sobre este tema en su Proyecto y destino (1965),
caminos de especialización y validación distin-
Siguiendo la noción de “crítica secular” que pro-
defiende el concepto de crítica como inseparable
tos (aun con la debilidad estructural que sufri-
pone Edward Said, se podría decir que la labor
del proyecto ya que el proyectista reconsidera
mos por estas latitudes). Y la Crítica se ha con-
crítica es ofrecer resistencias a la teoría, abrirla
siempre críticamente su programa arquitectó-
vertido en un asunto académico que en general
a la realidad histórica, a la sociedad, a las nece-
nico (a ello llama “crítica interna”).13 Del mismo
no traspasa las aulas. Dejando de lado los pro-
sidades e intereses humanos. En otras palabras,
modo en que no se proyecta sin un pensamiento
blemas de la Historia de la Arquitectura como
la conciencia crítica como una inclinación cons-
crítico, la crítica “externa” (que supone una per-
disciplina académica y profesional, a continua-
tante por imaginar alternativas.
sona ajena al autor) no se elabora sin una finali-
ción, un sintético final sobre el valor de la crítica
dad proyectual. Después de las conquistas del
como actividad formativa en el aula.
Iluminismo, la crítica no puede ser sino anti dog-
En su relación con la teoría, la crítica antes que cualquier validación, se orienta a buscar cono-
mática porque el crítico no trabaja con un princi-
¿Arquitectura sin historia?
cimiento de una naturaleza muy específica que
pio a priori ni en relación a un concepto abstracto
En una escuela de arquitectura es imposible
implica una oportunidad a sucesivas teoriza-
del arte sino respecto de la disciplina. Así Argan
renunciar al proyecto contemporáneo e ig-
ciones y de modo menos inmediato, se proyec-
también sugería trabajar el iter proyectual (infe-
norar la historicidad del hombre y sus acti-
ta hacia la cultura de los arquitectos para evitar
rir de la obra terminada la intencionalidad y las
vidades. En ese sentido, la conciencia crítica
operaciones de autoconfirmación. Catálogos,
hipótesis de transformación sustanciadas en las
del alumno no puede considerarse como un
modelos o tipologías que en otras circuns-
“invenciones formales”).
“resultado natural” de la cultura así sin más,
tancias fueron funcionales a las resoluciones
sino un factor histórico y social dentro de ella
inmediatas, (más allá de los extremos que pu-
Catorce años después, en el mismo ámbito del
que debe hacerse consciente constantemen-
dieran representar), en la situación compleja y
Politécnico de Milán, los mismos organizadores
te, aun, aceptando las múltiples posibilidades
multiforme de la práctica profesional contem-
convocan con el mismo tema a otros invitados
para el ejercicio de la crítica en el aula, entre
poránea, ya no son suficientes. En el contexto
cuyas miradas respondían a tres generacio-
extremos opuestos, entre actitudes más con-
de la globalización –con sus igualaciones y sus
nes diferentes.14 En esa ocasión tan distinta,
servadoras de los cánones o más transgresoras
desequilibrios-, y en la era digital (tentada de
de finales del siglo XX, los diagnósticos fueron
fomentando nuevas prácticas.
mencionar como “determinismo digital”), una
15
más matizados y algunos, escépticos. Luciano
discusión de espesor reclama mucho más. No
Patetta, en busca de los orígenes de la crítica,
Conciencia crítica y teórica deberían estar in-
es posible contentarse con la identificación de
sostuvo que por lo menos desde el quattocento
disolublemente ligadas. Puesto que la crítica
los instrumentos del proyecto, el análisis de las
todo lo escrito en occidente, tuvo objetivos pro-
entre la cultura y la teoría, repone la obra en
formas y la imagen (su relación con las técnicas
gramáticos y que la crítica -llamada “operativa”
el universo disciplinar y también, en el mundo
y las necesidades). Actualmente no es posible
desde los años ’60- existió siempre y siempre
histórico y cultural del que participa. Y dado
contentarse con las variables del íter proyec-
fue “tendenciosa”, sin que eso quisiera decir
que todo acto de interpretación es posible y
tual que entonces parecían suficientes. Porque
“maliciosa”. Luca Monica analizó los últimos 50
obtiene su fuerza de una comunidad interpre-
el mundo académico aun con su autonomía dis-
años de la crítica definiendo una crisis paralela
tativa como lo ha desarrollado Stanley Fish
ciplinar, no debiera estar separado del mundo
a la de la crítica literaria (siguiendo las hipótesis
(1987), es decir, que hay que tener presente
social e histórico; de la vida humana en el sen-
de Paul de Man en Ceguera y visión, 1971). El tu-
que la comunidad profesional, estudiantil y
tido más lato e integral. Bruno Zevi interpelaba
rinés Carlo Olmo, presentó sus dudas sobre el
académica comparte una “estructura de su-
al “arquitecto como intelectual” que no debía
sentido de seguir usando la categoría tafuriana,
puestos” en donde los sobreentendidos son de
dividirse en “hombre político, hombre técnico
después que la historia y la arquitectura habían
la institución. En el coloquio del aprendizaje, la
y hombre poeta”. En cuanto intelectual, el ar-
recorrido caminos tan diferentes, cada uno con
crítica debiera ir más lejos para evidenciar qué
quitecto debía conjugar su “hacer” con razones
sus propios mercados de legitimación.
configuración histórica y social y qué intereses
del orden cultural.16
Expuestos los argumentos centrales y para ir
políticos aparecen implicados en la existencia
cerrando, es indudable que la Arquitectura y la
misma de la institución (o de las comunidades
Para terminar, interesa destacar que en la re-
Historia han recorrido en las últimas décadas
de interpretación).
estructuración de la carrera de la Facultad de
REVISTA A&P Publicación temática de arquitectura FAPyD-UNR. N.6, julio 2017 · ISSN 2362-6097
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