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La Belle Époque

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Made in Alicante

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La Belle Époque floreció en París a finales del siglo XIX (1871) y se prolongó hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. La capital francesa era el epicentro de una serie de transformaciones y avances tecnológicos, culturales y científicos. Fue la época de Marie Curie, de Freud; de las nuevas vanguardias artísticas y de la invención del cine y el desarrollo de la fotografía. De igual manera, fue un periodo de bonanza económica en el que germinó una Segunda Revolución Industrial. Todo un nuevo rango de productos y servicios, desde bicicletas a cosméticos, pasando por innumerables propuestas de entretenimiento, buscaban un modo de darse a conocer ante una naciente sociedad de consumo. Pronto algunos de los mejores pintores, ilustradores y caricaturistas encontraron en el cartelismo publicitario un medio de expresión y una forma de ganarse el sustento (Hernández, 2020).

Un artista que convirtió el cartel publicitario en piezas artísticas fue el pintor Henri de Toulouse-Lautrec. Uno de sus primeros carteles fue el “Moulin Rouge: La Goulue” en 1891, realizado para el famoso cabaret parisino del mismo nombre. “Toulouse-Lautrec” reflejaba en sus carteles la vida nocturna parisina, captando la espontaneidad y el movimiento de sus escenas y personajes con un estilo de inspiración fotográfica (Almazán, 1991).

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Otro gran artista precursor de la cartelería fue Alphonse Mucha, pintor y decorador quien introdujo el Art Nouveau a los diseños de la cartelería para obras de teatro en París. El artista desarrolló un estilo único con influencias orientales y exóticas. Además, utilizaba la figura femenina y destacaba la armonía del color, los diseños geométricos y la sensualidad (Almazán, 1991).

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No podríamos dejar de lado al reconocido pintor y cartelista modernista francosuizo Théophile Alexandre Steinlen. En sus carteles se puede apreciar el Art Nouveau y su pasión por los gatos. Así, el cartel más conocido de sus obras es Tournée Le Chat Noir anunciando una gira del cabaret parisino El Gato Negro (D.C. Juan, 2013).

Cartel para el licor Anís del Mono. Ramón Casas. España, 1898

A principios del siglo XX el cartelismo desarrolló un lenguaje menos sofisticado con trazos y formas simples. El precursor de este nuevo estilo y responsable de modernizar el cartel fue el caricaturista italiano Leonetto Cappiello. Su obra se caracteriza por tener un fondo neutro en el cual destaca la figura. Cappiello destacó la importancia de la comunicación en sus carteles que eran compuestos con imágenes relacionadas directamente con aquel producto que se quería promocionar. El cartel ya no era solo estético y decorativo, sino que también era un medio para llevar un mensaje directo al público (Almazán, 1991).

En España era poco común que los carteles se hicieran por encargo, sino que más bien se realizaban a partir de concursos que organizaban las empresas para dar a conocer sus productos. En 1898, en Barcelona, el empresario licorero Vicente Bosch organiza el primer certamen para promocionar su nuevo licor “anís del mono”. El ganador del premio fue el pintor catalán Ramón Casas, cuya obra estaba fuertemente influenciada por el Art Nouveau. Casas enfocó su carrera principalmente hacia la pintura, sin embargo, realizó una serie de carteles para marcas reconocidas de la época.

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