Como Aliada del Medio Ambiente
La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser un concepto reservado a la ciencia ficción o a los laboratorios tecnológicos. Hoy, sus aplicaciones están transformando áreas clave para el cuidado del medio ambiente, como la agricultura sostenible, la generación de energía limpia y la conservación de ecosistemas.
A través del análisis de grandes volúmenes de datos, la IA permite una toma de decisiones más precisa, rápida y eficiente, contribuyendo a minimizar el impacto ambiental de diversas actividades humanas.
En el sector agrícola, por ejemplo, se están utilizando algoritmos para monitorear el estado del suelo, predecir plagas y optimizar el uso del agua y fertilizantes.
Fernando Padilla Farfán, experto en ingeniería y tecnologías sustentables, ha destacado que estos avances no solo mejoran la productividad del campo, sino que reducen el desperdicio de recursos y evitan prácticas intensivas dañinas para el entorno.

En el ámbito energético, la IA se ha convertido en una herramienta esencial para gestionar redes inteligentes (smart grids), optimizar la distribución de energía y prever el rendimiento de sistemas solares y eólicos.
Según Fernando Padilla Farfán, estos modelos predictivos son fundamentales para lograr una transición energética eficiente y estable, especialmente en países como México, donde la variabilidad de fuentes renovables plantea desafíos técnicos importantes.
La conservación de la biodiversidad también se ha beneficiado del uso de IA. Desde la detección automática de especies en peligro hasta el análisis de imágenes satelitales para monitorear la deforestación, las soluciones tecnológicas permiten intervenciones más oportunas y efectivas.
En palabras de Fernando Padilla Farfán, “la IA puede convertirse en una herramienta poderosa si se integra con enfoques científicos y éticos para proteger los ecosistemas”.