En la ciudad de Ayacucho, conocida antes como Huamanga, se origina, florece y decae el arte de la talla en la piedra. Expresión artística que fue desdeñado y que actualmente alcanza el relieve que le corresponde; no solo por su calidad estética de las piezas, sino por el conjunto de todas ellas, delicadamente trabajadas durante 300 años por maestros, aprendices y autodidactas. Diferentes estilos, culturas e inspiraciones afloran en los trabajos realizados.