Esto no es un poemario, no es una forma de vivir, sino de luchar para expresar
algo que me permita no repetir los mismos caminos e ir disfrutando de la vida
en su esencia misma. Convencido de que todo lo que sucede conviene, procuro
reconocer la enseñanza de cada cosa, por lo tanto estos poemas son más bien
una forma de hacer y hacerme justicia en algunos caminos recorridos, que
siempre aportan una cuota de fe. ¿Qué sería sin ella, si los pueblos y las
personas sin fe, son pueblos y personas sin rumbo?
Pero de eso se trata, de hacer un llamado a la fe - y entiéndase por fe aquello
en lo usted deposita su confianza - ; lo importante es siempre pensar que lo que
está por venir puede ser mejor.