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NO ES LINDA NI FEA. SÓLO SE MUESTRA VEROSIMIL
Casa de la Cruz. Rosario
Rafael Iglesia
Memoria
La casa o la pequeña obra ha sido siempre un tema que por la escala permitió plantear algunos temas sociales y arquitectónicos. Los maestros fundaron todo un movimiento en base a pequeñas intervenciones. En esas dimensiones se puede experimentar, y dejar la experiencia (lo contrario) de lado aunque sea por momentos.

Escribiendo este texto veo que lo que voy a decir es lo mismo que dije en su momento de la obra de calle Mitre1 –la piedra– o de la Clínica de acero inoxidable2: en ellas están los mismos conceptos a pesar de tener distintos lenguajes dicen las mismas cosas, de distintas maneras. Quizás a pesar del tiempo transcurrido, no he aprendido nada.
Con respecto al programa no hay mucho que decir, responde a los requerimientos de los propietarios, y se puede leer en los planos. Algunas cosas solamente, la planta (relación exterior interior) baja libre, solamente contenida en sus laterales se comporta como una galería que comunica con el jardín y el patio mas domestico en el frente, no tiene límites precisos, esta definida por la proyección de la planta alta y su sombra proyectada en el suelo, por lo tanto muta. Los dormitorios que dan a la calle se niegan al exterior por dos razones, privacidad y seguridad. Por lo demás su comportamiento interior es común a cualquier planteo en estas superficies. La escalera es desarmable, hecha con dos jambas en u, los escalones y triángulos, son piezas de madera. Aquí como aquella que realice con las cuñas no hay elementos de fijación solo ella se sostiene por su propio peso y la gravedad. Es ideal para comprar por delivery o para un indeciso que no sabe donde colocarla en el espacio.
1 RI se refiere al Centro Integral Cardiovascular, una de sus obras, en la calle Mitre al 200 en Rosario, que tiene ensamblada en su fachada una enorme pieza de piedra.
2 Aquí alude a la Clínica Proar, sita en la calle Italia al 3100 en Rosario, conocida por su fachada de acero inoxidable espejado.
La estructura de la PB y el primer piso son apilados inestablemente sin vínculos, y solo se estabilizan con el volumen superior que lo equilibra. En el tabique que define la cocina hay un tensor de seguridad. Es decir la gravedad no llega al piso por el camino mas corto, como una obra racional, pero su distribución de las cargas es asimétrica y esa administración de la distancia se vuelve barroca a la gravedad. Siempre me inquietó en el pabellón de Mies –por poner un ejemplo–, que las columnas están dispuestas en forma simétrica. Mientras que el MM buscaba expresarse asimétricamente en contra de la clásica simetría que vemos en las obras. Supongo que lo hace por ser más racional por un lado y para tener la misma sección de columnas y así normalizarlas. Contradicciones o encrucijadas donde hay que traicionarse en pos de alguna idea y cobra valor la figura del desertor por sobre la del héroe
La pared esta compuesta por ladrillos simplemente apilados por fuera y por un tabique de hormigón de sostén, que los pega por detrás, dándoles el acondicionamiento térmico necesario. El terreno presentaba una estructura muy débil, lo que implicaba pilotear en todo el perímetro, razón por la cual decidimos colocar solo dos tabiques mas profundos y que la planta alta se posara con grandes voladizos. A pesar que su apariencia indica lo contrario, fue la solución más económica.

La casa no parece lo que se entiende por una casa, no parece un objeto, pertenece al mundo de las cosas, lo dado. Da la impresión de haber estado siempre allí.
O al menos durante mucho tiempo. Sobre la calle, el portón de acero espejado, desaparece mimetizándose con lo que lo rodea. No hay puertas ni ventanas que organizar. No existe ese discurso funcional, didáctico, hasta ingenuo que nos dice: yo soy etc… No pretende decir la verdad: soy una casa, por aquí se entra, soy cálida, amable, este es el dormitorio, el baño…
La imperfección del ladrillo, el musgo le otorga tiempo, pasado, una presumible historia, inventada, como la nuestra por ser un país joven.
Su lenguaje no tiene nada que decir, o el silencio dice mucho más que las palabras. Es como lo dice Alejandro Aravena en su libro El lugar de la arquitectura, refiriéndose a una casa de Ostwald Ungers: una arquitectura sin atributos. O al menos con otros atributos, que no pasan por decir quien es, que hace o que pasa por su interior. Intrigante como algunas mujeres. Como ellas sus expresiones se contradicen, porque si por un lado, nos muestra una aparente fragilidad ya que pared de ladrillos sin juntas amenaza que puede caer en cualquier momento, que dan ganas de sostenerlas, tiene la suficiente fortaleza para soportar esos pesos en el aire, y aunque insinúe la fragilidad, de un castillo de naipes, no caerá...

No es linda ni fea, pretende ser interesante, sin mirar a nadie. Solo se muestra verosímil. Como ellas.
Opinión
Muchas de (o casi todas) las obras de Rafael Iglesia son respuestas concretas a encargos de clientes y además, oportunidades experimentales para intereses propios del desarrollo teórico de sus ideas y en ese sentido puede hablarse plenamente, de una arquitectura de autor. El caso de la Casa de la Cruz (apellido de una prima de Iglesias para quién se hizo este trabajo) puede que quizá haya más de experimento que de satisfacción directa de lo que pedía la cliente.
Un programa bastante común: una planta baja social –cocina y estar comedor– y una planta alta doméstica –cuatro dormitorios y baños– se complejiza con la decisión de disponer un planteo de prismas ciegos, sobrepuestos y contrapesados, en equilibrio estático basado en voladizos con ausencia de columnas. Esta descripción elemental contrapone un programa sencillo a primarios intereses proyectuales cuya resolución implicará audacias experimentales o por lo menos, soluciones menos convencionales.
Además este conjunto volumétrico se construirá de forma no habitual usándose hormigón armado para vigas, losas y muros que fue combinado con ladrillos semivistos sin mortero de unión para los muros envolventes. En esas paredes exteriores el hormigón no está solo –y solo será visible desde el interior– ni es evidente, ya que está acompañado y sobrepuesto de un aparejo de un ladrillo de espesor que le sirve de encofrado y cuya traba ensambla hacia el interior una unidad cada dos y los ladrillos perpendiculares a la fachada penetran en el cemento y traban ambos materiales no siendo una doble pared con cámara de aire, sino de un muro mixto de hormigón armado y el ladrillo ensamblados.
Si bien no fue común para Iglesia usar ladrillo (en eso le reconocía magisterio pleno a su amigo Solano Benítez) en este caso junto a su socio, amigo y constructor Gustavo Farías, en su garaje-estudio de calle Corrientes hicieron pruebas de la construcción mixta de hormigón y un aparejo trabado de ladrillo y esta investigación se hizo tanto por causas ambientales como económicas: las primeras para optimizar el confort interior con una piel cerámica que al ser sin mezcla de asiento pierde su función de masa continua pues circula aire entre cada ladrillo y las segundas porque se apuesta al ahorro en no usar mortero y en acortar el plazo de obra. Punto este último, algo dudoso puesto que para lograr que esos paramentos de ladrillos apilados sin unión sirvan de encofrado se debieron usar tutores de fenólicos apuntalados para que estabilicen la presión del hormigón cuando es volcado y por tanto la obra debió hacerse mediante tramos de un metro y esperar la fragua para continuar, con lo que tampoco el método resultó tan rápido.
Fue evidente el interés de Iglesia en el motivo frontal de los tres volúmenes sobrepuestos, que representan una intención de forma bien lejana de criterios de composición de fachada: hay una enorme fuerza tectónica en el encuadre y ninguna voluntad de armar un frente de llenos y vacios; de hecho no hay ninguna ventana ni modenatura, buña o resalto, solo hay contundentes bloques de ladrillo que de cerca, paradójicamente resultan frágiles pues los ladrillos están apilados sin juntas. Todas las aberturas de vistas y ventilaciones se dan para el interior, a patios y contrafrente.




En planta baja en un área casi cuadrada de unos 6x7 se inserta el área de estar-comer y en paralelo sobre el lateral sur, una franja estrecha donde van cocina, baño y depósito. Sobre ese estar-comer se apila una pieza superior de unos 10x11 exenta en sus lados que con sendos voladizos demarca en la planta inferior, una cochera y una galería, en la cuál se definen cuatro dormitorios, dos baños, y un íntimo. El solado de este piso es de madera flotante sobre el pleno definido por las vigas estructurales invertidas. Mas arriba, en la cota
6,40 se formula un tercer volumen de unos 5,50x3,50 –que es accesible pero ciego– cuya razón de ser es engendrar un peso sobre el volumen inferior lo que se afianza al recibir el peso de los tanques de agua.
En la planta baja resaltan varias nítidas intenciones espaciales como plantear el estar-comer en la dicotomía entre una pared ciega que da al norte contrapuesta a los lados este y oeste con aberturas de piso a techo o el disponer un patio-jardín al oeste conectado al ingreso y con piso de tierra bordeado por las paredes que prolongan el estar luego de las ventanas. También aportan complejidad interior-exterior las dos galerías (una para cochera) y un patio abierto al este. Aún en la casi mudez de formas, materiales y acabados en esta planta aparecen cualidades de fluidez espacial en el entronque del afuera y el adentro. Prevalece una intención de proyectar otorgando un sentido central a la tectónica constructiva y a la vez una abstracción simplificadora que rehúye cualquier tentación de lenguaje o expresión: de hecho se elimina todo diseño de fachada y cualquier intención de comunicar ideas de domesticidad: desde fuera hay una pura y casi violenta exposición de tres volúmenes apilados que son ciegos; incluso con un portón de entrada espejado (que rebota la imagen del frente forestado) sin ninguna transparencia. Desde afuera esa abstracción geométrica resulta enigmática y aparece una manifestación de forma por completo diferente a cualquier imagen convencional de casa. Además para ofrecer todavía mas ambigüedad, la contundencia de los bloques apilados va a constrastar con el carácter blando o incluso (aparentemente) desarmable, de los paramentos de puros ladrillos apilados, sin junta, ladrillos que por lo demás ni siquiera son seleccionados o del todo regulares.






Este interes prevaleciente de Iglesia en la indagación acerca del equilibrio entre las cargas y los propios pesos como problema y solución de las estructuras será reiterado en muchos trabajos tales como en el edificio Altamira o en los pabellones del Parque Independencia y también en varios de los concursos que hizo, tales como el Museo de Artes de Medellín o el de Mar del Plata.


El ingenio proyectual de Iglesia conjuntó profundas reflexiones sobre la tectónica (pero una tectónica emergente de complejidad y ambigüedad, casi coincidente con la tectónica textil semperiana) y sobre la materialización de las envolventes.
Además todo ello inserto en una intención de eliminar de pleno la expresión de la función como lo afirma en su memoria: No existe ese discurso funcional, didáctico, hasta ingenuo que nos dice: yo soy etc… No pretende decir la verdad: soy una casa, por aquí se entra, soy cálida, amable, este es el dormitorio, el baño…
La expresión deja de ser representativa y se torna propia de la mera construcción y asi se habla de la imperfección del ladrillo, el musgo le otorga tiempo, pasado, una presumible historia, inventada, como la nuestra por ser un país joven. Y de tal forma el lenguaje se cancela ya que su lenguaje [de la casa de la Cruz] no tiene nada que decir, o el silencio dice mucho más que las palabras…una arquitectura sin atributos. Pero todo en un plan de misterio o enigma, con expresiones que se contradicen, porque si por un lado, nos muestra una aparente fragilidad ya que pared de ladrillos sin juntas amenaza que puede caer en cualquier momento, que dan ganas de sostenerla, tiene la suficiente fortaleza para soportar esos pesos en el aire, y aunque insinúe la fragilidad, de un castillo de naipes, no caerá...
Y de tal forma volvemos, con el Rafa, al título de este texto: No es linda ni fea, …solo se muestra verosímil.





















