El viernes 9 de abril de 1948 ha sido el día más largo de la Historia de Colombia. Seguirá siéndolo, me temo, no sólo como una alegoría de lo que siempre está pasándonos, sino como un rompecabezas inagotable e imborrable que de generación en generación estaremos a punto de completar. No sé si sean las fotos y los videos rescatados. No sé si sea que todavía están a la mano los libros, las cenizas, los pañuelos ensangrentados, los testimonios de los viejos. Pero es como si cada quién fuera una pieza del Bogotazo. Y, gracias a una memoria hecha de todas las memorias – gracias a los rastros que recrea Esteban Peña y a los ecos que Jorge Gregorio García devuelve a los sonidos – estuviéramos condenados a revivir esa jornada de aquí a la eternidad hasta que un día por fin nos salga bien.
Ricardo
Silva Romero.
70 AÑOS DESPUÉS
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