CIVILIDAD
Actualmente, y cada vez más, dentro de cada unidad de producto, el capital crece a una tasa que al menos duplica la tasa de crecimiento del trabajo, y las cooperativas sienten internamente que los productores de bienes reales se atrasan respecto a los prestadores de servicios en general y de servicios financieros en particular. Esto no se debe, en principio, a ninguna maniobra especulativa, sino simplemente a la tendencia que nos muestra la evolución de la economía, donde “el capital crece el doble de rápido que el trabajo” dentro de la misma unidad de producto o servicio. Evidentemente los instrumentos se eligen y adecuan según la realidad y los objetivos. Si
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hasta hace 20 años el ingreso del sector trabajador participaba en el 50% del PBI y actualmente participa en el 25% del PBI, es porque han cambiado las condiciones de la producción, y no han cambiado los instrumentos que posibilitan que todos los sectores de la economía participen del PBI en forma proporcional, (Ley de Reciprocidad Proporcional) Si constatamos que hoy el capital crece y el trabajo tiende a no crecer en la misma proporción, dentro de una misma producción, no deberíamos insistir en seguir asociando al pequeño y mediano productor, sólo al “Factor Trabajo” que no crece, en vez de buscar las maneras de asociarlo al “Factor Capital” que crece cada vez más rápido.