ARTURO BERUTICH, pionero del Turismo Rondeño by Faustino Peralta Carrasco

Arturo Berutich Pionero del Turismo RondeĂąo

Diseño Gráfico: Dissalia-comunicación creativa Maqueta: Faustino Peralta Carrasco

Impresión: Imprenta Galindo

Ronda, enero 2017

Arturo Berutich Pionero del Turismo RondeĂąo

B Faustino Peralta Carrasco JosĂŠ Manuel Berutich Montesinos

Arturo Berutich y Llin· s, pionero del turismo rondeÒo

Preámbulo

hora que la ciudad de Ronda es una de las ciudades turísticas más importantes de España, la tercera ciudad más visitada de Andalucía y el turismo se ha convertido en el sector económico

más pujante de la ciudad, es de justicia reconocer la labor de promoción e información que sobre la misma hizo el auténtico pionero del turismo en Ronda, en unos tiempos en el que esta industria estaba en sus inicios y creyó como nadie en el potencial y en el futuro turístico que nuestra ciudad poseía. Y, así mismo, contra viento y marea, con pocos medios y muchas dificultades, trabajó de manera decida a que hoy Ronda sea conocida mundialmente y dentro del segmento turístico ocupe un lugar de privilegio en todo el panorama nacional. Arturo Berutich y Llinás nace en Gibraltar el 28 de junio de 1894 y fallece en Ronda el 19 de febrero de 1982, a la edad de 87 años. Don Arturo es reconocido por todos los que conocen bien la historia del desarrollo turístico de Ronda como el pionero de la promoción, atención e información turística en la Ciudad del Tajo. Persona sencilla, amable, muy querida y respetada por la población rondeña de su tiempo, dedicó su vida a

Henry B. Wimbush - Ronda, 1904

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difundir, enseñar y dar a conocer su ciudad de adopción, de la que tenía un profundo conocimiento y por la que sentía auténtica pasión y amor. Su otra gran pasión, el fútbol, le llevó a traerlo desde Gibraltar y darlo a conocer a Ronda, allá por 1917, para fundar después el C.D. Ronda, siendo en la actualidad el equipo decano de la provincia de Málaga. Fue además el realizador de la primera Promoción Turística Oficial de Ronda, durante la República, siendo alcalde democrático de la ciudad su propio cuñado, Juan Peinado Vallejo; así como de la primera Promoción de esta ciudad en el extranjero, concretamente en Londres. Director durante cuarenta y cinco años de la primera Oficina de Turismo que se abrió en la ciudad rondeña. Autor, nada más y nada menos del primer Plan de Calidad Turística que se crea en España, fruto de su intuición y brillantez y, así mismo, redactor del primera Guía Turística Ofcial que se hizo sobre la ciudad rondeña. Fue un magnífico profesional y gran conocedor del Turismo en España, por todo ello y por su extraordinaria labor en pro del turismo nacional, andaluz y rondeño recibió varios reconocimientos ministeriales y le fue concedida por parte del Estado Español la Medalla de Plata al Mérito Turístico.

“Por su extraordinaria labor en pro del turismo rondeño le fue concedida por parte del Estado Español la Medalla de Plata al Mérito Turístico”. 9

H.E. Allen - Queen of Spain’s Chair, 1841 Una de las puertas de entrada a Andalucía era el puerto de Gibraltar, que por ser colonia británica era el lugar perfecto para llegar a la península para los viajeros ingleses. Además, muchos militares de la guarnición allí establecida realizaban con asiduidad excursiones por los alrededores y expediciones ecuestres para llegar hasta Ronda. Publicaban en el Reino Unido sus experiencias exóticas y las maravillas del camino que tenían que atravesar.

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1. Los Inicios del Turismo en Ronda El Siglo XIX - Los Viajeros Románticos En los siglos XVIII y XIX los adinerados jóvenes anglosajones tenían por costumbre viajar a los países de la cultura clásica –fundamentalmente a Italia y Grecia– como parte de su formación antes de contraer matrimonio. Con la llegada de la época romántica, este viaje, conocido como el Grand Tour, amplió sus horizontes incorporando a Andalucía en su cartografía. Vista como una tierra exótica y diferente, más cerca, accesible, segura y barata que un viaje a Oriente, Andalucía se convirtió en un destino posible dentro de la incipiente industria turística de la segunda mitad del XIX. Y una de las puertas de entrada a Andalucía era el puerto de Gibraltar, que por ser colonia británica era el lugar perfecto para llegar a la península para los viajeros ingleses. Además, muchos militares de la guarnición allí establecida realizaban con asiduidad excursiones por los alrededores y expediciones ecuestres para llegar hasta Ronda. Publicaban en el Reino Unido sus experiencias exóticas y las maravillas del camino que tenían que atravesar. Hablaban de una región desconocida, con unas costumbres, tradiciones y formas de vida orientales ancladas en el tiempo, narraban las leyendas de bandoleros y contrabandistas que pululaban por las sierras, describían el hermoso paisaje que la naturaleza y estas grandiosas montañas les ofrecían. A todo ello ayudó también, previamente, el descubrimiento que hicieron, tanto los combatientes franceses como ingleses, de nuestro territorio durante la Guerra de la Independencia.

Manuel Barrón y Carrillo - Paisaje rondeño con bandoleros, 1856 El reclamo pronto dio sus frutos y cientos de escritores, dibujantes, pintores, grabadores, comerciantes, diplomáticos, militares y viajeros se dejaron venir por aquí durante todo el siglo XIX. Ronda corre de boca en boca como una ciudad enigmática, se convierte en un símbolo romántico donde había que venir, experimentar y descubrir todas esas sensaciones, elogios y honores que contaban de ella y de toda la Serranía que la circunda, salpicada de pueblecitos de origen y nombres árabes. Precisamente la dificultad para llegar hasta Ronda, atravesar esta sierra inhóspita, difícil, dura, de caminos de herradura y veredas, y además llena de peligros, le daba mayor nivel al prestigio del viaje y una aureola especial al viajero que hasta aquí lograba llegar.

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“Ronda es distinguida como una de las protagonistas de aquella literatura de viajes que arrasaba con notable éxito por toda Europa”. Como un goteo incesante, un extenso número de aventureros deseaba recorrer este nuevo territorio, próximo, legendario y apartado de los ingredientes que se ofrecían en el habitual Grand Tour. Pues bien, a aquella ruta que conducía hacia la civilización grecolatina a las élites europeas a modo de viaje iniciático entre Italia y Grecia, le iría saliendo un ramal invisible que en algún punto de su recorrido permitía desviarse hacia España siguiendo entre otras la ruta desde Gibraltar a Ronda, y desde aquí continuar hasta Sevilla, Córdoba o Granada, lo que después se conocería como El Camino Inglés (La Ruta de los Viajeros Románticos). Ronda es distinguida como una de las protagonistas de aquella literatura de viajes que arrasaba con notable éxito por toda Europa y Norteamérica. La Ciudad del Tajo encajaba a la perfección dentro de los ideales románticos que imperaban en la época, y desde entonces ha quedado perpetuada e indefectiblemente unida a cualquier evocación romántica andaluza. Un territorio en el que los viajeros románticos se sienten tan a sus anchas como para acabar haciéndolo suyo, como el gran hallazgo de su imaginación: “Con los ojos del alma, yo ya veré durante toda mi vida a Ronda; su puente lanzado entre el cielo y el infierno, sus aguas abismales, sus montes ocres… Este fantástico sueño será, sin duda, el sueño de mi vejez” (Marqués de Custine). “Sin haber estado en Ronda yo podía haber vivido feliz; habiéndola visto, una sensación permanente, desconocida antes, me acompaña. Ronda será ya para siempre el complemento mágico de mi existencia” (Charles Wainright March). 13

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“¡Dios mío, nunca mi pluma será capaz de dar una idea apropiada; jamás podré contar lo que he visto, lo que me rodea. Haber llegado a Ronda, a esta población morisca, poética e inaccesible, equivale a una vida entera!” (Condesa de Robersatt). “Ronda, en verdad, es uno de esos lugares de excepción. No conozco nada que se le pueda comparar” (Lady Tenison). “Cuando la luna llena está presente y las rocas, el río, los puentes y los caminos no son sino suaves sombras de pálida luz, toda la zona se recoge en una quietud espectral, pero de exquisita atmósfera. Uno tiene miedo de penetrar en el misterio que arropa a la umbrosa tierra, un temor que no tarda ni un instante en convertirse en un puro gozo... Ronda es el lugar más sensacional de España, un sueño del Romanticismo”. (Joseph Pennell). Ronda y su territorio, por tanto, gracias a los viajeros románticos del XIX, se convierte también en una de las pioneras de esa industria turística en ciernes cuando ya en los finales del XIX y todo el XX se observa un crecimiento continuo, tanto en términos de demanda como de oferta, mucho antes de la eclosión turística posterior, que se trocaría en el eje de su economía local durante toda el siglo siguiente. Además, Ronda fue después la gran excepción, junto con Sevilla, Granada y Córdoba, de esa otra alternativa al turismo de sol y playa a la que el modelo turístico andaluz ha estado ligado casi en exclusiva.

“Ronda y su territorio, gracias a los viajeros románticos se convierte también en una de las pioneras de la industria turística en ciernes”. 14

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2. La llegada del ferrocarril a Ronda Los primeros hoteles

Y después de aquellos viajeros decimonónicos, el ferrocarril juega un papel fundamental, incluso antes de que el tramo Bobadilla-Algeciras, pasando por Ronda, estuviese construido. La Estación de Gobantes, que entró en servicio en 1865, era el enlace en diligencia también para aquellos viajeros que querían llegar a Ronda provenientes de Córdoba o de Málaga, hasta que en 1892 finalmente es inaugurado el tramo BobadillaAlgeciras y, por consiguiente, la Estación de Ferrocarril de Ronda. Atrás quedaban aquellos relatos apasionados de viajeros que habían recorrido nuestras tierras entre el cascabeleo de una hilera de mulas, dibujando unos paisajes cuajados con los colores brillantes de sus ricas primaveras y los tenebrosos de sus amenazas. Llegar hasta aquí se hizo más cómodo, más seguro y fácil, el atractivo continuaría y el volumen de turistas crecía, Ronda se unió por fin al mundo. Y eso que la construcción de esta línea ferroviaria no estuvo exenta de intereses espurios que se enredaban en las sociedades ferroviarias, de inquietantes vaivenes políticos que iban padeciendo los distintos proyectos originales, que incluso costó la vida, literalmente murió de pena, al auténtico hacedor de que el tren pasara por aquí, que a pesar de la difícil orografía demostró con su proyecto que sí era posible, el ingeniero francés afincado en nuestra ciudad Carlos Lamiable, al que la Ronda actual y la historia le debe aún el reconocimiento que se merece.

Carlos Lamiable y Watrin El gran impulsor del ferrocarril hasta Ronda y la Serranía La construcción de la línea ferroviaria hasta Ronda no estuvo exenta de intereses espurios que se enredaban en las sociedades ferroviarias, de inquietantes vaivenes políticos que iban padeciendo los distintos proyectos originales, que incluso costó la vida, literalmente murió de pena, al auténtico hacedor de que el tren pasara por aquí, que a pesar de la difícil orografía demostró con su proyecto que sí era posible, el ingeniero francés afincado en nuestra ciudad Carlos Lamiable, al que la Ronda actual y la historia le debe aún el reconocimiento que se merece.

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“Estos nuevos viajeros se convierten en turistas y paralelamente a las vías del tren se hacía necesario contar también con nuevos alojamientos que respondieran a sus demandas”. El mercado turístico español y por ende el rondeño era muy endeble a pesar del impulso del discurso regeneracionista de final de siglo y del interés de algunos entusiastas, muchos de ellos dueños de negocios relacionados con el mundo del viaje, como casas de hospedaje o pequeñas empresas de servicios. Con el ferrocarril, estos nuevos viajeros se convierten en turistas y paralelamente a las vías del tren se hacía necesario contar también con nuevos alojamientos que respondieran a sus demandas. Las posadas, fondas, casas de pupilos o de huéspedes no cubrían sus expectativas; Ronda contaba con un buen número de ellas para dar servicio a los lugareños, a los habitantes de los pueblos cercanos y a aquellos viajeros románticos que se adaptaban como podían a los arcaicos servicios que este tipo de alojamiento ofrecía. Con la llegada del ferrocarril se exporta también lo que en Europa se conocía con el nombre de “Hotel”. Nace en la misma estación del tren el Hotel América (1889), para después llamarse Hotel España; la Posada del Polo se convierte en Hotel Polo, se abre la Fonda La Española, el Hotel Progreso, el Hotel Gibraltar, el Parador del Sol, Hotel del Comercio... y en la cornisa del Tajo, rodeado de unos jardines de estilo inglés como su propia edificación, se erige el lujoso Hotel Reina Victoria Eugenia, realizado por la propia compañía constructora del ferrocarril, The Algeciras (Gibraltar) Railway Company (cuyo propietario era el financiero inglés sir Alexander Henderson, que para su gestión crearía una nueva empresa The Iberian & Mediterranean Hotels Co.). Y poco después,

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frente a la Alameda, se edifica otro de estilo inglés también, el Hotel Royal (hoy desaparecido y sustituido por otro totalmente distinto). El nuevo turismo demandaba otras atenciones y, sobre todo, nuevas infraestructuras, seguridad y comodidad. La clave estaba en las infraestructuras, el bienestar y en una nueva articulación del mercado. El turista moderno pasaba largas temporadas en el destino, máxime en los que eran meridionales como el nuestro, donde muchas de estas élites se refugiaban durante los largos inviernos de sus países de origen.

Hotel Reina Victoria Eugenia, inaugurado en 1909, y construido por la propia Compañía británica adjudicataria del ferrocarril The Algeciras (Gibraltar) Railway Company, cuyo propietario era el financiero inglés sir Alexander Henderson, que para su gestión crearía una nueva empresa The Iberian & Mediterranean Hotels Co.

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3. La llegada de los Berutich a Ronda El Hotel Royal

Y es en este momento cuando entra a formar parte de la historia del turismo rondeño el apellido Berutich, que procedentes de Gibraltar se hacen cargo de la cantina de la Estación ferroviaria y del Hotel América, que después cambiaría el nombre a Hotel España, para a los pocos años ampliar el negocio y construir el Hotel Royal. Ronda se convertiría en un destino turístico posible y moderno, que era reconocida y sentida más cercana geográfica y económicamente para una mayor cantidad de viajeros/turistas británicos. Ya había aparecido la primera agencia turística por parte de Thomas Cook, británico también, que organizaba el viaje al completo desde las Inglaterra. Los Berutich procedían del Trieste italiano y en 1770 se desplazaron a vivir hasta el Peñón por razones comerciales. El patriarca familiar, don Augusto Berutich Martínez estaba casado con Matilde Llinás y García de las Casas (de ascendencia aristócrata catalana, que poseía desde 1865 una extensa finca en Gaucín, donde la familia pasaba largos períodos de estancia). Ambos se conocen durante la construcción de la línea ferroviaria Algeciras-RondaBobadilla. Augusto Berutich tenía la concesión del Gobierno de Su Majestad Británica de los Depósitos y Suministros de Carbón para el abastecimiento de los buques de la Marina de Guerra y Mercante de Gibraltar, Malta, Chipre y Port Said. Se da la circunstancia que, por tal motivo, algunos hijos del matrimonio nacieron en estos lugares: Horacio, en Malta; Emilia, en Chipre; Augusto, en Port Said y Arturo, en Gibraltar; además de Antonia, Consuelo y Rosa (esta última años después contraería matrimonio con Juan Peinado Vallejo, quien fuera alcalde democrático de Ronda, en la II República, y último gobernador civil republicano de Almería). 19

Hotel Royal, 1914. Construido por Augusto Berutich Martínez Años después de su llegada a Ronda, en 1889, decide don Augusto Berutich expandir el negocio, traspasa el Restaurante-Cantina de la Estación de Ferrocarril al empresario italiano Rafael Dini Berchielli, para construir y fundar el Hotel Royal, frente a la Alameda. Un precioso edificio modernista que fue demolido en los años ochenta del siglo pasado para ser sustituido por el que existe actualmente, una auténtica pena. El Hotel Royal se convierte en poco tiempo en un importante punto de encuentro de la sociedad rondeña y, junto al Hotel Reina Victoria, referencia del turismo británico que arribaba hasta nuestra ciudad.

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“El porvenir cotidiano de Ronda se fue consolidando con estos empresarios ingleses que trajeron la modernidad a los alojamientos turísticos”. La llegada de don Augusto a Ronda, en el año 1889, se debe a que la compañía inglesa, que estaba construyendo la línea ferroviaria y las estaciones de las distintas poblaciones, saca a concurso la explotación del Restaurante-Cantina de la Estación de Ronda que le es adjudicada. También abre un hotel en las mismas instalaciones de la Estación que primeramente se llamó Hotel América y después Hotel España; el cambio de denominación es debido a la Guerra de Cuba y de Filipinas en la que España estaba inmersa contra EE.UU. Pocos años después decide don Augusto expandir el negocio, traspasa el Restaurante-Cantina al empresario italiano Rafael Dini Berchielli, para construir y fundar el Hotel Royal, frente a la Alameda, un precioso edificio modernista que fue demolido en los años ochenta del siglo pasado para ser sustituido por el que existe actualmente, una auténtica pena. El Hotel Royal se convierte en poco tiempo en un importante punto de encuentro de la sociedad rondeña y, junto al Hotel Reina Victoria, referencia del turismo británico que arribaba hasta nuestra ciudad. El porvenir cotidiano de Ronda se fue consolidando con estos empresarios ingleses que trajeron la modernidad en los alojamientos turísticos e integraron estas necesidades como parte natural de nuestra economía, lo que ayudó a la vez, con la dedicación de una floreciente burguesía rondeña y muchos de sus habitantes, paliar las propias necesi-

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dades del desarrollo económico de Ronda. Eran los tiempos también de la inauguración del emblemático Círculo de Artistas Ronda, del desaparecido Teatro Espinel, de la construcción de casas y edificios de estilo Modernista, de la fundación del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Ronda y del desarrollo de un pujante tejido comercial que aún pervive. Ronda con sus enorme potencial, prestigio, aureola romántica, monumental, comercial, natural y paisajística, se preparaba como la que más para estar al nivel del nuevo siglo XX y de los servicios turísticos que se requerían.

Hotel Royal - fachada frente a la Alameda en la Calle San Carlos.

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4. Arturo Berutich y Llinás

Los primeros años en Ronda y la fundación del C.D. Ronda En 1914, poco después de la I Guerra Mundial, don Augusto y doña Matilde, con todos sus hijos, se instalan definitivamente en Ronda para regentar directamente el Hotel Royal. Arturo Berutich y Llinás, hijo de don Augusto, y que años después se convertiría en el pionero de la información y promoción turística de nuestra ciudad, llega con su familia a la Ciudad del Tajo, en la que se instala definitivamente, habiendo pasado su infancia y adolescencia en Gibraltar, donde realiza los estudios primarios y el bachillerato en el Colegio de los Hermanos Cristianos. Arturo posteriormente realiza sus estudios de Derecho, Diplomacia y Periodismo en Londres, donde conoce a Lloyd George, que después sería primer Ministro del Reino Unido, que muestra interés por Ronda y las inversiones que sus conciudadanos habían realizado allí, compremetiéndose con Arturo a visitarla en cuanto le fuera posible. También conoce a Mariano Urzáiz, duque de Luna, con el que comparte la necesidad de crear un organismo que catalice la demanda y la promoción turística de nuestro país. Al inicio de la I Guerra Mundial, Arturo se ve obligado a interrumpir sus estudios y no puede concluirlos, ya que su padre le hizo volver a España, pero ya había adquirido un dominio perfecto del inglés y francés, además de amplios conocimientos de gsetión turística. Poco después realiza labores de corresponsal EE.UU. de los periódicos La Vanguardia y ABC, donde un hermano de su padre era propietario

Arturo Berutich y Llinás Época de escolar en gibraltar El que años después se convertiría en el pionero de la información y promoción turística de nuestra ciudad, llega con su familia a Ronda, y aquí se instala definitivamente en 1914, habiendo pasado su infancia y adolescencia en Gibraltar, donde realiza los estudios primarios y el bachillerato en el Colegio de los Hermanos Cristianos.

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“En 1914, poco después de la I Guerra Mundial, don Augusto y doña Matilde, con todos sus hijos, se instalan definitivamente en Ronda para regentar directamente el Hotel Royal”.

del Hotel América en Nueva York, un edificio de catorce plantas en la calle 42, que años después fue demolido. Es cuando Arturo conoce también, en una fiesta celebrada en el Consulado de España, a don Antonio Luis Bolín Bidwell, que años después sería nombrado Director General de Turismo. Después de su experiencia americana, obtiene el empleo de Sobrecargo en un barco de bandera británica que realizaba la Ruta Atlántica, de Santoña a Baltimore. Desde muy joven, los viajes formaron parte muy importante de su vida, recorriendo asiduamente toda Europa y América. En los periodos que permanecía en Ronda, Arturo colaboraba en la empresa familiar del Hotel Royal, principalmente en la realización de las compras y de ayuda en la cocina. Gran aficionado al fútbol, era éste uno de los deportes más populares en Gibraltar, cuyos orígenes en la colonia británica se remontan a 1892, cuando el personal militar asentado en el territorio comenzó a disputar sus partidos con el nombre de Prince of Wales FC. (la Gibraltar Football Association es una de las federaciones de fútbol más antiguas del mundo). Arturo Berutich lo importa en 1917 desde su ciudad natal a la ciudad rondeña y funda cinco años después el C.D. Ronda, hoy por hoy el club más antiguo de la provincia de Málaga.

Arturo Berutich y Llinás Nueva York, 1914 Realiza sus estudios de Derecho, Diplomacia y Periodismo en Londres, que se ve obligado a interrumpir y no puede concluirlos, ya que al iniciarse la I Guerra Mundial su padre le hizo volver a España. Poco después realiza labores de corresponsal en los periódicos La Vanguardia y ABC en EE.UU., donde un hermano de su padre era propietario del Hotel América en Nueva York, un edificio de catorce plantas en la calle 42, que años después fue demolido.

Fundación del C.D. Ronda Campo de la Pista, 1917 Gran aficionado al fútbol, era éste uno de los deportes más populares en Gibraltar, cuyos orígenes en la colonia británica se remontan a 1892, cuando el personal militar asentado en el territorio comenzó a disputar sus partidos con el nombre de Prince of Wales FC. (The Gibraltar Football Association es una de las federaciones de fútbol más antiguas del mundo). Arturo Berutich lo importa en 1917 desde su ciudad natal a la ciudad rondeña y funda cinco años después el C.D. Ronda, hoy por hoy el club más antiguo de la provincia de Málaga. En la foto aparecen, además de Arturo Berutich, Diego Suárez, Rafael Arjona, El Sillero, Francisco Orellana, Juan Peinado (quien después sería alcalde de Ronda en la II República), Salvador Sánchez Martín, Diego Matíes, Joaquín Peinado (el reconocido pintor rondeño) y el 2º Sargento del Batallón.

Hotel Royal En distintas épocas En los períodos que permanencía en Ronda, mientras estudiaba en Londres o ejercía de corresponsal en EE.UU., Arturo colaboraba en la empresa familiar del Hotel Royal, principalmente en la realización de las compras y de ayuda en la cocina. 28

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5. Las primeras actuaciones turísticas oficiales Los primeros organismos turísticos.

El turismo se fue consolidando en las siguientes décadas mediante el aumento del número de viajeros y el cada vez más amplio margen de beneficios, lo que condicionó a que la Administración Pública creara los primeros organismos turísticos. Con el objetivo de regular y animar los viajes a nuestro país, nació en 1905 la “Comisión Nacional para el Fomento de las Excursiones Artísticas y de Recreo del Público Extranjero”, dependiente del Ministerio de Fomento. A pesar de que otros países tenían un mayor número de visitantes, como Italia y Suiza, sus organismos turísticos se crearon años más tarde, lo que demuestra el carácter pionero de esta institución y, sobre todo, la toma de conciencia de la importancia que el turismo podía tener para la economía española. A esto se añadieron iniciativas locales de fomento del turismo en Málaga, Granada y Sevilla. No obstante, hasta 1911 no se establecieron las bases para gestionar aquel turismo moderno con la creación de la “Comisaría Regia de Turismo”, una realidad que sería posible gracias a la dedicación del marqués de la Vega Inclán, quien desplegaría una labor tan personalista como asombrosa por los logros obtenidos. El propio Marqués de Vega Inclán, en una de sus visitas a Ronda, el cual se expresaba siempre con un tono de admiración hacia Andalucía y nuestra ciudad, le manifestó a Arturo Berutich con clara visión mirando al porvenir de nuestra privilegiada ciudad: “Puede que yo no lo vea pero le aseguro, Arturo, que esta encantadora y maravillosa

Ronda en los anuncios publicitarios Principios del siglo XX Ya por los años 20 del siglo pasado, el turismo en la ciudad rondeña estaba adquiriendo un fuerte incremento. Ronda contaba con una importante industria turística en alza, gracias a los turistas que procedentes de Algeciras, Málaga, Granada y Córdoba llegaban por ferrocarril. Incluso se invitaba a recorrer y contemplar los paisajes españoles, como era el que ofrecía Ronda, a través de un Lincoln en los anuncios de los automóviles Ford.

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“Era tal la afluencia de visitantes que se hacía necesario en bastantes ocasiones habilitar trenes especiales y con horarios fuera de los habituales”. región y vuestra preciosa ciudad, será algún día la Meca del Turismo”. Y entre las medidas que se adoptaron destacan: la apertura de delegaciones en algunas capitales de provincias y en otras ciudades de gran atractivo turístico como era el caso de Ronda, además de la realización de un programa editorial de difusión basado en publicaciones turísticas de bolsillo sobre los principales monumentos. Ya por los años 20 del siglo pasado, el turismo en la ciudad rondeña estaba adquiriendo un fuerte incremento. Ronda contaba con una importante industria turística en alza, que procedente de Algeciras, Málaga, Granada y Córdoba llegaban por ferrocarril. Incluso se invitaba a recorrer y contemplar los paisajes españoles, como era el que Ronda ofrecía, en los anuncios de los automóviles Ford, el preferido por los espíritus selectos, equiparando nuestra ciudad con la belleza y el placer de disfrutar de sus paisajes a través de un gran coche de lujo como era el Lincoln. Era tal la afluencia de visitantes que se hacía necesario en bastantes ocasiones habilitar trenes especiales y con horarios fuera de los habituales, sobretodo cuando hacían escala en Gibraltar y en Málaga aquellos inolvidables trasatlánticos como el Caronia o el Mauritania… todos de bandera inglesa. Ya, por aquel entonces, existían en Ronda los burros-taxis, de los que también fuimos pioneros, los cuales se usaban para bajar al Tajo por el Campillo, subían por los Descalzos Viejos para, desde allí, llegar al Hotel Victoria. El almuerzo lo preparaba el Hotel Victoria o el Hotel Royal, dependiendo donde estuvieran alojados los turistas. El capataz de esta recua de burros o flota de vehículos a cuatro patas era un célebre arriero rondeño apodado “El Chavalo”. 31

Puente sobre el Tajo de Ronda El Tajo de Ronda, en una litografĂa del libro Castile and AndalucĂa, de Lady Louisa Tenison, Londres, 1853.

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6. El Patronanto Nacional de Turismo La Oficina de Información Turística de Ronda

En 1928 la “Comisaría Regia de Turismo” fue sustituida por el “Patronato Nacional de Turismo” con la finalidad de dotar a la administración de un organismo turístico eficaz y con mayores perspectivas de cara a las exposiciones de Barcelona y Sevilla de 1929. Aunque se siguió atendiendo principalmente a la promoción turística, el Patronato llevó a cabo un programa de una gran modernidad, que puso las bases del desarrollo turístico. Así, se abordaron aspectos hasta ahora no atendidos, como por ejemplo: la diversificación de los segmentos turísticos, la regulación de los hoteles, la formación de profesionales, la elaboración de estadísticas, la publicación de libros y folletos turísticos, la apertura de oficinas de turismo en el país y en los principales centros emisores, como de nuevo es el caso de Ronda, así como la elaboración de un catálogo artístico. La primera sede central de aquel organismo se encontraba en la calle Medinaceli de Madrid, hasta donde Arturo se desplaza para realizar los exámenes de la 1ª Promoción para el Cuerpo de Informadores Turísticos e Intérpretes, de la que obtiene plaza conjuntamente con Pedro Kraus (alemán) y Ángel Wiesenthal (suizo), los tres primeros de aquella primera promoción. Todos ellos realizan después una serie de cursos de formación y posteriormente son enviados a distintos puntos turísticos de España en comisión de servicios. Mientras se llevaban a cabo los preparativos para abrir la Oficina de Turismo de Ronda, para la que Arturo ya había elegido destino. Realiza algunos de sus servicios en la Estación de Bobadilla, nudo

Visita del 1er. Ministro BritĂĄnico Lloyd George Ronda, 1929 En 1929 se produjo aquella visita prometida a Ronda del 1er. Ministro BritĂĄnico Lloyd George, que procedente de Gibraltar se acerca hasta la ciudad para ser recibido por el entonces alcalde don Pedro Sandaza (en el centro), su amigo lord Perin, entonces propietario de la Casa del Rey Moro, y por el propio Arturo Berutich (de pie) que se encarga de enseĂąarle Ronda.

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“En 1929 se llevaban a cabo los preparativos para abrir la Oficina de Turismo de Ronda, para la que Arturo ya había elegido destino”.

ferroviario de Andalucía, donde atendía e informaba a los extranjeros que desde allí se dirigían a diferentes ciudades, y además fue monitor de un grupo de informadores turísticos que posteriormente serían enviados a las oficinas turísticas que se iban abriendo en todo el territorio nacional. En 1929 se produjo aquella visita prometida a Ronda del 1er. Ministro Británico Lloyd George, que procedente de Gibraltar se acerca hasta la ciudad para ser recibido por el entonces alcalde, don Pedro Sandaza, su amigo lord Perin, entonces propietario de la Casa del Rey Moro, y por el propio Arturo Berutich que se encarga de enseñarle Ronda. Con la llegada de la República, desde el Patronato Nacional de Turismo se hace una campaña de fomento basada en carteles de gran calidad, tanto en sus innovadores diseños como por los artistas que los realizaron, como es el caso del cartel que realizó en 1932 el pintor rondeño Joaquín Peinado y la publicación turística de bolsillo que más adelante reproducimos. Ambos documentos son los primeros y más antiguos que podemos encontrar destinados al fomento turístico de nuestra ciudad, bajo la dirección del pionero de la promoción e información turística de Ronda, Arturo Berutich y Llinás. La Ciudad del Tajo vive una de las épocas más interesantes del turismo histórico andaluz, con los inicios de lo que después se demostraría como una transformación decisiva para nuestra economía local. Tan sólo San Lorenzo del Escorial, Aranjuez y Ronda eran las únicas ciudades, no capitales de provincia, que contaban con Oficinas de Información Turística.

Cartel promocional de Ronda Joaquín Peinado, 1932 Con la llegada de la República, desde el Patronato Nacional de Turismo se hace una campaña de fomento basada en carteles de gran calidad, tanto en sus innovadores diseños como por los artistas que los realizaron, como es el caso del cartel que realizó en 1932 el pintor rondeño Joaquín Peinado y una publicación turística de bolsillo, destinados al fomento turístico de nuestra ciudad, bajo la dirección del pionero de la promoción e información turística de Ronda, Arturo Berutich y Llinás. La Ciudad del Tajo vive una de las épocas más interesantes del turismo histórico andaluz, con los inicios de lo que después se demostraría como una transformación decisiva para nuestra economía local.

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“También se realiza la primera Promoción Turística de Ronda en Londres, la primera vez que se promociona en el extranjero”. También se realiza la primera Promoción Turística de Ronda en Londres, la primera vez que se promociona en el extranjero, siendo alcalde de la ciudad Juan Peinado Vallejo, casado con la hermana de Arturo, Rosa Berutich. Dicha promoción se lleva a cabo en una de los más conocidos restaurantes de la época en la capital londinense, el Restaurante Español, cuyo propietario era el rondeño Antonio Martínez Astéin, el mismo que después construiría una serie de chalets de estilo inglés en la Avenida que hoy lleva su nombre. El restaurante se decoró con cuadros taurinos y fotos de Ronda: Plaza de Toros, Puente Nuevo, Hoteles Royal y Victoria, Murallas del Almocábar, Santa Cecilia, Casa de Rey Moro, Iglesia Mayor y otros monumentos. Cada participante, hasta allí desplazado, se pagó su viaje y hotel, pues en aquellos entonces no existían fondos para promociones turísticas. La promoción duró una semana y a los asistentes se les ofrecía una copa de vino de Jerez, se les entregaban folletos de Ronda y además se realizó una importante campaña de promoción turística de la ciudad en los periódicos de mayor tirada de Londres. La afluencia de visitantes fue un gran éxito, según comentaron todos a la vuelta. A la Oficina de Turismo de Ronda seguían llegando personalidades importantes del mundo entero, como fue el caso de Mr. Fielding, famoso editor de guías turísticas del mundo, un señor americano que permaneció en Ronda una semana cuando solo venía para varias horas. Dedicó una página en su guía turística, muy bien informada, sobre Ronda y los pueblos de la Serranía, lo que supuso una gran promoción mundial de nuestra tierra.

Registro estadísticos del Turismo Ronda-La Razón, 1933 Con anterioridad a la apertura en Ronda, durante la República, de la Oficina de Información del Patronato Nacional de Turismo, no existían datos estadísticos del movimiento turístico en nuestra ciudad.

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Con anterioridad a la apertura en Ronda, durante la República, de la Oficina de Información del Patronato Nacional de Turismo, no existían datos estadísticos del movimiento turístico en nuestra ciudad. Con Arturo Berutich se inicia pues el registro del número de turistas que llegan hasta Ronda, las informaciones que se realizaban y las reclamaciones que atendían. Era la época en que empezaban también a llegar los primeros autobuses de líneas discrecionales de turistas. Además había que añadir que por aquella época era muy importante también el gran número de películas que se rodaban en Ronda y sus alrededores y cuyas necesidades eran también atendidas desde la propia Oficina de Turismo, algunas de ellas incluso con anterioridad a su apertura como fue el caso de Diego Corrientes (1923), La Sinventura (1923), Carmen (1925), etc... En junio de 1928, por Decreto del Consejo de Ministros, desde el Patronato Nacional de Turismo se constituye la productora España Films, dependiente de dicho Patronato, para la preparación de las Exposiciones Iberoamericana de Sevilla y Universal de Barcelona de 1929. Se realizan la filmación de varios documentales en el área geográfica andaluza, uno de ellos se titulaba “Ronda, Antequera y Viaje en tren por Andalucía”. Con estos documentales se pretendía reflejar las bellezas paisajísticas, monumentales y artísticas de España, de cara a fomentar en el extranjero una imagen positiva de nuestro país con motivo de la celebración de ambas Exposiciones. Este documental de 18 minutos afortunadamente aún se conserva en los archivos de NO-DO, el documental más antiguo que

“Era muy importante también en aquella época dorada el gran número de películas que se rodaban en Ronda y sus alrededores”. 39

Rodaje de películas en Ronda y la Serranía Años 20 y 30 del siglo XX Ronda era una las principales localizaciones elegidas por la cinematografía en aquellos años. Su belleza paisajística, monumental y variedad de escenarios la hacían muy atractiva para el rodaje de películas.

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podemos encontrar sobre la promoción turística de Ronda. La misma se centra en un viaje en tren desde Ronda a Granada, pasando por Antequera, circunstancia que es aprovechada para captar imágenes de los principales paisajes y monumentos histórico-artísticos de estas ciudades. El viaje se inicia en la Estación ferroviaria de Ronda, haciéndose un recorrido por los monumentos más característicos de nuestra ciudad. Los títulos aparecen sobre imágenes de un tren con una locomotora a vapor a la cabeza y los viajeros que suben a los vagones. Siguiendo con el rodaje de películas, señalar que tan solo durante el año 1933 visitaron Ronda un buen número de Compañías Cinematográficas y fueron filmadas varias películas más: de la Britich Film Cia, “Sunny Spain”; del Marqués de Invarey “La Traviesa Molinera” y de Ufa Film “Adiós juventud”, en varios idiomas, siendo protagonista de esta última la célebre estrella alemana Brigitte Helm. Ronda y la Serranía eran unas de las principales localizaciones elegidas por la cinematografía en aquellos años. Su belleza paisajística, monumental y variedad de escenarios la hacían y la hacen muy atractiva para el rodaje de películas.

“De 1928 data el documental más antiguo que podemos encontrar sobre la promoción turística de Ronda, que aún se conserva”. 41

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Barrio de San Francisco Antigua Almazara de Montesinos Su esposa Isabel provenía de una conocida familia rondeña que poseía una almazara de aceite y despacho de vinos en el Barrio de San Francisco (la casa grande que se encuentra detrás a la derecha). Durante los primeros meses de la Guerra Civil, la almazara y la propia casa habían sido saqueadas y prácticamente desvalijadas. La esposa de Arturo, mujer de extraordinario espíritu, abrió de nuevo la fábrica de aceite y pronto retomó la actividad de antaño.

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7. Arturo Berutich contrae matrimonio La Guerra Civil

Y es también en Ronda donde conoce a la que sería después su esposa, Isabel Montesinos García, mientras jugaba al fútbol en la Pista del Llano de la Estación durante un partido en el que se fracturó una pierna. Contrae matrimonio en julio de 1931. Isabel provenía de una conocida familia rondeña que poseía una almazara de aceite y despacho de vinos en el Barrio de San Francisco, dentro del recinto de las murallas del Almocábar. De la unión de ambos nacen sus cuatro hijos: Matilde, José Manuel, Augusto e Isabel. El matrimonio se instaló primeramente en una casa de la calle Naranja, nº 49; pero a comienzos de la Guerra Civil, Arturo con su familia al completo, con buen criterio y haciendo uso de la ciudadanía británica, ante la incertidumbre que se vivía en Ronda al haberse desatado la Revolución Popular tras la Rebelión Militar, decidió cruzar la verja y mudarse a casa de una hermana suya que vivía en Gibraltar. Después de aquel verano del 36, volvieron de nuevo a Ronda. Su domicilio de la calle Naranja lo encontraron en perfecto estado, pero decidieron mudarse a la casa de su suegro, José Montesinos González, en las Murallas del Almocábar, pues este tuvo que abandonar la ciudad para refugiarse en Málaga por temor a represalias y perder su propia vida. La almazara y la propia casa había sido saqueada y prácticamente desvalijada. La esposa de Arturo, Isabel, mujer de extraordinario espíritu abrió de nuevo la fábrica de aceite y pronto retomó la actividad de antaño. A la vuelta de sus suegros, estos se quedaron maravillados al encontrarse como el negocio seguía en pie y

El exilio de su hermana Rosa y Emilia Berutich en México Cuernavaca, 1956 Pero la Guerra Civil entre los dos bandos también trajo sus consecuencias en la familia Berutich. Rosa Berutich, hermana de Arturo y esposa del que fuera alcalde en la República, Juan Peinado Vallejo (hermano del pintor Joaquín Peinado) y último Gobernador Civil republicano de Almería, tienen que exiliarse junto a su marido y su hermana Emilia Berutich a México, donde permanecen el resto de su vidas. Juan nunca más volvió a Ronda, su esposa y su cuñada Emilia lo hicieron una vez tan solo, de vacaciones, tras la amnistía del rey Juan Carlos I . La foto está tomada en la Posada Arocana de Cuernavaca, de izquierza a derecha: Sra. de Aspe, Juan Peinado, Piedad Iturbe (Hija de la Duquesa de Parcent), princesa de Hohenlohe; Rosa Berutich y el príncipe Max de Hohenlohe. Al fondo un grupo de Mariachis. En una visita que realizan en su exilio al matrimonio rondeño, del que eran buenos amigos cuando vivían en Ronda.

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funcionando, y con toda la familia a salvo. Algún tiempo después, Arturo con toda su familia se traslada de nuevo a su casa de la calle Naranja. También tras la conclusión de la Guerra Civil, y a la muerte de su padre, el Hotel Royal es heredado por su hermano Augusto que posteriormente lo vende al rondeño don Juan Girón. Pero la guerra entre los dos bandos también trajo sus consecuencias en la familia Berutich. Rosa Berutich, hermana de Arturo y esposa del que fuera alcalde en la República, Juan Peinado Vallejo (hermano del pintor Joaquín Peinado) y último Gobernador Civil republicano de Almería, tiene que exiliarse junto a su marido y su Hermana Emilia a México, donde permanece el resto de su vida. Juan nunca más volvió a Ronda y su esposa y cuñada lo hicieron un par de veces tan solo, de vacaciones, casi cuaenta años después.

Isabel Montesinos García y Arturo Berutich y Llinás contraen matrimonio en Ronda en julio de 1931, siendo ya Arturo director de la Oficina de Turismo de la ciudad.

Familia Berutich-Montesinos Don Arturo y doĂąa Isabel con sus cuatro hijos: Matilde, JosĂŠ Manuel, Augusto e Isabel

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B 8. La Postguerra

La recuperación del Turismo Ya con el régimen de Franco, su amigo Antonio Luis Bolín, sabedor de la experiencia, profesionalidad y conocimientos que Arturo Berutich tenía sobre el Turismo, estima que puede ser una persona idónea para el equipo que se estaba creando y le recomienda se nacionalice como español, así lo hace. Posteriormente es destinado a Granada para abrir y dirigir la Oficina de Información de la ciudad de la Alhambra, situada en la Casa de los Tiros. En Ronda, en 1939, se reabre la Oficina de Turismo y Arturo Berutich es de nuevo nombrado director de la misma. Las competencias que tenían las Oficinas de Turismo eran varias: inspeccionaban y catalogaban las categorías hoteleras; atendían todas y cada una de las reclamaciones relacionadas con los alojamientos y la hostelería; así como facilitaban información, guía y ayuda al turista que llegaba o la solicitaba desde su país de origen. Ya en los años 40, se mudaron a una nueva casa familiar, un chalet de aquellos de estilo inglés que el ya referido rondeño Antonio Martínez Astéin, residente en Londres, donde había hecho fortuna, acababa de construir en la Avenida de la Estación: Villa Geranio (hoy domicilio de su hija Isabel). Amante de los idiomas y conocedor de la importancia que estos iban a tener en el futuro, personalmente se encargaba de enseñarle Inglés a sus hijos, todos lo días a primera hora de la mañana antes de acudir al colegio.

Oficina de información turística de Ronda Plaza de España, nº 1 En Ronda, en 1939, se reabre la Oficina de Turismo y Arturo Berutich es de nuevo nombrado director de la misma. Las competencias que tenían las Oficinas de Turismo eran varias: inspeccionaban y catalogaban las categorías hoteleras; atendían todas y cada una de las reclamaciones relacionadas con los alojamientos y la hostelería; así como facilitaban información, guía y ayuda al turista que llegaba o la solicitaba desde su país de origen.

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“Don Arturo rechaza el ofrecimiento de un buen destino en el extranjero, prefirió quedarse en Ronda y continuar con la labor iniciada”.

Durante el periodo de 1941 a 1944, Arturo Berutich ejerce como profesor de francés en inglés en el Colegio Salesiano de El Castillo. Poco después se crean las primeras Oficinas de Turismo Españolas en el extranjero: Londres, París, Bruselas, Nueva York y Los Ángeles. A Arturo le ofrecen que escoja destino, ya que al haber sido número tres de su promoción tenía derecho a escoger ciudad y país. Pero el bueno de Arturo rechaza el ofrecimiento, comentando a sus superiores que también había que hacer mucho en España y en Ronda para que el turista que nos visitara se encontrase a gusto, le quedase un buen recuerdo y sintiera ganas de volver. Como dato curioso, durante la II Guerra Mundial, en Ronda había varios alemanes residentes que por aquella época trabajaban para el III Reich. Según una documentación que se dejaron en la Oficina de Turismo de Ronda, uno de ellos, el señor Fritz, que daba clases de Alemán en el Colegio de El Castillo, coordinaba la redacción de un proyecto de reforestación y cambios de cultivo para toda la Serranía rondeña. Desde la propia Oficina de Turismo se organizaban en autocares pequeños unas Rutas llamadas de Guerra, a través de las cuales el personal alemán hacía continuas visitas a los diferentes pueblos del entorno, ya que se trataban de funcionarios adscritos al Departamento de Agricultura del Gobierno Alemán. Estaban planificándolo todo con tiempo, aún no había acabado la Guerra, que por supuesto ellos pensaban ganar, y ya estaban pensando lo

Interior de la Oficina de información turística de Ronda Plaza de España, nº 1 La Oficina de Turismo de la plaza de España era el epicentro de los turistas o viajeros que solicitaban información o llegaban hasta Ronda. Entre los años 45 al 65 se enviaban un promedio de sesenta cartas diarias contestando y adjuntando un folleto sobre Ronda, planos y octavillas. Arturo Berutich redactó unas normas de atención a los turistas basadas en la corrección, urbanidad y buen trato al turista.

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“Había que hacer mucho en Ronda para que el turista que nos visitara se encontrase a gusto, le quedase un buen recuerdo y sintiera ganas de volver”. lo que tenían que plantar en cada sitio y convertir el Alemán en la lengua más hablada de Europa. Pero los idiomas también se mueven con la política y tras la pérdida de la guerra por los alemanes, a partir del curso 194546, cambiaron los idiomas en los planes de estudio a Inglés y Francés. Después de la II Guerra Mundial, el turismo comenzó a aumentar progresivamente, siendo nuevamente nuestros primeros visitantes los británicos, seguidos de franceses, que con sus Guías Michelín venían muy bien informados. Arturo Berutich redactó unas normas de atención a los turistas basadas en la corrección, urbanidad y buen trato al turista. No se cansaba de repetir que el turismo era una industria basada en un excelente servicio, buenos modales y honradez, y repetía a menudo que cada uno de los implicados en este servicio eran anfitriones de nuestro propio país y que los turistas se llevarían una buena o mala impresión según la preparación y la exquisita educación de la gente que los atendía y que con ellos trataban, como podían ser camareros, taxistas, dependientes, etc... La Oficina de Turismo de la plaza de España era el epicentro de los turistas o viajeros que solicitaban información o llegaban hasta Ronda. Entre los años 45 al 65 se enviaban un promedio de sesenta cartas diarias contestando y adjuntando un folleto sobre Ronda, planos y octavillas. De la Cueva de la Pileta se hizo una gran promoción, sobre la que también se adjuntaban folletos y se dio bastante bien a conocer esta joya del Paleolítico. También se preparaban excursiones, con merienda incluida, saliendo y regresando en tren y a veces en coche.

Para el Destino Costa del Sol se promociona también a Ronda Por su cercanía a la costa Ya en los años 60 la cercanía de la Costa del Sol, con su espectacular desarrollo turístico hizo que llegar a Ronda fuese una visita inexcusable, pero esta vez en forma de excursión. A los turistas que pernoctaban en los distintos alojamientos hoteleros se le suma ahora las excursiones turísticas desde la Costa del Sol, especialmente desde Marbella y Málaga, que por hoy son las más numerosas que recibe nuestra ciudad.

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B 9. Los años 50 y 60

La consolidación turística. En los años 50, Arturo, un hombre liberal y con ideas bastante avanzadas y, por supuesto, nada conformista con el régimen de Franco, fue trasladado de la Oficina de Turismo de Ronda a la Oficina de Turismo de Ávila. La razón muy sencilla, en la tertulia de amigos en el Casino de Ronda, Arturo siempre defensor de los aliados, se mostraba indiscutiblemente partidario de los americanos e ingleses y en contra de los alemanes y las dictaduras fascistas, así pues este fue su único delito, por lo que el Jefe de Policía de Ronda comunicó a la superioridad los gustos políticos de Berutich y lo trasladaron forzoso a Ávila por un año. Arturo alegó por escrito a las más altas instancias del Estado la tropelía que habían cometido con él, y rápidamente fue de nuevo trasladado a Ronda para entera satisfacción de la familia y amigos. En los años 50 fue nombrado Director General de Turismo, Antonio Luis Bolín Bidwell, y Secretario General Pedro Kraus Fernández (compañero de promoción; el señor Kraus estaba casado con una señora de Ronda de la familia de los Carrillo, del conocido comercio rondeño El Pensamiento de la carrera Espinel). Ambos ofrecieron a Berutich que formara parte de la Dirección General, que de nuevo rechazó pues prefirió continuar con su trabajo al frente de la Oficina de Ronda. En nuestra ciudad siguían rodándose películas en aquellos tiempos, como es el caso de Carne de Horca, Llanto por un bandido o Amanecer

En Ronda seguían rodándose películas de éxito Carmen la de Ronda, protagonizada por Sara Montiel En nuestra ciudad siguían rodándose películas en aquellos tiempos, como es el caso de Carne de Horca, Llanto por un bandido o Amanecer en Puerta Oscura. Una de las más conocidas fue Carmen la de Ronda, protagonizada por Sara Montiel. La Oficina de Turismo sirvió de coordinadora para buscar localizaciones, alojamientos y prestar innumerables servicios, todo de manera gratuita.

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en Puerta Oscura. Una de las más conocidas fue Carmen la de Ronda, protagonizada por Sara Montiel. La Oficina de Turismo de nuevo sirvió de coordinadora para buscar localizaciones, alojamientos y prestar innumerables servicios, todo de manera gratuita. A medida que avanzaron las décadas de los años 50 y 60 del siglo pasado fue creciente el número de hogares europeos y norteamericanos con capacidad económica y temporal para practicar actividades turísticas. El turismo dio entonces un salto de gigante. Las minorías, es decir, los turistas tradicionales, que no desaparecieron, dieron paso a las masas. Ya en los años 60 la cercanía de la Costa del Sol, con su espectacular desarrollo turístico hizo que llegar a Ronda fuese una visita inexcusable, pero esta vez en forma de excursión. A los turistas que pernoctaban en los distintos alojamientos hoteleros se le suma ahora las excursiones turísticas desde la Costa del Sol, especialmente desde Marbella y Málaga, que por hoy son las más numerosas que recibe nuestra ciudad. Aún en esta circunstancia actual Ronda no acaba de adaptarse del todo a esa nueva modalidad que pueden ofrecer las ciudades monumentales de interior del llamado Turismo Cultural y/o de Naturaleza, este es un aspecto que está todavía por desarrollar, todo un reto que nuestra ciudad tiene por delante. Paulatinamente, por todo el territorio español, se van abriendo Oficinas de Información Turística y Arturo Berutich es enviado para proceder a la apertura y puesta en marcha de las de Málaga y Huelva. Simultaneaba la dirección de la Oficina de Ronda con la de Málaga, sustituyéndose ambos directores en diversos periodos del año. El organismo del que dependían todas estas oficinas de información turística pasó a denominarse, a partir

“Arturo es enviado para que proceda a la apertura y puesta en marcha de las oficinas de Turismo de Málaga y Huelva, que simultanea con la de Ronda”. 55

Oficina de Turismo de Ronda, 1954 Arturo Berutich, a la izquierda, en la puerta de su oficina de Ronda. 56

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“Los promotores internacionales de turismo apostaban por Ronda, por su grandísimo atractivo y el excelente trabajo de atención turística”. de 1953, Dirección General de Turismo, bajo el Ministerio de Gobernación y la Subsecretaría de Estado de Turismo. Ronda continuó siendo uno de los destinos más favorecidos en esta nueva etapa del turismo, convirtiéndose ya en las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado en un importantísimo centro de atracción de visitantes. La variedad paisajística, su rico patrimonio artístico y cultural, la confianza que depositaron en ella los promotores internacionales de turismo, el atractivo que seguía manteniendo y el excelente trabajo realizado desde la Oficina de Información Turística, al frente de Arturo Berutich, daba sus frutos, y eso a pesar de la dificultad para llegar hasta aquí por las pésimas comunicaciones por carretera, lo que la colocaba en una situación comparativamente peor frente a otros territorios andaluces. Ronda seguía estando a la cabeza en la recepción del llamado Turismo de interior. La relevancia que dentro de la economía española fue adquiriendo el turismo provocó que este sector se convirtiera en objeto de atención preferente en la planificación económica. No en vano, el crecimiento que experimentó el turismo exterior posibilitó la arribada de una importante cantidad de divisas extranjeras que permitió equilibrar la deficitaria balanza de pagos española. Además el Estado participaba directamente como empresario en el sector a través de dos organismos: la Administración Turística Española -ATE-, encargada de la gestión de rutas, paradores y albergues, y el INI, al que pertenecían, entre otras sociedades, Autotransporte Turístico Español S.A. -ATESA-, Aviación y Comercio S.A. -AVIACO-, Líneas Aéreas Españolas S.A -IBERIA-, Empresa Nacional de Turismo S.A. -ENTURSA- y la empresa nacional de artesanía ARTESPAÑA. 57

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“Entre los muchos atractivos que tenía y tiene Ronda, se le sumaba finalmente el reconocimiento de haber sido la cuna del toreo, con la disnastía de los Romero”.

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Inauguración del Monumento a Pedro Romero. Alameda del Tajo, 1957 El primero por la izquierda es Vicente Bolós, autor del monumento, al lado Arturo Berutich. El penúltimo de fila, el torero rondeño Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma.

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La jubilación de don Arturo Berutich En el año 1978 a don Arturo le llega la jubilación forzosa y la Oficina de Turismo pasa a ser dirigida por su hija Isabel, pero el Pionero del Turismo en Ronda seguía acudiendo a diario a la oficina, atento siempre a lo que acontecía en aquel lugar que durante más de cuarenta y cinco años dirigió y desde donde vio crecer como la espuma el turismo en la ciudad que tan bien la había acogido y por la que había entregado su vida y sus conocimientos turísticos.

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10. Cuarenta y cinco años al frente de la Oficina de Turismo de Ronda Con la creación del Ministerio de Información y Turismo, pasaron todas las Oficinas de Turismo a este nuevo organismo. Ya en la época democrática, las competencias fueron transferidas a la Junta de Andalucía. Pero antes, en el año 1978 a Arturo le llega la jubilación forzosa y la Oficina de Turismo pasa a ser dirigida por su hija Isabel, pero el Pionero del Turismo en Ronda seguía acudiendo a diario a la oficina, atento siempre a lo que acontecía en aquel lugar que durante cuarenta y cinco años dirigió y desde donde vio crecer como la espuma el turismo en la ciudad que tan bien la había acogido y por la que había entregado su vida y sus conocimientos turísticos. Pero un día, frente a su entrañable paisaje de la Serranía rondeña, allí donde tanto trabajó durante años y años, se fue el bueno de don Arturo, era un 19 de febrero de 1982. Don Arturo Berutich y Llinás, a quien tanto quería y admiraba toda la población rondeña, nos dejó para siempre. Todo un referente y un ejemplo a seguir. Si hay hombres que son ejemplo de tesón, artífice de bordar su trabajo cada día, en el silencio y en la serenidad, don Arturo fue un modelo de ellos. Cuando en los primeros años de siglo no había nada organizado en materia de turismo, Arturo Berutich fue un guerrillero de la promoción turística de su ciudad, Ronda. Él bajaba en tren hasta Bobadilla a recoger a los turistas que enviaban los primeros agentes de viajes –entonces una incipiente organización–, les

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Arturo Berutich y Llinás Visita a Ronda del Ministro de Información y Turismo León Herrera Esteban Don Arturo es reconocido por todos los que conocen bien la historia del desarrollo turístico de Ronda como el pionero de la promoción, atención e información turística en la Ciudad del Tajo. Persona sencilla, amable, muy querida y respetada por la población rondeña de su tiempo, dedicó su vida a difundir, enseñar y dar a conocer su ciudad de adopción, de la que tenía un profundo conocimiento y por la que sentía auténtica pasión y amor.

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“Berutich fue un ejemplo de tesón, artífice de bordar su trabajo cada día en el silencio y la serenidad. Amaba su profesión y amaba Ronda”.

enseñaba Ronda y les cantaba las bellezas de su Tajo incomparable, de sus viejos palacios, de sus casas blasonadas, de aquel Palacio del Rey Moro que Trinidad Scholtz, duquesa de Parcent, compró años después; el de Mondragón, los Baños Árabes, todos sus monumentos y bellos rincones. Don Arturo fue, como ya hemos comentado, Jefe de la Oficina de Información y Turismo de Ronda desde los tiempos del Marqués de Vega Inclán, siguió con Mariano Urzáiz, entonces duque de Luna, con Luis Antonio Bolín y con los que siguieron después hasta su jubilación, o mejor dicho hasta que le fallaron sus fuerzas; porque don Arturo, después de jubilado oficialmente, siguió poniendo su alma y su sabiduría junto a su hija Isabel. No pudo faltar nunca de aquella pequeña oficina de la plaza de España por la que él sentía una vocación profesional casi mística. Murió con 87 años, después de haber sido todo un excelente organizador y padre de familia. La suya fue una vida de servicio. Dios lo tendrá junto a Él y le habrá concedido el premio que más le pudo agradar, enseñarle los recovecos del cielo a los turistas despistados que hasta allí suben, pues al llegar allá arriba preguntaría enseguida: “¿Está vacante la Oficina de Turismo, Señor?”.

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Medalla al Mérito Turístico Reconocimiento a su labor en pro del turismo Fue un extraordinario profesional y gran conocedor del Turismo en España, por todo ello y por su extraordinaria labor en pro del turismo nacional, andaluz y rondeño recibió varios reconocimientos ministeriales y le fue concedida por parte del Estado Español la Medalla de Plata al Mérito Turístico.

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Epílogo En el año 2000 se crea la empresa municipal Turismo de Ronda, S.A. que abre una oficina municipal de información turística en el Paseo de Blas Infante, junto a las Plaza de Toros. Ambas oficinas de información turística conviven a la vez hasta que en el año 2012 la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento rondeño acuerdan un convenio en el que el personal, material y funciones de la Oficina de Información Turística del ente autonómico, después de 74 años dando un excelente servicio al turismo, se integre en la oficina municipal. Acaba con este acuerdo una larguísima historia de dedicación y esfuerzo que bien merece un reconocimiento de la ciudad a la que don Arturo Berutich tanto amó, defendió y trabajó para dar un excelente servicio a los turistas del mundo entero que venían con ilusión y ganas de conocernos. Don Arturo siempre fue un extraordinario anfitrión para ellos. Esperemos que esta industria turística, con todos los apellidos que podamos o queramos añadirle, no olvide nunca la dignidad ni la nobleza, incluso intelectual de sus orígenes. Recuerde siempre a aquellos personajes, entre los que se encontraba don Arturo Berutich, que fueron los que convirtieron esta parte del mundo en una sucesión de pequeños paraísos, todo ello con un denominador común de inteligencia, finura de espíritu y sobre todo de honradez y lealtad con su tierra. El turismo, además de ser un actividad económica es sobretodo un arte, porque para que los turistas vengan hasta aquí ha de presentarles nuestro territorio de una manera

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Medalla de Pedro Romero Reconocimiento a su labor por la ciudad de Ronda Con motivo del II Centenario del Nacimiento de Pedro Romero, recibió este reconocimiento por la labor realizada en la organización de dicha conmemoración y la celebración de la I Corrida Goyesca de Ronda.

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atractiva y que además se sientan bien atendidos. Y para ello se necesita un catalizador de lo humano, y Ronda tuvo la suerte –y los turistas también– de contar con don Arturo, que creyó en el extraordinario magnetismo de nuestra ciudad y apostó con absoluto convencimiento y total entrega a ella. Don Arturo no solo tenía el valor añadido de una personalidad carismática, dominaba varios idiomas y era un enamorado de nuestra tierra, a pesar de no haber nacido aquí se sentía profundamente rondeño. Tenía la pasión y el orgullo de conocer mejor que nadie cualquier rincón de Ronda y su Comarca. En su visión rondeña de “gentleman” británico no dejaba a nadie indiferente. Fue el mejor anfitrión y a la vez embajador que una ciudad turística como Ronda pudo soñar. Y como todos los hombres que han hecho cosas verdaderamente grandes, quitaba importancia a esa labor gigantesca que llevo a cabo por su ciudad, en la que fue el auténtico pionero y visionario de lo que hoy por hoy es Ronda turísticamente hablando.

“Como todos los hombres que han hecho cosas verdaderamente grandes, quitaba importancia a esa labor gigantesca que hizo por su ciudad”.

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respetado por sus conocimientos, trabajo y dedicación al turismo nacional

El Ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella, reconociéndole a don Arturo Berutich la dedicación de una vida enteratrabajando por el fomento turístico y sentar las bases desde sus inicios para su desarrollo posterior.

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Todo el esfuerzo, dedicación y trabajo realizado a lo largo de la historia del desarrollo turístico de nuestra ciudad, por personas como don Arturo Berutich, ayudó a alcanzar finalmente que Ronda tuviese una excelente imagen turística, acrecentase su reconocimiento tanto dentro como fuera de España y sentara las bases como ciudad eminentemente histórica, monumental y de gran proyección turística. Ronda logró ser una ciudad de prestigio mundial en los destinos internacionales de los turistas.

Primera Guía Turística Oficial de Ronda Publicada en 1932, desde el Patronato Nacional de Turismo y la Oficina de Información Turística de Ronda, cuyo redactor fue Arturo Berutich.

Arturo Berutich y LlinÂˇ s, pionero del turismo rondeĂ&#x2019;o

índice Preámbulo.......................................................................................................................................7

1. Los inicios del Turismo en Ronda El siglo XIX - Los Viajeros Románticos......................................................................... 11 2. La llegada del ferrocarril a Ronda Los primeros hoteles.................................................................................................................. 15 3. La llegada de los Berutich a Ronda El Hotel Royal................................................................................................................................ 19 4. Arturo Berutich y Llinás Los primeros años en Ronda y la fundación del C.D. Ronda........................... 23 5. Las primeras actuaciones turísticas oficiales Los primeros organismos turísticos................................................................................. 29 6. El Patronato Nacional de Turismo La Oficina de Información Turística de Ronda.......................................................... 33 7. Arturo Berutich contrae matrimonio La Guerra Civil.............................................................................................................................43 8. La Postguerra La recuperación del Turismo...............................................................................................47 9. Los años 50 y 60 La consolidación turística...................................................................................................... 53 10. Cuarenta y cinco años al frente de la Oficina de Turismo de Ronda...... 61

EPÍLOGO.............................................................................................................................................. 65 Apéndice: La primera Guía Turística Oficial de Ronda............................................... 71