Foro Interno 2014, 14, 13-33
pApeLes de invesTiGACión
issn: 1578-4576 http://dx.doi.org/10.5209/rev_Foin.2014.v14.46802
Sobre el árbitro en la teoría política Jorge LozA
dime, por favor, ¿puede ser dios el autor del mal?1.
Han sido muchas las maneras en las que se ha intentado, desde amplios saberes o ciencias, conseguir dar con aquella característica propia del ser humano que lo defina y, a su vez, le ofrezca cierta distinción. diferenciar al ser humano parece ser una tarea que ha ido de la mano del pensamiento político y filosófico. incluso podemos pensar que en esta pregunta que el ser humano ha ido haciéndose durante tanto tiempo y que parece aún sin responder, se encuentra también el motivo de orgullo para él mismo. si es el ser humano el que se plantea esta pregunta es porque él es el único que puede llegar a responderla. parece que esta ha sido la órbita del esfuerzo filosófico e intelectual hasta nuestros días: acertar con la solución a los problemas que van surgiendo en nuestras vidas. es recurrente que en tiempos de incertidumbre surja la idea de una crisis de diagnóstico. Friedrich nietzsche (1844-1900) percibió esta tarea como uno de los aspectos centrales del hiato entre “los antiguos y los modernos”2, aludiendo que “[e]n general, [en los modernos] está mucho más desarrollado el sentimiento por la verdad en sí”3. el filósofo alemán asociaba esta inclinación con el alejamiento del pensamiento en relación a la retórica: 1 Agustín de HiponA, “el Libre Albedrío” (de Libero Arbitrio), en Obras completas, Tomo iii, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 2009, Libro 1, 1, p. 215. este trabajo no habría sido posible sin Marta Martínez Guerra. A ella comparto mi agradecimiento. 2 Friedrich nieTzsCHe, “Retórica”, en Obras completas, Tomo 14, La cultura de los griegos, Aguilar, Buenos Aires, 1955, p. 219. 3 ibidem.