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Fundación ALT23 Santiago Baravino 4333 Córdoba, Argentina Contacto: 03513550333 www.fundacionalt23.org www.facebook.com/fundacionalt23

Este libro se terminó de imprimir en Diciembre de 2013, en Córdoba, Argentina. Editor: Fabrizio Li Gambi Diseño: DG Paula Fernández paufernandez_cordoba@hotmail.com lustración de tapa: Pupi Herrera Impreso en Gráfica Perfil S.R.L.


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los trabajos 6to Grado CORVALÁN Kevin

VÉLEZ Jonathan

JAIMES Mildred

FERNANDEZ Gonzalo

COSTAS Jacqueline

RAMALLO Antonella

MOYANO Ignacio

ESCALANTE Celeste

RUIZ Natalia

ROMERO Braian

GÓMEZ Melanie

VILLAFAÑE Carolina

SABBAG Jeremías

GÓMEZ Perla

VILLALBA Priscila

SECRETI Alexis

GUTIÉRREZ Florencia Maestra de Lengua: Silvia Alcalde Directora: Ivana Benavidez Escuela Bernardino Rivadavia


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Indice Agradecimientos

5

Pr贸logo

6

Un Universo para So帽ar

8

Introducci贸n

10

Planetas para Dibujar

13

Planetas para Construir

23

Planetas para Sanar

39

Planetas para Sentir

61

Planetas para Actuar

85

Planetas para Volar

97


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Agradecimientos A la seño Silvia, por su inmenso compromiso y dedicación, a cada persona que cedió su tiempo para visitarnos y mostrarnos aquello que los apasiona, Inés Cavanagh (actriz y profe de teatro), Martín Eschoyez (animador e ilustrador), Hernán Vázquez (piloto), Carlos Espinoza (capataz), Yanet Riccio (profesora de sordos) y Elio Balderramo (médico), a cada miembro del personal de la escuela Bernardino Rivadavia, por desvivirse en pos de los niños, a los padres que se acercan a la comunidad para enriquecerla, a los voluntarios y amigos de la Fundación, a Pupi Herrera por el hermoso dibujo de portada, a nuestra diseñadora, Paula Fernández, a todos los que nos ayudan a llevar adelante estos proyectos, Hiperlibrería Freiberg, KPMG, Pollos del Campo S.A, Estudio Abrile&Bellino, Lorenzati, Universidad Blas Pascal, Universidad Siglo XXI, Gráfica Perfil y muchos más.


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Prólogo

Anoche soñé con una fiesta. Había globos y torta. Un niño le preguntaba a un

viejo “¿cuántos cumplís?”. A él se le arrugaba amablemente la cara y le contestaba “¡uf!… unas quinientas historias”. Y entonces le contaba sobre la vez que repartiendo bebidas en bicicleta conoció a su esposa, la hermosa hija del dueño de uno de los almacenes. Por suerte, decía, le caía bien al suegro porque sabía recomendarle los mejores vinos. Era su especialidad: la “parla”. Me levanté pensando varias cosas desordenadas. En primer lugar, que me gustaría andar en bici. Segundo, que sería divertido hacer mandados (más si sirve para conseguir novia). Luego, que existen especialistas en vinos, y que debe ser interesante saber cuándo una botella es verdaderamente buena y cuándo no. Finalmente, que no es mala idea medir el tiempo con historias y que definitivamente quería volver a dormirme para escuchar el resto de las que guardaba ese señor. Sin haberlo logrado, me puse a escribir y a repasar cosas en mi cabeza. Lo cierto es que, en los meses que han pasado, he tenido la suerte, junto a ustedes, chicos y chicas de sexto, de recibir despierto a personas que han compartido con nosotros una


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parte de ese tesoro de historias de las que están hechos, en particular aquellas que han partido desde su oficio como algo que atraviesa sus vidas y que de alguna manera los ha definido. Historias que nos sorprendieron, nos hicieron reflexionar y hasta nos impulsaron a crear otras nuevas. Y si queremos proyectarnos en ellas, rechazarlas o simplemente jugar con sus posibilidades, qué mejor que ponerlas en un papel, para empezar, como hemos hecho. El futuro, al fin y al cabo, puede ser imaginado. Es por eso que hoy queremos invitar a otros a cerrar los ojos (de mentirita porque así no van a poder leer) y a acompañarnos dentro de un sueño que ahora nosotros queremos mostrarles, un libro de vidas contadas así, a través de los relatos del arte (del trabajo) de sus protagonistas. ¡Gracias a la seño Silvia por su gran empuje y paciencia, y a todas las personas que colaboraron en cada uno de los encuentros! ¡Felicitaciones, en especial, a los autores! ¡Qué no se cansen nunca! Fabrizio Li Gambi Fundación ALT23


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Un universo ... “Cuando sea grande quiero se abogada o defensora del niño y la mujer ”. Melanie . “Mi sueño es ser cantante”. Mildred . “Yo quiero ser arquitecta”. Celeste . “Mi sueño es ser veterinaria, para cuidar a los animales”. Priscila. “Yo me veo como una gran veterinaria porque amo los animales”. Florencia. “Mi sueño es ser corredor de moto cross y ser mecánico”. Kevin . “Yo quiero ser futbolista. Eso y nada más”. Jonathan .


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... para soñar “Yo, cuando sea grande , quiero ser cantante y actriz”. Carolina. “Yo quiero se azafata”. Jackqueline . “Yo, cuando sea grande , quiero ser “pro” en rugby”. Jeremías. “Yo voy a trabajar de bombero y a salvar gente de un gran incendio”. Braian . “Quiero ser albañil para construir mi propia casa”. Ignacio. “Mi sueño es ser futbolista y jugar en el Barcelona”. Gonzalo. “Mi sueño es ser bióloga”. Natalia. “Yo, cuando sea grande , quiero llegar a ser doctora”. Antonella. “Yo voy a ser jugador de fútbol”. Alexis. “Yo quiero ser veterinaria o abogada”. Perla.


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“Creo que, para su evasión, aprovechó una migración de pájaros silvestres”. El Principito, Antoine de Saint-Exupéry


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Cuentan por ahí que Antoine de Saint-Exupéry, quizás por distraído, olvidó escribir sobre algunos de los planetas que el Principito visitó en su viaje desde el asteroide B 612 a la Tierra. Afortunadamente , nosotros hemos podido recuperar esas historias perdidas. ¡Acompáñennos a descubrirlas en este viaje!


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Planetas para Dibujar


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El Principito, después de visitar tantos lugares, llegó al Planeta del Dibujante. Se sorprendió porque pensó que el planeta tendría color, pero estaba gris y aburrido. El Principito se topó con la dibujante Antonella, la reina del planeta. La miró y le dijo: -¿Tú eres la reina de este triste planeta?-. La reina, llorando, le respondió: - Sí-.


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El Principito sacó conclusiones y le dijo: - ¡Ah!... por eso tu planeta no tiene color, porque vos estás triste-. - Sí-. - ¿Y por qué estás triste?-. - Es que yo perdí al amor de mi vida. Se fue y no volvió. Por eso mi planeta no tiene color, porque él era mi rey y siempre pintaba mis dibujos-. El Principito, casi derramando una lágrima, se ofreció a ayudarla a pintar el planeta. Juntos, él y ella lograron terminar el planeta. Quedó colorido y divertido. La reina le dijo: - Gracias, Principito, nunca mi planeta estará otra vez gris y aburrido-.

Perla Gómez y Antonella Ramallo


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de Kevin CorvalĂĄn y Jonathan VĂŠlez


Un dibujo muy real

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De Alexis Secreti

En una tarde hermosa, él se puso a dibujar un caballo con témperas hasta que el dibujo le salió. Parecía real , tan real que el dibujo salió de la hoja. El hombre se asustó y empezó a dar pasos para atrás hasta que se cayó al suelo. No lo podía creer. Había visto salir un caballo de un papel . - Por fin lo logré-, pensó.- Voy a ser rico por siempre , jajaja. ¡A nadie le voy a enseñar mi técnica de témperas, a nadie en el mundo! Y entonces, se subió al caballo y se fue .


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El gran dibujante

De Gonzalo Fernández

Érase una vez, en Australia, un novato que siempre dibujaba. Él hacía retratos, murales y dibujos, pero un día fue de gira un representante y lo vio dibujando, y le preguntó al novato:- ¿Quieres que sea tu representante? Porque yo te haría millonario-. El chico le contestó:- Bueno, creo que sí-, y el representante dijo:-¡Mortal!, soy rico-. El empresario lo llevó a Estados Unidos a


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una competencia de dibujos, y el joven vio a los mejores dibujantes, pero se hizo macho y se subió y empezó. Ya iban tres minutos y seguían , pero el novato ya terminaba, y terminó y ganó. Chocho, se puso de apodo, “El gran dibujante” y le dio su autógrafo a la gente . Él y su representante se fueron De Gonzalo Fernández

de gira allá, a su país natal , y el novato se volvió profesional .


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Sin borrar

De Natalia Ruiz

Un día conocí a un dibujante llamado Martín Eschoyez, al que no le gustaba que ningún dibujo esté borrado. Prefería que sea original , así como sale . Él nunca compraba gomas de borrar, y si algo le salía mal se enfurecía y no volvía a dibujar por una semana o hasta que se le fuera el enfurecimiento. Cuando tuvo que hacer un dibujo para un programa llamado Paka Paka, mientras estaba haciendo el dibujo, decidió comprar una goma porque quería que ese dibujo fuera perfecto. Cuando lo terminó, se puso a animarlo.


Al día siguiente , fue a entregarlo y le dijeron: -

¡Pero no hacía falta tan prolijo! Sólo queríamos

un dibujo de usted porque sus dibujos eran originales, pero…no creo que haya hecho esto sin haber borrado nada ¿no? -

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Sí , borré , pero yo pensé que

quería un buen dibujo. -

Sí , pero igualmente nos sirve .

-

Bueno, chau y muchas gracias.

-

No, gracias a vos.

Desde ese día, Martín aprendió que si ya tenía una costumbre la iba a seguir teniendo por más que le digan lo contrario.


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Planetas para Construir


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De Priscila Villalba

Una vez, el Principito visitó un planeta muy pequeño, llamados Sinonimus. Ahí vivía un albañil que se llamaba Esteban Alvarado. Él estaba preocupado porque no tenía dónde construir, y el Principito le dijo: - ¿Por qué no construye en otro planeta? - No, porque cada uno tiene un planeta para hacer lo que quiera. - Entonces, construya para arriba. - ¿Para arriba? - ¡Sí! Para arriba. El Principito se tenía que ir a los otros planetas, pero iba a volver. Pasaron unos días y lo hizo. El albañil estaba construyendo un edificio tan alto que llegaba hasta el otro planeta, Sentimientos. El Principito le gritaba: - ¿Qué hacés?


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- Estoy construyendo - Sí, ya sé, pero tan grande así se te va a caer. - ¿Y qué querés que haga? - Que no construyas más. ¿Estás loco? ¡Te vas a quemar con el sol! Al final, el albañil bajó y hablaron de la construcción con el Principito: - Qué loco-, dijo el Principito. - Sí, bueno. ¿Qué querés que haga? Me aburro-, contestó el albañil. - Entonces podés traer gente de los otros planetas. - Sí, ¡qué bueno! Los voy a llamar a todos. (Minutos después) - ¿Y? ¿Qué dijeron? - Que sí porque ya están hartos de sus planetas.


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Santiago Bernabeu

De Braian Romero

Hola. Me llamo Pedro y te quiero contar una historia de mi vida como albañil . Un día, un señor me dijo:quiero que vos y tus amigos vengan a hacer un estadio que se llamé Santiago de La Plata. Cuando estábamos terminando el estadio, hubo un temblor y se desarmó la mitad . Después


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tuvimos que armarlo de vuelta hasta que lo terminamos. A cada uno nos dieron 40.000.000 de dólares para comprar una camioneta y una casa, pero yo lo invertí en un edificio y tres casas. Luego, compré el estadio de fútbol y lo llamé Santiago Bernabeu.

De Jonathan Vélez


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Cuidado con la cabeza

De Ignacio Moyano

Hola, soy Carlos Espinosa y te voy a contar una historia. Yo nací en Mendoza y empecé a trabajar a los ocho años en las chacras. Pasaron seis años y fui peón de albañil por un año y medio. Entonces, empecé a revocar. Tuve un accidente con mi amigo que se le cayó un bloque en la cabeza. Decí que teníamos el auto y lo llevamos al Hospital Una vida de albañil De Celeste Escalante

de Urgencias porque estaba inconsciente .


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Fuimos lo más rápido que pudimos y lo internaron . Estuvo un año en recuperación . Después, volvió a trabajar con nosotros en la obra más grandiosa del mundo con su esposa . Ella le alcanzaba el fratacho o la cinta métrica . De Ignacio Moyano


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Un sueño peligroso

De Alexis Secreti

Hola, soy Gonzalo y yo quería ser albañil , pero mi mamá no me dejaba. Entonces, yo hacía todo lo posible . No me dejaba. Insistí hasta que dijo:- Bueno, lo estoy pensando. Hasta mañana, hijo-. Toda la noche estuve soñando con un edificio. Estaba ahí


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arriba , en el último piso. Miré abajo y caí . En ese momento, desperté . Al levantarme le dije a mi mamá:- mami , tuve un sueño, y decidí que mejor voy a ser jugador de fútbol-.


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Material de por vida

De Jeremías Sabbag

Había una vez un señor que se llamaba Carlos Espinoza. Una vez, la municipalidad lo llamó para que haga un puente muy largo, y cuando terminó lo llamaron de vuelta para que haga en Brasil un edificio muy lujoso. Cuando terminó el edificio se fue a la playa, y cuando tocó la arena fue el número 4.000.000 en


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lograrlo, y se ganó un viaje a Estados Unidos. También una camioneta Ford Ranger full cero kilómetro nueva, y por ser albañil le dieron cuatro millones de pesos, y con esa plata se compró un montón de material y vivió feliz por siempre .

De Natalia Ruiz


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El albañil y su problema

De Kevin Corvalán

Hace muchos años, un albañil trabajaba por moneda. Él ganaba por la semana trescientos pesos, y un día pidió un aumento. No quisieron darle y él dejó pasar un solo día. Al terminar el trabajo, el hombre de al lado le dijo: - Tengo un trabajo para vos. Y él le respondió: - ¿Cómo? ¿Qué trabajo? - Sí , tengo que hacer un hotel con diez baños, diez piezas y diez comedores.


- Pero te saldrá caro…

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- ¿Cuánto me saldrá? - Veinte mil pesos. - Bueno. - Bueno, vengo mañana a trabajar. Pasó el día y se fue a trabajar. Cargó la pala, la maquina hormiguera, el fratacho, la cuchara, el balde de albañil , la ruleta , el nivel y la regla, y salió para el trabajo. Llegó y empezó a bajar las cosas de la camioneta, y se puso a hacer la mezcla. Pero se le rompió la máquina justo al terminar las mezclas. Y terminó una parte del hotel , y dijo “mañana termino las otras partes”. Bueno, adiós. Esta fue mi historia, y los espero en el hotel cuando esté listo. ¡Chau!


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El descalzado

De Antonella Ramallo

Una vez, yo estaba en un edificio y mientras pasaba el fratacho, siento como una vibración . Me tuve que sostener mucho para no caerme . Después, cuando veo, se me había caído una zapatillo y mis compañeros me empezaron a decir que tenía olor a pata, y se empezaron a reír. En ese momento, sentí vergüenza y entonces tuve que bajar a buscar la zapatilla. Cuando termino de bajar, veo que un perro


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me revoleaba la zapatilla para todos lados. Empecé

a retarlo al perro, pero él se iba

corriendo, y entonces tuve que perseguirlo. El can me llevaba de un lado para el otro y yo me caí al barro. No había ninguna forma de sacarle la zapatilla . Entonces, lo dejé y me volví al trabajo, y mis compañeros me decían:- ¡Ahí viene el albañil con barro y sin una zapatilla!-, y se reían . Yo, sin embargo, no les di importancia y seguí con mi trabajo.


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Planetas para Sanar


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De Carolina Villafañe

Una vez, el Principito estaba viajando al planeta de un doctor. Cuando llegó no sabía nada, no entendía de qué se trataba ese planeta. Entró a una casa y ahí estaba el doctor, pero en una cama, acostado. Era un poco viejo y ya no podía moverse, así que el Principito se quedó a ayudarlo con lo poco que le quedaba de su vida. Ellos pasaban la mayoría del tiempo durmiendo, pero un día cambió. Todo empezó a moverse y las cosas de la repisa se caían. Como ellos dormían, se despertaron y vieron todo tirado, y no entendían qué pasaba, hasta que el doctor se dio cuenta


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que estaba habiendo un terremoto en su propio planeta y que al Principito se le había caído una caja encima. El doctor era viejo, pero podía curarlo con una medicina y una venda. Agarró, lo puso en la cama, le puso la venda y le dio la medicina. El Principito despertó y, después de reaccionar, le dio las gracias, pero él ya se tenía que ir. Nuevamente, le agradeció y se fue tranquilo y sano.

De Alexis Secreti


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Al escape

De Priscila Villalba

Hola, soy la doctora Ruth Albornez. Cuando tenía veintinueve años, ocurrió lo siguiente: Había venido un hombre al que le habían pegado balas en su pierna. No despertaba. Le ponía mucho suero. Recién al día siguiente despertó. Se sentía bien y se hizo de noche . Yo me tenía que ir a mi casa, pero lo dejé con una enfermera esperando que se recupere . Me había despertado por el reloj que apenas


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tenía, así que me fui al hospital y no estaba mi paciente . Le pregunté a una señora ya grande a la que le dábamos hospedaje , y me dijo que se había ido. “Agarró su auto y salió”. Me quedé mal , pero después lo encontré en el camino cuando iba a mi casa. Me dijo que gracias por haberle puesto suero y cuidarlo. Ahora, necesitaba escapar. Ya estaba bien .


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La flor curativa

De Florencia Gutiérrez

Había una vez una veterinaria que vivía en la ciudad . Su sueño era ir a África para salvar a todos los animales en extinción . Cuando ella cobró, se dio cuenta que le era suficiente , y así se fue . Cuando llegó, vio a los animales muy mal , pero ella tenía la solución: una flor curativa. Se la daría al animal que estuviera muy mal .


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Cuando estaba comiendo un fruto, le picó una víbora y se desmayó. Cuando se despertó, vio un montón de gente . Eran africanos. Ellos hicieron un festejo y la mujer se quedó allí para siempre .


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Curar sin nada

De Mildred Jaimes

Hola chicos, soy la doctora Julieta, y voy a contarles una anécdota de mi vida profesional . En mi infancia siempre quise ser doctora. Mi madre siempre me compraba juguetes de doctora y yo curaba mis muñecas favoritas: Camila, Sofía, Daniela y María . Terminé la primaria y la secundaria, me gradué y me recibí de doctora . En ese tiempo, atendía en medio de la nada . Muchas personas venían al médico porque estaban picados por una víbora o por arañas. Yo les recomendaba que traigan el animal que les picó así


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lo llevaba para el laboratorio y estudiábamos el veneno.

Si había personas graves, teníamos que llevarlos a la capital , osea al centro de nuestra provincia. Al día siguiente , rápido,

si

las

no

actuábamos

personas

ya

no

tenían más vida. Nosotros no teníamos muchas camillas

ni

las

mujeres

No

teníamos

máquinas

para

embarazadas. más

que

una

camilla para hacer su parto. Les sacábamos el bebé y algunos sobrevivían , pero otros no.

Dibujo de Kevin Corvalán y Jonathan Vélez

Yo les recomiendo que no dejen sus sueños atrás.


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El dolor de cabeza se cura con una cereza. Los calambres se curan con un par de alambres. La tristeza se termina con una destreza de malabares. De Braian Romero Si te duele la garganta, tapate con una manta. Que el calambre no te sorprenda con mucha hambre. De Celeste Escalante

Poemas Sanadores Para la soledad, hay que poner en un vaso: tres gotas de paciencia, dos de felicidad, una de amistad, y después de hacer esto te sentirás acompañado. De Natalia Ruiz

Si tenés la tensión baja, tenés que comer media cucharada de las chiquitas de azúcar, y una amiga que te acurruca. De Jeremías Sabbag Si tenés fiebre, que te cure una liebre. Si te agarra calambre, comete un fiambre. De Florencia Gutiérrez


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Si estás triste, tomate dos gotas de alegría en un vaso de locura, y de postre un flan de risas.

Qué los calambres no te agarren distraído. Mejor mírate un partido.

De Carolina Villafañe

De Jonathan Vélez

Cuando tengas resfrío, comete un higo.

Si te agarra un resfrío, evitá ir al frío. Si tenés dolor de panza, evitá subir a la balanza. De Carolina Argüello

De Antonella Ruiz

Cuando tengo dolor de garganta, me voy a jugar con la gata. De Perla Gómez


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Si tenés dolor de panza, comete una manzana. De Kevin Corvalán

Cuando tengas tristeza o dolor de panza, ponete una par de sandalias y andá a practicar danza clásica. Con la soledad que tengo, me resfrío y me duele el oído…tomate tres tomates y vení a jugar conmigo. De Priscila Villalba Si te da dolor de panza, comete diez alfajores de chocolate, y si te hacen bien, tomate cinco gotas de asado más. De Alexis Secreti


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De Gonzalo Fernández Si tenés tristeza, vení a bailar. Si sentís soledad, vení a jugar.

¡Dolor de oído! ¡Dolor de panza! ¡Dolor de garganta! ¡Qué poca esperanza!

¿Tienes fiebre? ¿Te resfrías? ¿Tienes nervios? El doctor te cuida.


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La transformación

De Jeremías Sabbag

Había una vez un hombre llamado Bruno que vivía en un pueblo llamado Gentileza. Un día fue al súper, y de repente un alacrán lo picó. El señor fue al médico, y el doctor dijo que no tenía veneno, que no tenía importancia. El hombre , al día siguiente , sintió un cambio, y dijo:- ¿Qué podrá ser?-, pero se fue a dormir sin preocuparse . Esa noche ,


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le salió una cola de alacrán . Al otro día , se convirtió en alacrán , y cuando salió a la calle lo pisó un auto.


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Milagro

De Jacqueline Costas

Hola, soy la doctora Miley. Empecé cuando tenía tres años a jugar a la doctora. Cuando fui grande , empecé la facultad y me recibí después de dos años. Ahora tengo un consultorio en mi casa. Al comenzar a trabajar, conseguí todo. Ahora tengo una mucama llamada Ludmila, y es mi prima.


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Mi primer paciente tuvo un accidente: le pegaron un tiro en la cabeza y lo pude salvar. ¡Casi se muere! Su propia familia sufría pensando que se iba a ir, pero yo lo salvé con una operación y se fueron tranquilos.


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Un pequeño error

De Melanie Gómez

Había una vez una doctora llamada Melanie Gómez que conoció a un chico de 15 años, llamado Antonio. Él tenía cáncer de pulmón , se hizo querer mucho y era muy bueno. Así que se hicieron amigos. Cuando un día se enteraron de que su cáncer estaba muy avanzado, decidieron viajar por todo el mundo. Por Europa,


México, París, y hasta por Orlando, Disney, China , Tokio, Hollywood y Nueva York . Hasta llegaron a conocer Michael Jackson . Un día , en su viaje , los llamaron por teléfono y les dieron una noticia maravillosa. Antonio nunca había tenido cáncer. ¡Era solamente que se traspapelaron los papeles del hospital! Felices y contentos, Antonio y Melanie siguieron su viaje por el mundo.

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Un paciente muy grave De Celeste Escalante

Hola, soy la doctora Estefan y quiero contarles una anécdota de mi vida profesional . Nací en Jachal , un pueblo chiquito al norte de San Juan . Cuando terminé el secundario, quise ir a la universidad y me tuve que mudar a La Pampa. Entonces, con muchas lágrimas y tristeza, emprendí mi viaje . Junto con mis compañeras, estudiamos para ser doctoras. A los treinta años me recibí y me mandaron


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a trabajar a un hospital de la Rioja, adonde fui con mucho orgullo. Cuando llegué , vi tantas cosas que me sorprendí y me dieron la bienvenida. Por suerte , luego llegó la hora de atender pacientes no tan graves, aunque algunas veces sí . Un día llegó Lalo, un paciente que había sido arrollado por una máquina mientras trabajaba . Cuando lo terminé de curar, me dijo:- Gracias doctora-. Y yo le dije:- No fue nada . Debes hacer reposo absoluto. Gracias por ayudarme a tomar coraje para curarte . Te llevaré siempre en mi memoria-.


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Planetas para Sentir


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De Natalia Ruiz

Un día, el Principito estaba por el Espacio y fue a un planeta llamado “Silencio”, y empezó a observar por todos lados para investigar, y ahí encontró una señora llamada Janet. Ella le contó que era maestra de sordos, y él preguntó: - ¿Cómo habás con ellos? - No hablo. - ¿Y entonces cómo te comunicás con todos tus alumnos? - Con lenguaje de señas. Él estaba tan emocionado por saber cómo era, que ella le dijo:


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- ¿Querés que te enseñe? - Bueno-, le contestó él con mucha ansiedad. Janet, entonces, le propuso empezar haciendo un juego de imitar animales, y luego le enseñó el alfabeto de señas con las manos, y a él le encantó. Estuvo tan bueno que prometió volver otra vez así lo repetían.

De Antonella


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La carrera del sapo (VERSIONES DEL CUENTO ORIGINAL DE GRACIELA MONTES, CONTADO EN LENGUAJE DE SEÑAS) http://www.youtube.com/watch?v=I0sGOpCuiOA

contarías Vos? o l o m ó C ¿

Versión de Perla Gómez

Dos amigos estaban pescando. Lolo, el sapo, dijo:hagamos una carrera-. Lili , la cigüeña dijo:- sí-. Hicieron la carrera desde la montaña hasta el pantano. Lolo dijo:- Uno, dos, tres, ¡fuera!-. Lili tropezó y calló. Lolo no se dio cuenta, llegó a la meta y esperó a Lili .


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Se le hizo raro porque no venía. Se volvió hasta la montaña y vio que Lili tenía una piedra aplastando su pie derecho. El sapo juntó todas sus fuerzas y logró levantar la piedra . Lili tenía el pie inflamado. Cerca de ahí , había una reserva. Lolo la llevó y después de dos semanas salió curada. Lolo la llevó a la montaña y cuidó que no le pasara nada porque no la quería volver a perder. Llegaron a la punta de la montaña, se sentaron y vieron el amanecer.


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La carrera del sapo Versión de Braian Romero

Había una vez un sapo llamado Roque que estaba pescando en la gran laguna. Ya había pescado cuatro peces de goma para darse su panzada con pan y puré de papas. A la hora empezó a dolerle la panza, y comenzó a correr hasta su casa. De pronto, tropezó con una pierda y empezó a caer, “Pum, plash , pam”, y se cayó en el barro y se raspó. Y se dijo a sí mismo:- Soy un


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papanata-. Entonces, se fijó en los peces, y los había hecho papilla . Al día siguiente fue en búsqueda de la cigüeña para curarse la mala suerte , pero la cigüeña le dijo:- Vas a tener que ganarme en una carrera de larga distancia-. El sapo aceptó. Comenzó la carrera, y la cigüeña iba ganando, pero el sapo terminó ganando y así logró curarse la mala suerte .


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La carrera del sapo Versión de Florencia Gutiérrez

Érase una vez un sapo llamado Pepe . Estaba sentado en la cocina de su casa en un hermoso día. Vino una cigüeña y le preguntó si no quería correr una carrera. El sapo le dijo que lo pensaría, y la cigüeña le dijo que era un cobarde . También le empezó a cantar: “Yo conozco un sapo que se llama Pepe que es un cobarde”. Después le dijo “sapo corre y él llora, llora… sapo vení y él llora llora”. Al final , el sapo se enojó y le dijo:- Bueno, adelante . Empezó la carrera, y mientras la cigüeña iba corriendo,


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le seguía cantando que era un miedoso. El sapo se enfurecía y tomaba más velocidad . Estaba furioso, pero no lo pudo lograr porque la cigüeña lo alcanzó y lo pasó. Eso no duró tanto porque la cigüeña se cayó. Entonces, el sapo tomó ventaja y salió corriendo. La cigüeña lloraba del dolor, pero lo que el sapo no sabía es que era una trampa de ella para tomar ventaja. Inocente , el sapo se dio vuelta y la ayudó. La cigüeña salió corriendo y ganó la carrera.


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Ojo nuevo De Jonathan Vélez

Una vez, en Tucumán , Sergio trabajaba en un laboratorio que se llamaba Merida. Era un laboratorio en donde hacían ojos de vidrio, y había un caño que estaba flojo en el techo. Su mejor amigo le dijo:- Se te va a caer el caño, Sergio-. Pero el joven no lo pudo escuchar, miró para arriba, y se le hundió el ojo al golpeársele con el caño. Su amigo gritaba como loco, y a Sergio le


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tuvieron que poner un parche hasta que se le fuera la cicatriz. Pasó un año y se le pudo borrar la cicatriz. Él rezaba para que le pudieran poner el ojo de vidrio. Después, le hicieron la operación , se lo colocaron y se fue muy contento.


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El hombre sordo De Gonzalo Fernández

Érase una vez, en Brasil , un minero que era sordo y se llamaba Nicolás, y sus amigos lo quisieron ayudar. Se fueron al laboratorio con él , y por accidente , Juan , el encargado, apretó el botón laser achicador, le apuntó a sus amigos y ellos aprovecharon y se metieron en el oído de Nicolás sin que se diera cuenta. Los chicos decían (dentro del oído de Nico). -

¡Oh , por Dios! Con razón no oía. ¡La mugre que

tiene!


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Y sus amigos se desmayaron mientras Nico descansaba. Al rato, despertaron y tardaron doce

meses

en

limpiar

los

mugrientos oídos, y Juan dijo: -

¡Qué tonto soy! ¡Achiqué a

los amigos de Nico! Juan

encontró

el

problema,

lo arregló y todo volvió a la normalidad , pero con Nicolás oyendo. Él y sus amigos fueron a comer un helado mientras charlaban .


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Una familia particular De Melanie Gómez

Había una chica que

hablaba con los

animales. No los veía, pero los escuchaba y les enseñaba a bailar y a cantar. También había un chico que bailaba pero no podía mover los pies. La mamá, por su lado, sí sabía hablar y hasta cantaba ópera, pero se comunicaba por los ojos y todos le entendían así .


Bailar igual De Jacqueline Costas

Había una vez una niña llamada Tamara Walpirtilian , que era sorda. Ella siempre soñó con ser bailarina . Un día cumplió los diez años, y sus padres la pudieron anotar con sus compañeras en una academia. Tamara aprendió de sus padres el lenguaje de señas, y todo lo que quería era ser profesora de baile . Más tarde , fue a un concurso y no escuchaba la música . Cuando empezó a bailar, se

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dio cuenta que vibraba el piso, y se puso a moverse al ritmo de la música. Terminó el concurso y todos la abrazaron , y sus padres lloraban . Ella se llevó lo mejor de ese lugar, aunque no sabía si todavía iba a ganar. Cuando le dijeron que sí , lloró de la emoción . Llegó a su casa, y resulta que ya habían terminado todas las clases. Entonces, esperó al próximo año para continuar estudiando danza y cumplir su sueño.


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Perfume de miel De Natalia Ruiz

Érase una vez un hombre llamado Santino Sánchez, que era ciego pero tenía muy buen olfato. Un día , se le habían caído los lentes de sol porque no quería que lo vieran así . Luego escuchó unas pequeñas carcajadas y empezó a buscarlos más rápido. Luego, vino una chica llamada Juana y le alcanzó los lentes, y el sintió un perfume de miel . Él le dijo:- Gracias-, mientras se frotaba las manos, y ella contestó:- No, por nada-.


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A la mañana siguiente , él se levantó y salió a la calle como si nada . No le importaba lo que decían . Él estaba entusiasmado por volver a ver o, mejor dicho, a sentir el perfume de miel de aquella mujer. Pasaron unos días y él no se había dado por vencido porque ella no aparecía . Luego de hacer su caminata de todos los días, cuando estaba por entrar a la casa, empezó a sentir el perfume de miel y se oyó una voz de lejos que decía: - Espera, por favor, tengo que decirte algo. Él se dio vuelta y ella le dijo: - Mirame a los ojos.


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- Pero yo soy ciego-, le contestó muy tímido. - Perdón . Por eso no encontrabas tus lentes de sol el otro día . - Sí , por eso… Una pregunta , ¿usas perfume de miel? - ¡Sí! ¿Cómo te diste cuenta? Nunca nadie se dio cuenta desde que me lo compré . - Sí , yo me di cuenta desde ese día que me encontraste los lentes de sol . - ¿Querés que vayamos a caminar?-, le dijo Juana. - Vamos-, contestó él . Y se fueron caminando por la orilla de la calle mientras se escondía el sol .


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Un perro de colores De Carolina Villafañe

Había una vez un perro que era sordo, llamado Alex. No podía escuchar nada . Cuando su familia lo llamaba, no iba porque no escuchaba . Lo llevaron al veterinario, pero no lo podían curar. La dueña era una nena llamada Emily. Lloraba mucho, no paraba, aunque una vez los padres decidieron viajar a Japón para curar al perro. Emily estaba emocionada por ir. Llegaron al aeropuerto y se fueron en un avión privado que tenía el padre . Pocos días después del viaje , aterrizaron . Fueron al veterinario más famoso de ese lugar, pero no lograron curar al perro. Todos preocupados y tristes, volvieron a su casa. Cuando llegaron , vieron a un señor sentado en la puerta de


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su hogar. El papá le preguntó quién era, y él le respondió:- Yo conozco a su perro desde mucho antes que ustedes-. Emily le dijo

que era mentira, pero las cosas que le dijo el señor sobre Alex eran ciertas. Entonces le preguntaron que qué hacía en su casa, y él les dijo:- Yo vengo a curar a su perro-. Lo agarró, lo levantó, y Alex empezó a hacer luces de todos los colores, rojas, amarillas, azules, hasta que hizo una luz blanca que iluminó toda la casa, y era tan fuerte que salió por las ventanas. Más tarde , el perro escuchaba . Todos dijeron:- Pero, ¿cómo hizo?-, y ahí se dieron cuenta que el señor era un mago. A partir de ese momento, Alex escuchaba y además tenía luces en el cuerpo.


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Puedo oler tus mentiras

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De Perla Gómez

Hola soy Olivia y tengo un super sentido. Puedo oler tus mentiras. Por eso nunca nadie me engaña. Cuando les pregunto si me quieren y me dicen que “no”, sé que me mienten . Cuando un chico dice que me ama, y es mentira, yo lo huelo. Por eso, nadie me engaña y ahora tengo una vida tranquila y sin mentiras.


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Planetas para Actuar


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De Jacqueline Costas

Un día, llegó el Principito a un planeta donde se encontró con una actriz. La actriz lo invitó a su show, pero él le dijo: - No… ¿Cómo? ¿Una obra de teatro? - Y sí, es para juntar plata-, contestó ella. - ¡Pero yo no tengo! ¡No he cobrado!-. - Bueno, yo te la pago, para que me puedas ver-, insistió ella, pero no hubo caso. - Nooo, gracias-, respondió el Principito (¡vaya a saber por qué!), y se fue de ahí a juntarse con su madre y a comer torta.


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¿Hablar?

De Kevin Corvalán, Jonathan Vélez, Jeremías Sabbag, Florencia Gutiérrez y Celeste Escalante

Toca el timbre y los alumnos salen al recreo. Kevin y Jony se pelean salvajemente . Jere:- ¿Por qué se pelean estos? Caro:- Porque no tienen otra manera de comunicarse . Cele:- ¡Eso! Kevin y Jony (se acercan enojados):- ¿Qué dicen ustedes de nosotros? Caro (dando un paso atrás): ¡Eso! Que no tienen otra manera de comunicarse .


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Jere (tranquilo):- ¿Por qué no dialogan o hablan? Kevin (avergonzado):- Nunca intentamos hablar. Jony (pensativo):- Estaría bueno hablar. Jony y Kevin:- Después, en el segundo recreo vamos a contarnos las cosas que le pasó a cada uno. Toca el timbre para salir al segundo recreo.

BlaBla BLA

blablabla

blabla

Jony, Kevin , Cele , Caro y Jere van caminando por la cancha de fútbol . Jony:- Cele y Caro, gracias por el ejemplo. Ahora yo y él , cuando tenemos algún problema, nos hablamos.


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Siempre que llovió…paró

De Gonzalo Fernández, Alexis Secreti, Perla Gómez, Natalia Ruiz e Ignacio Moyano

En un día normal , en la escuela, unos chicos trabajan en la huerta. Nacho:- Eu, va a llover, ¿no? Chicos:- No va a llover, si hoy estuvo lindo el día. Pero después van a sus casas y ven que cae piedra con viento y se preocupan mucho. Vuelven al otro día y ven que la huerta está rota. Nacho:- ¡Oh , no! ¡Las plantas! ¿Viste que te dije que iba a llover? Perla: ¡No! ¡Yo te dije!


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Mientras discuten , se mete Gonzalo. Gonzalo:- Paren , chicos, paren . Podemos encontrar una solución . Natalia:- Sí , ¿pero cómo qué? Perla y Natalia hablan . Perla:- ¡Ah! Nosotras podemos lavar autos, ¿no? Nacho:- Tenés razón . Y nosotros con el profe podemos cortar leña. Alexis (profe):- Bueno, ¡a trabajar! Al ratito, entra un cliente llamado Fabrizio, contento.


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Natalia:- Hola, ¿lo podemos ayudar? Fabrizio:- Hola, vengo por la venta de plantas. Chicos:- Hubo un problema con eso de que anoche cayó piedra y ha roto todas las plantas. Perla:- Pero le podemos lavar el auto, y los muchachos le hacen el asado. Fabrizio:- ¡Perfecto, perfecto! Manos a la obra. El cliente le entrega el dinero y se va. Los chicos reúnen la plata. Chicos:- ¡Miren! ¡Lo logramos! ¡Con esta plata nos vamos a Embalse! ¡Olé , olé , olá…!


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Contarte los trabajos 96

La solución de la plata

De Antonella Ramallo, Mildred Jaimes, Priscila Villalba, Jacqueline Costas y Melanie Gómez

Antonella , Priscila, Melanie y Jacky estan aburridas, sentadas y apoyadas en la mesa del patio, en la casa de Mildred . Mildred (preocupada):- ¿Qué les pasa chicas? Todas:- ¡No tenemos plata! Mildred:- ¿Si hacemos empanadas? Todas:- ¡Noooo! Mildred:- ¿Y una obra de teatro?


Contarte los trabajos 97

Las demás chicas se miran entre ellas. Todas:- ¡Claro! Llega la madre de Mildred , Inés, que ha escuchado la discusión . Inés:- ¿Pero para qué quieren la plata? Antonella:- Es para ir a un concierto. Inés:- ¡Por favor! ¡Manos a la obra! Finalmente , las chicas se ponen a hacer empanadas,

aunque

no

querían ,

pero

igualmente consiguen la plata para el concierto.


Contarte los trabajos 98


Contarte los trabajos 99

Planetas para Volar


Contarte los trabajos 100 De Braian Romero

El Principito llegó a un planeta en el que habitaba un piloto, y en ese planeta todo volaba. - Hola, ¿hay alguien aquí?-, gritó el Principito. - ¿Quién eres tú?-, contestó el piloto que apareció en el aire. - Soy el Principito. ¿Vos? ¿Cómo te llamas? - A mí me dicen Zorro. - Ah… ¿y por qué estás volando? - Es que en este planeta todo vuela, ¡y yo puedo volar! Era verdad. En ese lugar, los árboles flotaban, las piedras volaban, los pájaros se golpeaban contra el piso y los mares también flotaban. - Pero no entiendo por qué todo flota-, insistió el Principito. - ¡Porque yo soy el piloto de este planeta!-, contestó Zorro. Entonces, el Principito miró para los dos lados y vio un botón rojo. Lo tocó y todo empezó a caer, y todos se mojaron.


Contarte los trabajos 101

De Ignacio Moyano

Zorro retó al Principito y le explico que él hacía volar las cosas con ese botón. - Perdoname, Zorro-, dijo el PrincipitoPero al menos estamos frescos. Ambos se rieron y Zorro le dijo: - Vamos a volar en mi avión. Apretá el botón. Y así volaron durante tres días. Luego, en el cuarto día, le mostró su casa flotante. Tuvieron que volar en el avión hasta la cochera de su casa, y el Principito se quedó a dormir un día, y a la mañana siguiente se fue flotando a otro planeta.


Contarte los trabajos 102

Cocker y yo

De Mildred Jaimes

El 12 de agosto de 1999, al lado de mi casa se estaba incendiando el patio de una granja que tenía caballos. Los solté , y sobrevivieron , pero murió uno. Como yo era pilota , fui al aeropuerto, busqué el avión , me fui a Mar del Plata, junté agua y le tiré al fuego, pero no era suficiente . Llamé al gran piloto que se llamaba Cocker (era su apodo artístico), y le dije: - ¡Cocker, por favor, ayúdame a apagar el fuego!-. - ¡Bueno, vamos!-, dijo él .


Contarte los trabajos 103

Nos los

fuimos dos

aviones

en y

apagamos el fuego. Despu茅s a

casa ,

fuimos comimos,

nos dijimos chistes divertidos y termin贸 todo feliz.


Contarte los trabajos 104

De cómo me hice piloto

De Kevin Corvalán

Soy piloto, y antes viví una aventura en Río Ceballos al prenderse fuego una casa. Yo, en esa época, era bombero. Arrojé agua con la manguera del camión autobomba porque adentro había una familia , y pudieron salir todos menos una nenita. Su madre lloraba y sus familiares también . Entonces, tuve que arriesgar mi vida para salvarla . Luego, llegaron los demás bomberos. El jefe del cuartel me preguntó si quería ser piloto, que ellos me pagaban el curso. Yo le dije que sí , ese era mi sueño. Desde entonces, vuelo vigilando y apagando mi ciudad y toda la provincia.


La vieja y su gata Hola, soy el piloto Pescau, y viví esta aventura:

Contarte los trabajos 105

De Jeremías Sabbag

Una vez iba en mi avión , cuando veo que una casa se estaba quemando. Bajé rápidamente , estacioné el avión y justo salió una viejita gritando que la ayude , que se estaba quemando su gata. Yo entré a la casa y saqué a la gata. Se la di a la viejita, subí a mi avión y tiré agua en la casa, pero no se pudo apagar todo el fuego porque la casa era grande . Entonces, subí a la vieja y a su gata en mi avión y nos fuimos, y la señora se compró otra casa y yo tuve que seguir rescatando gente .


Contarte los trabajos 106

El látigo vence al fuego

De Antonella Ramallo

Soy el piloto Coquito y una vez vi un campo donde se estaba quemando una granja. Tuve que bajar con mi helicóptero de inmediato porque se estaban quemando los chanchos, caballos y pollos, y empecé a arrear a pie todos los animales, y sin darme cuenta que el helicóptero estaba rodeado de fuego. Encima, no había un río cerca para poder buscar agua para apagarlo. Pero por suerte , en el pantalón tenía un látigo, y empecé a apagarlo de a poco así , hasta que pude subir al helicóptero y continuar con mi misión .


Cataratas

Contarte los trabajos 107

De Jonathan Vélez

Soy el piloto Hernán , y mi apodo es “tuco”, y una vez viví está aventura . Yo tenía que hacer una entrevista y se me descontroló el avión , y tuve que aterrizar en dos canchas de fútbol . Había viajado a todos lados, pero nunca a Misiones. Entonces, me ofrecieron ir a Misiones, y me dijeron que tenía que ir a las Cataratas a llenar agua mi bolsa para apagar un incendio en Jujuy. Tuve mucho miedo porque las cataratas venían con mucha fuerza y como el avión era muy chiquito me lo podía hundir. Sin embargo, logré descender y cumplir la misión que me ordenaron , y me fui feliz.


Contarte los trabajos 108

Como un ave

De Florencia Gutiérrez

Érase una vez un hombre que quería ser piloto, pero no lo lograba porque su familia era muy pobre , y él tenía que trabajar para ayudar con los gastos de la casa. Un día , ya se había cansado de tanto soñar y no lograr ser piloto. Entonces, empezó a cortar leña, lavar autos, vender verduras e hizo una venta de garaje . Con todo lo que vendió, juntó mucha plata. Empezó a comprar metal , madera y muchas herramientas para armar una avioneta . Estuvo seis días y cinco noches armando


Contarte los trabajos 109

hasta que por fin construyó la avioneta. Al día siguiente , la llevó a la punta de una montaña para largarse y pilotearla. Cuando se largó, pudo planear, pero en un momento se desvió y se dio cuenta que estaba cayendo. Entonces, aparecieron unas aves muy grandes y lo salvaron . El hombre siguió volando con las aves. Ellas se lo llevaron a la punta de la montaña más alta del pueblo y desde arriba vio el hermoso paisaje . Después, se detuvieron a arreglar el avión para volver, y aunque el hombre no pudo ser “piloto piloto”, sí pudo volar un avión , un recuerdo para toda su vida.


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Escuela Bernardino Rivadavia 6to Grado


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