correcto funcionamiento del parque de telefonía pública. Es cada vez más escasa la mano de obra que repara y acondiciona equipos públicos o semipúblicos, mientras que los componentes y accesorios de estos aparatos tienen costos dolarizados. Y a todo esto hay que agregarle que muchos de estos equipos casi no recaudan nada.
Monederos Los teléfonos monederos públicos metálicos son los que más tienden a desaparecer, mientras que los semipúblicos (con carcasa plástica) aún luchan por mantenerse en hospitales, kioscos, estaciones de servicio y escuelas.
Para evitar el vandalismo, muchas cooperativas han optado por instalar teléfonos públicos a tarjeta, logrando así que el equipo no recaude monedas y así evitar la rotura y violación del aparato en busca de dinero. Pero esto es solo un intento por cubrir una necesidad que en otra época era básica y que hoy la sociedad casi no reclama. Hace unos 20 años, no era extraño ver una larga fila de personas esperando su turno frente a una burbuja para poder hablar por teléfono. Hoy parece una postal de una época sumamente lejana. Las costumbres, las necesidades y la tecnología parece que terminarán por sacar de circulación a la telefonía pública en muy poco tiempo. n
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