Pesca

BOLETÍN MENSUAL Boletín número 131. Diciembre 2011

1.- Artículo del mes: LOS BOILES Y LA PESCA DE LA CARPA 2.- Producto recomendado IDEAS QUE SON UN REGALO

3.- Gastronomía: Receta 237: DORADA CON TOMATE Receta 238: DORADA A LA MARINERA

4.- Especies: Ficha 261: GOVIO CAVERNÍCOLA Ficha 262: DRAGONCILLO DE ARENA

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1.- ARTÍCULO DEL MES: LOS BOILIES Y LA PESCA DE LA CARPA

P

ara la práctica del carp fishing, como para cualquier otro tipo de pesca, resulta fundamental que acertemos al cien

por cien con el cebo adecuado. Esto supone no sólo que seleccionemos correctamente el cebo, sino que éste se encuentre en perfectas condiciones para el uso y que, además, seamos capaces de utilizarlo correctamente.

Al hablar de la pesca de la carpa debemos hablar casi obligatoriamente de los boilies, unos cebos que han demostrado su eficacia sobradamente, si bien, ya sea por la enorme variedad de modelos que podemos encontrar o por las particularidades que entraña su utilización, muchos pescadores no son capaces de sacarles todo el rendimiento que realmente pueden ofrecer. Para que esto no sea así y para intentar mejorar los resultados de todo carpista, hemos querido dedicar un artículo especial a los boilies.

¿QUÉ ES EL BOILIE? El Boilie es un cebo pensado para un tipo de pesca en concreto, el carpfishing. Está diseñado para aguantar en acción de pesca durante largos períodos de tiempo, incluso más de 24 horas, sin perder su eficacia y propiedades. Compuesto fundamentalmente por diferentes tipos de harinas, huevos, aromas y productos sólidos o líquidos que aumentan su contenido nutritivo y de atracción al pez, y que una vez terminado el proceso de elaboración suele tener forma esférica.

Va insertado en un sistema llamado “hair” sin estar clavado en el anzuelo.

Podemos establecer dos tipos de boilies en función de su flotabilidad: los fondantes y los flotantes o pop-ups. Los boilies flotantes se pueden usar en el hair solos, con lo que tendríamos que poner un plomo a escasos centímetros del anzuelo o combinados con un boilie fondante. Los pop-ups se suelen utilizar cuando al sondear una zona de pesca comprobamos que el fondo es de cieno o cuando tenemos obstáculos en forma de algas o similar. Se utilizan boilies flotantes para conseguir que nuestro cebo sea visto antes por nuestra posible captura. Evidentemente no podemos cebar con este tipo de boilie, ya que al flotar, la corriente desplazaría nuestro cebo lejos de la acción de pesca y no nos serviría de nada el cebado.

PRESENTACIÓN, TAMAÑO Y FORMAS El boilie estándar es de 18mm o de 20 mm que es la medida adecuada para casi todos los escenarios de pesca. En aguas donde abundan las carpas de tamaño mediano 8-10 kilos podemos pescar con un boilie de 25- 30 mm para así mejorar la selección. No es aconsejable el uso de boilies de mayor tamaño puesto que los peces tienden a no aceptarlo.

Un boilie grande no se traduce en una carpa grande, así que si no es necesario su uso es mejor prescindir de ellos. En algunos lugares los peces son muy desconfiados y reacios a tomar cebos de tamaño, en estos casos es conveniente pescar con un solo boilie de 10 mm. Los peces aceptan mejor los boilies deformados y con la superficie rugosa o áspera que los boilies redondos con la superficie lisa, pero no debemos obsesionarnos con este tema ya que hasta donde sabemos la forma de un boilie importa poco o casi nada, simplemente son redondos para mejorar su lanzado.

USO ADECUADO DEL BOILIE, ¿CUÁNDO Y POR QUÉ?

En España es aconsejable el uso de boilies en aguas donde abundan las carpas pequeñas, ¡o sea que en casi todos los embalses! Por el tamaño del cebo podemos descartar metódicamente las carpas pequeñas de las medianas y grandes.

También es práctico el boilie en su versión endurecida en embalses con cangrejos, siempre y cuando no sean muy abundantes. Un cebo blando duraría muy poco dentro del agua. Acondicionar un embalse a un determinado tipo de boilie, por supuesto el nuestro! Más razones de relevancia para la utilización de boilies no existen, para todas las restantes ocasiones los cebos naturales son igual de buenos o mejores.

BOILIES CASEROS FRENTE A BOILIES DE TIENDA Una de las primeras preguntas a plantearse es si son mejores los boilies hechos en casa o los que podemos encontrar en cualquier tienda de pesca. Como suele suceder en cualquier cuestión que verse sobre la pesca y en particular sobre los cebos, no existe una respuesta única y clara, puesto que depende de múltiples y muy variados factores.

La fabricación de boilies en casa nos permite ciertas “personalizaciones” que no cabe duda de que pueden ser muy eficaces para determinados momentos y situaciones. Pero para que resulten realmente eficaces deberemos ser muy meticulosos y saber lo que estamos haciendo (es decir, deberemos tirar muchos boilies a la basura hasta conseguir el que realmente nos ofrezca resultados.

Otro gran problema de los cebos realizados en casa es el de su mantenimiento: resulta realmente complicado que los boilies mantengan sus cualidades durante cierto tiempo, por lo que muchos nos hemos visto obligados a tirar con gran parte del trabajo realizado. Esto, además del gasto que supone, puede ser realmente frustrante cuando contamos con este cebo para una jornada de pesca y, en el momento de ir a utilizarlo, nos damos cuenta de que no vale: ¡adiós al día de pesca!

Los boilies que compramos en tienda vienen perfectamente preparados y listos para ser utilizados cuando los necesitamos. Esto sin hablar del ahorro en tiempo que hoy por hoy no nos sobra a nadie.

Sin embargo, si nos decidimos por comprar nuestros boilies, deberemos adecuarnos nosotros a las posibilidades ofrecidas por el mercado y no cabe duda de que no siempre tendremos justamente lo que necesitamos (aunque no está de más que digamos que en nuestros días la variedad de boilies que existe es tan grande que resulta ciertamente complicado no encontrar lo que queremos).

HACER BOILIES EN CASA Elaborar nuestras propias recetas, aprendiendo de los errores y mejorando los resultados hasta alcanzar la ansiada captura con nuestros propios boilies es una sensación realmente satisfactoria que todo aficionado a la pesca de la carpa debería de probar.

En el tema de la fabricación casera de boiles cada maestrillo tiene su librillo y conviene empezar diciendo que para obtener buenos resultados necesitaremos de mucho tiempo, paciencia y ganas; es decir: tómese las cosas con calma y tenga en cuenta que, como para todo, “la experiencia es un grado”; con seguridad sus primeros boilies no serán perfectos y no podrá obtener de ellos los resultados ansiados, pero no debe flaquear en el primer intento.

Por lo demás, fabricar boiles puede ser tan sencillo o tan complicado como cada uno de nosotros deseemos.

Lo primero a considerar serán los materiales que vamos a utilizar. Y aquí empiezan ya las primeras dudas importantes.

Hay quien dice que pueden fabricarse boilies con casi cualquier cosa que se tenga en casa y puede que sea así, pero, ¿dan todos igualmente resultado? Claramente no, lo cual no significa que sea mejor utilizar unos u otros, ya que los resultados pueden verse influenciados por multitud de variables que nada tienen que ver con la “materia prima” utilizada en la elaboración del cebo.

Dicho esto, quizás lo más importante es que seamos capaces de echarle imaginación al asunto. Imaginación que deberá ir asociada a unas buenas dosis de tiempo y paciencia, porque probar diferentes opciones supone que tendremos que tirar a la basura una buena cantidad de ellas, pero es que sólo probando podremos llegar a obtener lo que realmente necesitamos.

Algunas ideas sobre material a utilizar: cualquier tipo de harina (de trigo, de maíz, de soja...), sémolas, salvado, miel, galletas, cereales, quesos, frutas deshidratadas, piensos para animales, cacao, leche en polvo... lo dicho: ¡a echarle imaginación! Todo eso sin contar con los productos especiales para la fabricación de boilies que podremos encontrar en las tiendas de pesca, que nos servirán para darle sabor, olor, consistencia... las opciones y posibilidades son tantas que necesitaríamos un artículo especial sólo para este tema.

Por supuesto, no podremos olvidarnos nunca del elemento básico de toda masa: los huevos. Pues bien, una vez que hemos seleccionado los materiales que vamos a utilizar, nos pondremos manos a la obra. La elaboración de boilies no es un proceso complicado, basta con que le dediquemos tiempo y ganas, puesto que lo más importante es que seamos capaces de trabajar bien la mezcla, para ello lo fundamental es que vayamos añadiendo los ingredientes poco a poco, nada de hacerlo de una sola vez y sin dejar de remover en ningún momento. Una pequeña consideración: no utilice toda la harina, después la necesitará.

El objetivo es conseguir una masa que esté homogénea y que no se pegue en las manos. Así dicho parece fácil de hacer, pero no siempre es sencillo conseguir que la masa adquiera una consistencia tal que podamos trabajar con ella sin que se nos quede pegada a los dedos. Para comprobar que es así, conviene que nos lavemos las manos, las sequemos bien y volvamos a coger la masa: si no se nos pega estará preparada para hacer nuestros boilies.

Cuando la masa esté “en su punto”, llega el tercer paso: hacer los boilies. Para ello cortaremos la masa en trozos de unos dos centímetros de largo y con cada uno de esos barriletes haremos una bolita que iremos colocando en una fuente, separando unas de las otras para que no se queden pegadas. Sobre ellas espolvorearemos la harina que hemos reservado antes.

Cuando tengamos toda la masa así trabajada, llegó el momento de hervirla. Para ello lo más recomendable es utilizar una cacerola que sea ancha y profunda. La llenamos de agua y dejamos que llegue a ebullición. Cuando sea así le echaremos unas 15/20 bolas, en función del tamaño de la cacerola (es importante no echar demasiadas de una sola vez puesto que no se harían bien). Conviene que removamos para evitar que se peguen al fondo.

Transcurridos unos minutos, las bolas comenzarán a flotar. Cuando lo hagan, las dejaremos así durante medio minuto, para después sacarlas e ir colocándolas encima de un trapo, para que enfríen y se sequen.

Los apartamos y dejamos que reposen entre 24 y 48 horas. Ya están listos para ir de pesca.

Después vendrá el tema de la conservación; la asignatura pendiente para la gran mayoría de pescadores, que no consiguen mantener sus cebos en correctas condiciones para su uso en posteriores días de pesca.

Pues bien, casi todos sabemos ya que la mejor forma de conservar nuestros boilies es congelarlos. El problema está en cómo se congelan y, sobre todo, en cómo se descongelan.

Para congelarlos deberemos utilizar bolsas perfectamente herméticas. Conviene que el proceso de congelación se realice en el mismo día en que se han elaborado los boilies, para que mantengan sus condiciones de la mejor forma (por supuesto, nunca se meterán en el congelador calientes, debemos esperar a que hayan enfriado bien). Los congelaremos en bolsas que contengan la cantidad necesaria para pescar, de manera que cuando vayamos a descongelar, sólo tengamos que sacar una bolsa.

El proceso de descongelado resulta fundamental para poder conservar las cualidades del cebo. Al igual que sucede con los alimentos congelados, conviene respetar la cadena de frío, lo que supone que habrá que sacarlos del congelador a la nevera con tiempo de antelación. Nunca los descongelaremos dejándolos bajo la acción directa del sol. En caso de que al sacarlos del congelador observemos que le bolsa contiene hielo, no abriremos la bolsa y los dejaremos descongelar dentro, poniendo atención en removerlos cada cierto tiempo de manera que los propios boilies irán absorviendo el líquido liberado cuando estaban congelados.

ALGUNOS TRUCOS Y CONSEJOS – – – – – –

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Masa demasiado seca: añádale un poco de leche.

Masa demasiado húmeda: añádale un poco más de harina.

Masa que se pega a la mesa o a los dedos: añada también más harina.

Para evitar que la masa se reseque mientras hacemos los boiles, la taparemos con un trapo húmedo.

Boiles que no quedan redondos: necesitará más cantidad de masa para hacerlos.

Boiles que se pegan unos a otros: pruebe a echar un poco de aceite en la bandeja donde los coloca antes de hervirlos.

Uso de queso: el queso es uno de los mejores atrayentes que podemos utilizar (sobre todo para los barbos).

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Si lo quiere usar en la elaboración de su boile, le recomendamos que lo caliente hasta fundirlo. Después le daremos un “baño” a nuestra masa y lo dejamos endurecer.

Para hacer sus boiles más apetecibles, le recomendamos que utilice siempre la materia prima más natural que sea posible, es decir, nada de conservantes, colorantes, ni otras cosas por el estilo que los peces enseguida reconocerán y rechazarán.

Si quiere que sus boiles queden duros, deberá dejar que se sequen al aire (evite, eso sí, la acción directa del sol).

COMPRA DE BOILIES Ya sea por falta de tiempo, porque lo ha intentado y no lo ha conseguido, porque los boilies que tenía en casa se le han echado a perder o simplemente porque le han demostrado dar buenos resultados, lo cierto es que muchos pescadores optan por comprar los boilies en la tienda.

Esta es sin duda una opción perfectamente viable e incluso en muchas circunstancias, la más recomendable. Bastará que tengamos en cuenta unos sencillos puntos para que nuestra elección sea la más adecuada: – Vigile que el estado del bote o la bolsa sea el adecuado: – evite aquellos que parezcan haber permanecido en las estanterías durante largo tiempo. Deberemos intentar conseguir siempre los boilies más frescos.

– Algunas bolsas pueden dar muestras de contener gas en su interior: esto puede ser debido a la descomposición de algunos de los componentes que forman el boilie, por lo que resulta obvio pensar que ese cebo no estará en condiciones para ser utilizado.

– Vigile la fecha de caducidad.

– Nunca compre paquetes que estén rotos o deteriorados.

– Consulte los materiales de fabricación. Resulta recomendable que los boilies no estén cargados de conservantes o colorantes que sin duda alejarán al pez más que atraerlo.

– Existen bolsas con cierre hermético que garantizan la correcta conservación de los boilies por más tiempo.

¿QUÉ SABOR DE BOILIE DEBEMOS DE UTILIZAR? Esta regla es muy sencilla, pero es donde muchos pescadores se equivocan. Son las carpas las que van a elegir el boilie que quieren tomar y no debemos ser nosotros los que queramos imponerles nuestro gusto. Partiendo de la base de que los boilies que vamos a utilizar son de calidad, todos deberían ser igual de buenos y efectivos. Pero la realidad no es así, algunos boilies no son efectivos en algunas aguas, o en determinada época del año o simplemente no son del gusto de las carpas que habitan el lugar.

Todos los boilies deben ser, en mayor o menos medida, dulces de sabor pues los edulcorantes siempre deben formar parte de la receta. Entonces, ¿cuál es el criterio para llamar a unos boilies “dulces” y a otros “salados”? Básicamente llamaremos boilies dulces a aquellos que estén compuestos por harinas vegetales y sabores u aromas del mismo tipo, mientras que si utilizamos harinas de carne o pescado o cualquier componente que no sea de origen vegetal serán considerados como “salados”.

– Boilies dulces : Siempre que los boilies sean de calidad las carpas no harán grandes distinciones entre los sabores (fresa, plátano, scopex, etc…). Los peces en su hábitat natural no conocen estos sabores, simplemente les agrada el dulce. Si anteponen un sabor a otro, bien es porque le gusta más el azúcar de uno o bien porque les repele el aroma del otro...

– Boilies de pescado : Podemos aplicar las mismas reglas que para los boilies dulces. Cabe matizar que un buen boilie de pescado se acerca más al aroma natural porque algunos están hechos de materias primas naturales (harina de pescado, harina de camarón). Estos alimentos son más próximos a su entorno natural y por esta razón los aceptan con facilidad.

– Boilies cárnicos: Los mejores resultados suelen darse con boilies que entre sus componentes llevan sangre.

– Boilies de semillas : Las semillas son parte importante de la dieta natural de la carpa, por esta razón aceptan este cebo con facilidad. Cuanto más naturales, más efectivos serán por lo que conviene que contengan poco azúcar y pocos aditivos.

2.- PRODUCTO RECOMENDADO

3.- GASTRONOMÍA La dorada es un pescado blanco rico en vitamina E, lo que le hace muy beneficioso para nuestro sistema circulatorio.

Tiene también propiedades antioxidantes y es perfecto para mejorar nuestra vista e incluso en la prevención de enfermedades como el Parkinson.

Por todo ello y, por supuesto, por su sabor, este mes le recomendamos dos magníficas recetas de dorada.

- RECETA nº 237: DORADA CON TOMATE - RECETA nº 238: DORADA A LA MARINERA

RECETA 237:

DORADA CON TOMATE

Dificultad: Media.

Ingredientes: Para 4 personas:  1 dorada (aprox. 1 kg.).  250 gr. de tomates pelados, sin semillas.  12 cebollas pequeñas.  1 dl. de vino blanco.  1 diente de ajo.  500 gr. de patatas.  1 ramita de perejil picado.  El zumo de un limón.  Pan rallado.  Azafrán.  Aceite de oliva virgen.  Sal.

Paso 1: Tras limpiar bien la dorada, procederemos a cortarla en rodajas de unos 3 centímetros de grosor.

Echamos sal en cada rodaja, junto con el zumo de limón, para después pasar cada rodaja por el pan rallado.

Cortamos los tomates en trozos pequeños.

En una cazuela, a fuego lento, echamos 6 cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, doramos en él el pescado, una vez esté dorada cada rodaja, la retiramos del fuego y lo vamos colocando en una fuente válida para el horno.

Paso 2: Pelamos las patatas y las cortamos en dados pequeños.

Las rehogamos, junto con las cebollas pequeñas, durante aproximadamente 15 minutos. Transcurrido este tiempo, echamos el vino blanco, esperando hasta que se evapore. Cuando esto haya sucedido, agregamos los tomates, la sal y la pimienta.

Dejamos todo a fuego moderado, durante unos 20 minutos más.

Paso 3: En un mortero, machacamos el ajo, azafrán, perejil, un chorrito de aceite y 3 cucharadas del aceite hirviendo.

Removemos bien hasta obtener una salsa.

Con la salsa obtenida, cubrimos el pescado que tenemos en la fuente.

Alrededor del mismo colocamos las cebollitas y las patatas.

Precalentamos el horno y metemos la fuente.

En 10 minutos ya tendremos el plato preparado.

RECETA 238:

DORADA A LA MARINERA Dificultad: Fácil.

Ingredientes: Para 4 personas:  1 kg. de dorada.  6 anchoas.  1 vaso de vino blanco.  ½ kg, de tomates.  1 cebolla.  1 cabeza de ajo.  Perejil.  Pimentón.  50 g. de harina.  Aceite de oliva.  Sal.

Paso 1: Limpiamos la dorada y la ponemos a cocer en una pota, sin trocearla.

Una vez comprobado que la dorada está cocida, la colocamos en una fuente.

Procedemos después a preparar la salsa, para ello ponemos a freír en una sartén: cebolla picada, ajo, perejil, tomate, sal, pimentón y el vaso de vino blanco.

Paso 2: Dejamos cocer y, cuando se haya reducido a la mitad, ponemos un poco de harina, el caldo obtenido de la cocción de la dorada y las anchoas.

Mantenemos la cocción durante otra media hora.

Paso 3: Tamizamos la salsa y la echamos sobre la dorada.

Ya está lista para servir.

4.- ESPECIES Practique la pesca responsable. La salvaguardia de nuestras especies es una labor que nos concierne a todos.

· FICHA 261: GOBIO CAVERNÍCOLA · FICHA 262: DRAGONCILLO DE ARENA

FICHA 261

GOBIO CAVERNÍCOLA NOMBRE CIENTÍFICO: Corcyrogobius liechtensteini.

FAMILIA: Gobiidae.

ALIMENTACIÓN: Se alimenta de pequeños invertebrados, como crustáceos o gusanos.

LOCALIZACIÓN: Especie típica de fondos rocosos, donde habita en todo tipo de grutas y pequeñas cavidades rocosas, muy a menudo en paredes verticales o en el techo de las cuevas.

Se puede encontrar desde la superficie hasta una profundidad aproximada de 30 metros.

Presente en el Mediterráneo, en el Adriático, Córcega, Cerdeña y Baleares.

CARACTERÍSTICAS: – – – – – – –

Tamaño: puede alcanzar los 3 cm.

Color: la tonalidad de fondo va del rojo oscuro al bermellón, incluso a veces ligeramente anaranjado.

Presenta unas características estrías de color azul, repartidas por todo el cuerpo.

Cuerpo alargado, estilizado.

Cabeza redondeada.

Boca grande.

Ojos prominentes y adelantados.

CONSEJOS Y CURIOSIDADES: – –

Es uno de los peces más pequeños de cuantos habitan en el Mediterráneo.

Su observación resulta muy complicada, puesto que suele permanecer oculto: si queremos verlo necesitaremos tener un potente foco.

FICHA 262

DRAGONCILLO DE ARENA NOMBRE CIENTÍFICO: Callionymus pusillus.

FAMILIA: Callionymidae.

ALIMENTACIÓN:

Pequeños conforman su alimentación diaria.

invertebrados

LOCALIZACIÓN: Habita en fondos blandos y de forma regular.

Suele encontrarse enterrado en la arena.

Son más frecuentes en zonas poco profundas, se han encontrado ejemplares a casi 100 metros de profundidad.

Podemos verlo en aguas del Mediterráneo y en el mar Negro (de hecho se calcula que existen unas 130 especies en el mundo, 7 de ellas en el Mediterráneo).

CARACTERÍSTICAS: – – – – – – – – – –

Tamaño: alcanza un máximo de 14 cm. en los machos y 10 cm. en las hembras.

Color: los machos presentan una coloración más vistosa, con pintas y rayas azules en el dorso Cuerpo esbelto y ligeramente aplanado.

Cabeza ancha y triangular.

Hocico largo.

Boca pequeña, de labios carnosos.

Ojos grandes y en posición elevada.

Carece de escamas.

Cuenta con dos aletas dorsales.

CONSEJOS Y CURIOSIDADES: – – – –

Destaca por su marcado dimorfismo sexual.

Pasa la mayor parte del tiempo enterrado en la arena, por lo que resulta muy complicado poder verlo.

Recibe el apelativo de “dragoncillo” por las aletas y colorido de los machos en el momento de la reproducción.

Durante la época de reproducción pueden observarse enfrentamientos territoriales entre los machos.