a despedida que tuvo el ex -Alcalde de nuestra comuna René Maturana Maldonado, de parte de vecinos de la comuna de Pichilemu que se trasladaron hasta la ciudad de Rancagua, donde se realizaron sus funerales, dejó de manifiesto que su recuerdo en muchos pichileminos ha quedado imborrable, tanto por el respeto y afecto que se ganó en muchos habitantes de nuestra comuna, como por las obras municipales que dejó mientras condujo la comuna. Entre los asistentes, muchos de ellos ex y actuales funcionarios municipales, fue notorio el pesar por la partida del periodista de 54 años, como también conmovedor ver el dolor de su esposa María Angélica y sus hijas Pamela y María Gabriela, al momento de la despedida. Uno de los momentos más conmovedores se vivió en la iglesia del Divino Maestro al término de la misa de réquiem, cuando su hija menor María Gabriela le dirigió hermosas palabras a su Padre, recordando anécdotas familiares y el padre ejemplar que fue, pero sobretodo cuanto amaba a su esposa María Angélica. La misa fue oficiada por el padre Bernabé Silva, quien en el periodo alcaldicio de Maturana se desempeñaba como cura párroco de Pichilemu. Los restos de René Maturana, fueron luego trasladados hasta el cementerio Parque Jardín de Flores de Machalí y allí le despidió su otra hija Pamela y autoridades con las cuáles trabajó, entre ellos el ex -Alcalde de Rancagua, Pedro Hernández, su amigo de muchos años el actual Alcalde rancaguino, Eduardo Soto y representantes del Colegio de Periodistas, del cual llegó a ser su presidente regional.
En vida René Maturana manifestó a este medio de Prensa que Pichilemu para él y su familia, significó una de las etapas más importante de su vida, si pudiera retribuirse todo lo que el hizo por nuestra comuna, talvez sellando su nombre en una calle o en otro lugar público para que inmortalice su paso por estas tierras, ya que bien merecido se lo tiene, quienes tienen que tomar la decisión ahora tienen la palabra.