María Fernanda Rocha Villagrana 5to Semestre LEPREE
09 de febrero del 2021. Tarea. Historia lectora. “Una travesía con la literatura” No sé qué me ha ocurrido, ahora que tengo 21 años puedo decir que no odio pero tampoco amo la literatura, sé que es bella, me lo han dicho o alguna vez lo he descubierto, pues no recuerdo exactamente ni día ni año, pero desde pequeña comencé con balbuceos que posiblemente el tener hermanas mayores y unos papás muy responsables me ayudaban a decir mis primeras palabras además de la imitación de sus tareas realizadas con grafías y el escuchar hablar a ellos comenzaba con la etapa primitiva de la escritura. Pero también sí sé que cuando era pequeña todas las mañanas antes de dirigirme al preescolar, mientras mi mamá me ayudaba a cambiarme o planchaba para desaparecer aquellas posibles arrugas de mi uniforme del Jardín de Niños, yo le pedía que me pusiera el canal numero 5 ya que se encontraba en la programación Dora la exploradora, una serie educativa de dibujos animados donde una pequeña niña junto con sus amigos vive aventuras en juego de un mundo animado el cual yo podía interactuar y contestar a sus preguntas. Asimismo en el salón de clases en el rincón se encontraba una biblioteca, donde había un sinfín de libros, que aunque la maestra era muy puntal, mientras llegaban el resto de mis compañeros podía tomar un libro de los mismo, recuerdo aquel libro “cuenta ratones” de Ellen Stoll Walsh pues me gustaba hojearlo, disfrutando cada dibujo y letra, observando aquellas imágenes de ratones metidos en frascos, interpretándolos a mi percepción ya que no podía definir aquellas grafías plasmadas en las hojas. Sin embargo el día que la maestra seleccionó ese libro que tanto llamaba mi atención, entendí un poco más la trama y fue así como mi gusto por la lectura despertó, dándome cuenta que con el paso del tiempo fue llenando mis huecos de conocimiento. Aprovechaba de los libros que había en mi casa, había de todo tipo, escolares, didácticos, y libros de texto que podía manipularlos y disfrutar aquel olor a hoja de papel de imprenta. Más tarde, en la primaria cuando comencé a descubrir que las silabas se podían escribir con vocales o consonantes y podía incluir ambas letras fue así como de esta manera comencé con la alfabetización, recuerdo que cuando ya lo lograba, en la calle iba leyendo cada uno de los anuncios que me podía encontrar, pidiéndole a mamá o la persona que iba acompañada de mí que adivinara lo que decía. Asimismo mis hermanas iban creciendo cada vez más y mi papá nos compró un juego de libros entre ellos eran de ingles, palabras en inglés en donde parecía ser un libro álbum, un libro lleno de dibujos con algunas letras y una portada muy llamativa y comencé a explorar su contenido en compañía de mis