia naturaleza y fundamentos. El sistema económico actual se fundamenta en una premisa esencial, apenas cuestionada en el último siglo y medio: el papel central del Producto Interior Bruto (PIB) como medida más adecuada de la riqueza de un país, y de su crecimiento como motor y garante de estabilidad, bienestar y prosperidad. Fenómenos como la reciente crisis económica global, la crisis alimentaria y la crisis climática han puesto de manifiesto de manera contundente las profundas limitaciones y contradicciones de este sistema. Paradójicamente, el pilar fundamental del modelo vigente durante décadas –el imperativo del crecimiento permanente y a toda costa de un indicador de renta basado estrictamente en precios y cantidades de bienes y servicios de mercado–, ha sido en última instancia la causa de su agotamiento.

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Los objetivos del nuevo modelo productivo

John Maynard Keynes, actor central en uno de los momentos decisivos de transformación económica del siglo XX, ya advirtió en referencia a la crisis de los años treinta que “la dificultad no radica tanto en desarrollar nuevas ideas, como en desprenderse de las antiguas”. Hoy nos enfrentamos a una situación que demanda la generación de ideas y acciones innovadoras, pero también coraje para resistir la tentación de aferrarnos a los paradigmas que conocemos. Eso es, sin duda, lo que define el progreso. La primera fase de recuperación de la crisis –que ha supuesto una movilización sin precedentes de recursos para rescatar un sistema financiero que ha estado al borde de provocar un colapso económico global– debería dar paso a un debate sobre cuestiones básicas, pospuesto durante años, y que concierne a la propia naturaleza del modelo por el que aún seguimos rigiéndonos. Sería deseable avanzar a nivel mundial en dos direcciones: 1) plantearse la necesidad de mejorar y complementar el PIB como nuestro principal indicador económico; y 2) buscar nuevos modelos macroeconómicos para la prosperidad y la sostenibilidad, con los que no sólo aspiremos a maximizar el producto final, sino que el énfasis resida en maximizar el bienestar material, social y medioambiental de forma sostenible (esto es, con una dimensión de equilibrio intertemporal, que ahora no tenemos en cuenta). 3.1 Hacia una nueva definición del PIB: cantidad, calidad y sostenibilidad Las preguntas que debemos responder son las siguientes: ¿Es el PIB la medida más adecuada de la abundancia material de un país? ¿Es el PIB y su crecimiento la medida más adecuada del nivel de bienestar social o de calidad de vida de un país? ¿Es posible un modelo de prosperidad y sostenibilidad alternativo que no se base en el perpetuo crecimiento del PIB y del consumo? Pese a la falta de acuerdo sobre los mecanismos correctores idóneos, existe hoy un consenso generalizado sobre las deficiencias del PIB como indicador único de riqueza material. Cada vez en mayor medida y en más países, el aumento de la renta está relacionado con la mejora de la calidad de los productos y servicios producidos y consumidos, más que con su cantidad. Las actuales cuantificaciones de la producción no posibilitan la inclusión de cambios en la calidad, lo que sin duda ocasiona la infra- o sobre-valoración de la riqueza de diferentes países1. En este sentido, medidas de renta, consumo y riqueza acumuladas, tanto nacionales como desagregadas por hogares, que proporcionen información sobre la distribución (y no sólo sobre valores medios), y que incluyan las “actividades de no mercado”, aportarían una visión más fiel de los estándares de vida materiales reales que la mera producción nacional cuantificada a través del PIB medido de acuerdo con los parámetros convencionales. 1. Para un mayor detalle sobre el debate mundial sobre esta cuestión, véase el Informe de la Comisión Stiglitz, Sen y Fitoussi (2009), así como los trabajos de la Iniciativa Internacional “Beyond GDP: measuring progress, true wealth and the well-being of nations”, formada por la Unión Europea, la OCDE, el Club de Roma y WWF (disponibles en www.beyond-gdp.eu).

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Por otro lado, el concepto de calidad de vida o bienestar es notablemente más amplio que el de producción o estándares materiales. La transformación de los recursos disponibles en bienestar depende de condiciones o capacidades subjetivas de los individuos, así como de circunstancias personales. Por ello, indicadores tanto de carácter objetivo como subjetivo que proporcionen una visión multidimensional del bienestar más allá de sus aspectos materiales –como, por ejemplo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo– pueden contribuir sin duda al enriquecimiento del debate político, y mejorar la comprensión de todos los aspectos que determinan el bienestar y su evolución. La sostenibilidad, como aspecto determinante de la calidad de vida, debería incorporarse a la medición del bienestar. Pese a las dificultades que este objetivo plantea, y la necesidad de profundizar en el análisis y el debate aún incipientes en esta materia, la importancia de incorporar a los indicadores convencionales medidas que permitan cuantificar la sostenibilidad, por ejemplo a través de la cantidad y calidad de los recursos económicos, medioambientales y sociales acumulados, es cada vez menos discutible. En concreto, y con respecto a la sostenibilidad medioambiental, sería de especial utilidad un indicador que permitiese identificar la proximidad de niveles de deterioro medioambiental peligrosos. En línea con esta idea, algunas teorías recientes abogan por la inclusión en la función de producción convencional de factores adicionales como el capital social o el medioambiental. 3.2 Hacia un nuevo modelo macroeconómico: del crecimiento a la prosperidad Finalmente, parece oportuna una revisión profunda del imperativo del crecimiento económico y del consumo ad infinitum, como base de nuestro modelo económico y de bienestar. Los desafíos que este debate presenta radican en el llamado “dilema del crecimiento”2. El crecimiento económico, basado a su vez en el del consumo, es el único instrumento que permite compensar la destrucción de empleo asociada al aumento continuado de la productividad de los factores y al desarrollo tecnológico y, por tanto, el único instrumento que permite preservar la estabilidad social y económica, y, en definitiva, la prosperidad. Al mismo tiempo, la prosperidad, definida como la mejora continuada de las condiciones de vida y las oportunidades de todos los ciudadanos, no ha sido con carácter general el resultado de este modelo, incluso en periodos de abundancia económica continuada. Más bien al contrario, ésta se ha traducido en aumentos notables de la desigualdad entre países y estratos socioeconómicos, en un deterioro creciente del medioambiente, en la sobreexplotación de los recursos naturales finitos, y en incertidumbre económica.

2. Para un mayor detalle sobre este debate, véase Jackson (2009).

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Los objetivos del nuevo modelo productivo

Se trata, por tanto, de hallar la fórmula que permita compatibilizar la necesidad de estabilidad económica y social, que hasta hoy sólo ha proporcionado el crecimiento económico continuado, y lograr al mismo tiempo la sostenibilidad en todos sus aspectos de nuestro modelo de desarrollo. Pese a la sorprendente escasez de estudios en esta materia, varios esfuerzos teóricos innovadores recientes aportan evidencia sobre la posibilidad de desarrollar una macroeconomía de la sostenibilidad, que no necesite basarse en el perpetuo crecimiento de la oferta y la demanda. Así, estimaciones de algunos economistas indican que podría alcanzarse un estado de equilibrio económico en el que la estabilización del PIB se viese acompañada por la reducción sostenida aunque moderada del desempleo y la pobreza bajo ciertas condiciones. El desarrollo de una macroeconomía alternativa, de acuerdo con este análisis, exigiría, a grandes rasgos: • Incorporar nuevas variables que reflejen la dependencia energética y de los recursos naturales, así como del valor del stock ecológico o natural. • Modificar el equilibrio relativo de las variables convencionales, como inversión y consumo, en el peso de los diferentes sectores, en la naturaleza del aumento de la productividad y en las condiciones de rentabilidad. • Asumir la importancia de la innovación dirigida hacia objetivos de sostenibilidad. • Reconocer el papel determinante de la inversión, el creciente peso de la inversión pública, y contabilizar las inversiones en la conservación del medio ambiente como “activo” nacional.

4. Los riesgos de la continuidad del modelo productivo actual La continuidad del modelo productivo actual, con su elevada especialización en sectores de baja productividad, plantea a la sociedad española una serie de riesgos que deberían ser evitados o minimizados: • Estancamiento económico prolongado: la plena recuperación económica de la actual crisis, en el sentido de volver a retomar una senda de crecimiento económico en una banda del 2%-5% del PIB, podría retrasarse considerablemente si aquellos sectores que han sido motores del crecimiento español durante las últimas décadas (construcción, turismo) no vuelven a ritmos de actividad elevados o no son reemplazados por otras ramas productivas. • Pérdida de competitividad: situación que puede producirse fácilmente si no se logran aumentos importantes de la productividad a nivel agregado, y en particular en aquellos sectores que afrontan un mayor grado de competencia internacional. • Desequilibrio en las cuentas con el exterior: vinculado al riesgo anterior, si no se logra una mejora de la capacidad exportadora, a través de la especialización en sec-

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tores innovadores y con capacidad de crear nuevos productos de alto valor añadido, nuestra balanza comercial puede entrar en una situación de fuerte desequilibrio por las necesidades crecientes de importaciones derivadas del proceso de globalización. • Disminución de recursos para garantizar cohesión social: la caída de ingresos públicos derivada de un estancamiento económico puede dificultar el pleno desarrollo de la atención a la dependencia, e incluso deteriorar la calidad de los sistemas públicos de sanidad y educación. • Dificultad para cumplir con los compromisos internacionales de reducción de emisiones contaminantes: si nuestro sistema productivo no hace esfuerzos por mejorar sus resultados en términos medioambientales, nos vamos a ver obligados a gastar recursos públicos en la compra de derechos de emisión. En un contexto de previsibles restricciones presupuestarias a medio plazo, esto supone una tensión adicional sobre el gasto público. Todo este conjunto de riesgos son demasiado elevados para la sociedad española, por lo que resulta urgente acometer acciones decididas para lograr un cambio de modelo productivo.

5. Objetivos generales del nuevo modelo productivo El nuevo modelo productivo al que debería encaminarse la economía española tiene que perseguir un amplio conjunto de objetivos, entre los que destacamos los siguientes, distinguiendo aquellos más urgentes (corto plazo) de aquellos otros que requieren de cambios estructurales (largo plazo). a. Objetivos a corto plazo • Recuperar la senda de crecimiento positivo: hay que conseguir que España retorne cuanto antes a una tasa de crecimiento positivo del PIB y la renta per cápita, para continuar con el proceso de convergencia con los países avanzados de la UE. • Generar empleo: la principal necesidad de la economía y la sociedad española en este momento es la reducción de la elevada tasa de paro que sufrimos. No es posible contemplar un horizonte de medio plazo en el que la tasa de paro no retorne a niveles inferiores a los dos dígitos. • Reestablecer el equilibrio en las cuentas públicas: la recuperación de la actividad económica debería conducir rápidamente a una reducción del déficit público, mediante la retirada paulatina de los impulsos fiscales de gasto público introducidos de forma excepcional para superar la crisis, y la recuperación progresiva de los ingresos públicos. El nivel de Deuda Pública debería entrar de nuevo en una fase de estabilización en términos de volumen total de deuda en porcentaje del PIB, y a medio plazo aspirar a su reducción.

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Los objetivos del nuevo modelo productivo

b. Objetivos a largo plazo Sostenibilidad económica: • Aumentar la renta per cápita y el nivel de bienestar agregado, definido dicho bienestar en un sentido amplio y utilizando una nueva definición del PIB que tenga en cuenta no sólo los indicadores económicos clásicos, sino también los aspectos sociales y medioambientales. • Mejorar la productividad de la economía española: especialmente en aquellos sectores de actividad que compiten en mercados internacionales. • Aumentar la calidad de la educación y del sistema de formación profesional, y generar un elevado volumen de empleo para niveles de cualificación medios y altos, que deberían surgir en aquellos sectores con mayor potencial innovador. Sostenibilidad social: • Mejorar la distribución de la renta, reduciendo la elevada dispersión actual entre las rentas más altas y más bajas. • Lograr una plena cobertura del sistema de atención social a las personas dependientes y discapacitadas: redes de residencias, centros de día, sistemas de atención domiciliaria, retribución a los cuidadores familiares. • Fomentar una racionalización de los horarios laborales, y lograr una conciliación efectiva de la vida laboral y familiar. Sostenibilidad medioambiental: • Reducir las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero, así como las de otros contaminantes de impacto local. • Lograr una mayor eficiencia en la utilización del agua, suelo y otros recursos naturales. • Aumentar la dotación de capital medioambiental, a través de programas de reforestación, limpieza y conservación de cauces de agua, regeneración de costas y mejora de espacios naturales protegidos.

6. Objetivos específicos del nuevo modelo productivo Un plan estratégico a nivel de toda una economía es un esfuerzo colectivo de gran magnitud, y requiere fijarse como país unos objetivos cuantitativos que sean ambiciosos pero alcanzables en un periodo de tiempo razonable para los cambios propuestos. Por ello, en este informe hemos utilizado un horizonte a quince años, considerando que es factible iniciar ya en 2010 las reformas y cambios necesarios, para evaluar cómo será el modelo productivo de la España del futuro en 2025.

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Con ese horizonte de medio plazo, proponemos la utilización de cuatro indicadores que sintetizan en cifras el objetivo de la sostenibilidad en todas sus dimensiones (ver Tabla 3.1) y son los siguientes: • Renta per cápita: indicador de bienestar agregado (sostenibilidad económica). • Tasa de empleo: indicador sobre la capacidad de generar puestos de trabajo (sostenibilidad económica). • Distribución de la renta (sostenibilidad social). • Emisiones contaminantes (sostenibilidad medioambiental). Tabla 3.1. Objetivos del nuevo modelo productivo para el año 2025 Valor del indicador sin cambio de modelo

Valor en 2025 con nuevo modelo productivo

Variación

1. Aumentar la renta per cápita a

26.000 euros

36.400 euros

+40%

2. Aumentar la tasa de empleo b

61%

73%

+20%

3. Disminuir la desigualdad en la distribución de la renta c

5,5

4,4

-20%

4. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero d

406,9 mill. ton

285 mill. ton

-30%

Objetivo

Definiciones de los indicadores utilizados: a. La renta per cápita sin cambio de modelo productivo es una estimación propia basada en la modelización de la evolución tendencial de todas las ramas de actividad de la economía, que resulta en una tasa anual de crecimiento del 1,4%. Durante la expansión de los últimos quince años (1993-2008), la renta per cápita española aumentó en términos reales un 41%, por lo que el objetivo que fijamos es alcanzar un ritmo de crecimiento similar para los próximos quince años, aunque apoyado en un modelo con mucha más aportación de la productividad y menos aportación del crecimiento del factor trabajo. b. La definición de tasa de empleo utilizada es total de ocupados sobre población de 16-64 años (Fuente: Encuesta de Población Activa, INE). El valor sin cambio de modelo es la última cifra disponible (3T 2009). En 1998 la tasa de empleo fue de 52,4% y en 2007 de 67%, lo que supuso un incremento del 28%. c. Ratio entre la renta media del 20% de población con renta más alta y el 20% con renta más baja (Fuente: Eurostat). El valor sin cambio de modelo se corresponde con el promedio del indicador durante el periodo 1997-2008. Aunque con otros indicadores alternativos de la distribución de la renta los resultados para España muestran una cierta mejora durante los últimos años, con el indicador aquí propuesto que relaciona los extremos de la distribución, los datos recientes señalan una situación estancada y no recogen esa mejora. Como referencia, este indicador tiene actualmente para Francia un valor de 4,2 y para Alemania 4,8. d. Toneladas equivalentes de CO2. (Fuente: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino). El valor sin cambio de modelo se corresponde con el último dato disponible (2008), por lo que el objetivo de reducción se calcula sobre las emisiones actuales.

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4 Mรกs y mejores dotaciones de capital



Más y mejores dotaciones de capital

1. Introducción Para lograr una senda de crecimiento sostenible a largo plazo, la economía española necesita aumentar la productividad total de los factores, lo que implica incrementar nuestras dotaciones de capital físico, humano, tecnológico, y medioambiental. Nuestras dotaciones relativas de estos factores difieren según los casos y, por ello, el esfuerzo debe ser mayor en unos que en otros. Así, en relación con el capital físico (sobre todo en infraestructuras) nos encontramos casi en la media europea, mientras que en capital tecnológico necesitamos aún realizar un amplio esfuerzo a través de la política de I+D+i. En capital humano, más que de cantidad, tenemos un problema de calidad. Y en relación con nuestro capital medioambiental, tenemos un claro problema de degradación de muchos recursos naturales (por ejemplo, costas o acuíferos). El proceso de recapitalización de la economía española no debe descansar sólo en el esfuerzo del sector público, sino que también es crucial converger con la media europea en las dotaciones de capital privado por trabajador. Como se puede observar en el Gráfico 4.1, a pesar de los esfuerzos realizados por el sector privado en la formación bruta de capital durante los últimos años, en términos del ratio de capital privado por trabajador nos encontramos aún a cierta distancia del promedio de los países más avanzados de Europa. Mientras que en términos de capital público ya se ha logrado casi una total convergencia con la UE, en el Gráfico se observa que la distancia en términos de capital privado per cápita es considerablemente mayor. Las empresas deben mantener un esfuerzo continuado para cerrar este diferencial con la mayor celeridad posible, porque la dotación de capital privado por trabajador es uno de los aspectos fundamentales para lograr el aumento de la productividad necesario para el cambio de modelo español.

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Gráfico 4.1. Dotación de capital privado y público en la UE-15, 2005

Capital público/hab. (euros 1995)

18.000 14.000 10.000 España

6.000 2.000 20.000 40.000 60.000 80.000 100.000 120.000 140.000 Capital privado/trabajador (euros 1995)

Fuente: MPR, 2007

2. Capital físico El ámbito en el que España ha hecho un mayor esfuerzo en los últimos 25 años ha sido en el de la mejora de sus dotaciones de capital físico, especialmente en las infraestructuras de transporte. Las mejoras en ese terreno han sido evidentes: España supera ya la media europea en kilómetros de autovía, y en poco tiempo seremos líderes en kilómetros de líneas ferroviarias de alta velocidad. Sin embargo, España debe aún hacer un esfuerzo en el transporte de pasajeros y mercancías por ferrocarril, ya que ambos son aspectos cruciales de la movilidad sostenible. El objetivo que el Programa Nacional de Reformas de España establecía para 2010 era el de aumentar la red ferroviaria hasta 35 km/1.000km2. El esfuerzo presupuestario que se viene acometiendo en los últimos años, en el marco del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes, ha sido muy importante. Sin embargo, para 2025, el objetivo debe ser extender la red ferroviaria hasta superar la media europea en esta materia (que hoy se sitúa en casi 50 kilómetros/1.000km2). También es muy importante hacer una inversión significativa en la mejora de las infraestructuras energéticas de nuestro país. Hay dos áreas de especial relevancia: por un lado, en 2025 España debería contar con una red completa de puntos de recarga para los vehículos eléctricos del futuro (las llamadas “electrolineras”); y, en segundo lugar, España deberá haber acometido las reformas estructurales necesarias para disponer de un sistema descentralizado de producción y consumo de energía, que haga posible el escenario de una España cuya energía esté basada en un 100% de energías renovables.

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Más y mejores dotaciones de capital

Asimismo, la ampliación de la capacidad de nuestras interconexiones energéticas con Europa y África serán asuntos de primera magnitud para la economía española durante los próximos años, en cuanto a la dotación de capital físico.

3. Capital humano La dotación de capital humano en un país se puede medir de muchas formas. España acusa un retraso histórico en este campo, heredado de la época predemocrática. Los esfuerzos realizados durante las últimas tres décadas ofrecen un saldo muy positivo en todos los ámbitos. La universalización de la educación, la extensión de la educación obligatoria hasta el 100% de la población y el desarrollo imparable de la educación universitaria con el consiguiente aumento en el número de licenciados, han sido algunos de los rasgos característicos de ese periodo expansivo en términos educativos. A pesar de esos logros en términos de cobertura, España aún debe seguir expandiendo su sistema educativo en tres direcciones: la educación infantil temprana (de 0-3 años), la formación profesional y la formación continua en el empleo. Sin embargo, el mayor reto que tiene un sistema educativo que se expande es el de mantener a sus alumnos dentro del sistema hasta que terminan las titulaciones que comienzan. Este aspecto es crucial para asegurar las cantidades potenciales necesarias de titulados para satisfacer la demanda de capital humano del futuro. Y también es fundamental para garantizar la igualdad de oportunidades y la sostenibilidad social que pretende el nuevo modelo económico propuesto en este Informe. Por ello, el primer gran objetivo en términos de capital humano debe ser reducir a la mitad la tasa de abandono escolar prematuro en 2025. En este sentido, España ha mantenido unos porcentajes de fracaso escolar en los últimos diez años cercanos al 30%, mientras que la UE reducía levemente este problema en 4 puntos hasta situarlo en niveles del 16%. Los esfuerzos liderados por el Gobierno desde 2004 y desarrollados por las comunidades autónomas están produciendo buenos resultados en la mayoría de los casos. Como se puede observar en el Gráfico 4.2, una mayoría de comunidades autónomas ha logrado reducir ligeramente sus niveles de fracaso escolar. Para seguir avanzando en este objetivo es fundamental consolidar las líneas de trabajo sobre las que se viene actuando (por ejemplo: la adaptación de itinerarios en la etapa de preabandono, los programas de éxito escolar, los programas de mejora del profesorado, o las evaluaciones de diagnóstico anuales). Junto con este objetivo de cantidad potencial de capital humano, hay que sumar dos objetivos adicionales relacionados con la calidad. En primer lugar, es imprescindible mejorar las dotaciones de capital humano en el empleo, que aún son bajas en España con respecto a Europa y EE UU.

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Gráfico 4.2. Tasa de abandono escolar prematuro, 2007 -8

-1

+3

-3

-6 -6

+2

+5

-3

+2 -2 -2

-7

-3

-6 -1

>35% 30%-35% 25%-30% < 25%

+3

Δ 2004-07

+13

Fuente: PNR, 2008 Nota: los tonos indican niveles, mientras que las cifras en círculos indican las variaciones entre 2004 y 2007.

Como se puede ver en el Gráfico 4.3, el nivel educativo en el empleo es aún muy inferior en España, en relación con la UE-25 y EE UU. Si a esto se añadiera que en algunas titulaciones existen diferencias de calidad importantes dentro de los mismos niveles de estudios alcanzados, las distancias podrían ser aún mayores. Gráfico 4.3. Nivel de educación en el empleo España

UE-25

EE UU 12,3%

12,7% 25% 28,2%

24,8%

59,1%

50,2%

Educación obligatoria

Educación secundaria no obligatoria

Fuente: elaboración propia, datos OCDE

84

38%

49,7%

Universitarios y doctorados


Más y mejores dotaciones de capital

Teniendo en cuenta la relación fundamental entre el nivel educativo en el empleo y la productividad del trabajo, resulta evidente que aún han de realizarse importantes avances en esta área. El objetivo debe ser para 2025 duplicar la proporción de universitarios y doctorados en el empleo hasta alcanzar la media europea. Por último, y directamente relacionado con el punto anterior, es imprescindible mejorar la calidad de la enseñanza universitaria. España debe situar en 2025 alguna universidad entre las primeras 20 del mundo, y tres universidades entre las primeras 50, en sintonía con nuestra importancia económica mundial. Este salto de calidad en la universidad es fundamental para que las titulaciones que en ella se imparten, y sobre todo la investigación realizada, contribuyan también a la reducción de la brecha observada en las dotaciones de capital humano de nuestra economía. Para alcanzar este objetivo, debería reducirse paulatinamente el número de universidades que ofrecen todo tipo de titulaciones, introducir incentivos para la especialización de los diferentes campus en disciplinas concretas, generar un modelo de competencia real por la financiación universitaria ligada a resultados de investigación, y multiplicar los mecanismos de conexión entre la universidad y la empresa. En este proceso, jugará un papel crucial la conformación final del estatuto del personal docente e investigador, que debería primar de forma significativa las carreras profesionales excelentes, facilitar la movilidad entre la universidad, la empresa y el ejercicio de tareas de difusión y aplicación del conocimiento adquirido, y habilitar mecanismos de salida de la actividad universitaria de aquellos docentes o investigadores que no cumplan unos mínimos objetivos de dedicación y calidad durante un periodo importante de tiempo.

4. Capital tecnológico El capital tecnológico español ha mejorado de forma considerable en la última década. Todos los indicadores de infraestructuras tecnológicas y avances de la sociedad de la información se han acercado e, incluso, han superado en algunos casos a la media europea. La evolución de las cifras de conexión de empresas y ciudadanos a Internet, de digitalización escolar o de despliegue de la banda ancha, así lo acreditan. La evolución reciente de los indicadores estructurales de la Comisión Europea para España en este terreno también es positiva, como se aprecia en la Tabla 4.1. Sin embargo, la mejora en muchas de las infraestructuras tecnológicas no se corresponde con su uso. Por ejemplo, empresas y ciudadanos españoles comercian por Internet mucho menos que sus colegas europeos. Asimismo, la digitalización del sistema universitario no lo ha hecho más productivo en términos de la calidad de sus titulaciones o el número de patentes generadas. En el caso del comercio electrónico, probablemente su implantación tenga que ver con aspectos culturales diferenciados, pero también con actitudes preventivas que

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tabla 4.1. Indicadores sobre I+D de la Comisión Europea para España Innovación y desarrollo España UE-15 (promedio) UE-27 (promedio) Último dato 2004 Último dato 2004 Último dato 2004 Gasto en Recursos Humanos 4,3 4,3 4,9 5,0 5,1 5,1 Gasto en I+D 1,3 1,1 1,9 1,9 1,9 1,8 Gasto en I+D por origen de los fondos - industria 47,1 48,0 54,7 55,7 55,4 54,4 Gasto en I+D por origen de los fondos - gobierno 42,5 41,0 33,1 34,6 33,5 35,0 Gasto en I+D por origen de los fondos - extranjero 5,9 6,2 8,7 8,4 8,6 8,4 Nivel de acceso a Internet - hogares 51,0 34,0 64,0 46,0 60,0 41,0 Graduados en Ciencia y Tecnología - total 11,2 12,5 - - 13,4 12,5 Graduados en Ciencia y Tecnología - mujeres 6,9 7,7 - - 8,7 7,9 Graduados en Ciencia y Tecnología - hombres 15,3 16,9 - - 17,9 16,9 Solicitudes de patentes a la Oficina Europea de Patentes 33,4 28,5 149,0 144,2 114,9 111,3 Patentes concedidas por la Oficina Americana de Patentes y Marcas 6,0 - 42,2 - 32,9 - Inversiones en capital riesgo - capital semilla 0,0 0,0 0,0 0,0 - - Inversiones en capital riesgo - expansión y salida 0,1 0,1 0,1 0,1 - - Gasto en TIC - Tecnologías de la Información 1,4 1,4 2,7 2,7 2,7 2,7 Gasto en TIC - Telecomunicaciones 3,2 3,4 2,9 3,0 3,0 3,1 Comercio electrónico via Internet 6,2 0,4 4,2 2,1 4,4 2,2 Nivel educativo de los jóvenes - mujeres 67,3 68,4 79,1 77,5 81,4 79,9 Nivel educativo de los jóvenes- hombres 52,7 54,4 72,6 71,2 75,7 74,4 Disponibilidad on line de la administración electrónica 70,0 55,0 68,0 49,0 59,0 41,0 Utilización de la administración por empresas 29,0 - 32,0 - 28,0 - Utilización de la administración electrónica por ciudadanos - mujeres (16-74 años) 26,0 - 29,0 - 26,0 - Utilización de la administración electrónica por ciudadanos - hombres 32,0 - 34,0 - 30,0 - Utilización de la administración electrónica por empresas 64,0 50,0 70,0 50,0 68,0 51,0 Tasa de penetración de la banda ancha 19,8 6,7 24,3 7,6 21,7 - Exportaciones de alta tecnología 4,9 5,7 - - 16,7 18,5

Fecha último dato disponible 2006 2007 2006 2006 2006 2006 2007 2007 2007 2006 2003 2008 2008 2006 2006 2007 2008 2008 2007 2008 2008 2008 2008 2008 2006

Fuente: PNR, 2009

descuentan la inseguridad jurídica asociada a la red, difícilmente solucionables dentro de un sistema judicial poco moderno y muy lento. Asimismo, el problema de la escasa producción de patentes tiene más que ver con el diseño agregado del sistema de I+D+i y, sobre todo, con la escasa concentración en actividades de alto valor añadido del tejido empresarial español, que limita la

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Más y mejores dotaciones de capital

generación potencial de patentes sobre actividades de investigación aplicada en el sector privado, y deja recaer casi todo el peso en las investigaciones generadas por los organismos públicos de investigación. En los próximos años, los retos fundamentales en el área de capital tecnológico serán tres: • Converger en 2025 con los indicadores de gasto en I+D público y privado y en patentes con los países más avanzados de la UE1. Esto significa aumentar un 30% el gasto en I+D público, un 70% el gasto en I+D privado, y multiplicar un 300% las solicitudes de patentes. • Incorporar las nuevas infraestructuras del futuro para mantener nuestra buena posición relativa actual en términos de sociedad de la información. Por ejemplo, la incorporación de la nueva generación de tecnologías wi-fi será un reto inmediato que abordar. • Maximizar la utilización de las nuevas tecnologías instaladas, especialmente en las Administraciones Públicas y en las actividades de comercio de las empresas y las familias españolas.

5. Capital medioambiental Finalmente, las mayores necesidades de mejora en términos de dotaciones de capital de la economía española se encuentran en el capítulo medioambiental. Este concepto no se incluye habitualmente en las mediciones de capital de los informes económicos de referencia. Sin embargo, nosotros consideramos que un nuevo modelo productivo que aspira a maximizar el bienestar de las personas no podrá conseguir ese objetivo sin incorporar esta dimensión adicional. Existen numerosos indicadores que ilustran los dramáticos impactos del modelo económico español en términos de degradación del capital medioambiental. En el último informe del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE, 2009), puede comprobarse que, aunque existen leves mejoras, la mayor parte de los indicadores de sostenibilidad medioambiental sigue presentando resultados preocupantes. Dichos indicadores analizan múltiples dimensiones de los impactos causados por las actividades productivas y de consumo sobre el capital medioambiental, tales como el requerimiento de materiales de la economía y la productividad de los recursos, los residuos, las emisiones contaminantes, el agua, el territorio, la biodiversidad, o los procesos de desertificación y erosión del suelo. Algunos de estos indicadores junto con su evaluación y situación actual se presentan en la Tabla 4.2. 1. El objetivo de gasto en I+D será del 3% del PIB para 2025 (frente al 1,2% actual). En términos de patentes, el objetivo será alcanzar la media europea actual de solicitudes de patentes situada en 149 solicitudes al año, frente a las 33,4 actuales.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tabla 4.2.Indicadores de sostenibilidad medioambiental Indicador

Evaluación

Situación

Generación de residuos urbanos

Estado actual desfavorable

La generación total de residuos urbanos en 2007 (24.585.000 toneladas) experimentó un aumento anual del 4,4%, alejando a España del cumplimiento del objetivo de prevención establecido en el PNIR 2008-2015.

Tratamiento de residuos urbanos

Estado actual desfavorable con tendencia positiva

De acuerdo con el PNIR 2008-2015, parece factible cumplir con los objetivos de eliminación total de vertido incontrolado e incineración con recuperación energética y más improbable con los referidos a la recogida selectiva.

Emisiones de precursores del ozono

Estado actual desfavorable con tendencia positiva

Según los últimos datos publicados en 2009 por el MARM, la evolución de las emisiones de los precursores del ozono troposférico tendió a la estabilización en el periodo 1990-2007, aunque cabe destacar el descenso de 7,8 puntos porcentuales experimentado en 2007 respecto a 2006, así como los incrementos puntuales de algunos años.

Calidad del aire urbano

Estado actual desfavorable

La situación y tendencia en materia de calidad del aire en muchas ciudades españolas no es satisfactoria y constituye una preocupación para la población por su incidencia en la salud, aunque hay que hacer notar que ésta ha mejorado en términos absolutos.

Calidad de las aguas continentales

Estado actual desfavorable con tendencia positiva

La calidad de las aguas superficiales evolucionó favorablemente entre 1998 y 2005. Sin embargo, en 2008 se produjo un ligero empeoramiento de la DBO5, aumentando los porcentajes de los puntos con una mayor concentración de materia orgánica y disminuyendo el porcentaje de los puntos con menor concentración.

Emisiones de GEI

Situación crítica de sostenibilidad

Hasta el 31 de agosto, el conjunto del sector eléctrico y del transporte tuvo una reducción de emisiones del 11,2% respecto al mismo periodo de 2008. En cuanto a 2008, las emisiones de GEI se redujeron un 8% respecto a 2007.

Espacios Naturales Protegidos (ENP)

Estado actual favorable

En España hay 1.513 ENP, la superficie total protegida es de 6.229.545 ha, de las cuales 5.973.158 son terrestres –el 11,8% de la superficie total de España– y 256.426 marinas.

Desertificación y erosión

Estado actual desfavorable

Más de un tercio del suelo de España está sujeto a riesgo significativo de desertificación (35%), siendo este riesgo muy elevado en el 2% de la superficie y elevado en un 15%.

Fuente: OSE, 2009

La mejora de las dotaciones de capital medioambiental pasa por una estrategia bien definida que atienda a sus diferentes vertientes, desde la reducción de las emisiones contaminantes derivadas de la actividad productiva y el transporte, hasta las acciones de conservación de la biodiversidad y la multiplicación de las dotaciones actuales de extensiones verdes, pasando en todo caso por el impulso continuado de las energías renovables.

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Más y mejores dotaciones de capital

La necesidad de nuevos esquemas de incentivos para la promoción de las eco-industrias, para la multiplicación de los sumideros de carbono y para la reforestación como actividad con doble vertiente económica y ambiental van a requerir de iniciativas políticas novedosas en este área.

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5 Una agenda plurirreformista: las “4Rs� para el cambio de modelo



Una agenda plurirreformista: las “4Rs” para el cambio de modelo

1. Introducción Los objetivos generales a los que debemos aspirar con el cambio de modelo productivo, recogidos anteriormente en el capítulo 3, son de gran calado y concretan el horizonte por el que deberíamos trabajar. Asimismo, los objetivos específicos planteados a nivel de indicadores cuantitativos –aumento del 40% de la renta per cápita, incremento del 20% en la tasa de empleo, disminución del 20% en la desigualdad de renta y reducción del 30% en las emisiones– sirven para poner cifras concretas a los resultados en los que debería traducirse la reorientación de la economía española, para alcanzar una mayor sostenibilidad en sus tres dimensiones (económica, social y medioambiental). Para lograr el cambio de rumbo de la economía española será necesaria una transformación de los sectores productivos fundamentales, para hacerlos más sostenibles, pero también impulsar nuevas actividades productivas con elevado potencial de innovación y capacidad para generar empleo de calidad. Pero la transición hacia ese tipo de economía sostenible no será una realidad sin una Agenda Plurrireformista que podemos denominar de las cuatro “Rs”, ya que necesitamos: una renovación empresarial, una recapitalización laboral; y los cambios necesarios serán facilitados si se lleva a cabo una reestructuración del sector público y una reorientación del sector financiero. En este capítulo realizamos una revisión de las ideas básicas para estas cuatro reformas.

2. La renovación empresarial El tejido empresarial español ha adolecido tradicionalmente de un reducido espíritu emprendedor; una baja tasa de creación de empresas; un escaso número de empresas tecnológicas; una reducida inversión en I+D; un escaso grado de internacionalización y un complejo y costoso procedimiento administrativo que dificulta la apertura y el cierre de empresas. Por este motivo, el Gobierno aprobó en 2006 el Plan de Fomento Empresarial en torno a cinco directrices que ofrecían soluciones para los problemas detectados: potenciar la iniciativa emprendedora en la sociedad; fomentar la creación de nuevas empresas y el crecimiento empresarial; incrementar la capacidad de innovación y la transferencia de conocimiento; impulsar la internacionalización, y simplificar los trámites administrativos. El Plan intentaba dar una mayor coherencia a los instrumentos de fomento empresarial y poner fin a la dispersión de medidas existentes entonces, con el objetivo de poner en marcha unos instrumentos más eficientes y un apoyo a la iniciativa privada más estable y predecible.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Los objetivos más importantes que el Plan se marcaba para el final del periodo en 2011 eran: incrementar un 25% la tasa de creación de empresas, mejorar la inserción de las empresas en la sociedad de la información y aumentar la proporción de la inversión total en I+D realizada por las empresas. Apenas tres años después, en 2008, se apreciaban algunos resultados positivos. La tasa de creación de empresas con 1 o más trabajadores había pasado del 5,3% al 7,1%1, pero aún se encontraba lejos de la media europea situada en el 8,9%. Y en relación con la incorporación de las empresas a la sociedad de la información, los últimos datos disponibles también muestran avances en la buena dirección. La evolución del porcentaje de empresas que compran por Internet ha sido más positiva que en otros países que partían de niveles superiores. En sólo cuatro años, el porcentaje de empresas que compran por Internet en nuestro país ha pasado del 3% al 16%, pero aún estamos lejos de la media de la UE-15, que se sitúa en algo más del doble (Gráfico 5.1).

Gráfico 5.1. Evolución del porcentaje de empresas que compran por Internet 40 35 30 25 20 15 10 5 0 2004

UE-15 España

2007

Grecia Portugal

Italia

Fuente: Eurostat; PNR (2008)

1. Este aumento de 1,8 puntos representa un incremento del 33% con respecto a la tasa inicial de 5,3%, lo cual implica que en sólo 3 años se superó el objetivo establecido por el Plan. La distancia con la media de la UE y la rapidez con la que se alcanzó el objetivo inicial indican, sin embargo, que el objetivo podía haber sido más ambicioso.

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Una agenda plurirreformista: las “4Rs” para el cambio de modelo

Asimismo, en lo referente a la inversión empresarial en I+D (Gráfico 5.2), el recorrido ha sido positivo en los últimos años, gracias a los incentivos del Programa Ingenio 2010, pero las empresas aún contribuyen hoy poco más del 50% al total de la I+D en España, cuando el objetivo de la Estrategia de Lisboa se situaba en un 66%. Teniendo en cuenta que el Gobierno estableció como objetivo para el final del Programa Ingenio alcanzar una inversión total en I+D del 2% del PIB, eso implicaría que las impresas invirtieran el 1,32% del PIB, algo más del doble de lo que están haciendo actualmente. Gráfico 5.2. Inversión en I+D empresarial y total. España vs. UE-15 (En porcentaje del PIB) 2,5

2

1,83

1,83

1,16

1,17

1,9

1,5 1,17

1,9

1,25

1,93

1,25

1,93

1,25

1,93

1,93

1,9

1,91

1,25

1,21

1,21

1,22

1,2

1,12

1 0,87

0,87

0,87

0,91

0,91

0,99

0,5 0,39

0,39

0,45

0,45

0,48

0,48

1999

2000

2001

2002

0,99

1,06

0,57

0,57

0,6

2003

2004

2005

0,67

0 1997

1998

I+D total en UE-15 I+D empresarial en UE-15

2006

I+D total en España I+D empresarial en España

Fuente: Eurostat; PNR (2008)

Para lograr un cambio de modelo productivo como el planteado en este informe, el papel de las empresas de nuestro país es fundamental. Son las empresas las que generan productos, actividad y empleo. Son las empresas las que se especializan en productos de mayor o menor valor añadido, y las que posicionan a nuestro país en los mercados mundiales. La nueva economía sostenible necesita más empresas, más grandes, más innovadoras y más internacionalizadas. Si queremos que España alcance la economía sostenible propuesta en este Informe para 2025, los objetivos que debemos establecer son: aumentar en un 50% la tasa de creación de empresas; y aumentar en un 100% la inversión empresarial en I+D+i. Por eso, el proceso de renovación empresarial que debe producirse en España para transitar hacia el nuevo modelo económico ha de incidir en cuatro áreas: creación, consolidación, innovación e internacionalización.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

2.1 Creación Para mejorar la tasa de creación de empresas es fundamental reducir las trabas administrativas existentes. Hoy en España se tarda más de 40 días en poner en marcha una empresa, mientras que en Alemania se tarda la mitad y en Francia un tercio de ese tiempo. En este sentido es fundamental avanzar en tres direcciones: • Unificar todos los trámites administrativos exigidos para la creación de una empresa, para que en España se puedan crear empresas en 24 horas. Para ello hay que coordinar los requisitos incluidos en los tres niveles de la Administración. Hay que unificarlos dentro de una plataforma única, para que los socios que decidan fundar una empresa puedan hacerlo de forma telemática, identificándose con sus DNI electrónicos y aportando la información financiera y tributaria necesaria a través de Internet. • Modificar la legislación actual para trasladar la carga de la prueba de la empresa a la Administración, en relación con las disposiciones requeridas para la creación de una sociedad. • Eliminar la necesidad de licencias especiales para el desarrollo de todas aquellas actividades que sean positivas para la sostenibilidad social y medioambiental. Además, es necesario facilitar el acceso al capital inicial en actividades de alto potencial innovador que típicamente encuentran más dificultad para obtener crédito en un primer momento. Para ello sería muy positivo: • Facilitar la creación de Fondos de garantías de capital riesgo, que se nutrirían de las aportaciones de los partícipes y de los posibles beneficios futuros. • Impulsar el desarrollo de un mercado de compra-venta de ideas y proyectos empresariales innovadores con personalidad jurídica. • Establecer un seguro de responsabilidad mediante avales públicos de hasta 5 años en el caso de empresas jóvenes (start-ups) innovadoras, y aquellas con potencial para generar nuevas patentes. • Introducir una deducción del 15% en el IRPF a aquellos particulares que inviertan en proyectos emprendedores de carácter innovador. Y, finalmente, es muy importante aumentar la cultura empresarial entre la población joven. Para ello, la consolidación de materias específicas de creación empresarial en los estudios básicos es fundamental. Además, sería interesante darle validez a los proyectos emprendedores generados por jóvenes, reconociendo tales iniciativas con créditos universitarios.

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2.2 Consolidación En el momento álgido del reciente ciclo expansivo, había en España casi tres millones de empresas no agrarias activas según datos del Informe sobre Competitividad y Tamaño de las Empresas Españolas (Cámaras de Comercio, 2006). Los datos señalan que el tamaño de la empresa parece tener una clara relación con su condición jurídica. En las microempresas, la Persona Física es la forma jurídica más frecuente (62,9%), seguida de la Sociedad Limitada (SL) (26,7%) y de la Sociedad Anónima (SA) (2,7%). A medida que aumenta el tamaño de la empresa, la condición de Persona Física pierde peso en favor de la SL y de la SA. Así, el 61,6% de las empresas de 10 a 49 trabajadores son SL. En los tramos de mayor tamaño, la SL pierde peso a favor de la SA, que es la forma jurídica mayoritaria (57,66%) en las grandes empresas (200 y más trabajadores). Por sectores, la evidencia disponible (Tabla 5.1) indica que el sector energético y los sectores industriales tienen un mayor tamaño medio empresarial y un mayor porcentaje de medianas y grandes empresas que los sectores de servicios. La microempresa está sobre-representada en los sectores de intermediación financiera (sector que incluye también las ramas de seguros y planes de pensiones y las actividades auxiliares a la intermediación financiera), actividades inmobiliarias y servicios empresariales, hostelería y comercio y reparación de vehículos. Nótese que la presencia de la microempresa es superior en la intermediación financiera o en los servicios empresariales que en la hostelería o el comercio, a pesar de que este tamaño empresarial está muy asociado a estos dos últimos sectores. El sector de educación destaca por tener una sobre-representación de pequeñas y medianas empresas. La distribución sectorial de las distintas categorías de tamaño empresarial indica que sólo dos sectores albergan casi al 50% de las microempresas españolas: el sector de comercio y reparación de vehículos (28,6%) y el de actividades inmobiliarias y servicios empresariales (20%). La concentración es también muy alta en la categoría de la pequeña empresa: la industria manufacturera (24,6%) y la construcción (22%) ubican a la mitad de las empresas de este tramo de tamaño. La mediana y la gran empresa presentan una fuerte concentración en la industria manufacturera (27,8% y 27% respectivamente). La distribución de las empresas por tramos de tamaño indica que la característica diferencial del tejido empresarial español, en relación con el europeo, es la alta presencia de microempresas: el 94,7% de las empresas españolas (frente al 93,2% en la UE-15) tiene menos de 10 trabajadores. Un segundo aspecto de interés es que la característica en la que somos más dispares respecto a Europa es la reducida presencia de la gran empresa en el tejido empresarial español. El porcentaje de grandes empresas en la economía española es aproximadamente la mitad que en la UE-15. La comparación con los países nórdicos, países en los que las grandes empresas tienen una presencia muy destacada, y algunos países centroeuropeos pone de manifiesto aún más la escasez de grandes empresas en

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tabla 5.1. Tamaño de las empresas españolas por sectores de actividad Nº de empresas C. Industrias extractivas D. Industria manufacturera E. Produc. y distrib. de energía eléctrica, gas y agua

De 0 a 9

de 10 a 49

de 50 a 119

200 y más

Total

2.168

695

100

13

2.976

196.765

37.297

5.588

1.404

241.054

3.809

290

86

74

4.259

354.316

33.311

3.367

493

391.487

G. Comercio y reparación de vehículos

792.381

29.434

3.030

658

825.503

H. Hostelería

273.209

9.006

1.157

302

283.674

I. Transporte, almacenamiento y comunicaciones

222.549

8.389

1.007

283

232.228

50.037

731

201

219

51.188

554.069

16.831

2.550

1.025

574.475

47.195

4.744

1.389

159

53.487

105.724

4.388

701

308

111.121

268

171.131

F. Construcción

J. Intermediación financiera K. Act. inmobiliarias y de alquiler, serv. empresariales M. Educación N. Act. sanitarias y veterinarias: servicios sociales O. Otras act. sociales y de servicios prestados a la comunidad: servicios personales Total

163.523

6.396

944

2.765.745

151512

20120

5206 2.942.583

Fuente: Cámaras de Comercio (2006)

España. Así, en Finlandia el 0,6% de las empresas son de gran tamaño; en Dinamarca, el 0,5%; y en Suecia, Austria, Alemania y Holanda el 0,4%. Por tanto, podemos afirmar que el tamaño medio empresarial español es menor que en la UE-15 porque hay una baja presencia relativa de grandes empresas en nuestra economía y, además, porque el tamaño medio de estas grandes empresas es menor al de las grandes empresas europeas. Ese menor tamaño hace que sólo el 25% de las empresas de nuestro tejido empresarial tenga más de 10 años (Tabla 5.2). Si se tiene en cuenta que la experiencia es un grado necesario para afrontar con éxito las necesidades de innovación e internacionalización de nuestra economía, resulta evidente lo importante que es ayudar a las empresas a consolidarse en su actividad. Hay tres razones importantes por la que es necesario impulsar el crecimiento del tamaño medio del tejido empresarial español: las empresas grandes son más productivas, invierten más en I+D y tienen mayor capacidad de internacionalización. Para impulsar la consolidación empresarial y su transición hacia empresas de mayor tamaño es necesario realizar acciones en tres direcciones:

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Tabla 5.2. Supervivencia de empresas en España Supervivencia de las empresas creadas en

Años después de la creación

1º año

Dirce 1996

82,67% 70,56% 60,32% 53,09%

2º año

3º año

4ºaño

46,75% 41,69% 37,57% 33,94% 30,80% 27,14% 24,62%

5º año

6ºaño

Dirce 1997

82,46% 69,36% 60,47% 52,89%

46,93% 42,25% 38,25% 34,83% 31,33% 28,63%

Dirce 1998

80,09% 68,46% 58,74% 51,86%

46,22% 41,69% 37,79% 33,67% 30,66%

Dirce 1999

82,33% 69,84% 61,53% 54,67%

49,59% 45,10% 40,37% 36,85%

Dirce 2000

82,63% 71,18% 63,00% 56,76%

51,48% 46,34% 42,41%

Dirce 2001

81,76% 70,74% 62,79% 56,34%

49,86% 44,84%

Dirce 2002

82,96% 73,19% 65,01% 57,20%

51,56%

Dirce 2003

86,83% 77,35% 68,73% 62,74%

Dirce 2004

83,53% 73,30% 66,13%

Dirce 2005

85,68% 76,99%

Dirce 2006

86,25%

7º año

8º año 9º año 10º año 11º año

Fuente: Cámaras de Comercio (2008)

• Facilitar la formación de los gestores de las pequeñas empresas. Los servicios de consultoría especializada son muy necesarios para poder diseñar adecuadamente la transición hacia empresas de mayor tamaño. • Impulsar la cooperación entre pymes para que puedan beneficiarse del acceso a plataformas logísticas de gran complejidad y tamaño, así como a procesos innovadores que tienen un fuerte coste fijo inicial. • Incentivar fiscalmente el proceso de transición. Quizá no son tan importantes los impuestos sobre beneficios como los costes laborales de incorporar trabajadores adicionales. En un proceso de expansión, incrementar la mano de obra es fundamental, dado que las nuevas sedes necesitan de un número fijo de empleados. Una estructura de costes laborales que no fuera lineal, sino en forma de “U”, facilitaría la transición desde el modelo de microempresa al modelo de empresa de tamaño medio-grande. 2.3 Innovación Para entender el proceso innovador en las empresas hay que comprender una realidad dual. Por un lado, el esfuerzo innovador es mayor en las pymes (porque su supervivencia depende de ello en mercados muy competitivos). En general, esas innovaciones son de carácter organizativo y de corto recorrido. Y, por otro lado, la probabilidad de innovar es mayor en las grandes empresas, ya que dedican muchos más recursos a I+D, porque su estructura de costes puede permitirse apostar por investigación con resultados inciertos. En general, las grandes innovaciones que producen las patentes más onerosas se dan en las grandes empresas. Además, las grandes empresas cooperan más entre sí en proyectos de I+D+i que las pymes (en general, más celosas de sus innovaciones).

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Durante los años de la burbuja inmobiliaria, las empresas acumularon un fuerte endeudamiento (de hasta el 282% de su Excedente Bruto de Explotación). Esto se debió al endeudamiento de las empresas del sector de la construcción y el sector inmobiliario. Tras 18 meses de crisis económica, casi el 80% de esas empresas han tenido que cesar su actividad. El resto del tejido productivo del país aprovechó la facilidad de acceso al crédito entre 2005 y 2007 para recapitalizarse. De hecho, la tasa de inversión en bienes de equipo creció a ritmos medios del 12% anual, tres veces más de lo que crecía entonces la economía. Esto debe suponer un buen punto de partida para la próxima fase del ciclo económico, si se concentran los esfuerzos en renovar la capacidad de innovación. Las grandes empresas son las que suelen beneficiarse de los incentivos fiscales a la innovación. Mientras que las pymes se benefician más de las políticas llamadas de “segunda generación” –dirigidas a fomentar la cooperación, la creación de empresas, la utilización conjunta de infraestructuras, etc.– frente a las políticas de ayudas y subvenciones. Por tanto, las líneas de actuación más indicadas para impulsar la innovación en el tejido empresarial español deben ir encaminadas a: • Crear un Fondo Nacional de Capital riesgo, con participación del sector privado, que apoye el crecimiento de empresas innovadoras y de alto valor añadido en los sectores estratégicos del nuevo modelo económico. • Mejorar las competencias para elaborar productos de alta calidad, para desarrollar activos intangibles ligados al producto, para gestionar la I+D, para “la entrada en la economía digital”. • Fomentar la cooperación entre las pymes para abordar proyectos conjuntos de innovación. • Apoyar el cambio cultural necesario para despenalizar el fracaso y revalorizar el riesgo y la actitud innovadora. • Ampliar del concepto de innovación, incluyendo también las innovaciones no tecnológicas (como las innovaciones organizativas). • Apoyar las incubadoras de empresas innovadoras, en colaboración con municipios y parques tecnológicos, en donde los emprendedores puedan entrar en contacto con sus potenciales mercados. • Perfeccionar los incentivos fiscales a la innovación - reduciendo el impuesto de sociedades para las empresas innovadoras, mediante una ampliación de la deducción actual (del 8% al 15%); y - aumentando el impuesto de sociedades a las medianas y grandes empresas que no aumenten su inversión en I+D en la misma proporción que aumenten sus beneficios empresariales cada año.

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2.4 Internacionalización El tejido empresarial español se está internacionalizando progresivamente, en tanto que muestra una presencia internacional compleja que incluye la exportación y la importación, la cooperación y la inversión exterior. Las empresas inician su actividad internacional mediante las operaciones de exportación e importación. La apertura al exterior se consolida con la realización de operaciones de inversión y se apoya con acuerdos de cooperación. La opinión de los expertos señala a la internacionalización como un factor clave en la competitividad de las empresas y es también coincidente en la influencia del tamaño sobre la misma: las grandes empresas presentan ventajas en el actual proceso de internacionalización. Sin embargo, mientras que algunos expertos apuntan que en el proceso de globalización se requiere ser grande para ser competitivo, otros señalan las cada vez más frecuentes excepciones a esta idea; excepciones apoyadas en el uso de Internet y en las telecomunicaciones, que permiten a las pymes operar en el mercado global. Los resultados más recientes, referidos a las empresas manufactureras, confirman que la propensión exportadora de las grandes empresas es muy superior a la de las pymes y ha crecido en la última década a un ritmo superior en las primeras. Las diferencias son aún más acusadas, a favor de la gran empresa, para formas de internacionalización de mayor compromiso que las exportaciones. Las empresas que pertenecen a un grupo, forman parte de una asociación sectorial o exportadora, y cuentan con capital extranjero en su estructura accionarial, tienen mayor probabilidad de concurrir en los mercados exteriores. Además, generalmente se trata de una participación más sofisticada que con respecto al colectivo que no presenta dichas características En torno al 40% de las pymes nacionales y europeas nunca ha considerado la posibilidad de internacionalización. En general, los obstáculos a la internacionalización que encuentran las pymes españolas son muy similares a los de las pymes europeas. Los altos costes de los procesos de internacionalización son el obstáculo interno más importante, seguido de la calidad y especificaciones de los productos o servicios de la empresa. Entre los obstáculos externos, las pymes citan como más importantes la falta de capital o de financiación y la falta de información, de apoyo y consejo. Aunque las políticas de apoyo a la internacionalización de las empresas no son específicas de las pymes, generalmente van dirigidas a movilizar muchos de los obstáculos identificados por este tipo de empresas. En España hay en torno a una treintena de organismos, pertenecientes a distintos niveles de la Administración y a instituciones no lucrativas como las Cámaras de Comercio, que desarrollan programas de apoyo a la internacionalización de las empresas mediante la mejora de la información, la promoción, el apoyo financiero, la formación, el apoyo a la inversión directa en el

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extranjero y el asesoramiento. Sin embargo, las empresas más informadas de las ayudas existentes son las medianas y grandes empresas (Tabla 5.3). Los expertos insisten también en dos líneas de actuación. La primera de ellas es la necesidad de que las Administraciones Públicas apoyen a las pymes para que puedan competir en mercados abiertos, tanto afrontando la mayor competencia en el mercado doméstico como potenciando su penetración en los mercados exteriores. La segunda va dirigida a potenciar la cooperación para la internacionalización, tanto entre pymes como entre pymes y grandes empresas. La trayectoria de la Administración pública en la oferta de medidas de apoyo a la internacionalización de la empresa es dilatada. El éxito de programas como el PIPE (Plan de Iniciación a la Promoción Exterior) es refrendado por la opinión y su uso por parte de las empresas. Sobre esta base, conviene mejorar algunas actuaciones: • Debe realizarse un esfuerzo por difundir entre las empresas más pequeñas los programas existentes. • Es preciso rentabilizar al máximo el conocimiento acumulado en el conjunto de redes de apoyo a la empresa (asociaciones, Cámaras de Comercio) y ponerlo a disposición de las empresas en fase de internacionalización. Tabla 5.3. Porcentaje de empresas que conocen las medidas de apoyo Segmento de empleo Medidas de apoyo propuestas Hasta 20 20 y 409 50 y 99 100 y 249 Más de 250 empleos empleos empleos empleos empleos Plan de Iniciación a la Promoción Exterior 38,3 50,6 49,3 53 56,2 Apoyo al desarrollo de proyectos de inversión productiva en el exterior 20,3 26,9 25,4 32 35,6 Apoyo en la implementación comercial a través de filiales en el exterior 20,3 28,2 26,8 45 34,2 Financiación de proyectos en condiciones preferentes/especiales 20,3 21,2 19,6 32 32,9 Apoyo en la creación de un consorcio de export 18,9 33,1 35,5 37 36,6 Asesoramiento para inversiones exteriores 20,7 34 26,1 34 41,1 Realización encuentros empresariales para posibles colaboraciones 36,5 51,4 47,1 61 57,5 Estudios de mercado en países de interés 34,7 52,5 52,9 65 57,5 Apoyo para la homologación, certificación de productos 25,2 34 32,6 34 41,1 Servicios ofrecidos por las Cámaras de Comercio 77,5 83,7 84,1 90 86,3

Nota: en negrita se indican los valores que superan el resultado total de las empresas Fuente: Internacionalización de la Empresa Española. Cámaras de Comercio (2007)

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Total

47,7 26,2 28,4 23,1 30,2 29,5 48,2 49,5 31,9 83


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• Además, la difusión del know-how empresarial es imprescindible: el conocimiento ha de transmitirse desde las personas responsables de las actuaciones exteriores en cada empresa. • Es imprescindible desactivar el recelo genérico a la cooperación entre las empresas para las actividades de internacionalización. Hay que trabajar en la cooperación entre la red de agentes que trabajan cerca de las empresas. • Hay que ajustar las medidas de apoyo existentes, tendiendo a personalizar el asesoramiento a nivel de empresa, y no sólo de sector.

3. La recapitalización laboral La productividad de una economía está afectada por la inversión en los distintos tipos de capitales que constituyen sus factores de producción, pero depende de una forma especial de la inversión en lo que se denomina habitualmente “capital humano”, pero que para ser más precisos deberíamos denominar como “capital laboral”. El capital humano hace referencia a las capacidades productivas que son propias de cada persona, y que dependen de sus propias características personales, así como del nivel de especialización, años de estudios y experiencia profesional que ha ido acumulando a lo largo de los años. El segundo concepto, capital laboral, sería algo más amplio porque a todos los elementos anteriores le añadiríamos los cursos de formación específica para el puesto de trabajo actual, el conocimiento de la empresa y sus formas de funcionamiento, la red de contactos de clientes y proveedores, etc. Es decir, serían todos aquellos elementos que hacen que un trabajador concreto sea más productivo para la empresa que lo tiene contratado que si lo sustituye por un trabajador nuevo, aunque los dos tengan exactamente el mismo nivel de capital humano. El capital laboral se acumula en los trabajadores, pero las inversiones para su creación tienen que ser realizadas conjuntamente por las empresas (gastos en formación, jornadas de trabajo no dedicadas a la producción) y por los propios trabajadores (esfuerzo en adquisición de nuevas capacidades). Desde un punto de vista económico, estas inversiones son beneficiosas para ambas partes, pero ninguno de los agentes estará dispuesto a acometerlas si no espera obtener una rentabilidad futura adecuada. Por ello, las empresas que más invierten en capital laboral son aquellas que van a mantener a sus trabajadores en plantilla durante un periodo largo de tiempo, para que la mayor productividad adquirida revierta en mejores resultados. Y, por su parte, los trabajadores solamente estarán dispuestos a formarse si esperan una retribución adecuada a su mayor productividad en el proceso productivo de la empresa. Por tanto, para lograr un adecuado equilibrio entre ambas partes y que se alcance un nivel óptimo de inversión en capital laboral –con el consiguiente incremento de la productividad global de nuestra economía, que debe ser uno de nuestros objetivos

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prioritarios– es necesario garantizar que exista un entorno adecuado. Algunos de los problemas de la economía española ya apuntados en otros apartados de este informe (exceso de temporalidad, tejido empresarial con pocas empresas medianas y grandes, dificultades para la consolidación de empresas de nueva creación, etc.), no generan los incentivos correctos para ninguno de los agentes económicos que deben tomar las decisiones de inversión en capital laboral. 3.1 El problema del exceso de temporalidad Actualmente existe un debate abierto en la sociedad española sobre la necesidad de reformar el mercado de trabajo. Resulta muy positivo que poco a poco vayamos en España adoptando la práctica, común en otros países, de abordar los grandes cambios del sistema organizativo realizando primero un amplio debate público sobre opciones alternativas, donde se valoren pros y contras de los cambios y donde todos los grupos de agentes económicos y sociales (empresas, sindicatos, consumidores, académicos, asociaciones, etc.) participen con sus propuestas, en lugar del tradicional esquema español de grandes cambios realizados con decisiones urgentes del Gobierno. Pero, siendo positivo, en nuestra opinión el debate actual sobre los cambios en el mercado de trabajo está demasiado polarizado (posiciones muy alejadas e inamovibles en la mesa de Diálogo Social por parte de sindicatos y empresarios), y excesivamente concentrado en unos pocos elementos del mercado de trabajo: costes de despido, cotizaciones sociales o la necesidad de un contrato único. Estos son los únicos aspectos de los que se habla en el debate actual, pero estos factores no son probablemente los más relevantes a efectos del cambio de modelo productivo que necesitamos. Nuestro problema económico estructural más preocupante en España es la baja productividad, que lleva casi una década estancada o creciendo a tasas muy bajas. Hay muchos factores que influyen en este mal resultado de la productividad, pero sin duda el exceso de temporalidad que tenemos actualmente en el mercado de trabajo es una causa importante. El exceso de temporalidad se apunta habitualmente como el factor que hace que la economía española haya sido capaz de generar un elevado volumen de empleo durante la última fase expansiva, pero también como una de las causas principales de la rápida subida del desempleo durante la crisis. Aunque compartimos estas conclusiones, la excesiva temporalidad tiene otra dimensión adicional aún más preocupante que su influencia sobre la destrucción de empleos y es el impacto negativo que causa sobre la capitalización laboral. Un exceso de temporalidad genera una elevada rotación de trabajadores y, por tanto, distorsiona significativamente los incentivos de trabajadores y empresas para invertir adecuadamente en la formación del capital laboral que hemos definido anteriormente. Sin unas adecuadas perspectivas de estabilidad en el empleo, los trabajadores no tendrán interés personal en voluntariamente dedicar horas de esfuerzo a adquirir

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formación, porque aunque parte del capital laboral es trasladable entre empresas (y, por tanto, pueden esperar rentabilizar la formación adquirida en una empresa en futuros puestos de trabajo), otra parte importante es formación específica para el puesto de trabajo. Con un horizonte de estabilidad laboral limitado a unos pocos meses, y muy pocas perspectivas de progresar en la empresa, ningún trabajador tiene interés en hacer esfuerzos para ser más productivo para esa compañía. Por ello, consideramos que uno de los factores explicativos que subyace al problema del estancamiento de la productividad en España es la descapitalización laboral generalizada que se ha producido durante los últimos años, derivada del elevado grado de temporalidad laboral que existe en nuestra economía. En este ámbito, resulta importante que promovamos un cambio organizativo en las relaciones laborales, pero no centrado exclusivamente en la dimensión del coste del trabajo (indemnizaciones, cotizaciones, etc.) o en los tipos de contratos, sino en un sentido mucho más amplio que persiga el objetivo de conseguir una extensa “recapitalización laboral”. 3.2 La relación entre mercado de trabajo y modelo productivo Hay dos preguntas relevantes a las que debemos responder antes de plantear qué cambios son necesarios para lograr una recapitalización laboral, y son las siguientes: ¿han sido las características del mercado de trabajo español las que causan la baja productividad y los desequilibrios estructurales de la economía española (y, por tanto, las que han llevado al desproporcionado impacto de la crisis sobre el empleo)? O, como argumentaremos a continuación, ¿ha sido, por el contrario, el modelo productivo español, claramente desequilibrado, el que ha determinado ciertas características de nuestro mercado laboral y el que explica principalmente el ajuste en el empleo con la crisis económica? El Gráfico 5.3 representa esta circularidad de la relación entre el modelo productivo y el mercado de trabajo. El mercado de trabajo es un componente transversal del modelo productivo, como indica la dirección vertical de las flechas en las que se detallan algunas de sus características más negativas. Como tal, sin duda afecta a su estructura, fundamentalmente a través de la productividad. No obstante, el mercado de trabajo no es el único aspecto determinante del modelo productivo español, ni siquiera el más importante a la hora de influir en el comportamiento productivo de las empresas. Las decisiones empresariales de producción tienen más que ver con otros factores como el marco regulatorio, el sistema fiscal y las condiciones crediticias (representados en los cuadros a la izquierda del Gráfico 5.3). Hemos visto que los desequilibrios generados por estos factores explican que España se concentrara en la producción de viviendas en lugar de la producción de tecnología durante el último ciclo económico.

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Gráfico 5.3. La circularidad de la relación Mercado de Trabajo – Modelo Productivo Baja productividad

Condiciones crediticias

Mercado de trabajo Modelo productivo español

Marco fiscal

Excesivo peso del sector inmobiliario, escasamente productivo

Falta de incentivos salariales a la formación

Reducido desarrollo de sectores innovadores

Desincentivos a cambiar de empresa

Falta de competitividad

“Shock” económico

Ajuste desproporcionado en el empleo, sobre todo en el sector sobredimensionado de la construcción

Incentivos inadecuados para invertir en los trabajadores

Regulación

Concentración del empleo en sectores poco productivos

Fuente: elaboración propia

Dicho esto, también resulta evidente que el mercado de trabajo es un ingrediente fundamental del aparato productivo español. De hecho, es en él donde se determina el precio (salario) y la cantidad (empleo) de un factor productivo básico para que el resto de ramas de actividad puedan producir los bienes y servicios que demandan los consumidores. El mero hecho de ser un factor productivo transversal a todas las ramas de actividad lo hace comparable en importancia dentro del modelo productivo al sector energético o al financiero. Si, además, se tiene en cuenta que es en el mercado de trabajo donde gran parte de los individuos obtienen la parte principal de su renta, su relevancia se multiplica. No es factible pensar que se puede crear una multinacional como Microsoft en un país que no fomente y premie el nivel de formación de su población. De la misma forma, tampoco es factible esperar que la economía absorba eficazmente las perturbaciones (positivas o negativas) que inevitablemente se producen, si las instituciones del mercado de trabajo dificultan y desincentivan la inversión de sus trabajadores en capital laboral.

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Es evidente que un mercado de trabajo como el español, que recompensa escasamente la formación de sus trabajadores y que genera unos incentivos desmesurados a no cambiar nunca de empresa (incluso aunque haya la posibilidad de mejorar la retribución y las condiciones laborales en otras empresas), es especialmente propenso a especializarse en actividades escasamente productivas como la construcción de viviendas. En definitiva, el modelo productivo y el mercado de trabajo se afectan mutuamente, en el marco de una relación circular. Sin embargo, a la hora de explicar el desarrollo del modelo basado en el “ladrillo” en España hay muchos otros factores (crediticios, regulatorios y fiscales) que tienen probablemente un mayor peso que el mercado de trabajo. 3.3 Los objetivos de la recapitalización laboral La revisión de las relaciones laborales, definidas en un sentido amplio, no debería estar guiada por una dicotomía rígida según la cual las empresas únicamente busquen una amplia flexibilidad en el empleo y los trabajadores una gran seguridad en el trabajo. Porque también existen necesidades contrarias. La seguridad que ata al empleado a su empresa y evita su desarrollo profesional limitando su movilidad geográfica y funcional, puede ser también perjudicial para los trabajadores. Del mismo modo, un grado demasiado elevado de flexibilidad y rotación laboral podría perjudicar a las empresas, expuestas a perder las importantes inversiones hechas en la contratación y la formación de nuevos empleados. La Unión Europea viene abogando en su Estrategia de Empleo por mercados de trabajo flexi-seguros. Asimismo, la crisis actual ha probado la efectividad de los procesos de flexibilidad interna (reduciendo la jornada, como en el caso alemán; o reduciendo los salarios, como en el caso británico). También se ha comprobado la eficacia del modelo austriaco, a la hora de incorporar mecanismos que permitan la movilidad laboral sin perder los derechos sociales acumulados. Creemos, por tanto, que nuestro modelo laboral puede mejorarse incorporando elementos que han funcionado en todos esos otros mercados de trabajo. Es cierto que nuestra realidad productiva no es idéntica a la de ninguno de los países mencionados. Por eso, podemos construir un modelo propio, que incorpore el mayor número de elementos positivos de algunos de ellos. Por ejemplo, sería posible incorporar algunos de los mecanismos de flexibilidad interna del modelo alemán (sobre todo en la industria), la portabilidad de los derechos del modelo austriaco (sobre todo en el sector servicios), y en todo caso reforzar la vinculación entre los subsidios de desempleo y las políticas personalizadas de reactivación laboral (como en el modelo danés). Para facilitar la transición hacia el modelo de economía sostenible que este Informe propone para 2025, los objetivos a los que debería aspirar España para conseguir una recapitalización laboral extensa serían los siguientes:

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• Una tasa de crecimiento de la productividad del trabajo en torno al 2%. • Rebajar la tasa de paro estructural hasta el 6%. • Una tasa de temporalidad similar a la media europea (teniendo en cuenta las necesidades especiales de nuestra estructura productiva). Para lograr esos objetivos, el mercado de trabajo del futuro debería combinar la estabilidad laboral con la movilidad interna y externa de los trabajadores. Debe ser un modelo que produzca un trabajo de mayor calidad y que genere mayor productividad. Por tanto, el modelo laboral en España debería ser revisado globalmente en todas sus dimensiones (principalmente en las relacionadas con la inversión en formación de los trabajadores, y no sólo en aquellas relativas a los costes) y asentarse sobre cuatro nuevos pilares: estabilidad, movilidad, calidad y productividad. 3.3.1 Estabilidad Como ya se ha comentado anteriormente, la importancia del mercado de trabajo para la economía no sólo radica en que es un componente transversal que afecta a todos los sectores productivos, sino que además en él se generan las rentas salariales que constituyen la base del consumo privado. En consecuencia, las instituciones del mercado de trabajo deben diseñarse de forma que los trabajadores tengan garantías de que su flujo de ingresos no se va a ver interrumpido bruscamente por razones ajenas a su voluntad. Lograr un escenario con expectativas de estabilidad implica reducir la rotación laboral excesiva que sufren los trabajadores temporales y mejorar la cobertura del subsidio de desempleo para los trabajadores en paro. Parece obvio que la estabilidad en el empleo no sólo tiene un componente funcional de desempeño de una actividad productiva, sino que también debe tener un componente material vinculado a esa misma actividad. Ligar las remuneraciones salariales a la productividad debe ser el objetivo del nuevo modelo, como también debe serlo equilibrar la remuneración de las rentas del trabajo y del capital en épocas de bonanza, y no sólo en momentos de crisis. Asimismo, para conseguir una mayor estabilidad no sólo en el momento del empleo, sino también –y sobre todo– en la situación del desempleo, es preciso mejorar la capacidad adquisitiva de los que perciben un subsidio de desempleo y cubrir a aquellos a los que el sistema actual deja sin protección. Portabilidad de derechos y obligaciones de formación Un aspecto de la estabilidad en un sentido más amplio es la posibilidad de generar derechos y obligaciones de formación conforme avanza la vida laboral y mantenerlos durante los diferentes periodos de empleo en diferentes empresas. Mecanismos que permitieran a los individuos generar y transportar nuevos derechos y obligaciones de formación en el empleo entre empresas, ayudarían a incrementar la productividad del trabajo a lo largo del tiempo. Este tipo de mecanismos fomentaría simultánea-

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mente la movilidad de los trabajadores entre empresas o sectores, al tiempo que les garantizaría estabilidad en su capital laboral, que podrían trasladar más fácilmente en sus cambios laborales. 3.3.2 Movilidad Dinamización y políticas activas de empleo Para favorecer la movilidad hace falta suprimir los desincentivos a que los trabajadores abandonen una situación de desempleo, ya que está demostrado que cuanto más tiempo permanecen los individuos en esa situación menor es la probabilidad de que la abandonen (por una estigmatización del parado o por la pérdida de capital laboral que conlleva el desempleo). Las medidas también podrían ir orientadas a corregir la tendencia que se ha observado recientemente hacia un incremento del número de personas protegidas en los periodos de expansión, a la vista de que la prestación por desempleo puede llegar a desempeñar una funcionalidad de complemento de rentas y no exclusivamente de sustitución de rentas. Se trataría de evitar las posibles conductas abusivas en la percepción de la prestación por desempleo en las situaciones de expansión. Respecto de las políticas activas, la primera tarea debería ser la evaluación de su efecto real en la creación de empleo, así como un seguimiento de cómo se está desarrollando el mapa de ayudas en el conjunto del territorio, teniendo en cuenta las actuaciones concurrentes de diversas Administraciones. En cualquier etapa, pero especialmente en periodos de crisis que incrementan el déficit público, la racionalización del gasto público a favor del empleo pasa por una mayor cooperación entre Administraciones. Así, sería preciso proceder a un reforzamiento de los servicios públicos de empleo, que atiendan de manera cualitativamente diferente las necesidades de quienes buscan empleo, aportándoles no sólo información, sino también formación y habilidades para enfrentarse a un mercado de trabajo cada vez más complejo. De esta forma, los servicios de empleo participarían también activamente en el proceso de recapitalización laboral que propugnamos es necesario en la economía española. En este contexto de reforzamiento de los Servicios Públicos de Empleo, podría ser útil reconocer cierto papel concertado a los agentes privados de colocación en la intermediación en el mercado de trabajo, con particular atención a las agencias de colocación y las empresas de recolocación.

Flexibilidad interna El marco regulatorio actual provoca una excesiva dilación en el tiempo desde que se proyecta una reestructuración empresarial hasta que se lleva materialmente a la

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práctica, lo que en ocasiones puede afectar a la propia viabilidad de la empresa en momentos críticos. Parece, por tanto, oportuno introducir cambios que faciliten procedimientos rápidos para las actuaciones de reestructuración empresarial, sin que ello tenga que llevarse a cabo con una reducción de los debidos controles de participación en la gestión de los mismos por parte de los representantes sindicales. Retocar el régimen actual de las instituciones laborales que atienden a articular los procedimientos de movilidad interna en las empresas permitiría llevar a la realidad de las empresas el desiderátum tantas veces formulado de que los mecanismos de flexibilidad interna hagan innecesario acudir a los más traumáticos de flexibilidad externa. Las líneas de actuación prioritarias deberían girar alrededor de la revisión de aquellos requisitos de procedimiento que se constaten como frenos injustificados a un uso ágil de la movilidad interna, y la incorporación de incentivos efectivos al objeto de que la negociación colectiva se adapte al modelo legal de preferencia de la movilidad interna frente a los mecanismos de movilidad externa. 3.3.3 Calidad Formación permanente El mejor seguro que tienen los trabajadores frente a la cambiante realidad económica que impera en la actualidad es el capital laboral que acumulan. Por ello, parece evidente que se deben fortalecer los incentivos existentes para que los individuos quieran formarse (por ejemplo, remunerando adecuadamente la formación), impidiendo que la ausencia de recursos sea un obstáculo para ello. La formación, tanto la profesional del sistema educativo como la formación para el empleo, tiene un papel relevante para el crecimiento económico, la competitividad de las empresas y la mejora de la productividad y, por ello, debe ser una de las palancas para alcanzar un nuevo modelo de crecimiento. Pero también se deben proporcionar las herramientas adecuadas a las empresas para que puedan llevar a cabo la formación de sus trabajadores. Es evidente que con un tejido empresarial como el español, en el que dominan las empresas de tamaño muy reducido, es necesario crear instrumentos que permitan a las empresas formar durante cierto tiempo a sus trabajadores sin que esto suponga una interrupción del proceso productivo. Obviamente, en este aspecto hay que premiar la excelencia, y hacer una apuesta por la circularidad rotatoria entre el sector privado y el sector público que incluya a los trabajadores ocupados que deban formarse y aquellos desempleados que necesiten actualizar su experiencia laboral.

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Responsabilidad social No hay nada más desincentivador para los individuos que observar situaciones de manifiesta injusticia; por eso un nuevo marco de relaciones laborales debería perseguir como objetivo alcanzar una proporción adecuada entre el esfuerzo, la formación y el rendimiento y las remuneraciones que les corresponden. En consecuencia, las instituciones del mercado de trabajo deberían fomentar condiciones laborales que aumenten la calidad del trabajo tanto para los empleados como para las empresas. En este sentido, haría falta dar más importancia en el mercado laboral del futuro a los valores de la llamada economía social: 1) el predominio de la persona por encima del capital, 2) el reparto de beneficios/resultados con criterio colectivo, 3) la organización con espíritu democrático, 4) la solidaridad con el entorno y 5) el fomento de la cohesión social. Un aspecto fundamental en este contexto son las condiciones de trabajo y horarios que hagan más asequible la conciliación de las obligaciones familiares con las laborales. 3.3.4 Productividad La productividad es el determinante último del bienestar de los individuos, ya que es lo que acaba determinando el nivel salarial de los trabajadores y, por tanto, su capacidad para adquirir los bienes y servicios que les proporcionan bienestar. Un desalineamiento entre salarios y productividad inevitablemente termina traduciéndose en mayor paro y, como consecuencia, en pérdidas del bienestar, al menos para un colectivo potencialmente importante. Por eso, las instituciones del mercado de trabajo no deben ser una barrera infranqueable para que la sociedad desarrolle su máximo potencial. Así, no sólo no debe retrasar, sino que debe favorecer la reasignación de los recursos desde las actividades menos productivas a las más eficientes. Cualquier acuerdo entre sindicatos y empresarios debe aspirar a facilitar esa reasignación de recursos. La crisis económica no puede significar un proceso de destrucción ineficiente de empresas, donde se destruyan las actividades productivas más vulnerables y el empleo menos protegido. Esta coyuntura debe servirnos para sanear nuestra estructura productiva y poner las bases de un proceso de destrucción creativa. La reforma de la negociación colectiva que se viene reclamando puede ser un paso en la buena dirección, pero el reto está sin duda en la apuesta definitiva por un modelo productivo de mayor valor añadido. El liderazgo en esa apuesta debe recaer en los interlocutores sociales y debe contar con el impulso del Gobierno. El debate está en marcha y la Fundación Ideas seguirá contribuyendo al mismo, con el objetivo de promover una visión de largo plazo que redunde en una mejora del bienestar futuro de todos los ciudadanos.

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4. La reestructuración del sector público El nuevo modelo de economía sostenible que este informe propone para 2025 precisa de un nuevo modelo de funcionamiento del sector público, incluyendo todos los niveles de la Administración. Este nuevo sector público debe inspirarse en el modelo de Estado Dinamizador; esto es, un Estado internamente dinámico en su funcionamiento y externamente dinamizador de los agentes económicos y sociales2. ¿Cómo puede el sector público del Estado Dinamizador promover la transición hacia una economía más sostenible? El sector público tiene dos herramientas fundamentales de política económica para influir en el modelo de crecimiento: la regulación y los incentivos fiscales (que incluyen rebajas de impuestos o incrementos de subvenciones). A través de estos instrumentos, el Estado puede modificar el marco de incentivos en el que se desenvuelve la iniciativa privada. Puede resolver fallos de mercado, liderar la inversión en sectores con altos costes fijos en las primeras etapas de desarrollo, avalar iniciativas de capital-riesgo o incrementar la rentabilidad de diferentes sectores productivos. La utilización de estas herramientas de política económica debe concentrarse primero en la provisión de capital físico, humano, tecnológico y medioambiental de calidad, que permita aumentar el potencial de crecimiento de todos los sectores productivos. En este sentido, como ya se ha señalado anteriormente, España ha realizado grandes avances en las dotaciones de capital físico y tiene un plan de medio plazo para seguir reforzándolas. Sin embargo, es urgente abordar las debilidades de nuestro sistema actual de generación de capital humano y de capital tecnológico, donde aún queda un amplio margen de mejora a pesar de los esfuerzos realizados hasta ahora. Modificar el sistema educativo y el sistema de ciencia e innovación resultará crucial para tener éxito en el nuevo modelo de crecimiento al que aspiramos. En relación con el capital medioambiental, la situación de abandono en el que se encuentra requiere de acciones urgentes para su conservación y mejora. En segundo lugar, el papel dinamizador de la iniciativa pública debe concentrarse también en los mercados que presentan “economías de red”, en los que además de garantizar la competencia en el corto plazo, es necesario garantizar cierta rentabilidad para incentivar la inversión privada y, con ello, el servicio en el medio plazo. En este sentido, se debería apostar por mercados de bienes y servicios aún más competitivos, flexibles y abiertos, de la mano de una intervención directa del Estado en la garantía universal de bienes públicos claves para reorientar el modelo de crecimiento hacia uno basado en la sostenibilidad y el conocimiento. Adicionalmente, existen mercados con economías de red con propiedad pública (p.ej., infraestructuras de transporte) o privada (p.ej., red de telecomunicaciones) que tienen unas perspectivas de creci2. Para un mayor detalle sobre el concepto de Estado Dinamizador, véase el Documento de Trabajo publicado por la Fundación Ideas al respecto (Mulas-Granados, 2009).

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miento positivas que, además, necesitan de una colaboración pública-privada para generar rentabilidades en el medio plazo. Asimismo, el Estado debe asegurar un alto grado de certidumbre regulatoria en los sectores de futuro planteados por este informe, con el objetivo de favorecer las inversiones a largo plazo del sector privado y la consolidación de mercados internos que favorezcan la excelencia y la supervivencia de las empresas más competitivas en la escena internacional. Y finalmente, el Estado Dinamizador debe convertirse en aliado y no en obstáculo de los agentes económicos y sociales. Para ello, es fundamental que resuelva sus trámites con agilidad y sin excesiva burocracia. Como se puede observar en el Gráfico 5.4, las demandas de mejora de los ciudadanos son muy amplias en estas áreas.

Gráfico 5.4. Dificultades en las relaciones de los ciudadanos con la Administración Incomodidad de las instalaciones

0,8%

Escasez de servicios disponibles por Internet

3,0% 7,1%

Lejanía o problemas de acceso a los centros

7,1%

Dificultad para comunicar por teléfono Falta de conocimiento y preparación de los funcionarios

9,8%

Dificultad para saber cuál es el organismo responsable

11,1% 14,4%

Falta de interés de los funcionarios

14,4%

Malos horarios

15,0%

Falta de amabilidad en el trato personal 24,3%

Lenguaje poco claro de la Administración 30,6%

Colas y largas esperas

Excesiva burocracia, papeleo, muchos requisitos

61,5%

Lentitud en resolver los trámites 0

10

20

30

40

50

65,1% 60

70

Fuente: AEVAL (2007)

4.1 Recomendaciones para la dinamización interna del sector público El sector público español ha avanzado mucho en los procesos de incorporación de las nuevas tecnologías a su funcionamiento interno, pero aún no se ha producido una integración total de sus servicios, que aparecen desconectados en diferentes niveles territoriales y entre diferentes Administraciones Públicas.

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Asimismo, las dotaciones de capital humano dentro del sector público español adolecen de algunos problemas de cantidad y de calidad. Durante los últimos años, apenas ha aumentado el número de empleados públicos, mientras que el aumento del empleo en el sector privado se disparaba y la población que había que atender también se multiplicaba (Gráfico 5.5). Los empleados del sector público no se distribuyen uniformemente entre las tres Administraciones Públicas (central, autonómica y local), sino que los empleados de las comunidades autónomas superan ampliamente a los de las otras dos Administraciones3. Asimismo, el personal de la Administración central presenta una distribución por grupos de edad muy característica, concentrando el 70% de los efectivos entre las edades de cuarenta a sesenta años. Los funcionarios no se sienten bien pagados y asumen que su nivel de estudios y su esfuerzo no les garantizan una mejor carrera profesional4. Gráfico 5.5. Empleo en el sector público y privado (Miles de asalariados) 16.000 14.000 12.000 10.000 8.000 6.000 4.000 2.000 0

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

Sector privado

Sector público

Fuente: elaboración propia. Datos MAP

3. El carácter intensivo en mano de obra que tienen los principales servicios gestionados por estas Administraciones, como son los de sanidad y educación, explican este fenómeno. 4. De acuerdo con la citada encuesta del CIS (AEVAL, 2007), el colectivo de funcionarios presenta unas características bastante definidas. El 67% entró en la Administración General del Estado (AGE) por oposición, buscando seguridad en el empleo (47%), si tuviera que empezar de nuevo su vida profesional volvería a entrar en la Administración (72%) y no cambiaría su trabajo por otro similar en la empresa privada (68%); a pesar de que considere que trabajar en la Administración está socialmente peor valorado que hacerlo en la empresa privada (74%). Por ello, no debe extrañar que esté satisfecho con el trabajo que realiza (67%), lo considere un trabajo útil (87%) y por cuyo resultado final se siente responsable (95%). Entre los funcionarios es más que frecuente que dispongan de una titulación académica superior a la exigida para el Cuerpo en el que están integrados (53%), generalmente licenciados (45%)

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Una agenda plurirreformista: las “4Rs” para el cambio de modelo

En este contexto, caben diversas iniciativas para mejorar el funcionamiento interno del sector público, algunas de las cuales se lanzaron con el Plan Moderniza en 2006, pero que aún deben implantarse plenamente. En particular, creemos que sería importante tomar en consideración las siguientes: • Reformar el estatuto del funcionario público, para incidir en la relación real entre productividad, remuneración y promoción profesional. • Reforzar todos los mecanismos de coordinación entre diferentes niveles de la Administración, evitando duplicidades. • Completar la digitalización de todas las relaciones con los ciudadanos y las empresas. • Reformar los servicios públicos orientándolos a los resultados y no a los procesos. • Generalizar los procesos de evaluación continua de las prestaciones de servicios que se realizan a los ciudadanos y las empresas. 4.2 Recomendaciones para la dinamización externa del sector público En relación con la dinamización externa de la relación del sector público con los agentes económicos y sociales a los que sirve el Estado Dinamizador, tiene ante sí tres retos en nuestro país: En primer lugar ha de dar cobertura a una serie de nuevos riesgos sociales asociados con la globalización, el cambio tecnológico, el cambio demográfico y los nuevos modelos de familia y trabajo. Una sociedad en cambio permanente no sólo precisa la cobertura de los riesgos tradicionales que cubría el Estado de Bienestar tradicional (como el riesgo de caer enfermo, o desempleado, o discapacitado) a través de los seguros de desempleo, la sanidad, las prestaciones por discapacidad y las pensiones. En el futuro, y con la vista puesta en un modelo económico que también sea sostenible socialmente y se mantenga cohesionado, el sector público del futuro deberá dar cobertura a los riesgos de atrapamiento en cualquiera de las fases vitales. Esto requerirá nuevas políticas de apoyo para la emancipación de los jóvenes, para la estabilidad de las familias monoparentales, o para la formación y la recolocación de los que quedan estancados en los procesos de rotación laboral. o diplomados universitarios (21%), la mayoría de los cuales ya la tenían antes de incorporarse a la AGE (59%). Sin embargo, a la mayoría de ellos (78%) no les ha servido para promocionarse dentro de la AGE. Este tipo de fenómeno es, entre otros, el que puede llevar a pensar a la mayoría de funcionarios (63%) que la Administración no ofrece una carrera profesional satisfactoria. Sin embargo, consideran mayoritariamente el sistema de selección de funcionarios bueno (48%), frente a un 10% que lo consideran malo. Tampoco están satisfechos los funcionarios con su retribución, que consideran inferior a la que les correspondería por el trabajo que realizan (74%) y que a su juicio debería reformarse para que retribuyera el rendimiento y la calidad del trabajo efectuado por encima de otras consideraciones (89%).

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En segundo lugar, el Estado Dinamizador debe garantizar la resolución rápida de los conflictos entre los actores que componen cada sociedad, para que ese proceso de asignación de responsabilidades no se convierta en una trampa en sí misma, que merme las capacidades de realización personal y profesional de las partes más emprendedoras de la sociedad. Para que ello ocurra, es fundamental que se aborde una reforma en profundidad de sistema judicial en España. El Plan de Modernización de la Justicia aprobado por el Gobierno a principios de 2009 va en la dirección adecuada. El aumento de la plantilla judicial en casi un 20%, la creación de más de 900 nuevas unidades judiciales y la implantación de un programa para la interoperatividad informática de todos los actores del proceso judicial son pasos decisivos para resolver un problema endémico del sistema español, que ha venido lastrando el potencial de desarrollo económico y social de nuestro país en las últimas décadas. Y finalmente, el Estado Dinamizador debe liderar el proceso de transformación de los horarios en la sociedad española. Una sociedad con problemas de productividad por hora trabajada (que no de horas en el trabajo), con problemas de fracaso escolar y desestructuración familiar, y escaso tiempo para invertir en el ocio y en la formación personal, es una sociedad a la que le resultará casi imposible transformar su modelo económico en un modelo sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental. Por ello, las iniciativas para conciliar la vida profesional y la laboral, el fomento del teletrabajo y la formación permanente, deben seguir impulsándose desde el sector público, y deben ponerse nuevos incentivos (e incluso regulaciones) más potentes para inducir al sector privado comportamientos voluntarios en la misma dirección. Estas iniciativas deberían, asimismo, acompañarse de acciones novedosas en materia de movilidad y urbanismo sostenible así como horarios escolares y comerciales más flexibles para que los individuos puedan combinar con mayor facilidad en el futuro sus actividades laborales, familiares, lúdicas y formativas. 4.3 Recomendaciones para la sostenibilidad del Estado Dinamizador Finalmente, es importante hacer una breve reflexión al modo en el que debería financiarse ese nuevo Estado Dinamizador que debe jugar un papel fundamental en la nueva economía sostenible del futuro. Procesos como el cambio tecnológico y la globalización (que están detrás de la crisis financiera que hemos sufrido), o el cambio demográfico (que explica los problemas de envejecimiento y la presión sobre el sistema de pensiones), no sólo han generado nuevos riesgos para los ciudadanos que deben cubrirse con políticas reformadas o completamente nuevas, sino que además han generado una fuerte presión al alza sobre los gastos sociales, y un límite a la presión fiscal que pueden soportar los factores productivos. Por eso, junto con esa nueva lógica de funcionamiento interno y externo del sector público del futuro, la transformación hacia un Estado Dinamizador debe implicar también una nueva lógica de financiación. Esta nueva lógica es dinámica (no estática) y, por tanto, apostaría primero por gastar en las inversiones productivas (en sentido estricto, capital físico, humano, tec-

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Una agenda plurirreformista: las “4Rs” para el cambio de modelo

nológico y medioambiental); y en un sentido amplio, dedicar recursos a políticas de activación, inclusión y eficiencia para poder multiplicar el crecimiento económico y los ingresos adicionales necesarios antes de dedicarse a financiar nuevos programas sociales. En todo caso, el crecimiento del gasto asociado a esos nuevos programas sociales no superaría el crecimiento del PIB a lo largo del ciclo y también incluiría políticas de reactivación e inclusión de ciudadanos potencialmente productivos. Y como se muestra en el Gráfico 5.6, esta lógica dinámica se retroalimentaría, haciendo a la vez compatible el crecimiento económico y la expansión (absoluta, no relativa) de los gastos en bienestar. En el contexto actual de crisis económica en España, el Estado Dinamizador sólo podría abordar esta lógica de financiación dinámica una vez resueltas las medidas contracíclicas de rescate de las empresas y los grupos sociales más afectados por la propia crisis económica. Sin embargo, y casi en paralelo, debe iniciar las inversiones necesarias para relanzar ese círculo virtuoso. Durante ese periodo es importante completar la contabilidad de ingresos y gastos públicos, con la de activos y pasivos que se generan en ese proceso de relanzamiento económico. Siendo muy importante a corto plazo el saldo fiscal entre ingresos y gastos, lo que cuenta a largo plazo para la sostenibilidad económica y presupuestaria del nuevo modelo, y lo que es importante para las futuras generaciones es el saldo entre los activos y pasivos que se dejan para el futuro. Gráfico 5.6. El círculo virtuoso de la financiación del Estado Dinamizador

PRODUCTIVIDAD Y CRECIMIENTO

RECAUDACIÓN (sin aumentar la presión fiscal)

Política social pasiva

Política social activadora GASTO PRODUCTO

Fuente: elaboración propia

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Por ello, las inversiones necesarias que se precisan para abordar el cambio de modelo que plantea este informe deben ser financiadas mediante nuevas emisiones de deuda pública, toda vez que las familias y las empresas deben aún recuperarse del fuerte endeudamiento acumulado, y siempre y cuando esos fondos adicionales se destinen a financiar claramente inversiones productivas de largo plazo. Entre tanto, se pueden abordar reformas de algunos sistemas de protección social fuertemente estáticos (como las pensiones) con el objetivo de ayudar a equilibrar los gastos adicionales generados, y con la vista puesta también en aspectos relevantes de equidad intergeneracional y sostenibilidad social en sentido dinámico.

5. La reorientación del sector financiero La mejora de las dotaciones de capital de nuestra economía, la renovación de la estructura empresarial, la recapitalización laboral y la reestructuración de nuestro sector público no serán cambios suficientes para lograr la transición hacia una economía sostenible, si no están acompañados por un proceso de reorientación del sector financiero, en relación con el número de instituciones y con su modelo de negocio. No hay economía que pueda cambiar su patrón de crecimiento si su sistema financiero no es capaz de proveer el crédito necesario en la dirección adecuada. El sistema financiero es el encargado de transformar el ahorro en inversión y de canalizar la deuda tanto del sector privado (que en España es muy alta)5 como del sector público (una deuda en fuerte proceso de crecimiento como resultado de la crisis). Y es en sí mismo un sector que genera empleo y una fuente importante del valor añadido y competitividad internacional para España. La crisis financiera y económica que comenzó en 2007 en EE UU, puede dividirse en tres fases. La primera caracterizada por la parálisis del sistema financiero internacional y la crisis de liquidez, que comenzó en 2007 y que puede darse casi por finalizada; la segunda fase, la de la crisis económica, que es en la que nos encontramos ahora y marcará los próximos años; y una tercera fase de reconversión industrial que afectará a todos los sectores, y en especial al bancario, que exigirá profundos cambios tecnológicos y de negocio. A pesar de que España está sufriendo la crisis económica con más intensidad que otros países, y eso ha reducido la actividad y la calidad del riesgo del sector bancario, el sector financiero español ha aguantado muy bien la primera fase de la crisis

5. La deuda de las familias superó en 2008 el 120% de la renta bruta disponible. El problema de endeudamiento de las empresas es algo peor, por el volumen de deuda que tienen las constructoras y las inmobiliarias. Todavía en 2008, el 46% del crédito a empresas correspondió a ese tipo de empresas, un porcentaje aún excesivo que debería reducirse ordenadamente.

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Una agenda plurirreformista: las “4Rs” para el cambio de modelo

gracias a un modelo de negocio diferenciado del resto. Este modelo de negocio está basado en el pequeño cliente, dominado por la banca de relación y, por tanto, con unos ingresos más recurrentes que los propios de la banca de inversión dominante en EE UU o el Reino Unido. La estricta regulación y supervisión por parte del Banco de España ha sido también fundamental en todo este proceso, dando lugar a un sistema de provisiones diferenciado y a una escasa presencia de títulos subprime en el sistema español. Durante los años del boom inmobiliario, el sector financiero español creció de forma acelerada y excesiva. En medio de la crisis económica, nuestro sistema financiero va a tener que afrontar dos retos: la menor actividad y el aumento de la morosidad en un entorno de deterioro macroeconómico y de exposición al sector inmobiliario. Esto hará que algunas instituciones con una posición desequilibrada tengan que ampliar capital o iniciar movimientos de consolidación, contribuyendo así a reducir el excesivo número de instituciones existentes en el sistema financiero español. La debilidad que hoy muestran algunas instituciones y la sobrecapacidad del sector son lastres para la recuperación y crecimiento futuro. Por ello, parece evidente que nos encaminamos a un sector con menos actores, pero más fuertes y saneados. En esta segunda fase, el ajuste de nuestra economía tiene que pasar necesariamente por la continuación del proceso de desapalancamiento del sector privado (Gráfico 5.7), el redimensionamiento del sector inmobiliario y la corrección del déficit exterior para poder iniciar la senda de la recuperación y la vuelta a la creación de empleo. Para que esas tres acciones sean posibles, es fundamental tener un sistema financiero muy eficiente y capaz de acceder al crédito exterior que necesitará nuestra economía durante este proceso. Las instituciones financieras que superen la crisis económica tendrán que jugar un papel clave en la tercera fase, en la que el resto de sectores productivos evolucionarán hacia un modelo de crecimiento más sostenible. Para poder hacerlo, el propio sector bancario tendrá que afrontar cambios tecnológicos y sociales derivados de las demandas de los clientes que requerirán un servicio más personalizado y tecnologizado (Gráfico 5.8). Los clientes del futuro también requerirán un nuevo tipo de financiación para un patrón de producción y consumo diferente y más sostenible. En este contexto, los propios bancos tendrán que desarrollar nuevos modelos de negocio, más ágiles y eficientes; donde las coberturas del riesgo asumido por los clientes estarán menos basadas en la propiedad material y más en la propiedad intelectual. El sistema financiero que necesitamos para hacer posible la economía sostenible que queremos en 2025 debe fijarse los siguientes objetivos: consolidar su posición de

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 5.7. Deuda frente al resto del mundo (En porcentaje del PIB) 180 160 140 120 100 80 60 40 20 0

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009 (ene-sep)

AA PP Total Otras instituciones financieras monetarias Hogares, empresas e instituciones financieras no monetarias

Fuente: SEE BBVA

Gráfico 5.8. Número previsto de usuarios de e-banking en España 14.000.000

12.000.000

10.000.000

x 2,4 8.000.000

6.000.000

4.000.000

2.000.000

0 2008

Fuente: Carbó (2009)

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2020


Una agenda plurirreformista: las “4Rs” para el cambio de modelo

liderazgo mundial6 y transformar su modelo de negocio para financiar menos actividad inmobiliaria y financiar más actividad emprendedora, creativa e innovadora en los nuevos sectores productivos. Para lograrlo, la reestructuración financiera en España debe articularse en torno a las siguientes medidas: Mejor regulación La modificación de la regulación a la que está sometida el sector financiero español vendrá guiada por los acuerdos que se están adoptando en el seno del G-20. La introducción de nuevas normas que limiten el apalancamiento potencial de las instituciones financieras o que eviten los comportamientos pro-cíclicos (que lleva a un aumento excesivo del crédito cuando se recalienta la economía) serán muy positivas. Asimismo, una nueva regulación que aumente las provisiones y exija la generación de bolsas de liquidez permitirá amortiguar en el futuro los efectos perniciosos de estrangulamiento del crédito que hemos sufrido en esta última crisis7. Más transparencia contable Según algunos analistas, el canje de deuda impagada por activos inmobiliarios a precios ficticios ha permitido a algunas entidades españolas ocultar sus niveles reales de mora. Asimismo, la creación de sociedades paralelas destinadas a gestionar los inmuebles acumulados por los bancos debido a los impagos, excluyéndolos así de sus balances, dificulta el reconocimiento real de las deudas acumuladas. Resulta crucial para el futuro de nuestra economía que se limiten esas prácticas opacas y que el necesario ajuste del sector se produzca cuanto antes. Reducir el número de instituciones financieras La evidencia empírica más reciente demuestra que la duración de las crisis económicas que típicamente siguen a las crisis financieras es menor cuanto más rápido es el proceso de consolidación bancaria (Baldacci et al., 2009). España ya dispone de un instrumento aprobado recientemente para llevar a cabo la reducción necesaria del número de instituciones financieras que operan en el país.

6. Para ello, España debería introducir alguno de sus grandes bancos entre los 5 más solventes del mundo (hoy el Banco Santander ocupa la posición número 5 y el BBVA la posición número 13 del ránking Global Finance); y debe entrar en el top-10 del ránking del World Economic Forum que evalúa la solidez del sistema en su conjunto (en 2008 España ocupó el puesto número 20 de 134, por delante de EE UU y el Reino Unido, pero por detrás de Canadá, Suecia, Luxemburgo o Australia. 7. Para una mayor concreción de las nuevas medidas de regulación financiera que vendrán a través del G-20, véanse el estudio de la Fundación Ideas, “New Ideas to Improve the Functioning of Financial Markets and the World Economy”. http://www.fundacionideas.es/archivo/docs/3.pdf, y el documento para el debate de J. Stiglitz, titulado “La crisis económica global: Temas para la agenda del G-20”. http:// www.fundacionideas.es/archivo/docs/95.pdf

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

La ley que regula el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria otorga poder al Banco de España para aceptar, modificar o rechazar los planes de viabilidad presentados por las entidades con problemas, e incluso le permite imponer una administración directa de las mismas para reestructurar, fusionar o liquidar las entidades que considere. Nuestro sistema financiero necesita abordar una reestructuración que dé lugar a un menor número de entidades, más grandes, más diversificadas y expandidas geográficamente, más eficientes, (sin injerencias políticas en las cajas de ahorros) y con capacidad para aportar diferentes productos financieros adaptados a las necesidades de empresas de sectores muy diversos. Más visión de largo plazo Cuando se habla de la necesidad de abandonar la gestión cortoplacista y consolidar actitudes de largo plazo en el sector financiero, se suele hacer referencia a la necesidad de limitar las inversiones puramente especulativas (mediante el abandono del “markto-market”, o la vinculación de las remuneraciones a la creación de valor real a medio plazo). En este sentido, también se valora la posibilidad de introducir un impuesto sobre las transacciones financieras que ralentice el volumen de operaciones a corto plazo, o que al menos genere ingresos públicos para amortiguar los planes de rescate que podrían ser nuevamente necesarios si volvieran los altos niveles de volatilidad. Sin embargo, lo más importante de una nueva visión de largo plazo en nuestro sector financiero es que sirviera para financiar la transición hacia el nuevo modelo productivo que necesitamos. Para que esa transformación sea posible es fundamental que el sector financiero español transite del negocio hipotecario al negocio de la financiación de emprendedores. Eso implicará ser capaces de asumir otro tipo de riesgos menos tangibles, pero con beneficios más prometedores. Quizá sea necesario compensar esos nuevos riesgos con la expansión del modelo tradicional de negocios a nuevos mercados emergentes, donde los clientes aún tendrán necesidades de financiación tradicionales (como las que ha tenido el modelo español hasta ahora). Pero, sin duda, es muy importante desarrollar nuevos productos que financien las iniciativas de los creadores, las pequeñas empresas innovadoras y todos aquellos agentes económicos que deseen financiar acciones que contribuyan a la sostenibilidad social o medioambiental de nuestra economía. En no pocos casos será necesario el aval público, sobre todo en el co-desarrollo de iniciativas de capital riesgo, y en los grandes proyectos de financiación de nuevas inversiones de capital físico o tecnológico. Pero el sector público no debe sustituir al sector privado en el negocio financiero, sino cubrir las áreas a las que éste no pueda llegar y generar un nuevo marco de incentivos, para que financiar los nuevos sectores de la economía sostenible se convierta en un negocio provechoso para todos.

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Una agenda plurirreformista: las “4Rs” para el cambio de modelo

6. Recapitulación Consideramos que los objetivos propuestos en el capítulo 3 de este informe Ideas para una nueva economía 2025 son deseables y factibles, pero sólo ocurrirán en nuestro país tras la plena aplicación de una Estrategia Plurirreformista de “4Rs”, que implique una renovación empresarial, una recapitalización laboral; y sea facilitada por una reestructuración del sector público y una reorientación del sector financiero. Esta estrategia debe tener en el Gobierno a su principal impulsor, pero necesita una activa colaboración de los ciudadanos y un esfuerzo por parte de todos los agentes económicos, sociales y políticos. El Gobierno ya ha puesto en marcha el motor del cambio de modelo, con la presentación de la Ley de Economía Sostenible y la Estrategia que acompaña a dicha ley, pero el Gobierno no puede ni debe tener un protagonismo exclusivo en ninguno de los ámbitos que en ellas se abordan, ni en las reformas de acompañamiento que se plantean. Por ejemplo, para que la renovación empresarial sea una realidad a medio plazo, nuestro país necesita del compromiso decidido de los empresarios para apostar por un modelo económico distinto basado en el talento y la innovación. Para lograr una recapitalización laboral hay que poner en marcha mecanismos que incentiven a las empresas y a los trabajadores para invertir en formación, de manera que se logren aumentos significativos de la productividad. Para que la reestructuración del sector público nos acerque al modelo de Estado Dinamizador, el Gobierno central ha de trabajar de forma intensa y coordinada con las comunidades autónomas y los ayuntamientos, al tiempo que necesita la colaboración de los distintos cuerpos funcionariales de nuestro país. Y finalmente, para la reorientación financiera resulta imprescindible el liderazgo del Banco de España, así como la complicidad de las comunidades autónomas y una nueva visión de las grandes instituciones del sector para poder financiar ese nuevo modelo en el futuro. El reto que tenemos por delante es formidable, pero los beneficios potenciales son también enormes. Esos beneficios se materializarán en la transformación de sectores existentes, el desarrollo de nuevas áreas de actividad y, lo más importante, en abundante creación de empleo y nuevas cotas de bienestar. Los siguientes capítulos se detienen en el análisis de esos nuevos sectores y demuestran los aspectos más positivos del futuro esperanzador que nos espera a todos tras los esfuerzos necesarios para lograr un cambio al que todos nos deberíamos sumar.

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6 Los impactos del cambio de modelo: productividad y empleo



Los impactos del cambio de modelo: productividad y empleo

1. Introducción Los capítulos anteriores han descrito nuestra visión para lograr un verdadero giro del modelo productivo en el que se apoya la economía española. Esta visión consiste en un amplio programa de cambios que se resumen en la mejora en las dotaciones de capital –físico, humano, tecnológico, medioambiental– y en una agenda plurirreformista de 4Rs que plantea las reformas de gran calado que son necesarias acometer en los distintos ámbitos que influyen en la economía: renovar el entorno empresarial, recapitalizar a los trabajadores, reestructurar el sector público, y reorientar el sistema financiero. Toda esta amplia agenda para el cambio de modelo productivo persigue un fin muy concreto: un aumento de la productividad por trabajador en la economía española. Como hemos analizado anteriormente en el capítulo 2 de este informe, uno de los principales problemas estructurales de la economía española es el escaso crecimiento que ha experimentado la productividad durante los últimos años. Este problema está originado por múltiples razones, que van desde las deficiencias en el sistema educativo, el diferencial de dotación de capital físico público y privado que aún tenemos con los países europeos más avanzados, la especialización productiva en determinados sectores, o las dificultades de las empresas más innovadoras para acceder al mercado financiero y obtener crédito para sus proyectos. El Gráfico 6.1 ilustra esta importante deficiencia de la economía española, e indica claramente que el problema de la baja productividad no es una cuestión puntual, sino que viene de lejos. Desde los años sesenta nuestra economía genera un menor producto por trabajador que en los países europeos más avanzados. Pero lo preocupante del modelo español es que este diferencial comenzó a agravarse desde mediados de los años ochenta, cuando el ritmo de crecimiento de la productividad española comenzó a desviarse de la media europea, y muy especialmente a partir de 1995, cuando la ralentización de la productividad se agudizó de forma preocupante. Si comparamos los resultados de España con los países más grandes de la UE-15, este mismo diferencial que hemos visto en el nivel de producción por trabajador se muestra de forma aún más dramática cuando se analizan los índices que evalúan la posición de cada país con respecto a la media (ver Gráfico 6.2). España no solamente está muy por debajo de sus principales socios comunitarios, sino que mientras que nuestra productividad se está separando de la media europea, Alemania y el Reino Unido han iniciado tendencias crecientes en su productividad desde los años noventa. Un perfil de productividad decreciente similar al detectado para la economía española también lo exhiben las economías de Francia e Italia, aunque con niveles de productividad por trabajador superiores a los de España.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 6.1. Productividad por trabajador en España y media UE-15 PIB/ocupado (miles de euros por trabajador) 70 60 50 40 30 20 10

Media UE-15

2005

2000

1995

1990

1985

1980

1975

1970

1965

1960

0

España

Fuente: elaboración propia, datos AMECO

Gráfico 6.2. Productividad por trabajador en países de la UE-15 Índices (UE-15=100) 125 120 115 110 105 100 95 90 85 80 75 70 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

65

UE=100 Alemania

Fuente: elaboración propia, datos AMECO

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España Francia

Italia Reino Unido


Los impactos del cambio de modelo: productividad y empleo

Resulta urgente, por tanto, tomar acciones decididas para cambiar el rumbo de la productividad de la economía española. La transformación de nuestro modelo productivo debería lograr un cambio en la tendencia divergente de la productividad, para iniciar una senda de crecimiento que nos lleve hacia la convergencia con la media europea. Hay que tener en cuenta, por otra parte, que la productividad media de la UE es esperable que también mejore como resultado de la aplicación de la Agenda revisada de Lisboa, y con la aplicación de medidas para tratar de cerrar el diferencial que, a su vez, Europa tiene con Estados Unidos en términos de productividad1.

2. Escenarios de aumento de la productividad Como hemos descrito anteriormente en el capítulo 2 de este informe (ver Anexo 2 para los detalles técnicos), el aumento del PIB o la renta per cápita de un país puede descomponerse en varios factores, que pueden resumirse fundamentalmente en dos: crecimiento del empleo y crecimiento de la productividad. Durante los últimos años, el crecimiento económico español se ha apoyado fundamentalmente en el fuerte incremento del empleo, que ha logrado reducir el número de desempleados a la vez que aumentaba de forma importante la población activa, por la llegada de inmigrantes y la incorporación de más mujeres al mercado de trabajo. La productividad ha realizado una escasa aportación al crecimiento, a la vista de las bajas tasas de variación del producto por trabajador, que están muy por debajo de la evolución de ese indicador a nivel europeo, tanto si la productividad se mide en niveles absolutos por trabajador como si se analiza por hora trabajada. La Tabla 6.1 descompone el crecimiento del VAB agregado de la economía española durante el periodo 1981-2007, en términos de variación del empleo y aumento de la productividad. Los resultados de la Tabla 6.1 confirman de nuevo el problema de la falta de productividad que hemos identificado anteriormente en los Gráficos 6.1 y 6.2: los periodos recientes de fuerte crecimiento económico en España se han apoyado sobre todo en un aumento del empleo, y no en una mejora de la productividad de la economía2.

1. Para lograr los objetivos de la Agenda de Lisboa previstos hasta 2010, la Comisión Europea solicitó a los Estados miembros la elaboración de Planes Nacionales de Reformas orientados a solventar los problemas estructurales de cada país (para información sobre el contenido y resultados del Plan Nacional de Reformas de España, véanse PNR (2005) y PNR (2009)). La puesta en práctica de estos Planes de Reformas ha sido desigual entre distintos países, por lo que la Agenda revisada de Lisboa deberá reforzar los mecanismos de seguimiento y cumplimiento de los objetivos. 2. En uno de los anexos de este informe se presenta un análisis técnico más riguroso de la evolución de la productividad en España, con una descomposición del crecimiento de la renta per cápita en más componentes y un filtrado de las series antes de evaluar las aportaciones de dichos componentes al

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tabla 6.1. Aportación del empleo y la productividad al crecimiento del VAB Crecimiento VAB

Crecimiento Empleo

Crecimiento Productividad

1981-85

1,3%

-1,4%

2,7%

1986-90

4,7%

3,6%

1,0%

1991-95

1,6%

-0,3%

1,9%

1996-00

3,9%

4,1%

-0,1%

2001-07

3,4%

3,3%

0,1%

Fuente: elaboración propia, datos BD.MORES

¿Qué puede esperarse del nuevo modelo productivo para resolver este problema estructural de nuestro país? Los impactos del conjunto de cambios en las dotaciones de capital y de reformas deben traducirse en un significativo aumento de la productividad de la economía española. Para evaluar dichos impactos, consideramos dos escenarios: a) Escenario tendencial: la economía española no modifica su estructura productiva, y tras la recuperación de la crisis actual volvemos al mismo patrón de crecimiento, apoyado en los mismos sectores productivos que ya eran anteriormente los principales generadores de empleo. La tasa de variación de la productividad aumentaría en este escenario de continuidad ligeramente su valor sobre la media de la productividad por trabajador del periodo 1996-2007, aunque sin alcanzar el 1% en todo el periodo. b) Escenario de cambios parciales: consideramos que algunas transformaciones de la economía permitirían un crecimiento de la productividad que harían posible superar el 1%, lo que significaría recuperar la tendencia de largo plazo de aumento de la productividad en España (que se encuentra muy por debajo de la media europea). c) Escenario con nuevo modelo: los primeros impactos de los cambios comenzarán a traducirse inicialmente en un ligero aumento de la tasa de variación de la pro-

crecimiento. Los resultados, no obstante, son similares a los comentados aquí cuando se usan únicamente el empleo y la productividad por trabajador como componentes explicativos. Igualmente, el análisis de la PTF (productividad total de los factores), que se obtiene a partir del análisis econométrico de las contribuciones del factor trabajo y capital al PIB, confirma la baja tasa de crecimiento de la productividad de la economía española (ver Anexo 2).

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Los impactos del cambio de modelo: productividad y empleo

ductividad, que recuperaría entre 2010 y 2015 la tendencia histórica previa al estancamiento de los años noventa. Posteriormente, a partir de 2015 se iniciaría un despegue de la productividad en los sectores basados en la innovación y los nuevos desarrollos tecnológicos, que se aceleraría durante la parte final del periodo analizado. La tasa media de incremento de la productividad que resulta de nuestra modelización para todo el periodo es de un 2,2%, alcanzándose en los últimos años del periodo 2010-2025 tasas superiores al 3%. Los resultados de las estimaciones de la productividad bajo los tres escenarios se presentan en el Gráfico 6.3. En ese mismo Gráfico se han incluido datos de la productividad media en la UE-15, así como nuestras estimaciones de la evolución de dicha productividad media para el periodo 2010-2025, basadas en la continuidad de la tendencia histórica. Con el escenario del nuevo modelo, en 2025 la productividad española habría reducido el diferencial con la media europea hasta un 11%, frente a la brecha del 25,9% que existe en 2009. Por el contrario, con el escenario tendencial de continuidad del modelo actual con bajo crecimiento de la productividad, el diferencial con la UE-15 aumentaría en 2025, ya que se situaría en un 29%. Respecto al escenario de renovación parcial permitiría reducir, aunque muy ligeramente, el diferencial hasta el 22,5%. Gráfico 6.3. Estimaciones de evolución de la productividad (Miles de euros por trabajador, euros constantes de 2000)

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 2024 2025

71 69 67 65 63 61 59 57 55 53 51 49 47 45 43 41 39 37 35

España Nuevo modelo

Tendencial Media UE-15

Renovación parcial Tendencial (UE-15)

Fuente: elaboración propia

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

3. Escenarios de crecimiento del VAB La disponibilidad de series largas de datos homogéneos para las distintas ramas de actividad que hemos utilizado anteriormente en el capítulo 2 de este informe para analizar los ciclos de la economía española permite examinar las tendencias de largo plazo de cada una de las veinte ramas de actividad para las que existe información desagregada (ver Anexo 1 para la descripción de estas ramas). Estas tendencias de largo plazo se han obtenido mediante el ajuste de modelos de series temporales que –a partir de la información histórica sobre la evolución del VAB de cada rama de actividad– permiten realizar predicciones sobre su evolución futura. La utilidad de estas tendencias de largo plazo es que aportan información sobre cuál es la evolución esperable en una determinada rama de actividad en ausencia de cambios significativos. Nuestras predicciones del VAB agregado de la economía española para el periodo 2010-2025 en el escenario tendencial se construyen a partir de la suma de los veinte modelos de las ramas de actividad. En cuanto a los escenarios alternativos, resulta complejo realizar proyecciones para el VAB agregado para un periodo tan largo, porque el reajuste estructural de la economía española, aunque se considere parcial, va a suponer la reducción del peso de algunos sectores (construcción, ciertas ramas industriales) y su lugar va a ser ocupado por otros nuevos sectores (industrias con base tecnológica, determinados servicios, etc.). Por ello, no es posible realizar una estimación cuantitativa basada en un modelo macroeconómico de la economía española que se base en la estructura actual. Nuestro objetivo aquí no es desarrollar un modelo macroeconómico completo, que sea capaz de representar el cambio estructural que va a inducir la nueva economía sostenible. El enfoque que adoptamos es de tipo microeconómico y se basa en el análisis de los impactos del cambio de modelo productivo para algunos sectores concretos, y por ello no se pretende la generalización de nuestros resultados para todo el conjunto de la economía española. Por ello, estimar el crecimiento económico global que se pueda alcanzar con el cambio de modelo productivo no es nuestro objetivo principal, y para ese parámetro simplemente vamos a considerar varias hipótesis para las tasas medias anuales acumulativas durante el periodo 2010-2025, escogidas a partir de un abanico de valores razonables. El límite inferior del crecimiento del VAB nos lo marca la estimación tendencial realizada con la agregación de las veinte ramas de actividad, que sitúa la tasa media anual de crecimiento en un 1,4%. A partir de ahí, consideramos que un escenario con algunas reformas y cambios parciales debería permitirnos superar ese crecimiento, y además lograr un aumento de la productividad. El perfil temporal considerado para la evolución del crecimiento económico se corresponde con los resultados obtenidos en la modelización de la productividad: tasas

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Los impactos del cambio de modelo: productividad y empleo

inferiores durante los años de salida de la crisis hasta alcanzar el valor medio considerado como hipótesis en cada caso, para posteriormente comenzar a aumentar progresivamente. Así, en el escenario de cambios parciales, la tasa de crecimiento media acumulativa del periodo es del 2,4%. Sin embargo, la economía española podría llegar a superar esa tasa con un impulso decisivo hacia una nueva economía sostenible y situarse en un nivel aproximado del 4% de tasa de crecimiento. El Gráfico 6.4 presenta los resultados de nuestra estimación del crecimiento tendencial del VAB, junto con las dos proyecciones de crecimiento basadas en las correspondientes hipótesis para cada uno de los dos escenarios planteados.

Gráfico 6.4. Proyecciones de crecimiento del VAB agregado (Miles de millones de euros 2000) 1.600

1.400

1.200

1.000

800

600

VAB Renovación parcial

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

400

Tendencial Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

4. Tasas de crecimiento del empleo A partir de nuestra modelización del cambio de la productividad por trabajador en la economía española que puede generar el nuevo modelo productivo, y considerando las distintas hipótesis sobre posibles escenarios de crecimiento económico, es posible calcular a qué ritmos podría crear empleo la economía española durante los próximos quince años en los distintos escenarios considerados. La Tabla 6.2 resume los resultados obtenidos. Tabla 6.2. Tasas de crecimiento del empleo hasta 2025 Tasa crecimiento productividad

Tasa crecimiento económico

Tasa crecimiento empleo

Escenario tendencial

0,75%

1,41%

0,66%

Escenario cambio parcial

1,36%

2,40%

1,04%

Nuevo modelo productivo

2,18%

4,00%

1,82%

Fuente: elaboración propia

Vemos, por tanto, que la continuidad del modelo productivo de la economía española, que reproduciría los mismos problemas estructurales que ya arrastrábamos antes de la crisis, supondría un estancamiento de la productividad que impediría la convergencia con la UE en esa dimensión. El resultado en términos de empleo sería un largo periodo con la tasa de desempleo situada en niveles altos. En el escenario en el que se consiguen algunos cambios puede esperar un ritmo algo mayor de creación de empleo, pero para lograr una vuelta a la senda de alto crecimiento de la economía española en un entorno del 4% será necesaria una importante creación de empleo, que será de mayor calidad y mayor productividad. Por tanto, en el próximo periodo expansivo no cabría esperar el fuerte ritmo de incremento del empleo de los últimos años, pero sí un crecimiento con mejores fundamentos.

5. La modelización de los nuevos motores de la economía española La economía española tiene actualmente un elevado grado de especialización en ramas de actividad con bajos niveles de productividad. Por ello, una de las primeras tareas para el diseño de una estrategia que oriente el cambio de modelo es identificar qué sectores deberían convertirse en motores de creación de VAB y empleo.

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Los impactos del cambio de modelo: productividad y empleo

En el modelo productivo actual, hay varios sectores que es necesario que sostengan sus niveles de actividad para que el país siga manteniendo un adecuado ritmo de aumento de la renta y el bienestar, pero simultáneamente se requiere que estas ramas reorienten sus productos y sus procesos productivos para lograr una mayor sostenibilidad. El capítulo 7 (La economía en transición) se destinará por ello a la descripción de la situación actual de los tres grandes sectores productivos de la economía española que necesitan un cambio de rumbo: la construcción, el transporte y el turismo. Para cada uno de estos tres sectores se apuntan las direcciones hacia las que deberían moverse las nuevas actividades, así como también algunas medidas para promover la reorientación productiva. Aunque estas tres ramas de actividad –más todo el conjunto de otras actividades del sector primario, industrial y de servicios– vayan a seguir siendo motores de la economía española, la estrategia de cambio de modelo productivo debería focalizarse en escoger una serie de nuevos sectores productivos con mayor potencial innovador y de desarrollo tecnológico, que deberían paulatinamente ir ganando peso en la economía española. En el capítulo 8 (La economía de futuro), se han seleccionado aquellos sectores que consideramos van a ser a largo plazo las principales fuentes de generación de empleos de calidad y de nuevos productos/servicios, sin excluir que a esta lista de “nuevos sectores” deberían también incorporarse algunos otros no tratados en este informe. Al concluir estos dos capítulos de análisis de la situación actual de los sectores seleccionados, y presentar las estimaciones de la evolución del VAB y empleo de cada sector, presentaremos a modo de recapitulación un resumen en el que evaluaremos el volumen de empleo generado por los sectores renovados y los nuevos sectores, y se contrastará con las cifras que se han descrito en este capítulo al evaluar los impactos para el conjunto de la economía.

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7 La econom铆a en transici贸n: sectores renovados



7.A El sector de la re-construcción 1. Introducción A la actual situación del sector de la construcción ha contribuido, sin duda, la ausencia de un debate social, técnico y político sobre la importancia de las ciudades para la economía, para el desarrollo sostenible y para la construcción de una sociedad más equitativa. Como hemos analizado en capítulos anteriores, el crecimiento económico en España se ha apoyado considerablemente en la construcción, lo que genera la imagen de que un rápido crecimiento urbano significa fuerte desarrollo económico. A esta imagen contribuyeron muchos agentes: las empresas del sector, los propietarios del suelo, las Administraciones Públicas a todos los niveles, pero también los ciudadanos en sus elecciones vitales, residenciales y de movilidad. En muchos casos, el urbanismo se ha convertido en simple instrumento jurídico-técnico al servicio de visiones de corto plazo no siempre racionales, y a veces tampoco legítimas, y ha abandonado su función de contribuir activamente a la construcción de un territorio eficiente en lo económico, sostenible en lo medioambiental y más equitativo desde el punto de vista social. Urge recuperar la dimensión pública y política del urbanismo en España, algo que requiere un cambio estructural en las prácticas urbanísticas de comunidades autónomas y ayuntamientos. Unas nuevas prácticas en línea con experiencias que se están poniendo en marcha en otros países, que pongan límites a la urbanización expansiva y a la construcción de nuevas infraestructuras de transporte rodado, que vinculen los nuevos desarrollos con el transporte colectivo, que respondan a las necesidades diversas de una sociedad cada vez más compleja, que hagan un uso más responsable de recursos económicos limitados y que protejan y conserven paisajes y espacios naturales. Aunque momentáneamente la crisis ha frenado el crecimiento, y también ha puesto en cuestión la creencia hasta hace poco generalizada en la bondad de este desarrollo urbano exacerbado, si no se sientan ahora las bases para un urbanismo más racional, lo más probable es que, una vez se produzca la recuperación económica, vuelvan a aparecer los mismos patrones de actividad inmobiliaria y ocupación del territorio despilfarradores que hemos visto en los últimos años. Es el momento de sentar las bases para unas prácticas urbanísticas más razonables en el futuro, antes de que las presiones para crecer en un nuevo ciclo alcista impidan un debate racional sobre las cuestiones importantes que están en juego.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Seguimos teniendo un sistema urbanístico que no ha adaptado sustancialmente sus instrumentos al nuevo contexto político y económico español. Los instrumentos que configuran este sistema, pese a los esfuerzos de varias comunidades autónomas y del Gobierno central, no se han puesto suficientemente al día para hacer frente de manera decidida a los retos planteados por las formas de crecimiento urbano disperso. El sistema urbanístico actual básicamente reproduce los principales instrumentos de la legislación estatal predemocrática al nivel autonómico, con alguna innovación en el ámbito de la gestión (que paradójicamente en más de un caso favorece la dispersión en lugar de controlarla), y añadiendo algunas provisiones sobre planificación supramunicipal que se han demostrado insuficientes. Algunas comunidades autónomas han abordado explícitamente en su legislación el problema de la dispersión y de la sostenibilidad, pero pocas han incluido instrumentos efectivos de actuación, y menos aún los han aplicado con efectividad. En el caso de los ayuntamientos, su limitada capacidad presupuestaria ha funcionado como un incentivo perverso que ha promovido la clasificación excesiva de nuevos suelos urbanizables, generando ingresos a corto plazo sin considerar los costes a medio y largo plazo del mantenimiento de las extensas redes infraestructurales y de equipamiento generadas. Es necesario promover un nuevo modelo de crecimiento urbano en el territorio, si queremos alcanzar un desarrollo más sostenible desde los puntos de vista económico, social y medio ambiental. En los lugares del mundo donde se han producido ya experiencias para controlar la dispersión urbana, este modelo responde a lo que de manera genérica podría denominarse como “ciudad compacta en una región policéntrica”: un modelo de ciudad que vincula los nuevos crecimientos a los intercambiadores de transporte colectivo; que promueve la mezcla de usos y las densidades relativamente elevadas; que prioriza el transporte colectivo sobre el transporte individual; que propone una jerarquía de centralidades de distinto nivel conectadas por corredores de transporte colectivo; que tiene una buena red de equipamientos colectivos, incluidos los equipamientos para los nuevos derechos vinculados a la atención social a mayores y a otros grupos sociales desfavorecidos, que protege y conserva los espacios agrícolas, naturales y patrimoniales. Es un modelo básico de organización espacial que representa una alternativa a la ocupación indiscriminada del territorio. Es también un modelo que responde a los objetivos explícitos de la sostenibilidad: cohesión social, eficiencia económica, conservación ambiental.

2. Situación actual del sector El sector de la construcción experimentó, entre los años 2001-2007 un crecimiento medio anual del valor añadido bruto del 5,23% mientras que el PIB de la economía creció al 3,42%. En términos de empleo, este sector creció a una tasa del 6,08% frente

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El sector de la re-construcción

a un 2,87% de crecimiento total del empleo1. El mayor incremento de la actividad de este sector ha sido protagonizado por la construcción de edificios2 y ha sido el sector con mayor dinamismo en la última etapa expansiva de la economía española. Como se explica en el capítulo 2, el sector de la construcción creció en un momento de expectativas al alza de los precios de los inmuebles y a la baja en tipos de interés. Así, el proceso de expansión de este sector tuvo dos efectos contrapuestos, por un lado, propició un endeudamiento excesivo de las familias gracias a unas condiciones financieras poco restrictivas; pero, por otro lado, también permitió absorber una gran cantidad de mano de obra en un momento de fuerte crecimiento de la población activa. El proceso de ajuste del sector se inicia cuando empiezan a romperse las expectativas de crecimiento continuado de los precios, seguido por un repunte en los tipos de interés y culminado por la crisis financiera internacional que dio paso a un estancamiento de los créditos. La actividad inmobiliaria se desacelera y el número de viviendas iniciadas cae en 2008 a 269.000, frente a las iniciadas en 2005 que fueron 635.000. La tasa de paro del sector de la construcción según el último dato disponible de la EPA (Encuesta de Población Activa) es del 15,1%, lo que representa 622.000 desempleados cuyo último empleo estuvo en el sector de la construcción. Es obvio que el modelo de crecimiento basado en el “ladrillo” se ha agotado y que ahora es el momento de buscar alternativas y sobre todo de buscar un futuro a los miles de desempleados en el sector. Creemos que el sector de la construcción necesita una profunda reconversión y proponemos para ello dos posibilidades: la primera de ellas consiste en incentivar la rehabilitación de viviendas para hacerlas energéticamente eficientes. Las viviendas construidas con anterioridad a 2009 no estaban sujetas a la norma del Código Técnico de Edificación que, entre otras, recoge una política activa de ahorro de energía. La segunda posibilidad consiste en fomentar la existencia de un sector de la construcción redimensionado y más acorde con las necesidades y no con actividades meramente especulativas. Para ello creemos que el número de viviendas libres iniciadas debe estabilizarse en un nivel bajo y que debe coger el relevo la actividad de edificación de viviendas protegidas. No obstante, nuestro objetivo no es frenar completamente la iniciativa privada en la construcción de viviendas, pero sí creemos que ésta debe adoptar claramente un nuevo enfoque.

1. Veáse el Gráfico 7A.4, El comportamiento de los sectores productivos, en el capítulo 2. 2. El sector de la construcción está formado por tres actividades (CNAE-2009): la construcción de edificios, la ingeniería civil y las actividades de construcción especializada.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

3. La nueva dinámica del sector 3.1 La construcción de nuevas viviendas Tras la caída en la iniciación de nuevas viviendas en 2007 creemos que en 2025 la actividad de construcción de viviendas libres debería estabilizarse en torno a las 190.000, nivel similar al de principios de la década de los noventa. Por otro lado, en los próximos años, pensamos que la construcción de viviendas protegidas debe coger el relevo. En el año 2008 la construcción de estas viviendas fue de unas 90.000, pero creemos que es necesario potenciar su actividad y con ello cumplir con el objetivo de construir 150.000 viviendas protegidas nuevas al año. Así, en 2025 la iniciación de nuevas viviendas totales al año no sobrepasaría la cifra de 350.000 (Gráfico 7A.1). Gráfico 7A.1. Viviendas iniciadas 800.000 700.000 600.000 500.000 400.000 300.000 200.000

0

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 2024 2025

100.000

Viviendas protegidas Nuevas viviendas libres

Viviendas libres Total

Nuevas viviendas protegidas Total

Fuente: elaboración propia, datos Ministerio de Vivienda.

3.2 La rehabilitación sostenible En términos generales, por construcción sostenible, entendemos aquella construcción que cumple con tres requisitos: 1) se adapta y es respetuosa con su entorno, principio que es necesario aplicar para lograr los cambios necesarios en este sector; 2) ahorra recursos, mediante el empleo de materiales de bajo impacto ambiental y

142


El sector de la re-construcción

social a lo largo de todo su ciclo de vida; y 3) ahorra energía; a través de la arquitectura bioclimática se consigue un ahorro sustancial en el consumo energético de la vivienda. Además de exigir estos requisitos sobre las nuevas viviendas, sería recomendable la rehabilitación de los edificios ya existentes que no deben, en ningún caso, quedar al margen. Las actuaciones de mayor relevancia en este sentido estarían referidas al ahorro energético. El principal obstáculo consiste en que partimos de un volumen preexistente con unas condiciones constructivas que pertenecen a otra época y, por lo tanto, las actuaciones que pueden realizarse encuentran limitaciones formales y funcionales. En cualquier caso, siempre son posibles intervenciones que logren, en primer lugar, mejorar el comportamiento energético del edificio reduciendo las pérdidas térmicas. Existen posibilidades de aislamiento por el exterior, bien con sistemas adheridos al cerramiento, bien con la incorporación de fachadas ventiladas, que reducen sensiblemente las pérdidas por transmisión. Por otro lado, tendríamos todo lo que se refiere a instalaciones como el abastecimiento y evacuación de agua, climatización (refrigeración y calefacción), instalaciones eléctricas y de iluminación. Todas ellas tienen en común que su funcionamiento contribuye al consumo de recursos naturales (agua y energía). Por ello, la rehabilitación de viviendas presenta grandes ventajas desde diferentes puntos de vista: 1) bajo un punto de vista territorial, supone no extender ni ocupar más territorio para la construcción pudiendo destinarlo a otros usos; 2) bajo un punto de vista económico, la inversión en rehabilitación no requiere el elevado volumen de recursos que implica la nueva construcción; y por último, 3) la rehabilitación para hacer las viviendas energéticamente eficientes conlleva un ahorro de energía y supone importantes beneficios medioambientales. Por todo ello, creemos que esta actividad debería potenciarse durante las próximas dos décadas. Además, dado el aumento del desempleo en el sector de la construcción y la baja cualificación media de su mano de obra, creemos que la rehabilitación de edificios puede ser una actividad alternativa que genere puestos de trabajo para la recolocación de estas personas. Un objetivo factible sería aumentar cada año el número de viviendas a rehabilitar en algo más de 25.000 y llegar al 2025 con un subsector de la rehabilitación que afectaría a 400.000 viviendas. De ser así, al finalizar 2025 se habría rehabilitado un 14% del parque actual de viviendas3. 3. Consideramos el parque de viviendas actual porque partimos del supuesto que las de nueva construcción no requerirán reformas para hacerlas energéticamente eficientes.

143


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

4. El futuro crecimiento del sector El sector de la construcción tuvo, en términos del VAB, un crecimiento promedio en el periodo 1995-2007 del 5%. En las proyecciones que hacemos a continuación de cara a 2025 tenemos en cuenta que ha sido un sector con un peso excesivo en la economía y creemos que la reestructuración y potenciación de la rehabilitación implicará no sólo crecimientos más moderados, sino también una pérdida de su peso relativo en la economía. Según el último informe presentado por Oxford Economics y Global Construction Perspectives, las proyecciones que se realizan para España sobre el sector de la construcción muestran que esta actividad disminuirá su tasa de crecimiento en torno al 0,1%, entre 2009 y 2014. Para el periodo posterior, 2015-2020, mejoran sus perspectivas de crecimiento y esperan que la tasa alcance el 2,5%. Nuestras previsiones de evolución del sector, derivadas de los escenarios previstos para la actividad del segmento de construcción libre, de vivienda protegida, de obra civil y el impulso a la rehabilitación, tienen un perfil similar al que puede observarse en el Gráfico 7A.2, con crecimiento del VAB escaso hasta 2015 para luego crecer a tasas mayores. Como vemos, hasta el año 2021 no se recuperaría el nivel del VAB en el punto más alto de la expansión (año 2007) y en 2025 se superarían los 78.000 millones de euros. Gráfico 7A.2. VAB del sector de la construcción

Millones de euros

85.000

78.200

80.000 75.000 70.000 65.000 60.000 55.000 50.000 45.000

Fuente: elaboración propia, datos INE. Nota: VAB real base 2000.

144

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

40.000


El sector de la re-construcción

En términos de empleo (Gráfico 7A.3) hay que tener en cuenta: en primer lugar, el crecimiento sostenido de las obras de ingeniería civil; en segundo lugar, la construcción de nuevas viviendas y el mantenimiento de la actividad actual en construcción de vivienda protegida; en tercer lugar, las exigencias en empleos que genera potenciar la construcción de vivienda protegida; y en último lugar, la implicación que tiene fomentar un sector como el de la rehabilitación energética, prácticamente inexistente en la actualidad. Manteniendo estos supuestos, el empleo en el sector de la construcción necesitará en 2025 cerca de 2 millones de empleos, de los cuales más de 500.000 irían destinados a la construcción de vivienda protegida, y de ellos unos 200.000 se deben a que proponemos que se potencie esta actividad. Por otro lado, unos 240.000 estarán ocupados en la rehabilitación energética de viviendas. Gráfico 7A.3. Empleo en el sector de la construcción

2.500.000 2.000.000

240.000

1.500.000

534.779

1.000.000 686.843

500.000 511.567

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

Ingeniería civil y const. especializada

2025

511.567

0

2024

Número de trabajadores

3.000.000

Vivienda protegida total

Construcción viviendas libres Rehabilitación Total tendencia (1,5 millones de empleos en 2025) Fuente: elaboración propia, datos INE (EPA).

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

5. Medidas para impulsar el sector de la construcción Este sector productivo necesita urgentemente un cambio de orientación en sus objetivos, en su modelo de negocio y, en general, en la aproximación de la sociedad española al urbanismo y la utilización del territorio. El cambio de objetivos del sector pasa por una reducción de la tasa de ampliación del parque de viviendas nuevas, y en rehabilitar y renovar las viviendas existentes principalmente para mejorar su eficiencia energética, lo cual pasa por transformar y renovar los sistemas de calefacción, aire acondicionado, o abastecimiento de agua. En cuanto al modelo de negocio, las empresas inmobiliarias deben abandonar la idea de que este es un sector productivo donde los precios van siempre al alza, y los compradores deben asumir el riesgo que supone invertir sus recursos financieros en un tipo de activo inmóvil, y con una rentabilidad limitada a largo plazo. En una economía en equilibrio la rentabilidad de la inversión en vivienda debería ser necesariamente inferior a otro tipo de activos ofertados por empresas que generan nuevos productos y tienen capacidad de incrementar notablemente su productividad. El modelo de urbanismo español está provocando un crecimiento muy rápido de las zonas periféricas de las ciudades medianas y grandes, junto con una ocupación acelerada del territorio para fines turísticos. Es urgente detener este proceso desenfrenado de aumento del stock de viviendas y rediseñar qué tipo de ciudades queremos desarrollar durante las próximas décadas.

a) Cambio de objetivos del sector de la construcción • El Gobierno, a través de la Ley de Economía Sostenible, ha comenzado a promover un cambio de modelo en este sector, a través de mecanismos para promover la rehabilitación de viviendas y núcleos urbanos, entre los que se encuentran nuevas vías de financiación de obras de rehabilitación, e incentivos fiscales para que los particulares acometan obras que favorezcan la eficiencia energética, el ahorro de agua y faciliten la accesibilidad. • Estas medidas son adecuadas, pero creemos que podría reforzarse notablemente la introducción de una mayor eficiencia energética a través de un plan para fomentar la instalación de energías renovables para uso doméstico. • En el marco de dicho plan, proponemos que se ponga en marcha una medida similar a la acometida en Alemania, para fomentar la instalación de energía solar en los tejados de las viviendas. El objetivo sería que el Gobierno, con la colaboración de las comunidades autónomas, financiara parcialmente la instalación de 700.000 techos solares en España, de aquí a 2025, a quienes lleven a cabo de forma complementaria una rehabilitación integral del inmueble que permita una mayor eficiencia y ahorro energéticos.

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El sector de la re-construcción

b) Modelo de negocio de las empresas del sector • Fomentar el alquiler como una forma de tenencia de vivienda que puede ser conveniente para muchos grupos sociales (jóvenes, personas con alta movilidad laboral, etc.), y económicamente rentable en un entorno con los precios de la vivienda creciendo a la misma tasa que la inflación general. • Promover la colaboración entre empresas constructoras y empresas que se dedican a la realización de auditorías y consultorías energéticas, y que persiguen el objetivo de optimizar aquellos sistemas utilizados en el ámbito doméstico que usan energía. El desarrollo del sector renovado de la re-construcción hace necesario que estos dos ámbitos vinculados al ámbito de la vivienda se entiendan mutuamente, y en muchos casos la solución económica puede ser la integración entre empresas de los distintos ámbitos. c) Hacia un nuevo modelo de urbanismo • Las competencias del Gobierno central en materia de construcción y territorio se encuentran actualmente dispersas entre diversos que elaboran normativas que afecta a la construcción urbana, se dedican recursos económicos importantes, y se desarrollan distintos incentivos y otros instrumentos de tipo voluntario. • Sin embargo, los mecanismos de coordinación entre las instituciones son escasos. Esta dispersión en la toma de decisiones resta eficacia a la acción del Gobierno central y limita su posibilidad de influir de manera significativa en las formas del crecimiento urbano y de promover un crecimiento urbano más sostenible. • Por ello, consideramos que deberían introducirse los siguientes cambios: - Considerar la acción legislativa del Gobierno en materia de desarrollo urbano sostenible desde el prisma urbano y territorial pero adoptando un punto de vista amplio que vaya más allá de la simple legislación del suelo, y que abarque las implicaciones del desarrollo urbano en cuestiones medioambientales, energéticas, de transporte, y económicas en su conjunto. - Una consideración desde el prisma de las ciudades de estas políticas del Gobierno ahora dispersas abriría nuevos campos a la acción legislativa, al permitir vincular lo que ha sido la legislación tradicional del suelo (centrada hoy en día en un número muy limitado de cuestiones: régimen de propiedad, valoraciones y poco más) con la acción legislativa en materia medioambiental, energética y de transporte. - Eliminar los incentivos perversos para obtener ingresos municipales extraordinarios a través de las licencias generadas por la urbanización de nuevos suelos.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

- Adaptar los instrumentos financieros a disposición del Gobierno central, con el objetivo de promover un modelo urbano más sostenible y la transformación de las prácticas institucionales de autonomías y ayuntamientos. Los programas deberían ser competitivos y vincular la concesión de ayudas al cumplimiento de determinados objetivos. - Apoyar la transformación de las prácticas urbanísticas hacia modelos más sostenibles a través del uso de instrumentos de información, formación, sensibilización y deliberación.

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7.B Hacia otro modelo de turismo 1. Introducción La principal fuente de información estadística para el estudio económico del sector del turismo es la Cuenta Satélite del Turismo Español, elaborada por el INE, ya que este sector abarca actividades muy diversas (alojamiento, transporte, restauración, etc.). Utilizando las últimas cifras disponibles (2007), se puede afirmar que el turismo representa un 10,7% del PIB español, lo cual da una imagen del peso de este sector y de su importancia para la economía española. Durante la última década, el comportamiento del sector turístico ha sido peor que el del conjunto de la economía. Así se pone de manifiesto en el Gráfico 7B.1, en el que se puede observar que las tasas de crecimiento del PIB turístico se han situado por debajo del PIB nacional durante el periodo 2000-2007. Mientras que la economía española creció un 3,4% de media anualmente durante dicho periodo, el sector turístico lo hizo a un 1,6%. Gráfico 7B.1. Tasas de crecimiento del PIB y del sector turístico 5 4 3 2 1 0 -1 -2

2001

2002

2003

2004

PIB

2005

2006

2007

Turismo

Fuente: elaboración propia, datos Cuenta Satélite del Turismo y Contabilidad Nacional del INE

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Estos datos son signos de algunos problemas estructurales de la oferta turística española que trataremos de esbozar en este capítulo y que nos servirán para justificar el cambio de modelo que necesita experimentar este sector. Buena parte del actual modelo turístico español es el resultado de un proceso de desarrollo desordenado nacido en los años sesenta. Entonces, se tenía que satisfacer la demanda de turistas poco exigentes que viajaban a España en busca de sol, playa y ocio a bajos precios. La creciente presión de la demanda y la facilidad de acceso a los recursos naturales y territoriales propiciaron la puesta en marcha de una estrategia de crecimiento basada en la construcción y ocupación masiva del litoral. La falta de planificación urbanística, económica y ambiental han hecho que ese modelo sea insostenible, y reclama actualmente la definición de una estrategia global para el futuro de este sector. Es necesario reinventar el modelo turístico español de sol y playa, y sobre todo potenciar otros elementos hasta ahora no suficientemente explorados en su dimensión de atracción de turismo extranjero, como por ejemplo el patrimonio cultural, el paisaje y la biodiversidad, o el idioma.

2. Las cifras del turismo en 2008 En el último informe presentado por el Instituto de Estudios Turísticos (IET, 2008), se presenta una descripción detallada del perfil de los turistas extranjeros que visitan nuestro país. La Tabla 7B.1 presenta un resumen de los principales datos y permite disponer de una rápida aproximación a las grandes cifras del sector. En 2008, el número de turistas extranjeros en España fue de 57,3 millones, lo que supuso una caída con respecto al año anterior del 2,3%. Este descenso se produjo sobre todo a partir del segundo semestre y nos situó en cifras similares a las registradas en 2006. El gasto turístico se situó en 51.897 millones de euros, cifra ligeramente superior al 2007 (+0,8%) que se tradujo en un gasto medio por turista de 907,3 euros y en un gasto medio por persona y día de 95,5 euros. Los turistas internacionales llegaron a España principalmente por vía aérea (77,5%) y aproximadamente un 64% se alojaron en establecimientos hoteleros. En términos de gasto medio diario, los turistas que permanecen en hoteles presentan un gasto de 132,9 euros frente a los 61,9 euros de los que eligen otro tipo de establecimientos. El paquete turístico continúa perdiendo peso como fórmula de organización de las vacaciones, y actualmente ya es utilizado sólo por un 30% aproximadamente de los turistas extranjeros. En el año 2008 la caída fue más intensa en los turistas que acudieron con paquete turístico (-4,5%) frente a los turistas que viajaron utilizando otra fórmula (-1,5%). En relación con el gasto se debe señalar que el 68,6% del gasto total satisfecho por los turistas internacionales correspondió a turistas sin paquete turístico.

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Hacia otro modelo de turismo

Tabla 7B.1. Datos básicos de la actividad turística en España Millones de turistas

Crecimiento sobre 2007 (en porcentaje)

Porcentaje sobre el total nacional

57,3

-2,3

-

46,8 5,3

-2,1 0,5

81,6 9,3

17,1

-4,5

29,8

36,7

2,0

63,9

44,4 11,2

0,2 -11,9

77,5 19,6

15,8 10,1 8,2 3,6 3,3

-3,1 -0,1 -9,0 4,6 -8,0

27,6 17,6 14,3 6,3 5,8

14,3 10,1 9,4 8,0 5,7 4,6

-5,8 1,1 -1,0 -4,9 0,1 4,9

25,0 17,6 16,3 14,0 10,0 8,1

9,5 51.900 millones € 907,3 € 95,5 €

2,9 0,8 3,7 0,8

ENTRADA DE TURISTAS EXTRANJEROS Total de turistas en 2008 MOTIVO DE VIAJE Ocio, vacaciones Trabajo, negocios ORGANIZACIÓN DEL VIAJE Paquete turístico TIPO DE ALOJAMIENTO Hotel VÍA DE ACCESO Aeropuerto Carretera MERCADOS DE ORIGEN Reino Unido Alemania Francia Países Nórdicos Italia COMUNIDADES AUTÓNOMAS DE DESTINO Cataluña Baleares Canarias Andalucía C. Valenciana Madrid ESTANCIA MEDIA Y GASTO Número de noches Gasto total Gasto medio por turista Gasto medio diario Fuente: IET (2008)

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Respecto al origen de los turistas, casi el 60% procede de tres únicos mercados. Por orden de importancia, éstos fueron: el Reino Unido, Alemania y Francia. Si miramos ahora los destinos, el 91% de los turistas en 2008 tuvieron como destino principal, y por este orden de importancia en volumen de turistas, las siguientes comunidades autónomas: Cataluña, Baleares, Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid. Por otro lado, también debemos hablar de cuáles fueron los movimientos de los residentes en España. En total se realizaron 168,8 millones de viajes, lo que supuso un incremento del 6,8% respecto del año anterior y la gran mayoría (93,3%) se realizaron en el territorio nacional. Una característica de los viajes de los residentes es que presentan una estacionalidad menos acusada que la observada en los turistas extranjeros, realizándose más viajes en los meses de marzo, julio y agosto, mientras que las salidas al extranjero sí presentan mayor estacionalidad, siendo agosto el mes más elegido para viajar. En cuanto al medio de transporte, los turistas residentes se desplazan preferentemente en coche (79,1%), seguido del avión (8,6%) y el autobús (6,7%). En general, se alojan en establecimientos no hoteleros (80,1%). Por otro lado, con respecto a 2007 destaca el crecimiento en los viajes de fin de semana (+13,5%) y la caída en las vacaciones de verano (-2,6%). Casi todas las comunidades autónomas consideradas como lugar de destino mostraron crecimientos, salvo Cantabria, donde descendió el número de viajes recibidos, y Galicia, donde se mantuvieron en cifras similares al año anterior. Respecto a los viajes al extranjero, Francia fue el país que más porcentaje de viajes recibió, con el 21,3%, seguido por Portugal e Italia. En cuanto a las comunidades de origen de estos viajes, Cataluña fue la principal emisora de viajes al extranjero, concretamente a Francia, Italia, Andorra y Marruecos; Galicia fue la primera emisora de viajes a Portugal y la Comunidad de Madrid al Reino Unido. No obstante, debemos tener en cuenta que los resultados (provisionales) del sector en el año 2009 mostrarán un perfil diferente en todos sus ámbitos. Así, por ejemplo, en términos de llegadas internacionales y de gasto total de los turistas, las observaciones para el año en curso están sistemáticamente por debajo de las correspondientes al año 2008, como resultado de la crisis económica global que está sufriendo aún toda la Unión Europea (principal región de origen de los turistas extranjeros que visitan España).

3. Perfil del empleo en el sector turístico Como ya hemos señalado anteriormente, a pesar de que es habitual hablar del turismo como sector económico de gran importancia para España, no está considerado como tal sector de actividad en las estadísticas oficiales, por lo que para evaluar sus cifras

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Hacia otro modelo de turismo

de empleo hay que delimitarlo a partir de cuatro ramas de actividad: transporte, hoteles, restauración y otros servicios turísticos1. Los datos utilizados en este apartado hacen referencia a la explotación que hace el Instituto de Estudios Turísticos de la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el INE. Según el último dato publicado correspondiente al segundo trimestre de 2009, las actividades relacionadas con el turismo registraron un descenso de la población activa situándose en 2,5 millones de personas frente a los 2,8 millones de este colectivo para el mismo periodo en 2008. Este sector, al igual que el resto de la economía, se ha visto afectado por la crisis económica: el número de ocupados se situó en 2,15 millones frente a los 2,6 millones en el mismo trimestre de 2008. Del mismo modo, la tasa de paro se ha situado en un 14% en 2009, frente a una tasa del 8,6% en 2008. Para poder caracterizar el empleo en el sector –sin pretender realizar aquí un estudio exhaustivo del empleo turístico, sino únicamente disponer de los datos más relevantes– nos centraremos en saber qué ramas concentran más cantidad de empleo, y qué perfil socioeconómico tienen en promedio los trabajadores del sector. Para ello analizaremos los datos correspondientes al último año completo del que se dispone (2008). Por ramas de actividad, la restauración y comedores fue la especialidad que acaparó un mayor número de ocupados (42,8%); le siguió la rama del transporte (26,2%); la rama de hoteles y otros alojamientos tuvo un peso del 12,5%, y la actividad de agencias de viajes un 2,4%. Finalmente, otras actividades turísticas (alquiler de automóviles, actividades artísticas, etc.) supusieron el restante 16%. En el sector turístico predominan los varones, siendo el 57,5% de los ocupados del sector, frente al 42,5% restante que son mujeres. Frente a lo que a priori puede pensarse, el turismo no concentra la contratación de trabajadores fundamentalmente en personas jóvenes, ya que los trabajadores con edades entre 16 y 29 años sólo suponen un 25,8% del total de ocupados, siendo la franja de edad más importante la de trabajadores entre 30 y 44 años (42,9%). La Tabla 7B.2 presenta los resultados más destacables en cuanto a la formación de los trabajadores del sector turístico. Como puede observarse, la mayoría de personas cuenta con estudios medios o secundarios. Así, de los 2,6 millones de ocupados en 2008, el 62,3% del total poseía un grado de formación equivalente a estudios 1. Concretamente, las actividades consideradas en el ámbito del turismo según la clasificación del CNAE (códigos versión 2009) son las siguientes: 55 y 56 Hostelería, 491 Transporte interurbano de pasajeros por ferrocarril, 493 Otro transporte terrestre de pasajeros, 501 Transporte marítimo de pasajeros, 503 Transporte de pasajeros por vías navegables interiores, 511 Transporte aéreo de pasajeros, 522 Actividades anexas al transporte, 791 Actividades de agencias de viajes y operadores turísticos, 771 Alquiler de vehículos de motor, 773 Alquiler de otra maquinaria, equipos y bienes tangibles, 900 Actividades de creación, artísticas y espectáculos, 910 Actividades de bibliotecas, archivos, museos y otras actividades culturales, 931 Actividades deportivas, 932 Actividades recreativas y de entretenimiento.

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secundarios (en el total de la economía este porcentaje fue del 51,7%). El porcentaje de ocupados con estudios primarios fue del 16,3%, ligeramente superior al 14,4% que representan los ocupados de este grado de formación en la economía general. Finalmente, el personal con un grado de cualificación superior, estudios universitarios, supuso un 21,2% de los ocupados en el sector (en el conjunto de la economía este porcentaje asciende a un 33,5%). La rama de la restauración, con un 42,8% del total de ocupados en todo el sector, es una actividad en la que predominaron los ocupados con estudios primarios (19,5%) y con estudios secundarios (66,4%). Entre los ocupados con estudios superiores, la actividad mayoritaria es el heterogéneo conjunto de otras actividades turísticas, con el 40,6% del total de ocupados con este grado de formación. Tabla 7B.2. Nivel de formación en el sector turístico Total actividades industria turística

Total de trabajadores 2.623.389

Estudios primarios 16,3%

Estudios secundarios

Estudios superiores

62,3%

21,2%

Hostelería 1.452.569 19,0% 65,3% Hoteles y otros alojamientos 328.910 17,3% 61,3% Restauración y comedores 1.123.660 19,5% 66,4% Total transporte 688.611 16,1% 64,2% Otras actividades industria turística 482.209 8,8% 50,6% Total actividades sector servicios 13.748.897 11,3% 49,4% Total actividades a nivel nacional 20.257.635 14,4% 51,7%

15,5% 21,1% 13,8% 19,6% 40,6% 39,0% 33,5%

Fuente: elaboración propia, datos IET (2008)

Por último, queremos resaltar un rasgo claramente diferenciador del empleo en este sector y es el elevado uso de contratos temporales para las relaciones laborales. Este hecho se deriva, en buena parte, de la elevada estacionalidad de la demanda que lleva a las empresas del sector a reducir sus costes salariales concentrando los contratos en los meses de fuerte actividad. La Tabla 7B.3 compara las tasas de temporalidad del sector turístico con las del sector servicios y el conjunto de la economía española, analizando, además, la temporalidad por grupos de edad. Si comparamos el sector turístico con otras actividades del sector servicios, vemos que la temporalidad es mayor en el turismo, con una diferencia de casi seis puntos porcentuales. Esta diferencia se mantiene en esos niveles para los grupos de edad más jóvenes, pero se reduce para los empleados de más de 45 años, aunque sigue habiendo mayor temporalidad dentro de este grupo de trabajadores del sector turístico que en otros servicios.

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Hacia otro modelo de turismo

Por ramas de actividad turística, la temporalidad más elevada se dio en 2008 en la hostelería (38,1%) y, en mayor medida en la sub-rama de restauración (40,1%). Por el contrario, la temporalidad menor fue en la rama de transporte (19,6%). Tabla 7B.3. Tasa de temporalidad en el sector turístico (En porcentaje)

Total

16-29 años

30-44 años

45 años y más

Total actividades industria turística

32,6

51,9

29,5

15,8

Total actividades sector servicios

26,9

47,5

24,5

14,2

Total actividades a nivel nacional

29,3

48,9

27,3

16,3

Fuente: elaboración propia, datos IET (2008)

4. Los problemas estructurales del sector turístico Desde hace un lustro asistimos a un progresivo cambio estructural de los fundamentos turísticos convencionales, que está afectando a los destinos españoles especializados en el denominado turismo de “sol y playa”, y que requieren de un urgente proceso de adaptación. Las implicaciones socioeconómicas para la generación de empleo y para el uso de los recursos territoriales y ambientales de este cambio varían según los niveles de competitividad de los municipios turísticos. Esta competitividad depende del nivel y equilibrio entre los distintos tipos de alojamiento, los diversos servicios complementarios que integran el conjunto de la oferta y los modelos de gestión y captación de la demanda en los que se basan. Todo este conjunto de factores determina el impacto socioeconómico que la actividad turística genera sobre las economías locales y los efectos multiplicadores a corto plazo, así como también su sostenibilidad futura. El cambio estructural que está experimentando el sector se está poniendo de manifiesto en distintos ámbitos. En primer lugar, se está produciendo una pérdida de cuota de mercado externo de España frente a otros países mediterráneos especializados en los productos de sol y playa situados en el Mediterráneo oriental. Algunos de los destinos pioneros y más significativos del litoral español mediterráneo y las islas han entrado en una fase de madurez después de 40 años de continuo crecimiento y expansión turística. Las primeras consecuencias de este proceso se están evidenciando en un cierto deterioro de sus espacios turísticos y un menor crecimiento relativo en algunos de los segmentos de demanda con mayor valor añadido, que están perdiendo clientes a favor de otros destinos competidores del Mediterráneo que ofertan las mismas líneas de producto.

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En segundo lugar, se detectan cambios en los hábitos de comportamiento de la demanda turística hacia España que afectan al gasto por turista. El tradicional paquete turístico básico de sol y playa, dirigido al turismo de masas con un particular acento en el segmento “familiar”, en el que España había posicionado su liderazgo diferencial en las últimas décadas, se está viendo paulatinamente desplazado por la progresiva tendencia del consumidor extranjero a auto-organizar sus vacaciones. Los mayores cambios se están viendo provocados por el nuevo modelo de transporte que han introducido las compañías aéreas de bajo coste, así como también el creciente uso de alojamiento residencial propio o clasificado como de “familiares y amigos”. La implicación más relevante de estos cambios sobre el comportamiento de la demanda se centra en su efecto sobre el gasto medio por turista y, por tanto, sobre la capacidad de contribución socioeconómica del turismo en los destinos que lo están experimentando. El posicionamiento turístico de España en las últimas tres décadas y su liderazgo en los mercados internacionales se ha sustentado principalmente en el producto “sol y playa” enfocado a unos segmentos de demanda masiva y con unos precios muy ajustados. A lo largo de los años setenta, ochenta y noventa, los precios actuaron de forma decisiva para multiplicar las cifras de llegadas de visitantes, sustentadas en las ventajas derivadas de un menor coste de vida y bajos costes salariales y de aprovisionamiento, favorecidos en ciertos momentos por las devaluaciones de la peseta. Asimismo, durante la segunda mitad de los años noventa, España se vio favorecida por cuotas de demanda “prestadas” que, en realidad, ya no eran nuestras y procedían de la inestabilidad geopolítica de terceros países del Mediterráneo oriental, que aunque sujetos aún a problemas de inestabilidad política y riesgo de incidentes, están recuperando dichas cuotas progresivamente. Sin embargo, en los últimos años, asociado al crecimiento económico español y la convergencia en los niveles de renta por habitante de la población española en relación con la de los países europeos, los niveles de precios de los bienes y servicios en España se han equiparado a los de los países de origen de turistas, perdiendo año a año la ventaja competitiva asociada al precio, especialmente en relación con los competidores del Mediterráneo oriental especializados en el mismo segmento de demanda. Los síntomas de pérdida de competitividad de algunos destinos turísticos del litoral mediterráneo y las islas, y sus implicaciones sobre la menor contribución del sector turístico a la economía española, permiten intuir que los agentes públicos y privados no están adaptándose todavía adecuadamente a los profundos cambios estructurales de la demanda. Estos cambios se derivan del nuevo perfil de los turistas, que exigen atributos distintos al producto de viaje de ocio, así como de la existencia de los nuevos sistemas de información, promoción y comercialización que abren las nuevas tecnologías. Este escenario, muy distinto de la demanda homogénea y canalizada a través de touroperadores y agencias de viajes de décadas anteriores, exige un profundo ejercicio

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Hacia otro modelo de turismo

de reflexión estratégica, ya que nuestras líneas básicas de productos turísticos baratos están entrando en una fase de agotamiento. Si el sector turístico no realiza un profundo cambio en su modelo de negocio tradicional, una fuerte pérdida de turistas que opten por otros destinos puede suponer un enorme impacto negativo sobre las economías regionales de las zonas del litoral y las islas, y por extensión para la economía española en su conjunto.

5. Potencial de crecimiento del sector turístico Siguiendo las líneas propuestas en el trabajo de Prats (2007), y en base a los cambios que creemos deberían producirse en este sector, hemos analizado las perspectivas de crecimiento a medio plazo del sector turístico utilizando dos escenarios. El primero de ellos es el escenario tendencial, reflejado en el Gráfico 7B.2, que nos muestra cómo el continuismo del modelo actual supondría un impacto económico negativo que se traduciría en un crecimiento bajo del valor añadido del sector. Se mantendría la paulatina reducción de la estancia media junto con el relativo estancamiento de las pernoctaciones y del gasto medio diario. Gráfico 7B.2. Escenarios de previsión del sector turístico con horizonte 2025 3

2,5%

2,4%

2 1,3%

1

2,1%

1,5% 1,0% 0,9% 1,0%

1,0% 0,2%

0,0%

0 -0,3%

0,0% 0,0%

-0,4%

-1

-0,8% -1,4%

-2

-2,1%

Escenario tendencial

Ecoeficiencia

Estancia media

Plazas

Gasto medio diario

Pernoctaciones

Movilidad (viajes turísticos)

Ocup. Planta alojativa

Carga ambiental

Impacto económico

-3

Escenario potencial

Nota: tasas de crecimiento medio anual Fuente: Prats (2007)

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El exceso de plazas estimularía aún más la caída del nivel de ocupación, siendo este último indicador muy representativo de la rentabilidad de las empresas de alojamiento. Además, el aumento de la rotación (por reducción de la estancia media) incrementaría el número de viajes, lo que contribuiría a un crecimiento de la carga ambiental sobre los ecosistemas ya desbordados. Por otro lado, tendríamos el escenario bajo el nuevo modelo productivo, es decir, un escenario alternativo que trata de marcar un objetivo para poder así definir una estrategia de referencia que sustituya a las pautas de desarrollo vigentes. En este nuevo planteamiento obtendríamos un nuevo equilibrio ecológicoeconómico en el que sería posible contener el crecimiento urbanístico, reducir la carga ambiental/climática y, a la vez, mejorar el resultado económico del turismo con una ocupación más eficiente del parque alojativo que reduzca el problema de la estacionalidad actual. La viabilidad de este escenario se basa en la obtención de mejoras razonables en una serie de factores clave. Principalmente en las pernoctaciones como corrección de la estacionalización; en el gasto medio diario, producto de la progresiva mejora de la calidad integral de los distintos elementos integrados en el turismo; en la estabilización de la estancia media, mediante el aumento/enriquecimiento de las oportunidades de ocio en los destinos; y en la ecoeficiencia como resultado de importantes programas de ahorro de energía y reducción de emisión de gases efecto invernadero sobre los sistemas de transportes, edificación y servicios relacionados con el turismo. El VAB real2 de las ramas de actividad características del turismo experimentó un crecimiento medio anual entre 1995-2005 del 4,5%. Nuestros escenarios, basados en las proyecciones anteriores y teniendo en cuenta los efectos de la crisis, han considerado que ante la ausencia de cambios en el sector la tasa de crecimiento se podría estancar en torno al 1-1,3%, mientras que la adopción de una estrategia común basada fundamentalmente en un nuevo paradigma para el turismo implicaría potenciar su crecimiento y llegar a una tasa de crecimiento anual acumulativa del 4,5%, siendo en los últimos años del periodo considerado cercana al 6% (Gráfico 7B.3). En términos de empleo (Gráfico 7B.4), el sector turístico es especialmente intensivo en mano de obra por lo que ofrece una gran posibilidad de creación de puestos de trabajo. La crisis ha provocado una caída en este sector de cerca de 450.000 empleos, lo cual debería ser un motivo más para actuar de forma inmediata y fomentar el cambio que requiere este sector. Entre los objetivos que se plantean en la nueva estrategia que debería adoptarse en este sector, la reducción de la estacionalidad característica de la actividad turística debe ser una de las prioridades.

2. Para obtener las magnitudes en términos reales y ante la inexistencia de un deflactor para el sector turístico hemos utilizado como tal el consumo de no residentes, obtenido en la Contabilidad Nacional Trimestral (base 2000) del Instituto Nacional de Estadística.

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Hacia otro modelo de turismo

Gráfico 7B.3. VAB del sector del turismo

180.000

159.751

140.000 120.000

96.336

100.000

Tendencia

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

60.000

2004

80.000

2003

Millones de euros

160.000

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia, datos de la Cuenta Satélite de Turismo de España, INE

Gráfico 7B.4. Empleo en el sector del turismo

3.000.000

2.848.204

Número de trabajadores

2.800.000 2.600.000 2.400.000 2.228.225

2.200.000 2.000.000 1.800.000 1.600.000 1.400.000

Tendencia

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

1.000.000

2003

1.200.000

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia y datos EPA Nota: en nuestros cálculos no se han tenido en cuenta los empleos referentes al sub-sector del transporte para evitar duplicidades respecto al capítulo dedicado a éste.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

El crecimiento medio anual que experimentó el empleo fue de un 4,3% entre 2001 y 2008 según datos de la EPA, por lo que un nuevo modelo para el sector turístico creemos que puede aumentar dicha tasa hasta el 5%, creando así 620.000 nuevos empleos de aquí a 2025, por encima de lo que sería la creación tendencial de empleo en el sector con el modelo actual. Sobre el perfil de empleo que sería necesario en este sector creemos que caben algunas reflexiones. Como hemos podido analizar, según las últimas cifras disponibles, existe un elevado porcentaje de ocupados con niveles de estudios secundarios. El propio sector reclama niveles de formación poco cualificados pero creemos que es necesario, en este sentido, que se produzca un cambio profundo. En el nuevo modelo productivo, dado que las acciones deben ir dirigidas a reactivar el sector y hacerlo generador de un mayor valor añadido, creemos que las exigencias en los niveles de cualificación deberían ser mayores. Si este sector genera más renta será posible proporcionar una remuneración más acorde con la formación, que a su vez debe adaptarse a las necesidades que reclama esta actividad. Asimismo, la reducción en la estacionalidad tendría efectos directos en la disminución de la tasa de temporalidad por lo que creemos que se podrán crear un mayor número de empleos estables.

6. Medidas para impulsar el sector turístico Actualmente, nadie pondría en duda la importancia que tiene el sector turístico para la economía española, pero con independencia de estos innegables beneficios, este sector muestra un cierto retraso a la hora de incorporar las consideraciones ambientales y asumir los principios de sostenibilidad. Como alternativa al modelo que se ha venido desarrollando, creemos necesario que la nueva estrategia y, por tanto, las medidas adoptadas por los diferentes agentes, vaya encaminada hacia una revalorización sostenible de los destinos turísticos. Con ello creemos que se ofrecería un escenario laboral positivo en el que habría una solución factible para el creciente número de desempleados del sector de la construcción. De este modo, existiría la posibilidad de sustituir la construcción de nuevas unidades de alojamientos hoteleros-residenciales, actividad claramente insostenible, por la rehabilitación integral de los destinos turísticos. La finalidad última de las actuaciones debe ser revalorizar el patrimonio no sólo paisajístico sino también cultural y de servicios para atraer a una demanda turística más exigente y de calidad. Sin embargo, la reconversión de los destinos turísticos maduros no se percibe aún como un elemento sobre el que actuar de forma inmediata, aunque la mayoría de los destinos turísticos del Mediterráneo y las islas sí se ven afectados por una progresiva pérdida de competitividad. Es necesario actuar urgentemente para frenar el deterioro del litoral en algunos destinos turísticos españoles, impulsando nuevos y sólidos procesos de reconversión integral, capaces de sanear y revitalizar los destinos.

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Hacia otro modelo de turismo

El Gobierno ha iniciado ya los pasos hacia una reorientación del sector turístico, con la elaboración de un plan de acción (Futur-E) y la puesta a disposición de las empresas de una nueva línea de préstamos de 500 millones de euros para reorientar la actividad turística actual hacia la sostenibilidad y la ecoeficiencia. Los objetivos de este plan son situar al turismo español a la vanguardia del uso racional de la energía, la utilización de energías renovables, la reducción de la huella hídrica y la gestión de residuos. Este plan constituye una buena iniciativa, que creemos se podría complementar o ampliar con una serie de medidas que sería necesario adoptar para hacer posible un verdadero cambio de modelo: • Es preciso desarrollar una Estrategia Global del Sector Turístico tanto desde el Gobierno como desde las comunidades autónomas, con un horizonte temporal a 2025. Hay tres puntos fundamentales que deberían incluirse en ella: a. Los objetivos a cumplir del sector. b. La cuantificación de las inversiones necesarias para alcanzar los objetivos. c. Las necesidades de financiación de las inversiones. • En el ámbito educativo creemos que la importancia de este sector requiere una reformulación tanto de los títulos universitarios como los de formación profesional para adaptarlos a las exigencias del mercado laboral. Para ello se debería, en primer lugar, llevar a cabo una revisión de la adecuación de los títulos actuales y de los resultados obtenidos; y, en segundo lugar, fijar las medidas necesarias para su necesaria modernización. • El sector turístico requiere la puesta en marcha de planes de reconversión integral en determinadas áreas turísticas que han comenzado a mostrar signos de obsolescencia. Para ello, proponemos dotar un fondo para Ciudades Turísticas de Vanguardia, que permita la coordinación de esfuerzos para acometer grandes proyectos y disponer de recursos financieros suficientes. • Este fondo nacional para la reconversión integral de determinados destinos turísticos podría asignarse de forma competitiva a ayuntamientos o mancomunidades de municipios que presentasen grandes proyectos de rehabilitación integral de un área existente o para el desarrollo de áreas nuevas. El objetivo sería alcanzar en 2025, al menos, un total de 10 grandes proyectos representativos de un nuevo modelo de turismo. Los proyectos deben acometer una renovación completa de la oferta de alojamientos, equipamientos de ocio, infraestructuras públicas (redes de suministro energético, agua, saneamiento, etc.), y estar basados en la sostenibilidad medioambiental y la eficiencia en el uso de los recursos naturales. Los proyectos deberían involucrar de forma directa al sector privado, para

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

incorporar sus iniciativas de forma coordinada con las Administraciones Públicas, e igualmente con compromisos de inversión. • Una oportunidad interesante para España sería crear una certificación de sostenibilidad para empresas y destinos turísticos , que pueda ser exportada a otros países, y reconocida a nivel mundial. Esta certificación se podría diseñar con alguna de las principales empresas internacionales de certificación ambiental, como podría ser, por ejemplo, LEEDS o BIOSPHERE. • España recibió durante el año 2008 más de 57 millones de turistas. La actividad de este sector es la única cuya exportación se consume en el propio territorio nacional, de forma que se generan emisiones de CO2 que no son producidas por la población española, además de otra serie de impactos sobre recursos naturales (agua, playas, residuos urbanos). Creemos que se podrían evaluar las emisiones causadas por los turistas, por ejemplo a efectos del cumplimiento de España de futuros compromisos internacionales (post-Kioto), así como diseñar mecanismos para promover la internalización de los costes externos generados por los turistas. • Por último, es necesario estimular la continua innovación e iniciativa empresarial en la creación de nuevos productos turísticos que puedan atraer a un mercado de demanda exigente y más sofisticado en su comportamiento económico. En este sentido, la pyme es la base de nuestra economía turística, y todas aquellas medidas enfocadas a la creación de nuevas empresas, fomentar la aparición de nuevos emprendedores, creación de autoempleo, etc., han de tener prioridad tanto en los programas de formación como en los programas de ayudas y motivación de la actividad empresarial.

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7.C Un transporte más sostenible 1. Introducción El transporte de personas y mercancías es una actividad fundamental para cualquier economía, ya que supone un input productivo para todos los sectores, y los costes del transporte son un elemento importante en las decisiones de localización de la actividad económica y también de elección del lugar de residencia. A nivel mundial, una de las causas principales que han originado la creciente globalización –así como los procesos de deslocalización industrial que ésta conlleva– ha sido precisamente la mejora de los sistemas de transporte, que consiste en una mayor accesibilidad a todas las regiones a través de las inversiones en redes de infraestructuras y en una reducción generalizada de los costes de los servicios de transporte. En la actualidad resulta rentable el traslado de la producción de gran parte de los bienes intensivos en mano de obra a países en desarrollo con salarios bajos, ya que el diferencial del coste salarial con los países desarrollados compensa el mayor coste de transporte de los inputs y de los productos finales. En el caso de España, los indicadores de movilidad señalan la existencia de un sistema económico y social con un consumo intensivo del transporte, y que además ha experimentado durante los últimos años un fuerte ritmo de crecimiento, con sus consecuencias medioambientales y otras externalidades negativas para la sociedad. La localización periférica de nuestro país dentro de la UE y la necesidad que tienen nuestras empresas de trasladar los bienes a distancias más largas que otros países situados en posiciones más centrales, hace necesario que nuestro sistema de transporte sea altamente eficiente desde un punto de vista operacional y de costes. Los esfuerzos inversores realizados durante los últimos años para mejorar nuestras infraestructuras de transporte han sido considerables y hemos alcanzado un nivel de capital público prácticamente igual a la media de la UE, y estamos incluso por encima en la dotación de algunos activos (red de autopistas y autovías, por ejemplo). Esta modernización de las redes debe continuar, y se debe mejorar también la eficiencia de las empresas que producen los servicios de transporte, ya que éste es un factor determinante para la productividad de toda la economía. Pero el transporte en España, además de las mejoras en eficiencia, requiere una reorientación profunda en algunas de sus dimensiones, fundamentalmente en sus aspectos relativos a los

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

impactos ambientales, para lograr un mayor grado de sostenibilidad en las actividades de este sector. El transporte supone aproximadamente una cuarta parte del total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del país, y por ello sería deseable una transformación importante de esta actividad para mejorar sus resultados en términos de emisiones y otras externalidades negativas (accidentes, ruido, etc.). Una parte de las emisiones generadas en la producción de servicios de transporte de viajeros y mercancías proviene de las actividades que se venden en el mercado (que son las más sencillas de medir y de tratar de controlar a través de mecanismos correctores). Pero en su mayor proporción las emisiones contaminantes provienen de la utilización del vehículo privado, que es el resultado de millones de decisiones individuales que tomamos todos los ciudadanos a diario. En este capítulo, abordamos el análisis del sector del transporte, tanto en su dimensión de sector productivo que aporta al VAB del país y genera empleo directo, como sobre la movilidad que los ciudadanos realizan en sus vehículos privados. El transporte como rama productiva requiere cambios importantes en su orientación, pero también en el ámbito de los desplazamientos urbanos en vehículos privados resulta urgente que el sector público (Gobierno central, comunidades autónomas y, sobre todo, ayuntamientos) promueva medidas para fomentar un uso más racional de las infraestructuras, la energía y los recursos naturales.

2. Diagnóstico del sector del transporte en España Las actividades de transporte se pueden clasificar, a efectos del análisis desde la perspectiva de la sostenibilidad, en tres grandes áreas: • Transporte de mercancías • Transporte interurbano de pasajeros: viajes no cotidianos de media y larga distancia • Transporte urbano de pasajeros: viajes cotidianos de corta distancia 2.1 Transporte de mercancías El Gráfico 7C.1 presenta la evolución temporal del total de actividad de transporte de mercancías en España, así como los pesos relativos que tiene cada uno de los modos de transporte (distribución modal). Los datos muestran, por un lado, el fuerte ritmo de crecimiento que ha experimentado esta actividad durante la última década: entre 2000 y 2007 el transporte de mercancías medido en toneladas-km1 creció un 30%, si 1.

164

Las unidades habitualmente utilizadas para medir la producción de servicios de transporte son: vehículo-km (para todos los tipos de transporte), tonelada-km para el caso de mercancías, pasajero-km o asiento-km para el transporte de viajeros. En todos los casos, la producción de servicios se calcula multiplicando las medidas absolutas de volumen por las distancias medias recorridas, dando como resultado unas unidades homogéneas que pueden agregarse para distintos tipos de rutas (corta, media y larga distancia). Así, las unidades de medida del transporte reflejan no solamente el volumen de mercancía o número de pasajeros que se mueven, sino también las distancias a las que viajan.


Un transporte más sostenible

bien la crisis económica ha afectado significativamente al sector con un descenso de -7,4% entre 2007 y 2008. Por otro lado, en el Gráfico es apreciable a simple vista el fuerte predominio de la carretera como principal modo de transporte de mercancías, con una cuota de mercado del 85% en 2008. Gráfico 7C.1. Distribución modal del transporte de mercancías en España (Miles millones toneladas-km)

500

400

300

200

100

0

2000

2001

2002

Carretera

2003

2004

Ferrocarril

2005

2006

Marítimo

2007

2008 e

Tubería

Fuente: elaboración propia, datos Ministerio de Fomento (MFOM)

El transporte ferroviario tiene una participación en España que apenas supera el 2% en 2008, mientras que en la UE la cuota de mercado de este modo se sitúa en promedio cerca del 8%. El transporte marítimo de corta distancia (short-sea shipping) mantiene un peso del 10%, y pese a los esfuerzos de la Comisión Europea por promover este modo de transporte como alternativa a la carretera con políticas activas de apoyo como, por ejemplo, las denominadas “autopistas del mar”, por el momento su participación en el reparto modal de la UE se mantiene estable. Dentro del transporte de mercancías por carretera, una de sus características más significativas es que buena parte son recorridos de corta distancia: alrededor de un 70% de los desplazamientos son realizados a distancias inferiores a los 150 km. Esto se refleja en el volumen de servicios que se producen con vehículos de transporte ligeros (furgonetas y camiones de pequeño tonelaje), que es además el que ha experimentado un crecimiento más fuerte en la última década, como se observa en el Gráfico 7C.2.

165


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 7C.2. Movimiento de vehículos de mercancías (Millones de vehículos-km) 120.000

100.000

80.000

60.000

40.000

20.000

0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Ligeros

Pesados

Fuente: elaboración propia, datos Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE)

Otra característica del sector de transporte profesional por carretera en España es su elevada atomización. En comparación con otros países de la UE, España tiene un número muy elevado de empresas (alrededor de 130.000 empresas, según datos del observatorio de transporte de mercancías del Ministerio de Fomento), lo que dificulta una utilización eficiente de las flotas de camiones y genera un elevado movimiento de vehículos vacíos en viajes de retorno. 2.2 Transporte interurbano de pasajeros Los datos existentes para medir la movilidad de personas en el ámbito interurbano –definida formalmente como la realización de viajes no cotidianos fuera del ámbito de residencia habitual2– indican la existencia de una elevada demanda de este tipo de viajes en España (datos 2007): • 177,9 millones de viajes/año (distancias superiores a 100 km), de los cuales 19,1 millones de viajes corresponden a destinos en el extranjero. • Elevado número de viajes a segundas residencias: 22,1 millones viajes/año a viviendas no habituales situadas a más de 100 km, o con al menos una noche de pernoctación en dichas viviendas.

2.

166

Utilizamos la definición que se emplea en la encuesta de movilidad de pasajeros a nivel nacional (Movilia) que elabora el Ministerio de Fomento (MFOM, 2007). Las cifras aquí presentadas corresponden a cálculos propios basados en los resultados de esta encuesta en el año 2007 (edición más reciente).


Un transporte más sostenible

• El coche es el modo predominante en este tipo de movilidad, alcanzando una cuota de mercado del 86% en los viajes de menos de 100 km. La elevada movilidad de las personas en nuestro país es consecuencia, por un lado, de las preferencias de los ciudadanos y del estilo de vida actual caracterizado por la generalización de la propiedad de segundas viviendas y la ampliación cada vez mayor de los periodos de vacaciones cortas, generando ambos factores una elevada movilidad por carretera a distancias medias y largas. Además de los factores explicativos derivados de las características de la demanda, la elevada movilidad también es atribuible al hecho de que los precios del transporte no reflejan completamente las externalidades que cada decisión de movilidad está causando, tanto en emisión de contaminantes, como en la utilización de infraestructuras en condiciones de congestión, el riesgo de accidentes o el ruido generado. El Gráfico 7C.3 muestra la distribución modal del transporte interurbano de pasajeros en España. Al igual que sucede en mercancías, el dominio de la carretera es abrumador y también es muy elevado el incremento de movilidad que ha experimentado el tráfico por carretera en la última década (+16% entre 2000 y 2008). En el desplazamiento de pasajeros por carretera no parece aún detectarse un impacto significativo de la crisis económica: el volumen de movimientos no ha descendido entre 2007 y 2008, aunque se observa una caída drástica en el fuerte ritmo de crecimiento de los años anteriores. Gráfico 7C.3. Distribución modal del transporte de pasajeros en España

(Miles de millones viajeros-km)

500

400

300

200

100

0

2000

2001

2002

Carretera

2003

2004

Ferrocarril

2005

2006

Aéreo

2007

2008 e

Marítimo

Fuente: elaboración propia, datos MFOM

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tampoco parece haber afectado de forma relevante la crisis económica a los desplazamientos por ferrocarril, de hecho, entre 2007 y 2008 el volumen de viajeros-km en ferrocarril ha aumentado un 10%, resultado que se deriva de la mejora de algunos servicios lograda gracias a las inversiones en alta velocidad. El transporte aéreo sí que está experimentando un descenso importante por efecto de la crisis y por la competencia del ferrocarril, con un descenso de -14% entre 2007 y 2008. Se rompe así, al menos temporalmente, la tendencia de fuerte crecimiento que el transporte aéreo venía experimentando durante los últimos años, con ritmos anuales de crecimiento cercanos al 9% desde el año 2000. El Gráfico 7C.4 muestra la evolución de la movilidad en vehículos ligeros durante los últimos 10 años. Como puede observarse, el ritmo de crecimiento ha sido muy alto: entre 1998 y 2007 (año en el que se produce un cambio en la tendencia), el total de vehículos-km realizados se ha incrementado un +37%, lo que supone más de un 3,5% de crecimiento anual medio. En el año 2008, el descenso de actividad económica se ha reflejado también en una caída de la movilidad de los vehículos (-1%). Si se analiza la disponibilidad de automóviles en España, durante el periodo 19992008 se ha producido un aumento del 32% en el número total de vehículos, hasta alcanzar los 22,1 millones a finales de 2008. Además, en este proceso de rápido auGráfico 7C.4. Movimiento de turismos

(Millones de vehículos-km)

230.000 220.000 210.000 200.000 190.000 180.000 170.000 160.000 150.000 1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

Nota: Los datos se refieren a los movimientos de vehículos en la red de carreteras interurbanas gestionadas por el Ministerio de Fomento, las CC AA y las Diputaciones Provinciales y, por tanto, no incluyen trayectos urbanos. Fuente: elaboración propia, datos MFOM

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Un transporte más sostenible

mento de la disponibilidad de vehículos, se ha producido un fenómeno particular de nuestro país, y es el abandono relativo de los vehículos de gasolina y la preferencia por los vehículos diésel en las decisiones de compra de los españoles. Las causas hay que buscarlas en la diferencia de precios de ambos combustibles (que actualmente se ha reducido de forma importante, e incluso en periodos puntuales el precio relativo de la gasolina llega a ser igual o menor), y en la mejora de la eficiencia de los motores de gasoil. En 2008, el consumo total de gasoil utilizado en automóviles multiplica por cuatro el consumo de gasolina. Por otra parte, al analizar la utilización media de los automóviles se observa un mayor uso de los vehículos diésel (16.000 km/ año) y una tendencia al aumento de dicho uso, que de los vehículos de gasolina, con un promedio de 11.000 km/año que se mantiene estable hace varios años (MMA, 2007). El mayor porcentaje de vehículos diésel dentro del parque de automóvil en España, y su utilización media más intensiva, supone una elevación de las emisiones de determinados tipos de contaminantes que son más altas con los motores de gasoil que con los de gasolina (por ejemplo, óxidos de nitrógeno NOx), que tienen una gran influencia negativa en la calidad del aire a nivel local y aumentan el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. 2.3 Transporte urbano La movilidad de las personas en áreas urbanas en España se caracteriza, al igual que en el resto de los ámbitos del transporte, por varios características: • Elevada demanda: de acuerdo con los datos de la encuesta Movilia (MFOM, 2007), en el año 2006 se realizaron 803 millones de viajes semanales, por parte de una gran parte de la población (el 83% de las personas realiza al menos un desplazamiento durante los días laborables, el 72% durante los fines de semana). Entre las personas que viajan de forma cotidiana, el promedio es realizar 3,3 desplazamientos al día. • Fuerte incremento durante los últimos años: esa misma encuesta estimaba el número de desplazamientos cotidianos en el año 2000 en 500 millones de viajes, lo que supone un crecimiento del 60% en un periodo de 6 años. Las razones de este aumento en la demanda de movilidad urbana son el incremento de población, y la mayor demanda de viajes por persona. • Predominio del vehículo privado como modo de transporte urbano: un 78% de los viajes en modos motorizados durante los días laborables se realizan en coche (el porcentaje se eleva a un 87% durante los fines de semana). Esta elevada movilidad en los entornos urbanos y metropolitanos es el resultado de la dispersión urbana, y de una creciente dualidad entre el centro de las grandes ciudades (mayor disponibilidad de transporte público) y la periferia (escasez de modos de transporte alternativos al coche, y predominio de conexiones en transporte

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

público de tipo centro-radial). El aumento del uso del coche para viajes cotidianos es relativamente menor en las grandes áreas metropolitanas, mientras que resulta más acusado en las ciudades de menos de 500.000 habitantes, donde hay un menor uso del transporte público y menos desplazamientos a pie por persona. El impacto más directo de esta creciente movilidad es un empeoramiento generalizado de la calidad del aire. Los estudios de evaluación muestran que las ciudades medianas en España tienen ya unos niveles de contaminación local similares a la situación de otros países europeos, y en algunas de las grandes ciudades se están alcanzando niveles de contaminación generada por el tráfico de vehículos que están en algunos periodos por encima de los límites de peligrosidad. Otras externalidades asociadas al uso intensivo de los vehículos en los desplazamientos urbanos son los accidentes entre vehículos y los atropellos de peatones, así como un elevado nivel de contaminación acústica, con un 74% de la población española sometida a altos niveles de ruido. Aunque el nivel de ruido generado por cada vehículo se ha reducido notablemente, el fuerte aumento del tráfico hace que este problema no descienda significativamente por las mejoras técnicas. En resumen, tenemos unos patrones de movilidad urbana que vienen fundamentalmente determinados por la estructura urbana y las tipologías residenciales, que están promoviendo un uso intensivo de los automóviles privados para los desplazamientos cotidianos, con todos los problemas asociados. La continuidad de este modelo urbanístico –que promueve una continua ampliación del territorio urbanizado, una dispersión creciente de los centros de trabajo y estudio, zonas comerciales y de ocio, y un aumento inevitable de la demanda de transporte– nos lleva claramente a un equilibrio insostenible en el sistema de transporte y en el uso del territorio.

3. Consumo energético y emisiones contaminantes del transporte Las actividades de transporte en España realizan un consumo energético que se sitúa entre un 35%-40% del consumo total nacional de energía final, un porcentaje que se ha mantenido bastante estable durante los últimos años. Todos los modos de transporte, y en particular el transporte por carretera, han logrado ganancias de eficiencia energética, fundamentalmente a través de mejoras tecnológicas en los motores (Gráfico 7C.5). No obstante, el fuerte incremento de la movilidad de personas y mercancías hace que estas ganancias de eficiencia no se traduzcan en cambios de tendencia en los niveles absolutos de consumo energético, ni tampoco en un descenso de su peso relativo sobre el consumo total nacional. En relación con las emisiones de GEI, el transporte supone aproximadamente un 25% del total nacional, y resulta enormemente preocupante observar el fuerte ritmo de crecimiento que han experimentado las emisiones de CO2 del transporte durante la

170


Un transporte más sostenible

Gráfico 7C.5. Eficiencia energética del transporte de viajeros y mercancías (Toneladas equivalentes de petróleo (tep) por viajero-km ó ton-km) 80 70 60 50 40 30 20 10 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Mercancías (tep/millones de t-km) Mercancías (tep/millones de viajeros-km)

Fuente: Pérez Arriaga et al. 2007

última década (Gráfico 7C.6). Así, mientras la economía en su conjunto tuvo un aumento de emisiones del 52,2% entre 1990 y 2005, el sector del transporte aumentó sus emisiones en un 83,1% en el mismo periodo. El fuerte incremento de la movilidad en los tres ámbitos del transporte antes analizados (mercancías, transporte interurbano de pasajeros y transporte urbano) es la causa fundamental de este resultado. Gráfico 7C.6. Emisiones de GEI asociadas al transporte en España

(Toneladas equivalentes de CO2) 110.000

100.000

90.000 Variación 1990-2005: +83,1% 80.000

70.000

60.000

50.000 1990

1992

1994

1996

1998

2000

2002

2004

Fuente: MMA 2007

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

El transporte en España necesita urgentemente una profunda reorientación que permita frenar esta tendencia incontrolada al incremento de los impactos medioambientales. Sería necesario implementar políticas para racionalizar, en primer lugar, la movilidad de personas. Para ello, se debe continuar apostando por el desarrollo de alternativas de transporte público en los entornos urbanos y metropolitanos, para evitar el uso excesivo del coche en desplazamientos de corta distancia, que genera un elevado volumen de emisiones y una pérdida de bienestar derivada de los tiempos invertidos en circular en condiciones de congestión. En segundo lugar, para este tipo de desplazamientos urbanos de corta distancia, los vehículos eléctricos constituyen la principal esperanza de controlar (y, eventualmente, reducir) las emisiones vinculadas al transporte. El coche eléctrico aún mantiene un diferencial de precio que no lo hace atractivo al usuario medio frente al coche convencional, pero trabajando con unos escenarios de medio plazo en los que la demanda mundial de petróleo crezca a los ritmos experimentados durante los años previos a la crisis mundial, y con ganancias de eficiencia en su tecnología, estamos ya en puertas de la viabilidad comercial del vehículo con motor eléctrico. Para la implantación masiva de coches eléctricos, además de requerir que sean atractivos en sus prestaciones y tengan un coste comparable al vehículo convencional, es necesario garantizar la cuestión clave de la recarga de los vehículos. Las inversiones necesarias para reforzar las redes eléctricas y disponer de puntos de recarga convenientemente distribuidos a lo largo de una ciudad son un freno importante ahora mismo para el desarrollo de la industria del vehículo eléctrico, por ello esta cuestión de las inversiones debería ser una de las prioridades tanto del Gobierno central como de los gobiernos autonómicos y locales que compartan el objetivo de la sostenibilidad.

4. Potencial de crecimiento del sector del transporte Un análisis del tamaño económico del sector del transporte muestra que su peso actual sobre el VAB agregado de la economía española se sitúa en un 2,9% (dato 2006), cuando se consideran exclusivamente aquellas actividades orientadas a la producción de los servicios de transporte3. El sector del transporte definido de forma amplia tiene un peso económico mucho mayor, que puede alcanzar un valor cercano al 5% del VAB agregado. En este informe, hemos preferido realizar el análisis de las cifras del VAB del sector restringiendo la definición a las empresas que producen servicios de transporte, y no considerando todo el amplio abanico de otras actividades relacionadas, ya que buena parte de 3. De acuerdo con la clasificación de actividades del INE, el sector incluye las ramas de producción de servicios de transporte terrestre (trenes, autobuses, transporte de mercancías por carretera), aéreo, marítimo y transporte por tubería), pero también un conjunto de actividades productivas que están vinculadas al transporte aunque de forma indirecta (actividades anexas a los transportes, agencias de viajes, etc.).

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Un transporte más sostenible

este otro tipo de actividades puede estar ya incluido en el sector del turismo, o por ejemplo en la industria aeronáutica. La utilización de una definición amplia del sector transporte nos podría hacer incurrir fácilmente en doble contabilización de empleos que estén ya recogidos en alguno de esos otros sectores, por ello se opta por la definición restringida. Los datos de VAB del transporte (Gráfico 7C.7) señalan el fuerte ritmo de crecimiento que experimentó este sector durante el periodo 2000-07, cuando esta rama de actividad crecía a una tasa media anual del 3,2%. La crisis económica ha tenido un impacto negativo importante en las cifras de tráfico (principalmente en mercancías), por lo que aunque aún no se dispone de los datos oficiales de 2008 y 2009, se han estimado valores que representan la caída de actividad. La recuperación del ritmo de crecimiento del sector transporte en su conjunto va a depender por un lado de la demanda de viajeros, que ha sido menos afectada por el descenso generalizado de la actividad económica y, por lo tanto, es previsible que en un plazo corto de tiempo retome la senda de crecimiento de años anteriores y, por otro lado, de la demanda de transporte de mercancías. Este segundo componente tiene un

Gráfico 7C.7. VAB del sector transporte

65.000 57.997

60.000

Millones de euros

55.000 50.000 45.000 39.382

40.000 35.000 30.000 25.000

Tendencia

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009e

2008e

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

20.000

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia

173


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

mayor grado de incertidumbre sobre su recuperación, por lo que los resultados que obtenemos, tanto en el escenario tendencial como en el escenario del nuevo modelo productivo, reflejan unas tasas de crecimiento reducidas en el periodo 2010-2012. A partir de 2012, los dos escenarios considerados divergen claramente, ya que en el escenario tendencial se ha considerado que se recuperaría la tendencia histórica de largo plazo que el sector mantenía antes de la crisis, mientras que en el escenario alternativo se incluye una mayor demanda de servicios de transporte público generada como resultado de las políticas de promoción del trasvase modal entre la carretera y los modos de transporte público (viajeros). Para el caso del transporte de mercancías, se ha modelizado también un escenario de trasvase modal entre el camión y modos de transporte alternativos (ferrocarril, marítimo), si bien el cambio modal considerado es de menor envergadura que en el caso de viajeros. El resultado global, en el escenario del nuevo modelo productivo, muestra un perfil de crecimiento para el sector del transporte con una tasa media acumulativa del 4,1% para el periodo 2010-2025. Este crecimiento se apoyaría en un abanico más amplio de modos de transporte que en el reparto actual, y en consecuencia presentaría un mejor balance en términos de impactos medioambientales. En términos de empleo (Gráfico 7C.8), y aplicando de nuevo la definición restringida del sector, el transporte ocupaba a 689.000 personas en el año 2008. El impacto estimado de la crisis para este sector en términos de empleo es inferior al obtenido anteriormente para el VAB sectorial, y de forma consecuente con esa menor caída del empleo, las previsiones de aumento del empleo son moderadas para los primeros años de salida de la crisis (al haber sostenido las empresas sus plantillas durante la crisis más que en otros sectores, podrán hacer frente al incremento de actividad sin aumentar mucho el número de trabajadores), pero el ritmo se incrementaría a lo largo del periodo 2012-2025. En el escenario tendencial, se obtiene que el sector podría alcanzar en 2025 un total de 857.000 empleos, mientras que con el cambio de modelo productivo la cifra se eleva hasta 1,1 millones de trabajadores. Por tanto, para este sector el impacto estimado de creación de nuevos empleos atribuibles directamente al cambio de modelo se estima en unos 260.000 puestos de trabajo.

174


Un transporte más sostenible

Gráfico 7C.8. Empleo en el sector transporte 1.200.000

1.114.885

Número de trabajadores

1.000.000

856.596 800.000 600.000 400.000 200.000

Tendencia

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

0

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia

5. Medidas para impulsar el sector del transporte En la Estrategia de la Unión Europea para un Desarrollo Sostenible (Comisión Europea, 2001) ya se señalaba que “una política de transporte sostenible debería hacer frente a las crecientes intensidades de tráfico y niveles de congestión, ruido y contaminación, y fomentar el uso de los modos de transporte menos agresivos con el medio ambiente, así como la plena internalización de los costes sociales y ambientales”. El Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT, 2005-2020), la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible (MMA, 2007) y otras iniciativas del Gobierno español que afectan al sector del transporte han recogido estos principios, pero se requiere un mayor impulso colectivo por parte de todos los agentes públicos y privados para lograr una verdadera reorientación de este sector. Por otro lado, para mejorar los resultados globales de las actividades de transporte resulta crucial que se revise el modelo de desarrollo urbanístico, ya que gran parte de los problemas derivados del fuerte incremento de la movilidad que se observa en España tiene su raíz en el proceso de transformación que están sufriendo nuestras ciudades y la creciente ocupación del territorio.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Se propone a continuación un conjunto de medidas para reorientar nuestro sistema de transporte, que están centradas exclusivamente4 en los objetivos de una mayor sostenibilidad en las actividades y decisiones vinculadas con el movimiento de viajeros y mercancías: • Para mejorar los resultados en la movilidad de viajeros, un primer paso es la elaboración de Planes de Movilidad Sostenible en todas las áreas urbanas y metropolitanas, como instrumentos que sirvan de marco para la actuación de las distintas Administraciones con competencias en la provisión de servicios de transporte urbano. • En esos planes de movilidad sostenible urbana, debería darse un papel primordial a la introducción progresiva de vehículos eléctricos de pequeño tamaño, que pueden mejorar notablemente la movilidad urbana y lograr una amplia reducción de las emisiones contaminantes totales. • Promover la integración de las Administraciones en consorcios que faciliten la planificación de las infraestructuras, y la integración tarifaria y funcional de los servicios de transporte. • Apoyar al transporte público urbano y metropolitano, a través de la mejora de las cercanías ferroviarias, la construcción de plataformas reservadas para el transporte colectivo en los accesos a las principales ciudades, y el desarrollo de redes estructuradas de transporte público en los nuevos proyectos urbanísticos, para que no ofrezcan únicamente conexiones de tipo radial con el centro urbano que limiten su utilidad a grupos muy reducidos de población e induzcan la utilización del coche privado. • Potenciar la movilidad no motorizada en las ciudades –peatones y bicicletas– e integrarla dentro del conjunto del sistema de transporte de cada ciudad, no como una modalidad únicamente para actividades de ocio, sino para los desplazamientos cotidianos. • La eficiencia del transporte en vehículo privado puede mejorar con la incorporación de criterios ambientales en los impuestos sobre la propiedad y el uso de los vehículos, de manera que éstos resulten gravados de forma efectiva en función de la contaminación que produzcan. Por ello, sería conveniente una revisión integral de todo el sistema impositivo que afecta a la movilidad y un nuevo diseño que introduzca incentivos a la toma de decisiones más sostenibles. • La movilidad urbana puede mejorarse con medidas que fomenten un mejor uso de los vehículos, como la promoción de mayores índices de ocupación mediante carriles para vehículos de alta ocupación o el impulso del uso compartido del coche, 4. En relación con el cambio de modelo urbanístico, en el capítulo sobre el sector de la construcción ya se han abordado algunas de las cuestiones relativas a los problemas que genera el modelo de desarrollo actual y se han propuesto algunas medidas para su transformación.

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Un transporte más sostenible

así como también con el desarrollo de políticas de gestión de la demanda, en línea con la tendencia que están marcando ya varias grandes ciudades europeas. • Consideramos que el Gobierno debería incrementar notablemente los esfuerzos que ha comenzado a realizar para potenciar la entrada del coche eléctrico, especialmente para la movilidad en entornos urbanos. El diseño de un potente plan de actuación en esta materia debería permitirnos alcanzar el objetivo de disponer de 2 millones de coches eléctricos en 2025. • Para alcanzar este objetivo, es necesario acometer las necesarias inversiones en materia de redes de distribución eléctrica y puntos de suministro, para garantizar que los coches eléctricos sean perfectamente sustitutivos de los convencionales, e incluso los superen en prestaciones en determinados ámbitos de conducción5. • En relación con la movilidad de mercancías, una primera medida para mejorar el sistema de transporte es dotar de capacidad suficiente a los corredores más importantes de la red de transporte ferroviario de mercancías, acometiendo las acciones necesarias para mejorar su operatividad. • Igualmente, se debe garantizar una buena accesibilidad ferroviaria a los nodos y plataformas logísticas, y desarrollar las infraestructuras de conexión intermodal (terminales y accesos). Todo este conjunto de medidas –pensadas para mejorar las infraestructuras, la eficiencia del sistema de transporte, la gestión de las Administraciones, el papel del transporte público y los incentivos de viajeros y empresas en sus decisiones de movilidad– tienen que ser apoyadas, además, por el conjunto de la ciudadanía para tener éxito. Por ello, es muy importante transmitir adecuadamente la información sobre la gravedad de los impactos medioambientales que generan las actividades de transporte, algo que no siempre llega adecuadamente a los ciudadanos y, por ello, muchas personas no incluyen entre sus prioridades desplazarse de una forma más sostenible.

5. Sobre este punto de las inversiones en las redes energéticas, se analiza en más detalle y se proponen algunas medidas en el capítulo destinado a las energías renovables.

177



8 La nueva economĂ­a: sectores de futuro



8.A Energías renovables 1. Introducción Las energías renovables han experimentado un crecimiento exponencial en todo el mundo en los últimos años y, en particular, en el caso de España. Se trata de un sector que es un ejemplo de éxito sobre la posibilidad de realizar una apuesta tecnológica estratégica, iniciada con un impulso desde el sector público. No obstante, su motor real es el sector privado que en el caso español ha respondido con un amplio esfuerzo inversor el cual nos ha llevado a ser un modelo seguido por otros países del mundo, incluyendo Estados Unidos. El sector de las energías renovables está integrado por un amplio conjunto de nuevas tecnologías, algunas de las cuales ya han alcanzado un grado de desarrollo que permite su implantación a nivel comercial (eólica, solar, biocarburantes), mientras que otras aún se hallan en fases iniciales pero con buenas perspectivas de conseguir avances a medio plazo. Cuatro desarrollos paralelos han contribuido al fuerte despliegue del sector de las energías renovables en el mundo: • El fuerte crecimiento del consumo energético a nivel mundial. • El agotamiento de los recursos energéticos convencionales. • La preocupación por el cambio climático. • La inseguridad del abastecimiento por la alta dependencia energética del exterior. En primer lugar, el consumo de energía a nivel mundial sigue creciendo a unas tasas muy elevadas, debido a un patrón de crecimiento económico que se basa en el uso intensivo de recursos fósiles en los procesos productivos y para el transporte de personas y mercancías. En el Gráfico 8A.1 se observa que en los últimos años el crecimiento del consumo energético de los países emergentes ha superado al de los países de la Organización

181


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El enorme consumo de China e India hace parecer la demanda energética de los países de la OCDE relativamente pequeña. Pero también el consumo en los países desarrollados sigue creciendo, aunque menos rápido que antes, y a tasas menores que en los países en vía de desarrollo. Esta ralentización en parte es debida a las medidas aprobadas para cumplir los objetivos fijados en el protocolo de Kioto, lo que demuestra el impacto que tienen los compromisos internacionales de control y reducción de emisiones.

Millones de toneladas equivalentes de petróleo (mtep)

Gráfico 8A.1. Demanda energética global, 1980-2030 12.000 10.000 8.000 6.000 4.000 2.000 0 1980

1985

1990

1995

China e India

2000

2005

2010

2015

Resto no OCDE

2020

2025

2030

OCDE

Fuente: elaboración propia, datos WEO 2009

El Gráfico 8A.2 presenta el consumo energético per cápita, poniendo en contexto europeo la situación en España. Como se aprecia en el Gráfico, en 1990 existía un amplio diferencial en términos de consumo energético entre España y la UE, de forma que el valor de consumo per cápita en la UE-15 era casi un 60% superior al de España. Durante los años noventa y la mitad de la primera década del siglo XXI se ha producido un proceso de rápido crecimiento del consumo de energía en España, reduciendo el diferencial de consumo con la UE a un 20%. El agotamiento de los recursos naturales, tanto los fósiles como los nucleares, es el segundo factor que hace las fuentes renovables más atractivas. La Tabla 8A.1 ofrece una estimación de cuánto tiempo nos servirán las fuentes energéticas convencionales. Se puede observar que las fuentes principales de energía en la actualidad entrarán en fase de agotamiento dentro de 6-7 décadas, y sólo el carbón se estima que tendría reservas para durar más de cien años.

182


Energías renovables

Gráfico 8A.2. Consumo de energía primaria per cápita en UE y España

Toneladas equivalentes de petróleo (tep)

4,5 4,0 3,5 3,0 2,5 2,0

Área Euro-15 (sin Eslovaquia)

Unión Europea (27 países)

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

1999

1998

1997

1996

1995

1994

1993

1992

1991

1990

1,5

España

Fuente: elaboración propia, datos Eurostat

El tercer factor que ha influido en el desarrollo de las energías renovables ha sido la constatación de que el actual paradigma de consumo energético conlleva graves impactos medioambientales, entre ellos el cambio climático. Hoy en día estos impactos amenazan con la destrucción de nuestro entorno natural y ponen en riesgo el grado de desarrollo y bienestar de futuras generaciones. El incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero debido a la quema de combustibles fósiles es uno de los indicadores que refleja la insostenibilidad medioambiental del patrón económico actual. Tabla 8A.1. Previsiones sobre el agotamiento de los recursos establecidas en el año 2008 Fuente energética Demanda Demanda en % en Mmtep Petróleo Gas natural Carbón Uranio

3.927 2.726 3.303 619

37,1 25,7 31,2 5,8

Total

10.575

100

Duración de las reservas probadas en años según la producción actual 42 60,4 122 70-80

Fuente: elaboración propia, datos BP (2009)

183


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Pese a todos los esfuerzos para reducir las emisiones, éstas siguen creciendo tanto a nivel nacional como a nivel global. Los países de la OCDE todavía son responsables de casi la mitad de las emisiones totales (WEO, 2009) El Gráfico 8A.3 muestra que España está lejos tanto de la media europea como de los objetivos propios que se habían planteado para 2012. Las emisiones de gases de efecto invernadero llegaron en España en el año 2007 a las 442,6 Mt de CO2-equivalente. Esto supone un incremento del 52,6% respecto al año base 1990, o lo que es lo mismo, casi 37,6 puntos porcentuales de exceso sobre el compromiso adquirido en el Protocolo de Kioto (MMA, 2009). Para que España cumpla su objetivo de que sus emisiones crezcan sólo un 15% con respecto al año base, tendría que lograr un descenso a base de la compra de derechos comprados en el sistema de comercio y a través de sumideros (MMA, 2007). En el Gráfico 8A.3 también se puede observar que las emisiones totales han caído a partir de 2007. Este cambio seguramente es debido en parte a la crisis económica mundial, pero también al hecho de que las políticas de los últimos años comienzan a mostrar sus efectos. No todos los sectores productivos han contribuido por igual al incremento de las emisiones durante los últimos años, e igualmente se espera un crecimiento desigual en el futuro cercano. El Ministerio de Medio Ambiente estima para el periodo de 2008Gráfico 8A.3. Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en UE y España

155 145 140,4

135

1990=0

129 125 115

115 105 95

90,7

85 80 75 2000

2001

2002

2003

2004

2005

España

UE-27

2020 España

2020 UE-27

2006

2007

2008

Kioto España

Fuente: elaboración propia, datos Eurostat Nota: según el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE, 2009), las emisiones españolas de GEI bajaron en 2008 un 8% respecto a 2007. No obstante, el último Plan de Asignación del Ministerio de Medio Ambiente aún corresponde al año 2007.

184


Energías renovables

2012 un crecimiento más acentuado en los sectores difusos, en particular el tranyporte y el sector residencial. Se espera que para los sectores difusos el crecimiento medio de las emisiones sobre las del año base sea de +65%, mientras que para los sectores industriales y energético el incremento será de +37% (MMA, 2007a). A la lista de factores responsables de la insostenibilidad del sector energético, y por ello también del modelo productivo en su conjunto, se suma la dependencia de las importaciones de recursos, que muchas veces provienen de países inestables y no democráticos (Tabla 8A.2). Como nuestro país dispone de relativamente pocos recursos naturales, esto es un problema mayor en el caso de España que para otros países. Un 43,4% de las importaciones españolas de crudo de petróleo proceden de Irán, Arabia Saudí, Libia, Nigeria e Iraq, y un 88,9% de las importaciones de gas natural provienen de Argelia, Nigeria, Qatar, Trinidad y Tobago, Egipto y Libia (APPA, 2009). Tabla 8A.2. Dependencia energética del exterior OCDE

Europa

EE UU

España

2007

2007

2007

1986

2008

54%

32%

28%

64%

82%

Fuente: Fundación Ideas, 2009

El conjunto de los efectos de estos cuatro factores (aumento de la demanda energética mundial, agotamiento de recursos convencionales, cambio climático y dependencia externa) se puede percibir como una amenaza global. Pero es una amenaza que ha provocado el avance tecnológico y la búsqueda de soluciones creativas que finalmente han creado nuevos negocios en el ámbito de las energías renovables y de la eficiencia energética. Sectores que al ir creciendo se han convertido en importantes motores de creación de empleo cualificado, al tiempo que mejoran la sostenibilidad de la economía, ayudando así a la remodelación del modelo productivo hacia uno más sostenible.

2. Las energías renovables en España Aparte del ahorro y de la eficiencia energética, la sustitución de fuentes energéticas convencionales por energías renovables es el elemento central para conseguir una mayor sostenibilidad del modelo. El consumo energético final se distribuye en España de la siguiente forma: 37,9% sector transporte, 34,5% industria y 27,6% del conjunto del sector residencial,

185


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

comercio y servicios (MITyC, 2008). El gran peso que tiene el sector del transporte se puede comprobar en el Gráfico 8A.4, donde destaca el elevado peso que tiene el petróleo dentro de las fuentes de energía primaria. En términos de energía primaria el desarrollo de las renovables en España no alcanza la relevancia deseada. En 2008 su aportación fue sólo del 7,6%, siendo el objetivo formulado en el Plan de Energías Renovables 2005-2010 (PER) alcanzar un 12,1% en 2010. Esto es debido principalmente al importante peso de los combustibles fósiles en el transporte y la generación de calor para procesos industriales y calefacción. No obstante, a pesar de que España sólo alcanza la media europea cuando se considera el sector de renovables en su conjunto, se encuentra entre los líderes en algunas de las tecnologías más maduras, como son la energía eólica y la energía solar fotovoltaica. Analizando el consumo de energía final en España en 2008 (105.347 ktep), a primera vista la mayor parte del consumo de energías renovables queda englobado en el consumo de electricidad (22.112 ktep). El porcentaje total de energías renovables en el consumo de energía final en 2008 fue de un 10,2% (MPR, 2009). Si desglosamos el 4% de consumo no eléctrico de energías renovables (2008), éste se reparte de la siguiente forma: 3.470 ktep biomasa, 601 ktep biocarburantes, 128 ktep solar térmica, 26 ktep biogás y 8 ktep geotérmica. Estas fuentes energéticas se consuGráfico 8A.4. Consumo de energía primaria por fuente energética en España, 2008

Solar termoeléctrica 0,004% Fotovoltaica 0,2% Geotérmica 0,1% Solar térmica 0,1% Biocarburantes 0,4% Biogás 0,2%

9,7%

47,9%

7,6%

Biomasa 2,9%

RSU 0,5%

10,7% Eólica 1,9%

24,4%

Hidráulica 1,4%

Petróleo Carbón Renovables

Nuclear Gas Natural

Fuente: elaboración propia, datos MITyC 2008

186


Energías renovables

mieron en el transporte, en la generación de calor para procesos industriales y en calefacción (MITyC, 2008). Como se puede observar en el Gráfico 8A.5, en la generación eléctrica las energías renovables aportaron en 2008 un 19,7% de la producción (bombeo excluido) con una producción bruta de 62.555 GWh. De acuerdo con los datos de Red Eléctrica de España, el porcentaje ha sido aún más alto (24%) cuando se incluye también como renovable la generación hidráulica convencional (REE, 2008). Un 88% de la producción eléctrica renovable en 2008 fue aportada por la energía hidráulica y eólica. La energía eólica produjo 31,4 TWh en la España peninsular, mientras que el resto de las energías renovables aportaron 9,5 TWh y la hidráulica tradicional 21,4 TWh. El peso relativo de todas las fuentes energéticas en la generación eléctrica se puede ver en el Gráfico 8A.5. Entre las fuentes de energía renovable en el mix energético español, algunas tecnologías destacan claramente mientras que otras siguen siendo muy poco significativas o están en fases iniciales de desarrollo. Se puede distinguir entre energías renovables, por un lado, según su grado de madurez en cuanto a costes, nivel de desarrollo y regulación y, por otro lado, en cuanto a su peso en la producción y el consumo energético. Gráfico 8A.5. Estructura de la generación eléctrica en España, 2008

Fotovoltaica 0,8% Biogás 0,2%

Termoeléctrica 0,005% Biomasa 0,8% RSU 0,6%

6% 15,8% Eólica 10,0%

38,9%

19,7%

18,6%

P. petrolíferos Carbón Renovables

0,9%

Hidraúlica 7,3%

Prod. con bombeo Nuclear Gas Natural

Fuente: elaboración propia, datos MITyC 2008

187


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Como revela el Gráfico 8A.4, el biogás, los biocarburantes, los residuos sólidos urbanos y la geotermia todavía no aportan mucho al mix energético total y la energía mareomotriz ni siquiera aparece en las estadísticas oficiales. Por contra, la biomasa es la fuente de energía renovable más consumida en España y, pese a ello, aunque existe producción nacional de biomasa, ésta no es suficiente para atender toda la demanda, por lo que una parte importante de la biomasa consumida es importada del extranjero. La energía hidráulica, si bien es una fuente de energía renovable y limpia en el sentido de que no produce emisiones, en buena parte proviene de las grandes centrales hidráulicas convencionales que no entran en el régimen especial que define los precios de cada fuente energética renovable, aunque sí está incluida la denominada generación “mini-hidráulica” (<10 MW). 2.1 La energía eólica Sin duda, la energía eólica es la más avanzada desde el punto de vista tecnológico y la más competitiva económicamente tanto en España como en el resto del mundo. España es el segundo productor de energía eólica en la Unión Europea, y el tercero a nivel mundial (tras Estados Unidos y Alemania). España alcanzó en 2008 los 16,7 GW instalados, llegó a una producción total de 31,1 TWh ese mismo año y cubrió así un 11,5% de la demanda total de electricidad (IEA, 2008). En 2009, durante periodos pico de producción eólica sostenidos varias horas, se han logrado alcanzar coberturas superiores al 40% del total de la demanda eléctrica1. La energía eólica experimentó en 2008 un incremento, en términos de producción, del 14,6% con respecto al año anterior, como consecuencia, en parte, de un importante aumento de la potencia instalada con respecto al año anterior (12%). Las áreas de la energía eólica menos desarrolladas en España son los aerogeneradores offshore y la minieólica. Las características de la plataforma marítima de nuestras zonas costeras hacen difícil un gran despliegue de parques eólicos marinos, mientras que por el contrario existe un gran potencial en el segundo tipo de tecnología para alcanzar una mayor eficiencia energética de los edificios (Gráfico 8A.6).

1. Los récords más recientes de producción eólica en España se han alcanzado en noviembre de 2009. El día 4 (miércoles), entre las 00:40 y las 6:20, los aerogeneradores alcanzaron una cobertura media de la demanda del 40%, con una producción en torno a los 9.300-9.400 MW (datos REE). El día 8 (domingo) entre las 3:00 y las 8:30 se superó una cobertura del 50% del total de la demanda eléctrica, con una producción aproximada de 10.000 MW.

188


Energías renovables

Gráfico 8A.6. Potencia eólica instalada a nivel mundial 27.500

Megavatios (MW)

25.000 22.500 20.000 17.500 15.000 12.500 10.000 7.500 5.000

Total a 31/12/2004 Instalada en 2007

Instalada en 2005 Instalada en 2008

Portugal

Dinamarca

Reino Unido

Francia

Italia

India

China

España

Alemania

0

EE UU

2.500

Instalada en 2006

Fuente: elaboración propia, datos AEE (2009)

2.2 La energía solar La energía solar también se considera una tecnología bastante madura, pero como hemos visto anteriormente en los Gráficos 8A.4 y 8A.5 su peso en el consumo energético todavía es muy bajo. De hecho, hay que distinguir entre tres tipos de energía solar: fotovoltaica, termoeléctrica y solar térmica. Las dos primeras sirven para la producción de energía eléctrica mientras que la solar térmica se usa sólo para la producción de calor o refrigeración. Los costes de la tecnología fotovoltaica y de la termoeléctrica todavía son relativamente elevados, si bien se anticipa que pueden conseguirse importantes reducciones en el futuro, especialmente en el caso de la fotovoltaica para la cual la Comisión Europea estima una reducción potencial de costes del 50% para 2020 (MPR, 2009). La solar termoeléctrica registrará una reducción de costes limitada debido a sus peculiaridades tecnológicas. Los incentivos fiscales, como se puede observar en el Gráfico 8A.7, provocaron en el año 2008 un crecimiento desproporcionado de la energía solar, que se espera haber controlado con un nuevo mecanismo regulatorio introducido en el año 2009. Los incrementos de aportación eléctrica de la energía solar entre 2007 y 2008 fueron de un 413% en el caso de la fotovoltaica y de un 97% en el caso de la termoeléctrica (MITyC, 2008). El nuevo Código Técnico de la Edificación contribuirá al fomento de esta fuente energética al hacer obligatoria una contribución mínima de la energía solar térmica a la eficiencia energética de edificios nuevos. Esta medida ha sido muy valorada por un estudio comparativo recientemente publicado sobre las mejores y peores medidas políticas para el clima y la recuperación económica (E3G y WWF, 2009).

189


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8A.7. Potencia solar fotovoltaica instalada a nivel mundial

6.000

Megavatios (MW)

5.000

4.000

3.000

2.000

1.000

0 1998

1999

2000

2001

Alemania Japón

2002

2003

Resto de Europa EE UU

2004

2005

2006

2007

2008

Resto del mundo España

Fuente: elaboración propia, datos Epia (2009)

3. La actividad empresarial en el sector de renovables Aunque la introducción de las fuentes de energía renovables todavía está apoyada por planes de fomento y precios subvencionados, en conjunto se puede considerar a las renovables como un sector productivo bastante consolidado en España en el ámbito privado. Según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético, en el sector de renovables operan actualmente 1.811 empresas privadas (IDAE, 2009). La mayoría son empresas relativamente jóvenes y de tamaño mediano o pequeño: aproximadamente un 25% tienen menos de 25 empleados y apenas un 4% emplea más de 500 trabajadores (PER 2005-2010). Mayoritariamente estas empresas se concentran en Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco y Andalucía. Cabe destacar que en el ratio empresas/población, Navarra está situada a la cabeza del conjunto español, ya que casi la mitad de las empresas energéticas se dedican en exclusiva a las energías renovables (ISTAS, 2008). Hasta ahora, este sector ha creado más de 85.000 empleos directos y 100.000 puestos de trabajo indirectos (Fundación Ideas, 2009). Se estima que por cada empleo directo se crean 1,2 empleos indirectos. El empleo directo se reparte entre los diferentes subsectores de acuerdo con los datos presentados en la Tabla 8A.3.

190


Energías renovables

Tabla 8A.3. Distribución del empleo por subsectores Subsectores EE RR Eólica

37%

Mini hidráulica

7,6%

Solar térmica

9,3%

Solar termoeléctrica

1,1%

Solar fotovoltaica

29,9%

Biomasa

5,7%

Biocarburantes

2,2%

Biogás

3,5%

Otras (Hidrógeno, geotérmica…)

3,9%

Total

100%

Fuente: elaboración propia, datos ISTAS, 2008

El empleo que se crea es mucho más estable que en otros sectores y requiere niveles altos de formación. Como muestra la Tabla 8A.4, el porcentaje de contratos indefinidos en este sector es 12 puntos porcentuales más alto que en la economía española en general. Tabla 8A.4. Tipo de contratación

Tipo de contrato

EE RR

España

Indefinido

81%

69%

Duración determinada

19%

31%

Total

100%

100%

Fuente: elaboración propia, datos ISTAS, 2008

191


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Las empresas de renovables emplean trabajadores muy cualificados, como se refleja en la Tabla 8A.5. La mitad de los trabajadores son técnicos, bien sea titulados superiores (32%) o medios (43%). En las pequeñas empresas de menos de 10 trabajadores el peso de los titulados superiores es incluso mayor, llegando a un 38% (ISTAS, 2008). Tabla 8A.5. Empleados por grado de formación Estudios superiores

32%

Estudios secundarios

43%

Estudios primarios

25%

Fuente: elaboración propia, datos ISTAS, 2008

El sector de las energías renovables ha sido apoyado económicamente en España desde el año 2000. Pero hace falta un esfuerzo aún mayor porque es improbable que España cumpla el objetivo de alcanzar un 12% del consumo total de energía primaria, o el 5,75% de biocarburantes en el transporte hasta 2010 fijados en el PER 20052010, mientras que el objetivo del 30% de renovables en la generación eléctrica sí parece factible. La Tabla 8A.6 muestra en qué medida se están cumpliendo o no los objetivos. Se puede observar que el sistema establecido para fomentar las energías renovables en España, en el caso de algunas fuentes renovables, ha logrado alcanzar satisfactoriamente los objetivos (por ejemplo, la energía eólica), mientras que en otros casos se observa un efecto exagerado como en la fotovoltaica, o casi ningún efecto como en la biomasa. Sin embargo, no cabe duda de que el sistema de tarifas garantizadas y primas en general tiene éxito cuando está bien diseñado y adaptado a los objetivos que se persiguen con cada fuente energética. Si el establecimiento de cupos para instalaciones lleva a un crecimiento más ordenado o resultan un obstáculo para un mayor despliegue se demostrará durante los próximos años.

192


Energías renovables

Tabla 8A.6. Grado de desarrollo de las energías renovables (En MW instalados y en porcentaje) MW instalados % del objetivo 2009 según CNE

% del objetivo 2010 en 2007 según MITyC

Generación de electricidad Eólica Solar fotovoltaica Solar termoeléctrica

18.091 4.770 132

90% 1.286% 26%

Hidráulica =< 10MW

1.421

59%

Biomasa (cultivación e industrial) 537 Biomasa (estiércoles, biocombustibles, biogás) 175 Residuos sólidos urbanos 271

41% 70% 77%

Usos térmicos Biomasa Solar térmica de baja temperatura Superficie (1.000 m²)

71 39 511

Biocarburantes (ktep)

Biocarburantes (ktep)

819

12% 12% 12%

42%

Fuente: elaboración propia, datos MITyC, 2008

4. El potencial de crecimiento del sector de las energías renovables Hemos visto los grandes avances que ha vivido el sector de las energías renovables durante la década pasada, un sector que hace veinte años casi no existía. En este apartado vamos a realizar algunas estimaciones del futuro desarrollo del sector en cuanto a la creación de empleo y su contribución al VAB hasta el año 2025. No cabe duda de que este crecimiento va a requerir aún de un impulso por parte del sector público, pero el ejemplo positivo de la energía eólica señala que es posible fomentar una tecnología que en poco tiempo se hace competitiva. Los cálculos presentados aquí se basan en el informe Un nuevo modelo energético para España (Fundación Ideas, 2009). En este informe se analiza un escenario con

193


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

una economía española basada en el 100% de energías renovables en el año 2050, y se realizan cálculos específicos sobre el empleo que se crearía con la conversión del sistema eléctrico a uno basado en el 100% de energías renovables. 4.1 Contribución al VAB No existen muchos datos disponibles sobre el impacto económico del sector de las energías renovables. Así, por ejemplo, en las estadísticas oficiales sólo es posible determinar la contribución del sector energético en su conjunto al PIB, que en 2008 alcanzó un 2,6 según los datos del INE. De acuerdo con estimaciones de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, la contribución de las energías renovables eléctricas alcanza aproximadamente un 0,5% del PIB (MPR, 2008). Teniendo en cuenta las subidas que prevé el mismo sector [llegar a un 0,42% para 2010 para la eólica (AEE, 2008)], estimamos aquí una contribución del sector de las energías renovables al PIB de un 0,7%. El Gráfico 8A.8 muestra nuestras estimaciones sobre el impacto en términos de Valor Añadido a precios de mercado de este escenario, basado en un amplio desarrollo del sector de energías renovables que persigue alcanzar un modelo 100% renovable en 20502. Gráfico 8A.8. VAB del sector de energías renovables 45.000

41.254

40.000

Millones de euros

35.000 30.000 25.000 20.000 15.000

11.311

10.000 5.000

Tendencia

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

0

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia

2. Un reciente estudio de APPA y Deloitte estima que la contribución directa de las energías renovables en la generación eléctrica al PIB en el año 2008 fue de 4.805,4 millones de euros, lo que supone un 0,44% del PIB total. El impacto económico indirecto se calcula que puede alcanzar los 2.510,1 millones de euros, lo que sumado a los efectos directos llega a 7.315,5 millones de euros, lo que supone un 0,67% del PIB (APPA, 2009).

194


Energías renovables

Según los cálculos realizados, el sector de las energías renovables podría alcanzar en 2025 una contribución del 1,95% al VAB. Los avances en el ahorro energético y el desarrollo de la electrificación del sector del transporte son dos factores con impactos importantes sobre esta cifra. Dado que se trata de un sector poco maduro y con el objetivo de convertir el modelo energético en uno completamente sostenible, es decir, el 100% basado en energías renovables, esta estimación no es exagerada. Al contrario, dada la incertidumbre actual sobre la velocidad de los avances tecnológicos y las ganancias de eficiencia que van a permitir una producción energética más barata, el crecimiento incluso podría ser más alto. El esfuerzo en I+D+i del sector de las energías renovables es muy superior a la media nacional. En 2008 fue de 314,7 millones de euros, lo que representa el 6,6% del PIB sectorial, mientras que en España en 2007 fue del 1,3% (APPA, 2009). El gran potencial económico se apoya también de forma importante en la actividad exportadora del sector. En el año 2008, las exportaciones del sector aumentaron hasta los 3.683 millones de euros. Las grandes empresas del sector tienen activos fuera de España por valor de 27.000 millones de euros, y otras 102 empresas tienen una presencia de negocio relevante en el extranjero (APPA, 2009). La Fundación Ideas (2009) estima, en el escenario de un modelo energético español basado al 100% en energías renovables, que hasta el año 2050 el mercado mundial potencial al que puede tener acceso España sería del orden de 8 billones de euros. 4.2 El empleo en el sector de renovables Siguiendo diferentes estudios que evalúan el potencial de creación de empleo directo en la instalación de fuentes renovables (entre otros, los trabajos de MITyC e ISTAS), de acuerdo con la potencia instalada se pueden estimar los empleos generados según la fuente energética y las distintas fases, como se muestra en la Tabla 8A.7. En las fases de construcción, manufactura e instalación se crean más empleos que en las de operación, mantenimiento y procesado de combustible, cuando se comparan las energías renovables con las fósiles. Tabla 8A.7. Empleo medio a lo largo de la vida útil de la instalación (empleo/MW)

Construcción, manufactura Operación, mantenimiento e instalación y procesado de combustible

Empleo total

Solar fotovoltaica

5,76-6,21

1,2-4,8

7,41-10,56

Eólica

0,43-2,51

0,27

0,71-2,79

Biomasa

0,4

0,38-2,44

0,78-2,84

Carbón

0,27

0,74

1,01

Gas

0,25

0,7

0,95

Fuente: elaboración propia, datos Fundación Ideas, 2009

195


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

En general, las energías renovables son más intensivas en mano de obra que las energías convencionales. En parte esto es debido al hecho de que estas tecnologías no han alcanzado aún un grado suficiente de eficiencia en costes, pero también algunas fuentes renovables (como la biomasa, por ejemplo) necesitarán en un futuro más mano de obra que las energías convencionales. Además, la vida útil de las instalaciones de energías renovables es, en media, más corta que la vida útil de las instalaciones de energías convencionales, lo cual implica una mayor necesidad de mano de obra para reemplazar los activos. La transición hacia un sistema energético 100% renovable conllevará tanto la creación de empleo como la destrucción de empleo en aquellos sectores, como la energía nuclear, que pierdan fuerza o desaparezcan. El balance final del empleo en el sector energético lo determinará el peso de estas industrias y la intensidad de su mano de obra. El efecto que la transición energética tendrá sobre el empleo en el conjunto de la economía dependerá de una multitud de factores, entre los que destacan el precio de la energía eléctrica en 2050 para aquellas industrias más intensivas en energía, como por ejemplo la industria del cemento o la de producción de aluminio. Las estimaciones que aquí se presentan tienen en cuenta esos factores y demuestran el fuerte potencial de creación de empleo de este sector. Según nuestras estimaciones, una conversión del sistema energético español a uno basado al 100% en energías renovables nos llevaría a más de 560.788 empleos directos3 y 638.083 indirectos en 2050. Consideramos factible que se alcance un 40% de este objetivo hasta 2025. Partiendo de unos 85.000 empleos directos actuales, en el Gráfico 8A.9 se muestra el perfil de crecimiento del empleo, que alcanzaría un nivel de 337.355 empleos en el año 2025, lo que supone algo más de 252.000 empleos adicionales en comparación con 2009. El hecho de que sea factible un crecimiento de esta magnitud en relativamente pocos años es realista, tal como se ha demostrado en el caso alemán. Partiendo de unos 56.600 trabajadores en 1998, se han creado a través de su amplio programa de fomento de las energías renovables 221.400 empleos adicionales hasta 2008, llegando a un total de 278.000 (BMU 2007, BMU 2009). Si aplicamos la distribución que tenemos hoy en el sector de las energías renovables en España entre los diferentes niveles de formación, esto significa que se necesitarían en 2025 más de 80.000 personas adicionales con estudios superiores y casi 110.000 con estudios secundarios (Tabla 8A.8).

3. Esta cifra sería aún más alta si incluyéramos el consumo energético no eléctrico, sobre todo en el transporte. Pero por carencia de datos exactos actuales y el poco desarrollo del sector nos limitamos a evaluar los empleos generados en el sector eléctrico.

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Energías renovables

Gráfico 8A.9. Empleo en el sector de las energías renovables

337.355

350.000

Número de trabajadores

300.000

250.000 200.000 150.000

126.183

100.000

Tendencia

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

50.000

Nuevo Modelo

Fuente: elaboración propia, datos Fundación Ideas, 2009

Tabla 8A.8. Empleados por grado de formación Empleados por grado de formación

Adicionales en 2025

Estudios superiores

32%

67.575

Estudios secundarios

43%

90.804

Estudios primarios

25%

52.793

Total

100%

211.172

Fuente: elaboración propia, datos Fundación Ideas, 2009

5. Medidas para impulsar las energías renovables El fuerte desarrollo que ha experimentado el sector de las energías renovables no garantiza de forma automática la continuidad del ritmo de crecimiento necesario para alcanzar un modelo más sostenible en 2025. Por ello, se considera importante continuar impulsando al sector con medidas a distintos niveles (internacional,

197


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

nacional), así como apostar por llegar a un modelo 100% renovable con un horizonte de largo plazo (2050). Nivel internacional • España debería aprovechar la presidencia europea para fijar objetivos ambiciosos en la lucha contra el cambio climático a nivel internacional. Dado el resultado negativo de la cumbre de Copenhague, la UE debería buscar acuerdos bilaterales o regionales menos ambiciosos sin renunciar a la preferencia por el multilateralismo. • España tiene que perseguir el objetivo de que se tenga en cuenta el fomento de las energías renovables tanto en la cooperación al desarrollo como en las reglas del comercio internacional. Es necesario evitar que en la Ronda de Doha se establezcan nuevas normas que afecten de una manera negativa el desarrollo de las energías renovables. • Hace falta un compromiso más ambicioso con los objetivos de política energética de la UE en relación con el cambio climático para el horizonte 2020, como, por ejemplo, un objetivo del 30% de reducción de emisiones, 25% de reducción de consumo de energía primaria y 25% de renovables en el consumo de energía final. • Para alcanzar estos objetivos, la contribución de las renovables a la generación eléctrica debe ser ambiciosa, por lo que debería perseguirse un objetivo de alcanzar al menos una cuota del 50% en 2020. En este ámbito del sector eléctrico, es necesario fomentar un desarrollo de las redes de transporte y distribución, así como la integración efectiva de las renovables y la adaptación de los patrones de demanda a los perfiles de la producción. Un proyecto importante a medio plazo es la “Smart European Supergrid”, que permitiría una gestión efectiva de producción y demanda sostenible.

Nivel nacional • Recomendamos crear varios Ámbitos Territoriales Libres de Emisiones: La puesta en marcha de algunas iniciativas en España para tener territorios con un uso 100% de energías renovables y sin emisiones en actividades de consumo puede ser un ejemplo a nivel mundial. En nuestro país, al menos un proyecto piloto de este tipo sería fácilmente implementable a corto plazo escogiendo como ámbito territorial alguna isla de tamaño mediano/pequeño de cualquiera de los dos archipiélagos, o alguna de las ciudades autónomas, para disponer así de un espacio territorial bien acotado y con sistemas energéticos relativamente sencillos de transformar en 100% renovables.

198


Energías renovables

• Para fomentar un despliegue del sector energético más amplio y más rápido y con el objetivo de alcanzar un modelo energético plenamente sostenible en 2050 es crucial elaborar un nuevo PER 2011-2020 que fije objetivos cuantitativos y un calendario preciso. • Esto incluye un esfuerzo de los incentivos fiscales y las primas existentes, especialmente para las tecnologías menos desarrolladas y una reorganización del sistema eléctrico actual para dar mayor entrada a las energías renovables en el mix energético, evitando los límites para su desarrollo. • Desarrollar un Sistema de Créditos Personales de Carbono. El objetivo sería crear un mecanismo que fomente el consumo de energías limpias y el ahorro energético, y funcionaría de forma similar al sistema de permisos de emisiones que ya está operando en España para las empresas energéticas y de determinadas actividades industriales. El sistema asignaría a cada hogar en España una cantidad de CO2 permitido por año, de forma que aquellas familias con consumos energéticos (y de otros bienes que generen emisiones contaminantes) por encima de dicha asignación deberían comprar los derechos para ese exceso de emisiones contaminantes. Por el contrario, las familias que emitan por debajo de su asignación percibirían ingresos, por ejemplo en forma de devolución fiscal. El cálculo de las emisiones de CO2 por hogar podría basarse en los consumos energéticos (electricidad, gasóleo, gas natural, etc.) y en la propiedad de vehículos. Para evitar un aumento de la presión fiscal, se podría plantear la neutralidad en términos de ingresos para el sector público, de forma que el total de los ingresos percibidos por los derechos de emisiones constituyera el monto total para el cálculo de las transferencias a las familias no contaminantes. • Se debe reconocer un nuevo derecho de ciudadanía, para que todos los ciudadanos que lo deseen puedan generar y distribuir su propia electricidad, de forma individual o en cooperación con las actuales empresas de generación y distribución, dentro de un nuevo modelo de negocio. • Para eso es imprescindible incentivar a Red Eléctrica Española y a las empresas suministradoras de electricidad a modernizar sus redes de transporte y distribución de tal forma que sea posible la generación distribuida y la implementación de políticas de gestión de la demanda que promuevan un consumo energético más racional y más adaptado a las capacidades de generación del nuevo modelo energético. De esta manera se puede llegar, además, a un gran avance en la utilización del coche eléctrico. • Hay que incluir el sector de las energías renovables de forma prioritaria en los planes de reactivación económica e incorporar también a dichos planes iniciativas de mejora de la eficiencia energética de nuestra economía y de ahorro energético en nuestros hogares para salir de la crisis actual en mejores condiciones.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

• Para el desarrollo de tecnologías con suficiente capacidad de almacenamiento energético, como, por ejemplo, las baterías de los coches eléctricos, hace falta más inversión pública. • Fomentar y facilitar la instalación de placas fotovoltaicas a través de un programa comparable al plan de 100.000 tejados solares de Alemania. Como hemos indicado anteriormente en el capítulo sobre la construcción, consideramos que un objetivo alcanzable es llegar a 700.000 viviendas con techos solares en 2025. • Se recomienda establecer la elaboración de Planes de Ahorro Energético en las empresas, las Administraciones Públicas y las comunidades de vecinos. • Se debería incorporar en los Planes de Enseñanza medidas de sensibilización con respecto al ahorro energético por parte de los ciudadanos porque el apoyo social es crucial para este cambio del sistema.

Abandonar la energía nuclear • Siguiendo las cinco condiciones definidas por la Fundación Ideas (2009) que permitirán la sustitución progresiva de la energía nuclear por energías renovables en España: la seguridad de las centrales, la sustituibilidad por fuentes alternativas, el abastecimiento asegurado, la gestionabilidad de la demanda y la competitividad de las alternativas. • Mientras se produce el cierre progresivo de las centrales de acuerdo con esas condiciones, las empresas propietarias de las mismas deberán suscribir contratos de seguro en caso de accidente o inmovilizar fondos propios por un valor igual o superior a la responsabilidad atribuida en caso de accidente, como ya lo han hecho en otros países como, por ejemplo, Alemania. • Las centrales deberían cerrarse al final de su vida útil, 40 años, siempre y cuando concurran en cada momento las 5 condiciones apuntadas anteriormente y vayan acompañadas de Planes de Reactivación y Empleo similares • Si en algún caso fuera necesario prorrogar la explotación de alguna central por un periodo adicional, se debería exigir de las empresas eléctricas una participación financiera adecuada en el fomento de las energías renovables.

200


8.B Eco-industrias

1. Introducción En los países desarrollados existe desde principios de los años noventa una preocupación creciente por los temas medioambientales, y un alto interés político por el desarrollo de las industrias vinculadas a la protección y mejora del medioambiente, que se han venido a denominar informalmente como “eco-industrias”. En el seno de la OCDE, un primer informe publicado en 1992 ya analizaba la situación de estas industrias y los impactos sobre las actividades del sector privado de las políticas medioambientales (OCDE, 1992). En dicho informe se identificó la necesidad de disponer de estadísticas fiables sobre las eco-industrias, que permitieran medir su actividad y realizar comparaciones entre países. Para lograr este objetivo, la OCDE creó conjuntamente con Eurostat un grupo de trabajo que elaboró un manual para la recopilación de datos comparables a nivel internacional sobre la industria de producción de bienes y servicios medioambientales (OCDE/Eurostat, 1999)1. La diversidad de actividades que pueden considerarse vinculadas con las eco-industrias hace difícil establecer los límites sobre qué industrias deben ser incluidas o no dentro de esta categoría. Distintos trabajos que han evaluado los impactos y la competitividad del sector de actividades medioambientales (Ecotec, 2002; Ernst&Young, 2006; Ecorys, 2009) presentan distintas clasificaciones no siempre coincidentes entre sí. En general, parece existir un consenso sobre la clasificación del amplio panorama de las eco-industrias en tres categorías: • Gestión de la contaminación: industrias que producen bienes y servicios diseñados únicamente con objetivos medioambientales, y que tienen un impacto significativo en la reducción de emisiones contaminantes de todo tipo (atmosféricas, agua, etc). 1. En el manual de OCDE/Eurostat se definen las eco-industrias como “aquellas actividades que producen bienes y servicios para medir, prevenir, limitar, minimizar o corregir los daños medioambientales sobre agua, aire y suelo, así como también los problemas relativos a los residuos, ruido y ecosistemas. Se incluyen igualmente aquellas tecnologías, productos y servicios limpios que reducen el riesgo medioambiental y minimizan la contaminación y la utilización de los recursos”.

201


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

• Gestión de los recursos: producción de bienes y servicios asociados directamente con la protección del medio ambiente, aunque sus fines pueden ser otros (por ejemplo, energías renovables o reciclaje de materiales). • Industrias vinculadas: se dedican a actividades que tienen cierta conexión con el medio ambiente, y pueden contribuir a la reducción de emisiones o a una mejor utilización de los recursos (eco-turismo, vehículos no contaminantes, construcción eficiente energéticamente, etc.). Las dos primeras categorías (gestión de la contaminación y gestión de los recursos) constituyen el núcleo principal de las eco-industrias, fundamentalmente porque son aquellas más fácilmente identificables y medibles desde un punto de vista estadístico (Tabla 8B.1). La tercera categoría de industrias vinculadas con el medioambiente es un conjunto muy diverso, y en muchos casos es difícil separar qué actividades dentro de una misma empresa estarían asociadas con el concepto de eco-industria y qué otras pertenecen al ámbito de la producción convencional de bienes y servicios. En este capítulo no pretendemos abordar de forma exhaustiva todas las actividades relativas a la definición amplia de eco-industrias ya que, de hecho, podríamos incurrir en doble contabilidad de empleos y cifras de aportación al PIB al estar ya abordadas en otras partes de este informe algunas de las industrias vinculadas indirectamente con el medioambiente, como son la construcción eficiente desde un punto de vista energético, el eco-turismo o el transporte sostenible. Nuestro objetivo es evaluar la importancia que tienen para la economía española las actividades que constituyen el núcleo principal de las eco-industrias, y destacar su carácter estratégico dentro del marco del nuevo modelo productivo, por su potencial de Tabla 8B.1. Actividades principales de las eco-industrias Categoría

Actividades

Gestión de la contaminación

Control de la contaminación atmosférica Tratamiento de aguas residuales Tratamiento de residuos sólidos Limpieza de suelos y aguas de superficie Control de ruido y vibraciones

Gestión de recursos

Reciclaje de materiales Energías renovables Suministro de agua Protección de la naturaleza

Fuente: Ecorys (2009)

202


Eco-industrias

generación de empleo y producción de bienes y servicios de alto valor añadido, que contribuyen directamente a mejorar la sostenibilidad medioambiental de la economía2. A continuación analizaremos la situación actual de las eco-industrias en la UE, para poner en contexto la situación española. Posteriormente, para el caso de España, analizaremos las actividades de protección de la naturaleza, suministro y tratamiento de agua, gestión de residuos y gestión de la contaminación para determinar qué potencial de crecimiento económico y creación de empleo presentan estas eco-industrias en el horizonte 2025.

2. Principales características de las eco-industrias en Europa Las eco-industrias en la UE-27 realizaron en 2008 una facturación de 319 miles de millones de euros (2,5% del PIB), como vemos en el Gráfico 8B.1. De acuerdo con su peso económico, los cuatro subsectores más importantes son: gestión de residuos (30%), suministro de agua (20%), tratamiento de aguas residuales (13%) y reciclaje de materiales (13%). Gráfico 8B.1. Principales subsectores de las eco-industrias en la UE

(Miles de euros)

Gestión de residuos Gestiónde deagua residuos Suministro Suministro de agua Tratamiento Tratamiento de aguas residuales de aguas residuales Reciclaje de materiales OtrosReciclaje de materiales OtrosRenovables Energías Energías Renovables Polución del aire Polución Biodiversidaddel aire Biodiversidad Saneamiento del suelo Saneamiento del suelo y agua subterránea y agua subterránea Ruido y vibración Ruido y vibración

1.112.312 1.112.312 6.353.320 6.353.320 6.775.054 6.775.054 7.237.297 7.237.297 26.325.199 26.325.199 26.662.784 26.662.784

92.207.264 92.207.264

54.816.494 54.816.494 34.322.811 34.322.811

63.247.514 63.247.514

Fuente: Ecorys (2009)

2. De las actividades definidas como núcleo de las eco-industrias excluiremos las energías renovables, que, por su relevancia para el caso de España, tienen dedicado en este informe un capítulo propio para su análisis en mayor profundidad.

203


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

En términos de empleo directo, se estima que alcanza la cifra de 3,4 millones en 2008. En la Tabla 8B.2 podemos ver tanto su evolución entre los años 2000-2008 como los cambios experimentados en la distribución de los diferentes sub-sectores. Tabla 8B.2. Evolución del empleo en las eco-industrias en la UE (2000-2008)

Empleo (2000)

Empleo (2008)

Gestión de residuos Suministro de agua Tratamiento de aguas residuales Reciclaje de materiales Otros Energías renovables Polución del aire Biodiversidad Saneamiento del suelo y agua subterránea Ruido y vibración

844.766 417.763 253.554 229.286 129.313 49.756 22.600 39.667 14.882 4.176

1.466.673 703.758 302.958 512.337 193.854 167.283 19.067 49.196 18.412 7.565

Total

2.005.763

3.441.103

Fuente: Ecorys (2009)

La importancia de las eco-industrias varía notablemente entre países, tanto en la facturación como porcentaje del PIB y en términos de empleo. En el primer caso (Gráfico 8B.2) destacan Bulgaria y Eslovenia, prácticamente duplicando al país que ocupa el tercer lugar, Bélgica. El peso de las eco-industrias en España representa un 3,21% del PIB (incluyendo en este caso las energías renovables) y se sitúa por encima de la media de la UE-27 (2,55%). En términos de empleo se observa un perfil similar (Gráfico 8B.3). En este caso, España en el año 2008, había un 1,86% del empleo total ocupado en alguna de las actividades consideradas como eco-industrias.

204


Eco-industrias

Gráfico 8B.2. Aportación de las eco-industrias al PIB en países de la UE

(Porcentajes) 12

10,7 9,8

10 8

3,3

Italia

Dinamarca

4,4

Bélgica

3,3

4,2

Estonia

3,2

3,6

Finlandia

3,0

Letonia

2,6

España

4

3,5

Holanda

6

2

Bulgaria

Eslovenia

UE-27

0

Fuente: Ecorys (2009)

Gráfico 8B.3. Empleo en las eco-industrias en países de la UE

(Porcentaje sobre el empleo total) 8

7,1 7 6 5

3,1

3,2

Letonia

Bélgica

4

3,5

UE-27

1,8

1,9

1,9

Finlandia

1,4

España

1,4

Dinamarca

1,4

Estonia

2

Holanda

3

2,1

Bulgaria

Eslovenia

0

Italia

1

Fuente: MPR (2007)

205


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

3. Las principales eco-industrias en España España se ha marcado unos objetivos concretos de mejora de la sostenibilidad medioambiental, que deberían ser prioritarios para las Administraciones Públicas en todos sus niveles. Estos objetivos fueron incluidos en la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible aprobada en 2007 (Tabla 8B.3). Tabla 8B.3. Objetivos de sostenibilidad ambiental en España Ámbito

Objetivos Aumentar el ahorro y la eficiencia en el uso de los recursos en todos los sectores

Producción y consumo

* Prevenir la contaminación, reducir la generación de residuos y fomentar la reutilización y el reciclaje de los generados * Mejorar la calidad del aire, especialmente en zonas urbanas Optimizar energética y ambientalmente las necesidades de movilidad de las personas y los flujos de mercancías Revalorizar el sistema turístico en clave de sostenibilidad

Cambio climático

Reducir las emisiones a través de: a) un mayor peso de las energías renovables en el mix energético, b) una mejora de la eficiencia energética en transporte y edificación, c) medidas sectoriales, d) instrumentos de mercado Integrar la adaptación al cambio climático en la planificación de los sectores económicos * Asegurar la sostenibilidad ambiental y la calidad del recurso hídrico, garantizando el abastecimiento a la población y su uso productivo y sostenible

Conservación y gestión de los recursos naturales y ordenación del territorio

* Frenar la pérdida de biodiversidad y del patrimonio natural a través de la conservación, restauración y gestión adecuada, compatible con una producción ambientalmente sostenible de los recursos naturales Promover un desarrollo territorial y urbano sostenible y equilibrado, incentivando el desarrollo sostenible en el medio rural

* Objetivos directamente relacionados con las actividades de las eco-industrias Fuente: MPR (2007)

Para alcanzar algunos de estos objetivos, las actividades de las eco-industrias son indispensables, y deberían recibir un impulso adecuado desde el sector público. En concreto, las tres áreas donde las eco-industrias en España tienen un mayor potencial de crecimiento a medio plazo y pueden contribuir a los objetivos de sostenibilidad medioambiental fijados son:

206


Eco-industrias

• Protección de la naturaleza (reforestación, mantenimiento y mejora de superficies forestales, recuperación de vías verdes, cuidado de espacios naturales). • Agua (suministro y gestión de la demanda, depuración y reutilización de aguas residuales). • Residuos sólidos (gestión de residuos, tratamiento, reciclaje). 3.1 Protección de la naturaleza La biodiversidad ocupa ahora un lugar más importante que nunca en las prioridades de la UE. El Consejo Europeo de Primavera de 2008 confirmó su compromiso de intensificar los esfuerzos para detener la pérdida de biodiversidad para 2010 y destacó el papel fundamental de la red Natura 2000 para alcanzar esta meta3. En cuestión de biodiversidad, la riqueza y la singularidad de hábitats en España hacen que nuestro país ocupe un lugar muy destacado en el contexto europeo y mundial. Existe, además, una elevada diversidad específica, como consecuencia de la gran heterogeneidad climática y topográfica de España. Sin embargo, esa riqueza se ve acompañada de unas pérdidas netas con graves consecuencias, tanto a nivel genético como de especies, ecosistemas y paisajes, en parte debidas a las cada vez más frecuentes sequías, inundaciones, incendios y aumentos de las temperaturas medias, así como a las presiones propias del desarrollo económico. Potenciar las eco-industrias dedicadas a actividades de protección de la naturaleza debería ser una de las prioridades para España, ante los riesgos crecientes de pérdida de biodiversidad y las necesidades de conservación y mejora de los espacios naturales existentes. En particular, una de las áreas donde debería realizarse una acción decidida es en materia de cuidado de las masas forestales existentes, así como de su ampliación mediante el fomento de las actividades de repoblación forestal. La repoblación tiene un elevado interés para el territorio español, por un lado, por la escasa masa forestal que existe en determinadas regiones, en las cuales a la vez hay muchos terrenos ya no utilizados para explotaciones agrícolas por ser de calidad media o baja. Por otro lado, porque una actuación potente de repoblación forestal permitiría, a medio y largo plazo, una reducción de nuestras emisiones de CO2 por efecto de captación por parte de la masa forestal. Resulta paradójico que, disponiendo en el territorio de amplios espacios donde la repoblación forestal es técnicamente posible, tengamos una balanza comercial en la 3. Natura 2000 es una red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad. Consta de zonas especiales de conservación designadas de acuerdo con la Directiva Hábitat, así como de zonas de especial protección para las aves establecidas en virtud de la Directiva Aves.

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

industria de la madera muy deficitaria. En el año 2006, el consumo de madera para distintos usos ascendió aproximadamente a 31 millones de metros cúbicos, de los cuales tan sólo 16 procedían de extracciones realizadas en nuestro país, mientras que el resto fueron importaciones procedentes principalmente de Francia, Portugal y Estados Unidos. Existen en nuestro país algunas iniciativas privadas dedicadas a tareas de repoblación con fines comerciales, lo cual demuestra su viabilidad económica para determinados tipos de explotaciones forestales (maderas de calidad, o especies de rápido crecimiento). El desarrollo de los servicios medioambientales ligados a la reforestación y cuidado de montes tiene adicionalmente una conexión directa con el ámbito de las energías renovables, a través de la biomasa. La creación de centrales de generación de electricidad a partir de combustibles naturales debería considerar el potencial que tiene el aprovechamiento de los residuos procedentes de las labores de limpieza de montes y talas parciales. La eco-industria vinculada a los servicios de protección de la naturaleza tiene actualmente en España un componente fundamentalmente público. La principal empresa de este sector es el Grupo Tragsa, que emplea actualmente a 22.000 trabajadores y realiza actividades de protección medioambiental en múltiples dimensiones. Tragsa tiene presencia en todo el territorio español, y también realiza actividades en el extranjero. En 2008, su cifra de negocio fue de 1.490 millones de euros, con una tasa de crecimiento del 16% respecto al año anterior, lo cual muestra el gran potencial de expansión que tienen estas actividades. Pese a que las actividades de protección de la naturaleza no tienen, en la mayoría de los casos, un valor comercial directo que permita la entrada del sector privado, sí que es posible la existencia de empresas privadas dedicadas a estas actividades (como de hecho existen en determinados ámbitos) y deberían potenciarse a través de colaboraciones de tipo público-privado. 3.2 Agua El agua es uno de los recursos más estratégicos en España, como se señala en la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible, donde los objetivos planteados para este recurso se centran en objetivos de calidad. No obstante, son igualmente relevantes los problemas relacionados con la funcionalidad de los ecosistemas fluviales y la sobreexplotación de las cuencas y acuíferos subterráneos. A pesar de los grandes avances conseguidos, España todavía tiene que hacer esfuerzos significativos para cumplir los objetivos de la Directiva 91/271/CEE del año 2005. En 2007, el grado de conformidad en lo referente al nivel de cobertura del tratamiento de las aguas residuales se situó en el 78%. Es necesario mejorar el control y vigilancia del funcionamiento de estas instalaciones, cuyo número se prevé que aumentará en los próximos años a medida que se vayan subsanando las actuales carencias en

208


Eco-industrias

materia de saneamiento y depuración mediante la ejecución del nuevo Plan de Calidad de las Aguas (2007-2015). El Índice de Calidad General de las aguas (ICG) es un valor adimensional obtenido a partir de 23 parámetros analíticos de una muestra, que informa sobre la calidad de las aguas superficiales continentales. Varía entre 0 (aguas muy contaminadas) y 100 (aguas sin contaminar). Como podemos observar en el Gráfico 8B.4, entre 1998 y 2007, la evolución de la calidad de las aguas superficiales en función del ICG medido en las estaciones de control en el conjunto de las cuencas hidrográficas ha evolucionado de forma positiva. De forma general se aprecia cómo, con el paso de los años, el porcentaje de estaciones con un valor de ICG clasificado como inadmisible ha disminuido sensiblemente desde un 11% en 1998 hasta el 4,5% del año 2007. Lo mismo sucede con los porcentajes correspondientes a la categoría de admisible que pasa de un 20% en 1998 a un 10,3% en 2007. Por el contrario, en los últimos años aumentan los porcentajes de estaciones situadas en la categoría intermedio, bueno y excelente. La población equivalente con tratamiento de aguas que cumple los criterios establecidos en la Directiva 91/271/CEE ha pasado del 41% al 78% en el periodo 1995-2007. Pero, aunque el volumen total de aguas residuales que son depuradas ha aumentado significativamente en los últimos años, no ocurre lo mismo con el porcentaje de agua reutilizada sobre el total de agua depurada.

Gráfico 8B.4. Índice de Calidad General de las aguas

100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0

1998

Excelente

2001

Bueno

Intermedio

2004

Admisible

2007

Inadmisible

Fuente: elaboración propia, datos OSE (2008)

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Con las actuaciones que prevé poner en marcha el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, la cantidad de agua que actualmente se reutiliza se triplicará en el horizonte del año 2015. Por su parte, en las cuencas mediterráneas, el programa A.G.U.A. prevé incrementar las disponibilidades hídricas mediante la reutilización de aguas residuales depuradas. Como se observa en el Gráfico 8B.5 se ha registrado anualmente un crecimiento continuo de las inversiones totales en materia de calidad del agua (excepto en el año 2004). Esto ha sido consecuencia de la reorientación de la política del agua llevada a cabo. Gráfico 8B.5. Inversión en depuración de aguas (Millones de euros) 450 400 350 300 250 200 150 100 50 0

2001

2002

2003

Estado

2004

2005

2006

CC AA

Fuente: elaboración propia, datos OSE (2008)

3.3 Generación y tratamiento de residuos sólidos urbanos El fuerte crecimiento de la tasa de producción de residuos sólidos, que ya supera los 1,5 kg por habitante y día en España, es una manifestación clara de la insostenibilidad de nuestro actual modelo de consumo. La producción de residuos urbanos, tanto en términos totales como por habitante, está creciendo en España a una tasa mayor que el crecimiento del PIB. De hecho, en el año 2006 se incumplió el Plan Nacional de Residuos Urbanos 2000-2006, produciéndose en torno a 8 millones de toneladas más que las fijadas como objetivo. En el periodo 1990-2007 la producción de residuos urbanos en España ha aumentado un 95% en términos absolutos. La cantidad total de residuos urbanos generados en

210


Eco-industrias

2007 fue de 25,5 millones de toneladas, lo que supone un aumento de más del 4% respecto a las cifras de 2006 (Gráfico 8B.6). A nivel estatal se ha elaborado un Plan Nacional Integral de Residuos (2007-2015), en el cual se prevé estabilizar el ratio de generación de residuos urbanos a partir de 2008, disminuir este ratio en un 10% a partir del año 2010 y en un 20% a partir del año 2015. Gráfico 8B.6. Generación de residuos en España 30.000.000 25.000.000

437 357

20.000.000 323

502

474

459

443

556

537

500 400

378

362

330

15.000.000

388

363

488

471

600

537

525

300

Toneladas/año

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

1999

1998

1997

1996

1995

1994

0

1993

100

1992

5.000.000

1991

200

1990

10.000.000

0

Kg/hab/año

Fuente: elaboración propia, datos OSE (2008)

Respecto al tratamiento de los residuos (Gráfico 8B.7), el vertido controlado continúa siendo el destino final prioritario (46,2% en 2007), incrementándose en un 2,3% respecto a 2006. El segundo método de gestión más empleado fue, en 2007, el compostaje cuya importancia se ha incrementado desde 1990 de 2,5 a 8 millones de toneladas. Por otro lado, el vertido incontrolado disminuye progresivamente, pasando de 3,3 millones a 322.000 toneladas en el periodo 1990-2007. La recogida selectiva ha crecido significativamente en los últimos años, pasando del 0,5% en 1990 al 12% en 2007. El cuarto método de tratamiento es la incineración de residuos urbanos con recuperación de energía, que supone el tratamiento del 6,8% de los residuos generados en España en 2007, frente al 2,9% en 1990. La incineración sin recuperación de energía representa un porcentaje mínimo en el tratamiento de los residuos. Por último, la biometanización (digestión anaerobia de los residuos con producción de biogás y compost) experimenta un descenso del 12,7% respecto del año 2006.

211


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Gráfico 8B.7. Gestión de los residuos urbanos en España (2007) Biometanización Recogida selectiva Compostaje Incineración sin recuperación de energía (0%) Incineración con recuperación de energía Biometanización Vertido controlado Recogida selectiva Vertido incontrolado Compostaje Incineración sin recuperación de energía (0%) Incineración con recuperación de energía Vertido controlado Vertido incontrolado

1% 2%

12% 1% 2%

46%

12%

46%

Fuente: elaboración propia, datos OSE (2008)

32%

7% 32%

7%

Aunque existen progresos significativos en materia de gestión de residuos urbanos, todavía la situación no es satisfactoria. Los objetivos previstos en el Plan Nacional de Residuos Urbanos 2000-2006 se incumplieron especialmente en la recogida selectiva y en la valorización energética. El nuevo Plan Nacional Integrado de Residuos 20072015 establece unos objetivos mucho más ambiciosos, dirigidos fundamentalmente a incrementar las tasas de reciclaje y valorización.

4. Potencial de crecimiento del sector de las eco-industrias En términos de Valor Añadido Bruto (VAB), en el informe de la Comisión Europea (2009), se estima que la contribución al PIB de las eco-industrias (incluyendo las energías renovables) alcanzó, como vimos anteriormente en el Gráfico 8B.2, un 3,2% en 2008. Basándonos en esta información y en nuestras estimaciones sobre la contribución al PIB de las energías renovables, que está en torno al 0,7%, las eco-industrias representarían aproximadamente un 2,3% del PIB en el año 2009. Con una acción decidida de cambio hacia un nuevo modelo productivo más sostenible, especialmente en su dimensión medioambiental, el sector de las eco-industrias tiene un amplio potencial de crecimiento. En caso de la puesta en marcha de medidas efectivas de impulso público a las eco-industrias y de una respuesta activa del sector privado, estimamos que en 2025 la contribución de este sector al PIB podría alcanzar un 3,9% (Gráfico 8B.8). Para estimar el potencial de creación de empleo, se han utilizado datos sobre las principales actividades de las eco-industrias en España que se pueden identificar en las estadísticas oficiales. El INE proporciona, para los años 2000-2009, una serie de empleo

212


Eco-industrias

Gráfico 8B.8. Potencial de crecimiento de empleo y VAB del sector de las eco-industrias

2,16

1,11

Empleo

3,93

2,32

VAB

0,00

0,50

1,00

1,50

Situación en 2009

2,00

2,50

3,00

3,50

4,00

4,50

Situación en 2025 bajo el Nuevo Modelo

Fuente: elaboración propia, datos INE

a partir de la EPA desagregando las actividades hasta los dos dígitos en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE). Así, considerando las actividades más importantes de las eco-industrias en nuestro país, las cifras estimadas de empleo en las eco-industrias se basan en los trabajadores de las siguientes ramas de actividad: • Captación, depuración y distribución de agua (grupo 36 CNAE). • Recogida y tratamiento de aguas residuales (grupo 37 CNAE). • Recogida, tratamiento y eliminación de residuos, valorización (grupo 38 CNAE). • Actividades de descontaminación y otros servicios de gestión de residuos (grupo 39 CNAE). • Silvicultura y explotación forestal (grupo 02 CNAE). Nuestras previsiones de cara a 2025 se concretan en el Gráfico 8B.9, donde de nuevo hacemos el ejercicio de plantear dos posibles escenarios: uno en base a la tendencia histórica de crecimiento del sector y otro en el que las actividades de las eco-industrias reciban un impulso decidido por parte tanto del sector público como del sector privado. Los empleos contemplados en el ejercicio de predicción engloban las cinco actividades enumeradas anteriormente.

213


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Gráfico 8B.9. Empleo en el sector de las eco-industrias

529.686

500.000

432.787

400.000 300.000 200.000 100.000

Tendencia

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

0

2000 2001

Número de trabajadores

600.000

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia

Como podemos observar, en 2025 se podrían superar los 500.000 empleos en el sector de las eco-industrias, permitiendo con este nuevo impulso la creación de 100.000 empleos adicionales sobre lo que sería el comportamiento del sector bajo su tendencia actual. Sobre el empleo total, nuestras estimaciones señalan que el volumen de trabajadores de las eco-industrias representaría un 2,16% en 2025, lo que implica que su peso aumentaría en 1,05 puntos porcentuales respecto de la situación actual (Gráfico 8B.8). Por otra parte, hay que destacar que gran parte de los empleos de las eco-industrias no requieren un elevado grado de cualificación, lo cual permitiría a corto y medio plazo reducir el desempleo en grupos de trabajadores procedentes de la construcción y otros sectores industriales que tienen perspectivas de recuperación lenta de la actual crisis económica. El empleo generado por las eco-industrias puede aportar un triple beneficio: • Reducción de la tasa de paro, especialmente importante para grupos de trabajadores que no tienen fácil poder encontrar alternativas a sus sectores productivos.

214


Eco-industrias

• Aumento de la población rural: parte de los trabajadores que se emplearían en las eco-industrias vinculadas a la protección de la naturaleza, pero también en otros ámbitos, residen al menos temporalmente en núcleos rurales cercanos a los lugares de trabajo. Aunque únicamente un pequeño porcentaje de los trabajadores fije su residencia de forma permanente en núcleos rurales, la actividad económica que genera esa población permanente junto con la población flotante reactivaría notablemente las comarcas donde se acometan acciones de protección medioambiental. • Ganancias medioambientales: reducción de CO2 por incremento de las masas forestales, reducción del riesgo de desertificación de los terrenos, aumento de la probabilidad de precipitaciones, mejora y cuidado de la biodiversidad.

5. Medidas para impulsar las eco-industrias El conjunto de actividades productivas que realizan las eco-industrias es clave para mejorar la sostenibilidad en España en su dimensión medioambiental, pero también por el elevado potencial de creación de nuevos puestos de trabajo que hemos estimado existe en este sector. Por ello, consideramos que resulta prioritario que el sector público impulse de forma decidida este sector de las eco-industrias, a través de un conjunto amplio de medidas orientadas a potenciar los distintos ámbitos de actividad. En algunas de estas actividades la presencia de empresas públicas será necesariamente mayoritaria, y sólo se sostendrán mediante la aportación de recursos públicos, pero en otros casos es perfectamente factible buscar una activa participación privada a través de mecanismos de colaboración o búsqueda de iniciativas comerciales (por ejemplo, vinculadas a industrias relacionadas, como el eco-turismo). Las medidas que proponemos, clasificadas en las distintas ramas de las eco-industrias, son las siguientes: Protección de la naturaleza • Elaborar un Plan Estratégico Nacional de Repoblación Forestal, que amplíe y sustituya al vigente Plan Forestal de 2002 (revisado en 2006). En coordinación con las comunidades autónomas, el Gobierno debería liderar este plan de actuación integral en materia forestal, con una perspectiva de medio plazo.

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• Este plan no sólo fijaría unos objetivos cuantitativos globales, que deben ser ambiciosos y aumentar notablemente el ritmo de repoblación de los últimos años4, sino que también debería evaluar la inversión pública necesaria, los tipos de especies más adecuadas, la disponibilidad de agua y las necesidades hídricas de cada zona en repoblación, para optimizar así las actuaciones sobre el territorio. • Dentro de este plan se contemplaría en determinados ámbitos la participación de la iniciativa privada, a través de mecanismos de colaboración público-privada (por ejemplo, cesión de uso de terrenos de propiedad pública para plantación de árboles con fines de explotación maderera, cuyos beneficios serían compartidos entre la administración propietaria del suelo y los inversores privados). • Dotación de un Fondo para la protección de los espacios naturales protegidos. • Promover actuaciones integrales de limpieza y mantenimiento de cauces fluviales. Agua • Ampliar el número de desaladoras previstas en el programa A.G.U.A., como un mecanismo de aumento de la oferta. • Mejorar la gestión de la demanda, racionalizando el consumo per cápita, y especialmente la utilización del agua para usos agrícolas. • Potenciar la sustitución acelerada de métodos de riego tradicional por sistemas modernos de riego localizado. • Iniciar el desdoblamiento de redes en los grandes núcleos urbanos, construyendo redes secundarias de agua reutilizada no destinada al consumo humano (para riego de áreas verdes, saneamiento, etc.). Residuos • Realizar inversiones para potenciar la separación y el reciclaje de determinados tipos de residuos (por ejemplo, aceites utilizados para el consumo humano). • Invertir en I+D+i para estudiar la utilización de residuos para fines energéticos, construcción y otros.

4. En la legislatura actual, el Gobierno adquirió el compromiso de plantar 45 millones de árboles, lo cual ya supone un importante salto cuantitativo en términos de objetivos, pero consideramos perfectamente asumible un objetivo anual considerablemente mayor en el horizonte 2025. Por un lado, existe amplia disponibilidad de terrenos y recursos humanos y, por otro lado, debería valorarse la contribución que las masas forestales pueden realizar para cumplir nuestros compromisos internacionales en materia de emisiones, por su potencial de absorción de CO2.

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8.C Tecnologías de la información y comunicación 1. Introducción Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) constituyen un sector económico que engloba una gran variedad de actividades de fabricación y de servicios. El continuo avance tecnológico dificulta el establecimiento de unos criterios fijos que permitan definir este sector. Es cierto que las telecomunicaciones pueden mirar hacia atrás a una larga trayectoria que se remonta a más de 100 años. Pero los avances que observamos en este sector y en el de las tecnologías de la información desde los años noventa son extraordinarios. Y, sin duda, la llamada “revolución digital” ha sido uno de los desarrollos más importantes para los procesos de globalización económica, política y cultural que vivimos. Aunque, a principios de la década de 2000, el sector sufrió un brusco parón en su rápido crecimiento inicial con el estallido de la denominada burbuja de las empresas “punto. com”, las TIC siguen siendo uno de los sectores más prometedores para el futuro en todo el mundo. Por ello, también consideramos que en el caso de España éste es uno de los sectores por los que hay que apostar con mayor determinación para salir de la crisis y para encaminar el modelo productivo hacia una vía más sostenible. El potencial que se atribuye al sector de las TIC no sólo consiste en el desarrollo de las mismas tecnologías, sino también y sobre todo en el impacto transversal que su implantación tiene en la sostenibilidad económica, en la social y en la ambiental y en la consecuente creación de empleos de alto Valor Añadido: • Para la sostenibilidad económica su aportación de capital tecnológico es clave para el aumento de la productividad de las empresas, la eficiencia de las Administraciones Públicas (mediante el fomento del uso del eDNI o la informatización de la justicia) o de las organizaciones y, por tanto, para la competitividad de los países. • Para la sostenibilidad social es clave para el desarrollo del capital humano (Escuela 2.0, Formación en línea…) para la creación de un sistema de salud moderno (gestión, receta, cita e historial clínicos electrónicos, biotecnología…) o para la atención de la dependencia y la discapacidad (telemedicina, teletrabajo...) o, incluso, en las industrias culturales, permitiendo nuevas formas de creación y

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difusión artística. Asimismo, las TIC resultan imprescindibles en aspectos de tanta repercusión social como son la eliminación del riesgo de brecha digital por motivos de edad, género, origen, etnia o ruralidad. • Para la sostenibilidad ambiental es clave para la generación de procesos más inteligentes, como la reforma de la red eléctrica para facilitar la integración distribuida de energías renovables y de una distribución más adaptada entre la demanda y la oferta, una red de transporte que responda en tiempo real a las necesidades de sus usuarios o una cadena de suministro que optimice el uso de las flotas de distribución. Según un estudio de The Climate Group, la implantación horizontal de las TIC podría reducir hasta cinco veces las emisiones de CO2 que corresponden a ese sector (actualmente se calcula que las TIC son responsables de un 2% del total). (The Climate Group, 2008). En este capítulo vamos a mostrar la importancia que tiene este sector para la economía en general, analizar la situación actual de este sector en España y esbozar el papel que puede jugar en la recuperación económica.

2. Definición del sector TIC El hecho de que éste sea un sector en continuo desarrollo y continuamente expuesto al avance tecnológico conlleva dos dificultades: • No disponemos de series homogéneas de información que abarquen periodos de tiempo prolongados: por ejemplo, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) empiezan en 2003. Los datos existentes no aplican siempre los mismos criterios de clasificación, lo que hace a veces difícil compararlos. • A escala internacional, es complicado encontrar series actualizadas y uniformes que permitan comparar la situación entre países. Así, por ejemplo, algunas fuentes consideran el subsector de los contenidos digitales y servicios audiovisuales incluido dentro del sector TIC, mientras que otras fuentes lo excluyen. De la misma manera, algunos cálculos engloban las actividades de radio y televisión, y otros no. En cuanto a la cuantificación del número de empresas del sector y el volumen de empleo, también hay distintos criterios que dificultan la comparación de datos de distintas fuentes1. Por ejemplo, el INE utiliza otra definición de empresa activa en el

1. Como reflejo de los rápidos avances tecnológicos del sector, en los últimos años ha habido varios cambios para medir el sector en las distintas clasificaciones utilizadas en las estadísticas nacionales e internacionales: el International Standard Industrial Classification of All Economic Activities (ISIC), la Nomenclatura de Actividades Económicas de la Comunidad Europea (NACE) y la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE). Sigue y seguirá siendo un proceso continuo de cambio y adaptación.

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Tecnologías de la información y comunicación

sector que el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) o la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Comunicaciones de España (AETIC). En este documento, nuestro objetivo es intentar dibujar una foto global del sector lo más aproximada posible a la realidad para mostrar tanto su relevancia actual en la economía española como su potencial futuro, por lo que haremos uso de todos los datos disponibles, indicando aquellos puntos en los que la heterogeneidad de los datos de distintas fuentes tenga importancia2. El llamado macrosector de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) se puede dividir en cuatro subsectores: • La fabricación3. • Los servicios de las tecnologías de la información (TI)4. • Las telecomunicaciones5. • Los contenidos digitales y servicios audiovisuales6. Los servicios TI engloban sobre todo el comercio al por mayor y las actividades informáticas. Los contenidos digitales y servicios audiovisuales incluyen la edición y reproducción de soportes de sonido, vídeo e informática grabados, la producción cinematográfica y de vídeo, la distribución de películas y las actividades de radio y televisión7. A lo largo del capítulo, hablaremos globalmente del macrosector de las TIC en su conjunto, entrando sólo en el análisis de los diferentes subsectores cuando se disponga de datos específicos.

2. En general, para medir el sector TIC seguiremos la clasificación CNAE 93 Revisión 1 que corresponde al NACE Revisión 1 y al ISIC Revisión 3.1, que actualmente usa también el INE. La nueva clasificación ISIC Rev. 4, que fue aprobada en 2007, hasta el momento no ha sido aplicada (INE, 2009). 3. CNAE 3001, 3002, 3130, 3210, 3220, 3230, 3320, 3330. 4. CNAE 5160, 5167, 7133, 7221, 7222, 7230, 7240, 7250, 7260. 5. CNAE 6420: la transmisión de sonido, imágenes, datos u otra información por medio de cables y ondas, por repetidor o vía satélite; la comunicación por medio de teléfonos, telégrafos y télex; la transmisión de programas de radio y televisión: los servicios de telefonía de valor añadido: servicio 903, audiotex, etc., el mantenimiento de las redes. Esta subclase comprende también: el suministro de acceso a Internet y las actividades de los locutorios telefónicos. 6. CNAE 2214, 2231, 2232, 2233, 9211, 9212, 9220. 7. Los datos del INE no incluyen los contenidos digitales y servicios audiovisuales. Algunos datos del ONTSI sobre los contenidos digitales y servicios audiovisuales no incluyen las actividades de radio y televisión. El ONTSI es la fuente oficial, junto con la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) y el INE, de datos sobre el sector TIC en España. Es un órgano integrado en la entidad pública empresarial Red. es, de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITyC).

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

3. La importancia del sector De acuerdo con los datos de la Fundación Orange, en 2008 las TIC representaron el 7,4% del PIB mundial. El Gráfico 8C.1 ilustra cómo se reparte esta contribución entre los subsectores8. Los servicios de telecomunicaciones aportan la parte más significativa, con 36.800 millones de euros, seguidos por el software y los servicios informáticos con 24.190 millones de euros (Fundación Orange 2009).

Gráfico 8C.1. Contribución de los sectores TIC al PIB mundial, 2008 Equipos de telecomunicaciones Servicios de telecomunicaciones Software y servicios informáticos Hardware Electrónica de consumo Servicios de TV

0,7% 0,6% 0,8% 0,8%

2,7%

1,8% Porcentaje de contribución total: 7,4

Fuente: elaboración propia, datos Fundación Orange 20099

En el ámbito de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el sector de las TIC actualmente representa un 8% del PIB, y emplea a más de 15 millones de personas. Las principales 250 empresas TIC crecieron un 12% en términos nominales en 2007 y sus ingresos mundiales alcanzaron 3,8 billones de dólares (OCDE, 2008). El comercio de TIC a nivel mundial ha aumentado fuertemente durante la última década, hasta superar la barrera de los 3,5 billones de dólares en 2006, como se muestra en el Gráfico 8C.2. Debido a la crisis económica mundial, el comercio TIC se desaceleró marcadamente en 2007, observándose ya en ese año un descenso de las importaciones estadounidenses y las exportaciones asiáticas. China continuó siendo, con mucha diferencia, el 8. Aquí, obviamente, se ha usado una clasificación diferente a la nuestra. 9. En realidad, la contribución es aún más alta, porque del subsector de los contenidos digitales y servicios audiovisuales este gráfico sólo incluye los servicios de televisión.

220


Tecnologías de la información y comunicación

Gráfico 8C.2. Comercio mundial de bienes TIC, 1996-2007

A precios de mercado, en miles de millones de dólares

4.000 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 0 1996

1997

1998

1999

2000

2001

OCDE equipos de comunicación OCDE componentes electrónicas OCDE otros bienes relacionados con las TIC

2002

2003

2004

2005

2006

2007

OCDE TI y equipamiento relacionado OCDE equipamiento de sonido y vídeo Total TIC no OCDE

Fuente: elaboración propia, datos OCDE 2008a

principal exportador de bienes TIC. Las exportaciones TIC de China se elevaron a 360.000 millones de dólares en 2007, sobrepasando las exportaciones TIC de la UE15 y Estados Unidos juntos. No obstante, incluso en China las exportaciones bajaron casi un 10% en 2008. Entre los países de la OCDE, hay que destacar las exportaciones de Corea del Sur que desde 2001 se duplicaron hasta llegar a 100.000 millones de dólares (OCDE, 2008) El crecimiento de la economía en general está vinculado con el desarrollo del sector de las TIC. Esta relación ha sido demostrada en varios estudios y se puede observar en el Gráfico 8C.3, donde se ve una clara correlación positiva entre el desarrollo económico y las TIC. En una situación de crisis, la producción y la adopción de las TIC tiene un papel fundamental para fomentar la innovación, la productividad y el crecimiento económico. Por un lado, las industrias que se dedican a la fabricación de estas tecnologías contribuyen directamente a través de su propio progreso tecnológico, con nuevos productos y nuevos servicios que en este sector se desarrollan a velocidad de vértigo. Pero también, y de forma muy importante, el uso de las TIC mejora la productividad de otros factores de producción y generan innovaciones y ganancias de eficiencia en otros sectores, por lo que hay que considerar la existencia de importantes efectos spillover o “externalidades de red”, tan positivos para el resto de la economía (Comisión Europea, 2009a).

221


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 3. Correlación PIB per cápita e índice eReadiness*

9

DIN

R²=0,5223

RU

Índice iReadiness

8,5

ALE JAP

8

FR ITA

7,5

POR

SUE FIN

EE UU HOL

SUI

IRL

BEL ESP

7 GRE

6,5 6 10

15

20

25

30

35

40

45

PIB per cápita PPA (miles de euros/habitante)

Fuente: elaboración propia, datos Fundación Telefónica 2009 * e-Readiness: es un índice que mide la situación de la infraestructura de las TIC de un país, y la capacidad de sus gobiernos, empresas y consumidores para emplearlas en su beneficio. Este índice ha sido desarrollado por la Economist Intelligence Unit junto con el IBM Institute for Business Value. http:// graphics.eiu.com/upload/ibm_ereadiness_2008.pdf.

La industria de las TIC realiza considerables inversiones para mantener este fuerte ritmo de innovación. A nivel de la OCDE, el sector TIC gasta en I+D+i cerca de dos veces y media más que el sector del automóvil y más del triple que el sector farmacéutico (OCDE, 2008b), si bien hay que señalar que una gran parte de estas inversiones (el 40%) están actualmente concentradas en Estados Unidos. 3.1 Impacto de las TIC sobre la productividad Aunque el impacto de las TIC es positivo en todos los países del mundo en términos de productividad, hay diferencias entre países y regiones. Como se observa en el Gráfico 8C.4, la UE no ha sabido aprovechar las TIC para aumentar su productividad tanto como los EE UU. En Europa, durante la segunda mitad de los años noventa y la primera mitad de la década presente, las TIC contribuyeron aproximadamente un 50% al aumento observado de la productividad del trabajo. Su contribución en EE UU fue de un 74% durante el primer periodo, mientras que se ha reducido a un 32% en los últimos años. Con todo ello, las TIC han sido un factor decisivo para explicar las diferencias que hubo en el desarrollo de las dos economías. Un análisis más detallado demuestra que una gran parte de las ganancias de eficiencia observadas en EE UU se puede atribuir a efectos spillover del desarrollo anterior en el sector TIC. (i2010 High Level Group, 2006).

222


Tecnologías de la información y comunicación

Gráfico 8C.4. Crecimiento de la productividad del trabajo agregado y sus fuentes

Crecimiento anual en porcentaje

3 2,5 17%

2

50%

9%

1,5 1

25% 30%

2%

25%

18%

14%

48% 44%

0,5

11%

20%

36%

21%

30%

0 UE-15

EEUU

UE-15

1995-2000 Inversión en TIC Inversiones no relacionadas con las TIC

EE UU 2000-2004

Aumento en eficiencia / sector TIC Aumento en eficiencia / resto de la economía

Fuente: elaboración propia, datos i2010 High Level Group 2006

Como señala la propia Comisión Europea, a la UE le faltan mecanismos para aprovechar la innovación en los servicios TIC y lograr que generen amplias mejoras de eficiencia y, de forma general, se apunta la necesidad de un nuevo modelo de innovación y cambio tecnológico con mayor énfasis en el capital humano (Comisión Europea, 2009a). El i2010 High Level Group destaca, además, otros problemas como la necesidad de hacer más inversiones en I+D+i, la falta de adaptación por parte de las pymes, la importancia de la aplicación de las TIC en las Administraciones Públicas y el gran obstáculo que representa la fragmentación del mercado europeo (i2010 High Level Group, 2006).

4. La situación de las TIC en España La situación de las TIC en la economía y en la sociedad española, aunque ha cambiado bastante durante los últimos años, es aún contradictoria. Por un lado, no cabe duda de que el Plan Avanza ha sido un éxito y ha tenido efectos positivos notables. Según la Comisión Europea, España demuestra buenos resultados en los servicios del eGovernment y su disponibilidad para ciudadanos y empresas, y también en algunos indicadores de banda ancha (Comisión Europea, 2009b). En esta misma línea, la OCDE destaca, en un primer avance de su estudio sobre el desarrollo de la Sociedad de la Información en España, cómo el Plan Avanza “supone un caso de éxito que

223


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

trasciende fronteras y puede ser presentado como ejemplo de interés para otros países que aborden planes parecidos” (MITyC, 2009). España está cumpliendo los objetivos de Lisboa con respecto al porcentaje de hogares con acceso a banda ancha y de empresas con acceso a Internet en general y a través de banda ancha. Está cerca de cumplir los objetivos con respecto al porcentaje de hogares con acceso a internet y en materia de la disponibilidad y el uso de eAdministración para ciudadanos y empresas (Fundación Orange, 2009). Por otro lado, España alcanzó sólo un grado medio de convergencia con la UE-15 y un grado bajo de convergencia entre las comunidades autónomas. En comparación con la media europea, resaltan especialmente las siguientes diferencias: el porcentaje que contribuye el sector de las TIC al PIB, el número de empresas con página web, el gasto en innovación y en el uso de Internet en la educación. Las áreas rurales y los colectivos en riesgo de exclusión están quedando fuera de la Sociedad de la Información. Además, el acceso a banda ancha de las empresas de menos de 10 empleados no está tan generalizado como cabía esperar. El uso de las TIC, tanto por parte de las empresas como de los hogares, todavía está por debajo de la media de la UE y el progreso es lento (Comisión Europea, 2009b). España es líder en cobertura de banda ancha, con un 99% de la población (que se convertirá en un 100% a partir del 1 de enero de 2011), pero la penetración es inferior a la de la UE-15. En el primer trimestre de 2009, el 54% de los hogares en España tenía acceso a Internet, mientras que la media de la UE-15 era un 64%. Aunque la conexión de los hogares es inferior a la media europea, en el caso de la conectividad de las empresas, España ocupa el segundo lugar. El porcentaje de conexiones de banda ancha con una velocidad superior a 2 Mbps es significativamente más alto que la media europea, ocupando España el cuarto lugar de la UE (Comisión Europea, 2009b). España es, además, líder de la UE en porcentaje de población usuaria de la banda ancha móvil, con un 26%, frente a la media europea del 13% (Comisión Europea, 2009b). España demuestra buenos resultados con respecto a los indicadores de conectividad a través de móviles. Después de Suecia es el segundo país en número de líneas 3G. Pero aunque España es, asimismo, el segundo país del mundo (por detrás de Brasil) en porcentaje de internautas que participan en redes sociales, con un 75%, el uso de servicios de Internet por parte de los ciudadanos es significativamente inferior a la media europea. Excepciones son los cursos por Internet, la lectura del periódico y el consumo de medios por Internet (Comisión Europea, 2009b). La asimilación de servicios de eGovernment por parte de los ciudadanos está en la media de la UE, pero por parte de las empresas España ocupa el penúltimo lugar. La alta disponibilidad de servicios en línea no se ve reflejada en su uso (Comisión Europea, 2009b). La Tabla 8C.1 demuestra las mejoras que ha habido desde el año 2003, pero también la poca importancia que tiene el comercio electrónico hasta ahora.

224


Tecnologías de la información y comunicación

Tabla 8C.1. Principales indicadores del uso de las TIC y del comercio electrónico (En porcentaje) 2003

2004

2005

2006

2007

Empresas que disponen de conexión a Internet

87,5

90

92,5

94,3

94,9

Empresas con conexión a Internet y sitio/página web

45,5

48,3

50,1

51,9

57,5

Empresas con conexión a Internet que disponen de banda ancha

81,2

83,7

93,9

95,2

97,1

Empresas que disponen de e-mail

83,7

85,7

90,3

92,4

93,3

9,5

10,6

17,2

19,3

21,4

3

3,5

8,9

8,8

11

Empresas que compran por comercio electrónico Empresas que venden por comercio electrónico Fuente: elaboración propia, datos INE

En el comercio electrónico España está también por debajo de la media europea, lo cual está correlacionado con el bajo nivel de habilidades tanto de especialistas como de usuarios, que también es inferior a la media de la UE (Comisión Europea, 2009b). La estrategia del Plan Avanza para fomentar el comercio electrónico basada en la factura electrónica no ha dado los resultados esperados. En 2008, apenas el 14% de las empresas españolas de más de 10 empleados envió o recibió facturas electrónicas, frente al 22% de la media europea o el 40% de Estonia, que es el país líder en este indicador. Además, en España, sólo un 13% de los individuos, un 22% de las empresas con más de 10 empleados, y un 11% del resto de empresas realiza comercio electrónico, todavía muy lejos de los niveles medios europeos. La explicación que nos sugiere el Gráfico 8C.5 es que España, hasta el año 2006, había gastado poco en tecnologías de la información y comunicación. Sobre todo en cuanto a las tecnologías de la información, España se queda bastante lejos de los países de referencia (Tabla 8C.2). Si comparamos el peso económico del sector de las TIC con el que tiene en otros países de la OCDE, se muestra una imagen más diferenciada. Vemos que la rama de las manufacturas españolas queda muy por detrás del resto. Pero los servicios de telecomunicación tienen un peso mayor sólo en EE UU, Finlandia, Portugal y Corea, y puede observarse que España está por encima de las economías europeas más importantes. A continuación se esboza el estado del sector español de las TIC con respecto a su importancia en número de empresas y ocupados, y su tamaño en cuanto a su contribución al total de la economía española.

225


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8C.5. Gastos en TIC por país, 2006

8

Porcentaje del PIB

7 6

3,4

5

3,5 2,9

4

2,7 3,3

3,1

2,1

2,3

EE UU

Francia

1,7

1,4

3,1

3,2

Italia

España

3 2

4,2 3,0

1

2,9

2,8

0 Japón

Reino Unido Alemania

UE-15

Gasto en telecomunicaciones

Gasto en tecnologías de la información

Fuente: elaboración propia, datos EUROSTAT Nota: los gastos incluyen el mercado entero, es decir, tanto el gasto público como privado, y tanto de empresas como de hogares y personas individuales.

Tabla 8C. 2. El peso relativo de las TIC sobre la economía por país (En porcentaje) Peso relativo de manufacturas TIC sobre el total del valor añadido de manufacturas Manufacturas TIC

Variación porcentual 1995-2006

Servicios Telecomunicaciones

Otros servicios TIC

Variación porcentual 1995-2006

5,6

1,0

3,0

4,5

-0,6

Corea

21,1

5,1

5,6

2,7

1,6

España

2,3

-1,5

4,3

4,0

1,1

Alemania

Estados Unidos

7,7

-2,6

4,7

4,2

0,3

20,1

11,4

5,0

6,8

4,1

Francia

5,2

-1,1

2,8

5,8

0,3

Italia

4,2

-

3,5

5,2

2,2

Japón

12,8

0,2

3,3

2,4

1,1

OCDE media

7,2

0,3

4,0

4,9

1,6

Portugal

2,8

-1,0

5,5

3,0

0,7

Reino Unido

6,0

-2,3

3,9

7,9

2,1

Finlandia

Fuente: elaboración propia, datos OCDE 2009.

226

Peso relativo de servicios TIC sobre el total del valor añadido de servicios


Tecnologías de la información y comunicación

4.1 Las empresas del sector TIC Por las razones ya mencionadas hay ciertas incongruencias entre las cifras presentadas en las diferentes fuentes. Teniendo en cuenta todos los subsectores, en este informe se calcula que en el sector español de las TIC operan 45.147 empresas, que se reparten entre los diferentes subsectores según muestra la Tabla 8C.3. Tabla 8C.3. Número de empresas del sector TIC en España, 2007 Fabricación Servicios TI Telecomunicaciones Contenidos digitales y servicios audiovisuales Total

1.961 39.098 662 3.426 45.147

Fuente: elaboración propia, datos INE, ONTSI 2009b

En términos del número de empresas, el mayor subsector es el de las tecnologías de la información, con más del 86%, seguido por el de contenidos digitales y servicios audiovisuales con casi un 8%. La rama de fabricación constituye algo más del 5% y las telecomunicaciones apenas un 2%. Los datos del INE presentados en el Gráfico 8C.6 muestran que los servicios de TI no sólo son el subsector de mayor tamaño, sino también es el área en el que más empresas nuevas se han creado durante los últimos años. En cambio, el número de empresas dedicadas a la fabricación no ha sufrido variaciones sustanciales, y en las telecomunicaciones se ha experimentado un descenso. Dentro de la rama de los servicios TI, las actividades informáticas son la actividad más importante y la que más está creciendo. La tasa media anual de crecimiento de las actividades informáticas entre 2003 y 2007 fue del 9,2%, mientras que la del sector de las TIC en total se situó en un 6%. Pensando en políticas o medidas de apoyo para este subsector de la informática, un dato importante a tener en cuenta es que la gran mayoría de las empresas que operan en él son pequeñas, con diez o menos asalariados (ONTSI, 2009a).

227


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8C.6. Número de empresas en el sector TIC, 2007 45.000

35.000

662

824

40.000

823

1.035

1.099

30.000 25.000 20.000 15.000

37.522

39.089

2.131

2.023

1.961

2005

2006

2007

32.368

34.382

2.040

2.049

2003

2004

29.935

10.000 5.000 0

Fabricación

Servicios TI

Telecomunicaciones

Fuente: elaboración propia, datos INE

4.2 El empleo del sector TIC Según los datos del INE y del ONTSI, en 2007 el sector dio empleo directo a 454.222 personas. Se distribuyeron entre los diferentes subsectores como muestra la Tabla 8C.4.

Tabla 8C.4. Número de ocupados en el sector TIC en España, 2007 Fabricación

51.289

Servicios TI

303.419

Telecomunicaciones

60.781

Contenidos digitales y servicios audiovisuales

38.733

Total Fuente: elaboración propia, datos INE, ONTSI 2009.

228

454.222


Tecnologías de la información y comunicación

La gran mayoría de trabajadores del sector (66,8%) trabaja en el subsector de los servicios TI, seguido por las telecomunicaciones, con un 13,4%, la fabricación, con 11,3%, y los contenidos digitales y servicios audiovisuales, con un 8,5%. Si se incluyera todo lo que es empleo indirecto, de acuerdo con los datos del ONTSI, el empleo del sector TIC superaría los 1,5 millones de trabajadores, lo cual supondría aproximadamente el 7,5% del total de trabajadores de España (ONTSI, 2009b). Durante los últimos años, el empleo en el sector ha crecido continuamente. Este crecimiento del total se debe sobre todo al incremento de los servicios TI que en 2007 representa un 66,8% del total del sector (Gráfico 8C.7). El aumento en la cantidad de empresas, en este caso, ha ido acompañado por la creación de empleo. De nuevo, las actividades informáticas constituyen la rama más dinámica con una tasa de crecimiento medio anual de un 7,5%, en comparación con un 3,2% del total del sector (ONTSI, 2009a) (Tabla 8C.5). Gráfico 8C.7. Empleados por ámbito de actividad en el sector de las TIC, 2007

Fabricación Servicios TI Telecomunicaciones Contenidos digitales y servicios audiovisuales*

8,5%

11,3%

13,4%

66,8%

Fuente: elaboración propia, datos INE, ONTSI 2009 * Las actividades de radio y televisión excluidas.

229


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tabla 8C.5. Evolución del empleo en el sector TIC español 2003

2007

Tasa de crecimiento medio anual

Fabricación

52.683

51.289

-0,7

Servicios TI

240.768

303.419

6,0

Telecomunicaciones

72.186

60.781

-4,2

Total

365.637

415.489

3,2

2005

2008

Tasa de crecimiento medio anual

12.701

13.586

2,3

Contenidos digitales y servicios audiovisuales*

Fuente: elaboración propia, datos INE, ONTSI 2009 * Las actividades de radio y televisión excluidas.

Mientras que el empleo en la fabricación de TIC se quedó más o menos estancado, el número de empleos en el subsector de las telecomunicaciones bajó de forma continua. Esta reducción se debió fundamentalmente a las operaciones de integración entre las grandes operadoras (el 55% del total del empleo en este subsector son trabajadores de la empresa Telefónica). La serie de datos sobre el subsector de los contenidos digitales y servicios audiovisuales es más corta y sólo disponemos de información que excluye las actividades de radio y televisión. El número de empleados en este subsector creció ligeramente, de 12.701 en 2005 a 13.586 en 2008, lo que corresponde a una tasa de crecimiento media anual de un 2,3%. La producción cinematográfica y de vídeo representa hoy el 74,2% del empleo de este subsector (ONTSI, 2009a). Pero si se incluyen las actividades de radio y televisión, su peso se reduce bastante, a un 28%, frente a un 61% de servicios audiovisuales (ONTSI, 2009b). El empleo creado en el subsector de las tecnologías de la información es altamente cualificado. La gran mayoría de los empleados (80%) tiene contratos fijos. Casi el 60% de los empleados tienen un nivel de formación alto. Además, es empleo de alta productividad. A diferencia de la tendencia que se puede observar generalmente en el mercado laboral español –donde la productividad se reduce con el aumento del número de empleados– en las tecnologías de la información la productividad por empleado crece a medida que aumenta también el número de empleos (AETIC, 2008) (Tabla 8C.6).

230


Tecnologías de la información y comunicación

Tabla 8C.6. El empleo en el subsector de las tecnologías de información en 2008 Contratos fijos Contratos no fijos

80% 20%

Titulados No titulados

58% 41%

Hombres Mujeres

64% 36%

Fuente: elaboración propia, datos AETIC 200810

4.3 Cifras de negocio Si se examina la cifra de negocio (Gráfico 8C.8), el peso relativo de los subsectores de las TIC cambia, y las telecomunicaciones –que contribuyen muy poco al número total de las empresas y poco al empleo total del sector– ganan bastante peso.

En millones de euros nominales

Gráfico 8C.8. Cifra de negocio del sector TIC 120.000 100.000 39.439

80.000 33.238

60.000

36.346

37.442

29.835

40.000 37.841

40.587

43.242

9.537

9.406

10.297

2003

2004

47.557

50.747

20.000 0

Fabricación

2005

Servicios TI

12.262

13.517

2006

2007

Telecomunicaciones

Fuente: elaboración propia, datos INE.

10. En la Tabla 8C.6 seguimos la clasificación de la AETIC que cuenta como componentes de las tecnologías de la información: hardware, software, servicios informáticos, servicios telemáticos y equipos ofimáticos. (AETIC, 2008).

231


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

El macrosector de las TIC en su conjunto facturó en 2008 un total de 114.320 millones de euros, logrando un incremento del 1,5% respecto a 200711. El crecimiento entre 2005 y 2008 ha sido de un 16%. Aproximadamente, un 45% de la facturación de 2008 es debida a los servicios TI, un 35% a las telecomunicaciones, un 12% a la fabricación y casi un 8% a los contenidos digitales y servicios audiovisuales (ONTSI, 2009b). La facturación en el subsector de las telecomunicaciones ascendió en 2007 a más de 39.000 millones de euros. Las comunicaciones móviles y la banda ancha fueron los segmentos más dinámicos: el 47,8% de los ingresos de los minoristas proceden de las comunicaciones móviles, el 22,5% de telefonía fija y el 12,3% de servicios de Internet. Los servicios derivados de la banda ancha aumentaron en 2008 un 13,4%, mientras que los servicios mayoristas disminuyeron un 4,1% siguiendo la tendencia decreciente iniciada en 2003 (ONTSI, 2009b). La facturación en el subsector de los contenidos digitales y los servicios audiovisuales (incluyendo las actividades de radio y televisión) en 2008 ascendió a 10.131 millones de euros, un 1% más que en 2007. Un 55% de este aumento se debió a los servicios audiovisuales y el 15% a las actividades de producción cinematográfica y de vídeo (ONTSI, 2009b). Si se excluyen las actividades de radio y televisión, la facturación en el año 2008 fue de 2.801 millones de euros, casi un 10% más que en el año 2007. Este incremento se debió a la distribución de películas con un incremento del 21%, seguido por la producción cinematográfica y de vídeo con un 6,9%. Juntos representan el 87,4% del total del subsector (ONTSI, 2009a). La tasa media de crecimiento entre 2005 y 2008 fue del 6,5%, pero entre 2006 y 2007 llegó hasta un 15,6% (ONTSI, 2009a). Incluyendo el subsector de los contenidos digitales y servicios audiovisuales en el análisis de 2008, se ve claramente el mayor peso que tienen las telecomunicaciones en cuanto a la facturación, comparándolo con su contribución al empleo (Gráfico 8C.9). Es importante destacar que del 44,6% que corresponde a los servicios TI, aproximadamente la mitad proviene del comercio al por mayor y la otra mitad a los servicios informáticos (el 23,3% y el 21,3%, respectivamente), y que pese a ser las TI el subsector en el que más empresas operan y más personas están trabajando, su peso relativo en términos de facturación cae en comparación con los otros subsectores. Sin embargo, en cuanto a la tasa media de crecimiento anual de la cifra de negocios entre 2003 y 2007, las actividades informáticas, con un 10,4%, quedaron por delante de las telecomunicaciones, con un 7,2%. Este último subsector creció, además, por debajo de la tasa del sector en general, un 7,6%. A partir del año 2006 se notaron claramente los efectos del Plan Avanza, especialmente en la rama de las actividades informáticas con tasas de crecimiento interanuales del 16% entre 2005/2006 y del 14,3% entre 2006/2008. 11. El Gráfico 8C.8 demuestra una cifra más baja, primero, porque no llega a 2008 y, segundo, porque no incluye el subsector de los contenidos digitales y servicios audiovisuales.

232


Tecnologías de la información y comunicación

Gráfico 8C.9. Facturación del sector TIC, 2008

Fabricación Servicios TI Telecomunicaciones Contenidos digitales y servicios audiovisuales*

8,8%

11,9%

34,7% 44,6%

Fuente: elaboración propia, datos INE, ONTSI 2009 * Las actividades de radio y televisión excluidas.

4.4 Valor añadido a precios de mercado y productividad del sector De acuerdo con los datos del INE, el VAB del sector de las TIC se situó en 2008 ligeramente por encima de los 42.000 millones de euros. El peso relativo del sector TIC en la economía sitúa a España todavía por debajo de la media de los países de la UE (4,98% en 2006 según Eurostat). Si se suma el porcentaje del PIB del total del sector TIC y de los contenidos digitales y servicios audiovisuales se llega a un 4,1% del PIB en 200812. Si se incluye todos los efectos indirectos inducidos por el sector, así como también los derivados de las externalidades de red, el ONTSI estima que el Valor Añadido Bruto total generado por las TIC ascendió en 2008 a 246.160 millones de euros, es decir, seis veces más alto que el VAB directo del sector (ONTSI, 2009b). En el subsector de los contenidos digitales y los servicios audiovisuales, incluyendo las actividades de radio y televisión, como muestra la Tabla 8C.7, el VAB a precios de mercado alcanzó 6.395 millones de euros en 2008, un 0,6% del PIB (ONTSI, 2009b).

12. Según los criterios que se utilicen para definir el sector de las TIC, el peso del sector puede variar. Así, por ejemplo, el ONTSI estima que el VAB del sector asciende a 64.000 millones de euros en 2008, lo que representaría un 5,9% del PIB (ONTSI, 2009b).

233


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tabla 8C.7. VAB como porcentaje del PIB, 2007 Euros

Porcentaje

Fabricación

3.036.407.000

0,3

Servicios TI

14.625.884.000

1,4

Telecomunicaciones

18.745.740.000

1,8

Total sector TIC*

36.408.031.000

3,5

6.395.000.000

0,6

Contenidos digitales y servicios audiovisuales**

Fuente: elaboración propia, datos INE y ONTSI 2009b * Sin contenidos digitales y servicios audiovisuales. ** Datos de 2008.

Comparando el crecimiento del Valor Añadido Bruto del sector con el del empleo, se observa que el sector TIC aumentó su productividad más de un 26% entre 2005 y 2008 (ONTSI, 2009b). 4.5 Balanza comercial El comercio en el sector español de las TIC se concentra bastante en el mercado doméstico, con un 75% de las ventas del sector realizadas en el mercado interior de España. En cuanto al comercio exterior, el mercado europeo tiene mucha más importancia que otras regiones del mundo: el 18,5% de las ventas van al mercado europeo y sólo un 6,9% se vende al extranjero, fuera de la Unión Europea (ONTSI, 2009a). En la Tabla 8C.8 se puede ver que el porcentaje de las tecnologías de la información sobre el total de las exportaciones españolas es mucho menor que el porcentaje del total de las importaciones. Al igual que sucede con la balanza comercial general del país, la balanza comercial del sector TI es negativa. Tabla 8C.8. Peso de las TI en el comercio exterior español, 2008 Exportaciones TI

0,4% del total de la exportaciones españolas

Importaciones TI

1,7% del total de las importaciones españolas

Balanza Comercial TI

-4.555.310.000 €

Balanza Comercial España

-63.625.000.000 €

Fuente: elaboración propia, datos AETIC 2008 Nota: En esta tabla seguimos la clasificación de la AETIC que cuenta como componentes de las tecnologías de la información: hardware, software, servicios informáticos, servicios telemáticos y equipos ofimáticos (AETIC, 2008).

234


Tecnologías de la información y comunicación

5. Inversiones Las empresas del hipersector TIC invirtieron en 2008 casi 13.000 millones de euros, un 58% de los cuales corresponden a inversiones realizadas por empresas de las tecnologías de la información y un 37% a los operadores de telecomunicación. En 2008, la inversión TIC respecto a la Formación Bruta de Capital fijo supuso un 4% (ONTSI, 2009b) (Gráfico 8C.10). Gráfico 8C.10. Inversión del sector TIC en España, 2008

Tecnologías de la Información Telecomunicaciones Contenidos digitales y servicios audiovisuales

5,2%

37,2% 57,6%

Fuente: elaboración propia, datos ONTSI 2009

Las empresas de las tecnologías de la información invirtieron 7.000 millones de euros en 2008: el 74% fue inversión realizada por actividades informáticas y alquiler de equipos, el 15,4% al comercio y el 10,5% a la fabricación (ONTSI, 2009b). Por parte del subsector de las telecomunicaciones, las inversiones bajaron en 2008 un 11% en comparación con 2007, hasta situarse en 4.798 millones de euros. Destaca el aumento en los operadores del segmento del transporte y difusión de la señal audiovisual, en las comunicaciones por satélite y algunos operadores como Yoigo, Telecable Asturias y Jazztel. La inversión del subsector de las telecomunicaciones respecto a la Formación Bruta de Capital fijo supuso el 1,5% (ONTSI, 2009b). Según el propio sector, la inversión global en el subsector no ha dejado de crecer en los últimos cinco años, alcanzando, en 2007, 5.755 millones de euros (Redtel, 2008). En el subsector de los contenidos digitales y los servicios audiovisuales, incluyendo las actividades de radio y televisión, se invirtieron en 2008 casi 670 millones de euros, un 4,8% menos que en 2007. Siguiendo la tendencia del sector, los operadores de televisión disminuyeron la inversión efectuada en 2008 (ONTSI, 2009b).

235


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

En cambio, la inversión en el sector, dejando las actividades de radio y televisión aparte, ha aumentado en 2008 un 3,8%. Alcanzó casi 300 millones de euros, la mayor parte en la rama de la edición de soportes de sonido grabado con un 62,6% del total, seguido por la producción cinematográfica y de vídeo, con un 27,1% (ONTSI, 2009a). Las inversiones en I+D y actividades innovadoras juegan un papel crucial para el desarrollo del sector en el futuro. La Tabla 8C.9 muestra el esfuerzo realizado durante los últimos años para aumentar el gasto dirigido a estas actividades. La tasa media anual de crecimiento del gasto interno en I+D y en actividades de innovación del sector TIC entre los años 2003 y 2007 fue sistemáticamente más alta que la del sector empresarial total. De nuevo, los servicios tuvieron un impacto mucho mayor que la fabricación. Entre el año 2005 y 2006 se ve claramente el impacto del Plan Avanza. La tasa de crecimiento del sector TIC para este periodo fue del 42,6% en gasto interno en I+D y del 49,2% en actividades de innovación, mientras que las mismas cifras del total del sector empresarial fueron del 19,6% y 21,3%, respectivamente. Tabla 8C.9. Gasto en I+D+i, 2003-2007 (Tasa media anual de crecimiento) Gasto interno en I+D

Actividades de innovación

14,3%

13,5%

21%

41%

18,8% 13,8%

34,5% 12,8%

Fabricación TIC Servicios TIC Total sector TIC Total sector empresarial Fuente: elaboración propia, datos INE 2009

No obstante, en comparación con el resto de los países de la OCDE, España todavía tiene niveles de gasto en I+D e innovación modestos. Un síntoma del retraso español en este ámbito se observa en el porcentaje relativamente bajo de patentes TIC sobre el total nacional de patentes (Gráfico 8C.11).

236


Tecnologías de la información y comunicación

Gráfico 11. Patentes TIC por país, 2005

Porcentaje del total nacional de patentes

70 60 50 40 30

63,7

20

37,8

30,5

10

26,8

21,9

20,4

17,7

17,7

16,1

13,4

Reino Unido

UE-27

Alemania

Italia

9,7

0 China

Portugal

Japón

Finlandia

Francia

EE UU

España

Fuente: elaboración propia, datos Fundación Orange 2009

6. Potencial del sector de las TIC para un modelo productivo más sostenible Pensando en el potencial que ofrece el sector de las TIC para un modelo productivo más sostenible, nos queremos centrar en este apartado en el empleo que puede crear este sector y el crecimiento del VAB que se puede esperar con un horizonte de una década, hasta 2025. Según un cálculo recientemente publicado por la Asociación de Empresas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de España (AETIC), por cada 1.000 millones de euros invertidos se pueden crear casi 100.000 empleos. Este cálculo tendría en cuenta empleos directos, indirectos e inducidos (AETIC, 2009). La mayor parte se crearía en el mismo sector de las TIC, pero también se estimó que hay un gran potencial en la digitalización de procesos en el sistema de salud y en la construcción de redes eléctricas inteligentes. Las estimaciones de AETIC se basan en una metodología que publicó la Information Technology & Innovation Foundation (ITIF) en 2009 sobre el potencial del sector para EE UU y el Reino Unido. Según la ITIF, una inversión en EE UU de 30.000 millones de dólares en la infraestructura digital crearía aproximadamente 949.000 empleos, y una inversión de 15.000 millones de libras en el Reino Unido generaría 700.000 empleos (Andes y Castro, 2009). Hemos basado nuestras estimaciones en tres escenarios diferentes: uno que se puede llamar pesimista y que se corresponde con la senda de crecimiento que mostró el sector

237


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

antes del Plan Avanza; otro que llamamos tendencial que cuenta con la prórroga del Plan Avanza a través del Plan Avanza 2 con el presupuesto medio anual del Plan Avanza 1, y uno más optimista que estima los impactos de un Plan Avanza 2 más reforzado con un significativo aumento presupuestario. En el Gráfico 8C.12 se observa que el crecimiento del sector sin renovación del Plan Avanza generaría hasta 2025 pocos empleos más de los que tenía el sector antes de la crisis. Esto señala el impacto y la importancia que ha tenido esta iniciativa estatal. Si seguimos con el mismo esfuerzo, se prevé que probablemente lleguemos a un total de casi 680.000 empleos en este sector en 2025. El escenario más optimista apunta a que con un mayor esfuerzo sería posible aumentar el total de ocupados hasta más de 856.000 en 2025. De estos 856.000 empleos, el 47% requerirá un nivel de estudios universitarios o de enseñanza de grado superior, un 45% requerirá estudios secundarios, y sólo un 8% estudios primarios. Teniendo en cuenta la cantidad y el perfil del empleo en el sector actualmente, calculamos que se necesitarían, hasta 2025, 483.247 empleos adicionales con respecto a 2009, que se distribuirían en los diferentes niveles de estudios, como muestra la Tabla 8C.10. Gráfico 8C.12. Empleo en el sector TIC 900.000

856.128

Número de trabajadores

800.000 677.252

700.000 600.000 500.000

443.297

400.000 300.000 200.000 100.000

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

0

Escenario sin renovación del Plan Avanza Escenario Plan Avanza 2 Escenario Plan Avanza 2 reforzado Fuente: elaboración propia, datos INE Nota: los datos del INE presentados aquí no incluyen el subsector de los contenidos digitales y servicios audiovisuales. Con lo cual el crecimiento estimado aún podría ser más elevado.

238


Tecnologías de la información y comunicación

Tabla 8C.10. Necesidades de recursos humanos adicionales en 2025 respecto a 2009 Estudios Primarios Estudios Secundarios Estudios Superiores Total

38.660 217.461 227.126 483.247

Fuente: elaboración propia.

Pero esto no sólo depende del diseño de un Plan Avanza reforzado, sino también del esfuerzo del sector privado y del desarrollo en otros sectores para adaptarse a los avances tecnológicos en el sector de las TIC. Las telecomunicaciones –aparte de la generación del empleo en el propio sector– posibilitan el desarrollo de nuevas formas de trabajo como, por ejemplo, el teletrabajo (Redtel, 2008) (Gráfico 8C.13). Se trata de una rama económica que todavía tiene mucho potencial en España y que ayuda: - a la sostenibilidad económica, reduciendo los gastos de trabajadores y empresas en transporte innecesario; - a la sostenibilidad social: facilitando la conciliación de la vida familiar y profesional; - a la sostenibilidad ambiental, reduciendo las emisiones de CO2 por el menor transporte y por reducción de los atascos del resto del transporte. La repercusión de los escenarios representados sobre la evolución del VAB a precios de mercado se puede observar en el Gráfico 8C.14. Según el esfuerzo, el sector puede llegar a superar los 120 mil millones de euros en el año 2025.

239


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8C.13. Teletrabajadores en Europa 18% 16% 14% 12% 10% 8% 6% 4% 2% 0 Media UE-10

España

Francia

Italia

Irlanda Alemania Reino Dinamarca Holanda Unido

Suecia Finlandia

Teletrabajador ocasional (menos de un día a la semana) Teletrabajador regular (al menos un día a la semana)

Fuente: elaboración propia, datos Redtel 2008

Gráfico 8C.14. VAB del sector TIC 140.000

120.946 120.000

96.400

Millones de euros

100.000 80.000 60.000

50.199

40.000 20.000

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

0

Escenario sin renovación del Plan Avanza Escenario Plan Avanza 2 Escenario Plan Avanza 2 reforzado

Fuente: elaboración propia, datos INE Nota: los datos del INE presentados aquí no incluyen el subsector de los contenidos digitales y servicios audiovisuales. Con lo cual el crecimiento estimado aún podría ser más elevado. VAB real base 2000.

240


Tecnologías de la información y comunicación

7. Medidas para impulsar el sector TIC En línea con la actuación actual y los escenarios expuestos en el apartado anterior, apoyamos la continuación y el reforzamiento del Plan Avanza. Proponemos aumentar el presupuesto del Plan Avanza 2 respecto al Plan Avanza original, para duplicar la inversión en este ámbito a lo largo de la legislatura actual conforme a lo previsto en el programa electoral y las previsiones del Gobierno para el programa INGENIO. Recomendamos que se realicen las inversiones públicas necesarias para conseguir que, en esta legislatura, España tenga una inversión anual en capital tecnológico superior a la media de la UE-15, en línea con el objetivo básico de la Estrategia Nacional de Ciencia y Tecnología y el Plan Nacional de I+D+i. Creemos oportuno que se incluya las infoestructuras en el Plan Director de Infraestructuras y que se defina un Plan Estratégico con el objetivo de: • Fijar un crecimiento mínimo del 25% de las cantidades incluidas en el Presupuesto de 2008, favoreciendo la expansión de las redes de nueva generación (fibra, cable e inalámbricas) y el uso de la banda ancha de muy alta velocidad, reforzando la financiación privada con apoyo público. • Desarrollar una regulación que favorezca la inversión. • Incentivar la modernización de los inmuebles para asegurar el acceso en banda ancha hasta los hogares, empresas y administraciones.

Hay que seguir promoviendo el acceso de la ciudadanía a Internet por banda ancha e incentivar la extensión de las modernas redes de telecomunicación, con especial atención a las zonas rurales. Para el desarrollo industrial del sector es crucial atraer inversiones nacionales e internacionales en centros de competencia tecnológica. Las inversiones en I+D+i deberían ser promovidas de una manera que permita alcanzar los niveles medios europeos en el menor plazo posible con el compromiso del 2% del PIB para 2010 y llegar en 2012 a un 2,5%. Para eso es imprescindible mantener el 25% de crecimiento anual de la I+D+i no militar. Las TIC representan un papel fundamental en la conversión del sector energético en un sector medioambientalmente más sostenible. Las TIC pueden contribuir, por un lado, a un suministro de la electricidad más orientado a la demanda y oferta

241


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

real. Por otro lado, deben jugar un papel fundamental en las políticas de ahorro y eficiencia energética en el sector de transporte, la industria y la edificación (Green ICT) reduciendo las emisiones de CO2. Proponemos la deducción de la cuota del Impuesto de Sociedades a las empresas por actividades en I+D+i en el desarrollo de procesos productivos que supongan novedades tecnológicas avanzadas, hasta el 50% del importe de los gastos o inversiones de I+D+i. Hay que flexibilizar los mecanismos contractuales de la Administración pública para la externalización de servicios TIC, aproximando dicha contratación lo más posible a las reglas de funcionamiento de los mercados. Es necesario desarrollar la participación española en consorcios europeos para la investigación y desarrollo de proyectos relacionados con la identificación por radiofrecuencia (RFID) en el ámbito del VII Programa Marco. El insuficiente nivel de equipamientos en TIC en la empresa española, especialmente en las pymes, hace necesario el establecimiento de programas específicos para mejorar su dotación tecnológica y situarlas en condiciones de competir globalmente. Asimismo, las Administraciones Públicas deben dar ejemplo, liderando, con sus propias inversiones TIC, nuestra capitalización tecnológica. Consideramos que en el sistema de salud queda todavía un gran potencial por desarrollar con respecto a la aceleración, facilitación y el aumento de transparencia y eficiencia. Los prometedores resultados obtenidos hasta hoy en el marco del Plan Avanza subrayan este potencial futuro. Las medidas concretas implementadas atienden fundamentalmente al telediagnóstico, la receta electrónica y la tarjeta única electrónica. En este sentido, y considerando la distribución de competencias entre entidades territoriales, parece inevitable mantener el instrumento de colaboración cofinanciada entre Administraciones que introduce el programa Sanidad en Línea que lidera el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. La interconexión de los sistemas de salud de las diferentes comunidades autónomas y el intercambio de información (historial clínico) son claves para una asistencia adecuada, rápida y completa al ciudadano con independencia de su ubicación. Es crucial para la empleabilidad de las nuevas generaciones introducir en el sistema educativo elementos que aseguren un nivel alto de formación en el uso de las tecnologías de información. De nuevo, los hitos logrados por el Plan Avanza dan muestra del potencial de nuestro país en este ámbito. Cabe destacar, en este contexto, los resultados del programa Internet en el Aula y la puesta en marcha de la plataforma educativa Agrega, distinguida internacionalmente y adoptada por países como el Reino Unido. Hoy el 99% de los colegios públicos y concertados de nuestro país están conectados a la banda ancha, y el 70% del profesorado ha recibido formación en TIC. Agrega proporciona un entorno común de creación y compartición de contenidos digitales educativos, y de comunicación entre centros, docentes, alumnos y familias.

242


Tecnologías de la información y comunicación

Es imprescindible reforzar las medidas de difusión y de ayuda a las empresas, particularmente a las pymes y micropymes, para hacer frente al todavía escaso uso del comercio electrónico tanto por parte de los ciudadanos como de las empresas. Entre ellos, hay que favorecer la implantación del eDNI como medio de firma electrónica válido y potenciar el uso de herramientas y aplicativos por las pymes. Es necesario el fomento de la demanda mediante campañas de formación y difusión de los instrumentos y servicios ya existentes, así como del uso correcto que garantice la seguridad de las transacciones. Se recomienda continuar de forma decidida, dentro del Plan Avanza 2, con el impulso a la factura electrónica en la provisión de bienes y servicios. Se debería duplicar en la presente legislatura las inversiones de las Administraciones Públicas aplicadas al Gobierno electrónico, de acuerdo con las cifras de la pasada legislatura e incluidas en los Informes Reina e Iria. Vemos un gran potencial de las TIC para mejorar la eficiencia de la Administración de Justicia mediante la extensión y aplicación intensiva de las eTIC. El Plan de Modernización de la Administración de Justicia es especialmente prometedor en este sentido, y debe garantizarse que reciba un apoyo continuado (con el consiguiente presupuesto asociado) durante los próximos años. En atención a las ventajas del teletrabajo, los gobiernos del Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos deberían desarrollar un plan integral para promover el teletrabajo tanto en las Administraciones Públicas como en las empresas privadas. Hay que impedir que la implantación abusiva del canon digital encarezca de forma importante determinados equipos y dispositivos TIC, afectando así a la demanda de dichos productos y, por tanto, a los medios para desarrollar la economía del conocimiento. La Presidencia española de la Unión Europea durante el primer semestre de 2010 ofrece una excelente oportunidad para que nuestro país impulse y lidere la adopción de una nueva estrategia europea en telecomunicaciones y en el desarrollo global de la Sociedad de la Información. La Estrategia de consenso entre todos los países europeos que surgirá de la cumbre de Granada de abril de 2010 (la Estrategia de Granada, que renovará y multiplicará los objetivos y la repercusión de la pasada Estrategia de Lisboa) será un buen ejemplo de este liderazgo.

243


8.D Biotecnología 1. Introducción De acuerdo con una definición utilizada por la OCDE, la biotecnología es la “aplicación de ciencia y tecnología a organismos vivos, así como también a partes, productos y modelos de los mismos, para alterar materiales vivos o no vivos para la producción de conocimientos, bienes y servicios”. Así, la biotecnología se apoya en numerosas ramas de las ciencias como la biología, la bioquímica, la genética, la virología, la agronomía, la ingeniería, la química, la medicina o la veterinaria. Dada la amplitud del concepto de biotecnología, resulta conveniente utilizar dos clasificaciones para ordenar todo el conjunto de actividades que se realizan dentro de este sector y valorar su importancia desde un punto de vista económico y social. La primera de las clasificaciones se basa en el nivel de conocimiento que hemos ido adquiriendo sobre los procesos biológicos a lo largo del tiempo, mientras que la segunda clasificación ordena las actividades según sus sectores de aplicación. Según el nivel de conocimiento tendríamos: • Biotecnología tradicional: se fundamenta en los procesos naturales de fermentación a fin de obtener determinados productos (cerveza, pan, queso, etc.). • Biotecnología clásica: comprende el conjunto de técnicas que permiten alterar el genoma de un organismo de forma no direccional, o manipular microorganismos mediante métodos diferentes a los de ingeniería genética para obtener productos. • Biotecnología moderna o ingeniería genética: nació en 1973 a partir del desarrollo de la tecnología del ADN recombinante. Esta rama agrupa el conjunto de técnicas que permiten modificar el genoma de un organismo de forma dirigida y controlada. El primer producto comercial obtenido a partir de esta aplicación fue la insulina humana.

244


Biotecnología

Según los sectores de aplicación tendríamos: • Biotecnología azul: aquella dirigida a la acuicultura. • Biotecnología blanca: aplicada a productos de tipo industrial (compuestos químicos, biomateriales y biocombustibles). • Biotecnología roja: aplicada a las ciencias de la salud. • Biotecnología verde: aquella orientada al sector agrícola, ganadero y forestal. El impacto de la actividad biotecnológica es de carácter multidimensional, ya que afecta a una gran variedad de sectores productivos y se configura hoy en día como uno de los principales exponentes de lo que conocemos como Economía basada en el Conocimiento. La biotecnología es además parte de la vida diaria de todas las personas, a través del consumo de bienes en los que de algún modo intervienen las actividades de este sector, y sobre todo a través de la salud y atención sanitaria. En España, la biotecnología está reconocida como un sector estratégico de gran importancia para el país, y por ello constituye una de las cinco acciones estratégicas del VI Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011. Con ello, se pretende potenciar la participación española en la aplicación del conocimiento, que mejore la competitividad de nuestras empresas en los sectores de la salud, agroalimentario, industrial, y que proteja y mejore el medio ambiente.

2. La investigación en biotecnología El informe Relevancia de la Biotecnología en España (Genoma, 2009) permite conocer la evolución y situación actual del sector en sus múltiples dimensiones a partir de un amplio conjunto de indicadores. En este apartado comentamos algunos de los resultados más destacados en el ámbito de la investigación biotecnológica. La relevancia científica de la biotecnología española medida a través del número de artículos científicos en biociencias (Tabla 8D.1) aumentó un 47% entre 2000-2008, mientras que en el mismo periodo el crecimiento en la UE-15 ha sido aproximadamente de un 9%. Tabla 8D.1. Artículos científicos en biociencias (2000-2008) 2000

2001

2002

UE-15

18.769

19.432

18.582

España

1.185

1.300

1.276

2003

2004

Incremento 2000-2008 (%)

Tasa media anual

2005

2006

2007

2008

20.653 19.857

20.709

19.567

20.220

20.404

8,7

≈1

1.425

1.429

1.541

1.667

1.744

47,2

≈6

1.508

Fuente: Genoma (2009)

245


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Si examinamos la distribución por sectores de actividad en los que se lleva a cabo la producción científica (Gráfico 8D.1), existe aproximadamente un 25% que se puede atribuir a investigación de carácter horizontal, siendo ésta la principal categoría. Le siguen, en orden decreciente de importancia, los sectores de salud humana, productos industriales y agroalimentación. Gráfico 8D.1. Producción científica en biotecnología por sectores (2000-2007) Horizontal Salud humana Productos industriales Agricultura y alimentación Sanidad vegetal Medioambiente Sanidad animal

9%

7%

25%

10% 14%

19% 16%

Fuente: Genoma (2009)

Según los últimos datos del INE referentes a 2007, el personal que lleva a cabo la I+D en biotecnología en centros públicos, universidades e instituciones privadas sin ánimo de lucro y, por tanto, responsable de esta producción científica, alcanzó la cifra de 13.915 personas. En esta misma área de conocimiento, la I+D empresarial ocupaba a 4.062 personas en 2007. En comparación con el año 2005, el número de empleados tanto públicos como privados se ha incrementado un 50% (Tabla 8D.2). Así, el número actual de trabajadores dedicados a I+D en biotecnología en España se sitúa cerca de las 18.000 personas. Tabla 8D.2. Personal dedicado a I+D en biotecnología

Total

Empresas

Enseñanza superior: universidades

Instituciones privadas sin fines de lucro

2007

2005

2007

2005

2007

2005

2007

2005

2007

2005

Total por ocupación

17.978

11.572

4.063

2.564

8.254

4.947

5.530

3.979

132

82

Investigadores

11.160

8.211

2.288

1.488

4.708

3.590

4.094

3.089

71

45

Técnicos y auxiliares

6.818

3.361

1.775

1.076

3.547

1.358

1.436

890

61

38

Fuente: elaboración propia, datos INE Nota: empleo equivalente a jornada completa

246

Administración pública


Biotecnología

3. Ayudas públicas al sector Para poder llevar a cabo las actividades de I+D+i, las subvenciones y créditos públicos son de gran importancia en el sector biotecnológico, ya que gracias a éstas se crea la base de conocimiento sobre la que cimentar el desarrollo de este sector que resulta estratégico para las industrias farmacéutica, química, energética y agroalimentaria. Analizando la evolución que han experimentado los niveles de subvención pública (Gráfico 8D.2), se observa la tendencia al crecimiento que se ha venido produciendo en los últi-mos años. En concreto, en el año 2007 se alcanzó una cifra récord de 589 millones de euros. Este aumento en la subvención pública se debe principalmente a la subvención destinada por el Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) a la investigación básica y a la iniciativa Ingenio 2010, dentro de la cual el Programa Consolider dedicó más de 54 millones de euros a proyectos destinados a la biotecnología. En el año 2008 continúa la tendencia ascendente respecto al año 2000, si bien el presupuesto dedicado a subvenciones a la tecnología ha sido inferior al del año 2007. Esta reducción se ha debido a una ligera disminución en la financiación de proyectos de I+D, por la adjudicación de un menor número de proyectos Consolider y también por una disminución de la contribución de las comunidades autónomas. En cuanto a la innovación, en 2008 se ha producido un aumento del 23% frente a 2007, debido al aumento de la aportación de las comunidades autónomas y del MICINN. La subvención a infraestructuras, tal y como ocurrió en 2007, continúa descendiendo. Gráfico 8D.2. Evolución de la subvención pública a la biotecnología 700

Millones de euros

600 500 400 300 200 100 0

2000

2001

2002

2003

2004

I+D

Innovación

2005

2006

2007

2008

Infraestructura

Fuente: Genoma (2009)

247


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

La distribución sectorial de las ayudas públicas a la investigación en biotecnología se mantiene bastante estable (Tabla 8D.3). El sector de aplicación que recibió más fondos para I+D en el periodo 2004-2006 fue el de salud humana, situación que se mantiene en el periodo 2007-2008. El segundo sector más importante es la agricultura, ganadería y pesca con un 12%. Sin embargo, en lo que se refiere a innovación se han experimentado cambios sustanciales. Así, la salud humana en 2007-2008 pasa a un segundo lugar a favor de la alimentación, la cual es receptora de un 40% del total. Esto es debido, entre otros factores, a la iniciativa CENIT (Consorcios Estratégicos Nacionales en Investigación Técnica) que ha concedido en este área varios proyectos con una cuantía superior a 20 millones de euros. Tabla 8D.3. Distribución de las subvenciones a biotecnología por sectores

2004-2006

2007-2008

Cuantía para % Cuantía para % Cuantía para % Cuantía para % Sector de aplicación I+D (M€) Innovación (M€) I+D (M€) Innovación (M€) Salud humana 424,8 75 24,9 45 488,02 71,6 20 30,1 Agricultura, ganadería y pesca 63,3 11 5,67 10 81,69 12 1,52 2,3 Otros 4,5 0,8 0,42 1 38,48 5,6 0,17 0,3 Desarrollos tecnológicos 30,1 5 16,1 29 24,68 3,6 15,26 22,9 Alimentación 8,6 1,5 1,6 3 19,78 2,9 26,6 40 Bioprocesos 16,3 3 4,9 9 12,01 1,8 2,4 3,7 Salud animal 16,3 3 1,8 3 11,84 1,7 0,28 0,4 Medio ambiente y forestal 3,2 1 0,13 0,2 5,33 0,8 0,26 0,4

Fuente: Genoma (2009)

Los créditos públicos también constituyen una forma de financiación relevante para el desarrollo del sector biotecnológico, ya que aportan un impulso para el desarrollo de actividades que finalmente pueden derivar en productos comerciales que generan ingresos suficientes para devolver las ayudas públicas. En el año 2007 se alcanzó de nuevo un récord en la concesión de créditos a actividades biotecnológicas (Gráfico 8D.3), llegando a 116 millones de euros, de los cuales 33 millones se destinaron a infraestructuras y 83 millones para innovación, principalmente a través del programa PROFIT (Programa de Fomento de la Investigación Técnica). En 2008 se produce un descenso consecuencia principalmente de la desaparición del programa PROFIT, que a pesar de haber sido sustituido por otros no ha alcanzado la financiación del año 2007. No obstante, la cuantía destinada a infraestructuras sí ha aumentado respecto a 2007.

248


Biotecnología

Gráfico 8D.3. Créditos públicos a actividades biotecnológicas

140

Millones de euros

120 100 80 60 40 20 0

2004

2005

2006

2007

2008

Créditos públicos a la innovación Créditos públicos a la infraestructura

Fuente: Genoma (2009)

4. La biotecnología en el ámbito empresarial Bajo un punto de vista empresarial, las empresas dedicadas a actividades biotecnológicas son muy diversas y heterogéneas dado que tenemos empresas tecnológicas, empresas dedicadas al desarrollo farmacéutico, empresas industriales tradicionales, energéticas y, por último, empresas de servicios y comerciales. Para establecer una clasificación que permita identificarlas, la OCDE las ordena en función de su dedicación a la biotecnología. Así, tendríamos dos grandes grupos: Empresas de biotecnología (EB) propiamente dichas, que realizan actividades de I+D+i y que orientan la mayor parte del negocio a biotecnología. Empresas industriales, de servicios y comerciales (EIB), con intereses, desarrollos y productos en biotecnología. La evolución del número total de empresas de este sector en España, tanto biotecnológicas como industriales, de servicios y comerciales ha sido muy positiva pasando de 393 en el año 2000 a 669 en el año 2008 (Gráfico 8D.4). Por tipos de empresa, las que más crecen son las EB. Entre este tipo de empresas, dos terceras partes tienen una clara orientación sanitaria. Sin embargo, entre las EIB, gana un mayor peso la agroalimentación.

249


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8D.4. Número de empresas biotecnológicas (2000-2008) Evolución de las EIB y de las EB 800 700 600 500 400 300 200 100 0

2000

2001

2002

2003

EB

Distribución por sectores de aplicación de las EIB

10%

7%

20%

13% 18%

14% 18%

2004

EIB

2005

2006

2007

2008

Total

Distribución por sectores de aplicación de las EB Desarrollos y servicios tecnológicos Diagnóstico y vacunas Biofarmacéutica Agrobiotecnología y biofactorías Bioprocesos industriales y bioquímica Alimentación y bioprocesos alimentarios Comerciales y distribución

8% 10%

29%

16% 18%

19%

Fuente: Genoma (2009)

El sector biotecnológico, al ser aún un sector poco maduro en España, está formado por empresas relativamente pequeñas. De acuerdo con las cifras de facturación (Gráfico 8D.5), las EB han tenido entre los años 2000-2008 tasas anuales de crecimiento del 32%, mientras que el ritmo de aumento de sus plantillas ha sido todavía mayor, con un crecimiento del número de empleados del 47,8%. Resulta importante destacar que algunas empresas de este sector están involucradas en el descubrimiento de moléculas activas, como por ejemplo fármacos, por lo que la facturación media anual no sería un parámetro ideal de valoración.

250


Biotecnología

Gráfico 8D.5. Facturación de las empresas biotecnológicas en España

800

749 684

700

706

Millones de euros

617 600 500

414 400

271

300 200

309

332

197

100 0

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

Fuente: Genoma (2009)

Respecto a la evolución del empleo en empresas biotecnológicas del sector privado (Gráfico 8D.6), durante el periodo 2000-2008 ha experimentado un crecimiento medio anual de casi el 40%, llegando hasta los 4.240 trabajadores. El perfil medio de formación de los empleados en este sector es de alta cualificación, lo que se puede comprobar en el gasto medio por trabajador (42.000 euros en 2008, frente a una media en el sector industrial de 30.000 euros por empleado). Por ello, se puede afirmar sin lugar a dudas que la biotecnología es un sector estratégico para España, con un elevado potencial de creación de empleo cualificado en el sector privado y con un alto valor añadido en sus productos.

251


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8D.6. Empleo y gasto de personal en biotecnología en el sector privado 200

4.500

180

4.000 3.500

140

3.000

120

2.500

100 2.000

80

1.500

60

1.000

40

500

20 0

Empleos

Millones de euros

160

2000

2001

2002

2003

Gastos en personal

2004

2005

2006

2007

2008

0

Número de empleados

Fuente: Genoma (2009)

5. El potencial de crecimiento del sector biotecnológico La biotecnología es un sector productivo que se halla en una fase inicial de su desarrollo y, por ello, posee un elevado potencial de crecimiento. Realizar predicciones amedio y largo plazo sobre su evolución resulta, no obstante, una tarea difícil debido a la heterogeneidad y amplitud que tiene el sector, y por la importancia de las inversiones en I+D+i que se lleven a cabo, tanto por parte del sector público como en el ámbito empresarial. Además, debemos señalar la falta de datos precisos sobre las actividades biotecnológicas que existe en la actualidad, a pesar de los esfuerzos del propio sector (a través de la Fundación Genoma) y del INE por recopilar las estadísticas básicas para medir el tamaño y la evolución del sector. En este apartado, nos apoyamos en datos de la Fundación Genoma, a partir de los cuales se han realizado dos escenarios de predicción sobre el Valor Añadido Bruto (VAB) del sector biotecnológico con un horizonte hasta 2025. Nuestros cálculos tienen en cuenta por un lado que, al ser un sector poco maduro, se caracteriza por elevadas tasas de crecimiento que se mantendrán por encima del 18% al menos hasta 2020. Esto ocurrirá si se potencia el sector mediante programas de ayudas públicas y/o facilitando el acceso al crédito para aportar la necesaria financiación. Estos supuestos constituyen el escenario que denominamos como nuevo modelo productivo, que se basa en una apuesta estratégica por aquellos sectores con un elevado potencial tecnológico, como es el caso de la biotecnología.

252


Biotecnología

En un escenario alternativo de continuidad del modelo productivo actual, en el que el desarrollo del sector biotecnológico dependa exclusivamente de la iniciativa privada y con unas ayudas públicas centradas únicamente en el ámbito de la investigación básica, también es probable que el sector biotecnológico alcance un importante grado de desarrollo, pero sin duda éste será mucho menor. Por una parte, porque el impacto de la crisis actual puede suponer una ruptura a la fuerte tendencia al crecimiento del sector, lo cual ralentizaría las tasas de creación de empleo y VAB durante los primeros años del periodo. Y, en segundo lugar, porque la pérdida de oportunidades de negocio puede causar que otros países se posicionen mejor en el sector biotecnológico, lo cual limitaría las posibilidades de crecimiento para las empresas españolas. El Gráfico 8D.7 presenta los resultados de las estimaciones del VAB del sector biotecnológico bajo los dos escenarios (tendencial y con el nuevo modelo productivo). Como se puede observar, en ambos casos la biotecnología tiene un gran potencial de desarrollo a medio plazo, pero con el impulso adicional del cambio de modelo, la tasa de crecimiento sería mucho mayor, especialmente en la segunda parte del periodo de predicción. Claro está que un crecimiento como el que se puede alcanzar con el nuevo modelo productivo requerirá un fuerte aumento de los niveles de empleo y, a su vez, será Gráfico 8D.7. VAB del sector biotecnológico

45.000

40.945

40.000

Millones de euros

35.000 30.000 23.586

25.000 20.000 15.000 10.000 5.000

Tendencia

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

0

Nuevo Modelo

Fuente: elaboración propia

253


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

necesario disponer de los trabajadores con la formación suficiente para cubrir las necesidades del sector. El empleo total directo en el año 2007 teniendo en cuenta la biotecnología pública, las EB y las EIB fue de unos 25.000 empleos, de los cuales 18.000 correspondían al empleo público y a las EB, y unos 7.000 a las EIB. Nuestras estimaciones de empleo (Gráfico 8D.8) muestran que en el escenario del nuevo modelo productivo se llegaría aproximadamente a un total de 220.000 empleados, unos 60.000 más de los que se generarían con el escenario de crecimiento tendencial. Gráfico 8D.8. Empleo en el sector biotecnológico

250.000 221.262

Número de trabajadores

200.000 162.693

150.000

100.000

50.000

Tendencia

Fuente: elaboración propia

254

Nuevo Modelo

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

0


Biotecnología

6. Medidas para impulsar la biotecnología En enero de 2002, la Unión Europea aprobó una estrategia para impulsar el sector biotecnológico a nivel europeo, que responde al interés del Consejo Europeo por las ciencias de la vida (Comisión Europea, 2002). En esta estrategia se propuso una hoja de ruta completa hasta 2010 y se colocó al sector entre las tecnologías de vanguardia que contribuyen al avance de la UE hacia su objetivo estratégico a largo plazo definido por el Consejo Europeo de Lisboa en marzo de 2000. La Comisión va supervisando la aplicación de la estrategia y publica regularmente informes a este respecto. En 2007 efectuó una revisión intermedia de la estrategia apoyándose en una evaluación de los avances realizados desde 2002 y en el estudio “Bio4EU”. Este estudio, solicitado por el Parlamento Europeo, evalúa la incidencia económica, social y medioambiental de las biotecnologías e incluye numerosos ejemplos concretos de su aplicación en los ámbitos de la salud, la alimentación y el medio ambiente. La iniciativa europea a la hora de plantear una estrategia en materia biotecnológica resulta de crucial importancia para su definición a nivel nacional. En el caso de España, pese a que el sector está siendo apoyado de forma correcta y logrando unos avances notables, lo cual puede servir de modelo para otros sectores productivos, existen aún determinadas áreas donde es necesario actuar de forma más efectiva o incidir en algunos aspectos no suficientemente cubiertos. Algunas de las medidas que proponemos para impulsar el sector biotecnológico son las siguientes: • Elaborar un plan estratégico de la biotecnología, que diseñe con un horizonte de medio plazo una estrategia de impulso al sector y que potencie la interrelación con otros sectores industriales como el químico, energético o alimentario. • Crear una Agencia Pública de la Biotecnología, cuyas tareas fundamentales serían la centralización de información para las empresas y la transferencia de tecnología. • Incentivar y financiar la protección de los resultados de investigación públicos en biotecnología (patentes), así como la creación de empresas de base tecnológica (spin-off) a partir de dicha investigación. • Promover la concentración de investigación de calidad en centros de excelencia científica mundial. La producción científica en biociencias es competitiva en número pero no tanto en calidad y, por ello, sería deseable fomentar la investigación de calidad, que sólo se puede realizar si se dispone de las infraestructuras adecuadas y unos trabajadores motivados y bien formados. • Es deseable disminuir la dependencia de los centros de investigación de los presupuestos públicos, a través de mecanismos de colaboración con el sector privado y una promoción activa en la captación de fondos privados.

255


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

• Articular programas de atracción de multinacionales intensivas en I+D. El motor de I+D y la innovación en muchos sectores biotecnológicos se encuentran fuera de España y, por lo tanto, estamos alejados de decisiones estratégicas y de inversiones de alto valor añadido. Por ello, sería deseable una política activa en la promoción de centros nacionales privados de I+D y de atracción de sus homólogos internacionales, ofreciendo la colaboración con capacidades públicas de investigación en biociencias. • Desarrollar un sistema de garantías para los inversores de empresas biotecnológicas. • Impulsar la implantación de los clusters biotecnológicos, mediante el desarrollo de parques científicos y favoreciendo la colaboración público-privada. • Articular programas de formación empresarial, servicios de información, webs informativas y de relación así como promover medidas de sensibilización. Es muy importante comunicar activamente a la sociedad española la relevancia de la biotecnología y las oportunidades que presenta para la mejora de la competitividad de nuestra economía y el bienestar de nuestra sociedad.

256


8.E Industria aeroespacial La industria aeroespacial española ocupa una posición destacada dentro de Europa, y tiene unas especiales características que hacen que consideremos que este sector tiene un enorme potencial de desarrollo futuro. Entre estas características podrían destacarse: su fuerte capacidad exportadora, la elevada inversión en I+D de sus empresas, el potencial de transferencia de tecnología a otros sectores y la alta cualificación de la mano de obra que emplea. Al hablar de la industria aeroespacial nos referimos a la suma de dos tipos de actividades distintas: la parte “aeronáutica”, que es la relativa a la fabricación de aeronaves y motores, así como sus sistemas y equipos, mientras que la parte “espacial” se centra en la fabricación de vehículos espaciales, lanzadores, satélites, etc. Por otra parte, al estudiar estas actividades en ocasiones se utiliza el concepto más amplio de sector aeroespacial, que además de la industria aeroespacial engloba también las aerolíneas y los servicios de transporte aéreo, los aeropuertos y la aviación general. En este capítulo nuestro análisis se centra en las actividades industriales y no abarca estas otras dimensiones.

1. Situación de la industria aeroespacial en España La industria aeroespacial facturó de forma consolidada en 2008 un total de 5.577 millones de euros, (equivalente aproximadamente a un 0,5% del PIB español), lo que supone un crecimiento del 26% con respecto a 2007. En la última década, el sector ha experimentado un crecimiento elevado y sostenido, con un incremento acumulado de facturación del 160% y cifras promedio de crecimiento anuales de dobles dígitos (Gráfico 8E.1). Se trata de una industria con una destacable capacidad exportadora, producto del carácter global del mercado al que sirve y a la condición internacional de los proyectos, que conlleva su desarrollo conjunto en varios países. Este hecho se refleja en un elevado porcentaje de exportaciones (74% de la facturación en 2008) y una destacada contribución positiva a la balanza de pagos española (+3.654 millones de euros en 2008, con un incremento del 60% respecto a 2007).

257


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8E.1. Facturación de la industria aeroespacial

Millones de euros nominales

6.000 5.000 4.000 3.000 2.000 1.000 0 1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

Fuente: elaboración propia, datos ATECMA

Las compras públicas juegan un papel muy importante para esta industria, ya que supusieron un 20% de la facturación consolidada de las empresas en 2008 (1.107 millones de euros) (Gráfico 8E.2).

Millones de euros nominales

Gráfico 8E.2. Compras públicas a la industria aeroespacial española

1.200 1.100 1.000 900 800 700 600 500 400 300 200 100 0 1999

2000

2001

2002

Fuente: elaboración propia, datos ATECMA

258

2003

2004

2005

2006

2007

2008


Industria aeroespacial

Otra de las características intrínsecas de este sector es su elevado nivel de inversión en I+D+i: en la última década las empresas aeroespaciales han dedicado cada año a esta actividad un promedio del 13,5% de la facturación consolidada. La industria aeroespacial está muy concentrada geográficamente en nuestro país, ya que en 2008 el 93,8% de la facturación se llevó a cabo en tres comunidades autónomas: Madrid (63,1%), Andalucía (21,3%) y País Vasco (9,4%). Otras comunidades con actividad aeroespacial son Castilla-La Mancha (2,5%) y Cataluña (1,6%). Por lo que se refiere al perfil de las empresas, se observa una distribución muy desigual en su tipología, puesto que el 95% de las empresas del sector son pymes dedicadas a actividades auxiliares y de servicios (318 empresas en total). También se pueden encontrar 11 empresas con un tamaño medio-grande (entre 250 y 1.000 empleados), dedicadas fundamentalmente a la fabricación de equipos y subconjuntos, y 6 empresas de más de 1.000 empleados, que realizan actividades de integración y fabricación de subsistemas. En la Tabla 8E.1 se presenta la clasificación de las principales empresas de la industria aeroespacial española en función de la tipología de sus actividades. En el contexto europeo, la industria aeronáutica española se sitúa en el quinto lugar, por detrás de Francia, el Reino Unido y Alemania, y a corta distancia de Italia. El resto de países europeos tiene ya un peso muy pequeño en esta industria, como lo demuestra el hecho de que el tamaño de la industria aeroespacial en Suecia, país que ocupa el siguiente puesto en el ranking, es la mitad que el de España. Nuestro país cuenta con algunos productos y capacidades líderes a nivel mundial, como son los materiales compuestos, los aviones de transporte militar, los sistemas de gestión del tráfico aéreo o los sistemas de reabastecimiento en vuelo.

259


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tabla 8E.1. Clasificación de las empresas aeroespaciales (Por tamaño y tipo de actividad) Número de empresas

>1.000 empleados

Fabricantes de aeronaves

2

EADS Casa

Constructores de células

2

AIRBUS; AERNNOVA

Motores

1

Grupo Industrias Turbo Pulsores S.A

Actividad

Ingeniería, sistemas y equipos

5

Paracaídas

1

Mantenimiento

1

Ingenierías

4

Tecnologías de la información

1

Materiales de compuestos

Indra

1.000-250 empleados

250-100 empleados

< 100 empleados

Eurocopter

GNV Innovating Solutions

SENER; TECNOBIT; AMPER-Programas CESA-Compañía de Electrónica y Española Comunicaciones de Sistemas S.A; ELIMCO; Aeronaútica S.A INESPASA CIMSA-Ingeniería de Sistemas

Maintenance IBERIA CT Ingenieros

RAMEN; TECAER GEDAS IBERIA

AC aries complex S.A

4

COMPOSYSTEMIngeniería y sistemas; SACESASociedad Anadaluza de Componentes Especiales

HEXCEL

ACATEC; DELTA

Bienes de equipo, utillajes y mecanizados

16

Pintura

1

Asociaciones regionales

3

Total

41

Grupo TAM

TMS-AritexCading; VIGO; GAZC; MASAM.ESCRIBANO; Mecanizaciones M.GINÉS; N.CORREA; NOVALTI; SMA; Aeronaúticas S.A; SPASA; TADA; SERRA SK10 Aer; RODRISER

PINTABUS

6

3

11

19

Fuente: elaboración propia

2. Perfil de empleo en la industria aeroespacial La industria aeroespacial dio empleo en 2008 en España a 36.160 personas, lo que supone un incremento acumulado del 87% en la última década. Según estimaciones de la patronal del sector, esta cifra se debería multiplicar por 4 ó 5 si se considerara también el empleo indirecto e inducido (Gráfico 8E.3).

260


Industria aeroespacial

Gráfico 8E.3. Empleo en la industria aeroespacial española 40.000

Número de trabajadores

35.000 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 0 1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

Fuente: elaboración propia, datos ATECMA

Este sector emplea, en promedio, a una mano de obra bien remunerada (coste laboral medio 43.800 €/empleado en 2008) y altamente cualificada, con un porcentaje elevado de graduados superiores y técnicos cualificados en comparación con otros sectores económicos. En el año 2008, un 42% del total de empleados eran ingenieros y titulados superiores, por un 48% de operarios. En el caso de los operarios, se debe tener en cuenta, además, que muchos de ellos son especialistas que han sido entrenados en sofisticadas tareas de tecnología aeroespacial. De acuerdo con una estimación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), en el periodo 2000-2007 la industria aeroespacial española precisó de una incorporación bruta de mano de obra de cerca de 1.900 nuevos empleados al año, de los cuales unos 750 fueron ingenieros y titulados superiores, 850 fueron operarios y 300 empleados de otras categorías profesionales. Este patrón de crecimiento se ha mantenido e incluso aumentado en el año 2008, pese a la ralentización de la economía mundial y al escaso crecimiento de otros sectores industriales. Así, en el año 2008 se incorporaron al sector aeroespacial 1.500 nuevos ingenieros y titulados superiores y 1.800 operarios. En este hecho ha influido la aparición en nuestro país de nuevas instituciones de formación de técnicos de grado superior en aeronáutica. Así, a la tradicional Escuela de Ingenieros Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid se han sumado en los últimos años escuelas similares en la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad de Sevilla y la Universidad Politécnica de Valencia. Otras ramas de la ingeniería (industrial, telecomunicaciones, etc.) también realizan una importante aportación de profesionales al sector aeronáutico y espacial.

261


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

El crecimiento del empleo en los últimos años ha sido menor que la producción agregada, lo cual ha dado lugar a un aumento de la productividad industrial, que se ha situado en el año 2008 en un nivel de 154.000 € por empleado1. Esta cifra supone un incremento del 40% en la última década, lo que contrasta con el crecimiento promedio de la productividad española en el mismo periodo. El índice de productividad del sector aeroespacial español ha ido convergiendo con el promedio de la industria europea perteneciente a la Aerospace and Defence Industries Association of Europe (ASD), habiendo ascendido desde un 52% hasta un 72% del total de la misma. Aun teniendo en cuenta las dificultades metodológicas a la hora de comparar ambas cifras, la productividad media europea calculada por ASD, de 212.000€ por empleado en 2007, indica que todavía hay mucho camino por recorrer en esta dirección.

3. Potencial de crecimiento de la industria aeroespacial 3.1 Industria aeronáutica A corto plazo, la cartera de pedidos de un sector es un buen indicador del crecimiento continuado o del nivel de negocios sostenido. En 2008 la cartera de pedidos de la industria aeronáutica española suponía 1,6 años de negocio equivalente, es decir, un 156% de la facturación agregada. Además, en los últimos 5 años esta cifra se ha mantenido de manera sostenida por encima del 100%. A este dato se une la cartera de pedidos acumulada de la empresa Airbus, de la que depende una gran parte de la facturación total aeronáutica española, que representa seis años de trabajo a los niveles actuales de producción. A largo plazo, el potencial de desarrollo de la parte aeronáutica de esta industria se puede calcular a partir de la estimación de crecimiento realizada en el Plan Estratégico para el Sector Aeronáutico Español 2008-2016 (aprobado en 2007). El cálculo de la tasa de crecimiento se basa en una estimación tendencial sobre la evolución del sector –esto es, la que el sector tendría sin actuaciones externas adicionales a las de 2007, y manteniendo las medidas de apoyo desde el sector público y el actual volumen de inversión pública en I+D de ese año–, teniendo en cuenta los siguientes puntos de referencia:

1. Esta medida es sólo una aproximación, dado que la productividad se mide con el ratio entre la facturación consolidada total y el número de empleados. Una medida más adecuada para evaluar la productividad sería el Valor Añadido Bruto (VAB) por empleado, que tiene en cuenta el efecto de las compras de productos intermedios, pero no disponemos de información estadística fiable sobre el total del VAB de la industria aeronáutica.

262


Industria aeroespacial

• La tasa de crecimiento histórica compuesta de los últimos 10 años, superior al 15% anual. Aunque la industria aeronáutica española ha mantenido este crecimiento durante un periodo prolongado, esta tasa es bastante elevada en relación con la de otros sectores industriales establecidos (p. ej., la automoción) y al crecimiento nominal del PIB. Además, ha coincidido con un periodo de crecimiento muy destacado de la economía española, y de particular bonanza comercial para EADS, de la que depende buena parte de la producción aeronáutica española. Por este motivo, se debe tomar esta referencia como cota superior. Factores que podrían apuntar al mantenimiento de esta tasa elevada de crecimiento incluyen el elevado peso que tiene para la industria española el segmento de aviones de reabastecimiento en vuelo y transporte militar, en el que la flota mundial se encuentra próxima a la renovación y el crecimiento de aplicaciones como aviones patrulleros o de vigilancia marítima. • Una industria madura, sin cambios tecnológicos disruptivos, crece a una tasa similar al PIB nominal. En el caso español, esta tasa ha sido, antes de la actual crisis, de alrededor del 6,5%-7% en los últimos años. En otras economías de la zona euro esta tasa ha sido del 3-4%, nivel al que la economía española podría ir convergiendo a medio plazo. La industria aeroespacial crece en buena medida al ritmo del tráfico aéreo y de los reaprovisionamientos aeronáuticos de defensa. Ambos factores son algo más dinámicos que el PIB, por lo que la cota inferior de crecimiento a considerar sería el 6% anual (en términos nominales). Factores que podrían apuntar a un escenario de crecimiento reducido incluirían la deslocalización de actividades industriales a países emergentes, o la aparición de dificultades comerciales en Airbus o en el resto de subsidiarias de EADS. • Otro posible punto de referencia podría ser el crecimiento previsto para el negocio de EADS a escala mundial, cuyo mix de productos se asemeja al de la industria española y en la que EADS tiene un peso de más de la mitad del producto agregado. Las tasas de crecimiento de las ventas estimadas para EADS entre 2006 y 2010 por el banco de inversión Goldman Sachs oscilan entre el 5% y el 12% de acuerdo con un patrón irregular, aunque siempre positivo. 3.2 Industria espacial Para poder comprender el auténtico potencial del sector espacial, resulta necesario tener en consideración los datos de los últimos años de contratación de las empresas del sector, junto con la contribución española en la Agencia Espacial Europea (ESA). Esto es así porque este es un sector con una fuerte dependencia de las inversiones públicas realizadas. Inversiones que, en el caso de España, se realizan fundamentalmente a través de la ESA.

263


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Como se observa en el Gráfico 8E.4, las cifras de facturación del sector entre los años 2000 y 2004 se pueden considerar estancadas, oscilando entre los 300 y los 350 millones de euros. A partir del año 2005, el sector comienza a experimentar un crecimiento elevado, con cifras anuales de dos dígitos, y con un incremento acumulado de facturación de casi el 80%. Este crecimiento de facturación se produce como consecuencia del incremento de la participación de nuestro país en la ESA y, lógicamente, con un cierto decalaje. El nivel de participación de cada uno de los Estados miembros en la agencia se decide en reuniones de su Consejo, normalmente a nivel ministerial. Estas reuniones se suelen celebrar con carácter tri-anual. La última de estas reuniones tuvo lugar en La Haya en noviembre de 2008, y, durante la misma, España asumió unos compromisos de participación para el periodo 2009-2011 de alrededor de 650 millones de euros. La decisión del nivel de participación se realizó teniendo en cuenta las posibilidades y oportunidades para la industria espacial española para la puesta en marcha de nuevos programas propuestos, o para la continuación del desarrollo de programas ya en marcha. Gráfico 8E.4. Facturación del la industria espacial y contribución de la ESA

7%

500

Contribución ESA

6% 400

5%

300

4% 3%

200

2% 100

1%

0

0 2000

2001

2002

2003

Contribución ESA

2004

2005

Facturación

Fuente: elaboración propia, datos Agencia Espacial Europea (ESA)

264

2006

2007

2008

Millones de eruos nominales

600

8%


Industria aeroespacial

3.3 Crecimiento del conjunto de la industria aeroespacial Teniendo en cuenta el potencial de crecimiento de la parte aeronáutica (que constituye más de un 90% del total de esta industria) y de la parte espacial, la evolución prevista para el conjunto del sector se presenta en el Gráfico 8E.5. Los crecimientos estimados se sitúan en tasas nominales comprendidas entre el 8%-11% anual, exceptuando el año 2009, en que se dejan notar los efectos de la crisis económica y el retraso y cancelación de algunos pedidos de aviones civiles. Asumiendo que esta tendencia se mantenga durante todo el periodo que utilizamos como referencia, la industria aeronáutica alcanzaría en 2025 una cifra de ventas de 21.971 millones de euros. Este escenario se representa en el Gráfico 8E.5 con la línea roja (estimaciones propias a partir del año 2009), mientras que la otra curva representa el escenario menos optimista del crecimiento tendencial nominal del 6%, que se deriva de una situación de continuidad en la industria aeronáutica. Esta tasa tiene en

Gráfico 8E.5. Facturación de la industria aeroespacial

25.000

21.971

Millones de eruos

20.000 13.817

15.000 10.000 5.000

1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 2024 2025

0

Tendencia

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia, datos ATECMA

265


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

cuenta la posibilidad de un mayor efecto de la crisis al sector que se transmitiría en menores pedidos de aviones y posiblemente un menor apoyo público. 3.4 Empleo Por lo que se refiere al empleo, en la última década ha seguido una senda de crecimiento altamente irregular, oscilando entre el 2,3% y el 15,8%, con una media del 7,1%. El crecimiento en el número de empleados no tiene una correlación apreciable con el crecimiento de la facturación, por lo que no se puede utilizar el gráfico anterior para estimar a partir de los datos de facturación el perfil de crecimiento de la fuerza laboral en el sector aeronáutico durante los próximos quince años. Considerando que la industria aeronáutica española está alcanzando ya un nivel de madurez, que en los próximos 5-10 estarán en fase de plena producción algunos de los programas europeos más ambiciosos (A350XWB, A400M, aviones tanqueros, nuevos desarrollos de UAVs, etc.), y que a la vez se continuará con los trabajos de otros grandes programas ya maduros (A380, A320, etc.), se puede estimar que la media de crecimiento del empleo en el sector en los próximos años estará en el entorno de la media experimentada en la última década, siempre y cuando la crisis económica y financiera actual no tenga efectos más profundos de los previstos. Los resultados de nuestras estimaciones se presentan en el Gráfico 8E.6. Un crecimiento continuo del empleo en la industria aeroespacial durante los próximos quince años requeriría en el año 2025, según nuestras estimaciones y teniendo en cuenta el 42% de ingenieros y titulados superiores hoy en día ocupados en este sector, 31.397 personas adicionales (con respecto a 2009) con este nivel de formación.

266


Industria aeroespacial

Gráfico 8E.6. Empleo en la industria aeroespacial 113.145

Número de trabajadores

120.000 100.000 80.000

61.605

60.000 40.000 20.000

Tendencia

2025

2024

2022

2023

2021

2020

2019

2017

2018

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

0

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia, datos ATECMA

4. Factores determinantes para la industria aeroespacial A continuación se desarrollan los factores más destacados que determinarán el potencial de crecimiento de la industria aeroespacial durante la próxima década. 4.1 Renovación de la flota de grandes aviones civiles Según las previsiones de mercado de Airbus, en el periodo 2009-2028 serán necesarios 24.951 nuevos aviones de pasajeros y de carga, por un valor total a precios de mercado actuales de 3,1 billones de euros, y con un protagonismo claro de los aviones de pasillo único (68% del total de las unidades y 39% de la facturación) (Gráficos 8E.7 y 8E.8). Pese a que la crisis financiera de 2008 y el marasmo económico mundial subsiguiente ha impactado en la demanda de pasajeros y el crecimiento del tráfico aéreo, este efecto tiene poca representatividad en el conjunto del periodo 2009-2028, en el que se prevé un crecimiento medio anual del 4,7% en el tráfico mundial de pasajeros. El transporte de mercancías, por su parte, crecerá a un ritmo medio del 5,2% anual. En una estimación conservadora, Airbus se debería hacer aproximadamente con el 50% de este mercado potencial, lo que repercutirá positivamente en la industria española, que actualmente tiene una cuota de participación industrial en los aviones de Airbus de entre el 5% y el 10%, dependiendo del modelo de avión que se considere.

267


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8E.7. Estimación de las necesidades de nuevos aviones, 2009-2028

18.000

16.977

Número de aviones

16.000 14.000 12.000 10.000

68%

8.000 6.000

4.237

4.000 2.000

17%

0 Aeronaves de pasillo único y cargueros pequeños

Aeronaves pequeñas de doble pasillo y cargueros regionales

2.008

1.729

8%

7%

Aeronaves medianas de doble pasillo y cargueros de largo recorrido

Aeronaves grandes y cargueros grandes

Fuente: elaboración propia, datos Airbus

Gráfico 8E.8. Valor de mercado de los pedidos de nuevos aviones, 2009-2028

Miles de millones de euros corrientes

1.400 1.200

1.206

1.000 800

819

39%

571

600

27%

482

400 15%

200

19%

0 Aeronaves de pasillo único y cargueros pequeños

Aeronaves pequeñas de doble pasillo y cargueros regionales

Fuente: elaboración propia, datos Airbus

268

Aeronaves medianas de doble pasillo y cargueros de largo recorrido

Aeronaves grandes y cargueros grandes


Industria aeroespacial

En el periodo referido, el sector español se va a ver amenazado por el peligro de la deslocalización de actividades a países con mano de obra más barata, un proceso que va en aumento y que en algunos casos responde además a la necesidad de los fabricantes de aviones de proporcionar a los países clientes ciertos retornos industriales asociados a las compras de aviones2. Sin embargo, esta posible disminución de la actividad en los aviones Airbus se puede ver compensada por un incremento en los trabajos realizados para el otro fabricante de grandes aviones civiles, la estadounidense Boeing. Aunque hasta la fecha nuestra industria apenas ha trabajado para Boeing, teniendo en cuenta las capacidades españolas en tecnologías clave (principalmente los materiales compuestos) es previsible un incremento de la carga de trabajo española en los próximos aviones que desarrolle. Así, se puede considerar realista la previsión de que la industria española mantendrá en el conjunto de los grandes aviones civiles una cuota de participación similar a la que ostenta actualmente, es decir, en el entorno del 8-10%. 4.2 Nivel de compras públicas Como se ha mencionado anteriormente, en el sector aeronáutico tienen un gran protagonismo las compras públicas, ya que estas representan un alto porcentaje de la facturación (Tabla 8E.2). La facturación asociada a compras públicas mantiene un perfil estable y sostenido (en una horquilla entre el 15% y el 22%), y por su naturaleza se puede prever que se mantendrán en dichos niveles en los próximos años. 4.3 Facturación asociada a productos militares Otra de las características intrínsecas del sector aeronáutico es su fuerte orientación al mercado de Defensa, lo que hace que una parte importante de su facturación esté dedicada a productos militares (Tabla 8E.3). En la próxima década es previsible que este porcentaje se mantenga en las elevadas cotas de los últimos años (en el entorno del 40-45%), ya que la participación de la industria española en productos militares se ha intensificado especialmente en los últimos programas lanzados (A400M, tanqueros, helicóptero Tigre, etc.), que entrarán en su fase de plena producción en el periodo 2010-2015.

2. China, India y Rusia serán respectivamente el segundo, quinto y sexto mercado más importante para los aviones civiles en el periodo 2009-2028.

269


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tabla 8E.2. Compras públicas en la facturación del sector aeroespacial Año

Compras públicas (%)

Compras públicas (M€)

1999

21,9

468

2000

20,6

492

2001

20,4

542

2002

17,9

466

2003

16,7

534

2004

14,3

472

2005

15,6

588

2006

16,3

684

2007

15,9

704

2008

19,9

1.108

Fuente: elaboración propia, datos ATECMA

Tabla 8E.3. Facturación del sector aeroespacial por mercados Año

Civil (%)

Militar (%)

1999

75,5

24,5

2000

74,4

25,6

2001

65,0

35,0

2002

60,6

39,4

2003

60,6

39,4

2004

61,2

38,8

2005

60,9

39,1

2006

60,2

39,8

2007

65,6

34,4

2008

54,7

45,3

Fuente: elaboración propia, datos ATECMA

270


Industria aeroespacial

5. Medidas para impulsar la industria aeroespacial La siguiente enumeración pretende ser una propuesta de un conjunto de medidas de apoyo desde el sector público destinadas a lograr el máximo desarrollo posible de la industria aeroespacial en España. 5.1 Sector aeronáutico Nuevo marco de ayudas a la I+D+i Los instrumentos financieros actuales a disposición de las empresas no son capaces de satisfacer algunas necesidades de la industria aeronáutica: • Baja participación de la industria auxiliar en I+D. • Falta de capacidad financiera de la industria intermedia para participar a riesgo en programas internacionales. • Falta de flexibilidad en asunción de riesgo comercial. • Carencia de un instrumento con alto componente de subvención para investigación muy precompetitiva. Por ello, sería recomendable diseñar un mapa de ayudas que cubra el ciclo completo de actividades de la I+D+i convencional, además de alguna especificidad del sector: Investigación/viabilidad, Tecnología, Desarrollo, Infraestructuras básicas, Industria Auxiliar y Participación a riesgo. Incremento de los retornos tecnológicos asociados a las compras públicas aeronáuticas La principal herramienta de capacitación aeronáutica utilizada por todos los países con intereses en el sector ha sido el aprovechamiento de la política de compras públicas como palanca de negociación para obtener contrapartidas industriales y tecnológicas. En nuestro país, el importe conjunto de compras públicas aeronáuticas anuales asciende a una cifra cercana a los 1.500 millones de euros, la mayor parte de la cual corresponde a las adquisiciones del Ministerio de Defensa. Sería deseable promover un sistema de centralizado y único de gestión de las compras públicas que permita maximizar los retornos tecnológicos asociados a las mismas. Estrategia de coordinación institucional Una buena coordinación entre todos los actores públicos con intereses en el sector aeronáutico (MINDEF, MITyC, MICINN, CC AA, etc.) es clave para que la industria aeronáutica evolucione de manera equilibrada.

271


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Dos son las razones que aconsejan reforzar los mecanismos de cooperación entre distintos organismos gubernamentales en el campo aeronáutico: por un lado, y según se mencionaba en el punto anterior, una mejor obtención de contrapartidas industriales y tecnológicas; por otro lado, el no solapamiento de actuaciones e iniciativas públicas. Por ello, se deberían crear mecanismos que aseguren una óptima coordinación entre todos los estamentos de la Administración General del Estado con intereses en temas aeronáuticos: principalmente Ministerio de Defensa, pero también Industria, Medio Ambiente, Interior, Fomento, etc. Desarrollo de infraestructuras de investigación en tecnologías estratégicas La fibra de carbono es el principal elemento de ventaja competitiva de la industria aeronáutica española. Potenciar esta tecnología, tanto para la industria de cabecera como para la cadena de suministro, es un poderoso argumento para mantener una destacada actividad de producción en territorio español, particularmente teniendo en cuenta que ésta es una actividad intensiva en capital y, por tanto, menos susceptible en principio a la deslocalización. Con este objetivo se creó en el año 2006 la Fundación para la Investigación, Desarrollo y Aplicaciones de los Materiales Compuestos (FIDAMC), situada en Getafe y que tiene como objetivo configurarse como un centro tecnológico de referencia en dicha tecnología a nivel mundial. Esta actuación debe servir de ejemplo para el establecimiento de otros centros de investigación en tecnologías con alto potencial de crecimiento en el sector aeronáutico. Entre ellos, el área más prometedora es la asociada a los vehículos no tripulados (UAVs) . Ayudas a la financiación de la compra de aviones de Airbus Muchas de las pymes del sector aeronáutico están directamente vinculadas a la producción de componentes de los aviones Airbus. La cancelación y el retraso de pedidos, por tanto, tienen un impacto muy negativo en todo el sector, por lo que una medida encaminada a reducir este riesgo sería beneficiosa. 5.2 Sector espacial Como se ha visto a lo largo de los apartados anteriores, el segmento espacial español se encuentra en pleno proceso de crecimiento que tiene por objeto situar a nuestro país en el marco internacional, a un nivel relativo correspondiente a nuestro PIB. El fuerte descenso de contribución de España a la ESA en 2009 y 2010 introduce, en este contexto, una elevada incertidumbre.

272


Industria aeroespacial

Es muy importante tener en cuenta que el sector espacial se caracteriza por una tecnología muy alta y especializada y que, además, consta de unas barreras de entrada muy elevadas. Esto se traduce en que ocupar nichos tecnológicos estratégicos que permitan a nuestras empresas ser competitivas en el panorama comercial es un esfuerzo que requiere de un apoyo sostenido por parte del sector público. Las empresas españolas, a través de su participación en los programas de la ESA y del Programa Nacional de Observación de la Tierra, se encuentran en un proceso de aumentar su presencia en el panorama europeo e internacional, no sólo en términos cuantitativos, sino, lo que es más importante, en términos cualitativos. Las posibles ayudas al sector son, por tanto: Crear un fuerte Programa Nacional Espacial Hoy en día las empresas españolas realizan la mayor parte de su capacitación tecnológica a través de los programas de apoyo a la tecnología de la ESA. El programa tecnológico básico de la agencia, TRP (Technology and Research Program) es un programa de tipo obligatorio, donde la participación de cada país se hace de forma proporcional a su participación en el presupuesto obligatorio de la agencia. Los cuatro grandes contribuidores a la ESA son Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña, los cuales cuentan con importantes programas nacionales que utilizan para aquellos desarrollos tecnológicos que consideran estratégicos y prioritarios, de forma que, cuando sus empresas ofertan en la ESA para los programas tecnológicos de continuación o para los programas de desarrollo, se encuentran ya en una situación de clara ventaja. Complementar con Programas Bilaterales Los proyectos espaciales se caracterizan por su gran complejidad, larga duración, y altos costes. Por estas razones, hoy en día casi todos ellos se realizan en el plano internacional. La participación española en la ESA se ha convertido en un elemento fundamental para el desarrollo del sector en nuestro país. Sin embargo, nuestro país debe, además, contar con las herramientas necesarias que le permitan tomar decisiones de forma autónoma para colaborar con otros países para la realización de misiones que se puedan considerar estratégicas o prioritarias. 5.3 Medidas para la reducción del impacto medioambiental A escala mundial, la aviación comercial es responsable del 2% de las emisiones de CO2, un porcentaje que se prevé alcance el 3% en 2050 con los niveles de crecimiento actuales del transporte aéreo. Para responder al desafío medioambiental al que se enfrenta el transporte aéreo, y por añadidura el sector aeroespacial, tanto la industria como las instituciones públicas

273


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

promueven desde la plataforma ACARE (Advisory Council for Aeronautics Research in Europe) políticas y proyectos que supongan una mayor eficiencia en el consumo de combustible y una reducción del impacto medioambiental3. En el plano institucional, la consideración del medio ambiente como un área prioritaria se ha traducido en la promoción y el impulso de proyectos de investigación destinados a alcanzar los objetivos marcados por ACARE, tanto en España como en Europa4. En el ámbito europeo, además de los proyectos lanzados en el contexto del Séptimo Programa Marco (que cuenta con una línea de actividad enfocada al “Transporte aéreo ecológico”), destacan las iniciativas Clean Sky, SESAR y GMES, tres de los proyectos de investigación más ambiciosos lanzados en Europa hasta la fecha. En España, las iniciativas impulsadas en el sector aeroespacial están plenamente alineadas con los programas europeos y los objetivos de ACARE. El apoyo público a la investigación y desarrollo de nuevas iniciativas para reducir el impacto medioambiental del sector aeroespacial debe mantenerse y reforzarse, focalizando los esfuerzos en las siguientes áreas: • Desarrollo de nuevas aeroestructuras y materiales, investigación en motores y turbinas de alta eficiencia. • Gestión eficiente del tráfico aéreo, optimizando las rutas, mejorando los procedimientos de aproximación a los aeropuertos y minimizando los retrasos aéreos. • Desarrollo de satélites españoles.

3. ACARE es el organismo que marca las líneas principales de investigación en el sector aeroespacial en Europa. En él están representados tanto los Estados miembros como la Comisión Europea, así como la industria, líneas aéreas, aeropuertos, reguladores y Centros de Investigación. 4. El medioambiente y el cambio climático fueron elegidas como áreas temáticas prioritarias en la convocatoria del programa de ayudas CENIT-E de 2009.

274


8.F Industrias culturales 1. Introducción El valor económico de las industrias culturales en el mundo es hoy incuestionable. La creciente evidencia del importante papel desempeñado por este sector como factor decisivo de crecimiento y desarrollo social en todos los países, y su reconocimiento por parte de los actores implicados en el diseño de políticas públicas, han dado lugar a múltiples estudios e iniciativas públicas en este ámbito en los últimos años. Las industrias culturales se enmarcan dentro del concepto de “economía creativa”, desarrollado por Howkins (2001) y que recoge la idea de una base para la economía que viene a reemplazar a la tradicional base productiva industrial. Es una nueva economía centrada en la innovación y el talento, y basada en la “clase creativa” (Florida, 2002, 2005a, 2005b), con empresas creativas y ciudades creativas (Landry, 2000) como motores de transformación. En línea con estas teorías y con los resultados de estudios cuantitativos sobre la materia, existe cada vez un mayor consenso en que los países capaces de ponerse a la cabeza en la creación e innovación mundial estarán llamados a liderar en todos los demás aspectos. Es el caso de Estados Unidos o el Reino Unido, que han sido capaces de promover una clase de profesionales centrados en la creación de nuevas ideas comercializables al resto del mundo y de atraer a los mejores creadores de diferentes países. Sobre esta base de capital humano se han construido auténticos centros mundiales de creación y dinamismo, como son Nueva York y Londres. Sin duda, las industrias culturales están llamadas a jugar un papel muy relevante en la transición hacia un nuevo modelo productivo. Son numerosos los estudios que indican el impacto económico dinamizador que la actividad y las industrias culturales pueden tener a nivel local y nacional. Al tratarse de un sector muy intensivo en factor trabajo, su desarrollo supone un aumento importante del empleo de calidad y un impulso notable de la economía basada en el conocimiento. Además, se trata de un sector con un componente creativo y de innovación significativa, lo que afecta directa e indirectamente a otros sectores. Como hemos visto anteriormente en el capítulo dedicado a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), el sector de la cultura está estrechamente vincula-

275


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

do con la creación de contenidos que impulsan las TIC. Por otro lado, la existencia de unas potentes industrias culturales genera demandas de bienes y servicios por parte de personas de otros países, lo que promueve también un nuevo modelo de turismo sostenible con un mayor peso de visitantes a España para el estudio del idioma, asistir a actividades culturales o realizar visitas para ver el patrimonio. Por último, los efectos positivos de índole social e integradora del desarrollo cultural, más difícilmente cuantificables, son también múltiples y destacables (Comisión Europea, 2006). Además de su potencial de dinamización económica, creación de empleo de calidad e impulso de la economía creativa y del conocimiento, la importancia y potencial del sector de la cultura en el caso concreto de España radica en varios factores. En primer lugar, una comparación internacional revela el peso más alto de las industrias culturales y de la lengua en países de nuestro entorno cuya riqueza cultural e idiomática es, cuando menos, comparable a la española. En este sentido, es, por ejemplo, destacable la relevancia de la enseñanza del francés, que representa un 6% del PIB de Francia, para la economía de este país. En segundo lugar, el potencial relativo o posible ventaja comparativa de las industrias culturales españolas es evidente atendiendo a indicadores objetivos, como el número y proporción de hispano-hablantes en el mundo, que previsiblemente continuará expandiéndose de modo natural en las próximas décadas; o el número de puntos histórico-artísticos españoles declarados patrimonio cultural de la Humanidad (37 de los 318 de la UE-27 en 2007), sólo superado por Italia con 40 (Eurostat, 2007). Por último, la demanda nacional española de productos y servicios relacionados con la cultura ofrece un notable margen para su desarrollo. Por un lado, la participación de la sociedad española en actividades culturales es aún muy inferior a la media de la UE-27 (Comisión Europea, 2007). Por otro, existe evidencia de que el consumo de cultura está positivamente vinculado con el nivel de renta y educativo de las personas (Chan y Golthorpe, 2006). Por tanto, cabe esperar que el aumento de la renta y nivel de vida de los españoles se traduzca en un papel cada vez más destacado de la industrias culturales, también a nivel nacional, en los próximos años. Así, en 2007 los españoles gastaron 16.600 millones de euros en bienes y servicios culturales, lo que representa un 3,2% del gasto total de las familias. El gasto cultural ha aumentado significativamente desde el año 2000, en un 138%. Del mismo modo, la participación de los españoles en actividades culturales ha aumentado de manera continua en este periodo, tal y como reflejan los datos de la Tabla 8F.1. Dada la carencia de una cuenta satélite de las industrias culturales en España, que está en proceso de elaboración por parte del INE, en este capítulo se evalúa la importancia económica de la cultura en la economía española, así como su potencial de crecimiento. Para ello, se utilizan datos del Ministerio de Cultura (MCU), así como algunas estimaciones existentes sobre el valor económico de la lengua (Girón y Cañada, 2008). Al igual que para el resto de sectores analizados en este informe, se presentan aquí estimaciones propias para el periodo 2009-2025 sobre el crecimiento del VAB secto-

276


Industrias culturales

Tabla 8F.1. Participación de los españoles en actividades culturales (Porcentaje de población)

1990

1997-1998

2002-2003

2006-2007

Actividades subvencionadas Teatro

13,9

18,4

23,4

19,1

Opera

1,4

1,8

3

2,7

Zarzuela

2,7

2,2

2,6

1,9

Baile

1,7

2

4,6

5,1

Conciertos de música clásica

6,8

6,8

8,4

8,4

Bibliotecas

11,2

12

20

17,6

Museos

27,8

29,3

27,5

31,2

Monumentos

35,6

37,1

28,8

34,1

Centros culturales

12,4

10

14,1

22,9

Actividades sin grandes subvenciones Cine

39

46,7

55,6

52,1

Lectura

-

47,8

49,1

52,5

Prensa

65,9

69

69,7

73,8

Vídeos (diariamente)

3,2

-

3,3

2,4

TV

97,6

98,9

98

98,2

Radio (diariamente)

56,2

-

59,6

60,1

Ordenadores

5,9

-

31,3

46,5

-

-

22,7

24

Internet (al menos una vez al día)

Fuente: elaboración propia, datos MCU 2009a

rial y la creación de nuevos empleos del sector de la cultura, en el contexto general de los cambios generados por el nuevo modelo productivo. Aunque el análisis se apoya en datos parciales –y por ello las previsiones estadísticas de crecimiento están sujetas a un mayor grado de incertidumbre que en otros sectores– nuestro objetivo es proporcionar una primera aproximación a un sector muy relevante para la economía española, que no siempre es tenido en cuenta en los estudios sobre la estructura productiva de nuestro país.

2. El tamaño de las industrias culturales Los subsectores considerados para el estudio de las industrias culturales son: patrimonio; archivos y bibliotecas; libros y prensa; artes plásticas; artes escénicas; y audiovisual y multimedia (cine, vídeo, música grabada, televisión y radio).

277


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

En cada uno de los sectores estudiados se han tenido en cuenta sus actividades distinguiendo su situación en la cadena productiva de bienes y servicios culturales, considerándose las siguientes fases: • • • • •

Creación y producción Difusión y distribución Actividades de promoción Actividades educativas Actividades auxiliares

Como se aprecia en los datos presentados en la Tabla 8F.2, la actividad cultural durante el periodo 2000-2009 creció a una tasa anual acumulativa del 4% y su peso sobre el VAB agregado de la economía española se ha mantenido estable alrededor del 3,3% del VAB total, lo que confiere al sector de la cultura un tamaño económico comparable al del sector energético o el agrícola. Si se examina la participación de las industrias culturales sobre el PIB, su peso baja hasta el 3%, como consecuencia de que los impuestos ligados a los productos y servicios culturales son más bajos que para el conjunto de bienes de consumo. Si se incluye el conjunto de las actividades vinculadas con la propiedad intelectual, el peso del sector de la cultura sobre el VAB agregado se eleva hasta el 4,1%. Este subsector es el más difícil de cuantificar, puesto que la retribución a las actividades creativas está muy afectada por la existencia de piratería, lo que provoca una infraestimación del valor económico de la cultura en su conjunto. Cuando se examina el tamaño de los distintos subsectores, libros y prensa es con diferencia el sector más importante, con un peso del 43%. El subsector de radio y televisión es el segundo por importancia, al representar un 19% del total, y además ha experimentado un fuerte ritmo de crecimiento anual durante los últimos años (6,8%). Entre los sectores con menor peso, destaca la presencia de la música grabada, por el desplome que ha experimentado en la última década, que lo ha llevado a conTabla 8F.2. Peso de las industrias culturales en la economía y tasas de crecimiento, 2001-2009 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008* 2009* % del VAB agregado Tasa crecimiento real (%)

3,3

3,4

3,3

3,3

3,3

3,2

5,3% 4,1% 2,3% 4,6% 5,2% 2,6% 4,3%

*Valores estimados Fuente: elaboración propia, datos MCU 2009a

278

3,2

Media 2000-09

3,1

3,1

3,2

-3,0%

0,0%

4,0%


Industrias culturales

Grรกfico 8F.1. Aportaciรณn de las actividades culturales por subsectores, 2000-2008

3% 2% 11%

44%

34%

Archivos y bibliotecas

3% 4%

Libros y prensa

Artes escรฉnicas Artes plรกsticas

Audiovisual y multimedia

Patrimonio

Interdisciplinar

Fuente: elaboraciรณn propia, datos MCU 2009a

vertirse actualmente en uno de los subsectores de la cultura en Espaรฑa con menor peso sobre el conjunto del sector (1,9%) (Grรกfico 8F.1). Al analizar la cadena de producciรณn por fases, destaca el sector de creaciรณn y producciรณn, que supone un 53,4% de la contribuciรณn total al PIB de las actividades culturales (Grรกfico 8F.2). Le sigue la fabricaciรณn, que representรณ en media un 18,7% del total, seguido de distribuciรณn y difusiรณn con un 14,9%. Mรกs alejadas figuran las actividades

Grรกfico 8F.2. Aportaciรณn al PIB cultural por fases, 2000-2008 0,4% 4%

8%

15%

19% 54%

Creacion y producciรณn Fabricaciรณn Difusiรณn y distribuciรณn

Actividades de promociรณn y regulaciรณn Actividades educativas Actividades auxiliares

Fuente: elaboraciรณn propia, datos MCU 2009a

279


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

educativas vinculadas a la cultura, que sólo representan un 4,1% del total. Por último, la fase auxiliar, que incluye las actividades que tienen una clara connotación cultural aunque no produzcan bienes y servicios culturales en sentido estricto, representa un 8,6% de aportación media al PIB del sector.

3. Valor económico de la lengua El español es hoy la tercera lengua más hablada del mundo, después del chino y del inglés, con 438 millones de hablantes en el mundo (5% de la población mundial), y la segunda como instrumento de comunicación, tras el inglés. De todos los hispanohablantes del mundo, alrededor de 360 millones lo tienen como idioma oficial en un total de 21 países, y otros 40 millones lo hablan en países donde no es lengua oficial. Entre estos sobresale Estados Unidos, donde se concentran alrededor de 36 millones de hispanohablantes nativos, mientras que el grupo de hablantes no nativos de español ronda los 23 millones. La importancia del español como segunda lengua también ha aumentado significativamente en Brasil y en la UE en los últimos años (Moreno y Otero, 2008; García-Delgado et al., 2007). Además, el crecimiento del español es continuo y muestra una tendencia a su estabilización en países donde es oficial. Así, entre 1998 y 2006, el número de hispanohablantes creció en un 9,8%, de 327 a 359 millones. De acuerdo con las tendencias demográficas, el número de hablantes nativos de español seguirá creciendo en las próximas décadas más deprisa que el chino, francés, inglés y ruso. Según un estudio realizado en el contexto del proyecto “El valor económico del español”1, entre las numerosas ventajas económicas de la expansión del español destacan las relacionadas con los intercambios internacionales, los movimientos migratorios o la actividad de sectores tales como las industrias culturales, la enseñanza del español como lengua extranjera o las telecomunicaciones. Las conclusiones de este proyecto señalan que el hecho de compartir cualquier idioma supone dentro del comercio mundial un factor de multiplicación del 190% para los intercambios entre países. Pero en el caso del español este factor de multiplicación es todavía mayor, ya que se eleva hasta el 290%, por encima incluso del inglés. Tomando 2006 como año de referencia, el mundo hispanohablante tendría una capacidad de compra global cercana a los 4,5 billones de dólares, lo que supone cerca del 9% del PIB mundial. La lengua es también un factor de1. Proyecto de investigación promovido desde 2005 por la Fundación Telefónica y dirigido por el profesor José Luis García Delgado. Sus objetivos son: (1) cuantificar el impacto que en las economías de los países de habla hispana tiene toda la actividad productiva basada en la lengua; (2) crear opinión sobre la importancia y el carácter estratégico de ese activo intangible para nuestras sociedades. En el contexto de este proyecto se han publicado varios estudios, entre ellos: Moreno y Otero (2007), García-Delgado et al. (2007), Girón y Cañada (2008).

280


Industrias culturales

terminante en la decisión del emigrante al elegir su destino y, por tanto, de la riqueza asociada a los movimientos migratorios tanto para países emisores como receptores. Según el trabajo de Girón y Cañada (2008), el valor económico del español en términos de su contribución al PIB en España ha aumentado en un 40% entre 2000 y 2007, estimando estos autores que representa actualmente un 15,6% del total del PIB español. Además, el empleo total relacionado con actividades vinculadas al español ha pasado de 2,6 millones de puestos de trabajo en 2000 a 3,5 millones en 2007 (Tabla 8F.3). La sensibilidad de la variación en el peso del español sobre el PIB y el empleo se ha estimado en el 0,5% en el caso del PIB y 0,1% en el caso del empleo. Estas cifras permiten concluir que el desarrollo de la lengua y las actividades productivas relacionadas con ella presentan un importante potencial para aumentar la contribución de las industrias culturales a la producción, el crecimiento y el empleo en los próximos años.

Tabla 8F.3. Participación del español en empleo y PIB Año

% sobre PIB

PIB en mill. €

% empleo

Empleo (miles)

2000

14,6

63.842,4

15,0

2.571

2001

14,8

69.675,9

15,1

2.681,9

2002

15,0

75.614,9

15,2

2.759,8

2003

15,1

81.812,0

15,4

2.870,8

2004

15,2

88.389,0

15,6

3.017,6

2005

15,3

96.024,2

15,8

3.181,5

2006

15,4

104.413,6

16,0

3.351,7

2007

15,6

112.968,3

16,2

3.489,4

Fuente: elaboración propia, datos Girón y Cañada (2008)

281


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

4. Contenidos digitales La industria de contenidos digitales, aunque relativamente reciente, se ha consolidado ya como una de las que tienen un enorme poder de transformación de nuestras sociedades y por ello unas buenas perspectivas de crecimiento. La tendencia hacia la digitalización de contenidos en todos los ámbitos durante la última década, hoy ya irreversible, se ha traducido en un desarrollo notable de esta industria, cuya facturación mundial aumentó en un 4,5% anual entre los años 2003 y 2007. En España la tendencia ha sido similar, como muestra la Tabla 8F.4, con un aumento del 3% anual en ese periodo. No obstante, este crecimiento ha variado por subsectores (MITyC, 2008). El subsector de videojuegos es especialmente destacado en España, dada la elevada demanda de este tipo de producto en nuestro país (España es el cuarto mercado de Europa, con unas ventas de 1.454 millones de euros). El subsector creció por encima del 11% anual en el periodo 2002-2007 y se espera que ese ritmo de crecimiento aumente hasta un 13% anual hasta 2012, en línea con las previsiones de crecimiento en Europa. El subsector se halla dominado por grandes multinacionales extranjeras, y es destacable el hecho de que una de las mayores (Electronic Arts) haya elegido Madrid para establecer su centro europeo de servicios, una iniciativa que creará más de 200 empleos. El subsector de la televisión también presenta un gran potencial de crecimiento. Entre 2002 y 2007 el sector creció a un ritmo del 9,7% anual, pasando de 3.353 a 5.323 millones de euros en 2007, y se estima que entre 2007 y 2011 el mercado crecerá en España alrededor de un 11%, crecimiento marcado por la consolidación de nuevas modalidades como la televisión por ADSL y móvil. De acuerdo con las últimas estimaciones, los subsectores del libro y radio disminuirán su ritmo de crecimiento anual en los próximos años, y el patrón ya observado de Tabla 8F.4. Facturación de la industria de contenidos digitales en España

(Millones de euros)

2003

2004

2005

2006

2007

Videojuegos

465

500

537

576

719

Cine/Vídeo

1.052

1.096

927

911

916

TV/Radio

4.677

4.532

5.028

5.346

5.767

457

406

399

368

284

Publicaciones

6.965

7.286

7.377

7.722

8.237

Total

13.616

13.820

14.268

14.923

15.923

Música

Fuente: elaboración propia, datos MITyC 2008

282


Industrias culturales

crecimiento de los contenidos on line y digitales se consolidará. Así, el crecimiento observado entre 2005 y 2006 de las ventas de libros digitales, de un 16%, apunta una tendencia de fuerte crecimiento futuro para este tipo de productos. La solución del conflicto entre las empresas que generan contenidos culturales y el sector industrial de soportes en España pasa por alcanzar un acuerdo que defina un modelo de retribución de la propiedad intelectual y los derechos de autor. Un modelo estable permitirá incrementar el número de creadores que puedan vivir de su trabajo, supondrá también, por tanto, una importante fuente de incremento de renta y empleo. La competitividad de este sector es particularmente elevada en el caso español, tanto por la población objetivo que habla nuestro idioma en el mundo, como por la calidad de los contenidos. En España, en concreto, ya consumen contenidos digitales dos tercios de la población.

5. Las empresas culturales y el volumen de empleo El número de empresas culturales en España es relativamente pequeño. En el año 2008 se situó alrededor de 70.000, lo que apenas supone un 2% del total de empresas del país. No obstante, es destacable que desde el año 2000 se ha producido un notable incremento, ya que al inicio de la década las empresas del sector rondaban las 50.000 (Gráfico 8F.3). Por sectores, casi un 40% del total de las empresas están relacionadas con la edición y las artes gráficas, seguidas por el subsector de otras actividades (42%), y el vídeo y cine (8%) (Gráfico 8F.4). Los sectores más dinámicos en creación de empresas han Gráfico 8F.3. Número de empresas culturales en España 70.000 60.000 50.000 40.000 30.000 20.000 10.000 0 2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

Fuente: elaboración propia, datos MCU 2009a

283


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8F.4. Participación de los subsectores en el total de empresas

4% 12%

43% 28%

13%

Bibliotecas, archivos, museos y otras Edición Actividades gráficas y actividad de servicios relacionados con ellas Audiovisual Otras actividades

Fuente: elaboración propia, datos MCU 2009a

sido los de agencias de noticias (un 17% de media de crecimiento), bibliotecas, archivos y museos, y empresas de grabación y reproducción de soportes. Con respecto al volumen de empleo que generan las actividades culturales, está en consonancia con el peso económico del sector y, por lo tanto, es relativamente pequeño y con importante potencial de crecimiento. Las industrias culturales ocupaban en 2008 aproximadamente a 500.000 trabajadores, un 2,7% del total nacional. El crecimiento medio del empleo a lo largo del periodo 2000-2008 fue de un 5%, ligeramente por encima de la media nacional (4,4%). El ratio de empleados por empresa en las industrias culturales es bajo, con una media de apenas nueve trabajadores.

6. Los problemas estructurales Las industrias culturales tienen en España un peso económico menor que en otros países, comparables tanto en tamaño como en el número total de personas que comparten el mismo idioma. Existen diversas razones que explican esta diferencia, y que constituyen problemas estructurales que deben ser resueltos satisfactoriamente para lograr un mayor desarrollo de este sector, y que se confirme como uno de los pilares de la nueva economía creativa basada en las ideas y la innovación. Los principales factores que influyen en los resultados del sector son los siguientes: Infraestructuras culturales Una de las condiciones necesarias para el desarrollo de las industrias culturales es la existencia de adecuadas infraestructuras, tanto tangibles como intangibles, requeridas para llevar a cabo las diversas actividades que se engloban en este sector. Buena

284


Industrias culturales

parte de estas actividades no tienen una rentabilidad comercial directa y, por ello, se justifica la importante presencia del sector público en la provisión de infraestructuras para desarrollar actividades vinculadas con la cultura (edificios, instalaciones, redes de comunicación, etc.). Por ejemplo, los esfuerzos realizados por el Gobierno y las comunidades autónomas para generalizar el acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación resultan cruciales para el desarrollo de las industrias culturales. A pesar de que se han producido progresos significativos en esta dirección con el Plan Avanza, y más del 50% de los hogares españoles ya tenían en 2008 acceso a Internet (44,6% a banda ancha), es necesario dar continuidad a este tipo de políticas inversoras. Existe aún un margen importante de desarrollo de infraestructuras de este tipo, hasta lograr su acceso generalizado, y hay desafíos pendientes en este ámbito, como la mejora del equilibrio geográfico, el aumento del contenido cultural en las nuevas aplicaciones, y la mejora de la coordinación entre estrategias nacionales, regionales y municipales (Consejo de Europa/ERICarts, 2009). Formación Asimismo, es fundamental la provisión pública y privada de la formación y educación necesarias, más punteras y de la mejor calidad en los nuevos subsectores culturales. En años recientes se han creado numerosos nuevos programas de estudios superiores en España para profesionales de las industrias culturales. Hay que destacar también la inclusión de la formación profesional ocupacional, sobre todo en artes gráficas, que ha supuesto la graduación adicional de más de 10.000 estudiantes en esta disciplina en el año 2007 (Tabla 8F.5). Dos de los principales problemas relacionados con la formación han sido en los últimos años la inclusión de formación artística como una parte obligatoria del currículum, y Tabla 8F.5. Número de alumnos que finalizaron estudios relacionados con profesiones culturales

2002-2003 2003-2004 2004-2005 2005-2006 2006-2007

Régimen especial

15.418

15.411

15.521

16.408

15.702

Régimen general Bachillerato

6.133

6.479

6.261

6.428

5.761

Universitaria

12.635

12.766

13.699

13.052

12.815

Formación profesional

6.264

6.634

6.656

6.188

5.789

Formación profesional ocupacional

1.646

1.734

1.627

680

17.200

Fuente: elaboración propia, datos MCU 2009a

285


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

como pilar fundamental del desarrollo integral de la persona, y la división de responsabilidades entre cultura y educación. También reviste especial importancia la creación y fomento de vínculos entre el sector privado y la universidad o centros de formación profesional. El adecuado desarrollo del Plan Bolonia será crucial en este sentido. Financiación de actividades creativas De forma general, en cualquier país las industrias culturales tienen dificultades para el acceso a financiación, por diversos motivos (Consejo de Europa/ERICarts, 2009): • El déficit de mecanismos de financiación de actividades creativas apropiados. • El equilibrio entre viabilidad financiera y el cumplimiento de las normas que previenen la creación de monopolios, especialmente en el campo multimedia. • La garantía de la relativa independencia de las industrias del libro, cine y artes audiovisuales. • El enfoque que ha prevalecido en materia de subsidios a la industrias culturales. Numerosas actividades creativas se enfrentan a dificultades especiales para acceder a la financiación adecuada, por no cumplir los requisitos de rentabilidad o comercialidad exigidos para conseguir financiación en el sector privado. El apoyo financiero público a este tipo de actividades y al desarrollo a las empresas creativas y el fomento de colaboraciones público-privadas son, por tanto, especialmente críticos. No obstante, no existe en España un modelo de financiación estable y permanente del sector y especialmente de aquellos proyectos más innovadores y creativos. En España los mecanismos más comunes de apoyo directo financiero a artistas son premios y becas o ayudas, sobre todo en el subsector de las artes visuales y música clásica. Existen asimismo algunos fondos específicos dirigidos a artistas, como el Fondo de Protección Cinematográfica para promocionar la industria española del cine, que en 2008 distribuyó más de 67 millones de euros. También en respuesta a esta necesidad específica, el Plan de Fomento de Industrias Culturales aprobado en 2009 ha puesto en marcha nuevos mecanismos de financiación de actividades en colaboración con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) (MCU 2009b). Asimismo, el Ministerio de Cultura en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha desarrollado varios programas dirigidos a promocionar artistas contemporáneos españoles en el extranjero. El Instituto de la Juventud (INJUVE), también juega un importante papel en el apoyo a nuevos artistas del ámbito visual en España. La cooperación entre el sector público y privado, compartiendo riesgos y beneficios, ofrece un gran potencial para mejorar la financiación de actividades culturales, y es un campo que debe explorarse para lograr un efectivo desarrollo del sector.

286


Industrias culturales

Mecanismos institucionales La especial naturaleza del sector de la creación o cultural y sus múltiples conexiones y solapamientos con otros sectores, como el de las nuevas tecnologías y la innovación, exigen la creación y fortalecimiento de mecanismos institucionales adecuados de coordinación de los diferentes organismos implicados. En el caso español, además, en la consideración de cualquier política pública dirigida a la promoción de las industrias culturales es necesario tener en cuenta que las competencias en este ámbito se hallan fuertemente descentralizadas. La tendencia hacia la subcontratación de los servicios públicos en los últimos años también se ha extendido a las industrias culturales, en el que este proceso ha desembocado en cierta medida en la transferencia al sector privado de la gestión de ciertos servicios, como los de exhibiciones y galerías o centros culturales, de cara a la mejora de su eficiencia y flexibilidad. Asimismo, cada vez existe en España mayor colaboración institucional y financiera entre el sector público, el privado y el llamado “tercer sector” (asociaciones y fundaciones sin ánimo de lucro) en este ámbito. Se ha incrementado, por ejemplo, el número de estrategias o planes de acción realizados en consulta con operadores privados, como el Plan General del Teatro, o el Plan de Fomento de la Lectura. Por tanto, pese a que ya existen en nuestro país mecanismos para garantizar la coordinación entre los distintos niveles de la Administración en sus políticas de apoyo a las industrias culturales, estos mecanismos deben ser revisados y reforzados, con el objetivo de que los recursos públicos se orienten hacia aquellas áreas con mayores posibilidades de crecimiento, y que en dichas áreas haya aportaciones conjuntas de recursos de distintas administraciones, articuladas a través de consorcios u otras fórmulas de coordinación. Protección de la propiedad intelectual Las industrias creativas están basadas en los derechos de propiedad intelectual, de modo que un marco regulatorio efectivo y su adecuada aplicación son pre-requisitos indispensables en el desarrollo nacional e internacional de este sector. La defensa de la propiedad intelectual es la base del desarrollo cultural a medio y largo plazo. Sin ella, será imposible que la gestión de derechos pueda ser utilizada como forma de financiación diferida y sirva de colateral para poder afianzar el sector y dar estabilidad laboral y financiera a sus creadores. En este sentido, la propiedad intelectual, lo mismo que las patentes, sólo podrán funcionar correctamente si existe un mercado organizado que dé transparencia y estabilidad a sus miembros. No obstante, también es necesario encontrar un equilibrio entre la adecuada protección de la propiedad intelectual y el fortalecimiento del acceso y dominio público.

287


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

La reforma de la Ley de Propiedad Intelectual (23/2006), que ampliaba los derechos de los autores en soporte digital, ha estado marcada por el claro conflicto de intereses entre autores, productores, distribuidores y asociaciones de consumidores. Es necesario dar una respuesta adecuada y satisfactoria a este conflicto, a través de un mecanismo estable que logre un equilibrio entre la garantía de los derechos de propiedad y la accesibilidad democratizada a los contenidos de la cultura.

6. Potencial de desarrollo de las industrias culturales En el diseño de nuestro escenario a 2025, consideramos que el Gobierno va a promover políticas que den una adecuada respuesta a toda la serie de problemas estructurales identificados para el sector de la cultura que se han descrito en el apartado anterior. Estas políticas, unidas a un apoyo público generalizado a la innovación y la creación, deben permitir a las industrias culturales en España consolidar el destacado peso que ya tiene a nivel económico y aumentar su ritmo de crecimiento durante los próximos quince años. Este mayor ritmo de crecimiento del VAB de las industrias culturales se traduciría en un cambio significativo sobre la tendencia histórica que ha mantenido el sector durante los años de esta década. La crisis económica está teniendo un impacto importante en el sector, y, por lo tanto, de no acometerse un impulso extraordinario por parte del Gobierno, durante los próximos cinco años las industrias culturales pueden entrar en una fase de relativo estancamiento. Por el contrario, con un cambio de modelo productivo las industrias culturales saldrían notablemente reforzadas, tal y como muestra el Gráfico 8F.5, que presenta nuestras estimaciones bajo el escenario de aplicación de medidas para potenciar el sector. El resultado global es que el VAB del sector de la cultura podría ascender en 2025 hasta más de 78.000 millones de euros (valores reales con base 2000), frente a los casi 46.000 millones del escenario tendencial. En términos de VAB agregado, este impulso adicional supondría que las industrias culturales ganarían casi dos puntos porcentuales hasta situarse en un 5,1%. Las proyecciones de crecimiento del empleo en este sector a medio y largo plazo deben tener en cuenta dos hechos básicos. Por un lado, y desde la óptica de la oferta, su progresiva industrialización, pasando de ser un sector básicamente no profesionalizado a uno altamente cualificado. Por otro, ante el aumento de la renta per cápita que se espera va a generar el cambio de modelo productivo, el gasto por parte de los demandantes de ocio y cultura crecerá de forma notable, dada la elevada elasticidadrenta que tiene la demanda de este sector. De acuerdo con nuestras estimaciones, en las cuales se han tenido en cuenta ambos factores, las industrias culturales generarían con un crecimiento tendencial puestos

288


Industrias culturales

Gráfico 8F.5. VAB de las industrias culturales 90.000 78.137

80.000

Millones de euros

70.000 60.000 45.715

50.000 40.000 30.000 20.000 10.000

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 2024 2025

0

Tendencia

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia, datos MCU 2009a

de trabajo hasta situarse en un total aproximado de 654.000 empleos. Esto supone un 39% menos del empleo que potencialmente podría generar con programas públicos específicos de impulso al sector, que podrían aumentar la cifra hasta aproximadamente 908.000 empleos (Gráfico 8F.6). Gráfico 8F.6. Empleo en las industrias culturales

1.000.000

907.829

Número de trabajadores

900.000 800.000 653.950

700.000 600.000 500.000 400.000 300.000 200.000 100.000

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 2024 2025

0

Tendencia

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia, datos MCU 2009a

289


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

8. Medidas para impulsar las industrias culturales El sector creativo precisa de un amplio impulso y más contundente para situarse a la vanguardia y convertirse en un pilar del nuevo modelo productivo. El objetivo final es la construcción de una verdadera economía del conocimiento española, basada en la clase, empresas y ciudades creativas. A continuación se detallan los objetivos intermedios a lograr en este proceso, así como algunas medidas concretas dirigidas a conseguirlos en 2025. a. Desarrollo de infraestructuras • Elaborar un Plan Estratégico para ciudades medianas y municipios pequeños, favoreciendo la creación de redes de infraestructuras culturales que puedan ser utilizadas de forma sinérgica: bibliotecas, escenarios, favorecer la doble licencia vivienda-centro cultural. • Diseñar planes de desarrollo local integrados y coherentes nacionalmente en los que se identifiquen las necesidades de infraestructuras concretas en el nivel local, junto con todos los agentes implicados, en la construcción de comunidades creativas y sostenibles. b. Formación • Especializar el capital humano que sale de las facultades, y crear nuevas figuras, como el agente turístico cultural, en respuesta a las nuevas necesidades, y potenciar la enseñanza del idioma. • Generalizar los estudios reglados de corte universitario de todas las expresiones culturales. • Crear centros de excelencia por todo el territorio nacional uniendo patrimonio, lengua y turismo cultural. • Definir nuevas profesiones en respuesta a las nuevas demandas: gestión cultural y gestión de derechos de autor. c. Financiación adecuada • Supervisar y evaluar la efectividad de los mecanismos financieros existentes, e identificar los principales obstáculos de artistas y creadores para acceder a financiación adecuada. • Crear una institución pública-privada de financiación estable de grandes proyectos culturales y lingüísticos. Los recursos de esta institutición podrían obtenerse en parte del sector público (1% cultural, otras subvenciones) y en parte del sector privado (aportaciones de la industria tecnológica, otras fuentes).

290


Industrias culturales

• Crear incentivos fiscales para la colaboración público-privada en las industrias culturales/artísticas. d. Mecanismos institucionales • Crear una red de centros de talento y excelencia artística nacional e internacional en coordinación con todos los niveles de la Administración, que permita crear vínculos entre jóvenes promesas, y artistas o creadores consolidados, con empresas privadas, agencias públicas, organizaciones del tercer sector e instituciones educativas y académicas. e. Defensa de la propiedad intelectual • Crear un mercado de derechos de autor transparente, basado en un registro previo de todos los creadores que devenguen derechos de autor, que sea público. • Diseñar productos financieros específicos orientados a estas industrias culturales, cuyo colateral podría ser el flujo esperado de derechos de autor. • Establecer un régimen laboral específico para todos los creadores, para que regularicen su situación laboral y sus cotizaciones. f. Promoción exterior • Continuar invirtiendo en la promoción de señas de identidad cultural española y en su publicidad exterior, así como en la presencia de artistas y creadores españoles en foros internacionales de referencia, con un énfasis especial en las nuevas industrias. • Elaborar una estrategia coordinada y a largo plazo en materia de promoción y expansión del español y de la cultura española en el exterior, que combine la promoción de artistas españoles con el aprendizaje del idioma español, y de todos los bienes y servicios relacionados.

291


8.G A

Servicios sociales

1. Introducción En este capítulo abordamos el análisis del potencial que tienen los servicios sociales, que pueden aportar un importante número de los llamados “empleos blancos”, para la nueva economía española. Aunque no se trata de un nuevo sector y este tipo de actividades ya tiene una larga trayectoria en nuestro país, es cierto que la provisión de servicios sociales está viviendo grandes cambios y que su peso en la economía y su importancia para la sociedad están creciendo continuamente. El antiguo Estado del Bienestar está ampliando su cobertura y desarrollando nuevos pilares y a la vez está cambiando su lógica de funcionamiento hacia la de un Estado Dinamizador (Mulas-Granados, 2009). Dos tendencias influyen fundamentalmente en este desarrollo: el cambio demográfico, que conduce a la existencia de un mayor porcentaje de personas en la tercera edad con sus necesidades específicas, y la participación creciente de las mujeres en el mercado de trabajo, con el cambio de papeles tradicionales que ello conlleva. Por eso, aunque el sector de servicios sociales incluye otras dimensiones, en este capítulo nos centramos sobre todo en las dos áreas que consideramos tienen un mayor potencial de crecimiento en los próximos años en España: las actividades relacionadas con la Ley de Dependencia, y la educación infantil de 0-3 años. Dado que la Ley de Dependencia fue aprobada recientemente (año 2006), y que la educación infantil de 0-3 años está aún en fase de implantación, no existe como en otros sectores una información estadística amplia para medir de forma precisa el tamaño del sector o el volumen de actividad que genera. Por ello, los cálculos que realizamos en este capítulo son aproximaciones que se basan en los datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre servicios sociales, que incluyen también la prestación de servicios sanitarios. A pesar de que la atención sanitaria se dirija al conjunto de la población, y no solamente a las personas de la tercera edad, consideramos que estos datos son válidos para realizar una aproximación al tipo de servicios sociales con mayor peso dentro del conjunto del sector. Los indicadores existentes sobre protección social sitúan a España como un país que realiza un nivel de esfuerzo en torno a la media de la UE. En este sentido, nuestro país

292


Servicios sociales

se distingue claramente de los nuevos Estados miembros tras la última ampliación de la UE, pero está aún lejos de los niveles de los países europeos más desarrollados. Como es sabido, no existe en el ámbito comunitario una política que persiga la equiparación en los niveles de recursos que los distintos países dedican a la protección social. Esta decisión, junto con la elección de los instrumentos en los que se concretan las acciones orientadas a la protección social, queda en manos de los gobiernos nacionales. En una primera aproximación, los indicadores básicos de Eurostat sobre el sistema de protección social en España indican que en 2007 aproximadamente un 21% de la riqueza generada se destinó a sufragar los gastos que ocasiona la protección social en sentido amplio1. Es decir, 5 puntos porcentuales menos que la media de la UE-27, 6 puntos menos que la UE-15 y 9,5 puntos menos que Francia, el país con mayor gasto social. La provisión de estos bienes y servicios es mayoritariamente pública, siendo la participación privada escasa y muy concentrada en residencias de mayores, y la externalización de algunos servicios, tales como comedores, animación sociocultural, seguros de dependencia, vida y otros. Por lo tanto, si que quiere calcular el VAB de este sector, hay que aproximarlo por el volumen de gasto público y sumarle lo que generan las empresas que prestan los servicios comentados. Esto dificulta mucho el análisis porque hay que mezclar fuentes estadísticas de distintas procedencias, por lo que los resultados sobre el VAB y el empleo que genera el sector de servicios sociales deben considerarse como una aproximación basada en cálculos propios.

2. El tamaño de los servicios sociales en España La distribución del gasto, y por ende de la producción, de los servicios sociales en España presenta algunas diferencias respecto a la media de los países de la UE. Primero, hay que constatar que el gasto per cápita es relativamente bajo en comparación con la media de la UE (Gráfico 8G.1). Mientras que en España se dedicaron menos de 5.000 euros per cápita a gasto social en 2007, esa misma cifra fue superior a los 6.500 euros en la UE-27, más de 7.800 euros en la UE-15 y hasta 15.000 euros en Luxemburgo. Mirando la distribución del gasto total entre las diferentes funciones de la protección social (Gráfico 8G.2), llaman especialmente atención el diferencial de gasto en sanidad, en familia e hijos, y también en la vejez2. Sobre todo con respecto al gasto en sanidad, hay que tener en

1. El gasto total para la protección social en los datos de Eurostat incluye los gastos dirigidos a sanidad, discapacidad, vejez, supervivencia, familia e infancia, desempleo, vivienda, exclusión social y otras. La definición de nuestros datos nacionales sobre servicios sociales y sanitarios es más estrecha y no incluye el gasto en desempleo ni tampoco en vivienda. 2. No mencionamos la diferencia en el gasto en desempleo, en ese caso con mayor peso en España que en otros países, porque este capítulo no trata esa parte de la protección social.

293


294

0%

Fuente: elaboración propia, datos Eurostat

España

UE-27

Exclusión social y otras

Vivienda

Desempleo

Familia e infancia

Supervivencia

Vejez

Discapacidad

Sanidad

Porcentaje sobre el gasto social

Luxemburgo Noruega Dinamarca Suiza Suecia Islandia Países Bajos Bélgica Austria Francia Finlandia Reino Unido Irlanda Alemania UE-15 Italia UE-27 Grecia España Portugal Chipre Eslovenia Malta República Checa Hungria Eslovaquia Polonia Estonia Lituania Letonia Romania Bulgaria

Euros constantes 2000

Ideas para una nueva economía

Hacia una España más sostenible en 2025

Gráfico 8G.1. Gasto per cápita en protección social, 2007

16.000

14.000

12.000

10.000

8.000

6.000

4.000

2.000

0

Fuente: elaboración propia, datos Eurostat

Gráfico 8G.2. Distribución del gasto social por funciones en España y la UE-27

45%

40%

35%

30%

25%

20%

15%

10%

5%


Servicios sociales

cuenta que existe una notable diferencia en la participación del gasto privado entre España y el resto de los países de nuestro entorno. Hay que ser conscientes de que parte de estos servicios no son de mercado, mientras que otros sí3. Se puede observar cómo la sanidad y los gastos derivados del envejecimiento, fundamentalmente pensiones, son las áreas a las que se destina la mayor parte del gasto social y, por tanto, de las necesidades de financiación y de puestos de trabajo. El análisis comparativo revela que España tiene una factura sanitaria mayor que la media de la UE, derivada principalmente del mayor gasto farmacéutico. En el otro extremo, vemos que nuestro país realiza un menor esfuerzo relativo en actividades de protección social orientadas a la discapacidad, a temas vinculados al envejecimiento y a la familia e infancia. Es precisamente en los dos primeros campos donde la Ley de Dependencia persigue realizar un esfuerzo para cerrar estas diferencias con otros países. En cuanto al gasto agregado de los servicios sociales y sanitarios, como se muestra en el Gráfico 8G.3, el crecimiento durante el periodo 2000-2008 ha sido notable, aunque ha ido acompasando al crecimiento de la economía, de ahí que en términos de PIB, la participación se haya estabilizado en el 22% a finales de 2008. Aunque para este sector no se dispone de una medida fiable del VAB generado por las actividades de provisión de servicios sociales, estas cifras de gasto son representativas de la importancia del sector en el conjunto de la economía.

Millones de euros constantes 2000

Gráfico 8G.3. Gasto social en España, 2000-2009 200.000 180.000 160.000 140.000 120.000 100.000 80.000 60.000 40.000 20.000 0 2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008*

2009*

Fuente: elaboración propia, datos Eurostat * Datos de 2008 y 2009 estimados 3. El análisis y evaluación del gasto social y, por tanto, de la provisión del mismo, ha tenido un desarrollo desigual. Así, mientras que el gasto público ha recibido una creciente atención y ha sido objeto de bastantes estudios, el tratamiento del gasto social privado es una de las grandes carencias dentro de la

295


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

La tasa media de crecimiento en este periodo ha sido del 4,3% anual, destacando el salto cualitativo que se produce a partir de 2004, en parte por el aumento del gasto en pensiones, pero también por un mayor esfuerzo en familia (por ejemplo, con la ayuda de 2.500 euros por nacimiento de hijos). Es importante distinguir que la mayor parte de este gasto y, por tanto, la provisión del mismo, es público, no habiendo ningún mandato legal para que participe el sector privado. La presencia del sector privado es de tipo voluntario, lo que explica que su porcentaje sobre el total sea pequeño y que se concentre en determinados aspectos, como son el ámbito sanitario, residencias para mayores, planes de pensiones privados y otras formas de cobertura de la contingencia. Este modelo de participación privada en los servicios sociales contrasta con la situación de otros países donde sí hay una participación privada obligatoria en el pago de parte de los gastos sociales.

3. La atención a la dependencia como nuevo servicio social El sector de los servicios sociales es muy intensivo en mano de obra, y potencialmente es uno de los que más puede crecer en los próximos años. Analizando la población susceptible de ser dependiente, todas aquellas actividades productivas relacionadas con la Ley de Dependencia van a experimentar una importante demanda durante las próximas décadas, especialmente si se tiene en cuenta que somos la economía que menos gasta en cuidados de larga duración, como revela el Gráfico 8G.4. Gráfico 8G.4. Gasto total en cuidados de larga duración, 2008 9.000

7.000 6.000 5.000 4.000 3.000 2.000

España

UE-27

Finlandia

UE-15

Reino Unido

Alemania

0

Francia

1.000

Suecia

Millones de euros PPA

8.000

Fuente: elaboración propia, datos Eurostat

investigación sobre el Estado del Bienestar español. La falta de disponibilidad de información sistemática sobre el gasto en el sector privado en general, y en actividades de tipo social en particular, impide el avance en la comprensión de los mecanismos de financiación y provisión del bienestar en España, así como la posibilidad de una consolidación completa de dicho gasto.

296


Servicios sociales

En gasto por habitante, también tenemos un margen de ampliación de servicios muy elevado hasta igualarnos a la media europea, algo que la Ley de Dependencia trata de acelerar, puesto que el volumen de potenciales usuarios representa casi un 8% del total de la población española (Tabla 8G.1). Con el reconocimiento de un derecho universal de atención a las personas dependientes, mediante la implantación de un nuevo sistema nacional, se ha afrontado el mayor reto que ha abordado España en las últimas décadas en relación con su Estado del Bienestar. Otros países europeos tenían cubierto ese riesgo de ser o quedar discapacitado/dependiente, pero en España sólo se había atendido en algunas comunidades autónomas y siempre de manera muy limitada4. El diseño inicial era muy importante, ya que en un contexto de envejecimiento progresivo de la población española y demandas potencialmente crecientes, el reconocimiento de un derecho de atención universal podría suponer una carga insostenible para los presupuestos públicos a largo plazo. Por eso, la introducción de este nuevo pilar se realizó desde una filosofía activadora: el copago de los servicios y un diseño destinado a generar empleos directos y a liberar a los familiares para que se reincorporen a la actividad profesional. Estas características dotan al sistema diseñado para España de un perfil dinamizador que lo diferencian de otros similares en Europa. Tabla 8G.1. Gasto por habitante en cuidados de larga duración Gasto/hab

España Alemania Francia Dinamarca Bélgica Noruega Países Bajos EE UU Japón

Euros 114 348 258 748 416 1.050 388 331 401

% Gasto público

% Gasto privado Otras

Total gasto privado

Seguros privados

Pago directo hogares

8,7 59 71,3 56,4 -

69,1 13,7 28,7 89,5 0,9 88,1

22,3 27,3 10,5 42,7 11,9

1,8 7,6 -

22,3 25,5 10,5 35,1 11,9

93,3 44,2

- 62,3 43,7

6,3 37,7 12,1

0,5 11,2 -

5,8 26,5 12,1

Total gasto público

S. Social

77,7 72,7 100 89,5 57,3 88,1 93,3 62,3 87,9

Fuente: elaboración propia, datos Eurostat

4. Según el Libro Blanco de la Dependencia, hasta 2005 la atención de las Administraciones se prestaba desde el sistema sanitario y desde el ámbito de los servicios sociales con una cobertura claramente insuficiente y con importantes diferencias entre comunidades autónomas y entre las áreas urbanas y rurales. Así, en España sólo el 3,14% de las personas mayores de 65 años contaban con un servicio de ayuda a domicilio, el 2,05% con teleasistencia, y el 0,46% con una plaza en un centro de día.

297


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

La Ley de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia se aprobó en el año 2006 y estableció un nuevo derecho de ciudadanía que garantiza atención y cuidados a las personas dependientes (personas mayores y personas con discapacidad grave). Según esta Ley, que aún se está desarrollando, el Estado garantizará a las personas que no se puedan valer por sí mismas el acceso a los servicios sociales según su grado y nivel de dependencia. El Sistema Nacional de Dependencia priorizará la prestación de servicios (ayuda a domicilio, centros de día, teleasistencia, ayudas técnicas, plazas residenciales, etc.). En aquellos casos en los que no sea posible la provisión directa de servicios, los beneficiarios podrán percibir una prestación económica vinculada para la contratación de un servicio en el mercado privado. Los cuidadores familiares también podrán percibir una prestación económica y se incorporarán a la Seguridad Social. El texto aprobado establecía un despliegue gradual del sistema de dependencia, que atendiera primero a las personas dependientes con discapacidad grave (aquellas que necesitan ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria como levantarse de la cama, asearse, comer, etc.). En España, y según los datos del Libro Blanco de la Dependencia, se calcula que hay más de 1.125.000 personas que padecen una dependencia grave y severa. Las solicitudes registradas hasta principios de 2009 y la distribución de la población por edades (Tabla 8G.2) nos permite interpretar esta cifra como una estimación baja para el futuro, si tenemos en cuenta el cambio demográfico que vive la sociedad. Así, Tabla 8G.2. Población potencialmente dependiente por comunidades autónomas, 2009

0-64 años

65-79 años

>= 80 años

% total tercera edad

Andalucía Aragón Asturias Balears (Illes) Canarias Cantabria Castilla y León Castilla-La Mancha Catalunya Comunitat Valenciana Extremadura Galicia Madrid (Comunidad de) Murcia (Región de) Navarra (C. Foral de) País Vasco Rioja (La) Ceuta Melilla

7.061.681 1.079.016 848.047 944.795 1.825.855 480.878 1.985.869 1.713.881 6.249.943 4.249.271 890.688 2.183.022 5.439.252 1.247.954 520.711 1.761.711 263.051 69.819 65.676

916.014 178.779 161.335 109.325 212.108 73.924 382.083 251.831 859.603 618.123 148.631 427.752 662.329 145.954 74.515 292.222 39.528 6.917 5.902

307.997 85.131 75.728 40.852 60.630 34.241 192.079 113.689 357.877 217.108 60.681 184.022 258.660 51.502 34.343 117.310 18.446 1.855 1.804

15,7 3,4 3,0 1,9 3,5 1,4 7,4 4,7 15,6 10,7 2,7 7,9 11,8 2,5 1,4 5,3 0,7 0,1 0,1

38.881.120

5.566.875

2.213.955

100%

TOTAL

Fuente: elaboración propia, datos INE

298


Servicios sociales

por ejemplo, el Gráfico 8G.5 muestra cómo el porcentaje de personas mayores de 80 años en España va a ir aumentando progresivamente hasta situarse por encima del 6,5% de la población total en 2025. Gráfico 8G.5. Proyección de mayores de 80 años en 2025

6% 5% 4% 3% 2%

2025

2024

2023

2022

2021

2020

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

0%

2003

1%

2002

Porcentaje de la población

7%

Fuente: elaboración propia, datos INE

Hasta la entrada en vigor de la Ley de Dependencia, la atención a estas personas se realizaba principalmente en el ámbito familiar y recaía especialmente en las mujeres (83% de los cuidadores familiares) que, en la mayoría de los casos, se veían imposibilitadas de llevar a cabo actividad laboral alguna. La financiación del sistema no ha sido diseñada para que haya una financiación a partes iguales de la Administración General del Estado (AGE), de las comunidades autónomas y, en su caso, de las corporaciones locales. El objetivo es pasar del 0,33% del PIB que se dedica en la actualidad a la dependencia a más del 1% en 2015. Para ello, y según la memoria de la Ley, la AGE aportaría más de 12.638 millones de euros hasta 2015 para garantizar las prestaciones y servicios del nuevo Sistema Nacional de Dependencia. La previsión de coste en los primeros ocho años para la AGE es la que se desglosa en la Tabla 8G.3. La Ley resaltaba que además de los beneficios sociales, crear en España el Sistema Nacional de Dependencia supondría una inversión eficiente, por su impacto social, económico y laboral. De hecho, según el Libro Blanco de la Dependencia y un informe elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), en 2015 existirán cerca de 300.000 empleos vinculados a las actividades desarrolladas por la Ley y los efectos sobre el PIB de nuestra economía podrían llegar a ser de una aportación al crecimiento económico del 1,56% más en 2010, lo que implicaría un diferencial en tasa de crecimiento acumulativo anual real de más del 0,28% a lo largo de todo el periodo.

299


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Tabla 8G.3. Coste para la AGE del Sistema Nacional de Dependencia Año

Coste (millones de euros)

Variación anual

2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015

400 678,7 979,4 1.160,3 1.545,4 1.673,9 1.876,0 2.111,6 2.212,9

69,7% 44,3% 18,5% 33,2% 8,3% 12,1% 12,6% 4,8%

TOTAL

12.638,2

-

Fuente: elaboración propia, datos IMSERSO 2005

4. Los efectos dinamizadores de la universalización de la educación infantil (0-3 años) Tanto en las elecciones de 2004 como en las elecciones de 2008, el Partido Socialista prometió la universalización del primer ciclo de educación infantil. Si durante la primera legislatura se pospuso este desarrollo hasta la puesta en marcha del Sistema de Atención a la Dependencia, al comienzo de la segunda legislatura hubo un compromiso de desarrollar la educación infantil hasta lograr el objetivo de la plena escolarización antes de 2012. De acuerdo con la descripción de esta iniciativa, el 75% del coste de cada una de las plazas creadas de educación infantil (estimado en unos 5.000 euros por plaza) sería financiado por la Administración Pública y el resto (25%) por los padres. Como consecuencia, esta medida implicaría inmediatamente un aumento del consumo público para contratar educadores y de la inversión en construcción de nuevas escuelas infantiles. Como en el caso de la dependencia, esta medida tendría un claro efecto multiplicador sobre la economía al elevar la participación femenina en el mercado de trabajo. En concreto, de acuerdo con los datos de la EPA de 2007, la probabilidad que tenía una madre de hijos menores de 3 años (y con pareja) de participar en el mercado de trabajo era del 60,8%, muy por debajo de la que tiene una mujer de similares características pero sin hijos (84,4%). Se estima que la creación de una Red Nacional de Escuelas Infantiles permitiría, como mínimo, recortar a la mitad la distancia que separa ambas probabilidades. Esto supondría una mayor oferta de trabajo que aumentaría la potencialidad productiva de la economía. Por otro lado,

300


Servicios sociales

la construcción de escuelas y la contratación de educadores elevarían la renta disponible de los hogares y su consumo privado. De acuerdo con las estimaciones cuantitativas de la memoria económica vinculada a esta propuesta, la creación de 300.000 nuevas plazas de educación infantil permitiría que un mínimo de 70.000 mujeres más se incorporasen al mercado de trabajo. Para crear esas plazas se generaría un mínimo de 58.000 empleos más, y la tasa de paro no se vería afectada.

5. Potencial de crecimiento de los servicios sociales Los servicios sociales, especialmente aquellos que tienen que ver con el envejecimiento y la infancia, van a contribuir a dinamizar el mercado de trabajo dentro del nuevo patrón de crecimiento. La Ley de Dependencia y el Plan Educa 0-3 son los instrumentos legales que servirán de palanca para expandir los derechos sociales y mejorar la calidad de vida de familias, mayores y niños. Comenzando por la Ley de Dependencia, el potencial de crecimiento en empleo es muy elevado, pudiéndose alcanzar tasas de crecimiento del 4% anual en este sector durante al menos la primera parte del horizonte de previsión. Por el lado de la educación infantil, las estimaciones son de aproximadamente unos 250.000 empleos adicionales en 2025, que se irán creando de forma progresiva a lo largo de todo el periodo. Los Gráficos 8G.6 y 8G.7 presentan el impacto global generado por el despliegue de la atención a la dependencia y la educación infantil de 0-3 años. Como en otros capítulos, se presentan dos escenarios. El primero de ellos refleja el desarrollo que hubiera tenido el sector de servicios sociales sin la ampliación por los dos pilares nuevos del Estado del Bienestar (dependencia e infancia), que denominamos escenario tendencial. Dado el cambio demográfico de la sociedad española, el peso de este sector en la economía española hubiera crecido incluso sin la Ley de Dependencia. Una mayor parte de la sociedad que tiene 80 o más años requiere atención, por los menos de sus necesidades sanitarias. El otro escenario representa el impacto que tienen el Sistema Nacional de Dependencia y la universalización de la educación infantil (0-3 años) en el crecimiento del empleo y de los gastos del sector. Consideramos que este escenario refleja el cambio que va a suponer el nuevo modelo productivo. Los dos nuevos pilares del Estado del Bienestar por un lado convierten actividades anteriormente no remuneradas en trabajo remunerado y amplían en este sentido el marco de actividades de servicios sociales y sanitarios y, por otro lado, permiten a las personas anteriormente encargadas del cuidado de familiares (la gran mayoría de ellas mujeres) incorporarse al mercado laboral. Este segundo efecto no necesariamente aumenta el empleo en el sector de los servicios sociales, pero incrementa la población activa, lo cual incrementa el producto potencial.

301


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

En el Gráfico 8G.6 se puede observar que, según nuestras estimaciones, el efecto de convertir actividades no remuneradas en trabajo remunerado significaría una diferencia de 764.576 empleos adicionales sobre el escenario de crecimiento tendencial del sector en el año 2025. Con respecto a 2009, el tamaño total del sector medido en número de empleos casi se duplicaría. A diferencia de otros sectores de actividad analizados en este informe, los cuales se considera van a convertirse en motores de la economía durante los próximos años a través de nuevos desarrollos tecnológicos y que requieren de un personal con una alta formación, en el caso de los servicios sociales el perfil de formación con un mayor peso son las personas con estudios primarios/secundarios, si observamos los datos resultantes de la Encuesta de Población Activa (Tabla 8G.4). Gráfico 8G.6. Empleo en el sector de los servicios sociales

3.000.000

Número de trabajadores

2.531.010 2.500.000 2.000.000

1.766.434

1.500.000 1.000.000 500.000

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 2024 2025

0

Tendencia

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia, datos INE (EPA)

Tabla 8G.4. Perfil de formación en los servicios sociales y sanitarios, 2007 Nivel de estudios Primarios Secundarios Superiores Fuente: elaboración propia, datos EPA

302

40,1% 42,3% 17,7%


Servicios sociales

El Gráfico 8G.7 muestra el impacto de la ampliación de los servicios sociales sobre una estimación propia del VAB de este sector. A primera vista, puede parecer que el Gráfico no refleja la crisis que vivimos actualmente, pero ello es consecuencia de que el gasto en servicios sociales es predominantemente público y el Gobierno está haciendo un esfuerzo presupuestario para que la crisis no afecte a los niveles de gasto social (principalmente en el ámbito de la protección al desempleo, pero también en las partidas de gasto que influyen en los servicios sociales aquí analizados). Gráfico 8G.7. VAB del sector de los servicios sociales

80.000 69.641

Millones de euros

70.000 60.000

48.604

50.000 40.000 30.000 20.000 10.000

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 2024 2025

0

Tendencia

Nuevo modelo

Fuente: elaboración propia, datos INE

No hay que olvidar que hay un déficit muy elevado de plazas en residencias para mayores, y hasta la fecha la actuación de muchas comunidades autónomas en el ámbito de la dependencia se está centrando en primar la dotación de rentas para los familiares, obviando que en muchos domicilios es difícil mantener y cuidar a dependientes. La adaptación de espacios para personas con discapacidad es muy cara, y muchas familias no pueden afrontarla con sus propios ahorros ni tampoco con las rentas que distribuye la propia Ley de Dependencia. Otra razón más para pensar que el modelo de residencia tradicional está superado, desde una óptica geriátrica, pero también económica, es la tendencia que se viene observando en otros países con gran tradición de vanguardia en gasto social. Esta ten-

303


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

dencia se orienta hacia una atención más integral, mediante la creación de complejos en los cuales los mayores pueden disponer de una vivienda individual (suelen ser pequeños apartamentos que se hallan adaptados para el cuidado de dependientes), donde cada persona puede tener sus propios muebles, y en los propios centros se localizan todos los servicios públicos geriátricos, para personas válidas y no válidas. Este modelo redunda en una mayor calidad de vida para los mayores y permite sufragar mejor los costes, que en muchos casos se financian mediante la cesión de uso de la vivienda en propiedad para el pago del derecho a residir en estos complejos. Este modelo, muy extendido en Canadá, países nórdicos y el Reino Unido, podría explorarse en el caso de España, donde puede ser una innovación para reconvertir barrios degradados en entornos urbanos de grandes ciudades, o utilizar la mayor disponibilidad de suelo en núcleos de población medianos y pequeños, y dedicarlos a la construcción de este tipo de centros geriátricos integrales. Las estimaciones de la actividad que podría aportar esta innovación ascienden hasta un 0,5% del PIB, y más de 1 punto porcentual al crecimiento del empleo. No hay que olvidar que estos complejos incluyen trabajadores de todo tipo, tanto cualificados (médicos, enfermeras, trabajadores sociales, gerentes), como personal de menor cualificación (celadores, jardineros, trabajadores de apoyo, etc.). Esta variante abre también una vía para el desarrollo de productos financieros finalistas que permitan financiar a medio y largo plazo la estancia de personas mayores en este tipo de nuevas instalaciones mediante la cesión de sus viviendas en usufructo (sin renunciar a la propiedad). Esto, sin duda, provocará un incremento del volumen de ahorro-previsión y, por tanto, nuevos productos de seguro asociados a esta nueva forma de acometer la jubilación y la contingencia de la dependencia. En el campo de la infancia se sabe que la ausencia de una red extendida y pública de escuelas infantiles para 0-3 años lastra la productividad de la economía española y especialmente su crecimiento potencial. Ello se debe a que la falta de alternativas para el cuidado de los niños retrae a muchas mujeres a poder trabajar fuera de casa, lo cual también dificulta la implementación de la Ley de Igualdad. Esta extensión de la educación obligatoria dentro de la red pública o concertada puede alcanzar una aportación al PIB potencial de casi 1,5 puntos porcentuales en un horizonte de 15 años, un número de puestos de trabajo de 250.000 empleos, con un incremento acumulado de 1,5% puntos porcentuales. Estos dos grandes avances sociales y económicos se multiplicarían si se introdujese una serie de medidas que redundasen en una racionalización de horarios de trabajo, comerciales y escolares, lo que permitiría homologarnos con los principales países de nuestro entorno. Los horarios que tenemos actualmente en España, en estimaciones realizadas por Inurrieta (2005) resta un 0,4% a la productividad potencial y reduce el PIB en un 0,3%. El gasto medio por hogar se incrementa en un 2,5% anual, fruto de gastos adicionales en guarderías privadas, centros privados de mayores o la imposibilidad de que muchas mujeres puedan trabajar fuera de casa.

304


Servicios sociales

6. Medidas para impulsar el sector de servicios sociales Como hemos comentado anteriormente, la protección social en España está aún por debajo de la media europea, por lo que va a ser necesario un importante esfuerzo durante los próximos quince años para poder llegar a 2025 a la deseable convergencia con la UE en esta dimensión, que afecta directamente al bienestar de la sociedad. Existen numerosas áreas donde sería necesario acometer un impulso por parte del Gobierno para promover el desarrollo del sector de servicios sociales, definido en un sentido amplio que abarca desde el ámbito sanitario hasta la educación infantil en todas sus dimensiones. Dado el tipo de análisis que hemos abordado en este capítulo, nuestras propuestas se centran principalmente en el área de atención a mayores y discapacitados. Medidas propuestas para el impulso del sector: • Universalizar los servicios a domicilio: un objetivo deseable sería alcanzar un ratio de cobertura del 15% del total de las personas de más de 64 años, frente al 3% actual, así como incrementar el volumen de horas de atención, de las 3 horas/ semana actuales hasta las 6 horas semanales. Estos objetivos requerían la formación de un elevado número de nuevos profesionales, y suponen un importante nicho de creación de empleo. • Potenciar la creación de Urbanizaciones Residenciales para Mayores, que progresivamente vayan sustituyendo el modelo actual de residencia de ancianos por un nuevo tipo de entornos que favorezcan una vida más activa y faciliten la atención a las personas de la tercera edad. Este modelo de nuevos complejos residenciales ya ha empezado a desarrollarse en otros países, y permite combinar la oferta de los servicios convencionales de una residencia (disponibilidad de habitaciones, servicios de comida, atención médica, instalaciones para rehabilitación, etc.), con la disponibilidad de pequeñas viviendas individuales donde las personas mayores puedan vivir de forma independiente y disponer de sus propios muebles y otros bienes. Estas viviendas se pueden adaptar para la atención geriátrica de una manera mucho más eficiente que si se invierten recursos para acondicionar viviendas ya existentes, localizadas en edificios antiguos (en muchas ocasiones sin ascensores). La disponibilidad de viviendas propias, que pueden estar fácilmente comunicadas permanentemente con servicios de emergencia, permite una mayor calidad de vida a los ancianos. Si estas Urbanizaciones Residenciales se localizan dentro de núcleos urbanos, o en zonas periféricas pero a cortas distancias que permitan desplazarse a pie o en viajes cortos en transporte público al centro urbano, evitarían a las personas mayores el sentimiento actual de aislamiento que supone vivir en una residencia

305


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

convencional, al permitir seguir realizando compras, actividades de ocio, etc., y hacerlo en zonas comunes con el resto de la población. Este tipo de urbanizaciones podría construirse en muchos municipios de tamaño mediano, que tienen suelos disponibles, y desarrollarse a partir de iniciativas públicas y/o privadas. Paralelamente, el sector financiero debería diseñar productos adecuados para personas mayores, quienes en muchos casos disponen de una o varias viviendas en propiedad, cuya cesión a un banco o aseguradora podría generar recursos por el alquiler de esas viviendas, que servirían para financiar a las personas mayores los gastos de residencia y atención en ese tipo de nuevas Urbanizaciones para Mayores. • Aumentar la atención sanitaria especializada, y la creación de unidades del dolor y cuidados paliativos por parte de los municipios. La atención a la dependencia tiene un amplio potencial de desarrollo a nivel local, por lo que deberían explorarse mecanismos de financiación que permitan a los ayuntamientos promover iniciativas orientadas a la atención a los mayores y discapacitados. • Continuar con la implantación del sistema de dependencia, y acelerar su implementación, con el objetivo de alcanzar en 2025 no solamente la plena cobertura del sistema, sino la ampliación de sus objetivos. • Multiplicar por cinco las ayudas directas a las familias, para alcanzar la media de la UE, en consonancia con nuestra proporción de riqueza. • Extensión de la flexibilidad horaria y laboral, para fomentar el teletrabajo y la creación de puestos de trabajo a tiempo parcial, facilitando así la integración de mujeres y jóvenes, y promoviendo la conciliación familiar.

306


9 Los resultados del nuevo modelo productivo



Los resultados del nuevo modelo productivo

Los resultados que hemos obtenido con el análisis presentado en este informe son globalmente muy positivos. A modo de resumen, los aspectos más destacables del cambio de modelo productivo serían los siguientes: 1. El inicio de un proceso de convergencia en términos de productividad con la UE-15. 2. La importante creación de empleo gracias a los nuevos sectores de la Economía Sostenible. 3. El aumento de la renta per cápita. 4. El cambio estructural que puede experimentar nuestra economía, si se impulsa de forma efectiva a los sectores con mayor potencial.

1. Convergencia en productividad La puesta en marcha del nuevo modelo puede suponer un cambio de tendencia para la productividad de la economía española, de forma que se inicie ya en 2010 un proceso de convergencia con la UE-15. Esta convergencia es imprescindible, si queremos cerrar el importante diferencial de nuestra economía en términos de productividad, que se ha agravado notablemente durante los años noventa, y que supone un lastre para la competitividad de nuestro país. En 2009, la productividad por trabajador de la economía española se situaba en un 74% de la media de la UE-15. Con todo el conjunto de cambios que implica el nuevo modelo productivo, la productividad española en 2025 aún se situará por debajo de la media europea (89%), pero habrá iniciado un proceso de aproximación al nivel de los países europeos más avanzados. Dada la magnitud de la brecha de productividad, que se ha agravado durante las dos últimas décadas, y muy especialmente desde la mitad de los años noventa, van a ser necesarios importantes esfuerzos inversores y de mejoras en múltiples dimensiones, y un periodo de tiempo también superior a una década, para cerrar dicho diferencial.

2. Creación de empleo Los resultados en términos de creación de empleo que se han obtenido con las estimaciones realizadas en este informe son muy esperanzadores. Si se pone en marcha el diseño de una amplia estrategia para reorientar la economía española, se estima que los diez sectores de la nueva economía sostenible contemplados en este informe podrían crear en 15 años un total de 3,2 millones de empleos adicionales sobre su crecimiento tendencial. Bajo el escenario de renovación parcial de estos mismos sectores, la creación de nuevos empleos sería aproximadamente de unos 800.000 nuevos empleos sobre la creación de puestos de trabajos que se podría dar hasta 2025 como resultado de un crecimiento tendencial.

309


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Si realizamos la evaluación del impacto del cambio con el horizonte 2020, año para el que se ha elaborado la estrategia del Gobierno y la Agenda de Lisboa revisada, los resultados son una creación de puestos de trabajo adicionales sobre el crecimiento tendencial de entre 500.000 (en el escenario de renovación parcial de los sectores) y 2 millones de nuevos empleos (en el escenario del nuevo modelo productivo). Los resultados, en términos de empleos adicionales generados sobre el crecimiento tendencial, para los años 2020 y 2025 para cada uno de los sectores se recogen en la Tabla 9.1. Tabla 9.1. Empleos adicionales generados sobre el escenario tendencial 2020 Escenario renovación parcial

2025

Escenario nuevo modelo productivo

Escenario renovación parcial

Escenario nuevo modelo productivo

Sectores renovados 76.535 77.546 28.712

382.674 387.729 143.560

90.782 123.996 51.658

453.912 619.979 258.290

Energías renovables Eco-industrias TIC Biotecnología Industria aeroespacial Industrias culturales Servicios sociales

28.446 8.344 139.016 4.713 5.507 32.178 91.576

142.229 41.721 231.242 23.567 27.533 160.890 457.879

42.234 19.380 233.955 11.714 10.308 50.776 152.915

211.172 96.899 412.831 58.568 51.540 253.879 764.576

Total

492.572

1.999.025

787.718

3.181.645

Construcción Turismo Transporte

Nuevos sectores

Fuente: elaboración propia

En relación con el resto de los sectores de la economía, que no han sido analizados en este informe, no se dispone de una estimación precisa para la evolución de su volumen de empleo en el escenario del nuevo modelo productivo, aunque podemos considerar que gran parte de ellos también van a beneficiarse del cambio de modelo, principalmente en términos de ganancias de productividad. Para evaluar el cambio estructural que puede suponer la nueva economía sostenible, en el Gráfico 9.1 se representa la estimación del peso que, sobre el total de empleo, pueden alcanzar en 2025 los diez sectores de la economía sostenible, considerando que el resto de la economía mantenga únicamente un crecimiento tendencial. El peso de los diez sectores, que en 2009 suponen un 36%, podría llegar en 2025 a alcanzar un 47% del total del empleo.

310


Los resultados del nuevo modelo productivo

Gráfico 9.1. Empleo en la economía española, 2009-2025

Composición del empleo 2009

64%

Composición del empleo 2025

47%

36%

53%

Sectores renovados y nuevos sectores Resto de la economía

Fuente: elaboración propia

3. Aumento de la renta per cápita El incremento de la renta per cápita generado por el nuevo modelo productivo es uno de los elementos más destacables de la reorientación de la economía española. La especialización en sectores más productivos, y el conjunto de reformas que deberán abordarse en los próximos quince años, tendrán su traducción en un incremento del bienestar medio de los españoles, que podemos cuantificar en términos monetarios. El PIB per cápita se situó en 2009 en un nivel de 23.300 euros. Con el cambio de modelo productivo, considerando el aumento de productividad modelizado en el escenario de impulso decisivo por los sectores de la economía sostenible, la tasa de crecimiento medio durante el periodo 2010-2025 podría situarse alrededor del 4%. Esto supone que el PIB per cápita en 2025 (bajo las estimaciones de crecimiento de población realizadas por el INE) alcanzaría los 39.000 euros (evaluado en términos reales de 2009), y por lo tanto un aumento de aproximadamente 15.700 euros (+67%) adicionales. Sin embargo, este fuerte crecimiento de la renta per cápita debe ser matizado, porque no todo puede ser atribuido al cambio de modelo productivo. Si consideramos la previsión de PIB per cápita en 2025 utilizando el modelo tendencial desarrollado en el capítulo 6, nos encontramos con un valor de 26.000 euros constantes de 2009. Esto significa que la renta per cápita, por la simple evolución tendencial de la economía española habría crecido un 11,5%. Por tanto, la aportación del nuevo modelo

311


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

productivo debe calcularse descontando el aumento de renta per cápita que se habría producido en cualquier caso. Si evaluamos el incremento de renta del escenario del nuevo modelo sobre el escenario tendencial, el aumento es de un 50%, y por tanto se cumple con holgura el objetivo del +40% que planteábamos en el Capítulo 3 de este estudio para el cambio de modelo productivo. No obstante, estos dos escenarios descritos muestran los límites de un intervalo en el que en su extremo inferior no se lleva a cabo ninguna acción y en su extremo superior se hace una apuesta firme por los sectores de la economía sostenible. Por ello, una renovación parcial de los sectores haría que el PIB per cápita en 2025 fuera de 30.400 euros (constantes de 2009), un 17% superior al escenario tendencial pero un 28% inferior a lo que sería posible bajo un nuevo modelo productivo. El Gráfico 9.2 resume los resultados obtenidos para la variación de la renta per cápita en los tres escenarios considerados. Gráfico 9.2. Crecimiento de la renta per cápita, 2009-2025 40.000 35.000

38.992

Euros de 2009

30.000 30.426 25.000

23.318

20.000 15.000

26.005

10.000 5.000 0

2009

Nuevo modelo Tendencial

Fuente: elaboración propia

312

2025

Renovación parcial


Los resultados del nuevo modelo productivo

4. El cambio estructural: los sectores renovados y nuevos sectores El cambio de orientación de la economía española no consiste únicamente en potenciar aquellos sectores con mayores posibilidades de futuro, sino que esa política debe acompañarse con toda una serie de reformas que mejoren la eficiencia y la productividad de la economía. Igualmente, son necesarias inversiones para aumentar la dotación de todos los capitales productivos: físico, humano, tecnológico y medioambiental. Todo este conjunto de acciones, reformas, inversiones y políticas van a generar un importante cambio en la estructura productiva de la economía española. En términos de importancia económica, los diez sectores analizados en este informe en la actualidad suponen un peso total sobre el VAB agregado de la economía del 34%, mientras que con el mayor desarrollo que alcanzarían en el escenario futuro del nuevo modelo productivo su peso agregado pasaría a ser del 45% (ver Gráfico 9.3). Este resultado se deriva del incremento que se prevé van a experimentar todos los sectores analizados, con la excepción del sector de la construcción que reduciría su peso actual, algo que como hemos comentado a lo largo de este informe resulta un objetivo deseable. Gráfico 9.3. Estructura productiva agregada de la economía española, 2009 vs. 2025 Composición VAB 2009

66%

34%

Composición VAB 2025

45%

55%

Sectores renovados y nuevos sectores Resto de la economía Fuente: elaboración propia

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

5. Los sectores renovados: principales resultados Hay tres sectores que necesitan una urgente reorientación para lograr un mayor grado de sostenibilidad: la construcción, el turismo y el transporte.

Construcción El sector de la construcción en la nueva economía debe ser redimensionado y tiene que cambiar sus objetivos, abandonando la idea de continuo aumento del parque de viviendas y promoviendo una reconstrucción sostenible del parque actual. En vez de un consumo excesivo e insostenible del suelo contribuirá a una mayor racionalidad en el uso de los recursos naturales. Este sector tendrá un eje fundamental, la rehabilitación. Esta actividad consistirá en llevar a cabo intervenciones que logren un mejor comportamiento energético, modificando las instalaciones eléctricas y de climatización, así como de abastecimiento y evacuación de agua. Creciendo a un ritmo de rehabilitación de 25.000 viviendas más al año, en 2025 se habrá rehabilitado un 14% del parque actual. El otro eje importante en este sector se refiere a la construcción de viviendas protegidas, que supondremos se mantendrá en unas 150.000 nuevas viviendas al año. En términos de empleo, el sector de la construcción renovado puede crear entre 91.000 y 454.000 nuevos empleos, en función del impulso que reciba la rehabilitación y el resto de cambios propuestos para el sector. Respecto a su participación en el Valor Añadido Bruto (VAB) , creemos que debe reducir su peso respecto a la situación actual hasta situarse en un 5%, siendo así más acorde con la dimensión de este sector en otros países de nuestro entorno.

Turismo El turismo, una de las bases de crecimiento tradicionales de la economía española, mantiene su importancia e incluso crecerá, pero debe reorientarse hacia un turismo de mayor calidad, con una mayor valoración del patrimonio medioambiental y cultural, y diseñando nuevos productos que reemplacen al producto “sol y playa” a precios bajos. La falta de planificación urbanística, económica y ambiental y la aparición de nuevos destinos internacionales han hecho que este modelo sea insostenible.

314


Los resultados del nuevo modelo productivo

El nuevo modelo que proponemos para este sector se basa en una reconversión de los destinos turísticos que permita aportar mayor valor añadido a la actividad, que haga posible un aumento en las pernoctaciones para corregir la estacionalidad, y obtener un mayor gasto medio diario. Este sector reclama una mejora progresiva de la calidad de los distintos elementos integrados en el turismo y una mayor ecoeficiencia a través de programas de ahorro de energía. Con todo ello, el sector puede crear entre 120.000 y 620.000 nuevos puestos de trabajo, en función de la profundidad de los cambios que se introduzcan. En términos de VAB, el nuevo sector de turismo renovado podría alcanzar un peso del 10,4% sobre el VAB agregado.

Transporte Disminuir impactos medioambientales, sobre todo las emisiones de gases de efecto invernadero, y reducir el consumo de recursos también son los ejes determinantes para la conversión del transporte en un sector más sostenible. Un menor peso del transporte por carretera y un fuerte desarrollo de los vehículos independientes de combustibles fósiles son las claves para este cambio. Hay que lograr un mayor equilibrio modal, con más presencia del tren y el transporte marítimo en los movimientos de mercancías. En transporte de viajeros, además de apostar por el transporte público, se debe incentivar la introducción progresiva del coche eléctrico, con un objetivo de alcanzar 2 millones de coches en 2025. Se estima que las actividades directas del transporte pueden crear entre 52.000 empleos (en un escenario con pequeños cambios en el sector) y 260.000 empleos en un escenario de nuevo modelo productivo desarrollado en su totalidad. El peso sobre el VAB agregado del sector transporte se incrementaría ligeramente, pasando de un 3,3% a un 3,8%.

6. Los sectores de futuro: principales resultados Otros siete sectores se han seleccionado en este informe porque se considera que van a ser, a largo plazo, las principales fuentes de generación de empleos de calidad y de nuevos productos/servicios para la sociedad española.

Energías renovables Los avances tecnológicos y económicos del sector de energías renovables en los últimos años han sido espectaculares. España debería consolidar su liderazgo en este

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

ámbito, tanto por su importancia transversal como por su potencial de creación de empleo y de acceso a mercados internacionales. El despliegue a gran escala para aprovechar el potencial de las energías renovables es, junto con una mayor sostenibilidad del sector transporte más sostenible, el factor crucial para hacer posible el cambio de modelo energético en España. Nuestra propuesta es poner ya en marcha iniciativas inversoras y regulatorias para llegar a un modelo energético basado en 100% renovables en 2050. Los ejes más importantes de actuación serían establecer incentivos que prioricen estas fuentes energéticas y fomentar la construcción de las infraestructuras necesarias que permitan una gestión más eficiente de la demanda y la oferta energética. Con las apropiadas medidas de impulso, el sector de las energías renovables puede crear entre 42.000 y 211.000 nuevos puestos de trabajo entre 2009 y 2025, como empleo adicional sobre lo que sería el crecimiento del sector al ritmo de los últimos años. Estimamos que el peso del sector en el VAB en 2025 alcanzará casi un 2%, lo que supone más que duplicar el tamaño que tiene en 2009 (0,7%).

Eco-industrias Reconvertir los impactos medioambientales que ha generado el patrón de crecimiento tradicional en una oportunidad de crear empleo y riqueza es la idea detrás de la apuesta por las eco-industrias. Son actividades intensivas en mano de obra que integran efectos externos de la economía en la cadena de valor, y que a la vez protegen el medioambiente. Las tres áreas que tienen un mayor potencial de crecimiento en España para este sector son: Protección de la naturaleza (reforestación, vías verdes, cuidado de espacios naturales, etc.); Agua (suministro, gestión de la demanda, depuración, reutilización); y Residuos sólidos (gestión de residuos, tratamiento, reciclaje). En términos de empleo, este sector podría representar el 2,2% del total de ocupados en el año 2025 (actualmente es del 1,1%), aumentando entre 20.000 y 100.000 empleos su tamaño para llegar a un volumen total estimado de 530.000 empleos. Gran parte de los empleos de las eco-industrias no requieren un elevado grado de cualificación, lo cual permitiría a corto y medio plazo reducir el desempleo en grupos de trabajadores procedentes de la construcción y otros sectores industriales que tienen perspectivas de recuperación lenta de la actual crisis económica.

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Los resultados del nuevo modelo productivo

Tecnologías de la información y comunicación Como las energías renovables o el sector del transporte, el sector de las tecnologías de información y comunicación tiene un enorme potencial de desarrollo como sector productivo sobre todo por su carácter transversal. El uso de estas tecnologías en la nueva economía se generalizará. Destacan el aumento de la productividad de las empresas y la eficiencia de la Administración Pública, de la Justicia, del sistema sanitario y de la gestión del consumo energético. Este sector podría crear entre 235.000 y 415.000 nuevos puestos de trabajo, que además tienen las característica de requerir un importante nivel de cualificación ya que el 47% de los trabajadores de este sector tiene un nivel de estudios de nivel universitario. Estimamos que el peso de las TIC en el VAB agregado puede crecer más de tres puntos porcentuales, hasta alcanzar un 7,9% en 2025.

Biotecnología La diversidad de posibles usos de la biotecnología es igualmente muy amplia. Este sector relativamente joven tiene importancia para el desarrollo de nuevos materiales industriales, las ciencias de salud, la agricultura y la acuicultura. Un amplio desarrollo de este sector puede realizar a medio plazo aportaciones clave para la solución de problemas globales, tales como la alimentación mundial, la lucha contra pandemias como el SIDA o la malaria, así como un impulso a la investigación en materia de cáncer. Este sector almacena un gran potencial de crecimiento, con tasas anuales de crecimiento de la facturación entre los años 2000-2008 del 32% y del 47,8% en el número de empleados. No sólo es una actividad con elevado valor añadido, si no que además requiere personal muy cualificado. Con el fomento de este sector, en 2025 el sector de la biotecnología podría crear entre 12.000 y 60.000 nuevos puestos de trabajo, sobre su crecimiento tendencial que, como hemos señalado ya, viene aumentando a un ritmo bastante elevado.

Industria aeroespacial La aportación del sector aeroespacial a la nueva economía consiste sobre todo en la creación de empleo de alta calidad, su aportación en Valor Añadido y en el avance

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

tecnológico general. Las innovaciones generadas por esta industria permitirán en el futuro, por ejemplo, una mayor capacidad para recoger datos meteorológicos, así como también para disponer de más información para afrontar los desafíos de las misiones internacionales en zonas de catástrofes naturales o regiones conflictivas. La industria aeroespacial española ocupa una posición destacada dentro de Europa. A este sector le caracterizan su fuerte capacidad exportadora, la elevada inversión en I+D de sus empresas, y el potencial de transferencia de tecnología a otros. Teniendo en cuenta la madurez del sector y la programación europea y nacional de los próximos años, estimamos que alcanzaremos en 2025 un total de 115.000 empleos en el escenario de pleno desarrollo del nuevo modelo productivo, mientras que con un escenario de impulso parcial el sector se quedaría aproximadamente en 62.000 trabajadores. La industria aeroespacial duplicará hasta 2025 su peso en el VAB agregado, alcanzando un 1%.

Industrias culturales España debe aprovechar en mayor medida el potencial que radica en la propia cultura y lengua, ya que este sector productivo puede aportar toda una serie de actividades enriquecedoras para la nueva economía. El hecho de que el español, con 438 millones de hablantes, sea el tercer idioma más hablado del mundo ilustra el enorme potencial económico de las industrias culturales. Un desarrollo potente de las industrias culturales tendría un gran impacto sobre el empleo, dado que es muy intensivo en factor trabajo, pero también sobre la innovación, pues tiene un componente creativo significativo. La comparación internacional revela la relevancia cuantitativa de las industrias culturales y sobre todo de la lengua en países cercanos, como Francia o el Reino Unido. Se estima que las industrias culturales pueden crear entre 50.000 y 250.000 nuevos empleos durante el periodo 2010-2025, según el desarrollo del nuevo modelo productivo. Al final del periodo, en el escenario con todos los cambios para el nuevo modelo, la contribución de las industrias culturales al VAB puede llegar a ser superior al 5% (ahora un 3,9%).

Servicios sociales La nueva economía también se apoya de forma importante en los cambios en el papel del Estado de Bienestar. Se convierte en un Estado Dinamizador, socialmente más sostenible porque cubre nuevos riesgos y atiende nuevas necesidades. Tanto por el

318


Los resultados del nuevo modelo productivo

cambio demográfico como por la incorporación de las mujeres al mercado laboral, hay dos nuevas áreas donde se requiere un mayor desarrollo del Estado de Bienestar: la atención a la dependencia y la educación infantil (0-3 años). Estos dos pilares constituyen una base para el desarrollo de una amplia rama productiva, con gran capacidad de generación de empleo, que es la de los servicios sociales. Aumentará el número de personas dependientes (mayores, niños) que necesitarán ser atendidas por personas especialmente cualificadas para esta labor. A través de un mayor estímulo a los servicios de atención a la tercera edad y la universalización de la educación infantil (0-3) estimamos que el sector puede crear entre 2010 y 2025 un volumen de nuevos empleos en un rango entre 155.000 y 765.000 puestos de trabajo. El peso en el VAB agregado de los servicios sociales puede llegar a alcanzar en 2025 hasta un 4,5%.

319



10 Conclusiones



Conclusiones

La economía española ya ha demostrado en ocasiones anteriores su capacidad de adaptación y de flexibilidad para adaptarse con éxito a los cambios del entorno económico internacional. El proceso de apertura de la economía en los años sesenta, la superación de la crisis de los setenta, la reconversión industrial de los ochenta, o la plena incorporación española al mercado comunitario realizada durante los años noventa, son todos ellos ejemplos históricos de situaciones de cambio afrontadas con éxito por las empresas y los trabajadores españoles. La crisis económica global que estamos atravesando es una situación sin precedentes, por su origen, velocidad de contagio y profundidad de sus efectos. España está experimentando un proceso de ajuste muy duro en términos de empleo, pero pese a los negros pronósticos que auguraban algunos analistas internacionales, el impacto de la crisis ha sido mucho menor al de otros países en términos de caída del PIB, de exportaciones, y de recursos invertidos para evitar el colapso de los sistemas financieros. No obstante, la crisis económica ha puesto de manifiesto de forma rotunda los límites del actual modelo productivo español, que se apoya en exceso en sectores de baja productividad y en la financiación externa, y que ha gozado durante los últimos años de algunos shocks positivos que han impulsado el crecimiento, como fueron la elevada llegada de inmigrantes y unas condiciones muy favorables de política monetaria. La salida de la crisis ya está próxima, pero ello no debería servir de excusa para no acometer los cambios que demanda urgentemente la economía española. Debemos evitar que con la vuelta al crecimiento se reproduzcan de nuevo los mismos problemas estructurales de nuestra economía, y es urgente que frenemos el agresivo consumo de recursos naturales del actual modelo productivo. Con la elaboración y presentación pública de este informe Ideas para una nueva economía, la Fundación IDEAS ha intentado realizar una contribución al diseño de la estrategia para reorientar nuestro modelo productivo. Esta reorientación va a exigir un esfuerzo colectivo y, por tanto, nuestra propuesta es que la estrategia para guiar los cambios también debe diseñarse de forma colectiva, a través de un debate público y con las contribuciones de todos los agentes económicos, sociales y políticos. Nuestra aportación a este debate consiste en proponer que España adopte una política de selección estratégica de aquellos sectores productivos por los que se debe apostar, bien por su capacidad de producir bienes y servicios que va a demandar la sociedad del futuro (caracterizada por la mayor disponibilidad de renta y ocio, y por el proceso de envejecimiento), o bien por su capacidad innovadora para desarrollar nuevos productos y nuevas tecnologías. Estos sectores deben ser impulsados a través de ayudas públicas, y de políticas que favorezcan su desarrollo. El cambio de modelo productivo no consiste únicamente en potenciar los sectores con mayores posibilidades de futuro, sino que esa política debe acompañarse con

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

una serie de reformas que mejoren la eficiencia y la productividad de toda la economía. Igualmente, son necesarias inversiones para aumentar la dotación de todos los capitales productivos: físico, humano, tecnológico y medioambiental. Todo este conjunto de acciones, reformas, inversiones y políticas constituye lo que denominamos como nuevo modelo productivo. Diseñarlo y ponerlo en marcha es una tarea colectiva, que no deberíamos posponer. El futuro nos plantea retos importantes, en un contexto mundial de creciente especialización y competencia internacional. España ha demostrado ya antes su capacidad de adaptación, por lo que no debemos afrontar ese futuro con temor, sino con valentía. Hemos alcanzado ya un nivel de desarrollo comparable con los países más avanzados, por lo que ha llegado el momento de realizar apuestas de futuro para consolidarnos en esa posición y comenzar a situarnos en posiciones de liderazgo en determinados ámbitos económicos y sectores productivos. Pero para ello van a ser necesarios esfuerzos para acometer inversiones, poner en marcha reformas, e impulsar realmente una economía basada en el conocimiento y en el desarrollo tecnológico. Si ponemos en marcha de forma inmediata y consensuada una estrategia para el cambio de modelo productivo, la economía española en 2025 podrá presentar un balance enormemente positivo del periodo 2010-2025, mucho mejor en múltiples dimensiones que los destacados logros que se consiguieron durante 1993-2008, los últimos quince años de fuerte crecimiento y desarrollo que nos llevaron por fin a la convergencia en renta con la Europa más avanzada, aunque aún no en otros aspectos como la productividad o la preocupación por la sostenibilidad.

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11

Anexos



Anexo 1 Contribuciones de las ramas productivas al VAB y empleo durante las expansiones y recesiones de la economĂ­a espaĂąola


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

Para analizar el comportamiento de la economía española durante los casi 30 años para los cuales se dispone de datos estadísticos homogéneos, realizamos aquí diversos análisis basados en la explotación estadística de datos desagregados por sectores productivos. El nivel de desagregación sectorial con el que trabajamos corresponde a 20 ramas de actividad, que es el mayor nivel de detalle al que existen en nuestro país series largas de datos de empleo y VAB sectorial. Los datos utilizados provienen de la base BD.MORES (Bustos et al., 2008), extendidos hasta 2007 utilizando información de Contabilidad Nacional del INE. Las ramas productivas de actividad objeto de estudio quedan recogidas en la Tabla A1.1. Tabla A1.1. Ramas de actividad utilizadas (clasificación R.20) 1. Agricultura y pesca 2. Industria extractiva y energética 3. Alimentación, bebidas y tabaco 4. Textil, confección, cuero y calzado 5. Papel, edición, industrias gráficas 6. Química 7. Caucho y plástico 8. Minerales no metálicos 9. Metalurgia y productos metálicos 10. Maquinaria y equipo mecánico

11. Equipo eléctrico, electrónico y óptico 12. Material de transporte 13. Industrias manufactureras diversas 14. Construcción 15. Comercio y hostelería 16. Transporte y comunicaciones 17. Intermediación financiera 18. Alquiler de inmuebles residenciales 19. Otros servicios de mercado 20. Servicios de no mercado

Fuente: elaboración propia

Los análisis que se realizan a partir de esta base de datos son dos: • Estudio del comportamiento de las 20 ramas de actividad durante las recesiones y expansiones, examinando cuáles han sido las aportaciones normales y extraordinarias de cada sector de actividad económica a la evolución del PIB y del empleo. • Análisis del comportamiento de los distintos sectores productivos en términos de empleo durante las fases más agudas de las recesiones y en los años de salida de las crisis, para evaluar qué sectores destruyen en promedio más empleo y cuáles comienzan antes a crear puestos de trabajo en las fases de recuperación. De acuerdo con la metodología de Leamer (2007), procedemos a descomponer las aportaciones de cada una de las ramas productivas al VAB total y al empleo agregado distinguiendo entre contribuciones “normales” y contribuciones “extraordinarias”.

328


Anexo 1

Para identificar estos dos tipos de aportaciones, en primer lugar aplicamos un filtro1 a las series de contribuciones para obtener las tendencias, que identificamos como contribuciones normales. Posteriormente, calculamos la diferencia entre las contribuciones totales de cada rama productiva y las contribuciones normales para obtener las contribuciones extraordinarias de cada componente al crecimiento real de la producción agregada y del empleo. Con el objetivo de presentar de forma resumida todo el conjunto de resultados obtenidos, los Gráficos A1.1, A1.2, A1.3 y A1.4 detallan las contribuciones normales y extraordinarias al VAB total de la economía que aporta cada una de las 20 ramas productivas analizadas, durante las dos expansiones y las dos recesiones identificadas en la economía española durante las tres últimas décadas. Se ha realizado un ejercicio similar para examinar las contribuciones al empleo, si bien en este anexo únicamente se comentan los resultados más destacables. Una descripción completa de la metodología utilizada y todos los resultados puede consultarse en Sosvilla (2009).

1.

La metodología utilizada para realizar el filtrado de los datos e identificar las tendencias es la propuesta por Hodrick y Prescott (1997).

329


Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

1. Recesión del periodo 1980-1984 La primera crisis de la economía española a lo largo del periodo analizado se puede calificar como una recesión industrial y de la construcción: en las contribuciones normales que las distintas ramas productivas aportaron al crecimiento económico durante esos años vemos que la mayoría de las ramas industriales presentan valores negativos o positivos muy pequeños, con las excepciones destacables de la industria extractiva y energética, la alimentación y la fabricación de equipos eléctricos y electrónicos. Si combinamos estos datos con los observados en las aportaciones extraordinarias, vemos que dentro de las actividades industriales únicamente el sector de la alimentación aportó cifras positivas al VAB agregado de la economía. Los datos detallados del VAB sectorial reflejan por tanto la naturaleza fundamentalmente industrial de la crisis económica de los primeros años ochenta, ya que la agricultura tuvo una aportación negativa moderada en su contribución normal al crecimiento, pero una cifra bastante elevada en su contribución extraordinaria. Igualmente, el conjunto de las actividades vinculadas con el sector servicios presentan un balance global positivo, fundamentalmente asociado a sus contribuciones normales al crecimiento. El otro sector de actividad que tuvo una contracción importante durante el periodo 1980-84 fue la construcción, que aportó cifras negativas al crecimiento económico agregado (un -0,1% en su contribución normal y aproximadamente una cifra similar en la contribución extraordinaria). Si se examina la evolución del VAB sectorial de la construcción, entre los años 1980 y 1984 experimentó una contracción del 10,8%, y se destruyeron 317.000 empleos (hasta el año 1985, ya que aunque el VAB comenzó a crecer antes, la reducción del número de trabajadores se extendió aún un año más).

330


Anexo 1

Gráfico A1.1. Aportaciones de las ramas productivas al VAB (recesión 1980-84) (En porcentajes) Aportaciones normales

0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 0,0 -0,1 -0,2

Aportaciones extraordinarias

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 0,0 -0,1 -0,2 1. Agricultura y pesca 2. Industria extractiva y energética 3. Alimentación, bebidas y tabaco 4. Textil, confección, cuero y calzado 5. Papel, edición, industrias gráficas 6. Química 7. Caucho y plástico 8. Minerales no metálicos 9. Metalurgia y productos metálicos 10. Maquinaria y equipo mecánico

11. Equipo eléctrico, electrónico y óptico 12. Material de transporte 13. Industrias manufactureras diversas 14. Construcción 15. Comercio y hostelería 16. Transporte y comunicaciones 17. Intermediación financiera 18. Alquiler de inmuebles residenciales 19. Otros servicios de mercado 20. Servicios de no mercado

Fuente: elaboración propia, datos BD.MORES e INE

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2. Expansión del periodo 1984-1991 Durante la fase expansiva de la segunda mitad de los años ochenta, las ramas de actividad que más tiraron del crecimiento de la economía española fueron todas aquellas vinculadas con el sector servicios y la construcción. La agricultura y todas las ramas industriales (con la significativa excepción del sector textil, cuya aportación fue casi nula) también aportaron valores positivos al crecimiento del VAB, pero con un orden de magnitud mucho menor. Dentro de las actividades de servicios, la rama que más aportó al crecimiento económico durante este periodo fue el comercio y hostelería (con un 0,62 en su contribución normal y un 0,02 adicional en la contribución extraordinaria por encima de la tendencia). El dinamismo de la distribución comercial durante esos años, derivado fundamentalmente del inicio de la implantación generalizada de grandes superficies en todo el territorio y otros cambios tecnológicos en ese sector, unido al crecimiento del sector del turismo, son las razones que están detrás de este resultado. Otras ramas dentro del sector servicios que destacaron durante la fase expansiva de la segunda mitad de los años ochenta fueron la intermediación financiera, que contribuyó con un 0,21% en la parte ordinaria más otro 0,07% como contribución extraordinaria, y el transporte y las comunicaciones, con una contribución total del 0,23%. El sector de la construcción experimentó durante esta fase expansiva una recuperación completa de la crisis de los años anteriores, y un fuerte crecimiento que lo llevó a ganar peso dentro del VAB total. Al final de este periodo expansivo su participación en el PIB no solamente había recuperado el tamaño previo a la crisis de los primeros años ochenta, sino que se había reforzado notablemente. En el periodo 1984-1991, la aportación media de la construcción al crecimiento económico fue del 0,37%, sumando otro 0,07% en forma de contribución extraordinaria.

332


Anexo 1

Gráfico A1.2. Aportaciones de las ramas productivas al VAB (expansión 1984-91) (En porcentajes) Aportaciones normales

0,78 0,68 0,58 0,48 0,38 0,28 0,18 0,08 -0,02

Aportaciones extraordinarias

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15 16

17

18

19

20

0,78 0,68 0,58 0,48 0,38 0,28 0,18 0,08 -0,02 1

2

3

4

5

6

7

8

1. Agricultura y pesca 2. Industria extractiva y energética 3. Alimentación, bebidas y tabaco 4. Textil, confección, cuero y calzado 5. Papel, edición, industrias gráficas 6. Química 7. Caucho y plástico 8. Minerales no metálicos 9. Metalurgia y productos metálicos 10. Maquinaria y equipo mecánico

9

10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

11. Equipo eléctrico, electrónico y óptico 12. Material de transporte 13. Industrias manufactureras diversas 14. Construcción 15. Comercio y hostelería 16. Transporte y comunicaciones 17. Intermediación financiera 18. Alquiler de inmuebles residenciales 19. Otros servicios de mercado 20. Servicios de no mercado

Fuente: elaboración propia, datos BD.MORES e INE

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Ideas para una nueva economía Hacia una España más sostenible en 2025

3. Recesión del periodo 1991-1993 El análisis de los datos de la breve recesión económica de principios de los años noventa nos permite caracterizar esta crisis como un fenómeno extraño para la mayor parte de ramas de actividad, ya que la gran mayoría de ellas no alteró sus tendencias de medio plazo, viéndose su producción únicamente afectada de forma coyuntural. Al contrario de la crisis de principios de los ochenta, este periodo recesivo no tuvo su origen y su impacto mayor en la industria, sino que se trata básicamente de una recesión del sector de intermediación financiera y de la construcción. La conclusión de que ésta fue una crisis de carácter extraordinario se extrae a partir de los datos presentados en el Gráfico A1.4, donde se observa que en esta fase contractiva prácticamente todas las ramas de producción mantuvieron unas contribuciones normales positivas al VAB agregado (es decir, las tendencias de casi todos los sectores productivos no se vieron alteradas por esta recesión). Hay tres excepciones destacadas, que sí tuvieron contribuciones normales negativas al VAB durante esta recesión: el sector textil (-0,01%), la metalurgia (-0,02%), y especialmente importante fue la aportación negativa del sector financiero (-0,13%). En los resultados sobre las contribuciones extraordinarias vemos que la contracción económica que experimentó España en este periodo vino causada por todas las ramas productivas, ya que todas ellas tienen valores negativos en su aportación al crecimiento del VAB total, con la excepción de la agricultura y el sector de alimentación/bebidas/tabaco que tienen ambos aportaciones positivas aunque muy reducidas. Los valores negativos más altos corresponden al sector de la construcción (-0,39%), el comercio y la hostelería (-0,17%), y la intermediación financiera, que añade otro -0,20% de contribución extraordinaria al valor negativo que ya aportaba como contribución ordinaria. La evolución temporal del VAB de la intermediación financiera muestra que la recesión de principios de los años noventa tuvo un impacto importante de carácter estructural sobre este sector. Entre 1990 y 1996, el VAB sectorial experimentó una caída del 23,5%, lo que refleja el importante recorte de actividad que tuvo este sector durante toda la década de los años noventa. En la segunda parte de la década se detuvo la caída del VAB, pero no se produjo un retorno a tasas de crecimiento claramente positivas hasta después del año 2000. Las razones de esta caída del VAB del sector financiero habría que buscarlas por un lado en el proceso de ajuste y consolidación del sector bancario español, que durante los noventa culmina el proceso de fusiones iniciado en la década de los ochenta, y por otro lado en la integración progresiva del sistema monetario europeo, que reduce paulatinamente el volumen de operaciones de cambio de divisas, así como también los seguros para la cobertura de riesgos de cambio.

334


Anexo 1

Gráfico A1.3. Aportaciones de las ramas productivas al VAB (recesión 1991-93) (En porcentajes) Aportaciones normales

0,6 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 0 -0,1 -0,2 -0,3 -0,4

Aportaciones extraordinarias

1

2

3

4

5

6

7

8

10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

9

0,6 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 0 -0,1 -0,2 -0,3 -0,4 1

2

3

4

5

6

7

8

1. Agricultura y pesca 2. Industria extractiva y energética 3. Alimentación, bebidas y tabaco 4. Textil, confección, cuero y calzado 5. Papel, edición, industrias gráficas 6. Química 7. Caucho y plástico 8. Minerales no metálicos 9. Metalurgia y productos metálicos 10. Maquinaria y equipo mecánico

9

10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

11. Equipo eléctrico, electrónico y óptico 12. Material de transporte 13. Industrias manufactureras diversas 14. Construcción 15. Comercio y hostelería 16. Transporte y comunicaciones 17. Intermediación financiera 18. Alquiler de inmuebles residenciales 19. Otros servicios de mercado 20. Servicios de no mercado

Fuente: elaboración propia, datos BD.MORES e INE

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4. Expansión del periodo 1993-2007 El largo periodo de crecimiento económico que experimentó España entre 1993 y 2007 (el ciclo expansivo se prolonga en realidad hasta 2008, si bien aquí sólo se realiza el análisis hasta 2007 por no disponer de datos desagregados por ramas de actividad para el año 2008) se debe principalmente a las aportaciones del sector servicios y de la construcción. También la agricultura y el sector industrial en su conjunto realizaron aportaciones positivas al VAB, pero el orden de magnitud de la contribución de todas las ramas del sector servicios supera ampliamente al resto. Dentro de los servicios, todas las actividades tienen unas contribuciones normales al crecimiento del VAB muy destacables: comercio/hostelería (0,84%), transporte y comunicaciones (0,44%), intermediación financiera (0,19%), alquiler de inmuebles residenciales (0,24%). Pero son principalmente todas aquellas actividades de servicios no clasificadas en alguna de estas anteriores las que más han aportado al VAB, con una contribución normal que se sitúa por encima del 1,6%/año. Junto con el sector servicios, la otra gran fuente de crecimiento durante esta expansión es de nuevo la construcción, con una aportación positiva del 0,76%/año. Se repite el patrón del periodo expansivo de la segunda mitad de los ochenta: el crecimiento económico se debe a la continuidad del proceso de terciarización de la economía española y al fuerte tirón del sector de la construcción. En cuanto a las contribuciones extraordinarias que se registran durante este periodo, casi todas ellas presentan signos negativos, aunque el orden de magnitud es muy inferior al de las contribuciones normales (se ha modificado la escala del Gráfico para que puedan apreciarse las diferencias, pero obsérvese que en comparación con las contribuciones normales, este segundo tipo de contribuciones son marginales). La interpretación a estos signos negativos hay que buscarla en el hecho de que los resultados de todos los sectores se han situado ligeramente por debajo de lo que marcaban sus tendencias de medio plazo. La excepción más relevante sería la rama de comercio y hostelería, que a su importante contribución normal al crecimiento añade otro 0,003 como contribución extraordinaria.

336


Anexo 1

Gráfico A1.4. Aportaciones de las ramas productivas al VAB (expansión 1993-2007) (En porcentajes) Aportaciones normales

1,8 1,6 1,4 1,2 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 0 1

Aportaciones extraordinarias

2

3

4

5

6

7

8

9

10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

0,01 0 -0,01 -0,02 -0,03 -0,04 -0,05 1

2

3

4

5

6

7

1. Agricultura y pesca 2. Industria extractiva y energética 3. Alimentación, bebidas y tabaco 4. Textil, confección, cuero y calzado 5. Papel, edición, industrias gráficas 6. Química 7. Caucho y plástico 8. Minerales no metálicos 9. Metalurgia y productos metálicos 10. Maquinaria y equipo mecánico

8

9

10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

11. Equipo eléctrico, electrónico y óptico 12. Material de transporte 13. Industrias manufactureras diversas 14. Construcción 15. Comercio y hostelería 16. Transporte y comunicaciones 17. Intermediación financiera 18. Alquiler de inmuebles residenciales 19. Otros servicios de mercado 20. Servicios de no mercado

Fuente: elaboración propia, datos BD.MORES e INE

337


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5. El empleo en las distintas ramas de actividad durante las crisis económicas Un análisis similar al realizado para el estudio del VAB, basado en la misma metodología de análisis de las contribuciones normales (tendencias de largo plazo) y las contribuciones de carácter extraordinario, se ha llevado a cabo para estudiar el empleo en las diferentes ramas de actividad de la economía española. Con las contribuciones extraordinarias identificadas se pueden realizar algunos cálculos para evaluar el comportamiento de las ramas de actividad en las situaciones de recesión económica. Por un lado, resulta interesante examinar el comportamiento del empleo en una rama de actividad concreta durante las crisis, para ver qué sectores son responsables en mayor medida del aumento del desempleo y qué otros sectores frenan por el contrario la caída del empleo. Por otra parte, el estudio del comportamiento de las ramas de actividad durante los años de salida de las recesiones permite determinar qué sectores generan rápidamente empleo y cuáles tardan más tiempo en recuperar el dinamismo en la creación de puestos de trabajo. La metodología utilizada consiste en acumular las contribuciones extraordinarias de cada actividad a lo largo del tiempo, de forma que valores crecientes de la serie acumulada nos indican una contribución positiva al aumento del empleo, mientras que valores decrecientes significan destrucción de empleo. Adicionalmente, para estudiar el comportamiento a lo largo de la fase recesiva, resulta conveniente tomar como referencia el año t en el cual se establece el valle (punto mínimo de la crisis), de forma que los datos de distintos periodos recesivos se hacen homogéneos entre sí y pueden usarse conjuntamente. En el caso de la economía española, se ha utilizado este método para sintetizar en valores promedio el comportamiento de las 20 ramas de actividad durante las crisis de 1980-84 y 1991-93. Una vez restados los correspondientes valores mínimos del empleo en los años valle (1984 y 1993, respectivamente) las contribuciones extraordinarias de esos años de referencia toman valor cero, y se estudian entonces dichas contribuciones para cada uno de los tres años previos al valle y los tres años posteriores. Tomar diferencias con el año de referencia t nos permite sintetizar las medidas de los dos periodos de recesión, e interpretar más fácilmente los resultados. El Gráfico A1.5 presenta el comportamiento de las 20 ramas de actividad, de manera que es posible evaluar el impacto de cada una de dichas ramas y simultáneamente poder realizar comparaciones sobre el orden de magnitud que tienen las contribuciones extraordinarias al empleo en cada rama.

338


Anexo 1

Gráfico A1.5. Contribuciones extraordinarias al empleo durante las recesiones (En porcentajes) 0,1 0,05 0 -0,05 -0,1 -0,15 -0,2 --0,25 -0,3 --0,35

0,2 0,15 0,1 t-3

t-2

t-1

t

t+1

t+2

t+3

0,05 0 -0,05 -0,1

t-3

t-1

t

t+1

t+2

t+3

--0,15 -0,2

Alimentación, bebidas y tabaco Textil, confección, cuero y calzado

Agricultura y pesca Industria extractiva y energética 0,1 0,08 0,06 0,04 0,02 0 -0,02 -0,04 -0,06 -0,08 -0,1

t-2

0,1 0,08 0,06 0,04 0,02 t-3

t-2

t-1

t

t+1

t+2

t+3

0 -0,02

t-3

t-2

t-1

t

t+1

t+2

t+3

-0,04 -0,06

Caucho y plástico Productos miner. no metálicos

Papel, edición, industrias gráficas Química 0,16

0,05

0,12

0 t-3

t-2

t-1

t+1

t

t+2

t+3

-0,05

0,08 0,04

0,1

0

-0,15

-0,04

-0,2

-0,08

t-3

t

t+1

t+2

t+3

1,2

1,2 1

1

0,8

0,8

0,6

0,6

0,4

0,4

0,2

0,2 0

0 t-3

t-2

t-1

t

t+1

t+2

t+3

-0,2

t-3

t-2

t-1

t

t+1

t+2

t+3

-0,4

-0,4

Comercio y hostelería Transporte y comunicaciones

Industrias manufactureras diversas Construcción 0,06

0,6

0,04

0,4

0,02

0,2 0

0 -0,02

t-1

Equipo eléctrico, electrónico y óptico Material de transporte

Metalurgia y productos metálicos Maquinaria y equipo mecánico

-0,2

t-2

t-3

t-2

t-1

t

t+1

t+2

t+3

-0,2

t-3

t-2

t-1

t

t+1

t+2

t+3

-0,4

-0,04

-0,6

-0,06

Intermediación financiera Alquiler de inmuebles residenciales

Otros servicios de mercado Servicios de no mercado

Fuente: elaboración propia, datos BD.MORES e INE Nota: Las contribuciones extraordinarias están acumuladas y normalizadas en torno al año valle t de la recesión, por lo que líneas ascendentes indican que la rama de actividad contribuye a la fortaleza del empleo y líneas descendentes que dicha rama provoca una mayor debilidad en el empleo agregado.

339


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Para resumir los resultados encontrados en el análisis de comportamiento del empleo en el entorno temporal del año valle de las recesiones, la Tabla A1.2 presenta por separado qué se observa en los tres años anteriores (t-3, t-2 y t-1) y cuál es el comportamiento en los tres años posteriores al valle, cuando se inicia la recuperación económica en términos de VAB (t+1, t+2 y t+3). Tabla A1.2. Sectores que generan/destruyen empleo durante las recesiones Años previos al punto mínimo de la crisis (t-3, t-2 y t-1) Ramas que ·· ayudan a reducir la caída ·· de empleo ·· ·· ·· ·· ·· ··

Agricultura Industria extractiva y energética Alimentación Papel (hasta t-1) Metalurgia Material de transporte Industrias manufactureras diversas Transporte y comunicaciones Intermed. financiera (hasta t-1)

Ramas que más contribuyen a la pérdida de empleos

·· ·· ·· ··

·· ·· ·· ··

Textil Minerales no metálicos Caucho y plástico Maquinaria y equipo mecánico Equipo eléctrico y electrónico Construcción Comercio y hostelería Otros servicios de mercado Servicios de no mercado

·· ·· ··

Alimentación Química Minerales no metálicos

··

Años de salida de la crisis (t+1, t+2 y t+3) Ramas que más ayudan a la creación de empleo

·· Textil ·· Comercio y hostelería A partir del año t+1: ·· Papel ·· Caucho y plástico ·· Maquinaria y equipo mecánico ·· Metalurgia ·· Equipo electrico y electrónico ·· Material de transporte ·· Construcción ·· Otros servicios de mercado A partir del año t+2: ·· Agricultura

Fuente: elaboración propia

340

Ramas que retrasan la creación de empleo


Anexo 1

Los sectores que más rápidamente contribuyen a la creación de empleo en el primer año de recuperación de la senda de crecimiento positivo del VAB son el comercio y hostelería, y el sector textil, si bien en ambos casos también coincide que son sectores que están entre los que más contribución negativa al empleo tienen durante la recesión. El sector textil, tras la pérdida progresiva de empleo durante las tres últimas décadas, actualmente ocupa alrededor de 200.000 trabajadores, por lo que, pese al resultado estadístico obtenido al examinar sus salidas de las crisis anteriores, no puede considerarse un sector con capacidad de generar gran cantidad de empleos. Por tanto, la recuperación a corto plazo del empleo en el sector del comercio y la hostelería (4,7 millones de empleos en 2007) tiene mucho mayor potencial. Un segundo resultado destacable del análisis realizado es que gran parte de los sectores que generan empleo en la salida de la crisis lo hacen con un año de retardo sobre el punto de inflexión de la actividad económica. Así, los sectores que comienzan a crear más empleo a partir de t+1 son algunas industrias (papel, caucho y plástico, maquinaria y equipo mecánico, metalurgia, equipo eléctrico y electrónico, y material de transporte), la construcción y los otros servicios de mercado (no englobados en otras categorías de servicios). La agricultura y pesca también contribuyen a la creación de nuevos empleos tras la recesión, pero a partir del periodo t+2.

341



Anexo 2 La productividad del trabajo en la economĂ­a espaĂąola


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Bajo la favorable evolución que experimentó la economía española en términos de renta per cápita durante la última fase expansiva subyace una decepcionante evolución de la productividad de la economía. Surge la cuestión de cuál debe ser el elemento a potenciar a partir de ahora, de cuál es el factor que propiciará mejoras futuras de nuestros niveles de renta per cápita. Lo que nos preguntamos es: ¿cuál es el determinante básico del crecimiento del PIB per cápita a largo plazo? Una forma bastante simple de plasmar algebraicamente la respuesta a esta cuestión consiste en descomponer el PIB per cápita según la siguiente identidad: PIB PIB H Ld Ls L15−64 [1] = H Ld Ls L15−64 L L Donde L es el total de la población, H es el número total de horas trabajadas, L d son trabajadores ocupados, L s es la oferta de trabajo y L 15-64 la población en edad de trabajar. Así, el primer término de la parte derecha de la expresión [1] es la productividad por hora trabajada. El segundo es el número de horas promedio que dedica al trabajo cada persona ocupada. Ambos términos constituyen el factor productividad. El tercer término es la tasa de ocupación, esto es, el porcentaje de individuos que tiene empleo respecto de los que quieren trabajar (es decir, la población activa). El cuarto es la tasa de actividad, es decir, el porcentaje de individuos que quiere trabajar respecto del total que está en edad de hacerlo. Estos dos términos definen la tasa de empleo. Por último, tenemos el ratio referido a la estructura de población por edades que sería el factor demográfico. A largo plazo, el crecimiento de la productividad del trabajo es el determinante último del crecimiento de la renta per cápita de un país, ya que el resto de variables de la expresión [1] están acotadas. No obstante, los factores de empleo y población sí pueden presentar variaciones importantes a corto y medio plazo, que son las causantes de que los crecimientos de la renta per cápita y la productividad puedan diferir durante ciertos periodos de tiempo (como ha sucedido en la economía española durante el último ciclo expansivo).

344


Anexo 2

Análisis histórico El Gráfico A2.1 muestra las tasas de crecimiento del PIB per cápita para España y sus cinco componentes1. Como se puede apreciar, desde 1986 el crecimiento del PIB per cápita ha sido superior al de la productividad, que, además, siguió mostrando la tendencia decreciente de los años anteriores. Entre 1974 y 1986 el crecimiento de la productividad fue muy superior al del PIB per cápita, debido a las tasas de crecimiento negativas de las horas por trabajador, de la tasa de actividad y del aumento del desempleo. Este comportamiento contracíclico de la productividad es el mismo que observaremos de nuevo a partir del año 2002 y que pone de manifiesto un factor importante de la conducta de la productividad de la economía española. Por el contrario, el crecimiento de la renta per cápita a partir de 1995 ha descansado en el importante aumento de la tasa de actividad que vendría explicada, en parte, por el fenómeno de la inmigración. Gráfico A2.1. Descomposición de la tasa de crecimiento del PIB per cápita en España

10 8

Porcentajes

6 4 2 0 -2 -4 1960

1970

1980

1990

2000

Décadas Factor productividad Factor demográfico

Factor empleo PIB/L

Fuente: elaboración propia, datos AMECO

1

Las tasas de crecimiento (calculadas tomando logaritmos en la ecuación de la descomposición del PIB per cápita y primeras diferencias) se refieren a los componentes tendenciales de las variables, obtenidos mediante la aplicación del filtro de Hodrick y Prescott.

345


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En el Gráfico A2.2 se ha representado la misma descomposición para EE UU. Entre las diferencias que observamos, destacaríamos en primer lugar que la volatilidad de las tasas de crecimiento del PIB per cápita y de la productividad ha sido mayor en España que en EE UU. Entre 1960 y principios de los setenta, España inició un periodo de convergencia que despegaba desde unos niveles relativos muy bajos, tanto en productividad como en renta per cápita. Por otro lado, vemos cómo el comportamiento contracíclico de la productividad en España no se manifiesta de la misma forma en EE UU. Gráfico A2.2. Descomposición de la tasa de crecimiento del PIB per cápita en EE UU

10 8

Porcentajes

6 4 2 0 -2 -4 1960

1970

1980

1990

2000

Décadas Factor productividad Factor demográfico

Factor empleo PIB/L

Fuente: elaboración propia, datos AMECO

El retroceso que ha experimentado la productividad del trabajo ha sido más acentuado para España que para el conjunto europeo. Como vemos en el Gráfico A2.3, entre 1987 y 1995 España muestra una tasa media de crecimiento de la productividad superior tanto a EE UU como a la UE-15. Sin embargo, para el subperiodo 19952008 el panorama se invierte, destacando EE UU con una tasa por encima del 2% y la UE-15 con una tasa cercana al 1,5%, mientras que España no consigue alcanzar el medio punto porcentual. Así, la reducción en la tasa de crecimiento de la productividad que muestra la economía española ha sido dramática (Tabla A2.1).

346


Anexo 2

Gráfico A2.3. Crecimiento de la productividad del factor trabajo (PIB/Hora, tasa media anual) 2,5 UE-15

Porcentajes

2

España EE UU

1,5

UE-15 EE UU

1 0,5

España

0 1987-1995

1995-2008

Fuente: elaboración propia, datos The Conference Board, Total Economy Database, June 2009

Tabla A2.1. Tasas de crecimiento de los componentes del PIB per cápita. España y EE UU (Promedio del periodo, porcentajes) 1960-1990

1991-2008

PIB/L

EE UU España

2,40 3,46

1,62 1,97

PIB/H

EE UU España

1,84 4,66

1,58 1,03

H/Ld

EE UU España

-0,25 -0,57

0,10 -0,42

Ld/Ls

EE UU España

0,00 -0,45

-0,07 0,07

Ls/L15-64

EE UU España

0,47 -0,22

-0,14 1,13

L15-65/L

EE UU España

0,32 0,10

0,14 0,15

Fuente: elaboración propia, datos AMECO

347


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¿Qué determina el crecimiento de la productividad del trabajo? Para producir un determinado bien u ofrecer un determinado servicio no sólo se necesitan personas que trabajen -­factor trabajo- y herramientas con las que poder hacerlo -factor capital-. Además, existe un elemento adicional, algo más abstracto, que recoge la eficiencia en el uso de los factores productivos, hablamos de la Productividad Total de los Factores (PTF). La mejor manera de pensar en esta productividad es considerarla como el nivel tecnológico de un país. Los incrementos en la PTF es lo que denominamos progreso técnico. La producción de un país puede representarse a través de una ecuación de producción. Con ella vemos cómo la cantidad que se produce en una economía (Y) depende de la cantidad de capital físico (K), de la cantidad de trabajo (L) y de la tecnología o PTF. Y(Producción) = F(K (Capital), L (Trabajo), PTF (Tecnología)) La cantidad producida por trabajador o, lo que es lo mismo, la productividad del trabajo será2: ⎛K⎞ Y = PTF ⋅ f ⎜ ⎟ ⎝L⎠ L

[2]

La PTF es un factor crucial para el crecimiento sostenido de la productividad del trabajo. La Tabla A2.2 muestra las tasas de crecimiento promedio para la economía española, la americana y la UE-15. Como se puede observar, el crecimiento de la PTF ha caído de forma más acentuada en España. Tras el desplome que experimentan todas las economías en 1973, los niveles de crecimiento de la PTF no se recuperarán. A partir de la década de los noventa, la PTF en España es sistemáticamente inferior tanto a la UE-15 como a EE UU, mostrando a partir del año 2000 tasas de crecimiento negativas. Tabla A2.2. Productividad Total de los Factores. España, UE-15 y EE UU (Tasa de crecimiento promedio del periodo, porcentajes)

1960-1990 1991-2008

UE-15

España

EE UU

1,98 0,89

2,74 0,19

1,30 1,12

Fuente: datos Ameco

2 La función F hace referencia al método de producción que utiliza una empresa o, en nuestro caso, el país. La función de producción más frecuentemente utilizada en la literatura es la CobbDouglas Y = PTF ⋅ K 1−α Lα donde el parámetro α mide la elasticidad del producto final frente a 1−α 1−α cambios en el stock de capital. En este caso, por lo que la función f (K ) = (K ) Y = PTF ⋅ (K ) L L L L Solow (1956).

348


Anexo 2

En relación con otros países europeos, España presenta tasas de crecimiento de la PTF por debajo de éstos (Gráfico A2.4). El caso más destacable es el de Irlanda, con tasas de crecimiento que llegaron a alcanzar más del 7% en 1997. Alemania y Francia tienen sendas de crecimiento muy similares. Gráfico A2.4. Tasa de crecimiento de la Productividad Total de los Factores. España vs. Francia, Alemania e Irlanda 9 8 7

Porcentajes

6 5 4 3 2 1 0 -1 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Francia Irlanda

Alemania España

Fuente: elaboración propia, datos OCDE

Sin embargo, la evolución y la situación actual de la PTF en la economía española responden a las variaciones y a los comportamientos de multitud de factores. Debemos tener en cuenta que la PTF no es directamente observable sino que se calcula como residuo de la ecuación de producción, por lo que su contribución a la evolución de la productividad del trabajo dependerá también de la evolución del stock de capital físico.

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Referencias


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