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Educación en Colombia
Luego de pasar por la pandemia del Covid 19 durante un poco más de dos años; en materia de educación se evidenció una realidad que tal vez ya sabíamos pero que habíamos decidido ignorar. Las cifras estatales de cobertura en educación pública en la ciudad y en lo rural nublaron la vista por muchos años. Una situación es que muchos asistan a la escuela y otra es que asistan con condiciones dignas ropa, alimentación, útiles escolares etc. En este sentido nos dimos cuenta que la desigualdad es peor de lo que imaginábamos, hablar de solucionar con clases virtuales se convirtió en una utopía para numerosos niños y jóvenes de escuela y colegios públicos. Así en los canales nacionales trataran de romantizar la pobreza como o hicieron con una noticia que titularon: “Dos primitos encontraron entre la basura un computador y con él juegan a hacer tareas”. Así, con eufemismos disfrazan el abandono del gobierno. Los problemas académicos que se vienen son muchos, además de los atrasos en contenidos, vendrán los problemas de aprendizaje que ya se empiezan a ver en las aulas, se profundizaron los problemas de comprensión lectora, lógica matemática y lectura crítica tanto en niños como en jóvenes, pero además un problema que debe preocuparnos en mayor medida la poca capacidad que tendrán los estudiantes en su desarrollo socio-afectivo, La habilidad de socializar y de empatizar disminuyó considerable-
mente y en este sentido tendrán los maestros que iniciar activida9des que contribuyan a subsanar esta problemática que dificulta la convivencia en sociedad.
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Pero, en otros ámbitos como las clases universitarias se evidenció que no estábamos enfrente de una generación tecnológica, y los digo sin el ánimo de polemizar, o que trato de explicar es que los jóvenes de 16 a 23 años no eran como pensábamos una generación digital o con amplios conocimientos de informática, sino más bien una generación que saber de redes sociales que son temas distintos, a ellos les costó adaptarse a los programas, plataformas y herramientas educativas que implementaron los profesores, desconocían como enviar un correo electrónico, adjuntar un archivo, participar en un foro entre otros conocimientos elementales, y por supuesto los profesores tuvimos que hacer un sin número de cursos, diplomados, tutoriales para ponernos rápidamente al día con la comunicación remota. Sin embargo, el mayor problema se centró en la conexión estudiantes- maestros, ya que tanto los unos con los otros fueron perdiendo motivación y la distancia física fue haciendo mella en el interés educativo, es entendible, a las nuevas generaciones se les ha sobre estimulado que perdieron en la mayoría de los casos su capacidad para aprender por si solos, las habilidades autodidactas y sobre todo su capacidad de aprendizaje por interés personal, producto de un sistema educativo que les enseñó que deben haber recompensas y castigos para poder aprender.
En conclusión, la nueva realidad educativa a la que nos vamos a enfrentar está llena de retos, tendremos que reencontrarnos y reconocernos en un aula de clase, volver a entendernos mirándonos a los ojos y tomar ritmos de enseñanza y aprendizaje para enmendar todas las secuelas de que nos dejó la distancia. Es necesario concientizarnos que debemos ser mejores como maestros más empáticos, más lúdicos y más comprometidos que nunca, y los estudiantes deberán ser proactivos y consientes que el aprendizaje viene de la verdadera vocación y el amor por el conocimiento. Por: Johanna Marcela Rozo Docente de la Facultad de Artes y Humanidades
