Genealogía de la política argentina Horacio González – Clase 2 – 2010 La expresión ―genealogía‖ en las últimas décadas ha tenido una gran repercusión en los estudios filosóficos. No es una palabra desprovista de enigmas o incapacidad de inquietarnos. Sin embargo, siempre podemos recurrir al modo en que ella tiene presencia en nuestro pensamiento más cotidiano. Cuando decimos árbol genealógico o genealogía familiar, de alguna manera estamos indicando algo en relación a esa palabra, que tiene hoy mucha fama después que la tomó Nietzsche1 e hizo con ella una maravilla del pensamiento filosófico, respondiendo al pensamiento de la historia, cuestionando el pensamiento historicista. Genealogía sería lo contrario al pensamiento de la historia, que son relaciones múltiples generadas por un sujeto colectivo, a lo largo de un tiempo impreciso pero comprensible. Eso sería la historia, con su dramatismo específico y con sus autorías múltiples. La genealogía, en cambio, tendría la característica de que nos permite trazar un conjunto de relaciones y de vínculos entre elementos muy particularizados, que puede ser perfectamente el árbol genealógico familiar. Son relaciones que parecerían obligatorias, padre, hijo, etc., entre conceptos también, que se heredan unos a otros aunque cambien de nombre, y que no dejan demasiado abierta la posibilidad de una autoría colectiva, de intercambio de elementos de una manera incesante. Tanto que la genealogía determina el origen a la manera de un legado que se debe al momento anterior, de una relación familiar donde la biología tiene cierto peso. Estudiar la historia de los conceptos como si fuera una relación biológica entre ellos, eso ya es genealogía. Poder aislar conceptos para estudiar su propia historia –ya no la historia general de un país, sino la historia de un concepto-, a eso me llevaría la cuestión genealógica, dando cuenta de la gran revuelta que produce Nietzsche en el pensamiento filosófico del siglo XX con su idea de genealogía de la moral2. Se trataba de una historia de la moral, no de la moral de la historia, donde era posible identificar la historia las formas del poder que daban origen a esa idea de lo moral. Recordarán que a través del delicado análisis de las palabras, del origen de los conceptos de bueno y de malo, Nietzsche reconocía en el origen de la moral la fuerte idea de que había un poder establecido previo, donde lo bueno era lo poderoso y aquello que aparecía como ruin, malo o inconveniente estaba asociado a los débiles. Esa idea tan discutible, pero al mismo tiempo tan luminosamente desarrollada en ese libro, que al promediar los años 60 del siglo XX, generó una gran revuelta filosófica asociada al nombre de Foucault3 y otros. 1
Friedrich Wilhelm Nietzsche (Röcken, cerca de Lützen, 15 de octubre de 1844 – Weimar, 25 de agosto de 1900) fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX. 2
La genealogía de la moral: Un escrito polémico (en alemán: Zur Genealogie der Moral: Eine Streitschrift) es una obra del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, publicada en 1887. Fue un intento de suplementar y clarificar el punto de vista de su libro anterior, Más allá del bien y del mal. 3
Michel Foucault (Poitiers, 15 de octubre de 1926 – París, 25 de junio de 1984) fue un historiador de las ideas y filósofo francés. Fue profesor en varias universidades francesas y estadounidenses y catedrático de Historia de los sistemas de pensamiento en el Collège de France (1970-1984). Su trabajo ha influido en importantes personalidades de las ciencias sociales y las humanidades.
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