Guerra de Ifni Sahara. Socorro a Tiliuin. 1º salto paracaidista de guerra Vicente Bataller, General de Brigada (retirado) (Extraido del libro LA LEGIÓN EN IFNI SAHARA 1956-1976, V. Bataller, Fundación Tercio de Extranjeros, venta en tienda solidaria https://www.fundaciontercioextranjeros.org/tienda-solidaria/) En Ifni, el 23 de noviembre de 1957 se produjo un ataque generalizado a la capital, Sidi Ifni, y a todos los puestos del interior que quedaro sitiados, rodeados por los rebeldes. El cuartel de la policía de Tiliuin se encontraba muy próximo a la frontera con Marruecos, y a Goulimin, sede del cuartel general del Ejército de Liberación. Ello explica que los efectivos que lo sitiaban y atacaban eran numerosos y se relevaban continuamente. El personal militar de esta guarnición lo componían dos tenientes, un sargento y cuarenta y cuatro de tropa europeos y un sargento y quince policías indígenas. A pesar del extenso perímetro de este acuartelamiento, su guarnición se reducía a una sección de la policía, a las órdenes del teniente Pradillo, reforzada con otra de tiradores mandada por el teniente Alvar. Vivían también allí un maestro, dos albañiles, dos mujeres, esposas de los anteriores, y el practicante civil Francisco Mérida. Se habían producido varias bajas y siete heridos necesitaban asistencia médica. Además de su escasa entidad -unos sesenta defensores- en comparación al numeroso enemigo que les cercaba, dos policías habían desertado y era de suponer que señalarían a las bandas los puntos débiles de la defensa. Próximo al acuartelamiento, y rodeándolo, se encontraban las huertas y edificios -desde donde los rebeldes hacían fuego- del zoco y de los aduares Lutlar, Morabtien y Agadir que formaban el poblado de Tiliuin. Por el Este, paralelo al muro del cuartel, discurría la pista de aterrizaje con un pequeño aeródromo.
Para socorrer a la citada guarnición se planificó la operación Pañuelo. Básicamente, consistía en el lanzamiento en paracaídas de una compañía (disminuida), que tomaría contacto con los defensores del fuerte, reforzaría sus defensas y, de ser posible, prepararía el terreno para el aterrizaje de los aviones con vista a su evacuación. En caso contrario, se esperaría a las columnas que por tierra debían socorrerles y se abandonaría y destruiría el cuartel. El nombre de operación Pañuelo le fue adjudicado por el pequeño espacio de terreno (cercano a la oficina de la policía) en el que debía efectuarse el salto. El aeródromo no pudo ser utilizado por encontrarse bajo fuego enemigo. A las dos de la madrugada del día 29 de noviembre de 1957, la 7ª compañía, mandada por el capitán Sánchez Duque, recibió la orden de alerta. A esta compañía pertenecía la 3ª sección del teniente Ortiz de Zárate que en ese momento
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