FOL DE VELENO. Anuario de Antropoloxía e Historia de Galiza, Nº 4. Ano 2014

Page 112

Fol de Veleno

nº 4 2014

Usos Rituais do Seixo que muda radicalmente o estatus social e os roles da muller —e, ás veces, incluso o seu lugar de residencia, nos casos de patrilocalidade—, o seixo podería estar funcionando aquí como unha sorte de salvoconduto protector neste transo ritual e simbólico clave na vida dunha moza. Cómpre lembrar a certeira definición de Van Geneep sobre os ritos de paso: ritos que acompañan todo cambio de lugar, estado, posición social e idade. No caso das mozas que van demandar á Virxe a súa axuda para atopar parella, o seixo podería cumprir as funcións dun arcaico exvoto ou dunha ofrenda en pago pola intervención divina. Tampouco debe escapar a análise a posibilidade de que o seixo estea funcionando asemade como un favorecedor da fertilidade da moza que vai casar ou buscar parella. No número 309 da Revista Gallega12 (ano 1901) atopamos esta interesante descrición da peculiar romaxe das mozas á Gorgosa: Son las diez de la mañana. La procesión de Santa Marina sale de la parroquial de Camboño, precedida del morgado funcionista, que provisto de un manojo de cohetes y de bombas, de trecho en trecho los suelta al aire, anunciando por este medio que la Santa imágen se halla en camino de su capilla, á donde vá solamente de año en año. Al funcionista sigue el empavonado gaiteiro, que deja oir sus tocatas, acompañadas del retumbante bombo y del repinicado tamboril. Luego el portador del gigantesco pendón de color blanco; tras el pendón los conductores de la mártir. Después la cruz parroquial llevada por el sacristán acompañado por dos monagui-

- Rafael Quintía Pereira

llos, con sus ropines encarnados, y blancos roquetes, que conducen los ciriales. Por último el venerable párroco revestido de capa pluvial, entonando las letanías de todos los santos y el pueblo reverente contestando con el acostumbrado “Ora pro novis”. En la procesión vénse numerosos grupos de jóvenes romeras, elegantemente adornadas con sus rechamantes pañuelos colorados caminar silenciosas y cogidas de la mano, formando una cadena, como si alguna respetable promesa las obligara á observar aquel recogimiento y á guardar aquel mutismo. Los mozos acércanse á ellas con timidez fingida, las dirigen palabras llenas de cariño y de ternura, pero ellas no contestan á tales requiebros sino con una lijera inclinación de cabeza. Entonces los mozos truecan los dulces coloquios en agrias y desvergonzadas reconvenciones: -“¿Seique levades á pedra n-a boca?” – dicen los unos. -“¿Seique vos queredes casar?” – exclaman los otros; y acompañan á estas y otras frases parecidas, sus correspondientes interjecciones, unas inocentes y otras un tanto picantes. Toda esta escena se debe a la creencia de que las jóvenes solteras, si han de llegar alguna vez a abrazar el estado del matrimonio es indispensable que vayan por lo menos tres años consecutivos á la romería de la Gorgosa observándo en el viaje el más riguroso silencio y llevando en la boca

12 A. V. B. "A romería d'a Gorgosa", Revista Gallega, núm. 309, 17-II-1901, p. 3-4.

112

Anuario de Antropoloxía e Historia de Galiza


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.