Manual de plantas medicinales

Preparación de tisanas Según se aplique agua, tenemos tres formas de obtener una tisana: infusión, decocción y maceración.

En los tres casos, debemos proceder de la siguiente manera: • Pesar o medir la cantidad adecuada de la planta a utilizar.

• Desmenuzar o triturar bien las partes de la planta.

Infusión Es el procedimiento más común e ideal para elaborar tisanas con las partes sensibles de las plantas, como las hojas, las flores, ramas y tallos tiernos.

Las infusiones se preparan de la siguiente manera: a) Colocación: poner la parte de la planta a ser usada (hojas, flores...) en un recipiente de vidrio, porcelana, barro cocido u otro similar que resista el calor. Las plantas pueden estar sueltas dentro del recipiente o juntas en un colador dentro del recipiente. b) Escaldado: agregar agua limpia a punto de hervir sobre las plantas. c) Extracción: tapar el recipiente y esperar a que se produzca la extracción y disolución de los principios activos de la planta. Normalmente son suficientes 5 a 10 minutos. Cuanto más gruesas o duras sean las partes de la planta, más tiempo requerirá la extracción. d) Colado: antes de beber la infusión, y si es de su gusto, puede colar el líquido. En general colamos cuando la planta tiene sabor amargo. Si es un sabor dulce o agradable como la menta o hierbabuena, se puede dejar las hojas e incluso masticarlas.

Conservación de las infusiones: En general, las infusiones se pueden conservar por 12 horas. Se preparan por la mañana y se toman a lo largo del día. Se pueden volver a calentar sin que lleguen a hervir. No se deben tomar infusiones que tengan más de un día de elaboradas.

Decocción La decocción sirve para preparar tisanas con las partes duras de las plantas (raíces, rizomas, cortezas, semillas) que necesitan hervirse 18