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fcom candidata al Premio Príncipe de Asturias Por Esteban López-Escobar
El grupo Globo de Brasil —premiado en 1986—, por un lado, y el Gobierno de Navarra, por otro, propusieron a la Facultad de Comunicación (la FCOM) como candidata al Premio Príncipe de Asturias en la especialidad de Humanidades y Comunicación para el año 2008. Cuando confirmamos estas noticias comenzamos a comunicarlo a algunos graduados, y de una manera espontánea se produjo una imponente oleada de adhesiones. Quizás por ser uno de los más viejos del lugar, y por haber pasado mi infancia y mi adolescencia en Asturias, he contado con una información casi privilegiada en todo este hermoso proceso. Y he tenido muchas oportunidades para emocionarme y para sorprenderme. Sin ir más lejos, una mañana en que seleccionaba en el archivo fotografías para este libro, me llamó una graduada que trabaja en Madrid. “Me he adherido a la candidatura, y se lo he dicho a varios más”. No recordaba haber hablado con ella. “Pero, tú…, ¿cómo te has enterado?” “Acabo de saberlo por un e-mail que acaban de remitirme desde Dubai”. Me temo que buena parte de los antiguos no se habrán enterado, y lo siento; pero no contábamos ni con tiempo ni con dinero para hacer una campaña. Algunos miembros del jurado del premio optaron por proponer una candidatura conjunta de la FCOM con el conocido periodista Manu Leguineche. Lo que sucedió luego en las deliberaciones del jurado hay que deducirlo, fundamentalmente, a través de lo que publica la prensa. La información de La Nueva España, y un artículo de José Luis Gutiérrez (cariñosamente, “el Guti”) hacen ver que esta candidatura conjunta de Leguineche con la FCOM fue una de las que quedaron mejor situadas, detrás de Magnum Photos —que optaba al premio por tercer año consecutivo— y en pugna con Wales (Wikipedia), de las 24 entre las que tuvo que decidir el jurado. Las adhesiones a la candidatura de la Facultad —algunos centenares— procedieron de antiguos alumnos, muchos de ellos al frente de medios de comunicación bien conoci-
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dos, y de muchas otras personas del campo de la docencia, de la prensa, la radio, la televisión, las agencias de noticias, la publicidad, la comunicación institucional, el ámbito de la cinematografía, el campo del diseño y de la infografía. Y su origen geográfico ha sido increíble: ¡aparte de Dubai!…, Taiwan, Japón, Estados Unidos y la mayoría de los países de América, países de Europa, etc. Uno se pregunta qué habría pasado si, en lugar de los menos de tres meses que transcurrieron entre la presentación de las candidaturas y el fallo del jurado, hubieran sido seis o nueve, para que el tam-tam entusiasta de los graduados de la Facultad y de sus innumerables colaboradores siguiera sonando internacionalmente. No hace mucho, una antigua estudiante de la Facultad, que llamó para preguntar qué podía hacer personalmente, me transmitió este mensaje: “La adhesión del ministro de Cultura de Cuba llegará: …un poco tarde, ¡pero llegará!” Cuando este libro alcance a sus destinatarios, todos aquellos que se adhirieron a la candidatura de la FCOM habrán recibido ya un agradecimiento personal de la Decana. Pero, además, por una veteranía que los años, en lugar de curar, agravan, y por mis raíces asturianas, me permito enviar la gratitud de todos a todos los que habéis intervenido en este bello proyecto, un proyecto que algunos consideraban imposible, pero en el que la Facultad recibió el reconocimiento posible de un jurado que nos situó en un puesto claramente preferente. Con frase consagrada por Miguel Indurain, “hemos estado ahí”.