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La Facultad realizó el Día del Emprendedor tecnológico por streaming

El evento se realizó el 28 de octubre con la participación de importantes oradores. Fue transmitido por streaming y contó con la apertura formal del Ing. Guillermo Oliveto, Decano de la Facultad

La UTN Facultad Regional Buenos Aires, a través del Centro de Emprendedores, organizó la décimo tercera edición del Día del Emprendedor bajo el lema “Una propuesta de libertad”. El evento fue transmitido por streaming, y contó con oradores de alto nivel.

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Pablo Chami, Director del Centro de Emprendedores de la Facultad, dio la bienvenida a la 13° edición y dijo estar muy orgulloso de conducir el evento y de ayudar a los emprendedores en la búsqueda de su libertad:

“los invito a participar para observar la superficie de lo que está a la vista de cada emprendimiento y por la profundidad de lo que siente y vive cada emprendedor

y por la pasión y el esfuerzo para lograr sus objetivos”.

Acto seguido, Chami invitó al Ing. Guillermo Oliveto, Decano de la UTNBA, para dar inicio formalmente a la jornada.

“La intención es juntarnos nuevamente en este gran evento, y les doy a todos la bienvenida. Me gustaría resaltar la importancia que tiene para nosotros desde hace unos cuantos años, junto con Pablo y algunos otros, que emprendimos esta locura de impulsar el Centro de Emprendedores desde la Secretaria Extensión Universitaria y luego, instalándolo como política de Estado de nuestra Facultad, estaba esta lógica de pensar en formar empleadores desde nuestra casa de estudios, darles las herramientas y posibilidades a los estudiantes y poder desarrollarse como emprendedores y además, en este caso, como visionarios y exploradores en una visión de futuro y digo que es una política de estado porque nos propusimos en darle una importancia preponderante desde la institución y Pablo, en particular, está muy comprometido con esto y viene realizando esta actividad desde todos estos años, y fundamentalmente hemos ido creciendo en la calidad de las actividades que se desarrollan y es un evento fundamental para nuestra casa de estudio que se realiza todos los años. Felicito al equipo de trabajo y al espacio en el que Pablo se desenvuelve, al área de vinculación tecnológica y a la Secretaria Ciencia, Tecnología, e Innovación Productiva de la Facultad, y entender que esto para nosotros es un motor, es una lógica que tenemos en nuestro estilo de gestionar la Facultad y estamos muy orgullosos de lo que se hizo hasta ahora. Doy formalmente por iniciado este dia del emprendedor visionario y les doy la bienvenida a cada participante y agradecer a quienes nos ayudan en esto

y, sobre todo, a los disertantes”. Seguidamente, la jornada comenzó con el primero de los disertantes con “información de calidad para

los emprendedores que tienen ideas y proyectos a

desarrollar”, según resaltó Pablo Chami, Director del Centro de Emprendedores.

La charla comenzó con Alejandro Cuchietti, estudiante de la UTNBA, próximo a graduarse y deportista, quien transmitió su experiencia como integrante de una empresa familiar dedicada a la fabricación de botes de remo de competición y de su vasta trayectoria como deportista de alto rendimiento.

Luego, continuaron los oradores cada uno a su turno y, al concluir el evento, Pablo Chami les agradeció su participación y calificó la jornada como un “magnífico evento”; al equipo de audiovisuales de la Facultad, a Prensa y a cada integrante de la Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, a los asistentes y a su familia: “invitamos a formar parte de esta

propuesta de libertad, transitando el camino del emprendedorismo, llevando adelante los propios proyectos, respetando los ajenos, transformando

positivamente de este modo, el lugar en el tiempo”, señaló Chami y concluyó “la libertad no es otra

cosa que ser dueños de nuestra propia vida, esa es la filosofía que vivimos y transmitimos cada día todos aquellos que tenemos el maravilloso reto de

emprender”.

Expusieron en el evento. Alejandro Cuchietti:

cofounder de Coucchiettiboats; Carolina Imbert: founder de Madres Leonas y de Dulce Carito Tucumán; Agop Karagoz: economista, magíster en economía aplicada, docente, y founder de Kartal Consoulting; Diego Korol: conductor, productor y periodista, comprometido con los valores del emprendedorismo; Patricio Echague: Founder de Split.io, egresado de la UTNBA; Carlos Barbagallo: founder de Pampa Bay y Santiago Bilinkis: emprendedor, tecnólogo, fundador de varias empresas tecnológicas, autor de Pasaje al Futuro y columnista de la Revista La Nación.

El Día del Emprendedor es una propuesta abierta a emprendedores y a “todas aquellas personas que

quieran dar el paso hacia una nueva filosofía de vida basada en sus capacidades, talentos, deseos y sueños

personales”, sostuvo Pablo Chami, Director del Centro de Emprendedores de la Facultad.

La Facultad lidera un proyecto de reconstrucción histórica del clima

El Proyecto ACRE.Ar forma parte de una iniciativa global para reconstruir datos históricos sobre el clima con el objetivo de combatir el cambio climático

La UTN Facultad Regional Buenos Aires es la sede de Argentina del proyecto ACRE, el cual se desarrolla en distintos países del mundo con el objetivo de reconstruir datos históricos del clima a nivel global, que permitirían planificar acciones para combatir el cambio climático.

El proyecto ACRE.AR se desarrolla en convenio con la Armada Argentina, a través de su Servicio Meteorológico y de su Servicio de Hidrografía Naval, con el fin de recuperar datos climáticos desde 1850 hasta la primera mitad del siglo XX. Para lograrlo, busca detectar, ubicar y reconstruir información pública y privada que contenga observaciones meteorológicas históricas, para su posterior digitalización.

Es por eso que el proyecto convoca a voluntarios “ciudadanos científicos” a participar, ya sea aportando registros climáticos o digitalizando información, a través del software libre zooniverse.org

La intención del proyecto ACRE (Atmospheric Circulation Reconstructions over the Earth, por su sigla en inglés), es recuperar toda la información meteorológica diaria y horaria que exista en el planeta, que se viene midiendo sistemáticamente y de manera creciente en todo el mundo desde el siglo XIX. Del proyecto a nivel mundial participan más de 50 instituciones de todos los países. En Argentina, la sede se encuentra en la UTNBA, coordinada por el Dr. Pablo Canziani, investigador principal del CONICET, y la Dra. Gabriela Lakkis, Directora de la Maestría en Ingeniería Ambiental de la Facultad.

“Estamos en un proceso de cambio y, en ese proceso de cambio, cuanta más información para atrás tengamos, mejor vamos a identificar

cómo se produce el cambio climático”, sostuvo el Dr. Canziani, también director de la Unidad de Investigación y Desarrollo de las Ingenierías (UIDI) de la UTN Buenos Aires y ex integrante del Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas.

El trabajo a realizar consiste en digitalizar datos que fueron registrados desde el siglo XVIII y siglo XIX, pero que están volcados a mano o pasados en libros, que no se encuentran en una base de datos común, “vamos a digitalizarlos para poder

reconstruir parte de la historia de nuestro clima y para alimentar fuentes de datos internacionales para, a posteriori, poder hacer algún estudio

sobre el cambio climático”, explicó la Dra. Gabriela Lakkis.

Argentina, fue uno de los primeros países en adoptar simbología meteorológica, aseguró Canziani y explicó: “la meteorología en el mundo

fue la primera disciplina que tuvo un organismo internacional que establece pautas comunes para todos y se fundó en 1873. El Servicio Meteorológico de Argentina lo fundó Sarmiento en 1872, y en ese contexto hay muchísima información. A partir de 1898 Argentina empezó a registrar, como correspondía a lo acordado, datos una vez por hora, de diferentes variables. Entonces, son 30 por 24, por cada variable, en un solo mes. Y, en este contexto, uno de los objetivos es poder modelar cada 6 horas el estado de la

atmosfera, desde 1850”. Canziani, agregó, “la categoría de ciudadano

científico surgió tras formarse el organismo internacional llamado Alianza para la Ciencia Ciudadana, el cual busca vincular proyectos y voluntarios. El científico cumple una función y el voluntario se adhiere a esa función, en calidad de ciudadano. Un ciudadano cumple un rol, ser ciudadano de un país implica que tiene un rol en su funcionamiento. Aquí es un ciudadano que, además, ayuda a la ciencia a recuperar el

conocimiento en una región del mundo”.

Los datos recuperados serán compartidos con la Armada Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM):

“Es difícil ver cuál es el cambio en cualquier serie de datos si uno no tiene proyección al pasado largo. Hay que analizar el comportamiento para ver si en algún momento se produjo el cambio de tendencia. No se puede analizar ese dato con diez o quince años, sino que se necesita una historia larga hacia atrás para poder proyectarlo. De lo contrario, los resultados de la proyección probablemente no tengan ninguna exactitud. Con cuánta más información se pueda reconstruir la historia de esa variable a analizar, es muy probable que las proyecciones a futuro sean más acertadas y que nos permitan ver si hay quiebres de esos comportamientos, hacia dónde van y

porqué suceden”, analizó la Dra. Lakkis. Respecto de la participativa activa de los voluntarios, la Dra. Lakkis reflexionó: “la

contribución de los voluntarios es enorme porque el proceso de recuperación lleva muchos eslabones que debemos ir reconstruyendo hasta llegar al final. Uno de esos eslabones es que una vez que uno tiene esa información hay que digitalizarla y el problema es que el volumen de información en muy grande; tenemos alrededor de 6 mil libros de navegación de la Armada, de 500 o más paginas cada uno, que tienen en cada página 30 o más datos. Eso implica un trabajo que estimamos en 7 años de fotografía, a 6 o 7 horas por semana. Luego hay que sentarse a preparar esas imágenes para el proceso de pre

digitalización, -sostuvo y agregó- no sólo es

digitalizar, sino que ellos hacen un cross check. Cada cosa digitalizada está hecha por diez voluntarios. Eso nos da la posibilidad de que el valor medio de eso que están digitalizando es el correcto. Tenemos diez vistas, diez opciones y la

mayoría coincide en un valor”.

Sobre ello, el Dr. Canziani manifestó, “hay que

validar desde el punto de vista meteorológico que los datos sean consistentes. Es decir, que tengan un sentido de representar algo que realmente ocurrió en la atmósfera. Luego de esto, hay que armar el archivo de dato y, como lo requiere el

Todos podemos ser “ciudadanos

científicos”.El Proyecto ACRE AR, convoca a voluntarios, denominados ciudadanos científicos, para participar y colaborar en la digitalización de los documentos de datos meteorológicos terrestres y marinos de la Argentina:

“hay mucha información que registraron ciudadanos comunes en Argentina que se está perdiendo porque los documentos se están destruyendo. Ofrecerlos para el proyecto es un aporte enorme a la ciencia y al futuro de la

gestión territorial del país”, expresó Canziani.

El concepto de “ciudadano científico” -explicó Lakkis- se remonta a diez o quince años atrás, cuando se reconoció que hay temas de investigación, particularmente sobre cuestiones sociales y ambientales, en los que hay mucha información a procesar y que, sin el voluntariado, resultaría imposible de resolver, por tiempo y por costos.

El proyecto ACRE se desarrolla en distintos países del mundo con el objetivo de reconstruir datos históricos del clima a nivel global.

proyecto, entregarlo a las bases mundiales de

meteorología y climatología”.

Los voluntarios, ciudadanos científicos, colaboran al digitalizar y compatibilizar toda la información en un documento, manejado por un software libre basado en inteligencia artificial, esto “requirió

un arduo trabajo de uno de los integrantes del equipo, en lograr un proceso que resulte sencillo

para el voluntario”, señalaron los investigadores.

El sitio web creado para tal fin, se lanzó el 2 de noviembre y se puede visitar desde aquí.

Además de convocar a los voluntarios para el proceso de digitalización y clasificación de los datos, se solicitan voluntarios para localizar los documentos y tomar imágenes para cargar esa información en la página. Para participar, los voluntarios deben escribir a acreargentina@gmail.com.

El Dr. Pablo Canziani y la Dra. Gabriela Lakkis sostuvieron que, además de convocar la colaboración de voluntarios y de organismos nacionales e internacionales, empresas navieras que operaron en Argentina, sobre todo empresas mineras y estancias agropecuarias; se convoca a la participación de escuelas y organismos de educación secundaria y terciaria, para diseñar en conjunto proyectos de investigación que involucren a los alumnos con el trabajo interdisciplinario de ciencias, geografía, historia y otras especialidades. UTNBA sede de ACRE.Ar. “Si pensamos

en los socios de ACRE internacional, The Royal Meteorological Society, importantes universidades de todos los continentes, en Canadá, Japón, Austrialia, etc, veremos que la Facultad está codeándose con los organismos más importantes

del área y eso es muy relevante”, explicó el Dr. Canziani.

Por su parte, la Dra. Lakkis agregó: “el hecho de

que la Facultad sea sede de ACRE Argentina es relevante. Dentro de América Latina no son muchos los países que están colaborando. Es fundamental que sea Argentina la que lleve la bandera, además porque tiene una historia que no todos los países tienen. Posee una amplia tradición de registro de datos, tiene el tercer servicio meteorológico nacional, y es el motor que mueve al resto de la región para poder llevar adelante este proyecto que nos vincula no solo como científicos, sino como aporte de reconstrucción de parte de la historia que es nuestra. Y el clima no sólo impacta a la atmósfera sino en la vida de las

personas a diario”, concluyó.

“Estos proyectos se prestan para que instituciones educativas de nivel secundario y terciario se acerquen a nosotros y vean de qué forma colaborar y hacer proyectos conjuntos interdisciplinarios, entre investigación, ciencia, historia, geografía y lengua inclusive, viendo cómo escribían los términos en el siglo XIX y

cómo evolucionó el idioma de la ciencia”, expresó Canziani, al tiempo que la Dra . Lakkis agregó:

“ojalá tengamos un buen feedback. Que chicos del secundario participen en eso implica que en adelante se pueda despertar una vocación por la ciencia en nuestro país; cuantos más seamos mejor es, y que despierte ese interés es muy

importante”.

Al finalizar, los investigadores que encabezan ACRE AR, explicaron lo que representa este proyecto a nivel personal:

“Es un desafío importante a nivel personal y estoy

muy contenta de poder aportar”, sostuvo la Dra. Gabriela Lakkis y agregó: “ya tenemos varias líneas

de investigación que venimos desarrollando con los años. Esto incorpora algo que tiene que ver con el clima y que nos sumerge en una parte más literaria e histórica que hasta ahora no la teníamos. Es un desafío importante presentar el proyecto a nivel internacional con semejante trabajo de página y

software, también es un orgullo”.

“Por mi parte -expresó el Dr. Pablo Canziani- este proyecto

aporta algo que sufrimos durante toda la carrera y que tiene que ver con buscar el dato. Aportar a eso creo que es trabajar en la base de la disciplina y aportar a la sociedad. En lo personal, me resulta interesante mezclar la dimensión científica con la dimensión social de la temática y

me divierte”.

En Argentina el proyecto es coordinado por el Dr. Pablo Canziani, investigador principal del CONICET, y la Dra. Gabriela Lakkis, Directora de la Maestría en Ingeniería Ambiental de la Facultad.