La Re-vista. Publicación cultural independiente

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editorial

in lugar a dudas, el sector del libro ha sido uno de los mayores afectados, tanto en lo bueno como en lo malo, por la irrupción de la tecnología más puntera en el ámbito editorial. La salida al mercado del libro electrónico, con los soportes lanzados por empresas como Apple o, especialmente, por Amazon, ha constituido una forma diferente de concebir la lectura que, en buena medida, determinará la situación económica de esta industria, si bien, a día de hoy, el papel continúa siendo el formato más demandado. Así, según el informe presentado recientemente por la Federación de Gremios de Editores de España, durante 2012 se publicaron un total de 88.349 títulos, de los cuales 20.079, es decir, el 22%, se realizó en formato digital, lo que supone un indicativo más de que los lectores siguen apostando por lo que muchos denominan “el libro de toda la vida”.

“¿No sería maravilloso el mundo si las bibliotecas fueran más importantes que los bancos?” Quino

Un factor determinante en los próximos años, que va a decantar a un lado o a otro la balanza entre libros digitales y libros en papel, es el tratamiento que el Gobierno quiera darle en materia de impuestos, ya que se ha gravado el libro digital muy por encima de las publicaciones tradicionales, un 21% contra el 4%. Junto a ello, el nacimiento de nuevas editoriales y la aparición de librerías adaptadas al consumo de hoy en día, está impulsando la salida a la calle de novedades marcadas por la heterogeneidad y la originalidad. Editoriales solo dedicadas a la poesía, librerías exclusivas para guías de viaje, tiendas de libros que se convierten en un espacio más de tu casa donde compartir vivencias y realizar actividades... hacen de este mundo editorial una nueva aventura que merece la pena explorar. ¿Nos acompañáis en el camino?


Entrevista Álvaro Cabezas García

M Entrevista. Daniel Expósito Sánchez. Fotografía. Archivo Equipo Estípite.

Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y, en la actualidad, doctorando por la Universidad Pablo de Olavide, Álvaro Cabezas García ha centrado sus investigaciones en torno al gusto y la estética imperantes en el Siglo de las Luces hispalense. Autor de dos estudios en el último año, en la siguiente entrevista comparte con los lectores de La Re-vista su visión sobre el mundo editorial en un momento tan delicado para el sector. En primer lugar, Álvaro, muchas gracias por atender nuestra petición. ¿De dónde surge ese interés por un periodo tan olvidado comúnmente por la historiografía como es la segunda mitad del siglo XVIII y los albores del XIX? Kant afirmó que la Revolución Francesa de 1789 supuso la prueba por la que el ser humano había alcanzado su mayoría de edad en la Historia. Ése fue el suceso más importante de todo este periodo, pero no el único de este tipo. En toda Europa y América se produjeron cambios trascendentales que han configurado, en buena medida, la realidad actual. El conocer las causas por la que todo eso tuvo lugar, sobre todo en España y en Sevilla, me impulsó desde el principio a acercarme a esta etapa.

A lo largo de 2012 has publicado dos libros. El primero de ellos, Vicente Alanís (1730-1807), editado por Diputación de Sevilla dentro de su colección Arte Hispalense, aborda la figura de este pintor local, poco conocido, durante un momento tan complejo como fue la transición del Barroco al clasicismo. ¿Qué dificultades encontraste en el transcurso de la investigación? El pintor Vicente Alanís no había sido totalmente ignorado por la historiografía. Había referencias sueltas aquí y allá. Mi labor con-

sistió en reunirlas todas y, por medio de nueva documentación, reconstruir el puzle de su vida y, por ende, conocer sus motivaciones personales y profesionales, así como su adaptación al tiempo que le tocó vivir. Quizá lo más problemático resultó el aprecio de las propias pinturas. Casi todas se presentaban en un estado de conservación lamentable, y esto, lógicamente, redujo bastante las posibilidades de análisis. A finales del pasado mes de octubre, tuviste ocasión de presentar tu segundo libro, Gusto orientado y fiesta pública en Sevilla. Análisis de documentos para la comprensión de la historia artística del siglo XVIII, publicado por Estípite Ediciones, y que inauguró la colección Repensar el Arte. En él, recopilas y estudias una serie de textos, algunos inéditos hasta la fecha, de Francisco de Bruna y Antonio González de León relacionados con los conceptos ilustrados de pintura y escultura, así como con la llegada de Carlos IV a la capital hispalense. ¿Qué papel jugó Bruna en el desarrollo de las artes en una ciudad como Sevilla? Háblanos, igualmente, del rol de González de León como cronista de la visita regia.


Francisco de Bruna y González de León responden a dos parámetros radicalmente distintos a la hora de ser ilustrados. Aunque, efectivamente, ambos se mueven en el mismo ámbito, el de la Sevilla de la segunda mitad del XVIII, y habían coincidido en lugares comunes de formación intelectual como la tertulia de Olavide, no llevan a la práctica los mismos hechos. Bruna, un convencido conservador, de mentalidad política perfectamente encuadrable en el pensamiento general del absolutismo, tenía unas ideas avanzadísimas en materia artística, como se puede notar en las Oraciones que dirige a los profesores y alumnos de la Real Escuela de las Tres Nobles Artes, claramente deudoras de las teorías de Winckelmann y Lessing, que iluminaban toda Europa con su gusto por la recuperación de la Antigüedad. González de León, por el contrario, admiraba la labor social y política que pretendían los reformadores “inteligentes”, sobre todo la de Olavide, a quien valoró mucho como Asistente de Sevilla. Sin embargo, no apreció la estética que se recuperó con el academicismo, ya que le resultaba fría y alejada del pueblo, el ente al que, en última instancia,

confiaba para ello en el teatro.

matos), son realmente rentables?

Como autor, ¿cuál ha sido el proceso seguido desde la finalización de tu investigación hasta ver el volumen impreso en las librerías?

En absoluto. Tengo una opinión realmente negativa en ese sentido. En los años de crisis por los que atravesamos editar un libro de ese formato, “a todo lujo”, como se decía antes, parece un insulto. Creo que quedarán como productos del despilfarro de otros

He tenido mucha suerte en ambos casos con el trato recibido por los

editores. Una vez entregados los textos, siempre hay que reparar en las ilustraciones, las fotografías y, posteriormente, hacer las correcciones. Esto resulta totalmente imprescindible para que el acabado final sea óptimo.

tiempos, así como ha ocurrido con la arquitectura neofaraónica de cajas de ahorros y comunidades autónomas. Salvo excepciones, creo que son mucho más rentables los libros electrónicos y los de pequeño formato en papel, con las ilustraciones imprescindibles.

nuestros políticos no ven en las librerías lugares donde se crea empleo y se expande el conocimiento, sino una especie de oficio romántico al que algunos locos se agarran como una quimera

deberían estar dirigidas todas las artes en su misión instructiva, tal y como dice en su Descripción del Adorno por la visita de los reyes en 1796 a la ciudad. Bruna pretendía que esto lo consiguiese la pintura, González de León

¿Qué piensas acerca de los estudios histórico-artísticos que han visto la luz en el último año? ¿Los libros de Historia del Arte, tal y como se han estado concibiendo tradicionalmente (tapas duras, fotografías a color, grandes for-

Muchas librerías pequeñas, pese a haber sido un enclave de referencia, se han visto obligadas a cerrar sus puertas a causa de la situación de incertidumbre que llevamos viviendo desde hace unos años. En cambio, otros establecimientos están surgiendo en el casco histórico de las ciudades, aunque, eso sí, con un concepto diferente de lo que ha venido siendo la librería tradi-


que, por muchas y desfavorables que sean las circunstancias, no se está dispuesto a abandonar la cultura. En un mundo prácticamente dominado por la tecnología y, con ella, el rápido desarrollo del libro electrónico, ¿dónde podríamos ubicar al libro en papel? ¿Qué futuro le espera?

cional. ¿Es esto un síntoma más de la necesaria renovación que, desde algunos sectores, se está reclamando para el ámbito de la cultura? Como es bien sabido, la cultura es la última de todas las prioridades que tienen las administraciones públicas en este país. Parece que nuestros políticos no ven en las librerías lugares donde se crea empleo y se expande el conocimiento, sino una especie de oficio romántico al que algunos locos se agarran como una quimera, al modo de los pensamientos que tenía el Quijote sobre su señora Dulcinea. Así las cosas, muchos optan por abandonar su empeño y se dedican a otra cosa. Otros, no dispuestos a hacerlo, prefieren renovarse convirtiendo la librería no solamente en una tienda sino en un lugar social donde se disfruta de la compañía de los amigos, se bebe café o té, se ven representaciones teatrales o se establecen tertulias. Es algo muy loable, y desde luego, un firme testigo de

Como decía antes creo que la clave de la publicación en el siglo XXI es el libro electrónico. Su difusión es infinitivamente mayor y su capacidad, inagotable. El papel creo que debe utilizarse para la edición de libritos de estudios muy concisos, con grandes aportaciones en pocas páginas, muy concentrados. Sería bueno que una edición pudiese compaginar un número de ejemplares en papel, que sirviesen de alegato reivindicativo por la cultura, y también la versión digital, que sería la más utilizada por los lectores de todas partes. ¿Algún consejo o sugerencia para todos aquellos autores que deseen publicar sus estudios? La perseverancia. El volverlo a intentar muchas veces. Tocar todas las puertas. Explorar las posibilidades. Optimizar los

recursos y cuidar la difusión. Huir de la autocomplacencia y el amiguismo. Pretenderlo siempre. Al fin y al cabo, aquello que no se publica no existe más que en el recuerdo de cada uno, y algún día, eso se perderá. Al publicarlo, es posible que nuestros conocimientos sigan extendiéndose por el mundo.

[+ http://www.estipite.es/product.php?id_product=20 http://sevillaciudad.abcdesevilla. es/noticias/casco-antiguo/cultura-casco-antiguo/una-guiapara-el-estudio-de-la-ilustracion-sevillana/ http://www.arsmagazine.com/noticias/actualidad/201208201440/vicentealanis-espinosa-1730-1807]


Especial libros y librerías:

Cádiz

Recomendaciones sobre espacios literarios en Cádiz

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Texto y fotografías. Mar González Ferrer.

¿Quién ha tenido la experiencia de viajar en el tiempo? ¿Alguno ha sentido ver a través de otras miradas? ¿Podemos tener otras vidas más allá de la que vivimos en este mismo momento? No se equivoquen, estas tres preguntas no pertenecen a un escrito sobre parapsicología –si es que pueden ser respondidas por esta ciencia-, sino a las sensaciones producidas por un “simple objeto”. En mayor o menor medida, nos han acompañado desde la infancia. Hemos aprendido y crecido con ellos, a veces hasta nos han provocado dolor de codos y de cabeza al pasar tanto tiempo ante ellos, por estos objetos, le hemos dado a nuestra mente el mecanismo perfecto para hacerla libre. Por decirlo de alguna manera, somos su producto. A estas alturas, supongo que muchos habréis evocado el tacto, el peso, el olor, y las imágenes de los primeros cuentos, recordado los libros de la escuela, incluso a las personas que nos enseñaron el camino de la lectura. Los libros que marcaron nuestra infancia, con los que nos fuimos haciendo adultos, los que nos presentaron un mundo desconocido de imá-

genes posibles, aquellos libros con los que nos iniciamos en el conocimiento, los que derrumbaron con un par de párrafos todas nuestras creencias sociales, ideológicas, religiosas… En definitiva, gracias a los libros, a su uso incansable y recurrente, al diálogo íntimo que se establece entre el lector y el autor, a ser fuente de conocimiento, por los libros que devoramos y por aquellos que dejamos a medias, nos hemos convertido en la persona que somos. Como apuntaba al principio, somos el producto de todo ese

bagaje cultural, científico, técnico, literario y poético que nos ha acompañado desde la niñez hasta el momento presente. Posiblemente, tengamos viva en nuestra memoria nuestro primer

contacto con los libros. Para muchos, las visitas incansables al quiosco del barrio a comprar tebeos de aventuras, con los héroes clásicos, o los de humor, también con los superhombres cotidianos que nos daban la imagen hilarante y desproporcionada de la realidad en la que vivíamos, o en las visitas constantes a la biblioteca pública, por causas de estudio o por ser jóvenes lectores con escasos recursos. Tampoco podremos olvidar nuestra primera visita a la librería. Para mí, ese recuerdo se presenta lleno de romanticismo. La librería, imaginaria cueva donde nos adentrábamos en un mundo de posibilidades infinitas, donde todo era posible, en la que todo estaba por descubrir. Y de la mano de la librería, una de las profesiones más deseadas e idealizadas, la de librero. Esa persona que tiene la llave al universo de las letras, del conocimiento, de la imaginación, siempre dispuesta a darnos la mano para asesorarnos y darnos a conocer novedades y clásicos, rarezas y material de estudio, como si se tratase de un auténtico puente


entre un mundo de papel colmado de ideas y un lector voraz. Como ya ha quedado demostrado, acabo de hacer pública mi bibliofilia. Mi afición lectora, iniciada por mi madre, fue continuada con mis visitas reiteradas a librerías de viejo, donde mis escasos ahorros se veían recompensados por libros que habían pasado por mil manos y miradas antes de llegar a las mías, ediciones antiguas que siguen ocupando los estantes de mi biblioteca personal. Tardes en la biblioteca pública de mi ciudad, y más tarde en la Universidad, búsquedas en ferias del libro, intercambios con amigos, y más recientemente, experiencias laborales en el sector. Todos tenemos en la mente la Librería Ateneo de Buenos Aires, la Librería Lello de Oporto, o la Shakespeare & Company de París, sorprendentes y bellas, pero solemos tener especial cariño por aquellas que nos iniciaron como lectores, las de nuestras ciudades. Por ello, os presento algunas de las librerías de mi ciudad, a las que considero como mis librerías de cabecera, sin querer desmerecer otras muchas, así como otros recursos relacionados con el sector editorial que han visto la luz recientemente.

Librería Manuel de Falla. Librería de corte tradicional en la que podemos encontrar un gran fondo editorial, con ediciones generales, universitarias, y especialmente, estudios dedicados sobre la historia y patrimonio de Cádiz. Situada en un espacio excepcional, en pleno centro histórico y comercial, en la Plaza de Mina, es una de las librerías más conocidas y respetadas de la ciudad. Dirigida por el librero Juan Manuel Fernández, acaba de cumplir el pasado diciembre 22 años de vida. A pesar de su reducido local, tiene una importante agenda cultural, y prácticamente no hay semana en la que no hayan firmas

y presentaciones de libros. Gracias a esta librería y a su equipo humano, muchos gaditanos nos iniciamos en la lectura, consecuencia del trabajo incansable de Fernández, el trato siempre amable y presto a asesorar al lector, su dilatada experiencia en el sector y su pasión por la lectura.

Librería Raimundo. Seguimos con una librería tradicional, pero en ese caso de viejo, es decir, se trata de una librería de segunda mano, de ocasión y descatalogados, así como cartelería y numismática. Nacida en 1987, cuenta con tres sedes en el casco histórico de la ciudad, con un amplio catálogo. Siempre es buena ocasión para pasar la tarde curioseando los anaqueles, y poder encontrar joyas ya descatalogadas o libros raros. Librería – cafetería La clandestina. A pesar de que la crisis nos invade, y el ámbito cultural se ha visto afectado especialmente por la falta de inversiones y recursos, no faltan por ello emprendedores con ideas de negocio que complementen al sector bibliográfico. Es el caso de esta librería-cafetería, que nació hace dos años en el centro de la ciudad, y que en

poco tiempo se ha convertido en referente cultural, tanto por su fondo bibliográfico, como por su agenda repleta de actos y presentaciones, así como exposiciones y conciertos, sin olvidar el excelente café y la repostería ecológica. Es un local con un ambiente agradable, lleno de encanto, en la que puedes pasar el día tomando café, acompañado de lectura, y conocer a una clientela amante de los libros.

Agapea Libros Urgentes. Si seguimos con librerías de nuevo corte, no nos podemos olvidar de esta librería. Situada en un centro comercial de San Fernando, a unos 12 km. de Cádiz, a priori no invita a los bibliófilos no amantes de estos centros llenos de tiendas textiles, música, ofertas y prisas. Sin embargo, esta pequeña librería pertenece a la empresa malagueña Agapea Library, y tiene repartidas diferentes sedes en el país. Cuenta con un fondo de más de 6.000.000 de títulos, pudiendo conseguir no solo las novedades más recientes o comerciales, sino libros ya descatalogados, ediciones generales, manuales técnicos, universitarios, textos jurídicos, libros de texto, libros editados en otros idiomas, etc.


Como punto destacado, el lector puede consultar el catálogo completo gracias a su página web, y realizar el pedido de sus libros a través de la misma, pudiendo conocer en todo momento la disponibilidad de sus libros y el tiempo de entrega, que oscila entre 2448 h. o 7 días laborables, además de contar con un descuento durante todo el año del 5%. Y si el lector lo prefiere, y no quiere perder el trato personal, merece la pena desplazarse unos kilómetros para visitar la librería, que, aunque reducida en espacio, cuenta con un equipo humano formidable y experto.

A los libros! Blog literario de reciente nacimiento, creado por Daniel Heredia. Periodista, gestor cultural, y escritor, es autor de La sombra vencida (Ediciones Absalon, 2009) y Pasión Vega, la voz de seda (Fundación José Manuel Lara, 2007). En su blog podemos encontrar una visión amplia y analítica del sector literario y editorial en la actualidad, en el que podemos encontrar interesantes entrevistas tanto a escritores, editores y libreros, como reseñas y recomendaciones literarias. Es sin duda, un espacio de referencia para los lectores, puesto que permite conocer de una forma más cercana a los autores, así como las vicisitudes por las que pasa el sector. Sin duda, es altamente recomendable. Para finalizar este paseo, no me puedo olvidar de un sello editorial gaditano que acaba de ver la luz, Pilum Ediciones. A pesar de las dificultades económicas que atravesamos, esta joven editorial está empeñada en fomentar la lectura y en la promoción de nuevos escritores, prestando especial atención a los autores locales. Tiene ya en el mercado dos publicaciones, Contra la ley de Dios, de Palma Medina, y Cosas que quizás sucederán de Álvaro Martín Pina, y pronto verá la luz Un tsunami llamado Dragón Rojo, escrito por José Álvarez Portillo. Sin

duda, para muchos, una apuesta empresarial arriesgada, pero no falta de iniciativa, a la que le auguramos un largo futuro. Nos encontramos en un momento en que el éxito se mide por el índice de ventas, en el que el número pesa más que el contenido, en el que nos quieren hacer creer que los soportes digitales van a desbancar a las publicaciones en papel, sin ser conscientes de que pueden coexistir y convivir, y en el que se hace ya reiterativo y pesado que el número de lectores se reduce por otros productos más novedosos e inmediatos que el libro. Sin embargo, y partiendo de mi modesta experiencia en el sector, estamos en un momento en el que se lee más que nunca, independientemente del soporte. Aparecen nuevas plataformas, y espacios que fomentan la lectura, salen al mercado novedades, posiblemente extremadamente comerciales pero que, en cambio, están atrayendo a nuevos lectores, y aparecen nuevos sellos editoriales que abren el camino a los nuevos escritores. No podemos negar la evidencia, la cultura no pasa por su mejor momento cuando estamos inmersos en una crisis en la que se atiende a otras necesidades más urgentes, pero nadie dijo que sería fácil. Afortunadamente, vemos cómo se mantienen, casi milagrosamente, las librerías tradicionales, vemos nacer nuevas librerías que utilizan las plataformas digitales para abarcar un mercado

más amplio, nuevos espacios, editoriales que apuestan por la calidad, nuevas formas de comunicación entre lectores, escritores que tienen mucho que aportar, recuperación de obras antiguas acompañando a los nuevos géneros literarios, y algo que es de suma importancia, los lectores

seguirán estando presentes, dejando volar su imaginación, nutriéndose de sus autores, acompañando sus vidas con los libros, presentándose como una legión insaciable de las palabras escritas.

[+http://www.libreriamanueldefalla.com/ http://www.libreriaraimundo.com/ http://www.la-clandestina.com/ http://www.agapea.com/ http://danielheredia.com/ http://www.pilumediciones.com/]


LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE SEVILLA 20 AÑOS DESPUÉS Texto Juan Carlos García de Bock Fotografía Pablo Arza Tismon

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estípite ediciones


Especial libros y librerías:

Sevilla

Una iniciativa cartonera entre Andalucía y México

A Texto. Víctor Baños Molina. Fotografías. Ultramarinos. Universo chilango – andaluz A veces los flujos migratorios ocurridos en otros tiempos nos devuelven complicidades entre culturas separadas por miles de kilómetros. En esta ocasión quizás es una deuda histórica entre dos continentes íntimamente ligados por aportes humanos y culturales. Es en ese punto donde se encontraron estas dos orillas, separadas por un manto de agua, pero unidas para siempre. En ese transcurrir e ir y venir de gente se encontraron varias personas con inquietudes semejantes y con ganas de crear o revivir sentimientos que unían a estas dos tierras, Andalucía y México.

seguir in situ, también puede verse a través de internet lo que está sucediendo en la otra ciudad donde se realiza el RCA. Esas retransmisiones de los eventos por internet supone un sello de estos recitales. Cientos de poetas jóvenes han pasado por ellos y se le ha dado un lugar a la poesía en Sevilla, ciudad de enorme creatividad y carente de muchos espacios de expresión cultural. Aunque siempre hay que agradecer la ayuda de esos espacios que fueron cedidos para acoger los RCA.

enriquezca por otras vertientes artísticas.

Libro cartonero En la misma línea se adopta el formato de libro cartonero como marca de la editorial. No somos la única editorial que promueve este formato, pero sí la primera en Andalucía. El libro de cartón pasa por diferentes manos antes de llegar a las del lector. El primer paso es el reciclaje del material que será cubierta del libro (cartón reciclado) resistente y una parte más del mismo. Después de adaptarlo a las dimensiones de la cubierta ese cartón pasa a ser de uso material del artista plástico. Éste hace único el libro, todas las portadas son realizadas artesanalmente y tienen la característica del artista. Cada artista realiza una tirada entera, siempre buscando la complicidad con el autor, es decir, deben de sentirse ambos cómodos para que sea un todo el libro.

Así nace La PLACA (Plataforma de artistas chilango – andaluces) con una idea clara: promover la cultura a través de eventos diversos que confluyan en la poesía. Ayudar a la poesía a difundirse con aportes de otras expresiones artísticas como lo son la pintura, la música, danza, performances, etc… Para ello se crean los Recitales Chilango – andaluces (a partir de ahora RCA), que desde el año 2006 aúnan varias disciplinas artísticas en diferentes espacios de Sevilla. En estos recitales se conjugan todo lo anteriormente mencionado, esa relación de ambas culturas con ese lazo de unión que es la palabra, el idioma común.

Tras ellos surgió la idea de crear una antología de los dos primeros RCA, lo mejor de esos dos recitales, publicados por Cangrejo Pistolero Ediciones (las siguientes bajo Editorial Ultramarina) y antologados por Iván Vergara y Javier Villaseñor, miembros fundadores de La PLACA y poetas participantes en esos recitales.

La característica de estos recitales es la vinculación México–Andalucía, por ello se realiza de manera simultánea en México DF y en Andalucía. Para esto, no solo se puede

En este punto se crea la Editorial Ultramarina Cartonera con poetas noveles con marcado acento andaluz. Pero siempre intentando que esa disciplina no viaje sola, que se

En nuestra editorial se termina de ensamblar el libro y comienza la otra parte del trabajo que es la difusión. Se ofrece gratuitamente una versión digital de la obra a descargar por cualquier interesado. Aunque evidentemente la esencia está en el proceso creativo de la obra y el libro cartonero, por ellos pasan multitud de almas creativas e ilusiones y por ello es único y merece la pena contar con un ejemplar en cualquier biblioteca particular. Esa labor de difusión sigue con el envío a librerías del ejemplar, presentación del mismo en los diver-


sos espacios culturales y librerías de la ciudad y de otras ciudades que han estado relacionadas a los RCA. Cada ejemplar cuenta con una plaquette de un autor iberoamericano, al igual que allá se incluyen plaquettes de autores españoles, siguiendo con esa línea de vinculación entre ambos continentes. Este formato del libro cartonero ha interesado tanto en España que decidimos promoverlo a través de Talleres (dirigidos en su mayoría a niños) en los que se enseña el proceso del libro y en los que se intenta seguir con la difusión de la cultura. Estos Talleres REC (Recicla y crea) han estado viajando por toda España gracias a la colaboración con entidades estatales y, de nuevo, con artistas plásticos de esas ciudades visitadas por nosotros. Tras todo este proceso de RCA, de creación artística, de Talleres REC creímos que era necesario dar un paso más. Aunque siempre se ha agradecido la colaboración de esos espacios en los que se ha dado cobijo a los recitales y a nuestros libros quisimos tener el nuestro, tener un espacio

en el que realizar todo de manera independiente, darle nuestro enfoque.

caracterizaron a las ciudades europeas en otro tiempo y que son parte de la cultura del continente.

Asociación cultural Ultramarinos

En nuestra asociación se concentra todo el trabajo que se ha ido realizando durante todos estos años por parte de La PLACA y todos los que han colaborado con ella (gestores culturales como La Matraca, Consejería de Educación del Ayuntamiento de Sevilla, círculos poético-literarios como La Madeja, editoriales locales como Ediciones En Huida, etc…).

Se cierra el círculo con la apertura de la Asociación cultural Ultramarinos, ubicada en el centro de Sevilla (c/Pasaje Mallol nº 8 Int.4) y en un lugar con personalidad propia, uno de esos corralones de artesa-

nos sevillanos de tanta raigambre en nuestra ciudad y tan denostado por las entidades culturales del Estado. Todo un pueblo de artesanos, en el que se mueven diferentes nacionalidades y multitud de oficios que no se han perdido del todo gracias a esos pequeños artesanos que apostaron por ese noble arte que

En ella se muestran nuestros libros y se realizan todo tipo de eventos culturales: recitales de poesía, ciclos de cine, proyecciones de cortometrajes, performances, teatro, talleres, exposiciones… Siempre abiertos a la aportación de los ciudadanos y ofreciendo un lugar para mostrar el trabajo de esas personas que creen en la cultura y ven en ella un motor que define al ser humano y que los hace únicos. Un lugar de encuentro entre personas, un espacio diferente en el que cada uno se sienta partícipe del proyecto. [+ www.editorialultramarina.com libreriaultramarina@gmail.com www.facebook.com/libreriaultramarinos]


Especial libros y librerías:

Córdoba

Córdoba y la librería Luque

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Texto y fotografías. Sarai Herrera Pérez.

Si hay una imagen que se asocie a la dualidad entre Córdoba y el mundo del libro esa es, sin lugar a dudas, la imagen de la mítica librería Luque. Y aún es más, si se cita el apellido Luque, cualquier cordobés de a pie lo asociará rápidamente a un establecimiento repleto de estanterías colmadas de libros, a un espacio impregnado por el mágico olor del papel y la tinta. Y es que, en la capital cordobesa, desde hace más de 90 años, las palabras “Luque” y “libro” siempre van de la mano. Todas las generaciones de cordobeses, ya sean niños, jóvenes o adultos, tanto amantes de la lectura como estudiantes o lectores ocasionales, hemos pasado por librería Luque a buscar una referencia literaria. Y cómo no, también ha pasado por allí toda la clase intelectual de la ciudad,

como Antonio Gala o Pablo García Baena y demás miembros del Grupo Cántico. Todos nosotros nos hemos perdido, en alguna ocasión, entre los pasillos de esta librería y hemos disfrutado de esa sensación de horror vacui que siempre la ha caracterizado. La librería Luque ha sido, es y será para Córdoba más que un simple establecimiento en el que adquirir el título buscado. Es mucho más que eso. Hablamos del buque insignia de la cultura editorial de la ciudad de Córdoba, de todo un referente de la cultura de la ciudad. Y esta magnífica labor no solo ha sido reconocida por su asidua clientela sino también por otras menciones honoríficas, como el Premio de las Letras de la “Fundación Cultural Córdoba 2000”,

que recibe en el año 1993. Los orígenes de esta librería cordobesa se remontan al año 1919, cuando Rogelio Luque procede su apertura en la céntrica calle Diego de León para trasladarse, en 1931, a Gondomar. La tarea de Rogelio no era la de un mero librero, sino que además él era impresor. Por lo que gracias a sus planchas ven la luz algunas de las obras que se convertirán en imprescindibles en el fondo bibliográfico local. Entre ellas, sin lugar a dudas, se encuentra el célebre volumen de la Guía artística de Córdoba, obra imprescindible para iniciarse en el recorrido por el patrimonio histórico-artístico de la ciudad de la mano de su autor, Vicente Ortí Belmonte. Esta primera edición, datada en 1929, cuenta con


cuarenta fotograbados y apareció también en inglés y francés, con una inequívoca vocación internacional. La suerte profesional, y también la personal, acompañaban a Rogelio, ya casado y con dos hijos. En ese momento nada podía presagiar el triste final que aguadardaba al joven impresor. Y es que en la España irracional y convulsa de 1936, Rogelio es detenido y fusilado con fecha de 16 de agosto. ¿La razón? Contar en su librería con libros marxistas, según apuntan las fuentes periodísticas de la época. Será su esposa, Pilar Sarasola Llanas quien, con suma valentía, tome las riendas del proyecto de su marido. Por lo que queda como cabeza de familia, pero también como máxima responsable del negocio. Éste sería continuado por sus hijos Rogelio y Antonio Luque Sarasola más tarde, cuando rocen la edad adulta. Asimismo, serán los encargados de ampliar el negocio familiar, procediendo a la apertura de una segunda sede, en 1972, en la calle Cruz Conde. La historia de la librería Luque va pasando y transcurre de forma paralela a la vida de la ciudad. En el año 2000 se anuncia el cierre de la sede de Gondomar. Nueve años más tarde ocurrirá lo mismo en el caso del establecimiento de Cruz Conde. Factores como la falta de rentabilidad o el daño hecho por la feroz competencia que viene de parte de grandes superficies comerciales se alzarán como decisivos en esta difícil

decisión que es tomada por la familia Luque. La noticia salta a los periódicos, corre como la pólvora y poco más tarde la ciudadanía cordobesa lamenta el cierre de la librería Luque. Las redes sociales no tardarían demasiado en hacerse eco de la triste noticia y pronto se convierten en la platafoma ideal para reivindicar que la librería permaneciera abierta. De este modo, Facebook acoge esta reclamación por medio del grupo “No al cierre de la librería Luque”, que llega a alcanzar varios miles de seguidores en pocos días. Parece que la voz de la ciudadanía cala en cuatro de los trabajadores. Y es que Rafael Osuna, Juan Cabello, Lola López y Andrés Alonso toman la iniciativa, por lo que en noviembre de 2009 se procede a la apertura de una nueva librería que, emplazada en la calle Jesús María, mantiene el nombre de librería Luque. En esta nueva andadura les acompaña un miembro de la familia fundadora, Javier Luque, nieto de Rogelio, que actuará como administrador de la nueva sociedad empresarial. Pese a su reciente creación, el estable-

cimiento conserva con celo el espíritu de la librería Luque de toda la vida: el trato directo y personalizado al lector, la posibilidad de indagar y elegir personalmente a través de las múltiples referencias que conforman su fondo editorial -sin sentirse vigilado por el vendedor- o la de asistir a íntimos actos culturales en su sede, como es el caso de presentaciones de libros o recitales de poesía. El lector de Córdoba sigue sabiendo que “si un libro existe, sin duda, está en la Luque”. Su fondo es muy amplio, abarca las más diversas materias y muestra una cierta especialización en las temáticas de Córdoba y Andalucía, la Tauromaquia o el Flamenco. [+ http://www.librerialuque.es/]


Especial libros y librerías:

Sevilla

Un gato en bicicleta

F Texto y fotografías. Agustín Israel Barrera García.

Mayer cultivó en la Encarnación, con su Metropol Parasol, un nuevo cónclave de la cultura en Sevilla. Las Setas de la Encarnación se han convertido en el atrayente turístico, revisionista y revitalizador del centro de la ciudad, dando lugar a su alrededor al nacimiento de lo que ya algunos han tenido a bien llamar el “soho” sevillano, un cúmulo de nuevos espacios de restaura-

ción, actividades culturales y singularidades comerciales, que están otorgando a este céntrico enclave sevillano un peculiar ambiente al más puro estilo neoyorquino. Si de los comercios singulares de la zona Encarnación hablamos, no podemos dejar atrás a Un gato en bicicleta, una peculiar librería especializada en arte y diseño,

que ha venido a convertirse en un claro referente cultural de la capital andaluza. Esta librería, que tiene su origen en paralelo a las ya reseñadas Setas de la Encarnación, mientras se coronaba el Metropol, una lluvia de libros invadía el número 8 de la calle Regina. En febrero de 2011 abría sus puertas la singular librería Un gato en bicicleta, un local dedicado a la cultura en general donde la venta de libros y objetos artísticos comparte espacio con el teatro, los recitales de poesía, cursos, talleres, conciertos o exposiciones ,entre las que destacan las llamativas propuestas intervencionistas que la dirección de la librería y numerosos artistas han llevado a cabo en su ya más que conocido escaparate. A punto de cumplir su segundo año de vida, Un gato en bicicleta es un más que claro referente cultural, habiendo albergado numerosos eventos claves para la cultura de la capital, como el Mes de la Danza, Perfopoesía, o Contenedores entre otros muchos eventos, como los ciclos de Teatro Mínimo, que desde el pasado otoño ocupan casi la totalidad de los fines de semana con particulares propuestas escénicas de no más de quince minutos, interpretadas por numerosos grupos de teatro de la ciudad. Un nuevo concepto de librería que siendo más un espacio cultural que una tienda al uso, hace que no pasemos nunca por allí sin que la cultura te embriague, ya sea porque encuentres un recital de poesía, la inauguración de alguna exposición


o simplemente porque entre sus numerosos estantes de fabricación propia encontremos una de esas obras que no puedan faltar en tu biblioteca particular o una camiseta de autor que no puedes dejar de tener, un espacio singular, con productos de aún mayor distinción, un espacio donde el tiempo se paraliza, en esta isla bibliográfica del centro de Sevilla.

La poesía, el teatro, la música, la arquitectura, el diseño o la ilustración infantil son algunas de las materias sobre las que podemos buscar en esta curiosa librería, sin duda en arte en todas sus vertientes, pero sobre todo el arte contemporáneo se convierte en su principal línea temática. En los últimos meses, además, Un gato en bicicleta estrenó su línea editorial,

Un paseo por el entorno de la Encarnación, derriba casi con total seguridad en una fresca cerveza en la contigua plaza de la calle Regina, desde donde podemos otear el comienzo de esta calle en pleno proceso de regeneración y renovación, en donde los singulares escaparates de esta librería no nos dejarán impasibles. Libros de los que se derraman sus letras, una exposición de tacones customizados, unas curiosas señales cofrades, junto a un superhéroe defensor de la sevillanía, un enorme pulmón cinético, muebles de los que brota vegetación, una enorme tela de araña de elástico rojo, un conglomerado de miniaturas pintadas de fuscia, un grifo del que emana papel, el ejército de Judas Z, postit naranjas que cubren la totalidad del espacio e incluso performances han sido algunas de las propuestas de este particular espacio expositivo.

con una singular propuesta en viñetas, Capitán Nazareno, el guardián de la sevillanía, un cómic en formato fanzine que se presentara el pasado noviembre y que abrió las puestas a las siguientes propuestas editoriales, como el poemario El cuarto del sordo de Sergio Rodríguez o el catálogo en forma de baraja de la exposición Tarot que se celebra durante este mes. Una vez que hemos pasado el umbral de la puerta, podemos encontrarnos con la zona de exposiciones temporales como la reciente Animalario, comisariada por los mismo libreros, en la que participan más de una treintena de artistas, una mesa construida a partir de palets de madera superpuestos asimétricamente, sobre el que se disponen las novedades que podemos encontrar en este comercio, o una bicicleta a modo de lámpara, que nos sobrevuela. De frente

encontramos un pasillo flanqueado por cajas o palets de madera a modo de estantes que contienen numerosos libros de poesía y arquitectura principalmente. También hallar si seguimos adentrándonos por el local, una araña de cables y bombillas de balón que nos cubre a modo de cúpula o donde un original perchero construido a base de tuberías de pvc que contiene piezas de diseño textil y camisetas de autor como las de la peculiar empresa Indisorder que invita a artistas a diseñar sus prendas. Justo enfrente veremos unos estantes con un curioso orden cromático en los libros. Seguro que nos llamará la atención la tormenta literaria, en forma de libros cayendo, que encontramos con la zona de libros de arte, donde nos sorprende casi tanto como el techo, una vitrina de estilo Luis XVI realizada con cartón donde se muestran numerosos libros de fotografía. Por último y no por ello menos interesante observamos una curiosa imagen de una carpa dorada que nada por un frondoso bosque de troncos grises, y que preside la zona infantil, con una pequeña verja, el suelo de césped artificial del que brotan flores, además de una lluvia multicolor que cubre el techo. Juguetes y cojines completan esta estancia donde los niños pueden pasar el rato, o seleccionar sus primeros libros, mientras sus padres disfrutan del resto de esta original tienda. Un recorrido que seguro nos hará, sin lugar a dudas, volver a esta particular apuesta librera, que es más que eso, un espacio cultural en pleno corazón de Sevilla, donde el reciclaje de materiales, el arte contemporáneo, la originalidad y el gusto por la CULTURA, son sus principales exponentes y donde todos podremos aportar y sentirnos parte de este Gato en Bicicleta [+ http://www.ungatoenbicicleta.es/]


“Un niño que lee, es un adulto que piensa” Inma Otero [+ http://bellartistica.blogspot.com.es]


Jaime Romero Ruiz de Castro La creación a través de la imagen, el movimiento y la palabra: tales son los lenguajes usados por Jaime Romero Ruiz de Castro a lo largo de su aventura creativa. Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, ha producido y dirigido varios cortometrajes, caso de Manipulación. La costumbre del poder, además de fundar la compañía de danza contemporánea Limita2.danza. Entre sus libros destacan Deseo Artificial y Fugacidades Distópicas. En la actualidad, dirige la web dinamizadora y difusora de creación poética Arma Poética. Leyendo evitamos ser plenamente humanos y escribiendo evitamos el soportar todo lo que sentimos, lo que tenemos, pues ¿por qué no tener todo lo que se desea al escribir? Si es que todo lo tenemos podemos liberarnos de toda atadura que significa el papel en blanco. El acto de escribir es sentirse como un centinela de la palabra, donde los contenidos deben apuntar microscópicamente, como el hecho de ubicarse dentro de algo fugaz y delimitar todo término que dispersa el objetivo. Sin embargo no es que le exija perfección, sino que la poesía en sí, poesía, sin aditamentos, sin complejos, sin añadiduras de adjetivaciones vacías no es otra cosa sino poesía. La praxis de conjeturar sobre qué añadir al término poético, es caer en un sentido tácito de no entretejer correctamente la semántica tan extensa como es la de la poesía. Desde la poética de Aristóteles que bien clasificaba poesía épica y dramática, pasando por (dando grandes pasos históricos) Varély, Maiakovsky, Sartre, María Zambrano… todos profundizan sobre la superficie del papel, indagan

sobre los pliegues de la poesía, extrayendo su semiología, su semántica y léxico. No obstante observamos constantemente en este mundo editorial y poético que el fast-food se ha estandarizado y que todo decae finalmente en una monotonía continua donde se adjetiviza POESÍA con decenas de calificativos, simplemente para edulcorar el envoltorio, pues el contenido es el mismo, buena o mala poesía. La poesía localista española (y no la poesía española) avanza entre la cultura del todo vale y el deseo de institucionalización, entre la autogestión del todo es publicable y la mirada indiferente sobre los índices de lectura y la crítica que se caracteriza por un “me gusta o no me gusta”. No obstante no criticamos la dinamización de la poesía que hacen pero algo que añadir, si la hicieran más cercana y más sincera, y con cierta lucidez, podríamos ir todos a una, a la Poesía… [ + http:// www.jaimeromeroruizdecastro.es http://armapoetica.wordpress. com/ http://www.limita2danza.com/limita2danza/limita2danza.html http://vimeo.com/22901911 ]


Existes en mi córnea Existe en mi córnea un reflejo de ti bajo lluvias de lágrimas que no dejan sentir ni un trago de tu piel. VV.AA, Antología Esencias. Editorial Di-Fusión, 2011. Sevilla.

Mi nombre Me llamas nadie cuando tú en todo te hallas. VV.AA, Antología Verde [4]. Editorial El Burro Verde, 2012. Moguer.



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