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Nexus Una revista sobre comunicación social publicada semestralmente por la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Valle Cali, Colombia ISSN: 1900-9909 Año 6 Número 8 Diciembre de 2010 Revista indexada por Colciencias en la categoría C Rector: Iván Ramos C. Decano de la Facultad de Artes Integradas: Hernán Toro. Director de la Escuela de Comunicación Social: Alejandro Ulloa. Director de la publicación: Hernán Toro (herntoro@univalle.edu.co) Editores y Comité Editorial: Patricia Alzate (palzate@univalle.edu.co) Julián González (jugonza@univalle.edu.co) Carlos Patiño (capami@gmail.com) Hernán Toro (herntoro@univalle.edu.co) Comité Científico: Jesús Martín Barbero (jmartin@cable.net.co) Renato Ortiz (rortiz@terra.com.br) Elías Sevilla (esevilla@telesat.com.co) Juan José Hoyos (juajjhoyos@epm.net.co) Boris Salazar (bosalazar@gmail.com) Fabio López (flaroche@yahoo.com) Diseño e ilustración: Andrés Reina Gutiérrez (salomonreina@yahoo.com) Diagramación e ilustración: Sebastian Pérez (tao2012@gmail.com) Impresión: Feriva S. A. (Cali, Colombia) Nexus Escuela de Comunicación Social Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle Apartado Aéreo 25360 Cali, Colombia Telefax: (092) 3309695 3212123 email: herntoro@univalle.edu.co

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CONTENIDO

Presentación Audiencias infantiles: sus contextos de reflexión Maritza López de la Roche.

Pautando los ritmos del videojugar: juego elocutivo y silencioso, juego continuo y fracturado Julián González y Olga Lucía Obando. Pensar con los pies: dinámicas elocutivas, corporales y emocionales en la práctica de videojuego Julián González y Olga Lucía Obando. A propósito del bicentenario y del papel de la prensa decimonónica en la construcción de memorias nacionales Camilia Gómez Cotta.

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Libertad de prensa en el Valle del Cauca. Un análisis descriptivo a partir de las cifras de la Fundación para la Libertad de Prensa Patricia Alzate. El diseño industrial como disciplina liberal Viviana Palacios Vélez y Juan Camilo Buitrago Trujillo. Análisis epistemológico de técnica y tecnología en el desarrollo de un proyecto de diseño Diana Alexandra Rodríguez y Cristian David Chamorro R. ORIGEM. Un caso de mímesis en movimiento Miguel Bohórquez. El tercer laberinto. Máscaras de debilidad y fuerza en los modos discursivos de simulación y simulacro Andrés Reina Gutiérrez.

La humillación de la razón Hernán Toro.

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La inmigración colombiana en el cine reciente Manuel Silva Rodríguez.

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Análisis de Tierra en Trance, de Glauber Rocha Ramiro Arbeláez.

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Sentidos del audiovisual según algunas organizaciones sociales regionales y según algunas políticas estatales nacionales: empalmes y desencajes Camilo Aguilera y Gerylee Polanco.

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Pecado e incesto en ¡Absalón!, ¡Absalón! de William Faulkber y Pedro Páramo de Juan Rulfo Carlos Patiño Millán. Comprensión textual, conocimiento y cultura escrita: resultados de una investigación con estudiantes de la Universidad del Valle Alejandro Ulloa San Miguel y Johanna Carvajal Barrios. Aproximación gnoseológica a las desgracias; una reflexión sobre el arte digital como pretexto para hablar sobre dos trabajos Miguel Tejada. Andrés Caicedo conoce a Joe Briefcase Miguel Tejada y Juliana Soto.

La identidad también se baila Alejandro Ulloa Sanmiguel.

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La EP en la gestión del conocimiento social José Hleap Borrero.

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Evaluación del trabajo de grado “Relaciones interpersonales mediadas por Internet”, de Viviana Pérez Paredes y María Carolina Mosquera Hoyos Giovanna Carvajal Barrios.

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Instrucciones para los autores

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presentaci贸n 6


Uno de los lastres más gravosos padecidos por los estudios de comunicación social en el país es el empirismo. Llamados y autodenominados “comunicadores sociales” hay de todas las marcas, géneros y pelambres: basta que una persona alcance su humilde cuarto de hora de prestigio mediático en cualquier medio del país, modesto o encumbrado, para que de inmediato brille para siempre en su pecho la medalla de comunicador social. Para quienes ven las cosas de esta manera la práctica lo es todo: no hay nada que no se aprenda haciendo. ¿Qué sentido tendría entonces teorizar, por ejemplo, sobre la escritura si se aprende a escribir escribiendo? Les haría bien a estos empíricos (del gr. empeirikós, “que se guía por la experiencia”) leer con atención los versos de T. S. Eliot: “Tuvimos la experiencia pero perdimos el sentido./ Y acercarse al significado restaura la experiencia”. Lo que intentamos con este número de Nexus (lo que hemos intentado en todas nuestras ediciones) es inscribirnos en la perspectiva trazada por Eliot, que es exactamente el contrario del primado de la experiencia, es decir, el vertiginoso y móvil reino del sentido: los verdaderos rostros de la cambiante realidad emergen y se fijan cuando un pensamiento la mira. Los diversos artículos que conforman este número de Nexus –que escrutan el cine, los medios, las audiencias, los videojuegos, la literatura, la escritura, el arte digital, el baile popular, el audiovisual, la educación y problemas cosanguíneos del diseño— son una prueba fehaciente de esa filiación reclamada: ejercicios del pensamiento. Hernán Toro Director Revista Nexus

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AUDIENCIAS INFANTILES: SUS CONTEXTOS DE RECEPCIÓN 1 Por:

Maritza López

Profesora Titular Escuela de Comunicación Social de la Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle, Cali, Colombia maritzaldelar@hotmail.com 8

Resumen:

Este artículo describe los hábitos de consumo de medios y de otros bienes culturales en el marco del tiempo libre de audiencias infantiles diferenciadas. Se presentan a la par una serie de argumentos y de datos empíricos acerca de cómo los niños y niñas se relacionan con los noticieros de TV, con la noción de “información”, y con determinados hechos y personajes publicitados profusamente por los medios. El texto incorpora datos y análisis de dos fases de una misma investigación, desarrolladas en 2004-2005 la primera, y en 2007-2008 la segunda. Las diferenciaciones en cuanto al tipo de medios masivos, programas y textos con los cuales cada grupo de niños y niñas se relaciona cotidianamente interesan aquí en función de cómo es la recepción de la oferta mediática por diferentes grupos sociales, incluidos el pueblo indígena Guambiano y varias comunidades afrodescendientes. Además, registrar la recepción diferenciada es relevante, en tanto esto permite rastrear los procesos desiguales de distribución del conocimiento y cómo se gesta la socialización política de las nuevas generaciones.

Palabras clave:

Audiencias infantiles, Capital escolar, Representaciones sociales, Medios, Recepciones.


¿Cómo son las relaciones de los niños y las niñas con las noticias de la TV2? La investigación que sustenta este artículo examina la influencia de los medios masivos, y principalmente de la televisión, en las construcciones de la realidad que hacen los niños y las niñas. Dos fases de trabajo de campo, las cuales son el fundamento del análisis, cumplieron las labores de identificar, describir e interpretar imágenes y discursos de los medios que se han grabado en las memorias de los menores participantes, y son reproducidos en lo que hablan, en sus ideas sobre el mundo y en sus interacciones. Las diversas representaciones sociales no serán abordadas aquí, ya que este texto se concentrará en la descripción de lo que la perspectiva culturalista ha denominado el “social setting”, o lugar social dentro del cual se realizan los procesos de interacción entre sujetos y medios3. La investigación aludida reconoce y documenta diversas “mediaciones” que intervienen en las “representaciones sociales”, es decir, en las ideas que construyen los niños y las niñas a través de su contacto diario con la TV. Las “mediaciones”, podemos considerarlas como “factores” o “variables” que contribuyen a dar determinada forma a las interpretaciones de los mensajes de los medios, y operan en la medida en que un niño o niña pertenezca a una clase social, a una etnia, asuma una particular identidad de género, haya acumulado o no capital ecolar, sea influido por alguna ideología familiar, esté situado en cierta ubicación geográfica, y viva en la ciudad o en el campo, entre otras4. Se hará un resumen de cómo son las relaciones de diferentes grupos de niños colombianos, socioculturalmente diferenciados, con los medios de comunicación; y se analizará el conocimiento que tienen sobre determinados temas, algunos de los cuales son incluidos frecuentemente en las agendas de los medios. Esta parte es el “contexto de la recepción” e incluirá elementos para evaluar cómo son sus relaciones con los géneros informativos. Se ha considerado pertinente introducir dicho tema específico por dos razones. La primera es que este trabajo se interesa por la socialización política de las nuevas generaciones. La segunda, porque aunque los menores no son espectadores asiduos de noticieros, ni los ven por su propia voluntad, el examen de sus relaciones con este género permitirá conocer algo acerca de cómo ocurren los procesos de distribución del conocimiento social a través de los medios, y además aportar elementos para la comprensión del origen de algunas de sus representaciones sociales, que pueden estar influidas por la información noticiosa y los diálogos cotidianos acerca de los hechos de actualidad. El texto se organiza tomando en cuenta la agrupación de todos los niños participantes en dos grandes categorías diferenciadas: niños con capital escolar restringido (CER) y niños con capital escolar ampliado (CEA). Dichas categorías se utilizan en el análisis y se explican en la nota final de este artículo. Se advierte, sin embargo, que al interior de cada una de tales categorías se señalan diferenciaciones importantes que son explicadas aquí, aunque parcialmente por las limitaciones de espacio. La información cuantitativa citada proviene de la encuesta que hizo parte del trabajo de campo durante 2007-2008. Se aplicó a 130 niños en total, con edades entre los 7 y 12 años. Se encuestaron 60 niños en Bogotá, 39 en Puerto Tejada y 31 en Guambía. Todos los niños encuestados participaron en los talleres realizados como parte del trabajo empírico.

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¿Aprenden los niños y las niñas con la televisión? El conflicto armado ocupa el primer lugar en cuanto a los tópicos con los cuales los niños colombianos están familiarizados y que hacen parte de su memoria, incluidas las referencias al ejército. Sin embargo, para los niños rurales -del pequeño poblado de Zaragoza cercano al Litoral Pacífico del Valle, y del pueblo indígena guambiano en el Cauca- lo que saben acerca de la guerrilla y el ejército se deriva de su experiencia inmediata. Es decir, es una realidad local. Al referirse a los soldados afirman que “Pasan por aquí (…) nos protegen”, y “Están abajo, más lejos de Silvia”. El ejército y la guerrilla son conocimientos de su ámbito cotidiano. Entonces los niños rurales contrastan radicalmente con los urbanos en cuanto a sus percepciones del conflicto armado, pues los niños de las ciudades se enteran de la guerra en Colombia es a través de la pantalla del televisor. En este sentido la ubicación geográfica también opera como mediación cuando los niños manifiestan sus preferencias por determinados temas de las noticias que se transmiten en los noticieros de TV. De acuerdo con los resultados de la fase 2 del trabajo de campo, las noticias del conflicto armado generan mayor interés entre los niños de Guambía y de Puerto Tejada (33,3% cada uno) que entre los niños de Bogotá (8,1%), muy seguramente porque en los dos primeros casos este tipo de noticias hacen parte de su realidad local. Los niños de Zaragoza no fueron consultados en la fase 2. De ahí que no aparezcan preferencias de ellos sobre noticias de guerra, aunque están localizados en una zona de combates.

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Los niños urbanos -de Cali, Bogotá y el municipio de Puerto Tejada en el Cauca5 - nombran a la TV como la fuente principal de lo que saben sobre el conflicto armado, y de hecho la oferta diaria de imágenes y discursos sobre el ejército y la guerrilla es grande en las diversas emisiones y segmentos de los canales comerciales nacionales, de los canales administrados por el Estado, y de los canales regionales: en los noticieros, en las cuñas publicitarias, en algunos dramatizados. Sin embargo, también debe contemplarse que los términos de “ejército” y “guerrilla” se han vuelto parte de las conversaciones cotidianas en la sociedad colombiana, de tal modo que hay que asumirlas como representaciones puestas en circulación por los sistemas de medios, pero también internalizadas por los grupos sociales y que hacen parte de los intercambios lingüísticos comunes. Debe registrarse, sin embargo, que los niños pertenecientes al grupo de afrocolombianos de sectores populares de Cali no respondieron adecuadamente al ser preguntados sobre el ejército. Su percepción de la guerra también es precaria, e identificaron “los gobernantes” con los policías que ven en las calles de su barrio. Un dato significativo que hay que tener en cuenta es que, con escasas excepciones, todos los niños asignan sentidos negativos a la guerrilla. Aparecen definidos como “ejército malo”, “asesinos”, personas que “matan”, y “amenazan”.Y los niños los relacionan con “secuestros”. 6 La mayoría de los niños y niñas participantes en los talleres saben con claridad que en Colombia hay un conflicto armado7. En contraste, la condición de “desplazado”, o de refugiado interno, una consecuencia de la guerra, es un fenómeno social sobre el cual los niños no saben o tienen una percepción confusa. Pocos de ellos, todos de capital escolar ampliado, asocian el “desplazamiento forzado interno” con el éxodo de personas de su lugar de origen por causa de la presión de grupos armados. Los otros simplemente le asignan el significado de “gente en la calle, pobres”, que coincide con los avisos que ha publicitado la televisión colombiana, imágenes que no ofrecen información sobre las causas de que los desplazados circulen y sean vistos en las ciudades colombianas grandes y en los municipios de las regiones8.


El segundo lugar en cuanto al tipo de tópicos sobre el cual la mayoría de los niños demuestra un buen grado de conocimiento está constituido por “la cultura internacional popular” .9 Los nombres de deportistas, de “reality shows”, y de presentadoras de TV son reconocidos por la mayoría. Se reitera la pista sugerida por una investigación anterior: la “información blanda” o “liviana” es el tipo de información con la cual casi todos los niños están familiarizados. Los futbolistas, pilotos de Fórmula 1, cantantes o héroes de los “realities” son imágenes puestas en circulación principalmente por la televisión en sus segmentos de farándula y deportes, y en los comerciales10. En contraste, temas como la reelección del presidente colombiano Uribe, Osama Bin Laden y los “desplazados”, acerca de los cuales se les preguntó a los escolares participantes, fueron evaluados como indicios acerca de si los niños han estado o no en contacto con las franjas de información de la oferta televisiva y de la prensa escrita, y a la vez si hablan sobre estos temas con los adultos o con sus profesores. La familiaridad de los niños con la “información blanda o liviana” también se observa entre los escolares de capital escolar restringido de Bogotá, Guambía y Puerto Tejada en la fase 2 del trabajo de campo desarrollada durante 2007 - 2008. Incluso el caso de Hugo Chávez, presidente de Venezuela, puede incluirse dentro de la cultura “light”: el tratamiento que los medios colombianos le han dado ha sido tan sensacionalista que su rostro y figura han tomado un carácter similar al que se le da a los personajes de la farándula y el entretenimiento: es reconocido por absolutamente todos los grupos, incluso los sectores populares rurales, tengan o no algún grado de cultura política. En contraste, no sucede lo mismo con el entonces vicepresidente colombiano Francisco Santos. Es una de las fotografías menos reconocidas, porque es un personaje del campo político nacional que no ha sido “construido” por la TV con los rasgos del sensacionalismo11. Las imágenes más identificadas en Bogotá, Guambía y Puerto Tejada coinciden con los personajes de los que más se estaba hablando en los medios de comunicación en el momento en que se aplicó la encuesta; incluso es el caso de Andrea Serna, la presentadora de TV con su programa El factor XS, concurso musical para niños. Se confirma lo citado arriba: Hugo Chávez es reconocido de manera exacta casi con el mismo porcentaje en los tres lugares citados, situación que no ocurre con ninguna otra de las imágenes o palabras sobre las cuales se preguntó a los niños. Debe registrarse el contraste entre las respuestas sobre el reconocimiento de las letras “WWW”, lo cual puede tomarse como un indicio acerca de la familiaridad de los niños con la red Internet: Saben a qué se refieren estas letras aproximadamente 70% de los niños de Bogotá. A pesar de pertenecer a sectores populares, el contexto urbano ofrece más ocasiones de contacto con las tecnologías o de alusión a ellas. En cambio los niños y niñas del pequeño municipio de Puerto Tejada (15%) y los del pueblo guambiano (12%) están mucho menos enterados acerca de Internet. Este tema se profundizará más adelante. Retomando los resultados de la fase 1, en los grupos de capital escolar ampliado los niños demuestran un buen nivel de información acerca de lo que podemos llamar “temas de actualidad”. Estos niños establecen una relación de mayor “cercanía” con la oferta de información de la TV. No es que les gusten los noticieros ni que ellos mismos los elijan cuando encienden el televisor. Los ven “de reojo” con sus padres, abuelos o tíos, sin atención concentrada. Lo que aquí pesa es la actitud familiar que se interesa por ciertos asuntos, los comenta, conversa sobre ellos y da sus juicios.Y en ese escenario hogareño el niño es influido por los intereses de los adultos, y por su percepción y valoraciones de algunos de los hechos que suceden en su localidad o en el país, o de los que presentan los géneros informativos. Otro factor o “mediación” que opera en este caso es la educación formal, pues lo visto y oído en casa entra en relación con el capital escolar acumulado.

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En los sectores populares la mayoría de los niños han declarado que no les gustan los noticieros porque les parecen “aburridos” y muy largos, y porque no les agradan las noticias sobre masacres y sobre desastres, algunas de las cuales les producen tristeza. El noticiero, entonces, aparece disociado de las características de la televisión de entretenimiento, y “localizado” en otra categoría: no sólo asocian este género con algo tedioso, sino que también lo relacionan con lo no placentero, y como fuente de hechos desagradables, por lo trágicos. Hay que resaltar, sin embargo, que los grupos urbanos de todos modos consideran “la información” o el “estar informado” como un valor deseable, y así lo declaran. Este ideal de la modernidad parece haber sido interiorizado por ellos. En la fase 2 se obtuvieron los hallazgos que se registran en las páginas siguientes, con respecto a lo que les gusta y no les gusta a los niños de los noticieros. Al ser preguntados los niños qué les gusta, sus respuestas fueron agrupadas en cinco categorías, así: La primera es la de Características, de acuerdo a si les atribuyen a los noticieros determinada valoración, como “importantes”, “interesantes” u otra. La segunda categoría es la de Componente o sección según hayan dicho que les interesa alguna parte especial del formato del noticiero. La tercera categoría es la de Tema, si los niños y niñas especifican qué tipo de noticias son las que más les interesan: “Noticias en general”, “locales”, “nacionales”, “internacionales”, “de accidentes”, “del conflicto armado”, “de desastres”, “de fallecimientos”, “de historias de personas”, “económicas”, “esotéricas”. La cuarta categoría es la de Educación, que cubre los casos en los que los niños consideran que el noticiero les ofrece algún tipo de aprendizaje. La quinta categoría es la de Implicación, que abarca el grado de cercanía o relación que una noticia pueda tener con las vidas cotidianas de los niños espectadores, lo cual ya se abordó en el capítulo precedente.

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En Bogotá y en Puerto Tejada para 56,1% y 31,9% de los niños entrevistados el elemento de los noticieros que más les interesa es la agenda de temas que las noticias abordan, enumerados en el párrafo anterior. En Bogotá les llama la atención las noticias de desastres y las internacionales (24,3% cada una). En Puerto Tejada las noticias del conflicto armado, (33,3%), seguidas de las noticias sobre accidentes y desastres (13,3% cada una). En Guambía las del conflicto armado y las de desastres fueron citadas en igual proporción (33,3%). Sin embargo hay que aclarar que a los niños les gustan las noticias sobre el conflicto solamente cuando hay informaciones positivas como la liberación de secuestrados. Se retomará este tema. En Guambía el aspecto que más les llama la atención es determinado Componente o sección de los noticieros; 37,9% de los niños entrevistados mencionaron la sección de deportes como la gran favorita. En Bogotá y Puerto Tejada, determinada Sección de los noticieros es el elemento que en segundo lugar dicen los niños que les interesa. La sección de deportes también es la que tiene mayor aceptación. A pesar de que la categoría Educación no registra porcentajes altos (10.6% en Bogotá y 6.4% en Puerto Tejada), no deja de ser importante que algunos niños de las localidades urbanas encuentren en los noticieros la posibilidad de aprender algo, en algunos casos relacionado con su propio comportamiento, en otros con prevención de riesgos que pueden correr en su ciudad. Finalmente, hay que decir que una alta proporción de niños en Guambía declaró que no sabe con exactitud qué es lo que más les gusta de los noticieros (44,8%). Esto puede estar relacionado con el hecho de que la mayoría de estos niños y niñas no ven televisión con regularidad. El 48,4% de ellos dicen que ven noticieros “a veces”. Aunque esta cifra no se aleja mucho de las registradas en Bogotá y Puerto Tejada, en Guambía la mayoría de los niños no tiene televisor en su propia vivienda, sino que van a ver televisión donde vecinos o familiares. En consecuencia, la relación de estos niños con el televisor y con los noticieros no es frecuente, como en las otras dos ciudades citadas en este párrafo, donde se realizó la fase 2 del trabajo de campo.


Lo que les gusta a los niños de los noticieros, según la localidad donde viven

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Al ser preguntados los niños qué no les gusta de los noticieros sus respuestas fueron agrupadas en 6 categorías: La primera es la de Características, de acuerdo a si les atribuyen a los noticieros determinada valoración. Se identificaron las siguientes: “Aburridos”, “Extensos”, “No tienen credibilidad”, “Poco importantes”, “Repetitivos”, y se acuñó la categoría de “Condenan a protagonistas de la noticia” cuando los niños expresaron un juicio negativo sobre algún personaje. La segunda categoría es la de Componente o sección según hayan dicho que les disgusta alguna parte especial del formato del noticiero. La tercera categoría es la de Tema, si los niños y niñas especifican qué tipo de noticias son las que no les gustan, así: “Noticias de accidentes”, “del conflicto armado”, “de desastres”, “de fallecimientos”, “de manifestaciones públicas”, “de política”, “de robos”, “de violencia en general”, “de violencia-internacionales”, “judiciales”. La cuarta categoría es la de Identificación emocional, que cubre los casos en los que los niños consideran que las noticias afectan negativamente su estado de ánimo. La quinta categoría es la de Implicación, que abarca el grado de cercanía o relación que una noticia pueda tener con las vidas cotidianas de los niños espectadores. A los niños encuestados en Bogotá lo que no les gusta de los noticieros son las características de estos programas (55,9%). Para la mayoría de ellos los noticieros son aburridos (68,4) y en menor grado extensos y repetitivos (10,5% en cada caso). En cambio para los niños de Puerto Tejada determinados temas es lo que menos les gusta de los noticieros (49,0%). Las noticias que causan más rechazo entre estos niños son las del conflicto armado (20,8%), las de robos (16,7%) y las de violencia en general (12,5%). Aunque pareciera existir una contradicción entre estos niños con respecto a las noticias del conflicto armado pues ellas también aparecen como las que más les gustan (Ver cuadro) tal contradicción no se presenta, porque lo que realmente les gusta a estos niños no son las noticias sobre secuestros, sino las de la liberación de personas secuestradas. El énfasis de los niños de Puerto Tejada en este aspecto particular obedece a que en el momento en que se aplicó la encuesta en esta localidad se presentó la liberación por parte de las FARC de las políticas Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo. 12, un hecho que los noticieros cubrieron ampliamente. Las respuestas de estos niños a la pregunta “¿Qué no te gusta de los noticieros?” confirma justamente que lo que a ellos no les gusta de las noticias sobre secuestros es que este problema suceda en Colombia.


Una situación similar se evidencia en Guambía. No sólo son determinados temas de las noticias lo que menos les gusta a estos niños de los noticieros, sino también determinados componentes o secciones de los mismos (20,7% en cada caso). En relación con los temas, las noticias que menos les gustan son las del conflicto armado (33,3%), las de accidentes, de desastres, de fallecimientos y las de violencia: -No me gustan las noticias malas, de masacres. (Niño 12 años - Bogotá). -Por las muertes, por los derrumbes, los huracanes, terremotos, porque de pronto viene un huracán para Bogotá. (Niño 9 años - Bogotá). -Muy aburrido cuando hablan, cuando dicen que hay “hartos” muertos y cuando atropellan a alguien. (Niña 9 años – Bogotá). -Cuando pasan noticias sobre casas dañadas con armas. ( Niño 8 añosGuambía). -Las noticias de las inundaciones (Niño 11 años-Guambía) En cuanto a las noticias sobre el conflicto armado, lo que específicamente no les gusta a los niños de Guambía de este tipo de noticias, son las acciones crueles.

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En cuanto a la categoría de implicación sólo en Puerto Tejada aparecen registros de esta percepción de las noticias, con respuestas como las siguientes: - …matan muchos niños. Niños que salen con cuatro manos, niños que los ponen en la estufa… (Niño – 9 años). - …cuando violan a los niños… (Niña – 9 años). Lo anterior sugiere que los niños se interesan por una noticia cuando esta involucra a otros niños y niñas, sus semejantes. Aunque las respuestas a la encuesta parecerían sugerir que este factor no es importante (sólo un 10% lo mencionaron) el trabajo cualitativo de los talleres sí hizo visible que para ellos y ellas es importante el grado de implicación.

La televisión sola no es buena informadora, ni transmisora de contenidos factuales. La pantalla televisiva no es eficaz en comunicar información, construir representaciones, formar valores o proponer modelos de comportamiento, si no ocurren simultáneamente otras mediaciones ejercidas por los pares en edad o los adultos con los cuales los niños interactúan. Un dato aparentemente contrario a lo que se acaba de señalar, es que los niños identifican a la televisión como la principal proveedora de sus conocimientos sobre la realidad, excepto en los grupos de capital escolar ampliado, en los cuales los padres superan a la TV como fuente de información. Es decir, ellos son nombrados con mayor frecuencia como los que ofrecen a los niños ideas y conocimientos sobre los temas consultados, aunque la televisión también es citada como referente importante. Durante la fase 2 se preguntó a los niños de 3 localidades acerca de cuatro temas informativos, para saber qué conocimientos tienen los niños: “SIDA”, “IVA” (impuesto a bienes de consumo), “Calentamiento global” y “Parapolítica”. Este último es un término que alude a la infiltración de los paramilitares en las instituciones del estado colombiano incluido el Congreso, y se trata de una palabra que ha sido publicitada de manera frecuente en los noticieros y programas de opinión de la TV, y además en la radio y la prensa. Los niños y niñas de Puerto Tejada y Guambía no respondieron acerca del “Calentamiento global” ni de la “Parapolítica”. O sea que no tienen conocimientos sobre estos hechos o palabras13. Entre las fuentes a través de las cuales los niños encuestados obtuvieron información acerca de la palabra SIDA, la televisión es el medio más nombrado en las tres localidades, principalmente en Guambía. No obstante, los profesores y los padres también son citados como emisores de información sobre este tema, pero con una enorme distancia de la TV. Al parecer, los padres y los profesores de Bogotá están más dispuestos a hablar sobre este tipo de temas que los de las otras dos localidades. Es necesario destacar, en el caso de Guambía, la importancia de la radio como un medio a través del cual también se obtienen conocimientos sobre diferentes temas, como por ejemplo el SIDA. Nótese que los tres grupos de niños de sectores populares han nombrado la radio, y que –en contraste- no hay mención alguna de los periódicos. El análisis de los datos muestra que en el mundo infantil pesan mucho los adultos en cuanto a su influencia en la socialización de los menores. Tan sólo en Puerto Tejada los niños expresaron que saben acerca del SIDA “por sus amigos”. En la mayoría de los casos priman los adultos. Más adelante en la adolescencia y juventud los pares en edad serán prioritarios como referentes , pero sobre todo en la etapa más temprana, aproximadamente hasta los 10 años, los padres y maestros son percibidos por los niños como muy importantes en sus funciones de “mediadores” de sus creencias, conocimientos, actitudes y valores, y así ellos y ellas lo expresan.


Los niños de capital escolar ampliado dicen ver televisión en compañía de alguno de los padres o con los hermanos y hermanas. Sin embargo, la disponibilidad de un mayor número de aparatos de TV en el hogar, y la situación habitual de que el padre y la madre trabajan, hace más frecuente que los niños de sectores sociales altos vean más tiempo la televisión solos. En los sectores populares la situación más usual es la de ver televisión en compañía, pues la disponibilidad de aparatos receptores es menor, y a menudo conviven en grupos familiares más numerosos. En el caso de los niños rurales entrevistados, en Guambía en las fases 1 y 2 y en Zaragoza en la fase 1, a veces ven televisión o proyecciones de VHS o DVD en la vivienda de otra familia, puesto que disponer de un televisor por hogar no es lo común. Además, se recuerda que en 2004 cuando se hizo el trabajo de campo en Zaragoza fuimos informados acerca de que durante 2 años no habían tenido la señal de TV por haber sido destruida la antena transmisora. La televisión es la principal fuente de información citada por una proporción alta de niños. Según ellos y ellas lo han afirmado, aprenden de la pequeña pantalla acerca de un rango amplio de temas. Puede que en realidad no sea la TV la que tiene el predominio, pero los niños y niñas así la perciben. Los padres son citados en segundo lugar, pero con bastante diferencia. Ya se aludió antes al tema del poco reconocimiento de los padres como proveedores de información, a excepción de las familias de capital escolar ampliado. Tanto padres como educadores se ocupan de manera selectiva de determinados temas, y descartan otros: por ejemplo, según los niños sobre el SIDA o el calentamiento global aprenden en el colegio o escuela más que en la familia. En relación con sucesos de actualidad del país o internacionales la escuela no es citada por los niños como proveedora de información. Tampoco la cultura “light”, los realities o las vedettes deportivas se incluyen en los tópicos que aparecen dentro del tiempo y el espacio escolares. Paradójicamente, aunque los niños de capital escolar ampliado pertenecen a instituciones que tienen estándares de calidad educativa superiores a los planteles de los otros niños participantes, estos niños escasamente han señalado a los profesores y al colegio como las principales fuentes de lo que saben sobre la mayoría de los temas consultados14. Hay que señalar una particularidad del mundo rural: los niños mencionan “la gente dice” o “todo el mundo dice”, expresiones que, en este contexto, equivalen al peso que en la construcción de significados toma la comunidad relativamente pequeña de la cual hacen parte, y las culturas orales.

La información reunida y analizada sugiere que es menor la i nfluencia de los medios entre mayor es la “mediación” de los padres o adultos que rodean al niño, y del sistema escolar. Es decir, estas dos últimas agencias disminuyen el influjo de los medios cuando actúan como instancias fuertes que proveen de conocimiento y argumentos a los niños sobre determinados temas. En el caso de los niños de capital escolar ampliado, la información de los medios -aunque esquemática y deficiente- cae en terreno fértil para que a partir de unas pocas pistas alusivas a una u otra situación, los niños establezcan algún tipo de intertextualidad con lo que conversan y aprenden con los adultos, y también con lo que leen y se instruyen en el sistema escolar. De tal modo que esos “mínimos” que pone en circulación el sistema convencional y comercial de medios e información -que es el que la mayoría de familias ven- “se crucen” en alguna medida con otros conocimientos y “textos”, y se propicien así reelaboraciones más complejas de lo que los medios ofrecen. De lo anterior se deduce que son necesarias las “mediaciones” de los adultos del grupo familiar, y de los educadores, para activar el potencial formativo o instruccional de la televisión y de otros medios. Los cuales -por sí solos- no son eficaces en propiciar determinados tipos de aprendizaje. Nótese que se hace referencia a cuatro mediaciones: el acervo de conocimientos de la familia, junto con la acción socializadora que ella realiza; y el capital escolar que ofrece al niño la institución educativa, junto con la acción de enseñanza que esta ejerce. Es decir, que lo que pesa aquí son las interacciones interpersonales. No basta el mero capital escolar que tanto la familia como la escuela hayan acumulado. Es oportuno reiterar ahora que los niños reconocen a los adultos como interlocutores importantes en sus procesos de aprender sobre el mundo que los rodea. Para que los medios actualicen su potencial instructivo o formativo deben ocurrir procesos de comunicación intersubjetiva: conversaciones e interacciones entre niños y adultos, y entre pares en edad. Esto parece indicar que los procedimientos del diálogo y la expresión oral serían elementos esenciales de una pedagógía orientada a activar el potencial de conocimientos de los niños y niñas a través de ver con ellos los noticieros , y otros géneros de los cuales puedan derivarse aprendizajes intelectivos y también emocionales.

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Todos los niños no consumen la misma “dieta” diaria de TV: El “capital escolar” corresponde a patrones diferenciados de consumo de medios.

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La “mediación” o variable a la cual hemos dedicado especial atención es el capital escolar del niño, asociado a su historia familiar. Hay evidencia de un mejor nivel de información sobre asuntos de actualidad, mayores conocimientos sobre temas relacionados con el país, y mejores competencias lógicas y lingüísticas en niños de capital escolar ampliado. Sin embargo, también tiene que considerarse, en la adquisición de capital escolar, la “cuota” que corresponde tanto a la televisión como a los computadores y a Internet, y la acción que pueden haber tenido estos medios en la activación de habilidades cognitivas en este grupo particular de niños y niñas, gracias también a que el “menú” especial de medios audiovisuales transnacionales de los que se nutren, (series y películas extranjeras, a menudo filmes en inglés o francés, y en general programas en formatos estéticamente más complejos) no es equiparable a la dieta de telenovelas o películas de acción de los sectores populares. La televisión sigue siendo la tecnología que copa una proporción más alta del tiempo de los niños hasta aproximadamente los 12 años, comparada con el Internet o los videojuegos. La disponibilidad de televisores va de un promedio de tres aparatos en los hogares de clase social superior, a la no existencia de un televisor por familia en el mundo rural. La TV la nombran los niños como proveedora de las imágenes y discursos sobre la realidad en mucha mayor medida que a los otros medios de comunicación. En segundo lugar aparece la radio, pero sólo es citada por los niños de sectores populares, y por los rurales. En los hogares de los niños de capital escolar ampliado existen reglas claras que fijan límites fuertes al número de horas dedicadas a la televisión. El número promedio de programas que estos niños ven al día es de 3, o sea aproximadamente hora y media de televidencia. En contraste con el grupo de capital escolar restringido, donde se registran consumos de 6 o 7 programas, es decir más de 3 horas de televisión diarias. Las telenovelas están prohibidas explícitamente en algunos hogares de capital escolar ampliado, y en algunos casos también los programas de contenidos violentos.

Durante las entrevistas los escolares de capital escolar ampliado afirman ver los noticieros de las cadenas comerciales colombianas, y también nombran a CNN. Ya se explicó antes que aún en los sectores sociales altos de cultura ilustrada los niños y niñas ven noticieros de manera más bien desatenta e inconstante. La información que adquieren y organizan mentalmente debe adjudicarse más que a la televidencia del noticiero a los intercambios lingüísticos con sus padres o con los adultos del grupo familiar. Se trata de niños con excelentes competencias de lecto-escritura, quienes leen regularmente, y por ende están dotados de buenas competencias lógicas y lingüísticas. Así mismo, se trata de niños estimulados por las conversaciones dentro de su misma familia en cuanto a los temas relativos a los hechos político-sociales del país y del mundo. Otro dato clave es que en los grupos de capital escolar ampliado aparece la prensa como fuente de información, especialmente alrededor de los temas del conflicto armado colombiano, la reelección presidencial de Uribe en Colombia durante la fase 1 del trabajo de campo, y la información internacional. Los niños de este grupo mencionan los periódicos. La disponibilidad de material impreso en los hogares de capital escolar ampliado, y el participar así sea parcialmente en las prácticas de lectura del periódico de los adultos, incide en las modalidades y frecuencias con las que los niños puedan recurrir a la prensa escrita y a la lectura de impresos como fuentes de información. En contraste con lo anterior, los niños de capital escolar restringido y de sectores populares de Cali se refieren a los periódicos El caleño y Q´hubo, es decir, a la prensa popular. También nombran a la radio, y así mismo lo hacen los niños rurales. Pero este último es un medio con el que los niños de capital escolar ampliado tienen poco contacto, a no ser para escuchar música. Los niños de capital escolar restringido no parecen tener el hábito de ver el noticiero de televisión. Ya se ha dicho que los de Zaragoza, el pequeño poblado de afrodescendientes, en la fase 1 del trabajo de campo (2004-2005) no habían tenido señal de TV por 2 años. Es una de las razones por las cuales este grupo no demostró información sobre tópicos que en su momento fueron mostrados por la televisión recurrentemente, tales como la reelección del presidente, la figura de Osama Bin Laden, y ni siquiera el reality de Caracol TV Desafío 20-04. En cuanto a los niños de Guambía no disponen de un televisor en cada vivienda. Durante la fase 1 también evidenciaron escasos conocimientos de la información que circula por TV. Su relativo aislamiento –tanto geográfico como cultural- como grupo étnico con características y prácticas singulares es una condición que marca su desconocimiento de algunos asuntos del orden nacional e internacional, rasgo que se comprobó a través de varias actividades durante el trabajo de campo. En resumen, en el caso de los dos grupos de niños rurales que participaron en el trabajo de campo durante la fase 1 se registró que la influencia de los medios en sus representaciones sociales y en su percepción de la realidad era relativa.


En la fase 2 (2007 - 2008), la relación de los niños de Guambía con la televisión seguía siendo poco frecuente, por razones que ya se han explicado: de 31 hogares entrevistados solo 17 tenían un televisor en su casa. Por otra parte, aunque un poco más de la mitad del grupo encuestado disponía del aparato receptor, la mayoría de ellos afirmaron no ver televisión todos los días (83,9%). Las razones por las cuales no ven televisión con tanta frecuencia las explican así: - En la casa colaboro bastante y sólo veo a veces en las noches. (Niño, 10 años). - No veo televisión porque mi mamá no me deja, ella me dice que tengo que estudiar. (Niña, 9 años) - Porque no quiero ver, porque salen malas películas. (Niño, 8 años). - No veo televisión todos los días porque hago tareas y leo cartillas Nacho. (Niña, 8 años). - Porque mi papá me dice que estudie. (Niña, 9 años). - No me gusta ver televisión. (Niña, 8 años). - Mis papás me dicen que vea poco porque se me dañan los ojos. (Niño, 8 años). - Porque a veces presentan cosas feas. (Niño, 11 años) La televisión no parece deslumbrar a los pequeños guambianos que aún asisten a la escuela primaria. Quizá por los días más cortos en los hábitos de familias agricultoras –levantada y dormida temprano-,y porque las familias pasan más tiempo al aire libre. Pero, más significativo aún, puede ser que los niños y niñas de este pueblo indígena intuitivamente no sientan afinidad o no encuentren placer en el flujo de situaciones, gustos, imágenes y diálogos que la TV les lleva, ya que los contenidos de “la caja” pueden resultar bastante discordantes en el medio ambiental y cultural donde habitan. En la fase 2 de la investigación las principales variables tenidas en cuenta fueron ubicación geográfica, nivel socioeconómico, capital escolar, etnia, y género. Estas “mediaciones” ejercen su influencia a la hora de analizar la frecuencia con la que los niños ven noticieros. Se debe recordar que en la fase 2 participaron solamente niños de sectores populares. En general, la mayoría de los niños y niñas entrevistados en las fases 1 y 2 no ven noticieros con frecuencia, como se señaló al comienzo. No obstante, la mayor o menor regularidad con la que ellos y ellas ven noticieros parece estar determinada por el capital escolar y por el nivel socioeconómico, pero también por el lugar geográfico donde viven (urbano/rural). Los niños de Bogotá, aún siendo de sectores pobres y de capital escolar restringido presentan una mayor exposición a los géneros informativos, si se comparan con los otros niños populares de Puerto Tejada y Guambía. En relación con la segunda variable,

se puede establecer una asociación a manera de hipótesis, entre la existencia de una situación socioeconómica precaria y una menor exposición de los niños a los géneros informativos. Por ejemplo, en el caso de Puerto Tejada las condiciones socioeconómicas y el nivel de vida de los niños encuestados en esta localidad son notablemente inferiores con respecto a las de los niños encuestados en Bogotá. La variable “etnia” tiene qué ponerse en cuestión, y atender más bien al grado de politización/despolitización del grupo de Puerto Tejada y del grupo de Guambía, más que a características culturales específicas. Los niños de Guambía pueden tener más interés en los géneros informativos gracias a sus relaciones cercanas con los procesos e instancias de toma de decisiones dentro de su comunidad indígena, ya que tanto las autoridades indígenas como el lugar donde está situado el Cabildo están localizados en su ámbito cotidiano inmediato. Puede entonces especularse acerca de que tengan un grado mayor de socialización en los asuntos públicos que los niños de Puerto Tejada que participaron en la fase 2 del trabajo de campo. Se revisan a continuación los datos acerca de la televidencia de noticieros en los grupos de niños populares participantes. La mayoría de estos niños ven los noticieros de los canales privados nacionales, es decir, Caracol y RCN. Caracol noticias tiene una mayor aceptación entre los niños de Bogotá y sobre todo entre los de Guambía. Mientras que los niños de Puerto Tejada prefieren ver Noticias RCN. No obstante, en este caso la diferencia entre ambos noticieros no es significativa. En contraste, sí es importante destacar la preferencia por los noticieros locales que se da principalmente en Bogotá, en el caso de City noticias. También hubo mención en Puerto Tejada de los noticieros del canal regional más cercano, Telepacífico, transmitidos desde Cali, que son 90 minutos y Noti 5. Los niños de Guambía no mencionaron ningún noticiero local, hecho que requeriría explorar otros aspectos como el medio a través del cual reciben la señal de televisión, pues la ausencia de otras opciones explica que sólo ven los noticieros nacionales de las cadenas comerciales.

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Aprendizajes triviales y déficit de información Los géneros que los niños de capital escolar restringido consumen (dibujos animados, telenovelas, series y películas de acción) hacen que la televisión que ellos ven sea una “agencia” con efectos limitados en cuanto a los aprendizajes que pueden desarrollar, y al tipo de información que reciben. Por lo tanto, se retoma aquí al argumento de la crítica cultural argentina Beatriz Sarlo, cuando se pregunta si Mickey Mouse y los video juegos es el equipamiento cultural que los niños necesitan para situarse y desempeñarse en las sociedades latinoamericanas contemporáneas, desiguales, competitivas, y donde quienes toman las decisiones que afectan los intereses colectivos han sido entrenados en saberes “duros” como la economía, las finanzas, la electrónica o la investigación científica.15 Muniz Sodré ha planteado que la televisión comercial, con su abundancia de contenidos populares, tiene una especie de “contrato de lectura” con los estratos económicamente inferiores de la sociedad.16 Debe hacerse la precisión de que no se trata únicamente de escaso capital económico sino de la precariedad de capital escolar, y de la no familiaridad con bienes culturales diferentes de los de “la cultura internacional popular” sobre la que ha escrito el investigador Renato Ortiz.17 En la fase 2 de la investigación realizada en el período 2007 – 2008, la cual involucró solamente a escolares de sectores populares, los géneros televisivos que consumen estos niños tampoco les aportan saberes “duros”, insumo que sería muy importante para la comprensión de la realidad social que viven y para poder intervenir en su transformación.

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La oferta de canales y programas de televisión disponibles para la audiencia infantil determina en alguna medida los tipos de programas que ven los niños. Por ejemplo, los géneros preferidos por los niños y las niñas de Bogotá y Puerto Tejada presentan una mayor diversidad en relación con los géneros de los programas que más les gustan a los niños de Guambía. Si se observan los canales en donde se transmiten los programas favoritos de los niños de estas tres localidades, los de Bogotá y Puerto Tejada cuentan con una oferta de canales mucho más amplia y variada que los de Guambía. Hay que tener en cuenta, además, que los de Bogotá disponen de más canales locales, como City TV y el Canal Capital. Ahora bien, el tipo de programas que más les gusta ver a los niños y niñas no sólo depende de la oferta de canales y programas de televisión, sino también del grado de urbanización del lugar donde han sido socializados y residen, del nivel socioeconómico, y del capital escolar. Esta relación se observa de manera más clara comparando a Bogotá y Puerto Tejada. Aunque ambas localidades cuentan con mayor número de canales de TV en oferta, las elecciones de programas por los niños y niñas son sociológicamente diferenciadas. Teniendo en cuenta los programas que más menciones registraron, se puede ver que los géneros favoritos de los niños de Bogotá (60 niños encuestados) son mucho más variados que los géneros de los programas que prefieren los niños de Puerto Tejada. En el caso de Bogotá, eligen los dibujos animados (30 menciones) por encima de las novelas (19 menciones). Llama la atención la presencia, únicamente en Bogotá, de los noticieros como programas favoritos (9 menciones). Les siguen los “contenedores” infantiles (6 menciones), programas de acción (5 menciones), comedia mexicana (5 menciones) y educativo (3 menciones)18.


Por el contrario, entre los niños de Puerto Tejada (un total de 39) resultan ser las novelas (19 menciones) los programas que más les gustan. Los dibujos animados sólo registran 5 menciones y los programas de acción también 5 menciones. Con respecto al resguardo indígena de Guambía (de un total de 31 niños ) los programas de televisión favoritos son las novelas (18 menciones) y los dibujos animados (11 menciones). Esta tendencia se explica por la oferta limitada de TV que tienen, únicamente los dos canales comerciales nacionales de televisión, en los cuales de lunes a viernes son precisamente las novelas las que ocupan la mayor parte de la programación. Después de presentar la “dieta” de programas televisivos que los niños más consumen podemos volver a la idea de su escaso interés por los géneros noticiosos, que se evidencia en el desconocimiento de los temas específicos acerca de los cuales la fase 2007-2008 consultó, temas que las noticias abordan recurrentemente. A continuación retomamos en detalle este aspecto: el desconocimiento casi total de los niños guambianos y afrodescendientes del significado de algunas palabras, unas con amplia circulación en los medios, y otras que ya forman parte de la vida cotidiana, lo cual contrasta con el conocimiento que de ellas tienen los niños participantes de Bogotá. Frente a la pregunta “¿Qué sabes de la palabra SIDA?” las respuestas de los niños aluden siempre a dos aspectos: el SIDA como enfermedad y las formas de trasmisión. El grado de urbanización determina qué tanto saben los niños sobre esta enfermedad. Los niños de Guambía y Puerto Tejada son quienes menos conocimientos tienen acerca del SIDA. Por otra parte, aunque en las tres localidades los niños generalmente definen el SIDA simplemente como una enfermedad, los de Bogotá y Puerto Tejada son los que más nombran algunas de las características que popularmente se han asociado con este problema, unas ciertas y otras falsas. Por ejemplo, que es una enfermedad contagiosa, que produce la muerte, que está relacionada con ciertas ocupaciones como la prostitución, que es peligrosa, o que es propia de determinado género, especialmente del masculino. Asimismo, sólo los niños de Bogotá y Puerto Tejada hacen referencia a las formas de transmisión de esta enfermedad, especialmente a las relaciones sexuales. La mayoría de los niños encuestados en Bogotá (85%) y Puerto Tejada (94%) y la totalidad de los niños encuestados en Guambía, no saben qué es el I.V.A., un impuesto al consumo, que grava determinados bienes. Sin embargo, a mayor nivel de urbanización existen más posibilidades de que los niños tengan alguna idea cercana a lo que significa esta palabra. Sólo en Bogotá y en Puerto Tejada aparecen niños que lograron relacionar esta palabra con el concepto de impuesto. Es importante registrar el desconocimiento de un término que se refiere a los impuestos que se aplican a un conjunto grande de bienes de consumo generalizado, desde algunos que hacen parte de la llamada “canasta familiar”, o sea los bienes básicos de subsistencia como los alimentos. Es significativo el desconocimiento de un factor que afecta la vida de todos los colombianos, y de manera más intensa a los sectores pobres. La mayoría de los niños encuestados en Bogotá y la totalidad de los niños encuestados en Puerto Tejada y en Guambía no saben qué es o a qué se refiere el “calentamiento global”. Sólo el 23,4% de los niños encuestados en Bogotá dieron definiciones muy cercanas, por lo menos en la mayoría de los casos. El 10,0% de estos niños relacionan las palabras calentamiento global con el calentamiento de la tierra, el 3,4% hacen referencia a los efectos del calentamiento global como son el cambio climático y el deterioro ambiental. Sólo el 1,7% mencionan cómo se produce el calentamiento global, es decir, que señalan el efecto invernadero como causa de este fenómeno.

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En cuanto al debate sobre “cultura light” versus “información”, se sintetizan en seguida planteamientos relacionados con estos dos tipos de oferta cultural. Existen dos aprendizajes diferenciados que promueven la escuela por una parte, y la televisión por otra. Jesús Martín Barbero ha formulado que la televisión de entretenimiento, al igual que otros medios electrónicos, no está afiliada al proyecto iluminista que caracteriza el canon escolar basado en la razón, y el aprendizaje lineal por etapas.19 Haciendo consideraciones semejantes, Valerio Fuenzalida, investigador y productor de la televisión chilena, ha argumentado acerca de las limitaciones de la TV, con su estética de magazín, para comunicar contenidos “duros” o “serios”. Ha elogiado, en contraste, las bondades del lenguaje televisivo para proveer a los niños y adolescentes de satisfacción emocional, y de habilidades utilizables en su vida cotidiana: como por ejemplo aportarles modelos para sus relaciones interpersonales con los pares en edad o con los adultos.20 La preferencia de los niños por los programas que podemos adjetivar como “ triviales”, por ejemplo los dibujos animados o las telenovelas se explica, según Fuenzalida21 , porque el hogar y la escuela conllevan situaciones de vida y estados de ánimo muy distintos. En la escuela el niño está dispuesto a recibir los contenidos escolares racionalistas y metódicos. Por el contrario, cuando vuelve a casa el niño experimenta la necesidad de descansar y de re-energizarse, y para lograrlo busca en la televisión programas de entretenimiento que le permitan hacerlo. Respecto al elogio de Fuenzalida sobre lo valioso de los aprendizajes que los niños obtendrían de la televisión de entretenimiento tendríamos que estar atentos a apreciar qué proporción de estas “enseñanzas para la vida” equivale a la reproducción de valores y modelos sociales convencionales, y a patrones estereotipados de identidad y de actuación social, cuando las niñas toman como ejemplos a las jóvenes actrices de TV o a las Barbies, y los niños adoptan las expectativas de llegar a ser hombres sexual y profesionalmente “exitosos”, con cuerpos que se acomoden a los estándares de la publicidad, amigas estilo “top model”, y suficiente dinero para gastar.22 20

Niños sometidos a exclusión social y simbólica: los afrodescendientes urbanos y rurales, y los niños de pueblos indígenas Los niños afrodescendientes urbanos y rurales, y los niños de pueblos indígenas dan evidencia de poseer menor capital escolar. Las dos fases del trabajo de campo consultaron 3 grupos de niños afrocolombianos: de Cali (Departamento del Valle del Cauca), afrodescendientes rurales del pequeño poblado de Zaragoza, (Departamento de Valle también), y niños afrodescendientes del municipio de Puerto Tejada (Departamento del Cauca). En cuanto a los niños indígenas, se involucraron dos grupos diferentes de niños y niñas de la comunidad guambiana (Departamento del Cauca). Todos los grupos nombrados han mostrado un bajo nivel de conocimientos dentro del área denominada “información”. Además, débiles competencias lógicas y lingüísticas y deficiencias de lecto-escritura. Los anteriores datos son indicadores de las circunstancias de discriminación que las comunidades afrodescendientes e indígenas han soportado en Colombia y América Latina históricamente. Pero también evidencian las condiciones de exclusión actual a las que siguen siendo sometidas: no tienen acceso a educación de calidad, ni oportunidades de mejorar su capital escolar, aún en las áreas urbanas como Cali, ciudad que tiene el mayor número de afrodescendientes del país.23 En Colombia desde los años 70 y 80 se hicieron más visibles en la esfera pública los debates sobre los temas étnicos y raciales, a la par que se fortalecieron las luchas políticas correspondientes. Fueron liderados por indígenas y negros, apoyados por organizaciones no gubernamentales, y por algunos académicos y políticos, quienes encontraron en la Constituyente y en la Constitución Política de 1991, la oportunidad para que el estado colombiano reconociera el carácter pluriétnico y multicultural de la nación. Este fue uno de los hechos que cuestionó la idea y el proyecto político de nación mestiza y homogénea, que habían sido sustentados por la élite blanca y criolla desde la Colonia. Muchos líderes de movimientos sociales étnicos, académicos y políticos han manifestado la necesidad de asumir una postura de estado multicultural y la ejecución de políticas de acción positiva, para los grupos étnicos raciales que se encuentran en situación de desventaja.


Los usos de las tecnologías de la comunicación En 2005 fue evidente que para los niños rurales -pueblo indígena de Guambía y afrocolombianos del poblado de Zaragoza- era desconocido el conjunto de letras “WWW” que sí identificaron con Internet casi la totalidad de los niños urbanos de Cali. La disponibilidad de las tecnologías para los escolares de primaria en sectores rurales o en sectores pobres de los municipios pequeños solo se ha modificado levemente con la introducción gubernamental de programas de instalación de computadores como COMPARTEL y “Computadores para educar” (CPE), que llegan a un número limitado de municipios y poblados de todos los “departamentos” en los que está dividido el país para su administración política. El segundo programa, CPE, cubre una proporción de escuelas públicas.25 Según la “Encuesta continua de hogares” del Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE de marzo 2009 la tenencia de computador en el hogar a nivel nacional pasó de 11.2% en 2003 a 22.8% en 2008, y únicamente 12.8% de los mismos grupos familiares consultados tienen acceso a Internet.26

La legitimación de determinadas normas no necesariamente se traduce a un tratamiento igual que la sociedad dé a los afrodescendientes y a los pueblos indígenas. Se precisan por lo tanto cambios culturales equivalentes a la legislación, que modifiquen tanto las percepciones de estos grupos como subalternos, así como también las interacciones de los otros grupos sociales con ellos. Igualmente se requieren políticas económicas, educativas y culturales que posibiliten la inclusión de los grupos étnicos a los derechos y bienes a los cuales son acreedores. Por otra parte, hay que citar que los gobiernos de 1991 en adelante no han cumplido con la reglamentación de las normas expedidas por la Constitución, las cuales debían garantizar, entre otros, la entrega de tierras a los grupos aludidos. Las enormes marchas indígenas nacionales que se han sucedido en los últimos años son mecanismos de movilización social para el reclamo de derechos no cumplidos por el estado colombiano.24 Lo pertinente para este estudio ha sido explorar cómo “leen” los diversos grupos étnicos la realidad colombiana, cómo se posicionan respecto a la construcción social de la realidad que la televisión u otros medios hacen, cómo se definen -ellos mismos y el lugar social que ocupan- en “la nación” colombiana, y si es posible rastrear particularidades en sus lecturas del mundo social.

En consecuencia, no es despreciable comparar los deseos con las oportunidades: en la comunidad guambiana fue entrevistada una familia que vive en el casco urbano del municipio de Silvia que, en el año 2005, había matriculado los tres niños de 15, 9 y 7 años en clases semanales de informática. La reflexión pertinente es que estos conocimientos se identifican como un bien cultural del que hay que disponer, tanto en los grupos familiares de áreas rurales o de municipios pequeños, como en los de las ciudades más pobladas y con mejor infraestructura de servicios. Puede que la mayoría de familias citadinas nunca vaya al teatro ni los niños hayan leído un solo relato de la rica literatura latinoamericana del siglo XX, o de las historias escritas y editadas especialmente para lectores infantiles; pero una alta proporción de padres hoy incluye el computador y otras tecnologías complementarias en la lista de competencias que deben cultivar sus hijos. El computador es valorado por los padres y madres de sectores medios y altos, principalmente en los ámbitos urbanos, así ellos y ellas tengan escaso capital escolar. Y también es valorado por algunas familias de sectores populares, que no obstante sus bajos ingresos económicos han acumulado un determinado grado de capital escolar y cultural. El computador es depositario hoy de una esperanza para el futuro. Las familias lo consideran como un factor clave que contribuye a la adquisición de competencias para sus hijos. Se volverá a este tema. Las diferencias entre niños urbanos y rurales con respecto a identificar las letras “WWW” con el acceso a páginas web en Internet también volvieron a ser identificadas en la fase 2 de la investigación realizada entre 2007 y 2008 en la que solo participaron niños de sectores populares. Mientras el 66,7% de los escolares encuestados en Bogotá asociaron las letras “WWW” con Internet, sólo el 15,4% y el 12,9% de los niños encuestados

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en Puerto Tejada y Guambía –respectivamente- lograron establecer esta relación. En 2008 el trabajo de campo en Guambía se realizó en la Concentración Escolar Las Delicias, institución educativa que hace parte del sistema de educación bilingüe de la propia comunidad, aunque es financiado por el estado. La escuela tiene una sala especial con 13 computadores vinculados a un servidor, para ser usados por los estudiantes de los grados 4 y 5.27 A través de la empresa del estado COMPARTEL está dotada del servicio de Internet banda ancha. Pero aunque la mayoría de niños de sectores sociales subalternos -tanto los del campo como los de la ciudad- no tienen acceso a un computador, la aspiración a dominar las competencias informáticas, y a usar esas tecnologías de todas maneras hace parte de sus aspiraciones. Varios pequeños pertenecientes a los pueblos indígenas Nasa, de la localidad de Toribío -suroccidente de Colombia- fueron entrevistados en abril de 2005 por un periodista de un programa documental de la televisión. Al preguntarles qué querían ser cuando grandes le respondieron “Manejar computador”. 28

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Para los niños contemporáneos el acceso a un capital escolar mayor depende de su disponibilidad de un computador durante un número relativamente grande de horas a la semana, lo cual equivale casi siempre a que es necesario tenerlo en casa, pues los planteles que poseen computadores los prestan a los alumnos en horarios restringidos y para usos escolares específicos determinados por los profesores. Claro que no es desestimable la enorme oferta de pequeñas salas privadas de Internet en Colombia, desde las lujosas y sofisticadas de las ciudades llamadas “Café Internet”, hasta sus imitaciones pobres pero que sin embargo proliferan en las calles de la mayoría de municipios pequeños, y en los terminales de buses de las ciudades, y a las cuales acceden, por un precio módico por hora o fracción de hora, prioritariamente los adolescentes de sectores populares. Se debe tener en cuenta, eso sí, que los usos del PC varían, de manera similar a lo que se ha explicado respecto al consumo de productos de otros medios. Mientras una mayoría de niños con capital escolar restringido pasan el tiempo chateando, disfrutando con los videojuegos o bajando música, una proporción de los de capital escolar ampliado aunque chateen y vean videos comunes también dedicarán considerable tiempo a autoadiestrarse en las competencias informáticas más complejas, investigar para las tareas que el colegio exige, practicar los aprendizajes del lenguaje html en el diseño de páginas web o presentaciones en power point, utilizar software especializado para hacer composiciones musicales, o seguir un curso interactivo de una segunda lengua a través de la web. A esto hay que agregar que las familias que tienen un proyecto educativo explícito y fuerte para sus hijos a menudo ejercen una supervisión parental tanto del tiempo que los niños pasan en el computador, como del tipo de actividades en las que se involucran.

En cuanto a la gama de medios con los que tienen contacto los niños en el rango de edad de 8 a 10 años, el televisor sigue siendo el que ocupa la mayor parte de su tiempo. El computador va ganando adeptos a medida que crecen en edad, como se comprobó con los escolares de 10 a 12 años de Bogotá, aún siendo estos niños de estratos 1, 2 y 3. El trabajo de campo realizado constata que en Colombia el computador e Internet constituyen ahora dispositivos ya incorporados a las rutinas semanales de los niños de sectores medios y altos, y que irán ganando horas de dedicación entre mayores se hagan. Ya se destacó que el computador es considerado por los padres de estos sectores sociales como un factor clave que contribuye a la adquisición de competencias escolares y culturales para sus hijos, y también como una ventaja para cuando estos entren al mercado laboral. Los aprendizajes en informática permiten beneficiarse de las redes en las cuales circula el conocimiento, y desempeñar trabajos “inteligentes”.29 El mundo de los negocios exige hoy el cambio de métodos empresariales, y por lo tanto de patrones renovados de cualificación profesional.30 Desde otra perspectiva, la investigación y la práctica científicas también requieren de aprendizajes en las nuevas tecnologías electrónicas. Sin embargo, en el continente latinoamericano donde tan sólo un tercio de los estudiantes que empiezan escuela primaria terminan la secundaria, no es la ciencia el ideal que orienta el interés generalizado que demuestran las clases medias y altas por los computadores y las tecnologías. Más bien sus expectativas se dirigen hacia la meta de que sus hijos sean competitivos a la hora de buscar un empleo, y también que exhiban el prestigio simbólico que otorga, desde temprana edad, el mostrar destrezas tecnológicas en varios espacios de la vida cotidiana, el colegio en la época de la primaria o la empresa a la cual llegue el recién graduado universitario31. Las tecnologías de la comunicación, en la medida en que son fuentes de información, herramientas de aprendizaje, y además, generadoras tanto de prestigio simbólico como de vínculos sociales, han adquirido un estatus de necesidades básicas en la canasta familiar de las clases medias y altas, y –al mismo tiempo- son indicadoras de la exclusión social a la que son sometidos vastos sectores de la población en Colombia.


El género como mediador de los usos del tiempo libre, y de los tipos de programa que el niño o niña consumen. No podría terminarse esta parte relativa a las relaciones de los niños con la televisión, sin hacer alusión al hecho de que hombres y mujeres se comportan distinto a la hora de elegir los programas que quieren ver. Los niños gustan más de los dibujos animados y series o películas de acción. Las niñas expresan su favoritismo por las telenovelas, principalmente las transmitidas por los canales comerciales de cobertura nacional, RCN y Caracol. En los grupos de capital escolar ampliado los gustos tienden a igualarse entre niños y niñas: es el caso del popular dibujo animado producido en los Estados Unidos Bob Esponja, transmitido durante 2005, y también de ficciones contemporáneas donde la tecnología se vuelve la protagonista de la serie, como El colegio del agujero negro, Ciencia traviesa y Qué raro. En los sectores altos con acceso a TV por cable o satelital las niñas gustan de narrativas que incluyen mujeres como protagonistas, como Las chicas superpoderosas o Ginger, que se transmitían durante el trabajo de campo realizado en 2005. En la fase empírica desarrollada entre 2007 y 2008 el género también aparece como elemento mediador en las preferencias de los niños por determinados programas de televisión. Se requiere una precisión: teniendo en cuenta sólo los programas que más menciones registraron, niños y niñas coinciden en que los dibujos animados son los que más les gustan. Sin embargo, entre los niños la preferencia por este género es mayor que entre las niñas, ya que con respecto al segundo género más nombrado, que es la telenovela, las niñas mencionan este tipo de programas casi en igual frecuencia que los dibujos animados. En el caso de Puerto Tejada la preferencia que tienen las niñas por las telenovelas es mucho más marcada que en Bogotá. Los niños de ese municipio pequeño también gustan de las telenovelas, aunque en menor proporción que las niñas. En el caso de Guambía, sólo teniendo en cuenta los programas de televisión con mayor número de menciones, las telenovelas son las más nombradas por ambos sexos, aunque los niños nombran como favoritos los dibujos animados casi en igual proporción que las telenovelas. En la fase 2 estaba de moda la novela argentina Patito feo, versión moderna de La Cenicienta, historia centrada en una niña, la cual fue fabricada especialmente para públicos infantiles, y que goza de gran popularidad especialmente entre el género femenino, desde las preescolares. Los datos nombrados demuestran que a medida que disminuyen el grado de urbanización, el nivel socioeconómico, y el capital escolar, el género de la novela es mayoritariamente apreciado por las audiencias infantiles, y más marcadamente por las niñas. En la predisposición de los menores de sectores populares a ver la telenovela ejercen una influencia fuerte las madres y abuelas, quienes “inician” a los niños y niñas en la televidencia de este género. Hay que destacar que parece ser

una constante que a los niños de todos los grupos les gusta una mayor variedad de programas que a las niñas. De acuerdo con los resultados de la fase 1 de investigación, el género también se revela en los otros usos del tiempo libre, y en el tipo de juegos mencionados por los niños, además de lo señalado sobre el consumo de TV. No obstante los cambios en los roles femeninos y masculinos en la sociedad colombiana en las últimas décadas, -algunos de los cuales son incluso representados por imágenes de la TV- los hombres aún prefieren los carros y jugar a los “escondidos” o “pistoleros” y las niñas mencionan como favoritos algunos juegos que reproducen actividades del hogar. Y en el caso de las niñas también es más frecuente que participen en mayor proporción en las tareas domésticas, actividad que se intensifica en los estratos populares y más aún en el mundo rural. El deporte es una práctica escasa en todos los grupos sociales. Una mayor proporción de familias de los sectores altos incluye esta actividad en la agenda semanal: se refirieron a tenis, judo, equitación y natación, actividades todas que requieren tanto de entrenamiento como de sitios especializados para su práctica. 23

Capital escolar ampliado no equivale a mayor capital económico. En el grupo de niños participantes, las familias que han dotado a sus hijos de un capital escolar ampliado no son las familias de mayor capital económico. La adquisición de un capital escolar mayor está en proporción directa a una historia familiar de relación con los circuitos de la cultura denominada “erudita”, y a la vez con un proyecto educativo explícito y fuerte que la familia deliberadamente determina cumplir, y que le impone unos “programas” específicos en la organización tanto del tiempo familiar, así como también la destinación de recursos humanos y económicos a la obtención de metas determinadas en la educación de los hijos dentro del sistema escolar formal, a la capacitación de ellos en competencias adicionales como una segunda o tercera lengua, las artes o la informática, y a la formación de valores para la vida. Son relevantes para examinar lo anterior los casos en los que los padres o madres cuentan que han tenido que “sacrificar el ganar plata para darle más tiempo a los hijos”. Estas metas requieren a veces la postergación o la supresión de objetivos de lucro económico de la familia, puesto que ejercen presiones y cambios a nivel del tiempo que los padres deben pasar con los hijos, en oposición a dedicarse a actividades laborales que aumenten sus ingresos.


Lo anterior, en lo que respecta a las categorías y métodos de investigación, equivale a que las clasificaciones relativas a “clase social”, que se establecen por ubicación en un estrato socioeconómico, se han problematizado con base en elementos de la historia familiar de relación con la cultura erudita, sus medios, agentes, productos y las competencias e ideales que ella legitima. Esto remite a las definiciones de “capital escolar” y “capital cultural” de Bourdieu, como recursos que no equivalen a propiedad o ingresos de los padres, pero que en el futuro sí podrán garantizar a los hijos que acumulen tal capital una posición que sea valorizada y retribuida con un elevado nivel de renta en el mercado laboral. La acumulación de capital cultural por los hijos depende de la socialización en familias que a su vez han acumulado capital cultural, y que sean capaces de transmitir a las nuevas generaciones determinados recursos y facilidades de acceso a los bienes culturales y a los conocimientos requeridos. Los siguientes enunciados sintetizan lo expuesto hasta aquí: • • •

24 •

Los consumos de medios son diferenciados, y una de las principales “mediaciones” que interviene en estos consumos es el capital escolar. Los consumos diferenciados de medios incluyen diferencias en la televidencia de noticieros y en las relaciones de los niños con los géneros informativos. Los sectores pobres de la sociedad consumen mayoritariamente la “cultura internacional popular”, lo cual marca diferencias en el tipo de conocimientos y competencias que adquieren. La televisión y otros medios no tienen eficacia por sí solos; requieren de procesos de intercambio lingüístico (con los adultos, con los pares en edad) para ejercer su influencia en la percepción de la realidad o en la construcción de conocimientos por los niños y niñas. Las tecnologías de la comunicación y la información gozan de prestigio simbólico entre los adultos y entre los menores, y su disponibilidad de ellas es hoy tanto un insumo para las competencias que la escuela y el mercado laboral exigen como otro elemento de distinción social. Los grupos de niños y niñas indígenas y afrocolombianos muestran particularidades en sus interpretaciones de la realidad, y evidencian las consecuencias de la exclusión social y la discriminación a las que han sido sometidos. Aunque en un contexto de diferenciación social como el colombiano los sectores de mayores ingresos sí tienen más oportunidades y medios de acceso a educación de calidad, la acumulación de un mayor capital escolar no corresponde al mayor capital económico sino tanto a la historia familiar de relación con la cultura erudita, así como también a un conjunto de condiciones favorables que los padres hacen disponibles para sus hijos, en función de que ellos logren las competencias que el sistema escolar exige y la titulación.

Las diferenciaciones en cuanto al tipo de medios masivos, programas y textos con los cuales cada grupo de niños se relaciona cotidianamente y sus intercambios lingüísticos con los adultos interesan aquí no solo en función de cómo son las relaciones de los sectores populares con la oferta mediática , sino en cuanto también arrojan luz sobre los procesos desiguales de distribución del conocimiento social y sobre cómo se gesta la socialización política de las nuevas generaciones. El debate no puede ser entre una postura a favor de la cultura erudita y otra a favor de la cultura popular, pues el enunciado sería demasiado simple. Mirando con beneplácito la expansión de los bienes culturales el trabajo cultural tendría que ser a favor de que los sectores populares puedan apropiarse también de los bienes restringidos y de las competencias necesarias para usarlos, disfrutarlos y producir mejoras en su calidad de vida. O solucionar problemas utilizando los recursos culturales y sociales de que disponen. No es posible tampoco clasificar dentro de un mismo cajón a todos los bienes culturales restringidos en cuanto a su potencial emancipatorio. Hay que prever que no se promuevan representaciones con halo romántico ni de los sectores populares ni de los géneros populares. Cabe aquí lo que ha planteado Jesús Martín Barbero sobre el trabajo de Eric Maigret.32 Sostiene que este analista aborda “la economía política de la comunicación” sacándola de su vertiente puramente descriptiva y de denuncia, para reubicarla sobre pistas y autores que no están de moda pero sí atentos a la complejidad de los cambios que atraviesan las industrias culturales. Es posible, escribe Martín Barbero, que los enfoques de Maigret permitan complejizar los debates, para distanciarlos de los extremos tanto “conservadores” (defensa a ultranza de la cultura erudita) como “populistas” (celebración acrítica de las industrias culturales masivas), y a la vez revisar de manera compleja las implicaciones socioeconómicas y políticas de los procesos comunicativos y culturales.33


Notas: 1

Artículo basado en la investigación de M. López de la Roche (2010), Representações sociais construídas por audiências infantis a partir das “mediações” promovidas pela mídia e tecnologias da comunicação, Universidade Estadual de Campinas, Instituto de Filosofia e Ciências Humanas, Campinas, Brasil, tesis doctoral, sin publicar. Se aludirá a las dos fases de trabajo de campo: la primera durante 2004-2005 y la segunda 2007-2008.

2

Una versión previa y sintética de este texto fue publicada como “¿Las audiencias infantiles aprenden con los medios? Innovaciones tecnológicas y viejos debates”, En: Comunicar. Revista científica de comunicación educación, n 30, v.XV, Marzo Huelva, España, pp. 55-59. El texto completo hace parte del trabajo Noticias y chocolates: saberes y sabores con los niños y las niñas, módulo 1, de una serie de 5, que fueron entregados a la Comisión Nacional de TV como resultado de la investigación sobre informativos e infancia, parte del Programa de Investigaciones Académicas 2006. La serie no ha sido impresa, aparece en el portal de la CNTV: www.cntv.org.co/cntv_bop/estudios/academicas/univalle_modulo_1.pdf

3

7

De los 9 grupos de niños involucrados en el trabajo empírico tan solo uno demostró una percepción confusa acerca del conflicto armado colombiano, o sea aproximadamente un 11% de los participantes. (niños de 8 a 10 años de un colegio urbano de Cali, de capital escolar ampliado, que se ha denominado “Plantel 1” en la nomenclatura de este trabajo). Este caso aislado se explica en parte por ser niños de corta edad, que pueden haber sido “protegidos” por sus padres respecto a las noticias y al “clima” del conflicto armado. Por otro lado, su grado alto de escolarización los hizo siempre hablar de la guerra en referencia más a sus lecturas previas, y a textos de cine y TV, que a un hecho social cercano a sus vidas. Sin embargo, un dato importante que hay que problematizar es que el trabajo de campo se llevó a cabo en 2004-2005, fechas en las que el conflicto no había recibido tanta publicidad como en el segundo período de gobierno de Uribe, situación de “publicidad” que se ha incrementado por la liberación de secuestrados y las grandes marchas anti-secuestro que se hicieron el 4 de febrero de 2008, estimuladas por la TV y radio hegemónicas.

8

Herrán, M.T. et al (2005), Cubrimiento periodístico responsable del desplazamiento forzado interno, Bogotá: Medios para la Paz.

La perspectiva culturalista organiza el estudio de las audiencias basándose en una definición del contexto dentro del cual el proceso de comunicación ocurre. Asume la audiencia como un espacio o contexto socio-cultural: los procesos de comunicación mediática se realizan en circuitos localizados de relaciones sociales, interacciones cotidianas y filiaciones particulares tales como clase o religión; también incluye la noción de “subcultura” como pertinente. La perspectiva culturalista, señala Virginia Nightingale (2003) permite retomar para la investigación de audiencias varias disciplinas y métodos de las ciencias humanas y sociales, y también teorías relevantes sobre procesos culturales.

Al igual que en la investigación anterior los personajes reconocidos fueron Shakira y Michael Jackson, provenientes de las industrias culturales transnacionalizadas: López, M. et al (2000), Los niños como audiencias. Investigación sobre recepción de medios, Proyecto Infancia, Bogotá: Ministerio de Comunicaciones de Colombia –ICBF.

4

11

Se usa “mediaciones” tomando como referentes a Martín Barbero, J. (1987), De los medios a las mediaciones, México: Gustavo Gili, y Orozco, G. (1991), Recepción Televisiva: tres aproximaciones y una razón para su estudio, México: Universidad Iberoamericana. Una revisión reciente del concepto de “mediaciones” hecha por varios autores puede consultarse en la revista Anthropos n 219. Jesús Martín Barbero, Comunicación y culturas en América Latina (2008), Barcelona.

5 6

Puerto Tejada es un municipio de 45.000 habitantes.

Los atributos negativos en referencia a la guerrilla y positivos en referencia al ejército ya habían sido identificados en un estudio anterior: López, M. et al (2000), Los niños como audiencias. Investigación sobre recepción de medios, Proyecto Infancia, Bogotá: Ministerio de Comunicaciones de Colombia –ICBF.

9

Categoría acuñada por Renato Ortiz en Mundialização e cultura (1994),São Paulo: Brasiliense.

10

Esta parte alude al ejercicio de explorar el reconocimiento, por parte de los niños y las niñas, de un conjunto de imágenes y de términos. Las imágenes mostraban a: Vicky Dávila (presentadora de un noticiero), en Bogotá los jugadores del equipo de fútbol Nacional y Edgar Rentería (jugador colombiano de baseball) en Guambía y Puerto Tejada, Francisco Santos (vicepresidente de Colombia), Hugo Chávez (Presidente de Venezuela), Andrea Serna (presentadora de realities en la TV) y las letras www. Los términos incluidos para examinar si sabían acerca de ellos fueron: SIDA, I.V.A., calentamiento global y parapolítica.

12

La primera era la fórmula vicepresidencial de Ingrid Betancourt. La segunda, una excongresista.

25


13

Se consultó un listado de temas en la fase 1 y otro listado de temas en la fase 2. Se citan aquí los ejemplos de la fase 2 por abreviar la presentación de datos empíricos. Sin embargo, los hallazgos de ambas fases coinciden.

14

Los estándares de calidad se refieren a factores como la infraestructura escolar (incluidos los equipamientos audiovisuales e informáticos), el grado de escolaridad del profesorado, y las modalidades pedagógicas utilizadas, entre otros, los cuales son hoy evaluados por el estado.

COMPARTEL es un programa creado por el Ministerio de Comunicaciones de Colombia, cuyo objetivo es permitir que las zonas apartadas y los estratos bajos del país se beneficien con las tecnologías de las telecomunicaciones como la telefonía rural y el servicio de internet banda ancha. 26

Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Bogotá, datos consultados el 25 de marzo de 2009 en www.DANE. gov.co. 27

15

Sarlo, B. (1994), Escenas de la vida postmoderna. Intelectuales, arte y videocultura en la Argentina, Buenos Aires: Ariel.

La Concentración Escolar Las Delicias tiene 204 alumnos, todos guambianos, que se distribuyen entre 1 curso de preescolar, 2 primeros, 2 segundos, 3 cuartos y 3 quintos.

16

28

Sodré, M. (2002), Antropológica do espelho, Petrópolis: Editora Vozes.

17

Sodré, M., Ibid .

18

Se debe tener en cuenta que cada uno de los niños encuestados mencionaron al menos 2 programas favoritos. Por lo tanto, el número de menciones hace referencia al número de respuestas y no al número de niños encuestados. 19 Martín Barbero, J. (2002), La educación desde la comunicación, Bogotá: Norma. 26

25

20

FUENZALIDA, Valerio (2008) “Cambios en la relación de los niños con la televisión”, en Comunicar . Revista científica iberoamericana de comunicación y educación, n 30, VOL XV (2008). También Televisión y cultura cotidiana (1997), Santiago de Chile: Corporación de Promoción Universitaria CPU.

21

Fuenzalida, V. (2003), Evolución y nuevas posibilidades en televisión educativa: la televisión que necesitan los niños, Documento en línea. Citado el 28 de abril de 2008. Disponible en internet: http://www.comminit.com/es/node/149903. También Fuenzalida (2008). 22

Fisherkeller, J.E. (1999), “Learning about Power and Success: Young Urban Adolescents Interpret TV Culture”, En: The Communication Review, Vol 3, n 3. 23

Barbary, O. y Urrea, F. (2004), Gente negra en Colombia. Dinámicas sociopolíticas en Cali y el Pacífico, Medellín: CIDSE UNIVALLE-L´Institut de Recherche poru le Développement de France-COLCIENCIAS. 24

HURTADO SAA, Teodora (2007), Comunicación, etnias y multiculturalidad en la radio comunitaria, publicación del PLAN DE FORMACIÓN PARA RADIOS COMUNITARIAS EN COLOMBIA, Ministerio de Comunicaciones-Universidad del Valle, Cali.

Toribío. La guerra en el Cauca I y II, documentales producidos por Hollman Morris sobre el conflicto armado en Colombia transmitidos los días jueves 5 y jueves 12 de mayo de 2005 por Canal 1, en el programa denominado Contravía. 29

Hopenhayn, M. (2005), América Latina desigual y descentrada, Bogotá : Norma. 30

Sodré, M., Op. cit.

31

El dato sobre escolares que terminan la secundaria también es de Hopenhayn, en: Hopenhayn, M. (2005), Ibid. 32

MAIGRET, Eric (2005) Sociología de la comunicación y de los medios, Fondo de Cultura Económica, Bogotá. (Edición original 2003, Armand Colin, Paris).

33

Se amplía en esta nota final lo relativo al trabajo empírico, aunque por espacio es necesario hacer un recuento parcial: Se hizo en 2 fases. La primera fue realizada durante 2004- 2005 con un pequeño grupo de profesionales, constituido mediante apoyo financiero de COLCIENCIAS. La segunda fase se hizo en 2007-2008, y tuvo como fin profundizar en algunos puntos de la precedente, y completar los análisis ya esbozados. Se financió como un proyecto del Programa de Investigaciones Académicas de la Comisión Nacional de Televisión CNTV, convocatoria 2006. Para determinar los grupos de niños y los sitios del trabajo de campo tanto en la fase 1 como en la 2 se tuvo en cuenta que uno de los propósitos del estudio fue identificar si las representaciones sociales de los distintos grupos son expresivas de su particular ubicación socio-cultural. Para esto se escogieron grupos que pudieran ofrecer contrastes, así: -diferenciación en cuanto a estratos socioeconómicos -diferenciación en capital cultural/escolar de los niños -diferenciación geográfica-cultural: campo/ciudad -diferenciación como grupos étnicos


La investigación se propuso examinar la “influencia” de los medios de comunicación en las lecturas de la realidad de los niños, evaluando dicha influencia dentro de un conjunto de “mediaciones” que intervienen en el proceso de construcción de la realidad. Sin embargo, aunque el estudio tuvo en cuenta todas las mediaciones citadas, priorizó la de “capital escolar”. Es decir, le otorgó especial atención a ésta, para lo cual se dispusieron estrategias metodológicas específicas destinadas a la recolección de información durante el trabajo de campo. Así mismo, a esta mediación se le asigna un lugar principal en el análisis. Se ha recurrido en este estudio a algunas categorías y tesis de Pierre Bourdieu. Se plantea la relación entre capital escolar/capital cultural y “elecciones culturales” de los sujetos, y se cuestiona la “naturalización” del gusto en relación con los bienes culturales, poniendo en evidencia su carácter de aprendido. Como se dijo antes, aunque esta investigación no descuida las otras “mediaciones” identificadas como importantes en la medida en que operan sobre el sujeto social, la disponibilidad de capital escolar es una de las mediaciones principales que se examina. En consecuencia, la investigación se estructuró basándose en la agrupación de todos los niños participantes en dos grandes categorías diferenciadas: -niños con capital escolar restringido (CER) -niños con capital escolar ampliado (CEA) Para ser incluido en la categoría de CEA un niño o niña debía cumplir con el siguiente conjunto de características, las cuales fueron indagadas a través de entrevistas estructuradas, con un número de niños en cada colegio y escuela, las cuales se realizaron con las denominadas “Fichas de identificación del niño”, y “Fichas de capital cultural”: 1. Ambos padres con estudios universitarios 2. Evidencia de que el niño tiene muy buenas competencias para la lectura, de que le gusta leer, y de que lee regularmente. 3. Evidencia de que el niño participa de las actividades de circuitos culturales denominados “cultos”, como la asistencia a conciertos de “música culta”, a museos, a exposiciones de arte, a teatro o a actividades similares. Igualmente, este requisito puede cumplirse a través de la participación del niño en clases formales de algún tipo de práctica artística como música, pintura o danza, y/o mediante su matrícula en cursos de lenguas extranjeras o algún otro aprendizaje complementario al currículo escolar básico. 4. Disponibilidad de un computador en casa, y de horas de uso para el niño o niña. El haber escogido grupos “extremos” plantea algunas limitaciones: niños con capital escolar restringido pertenecientes a sectores sociales subalternos, en oposición a niños con capital escolar ampliado pertenecientes a sectores sociales de altos ingresos y de elites profesionales; en el futuro tendrá que refinarse esta

tipología para incluir categorías intermedias. Sin embargo, para los propósitos de este estudio la elección de dos “tipificaciones” bastante distanciadas una de la otra fue necesaria, pues permite identificar con nitidez factores que pueden ser sometidos más adelante a mayor observación y estudio para complejizar el “mapeo” y los análisis resultantes. De todas maneras se subraya aquí que aún dentro de la oposición “capital cultural restringido” y “capital cultural ampliado” la investigación logra análisis detallados que permiten deconstruir la oposición binaria, y mostrar las particularidades de los distintos grupos de niños participantes, de acuerdo con las características socioculturales y geográficas de cada colectividad.

27

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29


Pautando los ritmos del videojugar:

juego elocutivo y silencioso, juego continuo y fracturado Por:

Julián González

30

Estudiante del Doctorado de Psicología Universidad del Valle Profesor titular Escuela de Comunicación Social Universidad del Valle Cali, Colombia piolin1966@yahoo.com

Olga Lucía Obando Profesora Instituto de Psicología1 Universidad del Valle Cali, Colombia olgaoba@univalle.edu.co

Resumen:

La actividad de videojuego, en condiciones naturales o no experimentales, suele presentar atributos y rasgos que desaparecen cuando se la somete a condiciones experimentales. Uno de esos atributos es la significativa presencia de actividad elocutiva y conversacional en los videojugadores. Otro atributo, son las relaciones entre momentos de juego efectivo y no juego en la actividad de videojuego. Este estudio examina la estructura de una práctica de videojuego concreta, atendiendo tanto a la presencia de estados de juego elocutivo y juego silencioso, como de juego y no juego.

Palabras claves:

Cognición situada, elocución, mapeo de tiempo, ritmo de juego, videojuego.


Crear cronogramas de videojuegos Dada la abrumadora expansión de la industria del videojuego, su penetración en la vida de los niños y el hecho evidente de que niños de culturas y condiciones sociales muy diversas encaran y resuelven exitosamente los videojuegos, a pesar de que, al mismo tiempo, tienen desempeños muy desiguales a la hora de resolver sus propios deberes escolares, es razonable comenzar a preguntarse qué nos pueden enseñar los videojuegos acerca del funcionamiento cognitivo, acerca de la manera cómo los niños los resuelven, y cómo ocurre que tareas significativamente complejas –algunos videojuegos demandan meses de trabajo para poder ser resueltosson atendidas duraderamente y con éxito por millones de niños videojugadores alrededor del mundo. Hoy se entiende que para comprender las implicaciones y consecuencias de los videojuegos en las vidas de los videojugadores se hace indispensable atender, no sólo a las gramáticas y contenidos aislados del videojuego, sino a la actividad compleja que constituye el videojugar (Gee, 2005; Bayliss, 2007; Susi & Rambusch, 2007). Liberarse del restrictivo interés por los efectos sobre la conducta o la clasificación de los contenidos, le ha permitido a la investigación sobre videojuegos incursionar en los últimos años en aspectos de relevancia y alcance renovados2 : el refinamiento y cualificación de los modos de clasificarlos (Aarseth, Smedstad & Sunnaná, 2003; Elverdam & Aarseth, 2007, Malliet, 2007; Juul, 2002 y 2007), el desarrollo tecnológico de los videojuegos y los procedimientos de creación (Davis, Steury & Pagulayan, 2005; Grünvogel, 2005; Ermi & Mäyrä, 2005a), el estatuto de los videojuegos como modo de simular problemas y ambientes reales para entrenamiento y uso educativo (Fromme, 2003; Arnseth, 2006), el contraste entre los videojuegos en tanto juegos electrónicos digitales y los juegos no digitales (Walter, 2003; Juul, 2003), el estudio de los videojuegos como sistemas complejos y escenarios de simulación (Frasca, 2001, Glean, 2005; Järvinen, 2007), el estatuto narrativo de los videojuegos o su condición de obras de arte y piezas estéticas (Frasca, 2001; Gee, 2006), la dimensión emocional del videojugar (Perron, 2005; Gilleade, Dix & Allanson, 2005; Frome, 2007), de los fenómenos de inmersión en videojuegos (Ermi & Mäyrä, F, 2005b; Frasca, 2001; Callejas, 2007) o la espléndida clasificación de los tipos de jugadores en entornos virtuales (Bartle, 1996). Algunos estudios recientes están intentando comprender las formas de cronogénesis3 y la naturaleza temporal de los videojuegos y del videojugar (Juul, 2004; Nitsche, 2007; Zagal & Mateas, 2007). Es el campo en que se inscribe el presente estudio: examina los videojuegos, su despliegue en el tiempo, atendiendo la práctica social del videojugar en las condiciones más naturales posibles. Examinar cómo se despliega la actividad de videojuego en el tiempo parece constituir una vía regia de análisis que permite superar, en parte, el énfasis clásico en el estudio de los contenidos y los efectos sobre el comportamiento y la conducta. Sin embargo, atender la compleja actividad de videojuego puede constituir un desafío importante debido la diversidad de elementos comprometidos en esta práctica. Por ejemplo, cuesta definir qué atender y qué desechar cuando se registra, en video, una hora de videojuego. Nuestro estudio se propone encarar este desafío. Para ello ha seguido la actividad de videojuego de niños de aproximadamente siete años de edad en razón a que a esa edad algunos presentan amplio dominio y experiencia en diversos tipos de videojuegos y nos interesaba un niño con pericia y experticia en videojuegos, esto es, con suficiencia en la manipulación y operación de los controles y en posesión de un corpus de videojuegos diverso que incluyera al menos tres de los cuatro tipos de videojuegos que hemos clasificado (ver más adelante). También importaba que el entorno usual de la actividad de videojuego fuera su propia casa, para poder operar los registros en video y para que pudiera realizar la actividad de videojuego sin las presiones de tiempo que imponen los entornos de videojuego pago.Y que el niño hubiera desarrollado y afianzado la lectura de textos, mapas e indicadores de tiempo, elementos muy frecuentes en los videojuegos contemporáneos más complejos. En una palabra, nos interesaba un niño que constituyera lo que denominaremos un “videojugador fluido”, análogo al usuario competente de una lengua4 . El seguimiento se realizó a lo largo de seis meses, con al menos doce Situaciones de Videojuego (en adelante, SVJ), cada una de ellas con una duración promedio de 156 minutos. Se trabajó con dos niños: N.O.G (7,1) y H.M.G (7,0) residentes en la ciudad Popayán, Colombia, al suroccidente del país. Ambos pertenecen a familias de clase media, con padres profesionales y estudian en colegios de desempeño alto según la clasificación del ICFES, la institución gubernamental encargada de examinar y clasificar la calidad de la educación pública y privada del país.

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Este estudio constituye una investigación idiográfica o “singlesystem-based”, es decir, basada en el seguimiento de un sistema individual (Valsiner, 2009) y adscribe a algunas de las observaciones y derivas críticas que han realizado algunos autores (Sato et al., 2007; Molenaar, 2004) a la generalización y extrapolación de datos al conjunto de la población a partir de muestras. Adicionalmente asume el carácter autocatalítico y autogenerado de las metas5 ; el papel catalítico de las emociones en la generación de un marco temporal de resolución de las tareas y la importancia de las disposiciones corporales en el abordaje de las tareas6 .

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También reconoce el hecho de que toda actividad genera un ámbito de restricciones y posibilidades en que se hacen viables ciertas prácticas y se inhiben otras. El videojugar hace posible que una acción que no tiene ningún sentido en un ámbito de actividad, lo tenga completamente en esta. Supongamos que un niño va a un gran acuario y mientras observa las especies acuáticas mueve febril y rápidamente los dedos pulgares de sus manos y los índices (casi 60 movimientos por minuto); adicionalmente, cambia de posición corporal bruscamente cada 30 segundos y varían sus estados emocionales cada breves decenas de segundos. A eso agréguenle un montón de elocuciones del tipo “yo soy ese pez”, “hey, te voy a pescar con mi harpón” o “soy un estúpido, pues no sé nadar en un acuario como ese”. O supongan que le da por bailotear repentinamente para celebrar que ha visto un pequeño pez payaso, como el de Buscando a Nemo. Bien, es casi seguro que el niño luciría harto extraño en este contexto de actividad. Pero este niño sui generis es bastante común en las SVJ, esto es, resulta natural en las circunstancias y contexto generados por la actividad de videojuego en que se comprimen, en pocas unidades de tiempo, intensidad emocional, dinamismo corporal y densidad elocutiva, como elementos constitutivos de la resolución del videojuego.

Cuando se videojuega, tenemos un conjunto o conglomerado de problemas cuya resolución no puede abarcarse mediante ninguna variante de cognición contenida o lógica. Es decir, los videojuegos –como la mayoría de los problemas situados de la vida ordinaria (conducir una bicicleta o un auto, decidir el curso de una relación amorosa, atender una película, desarrollar una conversación) no pueden ser completamente anticipados (previstos) y tratados de manera lógica antes de su despliegue real y concreto. En otros términos, los grados de libertad que implican, los hacen intratables lógicamente. Y sin embargo, como ocurre en la vida ordinaria y situada, los seres humanos aprendemos a caminar, en general hablamos con coherencia y, a partir de unos pocos indicios y sin contar con toda la información requerida, podemos tomar decisiones razonables (Gigerenzer, 2008) o desciframos enigmas y aprendemos a llevar, con eficiencia, una cuchara hasta nuestra boca. ¿Cómo ocurre que, a pesar de la presencia de un volumen importante de eventos periféricos, cambios continuos en las condiciones de tiempo para resolver los videojuegos, frustraciones sucesivas, los niños permanecen duraderamente entregados a las tareas que se despliegan en el curso de una SVJ, realizan descubrimientos asombrosos, encuentran soluciones inesperadas y, en fin, se desempeñan con suficiencia? Para comprender algunos aspectos de este complejo fenómeno que es el videojugar, este estudio ha optado por descomponer y analizar la SVJ, la práctica del videojuego, atendiendo a las siguientes fuentes de temporalidad. En primer lugar, los videojuegos en tanto tareas de tiempo, esto es, juegos que le demandan al videojugador realizar un conjunto de operaciones manuales disponiéndolas de diferentes maneras en el tiempo, tal y como si interpretaran una partitura musical (González & Obando, 2008 a y b). En segundo lugar, hemos diferenciado tres planos temporales para los eventos que se suceden durante la práctica social del videojuego. Para su denominación hemos conservado la sigla en inglés y hemos introducido variaciones a la terminología y distinciones empleadas por Juul (2004) y, en particular, Zagal y Mateas (2007), entre otros investigadores embarcados en la tarea de mapear el tiempo en los videojuegos. El primer plano es el de los eventos dentro del mundo del videojuego (Game Event Time, GET); el segundo plano, el de los eventos de la actividad de jugar (Play Event Time, PET), y el tercer plano, el de los eventos sociales en que está inmersa la actividad de juego (Social Event Time, SET). Los aspectos considerados en cada uno de estos planos se detallan más adelante.


En tercer lugar, se atiende a la naturaleza de las metas que hacen del videojuego una tarea más abierta o más cerrada. En términos técnicos hemos distinguido a partir de Levy (1999) entre videojuegos de realización (caracterizados por ser juegos en que los jugadores hacen elecciones entre alternativas bien definidas), videojuegos de potenciación (en que, esencialmente, organizan recursos); de actualización (en que resuelven problemas) y de virtualización (en que crean mundos y problemas). Las metas definidas por el videojuego entrañan tipos distintos de orientaciones temporales (González y Obando, 2008a). Por un lado, la forma del paso a paso lineal en los juegos de realización y la forma del principio/fin/principio o del trabajo, esto es, cierta oscilación entre espera, avance y final, en los de potenciación. En ambos casos, se trata de una cierta temporalidad real similar al fluir del tiempo hacia adelante. Y por otro lado, el estado de eternidad (anulación del tiempo) en los juegos de virtualización, y cierta discontinuidad e inestabilidad del tiempo en los juegos de actualización. En estos dos últimos casos, se trata de una cierta temporalidad virtual e inmersiva, discontinua y poco homogénea. En cuarto lugar, se tiene en cuenta los diferentes mecanismos, indicadores, marcadores de tiempo en el propio videojuego: calendarios, relojes, marcadores de tiempo, ralentizadores, aceleradores, tarjetas de memoria para grabar el estado del juego, temporizadores, etc. La presencia o ausencia de este tipo de marcadores, sirven para clasificar el tipo de tiempo de resolución de cada pasaje o tarea de videojuego. La ausencia de marcadores indica que no hay restricciones de tiempo para realizar la tarea. La presencia de marcadores sirve para indicar que el tiempo de resolución de la tarea es determinante. Hemos diferenciado de esta manera entre videojuegos con Tiempos Amplios (TA) de resolución de la tarea y videojuegos con Tiempos Estrechos (TE) de resolución de la tarea. En general, los videojuegos de actualización y de virtualización consideran TA, mientras que los de realización y potenciación consideran ambos tipos de tiempos de resolución (TA y TE). Y finalmente, se considera que el grado de experticia y dominio del videojugador respecto al videojuego o determinados tramos del videojuego constituye una fuente adicional de temporalidad en los videojuegos. La inexperiencia convierte ciertos tramos del videojuego, cuando se los está reconociendo, en videojuegos de actualización o resolución de problemas; y la experticia transforma lo que constituía videojuegos de virtualización en tareas fuertemente automatizadas y de rápida elección con sus consiguientes y particulares orientaciones temporales. Mediante el mapeo de los eventos temporales en la Situación de Videojuego y el análisis de las operaciones manuales, las tareas de tiempo y el tipo de metas implicadas en el videojuego, es posible construir un modelo mucho más comprensivo y complejo de la actividad de videojuego, que aquellos que ha procurado hasta ahora el paradigma de investigación centrada en los efectos sobre la conducta y la taxonomía de los contenidos del videojuego. Estos registros ordenados de las actividades del videojuego han sido denominados cronogramas de situaciones de videojuegos o cronogramas de videojuego (González & Obando, 2008b) y se inspiran en aquellas técnicas de registro y representación de procesos que discurren simultáneamente como en las polisomnografías, los seguimientos de eventos previos a catástrofes telúricas o del comportamiento de factores que participan de las dinámicas atmosféricas. Es decir, es posible registrar en el tiempo el conjunto de eventos que tienen lugar antes, durante y después de un momento crítico en la dinámica de un sistema. A continuación, se detallan los tipos de eventos considerados en cada uno de los tres planos temporales de los cronogramas de videojuego: el de la vida social, el del videojugar y el del mundo simulado del videojuego. Cada plano considera un conjunto de canales de registro por tipo de eventos, cuyas duraciones se marcan en unidades de 10 segundos (ver Gráfico 1).

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Plano Temporal de la Vida Social (Social Event Time, SET)

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Nótese que un día en la vida cotidiana considera un conjunto de actividades socialmente diferenciadas: comer, vestirse, bañarse, estudiar, trabajar. A su vez, cada una de esas actividades puede diferenciarse en sub-unidades constitutivas. Lo relevante para esta propuesta de graficación de los eventos temporales de una SVJ es comprender que la actividad de videojuego está circundada e inmersa en otro conjunto de actividades sociales que la restringen, la regulan, la afectan o la implican. Este plano, el de los eventos de la vida social, considerará aquellas actividades que, de manera inmediata y contingente, afectan o podrían afectar la práctica de videojuego. Cada uno de estos eventos sociales será representando en el gráfico dentro de un canal que discurre sobre la línea de tiempo georreferenciado (Gráficos 1 y 2). La videofilmación de la actividad de videojuego es un evento social al lado de otros que se manifiestan a lo largo de la SVJ, como la presencia más o menos sensible del investigador o los investigadores en la escena, el ingreso del adulto responsable del niño que videojuega en la SVJ o una llamada telefónica que el niño videojugador debe atender. La SVJ considera una actividad social central (manipular y controlar el videojuego) y constituye un evento social similar a comer, vestirse, realizar los deberes escolares. Cada tipo de evento social que afecta la actividad de videojuego será registrado como un canal distinto dentro de este plano de la SVJ. Habrá un canal adicional reservado para hacer anotaciones complementarias sobre la dinámica de la SVJ en este plano.

Plano Temporal de los eventos del Videojugar (Play Event Time, PET) En este plano se registran los eventos correspondientes a la actividad del videojugador en relación con la puesta en marcha del videojuego. Se marca la duración de las manipulaciones que el niño hace sobre los controles, aunque no tengan efectos sobre el videojuego. Estas manipulaciones parecen tener funciones claves en la marcha de la SVJ y constituyen una variante de lo que denominaremos formas reacomodos corporales menores o RAM (ver más adelante). Otro canal registra los eventos referidos a la manipulación y control efectivos del videojuego. Este canal tiene registros equivalentes e idénticos en el plano SET y GET (ver a continuación). Hay tres canales que corresponden a estados específicos de desarrollo del videojuego: pausar el videojuego, dejarlo en inercia y grabar archivos. En otro canal se registran los ajustes al videojuego y la selección de personajes. Hay cinco canales para consignar los diferentes estados de actividad elocutiva. Tres de esos canales se reservan para elocuciones gatilladas directamente por el mundo del videojuego: las elocuciones en que el niño habla de sí mismo como si fuera un personaje del mundo del videojuego, importante indicio del grado de compromiso e implicación del videojugador con el videojuego, han sido denominadas elocuciones self-GET. Las elocuciones ligadas a eventos de la actividad de videojugar, es decir, aquellas en que el sujeto califica su propia actividad, se anima a sí mismo en tanto jugador, se reprocha su propio desempeño, etc, fueron denominadas elocuciones self-PET. Y las elocuciones self-SET son aquellas en que el videojugador se refiere a si mismo en tanto sujeto social. Por ejemplo, cuando en algunos momentos relaciona lo que está pasando en el videojuego con asuntos de la vida cotidiana. Hay dos canales para elocuciones no son self: aquellas en que el videojugador refiere la actividad de videojuego (refer-vj) sin hacer autorreferencia personal; y aquellas en que sencillamente se refiere a asuntos no relacionados con el videojugar (no-refer-vj). Se reserva también un canal para elocuciones no clasificables debido a que no son comprensibles o porque no se ajustan a ninguna de las clasificaciones consideradas; y otro para señalar pasajes sin elocución.


En este plano, importa además registrar los cambios y modificaciones significativas en las posiciones corporales. Se han identificado siete posiciones básicas: acostado bocabajo y sus variantes, acostado de medio lado y sus variantes, acostado bocarriba y sus variantes, sentado en posición de loto y variantes, sentado estándar y variantes, sentado de medio lado y variantes, arrodillado y variantes, parado. Se registran bajo la denominación otra posición aquellas que no se ajustan a ninguna de las que hemos definido y determinado. Adicionalmente se consideran los RAM (reacomodos corporales menores). Los RAM son reacomodos corporales menores. Tienen las siguientes características: a) están localizados en una parte específica del cuerpo; b) son repetitivos y c) son de corta duración. La estructura rítmica (casi musical) de estos movimientos indican en qué sentido y hasta qué punto sirven para distribuir la descarga emocional de la espera, de la tarea por encarar, de las restricciones temporales que impone la tarea, de la carga cognitiva no tratable, etc. Este tipo de movimientos (con su dinámica rítmica, como la que se aprecia en los movimientos nerviosos, en las reacciones tras un momento de extrema tensión, etc) nos recuerdan hasta qué punto constituyen un poderoso dispositivo evolutivo en que se dan cita cognición, percepción, emoción y acción corporal. En HMG, por ejemplo, mientras espera, esto es, en secuencia pre-evento, pueden apreciarse ciertos tipos de movimientos RAM: balanceo de pies; se toma con las manos ciertas partes de la cabeza; salta en su puesto; se mordisquea los dedos. Hemos clasificado los tipos de RAM teniendo en cuenta si son pre-evento, post-evento o coevento; si sirven para preparar la dinámica resolutoria en condiciones TA o TE de la tarea o para jalonar exploraciones experimentales y rápidas (potencialmente automatizables) o si tienen funciones compensatorias (movimientos del cuerpo para ajustarse a los movimientos simulados en la pantalla) o de distribución/moderación de la descarga emocional, etc. En otro canal se registra la duración de los estados emocionales del videojugador (a partir de un conjunto de indicios corporales y expresivos específicos): negativo (cansancio, rechazo, aburrimiento), negativo + (excitación, frustración con deseos de continuar el juego, expectativa y tensión), neutro (estado de dominio pleno del juego, ni excitación, ni aburrimiento), positivo (alegría, entusiasmo durante el curso del videojuego) y positivo + (euforia, celebración, alta excitación asociada a celebración). Finalmente, como en el plano anterior, se reserva un canal para Anotaciones Complementarias relacionadas con particularidades de los eventos temporales del videojugar (Play Event Time).

Plano temporal del mundo del videojuego (Game Event Time, GET) Se pueden distinguir, en general, dos tipos de eventos en el plano o mundo del videojuego: aquellos que dependen de la operación manual del videojugador y aquellos que operan de manera automatizada, sin intervención del videojugador. Dentro de las secuencias que dependen de las operaciones manuales una doble distinción: hay escenas que, aunque dependen de las operaciones manuales del videojugador, no se asimilan a las del videojuego en desarrollo. Por ejemplo, las escenas de preparación y diseño de los personajes en algunos videojuegos, las escenas de selección de las especificaciones del videojuego (nivel de dificultad, velocidad, etc.) o las escenas de presentación de instrucción para operar el videojuego (vg., zonas de entrenamiento, textos instructivos sobre las características del videojuego, etc.). La diferenciación de estos tipos de eventos en el plano del videojuego requiere definir canales de registro distintos. Hemos identificado diez (10) canales.

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El primer canal está reservado para las actividades de preparación del videojugar (conexión de los equipos, búsqueda de los discos de videojuego, instalación de asientos para el juego, etc). En sentido estricto este tipo de eventos pertenece al plano SET, pero gráficamente es necesario considerar un registro en este plano al momento de mirar en conjunto el desarrollo de los eventos del mundo del videojuego. Otro canal registra el encender y resetear la consola. Hay un canal para apagando y uno para los eventos relacionados con el mal funcionamiento del software, hardware o fallos eléctricos. El canal en que se registra los momentos de inercia del videojuego refiere a aquellos momentos en que el videojugador deja de operar los controles, sin interrumpirlo, pausarlo o suspenderlo. Las escenas y secuencias automatizadas del videojuego, que no requieren intervención del videojugador para su despliegue, se marcan en otro canal. Estas escenas pueden coincidir con momentos de carga de programa, repeticiones de secuencias recién videojugadas, videoclips y escenas de presentación de créditos, entre otros. Las descargas de archivos, las pausas, la grabación del videojuego consideran sus respectivos canales. Hemos distinguido también un canal para la actividad de selección de caracteres y ajustes del videojuego, diferenciándole de las actividades de entrenamiento. Otro canal consigna la duración de los videojuegos anidados, que corresponden a videojuegos dentro del propio videojuego. Este canal se diferencia de aquel en que se registra el videojuego en desarrollo, análogo al canal de control y manipulación del videojuego del plano PET y SET. Hay un canal en que se indica el tipo segmento o videojuego y el tipo de restricciones temporales que considera (tiempos estrechos o tiempos amplios de resolución). Otro canal indica el grado de dominio que parece ejercer el videojugador en cada segmento de videojuego. Distinguimos aquellos segmentos de mucha dificultad (Tareas de Alta Dificultad o TAD) y aquellos que resultan rutinarios, más bien automatizados y menos exigentes (Tareas Estándar o TES). Finalmente, se considera un Canal de Anotaciones Complementarias sobre la dinámica del plano GET. De esta manera, se pueden obtener registros ordenados y diferenciados de las actividades que convergen en una Situación de Videojuego y que resultan relevantes para el estudio (ver gráfico 1 y 2).

Gráfico1. Fragmento de un cronograma de SVJ.

Si un videojuego es un conglomerado de problemas a resolver, no tratable o anticipable de manera lógica, esto es, un conglomerado de problemas que demanda la puesta en marcha de algún tipo de actividad e implicación para poder encararlo, ¿qué papel desempeña la presencia de importante actividad elocutiva, de movimientos del cuerpo y cambios frecuentes de los estados emocionales, en el proceso de abordaje y resolución de los videojuegos en tanto tareas dinámicas? ¿Estos tipos de eventos desempeñan algún papel en la resolución de los problemas o conglomerados de problemas que plantean los videojuegos? Mucha de la literatura reciente sobre la condición de los videojuegos ha puesto el acento en su carácter situado, corporalizado y contextodependiente. Estamos de acuerdo con que parecen demandar la puesta en marcha de un conjunto de procedimientos de acción con fuertes derivas corporalizadas, fuerte sensibilidad contextual y modos intensivos de regulación con importante participación de las emociones involucradas en su desarrollo y resolución. ¿Pero cómo devienen esas derivas corporalizadas y situadas? ¿De qué manera explican ta nto la duradera permanencia y persistencia de los niños que videojuegan como la, en general, exitosa resolución de videojuegos más bien arduos y exigentes?


Lo que subyace a la actividad de videojuego es un conjunto de conexiones inextricables, sólo analíticamente diferenciables aunque operacionalmente no sea posible separarles, entre percepción, movimientos neuromusculares o neuromotoras, cognición y emoción. Reconocer este complejo perceptual, neuromotoro, cognitivo y emocional implica asumir que aspectos que se consideraban subsidiarios o periféricos a la resolución de las tareas de videojuego deberán entenderse como constitutivos de la misma. El reconocimiento de este complejo perceptual, neuromotoro, cognitivo y emocional por su puesto no es nuevo. Se advierte en Thelen (2000) para el examen del desarrollo motor, en Draghi-Lorenz, Reddy y Costall (2001) para el estudio del desarrollo de las emociones y el estudio del desarrollo de la teoría de la mente (Reddy, 2008) o en el papel clave que Pascual-Leone y Baillargeon (1994) le conceden a la voluntad y al afecto en el desarrollo del mecanismo de atención mental como mecanismo clave del crecimiento cognitivo. Se puede encontrar en Piaget (1969) para quien las estructuras logicomatemáticas están contenidas organísticamente (Pascual-Leone, 1987) y el desarrollo del conocimiento consiste en la decantación y separación de tales estructuras. De acuerdo con Xypas (2001), el propio Piaget parece haberse preocupado por atender las críticas que bajo la acusación de intelectualismo se esgrimían contra su teoría al no referirse a las dimensiones afectivas y emocionales del desarrollo. Xypas (2001) destaca las relaciones que Piaget establece entre inteligencia y la afectividad. En primer lugar, la afectividad no se limita a los sentimientos y las emociones. Los sentimientos y los afectos (los factores afectivos), las inclinaciones y la voluntad (factores conativos) hacen parte de la afectividad, y lo que habría entre ellos serían diferencias de grado y no de naturaleza. “Para Piaget (…) inteligencia y afectividad son a la vez diferentes por naturaleza y al mismo tiempo son indisociables en el comportamiento concreto del individuo. Es imposible, dice él, encontrar conductas relevantes de la afectividad aisladas, sin algún tipo de elemento cognitivo, del mismo modo que es imposible identificar una conducta relevante de la inteligencia aislada, sin los elementos afectivos. No hay mecanismo cognitivo puro sin elemento afectivo, esto también se verifica tanto en los actos de la inteligencia práctica como en las formas más abstractas de la inteligencia” (Xipas, p. 28, 2001). Ideas similares se encuentran en el enfoque enactivo de Varela (1992, 1997, 2000). Con cierto reconocimiento y reputación en la investigación sobre las bases y correlatos neuronales de la consciencia (Thompson &Varela, 2001), Varela también postula la imposibilidad de diferenciar tajantemente entre cognición y corporalidad, entre cognición y emoción. De hecho, sus incipientes tentativas neurofenomenológicas (Varela, 1996 y 1999) estarían encaminadas, entre otras, a llevar al laboratorio lo que constituye una larga tradición en filosofía desde Husserl hasta Merleau Ponty: la percepción, las emociones, la mente y el cuerpo son una unidad indiferenciable.

Mientras las aproximaciones comunes a los correlatos neuronales de la conciencia han asumido una relación explicativa causal de una sola vía entre los sistemas de representación neuronal interna y los contenidos de la conciencia, nuestro enfoque permite teorías e hipótesis de dos vía o de relación recíproca entre los estados corporalizados de la conciencia y la actividad neuronal local (Thompson &Varela, 2001, p. 418). Para decirlo de un modo simple, el primer contexto de toda actividad cognitiva es el entramado corporal, sensoriomotor, y emocional en que prospera. Poner el acento en estos aspectos, los gestos corporales, los movimientos de las manos, los reacomodos corporales, las descargas y flujos emocionales del sujeto, asumir el estatuto corporalizado y emocional de la cognición, tiene varias consecuencias. La más interesante tiene que ver con que el examen del entramado sensoriomotoro y emocional de la actividad cognitiva permitiría comprender cómo lo que resulta no soluble de manera lógica suele resolverse de manera, harto desconcertante, en el curso de la situación.

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Analizar el sistema SVJ: rítmica y elocuciones El estudio del sistema SVJ considera tanto el seguimiento a lo largo del tiempo (longitudinal) de los comportamientos y actividades del niño que videojuega, como el examen de cada SVJ (cada sesión) como un caso individual. Para poder analizar la dinámica del sistema SVJ se hizo necesario diferenciar y codificar de manera esquemática y sintética todos los aspectos que se identificaron en los cronogramas de SVJ. Se diferenciaron diez (10) posiciones corporales (incluidos los movimientos RAM), seis (6) estados de elocución, cuatro (4) estado de relación con el videojuego o la tarea, en que se destacan los estados TAD (Tarea de Alta Dificultad) y TES (Tarea Estándar); seis (6) estados de resolución de la tarea; el número de eventos periféricos (eventos del mundo social relacionados con el entorno inmediato de la SVJ); los tres tipos de reacciones a los eventos periféricos (rechaza, ignora, atiende); y los seis (6) tipos de videojuegos, incluidas las variantes TA y TE de los videojuegos de realización y de potenciación.

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Adicionalmente se distinguieron cinco (5) estados del videojuego, teniendo en cuenta que cuando se videojuega no siempre se está “jugando o interactuando con la máquina. De manera lógica se podría considerar una gradación en la cesión de los modos de la dinámica interactiva entre dos agentes, el sujeto y la máquina7 , que tendría en los estados jugando y ajustando8 el modo 1:1, esto es, el de mayor interactividad sujeto-máquina, dado que ambos están en operación. Tendríamos un modo 1:0- en que la máquina está fuera de actividad, mientras el sujeto está activocuando la máquina está dañada, apagada, hay un corte eléctrico, hay fallos en el software, etc. Todos estos estados o tipos de eventos han sido agrupados bajo el descriptor off. Tendríamos el modo 0:1, en que la máquina está en actividad mientras el sujeto está en espera, ha abandonado transitoriamente el juego o está realizando otra actividad. Hemos agrupado todos estos estados en que el sujeto no está operando, mientras la máquina lo hace, bajo el descriptor “procesando” (incluye los estados de inercia de videojuego).Y tendríamos el modo 0:0 cuando tanto la máquina como el sujeto no están en actividad: el niño ha detenido la máquina intencionalmente. Estos estados de detención transitoria de la máquina y de la actividad del niño en relación con el videojuego se registran bajo el descriptor “pausa”. De esta manera tenemos cinco estados del videojuego que sugieran una cierta jerarquía en la interactividad, teniendo en cuenta que el estado de mayor interactividad es aquel en que tanto máquina como sujeto están interactuando.

Entonces, como puede apreciarse hay estados relacionados con las características del videojuego (Xa, tipo de videojuego y Xb, estados del videojuego); hay estados relacionados con la actividad del sujeto respecto a las tareas del videojuego (Ya, Relación con la Tarea yYb, Estados de Resolución de la Tarea); hay estados relacionados con los recursos de una cognición situada y corporalizada (Za estados de elocución, Zb reacomodos corporales, Zc estados emocionales), y hay estados relacionados con eventos periféricos del entorno de videojuego y las reacciones del sujeto a tales eventos (número de eventos periféricos y reacciones del sujeto a eventos periféricos). Las relaciones significativas usadas para el análisis consideran aspectos X o Y relacionados con aspectos Z9 . A continuación presentamos los avances en el análisis de una de las situaciones de videojuego que están en proceso de estudio. Se trata de una situación de videojuego en que participó el niño HMG. La SVJ se desarrolló durante el mes de junio de 2009 y se prolongó por casi 3 horas. El registro consideró 17720 unidades de 10 segundos. Durante la SVJHMG12060910 el niño jugó con una consola XBOX 360.Usó los siguientes videojuegos: San Andreas, Ladrón de Autos (videojuego de realización TA y TE, y de actualización), The House of the Death II (videojuego de realización TA y TE), Bloody Road Extreme y Kyrby (videojuegos de realización TA, TE y de potenciación TE), Tetrisport (videojuego de potenciación TE), Mario Bros. y Rey León (videojuegos de realización TA y TE). Para efectos de análisis vamos a considerar el lapso que va de la unidad 710 a la 10720, cuando se suspende la SVJ. Las primeras 710 unidades corresponden a un lapso se le solicitó al videojugador retrasar el inicio del videojuego para ajustar las cámaras. Sólo en la unidad 710, el niño inicia el proceso de instalación del videojuego en la consola y se despliega la actividad de videojuego. En la Tabla 1 se aprecia la distribución de eventos por cada uno de los estados del videojuego.

Tabla 1. Frecuencia de distribución de eventos durante la situación de videojuego SVHJMG120609


Como puede observarse la actividad de videojuego considera una importante presencia de estados de actividad no limitados al juego. En esta SVJ cerca del 3/4 partes de las unidades de tiempo consideran actividades relacionadas con prácticas de “juego”, nos referimos a operaciones manuales de los controles y comandos para resolver el videojuego o ajustarlo, y 1/4 parte se destina a prácticas “de espera” (procesos de carga y descarga de archivos realizados por la consola, pausas, procesos de encendido y reseteo de la consola, cambio de videojuegos, reparación de conexiones, etc). Esta relación 3:1 entre momentos de juego y no juego, puede variar de una Situación de Videojuego a otra, pero permite ilustrar bien una condición esencial de la actividad de videojuego: compromete un sinnúmero de actividades no juego que pautan y estructuran la práctica general de juego. Como presentaremos más adelante, es particularmente notable advertir no sólo cómo esta proporción entre momentos de juego/no juego se presenta en cada SVJ, sino –lo que resulta más importante- cómo procuran una rítmica particular a cada SVJ. El cronograma de la SVJ (Gráfico 2) nos permite apreciar, con un golpe de vista qué tan continuo o discontinuo es el desarrollo del videojuego.

tramo 1

tramo 2

tramo 3

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tramo 4

tramo 5

Gráfico 2. Aspecto del SVJHM120609: plano GET.

Cronograma

La línea negra en la parte inferior de cada tira corresponde al estado “jugando” o canal 11 en los registros. Las tres líneas restantes de abajo hacia arriba corresponden a estados de desarrollo del videojuego que implican interacción 1:1 del sujeto. Las nueve líneas restantes, las superiores, corresponden a estados no juego o de espera en la dinámica de videojuego.


Se puede notar, de manera general, cómo la actividad de videojuego implica un conjunto significativo de estados no juego distribuidos a lo largo los estados de juego, durante toda la SVJ. En este cronograma de videojuego, adicionalmente, se pueden observar, incluso en la propia línea de estado de juego, microinterrupciones de algunos segundos. De esta manera, en este cronograma de SVJ podemos encontrar, hacia el final de la gráfica (tramos 4 y 5), extensos pasajes de juego sin interrupciones, que denominaremos juego continuo. Encontramos en el tramo 3 dinámicas de juego semicontinuo, es decir microinterrupciones en medio de la relativa continuidad del juego. Y en el tramo 1, se aprecian dinámicas de juego fracturado o con interrupciones duraderas. La estructura rítmica del videojuego depende de la propia naturaleza y característica del videojuego, de la pericia y habilidad del videojugador y de la cantidad de eventos periféricos que fuerzan y propician interrupciones a lo largo de la SVJ. Estas estructuras rítmicas expresan y explican en parte porqué es posible jugar de manera prolongada un videojuego. Permítannos hacer una analogía: una tradicional comunidad indígena mexicana cuenta con un pequeño juguete: consiste en un palo sencillo y largo que sirve para golpear una pelota. Mientras caminan, los viajeros van golpeando la pelota y siguiendo sus rutas. De esta manera, recorren largas distancias sin agotarse. Este sencillo instrumento nos permite apreciar la importancia de los cambios de ritmo y el seguimiento atento a una actividad que varía, para alcanzar y resolver una tarea compleja. Como un largo viaje a pie, intentar resolver un videojuego prefigurándose su duración y complejidad, desalentaría cualquier tentativa. Como la dinámica del golpe a la pelota/marcha por el camino, la dinámica del juego/no juego, sirve para atender tareas cuya carga y dificultad exceden a la lógica y al cálculo de previsiones. En la SVJ examinada predomina la forma del juego continuo, pero hay una presencia importante de juego semicontinuo y juego fracturado (ver tabla 2).

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Tabla 2. Distribución de los tipos de videojuego según continuidad, en la SVJ estudiada. Examinar cómo en cada SVJ se pautan los ritmos de juego/no juego, cuánto pesa el juego continuo respecto al juego fracturado y semicontinuo, esto es, examinar el índice de continuidad que expresa la relación entre juego continuo y juego no continuo (semicontinuo y fracturado), nos permite reconocer aspectos frecuentemente ignorados a la hora de estudiar la dinámica real y concreta del videojugar. En este caso, hay una proporción de 3:1 entre videojuego continuo y videojuego no continuo en la SVJ examinada.


Por otro lado, se estima que una SVJ es particularmente silenciosa. La idea según la cual la actividad de videojuego constituye una suerte de repliegue silencioso quizás es heredera de una asimilación demasiado apresurada y automática con la práctica de ver televisión, una práctica que empezó siendo particularmente ruidosa y grupal, y que con la creciente individualización del ver televisivo, entre las clases medias y los sectores acomodados de la población urbana, se ha hecho más silenciosa. Sin embargo, varios estudios han desafiado la premisa del repliegue silencioso y del aislamiento social en la práctica de videojuego. Nuestro estudio adhiere a estas críticas y ha encontrado evidencia significativa de una apreciable actividad elocutiva a lo largo de la dinámica de videojuego. Esta actividad elocutiva, en los casos estudiados, no debería atribuirse a la presencia de una segunda persona en la escena de videojuego, esto es, la presencia del investigador. Es preferible pensar que la presencia de una segunda y tercera persona en la Situación de Videojuego contribuye a gatillar lo que constituye una actividad elocutiva contenida, en ausencia de un interlocutor. La actividad de videojuego es rica en elocuciones (murmuraciones, exclamaciones, verbalizaciones) que, como aspiramos a mostrar en futuros estudios, no son sólo reacciones post-evento, esto es, manifestaciones y expresiones reactivas a momentos críticos de la actividad, sino auténticas preparaciones para encarar la actividad de videojuego en curso y hacen parte de las disposiciones requeridas para resolver el videojuego, esto es, constituyen un componente crucial para resolver tareas no abarcables de manera lógica y puramente mental. Las elocuciones son al mismo tiempo actividad nerviosa y muscular íntimamente articulada a la dinámica emocional del videojugar. A continuación se presenta la distribución de unidades de tiempo que consideran eventos elocutivos y no elocutivos en relación con los diferentes estados del videojuego.

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Tabla 3. Distribución de tipos de videojuegos según actividad elocutiva. El videojugar silencioso probablemente es la forma dominante de la actividad de videojuego, pero también es importante apreciar la presencia significativa de actividad elocutiva. La proporción, en esta situación, es de 3:2, esto es, por cada tres unidades de videojuego silencioso hay dos de juego cargado de elocuciones. Por supuesto, esta proporción variará de situación a SVJ. Sin embargo, hace falta relacionar la actividad elocutiva con los estados del videojuego en que el videojugador está efectivamente manipulando los controles y operando el juego. Para ello es necesario discriminar los diferentes estados del videojuego y examinar la presencia en cada uno de ellos de actividades elocutivas, como se ofrece a continuación.


Atendiendo estas distinciones preliminares, procederemos a una descripción más técnica de la SVJ en relación con la actividad elocutiva. En principio, los modos 1:1 (ajustando y jugando) y 1:0 (procesando) deberían ser aquellos en que las dinámicas elocutivas self son más altas, mientras en los modos 0:1 y 0:0 debería haber una sensible disminución de las dinámicas elocutivas self-GET y self-PET, en general. Hemos agrupado los distintos estados de interacción Sujeto-Máquina y contabilizado los diferentes tipos de actividad elocutiva para cada uno de ellos. Estos son los resultados (ver Tablas 4 al 7).

Tabla 4 Distribución de dinámicas elocutivas según los estados del juego en Modo de Interacción (1:1), jugando y ajustando.

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Tabla 5 Distribución de dinámicas elocutivas según el estado del juego en Modo de Interacción (1:0), off.

Tabla 6 Distribución de dinámicas elocutivas según el estado del juego en Modo de Interacción (0:1), procesando.

Tabla 7 Distribución de dinámicas elocutivas según el estado del juego en Modo de Interacción (0:0), pausa.


Es interesante notar el peso de las elocuciones self-GET y de las elocuciones no self referidas al videojuego en el modo jugando. Este último tipo de elocuciones y las elocuciones no referidas al videojuego corresponde a elocuciones conversacionales, esto es, claramente articuladas a la presencia de una segunda persona en la Situación de Videojuego. En cambio, las elocuciones self son gatilladas por el desarrollo del videojuego; son usualmente breves y fragmentadas; dependen enteramente de la rítmica del videojuego y normalmente no están dirigidas a un interlocutor. En esta SVJ, los modos de interacción 0:0 (procesando) y 0:1 (pausa), tienen la mayor presencia de actividad elocutiva. En estos modos, el 50% de las unidades de tiempo presenta eventos elocutivos. Son estados en que el sujeto –en sentido estricto- no se encuentra en actividad de juego, constituyen auténticas interrupciones y suspensiones del estado jugando.Y, sin embargo, presentan la mayor proporción de actividad elocutiva en esta SVJ. ¿Acaso esto no desafía la hipótesis según la cual la actividad elocutiva es clave en la resolución de la Situación de Videojuego y sus diferentes tareas dinámicas? El tipo predominante de elocución en estos dos estados de interacción son las elocuciones referidas al videojuego y las no-referidas al videojuego; mientras que las elocuciones self son más bien pocas, en conjunto. Quizás allí está la clave: la actividad elocutiva self y no la actividad elocutiva en general, constituye el regulador elocutivo más importante de la práctica de videojuego. En jugando hay una presencia de 33% de actividad elocutiva, y en ajustando hay una presencia del 48%, pero son también los estados con mayor peso de las elocuciones self-GET. El modo con menor presencia de actividad elocutiva, esto es, el más silencioso, es el 1:0, es decir, el modo Off, en que la máquina ha dejado de funcionar debido a que el videojugador la ha reseteado, la ha apagado o está cambiando de videojuego. Tampoco presenta rastros de elocuciones self-GET. Sin embargo, es razonable esperar en otras SVJ algunos rastros de actividad self-GET en estados Off, como prolongación inercial de estados de alta interactividad hombre-máquina recién experimentados. Podemos por lo pronto indicar que las elocuciones en el Modo 1:0 (Off) suelen ser lo que denominaremos pre-evento crítico o post-evento crítico. Emergen al final o al principio de un ciclo completo de actividad de videojuego.Son fuertemente self-PET y expresan valoraciones que el sujeto hace acerca de su propio desempeño en el videojuego o preparan al sujeto respecto al proceso de videojuego que se va a desplegar a continuación. No hay elocuciones self-GET en los Modos 0:0 (pausa), es decir, aquellos estados en que la máquina está inactiva. 43 Finalmente, ¿hay una conexión significativa entre la actividad elocutiva self, y en particular, self-GET, y momentos críticos de desarrollo del videojuego (Tareas de Alta Dificultad)? Nosotros suponemos que durante las Tareas Estándar (TES), aquellas en las que el sujeto ha conseguido de alguna manera automatizar procedimientos y operaciones, las elocuciones self-GET deben tener un cierto signo celebratorio y deben ser menos frecuentes que durante los pasajes TAD. Es decir, la actividad self-GET debería ser más frecuente en pasajes TAD que TES. Veamos a continuación los datos obtenidos (Tabla 8).

Tabla 8. Distribución de estados de elocución según dificultad de la tarea de videojuego.


En lo que constituye un desafío a nuestra hipótesis, la frecuencia de elocuciones self-GET es mayor en las tareas TES que en las TAD. Adicionalmente, los tramos TAD son mucho más silenciosos que los TES. Sostenemos que esta sorprendente discrepancia entre los resultados esperables y los resultados obtenidos en relación con la actividad elocutiva en los pasajes TAD y TES de esta SVJ, se pueden comprender mejor, mediante el examen conjunto de los estados elocutivos, los estados emocionales y los reacomodos corporales, y el futuro examen de nuevas SVJ. Sugerimos que la baja presencia de elocuciones self-GET durante los pasajes TAD se debe a que, en ellos, habría una exacerbación de los movimientos RAM, como vía regia y manera de encarar las restricciones y dificultades de la tarea de alta dificultad. Para verificar esta, sin duda, hipótesis ad hoc, resulta indispensable un examen simultáneo de la dinámica emocional, corporal y elocutiva de los videojugadores durante los dos tipos de pasajes. Ese es el propósito del siguiente artículo.

Conclusiones

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El videojuego silencioso y continuo constituye la representación más frecuente y de sentido común acerca de la actividad de videojuego. El niño que videojuega, lo hace en la soledad de su cuarto, durante largas horas, entregado a una febril y repetitiva manipulación de los controles de videojuego. Esta imagen, sin embargo, debería matizarse. Aunque en la SVJ estudiada, efectivamente ambos atributos dominan la actividad de videojuego, es importante notar que la estructura y ritmo del videojugar está pautado justamente por la combinación de ambos estados y formas de la actividad: los momentos de juego son modulados por la significativa presencia de momentos no juego; y el videojuego silencioso considera la presencia harto significativa de actividades elocutivas. El registro en video y el estudio de la actividad de videojuego actual, aquella en la que todavía median el control y los comandos de videojuego en tanto interfaces gravitacionales bien delimitadas (González & Obando, 2008a), puede constituir una oportunidad de oro para comprender cómo las personas se las arregla(ba)n para resolver tareas en este tipo de entornos tecnomediados. Téngase en cuenta que dos fuertes tendencias están marcando el futuro inmediato de la tecnología de videojuego: por un lado, aquella que explora la dimensión corporal y motora del videojugar, representada en las consolas Nintendo Wii, y aquella otra que examina las posibilidades de control del videojuego a partir de la actividad del sistema nervioso central y del pensamiento, esto es las variantes neurotecnológicas (lazybrains) o formas de mind control exploradas actualmente, entre otras, por los Drexel Replay Lab. Las consolas de comando están justo a medio camino entre el mind control pleno y el body control exacerbado. En un futuro entorno maquínico del body control y en del mind control va resultar un poco más difícil apreciar de manera diferencia lo que hoy se nos ofrece como eventos discriminables, aunque convergentes: la cognición situada y corporalizada descifrando laberintos.


Notas: 1

Y tutora del proyecto de investigación “Niños que videojuegan: videojuegos que estructuran tiempos”, del estudiante Julián González, del cual deriva este artículo. Este artículo hace parte de la producción intelectual del Grupo de Investigación de Desarrollo Psicológico en Contextos, del Centro de Investigaciones en Psicología, Cognición y Cultura de la Universidad del Valle. Olga Lucía Obando: olgaob@yahoo.de. Julián González: jugonza@univalle.edu.co. 2

Para un apretado y notable resumen en castellano de lo que ha sido el reciente devenir de la investigación sobre videojuegos, recomendamos Piscitelli (2009), en particular el capítulo 3, Los videojuegos y la simulación de la realidad.Lo que tiene después de la inducción y la deducción (p.73-96). 3

Sobre la investigación psicológica relacionada con la cronogenesis ver Sato y Valsiner (2009) y Rudolph (2006).

4

Sobre las recientes analogías entre dominar una lengua y dominar los nuevos repertorios tecnológicos hay viejos antecedentes en Rheingold y Gasse (1991), y actualmente en Martín Barbero, 2000 y 2002; Piscitelli, 1995, Levy, 2004 y 2007).

5

Contra la idea de la actividad dirigida hacia una meta, hay que sugerir que en el curso de la actividad hay “metas autogeneradas” que no necesariamente coinciden con las que prevé el investigador; que hay tramos de la actividad sin meta; y que la actividad misma hace emerger metas no previstas. 6

Son conocidos los bloqueos emocionales, las angustias del examinado o los entusiasmos asociados al descubrimiento, derivados en parte de las restricciones temporales que toda tarea supone más o menos explícita o implícitamente.

7

Sobre la condición de las máquinas como agentes ver Latour (1998 y 2007) y Callon (1998), entre otros.

8

Hemos decidido diferenciar entre “jugando” (esto es, operando el videojuego) y ajustando (seleccionando personajes, realizando entrenamiento, etc), debido a que mientras en el primero puede haber restricciones de tiempo (TE, por ejemplo), en los estados de ajuste jamás hay restricciones de tiempo.

9

Los aspectos X y Y son interdependientes de manera lógica; mientras que los Z no dependen de manera lógica de X y Y, son independientes. 10

La codificación de las Situaciones de Videojuego considera las iniciales del nombre del videojugador, seguidas de la fecha en que se desarrolló la situación, indicando día, mes y año.

45


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Pensar con los pies:

dinámicas elocutivas, corporales y emocionales en la práctica de videojuego Por:

Julián González

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Estudiante del Doctorado de Psicología Universidad del Valle Profesor titular Escuela de Comunicación Social Universidad del Valle Cali, Colombia piolin1966@yahoo.com

Olga Lucía Obando Profesora Instituto de Psicología1 Universidad del Valle Cali, Colombia olgaoba@univalle.edu.co

Resumen:

Este estudio examina en detalle la actividad de videojuego de un niño de siete años, con buen rendimiento escolar, competente y hábil en términos de desempeño motor, de expresión emocional y expresión verbal. Sugiere que ciertos movimientos rítmicos del cuerpo, cierto tipo de verbalizaciones y ciertos estados emocionales no son eventos periféricos a los procesos de resolución de los videojuegos, constituyen componentes de primer orden de una cognición situada y corporalizada, mediante la cual se resuelven tareas que exceden una comprensión puramente lógica y mentalista. Este estudio propone un conjunto de procedimientos para capturar y analizar este tipo de eventos, en condiciones casi naturales y no experimentales, atendiendo a las particulares restricciones y regulaciones temporales que modulan la actividad de videojuego. (122 palabras)

Palabras claves:

cognición situada, juego elocutivo, juego silencioso, actividad de videojuego.


En un estudio previo publicado en este número de la revista (González & Obando, 2010), se examinaba la presencia de importante actividad elocutiva en medio del videojugar silencioso y de una rítmica particular y emergente, no inscrita en la estructura lógica del videojuego, derivada de las relaciones entre estados de juego y no juego mientras se videojuega. La conclusión esencial de este estudio exploratorio se resume en los siguientes términos: contrario a lo que se esperaba, durante los pasajes de videojuego en que el videojugador tenía mayores dificultades para avanzar, hubo menos actividad elocutiva, que durante los pasajes de la Situación de Videojuego (SVJ) (González & Obando, 2008 a y b, 2010) en que el videojugador parecía tener mayor dominio y solvencia. Este hallazgo al examinar una SVJ concreta, desafía la hipótesis planteada en el estudio según la cual el aumento en las exigencias del videojuego (por una menor pericia del videojugador, por la presencia de mayores restricciones de tiempo para resolver la tarea de videojuego o una mayor complejidad del videojuego) se traduciría en un aumento general de la actividad elocutiva. En esta oportunidad nos proponemos examinar si la menor presencia de actividad elocutiva en los pasajes de mayor dificultad de la práctica de videojuego estudiada, se explicaría porque está menor presencia se compensa con una mayor inestabilidad en las posiciones corporales y en los estados emocionales. Para avanzar en el análisis de la SVJ, haremos uso de Gridware (Lewis, Lamey & Douglas, 1999; Lamey, Hollenstein, Lewis & Granic, 2004), para estudiar el comportamiento de los tres aspectos (estados emocionales, reacomodos corporales y estados elocutivos) durante toda la trayectoria o desarrollo de la SVJ.

Cronogramas de videojuego y uso del gridware El State Space Grids y el Gridware constituye un tipo de herramienta informática y un software inspirado en algunas de las categorías operativas y conceptuales más seductoras de los Sistemas Dinámicos No Lineales: atractores, ruinas de atractores, auto-organización, transiciones de fase, espacio de estados del sistema, trayectorias. Desarrollado por Marc Lewis y su equipo hacia el año 1999, el software ha ido ganando en refinamientos y posibilidades. Hollenstein (2007) señala que mientras la discusión acerca de qué constituye un Sistema Dinámico No Lineal no termina de zanjarse y definirse, es decir, mientras sigue viva la discusión acerca de si únicamente el sistema de ecuaciones matemáticas que lo representa es un SDNL o si, además de las representaciones matemáticas, un sistema dinámico puede representarse por otras vías, incluyendo las ecuaciones, de alguna manera el desarrollo de Gridware constituye en cierta forma un modo de salirle al paso a la discusión, en tanto permite abordajes dinámicos de procesos empíricos sin tener que pasar por el requisito de los sofisticados tratamientos matemáticos (ecuaciones diferenciales) que habrían limitado su aplicación más allá de las ciencias físicas.

Aunque se trata de un software que permite representaciones harto descriptivas de los fenómenos estudiados, el SSG permitiría aproximaciones analíticas nada despreciables. Hollenstein identifica dos grandes tipos de estudios, cada uno de los cuales considera abordajes específicos en los que el aprovechamiento del SSG puede ser promisorio: estudios comparativos (en tiempo real) y estudios longitudinales (en tiempo real y tiempo del desarrollo). Los primeros considerarían varias aproximaciones. Menciona el “análisis de regiones”: “un abordaje de recurrente en el estudio de los patrones estables de comportamiento es empezar con una definición a priori de un estado atractor y una medida del grado en el cual un sistema se estabiliza en ese estado” (Hollenstein, 2007, p.386-87). Hollenstein (2007) sugiere que un estudio puede ocuparse de medir la fuerza de tal atractor (estado) examinando y analizando la duración y la frecuencia de un comportamiento respecto a una celda o un conjunto de celdas. Constituye un modo de testear y examinar una hipótesis o modelo apriorístico, contrastándolo con la fuerza de atracción de las celdas y regiones que, en principio, definen y calzan con la hipótesis. Otro abordaje comparativo lo constituye lo Hollenstein (2007) denomina “análisis de la totalidad de la rejilla”. En este caso se trata de examinar el comportamiento a través del conjunto de la rejilla, y no sólo respecto a una región o celda. El énfasis en el análisis del conjunto de la rejilla es particularmente útil cuando se trata de examinar la variabilidad y flexibilidad de un sistema. En estos casos, no será la fuerza de atracción de una región o una celda, sino el número o rango de celdas visitadas, esto es, el rango y número de estados de comportamiento, la dispersión de los comportamientos en la grilla, el número de transiciones entre celdas y regiones o la tendencia a permanecer en un número pequeño de estados, los factores y elementos que se tendrán en cuenta. El grado de flexibilidad o la rigidez del sistema se expresará como dispersión o concentración de los recorridos en varias o en unas pocas celdas. Un tercer enfoque de este tipo de estudios comparativos son lo que Hollenstein (2007) llama “análisis de grupo”, útil cuando se trata de hacer seguimiento no de individuos o diadas. En estos casos, no se examinan trayectorias, sino –por ejemplo- número de interacciones entre, por ejemplo, tipos de niños y niñas en un entorno escolar. En estos casos, “SSG puede ser usado para disponer información acerca de la distribución de valores en una matriz” (Hollenstein, 2007, p.389).

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Por otro lado, están los estudios longitudinales. En estos casos, resulta promisorio el uso del Space State Grid para desarrollar varios tipos de análisis. En primer lugar, el “análisis de atractores”, esto es, de estados que tienen mayor probabilidad de ocurrencia que otros estados. Este tipo de análisis puede permitir identifica la región o celda atractor, medir su fuerza y examinar su estabilidad. La recurrencia en el pasaje de ciertas trayectorias por ciertas celdas y regiones, la duración o permanencia de tales eventos en esa celda o región y la duración de tal región en su capacidad de atraer trayectorias se pueden apreciar mediante SSG. Para ello resultan útiles algunas medidas que ofrece el propio software como número de transiciones y visitas por celda, tiempo o cantidad de retornos a las celdas examinadas. En segundo lugar, el análisis de las “transiciones de fase del desarrollo” puede ser muy fructífero a través de SSG, esto es, los momentos en que los patrones de un sistema son reorganizados de una nueva manera, atendiendo a las dos formas en que la variabilidad puede presentarse y representarse en SSG: como un incremento de la dispersión (aumento inusitado del número de celdas visitados) o como un incremento de las transiciones (incremento inusitado del número cambios entre celdas). Finalmente, Hollenstein (2007) sugiere un tipo de análisis o medida cuya utilidad puede ser importante: se trata del análisis del cambio y distancia entre rejillas, que proceden de diferentes momentos en el tiempo.

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Inestabilidad/Estabilidad en el sistema SVJ: pasajes TAD y TES en contraste En el futuro, nuestro estudio considerará análisis de distancia entre grillas o entre diferentes SVJ experimentadas por un videojugador y de las transiciones de fase en la actividad de videojuego, la relación entre momentos de mayor inestabilidad del sistema SVJ y emergencia de soluciones y descubrimientos para la resolución de las tareas de videojuego. Por lo pronto, en este artículo, nos ocuparemos de contrastar y comparar el comportamiento conjunto de los estados emocionales, elocutivos y corporales durante las tareas de mayor dificultad (TAD) con aquellos que se presentan durante las tareas de estándar (TES) o de menor dificultad en la SVJ. Estamos suponiendo que tanto las dinámicas corporales como los flujos emocionales, junto a las elocuciones self (Obando & González, 2008b y 2010), sirven para extender, de manera virtual, el tiempo de resolución de la tarea, automatizar procedimientos y jalonar hallazgos y soluciones inesperadas. Cuando las automatizaciones y la lógica no son suficientes para tratar una tarea las derivas emocionales, elocutivas y corporales desentraban, por así decirlo, su tratamiento. Podemos presentar este planteamiento de manera muy esquemática y simple. Imaginemos un polígono (de fuerzas) con cuatro vectores: cognición, emoción, acción y percepción. Cuando se presenta una tarea que tiende a demandar más participación de uno de los vectores, por ejemplo, una tarea de percepción multiestable –como la que ofrece Varela (1999, 2000)-, o cognitiva –como las que suelen encontrarse en los estudios piagetianos- o de coordinación motora como las que examinaba Thelen (1986, 1991, 1993), o emocional, como las que se usan en los estudios sobre juicio moral, empatía o reconocimiento de estados emocionales (Harris, de Rosnay & Pons, 2005), los otros tres vectores se convierten en “sistema de recursos” dinámico para resolver la tarea cuando los recursos próximos (esto es, los más cercanos a la tarea) no son suficientes o no están disponibles. Por ejemplo: debo levantar un peso extraordinario y recurro al grito y a la reducción o dulcificación del tamaño y la ubicación de una mejor manera de soportarlo, para poder realizar la operación; o tengo una tarea cognitiva no abarcable de manera lógica, y apelo a recursos emocionales, corporales y preceptúales para operarla. Contraigo los músculos de los ojos para resolver una tarea perceptual. Y así sucesivamente. Sólo cuando los recursos próximos al tipo de tarea están disponibles (esto es, han sido automatizados), es decir, tengo la capacidad mental, corporal, perceptual, emocional para tratarlos, los otros se convierten en subsidiarios, laterales o marginales.


Para efectos de análisis tenemos las siguientes distinciones operativas básicas. Hay cuatro tipos de videojuegos (González & Obando, 2008a y 2010) realizadas a partir de conceptos claves derivados de Levy (1999), videojuegos en que se realizan elecciones o videojuegos de realización, videojuegos en que se organizan recursos o videojuegos de potenciación, videojuegos en que se resuelven problemas o videojuegos de actualización, y videojuegos en que se crean recursos, mundos y problemas, o videojuegos de virtualización. Respecto a las restricciones de tiempo para resolver las tareas que impone un videojuego, tenemos que habría videojuegos sin restricciones temporales o de Tiempos Amplios (TA) de resolución de la tarea, y videojuegos con restricciones temporales o de Tiempos Estrechos (TE) de resolución de la tarea. Hemos clasificado cinco estados emocionales del videojugador en la SVJ: negativo (cansancio, rechazo, aburrimiento), negativo + (excitación, frustración con deseos de continuar el juego, expectativa y tensión), neutro (estado de dominio pleno del juego, ni excitación, ni aburrimiento), positivo (alegría, entusiasmo durante el curso del videojuego) y positivo + (euforia, celebración, alta excitación asociada a celebración). Hemos considerado siete (7) estados elocutivos: self-GET o elocuciones en que el videojugador habla de sí mismo como si fuera un personaje del mundo del videojuego, esto es, como si estuviera situado en el plano temporal de los eventos del mundo ficcional del videojuego (GET por Game Event Time); self-PET o elocuciones en que el videojugador habla de sí mismo en su condición de videojugador o como si estuviera situado en el plano temporal de los eventos relacionados con el jugar (PET por Play Event Time); y elocuciones self-SET, en que el videojugador habla de sí mismo en calidad de persona o sujeto inscrito en el plano temporal del mundo social (SET por Social Event Time). También hay elocuciones referidas al videojuego, sin constituir elocuciones self (ref-vj), elocuciones no referidas al videojuego (no-ref-vj), hay elocuciones no clasifibles , y pasajes sin elocuciones (SF). Y finalmente, hemos diferenciado siete estados, posiciones o reacomodos corporales: acostado bocabajo y sus variantes, acostado de medio lado y sus variantes, acostado bocarriba y sus variantes, sentado en posición de loto y variantes, sentado estándar y variantes, sentado de medio lado y variantes, arrodillado y variantes, parado. Se registran bajo la denominación otra posición aquellas que no se ajustan a ninguna de las que hemos definido y determinado. Adicionalmente se consideran los RAM (reacomodos corporales menores), que consisten en movimientos repetitivos, rápidos, rítmicos y breves, localizados en alguna parte específica del cuerpo, en especial, la cabeza y extremidades.

Para efectos de análisis tenemos las siguientes distinciones operativas básicas. Hay cuatro tipos de videojuegos (González & Obando, 2008a y 2010) realizadas a partir de conceptos claves derivados de Levy (1999), videojuegos en que se realizan elecciones o videojuegos de realización, videojuegos en que se organizan recursos o videojuegos de potenciación, videojuegos en que se resuelven problemas o videojuegos de actualización, y videojuegos en que se crean recursos, mundos y problemas, o videojuegos de virtualización. Respecto a las restricciones de tiempo para resolver las tareas que impone un videojuego, tenemos que habría videojuegos sin restricciones temporales o de Tiempos Amplios (TA) de resolución de la tarea, y videojuegos con restricciones temporales o de Tiempos Estrechos (TE) de resolución de la tarea. Hemos clasificado cinco estados emocionales del videojugador en la SVJ: negativo (cansancio, rechazo, aburrimiento), negativo + (excitación, frustración con deseos de continuar el juego, expectativa y tensión), neutro (estado de dominio pleno del juego, ni excitación, ni aburrimiento), positivo (alegría, entusiasmo durante el curso del videojuego) y positivo + (euforia, celebración, alta excitación asociada a celebración). Hemos considerado siete (7) estados elocutivos: self-GET o elocuciones en que el videojugador habla de sí mismo como si fuera un personaje del mundo del videojuego, esto es, como si estuviera situado en el plano temporal de los eventos del mundo ficcional del videojuego (GET por Game Event Time); self-PET o elocuciones en que el videojugador habla de sí mismo en su condición de videojugador o como si estuviera situado en el plano temporal de los eventos relacionados con el jugar (PET por Play Event Time); y elocuciones self-SET, en que el videojugador habla de sí mismo en calidad de persona o sujeto inscrito en el plano temporal del mundo social (SET por Social Event Time). También hay elocuciones referidas al videojuego, sin constituir elocuciones self (ref-vj), elocuciones no referidas al videojuego (no-ref-vj), hay elocuciones no clasifibles2 , y pasajes sin elocuciones (SF). Y finalmente, hemos diferenciado siete estados, posiciones o reacomodos corporales: acostado bocabajo y sus variantes, acostado de medio lado y sus variantes, acostado bocarriba y sus variantes, sentado en posición de loto y variantes, sentado estándar y variantes, sentado de medio lado y variantes, arrodillado y variantes, parado. Se registran bajo la denominación otra posición aquellas que no se ajustan a ninguna de las que hemos definido y determinado. Adicionalmente se consideran los RAM (reacomodos corporales menores), que consisten en movimientos repetitivos, rápidos, rítmicos y breves, localizados en alguna parte específica del cuerpo, en especial, la cabeza y extremidades.

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Nuestra hipótesis es que ante pasajes TAD, con Videojuegos TE (de realización y potenciación), deberían presentarse tanto mayor actividad corporal, incluidos movimientos RAM, como elocutiva. Lo que no debería presentarse son posiciones estables duraderas y pocas elocuciones self, a menos que –complementariamente- esta posición estable considere alguna forma de rigidización (que equivale a un dinámica masiva de RAM a lo largo del cuerpo), acompañada de un estado emocional Negativo +. No parece probable en un pasaje TAD de videojuego un estado cero: posición corporal estable, ningún evento RAM, cero elocuciones self y estado emocional neutro. Para verificar esta hipótesis se hace preciso comparar las configuraciones que se presentan en los pasajes TAD y TES de la SVJ examinada, teniendo en cuenta diferencias en los tipos de videojuegos y en los tiempos de resolución que suponen y demandan. Es esperable que se presente mayor inestabilidad elocutiva, corporal y emocional en un tramo TAD que en uno TES, en un tramo TE que en uno TA, y en un videojuego de resolución de problemas que en uno de realización o potenciación. Se espera que la combinación TAD+TE sea particularmente propicia a un rango mayor de inestabilidad elocutiva, corporal y emocional, que la combinación TES+TA. Es razonable esperar significativa estabilidad en un tramo TES+TA de un videojuego de realización, mientras parece esperable una mayor inestabilidad en un tramo TAD+TA del mismo tipo de videojuego.

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En esta ocasión estudiamos la misma situación estudiada en el artículo publicado en este número de la revista. Se trata de una situación de videojuego en que participó el niño HMG (7:1), un niño que no presenta problemas de motricidad, ni limitaciones comprobadas de aprendizaje y comprensión de las tareas escolares, equilibrado emocional y afectivamente, y que vive y crece en una ciudad intermedia en Colombia (Popayán), en un entorno urbano de clase media y en una familia de la que recibe protección, estímulo y educación escolar de buena calidad. La SVJ se desarrolló durante el mes de junio de 2009 y se prolongó por casi 3 horas. El registro consideró 17720 unidades de 10 segundos. Durante la SVJHMG1206093 el niño jugó con una consola XBOX 360 y usó los siguientes videojuegos: San Andreas, Ladrón de Autos (videojuego de realización TA y TE4 , y de actualización), The House of the Death II (videojuego de realización TA y TE), Bloody Road Extreme y Kyrby (videojuegos de realización TA, TE y de potenciación TE), Tetrisport (videojuego de potenciación TE), Mario Bros. y Rey León (videojuegos de realización TA y TE). Para efectos de análisis vamos a considerar el lapso que va de la unidad 710 a la 107205 . A continuación, se organizan los tipos de videojuegos de la SVJHG061209, dispuestos de mayor a menor estabilidad (elocutiva, corporal y afectiva) esperada. Se indica el número de unidades de 10 segundos que, en la SVJ, corresponden a cada tipo de videojuego. También el tipo de restricciones temporales para la resolución de la tarea de videojuego y el tipo de dominio o relación que el videojugador ejerce sobre la tarea (TAD o TES).

Tabla 8 Distribución de tipos de videojuegos y tipos de relación con la tarea en la SVJ estudiada. Como puede apreciarse es posible establecer comparaciones entre videojuegos de realización con diferentes tipos de tiempo de resolución y distintas maneras de relacionarse el videojugador con ellos. Es posible contrastar también las configuraciones que se presentan en estos casos, con aquellas que emergen en los videojuegos de actualización. No hay pasajes que incluyan videojuegos de virtualización, y sólo contamos con registros de videojuegos de potenciación para la variante de Tiempos Estrechos de resolución y Tarea de Alta Dificultad. La primera pregunta que vale la pena hacer es cómo se distribuyen y qué porcentaje de unidades de tiempo de 10 segundos consideran eventos TAD y eventos TES, y de qué manera se presentan los estados elocutivos, emocionales y las reorganizaciones corporales en cada uno de los dos tipos de eventos. Veamos a continuación este registro.


Tabla 9 Distribución de Eventos TAD y TES en la SVJHMG120609. Los estados emocionales no neutros y los eventos RAM son significativamente mayores en las secuencias TAD. Sin embargo la actividad elocutiva articulada a la dinámica del videojuego (elocuciones self y elocuciones referidas) en las secuencias TAD es casi la mitad de la actividad elocutiva del mismo tipo en las secuencias TES. De todos modos, en estos registros están entremezclados datos de diferentes tipos de videojuegos y con restricciones temporales variadas. Nos interesa describir qué ocurre con la distribución de eventos cuando el tiempo de resolución de la tarea se contrae, esto es, qué pasa cuando se trata de videojuegos de realización y potenciación TE, respecto a sus variantes TA, y respecto a los videojuegos de virtualización y actualización, cuyo rasgo más frecuente es el Tiempo Amplio de resolución. Presentamos a continuación los resultados encontrados para cada uno de los tipos de videojuego. Los expondremos empezando por los segmentos o tramos de la SVJ en que se esperaría menor inestabilidad en los estados emocionales, corporales y elocutivos, y terminando en aquellos en que se esperaría mayor inestabilidad. Para la presentación consideraremos tres rejillas por tramo o segmento de la SVJ estudiada. Las tres rejillas, generadas a través de Gridware (Lamey, Hollenstein, Lewis & Granic, 2004), consideran en el eje X la relación TAD o TES con la tarea y en el eje Y, los reacomodos corporales, los estados emocionales y los estados elocutivos, respectivamente.

Gráfico. Rejilla de Reacomodos Corporales en relación con la Tarea. En el eje X, los estados de relación con la tarea de videojuego: ST, sin tarea, indica que el videojugador está en estado de No Juego; preparando, refiere a que la consola de videojuego está cargando archivos, presentando repetición del videojuego previo o presentando los créditos y autorías del videojuego. TES: Tarea Estándar o de baja dificultad para el videojugador; TAD: Tarea de Alta Dificultad para el videojugador. En el ejeY, los diferentes estados corporales: out (el videojugador está fuera de la SVJ), RAM (Reacomodo Corporal Menor); tres estados corporales estables en posición de acostado; dos estados corporales estables en posición de sentado; posición de arrodillado; posición de parado, y, finalmente, otras posiciones que no se ajustan a esta clasificación.

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Gráfico . Rejilla de Estados Emocionales en relación con la Tarea. Los descriptores del eje Y (estados emocionales) son los siguientes. Out: el videojugador está ausente de la SVJ, negativo (aburrido), negativo + (excitado expectante), neutro (estable), positivo (alegre), negativo + (excitado eufórico).

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Gráfico Rejilla Estados de Elocución en Relación con la Tarea. A continuación, los descriptores del eje Y (Estados de Elocución). Out (el videojugador está ausente de la SVJ), SE (Sin Elocución), No-Refer-Vj (Elocución no referida el videojuego), Refer-Vj (elocución referida al videojuego), y elocuciones self (self-SET, self-PET y self-GET).

Cada unidad de 10 segundos en la que se presentan eventos ajustados a los descriptores mencionados, se grafica como un punto en rejilla. La rejilla también permite presentar la trayectoria o secuencia de eventos, interconectados y representados gráficamente con flechas ( ), tal como se podrá observar en las gráficas siguientes.


Tramos de Videojuegos de Realización y Potenciación TA/TES Lo esperable en estos tramos de la SVJ sería una significativa estabilidad, debido a que no hay restricciones en los tiempos de resolución de la tarea (Tiempos Amplios), hay dominio rutinario del videojuego (TES) y no se trata de videojuegos complejos. En el estudio se presentaron 261 unidades de 10 segundos en las que se presenta este tipo de condiciones6 , distribuidas en 26 tramos. El rango de duración de los tramos está entre 3 y 22 unidades de 10 segundos. Se presentaron tanto tramos con importante estabilidad en el comportamiento de los estados emocionales, corporales y elocutivos, como tramos con significativa inestabilidad, lo que desafía la hipótesis. En un 36,5% de la unidades analizadas se presenta un comportamiento estable, es decir, ajustado a lo que se esperaría en el modelo o hipótesis planteada; en un 37% de las unidades analizadas se encontró significativa inestabilidad, lo que controvierte el modelo; y en un 26,3% se encontraron comportamientos mixtos (inestabilidad de algunos de los estados y estabilidad en otros), es decir, parcialmente ajustados a lo que se esperaría en el modelo. A continuación una ilustración tanto de comportamientos que se ajustan al modelo, como de aquellos que lo controvierten parcial o completamente. Tramo 10590-10720 (14 unidades de 10 segundos).

Reacomodos corporales

Estados emocionales

Gráfico 4. Tramo con comportamientos ajustados al modelo.

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Estados Elocutivos

El comportamiento es significativamente estable en este tramo de la SVJ. Se ajusta a lo que se esperaría en un videojuego sencillo (de realización o potenciación), en el que el videojugador a alcanzado dominio y cierto nivel de automatización de los procedimientos y operaciones (Tarea Estándar) y no hay restricciones de tiempo para resolver el videojuego (Tiempo Amplio). No hay eventos RAM, el sujeto adopta tres posiciones corporales estables; permanece en un estado emocional neutro y la actividad elocutiva es baja, sin presencia de eventos elocutivos self, que se señalarían una mayor implicación emocional con el desarrollo del videojuego.


Tramo 6840-7020 (18 unidades de 10 segundos)

Reacomodos corporales

Estados emocionales

Estados Elocutivos

Grรกfico 5. Tramo con comportamientos parcialmente ajustados al modelo.

Aunque hay comportamiento emocional y corporalmente estable, se aprecia significativa inestabilidad elocutiva, con importante presencia de eventos elocutivos self-GET. Este pasaje se ajusta sรณlo parcialmente al modelo.

Tramo 2850-3010 (17 unidades de 10 segundos) 58

Reacomodos corporales

Estados emocionales

Estados Elocutivos

Grรกfico 6. Tramo con comportamientos no ajustados al modelo.

Ademรกs de la presencia de eventos RAM, el sujeto permanece expectante y excitado (negativo+) a lo largo de este tramo de la SVJ y hay una importante presencia de elocuciones self-GET.


Tramos de Videojuegos de Realización y Potenciación TE/TES Es esperable una menor estabilidad en estos pasajes que en los anteriores. La única restricción fuerte es el tiempo (TE); pero la simplicidad de la tarea (videojuego) y el hecho de que se trata de tramos de rutina, hacen esperable formas intermedias de inestabilidad. Es decir, no se trata de la estabilidad generalizada de los videojuegos de realización y potenciación TA+TES, que deberían constituir la forma más estable del sistema. Es esperable también que la inestabilidad TE + Videojuegos de realización y potenciación, sea menor que la inestabilidad en los casos TAD en cualquiera de las variantes de videojuego, dado que las características de la relación con el videojuego (TAD y TES) constituye el principal vector de inestabilidad, seguido del tipo de videojuego y de las restricciones temporales para la resolución del videojuego. La complejidad del videojuego, en sí mismo, en tanto produzca dinámicas TAD es suficientemente inestable, incluso en los videojuegos TA. De esta manera, un videojuego de virtualización con TE y dinámica TAD debería producir la mayor inestabilidad del sistema. En la SVJ analizada, se presentaron 119 unidades de 10 segundos con estas características, distribuidas en ocho tramos, cuyas duraciones se sitúan en rangos entre 9 y 22 unidades. Predominaron los tramos ajustados a lo que se esperaría en el modelo, esto es, una moderada inestabilidad del sistema, comportamientos mixtos en que, por ejemplo, una fuerte dinámica elocutiva esté acompañada de moderada o completa estabilidad en las posiciones corporales y el estado emocional. En general se encontró mayor estabilidad en estos tramos que en los anteriores. El 81,35% de los tramos presenta y se ajusta al comportamiento esperado; el 18,65% de los tramos presenta comportamientos parcialmente ajustados al modelo, y, finalmente, no hay ningún tramo que está claramente no ajustado al comportamiento esperado. A continuación, dos tramos que ilustran ambos tipos de circunstancias. 59 Tramo 5320-5530 (22 unidades de 10 segundos)

Reacomodos corporales

Estados emocionales

Estados Elocutivos

Gráfico 7. Tramo con comportamientos ajustados al modelo.

En el tramo se presenta importante inestabilidad corporal, con varios pasajes RAM, moderada inestabilidad emocional, significativa estabilidad elocutiva y un episodio elocutivo self-GET.


Tramo 3920-4130 (22 unidades de 10 segundos)

Reacomodos corporales

Tramos de Videojuegos de Actualización (TA)/TES

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Estados emocionales

Estados Elocutivos

Gráfico 8. Tramo con comportamientos parcialmente ajustados al modelo.

Con dos posiciones corporales estables mediadas por dos eventos RAM, el tramo presenta importante inestabilidad emocional y fuerte dinámica elocutiva, con varios eventos self-GET. Este tramo se ajusta sólo parcialmente a lo que se esperaría según el modelo.

Lo esperable en este caso es una dinámica combinada: por un lado, la complejidad del videojuego procura una suerte de deriva inestable; pero por otro lado, la relación con la tarea es TES, esto es, el videojugador a conseguido automatizar parte de los procedimientos de un videojuego complejo, lo que deja como resultado un escenario con baja complejidad debido al dominio que el videojugador ejerce sobre la tarea. Por lo tanto, lo esperable es una dinámica moderadamente estable, pero –en conjunto- mucho más inestable que los tramos anteriores, debido a la mayor complejidad del videojuego. En la SVJ se presentaron 41 unidades (de 10 segundos) de este tipo. Se trata de un largo tramo de videojuego de actualización o resolución de problema, en el que el videojugador se desempeña con amplio dominio y experticia.Y en efecto, el conjunto del tramo se ajusta a los comportamientos esperados. Estabilidad corporal, con presencia marginal de eventos RAM, moderada estabilidad emocional e importante actividad elocutiva, incluido eventos self-GET. A continuación, ilustramos el tramo.

Tramo 3180-3580 (41 unidades de 10 segundos)

Reacomodos corporales

Gráfico 9. Tramo con comportamientos ajustados al modelo.

Estados emocionales Estados Elocutivos El tramo presenta estabilidad corporal, con un breve pasaje RAM y dos posiciones corporales estables; inestabilidad emocional moderada y fuerte inestabilidad elocutiva. La complejidad del videojuego arrastra la dinámica inestable, a pesar de tratarse de un videojuego TA en el cual el videojugador ejerce relativo dominio automatizado de la tarea.


Tramos de Videojuegos de Realización (TA)/TAD Los tramos presentados a continuación deberían ofrecer un aumento significativo de las inestabilidades virtud de la menor pericia y dominio del videojugador sobre el videojuego. La fuerza de la relación TAD constituye un factor que introduce profunda inestabilidad en la dinámica. Esa restricción puede ser moderada por la forma temporal de la tarea (TA). Lo esperable, en todo caso, son comportamientos claramente inestables, aunque no necesariamente continuos. Se presentaron 122 unidades de 10 segundos correspondientes a este tipo de videojuegos con relaciones TAD y Tiempo Amplio de resolución de la tarea. Estas unidades se distribuyen en seis tramos, con rangos entre cuatro y 60 unidades. El 100% de los tramos se ajusta al comportamiento esperado. Predominó el comportamiento corporal estable, esto es, pocos eventos RAM, con intensa inestabilidad emocional y elocutiva. A continuación, un tramo que ilustra este tipo de comportamiento. Tramo 9880-10470 (60 unidades de 10 segundos)

Reacomodos corporales

Estados emocionales

Estados Elocutivos

Gráfico 10.Tramo con comportamientos ajustados al modelo. Tramos de Videojuegos de Realización y Potenciación TE/TAD Se esperaría una muy alta inestabilidad de los tres vectores, explicable sobre todo por la fuerza de las restricciones temporales (TE) y la dificultad para encarar la tarea (TAD). Las restricciones de tiempo acentúan tanto la inestabilidad emocional como el uso de procedimientos de regulación y control del videojuego mediante movimientos RAM y fuerte actividad elocutiva self. Se presentaron 202 unidades de 10 segundos con características TAD y TE para videojuegos de realización y potenciación, diseminadas en seis tramos, con rangos de duración entre 7 y 56 unidades. En un 86,6% el comportamiento corporal, emocional y elocutivo se ajustó a lo esperado; en 9,9%, parcialmente; y en un 3,4% no se ajustó a lo esperado. A diferencia de los tramos de videojuegos de realización y potenciación con TA y TAD, en estos no sólo la inestabilidad fue significativa en los estados emocionales y elocutivos, sino también en los corporales, con importante presencia de movimientos RAM. Presentamos a continuación tres tramos que ilustran ajustes completos, parciales y completo desajustes respecto a los comportamientos esperados.

Se aprecia estabilidad corporal, con dos posiciones corporales estables y algunos pasajes RAM. Hay significativa inestabilidad emocional y elocutiva.

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Tramo 5950-6360 (42 unidades de 10 segundos)

Reacomodos corporales

Estados emocionales

Estados Elocutivos

Gráfico11. Tramo con comportamientos ajustados al modelo.

Es una de las secuencias de videojuego continuo (González & Obando, 2010) más largas del estudio. Se aprecia fuerte inestabilidad corporal y emocional, con intensa inestabilidad elocutiva.

Tramo 8930-9120 (20 unidades de 10 segundos)

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Reacomodos corporales

Estados emocionales

Estados Elocutivos

Gráfico 12. Tramo con comportamientos parcialmente ajustados al modelo. Con fuerte inestabilidad corporal, con importantes eventos RAM, e importante inestabilidad emocional, este tramo presenta una significativa estabilidad elocutiva. Quizás debido a la notable inestabilidad corporal se inhibió el recurso compensatorio de la actividad.


Tramo 4860-4920 (7 unidades de 10 segundos)

Reacomodos corporales

Estados emocionales

Estados Elocutivos

Gráfico 13. Tramo con comportamientos no ajustados al modelo. Hay importante estabilidad corporal, significativa excitación emocional y moderada actividad elocutiva. No se ajusta a la intensa inestabilidad esperada, de acuerdo con la hipótesis planteada.

Tramos de Videojuegos de Actualización/TAD

Debido a la complejidad de los videojuegos y la relación TAD, es esperable una importante dinámica inestable, moderada ocasionalmente por el tipo de tiempo de resolución de la tarea (Tiempos Amplios). Sin embargo, es de suponer que este tipo de tramos deberían considerar la mayor inestabilidad del sistema, apenas superable por un hipotético videojuego de virtualización, con relaciones TAD y condiciones TE para realizar la tarea. En el estudio de la SVJ se presentaron 38 unidades de 10 segundos con este tipo de dinámica. Las 38 unidades de Videojuego de Actualización/ TAD se desarrollaron en tramos de 14, 6 y 8 unidades. En los tres tramos el comportamiento del sistema se ajusta perfectamente a los patrones esperados: alta inestabilidad en las posiciones corporales, con fuerte presencia de movimientos RAM; alta inestabilidad en los estados emocionales, esto es, estados no neutros; y significativa actividad elocutiva, con presencia de eventos elocutivos self-GET. Es decir en el 100% de los tramos se presentan alta inestabilidad. A continuación una ilustración de uno de los tres tramos en que se aprecia importante inestabilidad en los tres comportamientos.

Tramo 2230-2360 (14 unidades de 10 segundos)

Reacomodos corporales

Estados emocionales Estados Elocutivos Es particularmente significativa la presencia de dinámica RAM y Gráfico 14. Tramo con el estado emocional negativo + en este tramo. Un poco menos comportamientos ajustados al modelo. intensa resulta la dinámica elocutiva, con presencia de eventos elocutivos referidos al videojuego y un evento self-GET. El tramo se ajusta a la hipótesis planteada.

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Conclusiones En resumen, la hipótesis de la estabilidad/inestabilidad de las dinámicas elocutivas, corporales y emocionales, según se trate de videojuegos de realización TA/TE, de potenciación TA/TE, de actualización y de virtualización, y según el videojugador cuente con mayor o menor dominio sobre el videojuego (TES o TAD) parece verificarse -para esta SVJ- en todos los casos, con excepción de los tramos correspondientes a videojuegos de realización y potenciación TA/TES, en los que se encontró mayor inestabilidad de la esperada en la mitad de los casos. En el futuro, el seguimiento detallado de todas las SVJ del niño HMG, el examen de las SVJ en el niño NOG y el estudio de nuevas SVJ en otros niños videojugadores, nos va a permitir introducir ajustes y refinar el modelo apenas esbozado en este artículo. La emergencia de soluciones inesperadas tras los momentos críticos o de alta inestabilidad, el modo como el niño videojugador regula la abrumadora presencia de eventos periféricos que amenazan con sacarlo de la SVJ, la manera como transforma ciertos descubrimientos operacionales y ciertas formas de manipular los controles de videojuego para mejorar su dominio sobre cada videojuego, se irán revelando en los futuros estudios de estas SVJ registradas en video y cuyos data han sido tratados usando Grideware y su interfase gráfica generada (State Space Grid), un software que ofrece no sólo una importante representación visual de los fenómenos, sino prometedores modos de hacer seguimiento y comparaciones de trayectorias y dinámicas en el tiempo.

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La práctica de videojugar parece revelar dimensiones y rasgos cuyos alcances estamos en mora de comprender. La presencia de una significativa actividad elocutiva, los movimientos RAM y los continuos reacomodos corporales, los cambiantes estados emocionales no deberían considerarse fenómenos periféricos y externos a los procesos de resolución y desarrollo de los videojuegos. El videojugador que agita repetidamente las manos y la cabeza o balancea nerviosamente los pies y los brazos está resolviendo a través de estos gestos el videojuego. El examen de algunos de los aspectos más significativos de una Situación de Videojuego nos permite apreciar cómo convergen estos fenómenos y hasta qué punto parecen acentuarse cuando aumenta la dificultad de la tarea de videojuego. El videojugar silencioso y el videojugar elocutivo van tomando lugar a lo largo del desarrollo de la SVJ, pautando y estructurando la actividad más allá de las restricciones y prescripciones contenidas en la gramática y arquitectura del videojuego. En otras palabras, así como el libro que promete el autor, no es el libro que se procura el lector; el videojuego, los contenidos y secuencias que se prevén en el diseño lógico, no son los que el videojugador interpreta haciéndose a una comprensión que pasa por el cuerpo, la palabra y la emoción. La resolución dinámica de un videojuego contrasta con lo que podría esperarse de una resolución lógica y mentalista del mismo. La dificultad, falta de pericia, la complejidad de la tarea de videojuego, aunadas a las restricciones temporales para su resolución procuran una suerte de inestabilidad generalizada del sistema SVJ. En el seno de esta inestabilidad parecieran emerger soluciones inesperadas, descubrimientos y maneras de resolver el videojuego, que posteriormente el videojugador estabilizada, aprende y automatiza. Fue en uno de estos momentos de alta inestabilidad que HMG descubrió las posibilidades que ofrece pausar rápida y consecutivamente una secuencia de videojuego de realización TE para encontrar modos de operarla y resolverla más eficientemente. El estudio y análisis de nuevas SVJ con niños diversos y en circunstancias particulares y cambiantes nos van a ir revelando algo que podría resumirse y sintetizarse en una sola palabra: también se piensa con los pies.


Notas: 1

Y tutora del proyecto de investigación “Niños que videojuegan: videojuegos que estructuran tiempos”, del estudiante Julián González, del cual deriva este artículo. Este artículo hace parte de la producción intelectual del Grupo de Investigación de Desarrollo Psicológico en Contextos, del Centro de Investigaciones en Psicología, Cognición y Cultura de la Universidad del Valle. Olga Lucía Obando: olgaob@yahoo.de. Julián González: jugonza@univalle.edu.co. 2

No se han presentado hasta ahora elocuciones no clasificables en nuestro estudio.

3

La codificación de las Situaciones de Videojuego considera las iniciales del nombre del videojugador, seguidas de la fecha en que se desarrolló la situación, indicando día, mes y año.

4

TA y TE son términos para diferenciar entre aquellos videojuego en que hay restricciones de tiempo para resolver la tarea específica del videojuego (TE o Tiempo Estrecho) y aquellos en que no hay restricciones de tiempo (TA o Tiempo Amplio) para la resolución de la tarea.

5

Sólo en la unidad 710, el niño comienza el proceso de instalación del videojuego, y en la unidad 10720 suspende la SVJ para irse a almorzar.

6

Están incluyen 45 unidades en las que se presentan eventos de selección de caracteres del videojuego y entrenamiento. Ambos tipos de actividad han sido clasificados como procesos de realización de Tiempos Amplios.

Referencias Draghi-Lorenz, R.; Reddy,V. & Costall, A. (2001) Rethinking the Development of ‘‘Nonbasic’’ Emotions: A Critical Review of Existing Theories. Developmental Review 21, pp 263–304. Obtenido de http://www.idealibrary.com González, J. & Obando, O. (2008a). Clasificar los videojuegos como tarea dinámica. En Revista Nexus No.4. Escuela de Comunicación Social, Universidad del Valle. Cali. ________ (2008b). Mapear los eventos temporales en las situaciones de videojuegos. En Revista Nexus No 4. Escuela de Comunicación Social, Universidad del Valle. Cali. González & Obando (2010) Pautando los ritmos del videojugar: juego elocutivo y silencioso, juego continuo y fractura. Revista Nexus, No. 8 Escuela de Comunicación Social, Universidad del Valle. Harris, P.; de Rosnay, M. & Pons, F. (2005) Language and Children’s Understanding of Mental Status. Obtenido de www.erin.utoronto. ca/~w3psygs/05PSY210F/Harris2005.pdf. Hollenstein, T. (2007) State space grids: Analyzing dynamics across development. En International Journal of Behavioral Development 2007, 31 (4), 384–396. Obtenido de http://www.statespacesgrids.org. Lamey, A., Hollenstein, T., Lewis, M.D., & Granic, I (2004). GridWare (Version 1.1). Computer software. Obtenido de http://statespacegrids.org Lévy, Pierre (1999). ¿Qué es lo virtual? Barcelona: Paidos. Lewis, M. D., Lamey, A. V., & Douglas, L. (1999). A new dynamic systems method for the analysis of early socioemotional development. Developmental Science, 2, pp. 458-476. Thelen, E. (1986) Treadmill-Elicited Stepping in Seven-Month-Old Infants. En Child Development, Vol. 57, No. 6, (Dec., 1986), pp. 1498-1506 Thelen, E.; Ulrich, B.D. & Wolff, P.H. (1991) Hidden Skills: A Dynamic Systems Analysis of Treadmill Stepping during the First Year. Monographs of the Society for Research in Child Development, Vol. 56, No. 1, pp. i+iii+v-vi+1-103 Thelen, E. et al., (1993) The Transition to Reaching: Mapping Intention and Intrinsic Dynamics. Child Development, Vol. 64, No. 4, (Aug., 1993), pp.1058-1098. Varela, F. (1999) Present-Time Consciousness. En Journal of Consciousness Studies No. 6, No. 2–3, pp. 111–140. _________ (2000) El fenómeno de la vida. Santiago de Chile: Dolmen.

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PROPÓSITO DEL BICENTENARIO Y DEL PAPEL DE LA PRENSA DECIMONÓNICA EN LA CONSTRUCCIÓN DE MEMORIAS NACIONALES A

Por:

Camilia Gómez Cotta 1 kamiliagc@yahoo.com

Ha llegado ya el termino en que el historiador escriba las revoluciones y la Independencia de la América del Sur. El escribirà con emociones mezcladas de gozo y de dolor los males y el alivio de los hijos de Colon. Quando haya terminado la larga relación de barbarie, de asesinatos y de traiciones, acabarà probablemente esta sangrienta narración diciendo:

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Asi cayó el monumento del Despotísmo Español en América en medios de los gritos de gozo de millones de Séres emancipados, y de la admiracion del mundo. Correo del Orinoco. Angostura sábado 1 de agosto de 1818 2

Abstract

Resumen

Key Words:

Palabras Clave:

The bicentennial in Latin America, enable excuse to reflect on what constitutes us and crosses as countries and citizens belonging to Democratic nation states. The article records a possible route: the press nineteenth century and its relationship with generated power and subordination in the dawn of Colombian republic. Press nineteenth, Colombian republic, subaltern, social communication

Los bicentenarios en Latinoamérica, posibilitan el pretexto para reflexionar en torno a lo que nos constituye y atraviesa como países y ciudadanos pertenecientes a Estados-nacionales democráticos. El artículo consigna una ruta posible: la prensa decimonónica y su relación con el poder y las subalternidades generadas en los albores de la república colombiana. Prensa decimonónica, República de Colombia, subalternidades, Comunicación Social.


PRIMERA PÁGINA3 En noviembre de 2002 tuvo lugar la VII Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado. El eje central giró en torno a la historia de los medios de comunicación en Colombia. En los paneles realizados se hizo un repaso a la nación mirada desde los medios, título introductorio de las memorias, que servía como lugar de encuentro para comprender la necesidad de reflexionar “sistemáticamente sobre la historia social de los medios de comunicación” 4, en tanto han contribuido a producir y representar, de un lado, proyectos colectivos de nación y de otro, diversas estrategias que han acompañado la circulación de los discursos que los sustentan. Las mesas académicas, seis en total, abordaron temas que transitaron desde los fundamentos de la prensa decimonónica hasta la responsabilidad social que les implica en el siglo XXI. También tuvieron lugar ponencias alrededor del tránsito de la prensa del siglo XIX al XX; la emergencia de los medios masivos y su posterior inserción en la industria de la comunicación masiva; el multiculturalismo y el futuro de los medios en el nuevo milenio. Dos de los puntos en que todos los panelistas coincidieron, a pesar del vasto panorama temporal afrontado, fueron: la escasez de estudios al respecto y la necesidad de incentivarlos, desde una perspectiva transdisciplinar. El presente ensayo tiene tal propósito. El punto de fuga es la comunicación social como campo de conocimiento. Se pretende comprender la manera en la cual se articulan medios y nación o cómo, en la formación del Estado decimonónico, la prensa asumió ciertas funciones en la construcción de sentidos, representaciones y circulación de algunos intereses sociales, los criollos, y no de todos aquellos que participaron activamente en los acontecimientos del momento. Paralelo a este propósito, se repasan algunas de las posturas o tendencias teóricas que han dado cuenta de hechos y explicaciones a eventos sociales imbricados con la comunicación. El escrito se divide en tres partes: la primera da cuenta de manera panorámica de corrientes y escuelas que han nutrido la discusión en torno a los escenarios de la comunicación en América Latina y Colombia, haciendo énfasis en el tema central del presente ensayo. Un segundo momento apunta hacia la posibilidad de ampliar el horizonte contextual expuesto en el punto anterior, forzando el análisis hasta el primer momento o intento republicano en la Nueva Granada, 1808- 1810, dentro de la trama mundial (o lo que hoy se podría denominar global). Una tercera y última, presentará, más que conclusiones, inquietudes, preguntas y reflexiones posibles de continuar desarrollándose a futuro. Se debe advertir que el estado actual de la investigación, provee de herramientas iniciales, que podrían, en un estadio más avanzado, dar lugar a modificaciones o ajustes acordes con los hallazgos encontrados.

ALGUNOS ESCENARIOS, DISCUSIONES Y HORIZONTES ANALÍTICOS DE LA COMUNICACIÓN Didáctica básica para la introducción en las teorías de la comunicación Múltiples han sido las rutas de abordaje para comprender los procesos comunicacionales. En su desarrollo han convergido disciplinas, corrientes teóricas, paradigmas de pensamiento, temas u objetos de investigación. Las diversas etapas en los análisis y en las escuelas demuestran tendencias desiguales en los estudios, visiones, metodologías y conclusiones. Dadas las características disímiles en los resultados, la clasificación se dificulta. Varios estudiosos se han dado a la tarea de hacerlo, entre ellos Armand y Michèll Mattelart, quienes en una de sus obras, tratan de (…) dar cuenta de la pluralidad y la fragmentación de este campo de observación científica que, históricamente, se ha situado en tensión entre las redes físicas e inmateriales, lo biológico y lo social, la naturaleza y la cultura, los dispositivos técnicos y el discurso, la economía y la cultura, las micro y macro perspectivas, la aldea y

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el globo, el actor y el sistema, el individuo y la sociedad, el libre albedrío y los determinismos sociales. La historia de las teorías de la comunicación es la de estos fraccionamientos y de los diferentes intentos de articular o no los términos de lo que con demasiada frecuencia aparece más bajo la forma de dicotomía y oposiciones binarias que de niveles de análisis. Incansablemente, en contextos históricos muy distintos, con variadas fórmulas, estas tensiones y estos antagonismos, fuentes de medida de exclusión, no ha dejado de manifestarse, delimitando escuelas, corrientes y tendencias5 . Los Mattelart entrelazan etapas históricas lineales, con el surgimiento de posturas en el viejo y nuevo mundo. Parten del pensamiento de la sociedad entendida bajo la metáfora de conjunto de órganos que cumplen funciones determinadas, como las primeras concepciones de una ‘ciencia de la comunicación’6 en el siglo XIX. Aún cuando no lo explicitan, dados los autores seleccionados en el punto de partida, el contexto de fondo lo proporciona la revolución industrial y su consecuente división del trabajo, bajo los lineamientos del laissez-faire. Flujos o intercambios sociales, la red y la totalidad orgánica emerge con Claude Henri de Saint-Simon, quien compara la sociedad con un ser vivo. La gestión del progreso así como la psicología de las multitudes europeas continúan en el panorama expuesto por los autores. Atravesando el Atlántico, llegan simultáneamente al siglo XX y al “nuevo mundo” y su empirismo: la escuela de Chicago y la corriente de los Mass comunication Research; la teoría de la información y las tendencias que a su interior se darían. Viene luego la industria cultural y la escuela crítica de Frankfort. Avanzan hacia las versiones francesas, lingüísticas y norteamericanas del estructuralismo y su momento postmoderno. También exponen la manera como el Centro de Birmingham y los Cultural Studies reubican las prácticas y las instituciones culturales, así como las relaciones con el poder y la sociedad realizando un viraje hacia el estudio de la recepción.

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El panorama espacio-temporal de los Mattelart transita a la articulación que desde mediados de los 70’s genera la economía política para la comprensión del “desequilibrio de los flujos de información y de productos culturales entre los países situados a uno y otro lado de la línea de demarcación del ‘desarrollo’” 7. Desde aquí, la industria cultural, se leería de manera plural para percibir la dependencia no sólo desde una dimensión económica sino también político-cultural. Este acápite retomaría algunos elementos marxistas, algunos de la economía-mundo y algunos de una renovada concepción del funcionalismo, para explicar la economía política de la comunicación en algunos eventos de la guerra fría que trascendían las clásicas lecturas de la sociología norteamericana en cuanto al imperialismo cultural. Exponen también el papel de la Unesco en el Nuevo Orden Mundial 8. La parte final hace énfasis en “la vuelta en la teoría del círculo social construido en la comunicación ordinaria”9 que se complejiza con los avances técnicos y tecnológicos, así como con el actor-red, el sujeto propuesto para comprender los riesgos y desafíos que devendrían de la combinación entre la técnica y la ciencia. Historia de las teorías de la comunicación se ha constituido en una obra de referencia desde su aparición inicial, en 1995. Los recién iniciados en este campo encuentran en el horizonte esbozado por los Mattelart datos e información sobre las escuelas europeas y norteamericanas. Las alusiones al pensamiento latinoamericano son periféricas. El siglo XIX es mencionado en cuanto el punto de partida de las ciencias de la comunicación como consecuencia de concebir la sociedad como organismo social interdependiente. La prensa y su relación con la formación de los Estados decimonónicos en América Latina no hacen parte de la preocupación de estos autores, básicos en otros espectros del análisis comunicacional.

Interrelaciones y contradicciones paradigmáticas entre las escuelas norteamericanas y europeas. Desde España, la investigadora Blanca Muñoz ha sido una de las más destacadas catedráticas en el análisis comparativo entre las escuelas europeas y norteamericanas, en el tema de la comunicación y la cultura. Uno de los textos más célebres, Cultura y Comunicación. Introducción a las teorías contemporáneas , se constituye en un ejemplo de ello. Desde un bagaje importante que articula el marxismo con el psicoanálisis, el estructuralismo, la antropología, la lingüística, la semiología y el análisis simbólico-cultural, la socióloga española Blanca Muñoz profundiza sobre “ el juego entre consciente e inconsciente a través de una considerable fuerza de motivación (que) elimina la sen-


sación de inseguridad y de contradicción en masas unificadas. La cultura pasa a ser una mercancía ‘paradójica’, como afirman Horkheimer y Marcuse. Mediante un uso industrial de ella y una ideologización publicitaria, su funcionamiento refuerza los vínculos del sistema y facilita la disolución de la crítica intelectual” 11. Los paradigmas teóricos que sustentan las corrientes europeas y norteamericanas, se constituyen en el eje central del análisis de Muñoz. Síntesis conceptuales, interacciones, aportes temáticos y/o conceptuales, taxonomías, discursividades, génesis ideológicas e intercambios culturales proporcionan al lector puntos para sopesar elementos al interior o entre corrientes, en las dos escuelas comparadas. La autora incluye parte de la discusión posmoderna, en la cual el fetichismo se constituye en la esencia de la lógica de la cultura de masas. La función-signo de las mercancías y de los conjuntos de objetos es la clave de la génesis ideológica de las necesidades y del intercambio simbólico masivo. La mercancía se muestra como un signo en vez de como un objeto. La cultura de masas ha conseguido elaborar un perfecto orden de simulacros. Simulacros que en la comunicación “massmediática” se sacralizan y ritualizan. Por consiguiente, el ritual de la comunicación “comunicativa”, muestra el cambio a signos y a símbolos fantasmagóricos de los que son relaciones y objetos. El tema marxiano de la cosificación y del fetichismo se retoman como subsistemas particulares de la ideología, aunque a la luz de la metodología saussuriana 12. Algunos conceptos claves, como mitologización, pseudocultura, relación vivida imaginaria, aparatos ideológicos del Estado, dialéctica del iluminismo, e incluso, industria cultural, se comprenden metódica y conceptualmente mejor si se proporcionan dispositivos históricos, políticos y sociales en el contexto en el cual emergieron. Foucault señalaría la importancia de hacer un trabajo genealógico y arqueológico que posibilite rehacer el archivo que viabilizó el surgimiento y la comprensión de determinado concepto, así como la relación discursiva con el poder 13. Con esto en mente, algunas inquietudes surgen: ¿cuáles han sido las lógicas en que se han trasladado los conceptos de las corrientes norteamericanas y europeas con los cuales se han comprendido y explicado procesos comunicacionales en América Latina? ¿Las circunstancias y contextos soportan tales conceptos sin argumentos propios? ¿Es posible generar conceptos universales para todas las latitudes y procesos locales? ¿Es viable pensar desde las realidades de los países Latinoamericanos, categorías que se ajusten más a las trayectorias históricas, así como a los escenarios en los cuales han tenido lugar procesos comunicacionales?

La comunicación de masas desde Norteamérica Se ha tomado como referencia a Denis Mc Quail y la obra siempre actualizada Introducción a la teoría de la comunicación de masas. Tercera edición revisada ampliada, en tanto como lo señala el autor, el libro se basa en la (…) teoría de la comunicación de masas: no obstante, resulta difícil establecer una línea divisoria entre el pensamiento sobre los medios de comunicación de masas y las ciencias sociales en general. Sin embargo, se puede por lo menos intentar reconocer algunas de las premisas subyacentes en cuanto a la relación entre medios de comunicación y sociedad 14.

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La estructura propuesta por el autor se inicia con las tradiciones estructuralistas, conductistas y culturalistas, las diferencias de estos enfoques y la importancia que le han concedido a los medios de comunicación de masas. Mc Quail aborda teorías, estructuras, organizaciones, contenidos, audiencias y efectos de los mass media. Destaca a lo largo de su texto las características en los procesos masivos, entre los que se destacan que (…) los emisores son casi siempre comunicadores profesionales (periodistas, productores, artistas, etc.) en nómina dentro de organizaciones mediáticas, formales u otras (como, por ejemplo, anunciantes, artistas y políticos), escogidas como vía de acceso por dichas organizaciones. El contenido simbólico o “mensaje” transmitido en la comunicación de masas es a menudo “manufacturado” de forma estándar (producción en serie) en vez de ser único, creativo o imprevisible. Es el producto de un proceso laboral con un valor de cambio (en los mercados mediáticos) y un valor de uso (para los receptores), y eso lo convierte en un bien comerciable. La relación entre emisor y receptor suele ser “no moral”, como un servicio prestado o un trato comercial, en el que se entra voluntariamente sin compromiso alguno para ambas partes 15.

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Las particularidades de los medios masivos les garantizarían en esta perspectiva la sobrevivencia, pese a la cada vez mayor competencia de los nuevos media, ya que existiría una suerte de lógica dentro de un “marco de referencia en el que los elementos fenoménicos puedan relacionarse entre sí de forma coherente y en el que se puedan identificar pautas duraderas de acción y pensamiento” 16. El futuro de las teorías en la comunicación de masas que, de acuerdo al autor, ha tenido un desarrollo pausado, se explicaría, como en otros campos del conocimiento, en tanto, (…) el carácter esencialmente intersubjetivo de las prácticas y actividades de la comunicación de masas, su multiplicidad y diversidad y el cambio continúo del entorno social en que evolucionan. Una de las características de la teoría de la comunicación de masas, su carácter normativo, podría parecer un inconveniente desde un punto de vista científico, pero no se puede eliminar ni pasar por alto, puesto que se trata de un rasgo intrínseco del fenómeno mediático 17. La parte normativa en la comunicación de masas es su propia estructura, de acuerdo a Mc Quail. Ella daría cuenta de la actuación de los medios de comunicación, los vínculos entre medios y sociedad, el equilibrio entre la libertad y responsabilidad social de los media. Los códigos de conducta cuyo origen tuvo lugar con la prensa en la segunda posguerra mundial tendrían un desarrollo teleológico en la radio y la televisión y debería incluir a los medios emergentes, en la medida en que lo requieran. Al respecto, concluye:

En cuanto al propósito crítico, es posible que las actuales condiciones de aparente “ausencia de normas” y pérdida de fe resulten temporales y superficiales. Los viejos problemas que abordaba la teoría crítica no están resueltos y han aparecido muchas causas nuevas para llenar el hueco dejado (provisionalmente) por el debilitamiento de la lucha de clases. Los mismos medios de comunicación de masas, por mucho que se diga de sus contenidos, no están organizados con un espíritu posmoderno. Cuestiones referidas a las definiciones sexuales, la identidad cultural, la desigualdad, el racismo, los daños medioambientales, el hambre y el caos social son ejemplos de problemas de creciente importancia y urgencia en los que los media están profundamente implicados aunque sólo fuera por su mayor papel en la organización de las sociedades nacionales y de la global 18. Es preponderante la perspectiva multiculturalista que, desde el paradigma neo-liberal, el autor otorga a los medios masivos y su función dentro de una sociedad que a diario se nutre de avances tecnológicos. Siguiendo esta línea podría ubicarse la renovación de la democracia, desde la utopía mediática, posibilitando el trabajo mancomunado, no conflictivo, en pro de campañas e ideales globales, llegando incluso a convocar creencias y agendas disímiles. En cuanto a la polifonía del lenguaje y a los media como máquinas (defectuosas) de significados, Mc Quail añadirá A pesar del innegable “poder personal del lector” muchos indicios confirman que las “lecturas” de las audiencias suelen seguir líneas de interpretación convencionales y previsibles y que los géneros mediáticos familiares, como las noticias o las series de televisión se “leen”, la mitad de las veces, más o menos como se pretendía. Los contenidos mediáticos y los actos habituales de los media tienen significados múltiples –hay comunidades interpretativas alternativas-, pero muchos géneros mediáticos son comprendidos la mayoría de las veces por la mayoría de sus receptores de maneras previsibles; y muchos de sus significados son denotativos e inequívocos. El texto contiene el poder que sería absurdo ignorar 19. Si bien la obra de Mc Quail se publicó en las últimas décadas del siglo XX, el paradigma del cual se nutre es fácilmente ubicable en el liberalismo que promovía el mercado y la libre empresa desde el siglo XVIII. El pensador norteamericano defiende su contexto, su cultura e intereses geopolíticos. Los ejemplos, particularidades y la noción de democracia y de futuro no dejan lugar a dudas en torno al modelo a seguir en cuanto a la comunicación de masas dentro de la sociedad global. Definitivamente América Latina y la emergencia de los Estados nacionales, las maneras particulares de entender la democracia, las dificultades de acceso a la red virtual, las condiciones propias en las que se genera la comunicación masiva en el país, no hacen parte de las preocupaciones del autor. La corriente de pensamiento que se lee en la extensa obra de Mc Quail no contribuye a dilucidar la relación medio/nación, por lo menos no para el caso colombiano.


Las mediaciones desde América Latina. De las múltiples opciones y autores, se han seleccionado los siguientes: el boliviano Luis Ramiro Beltrán; el argentino Roberto Marafioti, el ecuatoriano Iván Rodrigo Mendizábal y los chilenos Víctor Silva Echeto y Rodrigo Browne Sartori. La selección, como todas, es parcial y arbitraria, por ello no pretende ser otra cosa que una guía básica y no un camino exclusivo, ni excluyente para el tema central del ensayo. El Centro Interdisciplinario Boliviano de Estudios de la Comunicación, CIBEC, publicó en 2008 La Comunicación antes de Colón. Tipos y formas en Mesoamérica y los Andes, liderado por Luis Ramiro Beltrán, en compañía de Karina Herrera, Esperanza Pinto y Erick Torrico. El investigador principal no dudó en calificar el texto como un sueño hecho realidad, durante el lanzamiento en el auditorio central de la CIESPAL 20, en agosto de 2009. El equipo se ocupa de un tema que ha sido investigado desde la antropología, la arqueología o la lingüística, pero no desde la comunicología21 : las expresiones simbólicas que desde el periodo prehispánico existieran en Meso y Sur América. Para estudiar y dar cuenta de los tipos y formas de comunicación antes de Colón, los miembros del CIBEC desarrollaron cinco capítulos. En el primero se hallan las premisas de la investigación, ubicando la necesidad de incluir a la historiografía tradicional, la perspectiva del campo comunicacional, de manera sistemática. De igual forma, exponen el diseño metodológico empleado. En el segundo capítulo articulan la cultura a la comunicación, desde el homo sapiens hasta las culturas de Meso América y de Los Andes, en tanto, (…) el ser humano, desde sus orígenes simbolizó, necesariamente dio lugar a campos de interpretación de esos sus productos. Por eso se puede afirmar que la comunicación está en el principio de la historia, si se asume que la historia es una construcción de y en la vida social, de y en la relación. La comunicación es, pues, consustancial al hombre. No puede haber vida social (historia) fuera de la comunicación. Esto quiere decir, para los fines del presente estudio, que la historia comunicacional Latinoamericana no principia en tiempos coloniales y menos con la introducción de la primera gran mediación técnica, la imprenta, sino que comienza con las vivencias de las culturas de las sociedades precolombinas 22. Continúan el recorrido de la investigación situando histórica y geográficamente a las culturas de Mesoamérica y Los Andes, en el paisaje precolombino, describiendo las características culturales, sociales y económicas. Luego de proveer de herramientas conceptuales y metodológicas en torno al tema de estudio elegido, en los capítulos finales se ocupan de revelar un inventario sobre los tipos y las formas comunicacionales que clasifican en cinco categorías: la oral, la que se componía del gesto-espacial-sonoro, la comunicación iconográfica, la escrita y la espacio-monumental. Como parte de las conclusiones, reiteran que se hace inevitable continuar el trabajo iniciado, en tanto es apremiante la “necesidad de profundizar sistemática y sostenidamente en la comprensión del universo intenso y extenso de prácticas indígenas comunicacionales dispersas en todas las latitudes americanas, antes de la llegada de los hombres de Castilla” 23. De igual forma, pensando en la comunicación como espacio de conocimiento científico, los autores concluyen que se debe: 1) afrontar la displicencia que desde algunas perspectivas reducen la comunicación a prácticas instrumentales; 2) generar estrategias para la sistematización de la tradición investigativa, así como fortalecer el rigor en los procesos y objetos de investigación; 3) superar la concepción que concibe a las culturas precolombinas como ágrafas y por tanto “condenadas hasta no hace mucho a los confines o características de la prehistoria” 24; 4) trascender la manera tradicional en que las historias de la comunicación se limitan a exponer de manera cronológica y descriptiva, las tecnologías, subestimando y descuidando recursos y experiencias comunicacionales, así como contextos y procesos sociales.

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El rango temporal que orientó la investigación de Ramiro Beltrán y su equipo antecede en mucho el que se ha delimitado para el análisis de la prensa decimonónica; sin embargo, permite ubicar la reflexión desde unas coordenadas más acordes con las inquietudes que de fondo alimentan este ensayo. ¿Cuál ha sido el papel de la prensa en los procesos de modernidad/colonialidad en Colombia? ¿De qué manera ha favorecido el silenciamiento de experiencias, procesos sociales e identitarios? ¿Qué existencias han tenido la oportunidad (o no) de ser consignadas en la opinión pública de la elite, en esta tecnología de poder? ¿Cómo develar diversas formas de violencia epistémica, presentes en la prensa través de las cuales se han realizado “borraduras” históricas de otredades? Viajando más hacia el sur con Roberto Marafioti, encontramos Sentidos de la Comunicación. Teorías y perspectivas sobre cultura y comunicación. El profesor e investigador de la Universidad de Buenos Aires cuenta con un amplio recorrido en cuanto a publicaciones con temas de comunicación, semiología y cultura. Entre otros, se pueden destacar títulos como Culturas Nómades, Los círculos de la comunicación, Recorridos semiológicos o Fronteras de la comunicación. En Sentidos de la Comunicación, Marafioti profundiza la relación entre cultura y comunicación, proveyendo de elementos analíticos que ubican esta articulación en los confines mismos del surgimiento de la civilización. Con argumentaciones que incluyen reflexiones filosóficas, ilustradas, antropológicas, sociológicas, estructuralistas, y semiológicas, el autor esgrime que La comunicación es un puente entre relaciones económicas, éticas, simbólicas y hasta cosmológicas. Es uno de los centro del debate de la cultura contemporánea y aparece a lo largo de la historia bajo la forma de diferentes preguntas y problemas 25.

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De esta manera, la comunicación de masas, no es reducida exclusivamente a la influencia contundente del texto, como lo planteara Mc Quail, sino que intervienen interacciones simbólicas y culturales, así como las diversas manifestaciones del poder sobre los cuales la transmisión cultural debe ser comprendida. En cuanto a los paradigmas de análisis presentes en la comprensión de la comunicación, Marafioti privilegia el aporte inicial que la sociología generara para la comprensión de la comunicación de masas. De igual forma aborda diversos autores y temas, como el modelo de Harold D. Lasswell, la tendencia funcionalista Norteamericana, el precursor de la aldea global, Marshall McLuhan, los aportes de la corriente de los estudios culturales, concentrándose en Raymond Williams y Stuart Hall, para llegar a los críticos Niklas Luhman y los representantes de la Escuela de Frankfort. La parte final del texto ubica la discusión en torno a la sociedad de la información y del conocimiento, que borra fronteras, en los procesos que han tenido como categorías mundialización, transnacionalización o globalización. Se detiene en la propuesta que Castells realizara de la galaxia internet, para explicar los momentos que la red virtual ha recorrido desde su aparición en 1969. Continuando con Castells, observa cuatro: el de los orígenes, el abaratamiento de costos con la aparición del microcomponente, la fase de comercialización y la conformación de la sociedad-red, que se caracteriza porque (…) la cultura virtual global transforma el espacio y el tiempo. Las localidades se alejan de su significado cultural, histórico y geográfico y se integran en redes funcionales, dentro de espacios de flujos que sustituyen los de los lugares físicos. Se anuncia entonces la decrepitud de las ciudades y, al final y con bastante probabilidad, la desaparición de los Estados como se han conocido hasta ahora. Así, amalgamadas las necesidades de circulación de la información y de la economía, se conforman nuevas redes que diseñan un mundo sostenido en una base de “comunidad de comunidades” informacionales caracterizado porque vinculan gobiernos, instituciones y grandes empresas, enlazan verdaderas corrientes de alcance planetario, cambian los viejos vínculos determinados por la proximidad, establecen relaciones complejas en tiempo real a escala planetaria y dan lugar al surgimiento de un espacio global de simultaneidad 26.


Posteriormente ubica la reflexión en el caso concreto de Argentina. Con datos estadísticos argumenta que la comunicación debe incluir la reflexión desde el componente industrial, las telecomunicaciones, en tanto “los flujos internacionales de información amplían las posibilidades de control sobre los flujos internacionales de capital” 27. Para Marafioti, el flujo de información y comunicación ha cobrado una dimensión regular y penetrante, por lo cual debe continuarse la tradición iniciada en los 60’s, en cuanto al campo de investigación de la comunicación, para nutrir cuatro tópicos que serían básicos, de acuerdo a la mirada del argentino: 1. La aparición de conglomerados transnacionales de comunicación como elementos clave en el sistema global de difusión e información; 2. El impacto social de las nuevas tecnologías, especialmente las asociadas con las comunicaciones vía satélite; 3. El flujo asimétrico de productos de información y comunicación y; 4. Las variaciones y desigualdades en el acceso a las redes de comunicación 28. En este último punto señala que Muchas de las investigaciones acerca de los mecanismos de flujo internacional se han basado en el análisis del contenido de los esquemas de difusión de la televisión en diferentes países. Pero en algunas partes del mundo, el acceso de los servicios de difusión televisiva se restringió durante muchos años a una proporción relativamente pequeña de la población que vivía en las áreas urbanas. Para las poblaciones rurales que comprendían de 70 a 90 por ciento de la población en muchos países del Tercer Mundo, la radio fue el medio de comunicación más importante durante largos períodos, mucho más que la televisión. Esta realidad ha ido cambiando a partir del desarrollo de la televisión, pero subsisten significativas desigualdades en términos de la capacidad de los individuos en diferentes partes del mundo y en distintos estratos sociales en un mismo país para alcanzar los materiales que se difunden a través de las redes internacionales 29. Los desequilibrios en diferentes dimensiones podrían sintetizarse como las preocupaciones centrales de Marafioti: de acceso a los bienes culturales y a los usos en la era global, a los mecanismos de reconocimiento, de representaciones en torno al mundo, la juventud, a las redes sociales. Recuerda que la información no es necesariamente sinónimo de sabiduría ni de vínculos sociales, ni de participación real. Incluye como uno de los retos de la educación en la contemporaneidad, la alfabetización digital, por lo cual los sentidos de la comunicación deben releerse a contraluz de la trama social, cultural, política y económica que permea y modifica el significado y la actuación de los ciudadanos, de la democracia, de la sociedad y de los Estados, como se les conoce hoy. Desde esta última concepción en cuanto a los sentidos de la comunicación, existe una coincidencia que articula parte de la reflexión propuesta por Marafioti con la investigación en torno a la prensa decimonónica y su papel en el surgimiento de la república colombiana. Se trata, pues, de comprender la densidad de los actores, de los intereses y del escenario histórico y político que contribuyeron de manera simultánea a crear ideas de nación, de ciudadanía, de Estado-nacional y de los primeros ejercicios de la prensa en Colombia.

Discursos y representaciones posmodernas El discurso posmoderno permeó discusiones y posturas para comprender las realidades sociales más allá de las fronteras en las cuales tuvieron su origen. La comunicación no se escapa a esta realidad. Cartografías de la comunicación. Panorama y estéticas en la era de la sociedad de la información, del ecuatoriano Iván Rodrigo Mendizábal, y Antropofagias. Las indisciplinas de la comunicación, de los chilenos Víctor Silva Echeto y Rodrigo Browne Sartori, pueden constituirse en ejemplo de ello.

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El ecuatoriano introduce desde los paisajes de entrada, los ejes situacionales en los cuales se inscriben: la modernidad como metaespacio socio-histórico y la globalización como organizador de sentido de la sociedad contemporánea. El territorio atraviesa una mutación hacia los no-lugares, así como el espacio social lo hacen hacia la nación planetaria-comunicacional. La Cultura de la pantalla y realidad virtual configura parte de las características de la vida postmoderna que posibilita el tránsito del cuerpo social al nuevo cuerpo tecnológico, cuyo ADN, sería de manera indiscutible, la comunicación. Desde (esta) perspectiva, una economía del cuerpo nos lleva a pensar en la regeneración del cuerpo hasta el extremo que se autodepure como pasa en la informática y en el ADN. Suponer que ingresamos a la lógica de la codificación-programación y copia es entender que los seres humanos están necesitando acelerar los procesos evolutivos. Para ello, la proclama de la sociedad de la información ya no es simplemente económica sino también informacional: el conocimiento intensivo más el desarrollo afectivo-emocional que implica la corporalidad dan como resultado la depuración profiláctica de los sujetos sociales y de la misma sociedad 30 Aún cuando Mendizábal es consciente de los riesgos fascistas que esta tendencia implica, los ejemplos retomados de Baudrillard con la Cicciolina, o los que analiza el propio investigador con Michael Jackson, o las posibilidades de manipulación genéticas, o las alusiones de los desarrollo cibernéticos, dejan entrever la economía corporal posmoderna en Mendizábal, donde no habría necesariamente intercambio social sino interconexiones comunicacionales. Antropofagias, obra de los chilenos Silva Echeto y Browe Sartori, desde el epígrafe inicial que hace alusión al Antiedipo de Deleuze y Guattari, permite ubicar el pensamiento posmoderno como uno de los ejes teóricos en los cuales se inscriben las indisciplinas de la comunicación. Los conceptos, las fronteras disciplinares, así como las certezas, deben ser destruidas, de acuerdo a los autores, para encontrar los vínculos que hacen posible la comunicación más allá de las definiciones monodisciplinares.

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Debe señalarse que también incluyen un debate en torno a los estudios que abordan la diferencia versus los que acuñan la categoría de diversidad cultural, así como la manera en que podrían integrarse en el campo comunicacional. Esta diferenciación se nutre de las discusiones que los investigadores hindúes del poscolonialismo les proporcionan a los autores. Retomando el libro emblemático de Edward Said, Orientalismo, exponen que El orientalismo es una de las formas de relación que Occidente ha mantenido con Oriente, basado en el sitial de superioridad que éste ocupa en la reconocida tradición europea. Una alternativa a estas cerradas, colonizadoras y violentas decisiones que, por ejemplo, definen a Oriente a “su imagen y semejanza”, se encuentra en el análisis teórico-crítico del discurso colonial que conocemos bajo el nombre de teoría poscolonial y que trató de dar un vuelco a dicha postura homogénea al replantearse la configuración Oriente-Occidente y los posibles intersticios interculturales existentes entre Identidades y Alteridades 31. Como alternativa antropófaga, los autores navegan por los estudios culturales y por los contextos globales que el imperio posibilita, de acuerdo a Hard y Negri. Las relaciones centro-periferia se modifican, posibilitando una arqueología contraimperial desde la comunicación. De manera bastante creativa, se introducen en las fracturas y fronteras que han legado decisiones externas o de elites a espaldas de procesos identitarios y comunicacionales, por lo cual proponen la antropofagia como alternativa política. Vale la pena recordar el ejemplo que uno de los diálogos entre Próspero y Calibán, en la obra shakesperiana “La Tempestad”, para comprender el juego de palabras y sentidos de los autores: Próspero: Cuando tú, hecho un salvaje, ignorando tu propia significación, balbucías como un bruto, doté tu pensamiento de palabras que lo dieran a conocer… Calibán: ¡Me habéis enseñado a hablar y el provecho que me ha representado es saber cómo maldecir! ¡Que caiga sobre vos la roja peste, por haberme inculcado vuestro lenguaje! (acto I, escena II) 32


Como Calibán, los chilenos entienden (…) que la obra de Shakespeare tiene como escenario el continente americano y su locación es la mistificación de una de las islas ubicada en el actual Caribe. Pero ¿cómo accede el inglés al conocimiento de los caníbales? William Shakespeare accedió a la traducción inglesa de Gionni Floro, amigo personal del dramaturgo inglés, de la obra de Michel de Montaigne De los caníbales, aparecida en 1604 (…) Hay que considerar que si bien en Montaigne nada hay de bárbaro y de salvaje en la descripción de esas naciones; en Shakespeare Calibán/Caliban es un esclavo salvaje y deforme digno de ser sometido a calumnias y degradaciones 33. En este sentido se aproximan bastante al paradigma de análisis que ofrecen pensadores latinoamericanos como el sociólogo Aníbal Quijano, esto es, a comprender-nos desde “el lado oscuro de la modernidad” que es la colonialidad del pensamiento, del ser, del hacer, para reconocer las cadenas simbólicas que implican, en el hoy, esta lógica modernizante del desarrollismo a espaldas de la realidad sociocultural de los pobladores. Desmarcándose del relato posmodernista, Silva Echeto y Browe Sartori se preguntan (…) ¿Cómo hace una cultura para independizarse del imperialismo y para imaginar su propio pasado? Una posibilidad es hacerlo con Ariel, entendiéndolo como el criado diligente de Próspero. Otra opción es la de Calibán, consciente de su pasado bastardo y dispuesto a aceptarlo “pero no impedido para el futuro desarrollo”. La tercera es convertirse en Calibán que se sacude de su servidumbre y su desfiguración física “en el proceso de descubrimiento de un yo esencial y precolonial”. Los dos Calibanes se alimentan y necesitan el uno del otro. “Cada comunidad sometida de Europa, Australia, África, Asia y las Américas, ha hecho el papel del durante tratado y oprimido” (…) la resistencia es contra ese Próspero y su nuevo séquito e intelectuales cortesanos tecnócratas, burócratas, funcionarios nacionales e internacionales de todo color y plumaje que se han convertido en los dueños del “campo de batalla” neoliberal 34. Algunas de las preocupaciones presentadas por los investigadores chilenos hacen parte de las que incentivaron la investigación en torno a la prensa decimonónica: ¿conocemos todo lo que significó realmente esta tecnología de gobierno para los pobladores que no hacían parte de la elite criolla? ¿Es posible imaginar nuestro propio pasado rescatando los mismos personajes y hechos repetidos hasta la saciedad en la historia de los medios en Colombia? ¿Es posible ahondar más sobre las personas del común y no sólo sobre los grandes próceres? ¿Cómo podría, desde la prensa, examinar el pasado que aún desconocemos?

Un breve repaso a producciones y colecciones en Colombia Las mediaciones. Sin lugar a dudas Jesús Martín Barbero y su extensa obra, forman parte de las bibliografías básicas en lo que se refiere al campo de la comunicación en Iberoamérica y Colombia. Es considerado como uno de los hitos que sobre este campo existe en la actualidad. En De los medios a las mediaciones, Jesús Martín Barbero recorre debates y posturas políticas sobre diversas categorías empleadas en el campo de la comunicación. Las versiones románticas, ilustradas, anarquistas y marxistas posibilitan lecturas sobre temas como pueblo, masa, cultura (ejes centrales del análisis en el libro). También analiza los debates que al interior de la Escuela Crítica de Frankfurt se generan en torno a la industria cultural, o la ideología que se vería reflejada en la cultura como superestructura. Propone una matriz histórica-cultural de la massmediación para comprender la constitución de los Estados-naciones Europeos.

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En América Latina, nos cuenta, los medios se constituyeron en mediaciones sociales, posibilitando procesos de modernización, descuidados o mal abordados por los Estados y sus elites, con la radio como el hito introductorio. La parte final se constituye en la propuesta central del libro: de los medios a las mediaciones, para comprender los mestizajes culturales en América Latina: la cultura y la política como mediación constitutiva en los procesos comunicacionales. La coordenada temporal para el análisis de medios de comunicación en América Latina se ubica en la década de 1930 con el ingreso de la radio. Los grandes rasgos expuestos no agotan los múltiples elementos que el autor proporciona para la comprensión de los procesos culturales y comunicacionales en América Latina; pretende, más bien, ubicar algunos retos que sirvieron de estímulo para el desarrollo de la investigación sobre la prensa decimonónica. En la parte IV, propone hacer un cambio de perspectiva para re-leer los aportes que lo popular realiza a los procesos de modernización en Occidente. El autor se ubica en el Medioevo europeo y observa cómo los movimientos culturales transformaron el “sentido mismo del tiempo, la relación de los hombres con el tiempo en cuanto duración en la que se inscribe el sentido del trabajo, de la religión y sus discursos” 35. Desde aquí y siguiendo al también maestro boliviano, Ramiro Beltrán, se ha concebido la necesidad de re-leer, desde lo que hoy conocemos como Colombia, los procesos que posibilitaron modernizaciones y modernidad, en el siglo XIX, con la prensa decimonónica, como uno de los actores en tal escenario. De otro lado, ante la invitación final, para

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(…) cambiar el lugar desde el que se formulan las preguntas. Es lo que expresa en los últimos años la tendencia a colocar preguntas que rebasan la “lógica diurna” y la desterritorialización que implica el asumir los márgenes no como tema sino como enzima. Con lo cual no se trata de “carnavalizar” la teoría – y no es que no lo necesite – sino de aceptar que los tiempos no están para la síntesis, que la razón apenas nos da para sentir y barruntar que hay zonas en la realidad más cercana que están todavía sin explorar 36. Como muchas investigaciones en comunicación, la que se está presentando, con resultados aún parciales, responde a la invitación del maestro Martín-Barbero, explorando uno de los lugares cercanos y distantes en la comunicación social en Colombia: los medios en la historia nacional, con énfasis en la primera prensa republicana. Contribuciones desde el consumo cultural. Guillermo Sunkel contribuye en la realización de cartografías nocturnas, en dos de sus obras, La Prensa Sensacionalista y los sectores populares 37 y El consumo cultural en América Latina. Partiendo de la propuesta que Michel de Certau realiza para indagar la lectura como actividad desconocida, Sunkel centra su análisis en el sentido que adquiere para los sectores populares esta práctica cultural. Desde el análisis de la prensa sensacionalista, periodiza la lectura popular en Chile en etapas que inician a finales del siglo XIX hasta llegar a la “invasión” de la cultura trasnacional, donde Norteamérica se constituye en un ejemplo paradigmático de transmisión cultural. En El consumo cultural en América Latina 38, compila, diversas experiencias, lugares, medios y autores, para comprender las lógicas y sentidos del consumo cultural de bienes y espacios culturales: museos, teleaudiencia, televisión, historias de vida, prensa. El eje central: la categoría de consumo cultural, propuesta por Néstor García Canclini, retomando, sin embargo, elementos de los Estudios Culturales de Birmingham. Esta obra es significativa y evocadora de la década de los 90’s, clave para el abordaje de la recepción, la crítica de medios, y el campo cultural-comunicación en América Latina. Nuevos Cartógrafos. Sarah de Mojica compila en Mapas Culturales para América Latina. Culturas híbridas; no simultaneidad; modernidad periférica, cartografías y cartógrafos, con los discursos


que les han acompañado para explicar procesos de comunicación y cultura en América Latina. Mojica explora las crisis que los grandes relatos y las teorías totalizadoras padecieron en la década de los 90’s, desde Latinoamérica, lo cual, señala (…) no supone celebrar los rituales del maquillaje modernizante de la alta cultura, como se había hecho en el pasado, sino obliga a reconocer sus efectos en los ‘usos’ culturales tanto de las elites como de los subalternos. La idea de analizar la cultura como escenario de actuaciones inscribe otro espacio teórico-crítico que funcionará a partir de nuevas categorías como “zonas de contacto”, que a su vez sugiere una operación cercana a la lectura de mapas como textos 39. El interés entonces es señalar las genealogías de los discursos culturales que organizan y legitiman interpretaciones para el caso latinoamericano. De ahí que seleccionara tres de los muchos posibles: las culturas híbridas, del antropólogo argentino-mexicano Néstor García Canclini; la no simultaneidad de lo simultáneo, del crítico literario colombiano, radicado en Norteamérica, Carlos Rincón, y la modernidad periférica, escenas de la vida posmoderna y la cuestión del valor estético, de la argentina Beatriz Sarlo. La metodología consistió en generar debates escritos desde otros autores40 en torno a textos y categorías que si bien tuvieron una emergencia en las década de los 80’s, vivieron el mayor de los desarrollos a finales del siglo XX. La revisión y el debate, resultan interesantes y profundos y permiten al lector una comprensión de los antecedentes más inmediatos sobre la comunicación, la cultura y los autores que le dieron origen. También cuenta la compiladora con los aportes generales que Román de la Campa proporciona a los discursos poscoloniales, diaspóricos, intelectuales y fronterizos en América Latina. Aportes desde la historia cultural. No podría terminarse este corto acápite de reseñas, sin nombrar a Renán Silva. El historiador y su hito en la comprensión de la formación de la ideología de independencia nacional, en el análisis del Semanario Papel periódico de la ciudad de Santa fe de Bogotá. Con un exhaustivo abordaje de la fuente señalada, así como por el interés que muestra en el momento y consecuencias de la ilustración en los pensadores y pensamientos independentistas, Renán es considerado como uno de los académicos que más han aportado al análisis de la relación ideología independentista/ilustración, en Colombia. Otros trabajos como Las epidemias de la viruela de 1782 y 1802 en la Nueva Granada (1992); Universidad y Sociedad en el Nuevo Reino de Granada: contribución a un análisis histórico de la formación intelectual de la sociedad colombiana (1992); Contribución a una bibliografía especializada de la Real Expedición Botánica en el Nuevo Reino de Granada (1984), así lo confirman. En cuanto al ensayo Prensa y Revolución a finales del Siglo XVIII 41, propone una ruta de análisis del Semanario como un “acontecimiento cultural”, que permite observar la relación de la elite santafereña con las provincias así como con su “público” ideal; con la economía del Nuevo Reino en el tiempo de su publicación; con las contradicciones identitarias que la nobleza criolla atravesaba en el mismo periodo; con el orden político de la época y, con los acontecimientos culturales (ilustración) al interior de Nueva Granada y también de ultramar. Este trabajo juicioso e importante para la revisión historiográfica tradicional permite auscultar la elite criolla, siendo más tímido en cuanto a las otredades que se pueden observar en el semanario, y que, en algunos pies de página, son enunciados por el autor. Desde los estudios culturales en Colombia. Cristina Rojas explora la articulación entre Civilización y violencia: la búsqueda de la identidad en el siglo XIX en Colombia 42. El libro, compuesto por ocho capítulos, presenta una alternativa analítica y metodológica en torno a la comprensión de la violencia en Colombia. La civilización como historia del deseo se constituye en el

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“punto de fuga” de Rojas, quien retoma a Norbert Elias, Jacques Lacan, Mikhail Bakhtin, Fernando Coronil, Zizek Slavoj, Arturo Escobar, Michel Foucault, Raymond Williams, Walter Mignolo, Ángel Rama, Tzvetan Todorov, Peter Wade. Con base en la plataforma conceptual definida, entrelaza el moderno-sistema moderno y las contradicciones que desde las elites criollas se dieron en un periodo específico (1849-1878). El análisis de la autora demuestra cómo el patriciado de la época así como la búsqueda y consolidación identitaria devinieron en regímenes de representación que mimetizaban diversas formas de violencia (física y epistémica) hacia la diferencia que sentían como amenaza. Para explicar esta compleja red de sujetos, intereses y manejo del poder, propone la categoría deseo civilizador. La autora presenta algunas “voces subalternas” en el cuarto capítulo a partir de la literatura, la prensa o la economía oficial, entre otros, para rescatar hitos subalternos como Candelario Obeso, María Elvira de Samper y los artesanos, respectivamente. Los aportes conceptuales, y la manera en que configura aspectos metodológicos para el análisis permitirán continuar el camino de subalternidades en momentos históricos como los propuestos en la presente investigación. Las taxonomías son, como cualquier tipo de clasificación, una propuesta. Múltiples opciones y autores que no han sido incluidos podrían enriquecer el panorama presentado. Para citar algunos ejemplos, bastaría mencionar el juicioso aporte de Fabio López de la Roche en cuanto al periodismo, los medios y la historia social en Colombia, las inapreciables reflexiones que Carmen Elisa Acosta propone en el sentido de preguntarse la nación desde la palabra y la formación de públicos, aún en el pretérito de la prensa moderna, o a Juan José Hoyos, incansable en la búsqueda de encuentros entre la historia del periodismo y la literatura en Colombia.

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Se deja sin embargo hasta aquí el recuento para dar lugar al acápite siguiente, no sin antes mencionar dos elementos comunes a la mayoría de los autores reseñados: de una parte la articulación permanente de la comunicación con la cultura, y, de otro, la constante invitación a explorar con rigor académico el campo investigativo comunicacional, o como bellamente lo expresara Jesús Martín Barbero, a realizar mapas nocturnos desde nuestras propias y complejas realidades.

DE CÓMO SE ENTRETEJIERON ACONTECIMIENTOS MUNDIALES Y LOCALES ENTRE 1810 Y 1811 Entre 1809 y 1811, diversas iniciativas de carácter civil, en los virreinatos del imperio español manifestaron su postura respecto a los acontecimientos que sucedían en la entonces metrópoli del imperio: Madrid. Doscientos años después, los países latinoamericanos conmemoran estos acontecimientos como bicentenarios independentistas. El sector académico, los historiadores, los medios de comunicación han visto la oportunidad, bien de r-novar mitos fundacionales, bien de reflexionar críticamente en torno a lo que significó y hoy representan decisiones, formaciones discursivas, “hegemonías epistémicas” 43, proclamadas por elites, para elites, en nombre de todos aquellos a quienes desconocía, pero usaban por la unidad del Estado-nación decimonónico. Revisar la relación Prensa y Poder, durante este periodo, requiere apoyarse en investigaciones históricas, articulándolas a elaboraciones conceptuales y metodológicas que permitan trascender la cultura dominante, sin ocultarla, intentando llegar a los procesos subalternos que desde los posibles intersticios ofrecía la prensa como dispositivo de poder. Debe entonces ubicarse el contexto: el Nuevo Reino de Granada. Devenido en sucesivos nombres y territorialidades que hoy se denominan República de Colombia, no representaba la colonia más importante para el imperio español. Las joyas de la corona eran los virreinatos de la Nueva España (hoy México) y del Perú, lugares donde la tecnología Gutenberg hizo su aparición a mediados del siglo XVI de manos de impresores sevillanos radicados en el nuevo mundo. Estos virreinatos vieron surgir una tradición editorial que sólo en dos siglos después llegaría a la Nueva Granada.


Los primeros libros y periódicos se imprimieron en Santa Fe de Bogotá a finales del siglo XVIII. Tras una breve aparición de unas hojitas tituladas Aviso del Terremoto, de 1785, que daba cuenta de un fuerte temblor de tierra que produjo grandes daños en la capital, en 1792 salió a la luz pública el Papel Periódico de Santa Fe de Bogotá, dirigido por el cubano Manuel del Socorro Rodríguez, quien llegó a la Nueva Granada en la Comitiva del virrey José de Ezpeleta 44. La línea editorial correspondía, obviamente, a las directrices marcadas por los intereses del virrey, que a su vez representaba la monarquía española que en aquellos años se destacaba por el despotismo ilustrado de los borbones. De esto quedó constancia en una de las editoriales del cubano: “jamás se verá precisada la sabia vigilancia del gobierno a suprimirlos (los discursos) porque en ninguno de sus números se encontrará la más mínima expresión que dé motivo a semejante providencia” 45. No había espacio para recordar eventos como los ocurridos diez años antes, con los comuneros, que se constituirían en el otro al que siempre se evitaba en la línea editorial del Papel Periódico. Otras instituciones de la ciudad letrada hacían eco de estas actitudes; por ejemplo, Silva recoge del Archivo del Colegio del Rosario un evento en el cual los directivos quisieron impugnar la entrada de un escolar por su apellido, Plata, apellido vinculado con los sucesos de la revolución comunera, el fiscal de estudios intervino con estas palabras: ‘traer a colación en estas materias la memoria de un asunto tan ingrato no es otra cosa que revolver unas cenizas que desterró la autoridad a los senos del olvido’” 46. Lo distintivo de la política virreinal respecto a la insurrección comunera (a la cual denominaban “tumulto del 81”), fue convertirlo en lo que no existe, porque no se nombra. Papel periódico debía corresponder a la lógica ilustrada del antiguo régimen. Por su páginas se leían los sucesos en educación, ciencias y en decretos relevantes para el virreinato. Se pensaría que en el tránsito hacia la república tal concepción se modificara; sin embargo, no fue así. La lucha por la geopolítica interna evidenció los “deseos civilizatorios”47 contradictorios, promovidos por el proyecto moderno de las elites. Paralelo al modelo civilizatorio, las “tecnologías de gobierno”48 , entre las que se destaca la prensa, … (operan) mediante la producción de un ‘mundo’ simbólicamente construido en el que los individuos puedan reconocerse libidinalmente como habitantes de la modernidad. En este mundo imaginario, los nuevos sacerdotes serán los científicos (en especial los médicos, los ingenieros y los economistas), quienes en virtud de su conocimiento y experiencia podrán aconsejar a los políticos para hacer realidad el sueño de una sociedad ‘bien organizada’ 49. ¿Cómo entender el papel real jugado por la prensa en este periodo? ¿Qué puede reconocerse desde los textos históricos? La historiografía tradicional en nuestro país ha postulado una ficción en torno a los procesos independentistas que se basa en creer que: 1) la Nueva Granada funcionaba como unidad política central: 2) el 20 de julio de 1810 fue la única fecha del levantamiento que dio origen al Estado-nación colombiano; y 3) la independencia fue obra exclusiva de los criollos. La prensa decimonónica ha contribuido a reforzar esta ficción, en tanto reforzó una organización social sustentada sobre la violencia epistémica “que constituyó/borró a un sujeto, obligándolo a ocupar el espacio del otro autoconsolidante del imperialismo”50 y configuró un sistema cognitivo que invalidaba “otras formas de producir conocimientos, imágenes, símbolos y modos de significación”, garantizando la colonialidad del poder en la hegemonía epistémica 51. Así pues, lo que empezamos a conmemorar por estos días debe comprenderse de manera global como parte de un proceso en el cual la prensa hizo parte de las manifestaciones de rivalidad entre las diversas facciones que existían al interior de la Nueva Granada, tanto en la manera de concebir la religión y la moral, como en “el resurgimiento de la oposición entre civilización y barbarie en los periodos de la violencia tanto del siglo XIX como del XX”52 que incluye el acceso al modelo civil europeo, al tiempo que la elite criolla luchaba por acumular poder.

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Una de las dificultades que se ha encontrado en la exploración documental ya señalada, en la emergencia del periodo republicano, es la ausencia de referencias respecto al contexto mundial. ¿Cómo entender que el imperio más grande de su época, el español, perdiera de manera tan rápida y contundente las colonias ultramarinas o, como se les conocía, las Indias Occidentales? Deben exponerse, por lo menos, algunos elementos que permitan una mirada con un telón de fondo para hallar algunas respuestas. El 21 de octubre de 1808 sería el final de una guerra en la que España se había aliado con Francia en contra de Inglaterra, quien obtuvo el triunfo y, con éste, la primera pieza de la caída del imperio español. Napoleón, el estratega militar de la revolución francesa, responsable militar de la decapitación de los reyes borbones de ese país, con un ejército tan poderoso como diverso, logró hacer que el rey padre de España, Carlos IV, y su hijo, Fernando VII, abdicaran a favor del hermano del francés, José Bonaparte. Mientras eso ocurría, las noticias no llegaban tan rápidamente a las colonias de ultramar; sin embargo, una de las empresas más destacadas en los anaqueles de la historia del periodismo tendría lugar: la traducción de los derechos del hombre por parte de Antonio Nariño. Pero aún este capítulo debe ser revisado, en tanto el héroe,

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Indudable precursor y prócer nacional, no fue el único en aquello de la traducción y publicación de “Los derechos del hombre”. Junto a él estuvo José María Cabal, quien participó en esos avatares; se lo juzgó también en un proceso igual y viajaron juntos engrilletados a Cartagena rumbo a las cárceles españolas. La historia cambia al desembarque de prisioneros y demás pasajeros en Cádiz. Un error del listado de viajeros le permite a Nariño escapar. Se vuela a Francia y no paga cárcel. José María Cabal en cambio paga seis años de prisión y una vez redimido, viaja a Francia donde hace estudios de Ciencias Agrícolas, para regresar a la Nueva Granada después de 16 años de ausencia, a practicar sus conocimientos en su hacienda en el Valle del Cauca, donde lo cogen los hechos de Independencia…53 El relato continúa en el mismo tono. En lo que se quiere dejar el énfasis es que tanto en el pasado, como en la actualidad, no se cuenta con una información completa, por lo cual se hace necesario desarrollar más trabajos de investigación en torno a este momento específico, trascendiendo los lugares y personajes tradicionales, para rehacer historias que aún no han sido contadas y que podrían generar nuevos sentidos de la comunicación en Colombia. Volviendo a 1810, se debe recordar que Fernando VII había sido encarcelado por Napoleón y las decisiones tomadas por los criollos, continuaban leales a la corona española, como lo confirman los documentos históricos que cumplen por estas fechas doscientos años de ser redactados y firmados. También debe señalarse que en este primer momento no fueron recogidas necesariamente las banderas que tres décadas antes habían liderado los comuneros. De hecho, en las otras gobernaciones y territorios del virreinato no existía el mismo sentimiento que en Santa Fe. Para mencionar sólo algunos ejemplos, Mompox, fue mucho más radical y visionaria, Cartagena soportó memorablemente la retoma española, por lo cual se le reconoce como la heroica. Por latitudes suroccidentales, o de la entonces Gobernación de Popayán, el mayor peso era realista con tenaces libertos de todos los colores y muy buenos combatientes pastusos a quienes no habían llegado en este primer momento ni las propuestas autonomistas por parte de criollo ni una invitación para ser parte de la nueva forma estatal. Más al sur, en Quito, la gesta tuvo un duro inicio en 1809, con la muerte de los primeros civiles que antecedieron por más de un año el 20 de julio neogranadino.


Pero ¿Cómo se reflejaba esta actividad en los periódicos de la época? Teniendo en cuenta que “la mayoría de esta formas primitivas de diarios se refería primeramente a noticias extranjeras. Los individuos que leían estos diarios, o los escucharan leídos en voz alta por otros aprendían de los hechos ocurridos en partes distantes (…)” 54. En 1807, Estrella del Sur, semanario que circuló en Montevideo, se editaba en español e inglés y Sirvió como activo medio de propaganda política para Gran Bretaña. El periódico llegaba clandestinamente a Buenos Aires donde era leído con enorme interés a pesar de que la Real Audiencia lo prohibió mediante un bando que decía: “los enemigos de la Santa Religión, del Rey y del género humano (…) escogieron entre todas su armas como las más fuertes para el logro de su malvados designios la de una imprenta”. Las autoridades coloniales tenían razón para temer a esas humildes cuatro páginas editadas del otro lado del Río de la Plata. Es que mezcladas con la publicidad y con elogios a Inglaterra, se expresaban también críticas al régimen español (…) destacaba la decadencia del Imperio español sometido a la intervención francesa, y sus posibles consecuencias sobre América del Sur 55.

REFLEXIONES FINALES Las campañas libertarias militares llegarían después. Nombres como el de Policarpa Salavarrieta, o aquellos campesinos y libres de todos los colores, de todas las regiones, que nunca tuvieron lugar ni en la historiografía tradicional, ni en la primera prensa republicana, harían posible, aún sin una preparación adecuada, el ejército libertador, comandado por Bolívar. Sin ellos, sin los lanceros, los campesinos, las mujeres anónimas, no hubiese sido posible el triunfo militar nueve años después. Se hace necesario recordar con Walter Mignolo56 que las campañas civiles y militares en esta parte del continente fueron realizadas no por seres y subjetividades “originarias”, sino por elites con dudas identitarias moderno/coloniales, que se autootorgaban el privilegio de constituirse en los protagonistas de “La Historia”. Tales características se reflejan en diversas tecnologías de gobierno, siendo la prensa decimonónica un documento en el que es posible trascender la república letrada y los regímenes de representación que impusieron a las alteridades desde diversas formas de hegemonía epistémica. Doscientos años después, investigadores de diversas disciplinas no debemos olvidar, como nos lo recuerda Aimé Césaire, que la nación es un fenómeno de elites, perpetrador de masacres catastróficas; realizador de expropiaciones epistémicas y de diversidades culturales. Sólo de esta manera, podremos adentrarnos en una reflexión crítica en torno a la manera en que se han consolidado doscientos años de ocultamiento, develando en las propias tecnologías hegemónicas, como la prensa, las alteridades que hoy, más que nunca, necesitamos los colombianos para comprendernos en la compleja red de sentidos y pluralidades que nos han constituido, aún en el silenciamiento de la narrativa y la construcción de los relatos oficiales. Este es el reto, para los comunicadores. No limitar la historia de los medios o los medios en la historia de la nación, a reiterar lo poco conocido, sino a explorar, las múltiples historias y agencias de sujetos sociales que siguen en espera de ser narradas.

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Notas: 1

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Docente de Dedicación Exclusiva de la Facultad de Comunicación y Publicidad en la Universidad Santiago de Cali. Actualmente estudiante del Doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos en la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador, cohorte 2009-2014. Miembro fundador e investigadora de la Corporación Códice Comunicaciones. 2 Se respetó la redacción y ortografía original. 3 Este escrito hace parte de los avances de la investigación doctoral Prensa Decimonónica/Poder/ Subalternidades. Relatos-Otros del Bicentenario en Colombia. 4 CUERVO DE JARAMILLO, Elvira. (2003). “La Nación Mirada desde los Medios”. En Medios y Nación. Historia de los medios de Comunicación en Colombia. VII Cátedra de Historia. Ernesto Restrepo Tirado Acosta, Carmen Elisa y otros. (2003). Ministerio de Cultura. CAB. CERLALC, Fundación Beatriz Osorio. Fundación de Estudios Para el Desarrollo. Bogotá. Colombia. Pág. 21. 5 MATELLART, Armand y Michèl. (2005). Historia de las Teorías de la Comunicación. Nueva edición revisada y ampliada. Ediciones Paidós Ibérica S.A. Barcelona. Pág. 12. 6 Ibídem, Pág. 16. 7 Ibídem, Pág. 81. 8 MACBRIDE, Sean, compilador (1980). Un solo mundo, voces múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo. Comisión Internacional sobre Problemas de Comunicación. Fondo de Cultura Económica, México/ UNESCO, París. México. Conocido también como “El informe McBride” o, más ampliamente como “NOMIC”, por el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación, que examinaron en los últimos años de los 70’s dieciséis intelectuales de diversos países del globo terráqueo. La Comisión de intelectuales abordó los problemas de comunicación en los diversos países, desde una perspectiva que intentaba mostrarse neutral para examinar y proponer los aspectos culturales, económicos, tecnológicos y políticos que estaban en juego en la genérica expresión “Nuevo Orden de la Comunicación y la Información”. El análisis ubica “la edad moderna de la comunicación con el invento de la imprenta” (pág. 30), señalando, con este postulado, el lugar central que las tecnologías (acceso, investigación y formas de democratización) que ellas podrían generar en el Nuevo Orden. De manera bastante general, el NOMIC rotula a los siglos XIX e inicios del XX como ejemplos de ausencia de la “libertad de expresión” en países autocráticos (y periféricos); señalando el nacimiento de tal libertad a finales del siglo XVIII, en Inglaterra, Estados Unidos y Francia. La imprenta es percibida como vehículo de conocimiento y los intentos por limitarla (censura), como la forma de afirmar “desde el primer momento la dimensión política de la comunicación” (pág. 32)). Si bien el informe, auspiciado en su totalidad por la UNESCO, causó un gran revuelo político en los primeros años de los 80’s y, se constituyó en el motivo público por el cual Inglaterra y Estados Unidos se retiraron algunos años de esta organización, no se detiene con mayor precisión en el surgimiento de La Prensa Decimonónica ni en la relación prensa/poder en los países Latinoamericanos. 9 MATELLART, Armand y Michèl. Op. Cit. Pág. 111. 10 MUÑOZ, Blanca. (2005). Cultura y Comunicación. Introducción a las teorías contemporáneas. Editorial Fundamentos. Madrid. Se encuentra la versión digital del libro en http://books.google. com.co/books?id=AUpBFhMS9J8C&pg=PA371&lpg=PA371&dq=teorias+de+comunicacion+ Europeas&source=bl&ots=aH9zTtQOiS&sig=AJftsnHnMa4ucBqF8SngvXhoTXc&hl=es&ei=8 YZlS8afLMqf8AbdkYSXAw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=8&ved=0CB0Q6AEw Bw#v=onepage&q&f=false 11 MUÑOZ, Blanca. Op. Cit. Madrid. Pág. 372.


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Ibídem. Pág. 378. Genealogía del racismo es un ejemplo metódico en el que el planeamiento del problema es trabajado desde la operatividad genealógica, o perspectiva de trabajo, que recoge a Nietzsche, en la comprensión del discurso histórico-político de Occidente. 14 MC QUAIL, Denis. (2000). Introducción a la Teoría de la comunicación de Masas. Tercera edición revisada y ampliada. Ediciones Paidós Ibérica. Buenos Aires. Pág. 29. 15 Ibídem. Pág. 77. 16 Ibídem. Pág. 564. 17 Ibídem. Pág. 563. 18 Ibídem. Pág. 110. 19 Ibídem. Pág. 567. 20 El Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina, CIESPAL, fue creado en 1959. Ameritaría una reseña más amplia, debido a las características investigativas y formativas que ha desarrollado a lo largo de su historia, como, por ejemplo, el trabajo en radio, las reflexiones y encuentros en torno a la comunicación para el cambio social, o la revista más antigua de comunicación, CHASQUI. Luis Ramiro Beltrán ha hecho parte de este esfuerzo, bajo diversos cargos. Fernando Checa es el actual director del Centro, que tiene la sede principal en Quito. 21 Beltrán es uno de los abanderados en ubicar la comunicación como campo científico y reivindicar el trabajo de los comunicadores investigadores, denominándoles en consecuencia, comunicólogos. 22 BELTRÁN, Ramiro, et al. (2008). La Comunicación antes de Colón. Tipos y Formas en Mesoamérica y Los Andes. Centro Interdisciplinario Boliviano de Estudios de la Comunicación. La Paz. Pág. 37. 23 Ibídem. Pág. 289. 24 Ibídem. 25 MARAFIOTI, Roberto. (2005). Sentidos de la Comunicación. Teorías y perspectivas sobre cultura y comunicación. Editorial Biblos. Buenos Aires. Pág. 78. 26 Ibídem. Págs. 249-250. 27 Ibídem. Pág. 253. 28 Ibídem. Pág. 256. 29 Ibídem. Pág. 260. 30 MENDIZÁBAL, Iván Rodrigo. (2002). Cartografías de la comunicación. Panoramas y estéticas en la era de la sociedad de la información. Ediciones Abya-Yala. Quito. Pág. 168. 31 SILVA ECHETO, Víctor y BROWNE SARTORI, Rodrigo. (2007). Antropofagias. Las indisciplinas de la comunicación. Editorial Biblioteca Nueva y Universidad Austral de Chile. Madrid. 32 Se empleó la traducción que hace parte del ensayo “Prospero-Calibán (Ariel)” de R.H. MorenoDurán. MORENO-DURÁN, R.H. (1995). De la Barbarie a la Imaginación. Editorial Ariel S.A. Santafé de Bogotá. Pág. 49. 33 MENDIZÁBAL, Iván Rodrigo. Op. Cit. Págs. 96-97. 34 Ibídem. Pág. 99. 35 MARTÍN-BARBERO, Jesús. (1998). De los medios a las mediaciones. Quinta edición. CAB. TM Editores. Santafé de Bogotá. Pág. 84. 36 Ibídem. Pág. 292. 37 SUNKEL, Guillermo (2004). La Prensa Sensacionalista y los sectores populares. Colección Enciclopedia Latinoamericana de Sociocultura y comunicación. Grupo Editorial Norma. Bogotá. 38 SUNKEL, Guillermo. Coordinador (1999). El consumo cultural en América Latina. Convenio Andrés Bello. TM Editores. Bogotá. 39 DE MOJICA, Sarah. Compiladora. (2001). Mapas culturales para América Latina. Culturas híbridas; no simultaneidad; modernidad periférica. Segunda edición. CEJA. Bogotá. Pág. 4. 40 Mirko Lauer, Jean Franco, John Kraniuskas, Gerald Martín y Jesús Martín Barbero, para el caso de las culturas híbridas. Raymond Borgmeister, Ellen Spielman, Erna von der Walde, Leonel Delgado Aburro y Luis Fayad, para el caso de la no simultaneidad de lo simultáneo. Patricia D’Allemand, Roberto Schwarz, John Kraniuskas y Jorge Ruffinelli, para el caso de la modernidad periférica. 41 SILVA, Renán (2004). Prensa y Revolución a finales del siglo XVIII. Contribución a un análisis de la formación de la ideología de Independencia nacional. La Carreta Editores. Medellín. 13

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ROJAS, Cristina (2001). Civilización y violencia: la búsqueda de la identidad en el siglo XIX en Colombia. Fundación para la Promoción de la Investigación y la Tecnología del Banco de la República. Editorial Norma. Bogotá. 43 CASTRO-GÓMEZ, Santiago. (2005). La poscolonialidad explicada a los niños. Universidad del Cauca. Popayán. 44 JARAMILLO, Mario, et al. (2010). 1810. Antecedentes, desarrollo y consecuencias. Aguilera, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A. Bogotá. Pág. 70. 45 SILVA, Renán. Op. Cit. Pág. 48. 46 Ibídem. 47 ROJAS, Cristina (2002). Op. Cit. 48 CASTRO-GÓMEZ, Santiago RESTREPO, Eduardo. Editores. (2008). Genealogía de la colombianidad. Formaciones discursivas y tecnologías de gobierno en los siglos XIX y XX. Editorial Pontificia Universidad Javeriana, Instituto de Estudios Sociales y Culturales PENSAR. Bogotá. 49 CASTRO-GÓMEZ, Santiago RESTREPO, Eduardo. Editores. (2008). Op. Cit. Pág. 22. 50 SPIVAK, Spivak, Gayatri Chakravorti. (1998). “Puede hablar el subalterno”. En revista Orbis Tertius. Año III. No. 6 51 CASTRO-GOMEZ, Santiago. (2005). Op. Cit. Pág. 42. 52 ROJAS, Cristina, Op. Cit. Pág. 76. 53 SILVA SCARPETA, Alberto. (2010). “!Injusticia!” . Columna de opinión bajo el nombre Dardos. Diario El País. Junio 4. 54 MARAFIOTI, Roberto. Op. Cit. Pág. 127. 55 Ibídem Pág. 133. 56 Entrevista realizada a Walter Mignolo, en la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador. Quito, Agosto 2009. 84


Bibliografia BELTRÁN, RAMIRO, ET AL. (2008). La Comunicación antes de Colón. Tipos y Formas en Mesoamérica y Los Andes. Centro Interdisciplinario Boliviano de Estudios de la Comunicación. La Paz. CASTRO-GÓMEZ, SANTIAGO. (2005). La poscolonialidad explicada a los niños. Universidad del Cauca. Popayán. CASTRO-GÓMEZ, SANTIAGO RESTREPO, Eduardo. Editores. (2008). Genealogía de la colombianidad. Formaciones discursivas y tecnologías de gobierno en los siglos XIX y XX. Editorial Pontificia Universidad Javeriana, Instituto de Estudios Sociales y Culturales PENSAR. Bogotá. CUERVO DE JARAMILLO, ELVIRA. (2003). “La Nación Mirada desde los Medios”. En Medios y Nación. Historia de los medios de Comunicación en Colombia. VII Cátedra de Historia. Ernesto Restrepo Tirado Acosta, Carmen Elisa y otros. (2003). Ministerio de Cultura. CAB. CERLALC, Fundación Beatriz Osorio. Fundación de Estudios Para el Desarrollo. Bogotá. Colombia. DE MOJICA, SARAH. COMPILADORA. (2001). Mapas culturales para América Latina. Culturas híbridas; no simultaneidad; modernidad periférica. Segunda edición. CEJA. Bogotá. JARAMILLO, MARIO, ET AL. (2010). 1810. Antecedentes, desarrollo y consecuencias. Aguilera, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A. Bogotá. MACBRIDE, SEAN, COMPILADOR (1980). Un solo mundo, voces múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo. Comisión Internacional sobre Problemas de Comunicación. Fondo de Cultura Económica, México/ UNESCO, París. México. MC QUAIL, DENIS. (2000). Introducción a la Teoría de la comunicación de Masas. Tercera edición revisada y ampliada. Ediciones Paidos Ibérica. Buenos Aires. MARAFIOTI, ROBERTO. (2005). Sentidos de la Comunicación. Teorías y perspectivas sobre cultura y comunicación. Editorial Biblos. Buenos Aires. MARTÍN-BARBERO, JESÚS. (1998). De los medios a las mediaciones. Quinta edición. CAB. TM Editores. Santafé de Bogotá. MATELLART, ARMAND Y MICHÈL. (2005). Historia de las Teorías de la Comunicación. Nueva edición revisada y ampliada. Ediciones Paidós Ibérica S.A. Barcelona. MENDIZABAL, IVÁN RODRIGO. (2002). Cartografías de la comunicación. Panoramas y estéticas en la era de la sociedad de la información. Ediciones Abya-Yala. Quito. MORENO-DURAN, R.H. (1995). De la Barbarie a la Imaginación. Editorial Ariel S.A. Santafé de Bogotá. MUÑOZ, BLANCA. (2005). Cultura y Comunicación. Introducción a las teorías contemporáneas. Editorial Fundamentos. Madrid. ROJAS, CRISTINA (2001). Civilización y violencia: la búsqueda de la identidad en el siglo XIX en Colombia. Fundación para la Promoción de la Investigación y la Tecnología del Banco de la República. Editorial Norma. Bogotá SILVA ECHETO, VÍCTOR Y BROWNE SARTORI, Rodrigo. (2007). Antropofagias. Las indisciplinas de la comunicación. Editorial Biblioteca Nueva y Universidad Austral de Chile. Madrid. SILVA, RENÁN (2004). Prensa y Revolución a finales del siglo XVIII. Contribución a un análisis de la formación de la ideología de Independencia nacional. La Carreta Editores. Medellín. SPIVAK, GAYATRI CHAKRAVORTI. (1998). “Puede hablar el subalterno”. En revista Orbis Tertius. Año III No. 6. SUNKEL, GUILLERMO (2004). La Prensa Sensacionalista y los sectores populares. Colección Enciclopedia Latinoamericana de Sociocultura y comunicación. Grupo Editorial Norma. Bogotá. SUNKEL, GUILLERMO. Coordinador (1999). El consumo cultural en América Latina. Convenio Andrés Bello. TM Editores. Bogotá.

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LIBERTAD DE PRENSA EN EL VALLE DEL CAUCA

Un análisis descriptivo a partir de las cifras de la Fundación para la Libertad de Prensa Por:

Patricia Alzate Jaramillo

Profesora Asistente Escuela de Comunicación Social Facultad de Artes Integradas Grupo de Investigación en Periodismo e Información patricia.alzate@correounivalle.edu.co

Resumen: 86

Este artículo describe la situación de la libertad de prensa en el Valle del Cauca, teniendo en cuenta que de acuerdo a las cifras que maneja la Fundación para la Libertad de Prensa FLIP, es el departamento que desde finales de los años 70 ocupa el primer lugar en el país en asesinato de periodistas por razones de oficio. El documento explora algunas coyunturas políticas y de orden público en el departamento y establece algunas correlaciones con los indicadores a las violaciones a la libertad de prensa. Examina, por último, el papel que viene jugando en los últimos años la autocensura.

Palabras claves:

libertad de prensa, periodismo Valle del Cauca, Fundación para la Libertad de Prensa.


Introducción El tema de la libertad de prensa en Colombia ha sido más del dominio de abogados que de académicos; sus alcances han estado centrados en las legislaciones y mecanismos nacionales e internacionales para garantizar su cumplimiento1 y menos en sus razones estructurales. Otra veta de trabajo al respecto se refiere a documentos elaborados por organizaciones periodísticas nacionales como la Fundación para la Libertad de Prensa (www.flip.org), Medios para la Paz (www.mediosparalapaz.org) y el Proyecto Antonio Nariño (www.pan,org) que presentan información empírica de gran utilidad para comprender las condiciones del ejercicio del periodismo en regiones periféricas; este tipo de documentos hacen un aporte muy valioso en lo relativo a testimonios y opiniones de periodistas sobre las condiciones en que se ejerce la libertad de prensa; de otra parte, a partir de un trabajo sistemático a lo largo de casi dos décadas, en algunos de estos documentos se recogen estadísticas violaciones a la libertad de prensa. Los informes anuales de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aportan información sobre los casos considerados por esta entidad como los más paradigmáticos en torno a conflictos con la libertad de prensa (y de expresión, en este caso). El tema es de aquellos que no pierden vigencia y, en cambio, opera de modo permanente mutaciones originadas por las crisis de los diferentes gobiernos y por el acceso progresivo a tecnologías que desde un celular hasta el más sofisticado software facilitan la captura y distribución masiva de in formación. En el caso de sistemas políticos de orden democrático se considera a la libertad de expresión como un requisito indispensable para su funcionamiento, en tanto garantiza a los ciudadanos la posibilidad de emitir y acceder a informaciones y opiniones que les permitan mayor participación en los debates y toma de decisiones en diferentes ámbitos de la vida pública. Un resultado de la posibilidad de acceder a información es la cualificación de una opinión pública que, como la define Giovanni Sartori (2003: 89) “denota, en primera instancia, un público interesado en la ‘cosa pública’. El público en cuestión es, sobre todo, un público de ciudadanos, un público que tiene opinión sobre la gestión de los asuntos públicos y, por lo tanto, sobre los asuntos de la ciudad política”. De ahí que la posibilidad de acceder y emitir opiniones e información – no sólo desde los medios de comunicación- sea considerada como un derecho fundamental que permite la vigilancia, la crítica y el debate, entre otras alternativa. No obstante, es bien sabido que el carácter formal de una democracia no garantiza que la libertad de expresión goce de buena salud o sea de buen recibo; mucho menos en contextos convulsionados por conflictos sociales, políticos y armados en los que el manejo de información se constituye en un factor que puede desajustar los cálculos y apuestas en juego: cuando aquello que se pretende o se prefiere omitir sale a luz pública trastoca drásticamente el horizontes de expectativas y de acciones en curso. En Colombia, desde 1977 hasta noviembre de 2010, han sido asesinados por razones de oficio 135 periodista-. De ese número, 27 han sido asesinados en el Valle del Cauca, lo que ubica a este departamento como el de mayor cantidad de muertos, seguido por Antioquia, con 18. Este texto se propone hacer un análisis descriptivo de la situación de la libertad de prensa en el Valle del Cauca, como un primer paso para entender las razones de fondo que explican cómo el funcionamiento del sistema mediático, en su tarea de dar cuenta de “la realidad”, se tropieza con una serie de factores estructurales que se imponen – deliberada o involuntariamente- en el ejercicio del periodismo, específicamente en un contexto convulsionado como el colombiano. Para este análisis parto del trabajo realizado por la Fundación para la Libertad de Prensa, (www.flip.org), una organización no gubernamental radicada en Bogotá y creada desde 1996, cuya misión es defender la libertad de expresión y el derecho al acceso a la información en Colombia; en ese sentido, se encarga de denunciar las violaciones a la libertad de prensa, contribuir a la protección de periodistas y facilitar las condiciones legales y políticas para el ejercicio de estos derechos. Desde su fundación, la FLIP se dedica a sistematizar las violaciones a la libertad de prensa ocurridas en el país. La metodología que utiliza para este propósito la realiza a través de la Red de Alerta y Protección al Periodista RAP (creada en 1998), mediante la cual tienen corresponsales en 26 departamentos del país, periodistas a quienes llegan las denuncias de sus colegas o sus allegados frente a violaciones de las que son víctimas; a partir de ese momento desde la FLIP se inicia un proceso de investigación para corroborar la denuncia realizada por los periodistas y posteriormente – si ésta es comprobada- se les brinda el apoyo que sea necesario: abogados, protección, exilio, etc. Esta Fundación hace parte del Comité de Protección a Periodistas del Ministerio del Interior (creado a partir del decreto 1592 del 2000) y, como tal, tiene una capacidad de gestión importante para adelantar procesos legales que contribuyan a la protección y reconocimiento de garantías a periodistas víctimas de violaciones de prensa ya comprobadas.

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Ahora bien, es necesario tener en cuenta los límites de la información que ellos recopilan:

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1. Aunque la FLIP es una organización que se moviliza de modo permanente a través de talleres e investigaciones en las capitales y municipios de los diferentes departamentos - en cada uno de los cuales tienen un grupo significativo de periodistas vinculados- esto no quiere decir que hasta la Fundación lleguen necesariamente todas las denuncias de violaciones a la libertad de prensa que hayan ocurrido en el país. Otras violaciones a la libertad de prensa bien pueden quedarse en el silencio por diferentes razones: intereses particulares, seguridad, temor de poner en riesgo a la familia, etc. 2. En el caso de los asesinatos, las cifras de la FLIP solamente consideran los que son cometidos por cuestiones de oficio. En caso de que un periodista sea asesinado por razones distintas a las de orden periodístico (v.g. venganzas personales) no se incluye en las cifras. 3. El número de violaciones no coincide necesariamente con el número de periodistas afectados. Esto puede generarse por varias razones: a) se contabilizan como violaciones separadas contra un periodista las que provienen de autores diferentes, se originan por temas diferentes o se hacen en lapsos prolongados; b) si se trata de amenazas reiteradas por una misma razón, se toma como una sola violación; c) también es posible que en un mismo hecho haya varias víctimas, en cuyo caso se registra como un solo hecho con varias víctimas. 4. Cada una de las violaciones y víctimas señaladas en las cifras corresponden a una historia de vida concreta, a una región específica del país, a un periodo de su historia. El manejo global de las cifras omite el espesor del contexto en el que ha sucedido cada caso pero, a su vez, facilita una comprensión global de ciertas tendencias. 5. La definición del término periodista tiene en este caso unas particularidades que deben tenerse en cuenta. Es considerada como la persona que participa de manera directa en la recolección, procesamiento o difusión de información de interés público o piezas de opinión, en desarrollo del derecho fundamental a la libertad de expresión. Esto incluye periodistas, reporteros gráficos, camarógrafos, locutores, columnistas, productores e, incluso, voceadores de prensa (vendedores). Algunos hechos puntuales pueden ayudar a ejemplificar esta noción amplia de periodista vinculada a la libertad de expresión: debe recordarse que en 1989 fueron asesinados además de un periodista, un gerente y la jefe de circulación en Medellín por órdenes del narcotraficante Pablo Escobar; en Cali, en el año 2001, murieron el conductor de un vehículo de RCN y un camarógrafo en la persecución al grupo guerrillero de las FARC que secuestraba a los en ese momento once diputados del Valle del Cauca; también han muerto voceadores de periodísticos (2) y transportadores de los mismos (1). No obstante, la mayor cantidad de víctimas se encuentran en el ítem periodista (Ilustración 1):

Ilustración 1: Cifras de labores.


Los indicadores de violaciones a la libertad de prensa, elaborados por la FLIP, de acuerdo a estándares internacionales (FLIP: 2010) son los siguientes: • • • •

• • • • •

Asesinato por razones de oficio, a raíz de su trabajo o de la información que manejaba. Amenaza, entendida como intimidación directa con el anuncio o insinuación de la provocación de un mal grave para el periodista o su familia. Constreñimiento para que el periodista haga, tolere u omita alguna conducta que tenga efecto en su oficio. Trato inhumano o degradante: Agresiones físicas o psicológicas, atentados y tortura. Obstrucción al trabajo periodístico: incluye la censura - directa e indirecta (amedrentamiento de tipo económico)-, limitaciones ilegales para acceder a información pública o para ingresar a una determinada zona, robo o daño de material periodístico y vetos a un determinado periodista o medio de comunicación. Atentado contra infraestructura de medios: Robo o daño de equipos, ataques a sedes o a infraestructura necesaria para la transmisión o publicación de información. Secuestro: Sustracción, retención u ocultamiento, breve o prolongado, de un periodista con fines no económicos (secuestro extorsivo). Arresto o detención ilegal: Detención de una autoridad estatal sin los requisitos legales. Exilio: Salida temporal o definitiva del país por razones de su oficio periodístico. Asesinato durante cubrimiento: Crimen erróneo o no intencional de un periodista, durante un cubrimiento informativo. Si bien no hay intención en la acción se considera una violación porque no se respetó la labor de la prensa en el marco de un enfrentamiento entre dos actores, como lo exige el Derecho Internacional Humanitario. No se incluye la muerte por accidente o desastre natural (caso fortuito). Herido en cubrimiento: Herida errónea o no intencional de un periodista, durante un cubrimiento informativo, causada por otra persona. Si bien no hay intención en la acción se considera una violación porque no se respetó la labor de la prensa en el marco de un enfrentamiento entre dos actores, como lo exige el Derecho Internacional Humanitario. No se incluye la herida como consecuencia de un accidente o desastre natural (caso fortuito).

Libertad de expresión y libertad de prensa La Declaración Universal de los Derechos Humanos consigna la libertad de expresión en su artículo 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. El artículo 20 de la Constitución Política de Colombia lo presenta de la siguiente manera: “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura” . Este derecho se entiende como de doble vía: una individual, consistente en el derecho de cada persona a expresar los propios pensamientos, ideas e informaciones, y una colectiva o social, consistente en el derecho de la sociedad a procurar y recibir cualquier información (informaciones e ideas de toda índole), a conocer los pensamientos, ideas e informaciones ajenos y a estar bien informada. De acuerdo a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la OEA, la libertad de expresión cumple, por lo menos, con tres funciones:

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• • •

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Proteger el derecho individual de cada persona a pensar por sí misma y a compartir informaciones y pensamientos propios y ajenos. Se constituye en una condición indispensable para la consolidación, el funcionamiento y la preservación de los regímenes democráticos. Es herramienta clave para el ejercicio de los demás derechos fundamentales, como el derecho a la participación, a la libertad religiosa, a la educación, a la identidad étnica o cultural.

Como puede advertirse, se trata de un derecho que no se restringe solamente al papel de los medios de comunicación masiva, pero que éstos, por sus características, deben gozar de manera permanente. La libertad de prensa adquiere una connotación específica en el contexto de la libertad de expresión teniendo en cuenta las condiciones de propiedad de los medios de comunicación, las lógicas internas de su funcionamiento y sus correlaciones con la economía y la política, entre otros aspectos. Esto genera, por lo menos, dos cuestiones problemáticas: en primer lugar, el carácter empresarial de los medios de comunicación masivos puede incidir en que la emisión de opiniones e informaciones sobre determinados temas corresponda más a intereses privados que se presentan como de interés público (Sartori: 1997); Carlos Marx estableció esta dificultad al hacer la distinción entre la libertad de prensa y la libertad de empresa (1842), más aún cuando esta relación se genera en sociedades de orden capitalista en las cuales, justamente, es donde se inicia el desarrollo industrial de los medios de comunicación masiva. En segundo lugar, en tanto la libertad de prensa genera tensiones entre diferentes actores de la sociedad – gobiernos, empresarios, funcionarios públicos, iglesias, delincuentes, etc.- que pueden conducir a su violación, ya sea a través de la censura directa o indirecta; a esto se suma que se trata de un derecho cuyos límites pueden prestarse a diferentes interpretaciones de orden cultural, moral y religioso. De otra parte, en sistemas democráticos frágiles o con contextos sociales conflictivos como el nuestro, no hay garantías suficientes para su cumplimiento.

Conflicto armado, sistema político y libertad de prensa en el Valle En el caso del Valle del Cauca, pueden advertirse un periodo grueso – 1997- 2010- con dos momentos que muestran transformaciones importantes en las violaciones a la libertad de prensa. 1997-2005; y 2006 - 2010 - teniendo en cuenta dos factores. En primer lugar, que entre ellos se presentan una serie de transformaciones en las condiciones en que se ejerce la libertad de prensa en el país y específicamente en el Valle del Cauca: en el primer periodo se concentran mayores acciones violentas contra periodistas y en el segundo toman fuerza violaciones a la libertad de prensa mediadas por la amenaza y por la consecuente autocensura y presión frente a la pauta publicitaria. En segundo lugar, que se trata de un periodo marcado por la transición entre una fase caracterizada por el incremento del conflicto armado en el departamento (1996- 2003) y otra determinada por la implementación de la Ley de Justicia y Paz (2005). El análisis de este proceso no pretende limitarse a una estricta perspectiva cronológica de los eventos, de modo que el corte de los sub-periodos analizados no deben ser entendidos en sentido estricto, sino más bien como una guía para determinar hitos que transforman el ejercicio de la libertad de prensa en el departamento (y en el país).


El primer periodo se centra entre los años 1997 y 2005. Las FARC, hasta entonces con poca presencia en el departamento, inician un proceso de expansión territorial (1996) que genera enfrentamientos con otro grupo guerrillero con mayor permanencia en la región (ELN). Esto conlleva a su afianzamiento entre 1997 y 1999 y a su posterior repliegue a partir de la irrupción de grupos de paramilitares desde 1999 hasta el 2003 (cuando éstos empiezan el proceso de desmovilización). Por la misma época, la consolidación del cartel del norte del Valle, sus alianzas y tensiones con los diferentes grupos armados, se constituyen en otro factor detonante de violencia (Guzmán: 2007). Se suman a lo anterior, los proyectos militares estatales desarrollados a partir de la Seguridad Democrática. Si bien hay una dispersión de estos fenómenos violentos a lo largo y ancho del departamento, pueden distinguirse tres focos en los cuales adquieren mayor notoriedad: El primero, en el centro del departamento (cordillera occidental), que toma como eje, entre otros, los municipios de Tuluá, Buga, Roldanillo y decenas de veredas aledañas, por sus cercanías con el Cañón de Garrapatas, trayecto estratégico para el cartel del norte del Valle. El segundo, el suroccidente del departamento, tomando como eje poblaciones cercanas a la capital, Cali, como Jamundí, Pradera, Florida, entre otros municipios, con proximidad con corredores de las Frac entre el sur del Tolima y el norte del Cauca (cordillera central). El tercero, la selva de la costa pacífica, tomando como eje Buenaventura y una serie de veredas y corregimientos cercanos (Zabaletas, Anchicayá, Raposo, San Francisco del Naya, etc.), corredor estratégico para la salida de drogas y entrada de armas, disputado por guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes (Guzmán: 2007). Con respecto al periodismo, se trata de un periodo en el que a nivel nacional se acentúa el cubrimiento del conflicto armado de situaciones que hasta el momento no habían alcanzado la suficiente envergadura (cubrimiento de tomas guerrillas, masacres, secuestros, etc.). Se trata también de un periodo en el que se incrementaron las violaciones a la libertad de prensa, en particular el asesinato a periodistas: durante estos nueve años son asesinados 61 periodistas en Colombia, 12 de ellos en el Valle del Cauca - el19, 7%- (FLIP: 2010). Es además un periodo en el que los medios de comunicación – especialmente los de carácter regional- se ven afectados por la recesión económica y la privatización de la televisión (1998), lo que generó un descenso en la inversión en pauta publicitaria y, en consecuencia, en la capacidad de inversión y sostenimiento de medios regionales. Durante este periodo surgen una serie de organizaciones no gubernamentales como Medios para la Paz (1998), la Red de Alerta y Protección al Periodista de la Fundación para la Libertad de Prensa (1999) y el Proyecto Antonio Nariño (2001), cuyos objetivos se centraron sinérgicamente en un proceso de protección y capacitación a los periodistas. De otra parte, se creó en el año 2000 El Programa de Protección a Periodistas y Comunicadores Sociales del Ministerio del Interior y de Justicia (decreto 1592) con la función de proteger a las personas que ejercen este oficio y que se encuentren en situaciones de riesgo o amenazas por causas relacionadas con su trabajo periodístico. La segunda fase contempla los años que van desde el 2006 hasta el 2010, tomando como punto de partida la implementación de la Ley de Justicia y Paz, con el consecuente proceso de desmovilización de grupos de autodefensas, el inicio de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación. Este periodo se caracteriza por un cambio en las estadísticas sobre violaciones a la libertad de prensa: del 2006 al 2007 son asesinados cinco periodistas, dos de ellos en el Valle del Cauca; durante 2008 no se produjeron homicidios; en el 2009, uno; y en lo que va corrido del 2010, uno (CIDH: 2008; FLIP: 2009). De otra parte, los aspectos más vulnerados en términos de libertad de prensa en Colombia en este periodo son la amenaza, trato inhumano o degradante y obstrucción al trabajo periodístico; en menor medida aparece el exilio, el arresto o detención ilegal, el secuestro y heridos en cubrimiento

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(Rincón: 2002; Parra y Calderón: 2007; FLIP: 2009). La disminución en el número de asesinatos de periodistas a partir de este periodo podría explicarse por el incremento de las modalidades de censura indirecta provenientes de manera especial de las instancias gubernamentales y del número de amenazas provenientes de grupos ilegales. En este panorama en torno a las violaciones a la libertad de prensa, el Valle del Cauca ocupó en el 2009 el segundo lugar y la mayor parte de presiones provinieron de los narcotraficantes. En el conjunto de este segundo periodo de análisis, se reseñaron 113 víctimas a la libertad de expresión a nivel nacional: 45 han recibido amenazas (39,8%); 35, trato inhumano o degradante (30,9%); 12, obstrucción al trabajo periodístico (10,6%); 3, exilio (2,6%); dos, asesinatos (17%); dos, secuestros (1,7%); y uno, en infraestructura (0,8%). Los actores de estas violaciones se distribuyen entre funcionarios públicos, narcotraficantes, fuerza pública, grupos armados ilegales (guerrillas y paramilitares) y desconocidos.

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Con respecto al sistema político en el departamento, un antecedente importante es el hecho de que desde mediados de los años 80, las élites políticas regionales se encuentran frente a dos fenómenos que si bien no llegan a afectar a fondo su propio sistema, sí trastornan la estabilidad que los caracterizaba. Por una parte, los procesos de descentralización que tienen como mejor ejemplo la elección popular de alcaldes en 1986 y la de gobernadores en 1992, generan la irrupción de nuevos actores políticos que logran una mayor conexión con el electorado (y una ampliación de formas clientelistas ya características del sistema político colombiano). Por otra parte, la irrupción del narcotráfico y de grupos armados ilegales como nuevos actores que – además de generar violencia - empiezan a tener incidencias en la vida política y económica del departamento y del país. En ese sentido, debe tenerse en cuenta que durante el primer periodo de análisis (19972010) el gobierno del presidente Ernesto Samper (1994- 1998) se debatió en un clima político inestable frente a las denuncias sobre financiación de su campaña por parte de los carteles de la droga de Cali, el gobernador del departamento, Gustavo Álvarez Gardeazábal, fue destituido por enriquecimiento ilícito en 1999; el alcalde de Cali Mauricio Guzmán Cuevas fue destituido en 1997 por financiación ilegal de su campaña dentro del proceso 8.000. En el segundo periodo de estudio, por su parte (2005- 2010), aunque por razones diferentes, se generan dos nuevas destituciones: la del alcalde de Cali Apolinar Salcedo, en el 2007, por irregularidades en la elaboración de contratos; y la del gobernador Juan Carlos Abadía, debido a participación indebida en política. Un extenso listado de funcionarios públicos, congresistas y senadores del departamento se han ido sumando a la lista de denunciados y condenados por relaciones con el narcotráfico y del paramilitarismo, en particular el proceso 8.000 y el proceso de la para-política. Debe tenerse en cuenta que desde su constitución como tal en 1910, el Valle del Cauca ha sido uno de los departamentos más vigorosos y estables en su desarrollo económico e industrial. Tres factores, al menos, pueden considerarse para ello. En primer lugar, la configuración desde la época colonial de grandes latifundios que favorecieron el monocultivo de la caña de azúcar, vigente aún hoy. En segundo lugar, la conexión vial y comercial con el puerto marítimo de Buenaventura, iniciada desde mediados del siglo XIX y consolidada hoy a través de las vías Cali- Buenaventura y Buga- Loboguerrero- Buenaventura. Por último, la conformación en el área metropolitana de Cali y Yumbo, desde mediados del siglo XX, de un polo gigantesco de producción industrial a partir de inversión extranjera que permitió la instalación de grandes multinacionales. Ese desarrollo económico e industrial ha estado jalonado por unas élites, pertenecientes en su mayoría a grandes familias, algunas de las cuales han incursionado también en los ámbitos políticos del departamento y del país (los Caicedo, Heder, Garcés, Holguín, Carvajal, Lloreda y Domínguez, entre otros) (Llano: 2009).


A pesar de la inestabilidad política y de orden público que se acentúa en el departamento desde mediados de los 90 hasta la fecha, de acuerdo al Informe Regional de Desarrollo Humano 2008 el Valle del Cauca tiene uno de los mejores indicadores sociales en el país y es considerado como una de las más competitivos de Colombia: su industria manufacturera y de servicios es bastante moderna, cuenta con infraestructura de alta calidad, sus empresas de base tecnológica están a la vanguardia nacional y sus universidades poseen elevados niveles de acreditación (PNUD, 2008:p. 38). No obstante, a su vez, reconoce este Informe, la diversidad geográfica y cultural del departamento ha contribuido a la continuidad de la inequidad social: la posibilidad efectiva para las personas de hacer con sus vidas lo que se han propuesto, aprovechando los recursos que la diversidad del departamento genera, es esquiva para muchos de sus grupos de población y de sus territorios. Ser del centro o del norte, afro o mestizo, campesino o poblador urbano implica tener opciones de realización diferentes (PNUD, 2008:p. 12) 2.

La autocensura Otro factor que afecta la libertad de prensa pero difícilmente medible en términos estadísticos es la auto-censura. Esta es entendida como la decisiones que toman los mismos periodistas de no emitir determinada información por diversas razones. En un estudio realizado por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP: 2010) entre los que se consultó a un grupo de periodistas del Valle del Cauca, establecieron razones externas e internas. En las razones externas plantean dos ejes. Primero, la inseguridad: panfletos y amenazas a periodistas que denuncian; amenazas y presiones de actores armados legales e ilegales; falta de protección desde las autoridades; intimidaciones de fuentes oficiales; temor a represalias judiciales. Segundo, factores laborales y económicos: presiones económicas de los pautantes de los medios; falta de garantías laborales (contratos, ARP, salud); falta de recursos para investigación y problemas de acceso terrestre; falta de respaldo del medio para sus corresponsales regionales. Como razones internas el estudio menciona: Falta de independencia editorial en el medio de comunicación; temor a perder el trabajo; esquemas mentales que pueden no ser ciertos; para evitar estigmatizaciones; para conservar la neutralidad en un país polarizado; evitan poner en riesgo, con su trabajo, la seguridad de su familia; falta de solidaridad entre colegas; falta de conocimiento y preparación para cubrir algunos temas. En el mismo estudio se definen tres grandes temas y una serie de sub-temas, que son los más proclives a que generen autocensura : a) Conflicto armado: rearme paramilitar, bandas criminales emergentes; aumento de los índices de violencia post proceso de desmovilización; vínculos entre grupos armados y política (FARC-Política, Para-política, etc.); vinculo entre narcotráfico y fuerzas armadas; consolidación de redes de narcotráfico y de control social; microtráfico; despojo de tierras a comunidades campesinas, indígenas, afrocolombianas; desplazamiento; mega proyectos y explotación minera; reclutamiento forzado. b) Corrupción estatal y privada: manejo irregular de regalías; contrataciones con recursos del Estado; financiación de campañas políticas; financiación de medios de comunicación; temas fiscales. c) Otras realidades sociales: convivencia ciudadana, iglesia, sector LGBT, recursos naturales, salud, género, niñez, violencia intrafamiliar.

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De esta serie de elementos relativos a la libertad de prensa en general, y en el Valle del Cauca en particular, podemos llegar a una serie de conclusiones tentativas: por una parte, es evidente que en un caso como el colombiano el conflicto armado se constituye en un factor que afecta de fondo la situación de la libertad de prensa; pero al lado de este tipo de violencia que se ejerce desde grupos armados – legales e ilegales- también intervienen agentes gubernamentales que pueden ejercer un cierto tipo de control sobre los contenidos que se emiten o no en los medios regionales. Podríamos pues crear un primer tipo relativo a los factores vinculados al sistema político que propician ciertas violaciones a la libertad de prensa. Pero al lado de éstos, existen también factores vinculados al sistema mediático decisivos en la toma de decisiones de sus integrantes– periodistas, directores, gerentes, etc. - que afectan la libertad de prensa; ahora bien, aunque en las estadísticas de la FLIP se utiliza el término “víctima” para referirse a los agentes del sistema mediático sobre los que recaen las violaciones a la libertad de prensa, la autoría de las mismas podría en algunos casos ser ejercida por ellos mismos.

Asesinato de periodistas

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Como se planteó en el inicio de este documento, este artículo pretende solamente hacer una descripción de la situación de la libertad de prensa del Valle del Cauca a partir de las estadísticas que maneja la Fundación para la Libertad de Prensa. En las siguientes tablas pueden advertirse algunos datos importantes en lo relativo al número de periodistas asesinados entre 1977 y 2010 en Colombia y específicamente en el Valle del Cauca. Como ya se expresó, de los 135 periodistas asesinados, 27 muertes sucedieron en este departamento. Las dos siguientes ilustraciones muestran el número de asesinatos por décadas a nivel nacional (Ilustración 2) y a nivel del Valle del Cauca (Ilustración 3):

Ilustración 2: Asesinato por décadas a nivel nacional (1977- 2010)


Ilustración 3: Asesinato por décadas en el Valle del Cauca (1977- 2010)

A nivel nacional, las décadas de 1990 y 2000 presentan un incremento de los asesinatos. Sin embargo, en el Valle del Cauca dos aspectos merecen atención en tanto van en contravía de la tendencia nacional. Por una parte, la década de los 80 hasta la fecha, es la que presentan más asesinatos en el departamento (40,7%), mientras en el consolidado nacional – del que hace parte el Valle del Cauca- este porcentaje es del 27%. Por otra parte, mientras a nivel nacional la década de los 90 es la que presenta mayor cantidad de asesinatos -35%- en el Valle es el periodo con menor porcentaje –el 18,5%-. Presuntos autores Con respecto a los autores, la FLIP ha construido las siguientes categorías: • • • • • • •

Desconocidos. Paramilitares. FARC. ELN. Fuerza pública. Funcionarios. Particulares.

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Aunque la mayor cantidad de autores tanto a nivel nacional como departamental corresponde al ítem Desconocidos”, hay una diferencia sustancial entre ambos porcentajes: 30% a nivel nacional y 55% en el Valle del Cauca. Al lado de esta disparidad, llama la atención que en el Valle, de acuerdo a estas cifras, no se han presentado asesinatos por parte de grupos paramilitares - lo que contrasta con el 18% a nivel nacional-, ni de las FARC – 9% a nivel nacional, ni de políticos – 3% a nivel nacional. ). A nivel nacional, en el periodo general (Ilustración 4) los resultados son:

Ilustración 4: Autores a nivel nacional (1977- 2010) 96

En el Valle del Cauca, el papel de tales autores en el periodo 19772010 es el siguiente:

Ilustración 5: Autores en el Valle del Cauca (1977- 2010)


Haciendo una revisión por décadas en el Valle del Cauca, se encuentra que en la última – 2000- los presuntos autores desconocidos aumentaron respecto a años anteriores.Y si bien esta misma década hay un incremento del número de asesinatos con respecto a la década anterior, es necesario tener en cuenta que la mayoría de ellos se realizaron en el primer lustro de la década, y que desde el año 2007 no se han presentado asesinatos en el Valle del Cauca.

Ilustración 6: Presuntos autores Valle del Cauca 2000- 2010 97

Ilustración 7: Presuntos autores Valle del Cauca 1990- 1999

Ilustración 8: Presuntos autores Valle del Cauca 1980- 1989.


Sin embargo, como se mencionó anteriormente, si bien progresivamente han disminuido los asesinatos, otros indicadores de violaciones a la libertad de prensa tienen un valor considerable. Puede advertirse cómo la amenaza se constituye de lejos en la mayor violación a la libertad de prensa del 2006 al 2010, seguido de la obstrucción al trabajo periodístico y al trato inhumano o degradante. Las siguientes son las tablas correspondientes a los a los 2006 al 2010:

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Ilustración 11: Otras violaciones a la libertad de prensa Valle del Cauca año 2010.

Ilustración 12: violaciones a la libertad de prensa Valle del Cauca año 2009.


Ilustración 13: violaciones a la libertad de prensa Valle del Cauca año 2008.

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Ilustración 14: violaciones a la libertad de prensa Valle del Cauca año 2007.

Ilustración 15: violaciones a la libertad de prensa Valle del Cauca año 2006.


Conclusiones y preguntas Debe recordarse que las cifras aquí expuestas se basan solamente en las que maneja la FLIP. Otras organizaciones periodísticas pueden manejar cifras e indicadores diferentes (por ejemplo, se incluyen asesinatos por motivos diferentes al oficio) y, en consecuencia, modos de agregación también diferentes. No deben considerarse pues como datos definitivos; sin embargo, dado el ejercicio sistemático que realiza esta Fundación pueden utilizarse como datos que permiten entender desde una perspectiva más amplia el comportamiento de las violaciones a la libertad de prensa en Colombia y facilitan acercamientos más específicos a algunos contextos a través de estrategias de investigación de orden cualitativo (entrevistas o grupos focales, por ejemplo) con periodistas u otros actores involucrados. De otra parte, estas cifras facilitan la comprensión de esas violaciones a la libertad de prensa a partir de coyunturas sociales y políticas, ya sea para confirmar sospechas o para abrir interrogantes sobre nuevos aspectos. En esa medida, pueden considerarse algunas preguntas que surgen del anterior estudio: • •

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Teniendo en cuenta el peso que los grupos paramilitares han poseído a nivel nacional en el asesinato de periodistas, llama la atención que en el Valle del Cauca no se haya presentado ningún asesinato comprobado por parte de estos actores. Mientras en la década de los 90 se presentan la mayor cantidad de asesinatos de periodistas en el país, esta cifra desciende en el Valle del Cauca. De otra parte, la década de los 80 fue un periodo de un alto nivel de muertes en el Valle del Cauca con respecto al nivel nacional; y fueron los narcotraficantes los principales presuntos autores. Tanto a nivel nacional como departamental, la mayoría de los asesinatos a periodistas ha quedado en la impunidad, por lo menos si se considera que la mayor parte de sus autores son desconocidos; esta cifra es dramática en el caso del Valle del Cauca en la última década. Esto sin contar que no por el hecho de haber identificado a los presuntos autores los casos han sido juzgados.

Una serie de preguntas surgen a partir de estas cifras: ¿Por qué el número de presuntos autores desconocidos es tan alto en el Valle del Cauca? ¿De dónde provienen las amenazas a los periodistas? ¿Cuáles son las subregiones del departamento más afectadas por las violaciones a la libertad de prensa? ¿Puede en efecto la autocensura explicar el descenso en el número de asesinatos a periodistas? ¿Puede esta última medirse en tablas estadísticas? Explicar esta serie de preguntas, entre otras, exige un ejercicio minucioso de análisis en torno a las coyunturas políticas y sociales del departamento, pero, a su vez, un trabajo de campo minucioso en el que los números adquieran una explicación de orden más estructural en torno a la evolución y el funcionamiento tanto del sistema de medios como de los diferentes actores que componen el sistema político a nivel departamental y nacional.

Notas:

1.

Entre estos trabajos en el caso colombiano y latinoamericano pueden mencionarse los de Herrán (1993), Loreti, (1997, 2005) y Puyana (1999). 2.

Este desfase entre desarrollo económico e inequidad social puede ejemplificarse a partir de los tres factores que explican el progreso económico del departamento: la situación laboral de los corteros de caña; los altos índices de pobreza, desempleo y violencia en el municipio de Buenaventura; y los elevados niveles de contaminación y de malformaciones congénitas en el municipio de Yumbo.


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El DISEÑO INDUSTRIAL COMO

DISCIPLINA LIBERAL1

Por: Viviana Palacios Vélez

Estudiante de último semestre de Diseño Industrial Universidad del Valle Semillero de Nobus, Grupo de Investigación en Diseño vivipalacios64@hotmail.com

Juan Camilo Buitrago Trujillo

Profesor Asistente. Departamento de Diseño Universidad del Valle Miembro de Nobus, Grupo de investigación en Diseño juan.buitrago@correounivalle.edu.co

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Resumen

El diseño industrial es una disciplina liberal que pretende resolver las necesidades sociales por medio del diseño de artefactos. En función de su genealogía, se ha visto en la necesidad de ajustar su enfoque a veces creando, a veces actualizando posturas del pasado. En este vaivén, la ideología ha hecho presencia dibujando perspectivas que en muchas ocasiones no intentan otra cosa que oponerse a su ‘enemigo’ vigente y que han culminado su tarea, engendrando sectarismos que pueden ser tan radicales como ampulosos y graciosos. En ese tránsito, comprensible para una disciplina en constante ajuste, aparecen como hijos de una misma familia el dogma, la ilusión de llamado, las vocaciones y la indiferencia, sensible como un fértil y feliz campo de estudio, sobre todo por lo que seguramente le hace a la historia de la carrera en el país: al mirar al norte o al extremo sur, esconde los hechos debajo de la inexactitud, de la sobreinterpretación y sobre todo los arroja a los vientos de la moda, que parecen ser los mismos del olvido. Este escrito intenta hacer una reflexión sobre la llamada función social del diseño industrial. Pretendiendo recoger algunas de las ideas que se han consentido sobre tal cosa, queriendo desmitificar las cumbres que posiblemente por manía o etnocentrismo se han erigido por encima de las nubes, desde donde muchas veces no es posible ver la escarbada cumbre que la soporta.

Palabras clave:

Función social del diseño, diseño industrial, disciplina liberal


Necesidades, satisfactores El hombre ha reconstruido su historia gracias a las diversas aproximaciones que la ciencia moderna ha tenido en la materia, permitiéndole conocer sus orígenes y varios de los factores que han intervenido en su evolución. Con los estudios antropológicos, por ejemplo, se han postulado hipótesis, construido interpretaciones y visualizado algunas paradojas. Una de estas ha presentado la especie humana como “inespecializada” (Otero, 2001, pág. 160), al no contar con una morfología que le permita sobrevivir o sobrellevar las perturbaciones de la naturaleza, como sí lo pueden hacer otras especies por medio de su pelaje, garras, mandíbulas, etc. “…desde el punto de vista morfológico, se sabe que el hombre es un animal sin ningún tipo de especialización y por lo tanto, un ser cargado de primitivismos. Su no-especialización no es solamente de orden orgánico, ella concierne igualmente al espacio en que habita, se desarrolla y vive...” (González, 2001, pág. 82). Sin embargo, y a diferencia de los animales, el hombre cuenta con una característica particular que se convierte en su mayor fortaleza: ‘la racionalización’. Esta facultad demuestra que no son tan necesarias las especialidades en su morfología. Tal habilidad, le ha permitido suplir sus necesidades y llegar a satisfacer sus deseos, pasando desde la concepción de una idea hasta la cristalización de una creación “…la naturaleza ha compensado con creces, esa carencia de dotes morfológicos, habilitando progresivamente a la estirpe humana con una capacidad para intuir, discurrir y crear…” (Ricard, 2000, pág. 28). Con esta aparente paradoja nos aproximamos a los primeros antecedentes del diseño, o para decirlo mejor, nos acercamos a ciertas características que se relacionan con lo que hoy en día se entiende por esta actividad. Fueron los hombres primitivos que vivían en las cavernas hace aproximadamente 40.000 años (aquellos llamados homínidos ‘criaturas semejantes al hombre’ o proto-humanos) quienes lograron crear los primeros objetos, al convertir la materia en herramientas con el propósito de satisfacer sus necesidades. Aquellos hombres prehistóricos transformaron palos y piedras en objetos que les permitieron suplir sus carencias alimenticias; usaron cortezas de árboles para tejer con ellas cestos en los que pudieran recolectar y transportar frutos; tallaron piedras y huesos para realizar anzuelos que les permitían acceder con mayor eficacia a peces cada vez más grandes, transformaciones que fueron paulatinamente convirtiéndose en rutinas y oficios que entre otros, fueron no solo volviéndose más complejos en técnicas y materiales (proporcionales a la madurez del conocimiento humano), sino que fueron cristalizando paulatinamente una serie de estructuras sociales en torno del ejercicio de transformación de materia (Buitrago, 2006, pág. 146). Y es precisamente gracias a tal habilidad, a la llamada ‘racionalización’, que el hombre se convierte en un ser transformador de su entorno natural, en el circuito que sugiere que la naturaleza se encarga de imponerle al hombre necesidades en un principio, pero a la vez, le brinda múltiples posibilidades de satisfacerlas. Esto es lo que Ortega y Gasset denominaría técnica, la relación hombrenaturaleza, entendida como “…la reforma que el hombre impone a la naturaleza en vista de sus necesidades…” (Gasset, 2001, pág. 57). Una técnica que responde inicialmente a la supervivencia, de forma espontánea y en ocasiones inconsciente, y que constituye el “saber cómo”, en el que se controla la producción de tal o cual efecto, pero no se explica su porqué (Ladriere, 1978, pag.49). Un conjunto de habilidades y prácticas que con el pasar del tiempo van de generación en generación haciéndose cada vez más conscientes, llegando a lo que conocemos hoy por tecnología: práctica imprescindible en la actividad humana, que da respuesta a las necesidades de la sociedad desde el conocimiento científico

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“…el hecho de carecer de readaptación orgánica de origen, no solo con relación a su propio organismo, sino también con relación a su medio ambiente (entorno etológico), hacen curiosamente del hombre un ser abierto al mundo y por lo tanto un ser obligado a suplir esas carencias a través de los útiles, las herramientas y en una palabra de la técnica, si se desea seguir existiendo…” (González, 2001, pág. 82).

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Es por esto que la posibilidad de seguir vivo, es la necesidad primordial u originaria, y el fin principal de toda creacion, desde donde las otras necesidades se consideran tan solo una consecuencia del deseo de conservar la vida. Todas las necesidades podrían percibirse entonces como motores que insentivan constantemente al hombre, como claramente lo expresa Max-Neef, en la medida en que las necesidades comprometen, motivan y movilizan a las personas, son potencialidad y, más aun, pueden llegar a ser recursos. El hombre al estar expuesto a la naturaleza de su entorno y rodeado de carencias, se vio obligado a confiar en su habilidad de crear e imaginar un mundo de herramientas, utensilios y enseres que le permitieran como extensores de su cuerpo, solventar sus falencias y de esta forma mejorar sus condiciones de vida, convirtiendo estos objetos en elementos indispensables para su existencia. Una vara con relativas modificaciones lo convierte en pescador, una brocha en pintor, por medio de un instrumento puede ser músico, no solo posibilitando destrezas en cuanto creador e intérprete, sino también permitiendo experiencias estéticas y/o simbólicas: una forma de apropiarse del mundo. Es así como los objetos hacen que el hombre perfeccione habilidades, técnicas y prácticas, como también que se relacione, se exprese o se proteja,“…las causas finales de la realización y aplicación técnicas se encuentran en la abundancia de necesidades, deseos y preocupaciones del hombre…” (Dessauer, 1964, pág. 152). Mientras fue evolucionando, la capacidad intelectual del hombre fue aumentando, y cuando se suponen resueltas las carencias fisiológicas, surgen necesidades de segunda índole, donde ya no solo es importante el ‘estar’ sino el lograr ‘estar bien’ (dimensiones psicológicas y fisiológicas en pro de la autorrealización). Para dar paso al entendimiento de las necesidades y satisfactores, es pertinente establecer una identificación de estas, como lo hizo Abraham Maslow, uno de los pioneros en su clasificación. Él plantea en su escala jerárquica, que conforme se satisfacen las necesidades básicas, los humanos crean necesidades y deseos más elevados, concibiéndolas de esta manera como múltiples y cambiantes. En su planteamiento propone una jerarquía en la que se entiende que hay más urgencia en unas carencias que en otras, puesto que se debe ir escalando la pirámide a medida en que las necesidades fisiológicas ya han sido satisfechas 2.

En contraposición a esta postura Manfred Max-Neef, en su libro “Desarrollo a Escala Humana” (1986), hace una descripción de las necesidades humanas fundamentales en la que determina, que debe ser explicita la diferencia entre necesidades y satisfactores, considerando las primeras como finitas, pocas y clasificables. En su postulado, un satisfactor puede contribuir simultáneamente a la satisfacción de diversas carencias y a la inversa, una necesidad puede requerir de diversos satisfactores para ser resuelta. Max-Neef, clasifica las necesidades en dos grandes categorías: existenciales (del ser, tener, hacer y estar); y axiológicas (de la subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, identidad y libertad). Éstas, dice, pueden ser combinadas entre sí, mediante una matriz que genera un sistema en el que todos los elementos se relacionan y cualquier impacto en uno, tiene un efecto en los demás. Es así, como cada individuo o comunidad adopta diferentes formas de darle solución a las mismas necesidades, dependiendo de las condiciones en las que cada uno se ha configurado. Esto es precisamente lo que define las culturas, la generación o no de tipos de satisfactores, de infraestructuras de la vida cotidiana como dice el historiador Fernand Braudel, y la elección de estos para suplir sus necesidades básicas. Entre otros escenarios, es allí, en donde puede hablarse de cambios culturales, como una consecuencia de transformar los satisfactores tradicionales por otros nuevos3 . Y es aquí donde se hace visible que las necesidades, sobre todo las que hacen parte de la base de la pirámide de Maslow, suelen ser constantes, mientras la satisfacción de deseos y aspiraciones son modificables, e incluso llegan a ser prescindibles. Una necesidad lleva a la búsqueda de una satisfacción, pero esta satisfacción puede convertirse a la vez en la apertura a otra necesidad. Así, es en medio del entendimiento entre necesidades y satisfactores, en el circuito humano de carecer y crear, que la creación de objetos en general, suele encontrar el hilo conductor que da razón al establecimiento de los diversos oficios, y es el lugar en el que el diseño industrial en lo particular, encuentra su asidero disciplinar en pleno auge modernista.


Profesiones liberales Como decíamos hace un instante, la práctica de crear objetos fue haciéndose más compleja a la luz de los avances técnicos y la evolución de la vida en sociedad, determinándola como una actividad socialmente especializada. Así, las primeras configuraciones materiales, que pudieron darse de manera espontánea en función de necesidades humanas fundamentales (comer, dormir, alimentarse, etc), y que se caracterizaron por ser transformaciones elementales de la naturaleza, fueron paulatinamente encargadas a grupos de individuos que no solo representaban un nivel de especialidad técnica, propio de la acumulación de saberes en torno de la satisfacción de necesidades cada vez más complejas, sino que en esa dirección, resultaron completamente visibles en asociaciones de artesanos o en grupos de especialistas durante la edad media europea. Como quiera que se señale su complejidad técnica y social, estos individuos parecen coincidir en el hecho de crear objetos mediante procesos técnico-manuales, bajo un carácter serial limitado. Con la conquista de la máquina y la visibilización de la revolución industrial, los ajustes en la vida social concentraron entonces sus dinámicas en las ciudades, y dadas las características de las nuevas maneras de producción, convirtieron un proceso limitado en uno ‘ilimitado’ basado en un proceso técnico-mecánico. Pero sobre todo, puede señalarse que la revolución industrial sugiere la relativización de la labor del otrora posicionado artesano, con el paso de unos años, la del artista tradicional y en frente de ellos los problemas característicos, por momentos y para algunos ‘deslumbrantes’4 , de las propiedades formales de los primeros productos industriales. El problema de la invención de la máquina ponía entonces sobre la mesa, las complejidades de la producción seriada en relación con la calidad formal de las mercancías y la relativización social de los creadores de estas últimas. Se pasó de una economía agrícola y artesanal a una gobernada por el monetarismo industrial, que esencialmente reubicaba la mano de obra y convertía al ser humano en un apéndice más de la máquina (Marx, 1972). El escenario en que estos hechos tienen lugar, es uno caracterizado por una cierta distancia de las formas tradicionales de entender la vida social. La relación entre la Iglesia Católica y los nacientes estados liberales se ve cuestionada, cuando no completamente rota. La vida cotidiana, explicada desde y para las cualidades superiores, se seculariza paulatinamente. Los intereses en la configuración de objetos, se transforma en un afán por la producción de mercancías. En suma, las nuevas perspectivas de la vida parecen más interesadas en la configuración de una realidad social materialista (con lo que ello implica en los cambios de enfoque) que en el interés por darle continuidad a un modelo social, que por lo menos en la Europa latina, venía desquebrajándose desde siglos atrás. Estas nuevas maneras de entender la vida social se cristalizan entre otras cosas, en la formalización de las repúblicas, que motivadas en los ideales del progreso, vuelcan sus intereses en torno de la industrialización y la urbanización. Las diferencias son apenas obvias al comparar los casos, pero los elementos que parecen comunes, señalan en medio de la secularización de la sociedad, una relación funcional entre los Estados y los centros de formación académica: universidades, institutos y academias. Con el paso de los años, las nuevas dinámicas de producción, exigieron entre otras cosas, la sistematización de las tareas y la especialidad del trabajo, en torno de lo que algunos denominaron ‘calidad e innovación’, como axiomas para conquistar la “opulencia universal”: máxima de Adam Smith (Freidson, 2001, págs. 111-115) 5. Así expuesto, no es fácil ver la diferencia con lo que se había visto configurar durante la edad media. El punto de quiebre puede relacionarse con que dicha especialización ya no se daba en la práctica cerrada de un oficio, por ejemplo, la relación de enseñanza-aprendizaje que existía entre un maestro y su aprendiz en la ebanistería o la construcción de edificaciones. Por el contrario, ésta debía cimentarse sobre el aprendizaje en formatos de entrenamiento largos y costosos, inscritos además, dentro de la racionalidad de un saber esotérico (un saber organizado, no aprehensible de manera espontánea y relativamente intelectual) en los centros de formación, algunos de los cuales venían organizándose bajo otros intereses desde la edad

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media. Seguramente en esta nueva práctica hay mucho de prestigio (el simple hecho de asistir a una escuela o a otra, era suficiente ‘recompensa’ para algunos individuos en la Europa del siglo XIX (Freidson, 2001), sin embargo, lo que nos interesa mostrar, es que en el afán por alcanzar los ideales del progreso, no solo se ve el interés de los Estados modernos en estimular el trabajo académico aplicado, sino que en si mismo es posible ver las transformaciones en las valoraciones sociales sobre ciertas disciplinas, y en ese camino, los cambios en las tendencias académicas de los estudiantes de aquellos años 6. En este escenario, transformar oficios en profesiones en medio de su reflexión universitaria y la circunspección de este ejercicio en lo que Freidson llama “esoterismo”, son características que los teóricos de las profesiones, encuentran como comunes en la configuración de la vida contemporánea, como herencia del proceso de modernización propiamente dicho. Lo cierto es que, en medio de las revoluciones del siglo XVIII y la cristalización de “los ideales de la felicidad y la prosperidad” (Silva, 2002) que venían puliéndose desde la ilustración occidental, el interés y la pertinencia de disciplinas tradicionales para la época (teología y filosofía principalmente) se ven relativamente cuestionados, y las motivaciones de los estudiantes se muestran medianamente volcados frente a la necesidad de estudiar y entender lo que les rodeaba en la vida cotidiana. De esta forma, el derecho y la medicina, organizándose en medio de las coyunturas, logran establecerse como comunidades académicas autónomas (con sus propios objetos de estudio, su propia ética, su propio discurso), hacia las cuales los intereses de los estudiantes de la época, parecen seducidos.

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Su dimensión práctica, coherente de cierta manera con su compromiso con la idea del progreso en el sentido más amplio, vinculan este tipo de profesiones con el proyecto moderno, y en ese camino las relacionan con su intención por procurar la ‘calidad de vida’. A diferencia del otrora gobierno de la escolástica “…dar entrada a esa filosofía delirante que corrompe el entendimiento y el corazón […] y convierte a los hombres en fanáticos idólatras de su opinión…” (reclamos de los estudiantes del colegio San Bartolomé en 1779, por la destitución de Mutis de las clases de filosofía y física (Silva, 2002), las profesiones liberales, que son afines con “el ideal de lo práctico” para usar la expresión de Safford, parecen inscritas en el entendimiento de las cosas como se presentan, y de acuerdo con su propia especificidad, con intentar aproximarse al ‘deber ser’ de la vida social, con la intervención para la transformación “…Clamando por la utilidad de la filosofía moderna los colegiales alegaban: que ningún hombre de juicio podrá negar que es más útil conocernos a nosotros mismos, los objetos que nos rodean y el globo que habitamos, que examinar si existe desde la eternidad y llenarlo de cualidades…” (Silva, 2002).


El Diseño Industrial: Matriz liberal “…habrá que llegar al siglo XX para que realmente se tome conciencia que en la producción industrial la calidad estética de los productos no puede ni debe ser función de la decoración y sí de los atributos propios del objeto (forma, material, función etc.) y, en consecuencia, la estética deja de ser un valor extrínseco para pasar a ser un valor intrínseco. La trilogía forma-función-decoración valida en la producción artesanal se redujo a forma-función, desapareciendo la decoración como factor de embellecimiento del producto…” (Gay, 2004, pág. 7). Hemos indicado algunas de las características que pueden explicar la diferencia entre el trabajo del artesano medieval, y el artífice de objetos durante la revolución industrial. A pesar de ello no sobra insistir en que, con la invención de la máquina, este sujeto (artesano) que basaba su producción en un sistema técnico manual, ya no puede decidir activamente en las calidades de su pieza. Como decíamos, el artífice no solo se convierte en un apéndice de ella, sino que debe garantizar su manejo durante el proceso, si es que hace parte de la elaboración material propiamente dicha, o tiene que entender que las nuevas dinámicas de la producción se basan en la planeación y la previsualización. En cualquiera de los dos casos, se hace necesario cierto nivel de instrucción. Es en esto que Quarante señala la creación de las escuelas de artes y oficios modernas, que dirigieron su propósito hacia la enseñanza del dibujo técnico principalmente. De ellas, expone como pionera la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona en 1777 (Quarante, 1990). La matriz de este tipo de escuelas, seguramente alimentada por aquellas concepciones que circulaban en esos años sobre el arte y la decoración7, se convertirá en el núcleo desde donde se desprenderá por ejemplo la Escuela de Artes y Oficios de William Morris en Inglaterra, algo más de cien años después. No vale la pena profundizarlo, pero podríamos señalar que su clara oposición a la producción industrial, lleva a Morris en conjunto con quienes compartían su perspectiva, a añorar las maneras medievales de ‘hacer cosas’, que los inscribía en la dinámica de la búsqueda sistemática de la calidad en la configuración de la cultura material. De allí, dice Maldonado (1977), se desprenderán en años relativamente cercanos, la escuela de Escocia (Charles Rennie Mackintosh) y luego la de los países bajos por medio de Henry Van de Velde, quien resulta ser cofundador de la primera parte del proyecto Bauhaus en Weimar. Avasallante, el racionalismo europeo en general y alemán en particular, transitaba simultáneamente con el avance tecnológico en Estados Unidos. En esto, la distancia que tomaban los arquitectos modernos de aquel historicismo tan claramente sugerido por el estilo neoclásico, y en ese camino de las ideas del ornamento, los frisos y las cornisas (que no era otra cosa que la distancia frente a la decoración), los llevaron a reflexionar su trabajo directamente en torno de la calidad de vida de la gente para quienes diseñaban.

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“…quien habría de lograr este triunfo sería el estadounidense Frank Lloyd Wright (1869-1959). Él se dio cuenta de que lo importante en una casa eran las habitaciones, y no la fachada; si aquélla era cómoda y estaba bien proyectada por dentro, adaptándose a las necesidades de su propietario, con toda seguridad ofrecería también un aspecto aceptable desde fuera […] él creía en lo que denominó arquitectura orgánica, por la que quiso dar a entender que una casa tenía que derivar de las necesidades humanas y del carácter del lugar en tanto que organismo vivo…” (Gombrich, 2007, pág. 558, las negrillas son nuestras)

Dreyfuss, Walter Teague, Peter Müller, etc, cuyo oficio es entendido en nuestros días, como la práctica del diseño industrial de aquellos años. A pesar de la estrecha relación que tiene esta práctica con los sectores industriales en Estados Unidos, al igual que en Europa en esos años, la dimensión artística del ejercicio no parece comprender fronteras: los arquitectos, pintores, escultores, e incluso algunos ingenieros, se entregaron en algunos momentos a la exploración plástica de objetos cotidianos (sillas, cubiertos, lámparas, etc), bien por el placer de hacerlos, bien con la decidida idea de resolver una situación concreta.

Por la época que menciona Gombrich, en Alemania fue fundada la Werkbund (1907), asociación que pretendía entre otras cosas adquirir la misma distancia señalada en el caso de Lloyd Wright “…ennoblecer el trabajo industrial (o profesional o artesanal) […] en una colaboración entre arte, industria y artesanía, por medio de la instrucción, la pro-paganda y una firme y compacta toma de posición frente a estas cuestiones…” (Maldonado, 1977), motivación que se ha relacionado aisladamente con el caso alemán, pero que a su manera, y no con poco impacto8, resulta cristalizado a su manera en iniciativas como el Art Nouveau en Austria, Bélgica y Francia, así como en el Vkutemas en Rusia.

Lo cierto, lo importante para nuestro argumento, es que tanto el paradigma europeo, (seguramente concreto en la Bauhaus), como la experiencia del trabajo norteamericano, no solo proponen una manera de entender la relación entre la producción mecánica y la calidad de la forma de los objetos, sino que además, parecen reinaugurar una discusión en la que, aparentemente superados los problemas de la forma de los objetos y su manera de ser producidos como fin en sí mismo, la satisfacción de las necesidades y con relativa claridad, la calidad de vida de las personas, se convertía en la motivación principal de la creación de objetos (con respectivas variaciones y dentro de sus propias concepciones del asunto 9)

Dentro de los ‘jóvenes’ integrantes Werkbund estaba Walter Gropius, quien en medio de ciertas coyunturas (relacionadas con la fusión de la Escuela Superior de Bellas Artes y la Escuela de Artes Aplicadas de Weimar, Alemania), es cofundador de la Bauhaus en 1919. Si lo narrado por Maldonado, Droste y Pevsner es cierto, es interesante ver como la idea institucional de escuela de artes y oficios, se convierte con el paso de algunos años en el paradigma del diseño académico mundial. Pero es aún más interesante ver cómo la idea de Morris, aunque concretada institucionalmente, es prácticamente opuesta al planteamiento ‘artístico’ del lugar en donde se concreta: la Bauhaus. El fondo parece ser el mismo, la variación se encuentra en cómo se interpretó en términos ‘estéticos’ “…si Morris no se había equivocado al afirmar que las máquinas jamás podrían emular el trabajo del hombre, [a la luz del trabajo de LloydWrigth] la solución más lógica era averiguar qué podría hacer la máquina, para así acomodar nuestros proyectos a tales posibilidades…” (Gombrich, 2007, pág. 559). En el caso norteamericano, la aparente libertad que ofrece ‘una tradición menos pesada’, puso las discusiones de la máquina en un plano técnico-productivo, a diferencia del caso europeo (Maldonado, 1977). Con la implementación del taylorismo, el fordismo y posteriormente la política de muchos modelos de corta duración (pos depresión), los norteamericanos vieron en las artes aplicadas las posibilidades de controlar la obsolescencia programada, por medio del diseño de carcasas, que impactantes a la mirada, estimulaban el consumo de objetos. Denominado styling, reunió personajes como Raymond Loewy, Henry

“…hemos de rechazar la aplicación de orna¬mentos puramente decorativos [...] La creación de ‘ti¬pos’ para los objetos de uso cotidiano es una necesi¬dad social […] La casa y los objetos para la casa, son un problema de necesidad general, y su proyectación apunta más a la razón que al sentimiento. La máquina que produce objetos en serie es un medio eficaz de liberación del hombre […] liberan del trabajo necesario para la satisfacción de las necesidades vitales; un medio, pues, no sólo para procurarle más objetos, pero también más bellos y más baratos que los hechos a mano…” Gropius 1925 (Maldonado, 1977, las negrillas son nuestras). Entre otras, estas ideas exponen la consolidación del diseño industrial en medio del debate entre el cambio del modelo social, las maneras mecánicas de la producción industrial y la expresión en la creación material en Europa y Estados Unidos principalmente, e ilustra por allí mismo, la visibilización paulatina que adquiere la satisfacción de necesidades y en ese camino el interés por la calidad de vida de las personas, como propósito subyacente: si se nos permite, como ideario de una ‘práctica liberal’ para usar la idea de Talcott Parsons. A partir de estos hechos, es posible ver una de las ramificaciones desde donde el ICSID en 1969 (International Council Societies of Industrial Design) sintetiza las funciones del diseño industrial en torno del trabajo de la forma, dentro de la línea de producción de un bien de consumo, pero de igual manera, creemos que se tiende un vínculo, que en medio de las ‘convulsionadas’ coyunturas en que se da, nos permite entender la oposición ejercida por ‘sectores emergentes del diseño’ en el


mundo (entre ellos “la periferia” de la que habla Gui Bonsiepe), desde donde clara y radicalmente se intentan visualizar otros escenarios de la disciplina 10. No sobra señalar, década en la que comienza en América Latina el proceso de profesionalización del diseño industrial y gráfico en el sentido estricto (al interior de universidades, en torno de la discusión de la jurisdicción, a la luz del trabajo sobre la discrecionalidad) 11 “…el diseño de estos productos masivos es también una prueba de los poderosos imperativos sociales, en un sentido político e ideológico, que regían las concepciones y actividades en apariencia solo estéticas…” (Selle, 1973, pág. 56). En tal escenario, el diseño industrial se encuentra comprometido con la exigencia de la racionalización productiva y el afán capitalista que subyace, principalmente relacionado con la conquista de mercados internacionales. Lo señalamos para la mayor parte del siglo XX. Las últimas dos o tres décadas, proyectaron una perspectiva crítica en torno de tal inercia. Y también, esta vez haciendo caso al “llamado original”, procurando satisfacer necesidades concretas de un contexto en función del bienestar y en lo posible, mejorar la calidad de vida de las personas desde su intervención: por lo menos así lo sueñan quienes desde los tempranos años setentas cuestionan las más diversas prácticas del siglo XX corto del que habló Eric Hobsbawm (1998), reivindicando, eso creemos, la matriz liberal de donde proviene la profesión.

Función social del diseño Inscrito en la creación de la ‘cultura material’, o de ‘las infraestructuras de la vida cotidiana’, es posible decir que desde el diseño existen intervenciones que impactan la sociedad, es decir, que suponen cambios y un relativo beneficio en la vida de las personas (ya hemos señalado las posibles relaciones entre los objetos y la satisfacción de las necesidades; así como estas con los ideales del bienestar). Con este manto como enfoque, se reza a favor de la responsabilidad que tiene la profesión y su inaplazable (muchas veces no digerida) obligación de velar por la prosperidad ilimitada de la sociedad. Con “Diseñar para el mundo real: ecología humana y cambio social”12 , Victor Papanek sienta un precedente con el recientemente acuñado diseño social, convirtiéndolo en uno de los temas centrales en la discusión del deber ser disciplinar. Papanek (1977) manifiesta su rechazo al “boom” de la industria, específicamente en Estados Unidos, y pone de manifiesto cómo el sistema forza al diseñador a una suerte de irresponsabilidad con los productos que crea, teniendo como único objetivo la alimentación de las ambiciones económicas de los empresarios “…durante los últimos tiempos el diseñador ha satisfecho solamente necesidades y deseos pasajeros, descuidando las verdaderas necesidades del hombre. Las necesidades económicas, psicológicas, espirituales, tecnológicas e intelectuales de un ser humano suelen ser más difíciles y menos provechosas de satisfacer que las –necesidadescuidadosamente elaboradas y manipuladas que inculca la moda y la novedad…” (Papanek, 1977, pág. 27).

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De este tipo de preocupaciones, diversas y múltiples durante los años sesentas y setentas, sumado a las coyunturas propias de los ajustes culturales de la posguerra, se desprenden una cierta cantidad y calidad de ramificaciones en el enfoque disciplinar, que han pretendido asir el problema de la satisfacción de las necesidades de las poblaciones, por medio de una especie de creatividad racional; es decir, un ejercicio creativo que procure la satisfacción de las necesidades de los demás, por medio del diseño de artefactos. Ahora bien, esta romántica perspectiva, no ha dejado de reteñir sus líneas sobre un par de figuras, que convertidas en lugares comunes, han cristalizado una costra en el imaginario e inercias de la disciplina. Su serie de postulados han pretendido interpretar el llamado “enfoque social del diseño” en diferentes contextos. Uno de ellos, el denominado diseño artesanal, ha asistido al llamado de identificar las necesidades y rescatar los procesos y materiales del entorno, en una suerte de exotismo13. Esta perspectiva puede ser considerada coherente en ciertas apuestas de ciertos países por conquistar la industrialización con base en las exportaciones, dado el desgaste de ciertos modelos de desarrollo industrial. Así como se puede explicar su genealogía, es claro que las sospechas no dejan de emerger. El interés que tienen los actores del Estado de la época (años sesentas del siglo XX), gradualmente puede haberse convertido en una especie de ‘industrialización de la artesanía’. Como decíamos, no solo anacrónica, sino en sí mismo paradójica, si se considera que las románticas perspectivas sociales de tal ejercicio, terminan convertidas en una práctica más de explotación laboral: ‘yo diseño’ -dice el diseñador en el escritorio- ‘usted produzca como sabe hacerlo’ -le dice al artesano en el taller- ¿enfoque social?, ¿ganancias segmentadas?

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“…tradiciones productivas milenarias son conservadas con cuidado para mejorarlas y mantener viva la vinculación a la Máquina Nacional, recibiendo así una participación mínima de reconocimiento a la propia asistencia. Recibiendo de las instituciones de gobierno un tratamiento eminentemente romántico (en el cual se refieren constantemente a la conservación del patrimonio tradicional) el productor se ve agobiado por las fuerzas normales del desarrollo: la tecnología automática, la aglomeración fabril. Y puede tener acceso a sus servicios de asistencia social, por ser el sector tradicional un régimen en el cual no existe explotación deshumanizada patrono-obrero. Luego no existe económicamente...” (Acero, 1980, pág. 12). En otra esquina reclama su interpretación el llamado eco-diseño o diseño sustentable. Su resultado final va orientado hacia la producción en serie y su fin es ‘responsable’ (¡vaya uno a saber bien que significa la palabra!) para ciertas partes del proceso. Embriagado con matrices prefiguradas, del tipo listas de chequeo, este enfoque recrea un cierto espíritu de la racionalización extrema de los materiales y los procesos mediante los cuales se transforman, restringiendo la llamada ‘creatividad del diseñador’ a un juego entre variables, que concentra sus intereses en el proceso y que, dicho de paso, seguramente realizan mejor los ingenieros industriales (finalmente se han formado para cosas como esa). Lo más difícil de digerir, es que este enfoque suele pasar por alto la sensibilidad con los hechos de la cultura, pues son considerados como asuntos de menor importancia. Es, si se nos excusa la afirmación, una especie de actualización del modernismo recalcitrante, que ciertos arquitectos han querido inyectar en las últimas décadas del siglo, seguramente para mantener vivo el espíritu de Adolf Loos y compañía.


El cuadrilátero de enfoques va adquiriendo su forma con el llamado diseño para todos o diseño universal. Aquí se agita un pañuelo cada vez que se habla de inclusión, y se oye una silbatina acompañada de lluvias de objetos, cada vez que accidental o deliberadamente, se presiente una práctica de exclusión 14. Se aduce su fortalecimiento a hechos como el diseño de sistemas de transporte en países europeos, como el caso del metro de Helsinki, el cual, exigió tener en cuenta todos los pormenores de los diversos usuarios. Quisiéramos saber en qué escenario del diseño no se consideran las cualidades de los futuros usuarios. Sería interesante visualizar las particularidades que permiten construir un gueto como este con tanta claridad, en el cual, a la manera de la nueva edad media de Eco, se resguarda religiosamente el tótem sagrado y la nacionalidad emancipada: ¡diseñador que diseña teniendo en cuenta las particularidades de los futuros usuarios! ¿No es en sí mismo una inoficiosa redundancia? En última instancia quisiéramos mencionar el diseño de índole comunitario, conocido también como diseño emergente, que se basa en problemáticas específicas que son resueltas para una comunidad particular, y que comúnmente, en el papel, en la línea de base, en el protocolo que busca financiación internacional, suelen resultar beneficiosas para un cierto número de personas. La ilusión de la intervención social, de la ayuda al prójimo, emerge con esta práctica, en muchos casos desvalorando y sustituyendo de forma paternalista, para no decir colonialista o etnocentrista, las múltiples y variadas maneras con que los diversos grupos sociales resuelven sus problemas habituales. Así como pudo suceder con la práctica de la arquitectura moderna en Colombia durante los años sesentas, por lo menos con lo que algunos de sus actores percibieron en aquellos años: el precepto fundamental se desdibuja, es decir, la conquista del confort habitacional y por el contrario, se privilegian elementos secundarios como la rentabilidad en la proyección de un edificio, en un sector de la economía que además prometía dividendos importantes en la época. Diseño de puestos de trabajo para artesanos, inodoros para comunidades aisladas de “la civilización”, apartamentos para africanos migrantes, sistemas quirúrgicos para circuncisiones en comunidades indígenas, en fin, un interminable listado de ‘loables proyectos’, no hacen otra cosa que envolver al diseñador ‘sensible con los demás’, en una ilusión de solidaridad, mientras revitaliza, sin darse cuenta, un ejercicio de colonialismo tan complejo como profundo. Casos como el que denuncia Henri Lefebvre en “El derecho a la ciudad” (1978)15 , o el que, con magnífica irreverencia y sensibilísima calidad visual, pone en escena Lars Von Trier en Manderlay, podrían ser pequeños ejemplos de lo indicado. Cada uno de estos enfoques, promovidos por la necesidad del ajuste disciplinar que hemos señalado, intentó e intenta dibujar complejidades en la jurisdicción de la naciente carrera. Eso es necesario. Sin embargo, las lecturas facilonas, muchas veces invadidas del problema de la ignorancia histórica, han hecho que de forma realmente aburridora, el enfoque de los diseñadores se bautice con alguna de estas sectas, muchas veces dependiendo de cual viento sople más fuerte. Como en los años setentas y ochentas para los fundadores del diseño industrial en Colombia (en ellos legítima y comprensiblemente inconsciente), nosotros creemos que estas cuatro dimensiones, son parte indisoluble de la unidad del esoterismo de la disciplina y de su enarbolada función social, cuando vemos con calma la matriz liberal de donde simplemente proviene.

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¡No volver como un ángel, más bien como un viejo topo! No obstante nuestras reservas, este tipo de preocupaciones puestas sobre el papel, no solo indican una especie de apropiación de las dinámicas más generales del modernismo por parte de la disciplina, concibiéndose como un instrumento con el que es posible estudiar el sentido de una necesidad y su intervención relativa bajo las características o rasgos de un contexto, sino que sugiere además, que hace un cierto tiempo se superó aquella concentración que se vio unilateralmente enfocada en la forma y los “estilos”, o a la producción en serie con fines exclusivamente comerciales, acríticamente recreado hoy en varios de los programas académicos del país “…es tal la velocidad de producción y diversificación de los artefactos, que las personas aumentan su dependencia y crece su alienación a tal punto, que es cada vez más frecuente encontrar bienes económicos (artefactos) que ya no potencian la satisfacción de necesidad alguna, sino que se transforman en fines en sí mismos…” (Max-Neef, 1986, pág. 18). Para ese momento, en el sentido general de la profesionalización del diseño, es un hecho que redibuja fronteras y sugiere nuevos retos. En el caso del proceso en Colombia, tal superación es una paradoja, pues fue allí, en el estudio sensible de las necesidades de los demás, que la carrera se configuró en las primeras universidades de Bogotá; de hecho son las ideas que circulan en los documentos fundacionales de la Pontificia Universidad Javeriana y la Universidad Nacional, en los escritos de opinión con los que se pretende justificar el nacimiento de la carrera y la base fundamental de ciertas conferencias dictadas por los creadores del diseño industrial en Colombia, durante los años setentas

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“…el objetivo principal en la formación de estos nuevos profesionales está dirigido hacia la creación de individuos capaces de resolver los problemas de las necesidades del país en lo referente al DI, sin caer en el CONSUMISMO [sic], creando productos de la industria para las necesidades de nuestro pueblo...” (Sicard, 1976, pág. 17). Tales esfuerzos aparentemente condensados sobre la perspectiva del contexto, como el escenario en el que se presentan las características que identifican un grupo determinado. Es precisamente allí, en el estudio sensible en contexto del contexto, que es pertinente conocer de la mayor parte de los factores que influyen en un objeto de estudio. En tales circunstancias la relación entre necesidades y satisfactores tiene lugar; una relación que actualiza el sentido antropológico de la disciplina, como hemos dicho, relacionada con las carencias de la especie y la supervivencia, y sobre todo, una circunstancia en la que se recrea un repertorio de conexiones que hacen visibles las diferentes expectativas de las disciplinas liberales en un escenario de supuesta amplitud democrática y de pretendido pluralismo. Exponiendo el inicio de la carrera en la Universidad Javeriana, Rómulo Polo, su fundador, menciona ciertas ideas sobre el ejercicio del nuevo profesional y las maneras como debería evaluarse su trabajo “…El sector cultural deberá concurrir como evaluador de los aspectos de autenticidad y valor del diseño como expresión de valores de nuestra cultura [para] desarrollar una conciencia clara del papel del diseñador en la conformación del medio ambiente, y su responsabilidad de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida...” (Polo, 1977, pg. 9). Dentro de esta expectativa, en estos sujetos y en esta época, el ejercicio del diseño encuentra encriptado en su núcleo la noción de calidad de vida como punto de llegada de su práctica. Sin embargo, visto desde la globalidad del término y la complejidad que sugiere, es claro que es un propósito idealista y pretencioso. No es claro cómo, a partir de la intervención de esta profesión, es posible abarcar simultáneamente tantos aspectos como ‘la calidad de vida’ exige. Seguramente es más probable y a la vez acertivo, considerar su aporte como una consecuencia eventual y posterior a los resultados obtenidos de una intervención, que de cierta forma ha generado impacto en el bienestar de un individuo o población.


Configurarse desde conceptos como este (calidad de vida) ha dejado claras las ‘buenas’ pretensiones de la profesión, y tal vez en cierto sentido ha recreado una ilusión a la que se quiere llegar desde la acción 16. Gert Selle en su libro “Ideología y Utopía del diseño” (1976), sin querer proponer una receta para la acción de la carrera, plantea una discusión que eluda el teoricismo, a modo de mostrar un camino que refleje la realidad y verdaderas necesidades sociales y no que permanezca en concepciones y apariencias teóricas que no alcanzan a ser del todo reales Dice su prólogo: “…‘Utopía’ versus ‘Ideología’, previo desenmascaramiento de la ‘Teoría’, parece ser la alternativa para que no se hunda la ‘esperanza proyectual’. Es la conclusión o más concretamente, el camino para un quehacer valido, teórico y práctico, que no destruya la posible y necesaria ‘Función social del diseño’…” (Lorés, 1975, pág. 2) Aunque genuinas en el caso de los colombianos, como vemos este tipo de preocupaciones recorren varios escenarios en el mundo. El catalán Jordi Llovet escribe un libro finalizando la década de los setentas, en el cual pretende trazar, a grandes rasgos, una especie de metodología que sea coherente con el avasallante espíritu que para el momento recorre algo más que Europa. Llovet denomina en los primeros capítulos del libro al “texto” como una serie de frases que definen con exactitud un conjunto de rasgos que caracterizan un objeto de estudio: una serie de “pertinencias”; y comprende al “contexto” como una serie de datos previos a la forma de diseño, de donde incluso puede surgir el texto o rasgos de pertinencias, asegurando con esto, que las características del contexto sean precisamente eso, con-textuales por estar inscritos en el propio “texto del diseño” (Llovet, 1981). Según su planteamiento el texto de un objeto podría alcanzar una solución con un altísimo y casi indiscutible nivel de optimización, pero la entrada en juego de factores contextuales no lo haría posible. Es por esto que concluye que “…no hay soluciones de diseño óptimas y al mismo tiempo universales…” (Llovet, 1981, pág. 40), puesto que la denominada optimización del diseño puede resultar una falacia ideológica al ser un diseño relativamente apropiado para un escenario, y seguramente inoportuno para otro ¿diseño centrado en el usuario?, ¿cuál no lo es? Estos esfuerzos por re direccionar la práctica y el sentido del diseño industrial en los años setentas, son memorables y completamente pertinentes para comprender la genealogía que le ha dado forma. Sin embargo vuelve a ser inexacto creerlos absolutamente nuevos. Entre otras, ya mencionamos la emancipación que presenció la arquitectura del siglo XIX con las artes (en la época, escrito con mayúscula), la que llevó gradualmente a que sus paradigmas conquistaran la idea de la “creatividad social”, con la que incluso explicaron su distancia con la práctica artística. No es otra cosa que crear libre y sensiblemente, no en función de pulsiones o experiencias estéticas, sino a la luz de las necesidades de los demás, sobre todo necesidades de “nuestro pueblo”, como lo repiten en innumerables ocasiones su actores: entre 1930 y 1980, idea que se desgastará al ritmo de otra serie de complejidades propias del capitalismo urbanístico e industrial, pero que servirá de cantera ideológica para los fundadores del diseño industrial en Colombia. Migrantes de tal escuela. No obstante la conquista de tal baluarte y el reciente reencuentro con el sentido de la disciplina, el vértigo en torno de la intervención en contexto merece el estudio sensible de un fenómeno, no simplemente el espíritu de solidaridad y la emergente angustia por ‘diseñar algo’. El supuesto del estudio sensible, exige que sea posible recibir los hechos como se presentan, permitiendo que expongan lo que en realidad requiere atención. De lo contrario, se coquetea con en el común intervencionismo 17. Finalmente, es también el reconocimiento de ‘las verdaderas’ necesidades y satisfactores, lo que puede posibilitar la creación de un nuevo artefacto que por lo menos tenga en cuenta sus niveles de aceptación en las personas que lo van a usar. El diseño de un objeto, sugiere la visualización del vínculo entre el hombre y su contexto (hombre-objeto-entorno) y cualquier participación insinúa un cierto número de repercusiones en su entorno.

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Podríamos decir, en función del sentido liberal de la disciplina y bajo la égida de la modernidad, que desde la intervención social, el diseño industrial apunta directamente a una problemática desde distintas perspectivas, concentrándose en una carencia de carácter social que afecta el desarrollo colectivo y que con su aporte contribuye a mejorar las condiciones de vida de las personas “…la intervención supone alguna forma de búsqueda de respuestas a interrogantes eminentemente sociales; por lo tanto debería producir modificaciones en relación con la cuestión puntual en que es llamada actuar; así, nuevamente aparece la delimitación de un territorio, el espacio o el lugar de la cuestión social…” (Carballeda, 2007, pág. 95). No como un agente de reciente preocupación por el exotísmo cultural y los frios cálculos a donde llevan los indicadores de las agencias financiadoras. Más bien como la atención a un paradigma fundacional. Como la sensibilidad ante las posibilidades de la producción capitalista. O simplemente como una sencilla venia a las ideas que le dieron forma a la disciplina en el país, por lo menos a los principios que pueden entreverse en las preocupaciones de los fundadores y que, hay que decirlo, son completamente desconocidas por los ilustres y creativos diseñadores colombianos. Como un sentido de coherencia con el fundamento de la “creatividad social” que transcurrió durante tantos años en las escuelas de arquitectura, y que se convirtió en el pilar fundamental de la justificación de la disciplina. 114

Es en un principio el diferenciar las necesidades contextuales del hombre, cuáles de estas, son solo satisfactores creados e impuestos. Es el interés por la construcción de un “ambiente material coherente”. Aun así, es con el transcurrir de esta práctica como disciplina liberal y las implicaciones de su desempeño, que nace una conciencia de sensibilidad con el bienestar humano en el sentido más general. Aspectos como la sobreproducción, el uso irracional de materiales, entre otras implicaciones de impacto ambiental que trajo consigo el “boom industrial” que critica Papanek, han despertado un interés por entender esta actividad no solo desde su vertiginosa práctica, sino que, lo ha suavizado al tener en cuenta los sentidos de tal ejercicio: el por qué y para qué de ese hacer “…es absurdo pretender que ‘el diseño salvará al mundo’ como alguno ha dicho en un momento de exaltación. Lo que sí es cierto es que un adecuado diseño de las cosas que componen nuestro entorno, es esencial para la mejora de nuestra calidad de vida…” (Ricard, 2009,pág.1).


En 1851 el príncipe Alberto de Inglaterra, emocionado por cien años de producción mecánica, reúne una serie de objetos, que ante sus ojos significaban el progreso y hacían visible el porvenir (Pevsner, 1963). 4.

Es famosa la crítica de Marx al ejemplo que utiliza Smith para exponer su idea sobre la opulencia universal. Sugerimos revisar el caso del Pinmaker en Maquinaria y Gran Industria (Marx, 1972). Freidson recoge algunos de los detalles de dicha crítica, confrontando el postulado de Smith y el de Hegel y Marx, en torno de las implicaciones para el profesionalismo (Freidson, 2001: 111 y ss). 5.

Silva, Safford y Uricoechea, cuando menos, ilustran los cambios en las expectativas académicas de los estudiantes neogranadinos, desde finales del siglo XVIII. Sus intereses se mueven de manera agregada, desde la idea de estudiar teología o filosofía (primera mitad del siglo XVIII) hasta la idea de formarse como ingenieros, incluso por encima del ‘gusto’ al derecho o la medicina (segunda mitad del siglo XIX) (Silva, 2002); (Safford, 1989); (Uricoechea, 1999). 6.

Notas:

Decía Kant“…La universal comunicabilidad de un placer implica ya en su concepto que ése no debe ser un placer del goce que surja de la mera sensación, sino de la reflexión; y así, el arte estético, como arte bello, es uno que tiene por medida la facultad de juzgar reflexionante y no la sensación de los sentidos…” (Arias, 2007,pág. 36, las negrillas son nuestras)

7.

1.

El presente artículo se desprende del proyecto “Aprovechamiento de los residuos líquidos que se obtienen del proceso de desfibrado de la hoja de fique. Hacia un incremento en los beneficios de producción para la población fiquera de Andalucía en el municipio de Caldono - Cauca”, presentado por Viviana Palacios para obtener el título de Diseñadora Industrial en la Universidad del Valle y cuya dirección estuvo a cargo de Juan Camilo Buitrago. 2.

La pirámide de Maslow, comienza en la base con las Necesidades fisiológicas o básicas, seguidas de las necesidades de seguridad y protección, necesidades de afiliación y afecto, necesidades de estima, y por último las necesidades de Autorrealización o auto actualización, por la que se ha refutado su teoría al no encontrarse claridad en el concepto de autorrealización. (Maslow, 1943, págs. 370-396). 3.

“…Las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia a través del tiempo y de las culturas es la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades…” (Max-Neef, 1986, pág. 11).

8. Por ejemplo la escuela Muheely en Hungría (llamada por algunos Bauhaus de Budapest), en donde estudia entre otros Victor Vasarely, pionero del arte óptico.

9.

Aunque seguramente discutible en el nivel de los casos concretos, retomamos la idea de Maldonado sobre la diferencia de la mirada en el problema forma-producción, entre Europa y Estados Unidos; aquella que ya citamos sobre la perspectiva técnico-cultural (Europa) y técnico-productiva (Estados Unidos) (Maldonado, 1977). 10.

Máximas como “la forma sigue la función” o “menos es más” exaltadas en el discurso de la forma en Europa y Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX, y estrechamente ligados con los paradigmas de la racionalización productiva, fueron puestas en tela de juicio por algunas otras ideas como “la forma sigue la posibilidad” (Alexander Manú), o “justo lo necesario es más” (Milton Glasser), como prueba inicial de dicha necesidad de distancia en la avanzada segunda posguerra.

115


11.

Universidad Nacional de la Plata, Argentina (1960), Universidad de Sao Paulo, Brasil (1961), Universidad Nacional del Cuyo, Argentina (1962), Universidad Federal de Rio de Janerio –ESDI-, Brasil (1962), Universidad Católica de Chile (1966), Universidad Iberoamericana, México (1969), Universidad Jorge Tadeo Lozano, Colombia (1972) entre otros. Podemos pensar que esta cronología es ilustrativa, sin embargo también provisional. Aunque en discusión entre los investigadores (si en la dimensión técnica o en la profesional) la ausencia de la Universidad Nacional de Colombia en Diseño Gráfico (1963) puede señalarnos tal inquietud.

12.

Aunque es posible que puedan existir otros antecedentes del diseño social, parece que hasta esta publicación, se entra a debatir el tema con mayor fuerza. 13.

116

Aunque explicable en casos como Colombia, Turquía e Indonesia, no deja de ser una paradoja, incluso un anacronismo, pues el sistema de producción que sugiere el diseño, es diferente al que señala el artesanal. Por supuesto, las necesidades por explotar comercialmente productos ‘raros’ en mercados internacionales, parece excusar cualquier atisbo de incongruencia conceptual, en todo caso “laissez faire, laissez passé”.

Bibliografía

14.

Se transforman nociones de la cotidianidad, para incluirlas en el respetadísimo estatuto de la imposición ideológica: es enunciar las cosas en el sentido políticamente correcto. 15.

“…los arquitectos parecen haber establecido y dogmatizado un conjunto de significaciones, mal explicitado en cuanto tal y confiado a diversos vocablos: ‘función’, ‘forma’, ‘estructura’, o mejor aún, funcionalismo, formalismo, estructuralismo. Lo elaboran partiendo no de significaciones percibidas y vividas por los que habitan sino del hecho de habitar, interpretado por ellos […] desde el momento que se vinculan a instituciones, su sistema tiende a ensimismarse, a imponerse, a eludir toda crítica…” (Lefebvre, 1978). 16.

Lo cierto es que han dejado el rastro de las maneras de ver y comprender el mundo, que tenían sus fundadores.

17. “…la conciencia ‘verdadera’ o ‘falsa’ no puede convertirse en un puro problema de opiniones, sino de la distancia entre ambas ha de resultar de un proceso racional, a través de la concienciación de la realidad y las coerciones que ella impone al sujeto pensante…” (Selle, 1973, pág. 44). Es el estudio de los hechos reales, lo que permite llegar al acierto en una intervención, y en tal camino a un genuino resultado, y no el permanecer en la embriaguez de una “falsa conciencia de la realidad”.

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epistemológico de técnica y tecnología en el Análisis

desarrollo de un proyecto de diseño, caso de estudio la labor de los corteros de caña . Por:

Diana Alexandra Rodríguez Diseñadora Industrial Universidad del Valle nana.design.3d@gmail.com

Cristian David Chamorro R.

Profesor Asistente, Miembro del grupo Nobus Departamento de Diseño de la facultad de Artes Integradas Universidad del Valle cristian.chamorro@correounivalle.edu.co

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Abstract

This article presents an overview of the epistemological approach of the concept of technology for comparison with the current concept discussed in the activity of cutting sugar cane in the Valle del Cauca. The aim is to project the operative chain from a systemic view of the court including the work being executed from the art, where it is stabilized by running each of its instances from the technology. At the same time with the perspective that has the industrial design, is built the way of approaching the object from the discipline to address the context and propose a form of intervention that might be considered as rational, thus providing a methodological tool, while showing theconsiderations to determine and justify the result which is arrived.

Resumen

Este artículo pretende presentar una síntesis de la aproximación epistemológica del concepto de tecnología para realizar una comparación con el concepto actual tratado en la actividad del corte de caña de azúcar en el Valle del Cauca. La finalidad es proyectar la cadena operatoria desde una visión sistémica incluyendo la labor del corte que es ejecutada desde la técnica, donde esta se estabilice ejecutando cada una de sus instancias desde la tecnología. A su vez con la perspectiva que tiene el diseño industrial, se construye la forma de aproximarse al objeto de estudio desde la disciplina para abordar el contexto y plantear una forma de intervención que se podría establecer como racional, otorgando así una herramienta metodológica que evidencie las consideraciones para determinar y fundamentar el resultado al que se llega.

Palabras claves:

Tecnología, Técnica, Ciencia, Cultura, Desarrollo humano, Metodología.


Introducción La investigación se concentró en realizar un proceso básico donde se inicia proyectando una visión general y preliminar del objeto de estudio, en esta etapa se construyen las variables dependientes e independientes que afectan el sistema y se delimita contextualmente para determinar si es pertinente que el diseño industrial realice una intervención en ese entorno desde una perspectiva tecnológica que permita transformar la actividad del corte de caña de azúcar desde una fundamentación teórica. Posteriormente se evidencia el problema de diseño que guía la construcción epistemológica y fomenta el desarrollo de un método y las consideraciones para generar las bases que determinan una intervención racional en el contexto. Las herramientas utilizadas en el proyecto para sustentar la información fueron: Selección de autores pertinentes, entrevistas y encuestas, salidas de campo y análisis de textos. La aproximación epistemológica debió centrar su revisión inicial en la definición de los conceptos de técnica y ciencia para lograr desarrollar el concepto de tecnología, por ello la proyección se fundamentó en comprender teóricamente y adoptar la postura frente a estos conceptos.

Técnica como eje trasformador de la condición humana La naturaleza tal cual como se presenta está ahí, existe por sí y es inherente al hombre. Esta naturaleza alberga especies vegetales y animales que constituyen los organismos que se insertan dentro de ella y promueven sus ciclos. Dentro del reino animal se encuentra la especie humana, donde el hombre está dotado de la facultad intelectual que le permite aprehender y desarrollar mecanismos, modelos y técnicas que la naturaleza le provee o le impone, para así razonarlos y reflexionar, no viviendo solamente de sus instintos, lo que le permite construir su entorno y trascender en el tiempo.

Hábitat y morfología Desde el punto de vista de la biología, los animales y las plantas son organismos con características morfológicas aptas para el lugar en el cual habitan, es decir, ellos nacen con particularidades corporales para poder sobrevivir en su medio natural, son seres con alguna especialidad. Este rasgo distintivo les permite interactuar en el espacio, adaptándose a él y desarrollando mecanismos de supervivencia, reaccionan frente a una ley que la naturaleza les ha impuesto, ya que están pre-adaptados de manera hereditaria a los comportamientos que deben asumir

frente a lo que los rodea. De esta manera se puede explicar la razón por la cual cada especie habita ciertos lugares del planeta, perteneciendo a un espacio determinado cuyas condiciones sean consecuentes con su morfología. La morfología del hombre no sugiere especialidad alguna, no posee particularidades esenciales que le permitan adaptarse a un lugar configurado principalmente para él, por el contrario, es por esta razón que la especie se encuentra ocupando diferentes territorios del planeta, no como los otros animales que si tienen un lugar definido. Como ejemplo de esto podemos tomar a Aristóteles en el libro Partes de los animales (687 a-b), en el cual se realiza el análisis de la mano humana, este análisis se concentra en la función y estructura, y se puede concluir que la mano es un objeto indeterminado que no tiene ningún tipo de función definida lo cual la convierte en órgano poli funcional. En el inicio de la humanidad, esa falta de especialización del hombre y su vulnerabilidad frente a la naturaleza en la cual se encontraba por no tener conocimientos previos acerca de lo que le rodeaba, le permitió aprender a observar el comportamiento de todo cuanto estaba presente a su alrededor y aprehender de ello para empezar a gestar su estancia prolongada en algún espacio, pues de cierta manera se encontraba inscrito dentro de la naturaleza, pero no la habitaba. De alguna manera, el hombre debía transformar ese espacio donde se encontraba, debido a su estado precario desde el punto de vista biológico con el cual nació, necesitaba elementos que mejoraran sus condiciones habituales y le permitieran fijarse en un lugar, por esta razón se desarrolló el concepto y modelo de la técnica como un ciclo vital para modificar el entorno. La técnica es inicialmente abordada como un proceso que concentra su método en el ensayo y el error con el cual se encontraban los medios adecuados para que el hombre no se adaptara en el medio sino aprovechara los recursos que el entorno proveía para adaptar la naturaleza a él, una relación inversa a la que contempla los animales, pues los animales se adaptan al medio, su fisionomía es naturalmente configurada y adecuada para encajar en el sitio donde reside y adaptarse en el medio en el que se desarrollan. Si el hombre consigue trascender a pesar de su incapacidad física al ser inespecializado, es precisamente por la capacidad que adquiere de compensar y balancear sus límites. “El modo de llevar a cabo tal compensación consiste en modificar el mundo en torno a él, siendo capaz de transformar las condiciones deficitarias de su existencia en posibilidades de conservar la vida” 1

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La técnica es principalmente: “un componente natural que busca reemplazar la dotación biológica de origen humano, es decir, los órganos. La función ha consistido en descargar al hombre de su misión de respuesta a una excitación del medio, luego reemplazarla, para después superarla.” 2 Frente a esa inespecialización, la técnica se presenta como el proceso para descargar de manera física al hombre frente a una estimulación del medio. Descarga, reemplazo y superación son las instancias del proceso técnico, donde se busca potenciar la actividad de los órganos ante esa falta de especialidad, “la piedra antigua descarga al aparato masticador del trabajo implicado en la ruptura de nueces, las armas reemplazan y palian la ausencia de órganos de defensa, los órganos son superados por las máquinas y circuitos de todo género: el infrarrojo que supera la visión nocturna, el telescopio que supera la visión profunda”3

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Con la técnica el hombre se dio cuenta de que tenía la capacidad de disminuir el esfuerzo que la naturaleza le había impuesto, pues él reobraba en contra de ella y la adaptaba de manera tal que lo favoreciera, y ese ahorro de esfuerzo se traducía en protección y seguridad , pues de esta manera el hombre lograba tener conciencia del lugar que quería ocupar y buscaba los medios adecuados para lograrlo, dejando de lado situaciones que involucraran su supervivencia, pues la capacidad de manejar técnicamente su vida, desarrollaba progresos en el modo de hacer las cosas (caza, comida, abrigo, protección, arte, ocio), dejando espacio para adentrarse en nuevas experiencias en su entorno, y a pesar de que no tenía un entorno específico y particular a su especie, se colectiviza con otros individuos para crear una segunda naturaleza que garantice su estancia prolongada en algún lugar. Por esto la técnica es una acumulación de conocimiento (Homo investigador/analizador), y no se limita solo a la producción objetual que realice el hombre (Homo faber), sino a la capacidad conceptual que tiene para comprender el mundo que le rodea y dar respuestas a esos estímulos en pro de su supervivencia (Homo inventor).

Cultura y redes sociales colectivas La posibilidad de que el hombre se inscriba y exista en la naturaleza es una condición dada al nacer, sin embargo la realidad no le es dada y el debe constituirla, por ello la edificación de una sociedad se basa en las técnicas, tecnologías y hábitos generados bajo unas condiciones geográficas y sociales que se aprehenden, aprenden y se comparten a través de la educación. Los procesos humanos están adheridos a la estructura creada por el mismo hombre con base en medios, métodos, y modelos transferidos

para otros individuos en una relación social y colectiva a través de la educación, el lenguaje y la transferencia de información. Esa interacción de hábitos es lo que da origen a la cultura de un grupo específico y se pueden categorizar en 2 clases: “hábitos de acción y hábitos de pensamiento” 5. Los hábitos de acción o costumbres son las conductas más evidentes dentro del grupo, es decir, son las acciones claramente identificables como por ejemplo el modo de hacer las cosas (modo de cocinar, de cazar), sin embargo dentro de los hábitos de pensamiento o ideas colectivas, es preciso adentrarse en el sistema comunicativo y de aprendizaje para visualizar el conocimiento, las creencias y los valores sociales de la comunidad. Si bien es cierto que los animales responden a una ley que la naturaleza impone, los humanos responden a leyes6 que ellos mismos crean para garantizar que los procesos fomenten su supervivencia, “cada generación inculca a la siguiente, por medio de la educación, los hábitos culturales que ha encontrado satisfactorios y adaptativos. Finalmente los miembros de cualquier sociedad hacen presión unos sobre otros, a través de medios formales e informales de control social, para que se ajusten a las normas de conducta que son consideradas correctas y apropiadas” 7 La cultura se basa en la colectividad y tendencia de los hábitos, y no debe confundirse con la conducta social que expone las acciones mismas de cada individuo: “Aunque está determinada en gran parte por hábitos, la conducta también es afectada por el estado fisiológico y emocional del individuo, por la intensidad de sus impulsos y determinadas por circunstancias externas” 8 por ello al observar culturalmente una situación, se hace necesario entender el fenómeno colectivo de los hábitos y como este fenómeno condiciona las conductas de los individuos: “La descripción de una cultura nunca es un relato de la conducta social real, sino una reconstrucción de los hábitos colectivos que la sustentan.” 9 Por ello la cultura se basa en: “La organización social de significados, interiorizados de modo relativamente estable por los sujetos en forma de esquemas o de representaciones compartidas, y objetivados en formas simbólicas, todo ello en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados” 10 lo que implica que, con la capacidad de ser “técnico” el hombre logra darle profundidad y prioridad a la organización de su entorno y su comunidad, creando cadenas operatorias donde cada individuo interpreta su experiencia, cumple una función específica que lo haga participe activo de ese espacio y orienta su acción. La cultura se convierte de esta manera en un sistema integrado donde los individuos pertenecientes a ella desarrollan unas capacidades y patrones que le permiten realizar actividades que orientan su pensamiento de manera simbólica y figurativa, donde se establecen formas de interacción de tipo social, económica, política y ambiental generando en ella misma representaciones materiales por medio de procesos técnicos, científicos y tecnológicos.


Ciencia como un desarrollo para acceder al conocimiento El conocimiento, el acceso a la verdad a través de él y los fenómenos que atañen a la realidad y a la naturaleza desde siempre han llamado la atención del ser humano, con la intención de ser interpretados, cuestionados y explicar la condición humana dentro de la esfera de lo natural y las características que esta impone sobre la realidad humana. Revisando las colonias griegas asentadas en Asia menor (siglo VI a.c), la concepción que se tenía acerca de los fenómenos naturales era atribuida en su totalidad a la mitología y a la magia, siendo estas la manera de responder a los interrogantes que los hombres del momento formulaban; sus explicaciones eran basadas en la acumulación de conocimiento desarrollada por sacerdotes y magos quienes tenía una conexión especial con los dioses. Sin embargo, cuando las colonias griegas lograron conocer culturas como la babilónica (con su astronomía) y la egipcia (con su arquitectura), se enfrentaron con la posibilidad de desafiar y debatir sus explicaciones, para promover otra manera en la cual se estaba explicando su realidad, pues la nueva perspectiva se encaminaba ya a desvelar la realidad y no someterla a la deidad de los dioses (aletheia, “verdad” en griego, significa literalmente desvelar) 11 . A partir de esa indagación la cultura griega utiliza la razón o el logos como motor de razonamiento a través de la observación y el aprendizaje ensayo y error para acceder a la dilucidación de “los primeros principios y causas” 12 , separando la explicación mítica de la explicación reflexiva, pretendiendo separar el sesgo metodológico que se encausaban en que las respuestas giraban alrededor de una explicación mitológica. Ciencia es para Aristóteles un conocimiento cierto por las causas donde las cosas son como son y no son de otra forma (la exégesis es definida por el hombre), donde se interpreta la realidad que es inherente al hombre, es decir natural, y se puede analizar y explicar de tres maneras, clasificando los saberes desde la: teórica, práctica y productiva. La ciencia teórica buscar conocer por el conocimiento mismo, la finalidad es de tipo explicativo y predictivo de los estados de la realidad para acceder al conocimiento racional, neutral y objetivo; la práctica pretende aplicar el conocimiento a la praxis, de manera tal que en este proceso la teorización se convierte en un hecho experimental y no solo del orden analítico, donde el conocimiento es aplicado al como debemos actuar, la productiva aplica el conocimiento en representaciones tangibles o cosas bellas o útiles, determinado como el quehacer específico y el saber que rige la fabricación de algo. Desde este planteamiento para Aristóteles, el conocimiento teórico es de orden superior, que surge con la alfabetización del conocimiento (el análisis de la realidad) que se traduce en verdades eternas e inmutables, lo que él denomina como una episteme; mientras que la praxis, lo práctico y productivo son técnicas materiales empíricas, donde el conocimiento es contingente de culturas orales no alfabetizadas que se centran en la manualidad del aprendizaje, subordinada de la episteme y denominada como poiesis (entendida más como una creación práctica y no una creación reflexiva en el caso de la episteme). Sin embargo, Aristóteles plantea que: “No hay nada en el entendimiento (en el conocimiento inteligible, en los conceptos) que antes no haya estado en la experiencia.” 13 Para platón el acceso al conocimiento se basa en la dialéctica, donde la razón discursiva y la argumentación de ellas generan el acceso a un conocimiento intelectivo (noesis, donde a través de los conceptos aquí determinados se explica la realidad y no existe conocimiento superior a estos), exponiendo que las imágenes creadas a partir de la creencia, el sentido común o doxa dan lugar a la representación confusa de la ideas pues el juicio del intérprete está sujeto a la percepción y a la sensibilidad y no a la razón, ya que las explicaciones se quedan en lo sensible y particular y no en los principios y conceptos de carácter universal.

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Sin embargo más allá de estas posturas iniciales 14 donde el acceso al conocimiento se plantea de manera vertical y ascendente, es la condición social e histórica lo que permite la trascendencia del concepto y la capacidad de reconfigurarse en nuevas perspectivas que amplíen la visión de sus objetos de análisis, puesto que son las actividades humanas inscritas en un tiempo específico lo que desafía al hombre a analizar los fenómenos ahí presentes y los problemas presentados concretamente en ese espacio; por ello se hace imprescindible generar una perspectiva horizontal donde las retroalimentaciones entre lo teórico y lo práctico sean los núcleos de los sistemas receptores y reactores del estudio específico de un fenómeno . Etimológicamente ciencia deriva del vocablo latino scientia, que significa “saber”, “conocer”, sin embargo no es un saber por solo conocer sin una estructura analítica definida (sentido común), la ciencia busca el acceso al conjunto de conocimiento racional, que no es un saber que parte del azar: “Aplicación de principios de coherencia a los datos obtenidos por la experiencia” 15, por medio del cual se analizan hechos observables de un fenómeno y se diagnostica un proceso que se da dentro de él: “la sistematización coherente de enunciados fundados y contrastables” 16, donde se aspira a la coherencia racional que garantice los cimientos de los datos y los análisis para ser sometidos a una posición crítica frente a las ponencias que se puedan presentar para debatirlos.

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El acceso a ese conocimiento racional se hace mediante el uso de métodos que contemplan un vocabulario propio de la disciplina donde se estructuran los procedimientos necesarios para validar la probabilidad del fenómeno, es decir, cuando se expone una certeza científica después de un análisis estructurado se pretende obtener un conjunto de conocimientos ciertos mas no verdades absolutas, el sistema científico aspira acceder a la verdad mediante los conocimientos probables, que no se caracterizan por ser dogmas que promueven verdades inmutables e incuestionables que aceptan argumentos autoritarios, las partes que lo componen suelen ser verificadas empíricamente lo que proporciona un contraste entre la teoría y la práctica del hecho con la realidad. El conocimiento científico es cierto en cuanto no demuestra su falsedad, pues la realidad es relativa, circunstancial, subjetiva y sujeta a cambios que encajan con las características propias del periodo histórico. La ciencia busca sistematizar y controlar sus hechos por medio de precedentes lógicos previamente establecidos por la disciplina y legalmente válidos, desarrollando así un conjunto de procedimientos y técnicas que dan respuesta a las preguntas acerca del fenómeno estudiado, justificando la certeza de sus planteamientos mediante la verificación empírica de sus afirmaciones y la coherencia entre ellos, sometiendo sus aserciones a la facultad de juicio 17 en donde se exponen a críticas, análisis y razonamientos fundamentados que pretenden darle un enfoque crítico que las retroalimente. Con esta exigencia metódica el científico ofrece mayor posibilidad de garantizar la verdad relativa, sin embargo, a pesar de ello, los científicos son conscientes de que los avances a los cuales se llega en una investigación se convierten al final en un nuevo punto de partida para las próximas investigaciones. Los enunciados científicos se pueden entender como proposiciones biodegradables, pues están continuamente siendo debatidos críticamente para adquirir nuevos conocimientos, utilizar nuevos métodos y corregir afirmaciones anteriores. Por ello la ciencia avanza en pro de obtener aproximaciones para entender los fenómenos naturales y no en exponer verdades universales absolutas. El cuerpo sistemático del conocimiento es una manera propia de observar, comprender la realidad, predecir y aproximar hechos provisionales mediante una metodología cognoscitiva susceptible a ser debatida críticamente sin convertirse en una verdad última: “Toda ciencia exacta será dominada por la idea de aproximación” 18 Referirse a una esfera de verdad en sí misma de la ciencia es algo ortodoxo, pues la objetividad de una respuesta o de un desarrollo no está dada solo por la conclusión verificable de una sola perspectiva, ya que esta puede estar sometida a exploración de nuevas situaciones donde se abra campo a nuevas maneras y disciplinas


de comprender el mismo fenómeno, además que las personas que determinan un desarrollo científico están inscritas y sujetas dentro de un contexto que regula su comportamiento y las relaciones posibles con el entorno. Aristóteles promovía la episteme o saber seguro y definitivo (censo), la ciencia moderna sienta sus bases en el doxa u opinión conjetural (consenso). La expresión del conocimiento científico se traduce en un lenguaje que son las aproximaciones a la verdad, propuestas como las afirmaciones corroboradas y contrastadas empíricamente que lograron el consenso de la comunidad científica, conocidas comúnmente como teorías, leyes y modelos después de ser discutidas y puestas a prueba. La teoría es el proceso mediante el cual se conceptúa la realidad y no se construyen solo conceptos, es decir, es un significado de los fenómenos naturales que sirven como referente para entender los procesos que se inscriben ahí, no son descripciones exactas de la realidad, sino que son aproximaciones planteadas y desarrolladas desde la concepción de un problema inicial. Metodológicamente los conceptos en una teoría se entrelazan para constituir un sistema conceptual, donde el material empírico es clasificado y unificado para comprender los fenómenos estudiados. La teoría a la realidad es equivalente a los que un mapa es a un territorio o el menú es a un restaurante: “Una teoría no es el conocimiento, pero permite el conocimiento. Una teoría no es un punto de llegada, sino una posibilidad de partida. Una teoría no es una solución, es la posibilidad de tratar un problema” 19 Las leyes no son deterministas, aunque sean enunciados universalmente válidos. Lo que promueven es la relación constante entre cierto tipo de fenómenos o características que la ciencia ya ha comprobado y que continuamente están interactuando y dependiendo unas de las otras, modificando y afectando la realidad en la cual se establecen, constituyendo una conexión que guía la realidad. Los modelos son las representaciones que se hacen de una clase o fenómeno estudiado, que tiene como fin mostrar un hecho en su estado ideal de funcionamiento dentro de una situación específica. La finalidad no es designar la realidad por medio de él, sino realizar una construcción intelectual simplificada y esquemática. Las teorías, leyes y modelos pueden ser demostrados falsos pero jamás verdaderos 20. Sin embargo es posible hacer la confirmación de las aproximaciones teóricas. Es evidente entender que el mundo natural está allí y es inherente al hombre, la naturaleza está más allá del control

humano, sin embargo los fenómenos que se desarrollan dentro de él pueden ser entendidos desde la ciencia, pues al conocimiento es posible acceder según sea la naturaleza y necesidad de lo que se va a interpretar: “Una disciplina científica nace como un nuevo modo de considerar el mundo, y que se estructura en consonancia con las condiciones culturales, económicas y sociales de una época. Una disciplina científica no está definida por el objeto que estudia, sino que es ella quien finalmente lo determina” 20 Es posible que la ciencia no sea la única manera de conocer y de interpretar el mundo, pues hay otro tipo de conocimientos como el intuitivo para conocer algún fenómeno de la realidad, sin embargo cuando nos referimos a conocimiento racional y estructurado, la ciencia se hace fundamental con su posibilidad de construcción esquemática de procesos para acceder al conocimiento. Tecnología como motor de desarrollo El hombre desde sus inicios ha construido una relación estrecha y congénita con la búsqueda del conocimiento. Esta biología humana le ha permitido preguntar y cuestionar los fenómenos que le rodean, planteando sus causas, efectos y desarrollos con el fin de lograr dominar el espacio que habita, establecer un control sobre los procesos que allí se dan y generar una reacción ante lo que se presenta en el medio y el entorno. Al lograr plantearse cuestiones acerca del qué, cómo, porqué y para qué, surge su capacidad de valorar22 los hechos, de esta manera el hombre se concentra en investigar las causas y efectos de los fenómenos (homo investigador) utilizando así sus recursos imaginativos, perceptivos, reflexivos y de recordación. Esta característica le permite extenderse a la instancia de creación (Homo inventor), donde mediante un proceso racional, dispone para sí y para su comunidad las aplicaciones que la naturaleza no le provee, proyectado una finalidad específica con ese desarrollo, logrando así convertir y transformar sus concepciones mentales en una esfera real (Homo faber). En ocasiones se entiende y se analiza al hombre desde su capacidad de hacer cosas, solo como homo faber centrado en la funcionalidad física, como se vive en una época dominada por la máquina, se cree que todas las demás épocas fueron así mismo dominadas e influenciadas por sus objetos técnicos físicos, bajo este aspecto la capacidad racional y simbólica no encaja en el hombre hacedor de cosas, sin embargo esa capacidad de razonar antes de ejecutar permite una interacción mutua del proceso analítico, cognitivo y constructor que le permite cuestionar, debatir y reconstruir su entorno, más allá de ser solo homo faber, se puede entender como la continua retroalimentación de investigador, inventor y faber.

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Los objetos finales del proceso humano creador pueden ser de dos tipos: objetos técnicos temporales (físicos) y objetos técnicos espaciales (métodos y procedimientos)23 , por ello el término objeto no debe reducirse solo a la concepción del producto final material y tangible, pues cuando existe una creación objetual de cualquier tipo, el fin del objeto va más allá de la simple composición formal, el encauzamiento se dirige al fin, a la intencionalidad y a la conciencia con que se creó, convirtiendo al objeto en un medio: “El fin de la construcción de casas no es la casa, sino el habitar en ella; el fin de la impresión tipográfica no es el libro, es la comunicación” 24. Esas soluciones dadas a los razonamientos humanos mediante la creación objetual: “presupone una búsqueda que no se realiza en lo ya visto y existente, sino en lo inexistente pero posible” 25 donde al final se analiza la naturaleza para dominarla y superarla, logrando generar modelos de evolución que proyecten las relaciones dadas con el entorno 26. Tecnología

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La revolución industrial es una etapa en la historia de la humanidad en la cual las sociedades se transformaron en su modo de pensar, relacionarse y de establecer modelos de organización. Este periodo se caracterizó por el traspaso de las poblaciones rurales a las ciudades, se desarrolló el capitalismo (separación del capital y el trabajo), se maximizó el beneficio dentro de los mercados, se aumentó la eficiencia de la máquina lo cual aumento la productividad al relegar las herramientas artesanales, se organizó socialmente el trabajo y se introdujo el concepto de ciencia y tecnología para promover la producción de bienes o servicios en serie 27, entre otras. El concepto de tecnología está muy arraigado con la producción industrial por este hecho, ya que los procedimientos científicos de esa época fueron aplicados no solo como carácter académico, sino como fuerza para promover la producción mediante técnicas que transformaran los procedimientos manuales y artesanales en una producción seriada y mecanizada, fue un periodo gris donde no hay obras únicas y el trabajo manual se hace irrelevante. Sin embargo, el concepto de tecnología en la actualidad se puede extender y comprender no solo desde una perspectiva sometida al cálculo económico e industrial. El sentido común sugiere una visión de la tecnología desde un modelo cuantitativo, donde el trabajo es organizado de manera tal que garantice la producción masificada, procesos seriados, tiempos reducidos y bienes diversificados. Sin embargo, esta puede resultar ser una variante de la tecnología sujeta al proceso industrial y no la condición final total del concepto: “el aspecto conceptual del proceso tecnológico es descuidado o aun ignorado por quienes igualan la tecnología con su práctica o aun con sus productos materiales.” 28

Las actividades humanas se enmarcan dentro de una cultura caracterizada por la integración de los patrones aprendidos de comportamiento de los individuos (normas y valores) y por los objetos que son la construcción y asociación de los contenidos simbólicos y figurativos de ese grupo. Dentro de la cultura, se desarrollan procesos de aprendizaje y enseñanza donde se transmiten las capacidades técnicas establecidas, con el ánimo de que éstas sean un punto de acción e interacción para reproducirse y fomentar el desarrollo de la comunidad. La técnica: “constituye artefactos operativos 29, constructos producidos por las diversas actividades humanas, que una vez estabilizados en un contexto, modelan dichas actividades” 30 La técnica es un conocimiento empírico pasivo que a través de someterse al procedimiento de prueba y error se construye la sistematización experimental de un conocimiento empírico activo, sin tener a consideración aún el proceso de construcción teórica 31, este desarrollo técnico no tiene sus cimientos en una estructura científica establecida previamente, es sistemático pero no sistémico 32, las habilidades prácticas que se lograron desarrollar no poseían un corpus fundamentado en la teoría y en las explicaciones justificadas desde un análisis riguroso, donde las respuestas se convierten en acciones de un pensamiento especulativo. La tecnología es el concepto que pretende transformar la realidad con su estructura de pensamiento organizado y sistémico cuya finalidad es introducir información nueva (innovación) en los sistemas existentes que permita el avance de la sociedad y la forma de interacción de las redes sociales, la tecnología logra evolucionar las respuestas técnicas en función de construcciones teóricas aplicables 33. Cada sociedad se caracteriza por tener relaciones establecidas entre los objetos temporales y espaciales, el medio, el entorno y los individuos, la tecnología se inserta como un modificador en el estado de esa relación a través de una planificación que proyecte un objetivo final, donde ese objetivo se integre al preexistente o forme uno nuevo: “la tecnología tiene efectos decisivos en los componentes más peculiares de nuestra cultura: nuestros sistemas de conocimiento, nuestras pautas de comportamiento y de nuestros sistemas de valores. Y ello no de una forma esporádica y accidental, sino de manera sistemática, continua, intensa y general.” 34 Las respuestas tecnológicas son de carácter organizado para enfrentar los retos que la naturaleza, el medio y la sociedad imponen.


Para crear tecnología es necesario generar cadenas operatorias que permitan: “transformar las informaciones expresadas en forma de representaciones mentales (como planes o esquemas de acción o como reglas de procedimiento), en informaciones expresadas en forma de organización objetiva; dicho de otro modo, en proyectar información abstracta y libre (constituida precisamente por una representación) sobre una estructura concreta que reciba por el hecho de esta proyección, una nueva organización” 35 lo que genera un nuevo modo de desarrollar la esfera real y las interrelaciones de los individuos con el medio y el entorno. La esencia de la tecnología no consiste solo en crear objetos materiales, sino también pretende enfocarse en la concepción operatoria y racional con la cual se arrojó ese resultado, la capacidad de apropiarse de los conceptos involucrados en el fenómeno estudiado, el papel de los individuos en el proceso y el esquema con el cuál todas las piezas del proceso se articularon, fomentando así una red operatoria donde cada instancia se conecta con las otras, integrándose y retroalimentándose convirtiéndose en el motor y receptor de la sociedad. Tecnología no se reduce solo a la aplicación de ciencia, su esencia se encuentra en la capacidad de tener un componente creador, que se basa en la investigación, la contextualización y la finalidad. Esa administración de la información le permite dentro del proceso y en su desarrollo final controlar en lo posible las variables inscritas según las características que tenga su estructura, donde, a diferencia de la ciencia, no se observa la realidad y sus variables para realizar un diagnóstico, donde no se intervengan o se pretendan controlar los fenómenos allí dados, sino que se analiza la realidad y sus componentes para ejercer una variación que conduzca a un fin previamente establecido y en gran medida controlable 36. Cuando la tecnología propone estructuras de pensamiento y acción, su lenguaje se hace especializado, donde la capacidad del individuo no se recude solo a práctico.

Tabla 3. Condiciones para hablar de tecnología según Ladriere y Dessauer Fuente: Autor

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Planteamientos como los de Jean Ladriere y Friedrich Dessauer proponen ciertas condiciones o enunciados que representan los parámetros bajo los cuales ellos consideran que se debe aplicar el concepto de tecnología y que realmente sea el objeto técnico o temporal categorizado como tecnológico. En síntesis sus propuestas se centran en la relación continua del individuo con su entorno, estableciendo modelos de interacción con el no solo desde la producción tangible sino también desde la capacidad de creación proyectada inicialmente desde lo conceptual e incluida en un sistema donde se relacionen todos sus componentes y se modifiquen para crear nuevos desarrollos que promuevan la evolución del ser humano. La tecnología al igual que la técnica busca construir un entorno apto más allá de lo que la naturaleza le provee al hombre, proyectando así su desarrollo en el medio, de manera tal que realizando este proceso se genera una respuesta perceptiva y activa en el ser humano, buscando por medio de las intervenciones tecnológicas satisfacer sus necesidades e instituir, constituir o mejorar sus facultades.

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La ciencia obtiene la información de los sistemas existentes, encargándose de explicar y predecir los fenómenos que allí se dan, entiende los estados de la realidad tal cual como se presentan y promueve desarrollos que conserven y transformen esos fenómenos para crear representaciones conceptuales que le permitan acceder al conocimiento y que quedan libres, puesto que la ciencia no las condiciona a una estructura concreta. Hay planteamientos supersticiosos acerca de la finalidad del concepto, determinando que la tecnología crea máquinas inteligentes capaces de razonar como los seres humanos. La máquina se convierte en un medio para acceder a la esencia de la tecnología, convirtiéndose así en un modelo de representación de la inteligencia humana, simulando el comportamiento de alguna parte de la estructura de la mente, sin embargo, no tiene ni se convierte en un pensamiento autónomo pues depende de: “las valoraciones y actividades humanas” 37 La pregunta científica frente a un estado o fenómeno es ¿qué sucederá en el sistema si tal evento actúa sin interferencia?, mientras que la tecnología se pregunta ¿qué intervención se debe hacer en el sistema para hacerlo evolucionar al efecto deseado? La intelección de tecnología se basa en la capacidad que tiene el concepto de desarrollar modificaciones en los fenómenos y realidades que hacen parte de un sistema que previamente se ha estudiado estructuradamente (potencialmente desde la ciencia) y en los cuales se determina el hecho de circunscribir un proceso tecnológico, con la finalidad de introducir información nueva fáctica (objeto técnico temporal o espacial) que permita guiar hacia una nueva disposición y orden de los elementos ahí incluidos, generando un desarrollo hacia una perspectiva previamente concebida que evolucione el estado inicial de la esfera y sus compo-

nentes, pero que, pese a la respuesta dada finalmente, se exponga esta como un nuevo punto de partida para seguir desarrollando y mejorando estos planteamientos.

Análisis del sistema de la caña de azúcar El análisis epistemológico de la palabra tecnología pretende comprender como este concepto se incluye dentro de un contexto específico y el impacto que puede generar realizar una inclusión o modificación dentro de ese espacio. Desde una visión sistémica 38, el clúster de la caña de azúcar del Valle del Cauca está compuesto por dos instancias que sirven de referencia y punto de partida desde las cuales se desarrollan todas las actividades concernientes y dependientes: La industria y el cultivo. La interrelación de los diferentes ingenios pertenecientes a la industria y los cultivadores de caña se realiza mediante el corte de caña, pues esta actividad es la encargada de proveer la materia prima que es el insumo principal para la transformación de la planta en los diferentes productos. Actualmente la industria con sus actividades productivas y administrativas y el cultivo de caña en las actividades de preparación y siembra agrícola tienen apoyo y desarrollo desde el punto de vista tecnológico, pues existen entidades que han contribuido a la investigación en estas áreas y a plantear nuevos modelos de intervención en los casos estudiados. Sin embargo, para efectos del término tecnología entendido desde la industria hay una gran variación frente al planteado en este proyecto. “Los cambios tecnológicos que incesantemente se dan en el mundo contemporáneo tienen la suficiente fuerza de amenazar los niveles de empleo y de socavar las expectativas que la gente tiene tradicionalmente sobre una identidad ocupacional específica, pues las nuevas reglas de organización laboral, que buscan altos niveles de rendimiento productivo a bajos costos de inversión de mano de obra, desarticulan la relación entre empleo y estabilidad laboral, empleo e identidad ocupacional” 39 Evidencia de esa interpretación e intelección del concepto que se lleva a cabo por el sector es: En el año 2007 Tecnicaña realizó el seminario optimización de la cosecha mecánica. Dentro de este seminario se expusieron las características de esta mecanización a lo cual se concluyó que: “La adopción de la mecanización en la cosecha de caña de azúcar es ineludible.” Dentro de las exposiciones se justifica el hecho de que: “[…] la ausencia de corteros de caña con las destrezas para afrontar un significante aumento del área de cultivos por cosechar en verde hace que la oferta de mano de obra sea menor año a año.” Por tal hecho, en discusión con la mesa redonda se recomendó:


Evidencia de esa interpretación e intelección del concepto que se lleva a cabo por el sector es: En el año 2007 Tecnicaña realizó el seminario optimización de la cosecha mecánica. Dentro de este seminario se expusieron las características de esta mecanización a lo cual se concluyó que: “La adopción de la mecanización en la cosecha de caña de azúcar es ineludible.” 40 Dentro de las exposiciones se justifica el hecho de que: “[…] la ausencia de corteros de caña con las destrezas para afrontar un significante aumento del área de cultivos por cosechar en verde hace que la oferta de mano de obra sea menor año a año.” 41 Por tal hecho, en discusión con la mesa redonda se recomendó: “Capacitación a todos los niveles (administradores, técnicos, cultivadores de caña, contratistas y operarios) mediante grupos de transferencia de tecnología en el tema de la mecanización agrícola.” Esto expone de manera general el hecho de que tecnología es comprendida como el efecto mecanizador de la actividad, si bien este es un desarrollo tecnológico desde una perspectiva o una consecuencia de la tecnología, el concepto es limitado a solo una vertiente del mismo, pues por lo observado anteriormente, por efecto de la mano de obra escasa para la capacidad productiva se condiciona la tecnología a la mecanización y a capacitar técnicamente a los trabajadores actuales dentro del desempeño y ejecución de las máquinas. “Colombia no ha progresado en la implementación de nuevas tecnologías para el corte de caña debido a que toma en cuenta los efectos sociales de su implantación. Tan solo el 15% de la industria azucarera del país, se encuentra mecanizada. Somos quienes menos hemos avanzado en materia de mecanización.” 42 Es reiterativo encontrar esta percepción donde la asociación y comprensión de tecnología está directamente relacionada con el aprendizaje y posterior uso de la máquina para efectuar las labores, hecho que garantiza y es consecuente con la optimización de procesos desde esta perspectiva y el mejoramiento del rendimiento, sin embargo este proyecto propone realizar una intelección del concepto desde sus bases teóricas para incluir aspectos que no están condicionados solo al proceso de mecanización y dependencia tecnológica de una máquina. Esta perspectiva muestra como los procesos tecnológicos son pensados desde la posibilidad de mecanizar y objetualizar las labores a través de herramientas que mejoren la calidad de los procesos. Si bien esta puede ser una consecuencia de la tecnología, no es el fin último ni la única condición bajo la cual se puede desempeñar y desarrollar el concepto. Para el año de 2005, en el marco de la misión tecnológica a la industria azucarera de Guatemala, promovida por Colciencias de Colombia y Tecnicaña bajo el convenio No. 467-2004, Tecnicaña proyectó que para ese año la industria azucarera Colombiana se enfrentaba a la competencia a nivel global donde el mercado nacional se caracterizaba por el aumento de los costos de producción del cultivo y de la caña versus los bajos costos internacionales. Este panorama proyectó en tecnicaña la necesidad de buscar las soluciones para aumentar la rentabilidad del negocio azucarero, para lo cual el objetivo trazado fue promover: “la investigación local, la transferencia y gestión de conocimientos e información con fines de innovación tecnológica, la promoción de la gestión ambiental y de la calidad así como la adopción de nuevas y mejores prácticas administrativas, técnicas y comerciales” 43 Este hecho evidencia y permite analizar que el concepto tecnológico está ahí presente dentro de su desarrollo como potencia para generar y adquirir las capacidades necesarias para la competencia con el mercado, sin embargo se comprende esta transferencia tecnológica como una inserción al proceso técnico y no como una transformación, ya que lo que se pretende es mejorar la técnica como tal y no proyectar su reconfiguración, convirtiéndose en una aliada de la tecnología. De esta manera el concepto de tecnología se sigue viendo para la industria como un efecto mecanizador, y se sigue abordando solo desde esta perspectiva.

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Dentro de la instancia del cultivo, la preparación y la siembra son labores que ejecutan los productores de caña, cada uno de ellos tiene el personal necesario para desarrollar las tareas que requiere el proceso de la planta hasta que esté totalmente lista y madurada para el posterior corte. Estos individuos que ejercen las labores del cultivo son trabajadores de las haciendas o fincas productoras y dependen de ellas dentro de su modelo de contratación. En el proceso del cultivo está también enmarcada la labor del corte, sin embargo su ejecución y los individuos que la ejercen no dependen de los productores sino de la industria, pues ella es quien intermedia con las cooperativas de trabajo asociado (CTA) para que estas se encarguen de enviar a las personas necesarias para cortar los lotes de caña que se establecieron entre la industria y el productor. Esta labor en la actualidad está ejecutada desde la técnica, pues la actividad como tal depende de la experiencia y las habilidades del ejecutor, el aprendizaje con respecto al uso de las herramientas y de la actividad obedece a las prácticas y los hábitos adquiridos y establecidos por el individuo a través del ensayo y error y la observación 44. Como individuo perteneciente a una sociedad y ejerciendo la labor de corte que se considera un trabajo por el cual él recibe a cambio de su fuerza de trabajo una remuneración, existe también un conjunto de características que dependen de este hecho. Su núcleo familiar se establece como una variable dependiente de la singularidad del individuo frente a su posición en la industria: la calidad de vida de él y de su familia, el bienestar y la equidad. Estas condiciones dependientes no se deben ver resueltas solo con la capacidad de adquirir un beneficio economico los recursos que se necesitan para garantizar un desarrollo conveniente para el cortero; más allá de la retribución salarial que pueda adquirir, hay otras condiciones que se deben proyectar desde la cadena operatoria que lo incluya y lo observe como individuo y no solo como trabajador. 128

(Modelo actual del clúster de la caña desde el análisis del proyecto/Mapa de relaciones, interacciones y dependencias)


Desarrollo desde y para el diseño industrial Propuesta de MIC -Modelo de integración conceptualDiseño desde una perspectiva tecnológica Diseño es la actividad proyectual de un objeto 45 que surge del análisis de una situación específica. Cuando se diseña, se pretende diagnosticar 46 y controlar un fenómeno o situación dentro de un contexto específico caracterizado que permite entender que hechos se dan ahí, lo que permite proyectar un desarrollo investigativo en el cual la respuesta surgida de esa interpretación sea concebida como un estimulante del desarrollo donde se inserta este nuevo componente, para así garantizar la apropiación de la misma dentro de una cultura de manera tal que permita generar las condiciones necesarias para sobrevivir y organizar las relaciones entre los individuos, los objetos y el entorno. El acto de diseñar como proceso no se puede enmarcar o encasillar dentro de las condiciones de la ciencia, ya que si bien la ciencia diagnostica y metodológicamente tiene criterios de apropiación de información bajo modelos y métodos estructurados, su objetivo no pretende intervenir el fenómeno o situación analizada con una aplicación que irrumpa ese ciclo, su objeto de estudio se limita a la exploración de los hechos tal como se presentan en el momento. El criterio de diseño visto desde la técnica no promueve la estructuración que la disciplina está creando y construyendo, ya que la técnica en esencia se basa en el ensayo y error sin un método previamente establecido y dependiente de la observación para acceder ciertas habilidades, lo que conduce a la obtención de un conocimiento empírico que se perfila directamente desde la experiencia del ejecutor sin hacer o existir un razonamiento teórico fundamentado. Como actividad proyectual, el diseño pretende dar soluciones que respondan a las dinámicas evidenciadas desde un análisis de un contexto o situación específica. Estas soluciones no responden finalmente solo a concepciones materiales o tangibles, pues la respuesta dada desde la disciplina proyecta también estructuras de organización y modelos bajo los cuales se ordenen y relacionen los actores de una cultura, que permitan el desarrollo y la interacción de cada componente de ese contexto, el objeto físico al final puede verse como una consecuencia o un planteamiento final de todo el proceso, y no termina siendo la esencia total de la actividad proyectual del diseño. El diseño desde una perspectiva tecnológica permite insertar la disciplina bajo unas características que logran generar las condiciones necesarias para acceder a la capacidad de controlar el objeto de estudio. El diseño aprehende del proceso tecnológico el componente creador que lo diferencia de solo ciencia aplicada, la disciplina más allá de aplicar conocimiento científico, organiza y controla de forma sistemática y estructurada la información y las variables que el entorno le provee para al final, desarrollar una intervención fundamentada y proyectada desde y hacia los modelos mentales 48 que ha analizado, donde esta creación modifique el orden que estaba establecido en este espacio hacia las concepciones que el diseño ha planteado y que pertenecen a los objetivos trazados en función de las características culturales y sociales evidenciadas en el contexto. Cada ser humano y sus redes colectivas se encuentran insertos en un contexto que los define y les da las características para abordarlo y desarrollarse. El diseño como disciplina de reflexión e intervención inserta desde la perspectiva

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tecnológica, aborda estas circunstancias con un análisis que le permita entender los hechos como se están dando e interpretarlos para acceder al conocimiento de esa cultura y/o contexto y desarrollar un planteamiento que responda a esa dinámica y que, al igual que la tecnología transforme ese estado de la realidad 48 y sus relaciones. Cuando el diseño promueve una intervención, su resultado modifica las acciones de un sistema o crea nuevos sistemas dentro de una cultura: “Las cosas son fruto de una selección cultural, no dependen del hombre como individuo, sino del consenso inconsciente que el imaginario colectivo va ejerciendo de un modo sostenido al usar y rehusar lo creado por el diseño” 49. El diseño toma la tecnología como un modelo que le permite apropiarse de la estructuración sistemática que ella le provee para acceder a la información pertinente y requerida, para así relacionar todas las partes que se involucran dentro del sistema y dominar las acciones con las cuales se va a responder proyectando las posibilidades futuras y el impacto social que ello implica.

Diseño desde una perspectiva tecnológica pretende concebirse para este proyecto, no como la mecanización de procesos o actividades humanas y la producción material objetual, sino como la posibilidad de reflexionar, entender e interpretar una situación específica donde el ser humano se encuentre dentro del proceso, para así traducir e insertar un desarrollo objetual espacial o temporal que proyecte el desarrollo de los individuos que se encuentran involucrados de manera tal que sea consecuente con la cultura y el modelo social en el cual están inscritos. 50

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Modelo de integración conceptual con intervención de Diseño desde una perspectiva tecnológica


Consideraciones propuestas para caracterizar un objeto tecnológico El desarrollo del presente método pretende exponer generalmente 51 las consideraciones que el diseño industrial debe tener en cuenta para insertar un objeto tecnológico dentro de un contexto que tenga características similares a las analizadas por este proyecto. La investigación que se realizó para determinar estas consideraciones tuvo en cuenta utilizar como eje metodológico las consideraciones de Jean Ladriere acerca del proceso tecnológico, pues por su capacidad de descomponer este proceso en “acciones elementales que son a su vez operaciones” 52 permite evidenciar los pasos necesarios para catalogar un objeto desde la perspectiva tecnológica y dar así las características especificas a las cuales debe corresponder para ser insertado dentro de esa dinámica. Al pretender insertar y articular el concepto de tecnología, se busca aplicar la información conceptual evidenciada en la investigación hacia una situación específica dentro del esquema procedimental del proceso de la caña de azúcar con el fin de proyectar la información general del método sobre la estructura y proceso contextual concreto de la caña, y que por esta razón se reestructure y adquiera una nueva configuración. Este hecho se puede lograr teniendo en cuenta la posibilidad de diseñar el objeto considerando las características que expone este método. A continuación el proyecto expone las consideraciones del proceso de diseño desde una perspectiva tecnológica con el cual se proyectan las características generales de un objeto tecnológico (el proceso con un desarrollo final material o conceptual) que la disciplina debe considerar en la aplicación a una situación específica. Como herramienta se diseñó con el fin de reflexionar en la labor del diseñador al momento de intervenir una situación específica, mostrándole los planteamientos conceptuales y la fundamentación teórica que debe respaldar y considerar para tomar la decisión de intervenir física o conceptualmente un contexto:

1.

La inclusión de un objeto tecnológico dentro de un contexto es una transformación: La modificación del estado técnico de un sistema hacia un estado tecnológico debe generar una transformación donde el estado inicial se proyecte hacia un desarrollo estructurado y planeado, es decir, la construcción conceptual o física que el diseñador conciba debe pensar integralmente el contexto incluyendo los individuos y sus relaciones, pues al insertar una modificación o un nuevo componente objetual, este alterará las condiciones bajo las cuales se estaban desarrollando los individuos, la comunidad y el contexto. 2. El objeto tecnológico depende del desarrollo de esquemas dentro de una estructura operatoria: La intervención que el diseño industrial proyecte debe responder a una visión sistémica y esquemática independiente de la aplicación objetual física que pueda resultar. La disciplina antes de intervenir objetualmente debe analizar las variables que se involucran dentro del contexto para desarrollar posteriormente los conceptos de la situación estudiada, por lo cual este hecho le permite establecer las relaciones y las diferencias entre las variables estudiadas, y así evitar el intervencionismo irracional por ausencias conceptuales (Este intervencionismo irracional se comprende como la necesidad de generar un cambio según los preceptos y concepciones del diseñador sin comprender el fenómeno en profundidad y sin investigar estructuradamente las componentes que rigen el contexto. Este hecho conlleva a realizar modificaciones sin un fundamento conciso y construido sobre unas bases teóricas sólidas que avalen el tipo de modificación que se plantea.) De esta manera la disciplina estaría construyendo conocimiento desde un análisis de un contexto específico, pues se apoya en la interrelación de los componentes para entender una situación y proponer un proceso desde la articulación de los componentes valiendo por su estructura operatoria fundamentada, reconsiderando el hecho de que la disciplina tiene como fin último la creación de un objeto físico.

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3. El objeto tecnológico debe permitir visualizar una generalidad del proceso: La intervención que realice el diseño industrial debe mostrar que de la generalidad de un proceso conceptual (como la relación industria – individuo trabajador que es la expresión más general de este proyecto) se puede homologar a una situación o problema específico que en el caso de otra investigación tenga características similares a las de la particularidad de este proyecto, donde exista un conocimiento técnico y se pretenda transformar a un proceso tecnológico. 4. El objeto tecnológico deber permitir tematizar los conceptos y variables: Cuando se diseña, se debe agrupar por características similares cada uno de los conceptos que componen el sistema, esto le permite al diseñador tener las bases fundamentales sobre la cual va a intervenir, pues así evidencia las variables que debe controlar y las cuales va a reinterpretar o construir. Esta característica permite metodológicamente al diseñador generar las interrelaciones entre los conceptos o variables, afianzando el esquema de su estructura operatoria a través de las conexiones de las partes involucradas y las dependencias de unas con otras, seleccionando las instancias donde la disciplina puede involucrarse y proyectando el impacto que pueda tener su desarrollo final. 5. El objeto tecnológico visto como transformador de un sistema puede conectarse y ser compatible con otros objetos y operaciones tecnológicas: Las partes dentro de un sistema visto desde las condiciones de la tecnología tienen una conexión operatoria donde estas constantemente se retroalimentan para hacer permitir el desarrollo del proceso que se lleva a cabo. Por su método la tecnología adquiere características de la ciencia, pues en ambas se estudia su objeto de investigación pero a su vez se estudia y se crea el método con el cual las partes van a interactuar, por ello dentro de un proceso tecnológico no puede haber compatibilidad si alguna de las partes se desarrolla desde la técnica, ya que esta tiene resuelto su método basado en la experiencia y el ensayo-error y se centra determinadamente en el objeto de estudio y no en las conexiones que puedan existir en el modo de vincular su proceso interno con todo el sistema a través de la creación de nuevos métodos y modelos. 6. El objeto tecnológico debe promover la apropiación de este por parte del individuo o las redes sociales a la cual va a intervenir: Cuando el diseño promueve una intervención dentro de un contexto, el planteamiento final no debe promover solo incluir ese nuevo componente en el sistema, sino que se debe transferir el conocimiento que tiene ese objeto implícito en sí desde la concepción del diseñador a los individuos que tendrán la interacción con él, pues en sí mismo el proceso de diseño desde una perspectiva tecnológica promueve el acceso al conocimiento y genera un conocimiento a través de sus principios de funcionamiento de sus creaciones e intervenciones, las cuales se deben traducir para ser interpretadas por los individuos que finalmente se verán transformados por el nuevo componente.

Con este método el diseñador industrial puede proyectar su intervención desde una perspectiva tecnológica, ya que estas instancias y cada paso expuesto son el desarrollo bajo el cual se integran metodológicamente las condiciones que promueven un planteamiento tecnológico estructurado, planeado y organizado, donde los conceptos y variables son afectados bajo este modelo con el fin de que el contexto se vea reconstruido. (Diseño desde una perspectiva tecnológica etapa de intervención)


Beneficios de hacer un cambio conceptual de técnica a tecnología en la estructura actual. La transferencia a tecnología desde este proyecto se justifica en el hecho de que un proceso técnico piensa, modifica y desarrolla la herramienta del cortero, pues si se comprende solo la situación específica y no se analiza sistémicamente el contexto, no se comprenden las redes a las cuales está sujeta la actividad y se ve solo desde la ejecución, permitiendo que las conclusiones estén desarrolladas con base solo en el registro contextual y no sistémico. Un planteamiento desde una perspectiva tecnológica proyecta la construcción de objetos temporales o espaciales que incluya al individuo no solo como ejecutor, sino también como individuo, pues al tener la capacidad de entender la actividad como parte de un sistema, generaliza los conceptos y los contextualiza, mientras que la técnica se centra en la particularidad contextual. Esta proyección sistémica permite visualizar las condiciones particulares de la actividad y a su vez las relaciones que se entrelazan a través y con ella, para comprender el nivel de dependencia y las implicaciones que puede tener una variación implementada ahí. La perspectiva tecnológica evidencia la organización del proceso y establece las características que permiten generar equidad en cada una de las etapas de las relaciones, y a su vez plantea la inclusión del individuo trabajador del corte dentro del modelo para proyectar en él un desarrollo humano representado en su bienestar, pues la actividad ya no se está ejerciendo desde la técnica.

Herramienta aplicada para el desarrollo de las consideraciones específicas del contexto de la labor del corte de caña de azúcar del Valle del Cauca. Las consideraciones específicas son el resultado de la aplicación del método para caracterizar un objeto tecnológico. A través de estas consideraciones se evidencian las características que debe contemplar el diseñador industrial para hacer una transformación dentro del proceso de un contexto específico. Con este modelo se garantiza una fundamentación conceptual apropiada antes de intervenir objetualmente (espacial o temporal) una situación. Transformar el paradigma del diseñador industrial: El diseñador debe establecer un conocimiento frente a los conceptos de técnica, ciencia y tecnología, ya que apropiándose de ellos puede obtener una visión sistémica de la situación que pretende intervenir, entendiendo la actividad o contexto que le interesa investigar tal cual como se da, para tomar la decisión de qué tipo de desarrollo o cambio va a efectuar desde la disciplina. Con ello comprende todas las variables sujetas unas con otras por medio de las relaciones que se establecen y proyecta la ejecución final y el impacto que esta tendrá y las partes a la cuales afectará. El no realizar esta visión sistémica le genera crear objetos tecnológicos desde su percepción, pero al insertarlos en el contexto, si no hay una visualización estructurada, tecnificará la interacción del individuo con el objeto final. Para promover el cambio de un proceso técnico a un proceso tecnológico el diseñador industrial debe vencer el paradigma de dar solo soluciones objetuales según su perspectiva, sin entender todo el proceso que está estudiando.

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Actividad ejecutada para el proyecto: Se caracterizó la labor del cortero de caña de azúcar del Valle del Cauca, se estableció que en la actualidad se ejecuta desde el concepto de la técnica dentro de una cadena operatoria que se desarrolla desde la tecnología como la entiende la industria enfocada al desarrollo de la mecanización de las operaciones para optimizar procesos y tiempos. La disciplina analizó que conceptualmente se proyecta una incompatibilidad de ambas instancias, lo que genera un perjuicio para el trabajador en mayor medida. Es necesario que el diseñador proyecte o genere una visión sistémica y un esquema independiente a una posible solución objetual que esté enmarcada solamente en el análisis de la actividad del corte. Actividad ejecutada para el proyecto: El proyecto creó una estructura sistémica la cual evidenció las cadenas operatorias y las características que se encuentran en todo el proceso de la caña. Se establecieron las relaciones y dependencias dentro de cada instancia y se creó el MIC modelo de integración conceptual antes de que la disciplina interviniera y después de la intervención del diseño industrial. Teniendo en cuenta el desarrollo conceptual desde un punto de vista epistemológico las nociones de ciencia, técnica y tecnología en general, el diseñador contextualiza cada uno de ellos de acuerdo a la problemática que en el caso particular gira en torno del corte de caña, dando como resultado que la intervención que aquí se debe dar, debe ser de carácter tecnológico por las consideraciones expuestas con anterioridad. Actividad ejecutada por el proyecto: El proyecto logró interpretar estos conceptos para visualizar el camino por el cual debía transformar e intervenir la estructura operatoria que se está trabajando. De la generalidad de tecnología se llega a la especifidad del desarrollo tecnológico inmerso en la actividad del corte, como propuesta de diseño. 134

El diseñador dentro de las competencias que desarrolla, se encuentra la de prever y anticipar, por ello debe estar en la capacidad de visualizar y clasificar los conceptos y variables con sus respectivas relaciones, lo cual permite generar el tipo de función de correlación (tipo de correspondencia o dependencia) que entre ellos se presenta y establecer el impacto que genere su posible manipulación. Actividad ejecutada por el proyecto: El proyecto insertó el concepto de tecnología en la actividad del corte teniendo en cuenta la relación que existe con el individuo, la calidad de vida y sus redes colectivas, a través del desarrollo del modelo de integración conceptual que evidencia las relaciones entre los componentes del sistema, el modo bajo el cual se articulaban y la ausencia conceptual de tecnología dentro de la labor técnica del corte. La tecnología al tener una composición derivada del proceso científico, tiene un conocimiento estructurado que se ha construido por medio del estudio de sus propios métodos, por esta razón la tecnología es incompatible con procesos técnicos cuando ambos son complementos, se deben articular y el uno depende del otro dentro de una estructura sistémica, ya que como se ha expuesto con anterioridad la técnica tiene una estructura de conocimiento no formal, es decir, ella en sí misma no construye su método, ya que el método establecido es el ensayo y error. En esta etapa el diseñador debe garantizar que la propuesta integre sistemas de la misma estructura para proyectar la compatibilidad y por consiguiente el desarrollo apropiado y consecuente del proceso y de los actores involucrados. Actividad ejecutada por el proyecto: La estructura operatoria permitió al proyecto observar y analizar que la actividad del corte es un proceso técnico inserto en una cadena que es altamente tecnológica, lo cual genera problemas entre la actividad y la industria, desde la misma labor del corte y las dependientes de ella. Este es el principal motivo por el cual la disciplina realiza la inter-


vención de diseño desde una perspectiva tecnológica haciendo la asociación del objeto técnico (temporal o espacial) y el individuo que hará uso de este. El proyecto ejecutó la instancia de ausencia conceptual, donde determino que la transformación más allá de la herramienta para el corte estaba en comprender el problema desde sus raíces, por lo cual se permite hacer una inclusión conceptual de tecnología en la actividad, esto como consecuencia del análisis del proceso. El diseñador debe entregar el objeto otorgando también las características de apropiación del objeto diseñado por parte de los individuos usuarios, esto establece una relación de apropiación por parte del individuo que lo recibe. Si es un objeto temporal, las apropiaciones deben basarse en los principios de funcionamiento, si es un objeto espacial sus bases se deben centrar en la estructura y fundamentación conceptual, ambas a través de la transferencia tecnológica de conocimiento desde el diseño. Una vez se toma en cuenta esta consideración, se puede catalogar al objeto como tecnológico, ya que el objeto debe transferir el conocimiento con el cual fue desarrollado a las características y condiciones de los individuos que lo van a usar. Actividad ejecutada por el proyecto: Entender las dinámicas del contexto y generar un análisis desde la disciplina para desarrollar una propuesta de integración industrial, donde cada componente del sistema tenga las condiciones adecuadas para que se proyecte un desarrollo que propenda la equidad dentro de los actores que allí se incluyen es la consigna principal de esta investigación, por lo cual desde el diseño industrial se considera pertinente en esta etapa que la industria provea la apropiación del concepto tecnológico por parte de los trabajadores del corte a través del desarrollo de dos instancias de capacitación: La primera parte de la capacitación centrada en el nivel simbólico que puede adquirir el trabajo dentro de una dinámica industrial, es importante que los corteros sientan inclusión dentro del proceso y entiendan que aplicar tecnología al corte no supone la eliminación o reubicación de sus puestos de trabajo, al contrario, si ellos comprenden la vitalidad de sus actividades dentro de la cadena, el hará parte de un proceso tecnológico donde entiende que su ejercicio es una conexión de la cual depende la industria para desarrollar sus dinámicas. En el nivel tecnológico de la ejecución de la actividad como tal, es relevante que el cortero maneje y se apropie de las características de su función y de las condiciones aptas para la ejecución, sin que esto produzca alteraciones de tipo físico dentro de su integralidad. Si la industria comprende que el nivel de capacitación es un medio que el diseño industrial recomienda como actividad para la apropiación del concepto por parte de los individuos que ejecutan el corte, con las consideraciones que establece la disciplina, es posible plantear que se establece una relación de tipo tecnológico entre todas las partes del sistema y propiamente la etapa del corte de caña se resignificaría de un proceso técnico a uno tecnológico, sin necesidad de suprimir la labor del cortero.

Conclusión Esta herramienta metodológica expone las características bajo las cuales un proyecto de diseño industrial en su etapa de propuesta puede considerarse desde una perspectiva tecnológica. La configuración bajo la cual se argumentan y se exponen con propiedad cada uno de los conceptos y de las variables es resultado de un desarrollo investigativo que analiza un contexto específico, estructurando las relaciones que ahí se dan y proponiendo el modelo de integración bajo el cual se articulan. Considerando la herramienta metodológica, el diseñador industrial puede proyectar las instancias dependientes e independientes del contexto, para comprender la dinámica en la que se ejecutan y las relaciones e implicaciones que puede tener una intervención ya sea temporal o espacial dentro de alguna parte del sistema. En el caso del contexto particular al proyecto, el sector de la caña analizó desde la perspectiva industrial y la perspectiva agrícola los componentes principales que caracterizaban cada labor y las instancias de las cuales dependían para desarrollarse, teniendo en cuenta este hecho, se procedió a establecer el tipo de relaciones entre las componentes del sistema para ver que articulaciones se estaban dando desde al ámbito conceptual, evidenciando con este hecho la ausencia del concepto de tecnología en la actividad del corte.

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Comprendiendo la ausencia conceptual de tecnología dentro del corte, y evidenciando en la investigación la perspectiva bajo la cual se estaba entendiendo el concepto, donde se abordaba desde una de sus posibles implicaciones, el proyecto ve la necesidad de comprender globalmente y profundamente que implica la tecnología, por ello desde una revisión epistemológica se buscó una apropiación del concepto y se proyectó hacer una traducción con la visión del diseño industrial para aplicarlo en el contexto, incluyendo al individuo que ejerce la labor como ser humano y no solo como ejecutor y estableciendo que su integridad física, su bienestar y sus redes colectivas hacen parte de esta integración conceptual, pues el hombre y sus características se convierten en variables dependientes que se afectan por el estado de los componentes del sistema, obteniendo como propuesta final un modelo de integración conceptual de tecnología en la actividad técnica del individuo trabajador del corte de caña que tiene en cuenta desde el individuo que ejerce la labor hasta el sistema que compone y delimita el proceso industrial considerando mejorar las condiciones bajos las cuales se llevan a cabo actualmente este procedimiento.

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La herramienta metodológica propone las consideraciones bajo las cuales un objeto concebido desde el diseño industrial puede inscribirse dentro de una perspectiva tecnología, la finalidad es proporcionar un método con sus respectivas consideraciones que haga reflexionar la disciplina en su práctica debatiendo internamente si es necesario realizar una intervención espacial o se puede proyectar la propuesta desde lo temporal. En caso de que el diseñador tome la decisión de que el objeto final como propuesta debe ser un objeto físico, este método le da las pautas necesarias para justificar desde lo teórico esa solución y promover una intervención racional, pensada y proyectada. El método no pretender ser un esquema operacional que establezca una guía dependiente del diseño industrial para caracterizar un objeto tecnológico dentro de un proceso industrial, sino que se expresa como un modelo de integración que proporciona las herramientas al sector para que el tome la decisión acerca de su intervención y posterior aplicación.

Recomendación final Este proyecto dentro de su análisis logra considerar finalmente que el proceso de transferencia tecnológica no se debe centrar sólo en entregar a los individuos del proceso reestructurado herramientas u objetos físicos tecnológicos sin generar una apropiación por parte de la persona que tendrá la posterior interacción con él; esta apropiación el proyecto la determina como una apropiación conceptual desde la transferencia de conocimientos por medio de capacitaciones que permitan al individuo comprender su papel dentro del sistema y las implicaciones que tiene su actividad transformada a la tecnología para que ellos no contemplen, en el caso del sector de la caña, la tecnología como el desplazamiento de la mano de obra humana, sino como la actividad donde se está transformando la realidad con un pensamiento organizado y sistémico traducido en acciones fundamentadas que tienen consecuencias en la actividad misma y las dependientes de ella.


Notas: 1.

UNIVERSIDAD DEL VALLE, FACULTAD DE HUMANIDADES, Técnica y tecnología: selección crítica de textos: grupos de investigación, filosofía y etología, filosofía de la técnica, Cali, 2001, pág. 179. 2. Ibid pag, 79 3. Ibid 4. Esa seguridad vista como la capacidad de controlar las variables impuestas por el entorno y el medio. 5. MURDOCK, GEORGE PETER, Cultura y sociedad, México, Fondo de cultura económica, pág. 110. 6. Leyes comprendidas como las normas y estructuras de pensamiento y conducta construidas por el hombre. 7. MURDOCK, GEORGE PETER, Cultura y sociedad, México, Fondo de cultura económica, pág. 110 8. Ibid 9. Ibid 10. THOMPSON, J B. Ideología y cultura moderna. México, Unam, 1998 11. ANDER-EGG, EZEQUIEL, Métodos y técnicas de investigación social II: La ciencia, su método y la expresión del conocimiento científico. -1ª ed.-Buenos Aires: Lumen, 2003. Pág 14 12. Ibid 13. http://www.juango.es/platonarisoteles.pdf (Consultado el 6 de octubre de 2009) Pág. 2 14. Es importante conocer los primeros análisis que fomentaron el acceso al conocimiento, sin embargo la historia de la ciencia es un tema ampliamente expuesto y con una profundidad que no se pretende exponer en este caso. Lo vital de este aparte es visualizar una primera noción conceptual que se ajuste a los requerimientos de la investigación sin hondar en la profundidad filosófica del concepto. 15. ANDER-EGG, EZEQUIEL. Métodos y técnicas de investigación social II: La ciencia, su método y la expresión del conocimiento científico. -1ª ed.-Buenos Aires: Lumen, 2003. Pág 58 16. BUNGE, MARIO. La investigación científica, Barcelona, Ariel, 1975. 17. Por medio de la facultad de juicio el hombre se permite plantear cuestionamientos que promueven un desarrollo que no se establece como estático sino que se dinamiza en pro de la construcción de saberes no fundamentados solo en la concepción de lo bueno y lo malo, sino en la crítica racional 18. ANDER-EGG, EZEQUIEL. Métodos y técnicas de investigación social II: La ciencia, su método y la expresión del conocimiento científico. -1ª ed.-Buenos Aires: Lumen, 2003. Pág 61 19. SAUSSURE, F. Curso de lingüística general, Madrid, Alianza, 1987. 20. ANDER-EGG, EZEQUIEL. Métodos y técnicas de investigación social II: La ciencia, su método y la expresión del conocimiento científico. -1ª ed.-Buenos Aires: Lumen, 2003. Pág. 188 21. FOUREZ, GÉRARD. La construcción del conocimiento científico. Bélgica, Narcea S.A. de ediciones, segunda edición, 1998, pág. 76 22. No en el sentido de juicios de valor entre bueno y malo, sino en referencia a valoraciones comparativas entre los diferentes fenómenos que se presentan 23. DESSAUER, FRIEDRICH. Discusión sobre la técnica. Madrid, Ediciones Rialp, S.A, 1964, pág. 151. 24. Ibíd. pág. 153 25. Ibíd. pág. 161 26. Evidencia de ello puede remitirse a la observación material de una cultura, donde es posible observar las características propias al proceso de desarrollo mediante sus creaciones objetuales que representan las formas de acceso a las técnicas y al modo de relación de los individuos entre sí.

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27.

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Se toma como punto de referencia la revolución industrial con el fin de no remitirse a distintos planteamientos que argumentan que el concepto de tecnología puede ser observable desde otras épocas anteriores a este periodo 28. BUNGE, MARIO. Epistemología curso de actualización. Barcelona, Editorial Ariel, S.A. Pág. 212 29. Artefactos operativos: Ejecuciones de procedimientos materiales e intelectuales empíricos 30. BUENO, CARMEN Y MARÍA JOSEFA SANTOS. Nuevas tecnologías y cultura. Barcelona. Anthropos editorial. Universidad Iberoamericana. 2003. Pág. 45 31. ABUGATTAS, JUAN ET AL. El factor ideológico en la ciencia y la tecnología. Lima. Mosca Azul editores. 1984. Pág. 157. 32. Es importante comprender que la investigación y el artículo entiende el concepto de sistema como el conjunto de elementos, partes y/o componentes que están relacionados entre sí a través de una estructura que posee ciertas características que permite interrelacionarse a través de acciones ejecutadas dentro de sí mismo, con otros sistemas y con el entorno. Cuando un componente (uno) del sistema genera un acontecimiento o cambio de estado a través de una acción hacia un componente (dos), este recibe el cambio producido como un efecto por causa del primer componente, desarrollando así un proceso en el cual se genera una reacción de causa-efecto. 33. El concepto de técnica y tecnología como se ha mencionado con anterioridad difiere en el hecho del modo en el cual se estructuran, en su dinámica y en la lógica de desarrollo de cada una. 34. QUINTANILLA, MIGUEL ANGEL. Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de filosofía. Colección ciencia, tecnología, sociedad. Fondo de cultura económica. México. 2005. Pág. 29 35. LADRIERE, JEAN. El reto de la racionalidad: la ciencia y la tecnología frente a las culturas. Editorial Salamanca: Ediciones Sígueme, 1978. Pág. 58 36. “Los sistemas tecnológicos, como las propias teorías científicas en que se apoyan o que promueven, son sistemas en desarrollo, nunca están completos o dicho de otra manera, nunca es posible controlar completamente todas las variables que intervienen en el sistema” “Los sistemas tecnológicos, como las propias teorías científicas en que se apoyan o que promueven, son sistemas en desarrollo, nunca están completos o dicho de otra manera, nunca es posible controlar completamente todas las variables que intervienen en el sistema” 37. Ibíd. Pág. 37 38. Es posible que el proyecto afirme que el clúster de la caña es un sistema por el hecho de que se comprende el termino sistema como el conjunto de elementos que se relacionan gracias a una estructura que posee ciertas características que hacen que haya interrelaciones por medio de acciones ejecutadas. Si hay un cambio o modificación dentro de uno de sus componentes, esto afectara todo el sistema 39. Urrea, Fernando. “La lógica de la subcontratación en las relaciones laborales contemporáneas: el revivalismo del capitalismo “salvaje” o desregulado, vía la “flexibilización” de los procesos de trabajo en un contexto de mundialización de economías. Cali, Universidad del Valle, 1997. 40. http://www.tecnicana.org/pdf/2007/tec_v11_no19_2007_p33-34.pdf (Octubre de 2009) 41. Ibíd. 42. http://www.dinero.com/negocios/agronegocios/mecanizacion-del-corte-cana_57314.aspx (Entrevista a Fernando Londoño presidente de asociación de cultivadores de caña de azúcar, Asocaña. Febrero 25 de 2009) 43. http://www.cenicana.org/pdf/no_clasificacion/5991.pdf (Agosto de 2009) 44. Esta afirmación se puede establecer ya que en la labor de campo realizada en el proyecto, de la cantidad final de entrevistas personales, En un total de 15 individuos, el 80% de ellos que ejercían la labor de corte habían adquirido los conocimientos del corte a través de la experiencia propia y de la observación de otros compañeros. 45. Objeto visto no solo como la producción material sino también como la como la concepción intelectual. 46. La palabra diagnostico se utiliza con el fin de hacer referencia a la capacidad que tiene el diseño de visualizar, entender e interpretar una situación para posteriormente lograr expresar un conocimiento de un hecho que se dé en un entorno especifico.


47.

“Los modelos mentales son representaciones de sistemas y entornos que derivan de la experiencia. Las personas nos entendemos e interactuamos mediante sistemas y entornos al comparar los resultados de nuestros modelos mentales con los sistemas y entornos del mundo real.” LIDWELL,WILLIAM. KRISTINA HOLDEN y BUTTER, JILL. Principios universales de diseño. Barcelona. Editado por Blume. 2005. P. 130 48. El termino realidad debe verse desde un enfoque de realidad relativa que están en función de las verdades creadas por las culturas y sus procesos internos de desarrollo. 49. FIORI, STELLA. Diseño industrial sustentable: una percepción desde las ciencias sociales. – 1ª ed.-Córdoba: Brujas, 2006. P. 61 50. Para este caso es importante aclarar que el proyecto tiene un contexto que se va a exponer más adelante, por ello la claridad que se tenga respecto a una postura crítica frente al fenómeno de transculturación es relevante, pues es incuestionable el hecho de que nuestra cultura ha adquirido los códigos estéticos, simbólicos y tecnológicos de países del primer mundo, de cierta manera se está importando tecnología perteneciente a ese contexto y que no tiene en cuenta las características propias de nuestra región. Una cultura material que no esté generada localmente es muy cuestionable, pues no contribuye a cambiar la estructura actual de los factores que causan la dependencia tecnológica, y con esta dependencia nunca vamos a apropiarnos de nuestra conciencia de diseño tecnológico proporcionada a nuestro contexto y que fomente el desarrollo de nuestra cultura. 51. Esa generalidad permite que las consideraciones tengan la posibilidad de estar enteramente dispuestas y al libre uso para ser integrada a una situación o estructura que tenga características similares. 52. LADRIERE, JEAN. El reto de la racionalidad: la ciencia y la tecnología frente a las culturas. Editorial Salamanca: Ediciones Sígueme, 1978. Pág. 58

Bibliografía ABUGATTAS, Juan ET AL. El factor ideológico en la ciencia y la tecnología. Lima. Mosca Azul editores. 1984. 268 p. ANDER-EGG, Ezequiel, Métodos y técnicas de investigación social II: La ciencia, su método y la expresión del conocimiento científico. -1ª ed.-Buenos Aires: Lumen, 2003. 461 p. BASALLA, George. La evolución de la tecnología. Barcelona: Editorial Grijalbo, 1.991. 292 p. BUENO, Carmen y Maria Josefa Santos. Nuevas tecnologías y cultura. Barcelona. Anthropos editorial. Universidad Iberoamericana. 2003. 284 p. BUNGE, MARIO. La investigación científica, Barcelona, Ariel, 1975. 805 p. BUNGE, MARIO. Epistemología curso de actualización. Barcelona, Editorial Ariel, S.A. 2002. 256p. DESSAUER, Friedrich. Discusión sobre la técnica. Madrid: Ediciones Rialp, 1964. 492 p. FIORI, Stella. Diseño industrial sustentable: una percepción desde las ciencias sociales. – 1ª ed.Córdoba: Brujas, 2006. 129 p. FOUREZ, Gérard. La construcción del conocimiento científico. Bélgica, Narcea S.A. de ediciones, segunda edición, 1998, 208 p. LADRIERE, Jean. El reto de la racionalidad. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1977. 196 p. MURDOCK, George. Cultura y sociedad, México, Fondo de cultura económica, 1987. 318 p. ORTEGA, José. Meditación de la técnica, Madrid: Editorial Espasa Calpe, 1965. 145 p. QUINTANILLA, Miguel. Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de filosofía. Colección ciencia, tecnología, sociedad. Fondo de cultura económica. México. 2005. 295 p. Técnica y tecnología: selección crítica de textos: grupos de investigación, filosofía y etología,filosofía de la técnica, Cali, 2001, pág. 179. THOMPSON, J B. Ideología y cultura moderna. México, Unam, 1998. 482 p. REICHENBACH, Hans. El origen de la nueva filosofía. México, Fondo de cultura económica, 1967 pp. SAUSSURE, F. Curso de lingüística general, Madrid, Alianza, 1987. 378 p.

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ORIGEM

Un caso de mímesis en movimiento Por:

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Miguel Alejandro Bohórquez Nates Diseñador Gráfico, especialista en prácticas audiovisuales, aspirante a título de maestro en Filosofía – Línea de Filosofía del Lenguaje. Profesor Departamento de Diseño - Universidad del Valle Integrante de Grupo Nobus – investigación en diseño. Universidad del Valle. Teléfono oficina: 3212375 Celular: 3187075708 manojov@gmail.com

Resumen

El texto es la reflexión del proceso de creación del cortometraje animado Origem que hace su autor, para lo cual recurre al planteamiento de Paul Ricoeur de la triple mímesis y al de Marta Zátonyi sobre el contenido de la obra artística. En el texto se describe la forma como se construyó el contenido en donde se articularon de forma dialéctica la idea y el tema de representación, y como se estructuró conceptualmente en contextos en donde se recrean acciones a representar por medio del relato animado. También se hace una descripción de los paradigmas estéticos y narrativos que se tuvieron en cuenta a la hora de la escritura del guión literario y la puesta en escena tratando de seguir los procesos de esquematización y sedimentación planteados por Ricoeur.

Palabras clave

Mímesis, representación icónica, acción, idea, tema, contenido y forma, sentido, dibujo animado.


Título del proyecto de creación artística: La construcción de sentido en el diseño audiovisual. El presente texto es un intento por hacer un acercamiento teórico alrededor de mi experiencia estética en la creación y la producción de un cortometraje animado sobre el tema del desplazamiento forzado. Este intento dará cuenta de lo que fueron dos grandes etapas que siguiendo el planteamiento de la triple mímesis 1 de Paul Ricoeur se denominan mímesis I y mímesis II. La primera la entiendo siguiendo a Ricoeur como un ejercicio de conceptualización de la acción en tanto unidad significativa de la realidad que en este caso trato de articular con mi experiencia subjetiva como factor fundamental en el proceso de creación. La segunda como la construcción del correlato de ficción por medio del lenguaje especializado. De la mímesis III no puedo escribir ninguna línea por dos razones: la primera tiene que ver con mi precario estado de precomprensión del texto de Ricoeur, la segunda con que esa precomprensión transporta la idea de que en esta etapa el sentido de la representación mimética se dinamiza en la relación que se establece entre el relato y la audiencia (y el cortometraje aún o ha sido sometido a la presentación pública) en donde siendo barthesiano las interpretaciones son tantas como espectadores y el sentido se dispara hacía múltiples direcciones. Con el ánimo de construir una especie de estructura general para este ejercicio teórico reconozco los siguientes conceptos generales entendidos como recursos para la creación artística al interior de las dos mímesis ordenando lo que concibo como la estructura lógica del proceso de creación (la numeración no obedece a un criterio de linealidad en el proceso, es solo un recurso expositivo): 1) La realidad en primera instancia como la existencia objetiva de las cosas, es decir, el conjunto de objetos, 2) el movimiento como fenómeno perceptible de la realidad, es decir, la realidad en movimiento (la interpretación de la natura naturans que hace Florez 2), 3) la acción como otorgamiento de significado simbólico al movimiento, 4) el lenguaje verbal como medio por el cual y al interior del cual se construye la acción y se configura el relato de ficción, 5) el dibujo como representación gráfica de las situaciones de la realidad las cuales se conforman por objetos, movimientos y acciones, 6) el lenguaje audiovisual como articulación del dibujo, la fotografía y el sonido, para el correlato de ficción de la versión verbal 7) las fuentes inagotables de la imaginación 3 y su dialéctica con la realidad a través del lenguaje.

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Figura 1.


MÍMESIS I

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Esta primera etapa la he concebido como un trabajo de investigación que involucró la indagación temática y la reflexión personal como recursos para la construcción de un contenido que delimitó el proceso creativo. Para tratar de alcanzar un grado de comprensión racional de esta etapa he recurrido a un texto de Marta Zátonyi en donde plantea el problema del contenido de la obra artística. Para Zátonyi el contenido es la esencia del objeto artístico del cual la forma es la apariencia que surge a partir de su confrontación con la materia estableciéndose una relación dialéctica de dependencia 4. El contenido se divide en la idea y el tema en donde se confrontan el sujeto y el mundo. El sujeto conciente e inconcientemente construye una idea que se constituye como el mensaje de su obra el cual transporta su ideología y es de carácter subjetivo. El sujeto se confronta con el mundo en donde reconoce el fenómeno de su interés para convertirlo por medio de la indagación en el tema que es de carácter objetivo. La naturaleza subjetiva de la idea y la naturaleza objetiva del tema se articulan dándole paso a la ficción. La idea le otorga la singularidad al tema al ser el sujeto quien lo aborda desde su ideología y forma particular de ver el mundo. La idea en tanto mensaje es lo que el sujeto nos dice sobre el tema como fenómeno perceptible en la inmediatez de lo sensitivo y como objeto de estudio desde la razón. El tema en su interior se puede dividir en un tema primario que es el más cercano a la inmediatez de los sentidos que dirigen su significado a un grupo de temas secundarios que van más allá del carácter simple de la primera instancia en busca de cierta profundidad que reflejará el carácter complejo de su madurez conceptual.

La idea inicial, para el caso en cuestión, con toda su carga de subjetividad está inmersa en la red de sentido constituida entre otros elementos por el conjunto de acciones y objetos que me han rodeado durante mi vida. El objeto que se vislumbra como detonante es un relato de Eduardo Galeano en sus Memorias del fuego en donde narra el nacimiento de los mosquitos. La historia trata de un niño que está chupando la sangre de los habitantes de un pueblo indígena y que al ser descubierto es quemado en la hoguera por solicitud propia. Al ser quemado en vez de cenizas salen mosquitos. Esta historia ha sido el referente para un par de mis trabajos de ilustración y animación en ocasiones anteriores cuya reflexión ha disparado el sentido del relato y su personaje principal hacia otras direcciones. Una de ellas me llevó a pensar en lo que en algunos procesos de escritura de guión se conoce como la historia preleminar, que consiste en construir los antecedentes de los personajes como se presentan en el relato. Entonces, construí una historia sobre el niño que antecedía lo narrado en el relato de Galeano, es decir, como él llega a cometer los crímenes que comete, que mezclado con mi experiencia como hijo y como padre me obligó a insertar estas dos figuras en lo que sería el relato sobre el nacimiento de un asesino en serie que tiene una relación estrecha con su padre. Gobernado por la idea de que el cine no tiene sentido si no hay una audiencia que lo recibe y lo acepta, y alejándome de toda pretensión que implica el planteamiento hegelinano de un hombre son todos los hombres, lo que me llevaría a pensar que el predominio de la subjetividad en mi idea sería completamente legítima y además suficiente para hacer un cortometraje animado teniendo la certeza de que mi producto sería bien recibido por el solo hecho de ser yo una persona entre personas,

Figura 2.


inicié un proceso de extensión del sentido de la idea inicial en la búsqueda de lo que Zátonyi llama el tema 5 de la representación artística que articula de forma dialéctica su objetividad con la subjetividad de la idea. El primer acercamiento fue una historia con tres temas primarios de la siguiente forma: el primero fue sobre una familia desplazada del campo a la ciudad cuyo padre alimenta al hijo con su propia sangre para mantenerlo vivo. El segundo tema era sobre el surgimiento del niño como asesino en serie por la adicción a la sangre ocasionada por el evento anterior.Y el tercero fue la lucha del niño contra su adicción por amor. La búsqueda del tema exige encontrar la pertinencia del contenido a representar, y la pertinencia es valorada en términos del interés que un grupo de personas tengan sobre él. Esto hizo que sometiera la historia al juicio de especialistas en lo que se conoce como investigación en artes, entre ellos un dramaturgo, un antropólogo y un escritor con experiencia en trabajo social, cuya opinión influyó en el vislumbramiento de lo que sería el tema del desplazamiento forzado como fenómeno social. Se llevó* a cabo una investigación temática con el objetivo de construir un grado de comprensión personal del tema sin pretensiones académicas en términos científicos que sirviera para encontrar elementos conceptuales que detonaran el ejercicio creativo de representación. Este trabajo se estructuró a partir de tres esferas de indagación, la primera de carácter teórico cuya fuente principal son los textos especializados, este es el campo de la forma entendida como estructura teórica para interpretar un fenómeno, la segunda la he llamado institucional y da cuenta de la realidad factual de la intervención institucional al tema convertido en fenómeno o problema social, y la tercera es de carácter social en donde se busca en el ámbito de lo prosáico y cotidiano construir una interpretación de la realidad. Como formas de recolección se recurrió a la revisión documental y algunas conversasiones con especialistas del tema realizadas en la primera etapa del proyecto. Los documentos fueron clasificados en informes de proyectos de intervención e investigación, documentos normativos, relatos de historias de vida, relatos de ficción, y una muy reducida revisión de documentos teóricos de sociología y antropología.

Al comprender el fenómeno como un proceso se delimita por medio del reconocimiento de una etapa llamada la recepción que es el momento en donde la comunidad desplazada llega al sitio en donde tendrá que vivir. Este momento implica la confrontación cultural como contexto general de la acción, que influenciado por la carga ideológica se concibe desde una perspectiva trágica y fatalista. Lo que se rescata de la perspectiva trágica no es el carácter idealista de la belleza y la perfección de sus personajes, sino, la muerte como elemento de su resolución. El carácter fatalista se vincula a la impotencia de los personajes para transformar su destino. Este es el concepto general que se perfila como tema primario del ejercicio de representación, del cual se desprenden tres temas secundarios que a diferencia de lo mencionado líneas arriba no buscan trascender el primario, sino, que son una suerte de desglose de su carácter general. Estos temas son concebidos como contextos específicos de la acción de los personajes, que cubiertos por el paraguas ideológico se enuncian de la siguiente manera: el fracaso laboral, la incapacidad para la comunicación y la desintegración familiar. Al lado del tema del fracaso laboral se despliegan a modo de conexión conceptual el sentimiento de inutilidad, la frustración y la depresión, pero también en términos de su oposición surgen conceptos como la perseverancia y el sacrificio; la incapacidad para la comunicación es acompañado por los conceptos de confusión, deinformación y desorientación; y la fragmentación familiar se asocia con ideas como la decepción y la desilución.

Figura 3.

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La acción Los anteriores como se dijo son los contextos de un grupo de acciones representativas que surgen a partir de la inferencia lógica. Lo que sigue es el reconocimiento de ese grupo de acciones que durante el proceso de investigación temática y consolidación de la idea para la construcción de un contenido verosimil surgieron como unidades mínimas del fenómeno en su complejidad espacial y temporal. Retomando el planteamiento de Ricoeur de Mímesis I como etapa del proceso en donde se busca estructurar conceptualmente la acción y su contexto, se reconocen dos de los tres factores para su prefiguración en el proceso de representación. El primer factor es el conjunto de rasgos estructurales de la red conceptual de acción entre los cuales se construyen relaciones de intersignificación. Los rasgos estructurales son: los fines que implica la acción, los motivos a los que remite, los agentes involucrados, las circunstancias en las que actúan los agentes y los resultados obtenidos. La distinción entre los fines y los motivos se entiende estableciendo una equivalencia entre estos dos conceptos y los conceptos de necesidad y problema respectivamente. Los fines en su equivalencia con la necesidad se analogan a su vez con lo que Semprini llama valorización práctica y valorización utópica 6 como dos de las cuatro categorías de valor de los productos. De esta manera se reconocen dos grados o categorias de los fines, una de carácter inmediato, por ejemplo, saciar el hambre, y otra de carácter trascendental, por ejemplo, sobrevivir.

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El segundo factor son las mediaciones simbólicas que surgen de la acción entendida como gesto. Aquí Ricoeur plantea dos grados de significación semejantes a los planteados por Panofsky en términos iconográficos7. Un primer grado básico relacionado con el movimiento en donde se hace una descripción formal de este, por ejemplo, subir la mano, abrir la boca, recoger una bolsa de comida del suelo, este primer grado se complementa con un segundo grado determinado principalmente por las circunstancias de la acción en función de las cuales se le otorga un significado simbólico al movimiento, por ejemplo, saludar, sorprenderse, mendigar, respectivamente. Estas mediaciones y su valor simbólico se pueden analisar desde los registros de la retótica de Katia Mandoki8 de la siguiente forma: - El registro escópico es el relativo a la información visual que recibimos del mundo. - El registro somático es el conjunto de los datos construidos a partir de la percepción de los fenómenos corporales como el sudor, la temperatura, el cambio de color de la piel, el movimiento, entre otros. - El registro léxico es el relativo a la palabra. - El registro acústico es el determinado por el sonido y el tono. De esta manera se construye un grupo de acciones consideradas las más significativas dentro del contexto general para el ejercicio de representación cuya organización lineal sirve como primer indicio de lo que puede ser la estructura narrativa del relato de ficción. Huir. Dentro de los rasgos estructurales las dos categorías del fin de esta acción se concretan en huir para no ser asesinado por los actores de la violencia rural, y huir para seguir existiendo físicamente y sobrevivir y tener descendencia. Los motivos a los que nos remite esta acción encuentran su forma material en la amenaza física y real. Los agentes involucrados son los actores que participan en la situación de violencia, los tres bandos que combaten y las víctimas que están en medio del conflicto. Las circunstancias en este caso específico se salen del contexto general de la acción para ubicarse dentro del conflicto armado en la zona rural.Y los resultados pueden ser lograr sobrevivir o no. El movimiento de los personajes se caracteriza por ser abrupto con una cinética altamente dinámica 9 lo que genera una percepción de inestabilidad y vibración que complementado con las circunstancias de la acción transporta el significado simbólico de la huida.


Mendigar. Las dos categorías del fin de esta acción se concretan en un primer grado en la satisfacción del hambre y en otro grado más trascendental en garantizar la supervivencia. Los motivos se relacionan con la sensación fisiológica que causa un gran malestar. Los agentes involucrados son los personajes principales que llevan a cabo la acción y personajes secundarios o extras que sirven como auditorio crítico y descalificador. Las circunstancias son cobijadas por la situación de impotencia e incapacidad de articularse al sistema productivo de la ciudad. Los resultados se materializan con lograr o no el fin en sus dos categorías. A nivel simbólico el conjunto de gestos corporales de la acción se someten a una valoración cultural que les otorga un estatus al interior de un grupo social determinado. Hacer cola. El fin de esta acción se relaciona directamente con recibir un beneficio institucional y de forma trascendental la búsqueda de encajar en el sistema de la ciudad. El motivo es la no posesión de un capital económico que respalde su permanencia en la ciudad. Los agentes son los personajes desempleados y necesitados de subsidio a los cuales se suman los negociadores de puestos y los empleados de las instituciones de asistencia social. Las circunstancias están dentro del contexto específico del desempleo. Los resultados dependen de su capacidad de aguante hasta llegar al inicio de la cola para obtener una posible recompensa. Su carga simbólica está relacionada con el comportamiento de los personajes que llevan a cabo la acción que se proyecta por medio de su postura corporal en donde se observan brazos cruzados, cuerpos apoyados sobre una pierna, pequeños movimientos cíclicos en intérvalos, entre otros, que nos permiten recuperar sentimientos de inpaciencia, angustía, actitudes de espera, resignación, etc… Beber licor. El fin inmediato de la bebida es pasar un rato de entretenimiento y esparcimiento, pero lo que está por debajo es una necesidad de olvidar, desahogarse. El motivo se relaciona con los supuestos fracasos al interior de la ciudad y los recuerdos de seres queridos que ya no están. Los agentes son las personas desplazadas, las circunstancias están dentro de la pérdida de posesiones, de gente cercana y de forma de vida pasada. Los resultados al parecer no se relacionan con los fines buscados, por el contrario el estado final de los personajes evidencia una oposición directa con los fines. El efecto causado por el licor es el gesto más significativo de esta acción, en donde se observa un movimiento tambaleante, y una serie de posturas relajadas acompañadas de la falta de coordinación corporal. También las palabras se ven afectadas cambiándo la forma cotidiana de su enunciación en el personaje que lleva a cabo la acción. Dependiendo el comportamiento de los personajes se proyecta la carga simbólica de la acción. Robar. Los fines de esta acción son de forma inmediata satisfacer una necesidad básica, y a largo plazo buscar la supervivencia en el nuevo contexto. Los motivos están vinculados a la no posesión de capital para la estabilidad de los individuos. Los agentes son los protagonistas del robo, los afectados, las personas que intervienen y los observadores de la acción. Las circunstancias son las del contexto específico del desempleo. Los resultados están relacionados con la habilidad y la experticia que tienen los protagonistas para llevar a cabo la acción. El valor simbólico de la acción depende de la forma como se lleva a cabo. Los objetos pueden adquirir un valor importante en esta acción. La acción para el ejercicio de representación por medio del dibujo animado requiere de un trabajo de observación y de recreación corporal por parte del animador, el cual se apropia del movimiento por medio del dibujo y la mímica en el momento en que se disponga a llevar a animar los personajes al interior de los fragmentos narrativos determinados por el guión literario.

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MÍMESIS II Para mímesis II Ricoeur propone una dialéctica entre los procesos de esquematización y tradicionalidad. Ambos procesos los divide en dos aspectos que se diferencian por el carácter estático de uno y el carácter dinámico del otro. Para el caso de la esquematización plantea una relación circular entre la imaginación creadora y la regla en donde la primera es la fuente de la segunda y la segunda es la base sobre la cual se dinamiza la primera. En el caso de la tradicionalidad propone la relación entre la innovación y la sedimentación de la misma forma que la relación entre los dos aspectos de la esquematización. En la imaginación cradora al interior del proceso de esquematización para Ricoeur se mezcla el entendimiento y la intuición obteniendo como resultado la síntesis. El entendimiento se caracteriza por su naturaleza racional y analítica como resultado de la construcción del pensamiento lógico científico que busca construir explicaciones de la realidad. La intuición por otro lado es fruto del bagaje acumulado por medio de las diferentes experiencias significativas de la persona y su aplicación no es de carácter racional y analítico, sino, espontáneo y aparentemente caprichoso. La regla sirve como estructura lógica que se transforma por medio de la imaginación creadora. La tradicionalidad se fundamenta en la construcción de paradigmas en términos de la forma como se configura la trama, el género que surge de la interpretación de los contextos o circunstancias generales de la acción (comedia, drama, tragedia, etc..) y el tipo10 como emergencia de un universal. La innovación con la imaginación creadora se encarga de producir paradigmas. Un paradigma es el resultado de la aceptación social de una variación formal, el surgimiento de una propuesta de género o la generación de un nuevo tipo. La sedimentación es el fenómeno de compilación histórica de paradigmas sobre los que se fundamenta un área disciplinar o un oficio.

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El proceso de configuración del relato animado trato de insertarse en lo que Ricoeur plantea como grados de deformación calculada entre la aplicación servil del paradigma y su desviación calculada en términos de la forma, no en el género y mucho menos en el tipo. El ejercicio creativo se caracterizó por la combinación de referentes de la realidad y la conjugación de técnicas de representación del movimiento e ilustración cobijadas por el gran paraguas de lo digital. Las reglas sobre las que se basó la imaginación creadora fueron las constitutivas del lenguaje audiovisual, la animación y la forma. La siguiente parte del texto expone parte del trabajo conceptual que acompañó al ejercicio creativo. Este proceso implicó el desarrollo del tratamiento estético y narrativo simultáneamente. El campo diegético se construyó por medio de la articulación especializada del lenguaje poético narrativo y se visualizó por medio del ejercicio de graficación por medio del dibujo de personajes y entornos en situaciones específicas. Esto quiere decir que el trabajo de creación se articuló en el lenguaje verbal y el dibujo. La estructura narrativa se basa en el esquema tradicional de los tres actos sobre la cual se organizan una serie de eventos y situaciones dramáticas configurados a partir de la estructuración conceptual en los contextos de la acción hecho en la etapa anterior. El primer acto está basado sobre los conceptos de armonía y éxodo, el segundo acto sobre el fracaso en el trabajo y la imposibilidad para la comunicación, y el tercero sobre el robo, la antropofagia y el sacrificio.


El tratamiento estético El tratamiento estético está basado en el género del esperpento de Ramón de Valle Inclán retomando la deformación de la figura como resultado de la incapacidad de esta para contener un profundo estado de desajuste emocional del sujeto. Valle Inclán plantea que el ser humano al no soportar la tragedia y un estado de dolor profundo recurre a la farsa como recurso artístico para representar su inferioridad como recipiente del dolor concretándose en lo grotesco. Bermejo Marcos citado por Angel Basanta11 parece hacer un análisis de lo que él entiende como dos significados del esperpento en donde por un lado lo reconoce como un tipo de caricatura y burla de la realidad probablemente por la imposibilidad de enfrentarla, y por otro lado un aspecto más profundo, con un probable mensaje moral subyacente a la forma caricaturesca a la cual recurre para no caer en la densidad fastidiosa del texto académico y el discurso exhortativo. Lo que Bermejo hace es la clásica distinción hecha ya por la lingüística, la semiótica, e incluso más atrás por la estética entre significante y significado o forma y significación, en donde la caricatura se convierte en el soporte en términos de la apariencia, lo que se podría entender como el tratamiento estético ligado a un medio de representación que le otorga cierta licencia para hablar de asuntos trascendentales y críticos relacionados con la realidad, lo cual equivaldría al contenido o significado, que probablemente vendría siendo en tanto manifestación artística una forma de comunicar, o por lo menos enunciar la sensibilidad12 del autor frente a una realidad agobiante que según los diferentes comentaristas e intérpretes de la obra de Valle – Inclán era la realidad de la España de principios de siglo XX.c

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Figura 4. Boceto para la película.


De los ocho recursos que presenta Basanta para lograr los diferentes rasgos que constituyen al esperpento como género artístico recurrimos a dos para el tratamiento estético y la construcción de un concepto artístico para la película, estos dos son los contrastes violentos y la igualación prosopopéyica.

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Los contrastes violentos consisten en la combinación de situaciones aisladas y de unidades linguísticas que no obedecen a la forma lógica13 , es decir, a la norma constitutiva14 del lenguaje (idioma, en este caso el español) utilizado para construir la obra. La producción del cortometraje origem en este caso asumida como laboratorio de experimentación a nivel del lenguaje gráfico, está llena de combinaciones de signos que buscan forzar los límites de la forma como el cine y la pintura han construido sentido convencionalmente (teoría clásica del montaje y la composición). Para esta combinación se recurre a las formas lógicas de construcción provenientes del diseño gráfico como la infografía, el cartelismo, la tipografía, el diseño editorial y la ilustración. Al mismo tiempo las situaciones presentadas por medio de la imagen no obedecen a una lógica figurativa en términos de representación pero si presentan a nivel estructural15 lo que se podría entender como una dinámica sociocultural entre diferentes actores alrededor del tema que se conoce técnicamente como la recepción de los desplazados en la ciudad. De esta forma las situaciones o el estado de cosas16 en términos de la apariencia no se da en la realidad, pero en términos de su estructura si. Un fragmento del relato que podría ilustrar esta reflexión es el momento en que Custano el personaje principal

trabaja como semáforo, luego como valla publicitaria y finalmente como poste de luz en cuya base se derrama el licor que proviene de una botella quebrada en un pleito callejero entre un borracho y una prostituta, el licor es absorbido por las raíces de Custano entrando en un estado de embriaguez involuntariamente. Este tipo de relaciones que no se dan entre los objetos de la realidad y solo es recreada a partir del lenguaje en este caso el cinematográfico es lo que entiendo como lo que Basanta llama los contrastes violentos. El otro punto, la igualación prosopopéyica se da en el recurso estético de representar a los desplazados provenientes del campo como seres diferentes a los humanos de la ciudad. El padre es un árbol, la madre es algo parecido a una gallina y los hijos son engendros con características corporales que los alejan de los cánones del cuerpo humano. Si los seres humanos son incapaces de soportar la situación de desajuste de su realidad ocasionada por el profundo dolor entonces dicho contenido emocional y sensible hace que su corporeidad se deforme recurriendo a la fusión con seres vegetales y animales que en este caso cobran importancia al ser minimizada la figura de ser humano. Los animales y las plantas adquieren el protagonismo que el ser humano no puede asumir. Aquí encontramos una relación metafórica entre dicho estado de incapacidad para soportar un contenido emocional y existencial que desborda las posibilidades corpóreas del sujeto y la representación icónica de seres como los arboles, las gallinas y niños metidos dentro de costales.

Figura 5. Boceto para la película.


Siguiendo la misma línea de Valle Inclán encontramos a Goya quien lo antecede históricamente pero también se inclina en un periodo de su obra pictórica por lo grotesco. Además hay otros artistas como Francis Bacon y finalmente Jim Morana el cual está muy influenciado por Bacon pero otorgándole un estilo personal a sus pinturas que resulta de un juego con la técnica de representación y la posibilidad expresiva de la mancha extrayendo su potencial figurativo. Uno de los dos escenarios principales de la película es la ciudad, la cual se representa teniendo un referente desde la literatura como un gran grupo de individualidades y de relatos de vida violando los límites de la privacidad para desenmascarar el contenido de los módulos arquitectónicos que conforman la ciudad físicamente. En este caso el gran referente es la obra del escritor español Camilo José Celá la colmena en donde el autor recrea una serie de relatos de vida a partir de la observación directa de la interacción de las personas en diferentes espacios públicos de la Madrid de la década del cincuenta. Celá crea de esa forma una red de relaciones sociales recreando diferentes sucesos en donde intervienen aproximadamente ochocientos personajes a través de toda su novela. De esta forma la representación de ciudad que nos interesa es una combinación de sujetos y objetos en espacios conflictivos que no obedecen a las leyes de perspectiva tradicional, y que están vinculados compositiva, descriptiva y narrativamente por la tipografía. Es en esta representación en donde se ve más claramente la propuesta de exploración formal de algunos elementos que pertenecen al campo semiótico del diseño gráfico y se trasladan al medio audiovisual al interior de un relato de ficción.

En el primer acto cuya locación general es el campo se explora la posibilidad de la línea como elemento narrativo vinculado de forma metafórica al mensaje que la secuencia lleva que esta relacionado con el desarraigo por la tierra y el entorno natural para los personajes principales. La línea vibrante representa la vitalidad de los personajes. Esta vibración acompañada de la expresión del trazo del dibujo animado ayudan a proyectar el sentido de continuidad biológica de los personajes. Este es el factor común entre los seres del campo y los seres de la ciudad. La rotoscopia al ser una técnica de representación altamente icónica del movimiento de los seres vivos capta tanto su apariencia y estructura formal en términos de sus proporciones como el carácter orgánico de su movimiento, lo que lo acerca a ser una técnica para lograr una representación naturalista de la realidad, a diferencia del propósito expresionista y surrealista de la representación de los personajes del campo que se basa en la deformación. Este carácter naturalista se articula armónicamente con el énfasis en las personas de la representación de la ciudad mencionada líneas arriba. Para cerrar esta versión de la teorización sobre el proceso de creación es necesario mencionar que su objeto de análisis no se puede reducir por medio de su correlato racional ya que muchas de sus sutilezas escapan a la visión metódica del análisis construyento trayectorias por las cuales la razón no está capacitada a transitar, sin embargo, estoy convencido de que mi oficio como profesor universitario me obliga a hacer el intento de proyectar claramente mi grado de comprensión del proceso con un soporte teórico que no puede desconocer los planteamientos que se han hecho alrededor del tema.

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Notas: RICOEUR, Paul: Tiempo y Narración I Configuración del tiempo en el relato histórico, Siglo veintiuno editores, 1995, p. 113. 1.

MANDOKI, Katya: Estética y comunicación: de acción, pasión y seducción, Grupo editorial Norma, 2006, pag. 15. 12.

Antony Kenny se refiere a la forma lógica en Wittgenstein como lo mínimo en común que la pintura debe tener para ser una pintura de la realidad. KENNY, Anthony: Wittgenstein, Alianza editorial S. A., 1982.

13.

FLOREZ,Fernando: “Aproximación mimética a la creación artística”, en revista Entreartes No. 1, 2002, pag. 5.

2.

Hegel utiliza esta expresión en el tomo I de sus Lecciones de estética que junto con la realidad son los insumos para la creación del arte bello. 3.

ZÁTONYI, Marta: Una estética del arte y el diseño de imagen y sonido, Kliczkowski, 2002, p. 236. 4.

ZÁTONYI, Marta: Una estética del arte y el diseño de imagen y sonido, Kliczkowski, 2002, p. 244. 5.

Nótese que en esta parte del texto he cambiado a propósito la forma de enunciar las acciones, ya no en primera persona, sino, eliminando de la escena verbal todo indicio de la presencia del sujeto, como lo hacía en algún momento la ciencia en sus pretenciones de objetividad. *

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SEMPRINI, Andrea: El marketing de la marca, ediciones Paidós Ibérica, S. A., 1995, pag. 110. 6.

PANOFSKY, Erwin: El significado en las artes visuales, Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2000, pag. 45. 7.

MANDOKY, Katia: Prácticas estéticas e identidades sociales – Prosaica dos, siglo XXI, 2005, pag. 30. 8.

Katia Mandoky en su estudio sobre la prosaica construye cuatro modos de la dramática para reconocer los intercambios estéticos cotidianos. Uno de estos modos es el cinético que clasifica en dinámico y estático.

9.

La noción de tipo no la desarrolla Ricoeur en este texto por lo cual adopté la de Klinkenberg que se refiere al conocimiento de las características conceptuales de un referente. KLINKENBERG, Jean - Marie: Manual de semiótica general, Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, 2006, pag. 352.

10.

BASANTA, Angel: La novela de Baroja. El esperpento de Valle – Inclán, editorial Cincel, S.A. 1986, pag. 55.

11.

SEARLE, Jhon: Actos de habla – ensayo de filosofía del lenguaje, ediciones Cátedra, 1986. 14.

Peirce en su planteamiento del icono establece que su relación de semejanza en términos de la apariencia o cualidad perceptible con el objeto representado puede darse también en términos de la relación de las partes constitutivas del objeto, es decir, su estructura. 15.

KENNY, Anthony: Wittgenstein, Alianza editorial S. A., 1982. 16.


Bibliografía BASANTA, Angel: La novela de Baroja. El esperpento de Valle – Inclán, editorial Cincel, S.A. 1986. FLOREZ,Fernando: “Aproximación mimética a la creación artística”, en revista Entreartes No. 1, 2002. HEGEL, Friedich: Lecciones de estética – volumen I, ediciones península, 1989. KENNY, Anthony: Wittgenstein, Alianza editorial S. A., 1982. KLINKENBERG, Jean - Marie: Manual de semiótica general, Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, 2006. MANDOKI, Katya: Prosaica – introducción a la estética de lo cotidiano, editorial Grijalbo, 1994. _________: Estética y comunicación: de acción, pasión y seducción, Grupo editorial Norma, 2006. _________: Prácticas estéticas e identidades sociales – Prosaica dos, siglo XXI, 2005. PANOFSKY, Erwin: El significado en las artes visuales, Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2000. RICOEUR, Paul: Tiempo y Narración I Configuración del tiempo en el relato histórico, Siglo veintiuno editores, 1995. SEARLE, Jhon: Actos de habla – ensayo de filosofía del lenguaje, ediciones Cátedra, 1986. SEMPRINI, Andrea: El marketing de la marca, ediciones Paidós Ibérica, S. A., 1995. ZÁTONYI, Marta: Una estética del arte y el diseño de imagen y sonido, Kliczkowski, 2002. 151

Bibliografía Desplazamiento Forzado Giraldo, Carlos Alberto; Colorado, Jesús Abad; Perez, Diego: Relatos e imágenes : el desplazamiento en Colombia. Cinep 1997. Desplazamiento, ciudad y territorio. Colombia, Barrio Taller 2003. Instituto Brooking, (Washington), proyecto sobre desplazamiento interno. Guía para la aplicación de los principios rectores de los desplazamientos internos. Editorial Códice Ltda. 2002. Loungué, Olivier: Huir para vivir: La libertad de los refugiados en un mundo global. Rivas Lara, Cesar E: Los desplazados: literatura crítica. Colombia, Lealon 2004. Velazquez, Blanca Nubia; Fundación Mujer, Arte y Vida - MAVI: Desplazados: la recepción. Alcaldía de Santiago de Cali 2004.


El tercer laberinto

Máscaras de debilidad y fuerza en los modos discursivos de simulación y simulacro Por :

Andrés Reina Gutiérrez

Profesor auxiliar Departamento de Diseño Facultad de Artes Integradas de la Universidad del Valle Estudiante de Maestría en Filosofía Facultad de Humanidades de la Universidad del Valle salomonreina@gmail.com 152

Resumen:

Los modos discursivos de simulación y simulacro son formas de representación propios del diseño de objetos y del diseño de experiencias, cuya complejidad puede estudiarse, desde la perspectiva de la función o el uso. En este artículo se revisan los criterios de funcionalidad, con base en el discurso representacional que se lleva a cabo según las dinámicas de simulación (cuando emula condiciones de realidad) o de simulacro (cuando se rearticulan instancias de lo verdadero en formas narrativas y simbólicas). El estudio de su discurso se hace aquí bajo una mirada hermenéutica débil, basado en el riguroso análisis que hace Umberto Eco, de la misma manera, sobre dos modelos de representación del lenguaje: el diccionario y la enciclopedia. El pensamiento débil, noción acuñada por Gianni Vattimo, hace referencia a la otredad, a la alteridad, la postura o la concepción de un camino que no se impone bajo las discursividades de turno, ni se opone frontalmente al pensamiento fuerte, legítimo y paradigmático. A continuación se propone, por lo tanto, relacionar las categorías de estos dos modelos con la simulación y el simulacro de los sistemas objetuales, teniendo en cuenta que la simulación tiende por sus propiedades a tornarse en pensamiento fuerte y el simulacro en pensamiento débil. La simulación es equiparable, entonces, con el diccionario y el simulacro con la enciclopedia. Sin embargo, más adelante se expondrán dos variantes que permitirán abrir el espectro hacia lo que denomino máscaras, que procuran determinar el estatus de fuerza o debilidad de un sistema y las posibles subversiones que puedan hallarse.

Palabras clave:

Pensamiento débil, alteridad y red, simulación y simulacro, máscaras de fuerza y debilidad.


Introducción En su participación con El antiporfirio, en la colección de ensayos titulada El pensamiento débil1, editada por Gianni Vattimo y Pier Aldo Rovatti, Umberto Eco argumenta que la enciclopedia, de función laberíntica rizomática2, es un sistema de modelado del lenguaje de carácter débil, por sus propiedades de localidad y valoración contextual, y también ha presentado la idea de que el diccionario, a pesar de la extrema fuerza que produce su carácter definitorio, no es tan fuerte como parece. A partir de estas condiciones, considero que se puede establecer, respectivamente, la misma relación con el discurso3 de los sistemas visuales de simulacro y simulación. La debilidad de la enciclopedia es equiparable con los sistemas de simulacro, como, por ejemplo, las estrategias de narración y simbolización de objetos “tooltoy”4, constituyéndose en eficaces posibilitadores de la imaginación humana (de índole cualitativa-asociativa, no lineal), y la fuerza del diccionario con los sistemas de simulación, como la realidad virtual computacional, presentando, de modo semejante, afortunadas debilidades, a pesar la su propiedad cuantitativa-lineal de estos sistemas.

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La debilidad en el pensamiento débil A propósito de El antiporfirio, Eco realiza una importante aclaración 24 años después en El pensamiento débil y los límites de la interpretación: “(...) en mi contribución (L´antiporfirio) oponía las posiciones (digamos) del fuerte pensamiento débil (por ejemplo, la línea hermenéutica de Nietzsche-Heidegger) a la filosofía peirciana de la conjetura y el fabilismo. Sin embargo, ciertos lectores (en general, aquellos que no leen los libros sino sólo sus títulos) tomaron la antología de Vattimo-Rovatti como un manifiesto, y me di cuenta más tarde de que definitivamente me habían puesto en la lista de los teóricos del pensamiento débil”. Eco planteaba en El antiporfirio el carácter débil, en el sentido de Vattimo, de la enciclopedia, como modelo representacional del lenguaje, contrario al del diccionario5 : “El pensamiento de laberinto, y el de la enciclopedia, es débil en cuanto se compone de conjeturas y atiende al contexto; pero es razonable, pues consiente un control intersubjetivo, y no desemboca ni en la renuncia ni en el solipsismo. Es razonable porque no aspira a la glogalidad; es débil como débil es el luchador oriental, que hace suyo el ímpetu del adversario y parece ceder a él, para después encontrar, en la situación que el otro ha creado, los modos (siempre sólo probables) de responder victoriosamente. El luchador oriental no tiene una regla establecida de antemano; posee matrices de conjeturas que le sirven para regular, de

forma provisional, cualquier evento que proceda del exterior. Y goza también de la capacidad de transformarlo en una propia propuesta resolutoria. Es “débil” frente a quien cree que la lucha dependa de un diccionario fuerte. Es fuerte y vence, en ocasiones, porque se contenta con ser razonable”. Umberto Eco explica, con la metáfora del luchador oriental, cómo el pensamiento débil encuentra su fortaleza en el aprovechamiento de la fuerza de su oponente. Yo le agregaría un elemento: la máscara. Este guerrero es fuerte, pero aparenta ser débil... y eso incrementa su fuerza, por lo tanto, la metáfora de Eco no es del todo equivalente a lo que Vattimo se refiere como pensamiento débil; pues no se configura retóricamente la debilidad, sino la apariencia de debilidad. De la misma manera, se podría decir que quien aparenta ser fuerte, sin serlo, no se hace fuerte sólo por aparentarlo. Clásico ejemplo de lo contrario al luchador oriental es el “macancán” que ostenta altura, musculatura y agresividad, y, sin embargo, es inepto e ineficaz. No es el caso, por supuesto, del modelo sistemático del lenguaje representado en el diccionario, que aparenta ser más fuerte de lo que es, pero no es débil. Digamos que tiende a debilitarse en la medida en que no logra ser tan determinado, como lo expone Eco en su excelente antítesis del árbol de Porfirio. El modelo sólo pierde fuerza en la medida en que el nuevo árbol logra ser más flexible.


Dentro de este marco al que Umberto Eco se afilia cuando exalta del luchador oriental que “no tiene una regla establecida de antemano; posee matrices de conjeturas que le sirven para regular, de forma provisional, cualquier evento que proceda del exterior”, podemos concluir que una característica fundamental en el pensamiento fuerte es la conformación de reglas rigurosas, que no permiten las consideraciones contextuales y particulares. Otra propiedad fundamental del pensamiento fuerte es el estatus de legalidad, pues se ha fundado en un poder de turno o en un ancestral paradigma cultural. Por lo tanto, dos nociones son fundamentales en el pensamiento fuerte: la rigidez normativa y la legitimidad. Por otra parte, la debilidad de un pensamiento débil es una entidad sin rostro; cuando lo adquiere es temporal, pues cada vez que se vuelve fuerte, se abre nuevamente un espacio para la alteridad. El pensamiento débil es una casilla vacía, un traje por vestir, un lugar por ocupar. Cuando vemos que nos mueve a establecer nuevas reglas, éstas ya no son territorio débil... son resultados, tal vez necesarios, de lo que podía producir, pero al adquirir un estatus determinista debe darle paso a un sucesor. El pensamiento débil es un “cargo”, un “rol” que asume quien se proyecta a la alteridad; una terceridad peirciana que produce semiosis ilimitada, en la medida en la que elude permanentemente las posiciones extremas y maniqueas, validando lo opcional. Un pensamiento débil, por lo tanto, no debe ser siempre asociado con lo correcto o lo bueno, sino con lo pertinente. Así, dos nociones resultan esenciales en la delimitación conceptual del pensamiento débil: la alteridad y la red.

La alteridad

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La alteridad, como subversión, es una aproximación hermenéutica que no sesga ni aprueba de entrada. El pensamiento débil es subversivo porque no se coloca en estados oficiales y absolutos, como blanco o negro, sino que recorre los matices que se difuminan en las fronteras. Lo subversivo implica avanzar a través de los estados de transición, no en versiones del todo o nada, que serían propiamente “inversiones”, características de los discursos de oposición recios y frontales hacia un sistema de pensamiento fuerte legitimado. De modo que se relativiza de acuerdo con el tipo de discurso, pues en aquellas ideas de aparente debilidad que se legitiman con rapidez se pueden advertir “emergencias”, que no son propias del levantamiento paulatino y esforzado del pensamiento débil: las subversiones son intrincadas y esforzadas comprensiones. Un pensamiento fuerte puede aparentar ser débil. Cuando se abordan conflictos que procuran ser resueltos por medio de conciliaciones superficiales y se intenta diluir la diferencia. La diferencia posibilita la forma, produce la definición de algo6. La diferencia no sólo se reconoce clara y explícitamente como razón de desacuerdo, es el modo en el que se visibilizan los límites... La diferencia es lo que permite discernir los territorios; no es apropiado eliminarla, sino por el contrario, reconocerla como condición de la naturaleza del asunto en conflicto. El pensamiento fuerte puede, en su discursividad, aparentar la armonía de las diferencias (lo cual tiende, por supuesto, a desconfigurarlas), pero su pretensión será, seguramente, un mecanismo de legitimidad. El pensamiento fuerte se camufla cuando pretende ser débil, por lo tanto, el método del pensamiento débil es hacer una adecuada lectura del pensamiento fuerte, develarlo, traspasar la apariencia para volverlo visible y a partir de ahí consolidarse también bajo el atributo de la invisibilidad, dado su carácter subversivo e ilegítimo... El pensamiento débil, como lo expresa Eco en su antiporfirio, “se contenta con ser razonable”, diferenciando los distintos territorios epistemológicos, pero con el ánimo de ponerlos a dialogar. Es plausible, entonces, considerar que la metáfora del luchador oriental de Eco no sea pertinente para el caso de la enciclopedia, pues ésta no es realmente fuerte, es débil porque es un rizoma y una alteridad que no se ha vuelto fuerte. La metáfora del luchador oriental es propia de los pensamientos fuertes que aparentan ser débiles, como los discursos de reclamación o las ideologías que por no estar legitimadas, se presentan como subversiones, sin serlo. Son sistemas débiles en apariencia, pero fuertes en su condición real.


La red El carácter rizomático de la red, como tercer tipo de laberinto7, es la segunda gran condición que instituye la naturaleza del pensamiento débil. Eco fusiona las propiedades posibilitadoras y asociativas de la red con el rizoma de Deleuze/Guattari, en la enciclopedia como modelo representativo del pensamiento débil, conformando unos atributos primordiales, como la multiplicidad de caminos, la ex-centricidad, la multidimensionalidad y multidireccionalidad, y uno fundamental: ser ilimitado. Eco destaca que “este laberinto será siempre ilimitado, puesto que su estructura, en cada momento, resultará distinta de la que tenía en el instante anterior, y cada vez podrá ser recorrido siguiendo líneas diversas ”. Según Eco, otras facultades sustanciales de la red (y la enciclopedia, como caso) son: no es definitiva, es abierta y atiende a la localidad. En síntesis, el carácter subversivo y rizomático aporta al pensamiento débil unas condiciones claves definitorias de su naturaleza y colabora en la consolidación de su metodología hermenéutica porque se edifica sobre la base de la diferencia como recurso vital y avanza en los segmentos de transición en múltiples direcciones (sentidos), posibilitando así relaciones ilimitadas de circulación asociativa (no lineal). Este término proviene del pensamiento asociativo, que caracteriza una de las funciones cognitivas del cerebro en el establecimiento de relaciones, diferente al sistema modal visuo-espacial. La analogía con el sistema de red consiste en que lo que importa en las derivaciones del tercer laberinto como rizoma, son precisamente los recorridos y no los puntos nodales. Las secuencias por lo tanto se establecen por las probables conformaciones estructurales de las relaciones y no por una graduación de niveles; de ahí que su mayor virtud sea la secuencialidad asociativa conceptual y no la linealidad progresiva. Las transiciones van constituyendo, por lo tanto, el marco interpretativo del pensamiento débil, limitado, tan solo, por las fronteras de la diferencia. Ante una inadecuada suspicacia que pueda llevar a discernir una falsa contradicción, Eco aclara en el ensayo El pensamiento débil y los límites de la interpretación su posición frente a la noción ilimitada de la enciclopedia expresada en El antiporfirio, así: “En aquel momento tenía que reconciliar mis ideas en lo tocante a los límites de la interpretación con la noción de enciclopedia, como opuesta a la estructura jerárquica y al modo de árbol de diccionario.

A comienzos de los ochenta, en La semiótica y la Filosofía del lenguaje, había estructurado mi crítica del diccionario como un árbol de Porfirio mediante la oposición de la enciclopedia como una alternativa, entendida como una estructura rizomática y laberíntica. Ahora bien, se podría decir que en un laberinto no hay direcciones privilegiadas y por lo tanto no hay un límite. Pero si queremos seguir fieles a la metáfora del laberinto, debemos recordar que un laberinto siempre es algo preconstruido donde la libertad del huésped está limitada en un sentido por las rutas posibles y, en segundo lugar, que el laberinto de la enciclopedia no es un hecho natural sino un producto social y por tanto el resultado de una serie de negociaciones, de reglas puestas por una comunidad”. Esta aclaración es indispensable para comprender que la red representa un modelo hermenéutico débil, entre otras facultades, por la de ser ilimitado en términos de recorrido por asociaciones, pero limitado en cuanto a los vínculos de pertinencia que establece “lo dado” en la demarcación de las fronteras de la diferencia que permite identificar territorios y en cuanto al marco de relaciones plausibles de la interpretación en tanto las rutas de lo interpretable. Con base en lo que he presentado hasta ahora, se pueden categorizar cuatro formas de pensamiento débil o fuerte, según su apariencia: Lo que aparenta ser débil y es débil (como la enciclopedia, la hermenéutica de Vattimo o el Partido Verde). Lo que aparenta ser fuerte y es débil (como la hermenéutica de Nietzsche). Lo que aparenta ser débil y es fuerte (como los discursos de reclamación feministas o de los LGTB). Lo que aparenta ser fuerte y es fuerte (como el modelo tipo diccionario o los gobiernos hegemónicos). La apariencia aquí adquiere relevancia hermenéutica, porque los asuntos de la apariencia son variables necesarias de discernir. Como ya se ha expuesto, la hermenéutica débil procura con intensa devoción, el escudriñamiento, en primer lugar, de lo que hay detrás de la apariencia fuerte (y, por lo tanto, también de la débil). La exploración hermenéutica contempla las condiciones que hemos mencionado (alteridad, flexibilidad, multidireccionalidad, etc.) para penetrar hacia el territorio protegido y una vez que ha ingresado en él, proceder a recorrerlo con el rigor minucioso de quien busca una aguja en un pajar; los recorridos siempre vinculantes de conceptos dentro de los límites de la interpretación.

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Sistemas de simulación multimediales e interactivos como pensamiento fuerte

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Los sistemas multimediales interactivos como la Internet, los videojuegos o los robots sociales son formas complejas de relación sujeto-objeto en las que se simula la interacción. El sistema reacciona de formas muy diferentes de acuerdo con cada clase de estímulo que opera en él un usuario (obturaciones, preguntas, activaciones por voz, etc.). El sistema codifica y decodifica estos estímulos a través de una IGU -Interfaz Gráfica de Usuario- (como la apariencia de la pantalla del computador o la fachada del robot) en el lenguaje binario de un software que produce respuestas seleccionadas de un banco de datos que constituyen un número muy elevado de posibilidades. La interacción es una simulación porque el usuario actúa, pero el sistema no. El sistema parece actuar ante las acciones del usuario, pero son sencillamente reacciones operacionalizadas. El primer contacto entre el usuario y el software se produce en el envío de información del usuario a través de la IGU, que el sistema moviliza por los medios involucrados (gráfica, audio, procesador de texto, video, etc.) y los traduce al código binario del software. Una vez que el programa ha rastreado las coincidencias e incompatibilidades, produce la respuesta más ajustada y la devuelve al código de bits que genera una respuesta visual, auditiva o mecánica. Este rastreo que realiza el programa es, aparentemente, asociativo, pero el programa consulta los datos cuantitativamente, de manera lineal y progresiva, y no cualitativamente, de manera asociativa y alternada. El funcionamiento en forma de red es aparente, simulado. La vinculación de conceptos e imágenes que establece un programa es de secuencia lineal. Realiza las debidas exploraciones en forma sistemáticamente ordenada, con base en progresiones numéricas y alfabéticas, nunca por mecanismos comparativos de cualidades. Un buscador de Internet para encontrar imágenes de mujeres, por ejemplo, realizará búsquedas alfabéticas a partir de la palabra “mujer”, pero no puede realizar comparaciones icónicas y seleccionar las opciones por medio de diferenciaciones visuales. De la misma manera, el más desarrollado software de captura de imágenes codificará la información lumínica del scanner o la cámara digital en el sistema binario y luego en pixeles, pero sin tener la habilidad de reconocer los atributos de la imagen. Para que un programa produjera vínculos asociativos tendría que resolver la inmensa dificultad de identificar tales atributos, realizar comparaciones icónicas de forma, cromatismo, tamaño, posición o dirección, y poder valorarlas cualitativamente. Estos sistemas artificiales son resultados positivistas, manifestaciones eficaces del paradigma científico: pensamiento fuerte erigido sobre la promesa benefactora de la ciencia y la tecnología. ¿Cuál es entonces la subversión en el uso de los sistemas multimediales interactivos?... El pensamiento débil se posibilita aquí en la colaboración epistemológica entre los sistemas simuladores y la inteligencia humana. Los videojuegos y los CD-ROMs enciclopédicos son un ejemplo de esta colaboración; ambos pueden posibilitar al usuario en algún tipo de aprendizaje, pero abandonando la idea de que el sistema es autónomo o, la idea opuesta, que el usuario sea absolutamente dependiente y permeable. El sistema presenta múltiples respuestas posibles y múltiples formas de navegación cuantitativas, pero las asociaciones cualitativas las realiza el usuario, no el programa. El sistema está dispuesto para que el usuario proceda en su autonomía a seguir los derroteros que él considere. El asomo de inteligencia del sistema aparenta tomar decisiones por asociación8, pero realmente ejecuta veloces y millonarias op eraciones probabilísticas cuantitativas y lineales. El ajedrez, por ejemplo, considerado un juego analítico de inteligencia, puede ser jugado por la computadora con excelencia y superar al más experto jugador humano, como ocurrió cuando Deep Blue derrotó a Kasparov, el campeón más sobresaliente en la historia del ajedrez, porque las opciones son reducibles a lo cuantitativo en razón de las fuertes reglas de movimiento de las fichas y las casillas de desplazamiento.


No se puede negar la efectiva contribución que realizan las mediatizaciones computacionales a los procesos de aprendizaje y de creación de conocimiento, pero la trampa de este pensamiento fuerte radica en su sobrevalorada facultad participativa y resolutoria de problemas.Un sistema es capaz de enunciar la respuesta que el usuario requiere porque existen unas rutas indiciarias que le permiten seleccionar la más probable... ¿Le apuesta a un objetivo? ¿El sistema ofrece un número enorme, pero limitado de interpretaciones porque es capaz de calcular un territorio delimitado de ellas? ¿El sistema aparenta ser fuerte o es fuerte?... Si es fuerte, es porque las dimensiones cuantitativas pueden vencer, dada la inmensa cantidad y altísima velocidad de procesamiento, las posibilidades cualitativas del pensamiento humano. Si es débil, es porque no sería suficiente que el sistema tuviera la capacidad de sustituir los qualias perceptivos de la mente humana, en sucesivas codificaciones y decodificaciones... El sólo fenómeno de la sustitución sería por su naturaleza sígnica, la condición de su debilidad. Es débil porque nunca podría dejar de ser una imitación, una reproducción tendiente al infinito de revisión de operaciones previas, almacenadas en código binario. Si es débil, no puede prescindir de la inteligencia humana y por lo tanto es solo útil... Es tan solo un instrumento para el saber, como lo es un lápiz en manos de un filósofo, un ingeniero, un dibujante o un literato.

Simulación y simulacro: ¿máscaras de realidad y verdad? Los sistemas interactivos nos llevan a pensar inmediatamente en la sustitución de los desempeños humanos (como la Inteligencia Artificial), pero para no ir tan lejos, las dinámicas de simulación y simulacro están arraigadas a nuestros diversos afectos culturales, abarcando la historia de la humanidad y el curso de nuestras vidas. En Cultura y simulacro Jean Baudrillard expresa: “Disimular es fingir no tener lo que se tiene. Simular es fingir tener lo que no se tiene. Lo uno remite a una presencia, lo otro a una ausencia. Pero la cuestión es más complicada, puesto que simular no es fingir: «Aquel que finge una enfermedad puede sencillamente meterse en cama y hacer creer que está enfermo. Aquel que simula una enfermedad aparenta tener algunos síntomas de ella» (Littré)”. Ahora, según Baudrillard, el conjunto de simulaciones se construyen en el edifico del simulacro, como el caso de la imagen sagrada: Dios es puro simulacro, imagen sin referente; fue más verdadera para los iconoclastas que comprendían su poder, que para los iconólatras que las adoraban superficialmente. La simulación es representación fingida, imitación de lo que no es. El fingimiento se basa, en este caso, en emular las condiciones que se asemejan. El simulacro también constituye un fingimiento, una falsificación, pero como ficción, como idea que forma la fantasía, como acción fingida. El primero sustituye la realidad o lo verdadero gracias a la semejanza de la apariencia, mientras que el segundo lo hace por la semejanza de las acciones, por un procedimiento dramatúrgico. De allí se generan dos consideraciones fundamentales: el realismo y la verosimilitud. El juego de la simulación pretende parecer real. Los robots sociales o los videojuegos avanzan cada vez más en la sustitución de lo real, con el propósito de sustituir las condiciones físicas de diversos contextos y los desempeños de humanos o animales, como las emociones o la inteligencia, entre otros. Por otra parte, los juegos de simulacro emulan la verdad, porque la sustituyen por la verosimilitud. Implican una condición narrativa, de secuencialidad de acciones que constituyen una historia, ficciones... Cuando son verosímiles respondemos emocionalmente ante ellas o incluso intelectualmente, a pesar de que sabemos que no son ciertas. Los juegos de simulacro pueden permitirnos conocer verdades sin ser testigos de ellas.

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El realismo y la verosimilitud o, dicho de otra manera, la relación entre apariencia y realidad y apariencia y verdad (pero específicamente aquella en la que la una implica la ausencia de la otra), es decir, lo que aparenta ser real sin serlo y lo que aparenta ser verdadero sin serlo, son dos formas de pensamiento fuerte. La fuerza de las apariencias han tenido implicaciones severas en el ser. Baudrillard ha dicho que la simulación implica la sustitución de la imitación por su referencia al punto de que ésta puede morir y que, por lo tanto, la imagen es signo sin referente, obteniendo en sí misma la facultad de ser verdadera. Nuestra realidad se configura por nuestra percepción y se articula por nuestras concepciones. Somos imágenes, seres simbólicos, traducimos lo virtual en real por medio de las emociones y desencadenamos reacciones concretas a partir de acciones abstractas. Así ha sido en la evolución de la humanidad y así es en el desarrollo de nuestras vidas... En el alba nos impacta más Disneylandia: las simulaciones, las réplicas sensoriales y los diversos deleites artificiales. Pero a medida que declinamos, nuestro mundo se va concentrando en el Museo: la virtualidad de nuestros apegos y saberes, tejemos un manto de virtualidades, de imaginarios y de imaginaciones... El teorema de Pitágoras, La Inmortalidad de Kundera o la Novena sinfonía de Beethoven, son ejemplos de un elevado nivel de realismo simbólico. Por supuesto, cada componente de este mundo virtual tiene su asidero en la realidad, su conexión ontológica vital. Por lo tanto, existe una relación simbiótica y circular entre la virtualidad y la realidad. Entre la apariencia y la realidad, y entre la apariencia y la verdad. En el caso de lo verosímil, ¿quién podrá negar que es indispensable creer en ciertas cosas, así no se haya demostrado su veracidad?... Por ejemplo, ¿qué se puede ofrecer en sustitución al simulacro del amor? Esa fuerte fascinación del ser humano por las simulaciones y los simulacros lo llevan a caer fácilmente en las ideologías y los fundamentalismos. Una celebración, por ejemplo, tiene una poderosa fuerza evocadora... Se producen nuevos eventos o se discute enérgicamente sobre la forma en que debe abordarse una celebración (o por omisión, como cuando en un matrimonio alguno de los dos olvida la fecha de aniversario del ritual). En este sentido, son situaciones lamentables las conmemoraciones de tragedias que se vuelven trágicas. Cuando la relevancia que se le asigna a un evento histórico como el 9 de junio, por ejemplo, en el que se conmemora el asesinato de un estudiante universitario, origina la replicación de la tragedia en diversos niveles, a lo largo de sus agitadas celebraciones. El estatuto simbólico ocasiona la revitalización del evento óntico múltiples veces y aunque pueda ser superado en las consecuencias de las renovadas celebraciones, no será así en la magnitud simbólica que lo origina. Esa es la extrema capacidad movilizadora de lo virtual, de lo abstracto, de lo aparente, y allí radica su fuerza. La alteridad y la red son, por lo tanto, las posibilidades debilitadoras de todo simulacro y toda simulación que se instituye culturalmente. El pensamiento débil nos permite sortear las trampas de los paradigmas, las ideologías y las costumbres, atendiendo a la sensatez de no creer en absolutos ni confiar en las evidencias ontológicas o fenomenológicas (que son inversiones de la dogmática fe ciega -y casi tan peligrosas-). La evasión que permite un juego interpretativo de sentidos solapados y cambiantes nos permite encontrar salidas ilimitadas al control (moderno o posmoderno), pero siempre limitado por las fronteras de la interpretación que estén dados. El asunto es tomarse el tiempo necesario para realizar la pesquisa suficiente que permita reconocer las fronteras en las particularidades de cada contexto.


Notas:

El pensamiento débil no es tampoco una antítesis ni una oposición al pensamiento fuerte, que se caracteriza por ser legítimo como voz del paradigma. Vattimo analiza el caso de la dialéctica como un sistema fuerte, a pesar de que es viable pensar que una discusión no es impositiva, pero es fuerte de todos modos, en la medida en que se sostiene bajo “la fuerza” de los argumentos.

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Umberto Eco recupera la figura del rizoma, desarrollado por Gilles Deluze y Félix Guattari en Rizoma - Introducción, como un sistema que permite comprender el lenguaje como algo mucho más libre y complejo que los modos de relación definitoria de las categorías y predicables de Aristóteles y, posteriormente, Porfirio, y cuyo mejor ejemplo se presenta apropiadamente en el modelo de la enciclopedia.

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Es tentadora la opción de utilizar la palabra lenguaje, sin embargo, importantes teóricos de la semiótica y la filosofía analítica no avalan tan fácilmente dicha designación a modos de operación de codificación que aparentemente son equivalentes. Umberto Eco ha argumentado que para que una codificación discursiva visual pueda ser considerada lenguaje debe “disponer de un conjunto infinito de signos, que sean susceptibles de ser integrados en un repertorio léxico; y que pueda ser diseñado un conjunto de reglas al que debe atenerse cualquier configuración discursiva. Las imágenes no cumplen ninguna de estas reglas y por tanto no conforman un lenguaje”.

En El antiporfirio, Umberto Eco categoriza tres tipos de laberintos para explicar metafóricamente el funcionamiento de la enciclopedia como modelo de lenguaje. El primer laberinto es el de Cnossos, de tipo unidireccional, un solo camino que es confuso por su intrincamiento. El, segundo, el manierista o Irweg, que presenta muchos caminos, pero sólo uno conduce a la salida.Y el tercero, es el de tipo red, donde los recorridos se solapan y se conectan unos con otros.

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Un ejemplo cotidiano de esta ilusión se evidencia en la expresión “está pensando” cuando nos referimos a que un programa está procesando los datos de un requerimiento que realiza el usuario.

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3

Tooltoy es la noción de Alexander Manu que hace referencia al diseño de objetos, como configuración lúdica que posibilita la imaginación del ser humano en sus maneras de uso, demandando una mayor participación del usuario en la interacción con el objeto. Por ejemplo la muñeca de trapo; es un elemento absolutamente inoperante, no automático, pero es efectivo como recurso de inmersión de la niña y su estimulación creativa. Replanteando la sentencia moderna de Louis Sullivan: “la forma sigue la función”, Manu propone: “la forma sigue la posibilidad”.

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Aunque acerca del diccionario, también argumenta eficazmente su debilidad.

5

Precisamente, el nuevo árbol que plantea Umberto Eco a partir del de Porfirio, es eficaz y pertinente porque flexibiliza las relaciones, posibilita nuevos conceptos, re-articula las jerarquías y es sensible a los contextos. La base conceptual del antiporfirio es la modalidad de integrar los esquemas definitorios sólo por diferencias (que dividen y constituyen), obviando la jerarquización rígida que Aristóteles y Porfirio habían considerado según Categorías y Predicables.

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Bibliografía Baudrillard, Jean. Cultura y simulacro. Editorial Kairós, Barcelona, 1978 Eco, Umberto. El pensamiento débil y los límites de la interpretación. En Debilitando la filosofía, ensayos en honor a Gianni Vattimo. Anthropos Editorial, Universidad Autónoma Metropolitana-Cuajimalpa, México, 2009. Eco. Umberto. El antiporfirio. En El pensamiento débil. Manu, Alexander. Tooltoy, Quebradas, David y Gabriel Arteaga, Funciones ejecutivas y marcadores somáticos: Apuestas, razón y emociones. En Revista EL hombre y la máquina, N°34, Universidad Autónoma de Occidente, Cali, 2010. Schedroff, Nathan. Experience Desgin 1.0. Sennett, Richard. O artífice. Editorial Record, Sao Paulo, 2009. p. 101: La herramienta espejo.


LA

HUMILLACIÓN DE LA RAZÓN Por:

Hernán Toro

Profesor Titular Director del grupo de Investigación en Periodismo e Información Escuela de Comunicación Social de la Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle hernantoro2000@gmail.com

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Resumen:

En este artículo, el autor trata de establecer relaciones (cercanías y distancias, afinidades y diferencias) entre la ciencia y el arte, de entender sus especificidades como prácticas académicas universitarias y los efectos normativos que las concepciones dominantes acerca de esta relación producen en las universidades y en los organismos estatales educativos.

Palabras clave:

Ciencia, Arte, Investigación en artes, Creación


I. En relación con el arte (y simplificando en extremo), en el contexto educativo colombiano se ha presentado históricamente una especie de división de funciones de acuerdo a la cual las escuelas de arte se han ocupado de la formación de artistas (cuando esta educación ha sido formal), mientras que la responsabilidad de la formación de teóricos, de críticos de arte o de docentes de las artes ha recaído en facultades universitarias. Esta separación formativa no ha hecho más que reconocer la distinción empírica socialmente constatable entre personas que producen arte –los artistas— y personas que se refieren al arte, ya sea que critiquen, teoricen o enseñen el arte –críticos, teóricos y maestros--. Esta distinción ya no es válida. Las universidades han construido programas de estudio donde coexisten las dos dimensiones, y en cuya aplicación, por lo tanto, teóricos y artistas se codean y frecuentan y fraternizan y comparten cursos y talleres1 . Aunque puedan un teórico y un artista habitar en el cuerpo de una única persona, es innegable que la actividad de un teórico (historiador, esteta, filósofo) no es de la misma naturaleza que la de un artista, y un imaginario ser bifronte que reuniera en una misma persona las dos condiciones, ese Jano del campo del arte, no podría nunca ser el mismo cuando actúa como artista que cuando obra como teórico. Doctor Jekyll de la producción, Mister Hyde de la teoría. El artista produce obras llamadas entonces “artísticas”; el teórico reflexiona sobre ellas, las inscribe en contextos históricos, encuentra corrientes estéticas subyacentes, identifica sensibilidades singulares, establece redes entre teorías distintas. El artista provee los referentes empíricos con los que trabaja el teórico. Si ello es así, una consecuencia práctica parece desprenderse legítimamente desde ya: razonablemente, a un profesor universitario cuyo dominio de trabajo sea la producción artística –pienso en un pianista, por ejemplo, o en un pintor, o en un fotógrafo-- no se le puede exigir que su producción intelectual tenga que ser forzosamente investigativa puesto que su domino es el del hacer –ser artista— y no el de pensar la práctica artística desde la óptica del investigador. Su trabajo se cristaliza en obras para piano, o cuadros, o fotos, según, y no en productos intelectuales científicos, y el proceso que conduce a la obra sólo de manera impropia podría ser llamado, en rigor, investigación científica. No hay nada incorrecto o indebido o desplazado o pervertido o vergonzoso en ello: que se me perdone la tautología, pero los artistas son artistas, los científicos científicos, y cada cual genera lo que es propio de su campo. Nada de lo anterior impediría, sin embargo, que ese mismo profesor pueda adelantar investigaciones, por ejemplo históricas, sobre obras artísticas para piano (o sobre pintura, fotografía, etc.); pero es una posibilidad y una opción, no una actividad obligatoria para legitimarse. El profesor de la Universidad del Valle, ahora jubilado, el maestro Mario Gómez Vignes, era –es-- un compositor muy destacado, lo que no le impidió mientras fue docente adelantar una monumental biografía de Antonio María Valencia. ¿Tendré que decir que esa biografía no es una composición musical? No obstante, el maestro Gómez Vignes se hubiera justificado a plenitud como docente de música si su producción intelectual se hubiera “limitado” a ser compositor. Agradezco hacer el énfasis suficiente en las comillas de la palabra “limitado”.

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Dicho de otra manera, un profesor de una facultad de artes, en el momento actual, puede adelantar investigaciones de acuerdo a los más estrictos protocolos investigativos –y está bien que así lo sea--, pero se estrangularía una dimensión importantísima de su condición intelectual si se creyera que su producción debería circunscribirse a la investigación o, peor, dando por legítima sólo la elaboración de productos de investigación. Tal vez debería invertirse la consideración: la producción artística, puesto que ese es el resultado esperado y “natural” del trabajo de los artistas, debería ocupar un lugar de privilegio en la valoración de la producción intelectual de un docente de este campo. Pues, en efecto, ¿por qué la productividad intelectual de un profesor de artes tiene que ser evaluada a partir de productos que no están inscritos intrínsecamente en el universo de su condición intelectual? Sería tan inapropiado como juzgar la actividad intelectual de un científico por la calidad de las obras para violín y piano que componga. Por supuesto, la ironía de la anterior frase quiere decir que un científico no compone obras musicales, pero quiere hacer pensar también en la incorrección en que se incurriría al querer juzgar el trabajo de producción intelectual de un científico a partir de un tipo de obras –obras artísticas— que no se derivan en absoluto de su condición.


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Sería conveniente abordar ahora una confusión terminológica, de efectos conceptuales devastadores, en la que muy a menudo se cae al discutir estos asuntos: la polisémica palabra “investigar”. Sí, no hay duda, el maestro Mario Gómez Vignes debió investigar para escribir su biografía de Antonio María Valencia, y sin duda debió también haber investigado para componer su Concierto para piano y orquesta, una de sus obras musicales más conocidas. Pero no hay que confundir: esas dos investigaciones no tienen la misma naturaleza ni la misma connotación ni obedecen a los mismos patrones y protocolos. En el primer caso, los métodos utilizados debieron haberse ajustado a los cánones de la investigación científica –proceder por hipótesis y demostraciones, actuar bajo el imperio de la razón y la lógica, distanciarse del objeto investigado, obedecer a los dictámenes positivistas --, mientras que la segunda “investigación” significa lo que el sentido común le atribuye a ese término, es decir, una indagación que, por su naturaleza circunstancial, no comparte las exigencias propias de las investigaciones llamadas científicas, de tal manera que nadie diría que la composición del Concierto para piano y orquesta es el informe final de una investigación científica. Como nadie dirá que un detective, por más que investigue, está adelantando una investigación científica cuando trata de encontrar la caleta de un narcotraficante.Y sí, investiga, qué le vamos a hacer, el lenguaje es así, las palabras son poliedros, pero una cara no es otra cara. Investigar e investigar no es, pues, lo mismo, de la misma manera que la palabra “función” en teatro no significa lo mismo que la palabra “función” en matemáticas, por más que morfológicamente sean iguales. No, no son iguales, son semejantes, son isomorfas, y significan distinto. En esta estrategia discursiva de referencias cruzadas habría que mencionar a la Universidad del Valle. Nuestra institución nació, hace 65 años, como una universidad tecnológica; de hecho, se llamaba originalmente “Universidad Tecnológica del Valle”. Ese nombre fue cambiado por el actual al muy poco tiempo para justificar la inclusión de facultades que no eran tecnológicas. El peso específico de las unidades académicas a las que el trabajo científico les imprimía su marca de hierro fundacional –Ciencias, Ingenierías, Salud—, y que fueron su núcleo primigenio (con el agregado, que podría explicarse, de la entonces Facultad de Arquitectura) fue dándole a la Universidad un sello sui generis que ha perdurado hasta ahora y que, a mi manera de ver, no se corresponde con la realidad actual. Me refiero a la existencia de una Vicerrectoría de Investigaciones que, no obstante ser de investigaciones, como su nombre lo indica, controla la totalidad del trabajo intelectual de los profesores, como si el conjunto mayor fuera la investigación y no al contrario. Quiero decir: la evidencia nos dice que la investigación es un subconjunto de la producción intelectual, en la que también hay, por ejemplo, producción artística, la que, por definición, no es científica. Excúsenme la obviedad: cuando un profesor escribe una novela no está produciendo un informe de investigación; cuando un profesor compone una sonata no está produciendo un informe de investigación; cuando un profesor produce una película no

está produciendo un informe de investigación. Está produciendo, cada cual, un producto artístico llamado novela, sonata, película, cuya elaboración obedece a procesos que no son de la misma naturaleza ni coinciden con los de la investigación científica. Otras son sus leyes, otros sus procedimientos, distintas sus metodologías. ¿Por qué, entonces, si los métodos, los procesos, los protocolos, las leyes de la novela, de la sonata y de la película no se inscriben dentro del universo de la producción científica es, sin embargo, una vicerrectoría de investigación la que diseña y rige la política con la cual operan los artistas? ¿No sería más coherente que existiera una vicerrectoría de producción intelectual con un departamento encargado de la ciencia y otro del arte? Escribo esto y pienso, con cierta aprehensión, que algunos podrían calificar mis afirmaciones de anatema. Pero soy formal: que no se entienda ni remotamente que con lo anterior estoy cometiendo la herejía de recusar la legitimidad de la ciencia o de los organismos encargados de fomentar la producción científica. Soy respetuoso y valoro, creo que con justicia, lo que ha hecho la actual Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad del Valle, y valoro aún más el esfuerzo evidente que ha hecho por darle reconocimiento y dignidad a las actividades del arte en nuestra institución; valoro igualmente la existencia de Colciencias, y lucho a mi modesta escala porque se creen mejores condiciones en el país para el desarrollo del espíritu científico. Creo que la especie humana ha llegado a sus actuales niveles de complejidad de conocimiento gracias a la actividad científica, y no puedo concebir a la sociedad sin la ciencia, sin que los seres humanos que la componemos no tratemos de entender el funcionamiento de los hechos sociales o de la naturaleza. Atribuyo el atraso social en buena parte a la pobreza del desarrollo científico. Tampoco podría entender una universidad que no tenga en un lugar destacado el fomento a la investigación. Pero reclamo la autonomía del arte con respecto de la actividad científica, y pido que el arte sea tratado en iguales condiciones de consideración y respeto que la ciencia. Porque si nadie duda –yo, el primero-- de que la ciencia ha sido un pilar fundamental en el desarrollo humano y social, que nadie dude tampoco que sin el arte estaríamos todavía tratando de inventar el fuego.


¿Qué tiene entonces de particular el arte para que reivindique con tanta vehemencia el reconocimiento a su autonomía con respecto de la ciencia y, en consecuencia, reclame un tratamiento institucional específico (en normas, en funcionamiento, en protocolos)? Si es verdad, como lo afirma el escritor Carlos Fuentes, que “hay cosas que sólo puede decir una novela”, es decir, cosas que ningún otro tipo de discurso puede siquiera enunciar, inclusive, por inferencia, el de las ciencias, si ello es verdad, ¿por qué no aceptar entonces que lo artístico no se puede enunciar en términos de discurso científico sin traicionar su naturaleza? ¿Por qué pretender transformar en lógica discursiva lo que por naturaleza no lo es –imagen, sonido, materias--? Agreguemos: no sólo, por extensión, hay cosas que sólo puede decir el arte sino que, además, hay hechos y circunstancias esencialmente inexplicables. Piénsese, por ejemplo, en el comentario con el cual inicia Michel Foucault2 su prefacio al libro Las palabras y las cosas, tras citar de El idioma analítico de John Wilkins, de Jorge Luis Borges, la famosa clasificación contenida en “cierta enciclopedia china que se titula Emporio celestial de conocimientos benévolos”, en cuyas “remotas páginas está escrito que los animales se dividen en a) pertenecientes al Emperador, b) embalsamados, c) amaestrados, d) lechones, e) sirenas, f) fabulosos, g) perros sueltos, h) incluidos en esta clasificación, i) que se agitan como locos, j) innumerables, k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, l) etcétera, m) que acaban de romper el jarrón, n) que de lejos parecen moscas”. ¿Cómo reacciona Foucault, aparte de “la risa que sacude, al leerlo”?: “En el asombro de esta taxinomia –dice Foucault--, lo que se ve de golpe, lo que, por medio del apólogo, se nos muestra como encanto exótico de otro pensamiento, es el límite del nuestro: la imposibilidad de pensar esto”. Y de inmediato, en el párrafo siguiente, se pregunta: “Así, pues, ¿qué es imposible pensar y de qué imposibilidad se trata?” Quizás la razón de la extrema diferencia entre ciencia y arte y de la fuerza del reclamo pueda colegirse de lo que enseguida referiré. Hace algunos días, en efecto, leí un libro precedido de un epígrafe que así rezaba: “Tuvimos la experiencia pero perdimos el sentido. Y al acercarnos al sentido restauramos la experiencia”. ¿Qué texto podrá ser éste que reivindica el sentido como condición de la experiencia, y no al contrario, es decir, la experiencia como determinante del sentido? El autor parece decirnos que la experiencia como realidad bruta es ilegible si ella no está precedida del sentido. O también, a contrario: la experiencia no remite al sentido porque éste se pierde en la medida en que aquella se tenga. Aún más: la experiencia se restaura si nos aproximamos al sentido. Se restaura: es decir, antes estaba, sólo que ahora aparece bajo la luz lustral del sentido. ¿No nos han dicho siempre que el sentido es una derivación del análisis de la experiencia? Sólo el sentido nos permite entender la experiencia, y no por el simple hecho de vivirla los seres humanos inferimos su sentido. La realidad bruta por sí misma no significa, necesita del sentido para elucidarla. Es lo que siempre nos han dicho. Los que encuentran confuso lo que acabo de afirmar tienen razón; tengo la esperanza de que la confusión provenga de la complejidad del problema. Trataré de explicarme. El autor del texto que he citado –que en realidad son dos versos de un poema: “Tuvimos la experiencia pero perdimos el sentido/ Y al acercarnos al sentido restauramos la experiencia”— se llama Thomas Stearns Elliot (Premio Nobel de literatura de 1948), y el poema hace parte de su libro llamado Cuatro Cuartetos.

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¿Qué pertinencia tiene evocar ese epígrafe aquí? Pues la siguiente: el epígrafe lo es del libro titulado3 El llamado de la sombra, subtitulado Potencia de lo Irracional, (L’appel de l’ombre. Puissance de l’irrationnel) y su autora es la filósofa contemporánea francesa Thérèse Delpech. De entrada, su autora nos ubica en el corazón del asunto: “Este libro no tiene por objeto, como lo proponían los jansenistas, humillar a la razón, en un momento en el que una defensa e ilustración de ésta sería ampliamente justificada, sino de sugerir que de tanto querer racionalizar todo se corre el riesgo de perder el sentido del enigma, uno de los placeres inagotables del espíritu, de secar la fuente de las más altas actividades humanas, entre las cuales se encuentra el arte, e inclusive de comprometer el ejercicio de la razón al ignorar los aspectos más oscuros del psiquismo”. Insisto: “…de tanto querer racionalizar todo se corre el riesgo de perder el sentido del enigma, uno de los placeres inagotables del espíritu, de secar la fuente de las más altas actividades humanas, entre las cuales se encuentra el arte”. Pues, en efecto, es el enigma, lo inexplicable, lo irracional, y no la razón, “la fuente” de donde se nutre el arte, una “de las más altas actividades humanas”. Resuelto el enigma, triunfante la razón, el arte pierde sentido. (Recuérdese que los jansenistas, seguidores de san Agustín, proclamaban la predestinación de toda vida humana –que volvía inane cualquier iniciativa personal: nada puede modificar el camino que ya me ha sido trazado-- y atribuían un papel determinante a la gracia divina en el comportamiento de cada cual –los actos humanos se cristalizan en virtud del soplo de una fuerza superior--, de tal forma que la libre decisión de los hombres, que no puede ser entendida sino como hija de la razón, emancipada de todo influjo divino, quedaba expulsada del universo terrenal). Por azar, en una entrevista4 de hace poquísimos días titulada “El discreto encanto del misterio”, el director de teatro Santiago García dice a propósito de la pintura La tempestad, de Giorgione, que “me enamora muchísimo porque es de un enorme misterio, es un gran paisaje. Está lleno de segundas lecturas, de sugerencias, de misterio, y ese misterio es lo que más me interesa en el arte, el enigma, aquello que no da una lectura inmediata”. No es por nada que Thérèse Delpech toma como casos de estudio sobre la irracionalidad El Misterio de la Santísima Trinidad (la consubstancialidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, sin embargo distintos –“Tres personas distintas y un solo Dios verdadero”--); la locura con la que Atenea, diosa protectora de los héroes, golpea a Ajax, el mayor de los héroes de La Ilíada, hasta llevarlo a la puerta sin esperanza del suicidio; el desquiciamiento mental del rey Lear, que busca inútil y dolorosamente el amor de sus hijas: ninguno de estos relatos, señala Thérèse Delpech, puede ser explicado por la razón. Sí, no se trata de humillar a la razón menguando abusiva y despectivamente el importantísimo papel que ha cumplido en la construcción de los seres humanos que somos ahora –la razón merece nuestro respeto y nuestra gratitud--, sino de reivindicar la validez coetánea de su contrario, la irracionalidad, cuyo

derecho de existencia, por así decirlo, no puede ser negado, a riesgo de mutilar la naturaleza del ser humano, pues ella es parte constitutiva de la psique humana, dimensión sin la cual seríamos impensables como especie. No somos seres únicamente racionales, y es probable que nuestra materia esté hecha más de irracionalidad que de racionalidad (Recordemos a Hamlet: “Estamos hechos de la misma materia de la que están hechos los sueños”): de esta posibilidad abismal y vertiginosa nos da testimonio el intrincado mundo onírico, que, como todos saben, no se limita a nuestra misteriosa vida nocturna sino que se extiende a nuestros sueños diurnos y despiertos, a la vigilia en que soñamos; también la convulsiva actividad inconsciente, en cuyo miasma móvil, viscoso e inidentificable nadamos sin norte, como ese personaje de Julio Cortázar que se extravía en uno de sus sueños y nada en él a ciegas como en las aguas de una piscina sin superficie. En la reivindicación de la irracionalidad los artistas se juegan literalmente la vida pues sus productos, si bien resultan en parte del ejercicio de la razón, hunden sus raíces en la intuición y en la irracionalidad. Los procesos de producción artística ponen en marcha mecanismos que sólo de manera parcial, y hasta podría decirse que marginal, son ejercicios de la razón; en cambio, el inconsciente, la intuición, el sueño, el placer, procesos claramente no racionales (es decir, procesos que se realizan por fuera de las fronteras de la razón), intervienen en ellos, de forma tal que el artista, superado (o imbuido, o embrujado, o dominado, o poseído) por el misterio y la intensidad de esas fuerzas desconocidas, es incapaz de explicarnos su obra. Para Jorge Luis Borges, “El ejercicio de las letras es misterioso; lo que opinamos es efímero y opto por la tesis platónica de la Musa y no por la de Poe, que razonó, o fingió razonar, que la escritura de un poema es una operación de la inteligencia” 5. Para Santiago García, en la misma entrevista citada arriba, “uno no inventa con la razón sino con algo más profundo, con el arquetipo, eso que los antiguos llamaban la musa, que ilumina”. Añado otro testimonio del mismo Santiago García6 : “Cuando un grupo de artistas se reúne para lograr un objetivo final que se llama obra de arte cualquiera, hay un factor muy importante: la incertidumbre”. “La incertidumbre es lo que hace emocionante la creación. Si ya se conocen las leyes, si se sabe cuál es el cuadro que va a surgir, para qué se hace. Ese factor de lo no preexistente, no visto, hace que el arte se vuelva una aventura. Así, en el arte aparece otro factor dominante en el proceso creativo: el azar”. “El azar hace que el arte regrese a su fundamento más importante: el juego, a la esencia lúdica del ser humano. El arte tiene un carácter no serio, lúdico, porque si el arte fuera serio tendría leyes, normas y estatutos. (…) El artista tiene que ser un transgresor, un perverso que piense en el desorden de las cosas”. “Picasso lo repitió: el arte no es una suma de hallazgos sino un cementerio de invenciones. Cada vez pasará una cosa nueva…”. “El arquetipo, o sea el inconsciente, es lo que influye más en la creación artística, porque el artista se mueve más por sus impulsos irracionales inconscientes que por sus impulsos racionales. Entonces, es una intuición lo que al comienzo tiene el artista, una especie de sueño; y es mucho


más fuerte su intuición que sus elucubraciones racionales”). Algo concomitante dice Oscar Muñoz en una magnífica conversación sostenida con el filósofo Lelio Fernández (en un artículo7 titulado “Las manos inteligentes de Oscar Muñoz”), en la que, subrayando el papel del hacer en la producción artística, afirma que “el hacer físicamente las cosas también produce ideas”, que “una obra como las que hago no se hace con ideas ni partiendo de ideas”, “A mí me gusta dejar funcionar la intuición”, “…yo estaba indagando la fotografía (…) sin racionalizarlo, sin pensar en lo que luego resultaría”, “Sucede que yo no parto de una idea que me indique desde el principio que la manera de hacer algo es así y así, por esta y esta razón, y que después de eso viene la elaboración, la materialización. No. Yo no funciono así. Voy trabajando y voy pensando, y muchas veces el hacer se adelanta a lo que yo pueda deducir”.Y Ferran Adriá, el cocinero catalán, sin discusión el representante más distinguido hoy en día de ese arte conocido como gastronomía, afirma que, “en el proceso de creación, las cosas se encuentran sin buscarlas”. Dominado pues por el desarrollo azaroso de su proceso, y determinado por la incertidumbre y el inconsciente, navegando a la aventura (es decir, sin rumbo fijo) el artista escribe la obra (o la pinta, o la cincela, o la compone) pero no puede explicar el proceso que a ella condujo, justamente porque él se sitúa más allá de los límites de la razón : es sólo una apariencia de paradoja, como la que homólogamente ilustra Charles Chaplin en la película Tiempos Modernos en la que un obrero, por más que repite miles de veces el mismo gesto en la cadena de producción, es incapaz de comprender la totalidad del proceso productivo y el lugar económico en el que se inscribe. García Márquez afirmaba, tras la colosal avalancha de estudios interpretativos a la que dio lugar la aparición de Cien años de soledad, en aquel memorable 1967, en los que se mezclaban análisis sociológicos, políticos, económicos, lingüísticos, jurídicos, de todo orden, poniendo de esa manera al descubierto las múltiples capas que como filones de sentido reposaban en el cuerpo de la novela, que él sólo había querido contar las historias que su abuela le había narrado en los somnolientos días de su infancia feliz de Aracataca. Había querido sólo contar: no había querido demostrar, ni la validez de tal o cual teoría sociológica sobre la guerra en Colombia, ni la incidencia imperialista de las compañías bananeras en la costa norte del país, ni el uso de la segunda persona del singular entre los habitantes de la costa atlántica, ni los hábitos alimenticios de los pobladores de los pueblos colombianos, ni la estructura jurídica de las organizaciones encargadas de impartir justicia, ni las estructuras de familia en algún población colombiana. Pablo Picasso no atribuía ninguna intención de sentido político a la pelota roja sobre la playa en donde jugaba algún niño de sus pinturas, y mientras algunos críticos, no pocos, encontraban relaciones metonímicas con el color rojo de su militancia comunista, Picasso se limitaba a decir que pintaba pelotas rojas porque le gustaba pintar pelotas rojas, nada más. Y Joyce afirmaba: “Cierra los ojos y mira”, consejo que escandalizaría a un científico. Es decir, mira hacia dentro de ti mismo, bucea en esa oscuridad en la que se oculta todo tu interior, explora ese mundo desconocido que se despliega hacia los espacios infinitos de tu propio territorio interior. Y sin embargo, no obstante originarse y centrarse en la percepción de un individuo, de ser una experiencia como ninguna otra absolutamente personal (no hay nadie más solo que un artista cuando produce), cuánto conocimiento sobre la sociedad, sobre la condición humana, sobre los seres humanos, sus bajezas, sus grandezas, sobre el odio, el amor, la desgracia, la degradación del cuerpo, la amistad, la enfermedad, la muerte, el envilecimiento del poder, los servilismos humanos, la virtud, los deberes filiales y fraternos, la dignidad frente a la humillación, el pavor ante lo desconocido, la arrogancia, las incontables facetas que nos hacen hay, por ejemplo, en Shakespeare, en La Condición Humana, de Honoré de Balzac; cuánto comprendemos de la historia con el Guernica de Picasso; cuánta sabiduría hay en Sófocles8 . ¿Los familiares de los desaparecidos en la retoma del Palacio de Justicia no reclamaban hace algunos días solamente, en la conmemoración de los 25 años de los desgraciados acontecimientos, la aparición de los cuerpos de sus familiares y reproducían de esa manera la lucha que Antígona

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viene librando desde hace dos mil quinientos años por recuperar el cadáver de su hermano, yaciente en el campo de batalla y a cuya entrega se opone Creonte? Pues el arte, a su manera, nos provee a quienes lo consumimos de un saber sobre los seres humanos, sobre las sociedades, sobre el mundo que habitamos, sobre las relaciones entre los hombres que, por otras vías, sin duda distintas, nos da la ciencia. Pero, ¡cuidado!, no hay que confundir el uso de estos saberes. El arte es básicamente inútil, si por útil se entiende una aplicación pragmática. ¿Para qué sirve el arte? “Para nada”, sería la respuesta más apropiada. Con el arte no se aceleran las cadenas productivas en las fábricas ni los motores de los carros adquieren más potencia, ni el hambre se reduce en el África, ni se incrementa la productividad por hectárea de los cultivos de sorgo en el Valle del Cauca. ¿Para qué serviría el célebre orinal de Marcel Duchamp? ¡En todo caso, no para orinar, caballeros! Y si sus sendas utilidades son diferentes, también lo son las modalidades del trabajo: García Márquez afirmaba, sin el menor asomo de mamagallismo, que “Nadie trabaja más que un novelista cuando se encuentra tendido en una playa bocarriba con un sombrero sobre la cara”. Es cierto. Y si el consejo de Joyce escandalizaría a un científico, esta observación del novelista colombiano espantaría de horror a todos los accionistas de nuestras empresas nacionales. Quiero decir: arte y ciencia no rivalizan. Cada uno, a su manera, produce conocimiento, es decir, una percepción nueva en torno a la realidad, sólo que la ciencia lo hace por vía demostrativa mientras que el arte lo hace por el camino regio de la sensibilidad. Sobre esos dos grandes pilares, arte y ciencia, la humanidad ha venido construyendo desde el alba de nuestra civilización las sociedades y los seres humanos que somos hoy en día. Enfrentarlos excluyentemente es un gesto de ceguera; reconocer su autonomía recíproca es un acto de sensatez; sacar conclusiones prácticas de esta diferencia es un deber de los responsables de las políticas públicas de las instituciones y un acto de justicia hacia quienes, como los artistas, hemos venido siendo, aquí sí, humillados por la prevalencia de la razón. Pero advierto: al arte no lo enterrarán vivo.

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II. He hecho las consideraciones anteriores con el propósito de intervenir abstractamente sobre los conceptos que rigen hoy en día las relaciones entre el arte y la ciencia. Pero quisiera hacer una serie de comentarios en torno a asuntos de orden práctico derivados de los problemas señalados en las páginas anteriores. Se entenderá sin dificultad que estoy pidiendo que institucionalmente se reconozca una autonomía (relativa, desde luego) a las actividades artísticas con respecto de las científicas, y que ese reconocimiento se exprese en disposiciones normativas que las legitimen. Sé que, de ser aceptado –lo que no es evidente, pero hablo animado por la esperanza de lo posible--, estaríamos frente a un proceso complejo. La creación de la Facultad de Artes Integradas hace 15 años fue un primer paso en la trayectoria de decisiones de temporalidad larga que estoy proponiendo. Pero las obligaciones institucionales y los vínculos nacionales suprauniversitarios plantean dificultades particulares. Como lo que estoy proponiendo aquí discute claramente el rol de Colciencias (no en general sino en referencia a la Facultad de Artes Integradas), quiero continuar con un análisis sobre uno de los aspectos que más nos causa incomodidades en la relación que como Facultad de Artes sostenemos con Colciencias. Y si bien estoy escribiendo como decano yo no estoy presentando un punto de vista oficial de la Facultad que presido, debo señalar que las ideas que voy a presentar enseguida encuentran un eco muy favorable entre los miembros de Acofartes, la asociación que


reúne a las facultades de artes del país, según lo pude constatar en la asamblea de septiembre de 2010. Me refiero al caso de la indexación de revistas. A mi manera de ver, la enorme dificultad para indexar ante Colciencias revistas centradas en torno al arte, que traten de publicaciones que reproduzcan obras artísticas, de publicaciones que reflexionen sobre el arte o de publicaciones que describan procesos artísticos, o cualquier combinación de estas variantes, e inclusive de algunas revistas adscritas al campo de las humanidades, proviene del predominio social de una visión excluyentemente cíentífísta de la universidad y de la prevalencia cada vez más irresistible de las políticas neoliberales en las sociedades occidentales (punto este último que no desarrollaré aquí). Con respecto al primer aspecto, hay que decir que, al menos en lo relativo a la Universidad del Valle pero sin duda extensivo a otros centros universitarios, el concepto de investigación basado en métodos positivistas y demostrativos, que caracteriza al trabajo científico, ha terminado por imponerse como el predominantemente válido y por lo tanto reconocible, desconociendo por lo tanto otros métodos de trabajo, como el artístico, que no por no ser científicos dejan de ser socialmente válidos. Es verdad que algunos pasos se han dado encaminados a corregir semejante asimetría, pero son todavía tímidos y ampliamente insuficientes. ¿Qué haría inferior, académicamente hablando (aunque, claro, también socialmente, pero mi interés argumentativo en este texto es fundamentalmente académico), una obra de teatro de un artículo sobre, por ejemplo, la estructura molecular de los aminoácidos? Jamás el libreto de una obra de teatro sería considerado científico, ni muchísimo menos ese momento efímero y delicuescente que es su presentación en escena.Y no tendría por qué ser considerado así, porque su naturaleza y su método son radicalmente diferentes: mientras la ciencia opera, como lo hemos dicho, por demostración (hipótesis que requieren ser comprobadas), el arte obra racionalmente, claro, pero también y sobre todo por intuición, por asociaciones irracionales, por el libre juego del inconsciente. El arte no tiene que demostrar nada; Jorge Luis Borges, al equivaler su escritura con la de Las mil y una noches, afirma9 que sus cuentos “quieren distraer o conmover y no persuadir”; ¿de qué persuadiría la Novena Sinfonía de Beethoven?; ¿qué pretendería “demostrar” una sonata para violín y piano? Pues nada, la sola pregunta es una idiotez. Pero lo que no se comprende es la razón para que el artículo sobre la estructura molecular de los amínoácidos, por ser científico (suponiendo que lo sea) sea susceptible de todos los honores de Colciencias mientras que ese texto escrito que es la obra de teatro sea por completo irrelevante a la hora de atribuir o negar la pertenencia a un index. He citado el caso del teatro, pero de la misma forma puedo referir muchos otros productos realizados en las facultades de artes: un documental de televisión, la conceptualización de un programa de radio, reportajes, una entrevista, la partitura de una obra musical, un performance, un diseño arquitectónico. En fin, podría referir decenas. Pero la manera de valorar uno u otro producto en función de la indexación reconoce todo a los científicos y nada a los que no lo son. Ahora bien, con respecto a la escritura de artículos, si bien es cierto que desde el campo de las artes es posible escribir expositiva y demostrativamente (los patios en la arquitectura, el análisis de la dramaturgia de un autor, la historia de la grabación musical, etc.), una muy buena parte de la producción intelectual de los trabajadores del arte no pasa por ese método porque no lo requiere. Hay, pues, una sobrevaloración abusiva de los productos intelectuales científicos en desmedro, hasta la exclusión, de los productos intelectuales artísticos. Lo que quizás más irrita de esta actitud imperial sea el trasfondo de desprecio (reflejo, en el fondo, para ser benévolo, de una gran ignorancia con respecto a la naturaleza del trabajo en el área artística) que anima estas discriminaciones. A riesgo de suscitar sonrisas socarronas, debo decir, contra esos espíritus, que el arte, así como la ciencia, produce conocimiento, y que para los seres humanos han sido –ambos, la ciencia y e! arte-- imprescindibles en el desarrollo de las sociedades. Sólo que lo hacen de manera distinta. Sería una tontería comparar la importancia de los aportes al conocimiento hechos por Einstein y por Picasso, Y sería una tontería también afirmar que uno de los dos, cualquiera, ha sido más importante que el otro. Pero sería una tontería mayúscula asegurar que a través de la obra de Picasso, puesto que no es científica, no se ha producido un conocimiento acerca de los hombres y de las sociedades en las que viven. Ese conocimiento no es científico, por supuesto, pero que no sea científico no significa que no sea conocimiento, exclusividad que, en cambio, se abroga, arrogante, el discurso de la ciencia. Aún más: no es un conocimiento científico pero tampoco tiene por qué serlo ya que su naturaleza es otra. Sería como si se le exigiera a una niña que se comportara “como un hombrecito”.

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La dificultad de Conciencias es una muestra de su incompetencia para acoger como tema de reflexión un asunto que desborda su objeto. Colciencias no indexa revistas artísticas porque ese organismo sólo indexa revistas científicas, y las revistas de arte no son científicas ni tienen por qué serlo. Pero en lugar de declararse incompetente para hacerlo, juzga con criterios cientifistas textos que por principio no lo son y que jamás ni buscan ni podrían serio. O bien, clasifica con criterios más bien crípticos y en todo caso formalistas la calidad de un texto, lo que, por ejemplo, produciría aberraciones como que El ensayo sobre la sexualidad, de Sigmund Freud, que los psicoanalistas consideran la piedra angular del psicoanálisis, como diría un anglicista, “no aplica” para Colciencias por la muy contundente razón de no tener notas de pie de página ni bibliografía referenciada. La consecuencia de semejante impropiedad es la casi inexistencia de revistas de artes del país en Publindex, el index de Colciencias. La actitud de Colciencias es coherente con sus principios pero origina una inequidad inaceptable. Esta inequidad desaparecería si las autoridades académicas del país crean criterios de clasificación de revistas artísticas (y humanísticas) que tengan en cuenta la especificidad del trabajo en el arte (y en las humanidades) y cuya aplicación permita la fundación de un index distinto y paralelo al de Colciencias, y con igual valor para todos los efectos prácticos. A mi juicio, un index así no debería depender de esta última entidad -¿por qué tendría que depender el trabajo artístico de una organización que se ocupa de las ciencias si sus naturalezas y sus objetos son radicalmente diferentes?- sino tener una existencia autónoma. Mientras esa corrección no se produzca, seguiremos eternamente viendo cómo revistas de excelente calidad son menospreciadas en las academias sólo porque no cumplen con criterios con los que no tienen por qué cumplir. El caso emblemático quizás se encuentra representado en la revista de la Universidad de Antioquia, de lejos la mejor publicación universitaria del país, la que, vistas las dificultades insuperables para indexarse, prefiere mantenerse al margen de ese propósito: total, 75 años de existencia la hacen más respetable que la santificación que Colciencias le pueda atribuir. 168

Notas: “El sistema de ciencia y tecnología y la investigación en las facultades de arte”, documento en construcción, Acofartes, 22 de septiembre de 2010) 1.

Foucault, Michel. Las palabras y las cosas. Siglo XXI editores, México, 1989, p. 2. 2.

Delpech,Thérèse. L’Appel de l’ombre. Puissance de l’irrationnel. Grasset, París, 2010, p. 9.

3.

García, Santiago. “El discreto encanto del misterio”. El Espectador, 15 de noviembre de 2010, pgs. 20-21

4.

Borges, Jorge Luis. El informe de Brodie. Obras Completas. Emecé editores, Buenos Aires, 2007, p. 457. 5.

García, Santiago in Gómez, Pedro Pablo y Edgar Ricardo Lambuley editores. La investigación en artes y el arte como investigación. Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Bogotá, 2006. 6.

7.

Lelio Fernández. Las manos creativas de Oscar Muñoz.

8.

Sófocles. Antígona. Teatro griego. Aguilar

9.

Borges, Jorge Luis. Idem, p. 457.


Bibliografía Acofartes. “El sistema de ciencia y tecnología y la investigación en las facultades de arte”, documento en construcción. 22 de septiembre de 2010. Borges, Jorge Luis. El informe de Brodie. Obras Completas. Emecé editores, Buenos Aires, 2007, p. 457. Foucault, Michel. Las palabras y las cosas. Siglo XXI editores, México, 1989, p. 2. Delpech, Thérèse. L’Appel de l’ombre. Puissance de l’irrationnel. Grasset, París, 2010, p. 9. Fernández, Lelio. Las manos creativas de Oscar Muñoz. García, Santiago. “El discreto encanto del misterio”. El Espectador, 15 de noviembre de 2010, pgs. 20-21 García, Santiago in Gómez, Pedro Pablo y Edgar Ricardo Lambuley editores. La investigación en artes y el arte como investigación. Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Bogotá, 2006. Sófocles. Antígona. Teatro griego. Aguilar, Madrid, 1978.

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inmigración colombiana en el cine reciente La

Por:

Manuel Silva Rodríguez

Profesor asistente Escuela de Comunicación Social Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle manuel.silva@correounivalle.edu.co 170

Resumen:

Este texto presenta resultados de una investigación sobre películas de reciente factura, cuya temática principal se relaciona con la vida de personajes colombianos en la inmigración y con la presencia de personajes extranjeros en Colombia. Desde la perspectiva de la imagología, el texto expone y reflexiona sobre algunas de las imágenes identitarias de los colombianos en la inmigración construidas por los filmes analizados.

Palabras clave:

alteridad, cine colombiano, estereotipos, extranjeros, globalización, identidad, imagen, imagología, inmigración, narcotráfico, violencia.


1. Introducción Este artículo se deriva de la investigación Imágenes del otro: Representaciones de la identidad colombiana ante otras culturas en producciones y coproducciones cinematográficas colombianas de ficción realizadas entre 1999 y 2009 1. La investigación tuvo como objetivos analizar e interpretar cómo se ha representado la identidad de los colombianos en sus experiencias y relaciones en otros países o en el propio con extranjeros. Al mismo tiempo, procuró observar cómo han sido representados los extranjeros. Es decir, la investigación se propuso establecer cuáles son las imágenes de los colombianos y de los «otros» presentes en un grupo de filmes de ficción. El artículo, sin embargo, sólo expone brevemente algunos conceptos que sirvieron de marco conceptual a la investigación y algunos resultados que tienen que ver con la representación de la vida de colombianos en otros países 2. El texto presenta, entonces, en primer lugar algunas consideraciones teóricas acerca de conceptos como los de identidad, alteridad y extranjero. En segundo lugar, expone el enfoque metodológico seguido en la lectura de las películas y la conformación del corpus analizado. Por último, el texto presenta algunas de las imágenes frecuentes en los filmes y varias conclusiones derivadas del análisis.

2. Presupuestos teóricos 2.1. ¿De qué hablamos cuando hablamos de identidad? Siguiendo algunos planteamientos de Stuart Hall [1996], este texto adopta una posición teórica que hoy es de uso corriente: el concepto de identidad ha sido despojado de sentidos y valores esencialistas. En efecto, haciendo referencia al método utilizado por la deconstrucción, Hall señala que ésta, a diferencia de otras corrientes críticas, no sustituyó por otro el término «identidad», sino que lo sometió a «borradura». Ello no quiere decir que la cuestión de la identidad designe ahora un campo de problemas totalmente ajenos a los de antes. Lo que plantea, más bien, es mirarlos desde otra óptica: es “una idea que no puede usarse a la vieja usanza, pero sin la cual ciertas cuestiones clave no pueden pensarse en absoluto” [Hall, 1996: 14]. Y si bien la perspectiva que abrió la deconstrucción de tipo derrideana propició una inversión del contenido del concepto de «identidad», la perspectiva abierta por Foucault sobre el descentramiento del sujeto y la puesta en evidencia de su inscripción en prácticas discursivas descubrió otro camino. Hall señala que desde este punto de vista la cuestión de la identidad vino a ser pensada como “el proceso de sujeción a las prácticas discursivas” [1996: 15], o sea, como la identificación con uno u otro discurso3. Aunque, según Hall, al igual que el concepto de identidad el de identificación no está exento de dificultades, éste es preferible que aquél porque hace evidente que la identidad es la identificación con una o varias prácticas discursivas. Esto es, la configuración de un sujeto histórico mediante su integración al tipo de orden que supone un determinado discurso.

Establecer que la «identificación con» y en general la configuración de la identidad acontecen en el ámbito discursivo es reconocer que estos procesos ocurren en el territorio del lenguaje. «Identificarse con» o «identificar a otro con» es vincular una forma de existencia con predicados, imágenes y símbolos. “Las identidades, en consecuencia, se construyen dentro de la representación y no fuera de ella” [Hall, 1996: 17]. «Identificarse con», entonces, es construir una representación de un sujeto, ya sea de sí mismo o de otro. Dicho de otro modo: la identidad viene a ser entendida como una representación que se cree y se acepta. La expresión más extrema de este concepto es que la identidad, en cuanto a su nivel ontológico, tiene lugar en la imaginación. Empero, aceptar este postulado no significa restar valor o potencial a la identidad en el dominio práctico: la naturaleza necesariamente ficcional de este proceso no socaba en modo alguno su efectividad discursiva, material o política, aun cuando la pertenencia, la «sutura en el relato» a través de la cual surgen las identidades resida, en parte, en lo imaginario (así como en lo simbólico) y, por lo tanto, siempre se construya en parte en la fantasía o, al menos, dentro de un campo fantasmático [Hall, 1996: 18] .4

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Este modo de concebir el concepto descubre que si las prácticas discursivas son históricas, contingentes y cambiantes, la identificación con ellas también lo será. En cuanto los discursos se transforman, también pueden cambiar las identificaciones. Este enfoque ha permitido pensar la identidad como una situación transitoria, como una cualidad que no está definida de una vez y para siempre. Por este motivo, haciendo referencia a la identidad individual, Zygmunt Bauman sostiene que “los individuos «no tienen una identidad», sino más bien deben enfrentarse con la larga, penosa e inacabada tarea de la identificación” [1999: 146]. Lo mismo cabe decir para las colectividades: los grupos o comunidades no tienen una identidad suprahistórica5. Por eso hoy resulta problemático hablar de algo como «la colombianidad», como si existiera una esencia que definiera a los colombianos.

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Por otra parte, el acto de «identificarse con» tiene implícito un sentido negativo: «identificarse con» es el anverso de «diferenciarse de», de «no identificarse con». Esta diferenciación otorgará relieve a ese o eso que no se es, a lo que no se parece a la idea que de sí se forma un sujeto, a lo diferente, al «otro», a la alteridad. Así, adoptar una identidad puede ser a la vez un proyecto —si se persevera en ella, si se quiere conservarla— y un proceso de exclusión. «Identificarse con» es establecer un adentro y un afuera: “Las identidades se construyen a través de la diferencia, no al margen de ella. […] A lo largo de sus trayectorias, las identidades pueden funcionar como puntos de identificación y adhesión sólo debido a su capacidad de excluir, de omitir, de dejar «afuera»” [Hall, 1996: 18]. Este hecho es significativo cuando se trata de grupos, porque si bien un colectivo u otro se sitúa en una misma constelación histórica cada uno ocupa en los campos social, cultural y político una posición en relación con el otro6 . Pero el «otro» no cuenta sólo como instancia respecto de la cual un sujeto ocupa una posición. El otro también cuenta porque, como el espejo lacaniano, nos devuelve una imagen nuestra. Resultado de este movimiento es que la representación que construimos de sí mismos implica la imagen que «ellos», los «otros», se forjan de nosotros. Como asegura Fernando Aínsa, “la «representación» que una sociedad se hace de sí misma no basta para configurar su identidad. Es necesario —y muchas veces en forma abiertamente contradictoria— integrar esta representación con la idea que los «demás», es decir, los integrantes de «otros grupos culturales», se hacen de «esa» identidad” [1986: 30]. Entonces, ¿cómo nos ve el otro?, ¿qué dice de nosotros?, ¿con qué nos identifica?, ¿qué somos para él?, ¿desde dónde nos mira? De acuerdo con el otro en el que nos miremos tendremos una u otra imagen nuestra. Por eso, como destaca Aínsa, la relación con el otro puede ser contradictoria. Incluso, antes que caracterizarse por la armonía a la relación con el otro la marca la confrontación. La imagen de nosotros que el otro nos devuelve pocas veces nos complace, no siempre corresponde con nuestro concepto de sí.

Además de la alteridad, en la representación que construimos de nosotros también cuentan la memoria y la historia. En la configuración de la identidad, ellas nos dan un marco, nos sitúan en relación con un camino que se va transitando. Aquí se advierte el sentido de la afirmación de Hall, según la cual las identidades “se relacionan tanto con la invención de la tradición como con la tradición misma, y nos obligan a leerla no como una reiteración incesante sino como «lo mismo que cambia»: no el presunto retorno a las raíces sino una aceptación de nuestros «derroteros»” [1996:18]. En la relación entre la construcción de la identidad y el pasado no se trata, pues, de ser fiel a una historia estática, a la imagen de un pasado original y originario, sino de situarnos en una trayectoria que, siendo la misma, se ve diferente desde cada nuevo punto del camino. Y es en este punto donde el cine, como otras producciones culturales, halla un lugar. La memoria y la historia se construyen con diferentes recursos y medios. En el mundo práctico las personas configuran la memoria social y entran en relación con la historia a través de diversas mediaciones. Así, aceptar que “las identidades se construyen dentro del discurso y no fuera de él” [Hall, 1996: 18], que residen en la imaginación, obliga a considerar que la identidad, como discurso, necesita mostrarse. Como señala Aínsa, “los pueblos, como los individuos, necesitan una «cristalización» del concepto para poder representarse a sí mismos y ante los demás” [1986: 29]. Y el cine, entre otros, es un lugar donde cristaliza ese concepto.


2.2. El extranjero, el otro En el contexto de los flujos de personas y de los cambios sociales y culturales anejos a la globalización, el extranjero es una de las figuras que ha cobrado gran relevancia social y teórica. El extranjero, su imagen, es actualmente una de las formas de alteridad que más incide en la configuración de los discursos identitarios tanto para las personas nativas de un país como para los inmigrantes: “El concepto de extranjería, de otredad, sólo se explica a partir de la existencia de una figura opuesta: la identidad” [Blanck-Cereijido,Yankelevich, 2003: 14]. No obstante, el aumento de las migraciones ha llevado a que, en el movimiento de afirmación de lo «propio» o «interno» y de introducción de lo «ajeno» o «externo», los extranjeros generen diversos tipos de reacciones: desde las políticas y las prácticas que abogan por la «integración» y el multiculturalismo, hasta posiciones opuestas que defienden los nacionalismos más extremos y el racismo so capa de proteger los derechos civiles y económicos de los ciudadanos nacidos en determinado país. Estas actitudes, sin embargo, no son nuevas. En una aproximación a la historia del término, Blanck-Cereijido y Yankelevich explican que la “palabra extranjero contiene la raíz griega xénos y su enunciado expresa el desprecio y extrañeza que suscita lo que se considera extraño, ajeno, bárbaro, indeseable, aunque algunas veces el extraño pueda ser amado y admirado” [2003: 22]. Estos autores, al igual que Sennett [1978], Bauman [1997, 2001a], entre otros, cuando analizan las reacciones negativas que desencadena la presencia de los extranjeros en un territorio remiten al sentimiento de amenaza que el extraño desencadena en la comunidad. En efecto, en estos casos el extranjero es visto

como un agente perturbador, como una presencia que desestabiliza el orden y los sentimientos de familiaridad y seguridad despertados por la pertenencia a una comunidad. El extraño, como dice Bauman, resulta impredecible: “Extraños significa falta de claridad, no se puede estar seguro de lo que harán, de cómo reaccionarán a nuestros actos” [2001a: 104]. Desde este punto de vista, el rechazo y el señalamiento del extranjero serían una manifestación de un sentimiento de temor experimentado frente a aquello que rompe la imagen unitaria de la comunidad: “La creación de otro o la depositación de ciertos caracteres en el otro proviene de la necesidad de proteger la coherencia de la propia imagen” [Blanck-Cereijido, Yankelevich, 2003: 28]. De ahí que estos autores sostengan que “[e]n el fondo, [el término extranjero] responde a una necesidad de identificación, una catalogación que trata de explicar o cuestionar aquello que por su naturaleza diverge de los usos de una comunidad. Con ello surge la figura del otro, a través del cual se filtra nuestra propia identidad” [2003: 13]. Ahora bien, la actitud adoptada frente al extraño no es necesariamente la exclusión. Cuando analiza la presencia de los extranjeros en las sociedades del capitalismo avanzado bajo la figura del extraño, Zygmunt Bauman [2001a: 99-112] recuerda que ante esta forma de alteridad siguen vigentes conductas como la «integración» a través de la reducción del otro a ser útil o exótico. O la de eludir, mantener a una prudente distancia a esos otros que pueden resultar incómodos. Bauman sostiene que “mientras se mantenga la libertad de movimiento y el «poder de evitación», la presencia de extraños no constriñe, irrita ni confunde, mientras las oportunidades de experiencias variadas y apasionantes que ofrece dicha presencia sean bien recibidas y se goce de ellas” [Bauman, 2001a: 106]. No se trata sólo de la reducción de los extranjeros a ocuparse de los oficios que los naturales de un país no desean realizar. Al extraño se le puede permitir acercarse mientras, inserto en el circuito del consumo, sea proveedor de experiencias seductoras. Así, «integrados» al sistema económico “los extraños son personas a las que uno paga por los servicios prestados y por el derecho a prescindir de sus servicios una vez que ya no aportan placer. […] En esa vida, los extraños son proveedores de placeres” [Bauman, 2001a: 106-107]. Este modo de clasificar a los extranjeros, de fijarles un lugar y un uso de acuerdo con su origen, es una concreción de los prejuicios. Desde la sicología social, Blanck-Cereijido yYankelevich señalan la relación que puede existir entre el prejuicio colectivo como una forma de manifestarse en la sociedad el narcisismo individual. Es decir, como una forma de mostrarse el ensimismamiento de un grupo: “En el plano social, el narcisismo es sustituido por los prejuicios, que son «aquello que hace que uno se ignore a sí mismo» como grupo” [2003: 24] .7

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3. Enfoque metodológico Este trabajo sigue la orientación de la imagología, una línea de investigación que pregunta por las imágenes con las cuales son representados los extranjeros, entendidos como una forma de alteridad, en diversos productos culturales. En principio, la imagología se presentaba como la indagación realizada en torno a la construcción de imágenes y estereotipos8 sobre un país o una cultura en una literatura nacional. Como lo precisa Nora Moll, por imagología se entiende, pues, el estudio de las imágenes, de los prejuicios, de los clichés, de los estereotipos y, en general, de las opiniones sobre otros pueblos y culturas que la literatura transmite, desde el convencimiento de que estas images, tal y como se definen comúnmente, tienen una importancia que va más allá del puro dato […]. El objetivo principal de las investigaciones imagológicas es el de revelar el valor ideológico y político que puedan tener ciertos aspectos de una obra […] precisamente porque en ellos se condensan las ideas que un autor comparte con el medio social y cultural en que vive [2002: 349]. Los estudios culturales han encontrado en esta línea de investigación un dominio teórico y metodológico que han ampliado, trasladándolo, como se hace aquí, del campo de la literatura al de producciones culturales como el cine9 . 174

Para establecer las imágenes, entonces, la lectura del material fílmico se basó en la siguiente matriz de análisis: • • • • • • • • • • • •

Espacio en el que transcurre la historia Tiempo histórico en el que se sitúa la historia Núcleos narrativos Actividades a las que se dedican los personajes Caracterización de personajes masculinos Caracterización de personajes femeninos Uso del lenguaje por parte de los personajes Opiniones de personajes colombianos sobre personajes de otras nacionalidades Opiniones de personajes colombianos sobre sí mismos Opiniones de personajes de otras nacionalidades sobre personajes colombianos Presencia de símbolos patrios y culturales Géneros y estrategias narrativas de las películas

4. El corpus La conformación del corpus se guió por diversos criterios. El criterio temporal definió abordar películas realizadas o estrenadas entre los años 1999 y 2009. Se seleccionaron filmes de reciente factura y cuyas historias transcurren en el inicio del siglo XXI. La pertinencia temática se basó en que las películas localicen a personajes colombianos en otro país, que sitúen a personajes extranjeros en Colombia o que de algún modo aborden el tema de la inmigración. También se tuvo en cuenta la presencia de recursos colombianos, tales como la intervención de actores, de espacios físicos o a la de capital colombiano o de algún respaldo institucional proveniente de Colombia. Con estos últimos criterios se quiso identificar los discursos que han recibido apoyo del sector público. El corpus de la investigación lo constituyeron: • • • • • • • •

El séptimo cielo (Juan Fischer, 1999) María llena eres de gracia (Joshua Marston, 2004) Colombianos, un acto de fe (Carlos Fernández, 2004) El colombian dream (Felipe Aljure, 2006) El trato (Francisco Norden, 2006) Paraíso travel (Simón Brand, 2008) Dr. alemán (Tom Schreiber, 2008)10 El arriero (Guillermo Calle, 2009)


5. Algunas imágenes de la inmigración 5.1. Países y motivos para inmigrantes

5.2. De lo imaginado a lo vivido

En las películas analizadas la vida de los colombianos se desarrolla o se proyecta en Estados Unidos (María llena eres de gracia, Paraíso travel, El séptimo cielo, El trato, El colombian dream, Colombianos, un acto de fe), España (El arriero), Inglaterra (El trato), Canadá (Colombianos, un acto de fe) y Argentina (El trato). Estos países son, pues, escenarios alternativos a Colombia, son figuras de la alteridad frente a la cual, según los filmes, los colombianos miran su país 11. En las películas, la construcción imaginaria de cada uno de estos países como figuras de la alteridad se funda en idealizaciones, en relatos fragmentarios o en rumores. En María llena eres de gracia, por ejemplo, la visión imaginada más explícita de Estados Unidos la encontramos cuando María pregunta a Lucy, una de las mulas que hacen el viaje con ella, “¿cómo es eso por allá?” Sin vacilar, Lucy responde: “Eso… es demasiado perfecto. Todo es recto”.Y en Paraíso travel Reina, señalando una fotografía de Nueva York, le dice a Marlon “mirá cómo se pone eso allá todo bonito con la nieve, en vez de ese barrial tan hijueputa que se arma acá cada vez que llueve”.

Cuando se hace tránsito del «otro imaginado» al «otro conocido» las películas tienden a presentar una imagen contrastante. En efecto, ya sea porque los personajes tienen alguna relación con el narcotráfico o porque se dedican a otro tipo de actividades, cuando en estas películas vemos a los colombianos en otros países a casi todos los encontramos distantes de la cultura local y de las personas oriundas del lugar. En casi todas las películas la imagen de los colombianos es la de personas que no entran en diálogo con los otros. Al respecto es pertinente recordar a Zygmunt Bauman cuando analiza las comunidades que se guarecen para protegerse de los extraños, pues vista así “comunidad significa mismidad, en tanto que «mismidad» significa la ausencia del Otro, especialmente de otro obstinadamente diferente” [2001b: 137]. Y esta es la tendencia de la representación de los colombianos en el exterior. Si no ensimismada, aparece como una comunidad aislada. Un gueto, añade Bauman citando a Loïc Wacquant, “combina el confinamiento espacial con el social” [2001b: 137]. Así se ven los personajes colombianos: replegados en una especie de gueto que se abre eventualmente. Y cuando se abre, ocurre sobre todo para dar acceso a aquellos que resultan menos extraños porque hablan la misma lengua.

En las películas, los países alternativos a Colombia son seleccionados por los personajes en función de lo que creen que ofrecen sus economías. En un mundo globalizado, se deduce de los filmes, la economía es el factor principal sobre el cual se instauran relaciones de alteridad. Los «otros» son países a los cuales se atribuye una economía mejor y un mercado laboral más fuerte: todos los inmigrantes de Nueva York permanecen allí por el trabajo, en El trato Rosalba vive en Londres mientras tiene una ocupación, en Colombianos, un acto de fe los jubilados se van a Estados Unidos en procura de mejor vida y Juan se va a Canadá en busca de un empleo, en El colombian dream a Lola le niegan el visado a Estados Unidos y decide realizar su propio dream en Colombia: abre un bar donde circulan el dinero y las drogas. Y cuando no es así, es porque otro país es visto como un mercado de consumidores de droga: España en El arriero, Estados Unidos en El trato y en María llena eres de gracia y Argentina también en El trato.

Muestra de lo anterior está en Paraíso travel donde los colombianos o están con sus paisanos o excepcionalmente con otros latinos: Giovani, el puertorriqueño empleado del restaurante, y Milagros, la mexicana que se hace amante de Marlon. Marlon, incluso, teme porque es extranjero. “¿Cómo me quito este miedo?”, le pregunta a su auxiliador Hernando, y la respuesta que recibe es que “es cuestión de tiempo. Los inmigrantes llevamos el miedo y la incertidumbre adentro. Creemos que siempre hay alguien persiguiéndonos”. En María llena eres de gracia María sólo interactúa con colombianos: con los matones que la reciben en Nueva York y con Carla y su círculo. En ambas películas, por lo demás, buena parte de las acciones transcurren en Queens, el «barrio colombiano» en Nueva York. En El séptimo cielo Joselito sólo se relaciona con colombianos y dominicanos. A Mario, su hermano, le dice que su novia pertenece a otro mundo porque ella es estadounidense. En El arriero la relación entre Ancízar e Iñaki no va más allá de un vínculo instrumental por parte del español. Por lo demás, Ancízar siempre se rodea de sus mujeres colombianas o cuanto más se apoya en Roger, su confidente barranquillero.

Como se advierte, es por el trabajo o por las relaciones afectivas que los colombianos se rodean de otros colombianos, en su defecto de otros latinos y excepcionalmente de un nativo del país donde viven. Los colombianos en el exterior son representados como un colectivo con unos límites bastante fijos. La demarcación de espacios públicos y privados con símbolos como la bandera y el nombre del país —como sucede con la habitación de Joselito en El séptimo cielo, o los restaurantes de Paraíso travel y María llena eres de gracia— opera un traslado simbólico de su ámbito nacional al territorio extranjero. Por fuera de su «territorio natural», los miembros de la comunidad nacional

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tratan de recuperar y de conservar su unidad y su cohesión imaginarias. Lejos del país de origen, el anhelo del calor de la comunidad se traduce en nostalgia, en nombrar lo nuevo o desconocido con nombres provenientes de casa.

5.3. Oficios de mujeres y de hombres Cuando las películas se analizan desde la perspectiva de la representación de los géneros retornamos al universo de la economía. Es sobre todo en las actividades que realizan los personajes, tanto en el ámbito público como en el privado, donde se configuran las imágenes de lo femenino y lo masculino. Y en un contexto donde la pobreza y el desempleo se exponen como justificaciones de las más diversas conductas, las condiciones económicas también son utilizadas para justificar la venta o la explotación del cuerpo femenino. La expresión más evidente de esto es la prostitución, que es un tópico acerca del trabajo de las mujeres colombianas en el exterior.

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Las muestras más patentes de ese estereotipo son la Caleña y Reina en Paraíso travel. En el caso de la Caleña la estereotipia es mayor: el lugar común que asocia la mujer caleña con el sexo fácil y la prostitución, y la mujer colombiana que busca trabajo en el exterior como prostituta. Yo encontré trabajo apenas llegué, le dice la Caleña con su marcado acento a Marlon cuando se reencuentran en un club de Nueva York en el que ella se contorsiona casi desnuda. Reina, por su parte, utiliza su cuerpo como instrumento para manipular a Marlon. Con ella, en mi opinión, no es el personaje masculino el que objetiva el cuerpo femenino. La imagen más redundante de la mujer que convierte su cuerpo en mercancía la vemos cuando Reina extrae de debajo de su falda de colegiala las fotografías de Nueva York y cuando se frota la entrepierna con los dólares robados. De Reina, sugiere la película, qué más se podía esperar: al final la vemos trabajando como prostituta en una avenida de Atlanta. La cosificación del cuerpo femenino toca un extremo con el tráfico de drogas. María, Blanca y Lucy en María llena eres de gracia, Lucía en El arriero y Rosalba en El trato alquilan sus cuerpos para transportar cocaína. En María llena eres de gracia Javier sólo contrata mujeres para que hagan de mulas. Literalmente, las convierte en maletas vivas. Por encima de cualquier consideración, sus cuerpos son simplemente el continente de un producto que debe llegar a un destino. Una de las imágenes más crudas del cuerpo de la mujer colombiana reducido a objeto es la de María tendida en una camilla mientras Javier, con frialdad, le masajea el abdomen para acomodar las cápsulas y liberar espacio para las que ella no ha ingerido. En los momentos de la violencia más explícita, Lucy en María llena eres de gracia y una mula anónima en El arriero son destripadas por los narcotraficantes para recuperar la droga, tras lo cual los cuerpos son desechados. Otra imagen es la de la mujer abnegada, adscrita al mundo de la familia, a la cocina y a los hijos. El tópico de la madre entregada a los hijos, al marido y a mantener el orden del hogar está en El séptimo cielo y en Paraíso travel. En efecto, la madre y la abuela de Joselito ocupan el centro del hogar. La madre, además de trabajar por fuera lo hace en la casa. La madre de Marlon es un personaje subordinado a la autoridad del padre, pero es con ella que Marlon se comunica desde NuevaYork.Y en esa ciudad Marlon encuentra la imagen sustituta de su madre en Patricia, su protectora. Esta imagen sólo la desdibuja, aunque no la destruye totalmente, Virginia en El arriero. Ella, más que rehusarse a ser madre —lo que busca decididamente en un momento de la historia—, cuando decide abortar pretende vengarse de Ancízar. Por lo que respecta a la representación de lo masculino los hombres aparecen vinculados, sobre todo, a posiciones de mando, a la posesión sexual, a la mentira y a la ejecución de actividades violentas y brutales. El narcotráfico es un mundo de hombres. Las cabezas del negocio, los que trafican


y asesinan son colombianos. Ancízar López en El arriero, Javier y los matones de Nueva York en María llena eres de gracia y Marcos, Pelayo y Pablo en El trato son los traficantes de las películas. Y aunque puede parecer que no por las relaciones folclóricas entre él y Patricia, Pastor manda en el restaurante colombiano de Paraíso travel: su hostigamiento contra Marlon cesa cuando éste se hace productivo. De otro lado está la falsedad. El trato discurre sobre grandes mentiras. El sentido del título de la película se destila de los distintos acuerdos que suscriben varios personajes y que más tarde se revelan en su falta de verdad. Hay un trato entre Cecil, John María y los demás colaboradores colombianos para grabar el falso documental. Hay un trato más entre Marcos y el juez de Miami para entregar a John María. Todos estos tratos son formas de mentir. Y por otra parte encontramos la violencia física. Los hombres son sicarios, matones, explotadores, ladrones, autoritarios. Algunos casos son Ancízar López en El arriero, que a disparos afianza su autoridad frente a los camellos españoles; Javier y los narcotraficantes colombianos de Nueva York en María llena eres de gracia, carentes de cualquier escrúpulo para imponerse sobre los demás. Ellos son ejemplos de cómo los colombianos imponen en el exterior la ley brutal del más fuerte, del comportamiento según el cual el más grande devora al más chico.

5.4. Alteridades en un mundo globalizado: narcotraficantes y matones El narcotráfico es un elemento presente en casi todas las películas analizadas, y en algunas de ellas es el tema principal. María llena eres de gracia, El arriero, El trato y El colombian dream tratan sobre narcotraficantes y el mundo del narcotráfico. En El séptimo cielo y Dr. alemán el narcotráfico o las drogas no son uno de sus temas, pero también están presentes. Sólo en Colombianos, un acto de fe y en Paraíso travel las drogas no tienen presencia directa. Es decir, de las películas analizadas la mitad tiene como tema central el narcotráfico y el 75% de las ocho lo implica. El dato es significativo porque, como se dijo a propósito del corpus, las películas fueron seleccionadas por otro criterio temático: que los personajes colombianos interactúen en países y culturas distintos de los que son oriundos y con personajes con origen en otras naciones. La construcción de una imagen de Colombia como protagonista del tráfico de drogas internacional no se limita, como en parte sucede en El trato, a la manipulación de la información por parte de periodistas y medios. Las películas permiten observar que a través del narcotráfico muchos colombianos entran en contacto con otros países y con ciudadanos extranjeros. El narcotráfico es presentado como un medio que de algún modo ha posibilitado la ampliación de las fronteras imaginarias y físicas, el establecimiento de un tipo de relaciones comerciales internacionales. Así, como afirma Martín-Barbero, se aprecia que del aislamiento “nos han sacado brutalmente las muy colombianas redes del narcotráfico, que han sido nuestra peculiar forma de entrar en la escena mundial y de poner a Colombia en la economía global” [2001: 20]. Si pese a su ilegalidad el narcotráfico es un negocio globalizado, en esa economía global ilegal Colombia ocupa una posición importante. Marcos y Pablo en El trato, Ancízar López en El arriero, Javier en María llena eres de gracia y John MClaine en El colombian dream movilizan parte de esa economía. Ancízar López es el ejemplo más claro del personaje que se desplaza a otro país, se relaciona con gente de allí y conquista fugazmente un lugar en esa economía mundial. Visto de otro modo, que en estas películas el narcotráfico sea el puente de las relaciones entre Colombia y otros países permite apreciar que los extranjeros con quienes se relacionan los colombianos son casi todos también narcotraficantes y matones. Es apenas consecuente que en un marco de ilegalidad, delincuencia y ausencia de escrúpulos los extranjeros también posean estas cualidades. Iñaki y los demás españoles en El arriero, los sicilianos en El colombian dream, los argentinos que comprarán la droga que Rosalba y Cecil llevarán a Argentina son parte de la materialización de ese país

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soñado y buscado por algunos personajes colombianos supuestamente para mejorar su situación: un país de traficantes y delincuentes. De ahí que estas imágenes contrastan la idealización de los otros países como lugares de fantasía con los valores de los extranjeros con quienes interactúan los colombianos. Estas alteridades, consideradas así, resultan ser una homología, sino un círculo vicioso. Sin duda, aunque tomando un camino incierto en María llena eres de gracia María es la única que rompe esta circularidad. Por otro lado, en las películas encontramos referentes espaciales que identifican ciudades como Nueva York, Madrid o Londres. Sin embargo, entre los tópicos de las fotografías de postal se insertan imágenes de las ciudades marginales, delictivas o fraudulentas habitadas o transitadas por colombianos y en algunos casos por ciudadanos oriundos de allí. Y por este camino hallamos que en las relaciones que los colombianos establecen con sujetos de otros países los nacionales ocupan posiciones subordinadas, son marginales en las sociedades y las culturas extranjeras, y en algunos casos son también delincuentes. Así, en El arriero España y Madrid son territorio de drogas. Iñaki y la red de distribuidores son el correlato de Ancízar y su mundo colombiano. Cecil, el director inglés en El trato, es tan oportunista e inescrupuloso como los colombianos John María y Rosalba. En Paraíso travel, en María llena eres de gracia y en El séptimo cielo Nueva York es una mole de seres anónimos, acero y hormigón que explota y se sirve de los inmigrantes ilegales. Las películas, no obstante, dejan ver algunas diferencias entre los colombianos y los ciudadanos de otros países cuando se relacionan por el tema de las drogas. Los personajes de otros países poco o nada pierden. En todas, los presos y los muertos a balazos o destripados son colombianos.

5.5. Los colombianos según los «otros» 178

Las drogas también son un lugar común cuando los personajes de otros países se refieren a los colombianos. Así, en El séptimo cielo, un indigente norteamericano pregunta a Joselito de dónde es (Joselito es blanco, de cabello oscuro, interpretado por un actor español), y cuando él responde que de Colombia el otro replica: “¿Tiene de ese polvo mágico?” Igualmente, cuando dos policías interrogan a Joselito por el hecho de ser colombiano y de concurrir al bar Séptimo cielo, el cual es regido por el colombiano Fernando Ortiz, los agentes presumen que Joselito debería tener conexiones con un cartel de drogas. La asociación de la nacionalidad colombiana con el tráfico de narcóticos también es automática en María llena eres de gracia. Cuando María arriba al aeropuerto de Nueva York, apenas recoge su equipaje un oficial la aborda y, tras revisar su pasaporte y su billete de avión, la somete —al igual que a otros colombianos — a una pesquisa por sospecha de tráfico de drogas. En El colombian dream la opinión de un extranjero sobre Colombia se da como un dato suelto. La opinión corre por cuenta de una española, quien a partir de una situación particular construye un juicio general. El personaje, una secuestrada de quien no se sabe nada, cuando es liberada dice: “Qué manía tenéis en este puto país de no hacer las cosas como se debe”. De las películas vistas la que configura su trama alrededor de un juicio explícito sobre Colombia y los colombianos es El trato. Parte de su trama pretende ironizar con el espectáculo que muchos medios internacionales y periodistas locales a su servicio crean alrededor de lo que acontece en Colombia. El trato discurre en parte sobre un falso documental dirigido por un inglés, quien busca una noticia sensacionalista que impacte y se venda en Inglaterra .La nota amarillista la pone la historia de una mula que, arriesgando su vida, sirve para llevar droga a las escuelas de Londres. Pero la falsa mula es deportada: “¿Londres? Yo no alcancé a vislumbrar cómo era Londres. Al llegar, apenas vieron mi pasaporte nuevecito un par de policías me llevaron a una sala donde me empelotaron”, dice el personaje.


Los personajes españoles de El arriero agregan otros tantos juicios sobre Colombia y los colombianos. Iñaki, alguna vez mentor y luego socio del arriero Ancízar López, con uno de sus comentarios establece una relación entre el pasado y el presente. Cuando Iñaki recibe del arriero un cargamento de droga, dice: “Mientras tanto nosotros… como en la época del tanto monta. Vosotros de arrieros, y nosotros comiéndonos el pastel”. Es decir, hoy como ayer las ganancias se quedan aquí. Otro tópico sobre los colombianos corre por cuenta de los camellos de Madrid. Cuando entran en contacto con Ancízar, presentado por Iñaki, ellos comentan: “Así que colombiano, ¿no? A esta gente hay que tenerle mucho respeto, que es muy chunga para el tema de los negocios”. Y el otro: “Claro, pa’ matar los colombianos y punto”. La cosa no cambia mucho cuando Iñaki introduce a Ancízar con un extremeño: “Mira, éste es Ancízar López, colombiano. Va a ser tu contacto a partir de ahora”. Ancízar tiende la mano y el extremeño, sin aceptar el saludo, repone: “¿Pero qué coño es esto, Iñaki? O sea que ahora me entenderé con un puto colombiano y encima negro”. Y después, para seguir con los lugares comunes, cuando una mujer distribuidora de drogas conoce al Arriero en Madrid define el «allá» de ustedes como una imagen pobre de nuestro «aquí»: “Yo he estado en Medellín y me encanta. Es una ciudad impresionante. Así como del Mediterráneo, pero de pobre”. Por último, encontramos otro motivo en El séptimo cielo. En esta película vemos el rechazo de un colombiano por parte de una familia estadounidense. Se trata de Mario, el hermano de Joselito. Los padres de Susan, su novia, no aceptan la relación entre ellos porque Mario es un “spic” 13. Menos, entonces, aceptarán que ella tenga un hijo con él. Por eso, Mario piensa que necesita dinero para cambiar su imagen. Él afirma que no tendrá un hijo “spic”.Y Susan lo corrige: nada de un hijo “spic”, el de ellos será “medio spic”. Es decir, hasta la novia de Mario lo encasilla a él y a su hijo dentro de ese estereotipo. 179

6. Conclusiones Las imágenes de los colombianos en el exterior se construyen con elementos que marcan una tendencia. La marginalidad, la ilegalidad, la precariedad, la violencia y el narcotráfico son referencias constantes asociadas tanto con hombres como con mujeres. Estas imágenes muestran a los colombianos como un mal o una amenaza para las comunidades a las cuales llegan. Sin embargo, como advierte Bauman, los extraños también son «tolerados» mientras se mantengan a determinada distancia y mientras se ocupen de ciertas actividades. De ahí que los colombianos sean presentados como piezas útiles en los marcos sociales y culturales extranjeros en los cuales se insertan, y que a la vez las películas representen esas culturas y esas sociedades como medios que se sirven y se benefician de nuestros migrantes. Unas imágenes constantes son, pues, las de los colombianos realizando el trabajo descartado por los naturales del lugar o actividades ilegales requeridas por un sector de esas sociedades. O en otros casos, los colombianos, o más exactamente las mujeres colombianas son proveedoras de experiencias placenteras y fugaces demandadas por los habitantes de esos espacios. Si bien se ha descrito una tendencia mayor, es preciso anotar que las imágenes de los colombianos en el exterior también muestran una tendencia que, aun compartiendo algunos rasgos con la anterior, no está asociada con el narcotráfico y la violencia. Aunque en las condiciones de vida de algunos personajes se aprecia la marginalidad, la estancia ilegal en el exterior y la precariedad laboral, en ellos se lee también una distancia clara con la brutalidad y el tráfico de drogas. En algunos, incluso, se aprecia que con el paso del tiempo se alcanza cierta estabilidad y autonomía, como ocurre con Carla y su familia en María llena eres de gracia y Patricia y Pastor en Paraíso travel.


En resumen, la idealización de otros países, ya sea afincada en la imaginería de la prosperidad o en la iconografía de las postales, contrasta con una imagen común del inmigrante colombiano. En estas películas se detecta la reproducción de una serie de prejuicios y estereotipos, de imágenes maniqueas que no dan cuenta de relatos plurales, que no permiten pensar la complejidad de ser inmigrante ni de una globalización que a la vez que aglomera separa y atomiza. La representación es simplificada y redundante: una inmigración asociada con la ilegalidad, la marginalidad, la explotación, la delincuencia, la muerte, la prostitución, la violencia, el hacinamiento y, en medio de todas las calamidades, la esperanza. Por esto los personajes y las situaciones reiterados: putas, traficantes, rebuscadores, explotados. Esta carga negativa la aligera el calor familiar, ya sea que se haga sentir in situ o a la distancia, y con algunas dosis de solidaridad alimentada por la condición de compartir la nacionalidad. Además, la imagen de los colombianos es la de un grupo integrado, si acaso, en el mundo productivo pero resguardado dentro de los límites de su lengua y de sus costumbres. En este sentido, de acuerdo con estas ficciones esas formas de vida en el exterior hacen más evidente el carácter imaginario de la comunidad nacional 14. Tras describir el modo como el cine y los distintos medios intervienen en los procesos de formación de las identidades en un orden de “multimedios y multicontextualidad”, García Canclini afirma que “dinamizada por este proceso […] Al ser un relato que reconstruimos incesantemente, que reconstruimos con los otros, la identidad es también una coproducción” [1995: 114]. En el caso de lo expuesto aquí, no es que las películas decreten que los colombianos «son esto» o «son así». Las películas son relatos de país, proporcionan imágenes para la elaboración de los distintos relatos que construyen los distintos sectores de la sociedad. Ellas representan modos posibles de ser y, por lo tanto, de los colombianos pensarse, de pensar sobre otros y de que otros piensen sobre ellos. En la comunicación de este ser posible se pone en juego la creación de imágenes compartidas que intervienen en la estructuración de creencias y en el ordenamiento del espacio histórico. Esta es una manera de entender lo que García Canclini llama “coproducción”. 180

Sin embargo, cuando los discursos que sirven para construir formas de la identidad son asociados a sus enunciadores, es decir cuando la formación de las identidades se relaciona con las fuentes del discurso, cabe preguntarse por las lógicas desde las cuales se están configurando estas imágenes. O sea, por las lógicas con las cuales se establece la “coproducción”. No podemos olvidar que el contexto en el cual se han producido y realizado estas películas es el de una economía globalizada, «multimedial» según García Canclini, y que el cine, por su carácter industrial, mantiene una relación compleja con ese marco. El mismo García Canclini advierte que “esta coproducción se realiza en condiciones desiguales entre los variados actores y poderes que intervienen en ella” [1995: 114]. Entonces, cuando encontramos que una constante formal y temática en la mayoría de las películas analizadas es que apelan a personajes y situaciones estereotipados y a formas narrativas convertidas en esquemas, la lógica que emerge enseguida es una que abreva de otras narrativas mediáticas y que es deudora del mercado.Y no es que las formas narrativas tradicionales estén vedadas, sino que con su uso frecuente se traducen en moldes para vaciar en ellos los mismos ingredientes aunque sean mezclados en un orden distinto. Una conclusión evidente de lo visto, por lo tanto, es que el conjunto de imágenes detectado en las películas, que de uno u otro modo coadyuva a la construcción de discursos identitarios, llega al público con la marca de la industria. La industria, el mercado y sus fórmulas, con los cuales pactan los estamentos públicos cuando diseñan políticas de fomento para el sector y cuando apoyan los proyectos cinematográficos, se convierten en factores que condicionan y terminan haciendo parte de las construcciones discursivas que soportan los relatos identitarios.


Notas:

1.

La investigación fue realizada entre septiembre de 2009 y junio de 2010 en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Valle y está adscrita al Grupo de investigación en sonido, imagen y escritura audiovisual Caligari. 2.

Es importante recordar que en nuestro país ha aumentado el flujo de emigrantes en los últimos años. Según datos del Dane —provenientes del último censo nacional realizado en el año 2005 y reproducidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores—, la evolución de emigrantes colombianos entre 1960 y 2005 registró el siguiente crecimiento: 1960, 117.377; 1970, 263.841; 1980, 710.372; 1990, 893.902; 2000, 1.392.508; 2005, 3.378.345. Aunque no se ha podido acceder a un dato actualizado a la fecha sobre el número de colombianos con residencia permanente en el exterior, es de prever que la tendencia se ha conservado. Resulta, entonces, difícil dudar de que para quienes se convierten en inmigrantes su nueva condición no los conduzca a comparar los referentes adoptados como propios y a impregnarse de aquellos que encuentran en los territorios a los cuales llegan.Véase www. cancilleria.gov.co 3.

De manera similar, Miquel Alsina apunta que a pesar de su puesta en cuestión “el concepto de identidad tiene el inevitable sentido de unidad concreta y coherente. La identidad se nos presenta como lo que es por sí misma. Por el contrario, las identificaciones nos remiten al polimorfismo del ser y a su permanente reconstrucción” [1996: 44].

4.

Es pertinente advertir, no obstante, que si bien esta manera de entender la identidad es hoy de uso corriente a ella no le faltan críticas. En un artículo polémico, Jorge Orlando Melo rechaza, en primer lugar, que se siga usando el término «identidad» por las dificultades que implica dotarlo de contenido y, más aún, por el uso que hacen de él agentes relacionados con algún tipo de poder para legitimar visiones unilaterales de lo que identificaría a un grupo social. En consecuencia, Melo propone lo siguiente: “en vez de seguir tratando de redefinir la identidad para evitar los rasgos fastidiosos y las aristas molestas del concepto, lo que ha llevado a un uso perfectamente informal, descuidado y arbitrario de esta palabra, es preferible abandonarla del todo y tratar de encontrar nuevas formas de definir la situación cultural del país y las relaciones entre sus procesos culturales” [2006: S.P.]. Sobre la concepción teórica de la identidad que se sigue aquí, Melo señala, en segundo lugar, que es una suerte de callejón sin salida atrapada en sus premisas. Melo describe esta concepción como “«invencionista», «constructivista» o «construccionista»” [2006: S.P.], en la cual “lo único que constituye la identidad es el discurso por el cual sus miembros se reconocen como miembros de esa comunidad. Pero el contenido de ese discurso, hay que recordarlo, es relativamente arbitrario e indeterminable” [2006: S.P.]. Por lo tanto, agrega, “está claro que esta “identidad” es una propuesta arbitraria, una propuesta política, una ideología, algo que podemos aceptar o rechazar” [2006: S.P.]. En conclusión, anota, “la “identidad discursiva” o construida no logra evitar ser una propuesta más o menos abusiva y arbitraria a la que se induce a la población, o un error compartido masivamente” [2006: S.P.]. Contra esta posición, cabe recordar precisamente lo que expone Stuart Hall: la identidad, entendida como discurso, no es ajena a la intencionalidad del hablante. Ella corresponde a la toma de una posición estratégica: tras el discurso que nombra hay alguien que enuncia, hay una intencionalidad.Y para esta perspectiva del estudio de las identidades resulta de interés reconocer esas posiciones.

5.

Stuart Hall lo dice así: “En el lenguaje del sentido común, la identificación se construye sobre la base del reconocimiento de algún origen común o unas características compartidas con otra persona o grupo o con un ideal, y con el vallado natural de la solidaridad y la lealtad establecidas sobre este fundamento. En contraste con el «naturalismo» de esta definición, el enfoque discursivo ve la identificación como una construcción, un proceso nunca terminado: siempre «en proceso». No está determinado, en el sentido de que siempre es posible «ganarlo» o «perderlo», sostenerlo o abandonarlo. Aunque no carece de condiciones determinadas de existencia, que incluyen los recursos materiales y simbólicos necesarios para sostenerla, la identificación es en definitiva condicional y se afinca en la contingencia” [1996: 15]. 6.

Desde la lingüística, Emile Benveniste [1966] había llamado la atención al examinar la naturaleza de los pronombres personales sobre la correlación entre el «yo» y el «tú». Recordemos que Benveniste plantea que los pronombres son instancias del discurso, cobran sentido cuando son actualizados en un acto de lenguaje: yo hace referencia a quien dice «yo», y «yo» —quien habla— se utiliza para dirigirse y a la vez diferenciarse de otro, de un «tú» —quien escucha—. «Yo», pues, descubre una posición discursiva relativa. En el caso del estudio de la identidad, este postulado permite observar que una instancia de enunciación determinada se manifiesta en relación con otro. Dicho de otra manera, cuando la configuración y la apropiación de un discurso acontecen un sujeto adquiere presencia, adopta una posición discursiva y construye la realidad en relación con un «otro». Por esta razón, se comprende que Hall sostenga que “[e]l concepto de identidad aquí desplegado no es, por lo tanto, esencialista, sino estratégico y posicional”

181


[1996: 17]. Benveniste lo expresa así: “¿Cuál es, pues, la «realidad» a la que se refiere yo o tú? Tan sólo una «realidad de discurso» […]. Yo no puede ser definido más que en términos de «locución», no en términos de objetos, como lo es un signo nominal. […] La definición puede entonces ser precisada así: yo es el «individuo que enuncia la presente instancia de discurso que contiene la instancia lingüística yo». Por consiguiente, introduciendo la situación de «alocución», se obtiene una definición simétrica para tú, como «el individuo al que se dirige la alocución en la presente instancia de discurso que contiene la instancia lingüística tú». Estas definiciones apuntan a yo y tú como categoría del lenguaje y se refieren a su posición en el lenguaje” [1966: 1]. 7.

En sentido similar, Bauman asevera que “los extraños son las personas que no encajan en el mapa cognitivo, moral o estético” [1997: 27]. Dicho de otro modo, los extraños son personas que desbordan el sistema de valores creado por una comunidad, la cual mediante prejuicios reafirma su imagen estableciendo barreras y marcando diferencias con los otros. Por este motivo, afirman Blanck-Cereijido y Yankelevich, el prejuicio es “la parte inconsciente de la ideología de una sociedad, [es el] conjunto de sentimientos, juicios y actitudes que provocan y justifican medidas discriminatorias, separación, segregación, y explotación de un grupo por otro” [2003: 24]. 8.

El concepto de estereotipo ha sido analizado y definido desde disciplinas como la retórica, la semiótica, la publicidad, la sociocrítica, la teoría literaria y la sicología social. Amossy y Herschberg [1997] hacen un recuento de algunos modos como ha sido definido este concepto. Entre otras definiciones, estos autores incluyen esta: “Un estereotipo es una creencia que no se da como hipótesis confirmada por pruebas, sino más bien considerada, de manera entera o parcialmente equivocada, como un hecho dado” [Jahoda, 1964, en Amossy y Herschberg, 1997: 32]. Sobre los estereotipos también remito a González Catalina, 1997. La misma Nora Moll destaca que la imagología “puede entenderse como una de las formas de indagación más «concretas» de la aproximación a la alteridad. […] La imagología y los estudios interculturales, por su capacidad de centrarse en cuestiones históricoculturales, políticas y sociales relacionadas con el contacto entre distintos pueblos y culturas, pueden revestir hoy una gran importancia y tener interesantes aplicaciones” [2002: 347]. 10.

A la película Dr. alemán no se hace referencia en este artículo porque ella trata sobre la presencia de un extranjero en Colombia y este texto discurre sobre imágenes de la inmigración colombiana. 11.

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Cuando se observa el listado de los países que en las películas parecen tener aquello que le falta a Colombia, a juzgar por las estadísticas sobre migración del Ministerio de Relaciones Exteriores no debe parecer extraño que Estados Unidos y España sean considerados en las ficciones como países ideales, o por lo menos mejores que el nuestro. Es hacia allá hacia donde han migrado más colombianos en los últimos años. En efecto, de acuerdo con el último censo de población realizado en el año 2005, el Ministerio de Relaciones Exteriores reporta que los “destinos elegidos por los migrantes colombianos, según el DANE, son: Estados Unidos (34,6%), España (23,1%), Venezuela (20,0 %), Ecuador (3,1%), Canadá (2,0%), Panamá (1,4%), México (1,1%), Costa Rica (1,1%) y con un porcentaje mínimo Australia, Perú y Bolivia” [http://www.cancilleria.gov.co]. 12.

Según el director y guionista Francisco Norden, la idea del falso documental de El trato tiene origen en una información publicada por el diario inglés The Guardian, en la cual denunció una entrevista falsa realizada por unos cineastas ingleses con un narcotraficante colombiano. En una entrevista con Ciudad Viva, medio del Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá, en julio de 2006 Norden declaró lo siguiente: “Lo que me despertó la curiosidad fue una noticia a ocho columnas del influyente diario londinense, The Guardian, en donde se denunciaba cómo una empresa filmadora engañó a casi cuatro millones de televidentes. Como no pudieron filmar lo que querían, lo inventaron” [http://www.ciudadviva.gov.co/julio06/magazine/4/index.php]. La palabra “spic” es un término despectivo utilizado en Estados Unidos para referirse a inmigrantes de habla castellana o portuguesa, en especial de origen o ascendencia latinoamericano. Según la página web Urban dictionary “Spic” significa “A highly offensive term referring to a Spanish-speaking person from Mexico, Central or South America, Spain, or Portugal”, “racial slur for people of Latino descent”. Cfr. http://www.urbandictionary.com/define.php?term=spic. Según Benedict Anderson, la nación es una “comunidad política imaginada”: “Es imaginada porque aun los miembros de la nación más pequeña no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas, no los verán ni oirán jamás hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión” [1983: 23]. Para Anderson, además, la nación “se imagina como comunidad porque, independientemente de la desigualdad y la explotación que en efecto puedan prevalecer en cada caso, la nación se concibe siempre como un compañerismo profundo, horizontal” [1983: 25].


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Análisis de TIERRA EN TRANCE (1967), DE GLAUBER ROCHA (En memoria de Glauber Rocha, quien en pocos meses cumplirá 30 años de muerto)

Por:

Ramiro Arbeláez

Profesor Titular Escuela de Comunicación Social de la Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle ramiroarbelaez@mixmail.com 184 Resumen El autor hace un análisis narrativo del filme del cineasta brasilero Glauber Rocha, destacando el papel del personaje Paulo, en su doble función ficcional y narrativa, a la vez que hace una aproximación a los niveles de significación de la película. Palabras clave: Narración, diégesis, personaje, estructura narrativa, significación.


“La poesía es más filosófica y de carácter más elevado que la historia, porque la poesía permanece en lo universal y la historia estudia sólo lo particular. Lo universal es lo que tal categoría de hombres dice o hace en tales circunstancias, según lo verosímil o lo necesario. No es otra la finalidad de la poesía, aunque dé nombres particulares a los individuos; lo particular es lo que Alcibíades hizo o lo que le sucedió.” (Aristóteles, Arte Poética, cap. III, unidad 7)

“Creo que las sensaciones quedan mejor en una imagen que en palabras, pues el cine se mantiene en la ambigüedad entre la realidad y la fantasía. Las imágenes no pueden ser explicadas por una lógica racional. Ésa es la relación entre ellas y la locura” (Mitsuo Yanagimachi, entrevista, Folha de São Paulo, agosto 10 de 1.987)

Violencia metodológica El hecho de intentar establecer una división en secuencias -aún a riesgo de obligar al film a ir en contra de su textura y, por tanto, de atentar contra sus significaciones-, procura encontrar la lógica con que se desarrollan los eventos y las situaciones del film. Esa división es una interpretación y con ella puede resultar más accesible el film de Glauber Rocha en términos de seguir una posible historia y focalizar marcas de la escritura. Se trata justamente de una domesticación, que en el caso de Tierra en Trance es como domar un potro salvaje.

División en secuencias 1. Introducción. Desde el primer plano aéreo del mar y la selva costera, hasta la escena de Paulo herido, que con ametralladora en mano comienza a preguntarse (en off): “Donde estaba hace dos, tres, cuatro años?....Mi dios de juventud, don Porfirio Díaz…” 2. Porfirio Díaz. Desde su desfile con el crucifijo y la bandera negra, hasta el final de su discurso en su palacio: “Yo moriré sin traicionar, proclamando la grandeza del Hombre, de la Naturaleza, de Dios! “. 3. Desacuerdo con Díaz. Desde la escena en que Díaz aparece bailando con Silvia, hasta el final de la misma escena, donde Paulo rompe con Díaz, se queda con Silvia y después se va solo, mientras su voz (en off ) dice: “Al paso que vamos retrocedemos”. 4. Actividad política de Paulo. Desde la escena de Paulo en la calle, donde aparece el titulo ALECRIM y el titulo JOURNAL AURORA LIVRE, hasta el rompimiento de Paulo con Vieira, después del incidente de Felicio, cuando Paulo le dice a Vieira que renuncie, finalizando con “Y quién es usted, Vieira? Diga...un Iíder?”. 5. La crisis de Paulo. Desde la escena en su casa, cuando está hablando con Sara sobre la actitud de Vieira, hasta que Paulo dice: “La poesía no tiene sentido... palabras....las palabras son inútiles”, y se abrazan y besan.

6. Retorno a la vida mundana. Desde la escena en la calle mientras la voz (en off) de Paulo dice: “Cuando volví a Eldorado...”, hasta la escena en que Paulo aparece, por segunda vez, en la baranda de su casa, mientras es convencido de destruir a Díaz por parte de Sara, Aldo y Mariño que le dice: “Incluso aunque por causa de esto usted muera!”, cuando Sara se aproxima y lo besa. 7. Programa de TV. Desde el título TV ELDORADO PRESENTA hasta la pelea de Paulo y Díaz en el palacio, donde Díaz le grita: “Solo, solo, solo”. 8. Elección Populista. Desde el grito de Paulo: “un candidato popular”, hasta que Vieira dice: “unir a las masas! Romper de tajo! Dejar que el vagón corra suelto!”. 9. Traición. Desde la reunión de Díaz y Fuentes, donde aparecen Álvaro y Silvia, hasta que Álvaro coge un revólver, se oye un tiro y aparece el rostro de Silvia. 10. Paralelo Díaz-Vieira. Desde la escena de Díaz con el crucifijo y la bandera negra, hasta que dice: “los amaneceres destellantes, vivos, eternos, inmutables, perennes, infinitos!”. 11. Retorno al presente. Desde et plano aéreo de la selva de Eldorado, hasta el final del discurso de Díaz coronado: “por el amor de la fuerza, por la armonía universal de los infiernos llegaremos a una civilización”. 12. Epílogo. Desde que Sara y Paulo herido están en la carretera fuera del carro, antes de que ella se vaya, hasta el plano final con Paulo en las dunas apuntando su ametralladora hacia el cielo, mientras diversos sonidos de guerra se oyen sobre el cuadro diluido.

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El nivel de la fábula Como se manifiesta en la división, la interpretación de las situaciones y hechos del film se hace intentando recomponer la evolución del personaje Paulo Martins, poeta y periodista. Esa división privilegia la unidad de los estados y transformaciones que él atraviesa. Un resumen de la historia provocada por esta interpretación es el siguiente: Paulo rompe con su dios de la juventud (Porfirio Díaz) y decide militar políticamente, motivado por Sara, de la que se convierte en amante. Participa entonces de la búsqueda y lanzamiento de un Iíder político (Vieira) para la Gobernación de Alecrim (provincia de Eldorado). Vieira llega al poder, pero ante el asesinato de un campesino por parte de un coronel, Vieira prefiere optar por los compromisos con los financistas de su campaña, traicionando y reprimiendo a las masas que lo eligieron. Ante la traición de Vieira, Paulo renuncia y cae en la crisis, aumentada por la culpa que asume después de su comportamiento represivo contra un campesino. Esa crisis termina cuestionando su condición de poeta y a la poesía como transformadora del mundo. Desencantado, decide sumergirse en el mundo de las fiestas y orgías, donde encuentra antiguos amigos (Fuentes, Álvaro) y a su amante Silvia. Sara y sus compañeros de partido Aldo y Mariño, lo convencen de volver a la Iucha, pero él confiesa que lo hace sólo por amor a Sara. Convence entonces a su amigo Julio Fuentes, propietario de la televisión y de la prensa, de ponerse en contra de Díaz y la Explínt (Compañía de Explotaciones Internacionales), que apoya al presidente Fernández y le hace competencia a sus empresas. Paulo hace un revelador reportaje sobre Díaz en la TV y después rompe personalmente con él. 186

En medio de un circense encuentro de Vieira con el “pueblo”, en lo que parece ser un mitin para nuevas elecciones (¿esta vez para Presidente?) y en las que participan todos los estamentos sociales, Paulo se interroga de nuevo, esta vez sobre la situación del pueblo, que según sus palabras “necesita de la muerte más de lo que se puede suponer, de la sangre que en su hermano estimula el dolor”. Un acto suyo desencadena el fin del encuentro, mientras recibe acusaciones de todos: Sara lo acusa de aventar a Vieira al abismo, Vieira le reclama por hacer de él un payaso, y los otros militantes le reclaman su “irresponsabilidad política” y su “anarquismo”. Asiste así a la declaración de Vieira que, demasiado tarde, quiere enfrentar los enemigos internos y externos de Eldorado y “dejar que el vagón corra suelto”. Mientras tanto, Fuentes y Díaz, ahora unidos a la Explint, deciden “voltear la mesa”; “hacer historia”, derribando al presidente Fernández con un golpe de estado. Álvaro, antiguo amigo de Paulo, le cuenta de la traición y luego se suicida, incapaz de “hacer nada frente a los días de tinieblas que vendrán”. Las fuerzas reaccionarias ascienden comandadas por Díaz, mientras Vieira se esfuerza por no perder la voluntad popular de las masas. Paulo quiere ir hasta el fin, pero Vieira desiste de usar las fuerzas armadas de su provincia contra el régimen federal, y manda a dispersar a los agitadores evitando el derramamiento de sangre y renunciando a su cargo. Paulo, desilusionado de Vieira y de la lucha, le grita a Sara: “¿Se da cuenta quién era nuestro gran líder? Desesperado, se va buscando la muerte, que encuentra en una barrera policial. En el momento de su agonía, Sara lo abandona. En este resumen de la historia han quedado por fuera algunos fragmentos importantes, como la primera secuencia dedicada a Díaz, o los encuentros de Vieira con su capitán, entre otros; pero la columna vertebral de los hechos está ligada a la acción de Paulo y a sus reacciones. Más que un exhaustivo detalle de todos los eventos y situaciones, nos interesa componer, para el análisis, una historia lógica que se desarrolla en el film, así sea a trancazos.


La narración y sus estructuras Distinguimos un primer nivel narrativo “macro” y que está constituido por tres bloques temporales, dentro de los cuales observamos también secuencias o partes con unidad de contenido, tal como queda establecido en la división efectuada. En este nivel “macro” la organización está hecha a la manera de flashback presentando como tiempo presente de referencia los siguientes hechos: conmoción en el palacio del Gobernador, renuncia de Vieira, heridas y agonía de Paulo. A partir de aquí el “tiempo de la historia” vuelve atrás, permitiendo desarrollar el itinerario político de Paulo y los hechos sucedidos en la Provincia de Alecrirn antes del golpe de estado, hasta volver al tiempo presente de la agonía del poeta. Se trata entonces de una estructura circular: tiempo presente (bloque 1), tiempo pasado (bloque 2), tiempo presente (bloque 3). La primera secuencia del segundo bloque presenta dificultad en relacionarse con las otras en términos temporales: ella contiene la presentación de Porfirio Díaz que no está situada en el mismo tiempo “real” de los hechos siguientes, y por lo tanto aparece como “intemporal”, aunque está justificada por el parlamento de Paulo como primera evocación del pasado, sobre el dios de su juventud: en lugar de presentar hechos, el narrador representa atributos históricos e ideológicos de Díaz. Si los contenidos presentados en esta secuencia son “intemporales” en relación a los hechos que le siguen, ellos tienen perfecta lógica en relación al imaginario de Paulo, pues contenidos iguales o desarrollados de esa secuencia aparecerán aún en el segundo y también en el tercer bloque, haciendo parte de otras realidades espacio-temporales más completas (programa de TV, campaña política, coronación): pero con la diferencia que allí esas partes están incluidas dentro de la lógica de desarrollo de los hechos de la anécdota, aunque al final el carácter “imaginario” o “irreal” de la agonía de Paulo adquiera predominancia y re-contextualice la “realidad” de su discurso poético de moribundo. Podemos pues tener una lectura retardada de esas primeras imágenes de Díaz en la medida que ellas vuelven en otros contextos constituyendo otro foco narrativo, subterráneo, que emerge para triunfar en el tercer bloque, pero confirmando la lógica de los hechos políticos: el triunfo de Díaz, la confirmación del golpe de estado. La estructura de flashback, presentando el momento de la agonía de Paulo en el comienzo, demuestra que el autor no tienen pretensiones de crear suspenso dentro de la historia, y permite insistir sobre el momento de la muerte del poeta, hecho que por su reiteración en diferentes partes de la estructura, resulta subrayado, tomando dimensiones de metáfora. En un segundo nivel narrativo consideramos la organización de los hechos menudos y las pequeñas unidades espacio-temporales que se mezclan en el interior de las secuencias y bloques, resultando muy significativos en la totalidad del filme. Se trata de la forma como está contada la historia, la escritura misma. No sólo de cómo están dispuestos los hechos entre sí, sino también de la forma como es presentado cada hecho individual, la combinación (montaje) de imágenes y sonidos, su duración, la forma como están hechos los planos, desde los encuadres y movimientos de cámara, hasta los movimientos y representación de los personajes y objetos, pues todos estos elementos contribuyen a la construcción del discurso narrativo. Es en este nivel que Tierra en Transe insiste en ir contra las reglas más aceptadas del “buen comportamiento” cinematográfico. Su narrativa es constantemente descarrilada, des-construida, reelaborada, de suerte que los incidentes quedan fragmentados, subordinados a fuerzas diferentes a la continuidad espacio-temporal, a la composición equilibrada, a la dosificación recomendada para la mejor legibilidad. Es evidente que existe una intención “anti-dramática”, es “un filme que se destruye, con un montaje de repetición” (1). En la película con frecuencia los encuadres son descentrados, los ángulos de visión incómodos, los movimientos de cámara inestables como en el cine directo, a juzgar por lo que vemos “la cámara está loca”, “es como si el diablo hubiera sido arrojado dentro de la escena” (2). El montaje frecuentemente confunde las escalas, abunda en falsos raccords, en jump-cuts, en flashes, no sigue la regla de los treinta grados, impide la aprehensión de los lugares, fragmenta el espacio creando

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la ilusión de unidad donde ella no existe diegéticamente. En el film la percepción de las relaciones espaciales está perturbada por el movimiento constante de la cámara, por los movimientos de los personajes en campo, por la variedad de los ángulos de filmación, por la vertiginosa combinación de planos y por el trabajo de la banda sonora, que produce frecuentes desasosiegos en el espectador mediante la inclusión abrupta de voces, música y silencios, la combinación de fuentes en campo y en off, la interrupción intempestiva de sonidos diegéticos y los desniveles de volumen.

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Esta voluntad de hacer la escritura visible, el trabajo de cámara visible, el montaje visible, coincide, en su rechazo al realismo y a la transparencia, con la teatralización en la representación de los actores. Los personajes “gritan” que están representando, revelan su mimesis en sus gestos exacerbados, en sus diálogos líricos y graves, en sus tonos vehementes, en sus muecas solemnes e irrisorias, y sobre todo, en sus locuciones dirigidas a la cámara. Los parlamentos dirigidos a la cámara incomodan al espectador, Io sorprenden en su condición de voyeur y estimulan su incredulidad. El personaje insiste en que el espectador Io asuma como Io que es (actor), que descubra la ilusión, que no se sumerja en el mundo de la simulación. La solemnidad en la representación de los actores, y los poemas que a veces recitan para comunicarse alcanzan un tono operático, que es confirmado con frecuencia por la música no-diegética. Antes de ser herido en el carro, Paulo grita “necesito cantar!”, y a partir de allí, con una estridencia que agrede los oídos, ráfagas de ametralladora se combinan con diálogos pomposos y óperas. ¿Quién comanda todo esto? ¿Quién narra en realidad? ¿Con qué intención? ¿Quién es el intermediario entre lo que está mostrándose y el espectador? ¿Quién cuenta la historia al mismo tiempo que destruye la ilusión?

Paulo narrador A primera vista es Paulo. A partir de su agonía y con excepción de la introducción y del epílogo, él evoca el pasado y va haciendo intervenciones en off que nos recuerdan el momento original de la narración. Él es la mediación visible y audible entre nosotros y los hechos que vemos. No es sólo un testigo, él es un narrador protagonista. Pero él no es el único responsable de la forma en que están presentados los hechos, de la explosión constante de la ficción, de la fragmentación, mezcla y repetición. Paulo es sólo una máscara de la narración, su cara visible. Hay otra fuerza detrás que intenta deshacer -y consigue por lo menos desordenar- lo que Paulo construye. Hay otra lógica trabajando: a veces a favor de Paulo, a veces en su contra, a veces también a sus espaldas, como cuando relata hechos que Paulo no puede atestiguar (encuentros Vieira-Capitán, Díaz-Fuentes) (3). Esa fuerza, además, denuncia a Paulo narrador, recordándonos la ilusión que la narración instaura. La primera incongruencia entre estas dos lógicas consiste en que por un lado, el cine, al reproducir el movimiento y el sonido, hace que tengamos la ilusión de que las acciones suceden frente a nosotros, en el tiempo presente; por otro lado, la intervención en off de Paulo convierte en pasado esas mismas acciones, acentuando su re-producción, su re-presentación. La voz de Paulo lo convierte a veces en un intruso que distancia los hechos de nosotros. La actualización de las imágenes es tan fuerte, que cuando los parlamentos de Paulo no usan el tiempo verbal pasado, parecen la voz interior del poeta en el presente de la acción representada, y no una voz del pasado. En estos casos los sentimientos transmitidos corresponden a los acontecimientos, sin hacernos pensar en el pasado. El foco narrativo subterráneo, que identificamos como independiente de la “realidad” de los hechos que Paulo cuenta, converge cerca del final del film integrándose en una representación donde la parte “real” de Paulo moribundo es su voz, mientras que la parte “irreal” serían las acciones mostradas por la imagen. Estas acciones, como en la secuencia comentada, pertenecen a un orden más simbólico que real: la del poder por parte de Díaz y la inútil lucha de Paulo en el momento de su muerte. Tenemos así el siguiente esquema narrativo: por un lado una fuerza ficcional con una lógica simbólica en la representación y una lógica no simbólica, y por otro lado, una fuerza des-constructora de la ficción, presente en la representación, pero sobre todo en el montaje de imágenes y sonidos.


Paulo diegético Paulo es impulsivo, rudo, prepotente, provocador y su sensibilidad de poeta le impone un choque duro con la realidad, que le golpea cada vez que lo envuelve en sus contradicciones. Su trayectoria política, que comienza llena de esperanzas y entusiasmo, trae rápidas desilusiones y desencantos, y se convierte para él en un camino tortuoso y desesperado. La poesía, la única arma que él tiene para su militancia política, queda corta para la acción, pero su deseo de cambiar el mundo es tan grande que le impone vehemencia a sus actos, y una búsqueda de contundencia en la que termina pidiendo sangre y muerte. EI papel narrativo de Paulo no borra su papel diegético (4). Él no sólo precede la acción sino que a veces la origina, y en algunos momentos perturba el curso de los acontecimientos desencadenando consecuencias imprevistas. Su comportamiento en la secuencia del mitin en la terraza del Palacio, cuando tapa la boca de Jerónimo para cuestionar la condición del pueblo, genera consecuencias que acaban con la escena, y subraya la importancia de su acción individual en un hecho colectivo, que él parece originar y terminar según su voluntad, pues en el comienzo de la escena él grita: “un candidato popular”, dando inicio al samba en la terraza. Al final el “hombre del pueblo” es asesinado por hablar en una acción comenzada por Paulo. Su actuación (diegética) genera consecuencias narrativas y devela, en este caso, su papel de representación cuando la fuerza ilusionista y la fuerza des-constructora que caracterizan el discurso de Tierra en Trance, se anulan. Paulo resulta ser más un provocador de la historia que su protagonista. No sólo porque él recuerda para nosotros, sino porque todos los acontecimientos son consecuencias de sus acciones. El líder surge después de que él (y Sara) lo encuentran: la victoria es el resultado de la campaña que él (y Sara) preparan; las represiones derivan directa o indirectamente de hechos que él provoca. En un primer momento parece como si el mundo respondiese a sus dictados (“un olvido de nosotros inexplicable”). Pero cuando él reconoce que su sueño ya no concuerda con la realidad, cuando no puede contener más el curso de los acontecimientos, o la voluntad del gobernador que él “colocó”, abandona la lucha y vuelve al “infierno” terrenal, a Eldorado, a la bohemia y a la poesía (“Cuando la belleza es superada por la realidad, cuando perdemos nuestra pureza en estos jardines de males tropicales (...) a este olvido puedo donar mi triste voz latina”) (5). A ese mundo pertenecen sus amigos (Álvaro, Fuentes) y su amante (Silvia), y de ese mundo lo sacan de nuevo Sara y sus

compañeros militantes. A partir de allí sus actos políticos van en contra de sus sentimientos, pues tiene que destruir a Díaz amándolo, tiene que regresar a Vieira odiándolo y tiene que estar del lado del pueblo despreciándolo (nótese solamente el grito con que inaugura el “Encuentro de un líder con el pueblo”, que parece causarle un dolor desgarrador). Cuando él confiesa que retorna a la lucha sólo por amor a Sara, comprendemos que ella representa su ideal, la “belleza” que él prefiere a la realidad. A partir de allí su desencanto es un camino de autodestrucción, hasta su muerte, que en realidad es un suicidio. Los varios niveles de significación La insistencia del discurso del filme en ese momento culminante lo hace tomar otra dimensión significativa. Dentro de este orden los otros personajes y hechos de la historia encajan mucho mejor que en un simple conflicto de individuos. Paulo representa el estamento intelectual, Io que coincide mejor con las características de los otros personajes que son más directamente la encarnación de figuras políticas o representación de estamentos y clases sociales. Nótese que sus parlamentos son casi siempre impersonales, llenos de contenido político, a veces volviéndose discursos con evidente intención didáctica: es en esos casos que el personaje pierde hasta su postura representativa y habla a cámara confirmando que él es un simple pretexto. De esta forma los hechos políticos de la historia aparecen con más verosimilitud, dependiendo más de fuerzas políticas que de decisiones personales. De la misma forma como los personajes simbolizan conglomerados y no individuos, sus acciones y objetos simbolizan, frecuentemente, atributos ideológicos, históricos o políticos. Esto es más evidente en las secuencias y fragmentos sobre Porfirio Díaz, ya que “personifica los orígenes imperiales del Brasil. Él carga la cruz de los navegantes portugueses y la bandera negra da la Inquisición (...) representa el origen histórico de la clase burguesa en el Brasil” (8). Con sus parlamentos sobre la Patria, Dios y la Familia, representa la ideología conservadora. La secuencia de su actuación en la playa representa la llegada al Brasil en compañía de la Iglesia (padre) y el poder civil (portugués); con el cáliz que bebe toma posesión del nuevo mundo, representado por el indio que lo recibe. Su acción política lo coloca al lado de los intereses extranjeros, representados por la Explint. Fuentes representa la clase burguesa liberal, menos tradicional, más mundana, y con una doble moral característica que le permite estar del lado que le sea útil: primero aparentemente está con el pueblo, y después decididamente contra él, cuando sospecha que puede perder sus industrias. Vieira es el político profesional que ríe y saluda con gestos estudiados; se comporta como padre bondadoso y gesticula con solemnidad llamando a las masas, pero cuando el pueblo quiere hablarle es sordo. Es un demagogo que a la hora de la verdad retrocede y reprime al pueblo: su renuncia lo convierte en un

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aliado del golpe y de la burguesía más retrógrada, cuyo mundo siempre fue su aspiración subiendo desde abajo. Sara, Aldo y Mariño representan la izquierda aliada a la burguesía; ellos quieren un tránsito dentro del orden, pero son incapaces de ver que su alianza no debe ser con un Iíder sostenido por sus propios enemigos: la burguesía y la religión que manipula a las masas. La historia que el filme desarrolla no es otra cosa que la representación de un proceso político: el populismo, visto desde la óptica del intelectual-poeta militante, que decide una alianza con el pueblo sin consultarlo, y pretende dirigirlo con arrogancia, acusándolo por su pasividad y debilidad, y hasta agrediéndolo para llevarlo a la acción. Todos los personajes de Tierra en Trance están ligados por razón de sus lazos con la burguesía. En el terreno del populismo, representado por la “terraza del samba”, conviven todos los estamentos sociales: un “hombre del pueblo” se toma la palabra a la fuerza e inmediatamente es anulado. El populismo pretende dar la palabra al pueblo pero, debido a sus contradicciones, no mantiene sus promesas progresistas. De un lado ostenta un liberalismo paternalista, del otro utiliza la represión para contener a las masas. El “encuentro de un líder con el pueblo” desvenda la constitución del líder en la destitución del pueblo.

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La alegoría histórica Los hechos permiten otras lecturas. La más evidente es la que se refiere a la historia del populismo en el Brasil, movimiento que antecedió al régimen militar instalado en 1964. El gobierno populista de Goulart, a pesar de la vasta movilización izquierdizante que condujo, temía la lucha de clases y retrocedió frente a la posible guerra civil. En este caso los personajes del film representan curiosas condensaciones de personajes históricos, “Vieira presenta una síntesis de diversos líderes populistas: como João Goulart, él es gaucho y es depuesto por un golpe de derecha; como Miguel Arraes, él es un gobernador de provincia (Alecrim-Pernambuco) elegido con el apoyo de los estudiantes y campesinos. La auto-descripción que hace del self-made man (“Yo vine de abajo, con las manos…”) recuerda a Janio Quadros, mientras que su discurso de renuncia hace eco de la famosa carta de suicidio de Vargas denunciando conspiraciones internacionales” (7). Sara y sus compañeros representan al Partido Comunista, que promovía la alianza con la burguesía y le ofrecía la terminología social que ella necesitaba para intimidar a la derecha latifundista (Díaz). En un deseo de generalización, más que en una estrategia para evitar la censura, el film latinoamericaniza la historia, incorporando rasgos de otros países que han transitado por historias cercanas a la del Brasil. La situación geográfica del Atlántico y las características de la selva son iguales. Porfirio Díaz remite al dictador mexicano. En varias ocasiones se habla en español y se cita a “Martín Fierro”, un poema argentino. El nombre de Explint puede corresponder a cualquier empresa en América Latina.


La metáfora de la escritura La lucha de Paulo contra ese estado de cosas, contra lo que Vieira y Díaz representan (el populismo y la reacción, respectivamente) y que en términos diegéticos resulta insuficiente, o sólo sucede en un nivel imaginario (el deseo de destruir a Díaz) al final del film, contamina la narración misma. Es como si la lucha de Paulo saliera del interior del cuadro fílmico y se identificara con la fuerza desconstructora de la escritura. Es como si descubriésemos que la des-construcción, presente en todo el filme, tenía una fuerte motivación política de parte del narrador escondido detrás de Paulo. Por eso es que su análisis retrospectivo lleva desde el comienzo la fuerza anti-dramática, la intención de desmontar la ilusoria escena del populismo. El rechazo de la transparencia, del realismo, la intención de develar los mecanismos de la ficción es una especie de exorcismo artístico: la intención de destruir un mundo con Ios instrumentos que tiene a su alcance. “Para mí el Brasil es un carnaval que debe ser completamente destruido. Yo intenté hacer que el film fuera la expresión de ese carnaval y de mi asco violento frente a la situación” (Glauber Rocha, “Positif, 1968)

La metáfora del trance El título del film remite a un estado transitorio, un estado de crisis del cual se tiene que salir algún día. Por lo tanto, el título lleva también incrustada una esperanza.

Notas:

Bibliografía

1.

Glauber Rocha, “Entrevista”, Revista POSITIF, Janeiro 1968, Paris.

AVELAR, José Carlos, O cinema dilacerado, Editora Alhambra, Rio de Janeiro, 1986.

2.

José Carlos Avelarar, O cinema dilacerado, Alhambra, Rio de Janeiro, 1986.

VARIOS, Glauber Rocha, Editora Paz e Terra, Rio de Janeiro, 1977.

Es impropio decir que Paulo ignora lo que va a pasar (traición). Paulo lo sabe todo, ya que está recordando a partir del momento de su agonía. Pero el recuerdo también busca captar -representando- sus propias impresiones, reacciones, pensamientos y sentimientos en la época en que !os hechos sucedieron, siguiendo el orden de sus descubrimientos.

ROCHA, Glauber, Roteiros do Terceyro Mundo, o r g a n i z a d o r : O r l a n d o S e n n a, Embrafilrne/Alhambra, Rio de Janeiro, 1985. Robert Stamp, O espetáculo interrompido, Editora Paz e Terra, Rio de Janeiro, 1981.

3.

Marie-Claire Ropars Wuilleumier, “A montagem e a cena ou dois estatutos do povo” , en Glauber Rocha, Paz e Terra, Rio de Janeiro, 1977.

Revista POSITIF, Número 91, Paris, Janeiro 1968.

4.

Guión de “Terra am Transe”, en Roteiros do Terceyro Mundo, Embrafilrne/Alhambra, Rio de Janeiro, 1985.

5.

.Robert Stamp, O espetáculo interrompido, Paz e Terra, Rio de Janeiro, 1981.

6

Robert Stamp, op.cit

7.

AUMONT, Jacques y otros, Estética del cine, Paidós, Barcelona, 1983. GENETTE, Gérard, “Discours du récit”, Figures III, Ed. du Seuil, Paris, 1.972 GERBER, Raquel, “Filme e historicidade”, Revista Cinemais, Número 38, Rio de Janeiro, 2005.

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Sentidos del audiovisual

según algunas organizaciones sociales regionales y según algunas políticas estatales nacionales: empalmes y desencajes Por: Camilo Aguilera

Profesor Escuela de Comunicación Social, facultad de Artes Integradas Universidad del Valle leratoro@yahoo.com.br

Gerylee Polanco

Comunicadora Social gerylee23@hotmail.com

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Resumen

El siguiente artículo hace parte de la investigación Experiencias colectivas de auto-representación cultural a través del uso de tecnologías audiovisuales en Nariño, Cauca y Valle del Cauca, financiada por el Ministerio de Cultura de Colombia, la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Valle y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo/AECID. El propósito de esta investigación es servir de base empírica para enriquecer el ejercicio de cualificación del Plan Audiovisual Nacional/PAN, política que desde el año 2008 impulsa el Ministerio de Cultura. Esta investigación, aún no finalizada, comprende mucho más de lo que en este artículo recogemos; aquí hemos incluido sólo algunos aspectos generales sobre el diseño metodológico de la investigación y sobre los referentes teóricos de los que partimos, al igual que algunos de los resultados del estudio que giran en torno a los sentidos que ciertas organizaciones sociales que usan tecnologías audiovisuales atribuyen a éstas y a los propósitos colectivos a las que las vinculan. Sentidos y propósitos son justamente los resultados que incluimos en este artículo, además del ejercicio de contrastarlos con los sentidos y propósitos que el estado colombiano, en los documentos oficiales que dan cuenta del PAN, atribuye a estas tecnologías. Palabras-clave: tecnologías audiovisuales, organizaciones sociales, estado, significados sociales


Estrategia metodológica Metodológicamente, la investigación acude, al menos parcialmente, a dos modelos que aquí ensayamos su complementariedad: de un lado, el propuesto por Pierre Bourdieu a través del concepto de campo, una de cuyas características sería el despliegue a su interior de una lucha entre los diferentes actores y organizaciones que lo integran por detentar el monopolio de la definición ‘legítima’ de aquello que constituye su especificidad, para nuestro caso lo audiovisual. El segundo modelo es el de la antropología comprensiva que propone identificar los significados sociales que “los actores sociales asignan (…) a situaciones, a otras personas, a las cosas y a sí mismos” (Tylor y Gogdan: 24). Estos “significados son productos sociales” (Ídem), esto es, histórica y culturalmente determinados. ¿Qué significados de lo audiovisual son producidos, re-producidos, circulados, apropiados o impugnados? A partir de la respuesta a este interrogante –creemos- es posible articular la tradición comprensiva/interpretativa de las ciencias sociales (Max Weber, Clifford Geertz) con el enfoque sociológico propuesto por Pierre Bourdieu, específicamente cuando éste se pregunta por las “luchas donde se producen los sentidos” (2005: 433). Más que producto de una suerte de ´subjetividad espontánea´ de los actores sociales, la propuesta de Bourdieu apunta hacia la necesidad de captar tales sentidos en la lucha de la que son objeto. Una de las tareas de la investigación es, pues, no solo lograr ´atrapar´ los sentidos imputados al audiovisual, sino también y a través suyo, lograr identificar las disputas que tienen lugar por el “monopolio de la legitimidad” (Ídem: 252) de tales sentidos. Implementando el modelo metodológico aquí esbozado, obtuvimos dos de los resultados más importantes de la investigación: un ‘mapa’ de los actores y organizaciones sociales indagadas, incluido el estado, acerca de los sentidos de su actividad audiovisual y la contrastación de los significados sociales recogidos en el ‘mapa’ y la identificación de las convergencias y divergencias entre éstos. Justifica este ejercicio de contraste la necesidad de poner en diálogo y debate las diversas perspectivas halladas, buscando ofrecer pistas que permitan hacer mayor empalme entre las expectativas, intereses y sensibilidades de las organizaciones y las del estado respecto del audiovisual.

Operativamente, nuestra estrategia metodológica tiene dos componentes: uno extensivo y otro intensivo. El primero incluye un inventario de organizaciones audiovisuales de Nariño, Cauca y Valle del Cauca y una encuesta aplicada a una porción de las organizaciones identificadas en el inventario. Las informaciones recogidas en ambos ejercicios permiten hacer generalizaciones en cuanto a aspectos cuantitativos del fenómeno estudiado y, además, fueron de suma utilidad para hacer una selección más cualificadas de las ocho organizaciones estudiadas. La siguiente es una pequeña muestra de los resultados obtenidos en el Inventario y en la Encuesta: •

La mayoría de organizaciones tienen como campo de acción las ciudades grandes e intermedias. Esto último lo comprueba que la mayor concentración de estas organizaciones se presenta, en un primer nivel, en Cali, Pasto y Popayán y, en un segundo nivel, en Buenaventura, Palmira y Buga (ciudades del Valle del Cauca). Existe un número significativo de pequeñas poblaciones en las que han surgido organizaciones sociales que vienen usando lo audiovisual. Se trata de, al menos, 22 localidades: seis en Nariño (Pupiales, Tangua, La Unión, Túquerres, Cumbal y Samaniego), ocho en el Cauca (Sucre, Almaguer, Lerma, Patía, Silvia, Piendamó, Guapi y Tierradentro) y también ocho en el Valle del Cauca (La Unión, Calcedonia, Anserma, Toro, Sevilla, Andalucía, La Victoria y Restrepo, sin tener en cuenta poblaciones semi-rurales, algunas de ellas en muchos sentidos integradas a Cali como Jamundí y Candelaria).

El componente metodológico intensivo incluye el uso de técnicas de investigación propias de la etnografía: la entrevista semi-estructurada en profundidad (conversación, en clave etnográfica) a los integrantes de las organizaciones, la observación en campo de las dinámicas cotidianas de las organizaciones y el análisis de los materiales audiovisuales producidos por las organizaciones y de algunos documentos-clave producidos por el Estado en materia audiovisual.

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Como decíamos antes, a partir del inventario y la encuesta fue posible seleccionar con mayor criterio las organizaciones contempladas para el componente intensivo de la investigación. La selección se realizó cruzando diversas variables de análisis, así: 1. Modalidades de trabajo audiovisual: a) Procesos de realización audiovisual; b) Procesos de formación en realización audiovisual; c) Procesos de formación de públicos audiovisuales 2. Departamento en que actúa la organización social: a) Nariño; b) Cauca; c) Valle del Cauca 3. Tipo de asentamiento humano en que se desenvuelve la organización social: a) Urbano; b) Rural 4. Contexto geográfico en el que se desenvuelve la organización social: a) Zona andina; b) Zona interandina (valle); c) Zona de litoral 5. Perfil étnico predominante de la comunidad en que actúa la organización social: a) Población afro-descendiente; b) Población indígena; c) Población mestiza. La definición de estas variables de análisis busca recoger la mayor diversidad posible de informaciones en cuanto al tipo de organización social estudiada y al trabajo audiovisual desarrollado. Cruzando estos grupos de variables de análisis y tomando como insumo los resultados arrojados en el estudio extensivo, nos propusimos la indagación sobre las siguientes organizaciones: • • 194 •

• •

El Medio (Pasto, Nariño): Organización que impulsó la creación y se encuentra a cargo de la realización del Festival Internacional de Cine de Pasto. Corpo-imagen (Sucre, Cauca): Pequeña organización rural del Macizo Colombiano que produce documentales y ficciones sobre mitos, leyendas, fiestas, eventos y músicas locales. Tejido de Comunicación de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca/ACÍN (Santander de Quilichao, Cauca): Organización que implementa una estrategia de comunicación que vincula tecnologías de comunicación (impresos, radio, internet y video) con medios de movilización política como las asambleas y las mingas. González Urrutia Films (Villapaz-Jamundí, Valle del Cauca): Experiencia prolífica y aficionada de producción de ficciones y documentales de larga duración sobre diversos temas, dentro de los que se destacan prácticas culturales (el bunde, el chumbe, la brujería, etc.) ligadas a cierto universo de creencias mágico-religiosas afro. Se trata de la producción de 12 películas en dos años de existencia de la organización. Yubarta Televisión (Cali, Valle del Cauca): Canal de televisión de la Universidad del Pacífico que trabaja desde el paradigma étnico, local y de la inclusión social. Sus miembros son, en su mayoría, egresados de la Escuela de Comunicación Social de Univalle. Colectivo Mejoda (Cali, Valle del Cauca): Organización del Distrito de Aguablanca que creó y realiza el Festival Nacional del Cine y Video Comunitario. Se dedica a la producción de documentales centrados en los jóvenes del Distrito y ha impulsado procesos de capacitación en el mismo sector. Casa Occio (Cali, Valle del Cauca): Experiencia de producción de televisión para internet liderada por jóvenes interesados en las TIC. Orienta su trabajo una concepción de libre acceso a este tipo de tecnologías. Fundación Mujer, Arte y Vida/MAVI (Cali, Valle del cauca): Organización feminista que se apropia de diferentes tecnologías de comunicación, entre éstas el video, buscando posicionar y movilizar ‘demandas de género’ en las agendas política y mediática locales y nacionales.


El componente intensivo de la investigación implicó que la recolección de la información se efectuara buscando introducirse en las dinámicas de trabajo cotidianas de las organizaciones, centrándose en tres aspectos: 1. Las organizaciones: Identidad/alteridad de las organizaciones: referentes (lo emulable) y anti-referentes (lo impugnable); procesos históricos/culturales/políticos gracias a los cuales la formación y el desarrollo de la organización tuvieron lugar; luchas de representación simbólica en que las organizaciones se inscriben; relaciones de la organización con su entorno inmediato: capacidad de éstas para establecer alianzas con otras organizaciones y de capitalizar las dinámicas locales, regionales o nacionales del campo cultural; metas, objetivos y sueños colectivos; autovaloración del trabajo; estrategias de financiación; etc. 2. El proceso de apropiación tecnológica: Procesos históricos/sociales/culturales por los cuales las organizaciones llega a apropiarse de las tecnologías audiovisuales; antecedentes de la relación de las organizaciones con otras tecnologías de la imagen; funciones y significados atribuidos a estas tecnologías; etc. 3. La actividad audiovisual: conflictos/temas/asuntos del contexto local que las organizaciones recogen en su trabajo audiovisual; diálogo del contexto local con otros más amplios (regionales, nacionales y/o globales); estéticas audiovisuales; homogeneidad/heterogeneidad ideológica y formal; procesos de producción, productos audiovisuales y procesos de circulación de los productos; relación de éstos con los públicos; división del trabajo y relaciones de poder en el desarrollo de las actividades audiovisuales; roles audiovisuales; percepciones de las organizaciones sobre el campo audiovisual local y nacional y sobre las políticas estatales en el área audiovisual.

Referentes teóricos Hemos partido de varios conceptos: de un lado, el de movimientos sociales. Como sabemos, los movimientos sociales contemporáneos no son exclusivos de organizaciones cuyas reivindicaciones sean exclusivamente de orden político o económico (Álvarez, Dagnino y Escobar); también la cultura y la comunicación son ámbitos en los que los movimientos sociales actúan y formulan demandas no siempre de manera explícita ni plenamente conscientes. Si un movimiento social se define por la posición antagónica que adopta en las relaciones de dominación hegemónicas de una sociedad, deberemos aceptar que muchas de las organizaciones sociales de la región, implícita o explícitamente, ponen en cuestión lo que podríamos denominar, al menos tentativamente, relaciones de comunicación de una sociedad. La producción de imágenes por parte de las organizaciones sociales implica, pues, la afirmación de diversos nosotros cuya motivación es, en no pocas ocasiones, controvertir o ‘corregir’ las representaciones de las que son objetos por instancias sociales hegemónicas como el Estado y el gran mercado nacional o multinacional audiovisual (ya sea cinematográfico, televisivo, videográfico o de internet). Se trata, por tanto, de organizaciones que participan directamente en las luchas de representación simbólica que se traban en una sociedad, de luchas en las que se confrontan, imponen y negocian significados contrarios de la realidad social. El Tejido de Comunicación de la ACÍN, por ejemplo, defiende un significado del movimiento indígena del Cauca diametralmente opuesto al que predomina en las representaciones periodísticas y estatales. En este caso, la acción colectiva se realiza en y por medio de la comunicación; acción que es afirmación de una palabra y una imagen, de una memoria e identidad colectiva, reclamando para sí una suerte de ‘derecho de auto-representación’.

Otro concepto desde el que proponemos analizar nuestro objeto de investigación es el de consumo, definido desde algunas corrientes teóricas como un proceso social de apropiación y uso, de significación y re-significación (De Certeau, García-Canclini, Martín-Barbero, etc.). Como muestra el estudio, es significativo el volumen, en la región, de procesos colectivos y organizativos de consumo/uso/apropiación de tecnologías de la comunicación, lo que matizaría un fenómeno que a veces se presenta como dominante según el cual el consumo sería una actividad cada vez más individualizada (el paso de la televisión localizada en la sala de los hogares para consumo de toda la familia a varios televisores o computadores cada uno situado en cada uno de las habitaciones de la casa es un ejemplo paradigmático). Así como el consumo aparece como una acción colectiva también lo son los sentidos que se desprenden de su actividad a partir del uso de máquinas que producen símbolos. Por tanto, dar cuenta de los usos sería dar cuenta de los usuarios y su particularísima relación con las tecnologías de comunicación. Tal es el intento desarrollado, en niveles de profundidad diferenciados, con los estudios intensivos.

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Anclada a esta acepción de la noción de consumo como uso y apropiación, cobra relevancia el concepto de mediaciones (Jesús Martín-Barbero) para entender los procesos de comunicación: cultura e historia constituirían la densidad irreductible del usuario. Éste sería, pues, un agente o grupo social histórica y culturalmente constituido, denso y esta espesura haría inevitable la emergencia de multiplicidad de formas de apropiación de las tecnologías de comunicación. Como Raymond Williams y Jesús Martín-Barbero, entendemos que ni el análisis de la tecnología ni el análisis de la comunicación pueden hacerse al margen del análisis de la cultura. Hacerlo sería incurrir en anacronismos y asimetrías entre las tecnologías de una sociedad y los procesos históricos, culturales y sociales que hicieron posible su surgimiento (vía invención o apropiación), su desarrollo y sus mismas formas de uso. La tecnología y la comunicación son, por definición, fenómenos sociales, esto es, histórica y culturalmente determinados en la relación de los unos y los otros. Por ser sociales, entonces, exigen que se estudie el uso de la tecnología audiovisual en el contexto de la cultura que la produce o la apropia. De esto que nos hayamos detenido en las trayectorias colectivas de las organizaciones estudiadas y en los procesos que explican su desarrollo y, dentro de éste, su apropiación de tecnologías de comunicación como las audiovisuales.

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Por último, reconociendo que las organizaciones con las que trabajamos son no sólo audiovisuales, mas de comunicación, creemos que es de gran utilidad el concepto de convergencia digital o tecnológica que apunta a un fenómeno cada vez más acentuado: la articulación entre tecnologías de comunicación diversas y, especialmente, las articulaciones entre video e internet.

Algunos resultados Este apartado constituye apenas una muestra de los resultados de la investigación, centrándonos en el ejercicio de contrastar los sentidos atribuidos al audiovisual por el estado colombiano, específicamente en su política PAN, con los sentidos imputados por las organizaciones. En mayor o menor medida, las organizaciones sociales audiovisuales estudiadas definen el audiovisual en el siguiente marco de sentidos, cada uno de los cuales expresa un motivo que justifica su uso: 1. Impugnación de las representaciones de las que las comunidades han sido objeto por parte de otros, especialmente los medios periodísticos hegemónicos: “Aquí (…) llegan documentalistas y quieren grabar cómo son los nasa, cómo son sus rituales, qué comen, cómo se visten, y si están en una moto o un carro, pues ‘mejor nos los grabemos; mejor vamos al resguardo a grabar sus vestidos ancestrales, que ojalá no aparezca nada de

tecnología’. ¡Como si fuéramos culturas muertas! (…) Los medios de comunicación (…) quieren mostrarnos por allá, los ‘aborígenes’, pero no muestran que somos una cultura con un plan de vida y con una propuesta política, social” (Mauricio Acosta, Tejido de Comunicación, Santander de Quilichao, Cauca). 2. Auto-reconocimiento las comunidades. Se trata de una acción de representación de la comunidad de la que la organización hace parte y de la que resulta la construcción de una imagen de sí. Aquí suelen ser recurrentes las alusiones a términos como ‘identidad’, ‘identidad colectiva’ o ‘lo que somos’, y los temas tratados suelen corresponder a modos de ser colectivos (costumbres, prácticas culturales, etc.), manifestaciones simbólicas comunes (danzas, músicas, formas de hablar y de vestirse, etc.), recursos naturales, valores culturales locales, etc. A propósito de este motivo que justificaría el uso del audiovisual, las organizaciones hablan de “lo que somos, nuestra identidad, nuestros saberes ancestrales, nuestra manera de ser y estar en este territorio nariñense” (Emilio Correa, participante local del V Festival Internacional de Cine de Pasto, Pasto, Nariño). En el caso de otra organización, lo audiovisual aparece asociado a la acción del uso del espejo: “Lo audiovisual permite que uno se encuentre; es como un espejo con el que uno valora lo que tiene” (Víctor González, González Urrutia Films, Villapaz, Valle del Cauca). 3. ‘Hacer comunidad’ y ‘ciudadanía’. Aquí importa, como en el motivo número 2, que la comunidad se autoreconozca, pero admitiendo, al menos implícitamente, que para tal es necesario (también) construirla o fortalecerla. Por ejemplo: los documentos que dan cuenta del sentido de Yubarta Televisión (Buenaventura, Valle del Cauca) hablan del audiovisual como un medio de “construcción y fortalecimiento de tejido social”. Daney Mina, el director de este canal, habla de “construir (…) unidad y construir comunidad porque ese es nuestro horizonte: avanzar en construir comunidad”. Así, al asignar un papel al audiovisual en tal propósito, las imágenes que resultan del uso de esta tecnología no sólo hablan de ‘lo que somos’, sino también de ‘lo que queremos ser’, esto es, ‘lo que aún no somos del todo’: “ayudar a los jóvenes a despertar más su ser como ciudadano, como actor político, como actor social, cultural” (Ricardo Chamorro, Mejoda, Cali, Valle del Cauca). 4. Evocación de parte del pasado de las comunidades. Al asignar esta función al audiovisual suelen ser utilizados términos como ‘memoria’ y ‘memoria colectiva’ y expresiones como “mostrar de donde venimos” (Víctor González, González Urrutia Films). El siguiente testimonio también atestigua el interés por el origen de la comunidad y, entonces, de un tipo de audiovisual capaz de mostrar “cómo la gente (…) en los barrios donde vivimos narra las cosas de los pueblos de donde vienen” (Víctor Palacios, Mejoda, Cali, Valle del Cauca).


5. Visibilización de conflictos y problemáticas locales, reflexión sobre éstas y movilización de la comunidad hacia su solución. A diferencia de los motivos 2 y 3, la imagen que resulta de esta operación admite que los problemas y conflictos, al igual que las acciones tendientes a resolverlos o tratarlos, también constituyen la identidad de las comunidades. Así, importa ‘lo que somos y valoramos’ (como en el motivo 2 en su interés, por ejemplo, por las fiestas, las danzas, los modos de ser colectivos, etc., en fin, las cosas positivas de la comunidad), como también importa, y en este caso sobre todo, ‘cómo estamos’ y ‘qué hacemos para estar de otra manera’. De allí que Víctor González (González Urrutia Films, Villapaz, Valle del Cauca) afirme que una de las razones que lo llevó a hacer una de sus películas fue “mostrar (…) que (…) se comete mucha injusticia con los trabajadores de aquí”. De otro lado, como decíamos, importa visibilizar los conflictos y problemas locales, pero también reflexionar en torno a ellos: “el video (…) se piensa (…) como (…) un producto reflexivo sobre hechos particulares” (Mauricio Acosta, Tejido de Comunicación, Santander de Quilichao, Cauca). Además de la reflexión y la concientización sobre ciertos conflictos, importa las soluciones que la propia comunidad propone para superarlos. De allí que “se trata de visibilizar proyectos” (Marcela Durán, Casa Occio, Cali, Valle del Cauca) y que “lo que interesa es que la pieza (audiovisual) movilice” (Víctor Palacios, Mejoda, Cali, Valle del Cauca). Frente a estos sentidos del audiovisual, proponemos ahora una revisión rápida de los significados atribuidos a éste en la política PAN. Como se verá, existen diferencias, pero también, especialmente en el año 2010, similitudes de sentido: En el año 2008, el Ministerio de Cultura lanza su Plan Audiovisual Nacional-PAN, una política que recoge algunos de los programas desarrollados por la Dirección de Cinematografía del Ministerio de Cultura desde su creación: Cine en el Cerebro Social, Imaginando Nuestra Imagen, Vacunación contra la Amnesia Audiovisual y Las Maletas de Películas. Según documentos que recogen el proceso de formación de la Dirección, ésta, desde entonces, “se planteó el reto de contribuir en la construcción de una geografía audiovisual del país, más allá de la que tradicionalmente se conoce desde Cali, Medellín, Bogotá y el Caribe. Se trataba de estimular hechos audiovisuales en cuya narración puesta en imagen se manifestaran los diversos relatos locales, como una suerte de cartógrafos sociales que trazan la geografía cultural del país diverso, multiétnico y pluricultural y sus transformaciones dialogantes entre sí” (Ministerio de Cultura: 2001:2). El PAN, como los mencionados programas que lo preceden, ha sido una política de tipo regional y dirigido a comunidades que desarrollan trabajo audiovisual en estándares no necesariamente profesionales. Desde la creación del PAN se incluyó en el mismo una línea de estímulos económicos para el

desarrollo de proyectos audiovisuales asignados según convocatoria pública de méritos. Estas convocatorias, salvo un caso que precisaremos más adelante, se integraron a las del Programa Nacional de Estímulos, creado en el año 1997, bajo la etiqueta Estímulos a la labor cinematográfíca-Plan Nacional Audiovisual. En los documentos de estas convocatorias es posible rastrear los sentidos que el Ministerio ha atribuido al PAN y tal es uno de los ejercicios que hemos hecho, cuyos resultados presentamos a continuación. En el año 2008, el PAN es definido “como una estrategia para fortalecer la cultura audiovisual en el país. Apoya la investigación, la realización de obras audiovisuales, la formación de nuevos realizadores, la circulación de obras audiovisuales y la preservación del patrimonio audiovisual” (Ídem: 2008a: 93.). En el mismo año de 2008, el PAN lanza por primera y única vez una convocatoria independiente del Portafolio de Estímulos, denominada Apropiación de la cultura audiovisual y digital 1. El objetivo declarado de la convocatoria afirma el carácter regional y comunitario del PAN: “A través de esta convocatoria el Ministerio reconoce las experiencias en curso e incentiva nuevas iniciativas para que las comunidades puedan verse, pensarse y contarse a sí mismas y a otros” (Ídem, 2008c: 4). Esta convocatoria incluyó tres líneas: a) desarrollo de proyectos de formación en producción audiovisual, realización audiovisual y exhibición de video comunitario; b) desarrollo de proyectos que promovieran el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC); y c) adquisición de material audiovisual regional para la creación la Colección Audiovisual del PAN. En la documentación revisada que ha producido el Ministerio a propósito del PAN, la convocatoria de Apropiación es la primera y la única que introduce el término video comunitario, reconociendo, de algún modo, la existencia de un campo distinto al cinematográfico o al televisivo. Una posible evidencia de este reconocimiento es que el PAN postule criterios de evaluación de los proyectos participantes muy distintos a los aplicados en otras de sus convocatorias. Mientras en esta convocatoria del PAN se indica dentro de sus criterios de evaluación los “elementos de contexto e impacto en la comunidad” (Ídem: 9) o “la generación de inclusión social” (Ídem: 16), en las convocatorias del Fondo para Desarrollo Cinematográfico (FDC) se señala como criterios de evaluación la “aspectos artísticos, técnicos y conceptuales” y los “económicos” (Ídem, 2008d: 13) de los proyectos participantes. En la caracterización hecha sobre el material que el Ministerio buscaba adquirir para la formación de la Colección Audiovisual del PAN se indican en los criterios de evaluación los aspectos socio-culturales y hasta políticos del trabajo audiovisual de las organizaciones comunitarias, ampliando así las valoraciones sobre los aspectos artísticos, técnicos y estéticos. Así, los materiales que serían escogidos para la Colección debían “aportar a la representación de la diversidad étnica, cultural, religiosa y política del país” o “aportar a la reflexión sobre la historia colombiana, sus conflictos y sus realidades socioculturales” ( Ídem, 2008c: 19). En suma, a juzgar por esto, la convocatoria de Apropiación del PAN en el año 2008 se centró más en los aportes sociales de

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los proyectos audiovisuales que apoyó que en las bondades artísticas o la solidez financiera de los mismos.

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Un aspecto que hemos pasado por alto en este análisis de la documentación pública que habla del PAN durante el año 2008 tiene que ver con el sentido imputado a lo audiovisual en la primera de las convocatorias de ese año: en ella –como veíamos atrás- el Ministerio habla de “fortalecer la cultura audiovisual en el país” (Ídem, 2008a: 93.). Dos inferencias es posible hacer de esta afirmación: la primera es que lo audiovisual es concebido como cultura y, para ser más precisos, como una cultura. La segunda inferencia es que tal cultura sería débil en los sectores comunitarios del campo audiovisual o al menos no tan fortalecida como en otros sectores. Lo que niega esta concepción del audiovisual es, por obvio que parezca decirlo, la existencia de diversas culturas audiovisuales, lo que contrasta con la concepción de cultura que la propia política defiende y promueve cuando habla de “geografía cultural del país diverso, multiétnico y pluricultural” (Ídem, 2001: 2). Así, mientras la política habla de culturas al referirse a la gente que usa el audiovisual, sólo habla de cultura al referirse a los modos de hacer imágenes a través de este medio. La concepción amplia de cultura, claramente inspirada en el paradigma de la multi-culturalidad, no admite, sin embargo, la posibilidad de diversidad de culturas audiovisuales; reconoce una sola y propone democratizar su acceso. Cuál es esta cultura no es una pregunta que el PAN responda en la documentación consultada, pero es plausible suponer que se trata de aquella ya consagrada por los pensum universitarios, la literatura especializada y la práctica audiovisual profesional: “lenguaje cinematográfico”, “géneros”, “tipos de planos”, “puntos de giro dramático”, etc. En el año siguiente, 2009, el PAN sigue integrado al Programa Nacional de Estímulos, bajo el nombre Estímulos a la labor cinematográfica y audiovisual regional - Plan Audiovisual Nacional, no obstante, dentro del paquete de estímulos no se integraron las modalidades de la convocatoria de Apropiación y su énfasis al fomento del video comunitario. En el Programa Nacional de Estímulos de 2009, el PAN es definido como “una política de fomento regional de experiencias cinematográficas y audiovisuales, complementaria a las políticas dirigidas al desarrollo profesional e industrial del cine en Colombia” (Ídem, 2009: 95). Como vemos, se re-afirma en el PAN su carácter de política dirigida a las regiones y a sectores del campo audiovisual no industriales ni profesionales, aunque paradójicamente incluye lo cinematográfico, un sector del campo audiovisual para el que lo industrial y lo profesional son criterios importantes de su trabajo audiovisual. Como también es posible ver, el PAN es definido como política complementaria, definición ausente en la convocatoria del año 2008. En el año 2010, la convocatoria del PAN se integra nuevamente a la del Programa Nacional de Estímulos. Para esta versión, desaparece la modalidad de formación Imaginando Nuestra Imagen y demás modalidades que fomentaban la producción de

obras audiovisuales en las regiones. En el texto de presentación se indica lo siguiente acerca del PAN: “Desde la construcción del Plan Nacional de Cultura 2001–2010, el sector audiovisual expresó la necesidad de ampliar la participación y fortalecer la creación y la memoria colectiva a través de las imágenes en movimiento. En concordancia con esta realidad la Dirección de Cinematografía del Ministerio de Cultura formuló el Plan Audiovisual Nacional (…) que fundamentado en los principios de descentralización y multiculturalidad, busca potenciar los atributos de los medios audiovisuales y cinematográficos para registrar, preservar y circular contenidos generados desde las comunidades a nivel local. En este sentido el PAN ha permitido complementar las políticas que operan desde el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (...) y que están dirigidas a fortalecer la industria del cine en Colombia” (Ídem, 2010c: 97). Como es posible ver, en el año 2010 se reitera, respecto del año anterior, la idea del PAN como política regional y complementaria de las políticas de industrialización del cine nacional. Por otro lado, se recuperan términos de la convocatoria de Apropiación del año 2008 que –como vimos- estaban ausentes en la del 2009: comunidades, nivel local, multiculturalidad, etc. En el documento Compendio de Políticas Culturales del Ministerio de Colombia, publicado en el año 2010, se indica que “el PAN tiene como objetivo estratégico hacer una apuesta por la diversidad, porque las comunidades puedan ver, pensar y hacer obras audiovisuales y porque este desarrollo de la cultura audiovisual sirva como herramienta de desarrollo social” (Ídem, 2010a: 507). Aunque, como en el 2008, no tiene lugar la idea de diversas culturas audiovisuales, la definición del PAN en el 2010, al menos en términos discursivos, amplía significativamente los sentidos de esta política, asociando dicha cultura audiovisual al concepto de desarrollo social, término inédito en los documentos que definen el PAN en los años 2008 y 2009. El Compendio señala además que “el PAN ha contado con la participación de organizaciones y colectivos que en su quehacer contemplan el uso del audiovisual, ya sea con fines estéticos o con fines sociales. El audiovisual ha sido para los participantes una herramienta para desarrollar procesos de índole comunicativa, social, cultural, educativa y artística. Las comunidades han visto en las imágenes en movimiento, un mecanismo de autorepresentación, memoria, reconocimiento, construcción de identidad y de ciudadanía activa. En ese sentido, el audiovisual, por su impacto mediático, se ha constituido en una ventana para dar a conocer el sentir y el pensar de ciertas comunidades” (Ídem, 2010a: 520). Fines sociales, procesos de comunicación, procesos sociales, culturales y educativos, auto-representación de las comunidades, memoria, reconocimiento, construcción de identidad y ciudadanía activa son términos novedosos en la definición del PAN. El concepto de auto-representación de las comunidades es interesante pues –creemos- va más allá de lo que tradicionalmente se ha dicho sobre el audiovisual como mecanismo para el fortalecimiento de la memoria y la identidad colectivas. Otro aspecto novedoso tiene que ver con la idea de


proceso audiovisual y no sólo de producto u obra audiovisual, términos regularmente usados en las convocatorias del Ministerio. Esto implica recocer una dimensión del trabajo audiovisual que para muchas de las organizaciones indagadas es fundamental y que no necesariamente se hace visible en las piezas audiovisuales que producen. Las organizaciones -según nuestra investigación- suelen llamar proceso a esta dimensión del trabajo audiovisual que tiene que ver, en muchos casos, con lo que las personas que participan aprenden tanto en términos audiovisuales como con relación a los temas tratados. Mirando retrospectivamente los sentidos atribuidos por el Ministerio de Cultura al PAN, podríamos hablar, especialmente en el año 2010, de una concepción cada vez más social de esta política. Este desarrollo conceptual, sin embargo, no se ve expresado en la asignación presupuestal de las estrategias del PAN. En el año 2009, por ejemplo, para la convocatoria del PAN se asignaron 1.746 millones de pesos mientras que se asignaron 4.910 millones de pesos a la convocatoria del FDC , lo que evidencia un acento del Ministerio en la promoción del sector cinematográfico . Más allá de que, evidentemente, producir cine es más oneroso que producir video, esta diferencia presupuestal entre las convocatorias del PAN y el FDC tal vez sea posible interpretarla como resultado de una concepción acerca de las imágenes en movimiento, según la cual prepondera el valor simbólico atribuido al cine, y en especial a los largometrajes de ficción, que al video producido por pequeñas comunidades para las que el lucro económico y el lucro en términos de prestigio artístico no son prioritarios. Como advertimos antes, los datos y el ejercicio de análisis aquí propuesto es parte de una investigación de resultados más amplios. La investigación se encuentra en proceso y sus resultados finales se presentarán en un libro cuya edición deberá culminar durante el primer semestre del año 2011.

Notas: 1. Esta convocatoria surge “después de este proceso y conforme a los resultados de este piloto denominado Imágenes & Imaginarios” (Ídem, 2008b: 5) y, por tanto, “se decide que para dinamizar el PAN es necesario usar un mecanismo de apoyo directo a las propuestas que distintas comunidades emprenden para acercarse a la cultura audiovisual” (Ídem). Esto constata que esta convocatoria estuvo dirigida a una población distinta a la del Fondo de Desarrollo Cinematográfico (FDC). 2. También es de notar que dentro de las diferentes políticas del Ministerio, el Plan Nacional de Recuperación de Centros Históricos y el Plan Nacional de Música para la Convivencia son los que cuenta con mayor presupuesto anual dentro de los recursos que maneja el Ministerio (por encima de los 10 mil millones de pesos cada una). 3. Es de anotar que la Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura, junto a la Comisión Nacional de Televisión y a RTVC, son las autoridades estatales a cargo del manejo de todos los temas relativos a la televisión en el país.

Bibliografía Tylor, S. y Gogdan, R. Introducción a los métodos cualitativos. La búsqueda de significados. Barcelona, Paidós. Bourdieu, Pierre (2005). Las reglas del arte. Génesis y estructura del campo literario. Barcelona, Anagrama. Álvarez, Dagnino y Escobar (2001). Política cultural y cultura política: Una nueva mirada sobre los movimientos sociales latinoamericanos. Taurus. De Certeau, Michel (2000). La invención de lo cotidiano. México D.F.: Universidad Iberoamericana. García-Canclini, Néstor (1995). Consumidores y ciudadanos: Conflictos multiculturales de la globalización. Grijalbo. Martín-Barbero, Jesús (2003). De los medios a las mediaciones. Bogotá: Convenio Andrés Bello. Williams, Raymond (1992). Historia de la comunicación II: De la imprenta a nuestros días. Bosch Casa Editorial. Ministerio de Cultura (2001). Balance de los programas de Formación Audiovisual de la Dirección de Cinematografía 1998 –2001. Bogotá, Ministerio de Cultura. _________ (2008a). Portafolio de Convocatorias del Programa Nacional de Estímulos a la Creación e Investigación. Bogotá, Ministerio de Cultura. _________ (2008b). Sistematización de experiencias audiovisuales en Colombia: La experiencia del Plan Audiovisual Nacional. Bogotá, Ministerio de Cultura. _________ (2008c). Convocatoria Apropiación de la Cultura Audiovisual y Digital. Bogotá, Ministerio de Cultura. _________ (2008d). Convocatoria del Fondo de Desarrollo Cinematográfico. Ministerio de Cultura. _________ (2009). Portafolio de Convocatorias del Programa Nacional de Estímulos a la Creación e Investigación. Bogotá, Ministerio de Cultura. _________ (2010a). Compendio de Políticas Culturales. Bogotá, Ministerio de Cultura. _________ (2010b). Informe de Gestión 2002-2010. Bogotá, Ministerio de Cultura. _________ (2010c). Portafolio de Convocatorias del Programa Nacional de Estímulos a la Creación e Investigación. Bogotá, Ministerio de Cultura.

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Pecado e incesto en ¡Absalón! ¡Absalón! de William Faulkner y Pedro Páramo de Juan Rulfo

Por:

Carlos Patiño Millán

Profesor asociado Escuela de Comunicación Social Universidad del Valle capami@gmail.com 200

Resumen:

El incesto es una forma de autismo y un nudo. Se encuentra, según la mayor parte de las mitologías, en las relaciones entre dioses, faraones y reyes, en las sociedades cerradas que quieren guardar y reforzar su supremacía esencial. Revela un psiquismo cerrado, una incapacidad de asimilar al otro, una deficiencia, una regresión. Puede parecer normal pero expresa una detención en el desarrollo moral y psíquico de una sociedad y una persona. En dos novelas definitivas de la literatura del siglo XX, ¡Absalón! ¡Absalón! de William Faulkner y Pedro Páramo de Juan Rulfo, se aborda este crítico tema.

Palabras claves:

William Faulkner, Juan Rulfo, incesto, literatura, novela.


William Faulkner: fotografía de un dios en medio de las ruinas Una de las anécdotas más conocidas acerca de William Cuthbert Faulkner señala que se hallaba en una ocasión de cacería junto a su amigo cineasta Howard Hawks y a la leyenda hollywoodense Clark Gable, cuando este último le preguntó al autor de El ruido y la furia cuáles eran sus escritores vivos favoritos. El novelista mencionó a Mann, Hemingway, Cather, Dos Passos y a sí mismo. Gable le dijo con sorpresa, “¡Ah!, ¿Usted escribe?” “Sí, señor Gable”, le respondió el aludido. “¿Qué hace usted?”. Sí, existió un hombre que escribía y que premió la ignorancia de una típica estrella de cine –para quien la realidad se limitaba a un set- ignorándolo de manera deliberada. No era poca cosa la estrella: Clark Gable había interpretado casualmente a Rhet Butler, el cínico aventurero y seductor que brilló con luz propia en ese saga sobre la Guerra de Secesión estadounidense conocida como Lo que el viento se llevó. No era poca cosa el escritor: era una encarnación de dios en el cuerpo de un tal William Faulkner. Sí, todo genuino artista es un demiurgo, pero sólo un mortal que fue el dios creador del alma de un mundo llamado Yoknapatawpha -su mítico poblado cuyo nombre alude a una expresión aborigen que significa “agua que corre lentamente por la llanura”1 - fue capaz de confesar: “soy un poeta fracasado. Quizás todo novelista quiere escribir poesía primero, descubre que no puede y entonces prueba con el cuento, que es el formato más exigente después de la poesía. Y fracasando en eso, sólo entonces puede seguir con la novela2 ”. Faulkner fue dios3, sin duda, pero un dios que dudaba, un dios que al estar condenado a celebrar la grandeza de un mundo creado a su imagen y semejanza, lo estaba también para mostrar, sobre todo, sus heridas y miserias: su reino era una larga ruina. Nuestro hombre (1897-1962) fijó su creación literaria en sus raíces geográficas y culturales, en su vecindario -“su propia parcela de suelo natal”, como él la llamaba- no buscó otro centro, no se deslumbró con la metrópoli; todo estaba allí, alrededor suyo, lo que estaba para ser contado estaba escrito en las líneas de su existencia, la mejor parte de su numerosa prosa está inscrita en el otrora próspero sur estadounidense ya arruinado, esa vasta región derrotada y agotada por el Norte en la mencionada Guerra de Secesión (1861-1865), ese sur marcado por las cruces de fuego del racismo y la religión, esos estados bautizados a veces como el Profundo Sur o, más bellamente todavía, como El cinturón de la Biblia.

Como muchos otros, Faulkner estuvo marcado por la decadencia de su familia -una aristocrática serie de dirigentes de estado, generales, gobernadores y hasta un abuelo novelista, William Falkner, aun sin la letra u agregada por su nieto- pero como pocos, supo leer en esa decadencia particular una serie de hechos que bien podrían tener resonancia universal, tanto así que no dudó en retratarlos en su obra, combinando sucesos reales e inventados, incorporando a su propia familia a ese paisaje en donde desfilan, sin tregua, el esplendor y la caída de su tierra. En obras como El ruido y la furia (1929), Mientras agonizo (1930) y Luz de agosto (1932), este dios del sur dio vida a un mundo centrado, según sus palabras, “en el corazón humano en conflicto consigo mismo”, un mundo perdido que ya casi no recuerda su pasado edénico y en el que ya no existen sino sombras, herencias dilapidadas, muertos, blancos y negros pobres alineados al mismo lado de una carretera solitaria que conduce a plantaciones sin algodón, lamentos, apellidos y abolengos que ya no significan nada y que se pierden en la noche de los tiempos, idilios rotos, polvo, la promesa de un amor, la prohibición de un incesto; idiotas. En lugar de elegir la visión ganadora para desenmarañar las intrincadas realidades de su condado ficticio, Faulkner escogió otra voces, miró hacia adentro, hacia el horror de familias y comunidades derrotadas y enunció esas vidas dichas en las palabras de los más vencidos: el retardado mental Benjy -uno de los cuatro narradores de El ruido y la furia-, un ser que se halla “suspendido en un estado intemporal, entre las tinieblas y la luz, la comprensión y la incomprensión, entre lo humano y lo animal” 4, el resentido Jason, el esquizofrénico Quentin, la resentida Rosa Coldfield, que ha visto florecer y marchitar su odio con el dolor de un animalito herido envejecido –su sangre se ha secado hace más de cuatro décadas pero era su sangre- y que ya vieja nos introduce en ese laberinto llamado ¡Absalón! ¡Absalón!; es apenas natural que tantas voces superpuestas y tanta derrota acumulada suscitara lecturas emocionales: Santuario (1931) contenía tantas violaciones y asesinatos que llevaron a un editor a negarse a publicarla. “Los dos iríamos a la cárcel”, le explicó a Faulkner, mientras que algunos habitantes de Oxford, que hasta entonces lo consideraban como un “excéntrico inofensivo”, reaccionaron con furia frente a alguien que presentaba “un cuadro distorsionado” de la localidad. Otros lectores, en cambio, apreciaron a través de su larga y accidentada carrera su enorme capacidad para manejar diferentes puntos de vista, para intercambiar personajes de una historia a otra, para dominar la técnica del monólogo interior y para sumergirse y hundirse el flujo de la conciencia5 . Este estilo maduró y creció en obras como ¡Absalón, Absalón! (1936), Desciende, Moisés (1942), A fable (1954) y La ciudad (1957). No era extraño que al final del camino lo esperara el Premio Nobel. El tal Faulkner, nuestro dios, merecía el honor.

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Harold Bloom dice que el modelo del Moby-Dick de Herman Melville es el ancestro indiscutible de seis de las más paradigmáticas novelas norteamericanas del siglo 206. Entre ellas, menciona y destaca a Mientras agonizo. Anota Bloom que Faulkner dijo que Moby-Dick “era el libro que le habría gustado escribir; su versión más cercana fue ¡Absalón! ¡Absalón!, cuyo obsesionado protagonista Thomas Sutpen puede considerarse una reescritura de Ahab. En su encumbrada retórica, Faulkner observó que el final de Ahab era una especie de Gólgota del corazón que en la sonoridad de su ruinoso hundimiento se vuelve inmutable. La palabra ruinoso no es peyorativa, ya que Faulkner añadió: Bien, ésa es muerte para un hombre” 7. André Gide afirmó alguna vez que los personajes de Faulkner carecían “de alma” 8. Comparto la corrección que aventura Bloom en el sentido de que lo que no tienen es “esperanza” 9. Sólo un dios de verdad sabe que ser dios es una terrible e insoportable maldición que se esparce como sangre sobre sus creados.

Juan Rulfo: milagros de un dios que hablaba con los muertos

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“Ellos creyeron alguna vez en algo, los personajes de Pedro Páramo, aunque siguen siendo creyentes, en realidad su fe está deshabitada. No tienen un asidero, una cosa de dónde aferrarse. Tal vez en este sentido se estima que la novela es negativa. Esto me hace pensar en aquellas personas que piensan que la justicia más justa es la mejor de todas las justicias, cuando es la más grande de las injusticias” Juan Rulfo Rulfo -a diferencia de Faulkner- era un dios viajero. Viajaba entre esta vida y la otra animando conversaciones con muertos, charlas interrumpidas hace años que se reanudaban como si nada, difuntos que se alegraban de que alguien tuviera la amabilidad se seguir teniéndolos en cuenta. Rulfo era un dios -otro dios más, entre tantos dioses que han sido- sólo que éste no iba a contar la historia del auge y derrota de su familia y vecinos, sino que iba a traernos noticias de la entrada y salida de ese mundo mítico, Comala, un universo liminal donde yacen, en tránsito, seres ya no tan vivos y otros muy muertos. Juan Rulfo (1918-1986), también a diferencia del prolífico Faulkner, sólo publicó en vida un pequeño volumen de cuentos, El llano en llamas (1953) y una novela breve, Pedro Páramo (1955). Eso le bastó para convertirse en figura central de una narrativa que se despertaba del sueño de los años10 . Ambos textos se centran en un miserable mundo rural, olvidado de la mano de Dios y de la gracia de los hombres. La génesis de su única novela es bien interesante: “Tenía yo los personajes y el ambiente. Estaba familiarizado con esa región del país, donde había pasado la infancia, y tenía muy ahondadas esas situaciones. Pero no encontraba un modo de expresarlas. Entonces simplemente lo intenté hacer con el lenguaje que yo había oído de mi gente, de la gente de mi pueblo. Había hecho otros intentos –de tipo lingüístico—que habían fracasado porque me resultaban un poco académicos y más o menos falsos. Eran incomprensibles en el contexto del ambiente donde yo me había desarrollado. Entonces el sistema aplicado finalmente, primero en los cuentos, después en la novela, fue utilizar el lenguaje del pueblo, el lenguaje hablado que yo había oído de mis mayores, y que sigue vivo hasta hoy”11 . Ese maravilloso lenguaje, oído y escrito por el autor, tiene una particularidad bastante no-


table: las voces no se escuchan, sólo nos llegan lejanos ecos, murmullos, ruidos que antaño fueron oraciones completas y que ahora meras palabras son. Por eso, la lectura, aparentemente fácil, se complica, el paisaje se mueve, la realidad se altera. Dice el autor: (Comala) “...es un pueblo muerto donde no viven más que ánimas, donde todos los personajes están muertos, y aun quien narra está muerto. Entonces no hay un límite entre el espacio y el tiempo. Los muertos no tienen tiempo ni espacio. No se mueven en el tiempo y el espacio. Entonces así como aparecen, se desvanecen. Y dentro de ese confuso mundo, se supone que los únicos que regresan a la tierra, es una creencia muy popular, son las ánimas, las ánimas de aquellos muertos que murieron en pecado.Y como era un pueblo en que casi todos morían en pecado, pues regresaban en su mayor parte. Habitaban nuevamente el pueblo, pero eran ánimas, no eran seres vivos” 12. Pueden estar muy muertas, pero las ánimas se niegan reproducir el orden patriarcal y opresor preexistente y actúan en consecuencia: Juan Preciado viene a conocer a su padre, Pedro Páramo, quien ya está muerto, y a vengarlo...; Abundio Martínez, el arriero-cartero, venga a su pueblo y asesina a su padre, Pedro Páramo, quien se desmorona “como si fuera un montón de piedras” 13; muertos recién muertos y difuntos de largo rato se disputan las migajas de un pueblo fantasmal, desierto, ido. Sobre las ánimas, por morir en pecado y por regresar, también pesa la maldición del incesto.

Pecado e incesto en los paisajes de Faulkner y Rulfo “Tú y tus violadores, incestuosos o idiotas. ¿No sabes escribir sobre otra cosa?” Howard Hawks a William Faulkner

I.

El incesto –dicen los autores Jean Chevalier y Alain Gheerbrant en su Diccionario de los símbolos 14 - simboliza “la tendencia a la unión de los semejantes, la exaltación de su propia esencia, el descubrimiento y la preservación del yo más profundo. Es una forma de autismo. Se encuentra, según la mayor parte de las mitologías, en las relaciones entre dioses, entre los faraones y los reyes, en las sociedades cerradas que quieren guardar y reforzar su supremacía esencial” 15. Añaden los autores que “el incesto entre hermano y hermana parece ser la regla en los nacimientos divinos de la mitología irlandesa” . Según el texto, “a los ojos de los psicoanalistas, la tentación inconsciente y reprimida del incesto constituye el complejo de Edipo y Electra, segúlos casos, y representaría una fase normal de la sexualidad infantil en el curso de su evolución (...) El incesto parece corresponder sobre todo a las sociedades cerradas, así como a los psiquismos cerrados o estrechos, incapaces de asimilar al otro: revela una deficiencia o una regresión. Aunque pueda parecer normal en una cierta fase de la evolución, expresa un bloque, un nudo, una detención en el desarrollo moral y psíquico de una sociedad y una persona” 17. En el origen de los dioses está la raíz del incesto. Como lo anota Dietrich Schwanitz, “todo comenzó cuando Urano cometió incesto con su madre Gea, también conocida como la Madre Tierra”18 . Con ese antecedente, era bastante probable que los representantes de Dios en la tierra se apersonaran a sentar cátedra sobre esta trasgresión. Según el Compendio Moral Salmaticense 19, se considera al incesto en la misma categoría del adulterio, pues “ambos son vicios opuestos a la castidad”. El adulterio, de hecho, se tiene como el mayor pecado que puede cometerse contra el prójimo (a excepción del homicidio) porque “priva de mayor bien que otros, como por los graves prejuicios que es capaz de causar” 20. En el tratado diecisiete de dicho compendio -llamado “De Preceptos Sexto y Nono del Decálogo”- específicamente en el capítulo segundo, podemos leer una sección llamada, “De los vicios opuestos a la castidad”. Allí aparecen las siguientes definiciones:

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“P. ¿Qué es incesto? R. Que es: accesus carnalis ad consanguineam, vel affinem intra gradus ab Ecclesia prohibitos. Estos grados son cuatro nacidos del matrimonio, dos de la cópula ilícita, y uno de los esponsales. Cualquier cosa contra castidad cometida entre las personas comprendidas en estos grados, es incesto. Lo mismo si es entre parientes espirituales, o legales, según lo que después diremos. Es grave pecado el incesto, por la grave injuria que con él se hace a los parientes, y tanto mayor cuanto el parentesco fuere más íntimo; por esto en la Sagrada Escritura se reprehende con gravísimas palabras y se castiga con pena de muerte. El derecho civil impone contra él la de destierro, y el canónico, además de otras penas, quiere se imponga a los clérigos incestuosos la de diez años de penitencia; y que si unen el adulterio con el [459] incesto, sean privados de sus beneficios y depuestos. Santo Tomás: ubi sup. art. 9. P. ¿Son todos los incestos de una misma especie?

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R. Que aunque haya gravísimos Teólogos que lo afirmen, con todo, la sentencia negativa es más común y probable. Según ella, se distinguen en especie los incestos, lo primero entre consanguíneos y afines. Lo segundo entre los consanguíneos por línea recta y transversal. Lo tercero, cuando son en primer grado de consanguinidad y colateral; como también en el primer grado de afinidad de todos los demás de la misma línea. S. Tom. 2. 2. q. 154. art. 9. ad. 3. Pruébase esta resolución con razón. En primer lugar basta la luz natural para conocer, que los padres son más dignos de reverencia, que todos los demás parientes, y por consiguiente, que siendo el incesto contra la reverencia debida entre éstos, el cometido en primer grado de línea recta ha de ser distinto en especie de todos los demás incestos. Además, el parentesco de afinidad proviene ab extrinseco, y accidentaliter, y el de cognación dimana ab intrinseco, y naturaliter cuya diferencia es suficiente, para causar igual distinción entre los incestos de unos y otros. Últimamente, en el primer grado de afinidad se halla una peculiar razón de reverencia; v. g. entre el entenado y la madrastra, y lo mismo decimos de los demás primeros grados de la misma línea; síguese pues, que el incesto en el primer grado de consanguinidad y afinidad se haya de distinguir en especie del que se comete en los demás grados inferiores. P. ¿Los incestos entre pariente espirituales, o legales son verdaderos incestos que deban manifestarse en la confesión? R. Que los incestos cometidos entre parientes espirituales son, en primer lugar una cierta especie de sacrilegio contra la reverencia debida a los Sacramentos del Bautismo, y Confirmación, de quienes nace la cognación espiritual. También se distinguen en especie de todo otro parentesco natural y legal por proceder de raíz específicamente distinta. Por esta misma razón se distingue también específicamente el incesto con pariente con parentesco legal del que se comete con [460] pariente con parentesco espiritual. Conforme a esto se debe declarar en la confesión, así el parentesco espiritual, como si este es en primera o segunda especie; si procede del Bautismo o de la Confirmación; pues se distingue específicamente el incesto dicho según estos grados, y el que proviene del Bautismo es diverso del que nace de la Confirmación. Por la misma razón deben manifestarse los incestos cometidos entre parientes legales, según la diversidad de las tres especies de cognación que dirimen el matrimonio, y de que ya hablamos en su lugar”.


II. Si hubo un estigma que persiguiera a Faulkner fue el de un escritor preocupado por la sordidez y la violencia 21. Tras adjudicarse el Nobel de 1949 -otorgado al año siguiente- el The New York Times manifestó indignado que “el incesto y la violación son quizá entretenciones extendidas en Jefferson, en el Mississippi de Faulkner, pero en ninguna otra parte de Estados Unidos”22. El incesto, tema tan caro a Faulkner, aparece en El ruido y la furia23 -libro que supuso su consagración- y que versa sobre la historia de una familia antes aristocrática ya decadente, los Compson, y también aparece como posibilidad, como tensión, en Mientras agonizo. Como en Sartoris, el autor repite la idea de un pecado familiar que condena a toda la estirpe a la destrucción, en este caso se trata de la posibilidad del incesto entre Caddy y su hermano Quentin para preservar la pureza de la sangre. La idea de la relación que se insinúa pero no se consuma da vueltas en el libro aunque el mismo Faulkner haya escrito después: “Quentin III: el cual no amaba el cuerpo de su hermana sino cierto concepto precario del honor de los Compson sustentado (él lo sabía bien) sólo temporalmente por las diminuta y frágil membrana de la virginidad de ella como una copia en miniatura de todo el vasto globo terrestre que estuviera colocada en la nariz de una foca amaestrada. El cual lo no amaba la idea del incesto y no cometería sino cierto concepto presbiteriano de su castigo eterno: él, y no Dios, podría por ese medio precipitarse a sí mismo y a su hermana en el infierno, donde la vigilaría para siempre y la conservaría intacta para siempre jamás entre el fuego eterno. Pero el cual amaba la muerte, y amaba y vivía en una deliberada y casi perversa anticipación de la muerte lo mismo que ama un enamorado que se reprime deliberadamente ante el cuerpo expectante entregado, cálido, tierno, increíble de su amada, hasta que ya no puede seguir soportando, no la represión, sino la prohibición, y entonces se lanza, se arroja, rindiéndose, ahogándose” 24. Mientras agonizo es la historia del transporte del ataúd de Addie hasta el cementerio (en ese mundo al revés, no es raro que el último gesto de Addie sea el de ver por la ventana el ataúd terminado). Detrás de la gesta hay adulterio, soledad e incesto. Por ejemplo: Jewel no es hijo de Anse, Dewey Dell está embarazada, Addie odia a sus padres 25. Faulkner enfoca esta historia desde dos planos, el presente de la agonía de Addie, la actitud de su esposo e hijos, las vicisitudes del viaje, etc. y, por otro lado, las relaciones de los miembros de la familia entre sí, el pasado de Addie, sus conceptos sobre el pecado y el amor. El incesto vuelve a aparecer aquí, más como una amenaza que como una realidad. En este caso será entre Darl y Dewey Dell. Quien lo sospecha es Cash: “Aparte de que siempre he tenido como un barrunto de que Dewey Dell y él se traían algo entre manos 26 ”.

¡Absalón! ¡Absalón!27 es, acaso, la más grande contribución de Faulkner a su temática de las sagas familiares. La más ambiciosa de sus novelas recrea más de un siglo de vidas signadas por el dolor y la desgracia. Aquí el protagonista es Thomas Sutpen, quien luego de un largo peregrinaje se asienta en un espacio dado, originando una estirpe que verá pasar el esplendor, la guerra, la muerte y el olvido de su nombre. La historia bíblica es traducida por Faulkner: Thomas Sutpen es el rey David, sus dos hijos legítimos son Judith (Tamar) y Henry (Absalón) y un tercero ilegítimo es Charles Bon (Amnon). En la recreación de Faulkner, la tensión recae en Henry por la deshonra de Judith, en Charles Bon que se ha enamorado de su hermana, otra vez en Henry pues, quizás, también está enamorado de su hermana o, todavía más allá, acaso también de su medio hermano a quien mata28. Dice Monique Nathan a propósito del incesto faulkneriano: “En un país donde el sentido del pecado, y en particular el pecado de la carne, es una obsesión cotidiana, donde las relaciones familiares están reforzadas por la consanguinidad –como en el caso del Sur antes de la Guerra de Secesión- la idea del incesto surge de manera obsesiva y natural. El incesto aparece en Faulkner, casi siempre, como una pasión que empuja al hermano hacia la hermana. Hermano y hermana, cómplices asociados o rivales, conforman la única pareja de la antropología faulkneriana”. A menudo, añade ella, “ese sentimiento aparece asociado a la homosexualidad, o implicando una inversión de los papeles asignados a la pareja”. Así, menciona a Narcisa y Horace Benbow, Jody y Eula Warner, Bayard Sartorio y Drusilla (quien además de prima suya es su madrastra), Henry y Judy Sutpen (junto a Charles Bon) y a Quentin y Caddy Compson. En ellos, “el hermano se convierte en celoso guardián de la virginidad de su hermana. En cada familia, el incesto estaría latente, pero jamás sería cometido: como en la tragedia griega, es a la vez el crimen y el castigo, una obsesión infinitamente más poderosa que el acto en sí” 29. Lo que asusta, como le dice Charles Bon a su medio hermano Henry (Enrique), “no es el incesto, sino la mezcla de sangre...30 . La latencia, la posibilidad del acto trasgresor (y, a la vez, reparador), que pende sobre cada cabeza involucrada es lo que realmente importa. La excusa es proteger “la diminuta y frágil membrana” o “preservar la pureza de la sangre”. A menudo tal excusa lleva a la muerte que, por supuesto, opera aquí como un mecanismo neutralizador de la consumación del pecado.

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III. En Pedro Páramo, el gran fresco sobre los muertos de Comala, también aparece el incesto, como “una posible respuesta al vacío” 31. En los cuentos de Rulfo, dice Yvette Jiménez de Báez, el incesto “se asoma repetidas veces con variantes significativas que indican la búsqueda del modelo para Pedro Páramo (Macario, En la madrugada, Talpa y Anacleto Morones). En Macario, En la madrugada y Anacleto Morones, el incesto remite a una tríada familiar alterada: por sustitución (tía que reprime y ocupa el lugar del padre, de la ley, y criada que protege y amamanta en Macario; tío por línea materna que paradójicamente viola y acoge, y madre impotente para la acción, En la madrugada). Sin duda en estos relatos ya se intuye lo que en ¡Diles que no me maten! se explicita: que La orfandad rebasa los límites de posibilidad de una vida a la altura del hombre” 32. En Pedro Páramo el incesto está centrado en Donis y su hermana, quien termina acostándose con Juan Preciado y llevándolo a la muerte. El incesto de la pareja de hermanos adquiere caracteres simbólicos y míticos que lo relacionan con el paso, el cambio, la transformación de un mundo en otro. Si el incesto es, en general, “un puente entre la animalidad y la humanidad” , aquí lo es entre esta vida y la otra: ante la ausencia de Donis (“ha ido a buscar un becerro cimarrón que anda por ahí desbalagado” y tras confesar su pecado (“¿No me ve el pecado?¡No ve esas manchas moradas como de jiote que me llenan de arriba abajo?Y eso es sólo por fuera; por dentro estoy hecha un mar de lodo” ), la hermana de Donis se acuesta con Juan Preciado (“El cuerpo de aquella mujer hecho en tierra, envuelto en costras de tierra, se desbarata como si estuviera derritiéndose en un charco de lodo” ) y le sirve de puente para irse al más allá (“Tengo Memoria de haber visto algo así como nubes espumosas haciendo remolino sobre mi cabeza y luego enjuagarme con aquella espuma y perderme en su nublazón. Fue lo último que vi” ).

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Aunque la mitología griega esté llena de uniones incestuosas, ésta práctica inspiraba a los trágicos griegos un horror sagrado. En Rulfo esa marca no es sólo sagrada sino que es la última, Donis y su hermana parecen destinados a abrir la puerta de la muerte a quien se decida a tocarla.


Notas: Este condado tiene como capital supuesta a Jonson (una ingeniosa transposición de las reales poblaciones de Oxford y Mississippi). Otras traducciones del nombre del condado apuntan a un “territorio separado por dos ríos”. 2. En: Revista Qué Pasa, “El envolvente universo de Faulkner”, Santiago de Chile, octubre de 1997, consulta por Internet. 3. Un dios que fue, indistintamente, un escritor comparable a Marcel Proust, James Joyce y Henry James, piloto, guionista, pintor de techos y puertas, cartero en la Universidad de Oxford (de donde lo echaron por su extraña costumbre de leer la correspondencia antes de entregarla). 4. En: Millgate, Michael. “William Faulkner”, capítulo sobre “El sonido y la furia”, página 134. 5. Iván de la Torre expresa así las principales características del estilo faulkneriano: “la utilización de idénticos escenarios naturales (los campos de algodón; Jefferson, el pueblo asiento del condado; los ríos que lo delimitan); los mismos personajes que pasan de una novela a otra (Bayard Sartorio en Sartorio y Los inconquistables, el doctor Peabody en Mientras agonizo, El ruido y la furia, y Sartoris, Quentin Compson en El ruido y la furia y ¡Absalón!¡Absalón!, Temple Drake en Santuario y Réquiem para una mujer; el uso de símbolos recurrentes (el agua y el fuego), y los motivos de una obra que se desarrollan totalmente en otra (la aversión a los camarones de Benbow en Banderas sobre el polvo halla su respuesta en Santuario cuando éste abandona a su esposa y vuelve a la casa de su hermana utilizando ese argumento)” En: de la Torre, Iván. “William Faulkner, poeta perdido del profundo sur”, consulta por Internet. 6. Las otras cinco novelas son Miss Lonelyhearts de Nathanael West, La subasta del lote 49 de Thomas Pynchon, Meridiano de sangre de Cormac McCarthy, El hombre invisible de Ralph Waldo Ellison y El cantar de Salomón de Toni Morrison. En: Bloom, Harold, “Cómo leer y por qué”. Editorial Norma, Santafé de Bogotá, 2000, página 283. 7. Óp. cit, página 284. 8. Óp. cit, página 294. 9. Óp. cit, página 294. 10. Uno de los autores que más provecho sacó de la idea de los condados míticos, de los lugares imaginarios en donde suceden cosas, de los Yoknapatawphas y Comalas fue García Márquez quien, a propósito de Rulfo afirmó: “...en primer término, para mí los cuentos de Rulfo son tan importantes como su novela Pedro Páramo, que, lo repito, es para mí, si no la mejor, sí la más importante, sí la más bella de las novelas que se han escrito jamás en lengua castellana... Si yo hubiera escrito Pedro Páramo no me preocuparía ni volvería a escribir nunca en mi vida”. En: “García Márquez habla de García Márquez”, citado por César Valencia Solanilla en “Rumor de voces: la identidad cultural en Juan Rulfo”, Educar, Bogotá, sin fecha, página 8. 11. Entrevista con Juan Rulfo, página oficial del escritor en la Internet. 12. Op. cit. 13. Rulfo, Juan. « Pedro Páramo », Fondo de Cultura Económica”, México, 1973, página 129. 14. Chevalier, Jean y Gheerbrant, Alain. «Diccionario de los símbolos », Editorial Herder, Barcelona, 1995, página 590. Sólo para tener otra referencia en cuanto a relaciones incestuosas en la literatura universal se refiere, basta con decir que ese tema se trata en “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. 15. Óp. cit, página 590. 16. Óp. cit, página 590. 17. Óp. cit, página 591. 18. Schwanitz, Dietrich. “La cultura: todo lo que hay que saber”, Taurus, Madrid, 2002, página 31. 19. El mencionado compendio se encuentra en la siguiente dirección: www.filosofia.org. Se trata de un texto escrito en Pamplona, España en 1805. La parte dedicada al incesto ocupa en tomo 1, páginas 457-460. 20. Óp. cit. 21. No obstante él argumentó que se valía de la violencia “como el carpintero del martillo”. En “El envolvente universo de Faulkner”. Óp. cit. 1

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Óp. cit. ¿Qué filosofía esconde The Sound and the Fury?, se pregunta Cándido Pérez Gallego y a continuación enumera olores y sabores, que dan forma a la siguiente lista de pistas sobre los temas recurrentes en la novela: - “Caddy smelled like leaves...Caddy smelled like trees”, piensa Benjy. - Caddy como centro de un proceso. - Sigue el hermano retrasado: “Her hair was like fire, and little points of fire were in her eyes”. - Otras veces aparece “white in the darkness”. Benjy adora a su hermana. Quentin adora a su hermana. - Una obra de idolatría. Dos hermanos adoran a una hermana menor. - “She held my hand against her chest”. Simbología del deseo sexual. - Adoración por el cuerpo femenino “familiar”. Pensamiento familiar. El lenguaje del clan de la misma sangre. El fragor del incesto. Todo ello visto desde cuatro puntos, cuatro personas y cuatro fechas. - Incluso cuatro estilos narrativos. - Benjy, en 1928, tiene 33 años. Le gusta su hermana Caddy, la pradera y el fuego. Quentin es muy distinto del hermano menor. Dice Faulkner que Quentin “love not his sister’s body but some concept of Compson honor”. - Benjy llora porque su hermana ya no huele a árboles y ahora se ha perfumado. - Una familia sujeta a una adoración por la hermana perdida. - Vista desde cuatro ángulos “superpuestos”. - Caddy, para su hermano Benjy, huele como los árboles. - Benjy fue castrado en 1933. - Quentin se suicidó en Harvard en junio de 1919. - La novela empieza en una partida de golf. Se abre con una bella metáfora de “a través de las flores entrelazadas”. Toda la novela es un “a través”. Un llegar a la realidad desde otro ámbito. - Caddy desapareció en París en 1940 durante la ocupación alemana “pues parecía tener quince años menos de los 48 que en realidad tenía”. - Una narrativa referente a cuatro puntos de vista, doblegada a hacer una apoteosis de los estilos narrativos de los cuatro ángulos elegidos. - Una preocupación obsesiva por marcar los distintos estilos. Por diferenciarlos. - La realidad es el pasado del estilo. - El mundo allí, el mundo entonces. - Ver el pasado de lo ocurrido como un ejercicio de estilo. - Pues el illo tempore está destinado a descifrarse desde las voces de los que estuvieron presentes. - El allí de Caddy no es el allí de Quentin. Ni el de Faulkner. Ni el mío. - Los juegos sucesivos para llegar al allí. - Un allí que “huele a árboles”.Y yo lo imagino como una solución. - Llegar allí será, pienso, recrear lo que yo imagino al leer un reto. - Construir el allí que se me hace aquí. - Construir un esto: “Esta chica es Caddy”. - Esto es lo que siento al pensar lo que le ocurre allí a Benjy. - Pero el allí del allí, está más lejos. - El allí actúa con rencor, nos esquiva. Exige un tributo. - Faulkner construye desde un mecanismo donde todo se convierte en allí.Y el lector no sabe cómo leerlo y busca inventar “artificios supletorios” para construir una realidad. Cuando Quentin dice allí, ¿qué quiere decir? En: Cándido Pérez Gallego. Universitat de Valencia Press. 24. Faulkner, William. “El sonido y la furia”, Editorial La Oveja Negra, 1983, página 276. 25. De la Torre, Iván. “William Faulkner, poeta perdido del profundo sur”. Óp. cit. 26. Faulkner, William. “Mientras agonizo”, Editorial Aguilar, México, 1977, página 346. 27. La referencia bíblica es definitiva: el rey David tuvo dos hijos legítimos, Tamar y Absalón, y otro natural, llamado Amnon. Durante un período de enfermedad de Amnon, éste le dice a su padre que quiere ser atendido exclusivamente por su hermana Tamar, y es entonces cuando se va dando una relación especial entre ellos, hasta convertirse en incestuosa. Absalón, al enterarse de la deshonra de su hermana, se aleja de la casa y se establece en un lugar donde crea su propio reino. En la primera oportunidad invita a un banquete a Amnon y ahí lo mata. Poco tiempo después, durante una batalla, Absalón pasa con su caballo por unos matorrales y su cabellera se enreda en ellos y muere trágicamente. El rey David, al ver que se ha quedado sin herederos, piensa en Salomón para que lo suceda en el trono. De ahí surge el rey Salomón. 22. 23.

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“...sólo entonces Enrique picó espuelas y volvió grupas para enfrentar a Bon, y sacó la pistola. Judit y Clite oyeron el disparo, y tal vez Wash Jones andaba por allí, rondando el fondo de la casa y por eso puedo ayudar a las dos mujeres a llevar el cadáver a la casa y tenderlo en una de las camas; y fue Wash quien se dirigió a la ciudad para decírselo a la tía Rosa, quien llegó alborotadísima aquella misma tarde para hallara a Judit de pie, sin una lágrima, ante la puerta cerrada, aferrando el relicario que le había dado, con su retrato adentro; pero ahora ya no contenía su retrato, sino el de la cuarterona con el hijito”. En: Faulkner, William. “¡Absalón!¡ Absalón !, Alianza Editorial, Madrid 1971, página 306. 29. Nathan, Monique. “Faulkner par lui-meme”, Col. Ecrivains de Toujour, Ed. Seuil, París, 1976. 30. En: Faulkner, William. “¡Absalón!¡ Absalón !, Alianza Editorial, Madrid 1971, página 304. 31. Jiménez de Báez,Yvette. “Juan Rulfo: del páramo a la esperanza; una lectura analística de su obra”, Fondo de Cultura Económica, México, 1990, página 119. 32. Óp. cit, página 119. 28.

Vásquez, Héctor. En: “Del incesto en psicoanálisis y en antropología”, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, citado en el estudio de Yvette Jiménez de Báez.

33.

34.

Rulfo, Juan. « Pedro Páramo », Fondo de Cultura Económica”, México, 1973, página 55.

35.

Óp. cit, página 61.

36.

Óp. cit, página 61.

Bibliografía: Bloom, Harold. Cómo leer y por qué, Editorial Norma, Santafé de Bogotá, 2000. Valencia Solanilla, César. Rumor de voces: la identidad cultural en Juan Rulfo, Educar, Bogotá, sin fecha. Rulfo, Juan. Pedro Páramo, Fondo de Cultura Económica, México, 1973. Chevalier, Jean y Gheerbrant, Alain. Diccionario de los símbolos, Editorial Herder, Barcelona, 1995. Schwanitz, Dietrich. La cultura: todo lo que hay que saber, Taurus, Madrid, 2002. Faulkner, William. El sonido y la furia, Editorial La Oveja Negra, Bogotá, 1983. Faulkner, William. Mientras agonizo, Editorial Aguilar, México, 1977. Faulkner, William. ¡Absalón!¡ Absalón!, Alianza Editorial, Madrid 1971, página 306. Nathan, Monique, Faulkner par lui-meme, Col. Ecrivains de Toujour, Ed. Seuil, París, 1976. Jiménez de Báez,Yvette. Juan Rulfo: del páramo a la esperanza; una lectura analística de su obra, Fondo de Cultura Económica, México, 1990. Millgate, Michael, William Faulkner, Barral Editores, Barcelona, 1972. Revista Qué pasa. El envolvente universo de Faulkner, Santiago de Chile, 1997, consulta por Internet. De la Torre, Iván. William Faulkner, poeta perdido del profundo sur, consulta por Internet.

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Comprensión textual, conocimiento y cultura escrita: resultados de una investigación con estudiantes de la Universidad del Valle. Por:

Alejandro Ulloa Sanmiguel Profesor Titular Escuela de Comunicación Social Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle ausa52@hotmail.com

Giovanna Carvajal Barrios Profesora asociada Escuela de Comunicación Social Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle giovanacarv@hotmail.com

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RESUMEN

El artículo analiza los resultados de la prueba de lectura diseñada y aplicada al interior de una investigación sobre la cultura escrita, tecnocultura y conocimiento en la Universidad del Valle. Dicha prueba hizo énfasis en la capacidad de los estudiantes para hacer diferentes tipos de inferencias, así como indaga por los conocimientos procedimentales requeridos para realizar una lectura de doble vía (ascendente y descendente), reconociendo las marcas del texto, sus relaciones intertextuales, la presencia de distintos enunciadores y la elaboración implícita de la macroestructura del texto leído, como parte del proceso de comprensión. El artículo presenta una caracterización de la prueba y construye hipótesis -con base en el modelo teórico propuesto desde la lingüística textual y la teoría de la enunciación- sobre la manera como los estudiantes llegaron a resolver cada una de las preguntas del cuestionario (qué debieron hacer para responderla correctamente y cómo se explica que hayan errado); así mismo evalúa su capacidad de leer desde la perspectiva de la organización del texto, como una manifestación de su grado de adscripción a la cultura escrita.

Palabras claves:

cultura escrita, conocimiento procedimental, comprensión textual, lectura en doble vía.


Este artículo presenta los resultados parciales del proyecto de investigación “Los estudiantes de la Universidad del Valle: su relación con la cultura escrita y la tecnocultura contemporánea”, realizada entre los años 2007 y 2008. En una primera investigación (2003-2004), apoyados en herramientas estadísticas, aplicamos una prueba de lectura y una prueba de escritura a 260 estudiantes de la Universidad del Valle, para diagnosticar su desempeño en la producción y comprensión de textos expositivo-argumentativos en el momento en que cursaban su segundo semestre de carrera. Así mismo, a través de la aplicación de una encuesta, conocimos sus relaciones con la cultura escrita y con la tenocultura contemporánea (medios de comunicación y nuevas tecnologías) durante sus estudios de educación básica, media y en el corto tiempo que llevaban en la universidad. A partir de los resultados de las pruebas y de los datos derivados de la encuesta (cruces de variables), planteamos algunas relaciones entre sus modos de relacionarse con la cultura escrita y con la tecnocultura y la incidencia de ello en las formas de apropiación de conocimientos en el ámbito universitario (Ulloa y Carvajal, 2004, 2005, 2009). La segunda investigación, cuyos resultados estamos presentando, surgió precisamente de los hallazgos de la primera, algunos de los cuales se plantearon como interrogantes y nuevas hipótesis que tendrían que ser abordados en futuros estudios. Nos preguntábamos, por ejemplo, de qué manera su permanencia en la universidad ha incidido en las relaciones de los estudiantes con la cultura escrita y con la tecnocultura contemporánea, y en qué forma dicha relación ha afectado –positiva o negativamente- el proceso de formación académica, teniendo en cuenta que desde la perspectiva de esta investigación, tanto la cultura escrita como la tecnocultura contemporánea constituyen mediaciones cognitivas fundamentales en la vida universitaria (Ulloa y Carvajal 2006). Para abordar estos interrogantes, seleccionamos un grupo de 20 estudiantes que participaron en el primer proyecto -según una caracterización derivada del marco teórico de la investigación- a quienes se les aplicaron una nuevas pruebas de lectura y escritura, con características semejantes a las de la primera investigación, así como una entrevista en la que se profundizaban y se actualizaba la información derivada de la encuesta aplicada en el 2003. Con la aplicación de las herramientas metodológicas implementadas en esta segunda investigación pretendemos realizar un diagnóstico del desempeño de los estudiantes al momento de culminar sus estudios universitarios, para comparar estos resultados con los obtenidos en la investigación realizada en el año 2003. El análisis nos permitirá profundizar en el conocimiento de su adscripción a la cultura escrita, sus formas de relacionarse con la tecnocultura contemporánea y las tensiones que se producen entre dichas mediaciones cognitivas en el marco de la formación académica, cuando están próximos a culminar su carrera universitaria En la prueba de lectura de este segundo proyecto se prestó especial atención a la capacidad de los estudiantes para hacer diferentes tipos de inferencias, así como a los conocimientos procedimentales requeridos para realizar una lectura de doble vía, ascendente y descendente (desde la cognición social del lector hacia el texto y a la inversa), reconociendo las marcas del texto, sus relaciones intertextuales, la presencia de distintos enunciadores y la elaboración implícita de la macroestructura del texto leído, como parte del proceso de comprensión. En la prueba de escritura se evaluó la capacidad para relacionar conocimientos previos con conocimientos nuevos, representar distintos enunciadores según las necesidades del texto escrito, presentar un punto de vista personal y los argumentos que lo sustentan. 1 En este artículo describimos la prueba de lectura aplicada en la segunda investigación y presentamos el análisis de los resultados obtenidos. Para dicho análisis se consideraron la totalidad de las pruebas aplicadas, aunque sólo 14 de los 20 estudiantes seleccionados fueron entrevistados.

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DESCRIPCIÓN DE LA PRUEBA La segunda prueba de lectura seguía las mismas pautas de la prueba del primer proyecto. Consistió en responder un cuestionario de 5 preguntas después de leer el texto “Colombia: crisis política y social”. A continuación presentamos el texto dado a los estudiantes. COLOMBIA: CRISIS POLÍTICA Y SOCIAL Por: Ausa 1. Todos los colombianos estamos de acuerdo en que nuestro país atraviesa por una crisis política y social de gran magnitud. Pero no todos estamos de acuerdo en el análisis de la crisis ni en las soluciones que se proponen para resolverla. De hecho, existen diferentes concepciones y miradas acerca del problema.

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1.1 Para el presidente Uribe y su gobierno,“en Colombia no hay conflicto, sino una amenaza terrorista contra la democracia”(i). Por lo tanto, es necesario combatir el terrorismo en todas sus manifestaciones, sumándose a la lucha que contra él desarrollan otros países del mundo como Estados Unidos, Inglaterra, España, Italia, sobre todo después de los atentados del once de septiembre. Internamente, este discurso contra el terrorismo se apoya en la frustración provocada por el fracaso de los diálogos de paz en el Caguán durante el gobierno del presidente Pastrana. Así lo reconocieron en su momento las Naciones Unidas cuando expresaron que: “las crecientes críticas y el desencanto de grandes sectores de la población dieron cabida a políticas y estrategias que dan prioridad a respuestas guerreristas”(ii). 1.2 En el extremo opuesto, los grupos guerrilleros —el ELN y las FARC— manifiestan reiteradamente que en nuestro país sí hay un conflicto armado y en ese sentido han desarrollado una estrategia de confrontación política y militar, aunque parece más militar que política, contra el “establecimiento” y sus instituciones representadas por el actual gobierno. Las guerrillas consideran que la injusticia social, la concentración en la propiedad de la tierra, la inequidad en la redistribución del ingreso, y la corrupción, tienen que ser combatidas tanto política como militarmente para derrocar un régimen que está al servicio de los grandes poderes financieros nacionales y transnacionales; un régimen sometido a las órdenes y a las políticas del imperio norteamericano; un régimen incapaz de resolver los grandes problemas de nuestra sociedad. (iii) 1.3 Otra concepción es la que plantean algunas organizaciones no gubernamentales y la llamada “izquierda democrática” organizada como partido político. Para éstos, en Colombia sí existe un conflicto social y político que se expresa no sólo en la lucha armada que adelantan las guerrillas sino también en la protesta y las movilizaciones de muchos sectores y comunidades que reivindican mejores condiciones de vida, respeto a los derechos civiles, cumplimiento de las obligaciones del estado y neutralidad frente a los actores armados legales e ilegales. Para la “izquierda democrática”, los problemas derivados de la injusticia social,

la mala distribución de la riqueza y la corrupción no se pueden resolver con la lucha armada ni con la confrontación militar. Estos problemas tienen que enfrentarse por medio de reformas políticas profundas que deben resultar de amplios acuerdos entre diferentes sectores de la sociedad. Sólo mediante negociaciones entre ellos, consensos y pactos con objetivos definidos, es posible encontrar salidas viables al laberinto en que nos encontramos (iv). Sin embargo, esta organización política se encuentra dividida internamente, por lo que es difícil pensar que puedan liderar lo que proponen y sacar adelante sus iniciativas. 1.4 Aparte de las organizaciones políticas hay voces independientes de intelectuales, politólogos, estudiosos y periodistas de nuestro país que continuamente se han pronunciado sobre la crisis y sus manifestaciones. Entre ellos se encuentran Antonio Caballero, Daniel Coronel, Héctor Abad, Carlos Lozano, Felipe Zuleta, Daniel Samper Pizano, María Jimena Dusán y Piedad Bonet. 2. El columnista Antonio Caballero es uno de los que más debate públicamente sobre la crisis de la nación Colombiana a través de sus artículos en algunos medios de comunicación. En un artículo titulado “La realidad y el deseo”(v), Caballero escribió: “El anuncio lo hace John Ashcroft en persona, el secretario de Justicia de los Estados Unidos, flanqueado solemnemente por el jefe de la DEA, por el ‘zar’ antidrogas y por el jefe del FBI: su gobierno va a pedir en extradición al ‘Mono Jojoy’ por porte ilegal de armas. Claro que portar armas no es un delito en los Estados Unidos, al contrario: es el más sagrado de los derechos constitucionales, del que no se puede privar ni siquiera a los asesinos en serie. Pero bueno: Ashcroft también reclama la entrega del jefe guerrillero colombiano por los dos crímenes más tremebundos que existen en el mundo de hoy, que son los crímenes de lesa majestad norteamericana: el tráfico de drogas y el terrorismo. Además de ‘Jojoy’, y por los mismos motivos, la justicia norteamericana acusa y pide a otros cuantos criminales de las Farc: ‘Romaña’, el ‘Negro Acacio’, etc.Y exige también la extradición -sólo por narcotráfico, pero no por terrorismo- de un narcotraficante y terrorista que en el fondo es su aliado, y no su enemigo: el jefe de las autodefensas paramilitares Carlos Castaño”. Más adelante Antonio Caballero continúa su reflexión en los siguientes términos: “El anuncio del señor Ashcroft provoca en Colombia un gran alboroto de alborozo. Anhela el general Jorge Enrique Mora, comandante de las Fuerzas Militares: “Ojalá a todos esos terroristas se los lleven para allá”. Ofrece Fernando Londoño, el ministro bicéfalo de Interior y Justicia: “Les mandaremos todos los que quieran”. Se inclina el presidente Alvaro Uribe: “Colombia acata el ordenamiento jurídico”, o sea, lo que diga míster Ashcroft. Un general de tres soles, un ministro de dos cabezas, un presidente de la República: tendrían que ser gente seria ¿no? Pues no.Todos pasan por alto el pequeño detalle de que para extraditar a Castaño o a ‘Jojoy’ primero hay que cogerlos.Y no los han cogido”.


“(Otra gente igual de seria ha anunciado cien veces la muerte de ‘Tirofijo’.Y sigue vivo)”. “Pero es que esperan (anhelan, ofrecen, se inclinan) que a ‘jojoi’ y a Castaño y a los otros los cojan en su lugar los propios norteamericanos. The New York Times advierte que ya están en eso. Que hay oficiales de los Estados Unidos “entrenando una unidad especial de comandos de 400 hombres para perseguir paramilitares y rebeldes, con énfasis especial en cazar a los jefes”, y que el Congreso norteamericano está a punto de aprobar una partida de cinco millones de dólares para ese efecto. Claro que los 150.000 hombres del Ejército colombiano llevan ya medio siglo persiguiendo a esos jefes, y no han podido cazarlos. Pero bueno: los gringos, qué duda cabe, lo harán en un santiamén. ¿Como a Osama Ben Laden? Eeeh? Bueno. El ‘Mono Jojoy’ y Castaño pueden esperar sentados”. “Ellos pueden estar tranquilos, pero Colombia no. Por culpa, precisamente, de los Estados Unidos, cuya política a la vez infantil y cruel (que viene a ser lo mismo) consiste en jugar con las guerras ajenas como un gato con un ratón. Si ahora acaban de aplastar a los afganos bajo sus bombas ‘inteligentes’ es porque antes tuvieron la inteligente idea de financiar y armar a los fanáticos talibanes para que lucharan en su lugar contra los soviéticos. Si ahora quieren aniquilar a los iraquíes es porque antes armaron a Saddam Hussein para que combatiera la revolución islámica de los ayatolas del Irán. En Colombia han hecho lo mismo, aunque (hasta ahora) en menor escala. Nuestra guerra social es en buena medida producto de la política norteamericana: de la cruzada contra el comunismo primero, de la prohibición de la droga después, y más recientemente del Plan Colombia dirigido contra la droga y contra las guerrillas comunistas. Nuestra guerra tiene orígenes y motivos locales, por supuesto, pero su agravamiento y su prolongación interminable vienen de afuera: del dinero de los drogadictos norteamericanos, que es inmenso gracias a la prohibición, y del dinero de los gobiernos norteamericanos.Y ahora viene este último, el de Bush y su secretario Ashcroft, a cerrarle a Colombia el único camino local para lograr la paz, que es el de negociar la guerra. Si se criminaliza a las fuerzas que la hacen (la guerrilla y los paramilitares, que son las dos sin duda criminales, pero son también fuerzas políticas), si como única perspectiva se les ofrece la cadena perpetua o la pena de muerte en los Estados Unidos ¿quién diablos va a negociar la guerra para buscar la paz?” Para terminar, el columnista agrega: “Pero el alboroto alborozado no es sólo de los funcionarios del gobierno.También la gente corriente, desinformada, malinformada, está feliz. “¡Viva!”, gritan muchos colombianos desde el fondo de su infortunio: “¡Por fin acabaron con el ‘Mono Jojoy’!”.Y no. Confunden su deseo con la realidad. Así como eligieron presidente a Alvaro Uribe porque su deseo les hizo confundir una declaración de guerra con un parte de victoria, y antes eligieron a Andrés Pastrana porque su deseo los hizo confundir una fotografía con un tratado de paz, así confunden ahora una petición jurídica de extradición con una derrota militar de la guerrilla.Y -perdonen que se lo diga- no es lo mismo”. “De manera que tendremos más guerra, y peor. “Vendrán tiempos peores y nos harán más ciegos”, dice, con lucidez implacable, el escritor Rafael Sánchez Ferlosio”. Los distintos análisis sobre la crisis ponen de manifiesto que el problema es demasiado complejo como para pensar en soluciones simplistas e inmediatas. Ellos indican la presencia de distintos sectores de opinión pública en la vida cotidiana de los colombianos. Así mismo, reflejan la diversidad de intereses en juego, intereses muchas veces antagónicos que dificultan los acercamientos entre las partes. Lo que sí parece claro es que se trata de un conflicto social y político que debe ser resuelto con urgencia. Mientras tanto, la crisis continúa sin que se vislumbre una solución a corto o mediano plazo.

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i. No sólo el presidente lo ha dicho; también sus asesores más cercanos y miembros de su gobierno insisten en esta apreciación que se ha expresado por diferentes medios a lo largo y ancho del territorio nacional.

ii. Informe de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos sobre la situación de derechos humanos en Colombia, 2001, página 14. En el mismo documento, la alta comisionada manifiesta que “sólo el compromiso contundente con el Estado de Derecho, las estrategias democráticas y el respeto de los derechos humanos podrá asegurar una convivencia pacífica. Asimismo, recobra renovada vigencia la recomendación del Secretario General de las Naciones Unidas y de la Alta Comisionada relativa a la adopción de un Acuerdo Global de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, como un ingrediente mínimo de un proyecto hacia el cual las partes deben confluir para optar definitivamente por una solución negociada, y sentar los cimientos de una paz firme y duradera”. (Página 15). iii. El discurso de las FARC se viene repitiendo desde hace más de cuarenta años como parte de una estrategia en la que se “combinan todas las formas de lucha” (participación en elecciones y lucha armada; infiltraciones, retenciones, ajusticiamientos), con lo cual se ha agravado la crisis sin llegar a ninguna solución. iv. El Polo Democrático ha convocado al gobierno nacional, a los distintos partidos políticos, a las diferentes organizaciones sociales y gremiales “a construir un consenso nacional por la solución política, en torno a cuatro puntos”, el primero de los cuales es “el reconocimiento de la existencia en Colombia de un conflicto armado interno de carácter social y político cuya solución debe ser política, mediante acuerdos encaminados tanto a terminar la guerra como a atacar las raíces del conflicto”. (Declaración pública consenso nacional por la solución política. El Polo Democrático Alternativo frente a la paz, Carlos Gaviria Díaz, 2 de Octubre de 2006, en: www. polodemocratico.net). 214

v. Antonio Caballero, “La realidad y el deseo”, Revista Semana, Edición 1072, noviembre 15 de 2002.

I. Después de leer el texto “Colombia: crisis política y social”, responda las siguientes preguntas: 1. El autor del texto: A. Está a favor del análisis que hace el gobierno del presidente Uribe con respecto a la crisis del país. B. Está de acuerdo con el análisis que la izquierda democrática hace sobre la crisis colombiana. C. Está a favor del punto de vista de los grupos guerrilleros acerca de la crisis en nuestro país. D. No está ni a favor ni en contra de las distintas posiciones expuestas en el texto sobre la crisis del país. 2. Frente a la crisis colombiana el periodista Antonio Caballero aboga por: A. Una solución militar apoyada por todas las fuerzas políticas y la ciudadanía del país. B. Una solución negociada con la intervención directa de los Estados Unidos. C. Una solución negociada con la intervención indirecta de los Estados Unidos. D. Una solución militar sin ninguna clase de intervención de los Estados unidos. E. Ninguna de las anteriores. 3. En su pronunciamiento sobre la situación colombiana, las Naciones Unidas A. Están de acuerdo con el gobierno colombiano con respecto a la solución militar y guerrerista de la crisis. B. Se oponen a los planteamientos del periodista Antonio Caballero. C. Comparten el mismo punto de vista de las guerrillas. D. Se oponen a la solución militar y guerrerista de la crisis. E. Apoyan a grandes sectores de la población que dieron cabida a políticas y estrategias guerreristas


4. El periodista Antonio Caballero califica a las guerrillas y a los grupos paramilitares como criminales. Por lo tanto considera que: A. Se deben capturar y extraditar a los Estados Unidos B. Se debe apoyar a los Estados Unidos para que los capture C. No se debe negociar con ellos sino combatirlos D. Se debe negociar con ellos pero con la participación de Estados Unidos E. Ninguna de las anteriores. 5. Según el texto leído, se puede concluir que: A. Para Antonio Caballero, los norteamericanos son los únicos capaces de capturar a los cabecillas de la guerrilla y los grupos paramilitares. B. El autor comparte la estrategia de confrontación de los grupos guerrilleros C. Antonio Caballero plantea que las soluciones propuestas por el gobierno contradicen el deseo de los colombianos D. La izquierda democrática comparte los planteamientos de los grupos guerrilleros E. Antonio Caballero está en contra de la extradición de los cabecillas de la guerrilla y de los grupos paramilitares. OBJETIVOS DE LA PRUEBA DE LECTURA Uno de los objetivos generales de nuestra investigación, fue conocer el grado de adscripción de los sujetos de la investigación a la cultura escrita y su grado de pertenencia a la tecnocultura contemporánea, e identificar posibles relaciones de tensión o de complementariedad entre ambas. En lo que respecta a la cultura escrita, nos propusimos realizar un diagnóstico del desempeño de los estudiantes en la lectura y escritura de textos expositivos-argumentativos, al momento de finalizar su carrera universitaria. Esto con el fin de establecer una comparación con los resultados obtenidos por ellos mismos en las pruebas presentadas en la investigación realizada en el año 2003. En consonancia con lo anterior, la prueba de lectura diseñada se propuso indagar en qué medida los estudiantes sujetos de la investigación poseen y aplican los conocimientos procedimentales propios de la cultura escrita 2. En ese sentido la prueba se proponía diagnosticar la capacidad de los estudiantes para: 1. Leer desde la perspectiva de la organización del texto y no sólo desde la perspectiva del lector y su cognición social. 2. Relacionar sus conocimientos previos (semánticos y procedimentales) con los conocimientos nuevos aportados por el texto. 3 Este modo de leer, requiere poner en acción (si se poseen) los siguientes conocimientos procedimentales en función de la prueba de lectura diseñada para esta investigación: a. Realizar inferencias a partir de la relación entre conocimientos previos y conocimientos nuevos. La capacidad de inferir ligada a la lectura del texto verbal es también un conocimiento procedimental de la cultura escrita. b. Identificar y reconocer el enunciador dominante, con sus respectivos enunciados, y diferenciarlo de los enunciadores referidos, no como un acto aislado sino en función de la significación global del texto y de sus significados particulares. (Esto último es igualmente válido para los siguientes literales). c. Identificar y reconocer los enunciadores referidos con sus respectivos enunciados. d. Identificar y reconocer las paráfrasis, las ironías, los discursos directos e indirectos adscritos a sus respectivos enunciadores.

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e. Identificar y reconocer los puntos de vista, explícitos o no, de cada uno de los enunciadores presentes en el texto. f. Reconocer la Macroestructura del texto general (“Colombia, crisis política y social”) y diferenciarla de la macroestructura del texto de Antonio Caballero (“La Realidad y el deseo”). g. Reconocer la Macroestructura del texto de Antonio Caballero, incluido en el texto general. h. Reconocer las superestructuras del texto expositivo-argumentativo (problema- solución, paralelismo y contraste, tesis y argumentos, relaciones de causa-efecto) Insistimos en la necesidad de considerar los conocimientos previos de carácter procedimental, propios de la cultura escrita, que se requieren para leer desde la perspectiva de la organización del texto.Y es esto lo que estamos evaluando: si el estudiante posee o no tales conocimientos. En el diseño de la prueba asumimos que se trata de jóvenes colombianos, estudiantes universitarios que tienen una información sobre el tema (conocimientos semánticos), así como sus propias opiniones. Sin embargo, aclaramos que el propósito de la prueba de lectura no era el análisis de sus opiniones, aspecto que sí fue considerado en la prueba de escritura. En ésta, les solicitamos elaborar “una reflexión personal sobre la situación actual de la crisis colombiana teniendo en cuenta el texto leído”.

CARACTERIZACION DE LA PRUEBA

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El texto empleado en esta segunda prueba de lectura fue creado por los investigadores, tratando de que fuera semejante al de la primera prueba, no tanto por su contenido sino por su estructura enunciativa y por su carácter expositivo-argumentativo. En este sentido, es un ensayo que presenta varias superestructuras como Comparación y Contraste cuando describe las diferentes concepciones que tienen los actores mencionados frente al “conflicto colombiano”. Problema–Solución, cuando identifica ese conflicto y explica las diversas “soluciones” propuestas por los actores involucrados. Tesis-Argumentos, cuando fija una posición propia y se distancia de cada uno de ellos. Como se apreciará más adelante, esta superestructura es más visible en el artículo de Antonio Caballero insertado como parte del ensayo. Ahora bien, estas y las demás superestructuras que lo componen están inmersas en una estructura enunciativa que las integra como elementos retóricos característicos de los textos expositivoargumentativos. A diferencia del modelo de Van Dyjk - y de la lingüística textual basada en él – que ignora la teoría de la enunciación para la comprensión textual, aquí la reivindicamos como una condición sin e quanon. De ahí que nuestra perspectiva teórica y metodológica se propone relacionar los dos modelos de manera complementaria con el fin de observar sus imbricaciones, cómo se superponen y participan del proceso comprensivo y cognitivo que implica toda lectura. Con relación a la estructura enunciativa, el ensayo de la prueba presenta un enunciador dominante en forma impersonal que distribuye los turnos a diversos enunciadores referidos, cada uno de los cuales expresa sus puntos de vista frente a un problema descrito. De esta manera, se presenta la intertextualidad y la confrontación de diversos puntos de vista con sus respectivos argumentos. La intertextualidad se manifiesta a través del

discurso directo y mediante el discurso indirecto, la paráfrasis y la ironía, que deben ser inferidas por el lector. Esta exigencia –la de producir inferencias para comprender el texto y contestar acertadamente las preguntas del cuestionario- también estuvo presente en la prueba diseñada para la primera investigación. Para poder inferir, el lector debe identificar y diferenciar el enunciador dominante, los enunciadores referidos y sus respectivos enunciados y puntos de vista. En el cuestionario, las preguntas estaban dirigidas a indagar, indirectamente, por estos aspectos que hacen parte de los conocimientos procedimentales propios de la cultura escrita, teniendo en cuenta que éste es uno de los objetivos del proyecto.

Caracterización del texto de la prueba en términos de la estructura enunciativa El texto producido consta de dos partes marcadas numéricamente (1 y 2). En la primera, el enunciador dominante -que representa al autor (Ausa)- cita varios enunciadores referidos (el presidente Álvaro Uribe, las Naciones Unidas, las guerrillas ELN y FARC, la izquierda democrática, “voces independientes”, intelectuales, periodistas y otros). El enunciador dominante le atribuye a cada uno de los referidos, unos enunciados. Esta primera parte, a su vez, está subdividida en cuatro secciones, debidamente identificadas. En la segunda parte del texto el enunciador dominante cita textualmente un artículo de Antonio Caballero (“La realidad y el deseo”) que tiene a su vez un enunciador dominante y varios enunciadores referidos (John Ashcroft, Jorge Enrique Mora,


Fernando Londoño, Álvaro Uribe, “otra gente igual de seria”, the New York Times, “la gente corriente” y Rafael Sánchez).

Y finalmente, su punto de vista se explicita en el último párrafo cuando enuncia:

Tanto el enunciador dominante del texto principal (Ausa), como el enunciador dominante de “La realidad y el deseo” (Antonio Caballero), atribuyen a cada uno de los enunciadores referidos unos enunciados, que citan mediante el discurso directo o mediante el discurso indirecto y la paráfrasis. Es necesario señalar el contraste evidente entre ambos enunciadores dominantes puesto que el primero, representado en forma impersonal, se mantiene como una especie de observador “objetivo”, “neutral”, excepto cuando se incluye como parte de un colectivo al afirmar: “ Todos los colombianos estamos de acuerdo en que en nuestro país atraviesa por una crisis política y social de gran magnitud. Pero no todos estamos de acuerdo en el análisis de la crisis ni en las soluciones que se proponen para resolverla”. El segundo enunciador dominante que representa a Antonio Caballero asume la primera persona, de manera constante, para fijar su punto de vista abiertamente mediante recursos como la paráfrasis y la ironía, de la cual hace gala.

“Los distintos análisis sobre la crisis ponen de manifiesto que el problema es demasiado complejo como para pensar en soluciones simplistas e inmediatas. Ellos indican la presencia de distintos sectores de la opinión pública en la vida cotidiana de los colombianos. Así mismo, reflejan la diversidad de intereses en juego, intereses muchas veces antagónicos que dificultan los acercamientos entre las partes. Lo que sí parece claro, es que se trata de un conflicto social y político que debe ser resuelto con urgencia. Mientras tanto, la crisis continúa sin que se vislumbre una solución a corto o mediano plazo”.

En el texto dado (“Colombia: crisis política y social”), el enunciador dominante cumple la función de distribuir los turnos y presentar los enunciadores referidos sin tomar partido por ninguno de ellos (“Para el presidente Uribe y su gobierno…” “En el extremo opuesto, los grupos guerrilleros…”“Otra concepción es la que plantean algunas organizaciones no gubernamentales y la llamada izquierda democrática…”). Al representarse en una forma impersonal que predomina en el texto, sugiere una “neutralidad” en tanto se limita a presentar las posiciones de los diferentes actores que cita. Aunque sí expresa un punto de vista propio con respecto al conflicto colombiano, el enunciador dominante no adhiere a ninguna de las posiciones expresadas por los enunciadores referidos. El punto de vista del enunciador dominante se manifiesta explícitamente en tres fragmentos: uno, en el primer párrafo, ya citado (“Todos los colombianos estamos de acuerdo en que…”). Otro, en el que fija su posición sobre la Izquierda democrática cuando dice: “Sin embargo, esta organización política se encuentra dividida internamente, por lo que es difícil pensar que puedan liderar lo que proponen y sacar adelante sus iniciativas”.

Ahora bien, el enunciador dominante le da más despliegue al periodista Antonio Caballero, uno de los enunciadores referidos. Citar la columna completa podría ser tomado como un indicio de falta de neutralidad del enunciador dominante -dada la notable extensión del artículo citado-. Sin embargo, aparte de este indicio no hay evidencia alguna que permita llegar a esa conclusión. Y el indicio, aunque justificado, por sí sólo no es suficiente. El texto contiene cinco notas de pie de página, las cuales cumplen la función de ampliar las ideas expuestas además de documentar la fuente de información consultada. Consideramos que dichas notas, en tanto marcas textuales, deben ser leídas y articuladas al proceso de representación semántica (construcción del mapa mental del significado) como parte de la comprensión textual. Leer desde la perspectiva de la organización del texto exige leer las notas pie de página y tenerlas en cuenta para responder el cuestionario y elaborar la reflexión que pedía la prueba de escritura. Las notas fueron colocadas al final – y no al pie de página - como una decisión deliberada, para indagar qué tanta importancia le daban los estudiantes. En éste como en la mayoría de textos expositivo-argumentativos canónicamente escritos, dichas notas aportan no sólo información complementaria sino también información necesaria para la producción de inferencias. Su empleo hace parte de la escritura canónica propia de los ámbitos académicos y científicos y como tal es una marca de la cultura escrita contemporánea.

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RESULTADOS Y ANÁLISIS DE LAS RESPUESTAS DE LOS ESTUDIANTES Pregunta 1: El autor del texto “Colombia: crisis política y social”: A. Está a favor del análisis que hace el gobierno del presidente Uribe con respecto a la crisis del país. B. Está de acuerdo con el análisis que la izquierda democrática hace sobre la crisis colombiana. C. Está a favor del punto de vista de los grupos guerrilleros acerca de la crisis en nuestro país. D. No está ni a favor ni en contra de las distintas posiciones expuestas en el texto sobre la crisis del país. Responder esta pregunta correctamente implicaba identificar el punto de vista del autor con respecto al problema colombiano descrito en el texto. El autor está representado por el enunciador dominante y su punto de vista se diferencia de los otros puntos de vista de los enunciadores referidos. Como ya está dicho, el autor no adhiere a ninguno de ellos. Por lo tanto la respuesta correcta es la (D).

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De los 20 estudiantes que presentaron la prueba, 16 respondieron correctamente. Los 4 que erraron respondieron (B): el autor “Está de acuerdo con el análisis que la izquierda democrática hace sobre la crisis colombiana”. Probablemente, quienes respondieron así se basaron en el título del texto dado y en el reconocimiento que el autor hace de la crisis política y social que vive el país (párrafo 1), lo cual reitera al final cuando alude a un conflicto social y político. Vistos de manera aislada, en estos fragmentos se puede encontrar una coincidencia con el punto de vista de la izquierda democrática. Sin embargo, el análisis de la izquierda no se reduce a dicha descripción pues además habla de las causas del conflicto, sus manifestaciones y la forma como debería enfrentarse la crisis. El enunciador dominante no entra en estas consideraciones, lo cual no parece haber sido percibido por los estudiantes que respondieron la opción B. Lo anterior significa que los estudiantes no relacionaron los fragmentos citados con el párrafo en el cual el autor toma distancia frente al posible liderazgo de la izquierda democrática para sacar adelante su proyecto político (final del párrafo 1.3, cuando dice: “Sin embargo, esta organización política se encuentra dividida internamente, por lo que es difícil pensar que puedan liderar lo que proponen y sacar adelante sus iniciativas”. Los estudiantes que seleccionaron la opción B no percibieron tampoco o no tuvieron en cuenta esa toma de distancia. Además, pasaron por alto que en el texto no hay una marca explícita de la adhesión del autor (el enunciador dominante) al análisis que la izquierda democrática hace sobre la crisis colombiana. En conclusión, no hay en el texto las marcas necesarias para asumir que el autor está de acuerdo con el análisis de la izquierda democrática. Creemos que quienes se equivocaron no realizaron una lectura desde la perspectiva de la organización del texto, específicamente para esta pregunta. Pregunta 2: Frente a la crisis colombiana el periodista Antonio Caballero aboga por: A. Una solución militar apoyada por todas las fuerzas políticas y la ciudadanía del país. B. Una solución negociada con la intervención directa de los Estados Unidos. C. Una solución negociada con la intervención indirecta de los Estados Unidos. D. Una solución militar sin ninguna clase de intervención de los Estados Unidos. E. Ninguna de las anteriores.


Esta pregunta indagaba por la tesis de Antonio Caballero (uno de los enunciadores referidos). Responderla correctamente implicaba (1) Identificar el punto de vista de este enunciador con respecto al problema colombiano descrito en el texto y (2) Reconocer la macroestructura del artículo de Antonio Caballero, para quien la solución a la crisis debe ser un acuerdo negociado sin ninguna clase de intervención de los Estados Unidos. Considerado de manera relativamente autónoma, el texto de Caballero tiene un enunciador dominante que representa el autor. Así mismo, como ya lo hemos dicho, contiene varios enunciadores referidos citados a lo largo del artículo. Al analizar los resultados, encontramos que 17 de los 20 estudiantes respondieron esta pregunta de manera acertada (opción E). Dos estudiantes marcaron la opción C y otro marcó la D. Tanto en la opción C como en la D hay sendos distractores que pudieron “inducir” al error. A ellos, haremos referencia a continuación. En (C) se habla de una solución negociada, como efectivamente lo propone el articulista cuando afirma que “el único camino local para lograr la paz es el de negociar la guerra”. Sin embargo, el autor no está de acuerdo con ningún tipo de intervención norteamericana, según se infiere de sus apreciaciones sobre la política de Estados Unidos que consiste en “jugar con las guerras ajenas como un gato con un ratón”. A lo largo de su artículo hay permanentes críticas al gobierno norteamericano por sus intervenciones militares en distintos países, incluido Colombia. “Nuestra guerra social es en buena medida producto de la política norteamericana…” afirma en una parte de su texto. Más adelante agrega que “Si se criminaliza a las fuerzas que la hacen (la guerrilla y los paramilitares, que son las dos sin duda criminales, pero son también fuerzas políticas), si como única perspectiva se les ofrece la cadena perpetua o la pena de muerte en los Estados Unidos ¿quién diablos va a negociar la guerra para buscar la paz?”. Consideramos que estos fragmentos al lado de otros igualmente significativos, dan pie para deducir que él está en contra de cualquier tipo de intervención. Por lo tanto, la opción C queda descartada. Con respecto a la opción D, hay otro distractor: si bien Antonio Caballero cuestiona la intervención norteamericana, (lo cual sí se manifiesta en dicha opción) él no está de acuerdo con una salida militar del conflicto cuando dice que “el único camino local para lograr la paz es el de negociar la guerra”. Por ello, al decir que Antonio Caballero aboga por una solución militar, la opción D no expresa su punto de vista sobre la crisis colombiana. Creemos que las respuestas erradas obedecen a un análisis incompleto en la medida en que los distractores no se reconocieron como tales, en función de una lectura desde la perspectiva de la organización del texto. Para responder acertadamente la segunda pregunta era necesario entonces producir una inferencia, y para hacerla se requería relacionar conocimientos previos con la información contenida en el texto. Podemos suponer que quienes seleccionaron la opción C o la D no relacionaron esos conocimientos, o no leyeron desde la perspectiva de la organización del texto, al responder esta pregunta.

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Pregunta 3: En su pronunciamiento sobre la situación colombiana, las Naciones Unidas: A. Están de acuerdo con el gobierno colombiano con respecto a la solución militar y guerrerista de la crisis. B. Se oponen a los planteamientos del periodista Antonio Caballero. C. Comparten el mismo punto de vista de las guerrillas. D. Se oponen a la solución militar y guerrerista de la crisis. E. Apoyan a grandes sectores de la población que dieron cabida a políticas y estrategias guerreristas Esta pregunta indagaba por el punto de vista de las Naciones Unidas como otro de los enunciadores referidos, y la relación entre éste y los demás puntos de vista. Para responder correctamente, se requería identificar a las Naciones Unidas como un enunciador referido con su punto de vista frente al conflicto. En el párrafo 1.1 se introduce el enunciador Naciones Unidas. Mediante una paráfrasis de la declaración de la ONU, el enunciador dominante explica que “el discurso contra el terrorismo en Colombia se apoya en la frustración provocada por el fracaso de los diálogos de paz en el Caguán durante el gobierno del presidente Pastrana”.Y luego, para constatar su paráfrasis, cita textualmente la declaración: “Las crecientes críticas y el desencanto de grandes sectores de la población dieron cabida a políticas y estrategias que dan prioridad a respuestas guerreristas…”. El texto continúa con un llamado de pie de página en el que se concreta de manera explícita la posición de las Naciones Unidas, en este caso mediante el discurso directo:

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<<La alta comisionada manifiesta que “sólo el compromiso contundente con el Estado de Derecho, las estrategias democráticas y el respeto de los derechos humanos podrá asegurar una convivencia pacífica. Asimismo, recobra renovada vigencia la recomendación del Secretario General de las Naciones Unidas y de la Alta Comisionada, relativa a la adopción de un Acuerdo Global de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, como un ingrediente mínimo de un proyecto hacia el cual las partes deben confluir para optar definitivamente por una solución negociada, y sentar los cimientos de una paz firme y duradera” >>. De acuerdo con este enunciado, la respuesta correcta es la opción D (Las Naciones Unidas se oponen a la solución militar y guerrerista de la crisis colombiana). Para llegar a esta conclusión no es necesario hacer una inferencia compleja; es suficiente con una inferencia automática. De todos modos, es imprescindible leer el pie de página (ii), a partir del cual elaborar la inferencia. Una vez evaluadas las pruebas, encontramos que catorce de los veinte estudiantes respondieron acertadamente, cinco respondieron incorrectamente y uno no respondió. Tres de los que respondieron de manera equivocada seleccionaron la opción A (“Las Naciones Unidas están de acuerdo con el gobierno colombiano con respecto a la solución militar y guerrerista de la crisis”). Quizás esta respuesta obedece parcialmente a la manera como el enunciador dominante introduce el fragmento del informe de la alta comisionada de las Naciones Unidas: “Así lo reconocieron en su momento las Naciones Unidas cuando expresaron que (…)”. De la expresión subrayada no se puede inferir que la ONU esté de acuerdo con una salida militar y guerrerista al conflicto colombiano. El marcador deíctico “Así” indica que para las Naciones Unidas “el discurso contra el terrorismo” es una consecuencia de la frustración generada en el país por el fracaso de los diálogos de paz durante el Gobierno de Andrés Pastrana, posición que se puede constatar al leer la cita textual que se encuentra a continuación. Es el pie de página el lugar donde se manifiesta, de manera explícita, la posición de las Naciones Unidas en cuanto a la necesidad de encontrar una solución negociada al conflicto. Podemos suponer que los estudiantes que respondieron la opción A no leyeron la nota de pie de página o lo hicieron sin prestarle atención. En este sentido, no relacionaron la información previa con la información nueva aportada en el pie de página; y esto significa no leer desde la perspectiva de la organización del texto.


En cuanto a los dos estudiantes que señalaron la opción E (las Naciones Unidas apoyan a grandes sectores de la población que dieron cabida a políticas y estrategias guerreristas), encontramos lo siguiente: Dichos estudiantes también pasaron por alto la información contenida en el pie de página y por eso no relacionaron la información previa con la información nueva aportada por él. Además, asumieron que la expresión que antecede la cita textual con la que se cierra el párrafo 1.1 se puede interpretar como un respaldo a los sectores de la población que apoyan políticas y estrategias guerreristas. Así mismo, habrían entendido la explicación que dan las Naciones Unidas al auge del discurso contra el terrorismo (consecuencia de la frustración generada por el fracaso de los diálogos en el Caguán) como un apoyo a las políticas y estrategias guerreristas. En otras palabras, no percibieron que tal explicación hace parte de la información contextual necesaria para situar el problema. Como lo expresamos anteriormente, la inclusión de notas de pie de página tenía como propósito identificar si los estudiantes les conceden importancia a la hora de leer y la incidencia que esto tiene en la lectura desde la perspectiva de la organización del texto. Como hemos podido constatarlo con esta pregunta, la lectura del pie de página es fundamental para construir parte de la macroestructura del texto leído, en este caso relacionada con la identificación de los puntos de vista presentes en el texto y las relaciones entre ellos. Pregunta 4: El periodista Antonio Caballero califica a las guerrillas y a los grupos paramilitares como criminales. Por lo tanto considera que: A. Se deben capturar y extraditar a los Estados Unidos B. Se debe apoyar a los Estados Unidos para que los capture C. No se debe negociar con ellos sino combatirlos D. Se debe negociar con ellos pero con la participación de Estados Unidos E. Ninguna de las anteriores. Esta pregunta estaba relacionada con la identificación del punto de vista de Antonio Caballero acerca de las guerrillas y los grupos paramilitares. Para responderla era necesario diferenciar el enunciador que representa a Caballero, de los demás enunciadores referidos por él. Además, era indispensable identificar cuál es su posición frente a la extradición de los cabecillas; frente al eventual apoyo de los Estados Unidos para su captura; frente al carácter político ( y no sólo criminal ) de las organizaciones guerrilleras y paramilitares; y frente a la participación o no de los Estados Unidos en la negociación con estas organizaciones. Si examinamos cada uno de estos tópicos, nos damos cuenta de que Caballero: a) Se opone a la extradición cuando afirma que: “Si se criminaliza a las fuerzas que hacen [la guerra] (la guerrilla y los paramilitares, que son las dos sin duda criminales, pero son también fuerzas políticas), si como única perspectiva se les ofrece la cadena perpetua o la pena de muerte en los Estados Unidos ¿quién diablos va a negociar la guerra para buscar la paz?” De este argumento y la pregunta enunciada se infiere que él está en contra de la extradición de los jefes guerrilleros y paramilitares, aunque no lo diga de manera explícita. b) Pone en duda la capacidad de los norteamericanos para capturar a los cabecillas de la guerrilla y de los grupos paramilitares. Esa puesta en duda se logra mediante una ironía cuando alude a la captura de Osama Ben Laden, quien hasta ahora no ha sido detenido. Para ello Caballero acude a una pregunta retórica donde se concentran la ironía y el cuestionamiento:

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“Pero bueno: los gringos, qué duda cabe, lo harán en un santiamén. ¿Como a Osama Ben Laden? Eeeh? Bueno. El ‘Mono Jojoy’ y Castaño pueden esperar sentados”. c) Afirma que a pesar de ser criminales, la guerrilla y los paramilitares son también fuerzas políticas. Por lo tanto, es necesario negociar la guerra con ellos como el único camino para lograr la paz. d) Como ya se explicó anteriormente en el análisis de la pregunta 2, Caballero se opone a cualquier tipo de intervención norteamericana, a la que le atribuye el agravamiento del conflicto, cuando dice: “Nuestra guerra social es en buena medida producto de la política norteamericana: de la cruzada contra el comunismo primero, de la prohibición de la droga después, y más recientemente del Plan Colombia dirigido contra la droga y contra las guerrillas comunistas. Nuestra guerra tiene orígenes y motivos locales, por supuesto, pero su agravamiento y su prolongación interminable vienen de afuera: del dinero de los drogadictos norteamericanos, que es inmenso gracias a la prohibición, y del dinero de los gobiernos norteamericanos”. Con base en este análisis, la respuesta correcta es la opción E (Ninguna de las anteriores)

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Para llegar a esta conclusión era necesario correlacionar diferentes fragmentos del texto de Caballero con el enunciado de la pregunta y con las opciones de respuesta. También se requería relacionar información previa con información nueva, incluidas las connotaciones expresadas en las paráfrasis, las ironías y las preguntas de Caballero. En otras palabras, era menester identificar la ironía como tal, reconocer su fuerza ilocutiva4 y el potencial crítico expresado en ellas. La capacidad para lograr esto es también un conocimiento procedimental de la cultura escrita y hacia allá estaba dirigida la pregunta en particular y la prueba en general. De los 20 estudiantes, 18 respondieron correctamente la pregunta 4. Los que se equivocaron, escogieron la opción D según la cual en Colombia se debe negociar con los paramilitares y la guerrilla, pero con la participación de Estados Unidos. Probablemente la elección de esta respuesta obedece a que era la única opción que mencionaba la necesidad de negociar, planteada por Caballero. Pero, pasaron por alto el hecho de que él está en contra de la intervención norteamericana. Esta omisión puede ser producto de una lectura que no relacionó las diferentes partes del texto, o no reconoció el valor de la ironía, ni la fuerza ilocutiva de las preguntas de Caballero, ni la connotación de las paráfrasis a través de las cuales el autor se opone a dicha intervención.

Pregunta 5: Según el texto leído, se puede concluir que: A. Para Antonio Caballero, los norteamericanos son los únicos capaces de capturar a los cabecillas de la guerrilla y los grupos paramilitares. B. El autor comparte la estrategia de confrontación de los grupos guerrilleros. C. Antonio Caballero plantea que las soluciones propuestas por el gobierno contradicen el deseo de los colombianos D. La izquierda democrática comparte los planteamientos de los grupos guerrilleros E. Antonio Caballero está en contra de la extradición de los cabecillas de la guerrilla y de los grupos paramilitares.


Responder esta pregunta implicaba, una vez más, identificar los enunciadores y los puntos de vista presentes en el texto para relacionarlos entre sí y reconocer sus diferencias. En otras palabras, era necesario tener claridad sobre la posición del enunciador dominante (que representa al autor -Ausa-) frente a los grupos guerrilleros, descubrir si se identifica o se distancia de ellos. Para hacerlo, el lector debe percibir y relacionar las pistas (marcas verbales) que el texto ofrece. Así mismo, el lector debe captar la posición de la izquierda democrática frente a los grupos guerrilleros de acuerdo con lo dicho en el texto. Si bien la cognición social del lector no es ajena al debate público sobre un tema tan polémico (por ejemplo, puede existir en sectores de opinión la idea de una actitud ambigua por parte de la izquierda democrática con respecto a la guerrilla), las preguntas no estaban dirigidas a conocer su opinión sino su capacidad para realizar inferencias, relacionar entre sí los distintos contenidos del texto, reconocer sus marcas verbales y ejercer una lectura en doble vía, ascendente y descendente. Con respecto a las tres opciones de respuesta que implican a Antonio Caballero, era necesario inferir cuál es su posición, expresada en su artículo, frente a los norteamericanos, el gobierno colombiano, las guerrillas y los paramilitares. La respuesta correcta es la E, pues, según lo explicamos en el análisis de la pregunta 4, el autor de “La realidad y el deseo” considera que la extradición de los jefes de la guerrilla y de los grupos paramilitares impediría llegar a una solución negociada del conflicto. A lo largo del análisis se verá por qué las otras opciones no corresponden a la información contenida en el texto. De acuerdo con los resultados, la pregunta 5 fue la que tuvo un mayor porcentaje de desaciertos: nueve de los veinte estudiantes se equivocaron al responderla. Siete estudiantes señalaron la opción C, uno respondió la B y otro la D. Tomemos la opción C y veamos cuáles pueden ser las razones que tuvieron algunos estudiantes para señalarla como la respuesta correcta: Entre las cinco opciones de respuesta, estos estudiantes se inclinaron por aquella que contenía una parte del título del texto de Caballero (“La realidad y el deseo”). Por otro lado, la selección de esta opción está conectada con la crítica que Caballero hace al gobierno. Caballero cuestiona al gobierno cuando dice: “El anuncio del señor Ashcroft provoca en Colombia un gran alboroto de alborozo. Anhela el general Jorge Enrique Mora, comandante de las Fuerzas Militares:“Ojalá a todos esos terroristas se los lleven para allá”. Ofrece Fernando Londoño, el ministro bicéfalo de Interior y Justicia:“Les mandaremos todos los que quieran”. Se inclina el presidente Álvaro Uribe:“Colombia acata el ordenamiento jurídico”, o sea, lo que diga mister Ashcroft. Un general de tres soles, un ministro de dos cabezas, un presidente de la República: tendrían que ser gente seria ¿no? Pues no.Todos pasan por alto el pequeño detalle de que para extraditar a Castaño o a ‘Jojoy’ primero hay que cogerlos. Y no los han cogido”(…). (…) Claro que los 150.000 hombres del Ejército colombiano llevan ya medio siglo persiguiendo a esos jefes, y no han podido cazarlos. Pero bueno: los gringos, qué duda cabe, lo harán en un santiamén. ¿Como a Osama Ben Laden? Eeeh? Bueno. El ‘Mono Jojoy’ y Castaño pueden esperar sentados”. Luego de identificar estas críticas, los estudiantes que optaron por C probablemente hicieron la siguiente deducción: si el autor cuestiona al gobierno, eso significa que las soluciones propuestas por éste “contradicen el deseo de los colombianos” (la paz, la finalización de la guerra, el triunfo del Estado sobre las fuerzas al margen de la ley, la captura de los jefes guerrilleros y paramilitares, en fin…). Ello reforzaría su idea de que la C es la respuesta correcta.

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Por otra parte, el estudiante que respondió “B”, pudo haber interpretado que al hablarse del autor se estaba haciendo referencia a Caballero, y no al autor del texto “Colombia: crisis política y social” (Ausa). La confusión pudo presentarse por la contigüidad que hay entre los dos términos (“Antonio Caballero” en la opción A y “el autor” en la opción B). Si fue así, y respondió B pensando que se trataba de Antonio Caballero, pudo prevalecer en el estudiante una idea preconcebida (como parte de su cognición social) con respecto a este periodista, quien es percibido por algunos sectores de la opinión pública, como un supuesto aliado de los grupos guerrilleros. De haber sido así, el estudiante en cuestión pasó por alto el fragmento del texto en el cual Antonio Caballero critica duramente a la guerrilla, a la que considera tan criminal como a los paramilitares, no obstante reconocer que ambas son fuerzas políticas. Esto significa que el estudiante hizo una lectura en una sola vía (descendente) y no leyó desde la perspectiva de la organización del texto, por lo menos en relación con esta pregunta.

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Si no hubo tal confusión entre el autor (Ausa) y Antonio Caballero, hay indicios para pensar que el estudiante se orientó por el contenido del párrafo 1.2. En él, Ausa se refiere a una serie de circunstancias que, según la guerrilla, explicarían la existencia del conflicto y justificarían tanto la confrontación política como la militar de los rebeldes contra el régimen. El estudiante, entonces, no reconoció que se trataba de una paráfrasis del discurso de la guerrilla, divulgado desde hace varias décadas. Paráfrasis que era necesario inferir a partir de los verbos ilocutivos (“los grupos guerrilleros manifiestan”; “las guerrillas consideran que”). Estas huellas verbales operan como marcadores de distanciamiento del autor frente al punto de vista de estos actores armados. Al no inferir que se trataba de una paráfrasis, el estudiante no habría diferenciado el punto de vista de los alzados en armas, del punto de vista del autor, quien toma distancia frente a ellos y por lo tanto no se identifica con sus planteamientos. Esa toma de distancia se expresa en dos momentos: en el párrafo 1.2 cuando dice que la estrategia de la guerrilla “parece más militar que política”, y de manera más explícita en el pie de página número (iii) donde afirma que “El discurso de las FARC se viene repitiendo desde hace más de cuarenta años como parte de una estrategia en la que se ‘combinan todas las formas de lucha’ (participación en elecciones y lucha armada; infiltraciones, retenciones, ajusticiamientos), con lo cual se ha agravado la crisis sin llegar a ninguna solución”. En resumen, con relación a esta pregunta específica, si el estudiante igualó el punto de vista del autor con el punto de vista de la guerrilla es porque no entendió la paráfrasis y/o porque probablemente no leyó el pie de página número (iii), lo cual significa ignorar las marcas del texto y no leer desde la perspectiva de su organización. Frente al estudiante que seleccionó la opción (D), consideramos que se concentró en la primera parte del párrafo 1.3. En él, la izquierda democrática admite, por un lado, que sí existe un conflicto social y político; y por otro, reconoce la existencia de la injusticia social, la corrupción y la mala distribución de la riqueza, mencionados en el párrafo 1.2, a propósito del punto de vista de los alzados en armas. Sin embargo, este estudiante pasó por alto la posición de la izquierda democrática, según la cual dichos problemas “no se pueden resolver con la lucha armada ni con la confrontación militar”, como se expresa en el texto. Posición que se reafirma en dos lugares más: en el pie de página número (iv), cuando habla sobre “el reconocimiento de la existencia en Colombia de un conflicto armado interno de carácter social y político cuya solución debe ser política, mediante acuerdos encaminados tanto a terminar la guerra como a atacar las raíces del conflicto”. Esta posición se ratifica también en la paráfrasis del autor al punto de vista de la izquierda democrática: “Sólo mediante negociaciones entre ellos, consensos y pactos con objetivos definidos, es posible encontrar salidas viables al laberinto en que nos encontramos”. Finalmente, todos los estudiantes que se equivocaron al descartar la opción correcta (E), pudieron haberse basado en el hecho de que Caballero no manifiesta explícitamente estar en contra de la extradición de los cabecillas de la guerrilla y de los grupos paramilitares. Como ya se ha señalado, la posición de este columnista con respecto a este tema debe ser inferida por el lector a partir de un fragmento ya citado, en el que Caballero señala la inconveniencia de la extradición para una salida negociada del conflicto.


CONCLUSIONES Los análisis propiciados por esta investigación nos permitieron profundizar en los distintos niveles del proceso de comprensión textual: • • • • • • • •

La enunciación en el texto escrito, diferenciando el enunciador dominante y los enunciadores referidos con sus respectivos enunciados. La producción de inferencias por parte del lector. El uso de conocimientos semánticos para la producción de inferencias y para la comprensión en general El uso de conocimientos procedimentales propios de la cultura escrita. El reconocimiento de las macroestructuras, que implica relacionar las distintas partes del texto. La identificación de las superestructuras expositivo-argumentativas. La relación entre los conocimientos previos (semánticos y procedimentales) y los conocimientos nuevos aportados por un escrito. La lectura desde la perspectiva de la organización del texto y no sólo desde la perspectiva del lector y su cognición social.

Como pude verse a lo largo de éste y otros artículos igualmente publicados, no nos hemos limitado a la cuantificación de los aciertos y los errores de los estudiantes examinados. Lo que también nos interesa indagar son las posibles explicaciones tanto de los errores como de los aciertos, con base en el modelo teórico que hemos propuesto desde la lingüística textual y la teoría de la enunciación como dos enfoques complementarios. Es desde ellos, mediante un proceso de argumentación lógica, que hemos podido vislumbrar las operaciones y los procedimientos implicados, las presuposiciones puestas en acción y las inferencias hechas o por hacer al momento de responder el cuestionario. Ateniéndonos a los resultados cuantitativos, podemos decir que sólo tres de los veinte estudiantes evaluados (el 15% de ellos) están en condiciones ideales pues respondieron acertadamente todo el cuestionario, lo cual indica su buen nivel de conocimientos procedimentales y su alto grado de adscripción a la cultura escrita, por lo menos en lo que concierne a la lectura. En segundo lugar, los doce estudiantes que acertaron en cuatro de las cinco preguntas (el 60% de la muestra) aún carecen de ciertos conocimientos procedimentales, no leen plenamente desde la perspectiva de la organización del texto (no relacionan las partes que lo componen) y les falta consolidar su capacidad para inferir. Como bien sabemos, estos tres aspectos son interdependientes y están íntimamente relacionados. Los cinco estudiantes que se equivocaron en dos o más preguntas (el 25% de quienes presentaron la prueba de lectura) se encuentran distantes del modelo de lectura de los textos expositivosargumentativos, requerido para la apropiación de conocimientos en el ámbito universitario. Finalmente, consideramos que este análisis no puede presentarse de manera aislada. Los resultados obtenidos en las pruebas aplicadas, la información aportada por los estudiantes en la entrevista, la observación de textos académicos y no académicos proporcionados por ellos y el análisis de su trayectoria escolar, permitirán conocer en detalle el grado de adscripción de los sujetos de la investigación a la cultura escrita y su grado de pertenencia a la tecnocultura contemporánea, así como identificar posibles relaciones de tensión o de complementariedad entre ambas. Finalmente, la información obtenida nos permitirá establecer posibles correlaciones entre el grado de adscripción de los estudiantes a la cultura escrita y a la tecnocultura, y su rendimiento académico en la universidad, considerado este último como una de las manifestaciones de su nivel de apropiación de conocimientos especializados.

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Notas: 1.

Para conocer el marco conceptual de las dos investigaciones sobre cultura escrita, tecnocultura y conocimiento en la universidad, ver Ulloa y Carvajal 2006, 2008a, 2008b, 2009. 2.

La cultura escrita abarca conocimientos semánticos y conocimientos procedimentales específicos. Mientras los conocimientos semánticos aluden a un “saber qué”, es decir, a saberes declarativos, los conocimientos procedimentales se refieren a un “saber cómo”, un saber hacer. En el caso particular de la lectura y la escritura, los conocimientos procedimentales constituyen un “saber hacer” textos coherentes o un “saber hacer” para lograr la comprensión cuando se lee. Por ejemplo, no se trata sólo de saber qué son los marcadores deícticos (lo cual correspondería a un conocimiento semántico), sino de saber emplearlos adecuadamente en la construcción de un enunciado coherente o poder reconocer su significación en un determinado contexto cuando se trata de comprender un escrito. 3.

Como se ha expuesto en el marco teórico de esta investigación, diferenciamos los conocimientos previos de carácter procedimental, de los conocimientos previos de carácter semántico. En la mayoría de los estudios al respecto, no se hace esta distinción… Así por ejemplo, identificar al enunciador dominante y reconocer los distintos enunciadores con sus respectivos enunciados y puntos de vista, presentes o implícitos, es un conocimiento procedimental, indispensable para la comprensión y por lo tanto para la apropiación de nuevos conocimientos semánticos. 4.

La fuerza ilocutiva, o ilocutividad, alude a lo que se hace con lo que se dice. La fuerza ilocutiva determina cómo debe recibirse el enunciado por el receptor (si como pregunta, como queja, como afirmación, como amenaza, como promesa, como un favor o como una orden, etc.). Para ampliar este concepto, ver Austin (1962), Ducrot y Todorov (1981), Ducrot (1988).

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Aproximación gnoseológica a las desgracias;

una reflexión sobre el arte digital como pretexto para hablar sobre dos trabajos Sometimes I get overcharged, that’s when you see sparks. They ask me where the hell I’m going? At a 1000 feet per second “the tourist” Radiohead

Por:

Miguel Tejada

Comunicador Social (Universidad del Valle) Especialista en Creación Multimedia (Universidad de los Andes) tejada004@gmail.com 228 Resumen: En este artículo se reflexiona sobre el estado de la memoria, en medio de la fascinación por el avance tecnológico en las creaciones artísticas digitales, a propósito de dos trabajos para internet realizados por el autor en el año 2009, como parte de sus compromisos académicos en la Especialización en Creación Multimedia de la Universidad de los Andes. Palabras clave: Arte digital, memoria histórica, computación, simulación, idea del tiempo, velocidad, creación, fugacidad, autoinmunidad, terrorismo, Palacio de Cristal, Holocausto del Palacio de Justicia, Catástrofe de Armero, Catástrofes Aéreas, errores informáticos.


1 Ante la desmaterialización de las creaciones artísticas en el espacio electrónico, resultado de su digitalización y la rapidez con que todo esto puede reducirse a ceros, cada vez en menos tiempo, parece que al artista le queda el consuelo del tiempo. Su propio tiempo. Habrá que ver si incluso esta posesión llega a redefinirse en los años que vienen en perjuicio o beneficio de la experiencia del creador, de su ego y su tranquilidad espiritual. Por lo pronto, todavía se necesita de mucha práctica (tiempo, paciencia, estancias prolongadas en mesetas creativas, siempre con el riesgo de fracasar en medio de la abundancia de recursos,) para dominar las técnicas artísticas digitales, y esa posesión le permitirá al artista, durante el tiempo que dure esta certeza, conservar algo de su mística y de su rebeldía, de su encantadora soledad. Solo cuando el tiempo que dedica a sus creaciones ya no le pertenezca, el artista será despojado por fin de todas sus posesiones, de su autoría. Es la relatividad del tiempo actuando como un reto difícil de sobrellevar para la conciencia. José Luis Brea1, crítico de arte, teórico, y fundador de varias revistas de estética y arte visual, decía que la inmaterialidad de los productos artísticos digitales y el modelo de circulación en red cambian la noción de propiedad de la obra de arte. En vez de pasar de una mano a otra (como un objeto material) a cambio de una remuneración económica o un reconocimiento simbólico, la obra de arte en la era de las redes de la información circula sin tener realmente un poseedor. Claro que todavía se debe a un creador que orquesta una puesta en escena y una experiencia, a un planificador de rutas y encuentros perceptuales con distintos grados de significación. Hasta ahora, nada nuevo. Las técnicas artísticas en la creación de arte visual, por ejemplo, conocen la informática hacia los años ochenta. Las creaciones se producían en máquinas paquidérmicas y luego eran sacadas de su confinamiento para ser puestas en circulación en plataformas tradicionales. Hacia mediados de los noventa, la experimentación con la imagen, el videoarte y las simulaciones, empiezan a encontrar soportes digitales capaces de computar acciones y momentos dentro de la máquina2 . Estamos a poquísimos días de iniciar la era de las redes, y aquí sin duda el análisis del teórico español se sumerge unos metros más en este océano de especulación. El hecho de que el autor de la obra de arte digital (Brea habla de NetArt 3, concretamente) no sienta un apego especial sobre el objeto de su creación, una obligación paternal (pues ya no hay callos en sus manos y no padece mareos por culpa del penetrante olor del óleo), lo distingue, entre otras razones, del creador del pasado. Pero ahora ocurre algo impensable en tiempos anteriores a la red: la “posesión” del artista, dice Brea, se multiplica ad infinitum a medida que ésta circula por las redes extensas de los escenarios electrónicos. Un sueño hecho realidad. Un “utópico comunismo del conocimiento” Pero esta multiplicación ocurre en tanto la obra es vivida, como una experiencia que se debe al presente o a lo que está por ocurrir.

La obra existe en cientos de miles de puntos sobre la red en tanto circula y se deja conocer a través de la interacción. Esto parece distar de una idea clásica de contemplación y de asombro, de inmovilidad en el flujo impiadoso del tiempo4. De la memoria. Este arte que ocurre en tanto se mueve y se transforma es el arte de la corporalidad, de la sinapsis simulada, de la inteligencia artificial. Pero no se puede perder de vista el fenómeno más grande, que absorbe a la producción artística y la encamina por estos rumbos. Un fenómeno económico global que da origen a una nueva y unificada industria del conocimiento y del entretenimiento. Comprimidos en bits, los nuevos contenidos se llevan de un lado a otro a través de conexiones cada vez más veloces, lumínicas. Hay que pensar en transmisión de datos antes que en almacenamiento, dice Brea. La memoria, el archivo histórico, es un privilegio de coleccionistas que se extingue para dar paso a la interacción, al uso aquí, ahora, al uso virtual (que puede ocurrir, latente, posible). La situación, por lo menos para plantear un problema de entrada, no parece tan nueva. El autor, superada y enterrada la modernidad como idea de liberación, vuelve a vender su alma, en beneficio de la circulación infinita de su creación. Acepta un lugar dentro del Palacio de Cristal que menciona el filósofo alemán Peter Sloterdijk. Nos tendremos que ocupar pues de seguir el curso de su decisión: ¿sobrevivirá a la banalidad y al Spam? ¿ podrá encontrar puntos de fuga, podrá generar resistencia dentro de esta atmósfera controlada por los grandes mecenas del capitalismo cultural?

2 Esta preocupación acerca del deber ser como individuo es una piedra en el zapato para el acontecimiento de la producción masiva de contenidos culturales. Malestar necesario y siempre bien recibido en claustros académicos y foros intelectuales, porque supone una pausa para reflexionar acerca de la pertinencia de los contenidos, su calidad y su valor como aportes claves para un análisis crítico de los fenómenos sociales. Por lo demás, hay que reconocer que el sustento económico de la mayoría de los árbitros culturales está asegurado, siempre que el hacer artístico no sea su única posibilidad de supervivencia. Los límites están bien definidos, a pesar de las lecturas psicoanalistas que por lo general ridiculizan la cólera del crítico. Precisamente, la distancia que separa al crítico del artista es parte del gran problema de comunicación (la información abundante en desmedro de un mensaje claro y contundente, de una reflexión ética sobre las consecuencias) al que nos enfrentamos;

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la consolidación de estrategias de inhibición mutua, como lo señala Sloterdijk5 cuando introduce el concepto de densidad para explicar la situación de los agentes que viven dentro de la metáfora del Palacio de Cristal y su atmósfera controlada. La incomunicación no se percibe en la proliferación de mensajes que nunca se encuentran, a pesar de estar apretujados, juntos, de rozarse constantemente haciendo sinergia industrial y comercial. Entonces, tenemos a críticos y artistas viviendo en la misma burbuja, pero las reflexiones que surgen de su intercambio de mensajes (en un firmamento vacío) se “cruzan” sin el ánimo de asestar un golpe unilateral. Así toma forma un tercer discurso en el que de ninguna manera se gesta un acercamiento fructífero; en cambio, se fortalece la apatía y el aislamiento, la necesidad de inhibirse como estrategia para no ser agredido por el otro, un acto de inmunización. En este pseudodebate hay un imperativo: no joder. No joder al artista y no joder al crítico. Joderse es infringirse el castigo de la conciencia, ver con malos ojos el estado de coma autoinducido al que el individuo se entrega para escapar a la culpa; la vergüenza por las guerras y los holocaustos, o por los suicidios en las fábricas chinas donde hacen los integrados de los Ipods. Es un ataque a la inmunidad, o el ataque (demente) de la propia defensa hacia el cuerpo que la produce. Es malestar por ese mundo, con sus pasajeros abordo, a la deriva en un mar infinito de olvido que ya nadie tiene la capacidad de responder moralmente (...), hay una ética que se diluye en el tren de las causas y los efectos.6

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Una humanidad empacada en estas cápsulas que flotan en el espacio puede contemplarse, todavía, como algo probable. Como una esperanza, ahora que estamos pisando estos terrenos del no tiempo, insondables, vastos. Las comunidades virtuales, las redes sociales, son hoy la realización de la metáfora que trabaja Sloterdijk a través de distintos referentes históricos ( el Palacio de Cristal, el Arca de Noé, la Torre de Babel, las Torres Gemelas). El asunto crucial aquí es el acceso a la memoria, tema que parece relegado a un segundo plano ante la fascinante eficacia de las máquinas procesadoras de datos. Irónico, porque la posibilidad técnica para crear conexiones reales está funcionando. El acceso al archivo de nuestras vidas, a nuestra memoria como sociedades, depende, en teoría, de aspectos meramente técnicos (Velocidades de conexión y de almacenamiento). Por supuesto, estamos aceptando de manera tácita que hay una tarea educativa pendiente, que debe iniciar en etapas muy tempranas, escolares, anticipando las consecuencias negativas de un choque semántico, de un fracaso emocional, de un viaje en silencio y en la más completa soledad. Hay que cargar de significado estas piezas interactivas; darles un mensaje que encienda la luz en la vida de otro individuo. La dinámica de circulación en red hará el resto. Entretanto, conviene tener presente las advertencias que nos hace Sloterdijk a propósito de la densidad y la superpoblación de experiencias vecinas que están programadas para no hacerse daño: “la «inclusión del otro» es, muy al contrario, un indicio de la tendencia postmoderna a eliminar la acción. De hecho, el establecimiento de inhibiciones recíprocas es digno de alabanza por ser el mecanismo civilizatorio más eficaz, si bien habría que tener en cuenta que justo con los aspectos indeseables e intolerables de la praxis unilateral desinhibida también se elimina a menudo lo que ésta tiene de bueno” 7

3 “Siempre nos vemos llevados de nuevo a la misma aporía: ¿cómo decidir entre, de una parte, el papel positivo y saludable de la forma «Estado» (la soberanía del Estado-nación) y, por consiguiente, de la ciudadanía democrática, como protección contra las violencias internacionales (el mercado, la concentración mundial de capitales, así como la violencia «terrorista» y la diseminación de armamentos), y, de otra parte, los efectos negativos o limitativos de un Estado cuya soberanía sigue siendo una herencia teológica, que cierra sus fronteras a los no ciudadanos, monopoliza la violencia, controla sus fronteras, excluye o reprime a los no ciudadanos, etc.? Una vez más, el Estado es a la vez autoprotector y autodestructor, remedio y enfermedad.” 8 Jacques Derrida


Nuestra gran amenaza es aquel agente feroz y violento que renuncia al pacto de autoinhibición. Un terrorista, para ponerlo en términos actuales, en confusos y mal pensados términos actuales. El agente que llega a estrellarse contra la médula de nuestro palacio de cristal. A propósito, tengo una anécdota que guardo en el bolsillo desde mis días como alumno en la Especialización en Creación Multimedia de la Universidad de los Andes. En uno de los seminarios surgió una discusión muy tranquila acerca del fin de los proyectos profesionales (en el campo de la creación multimedia) que cada uno de los estudiantes preparaba, como artistas, ingenieros, diseñadores, comunicadores, etc. Se hablaba pues, concretamente, de la generación de piezas interactivas, desde ficciones borgianas en la red hasta softwares para vender finca raíz. Cualquier cosa, pero siempre dentro de aquella retórica entusiasta y engañosa de la conquista tecnológica, que pasa por alto aspectos gravísimos del orden mundial, cercanos, vecinos. No pude temperar mi debilidad por el alboroto y empecé a lanzar adjetivos peyorativos hacia mi posición y la de mis compañeros. Fue un ataque de culpa parecido al que debe experimentar el iniciado en el abuso de alucinógenos. Les dije: claro que sé que tenemos que buscar trabajo para comer y tener un techo que nos proteja de la feroz madre naturaleza, pero ¿cuál es el precio? ¿Una sociedad inundada de aplicativos deslumbrantes pero vacíos? ¿Software para supermercados y bancos? ¿Y qué hay de la generación de conciencia? ¿De la preocupación ética por el compromiso de plantar semillas fértiles en la planicie árida del escenario comunicativo actual?

La mirada de mis compañeros me recordó lo esencial: hay que comer. Primero comemos (una casa y un carro tampoco vendrían mal) y después miramos si estamos en capacidad de salvar el mundo. Fin de la discusión. Es fácil caer de rodillas ante un panorama así: el mundo no se va a detener porque aquí o allá ocurran cosas graves, manipulaciones en la información, abusos políticos, comercialización y banalización de los contenidos, amnesia, apatía, cansancio. Sí, la lógica comercial de los grandes medios de comunicación funcionando a sus anchas en el escenario digital. Hice silencio; bien podía largarme con mis preocupaciones delirantes a otro lado si no estaba de acuerdo con el rumbo de la industria multimedial. Nadie me iba a detener. Nadie. Después, mientras caminaba hacia ninguna parte, solo y con semblante de estreñimiento, pensaba en una formulación más sencilla del problema; retórica y cinismo, en resumidas cuentas. La fascinación por los alcances de los productos interactivos, la celebración por disponer de recursos y discursos provenientes de cualquier parte del mundo es un simulacro, como dice Derrida. Un artificio que disimula la incomunicación dentro de la burbuja capitalista. Miles de contactos en una red social y escasas conexiones reales, y la incapacidad, o la renuncia, al ejercicio de pensar en las condiciones que hacen posible esta hermosa metáfora. Se fortalece esta posición hipócrita ( de no agresión y de rechazo al “terrorismo”) que se la impuesto al individuo, como condición para poder seguir tranquilo en sus asuntos cotidianos, y luego en sus planes de vida.

El daño, sin embargo, ya estaba hecho. Las membranas de protección habían sido traspasadas por mi malestar. Mi posición me aisló del esfuerzo común, o mejor, de la resignación común. Un hueco en el casco del gran buque (del Arca), una filtración peligrosa. La respuesta a la pregunta más importante, el qué hacer y cómo hacerlo, está esbozada líneas atrás: educación para un escenario digital; formación ética desde edades muy iniciales, una cátedra de “parar el mundo si ves que estás contribuyendo al olvido programado, al silencio y a la indiferencia del capitalista que hace yoga todas las tardes”, un par de horas semanales, algo que podría ser tan divertido como la clase de deporte. Lógica matemática, lógica argumentativa traducida al lenguaje de la vida real, encaminada a la comprensión real del mundo ( aquí, por supuesto, se abre un abanico de hechos que piden ser estudiados, desde la economía hasta la genética, pero estamos hablando de un acercamiento reflexivo, pausado, consecuente con la juventud y la inmadurez) para enfentarse un fenómeno que todavía suena a ciencia ficción: hoy, muchachos, pueden desafiar el tiempo y el espacio; pueden discutir con alguien que está a miles de kilómetros de distancia un problema en tiempo real; puedes hacer que tu voz viaje a la velocidad de la luz, que tus palabras se multipliquen cientos de miles de veces con solo acariciar una pantalla. Ahora, pensemos: ¿y todo esto para qué?

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4 Paso a la acción, pensando hasta dónde me llevan mis ataques de conciencia. Esto me enfrenta rápidamente al reto que la Especialización promueve como un matrimonio encantador, por su rareza y la cantidad de buenos presagios que conlleva. Tengo dos proyectos que servirán para darle alguna esencia real, comprobable, a mis cuestionamientos. Primero, algo relativamente sencillo, por el tema y los medios que debo usar: construir un autorretrato usando elementos multimediales. Claro, tengo que hacerlo solo, sin la simpatía de algún ingeniero. La segunda parte, el proyecto final con el que me hago al título de Especialista en Creación Multimedia, es un trabajo más complejo. Tiene que ser interactivo, dicen los asesores. ¿Y bien, en qué consiste esto de la interactividad?

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Para empezar está el ideal democrático, el meter, por las buenas y por las malas, al artista digital en una camisa de fuerza política. Esto no representa, en el papel, una contradicción para mis aspiraciones. Si estoy pensando en generar algún tipo de inquietud con mi trabajo, es obvio que mi deseo está en la misma línea: distribución, discusión, intercambio, y sí, por supuesto, interacción. Pero aquí hay que hacer un alto, digo, porque hablar de interacción en el caso de las obras digitales, de las páginas para internet y de las instalaciones multimediales, no significa introducir un concepto realmente nuevo en la producción artística. La interacción se da cuando usted lee un texto de Dostoievsky ¿No? Déjeme pensar, por un momento, que tengo el privilegio de dialogar con el autor, así éste haya muerto hace tantos años. Claro, no podré obtener respuestas frescas, en tiempo real ¿Pero no actúa mi mente, con sus saberes previos y sus propias construcciones, en tiempo real? ¿no cuestiono o alabo las afirmaciones de este buen Dostoievsky en el mismo momento en que mastico sus palabras, traducidas a mi idioma. No, no tengo intención de negar lo fascinante que podría ser tener al propio autor ruso frente a mí, mirándome incrédulo y sobrador, desafiante o desinteresado. Por supuesto que sería algo maravilloso. Lo que planteamos aquí es una la necesidad de una lectura más amplia del concepto de interacción. Apretar un botón es apenas un gesto mecánico que hace parte de esta nueva forma de hacer posible el intercambio entre un artista y un espectador. Hasta aquí, el enfrentamiento es sano: no estoy condenando la simulación en beneficio de mi romanticismo; estoy tratando de hacer una apropiación menos entusiasta y apresurada de los avances tecnológicos. El segundo aspecto que surge en la discusión acerca de lo interactivo es el tema del control que tiene el artista sobre su obra. Algo que en últimas se convierte en una preocupación que se desvía de aspectos más esenciales, como la trascendencia y la generación de sentido en procura de una participación menos inconsciente y nihilista frente a algunos problemas que tienen nuestras sociedades. Nadie, en realidad, está obligado a atormentarse por esto. Es una elección ética. Creer en algo o simplemente esperar que los días pasen de la mejor manera posible, sin mirar más allá de la cerca. Los artistas que están generando contenidos en la era de las redes y los soportes digitales ven la pérdida del control como un tema incómodo, porque nadie quiere renunciar a su nombre, nadie, paradójicamente,

quiere ser borrado de la historia, aún en esta lógica de la circulación y la creación en tiempo real. Por eso, vendrán en adelante más reflexiones acerca de las consecuencias de la interactividad; la hibridación entre biología y arte tecnológico, la inteligencia artificial y la simulación del espacio y el tiempo, y cómo todo esto tiende a desplazar al artista de su posición central como gran arquitecto. Es, como vemos, la segunda fase lo que genera incertidumbre: una vez planteada la creación, el espectador se apropiará de ésta de una forma casi genuina, alejada de la programación básica y predecible. La respuesta de mis orientadores en el trabajo de grado, a mi pregunta sobre el significado de la palabra interactividad, para el trabajo propuesto (una ficción a propósito del Holocausto del Palacio de justicia y la catástrofe natural en Armero), fue la siguiente: el usuario tiene que enfrentarse a algo dinámico, no lineal, de alguna manera impredecible, interesante, en fin...

5 Primer trabajo: AUTORRETRATO Contextualización Un avión Boeing 727 de la desaparecida compañía aérea SAM se eleva sobre el océano Atlántico en dirección sur-occidente para cubrir la ruta San Andrés Islas- Cali. Han pasado apenas unos minutos luego del despegue. En la cabina de pasajeros circula, lento y en espirales casi sensuales, el típico aroma del café recalentado. Los niños ya están inquietos y los padres muertos, vencidos por el cansancio.


¿Por qué los accidentes aéreos? Mi madre sujeta con ambas manos los dos apoyabrazos de su asiento. La pobre mujer está experimentando una tensión nerviosa que la inmoviliza, y sí, le da aspecto de cadáver en vida. Yo miro el cielo azul oscuro y sus estrellas, que parecen un set de cine serie B. Mi padre intenta tranquilizar a mi madre acariciándole uno de sus brazos. El hombre hace lo que puede, pero lo que realmente serviría en este caso sería un Xanax o un trago de escocés puro. Esto ocurre con cierta frecuencia, y no nos privemos de regocijarnos con el fino trazo de la ironía: el avión empieza a sacudirse cuando los pasajeros tienen servidas las bebidas sobre sus mesitas auxiliares, así que tomarse un sorbito de ese café asqueroso se convierte en un número de circo. La voz sensual del piloto sale de los parlantes, explicando los sacudones son una simple turbulencia generada por las corrientes de aire que vienen del Atlántico, bla, bla, bla, y que no se afectará la seguridad del vuelo, etc... Luego nos invita a mirar por nuestras ventanillas la hermosa noche que se abre a medida que al avión se enfila hacia los cielos que reposan sobre el Canal de Panamá. Pero los remezones del pobre aparato empiezan a ser preocupantes, y la gente ya murmura cosas ininteligibles. La señal de abrocharse el cinturón se enciende en todos los puestos y las aeromozas vuelven a sus posiciones. Tenemos pues la espléndida noche rebosada de estrellas y un solitario Boeing 727 emitiendo estertores metálicos. La posibilidad de que las cosas salgan mal. La gente gritando todos los clichés del fin del mundo. Sin duda su falta de creatividad es más grave que la virtual emergencia aérea. Este es mi primer encuentro con el caos, y lo estoy disfrutando. Los compartimientos del equipaje se abren, vomitando todas las porquerías inservibles que los turistas se han traído de la isla. Un tipo calvo y regordete recibe un estéreo en la cabeza. Esto lo noquea instantáneamente. Su mujer llama a las aeromozas, pero éstas ignoran su voz entre tantos gritos y los gruñidos de muerte que salen de las tripas del avión. La voz del piloto (ya menos encantadora) nos dice que tendremos que volver a la isla, porque el avión necesita ser revisado. Acto seguido realiza un viraje brusco que termina por arrojar todas las maletas sobre los pasajeros. Los gritos metálicos de la aeronave son remplazados por un ruido insoportable, como una gran flatulencia que parece el llanto de un inmenso globo desinflándose en pleno vuelo. Mi papá abraza a mi mamá y le pide que se calme, por mi salud mental. Pero en el rostro de mi madre se puede leer que mis días están arruinados, irremediablemente. Al cabo de un par de minutos el piloto logra poner la aeronave nuevamente en la pista. Hay gente desmayada y defecada. Estamos a salvo, avergonzados. Esta noche también conozco la decepción, y creo que no me agradó.

Dos razones. Una es la recurrencia de un sueño en el que soy un espectador solitario y pasivo de un accidente aéreo; casi siempre estoy parado haciendo nada en algún lugar, y de pronto esta dulce tranquilidad se ve interrumpida por la visión de un avión precipitándose a tierra. A veces, este sueño es bastante verosímil, y en otras ocasiones la emergencia aérea se confunde con un espectáculo de fuegos artificiales o un carnaval del que no tengo la menor idea. Así, lo que me parece curioso es que sea cual sea la versión de este sueño, el sentimiento que me invade es de pura adrenalina. Algo como lo que sientes cuando acabas de conocer al amor de tu vida. La otra razón es agridulce; o un cariño especial por los errores, tanto en las máquinas como en los humanos. He seguido con bastante morbo relatos sobre accidentes aéreos, y por lo general encuentro detalles interesantes que revelan una relación de amor y odio entre humanos y máquinas. La perfección (lo contrario al error) es un estado de tensión en el que sistemas biológicos y artificiales hacen un conteo regresivo, esperando el instante en que la energía se libere hacia el espacio. Para que cese la tensión. Este es el lienzo donde se pintan los accidentes. Detalles Tuve en mente el concepto de error (glitch9 ) en las interfaces y en las transmisiones de datos. Algo que Nam June Paik introdujo como elemento innovador en algunos de sus trabajos de video arte, especialmente el caso de “Global Groove10 ”, donde revela la fragilidad del proceso de transmisión de la información, pero sin hacer una diatriba panfletaria contra el medio, en este caso la televisión. En una línea conceptual similar, me encuentro el caso del sitio en internet Jodi.org. Interesante no solo por su interfaz críptica y caótica, agresiva visualmente, donde desfilan en la pantalla del computador toda suerte de números y códigos de programación (aparentemente mal escritos) que en un primer momento desconciertan al espectador, pero que contienen un mensaje elaborado (tras bambalinas) bastante contundente: los planos de una bomba de hidrógeno. Otra pieza de jodi.org que me llamó la atención es el enlace en internet11 que incuba un error simulado (una broma de mal gusto para cualquier usuario desprevenido de computadoras) en el sistema operativo del ordenador del navegante. Así fui ensamblando este primer proyecto: mi autorretrato, como una pila de enlaces en internet cuya fachada es una representación plana de un paisaje (hecho en código HTML y estilos CSS) donde aparecen una torre de control aéreo y el ícono de un avión comercial. Todo esto viene acompañado del sonido de una conversación entre controladores aéreos y los pilotos de una aeronave cualquiera12 . Los enlaces llevarán entonces a una serie de informaciones que aparecerán siempre acompañadas por elementos multimediales, como videos, imágenes, animaciones y audios de accidentes aéreos.

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¿Y? La elaboración de este trabajo me obligó a imponerme reflexiones respecto al proceso de creación de productos para internet. Digamos que en este primer momento pienso en el debate acerca del nivel de comunión que los nuevos artistas tienen con los dispositivos tecnológicos. Por supuesto, estoy pensando en las consecuencias. Mi formación profesional de base, para empezar, muy poco tuvo que ver con este despliegue tecnológico que se expande a una velocidad difícil de contener, y que cada vez gana más terreno en el campo artístico. Si bien estoy en paz con muchos elementos recibidos en mi paso por la academia (nociones filosóficas, sociológicas, históricas y literarias), hoy encuentro que el hecho de haber pospuesto la preocupación acerca de la inminencia de esta nueva historia que se está empezando a escribir evidencia un enfoque todavía miope en algunas escuelas universitarias. Esto, para el caso de la Universidad de los Andes, ha sido un proceso de ida y vuelta. Para la muestra, la creadora del programa de Especialización en Creación Multimedia es una ingeniera de Sistemas; un ejemplo muy claro de que no solo se trata de sugerirle a los artistas que se animen a pensar en la creación con las herramientas digitales, sino que las mismas personas de ciencia podrían involucrarse de manera directa con la enseñanza y la investigación en arte, como el caso de la profesora. 234

Con todo, por los giros que se presentan en el destino profesional de las personas, empecé por mi cuenta a conjugar mis saberes académicos y mis impulsos artísticos - mi gusto por la literatura y la ilustración-, en el escenario electrónico. Esto me deja hasta el momento un sabor agridulce. Por un lado está la inseguridad respecto a mi conocimiento histórico de las técnicas artísticas; el respeto por un oficio. No me quedan dudas respecto a la maravillosa eficiencia y verosimilitud que un programa como Photoshop me puede ofrecer; puedo ver la textura simulada del óleo, impregnar de aceite mi pantalla…pero por alguna razón, todo huele a ese perfume tan esquivo y difícil de distinguir en muchas ocasiones: fraude. Luego está mi urgencia por sacar estos contenidos artísticos de la red (o bien darles otra dinámica); aunque más que exhibirlos para construir un portafolio, siento la necesidad de dejarlos flotando en el espacio, como un trozo de mi memoria. Siempre disponible, intacta. Es una invitación a ver, con muy buenos ojos, la gran ventaja que tiene la inmaterialidad de esta tecnología. Las fotos en papel se envejecen y se hacen polvo, las cintas de audio y video se deshacen, pero esto que existe y no existe, que está aquí y luego, con un gesto sencillo, está acá o allá, mil, cien mil o un millón de veces, multiplicado tantas veces como alcance a desearlo. Es una reiteración, lo que acabo de decir, pero es necesaria: hay que hacer memoria con estas teconologías.

Respecto al contenido en sí del trabajo, empiezo hablando de lo que pudo haberme inspirado: por un lado, pongo en un lugar privilegiado la obra de Samuel Beckett, en tanto evidencia y denuncia de la vaciedad y el carácter estático que pueden adoptar los discursos convencionales, es decir, la vida misma que los individuos construyen con sus palabras. Es claro que Beckett no renuncia en su obra literaria y en su dramaturgia a la generación de sentido. Esto explica porqué la etiqueta de absurdo nunca fue del todo bien recibida por el autor, ya que en muchos casos ésta se utilizaba en un sentido muy superficial.Y de eso no se trata. La disposición de mis recuerdos, articulados con un tema de fondo, parece un gesto torpe y precario en su estética (el hecho de que luzca como una página hecha a principios de los noventa), un listado soso y esquizofrénico de imágenes, de asociaciones; pero ahí está la vida, condensada en códigos informáticos, con un plano de fondo: una catástrofe aérea. El paso de la felicidad al terror en cuestión de segundos. Volvía una y otra vez, mientras elaboraba este trabajo, a la discusión en clase: la elaboración de obras digitales para fines comerciales o para combatir la vaciedad. Parece imprescindible, en la opción comercial, trabajar con códigos comunicativos y con estereotipos que circulan en el espacio social; como si no existiera otra manera de llegar al público. Aquí el arte claramente cede lugar a la lógica de mercado, pero este proceso se hace de manera silenciosa y en muchos casos ilusoria. Esto trae consecuencias paradójicas para ambas partes: el mercado reclama innovación, ingenio y dinamismo, y el arte concede en la mayoría de los casos piezas geniales para fines netamente comerciales. Aquí, la línea que separa un campo del otro se desvanece. La publicidad también puede permitir en muchos casos la irrupción de obras de gran factura que conservan elementos caprichosos desde el punto de vista artístico13, pero esta relación difícilmente llegará a ser un matrimonio estable, porque se trata más o menos de dos entelequias casadas cada una con una religión, y como pasa en muchos casos, cuando llega la hora de la verdad, una de las dos debe renunciar a su fe. Por supuesto, es el mercado el que casi nunca está dispuesto a abandonar sus principios.

El uso crítico de las tecnologías para pensar el arte En el caso de Beckett, sus textos narrativos, su dramaturgia, sus obras radiofónicas y televisivas, y su tímida incursión en algunos proyectos fílmicos, son una muestra suficiente para respaldar toda una corriente de artistas que buscan llegar con sus obras a lugares apartados y empolvados en la mente del espectador. Algo similar, para hablar solo de un par de casos, podemos ver en la obra de David Lynch, con toda su carga psicológica que no busca otra cosa que hablar de situaciones ordinarias, pero


desnudando en éstas la complejidad de la mente humana. En este mismo campo, el movimiento Dogma, cuya cabeza más visible es el director danés Lars von Trier, ilustra la apropiación de los medios tecnológicos para darle fuerza a un discurso, a una propuesta. En este caso, los principios del Dogma 95 quieren hacerle saber al espectador que sobre los elementos técnicos del cine deben prevalecer las situaciones dramáticas. Esto puede interpretarse entonces como una manera de reflejar en la pantalla lo poco clara (iluminada) que resulta en muchas ocasiones la propia realidad; es una afirmación que cuestiona principalmente el enfoque comercial y obvio de Hollywood. Gran parte de mi interés en la discusión sobre la creación multimedial se centra en la necesidad de consolidar en el proceso de creación con técnicas digitales conceptos que sustituyan aquella sensación de mega producción desconcertante, abundante y caótica. Abogo por la consolidación de reflexiones permanentes acerca de la facilidad que tiene el artista para expresarse en estos tiempos; es decir, pensar en el talento artístico (y en la abundancia de herramientas y posibilidades de creación14 ) como un conjunto de bienes que deben ser devueltos a la sociedad de manera eficaz; esto se lograría entonces generando propuestas trascendentales en un sentido netamente social. .Eduardo Kac15 habla de crear nuevas realidades a partir del arte digital; de abandonar las simulaciones y pensar en propuestas que abran campo a un nuevo movimiento de reflexión sobre la experiencia humana. Lo interactivo y la trascendental Hay que pensar en una nueva etapa en la que el protagonismo del espectador se transforme de manera significativa. Hasta aquí, esta afirmación podría hacer parte de un discurso cliché sobre la situación de los consumidores de medios; el televidente y el espectador de cine en la actualidad, parecen ser algo distinto al espectador de hace 60 ó 50 años, pero si miramos bien, no encontramos grandes diferencias de fondo, salvo la compulsión del consumidor actual de contenidos. Esto obedece a la lógica comercial que ha logrado colarse en el campo artístico; la pose hedonista del individuo contemporáneo es una respuesta a la extenuante dinámica laboral, y este cansancio es aprovechado por productores y agentes que se encargan de crear productos artísticos y piezas de entretenimiento que perpetúan este cansancio, que refuerzan el desinterés y la condena a no levantarse nunca más de la silla. Entonces, la esperanza con las posibilidades del arte digital se reducen a una cosa: estamos hablando de un medio relativamente nuevo, que esconde rincones y fronteras, y por ahí, a lo mejor, se puede crear algún foco de resistencia al cáncer comercial, a la generación de obras chatarra que acaban con cualquier impulso genuino vital. Con todo, pienso que el debate debe ir más allá del análisis rabioso que condena la supuesta pasividad del espectador que consume medios o piezas artísticas comerciales. La experiencia virtual, la generación de sentido a través de interfaces y apli-

caciones, está basada en expectativas que tienen origen en la vida real. Esto evidencia entonces que la mente del espectador no está apaciguada, sino que está respondiendo a una realidad en la que se le facilita hacer versiones previas (previews) de lo que puede pasar por fuera de una comunidad virtual. De todas formas, es claro que esta situación necesita un acompañamiento constante por parte de los artistas y los teóricos del arte y los medios de comunicación, sobre todo porque es bastante probable que la dimensión material de estas experiencias virtuales (entiéndase aquí lo material como el uso frenético de dispositivos y aplicaciones on line) opaque por momentos la dimensión humana y la dimensión espiritual; es decir, la trascendencia de las piezas artísticas interactivas. La simulación no debe ser entonces condenada, sino replanteada, porque se trata en realidad de prever las posibilidades que ésta nos confiere para entendernos como seres humanos dotados de capacidades intelectuales y poseedores de una cualidad que las invenciones tecnológicas nunca podrán alcanzar. Un reto interesante para los artistas contemporáneos consistirá en pensar el arte interactivo como algo capaz de romper categorías creadas por el marketing, por ejemplo, la segmentación de públicos. Es muy probable que el caso del conejo Alba16 de Eduardo Kac resulte interesante no solo para aquellos círculos relacionados directamente con los debates éticos en el campo científico. Kac provoca con su obra una reacción que debe resultar pertinente incluso en escenarios educativos básicos e iniciales, como la escuela primaria o secundaria: la relación del hombre con la naturaleza y la tecnología ha sido siempre compleja; la historia de las culturas y sus explicaciones de los elementos del entorno es una gran caja de sorpresas, donde nada es como parece, o como nos lo han querido mostrar. Por esto, no parece descabellado, por ejemplo, pensar en un remake multimedial de Eleutheria17, una de las obras teatrales de Samuel Beckett; pensando sobre todo en públicos en teoría completamente ajenos al mundo teatral. Por un lado, pienso que Victor Krapp, el personaje en cuestión en la obra, bien puede presentarse como un adolescente atribulado que exige respuestas categóricas de los suyos, cuando en realidad es esto lo que menos importa en su trance. Ver representada con elementos actuales esta posición de un ser humano frente a la existencia también puede acercarnos a un escenario en el que las categorías y las clasificaciones buscan principalmente encasillar a los individuos en usos y rutinas que se definen y se legitiman por lo general sobre una base materialista y reduccionista, lo cual termina imponiendo cortapisas a la necesidad de encontrar una verdadera trascendencia de la experiencia humana. Enlace para conocer el proyecto Autorretrato: http://proyectosic.com/autorretrato_migueltejada/

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Segundo proyecto: “Gracias a Dios por este desastre natural” El acontecimiento no admite la mirada retrospectiva. Es una sentencia bíblica. Una avalancha de lodo y rocas volcánicas sepultando un pueblo del Tolima en 1985 es algo mil veces más grande que la curiosidad. Llega de golpe y así se lee, en un solo momento. El que mire hacia atrás, donde reposan humeante el esqueleto calcinado del Palacio de Justicia, quedará convertido en estatua de sal. Esto es una novela que tal vez nunca conozca un final, porque cada vez que intento concebir un desenlace único, absoluto, como un punto negro sobre la nada, entiendo que el verdadero sentido de los temas que decidí abordar es algo que me sobrevivirá. Usted y yo, lector, moriremos antes de que todo se componga, porque, sencillamente, tal vez las cosas no estén así de mal. El caos sería pensar lo contrario. Nosotros vendríamos a ser los estorbos antinaturales, la materia inútil que cayó de algún lado, pero que desaparecerá en el tiempo. Esto es un libro como el que siempre quise leer. No hay trucos, no hay conspiraciones para controlar su pensamiento o crearle nuevos hábitos de lectura; esta es mi lectura de la realidad, y la comparto con usted. Espero, eso sí, que pueda reflexionar un poco sobre los siguientes aspectos: 236

-Antes no sufríamos de rinitis. Hoy no podemos abrir un libro sin estornudar. -Antes leíamos en la oscuridad, acompañados solo por la luz de una vela. Hoy la luz de las pantallas LCD enrojece nuestros globos oculares. -Antes podíamos concentrarnos tanto en algo, que en ocasiones sudábamos sangre. Hoy practicamos algo llamado procastinación. Abarcar, mucho, apretar, poco. -Antes pasábamos horas en silencio reflexionando, hoy no decimos nada, pero hacemos parte de comunidades virtuales para estar en contacto con la gente.

¿Por qué? El único asunto del debate político que suelo tomarme en serio es el trato que se le da al sentido común. Aún no he escuchado al primer político que hable con la verdad. Tengo casi 30 años, peso 76 kilos y he estado enamorado dos veces. Eso dice algo de mí: soy un cualquiera. Y por eso, lo único que reclamo, con furia, es respeto por el sentido común. De cosas más banales o más elevadas uno se puede ocupar en otros espacios, en otros escenarios, pero del sentido común no puede uno escapar, nunca. Por eso, a veces sueño que soy un político chiflado que habla con la verdad. Algunas personas me odian, me tiran tomates

podridos y esconden a los niños cuando salgo en televisión, otras personas me aman y consideran que soy Dios, o en su defecto el hijo alocado de éste. Soy famoso. Todos hablan de mí, y esta fama me la he ganado diciendo la verdad, cruda, cortante, explosiva. El título de este trabajo es la frase espontánea y honesta que nunca se dijo cuando se empezaron a conocer las cifras reales de la tragedia de aquel pobre pueblo del Tolima que terminó sepultado bajo toneladas de lodo y rocas. Lodo y rocas. El escenario político se compuso. Todo el mundo estaba pensando en la tragedia, porque la mayoría de nosotros somos perezosos y egoístas, y cuando el sentido común nos suplica que le prestemos atención, le damos la espalda, bostezamos o vemos un partido de fútbol. Todo empezó con una imagen que se repite en mi cabeza: en la plaza de Bolívar de Bogotá hay un anciano que vende baratijas. A su alrededor hay decenas de personas protestando; son los familiares de los desaparecidos en el holocausto del Palacio de Justicia, y bien, es eso lo que están exigiendo: justicia. Los agentes de la fuerza pública que cuidan la escena en la plaza rodean al anciano. Cuando se acercan a él, descubren que entre todas las cosas que lleva en su pequeño carro de baratijas hay unos soldados de plástico. La reacción de los uniformados es exagerada: forcejean con el anciano y lo obligan a marcharse. Es evidente que se toman a pecho el detalle de los soldados de plástico. El anciano opone resistencia durante un par de minutos, pero luego se rinde, dejando todo en manos de la providencia.


Esta es la sinopsis de la ficción que dio origen a este proyecto multimedial. El título es una afirmación irónica que tiene como objetivo subrayar la desafortunada convergencia de fanatismo religioso y la inexistencia de un Estado que garantice, sobre cualquier cosa, el bienestar de sus ciudadanos, y las consecuencias culturales (folclóricas) de todo esto: el sentido común y la capacidad de analizar racionalmente las cosas es desplazado por el adormecimiento, el olvido y la distracción banal. Colombia es un país de apariciones virginales, de partidos de fútbol de pésimo nivel deportivo, de reinados de belleza y de telenovelas. La idea inicial era realizar una animación con esta historia, pero luego terminé concibiendo proyecto más complejo: un texto literario multimedial que podría definirse como una micronovela electrónica dividida en dos grandes capítulos: la primera parte tendrá como eje estético la técnica del file footage. Aquí el lector/navegante de la obra encontrará una serie de historias acompañadas de videos, fotos fijas o sonidos, todos relacionados con los dos hechos históricos que sostienen todo el proyecto: la toma del Palacio de Justicia y la tragedia de Armero. Así, mediante el lenguaje literario, me propongo de manera libre sentar mi punto de vista sobre la realidad de este acontecimiento. Pero lo que más me interesa señalar es el estado en el que queda esta trabajo, y no se me ocurre nada mejor para explicar lo que intento decir usando la figura de la maqueta. Detenidas en el tiempo, finalizada en algún momento, y luego entregada en una caja de cristal, exhibida durante un tiempo indefinido, para que los espectadores puedan ver, en un solo momento, el pasado, el presente y el futuro. Así, este documento que reúne elementos históricos de dos hechos importantes para la historia este país, se congela en las pantallas del espacio electrónico, como una visión titilante y estática del pasado, pero presente, disponible en cualquier momento. Enlace para conocer el trabajo: http://proyectosic.com/gd/

Agradecimientos: Miguel Camacho Marcos Camacho María Juliana Soto. N. Felipe Muñoz. J. Gerald Bermúdez Manuel Hernández. B. Luis Alberto Mejía Clavijo

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Notas:

1.

1957-2010) Fue profesor titular de Estética y Teoría del arte contemporáneo en la Universidad Carlos III de Madrid. Director de las revistas Estudios Visuales y ::salonKritik::. Crítico de arte independiente, colaboró con diversas revistas nacionales e internacionales. Dirigió también la colección Estudios Visuales de la editorial AKAL. 2.

Lucía Santaella “El arte del Silicio”. Texto publicado en El medio es el diseño audiovisual, La Ferla Jorge (comp.), Universidad de Caldas, Manizales, 2007.En portugués en la revista Cybercultura del Centro Cultural del Banco Itaú, San Pablo, Brasil, 2003 www.itaucultural.org.br/index.cfm? cd pagina=2014&cd materia=458

3.

Del texto “El net.art y la cultura que viene”, publicado en el libro El Tercer Umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era del capitalismo cultural. Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo, CendeaC, Murcia, España, 2004.

4.

La inmortalidad está relacionada con la inmovilidad, con la exposición de una imagen congelada en el tiempo, a salvo de la velocidad y el cambio frenético, eternizada. Al morir, el hombre se vuelve visible.

5.

SLOTERDIJK, Peter, “El Palacio de Cristal”, Conferencia pronunciada en el marco del debate “Traumas urbanos; La ciudad y los desastres”, Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, CCCB. 2004. www.cccb.org/rcs_gene/petersloterdijk.pdf 238

6.

Manuel Hernández, “Plano secuencia: más medios ¿menos comunicación” Revista Clave Nº 2, Departamento de Artes, Universidad de Los Andes, Bogotá, 2009

7.

SLOTERDIJK, Peter, “El Palacio de Cristal” Conferencia pronunciada en el marco del debate “Traumas urbanos; La ciudad y los desastres”, Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, CCCB. 2004. www.cccb.org/rcs_gene/petersloterdijk.pdf 8.

Entrevista de Giovanna Borradori con Jacques Derrida el 22 de octubre de 2001 en New York. Traducido del francés por: J Botero en «La filosofía en una época de terror. Diálogos con Jürgen Habermas y Jacques Derrida» Taurus, Buenos Aires, 2004

9.

“Glitch Studies Manifesto.” http://www.slideshare.net/r00s/glitch-studies-manifesto

10.

http://www.medienkunstnetz.de/works/global-grove/

11.

http://oss.jodi.org/ | Una “deconstruccion” de la interfaz de usuario de Windows y Mac OS 9-

12.

Bajados de internet,You Tube. Después, el audio es extraído con ayuda de un software.

13.

Un ejemplo de este caso pueden ser los comerciales televisivos de la aerolínea Air France o algunos de la marca de jeans Levi’s. En ambos casos podemos ver que artistas como Michel Gondry han “metido la mano” para generar piezas publicitarias que han ganado numerosos reconocimientos. Y aunque de esto no se hable mucho, estos premios han reconocido de manera indirecta que tales piezas parecen todo menos comerciales de televisión: http://www.youtube.com/watch?v=Uj6G1C6c0uw http://www.youtube.com/watch?v=VmNztYfInOA&feature=related


14.

Para Eduardo Kac, lo digital ha alcanzado su límite, su culminación como revolución; lo que sigue, en adelante, serán solamente extensiones de esto. Por eso insiste en la necesidad de pensar en una trascendencia real de lo que se genere en el campo digital. Ver: http://www.ekac.org/elmundo2001.html 15.

Artista brasilero reconocido internacionalmente por sus instalaciones interactivas y por sus trabajos de bio arte. En el año 2000 adquirió fama mundial por la creación de Alba, un conejo fluorescente que servió como catalizador del debate global sobre la ingeniería genética. El proyecto “GFP Bunny” logró generar una gran cantidad de discursos críticos acerca de los aspectos legales, éticos o estéticos del arte, la ciencia y la sociedad en relación con los desarrollos de la tecnología genética. Fragmento tomado de : http://www.ekac.org/

16.

http://www.ekac.org/gfpbunny.html#gfpbunnyanchor

17.

http://en.wikipedia.org/wiki/Eleutheria_%28play%29

Bibliografía Ascott, Roy “La Trayectoria del Arte: Medios-húmedos y las Tecnologías de la Conciencia” Publicado en Artes y Medios Audiovisuales. Un estado de situación, Nueva Librería, Buenos Aires, 2007; El medio es el diseño audiovisual, Universidad de Caldas, Manizales, 2007. Beckett, Samuel, “Eleutheria” Tusquets Editores. Barcelona, 1996. Brea, José Luis, “El net.art y la cultura que viene”, publicado en el libro “El Tercer Umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era del capitalismo cultural”. Centro de Documentación y Estudios Avanzados deArte Contemporáneo, CendeaC, Murcia, España, 2004. Cantoni, Rejane “Máquinas de pensar/Máquinas de pensamiento “ Publicado en El medio es el diseño visual, Universidad de Caldas, Manizales, 2007. Derrida, Jacques, “La filosofía en una época de terror. Diálogos con Jürgen Habermas y Jacques Derrida” Taurus, Buenos Aires, 2004 Hernández García, Iliana, “Mundos virtuales habitados: Espacios electrónicos interactivos”. Centro Editorial Javeriano, CEJA . Bogotá, 2003. Hernández Benavides, Manuel, “Plano secuencia: más medios ¿menos comunicación” Revista Clave Nº 2, Departamento de Artes, Universidad de Los Andes, Bogotá, 2009. Machado, Arlindo, “El advenimiento de los medios interactivos” (Publicado en El medio es el diseño audiovisual, Universidad de Caldas, Manizales, 2008 y en El paisaje Mediático. Sobre el desafío de las poéticas tecnológicas, Arindo Machado, Libros del Rojas, Buenos Aires, 2000.) Manovich, Lev, “¿Qué son los “Nuevos Medios”? Publicado en El lenguaje de los Nuevos Medios de Comunicación, Paidós, Buenos Aires, 2006. Santaella, Lucía “El arte del Silicio”. Texto publicado en El medio es el diseño audiovisual, La Ferla Jorge (comp.), Universidad de Caldas, Manizales, 2007. SLOTERDIJK, Peter, “El Palacio de Cristal”, Conferencia pronunciada en el marco del debate “Traumas urbanos; La ciudad y los desastres”, Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, CCCB. 2004. www.cccb.org/rcs_gene/petersloterdijk.pdf SLOTERDIJK, Peter, “Esferas II. Globos. Macrosferología. Ediciones Siruela. Madrid, 2004. Virilio, Paul, “El arte del motor. Aceleración y realidad virtual” Ediciones Manantial. Buenos Aires, 1996.

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Andrés Caicedo conoce a

Joe Briefcase

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Por:

María Juliana Soto

Comunicadora Social (Universidad del Valle) julianita_521@hotmail.com

Miguel Tejada

Comunicado Social (Universidad del Valle) Especialista en Creación Mulimedia (Universidad de los Andes) tejada004@gmail.com

Resumen:

En este texto planteamos un encuentro, una conversación entre un personaje ficticio y otro real, a la luz de las memorias del escritor colombiano Andrés Caicedo y del artículo E unibus pluram, del escritor norteamericano David Foster Wallace, pensando en las prácticas de interacción humana en la era de las redes informáticas y las comunidades virtuales.

Palabras claves:

Encierro, narración, tiempo real, televisión, interacción, internet, comunidades virtuales, Facebook, Twitter,YouTube.


¿Cómo estar muerto de verdad? Imposible; tendríamos que morir todos. Cualquier grito de auxilio te inscribe, sin marcha atrás, a esta lista de sucesos que no podrán borrarse de la eternidad.

Breve descripción del perfil En el diván de un psicoanalista cuyo cansancio y falta de motivación no deberíamos descartar1, reposan los despojos balbuceantes de un individuo común. Ha sido llevado a este punto por el sufrimiento que él mismo se ha procurado, a veces en un exceso de conciencia, a veces siendo víctima de una serie de ilusiones tecnológicas, padeciendo las consecuencias de tener colgando de su pellejo, y de su juicio, toda clase de prótesis2 (virtualidades, máquinas de pensamiento artificial, simulaciones), pero lo que en resumen lo tiene aquí, luchando por no fundirse, es la resaca emocional que sufre luego de participar en este juego del hacer-comunicar-gozar, palabras de Baudrillard, refiriéndose a esta lógica de la interacción tecnófila, donde siempre está el imperativo de factibilidad antes de cualquier verbo: gozo en tanto el otro me experimenta gozando, por lo tanto, mi único objetivo es hacerlo experimentarme. Bienvenidos a los días del terror por el otro. Un terror sensual y maniático, el fastidio y la fascinación un mismo paquete de datos. Esta es la lucha que resume la existencia de este individuo caído en desgracia psiquiátrica. Su obra, como vemos, se ha vuelto en su contra, sus palabras y sus fetiches caen sobre él como la tierra que cubre el féretro donde yace horizontal un cuerpo que aun respira. La ilusión de la inmunidad3 en aquel mundo que este individuo se propuso crear, se rompe como el cristal que es sometido a un golpe brutal. La contemplación voyerista es un estado de latencia, una meseta, la antesala al ataque histérico, algo natural, contrario al estado zen que se vende en los libros de supermercado, junto a los preservativos, las gomas de mascar y las revistas de variedades. El negocio de la infelicidad que encuentra su momento cumbre cuando el propio organismo se ataca. El doble filo de la autoinmunidad, el verdadero rostro de nuestra guerra interior 4. Vamos entendiendo el deseo furioso por controlar cada aparición, cada exposición. Un mecanismo de protección que llega a estar tan afinado como el reloj biológico interno (Pero claro, que falla un buen día) La experiencia con el universo de las redes sociales en su más pura esencia, algo que no difiere mucho de la experiencia del usuario de antaño con los medios tradicionales. Ser director y espectador al mismo tiempo, guionista y utilero, actor y productor. Esta es la vida a la carta, y tiene un precio muy alto5; el control que parece lograrse es una abdicación frente a formas de control y manipulación más oscuras. La ironía, como dijo David Foster Wallace, termina siendo un cinismo hastiado y patético, con el que creemos ponernos por encima del mecanismo de control, pero claro, en el fondo nadie es tan imbécil para creerse el cuento, porque si se han tenido las facultades mentales para dibujar la ironía en el cuaderno de su vida, bien se podrá estar seguro de que no hay nada seguro. Entonces, la idea del terror al ridículo y al fracaso puede tambalear, si dejamos un espacio para la autodestrucción. Pensemos en el abuso de drogas y sustancias que alteran la conciencia, para producir otra conciencia del frenetismo; el individuo violento que no se dispensa de sufrir, como dice E.M. Cioran. Unos pocos buenos contactos Una mente tan aguda, susceptible a los dolores de la lucidez, apuesta entonces por las bondades de una comunidad virtual. Esta es la suposición que hacemos: cómo sería la experiencia de Andrés Caicedo en una nueva colonia. En este mundo sin estructuras visibles, ni vericuetos legales kafkianos, sin las hostiles jerarquías que, oh hermosa promesa, desaparecerían en una democracia perfecta.6 Bienvenido Andrés a esta tierra donde no hay fantasmas...o espera: a lo mejor todos somos fantasmas, incapaces, o apáticos, para darnos un buen susto entre nosotros mismos. Aquí hay un micrófono abierto siempre, a tu disposición. Hazte escuchar, levanta la cabeza de tus apuntes melancólicos y dinos algo, por favor ¿Qué piensas?7 Y también tenemos un lote de hojas (simulación de una hoja, pantalla en blanco con un cursor titilante) en blanco, para que escribas tus reflexiones en tu diario-nodiario y tus cartas. Aparece y desaparece, Andrés, esto es magia. Luz y sombra.

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Tenemos que hablar de un acto de renuncia (como si esto te escandalizara), en el que dejamos atrás los paseos por el barrio Versalles y la Avenida Sexta. Y ni hablar de detenernos a contemplar el río Cali bajando de las montañas para enfilarse en picada hacia el Cauca hediondo que mataron tus paisanos; la brisa del mar Pacífico a las cinco de la tarde limpiando los vapores turbios de esta, la ciudad de tus amores, para una noche fresca, dispuesta al peligro de un beso y un puñal amenazando tu espalda o tu vientre. Olvídate pues de esa libertad a la que tanto le huías, porque la ciudad es hoy otra versión de las mismas pesadillas, solo que superpoblada y hambrienta hasta sus impensables límites geográficos. Sí, ya en tus días la denunciaste, a pesar de su encanto maldito8, como falsa, hipócrita, ciudad de viejas encopetadas con maridos buenos que por la noche se escapaban al centro en busca de mujeres sin dios ni ley. Descubriste las manchas debajo del mantel, las mismas costras que encontrarías hoy, si estuvieras vivo. Pero déjanos plantear una duda: ¿estarías recorriendo estas calles, descubriendo mentiras e infelicidades en cada esquina? ¿Irías corriendo tras la noche, buscando el amor esquivo en amigos y niñas indomables, trastornadas, pobrecitas, con sus infiernos portátiles?

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Queremos pensar que sí, que saldrías en busca de algo, pero aún no podemos ver con claridad cuál sería el objeto de tu interés, en esta ciudad de hoy, porque por más esfuerzos que hacemos, no encontramos algo esencialmente distinto. Entonces, el acto de salir a buscar algo se parecería más bien a la espeluznante experiencia en el laberinto de espejos. Irías de un lado a otro cazando rostros y voces suplicantes, inventándote retos y dilemas filosóficos, pero sólo te hallarías a ti mismo, reflejado y deformado, único habitante de la tierra que has invisibilizado con tu renuncia, con tu fastidio. Te encerraste en un arca, en una bóveda, buscando, con un afán inútil: tu bienestar. Pero el infierno se cocinaba en tus entrañas (¿a salvo del mundo en un perfil de Facebook luego de la pesadilla del 11 de septiembre? No: sufriendo de igual forma frente a una pantalla de cristal líquido, así lo habrías resumido, al final de tus días), tentándote a seguir en tiempo real la vida de esos otros que un día decidiste abandonar9 físicamente, para ventilar tus miserias desde el calor de tu madriguera. Pensemos en tus seguidores, en tus fans10: ¿los tendrías a tus pies, pendientes de cada movimiento intestinal involuntario, o de cada contracción cerebral que decides compartir? Sí, creemos que sí los tendrías, pero entonces vendría la necesidad, la obligación, de reinventarte a diario, demostrando con eficacia y simpleza porqué eres tan especial. Tarea nada fácil, según lo que tienes en la cabeza; ese asco por la banalidad. El otro asunto, Andrés, tiene que ver con la manía fetichista de observar a los otros, a esos que no te responden las cartas; tus objetos de admiración y repulsión, tus pesadillas con apellidos criollos, tus amores (¿Dónde estás, patricita?). Hoy podrías estarlo haciendo en tiempo real, sin descanso, pero entonces, ese tiempo tan escaso que tienes planeado para tu vida se reduciría, ahora sí, a casi nada, porque no habrían espacios en blanco p ara acostarte en tu cama a mirar el techo. Los instantes que le entregaste en tus días a la creación se te irían haciendo clic-clic ¿Dónde está esta condenada mujer que me ha abandonado?...No queremos ser tan atrevidos, Andrés, pero con todo este ruido ni tiempo para tu suicidio tendrías.


Lo mejor de estar así de muerto, dirías, es no tener que darle la cara a nadie. Es saberse más allá del bien, aunque no tan lejos del mal, porque muerto se le puede hacer mal a esos que creen haberle ganado algo a uno, por el simple -accidental- hecho de seguir con vida. El muerto sigue hablando de las cosas horribles de la vida, como habla el primermundista corriente cuyo relato sobrevive al tan esperado- y temido- desastre nuclear y a las pandemias creadas por las farmacéuticas. La literatura nostálgica y la evocación en un restaurante de comidas rápidas. Douglas Coupland11 pone a hablar a estos muertos sin importancia, como una forma de perpetuación del horror; como un último recurso para prolongar la vida del único ser querido que dejamos morir en el olvido: nuestra memoria. Porque sí, en el fondo, todos compartimos un interés común, un impulso vital hacia el cáncer, hacia la violencia. Negarnos esto, con la predicación de doctrinas de la mutilación y la abdicación ante figuras mitológicas, dirán Nietzsche y luego Cioran, es una aberración, una imbecilidad contranatura. Bienaventurado pues, se dice el pobre Andrés, que no conoció esta forma de perpetuación, esta congelación artificial, porque ya estaba pisando terrenos muy familiares a esto que hoy vivimos. Por eso su muerte, para nosotros los vivos, fue un verdadero fracaso. Esto hay que decirlo suponiendo que la asfixia y la falta de maldad, en vida, lo hicieron desear, de todo corazón, dejar de existir para siempre. Si quiso perpetuarse, entonces no fue a costa de su comodidad. Las pastillas por fin hicieron su efecto y él dejó de respirar. Acá en el valle de los vivos, los conocidos, amigos y enemigos, tuvieron que vérselas con su recuerdo, con su perpetuación. En resumen, lo que discutimos aquí es la tarea del poeta de marras, del pensador de la calle, con sus barrios y callejones oscuros donde concurren el amor y la miseria. Andrés construyó un plan para la eternidad (claro, disfrutando y padeciendo el carnaval de contradicciones entre su vanidad y su lucidez), pero pudo zafarse de él. Por lo menos en un aspecto técnico12. Hoy, es cierto, sus libros lo mantienen aquí entre los vivos, sus diarios y sus cartas, rescatados del olvido, intentan dialogar con los que muestran algún interés por su testimonio, pero es claro que su decisión fue abandonar el juego, renunciar al ejercicio masoquista de la interacción en tiempo real, una modalidad del tiempo que, por cierto, anula la trascendencia. En sus días, la posibilidad de existir (para los demás) estaba limitada por barreras físicas claramente definidas, por periodos de espera y silencios largos, que le daban más tiempo para ahogarse en sus reflexiones sobre su relación con los suyos, con las calles que recorría y con sus películas ¿Habrá querido él vivir en esta época de ruidos incesantes y mensajes copiosos, como partículas de luz? No, tal vez no, porque para construir un discurso, como se ensambla un tren cuyos vagones están cargados de ideas y proposiciones, este Andrés hipotético necesitaría tiempo para leer y ser leído. Ambas cosas, para nuestro referente de la red social, extrañas y paleolíticas. Lo segundo sería superar la ironía como fórmula cool , estereotipo televisivo de la rebelión juvenil.Ya vemos un elemento común: tiempo para elaborar, mom entos de pausa para reflexionar, contrarios a este alboroto incesante, a este alocado carnaval de la interacción cínica. Tu suicidio, Andrés, te puso a salvo de la era televisiva y de las comunidades virtuales. Nos dejaste, sin quererlo, un mensaje claro: nadie puede huir de la fascinación por la imagen, y cuesta mucho, en esta misma lógica irremediable, superar la ironía. Nadie está dispuesto a aspirar (mejor aspirar cocaína ¿no?) a algo elevado. Lo único a lo que un ser humano puede aspirar, con absoluta certeza, es a su propia muerte, pero cuidado: hoy ni siquiera de esto podemos estar tan seguros.

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Internet es, sin duda, el lugar más aburrido del mundo. Vamos a suponer ahora que Joe Briefcase, “the average US lonely person”, de Foster Wallece está aquí, frente a un computador, pensando que internet es, sin duda, el lugar más aburrido del mundo. Supongamos también que Joe Brifcase pasa más tiempo frente al computador que frente al televisor y, en general, pasa más tiempo frente al computador que dedicado a cualquier otra actividad, salvo dormir, tal vez. No vamos a hacer un recuento de los eventos -mundiales y personales- a los que Joe Briefcase se ha enfrentado desde su aparición en E Unibus Pluram hace casi 20 años. Digamos, simplemente que, como usted y como nosotros, él ha estado aquí durante todo este tiempo y no ha sido un idiota. O al menos, no siempre lo ha sido. El Joe Briefcase de hace 20 años era un ciudadano norteamericano, que llegaba a su casa a las 5:30 de la tarde, después de una dura jornada laboral; encendía el televisor y se quedaba frente a él durante 6 horas aproximadamente, esperando ver cumplida la promesa de entretenimiento que profesaba la televisión, para alejarlo de los elementos desagradables de su vida. Sin embargo, esta promesa por sí sola, difícilmente lograría mantener a Joe Briefcase frente al televisor durante un periodo de tiempo tan largo. Para poder ver la big picture de Joe Briefcase sentado en su casa viendo televisión hay que agregar (1) la televisión no pide nada a cambio por la atención que Joe Briefcase le brinda[1] y (2) proporciona y permite sueños y esto trasciende en la vida Joe Brifcase, incluso más allá del entretenimiento.

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Joe Briefcase, el “falso voyerista” que ansiaba olvidarse de su vida y soñar con otras realidades, al menos durante 6 horas diarias, deseaba ver sin ser visto. Aquí hacía alarde, en silencio, mientras masticaba un trozo de lasaña congelada, de un cinismo también falso, o patético, porque sabía que la gente de la tele fingía ser observada, pero su perspicacia y su renuncia a una ilusión genuina, le daban este estatus de rebelde-tirado-en-un-sofá. Hoy, gracias a la aparición de los realities y de las famosas “cámaras escondidas” podríamos pensar que además de ver, el buen Briefcase desea ser visto, y esta nueva forma del deseo se ha alimentado no solo con las nuevas posibilidades (infinitas, ruidosas) de la televisión en alta definición; Hoy, con el crecimiento de internet, y especialmente con la posibilidad de interacción de los usuarios: Facebook, Twitter, YouTube, Flickr, Wikipedia, Google, se dibuja una nueva promesa de entretenimiento y de proveedores de sueños, una nueva fantasía cínica y esquizoide para Joe Briefcase. Pero no dejemos disolver en la nube (lugar en el que escribimos este texto[2]) la afirmación que hace silenciosamente Joe Briefcase cuando está solo, sentado frente a su computador: internet es, sin duda, el lugar más aburrido del mundo. Así es: algo salió mal, Joe Briefcase levantó la sábana que cubría el cuerpo muerto del entretenimiento[3] ahora él también está muerto. Y tiene que ocultárselo a todo el mundo. Primero dinos, Joe, en 420 caracteres, qué tienes en la cabeza. Crea un perfil para ser visto, pero sobre todo para ocultar aquello que te desagrada de tu vida y comienza diciéndonos quién eres después de haber pasado 20 años frente al televisor. Anda, resúmelo. Podrías decir que has abandonado tu cómodo sofá y que ahora matas tu tiempo girando en una silla con rodachines, cambiando, editando, “etiquetando”. En palabras más amplias: manipulando tu perfil de Facebook ¿Acaso la televisión está perdiendo la batalla por mantenerte como el rebeldetirado-en-un-sofá y ahora eres libre porque estás “un poco lejos” de ella? ¿Has dejado de ser el teleadicto de los años 9013 para convertirte en el adicto a Facebook? Las fórmulas se repiten y de esto, al parecer, pocos se salvan. En ese sentido sigues siendo el mismo, un “falso voyerista” que observa, esta vez, tanto a conocidos como a desconocidos. Imágenes telescópicas a un clic de distancia en la supuesta vida de los demás, pero ellos, Joe, ¿hacen lo mismo contigo?


Digamos que Dios Matamoros hace un comentario y escribe tu nombre para que lo veas: “¿Por qué el Facebook me sigue preguntando si conozco a la persona que estoy agregando como amigo? Por supuesto que lo conozco.Yo conozco a todos. Facebook idiota.” dice el buen Dios. 14

¿Por qué este “amigo” tuyo te hace partícipe de sus comentarios? Lo cierto es que Dios Matamoros no es ningún amigo tuyo y si te lo cruzas en la calle no lograrías identificarlo. O tal vez sí, y las sospechas de que uno de tus compañeros de trabajo es el tal Dios Matamoros son ciertas ¿y qué?...¿Quién es Dios Matamoros? acaso eres tú en un soliloquio, aplicando, en esta nueva manera de interactuar con el mundo al que eres alérgico, la ironía que aprendiste durante todos estos años de teleadicción? La ampliación de posibilidades para encontrarte con el mundo no garantiza que los problemas estén resueltos, así como el aumento de canales de televisión no garantizó que ésta se volviera menos “cínica o pasiva”15. Manipular artificialmente tu vida creando nuevos “yo”, desapareciendo y mutando; haciendo cada vez más verosímil la experiencia de ver y ser visto en una pantalla, hace que los encuentros genuinos con otras personas te produzcan mucho más miedo y que, en general, te sientas incómodo como cuando te dabas cuenta de que pertenecías a la masa multitudinaria que veía una cantidad exagerada de imágenes cuyo mensaje principal era: el sentido de la vida es estar lejos de la masa ¡Vaya contradicción! Hay algo, Joe, que ocurre cada vez entras a tu perfil de Facebook bien sea como Joe Briefcase o como Dios o como Michael Jackson. Una fisura incómoda, casi imperceptible, pero real: como el ardor que produce cortarse con una hoja de papel. Algo anda mal, te dices, percibes el aroma de esa fragancia barata, mezcla de mal gusto entre tu desencanto, la ironía de los tuyos y tu flexibilidad agridulce: no exiges nada de nadie y mucho menos de ti; esto es lo que se repite, y lo que más nos llama la atención es que esta repetición te produce dependencia. Extraviaste los manuales, las guías éticas que te aconsejan pesar dos veces; te enseñan a pensar, a escoger y a discernir. Dejas pasar el mundo, como sea que estén las cosas. Ahora eres @joebriefcase. Tienes 140 caracteres para que le digas al resto del mundo “qué está pasando” en tiempo real “Everyone is so near.What’s going on?”¿Olvidaste acaso aquella canción que tu banda favorita entonó con la llegada del nuevo siglo?16 El tiempo real, ya sabes, anula casi por completo, la posibilidad de elaboración juiciosa y significativa, anula la posibilidad de narrar, de comunicar17. En palabras que ya dijimos, anula la trascendencia. @joebriefcase: almuerzo? @joebriefcase: Pandereta en la oficina. El horror. @joebriefcase: Nos dieron desayuno :D @joebriefcase: Ayer dije “mi novia”... raro. @joebriefcase: Incendio a una cuadra de mi casa :/ @joebriefcase: Me miraron feo por contar un chiste @joebriefcase: @soymuyaburrido en Cali existen. @joebriefcase:Yo debería comprarme una guayabera blanca. @joebriefcase: Que horrible. Estos manes solo vienen a tragar. @joebriefcase: Reporto limpieza total de la ciudad gracias a lluvias. @joebriefcase: Quiero un wallpaper de un vieja en bikini. Like a mecanico @joebriefcase: A mí me gustaría ver al humano detrás de la @ 18

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Hay una nostalgia evidente por la conversación artesanal . Un deseo latente por existir en todo momento y en todas partes, pero “¿qué interés puede presentar una vida?” 20 Y eso no es todo: ahora, Joe, Broadcast yourself , trasmítete a ti mismo. Proponemos aquí una pausa para preguntarte si de verdad tienes ganas de hacer todo esto y si cuentas con los suficientes contenidos colmados de significación que, en teoría, se necesitarían a la hora de este tomar y ofrecer este té. Estas preguntas incómodas son importantes por lo que viene: El lugar en el que has permanecido durante 6 horas diarias desde que Foster Wallace te nombró por primera vez , se encargaba de generar el ambiente propicio para que le entregaras a la televisión lo que necesitaba de ti: nada. El sofá era el lugar perfecto para recibir sin dar nada a cambio, además ese era el trato. Ahora bien, las condiciones del juego han cambiado. Pensemos por instante en los videojuegos: antes nintendo 64, hoy Wii. Parece que hay una tendencia por sacarte del sofá. No queremos decir si esto es mejor o peor que lo que viviste en los 90, lo señalamos porque sí cambia radicalmente la manera en la que interactúas con el mundo. Hay, al menos, un nuevo esfuerzo físico antes inexistente. La vieja dependencia a la televisión quedó atrás para ti, Joe. Has volteado la página, archivando aquella imagen del sedentario incrédulo y morboso. Hoy, para consolarte, le cuentas a toda la gente que no te importa todas las pavadas se te ocurren. Esto parece un carrusel divertidísimo, todos damos vueltas hasta vomitar, y luego, volvemos a subirnos. Estas son tus imágenes en movimiento, en la otra realidad creada con tus propias prótesis: pornografía/paseos familiares/conferencias/ conciertos / covers... La dependencia y el cinismo, sin embargo, viajaron contigo, de una tecnología a otra 21 Joe, llegaste a casa a las 5:30 de la tarde, después de una insufrible jornada laboral, encendiste el televisor como una vieja costumbre y te conectaste a internet ¿para qué? La vida, afuera, no se ha hecho más amable, el hambre/desempleo/terrorismo/calentamiento global están mucho más cerca de la casa del barrio; titilan en el teléfono inteligente que tienes en la mesita de noche.

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Notas: 1.

Gilles Lipovetsky describe lo poco motivantes y aburridos que pueden ser los trastornos psicoafectivos posmodernos: se trata de una suerte de malestar aéreo, mezcla de cansancio y desinterés por adquirir un compromiso afectivo a lagro plazo; por abrazar una ideología. Es el vacío (la succión) que ha quedado en el tronco del individuo consumista y narcisista. 2.

Jean Baudrillard, a propósito del individuo que dona su inteligencia, su inherencia, a una máquina: “El Hombre Virtual, inmóvil delante de su ordenador, hace el amor por pantalla y da sus cursos por teleconferencia. Se vuelve un paralitico físico, pero sin duda también cerebral. Solo Así llega a ser operacional” 3.

Tema medular en la obra de Sloterdijk. La inmunidad, para este momento en la historia, viene a ser preocupación más profunda y genuina del capitalismo moderno (y esto no significa que la necesidad de protegerse de las amenazas externas, del mundo, en fin, sea algo nuevo). Es un pacto entre los individuos y una aspiración colectiva; construir un mundo artificial (esferas, burbujas, fortalezas, arcas, bóvedas, colonias virtuales) lengua esencial de la seguridad; códigos compartidos a manera de prevención. La violencia y la barbarie, la incivilización, son pues las figuras antagónicas, las amenazas; los agentes antidemocráticos, los terroristas islámicos y los evasores de impuestos, las enfermedades que traen los inmigrantes. 4.

E.M. Cioran, en “La tentación de existir”: “Resistirse a la felicidad es algo que la mayoría logra; la desdicha, en cambio, es insidiosa de otro modo ¿La habéis probado alguna vez? Nunca os saciaréis de ella, la buscaréis con avidez, y, preferentemente, allí donde no está, y la proyectaréis ahí pues, sin ella, todo os parecería inútil y sin brillo”

5.

Son rumores, claro, pero nadie se escandalizaría a estas alturas si se llegara a confirmar la alegre afirmación que supuestamente hizo Mark Zuckerberg, hablando del éxito de Facebook: “Tengo 4.000 correos electrónicos y sus contraseñas, fotos y números de seguridad social, la gente confía en mí, son tontos del culo”.

6.

Primeras apuestas a propósito de las posibilidades del internet: un espacio accesible, por igual, para todos. Candidez ya familiar en los primeros momentos de júbilo que han sucedido, por lo general, la aparición de un nuevo medio de comunicación. 7.

Las máquinas hablándole al hombre cansado y que desea prescindir de sus facultades. La nueva versión de la red, la interacción, tiende más a la delegación, al gesto de abandono para contemplar mejor el espectáculo de nuestras propias vidas (BAUDRILLARD, Jean, La transparencia del mal .1989 ) 8.

¿“Cali lo atrapa a uno y no lo suelta? ¿Es verdad eso? Miraré una cosa distinta cada día. Haz de cuenta que estás interno, lejos del hogar y escribes para matar el tiempo y para darle una forma independiente a la tristeza que ahogas” Caicedo Estela, Andrés. “El cuento de mi vida” Edición de María Elvira Bonilla. Norma. Cali, 2007. 9.

“Escribo estas líneas mientras abajo en la ciudad, se oye estruendo de carros pitando por Álvaro o por Gómez, o por la UNO ¡Se decide la misma suerte del país y yo aquí, tratando de aliviarme descargando estos malos pensamientos! Mi alivio llegaría ¿cómo? Buena pregunta” Caicedo Estela, Andrés. “El cuento de mi vida” Edición de María Elvira Bonilla. Norma. Cali, 2007.

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10.

La idea de un reino justo, igual para todos, se cae ante la necesidad mercantil de tener estrellas, referentes para amar o detestar. En Facebook, hoy podemos tener un perfil ordinario, un resumen variopinto de nuestras vidas poco interesantes, o podemos tener una página, pero solo si contamos con alguna cualidad que nos diferencie de la masa. 11.

El muerto habla en su texto “La vida después de Dios”, y da con generosidad detalles audiovisuales de su muerte, en tiempo real.

12.

La tecnología propicia una construcción de sentido que supera la contemplación y la palabra escrita para la eternidad (en papel). Hoy se privilegia la acción sobre el instante congelado (la contemplación). La técnica de Andrés estaba en sus escritos, que serían los mismos siempre, dispuestos, eso sí, a incontables lecturas y cuestionamientos, pero siempre estáticos, sin un dígito más. Iguales, escritos sobre una roca, a diferencia de los mensajes instantáneos y los párrafos electrónicos almacenados en bases de datos que se formatean todas las noches. Esta es la contraposición entre memoria y actualización dinámica, entre narración e información.

13.

Dice Foster Wallace: “me temo que el viejo Joe Briefcase es teleadicto. Es decir, ver la tele se puede convertir en una adicción perversa (…) y cuando digo adictiva y perversa, nuevamente no quiero decir malvada e hipnotizadora”, en “E unibus pluram” p.53 14.

Dios Matamoros es un perfil de Facebook administrado por una persona que no revela su identidad. Sus actividades evidentes en esta red social son comentar fotos de sus contactos, escribir en el espacio “what´s on your mind” y hacer mofa de su nombre.

14.

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Foster Wallace aclara, “Más que una cultura televisiva banal ahogada en imágenes chabacanas, Gilder -futurólogo de los medios de comunicación- vaticina una cultura televisiva redimida como por un número mayor de elecciones y un control mucho mayor sobre lo que uno…Ejem. ¿Ve? ¿Pseudoexperimente? ¿Sueña?

15.

Es descabelladamente poco realista pensar que el aumento de opciones resolverá por sí mismo nuestro problema con la televisión.” en “E unibus pluram” p. 92.

16.

La banda inglesa Radiohead lanzó su cuarto álbum musical titulado Kid A, en Octubre de 2000. “The National Anthem” es el tercer track . Esta es la letra de la primera estrofa: “Everyone, Everyone around here, Everyone is so near What’s going on? What’s going on?” 17.

Benjamin, en El Narrador, al hablar de comunicación e información, como procesos diferentes: “La información cobra su recompensa exclusivamente en el instante en que es nueva. Sólo vive en ese instante, debe entregarse totalmente a él, y en él manifestarse. No así la narración pues no se agota. Mantiene sus fuerzas acumuladas, y es capaz de desplegarse pasado mucho tiempo”. 18.

Estos mensajes son tomados de cuentas reales de Twitter, pero nos abstenemos de divulgar la identidad de las personas que los escribieron. 19.

A propósito, explica Benjamin, “los nidos, las actividades íntimamente ligadas al aburrimiento-, se han extinguido en las ciudades y descompuesto también en el campo. Con ello se pierde el don de estar a la escucha, y desaparece la comunidad de los que tienen el oído atento. Narrar historias siempre ha sido el arte de seguir contándolas, y este arte se pierde si ya no hay capacidad de retenerlas .Y se pierde porque ya no se teje ni se hila mientras se les presta oído. Cuanto más olvidado de sí mismo está el escucha, tanto más profundamente se impregna su memoria de lo oído. Cuando está poseído por el ritmo de su trabajo, registra las historias de tal manera, que es sin más agraciado con el don de narrarlas. Así se constituye, por tanto, la red que sostiene al don de narrar.Y así también se deshace hoy por todos sus cabos, después de que durante milenios se anudara en el entorno de las formas más antiguas de artesanía”.


20.

“no se imagina uno a Dante o a Shakespeare anotando los menudos incidentes de su existencia para ponerlos en conocimiento de los otros. Quizá incluso tendían a dar una falsa imagen de lo que eran. Tenían ese pudor de la fuerza que el deficiente moderno ya no tiene. Diarios íntimos y novelas participan de una misma aberración: ¿qué interés puede presentar una vida? (…) No he sentido una sensación de verdad, un estremecimiento de ser más que en contacto con analfabetos (…) No tenían ninguna necesidad de inventarse una vida: existían; lo que no le sucede al civilizado. E.M. Ciorán, en “La tentación de existir”. p. 140. 21.

“Ya sea un espectador <activo> o <pasivo>, tengo que seguir fingiendo cínicamente, porque sigo siendo dependiente, porque mi verdadera dependencia no lo es respecto de un programa en concreto o de unas cuantas cadenas (…) Mi verdadera dependencia es respecto de las fantasías y las imágenes que las hacen posibles, y por tanto respecto de cualquier tecnología que pueda hacer las imágenes al mismo tiempo posibles y fantásticas. No se equivoquen: dependemos de la tecnología de la imagen; y cuanto mejor es la tecnología, más enganchados estamos.” David Foster Wallace, en “E unibus Pluram” p. 94.

Bibliografía BAUDRILLARD, Jean, La transparencia del mal. Anagrama, Barcelona, 1990. BENJAMIN, Walter, “Para una crítica de la violencia y otros ensayos”, Taurus, Madrid, 1991 CAICEDO ESTELA, Andrés. “El cuento de mi vida” Edición de María Elvira Bonilla. Norma. Cali, 2007. COUPLAND, Douglas. “La vida después de Dios” Ediciones Grupo Zeta. Barcelona, 1997. CIORAN, Emile Michele, La tentación de existir ( 2002) Ediciones Santillana Generales , SL. Madrid, 2004. FOSTER WALLACE, David. “Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer” Mondadori, Barcelona, 2008. LIPOVETSKY, Gilles, La era del vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo, Anagrama, Barcelona, 1986. SLOTERDIJK, Peter, “Esferas II. Globos. Macrosferología. Ediciones Siruela. Madrid, 2004. SLOTERDIJK, Peter, “El Palacio de Cristal”, Conferencia pronunciada en el marco del debate “Traumas urbanos; La ciudad y los desastres”, Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, CCCB. 2004. www.cccb.org/rcs_gene/petersloterdijk.pdf VÁSQUEZ ROCCA, “Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización”, En Eikasia Revista de Filosofía, año I número 5- julio 06 , Oviedo, España http://www.revistadefilosofia.com/SLOTERDIJK.pdf

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LA IDENTIDAD TAMBIÉN SE BAILA Bailar es escribir con el cuerpo en el espacio representar el tiempo sin nombrarlo marcar con el gesto un sólo instante soñar que uno no es uno sino el ritmo sentir que es la vida la que baila

Por :

Alejandro Ulloa Sanmiguel

Profesor Titular Escuela de Comunicación Social, Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle ausa52@hotmail.com

250 Resumen: El artículo es producto de una investigación sobre la música salsa y el baile en Santiago de Cali. A partir de una diferenciación entre bailadores y bailarines, el texto plantea la relación entre el baile y la construcción de una identidad urbana adscrita a esta ciudad dentro y fuera del país. Esta identidad funciona como una nueva forma de representación colectiva consolidada durante los últimos 10 años, cuando el baile espectáculo de la salsa ha ingresado en los circuitos internacionales atraído por la industria del entretenimiento y sus vínculos con la televisión, inscritos a su vez en un mercado global. En este nuevo contexto, el baile de la salsa se ha transformado a partir de la profesionalización de sus actores y las demandas del show business . En esa relación entre baile y construcción de una nueva identidad, el cuerpo es el escenario donde se concentran los diversos estilos, donde se integran distintas influencias musicales y dancísticas, donde convergen tradición y contemporaneidad para construir un lenguaje que caracteriza a los bailarines caleños de salsa. El cuerpo es el lugar de enunciación de esa identidad que viene a coexistir con otras representaciones como la del narcotráfico, el deporte y el civismo, de los que también se diferencia, aunque no necesariamente se les opone. Palabras clave: Baile, Bailadores, Bailarines, Cuerpo, Identidad, Canon cultural.


La Identidad como relato: un discurso construido

business, aunque subyace el interés de trascender las rutinas funcionales de la cotidianidad.

Consideramos la identidad como un relato construido por un actor social sobre sí mismo para diferenciarse de los otros. En esa construcción pueden participar diferentes agentes históricos como las escuelas, los gobiernos, los intelectuales y los estudiosos de la cultura o los medios de comunicación. Una vez definido, ese relato es acogido por los miembros de la comunidad para identificarse ante sí mismo y ante los demás como un ser con características propias, vinculadas a un grupo, un territorio, una tradición.1

Llamaré bailarines a una clase de bailadores que asumen el baile no sólo por el placer que provoca, sino como una práctica profesional, sometida a ejercicios de enseñanza-aprendizaje formalizados, a ensayos, talleres y otras modalidades pedagógicas con el fin de presentarse en espectáculos públicos o privados, bien sea como solista, o como integrante de una escuela, un grupo o una compañía artística, ejerciendo una profesión de la cual se puede obtener alguna rentabilidad económica y simbólica.

La narrativa construida sobre la identidad presenta ciertos rasgos arbitrarios en la medida en que se descartan determinadas características y se seleccionan otras, que los sujetos deben aceptar para representarse y ser representados. La identidad construida de esta manera atribuye las propiedades seleccionadas a toda una comunidad, como si todos fueran iguales, homogéneos y uniformados culturalmente. El discurso homogenizador de la identidad niega las tensiones y diferencias que puedan existir dentro del grupo, al mismo tiempo que ignora otros relatos identitarios igualmente construidos. Podemos admitir que los agentes sociales se identifican con unos relatos más que con otros en la medida en que dichos relatos tienen referentes comunes en el grupo que los asume. Esta identificación es una forma de reconocimiento que suele interpretarse como la identidad. Durante las últimas décadas, el relato identitario de Santiago de Cali, pasa ineludiblemente por la imagen creada en torno a la salsa y su baile, consignada en el eslogan ”Cali capital mundial de la salsa”. En nuestro libro La Salsa en Cali tratamos el tema y hablamos del proceso social en el que esta música cobra sentido para los sectores populares de la ciudad.2 Ahora nos ocuparemos del baile, para argumentar que la identidad también se baila. Esto significa que la identidad a través del baile de la salsa se construye y se expresa desde la performatividad del cuerpo y no desde un discurso racional o político. El baile como una configurción kinésica y proxémica, hace del cuerpo el lugar de enunciación de la identidad. No es mediante el lenguaje verbal, sino a través del movimiento y el lenguaje corporal como se define esta nueva identidad adscrita a la ciudad de Cali y sus sectores subalternos.

Bailes Bailadores y Bailarines Si definimos el baile como un sistema de comunicación no verbal y como un acontecimiento donde se proyectan las relaciones sociales, ahora establecemos una distinción entre bailarines y bailadores. Llamaré bailadores a quienes gustan del baile como una práctica lúdica- “el baile social” - ligada al ocio y el buen uso del tiempo libre, realizada por el placer que provoca y por el deseo o las intensiones que lo motivan, sin pretensiones de profesionalismo, ni de participación en el espectáculo del show

Por esta vía, el bailarín se inserta en un mercado del espectáculo y en un campo de prácticas donde comparte con sus pares (compañeros y rivales) las oportunidades y las tensiones propias del entorno, así como compite por la disponibilidad de los recursosque se juegan en el mercado existente, dentro de una pequeña o gran industria cultural. Un bailarín comienza siendo un bailador, y un bailador puede llegar a ser bailarín si se lo propone y si tiene las condiciones para serlo. Por otro lado, un bailarín lo es en tanto logra una competencia (una capacidad creativa y no sólo una habilidad técnica) que exhibe ante sus pares y ante los públicos que lo avalan y lo reconocen. Pero así mismo, por fuera de ese rol en los escenarios del mercado y el espectáculo, el bailarín se torna un bailador más cuando participa de la rumba, desligado de su función “mercantil, o corporativa ”. Otra diferencia entre ambos consiste en que el bailarín baila para un público ante el que exhibe sus cualidades y virtudes, mientras que el bailador lo hace fundamentalmente para sí y su pareja, aunque también se exponga a la mirada de los otros. Podemos pensar en una tercera categoría para designar al bailador que se somete a una pedagogía formal, pero no necesariamente para actuar en el show bussines ni integrarse al mercado del espectáculo, sino para cualificar sus habilidades y desempeñarse mejor en “el baile social”. De todas maneras, para pasar de bailador a bailarín hay que asumir una serie de estrategias de profesionalización como la pertenencia a una escuela o academia, la participación en festivales y concursos, el acogerse a reglas y procedimientos o someterse a estándares de medición y cualificación, además de las rutinas de ensayo y entrenamiento.

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Considero que la distinción entre bailadores y bailarines, en tanto roles sociales, es universal y bien puede analizarse en casos como el baile de la salsa, el tango o el samba. Ahora bien, las relaciones entre ellos suelen ser más complejas puesto que los bailarines provienen de los bailadores que, insertados en una tradición dancística, (como el baile de la salsa en Cali) no sólo se profesionalizan sino que contribuyen con su práctica al desarrollo del baile, a su recreación estética como un lenguaje artístico altamente elaborado y diferenciado del baile convencional. La conjugación histórica, entre bailadores, bailarines y tradición bailable en una ciudad como Cali, dio lugar a diferentes modos corporales de asumir los géneros que integran la salsa, (diferentes maneras de bailarla) a lo largo de la historia de esta música en la historia moderna de la ciudad. Entre ellos sobresale el que denomino el “Estilo Clásico Caleño”, desarrollado por bailadores desde los años 40 y 50 del siglo pasado, con el cual los bailarines han incursionado, desde los años 70, en los escenarios internacionales, en concursos, congresos, películas y festivales.

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Dicho estilo, continuado hasta hoy en los cuerpos de la vieja guardia salsera, que se recrea diariamente en bailaderos y viejotecas, se fraguó con influencias del son, el swing y el fox trot de los años 30; de la guaracha y el mambo de los 40 y 50 que interpretaban los bailarines caleños influenciados por los pachucos mexicanos en las películas; influenciado además con la cadencia del bolero, el pasodoble y el chachachá, danzados todos como experiencia vital en cabarets y prostíbulos de la zona de tolerancia en la Cali de los años 50. Este estilo se renovó, después de los 60, con el apogeo de las pachangas, los saltos del boogaloo, las descargas del guaguancó, la suavidad de la guajira, y el feeling del son montuno, agrupados todos bajo el nombre genérico de salsa. (Durante los últimos cinco años el Estilo Clásico Caleño se ha fortalecido para el show de los bailarines, con movimientos provenientes de la danza clásica y el ballet, como el pararse en la punta de los pies o el alargamiento de los brazos y el giro de las manos). Desde los años 50 al 70, ese lenguaje se irrigó por los barrios populares de Cali, se arraigó en las generaciones que lo desarrollaron y lo legaron a sus descendientes y a la ciudad que les dio vida. La gestación y consolidación de ese lenguaje danzario fue una construcción marginal y callejera, lejos de las formalidades institucionales, ajena a los patrocinios oficiales, en contravía de la moralidad dominante. Un lenguaje creado inicialmente por fuera de escuelas y academias, aunque ahora éstas hayan catalizado los repertorios existentes para recrearlos y potenciarlos en un nuevo contexto. Dicho lenguaje ha continuado en los pies y en la memoria de los actuales campeones mundiales de la categoría Salsa Cabaret como un estilo ágil en el movimiento de las piernas, audaz en las alzadas y los vuelos, veloz con los pies, preciosista y sofisticado a la hora de la descarga y el arrebato.

El lenguaje recreado y transformado por los actuales bailarines de unas 50 escuelas y academias, bajo la categoría de Salsa Cabaret, recoge toda esa herencia aportada por varias generaciones. Ese lenguaje, riguroso y exigente, es la síntesis de un proceso de larga duración cuyos antecedentes más remotos, nos llevan a la época de la colonia (siglos 17 al 19) cuando ocurrió la esclavitud en nuestra región. El cuerpo en la historia La presencia de los bailarines y el “Estilo Clásico Caleño” en la escena global contemporánea, es una conquista de gran valor para ellos y para Cali, que se está reconociendo internacionalmente a partir del año 2000. Pero no es un hecho fortuito, ni el producto de un golpe de suerte. Es el resultado de un largo proceso histórico y social que atraviesa el siglo XX del que han participado actores procedentes de los sectores populares, con sus prácticas musicales y danzarias. En la segunda mitad del siglo, el estilo creado se multiplica en las verbenas callejeras durante la feria de Cali y se reproduce en kioscos y discotecas, o en terrazas y casetas que se construían a medida que se fundaba un nuevo barrio popular - con bailadero incluido – durante el proceso de expansión urbana. Se trataba de un estilo sin nombre, que promovían los grilles del centro de la ciudad, a través de concursos y competencias informales, donde las parejas se batían a paso limpio en una pista para ganarse el aplauso del público. Así surgieron los primeros bailarines famosos de los años 60 y 70, que rondaban de pista en pista por toda la ciudad obteniendo aplausos y bebiendo gratis por cuenta del baile.


Fue en esos espacios y en esas prácticas, además de otras que citaré luego, donde se consolidó lo que llamo el estilo clásico caleño, como una matriz que acepta variaciones e improvisaciones de acuerdo con la música salsa que se escuche. Del esclavo de ayer al bailarín de hoy El cuerpo que baila es un cuerpo históricamente determinado, es decir modelado y moldeado a partir de valores, esquemas cognitivos y prácticas sociales que podemos ubicar con relativa precisión en el tiempo y en el espacio. El fenómeno del baile de la salsa en Cali está asociado histórica y antropológicamente al cuerpo negro, al cuerpo esclavo sometido a un sistema económico de explotación despiadada desde el siglo XVII hasta el siglo XIX en esta ciudad. Obras literarias como “María” de Jorge Isaacs, “ El Alférez Real” de Eustaquio Palacios y distintas crónicas del siglo XIX aluden al baile y las fiestas, en las haciendas o en la aldea, donde negros y mulatos son los actores principales. Debido a la esclavitud y el legado sociocultural de la hacienda esclavista, Cali se convirtió en una ciudad mulata, étnicamente hablando, con una amplia base social plebeya que generó, entre otros, dos valores fundamentales, descritos por el investigador Edgar Vásquez 3: la autonomía personal y una moral más flexible frente al cuerpo y la sexualidad; una moral menos rígida que la impuesta por la élite blanca, católica y patriarcal de la sociedad colonial y el sistema esclavista. Un cuerpo reprimido por la moral cristiana y el control sobre la sexualidad podrá desempeñarse en muchas actividades pero difícilmente puede desplegarse con libertad para bailar. La moral flexible significa que el cuerpo y el eros están menos constreñidos por la religión católica. Esta impone una fuerte censura a los instintos y un rígido control a las posturas y las expresiones corporales, tanto aquellas que se producen conscientemente, como aquellas que provienen del inconsciente. Un cuerpo menos constreñido es un cuerpo más libre para sentir y hacerse sentir; un cuerpo menos reprimido para comunicarse gestualmente sin palabras; un cuerpo más desinhibido para asumir la relación con el otro. Esos dos valores, moral flexible frente al cuerpo y la sexualidad, y autonomía personal, después de la esclavitud, fueron formas de resistencia cultural que el negro desarrolló en un contexto de interacciones desiguales frente a sus amos pero en condiciones de relativa igualdad frente a otros sectores plebeyos. 4 La supervivencia y la reproducción cultural de dichos valores junto con la disponibilidad de tiempo en los sectores subalternos, serán el fundamento antropológico que hace posible el desarrollo del baile como un lenguaje propio de la base social plebeya de Cali. En los sectores subalternos, unidos por condiciones socioeconómicas similares, se dio una mayor tolerancia racial que en las élites y una cierta democratización de las relaciones sociales. Por alguna razón, el cabildo prohibió que “la plebe celebrase bailes de día ni de noche, ni a hora ninguna por

los males que traían: embriagueces, incestos, concubinatos y otros escándalos y delitos públicos”. (Pablo Rodríguez 1996:76) En esa compleja herencia cultural de valores, cuerpo y prácticas sociales, están los “cimientos” del baile de la música popular moderna que se desarrolla en Cali al promediar el siglo XX por las nuevas capas sociales subalternas.5 Aunque ese lenguaje corporal se ha elevado a su máxima expresión durante las últimas décadas, hay que reconocer estos antecedentes históricos y antropológicos. No es casual que la mayoría de los campeones mundiales de salsa estilo Cabaret, sean jóvenes negros y mulatos, de familias pobres y barrios “bajos”, descendientes de los antiguos esclavos y de esa base social plebeya que hemos descrito. Los bailarines de música antillana y salsa de los años 50 al 70 en Cali, eran también, en su gran mayoría, negros o mulatos como Benigno Holguín, “El negro Domingo”, “Telembi King”, “Catacolí”, “El Negro Manchura”, “Yimy Bugalú”, Evelio Carabalí, “Watusi” y muchos otros venidos desde el arrabal y la marginalidad; jóvenes que en su momento aprovecharon la calle y el tiempo libre para hacer del baile su razón de existir.6 También las mujeres negras y mulatas han descollado como grandes bailarinas. Inicialmente “Amparo Arrebato”(mestiza amulatada), luego las negras Liliana Salinas y Venicia Cárdenas, herederas del ballet Cali Rumba de los años 80-90, quienes contribuyeron a la consolidación de este lenguaje danzario en los últimos veinte años. Liliana fue la primera en concursar en un campeonato internacional de salsa en Puerto Rico en el que participó con Eduardo Hernández “el Mulato” a mediados de los años 90. Como en una carrera de relevos, “el Mulato” asumió después la tarea de continuar promoviendo el estilo clásico caleño y desarrollarlo con nuevos pasos, figuras y coreografías. En todo ese proceso el cuerpo negro ha sido imprescindible. Y aunque no sólo los negros bailan bien, es evidente que la mayoría de los mejores bailarines son jóvenes negros o mulatos, tanto hombres como mujeres, que sobresalen en esta actividad artística. Ahora bien, este fenómeno no se debe a una razón esencialista, ni a la carencia de otros talentos, sino a la ausencia de oportunidades para que la población negra pueda desarrollarse en otras áreas (tal vez más lucrativas) de producción artística o económica, con excepción de algunos deportes y la música salsa. Gracias a estos jóvenes bailalrines, se ha construido un nuevo relato identitario en la ciudad, con respecto a la población negra a la que se le reconocen sus aptitudes para la música y el baile. Este relato se enlaza directamente con los imaginarios similares que desde la música latina y la salsa circulan por el mundo reivindicando al África, sus tambores y sus descendientes. Pero es también una narrativa identitaria a favor de Santiago de Cali, que involucra bailarines negros y no negros, como un relato globalizado por medio de la televisión y los medios impresos que destacan sus logros. Sin duda,

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fueron necesarias las estrategias de profesionalización para llegar a la cima donde se encuentran hoy, pero estas por sí solas, sin los antecedentes históricos y el arraigo popular que los sustenta, difícilmente hubieran prosperado. En síntesis, a través de la salsa y su baile se ha reivindicado al negro como músico y como bailarín. En ambos roles ha ganado protagonismo y visibilidad, y con ello se han generado ciertas formas de inclusión social, aunque sea todavía en grupos minoritarios. Como lo expresó uno de los bailarines entrevistados para este ensayo: “Gracias al baile de la salsa he podido cambiar mi closet, he ayudado a mi mamá y la vida me ha cambiado, como le ha cambiado a otros bailarines...” Pero no se trata de una reivindicación conquistada en el marco de un discurso político explícito, o de un movimiento social que lucha por los derechos de las minorías étnicas. Es una reivindicación lograda en un escenario distinto, el de la fiesta popular salsera en Santiago de Cali, donde muchos de esos jóvenes baiarines son además gays. Esta es la otra cara del proceso.

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Visto desde otra perspectiva, este hecho ha alterado un patrón de acción y un estereotipo del bailar salsa, que se asumió generalmente dentro de un contexto machista, donde el hombre se luce con su cuerpo y su baile, seduce y conquista a las mujeres afirmando su rol masculino como “macho” . El bailarín gay en escena con su pareja, cuando compite con otras parejas , debe asumnir un rol masculino como cualquier “macho”, “negando”, o disimulando, (poniendo entre paréntesis) su identidad como gay. El rol masculinose le “impone” - o se establece - como parte de las condiciones del espectáculo en el mercado del entretenimiento. Pero al ir a divertirse informalmente como bailador en una discoteca, el mismo bailarín exhibe su ientidad gay, y asume roles tanto masculinos como femeninos al bailar con otros hombres, gays o no, o al bailar con las mujeres. En ambos casos, esta irrupción del bailarín y el bailador gay - o del gay como bailarín y como bailador, es una conquista muy importante para ellos, y para la sociedad en general, aunque sea todavía un fenómeno de baja escala. El fenómeno es tan real, que varias discotecas gays de Cali han modificado su programación musical pasando del pop, rock, tecno, electrónica, a programar más salsa, para que los bailarines gays que asisten, como bailadores, desplieguen sus habilidades danzarias y su creatividad.

El baile caleño: de la vieja guardia antillana a la salsa En Cali confluyen diversas maneras de bailar la salsa: el estilo clásico caleño, caracterizado por agilidad y la velocidad de los pies, porque el movimiento se concentra en la parte inferior del cuerpo. Este estilo acelerado está asociado con la aceleración de la música que establecieron jóvenes bailadores de barrio, durante los años 60, al cambiar la rotación de los discos de 33 rpm a 45. Otro estilo es el “cobao”, oriundo de los negros de Buenaventura, que consiste en mantenerse pegado a la pareja, casi quieto, con un leve vaivén de las caderas, mientras permanece prácticamente en el mismo sitio. Al contrario del estilo clásico caleño, el cobao es casi imperceptible, propicio para los acercamientos eróticos y las caricias “face to face”. Un tercero es el “pasito cañandonga”, intermedio entre los dos anteriores, sin la agilidad y la velocidad de los pies, que también se mueven, pero con un énfasis en otras partes del cuerpo como los brazos y el torax que se balancean. Al igual que los anteriores,“el pasito cañandonga” conserva el vínculo de la pareja enlazada, tomada de las manos o mediante el brazo que rodea la cintura de la mujer. Otro estilo es el casino y la rueda de casino, que se define sobretodo por las vueltas y desplazamientos de la pareja en diferentes direcciones. Por último, surgen las posibles combinaciones entre esos estilos o fragmentos de ellos, dada la multiciplicidad de interacciones que ocurren en diversos espacios de la fiesta salsera en Cali.


Las fiestas populares: de los champús bailables a los bailes de cuota Hemos encontrado testimonios en fuentes primarias, sobre el origen de los champús bailables en los barrios San Nicolás, El Hoyo, Vilachí , Sucre y el Obrero, hacia 1930.7 Los champús bailables eran reuniones vespertinas en casas de familias con amplios solares, donde iban jóvenes y adolescentes a bailar el domingo por la tarde hasta tempranas horas de la noche. Se llamaban así porque se consumía esta bebida típica del Valle del Cauca preparada con maíz, pedazos de lulo y piña y hojas de naranjo agrio. Con ella no se emborrachaba nadie, pero tras de sí aparecían la cerveza y el aguardiente que los hombres adultos tomaban mientras los jóvenes se llenaban de champús.8 Complementados con empanadas y fritanga, los champús bailables fueron encuentros permanentes en aquellos barrios durante varias décadas hasta que aparecieron los aguaelulos en los años 60 donde el champús fue reemplazado por la cocacola y sólo el nombre del lulo quedaba como indicio verbal de lo que había sido esa fiesta popular.9 En los champús bailables de los años 40, se danzaban ya las rumbas criollas de Emilio Sierra, los porros de Guillermo Buitrago, el foxtrot, el bolero, el pasodoble, la conga, el son, el bote, la rumba y la guaracha escuchadas para entonces. Creemos que allí en esas fiestas hicieron escuela muchos de los bailarines de Cali, entre ellos el mulato Benigno Holguín, quien en 1949 creó la primera academia de baile (“La cumparsita”) y en cuya casa paterna en el barrio Vilachí se celebraban los champús bailables. Según nuestras indagaciones, en los años 40 del siglo pasado aparecen los bailes de cuota en casa de doña Trinidad Martínez ubicada en la calle 15 con carrera 13 y 14 (barrio Fray Damián). De ellas nos habla su hijo Héctor “La sombra” Martínez, mulato oscuro, quien fuera futbolista profesional del Boca Jrs. de Cali, además de maraquero y cantante de los “Cali Boys” en la década del 40.10 Los bailes de cuota surgen como otra forma de hacer la fiesta, cobrando cinco pesos por la entrada con derecho a trago, tamales o lechona y se prolongan hasta las décadas del 50 y 60. A ellas se iba con saco largo abajo de las rodillas, pantalones anchos a lo “Pachuco” mexicano y con cadena colgando entre el bolsillo y la pretina, como Tin Tán en sus buenos tiempos. El baile empezaba a las nueve de la noche y duraba hasta el otro día cuando se prolongaba en “El Avispero” de Lucho Lenis, una tienda en el Barrio Obrero que los amigos convirtieron en amanecedero a partir de 1948. Algunas veces la fiesta era amenizada por la orquesta de los hermanos Ospino, o Tito Cortés y otros músicos locales. Asistían hombres y mujeres, adultos y jóvenes de los barrios circunvecinos, los mismos que antes participaban de los champús bailables y ahora continuaban la fiesta obligada de cada ocho días cuando Cali era todavía un pueblo grande antes que una ciudad moderna. Tanto los champús bailables como los bailes de cuota de los años 30 iniciados en los barrios populares tradicionales de Cali (San Nicolás y el Obrero) reaparecieron con otras características en la década del 60 en otros barrios populares recién fundados como el Jardín o Santa Elena.Ya para entonces se llamaron “aguaelulos”; los bailes de cuota aumentaron el precio, los clientes llevaban el trago, desaparecieron la lechona y el tamal y en su reemplazo surgieron los platos fríos con ensalada de papa. Las fiestas dejaron de ser apacibles y ya no podía alguien emborracharse sin temor a que lo robaran. Definitivamente eran otros tiempos en el paso de dos décadas. La ciudad había crecido y la violencia se había apoderado de ella.

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Las mamás grandes de la rumba en Cali De acuerdo con testimonios recogidos en diversas fuentes orales, la recepción de la música popular y la “antillana” tuvo lugar en casas de amplios solares, donde los ritmos y su baile convocaban a los jóvenes adolescentes y adultos en horarios diferenciados, con indumentarias y bebidas distintas en cada caso, pero de todos modos en un “ritual” dispuesto para el goce y el placer de bailar. Dicho “ritual” fue posible en sus albores con el visto bueno de las mamás grandes de la rumba como doña Gregoria Echeverri en el barrio El Hoyo; Trinidad Martínez en Fray Damián; doña Ernestina y doña Encarnación en el barrio Obrero y San Nicolás, o “misiá” Leonor en “El Avispero”, quienes facilitaban su casa en condiciones para la fiesta. Su matriarcado en el barrio fue decisivo para impulsar las primeras manifestaciones de la fiesta popular, en el sector pobre de Cali de los años 30 en adelante. Consideramos que tanto los champús bailables como los bailes de cuota correspondían a nuevas formas de encuentro y sociabilidad determinadas por las cambiantes condiciones de una ciudad que estaba haciéndose en un lento y tardío proceso de modernización.Y para el caso de la música, bajo el impulso novedoso y fascinante de la industria cultural, a través de la radio, el disco y el cine,. El acceso de la familia a muchos de los epicentros de la rumba (kioscos, casetas, terrazas, “clubes”) hará de ésta algo necesario para vivir. Allí la mujer estará expuesta, desde su temprana adolescencia, al contacto con la fiesta y el baile, de manera permanente. Y el baile será un modo de socialización fundamental por cuanto es en él donde se opera el intercambio directo con el hombre. Esa interacción temprana, apreciable en el hecho de que los niños aprenden a bailar antes de saber leer o escribir, tiene a nuestro juicio, repercusiones en las futuras relaciones sociales, en el comportamiento y la concepción del papel de la mujer en cuanto representación de sí misma y de la que el hombre se hace sobre ella. Y dado el alto valor simbólico que se le confiere al bailar bien, la fiesta se convierte en una escuela para el modelamiento del cuerpo y una actitud frente a él, pero también para la seducción y el enamoramiento. Una actitud frente al cuerpo, fundamental para convertir el baile en un lenguaje no verbal, un lenguaje que no necesita de las palabras para comunicar sentimientos, emociones y sensibilidades.11 Una actitud transmitida, reproducida y heredada culturalmente por las generaciones posteriores que se materializa en el auge de las escuelas de baile que hoy existen en Cali. Tal vez allí estén algunas de las claves para entender la imagen hedonista de la ciudad y de la mujer caleña proyectadas en el imaginario de los colombianos y reflejada en el poema de Gonzalo Arango, fundador del nadaísmo en Colombia, hacia 1960.

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CALI MÍO “Mujer de Cali, ámame / Sol de Cali, abrázame / Río de Cali, llévame al mar / Nostalgia de Cali / Llévame de nuevo a la Patria / Cementerio de Cali arrójame de tus tumbas/ Te doy gracias Dios mío / porque has hecho a Cali / de un seno de Eva / y un deseo de Adán...” La participación de la mujer en diferentes escenarios y con distintos roles, contribuyó decisivamente a la configuración del “Estilo Clásico Caleño” para bailar la salsa como un lenguaje elaborado y complejo, que hoy es reconocido entre los mejores del mundo y ha sido incluido en las competencias internacionales bajo la categoría de salsa Cabaret Con respecto a dicho estilo, nuestras observaciones in situ nos revelan un patrón bailable sistemáticamente dis tinto al canon internacional, que comienza en el segundo tiempo del compás, siguiendo la marcación de la clave cubana. En el clásico caleño no se comienza en el segundo sino en el primer tiempo donde está marcado el acento en la salsa. El cuarto tiempo corresponde a un silencio que no se marca como silencio sino con un pique de uno de los pies, en el mismo lugar, o bien desplazándolo hacia delante, hacia los lados, o también, indicándolo con otra parte del cuerpo (los brazos, la cabeza los hombros).


Este patrón no coincide con el canon de la clave, razón por la cual, los bailarines caleños habían sido considerados, en el ámbito internacional, como poco ortodoxos a la hora de bailar salsa, aunque se les reconozca su gran habilidad para improvisar o la diversidad de pasos y coreografías que realiza, diferentes de los que caracterizan a los bailarines de otras nacionalidades de América Latina, el Caribe o Norteamérica12. Incluso se destaca su habilidad para subdividir con los pies los tiempos de la música, de donde se derivan adornos, piques y repiques que enriquecen el repertorio de su estilo, cuando baila siguiendo las descargas de los instrumentos de percusión, o con algunas figuras que acompañan melódicamente otros instrumentos como el piano o la sección de vientos. Esta característica no es muy común en los bailarines de otras nacionalidades, que son más expresivos en el uso de la parte superior del cuerpo, particularmente en los giros del tronco, los brazos, la cabeza, el cabello (en las mujeres) y los hombros. En otras palabras, en la música salsa los tiempos fuertes son el primero y el tercero y ese patrón rítmico rige también para el baile del estilo clásico caleño que comienza por el primer tiempo. Algunas observaciones preliminares nos indican que en ocasiones se cambia del primero al tercer tiempo, sin interrupción alguna en el transcurso del baile. En conjunto, estas propiedades del estilo clásico caleño constituyen el baile como un lenguaje, es decir como un saber del cuerpo del bailador, que es al mismo tiempo conocido por él y desconocido por la conciencia, pues se aprendió de manera espontánea, intuitiva, siendo educado por el entorno sociocultural, antes que de manera formal y escolarizada, como es el aprendizaje posterior a través de un maestro, o una academia. Ahora bien, la intervención técnica consciente que se experimenta en la academia, como una de las estrategias de profesionalización, mencionadas al comienzo de este ensayo, es la que ha permitido una transformación cualitativa del baile y de los bailadores que se convierten en bailarines. Esa transformación cognitiva y su rutinización es una de las condiciones que les ha servido a estos últimos, para llegar a ser campeones mundiales del estilo Cabaret. Las estrategias implementadas en esa dirección, no sólo han ampliado la brecha entre bailadores y bailarines sino que han incidido en los modos convencionales del bailar salsa en la ciudad. En otras palabras, hay un movimiento dialéctico que se inicia en el bailador que se torna bailarín; luego las transformaciones que este produce en función del espectáculo y la competencia internacional; y por último, el impacto que los bailarines con su show producen en el bailador normal. Impacto que se expresa tanto en las maneras de apreciar y evaluar técnicas o estilos, como en los pasos o figuras que paulatinamente empiezan a adoptarse, con lo cual el baile se enriquece de principio a fin. Consideramos que el estilo clásico caleño, con todas sus variaciones, es tan legítimo como los de otras ciudades o países, aunque no esté regido por la marcación de la clave. Él representa un modo distinto de asumir el cuerpo, el ritmo y la música, es decir, otra manera de sentir, otra sensibilidad expresada en el baile. Si ello es así, estaríamos en presencia de un rasgo que alimenta el relato de la identidad construido a través del baile en Santiago de Cali. Esta singularidad surge por relación y contraste frente al patrón regido por la clave, que predomina en Cuba y Puerto Rico por ejemplo. Habría que preguntarse por las razones históricas y culturales que dieron origen a este patrón dancístico, característico de los bailarines caleños y que hasta hace algunos años, no era reconocido como canónico en la escena internacional del baile de la salsa. Una primera aproximación nos lleva a pensar que, en Cali, el aprendizaje del baile, fundamentalmente de la guaracha y el mambo, mediatizado por el cine mexicano de los años 40 y 50, del que aprendieron las viejas generaciones, ya venía con la marcación en el primer tiempo del compás, como lo observamos inicialmente en algunas películas de la época en las que se bailan mambos y guarachas, que no siguen la base rítmica de la clave. En otras palabras, los mexicanos ya habían transformado, en el baile, el modo de bailar original de los cubanos.Y esa matriz dancística fue la que se asimiló en Cali, a pesar de que la música sí era originalmente cubana o puertorriqueña. Y esa matriz se transmitió a las siguientes generaciones en los contextos naturales de la fiesta familiar, la verbena de barrio, la discoteca o el baile en kioscos, terrazas y casetas donde se desarrolló la cultura de la salsa en Cali, a partir de los años 60. Otra de las razones que explicaría la adopción y arraigo de ese patrón bailable es la ausencia física y simbólica de la clave, de las tumbadoras y el bongó en los mismos espacios de la rumba popular caleña, lo que configura una situación similar a la vivenciada por los mexicanos. Por otro lado, tales instrumentos y muchos otros con los que se produce la polirritmia de la música cubana y puertorriqueña, han estado presentes en esas islas y en otras regiones caribeñas, desde tiempos pasados, incorporados inicialmente

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a la vida cotidiana de negros y mulatos en la sociedad colonial y posteriormente, durante la república, ampliado a otras capas de la población, en un proceso que viene desde los albores de la modernidad hasta nuestros días. Históricamente, los instrumentos de la percusión mayor y menor, junto a la gran variedad de ideófonos que participan de la producción musical, fueron integrados de manera natural y decisiva en el entorno familiar, laboral, vecinal, cumpliendo múltiples funciones en rituales de orden mágico y religioso o en la fiesta profana, trascendiendo diferentes espacios a lo largo y ancho del Caribe, sobretodo allí donde hubo esclavitud. Por eso son parte integral de una cultura vivenciada a través del ritmo, del canto y del baile, recreada generación tras generación como bien lo demuestra la historia social y cultural de la música cubana y de la música puertorriqueña sobretodo en sus estratos bajos.Y ese no ha sido el caso de una ciudad como Cali, donde la recepción de la música a través del disco, la radio y el cine (después de l930) predominó sobre la producción musical en vivo, de modo que el contacto con dichos instrumentos, (sus usos, funciones, timbres y diseños polirítmicos) fue mediatizado por las tecnologías de comunicación que nacieron con el siglo XX. Recepción mediatizada antes que producción en vivo; y reproducción técnica industrializada, antes que creación colectiva son las marcas que definen nuestra cultura musical a ese nivel. Aunque en Cali hubo esclavitud, fue en mucha menor proporción que en el Caribe y en el Brasil; por eso no hubo rituales a los ancestros, ni ceremonias a los orichás, ni politeísmo afro, ni santería, ni tambores batá, ni tambores yuka, que hagan parte de nuestra historia local o regional, como para haber sentido y vibrado con la clave desde tiempos lejanos. En Cali, el contacto con la polirritmia percusiva de la clave y sus congéneres, fue un fenómeno posterior a los años 30 del siglo XX cuando se formaron los primeros grupos para tocar música cubana.Y su incorporación creciente a los formatos orquestales se dio tardíamente, a partir de 1970 (bajo la bonanza y el apogeo del narcotráfico) cuando se multiplican las agrupaciones de salsa, se intensifica la producción musical, proliferan los conciertos en vivo y en directo, las grabaciones en estudio, crece el mercado del espectáculo y la producción discográfica, se ponen de moda la campana y el campanero, las congas y el conguero, el bongó y el bongosero, que empiezan a figurar en la fiesta familiar, en el encuentro entre salseros, en bares y salsotecas, espacios en los que se integran también la clave, las maracas y el timbal. De este conjunto, sólo el timbal se usaba en bares y cabarets de los años 50 para acompañar la música que salía de las victrolas y a los bailadores que la seguían con sus pasos, en la zona de tolerancia.

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Esta presencia tardía (o reciente) de la percusión y la polirritmia guiadas por la clave, es a nuestro juicio, la otra razón fundamental para que en el baile de la salsa en Cali, la clave, tampoco esté presente. Pero, para quienes sostienen que sin la clave no se baila la salsa, queremos expresar nuestro punto de vista en el sentido de que la cultura salsera en Cali, generó y consolidó un estilo variado, como un dialecto bailable, que tiene su especificidad y su reconocimiento entre los bailadores de todo el mundo. Hasta hace unos pocos años no era plenamente reconocido en los concursos internacionales donde puertorriqueños y norteamericanos son los que dictaminan el canon y su legitimidad. Si el estilo clásico caleño se consolidó a lo largo de medio siglo como un complejo dancístico con una estética propia, que ha sobrevivido a pesar de las modas y la arremetida de otros bailes efímeros, ahora ya fue reconocido como una expresión diferente que en vez de homogeneizar el modo de bailar, lo que ha hecho es enriquecer y diversificar el baile de la salsa como un lenguaje del cuerpo. Prueba de ello son los galardones obtenidos en 2005, por Ricardo Murillo y Viviana Vargas, en las Vegas (Primer campeonato mundial de salsa, en la modalidad de Cabaret, First Annual World Salsa Championship) en la que el estilo clásico caleño se impuso como una expresión novedosa, creativa y diferente a lo que se había premiado en anteriores eventos de carácter internacional. En Las Vegas 2006, la escuela de baile Swing Latino de Cali, dirigida por Luis Eduardo Hernández “El Mulato” ganó el primer puesto en grupos y el segundo en parejas, en la modalidad de Cabaret, (2º Annual World Salsa Championship. En el 2007 otra vez Swing Latino arrasó con todos los premios, en el 3º- Annual World Salsa Championship


celebrado en Orlando (Florida) hasta donde fueron a defender sus títulos y consolidar su prestigio.

Un baile local en la escena global El éxito y los triunfos obtenidos por estos bailarines indica por lo menos lo siguiente: 1. La transformación cualitativa del modo de bailar la salsa por parte de estos grupos, que lo han enriquecido con nuevos pasos, figuras y coreografías. El desarrollo del baile les ha permitido alcanzar un grado de sofisticación y complejidad, difícil de imitar y reproducir sin entrenamiento y preparación suficientes. 2. La inserción de este lenguaje corporal en el campo de la industria cultural transnacional, la industria del entretenimiento. El hecho de ganar varios campeonatos mundiales en la especialidad, con toda la parafernalia de los grandes espectáculos, transmitido con exclusividad por la cadena de televisión ESPN a diferentes países, le confiere un estatus de universalidad a este acontecimiento y a sus protagonistas; les otorga un prestigio análogo – guardando las proporciones - al de los grandes torneos deportivos del mundo contemporáneo.Ya no se trata de los bailarines que hacen un show y luego pasan el sombrero pidiendo propinas voluntarias, y un aplauso pasajero. Ahora se trata de competir en las grandes ligas con todo lo que ello significa: preparación, disciplina, sacrificio, esfuerzo y creatividad, para desarrollar la inteligencia corporal y lograr el más alto nivel de expresión y plasticidad. 3. El baile caleño de la salsa – el estilo clásico de estos bailarines complementado para el espectáculo con vuelos y acrobacias– ha reivindicado a esta ciudad en un plano que contrasta notablemente con el señalamiento y el estigma global del que ha sido objeto Cali durante tantos años de narcotráfico y violencia. La nueva imagen que se proyecta a nivel internacional, no va a eliminar el estigma, pero sí contribuye a generar otra percepción de Cali y sus habitantes. Es significativo que en medio de la tragedia colombiana de las últimas décadas, el bailar salsa se haya convertido en una fuente de ingresos para jóvenes de los sectores más pobres de esta ciudad, que han encontrado en la salsa una alternativa distinta para sus vidas. Gracias al baile y a ellos, la ciudad cuenta con una narrativa que la identifica, ya no sólo como sede del narcotráfico y exportadora de droga, sino como cuna de grandes bailarines, y exportadora del placer y la alegría que proporciona el baile de la salsa.

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Notas: El historiador colombiano Jorge Orlando Melo ha escrito un ensayo “Contra la Identidad”. En él, adhiere a la propuesta de otros investigadores de abandonar la noción de identidad, por considerarla imprecisa, con muchos significados posibles “que sirve muy poco para entender la historia de un país” (...) ”Cualquier definición de la palabra lleva a callejones sin salida”. Revista El Malpensante, Bogotá noviembre 1 –diciembre 15 de 2006 Págs.85-98

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La Salsa en Cali (1ª edición UPB 1988 - 2ª edic.Universidad del Valle 1992)

Edgar Vásquez: “Los caleños, por qué somos así”. Revista CALIARTES – Universidad del Valle, Cali 1993. Págs. 4 -5

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Para la formación del sentido de autonomía consideremos también la movilidad propiciada bajo ciertas condiciones como lo señala Virginia Gutiérrez de Pineda en su obra “Familia y Cultura en Colombia” (1996), al referirse a la costa Pacifica: “Los negros en “Palenques”, merced a un hábitat pantanoso o selvático, favorecidos por las grandes distancias sin vías y sin poblados, conformaron núcleos donde desarrollaron normas funcionales para la convivencia, bien distantes de las que se quería asimilaran…se evadieron también de la superposición cultural cuando conformaron grupos móviles en continuo ir y venir como los bogas del río Magdalena, del Cauca, del Atrato…su permanente movilidad los retrajo de la aculturación hispánica” (Pág. 238)

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Actualmente, los sectores populares constituyen el 85% de la población caleña, distribuida en los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3, los estratos en los que surgió y se desarrolló la cultura salsera desde hace 50 años en Santiago de Cali, aunque sus pobladores, hoy, no sean los mismos.

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No es por acaso que los actuales bailarines campeones mundiales entrenen de 6 a 8 horas diarias durante toda la semana, para alcanzar los logros obtenidos, convirtiendo su “tiempo libre”, en un tiempo productivo, como una de las estrategias de profesionalización.

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La descripción de las fiestas está hecha con base en las narraciones de Benigno Holguín, Hilda Palta, Lucho Lenis, Edgar Mallarino, Héctor “La Sombra” Martínez y Olmedo Rosero. Cuando dieron su testimonio ( 1985-86) todos eran mayores de 50 años y participaron en su adolecencia de los champús bailables y de los bailes de cuota. Los tres últimos fueron jugadores profesionales de fútbol en la época de “El Dorado” (1948 – 1960).

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“Recuerdo de niño las fiestas en casa de doña Gregoria, en el barrio Obrero… Se danzaba la música de cuerda (guitarra, tiple y bandola) y otros aires que sonaban en victrolas acopladas a un radio RCA Víctor”, cuenta Edgar Mallarino. Eran canciones de moda como “El baile de la escoba”, una marcha de Juan Moriche y Margarita Cueto y el tango “Ladrillo”, de Juan Pulido que para entonces había venido a Cali. El toque de elegancia lo ponían las damas de vestido largo y los caballeros con chaleco, corbata y sombrero, que disfrutaban una rumba sana y apacible. De los hombres sólo quienes habían alargado pantalón podían participar del baile. Sin embargo, la fiesta en tanto lugar de socialización daba cabida a todos propiciando el acercamiento y la integración del vecindario.

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Según el testimonio del futbolista profesional Edgar Mallarino, también mulato, fueron muy populares el champús de los Arce en el barrio El Hoyo, en un solar inmenso de la calle 18 con carrera 1a. y 2a.; el champús de los Holguín en el barrio Vilachí, donde Benigno era el discómano; los champús de San Nicolás (en la carrera 2a. con calle 23) y en el Obrero (carrera 9a. con calle 20). Antes que un negocio, la venta de champús era un espacio para el encuentro festivo y amistoso de vecinos y familiares habitantes del barrio o de un sector determinado. Por ser lugares relativamente amplios donde asisten vecinos, familiares y amigos, surge la preocupación por tener un buen sonido y una discoteca complaciente, de acuerdo con la época.

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“Los Cali Boys” un sexteto creado en 1945 por Tito Cortés y José del Carmen Beyibo, ambos mulatos, para tocar música cubana. El conjunto se organizó en el parque del barrio Obrero donde residían Beyibo y Cortés. Es en el espacio público y al aire libre donde se juntan, justamente en el barrio Obrero donde al lado del Sucre y el San Nicolás se concentraba la audición fuerte de la música “antillana” en nuestra ciudad. Porque eran los barrios donde estaban no sólo los sitios de diversión, las prostitutas, los bailarines, los equipos de fútbol, sino también donde residía buena parte del pueblo caleño raizal y “plebeyo”, en su mayoría mestizo, negro y mulato, nacido en ese sector de la ciudad.

10

Para más información sobre el tema ver A. Ulloa : “El baile un lenguaje del cuerpo”. Imprenta departamental – 2ª. Edición, Cali 2.005

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Según Carlos F. Trujillo, director de la Escuela Rucafé, en el congreso mundial de salsa realizado en Puerto Rico, (2002) se identificaron los dos grupos de bailarines que representan las dos tendencias señaladas aquí: los que bailan en el primer tiempo y los que lo hacen en el segundo tiempo. “Cada grupo, se enorgullecía de su estilo, manifestado en camisetas, gorras, brazaletes, con la frase escrita:”On 1” o “On2”. Esta oposición binaria, consolidada actualmente, define muy bien el campo de tensiones creado en la escena internacional del baile de la salsa, debido a diferentes factores, entre ellos la presencia continua y cada vez mayor, de los bailarines caleños de la salsa en su estilo clásico.

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261

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La EP en la gestión del conocimiento social1 .

Por:

José Hleap Borrero

Profesor Titular Escuela de Comunicación Social, Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle johleap@yahoo.com 262

Resumen:

Esta exposición pretende ubicar en la supuesta “sociedad del conocimiento” (Sakaiya, 1995) o “capitalismo cognitivo” (Moulier-Boutang) el papel de lo que hacemos actualmente a nombre de la Educación Popular y, más acotado aún, el sentido que tiene la “Sistematización de Experiencias” como movimiento Latinoamericano de gestión social de conocimiento. Busca situar, entonces, la reflexión sobre la Educación Popular en la producción, apropiación, uso y aplicación de conocimiento como campo de disputa en nuestra sociedad, esto es, abordarla desde las políticas de conocimiento.

Palabras clave:

Educación Popular, Sistematización de experiencias, políticas de conocimiento.


La EP en la gestión del conocimiento social. Fue precisamente porque nos volvimos capaces de decir el mundo, en la medida en que lo transformábamos, en que lo reinventábamos, por lo que terminamos por volvernos enseñantes y aprendices, sujetos de una práctica que se ha vuelto política, gnoseológica, estética y ética. PAULO FREIRE (1993) Podría subtitular esta exposición con el nombre de un libro de Freud, “el porvenir de una ilusión”, aludiendo a la condición actual y futura de ese “mito necesario2 ” llamado “Educación Popular”, lo que sería pretencioso frente al limitado alcance de este escrito. Mi interés actual se limita a ubicar en la supuesta “sociedad del conocimiento” (Sakaiya, 1995) o “capitalismo cognitivo” (Moulier-Boutang, 2004) el papel de lo que hacemos actualmente a nombre de la Educación Popular y, más acotado aún, el sentido que tiene la “Sistematización de Experiencias” como movimiento Latinoamericano de gestión social de conocimiento. Para empezar, quiero situar mi reflexión en la producción, apropiación, uso y aplicación de conocimiento como campo de disputa en nuestra sociedad, esto es, abordar las políticas de conocimiento. Para tal efecto me sirvo de un diagnostico realizado por Catherine Walsh (2007: 103): La perspectiva moderno-occidental asume que se llega al mundo desde el conocimiento. Y es ésta última perspectiva ya asumida y naturalizada como abstracto universal, que se puede observar tanto en la esfera política (incluyendo en la relación civilización-progreso-mercado) como en la universidad, particularmente en su tendencia actual neoliberal corporativa, donde la localidad histórica es suplida por formulaciones teóricas monolíticas, monoculturales y “universales”. En esencia, lo que está en juego entonces, son sistemas distintos de pensar y de construir conocimiento. La idea de generar conocimiento del mundo sin asumir que se está situado en él y que, por tanto, se es un observador neutro con el don de la ubicuidad, ha sido llamada por Castro-Gómez (2005) la “hibris del punto cero” y constituye una operación discursiva clave mediante la cual se establece la superioridad, universalidad y objetividad del conocimiento reconocido como científico respecto a otros saberes sociales. La manera como se efectúa esta hegemonía epistémica ha sido llamada “colonialidad del saber/poder”: Las muchas formas de conocer están ubicadas en una concepción de la historia que deslegitima su coexistencia espacial y las ordena de acuerdo a un esquema teleológico de progresión temporal. Las diversas formas de conocimiento desplegadas por la humanidad conducirían paulatinamente hacia una única forma legítima de conocer el mundo: la desplegada por la racionalidad científico— técnica de la modernidad. (…) Los teóricos latinoamericanos muestran que, entendido de esta forma, el discurso colonial no sólo recibe legitimación por parte de la ciencia moderna, sino que juega un papel importante en la configuración del imaginario científico de la ilustración. La ciencia y el poder colonial forman parte de una misma matriz genealógica que se configura en el siglo XVI con la formación del sistema-mundo moderno. (Castro-Gómez, 2005:45, 64)

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Este modo de conocer funda también un modelo de educación que aún hoy campea en nuestras escuelas y universidades. La relación pedagógica propuesta es bastante clara: usted no sabe lo que siente, piensa, desea, es; de modo que sea “paciente”, nosotros –la “ciencia”, el “experto”, el “docente”- lo sabemos y usted debe comportarse como le determinamos, para su propio bien. Se puede apreciar que se trata del ejercicio de la “”pedagogía racional”3 (Saldarriaga, 2006: 101) que en la escolaridad se expresa como “formar hábitos intelectuales y hábitos morales”, desde “una desconfianza radical en la experiencia del sujeto empírico”, desde donde se instituye el “modo paternal-pastoral” que no sólo ”se ha mantenido hasta hoy como uno de los componentes fundacionales del oficio del maestro” (Saldarriaga, 2006:103), sino que funda y continúa fundando la instauración del experto como sujeto de saber pedagógico. Existe una ya larga tradición Latinoamericana de pensamiento (Beorlegui, 2006) que ha señalado no solo que el conocimiento no puede ser reducido a lo legitimado como ciencia sino que la organización misma del discurso científico reinante ha realizado un “epistemicidio” (De Sousa Santos, 2005) sobre la legitimidad, pertinencia, productividad y actualidad de otras formas de conocer, de otros saberes, que conforman el amplio espectro del conocimiento social.

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En la actual fase del capitalismo, caracterizada por “poner a trabajar” –explotar, modular, instrumentalizar- las formas de cooperación, creatividad y solidaridad, antes llamadas “externalidades positivas” o “capital social”, la “gestión del conocimiento” opera mediante el reconocimiento y refuncionalización de la multiplicidad de saberes desde su eficacia económica, convirtiéndolos en “productividad” e “innovación”. Al largo expediente de formateo y expropiación de conocimientos como los de las comunidades indígenas al patentar prácticas milenarias y saberes herbolarios, se debe sumar un conjunto de sabidurías sobre la convivencia y la supervivencia en condiciones de precariedad, desigualdad y exclusión que es transformado en “saber de los expertos” para realizar intervenciones sobre la misma población que lo originó, ahora convertida en “población en alto riesgo”. Se instala así una relación pedagógica particular: Se interviene moralmente para bien de los intervenidos e inclusive a pesar de ellos, desde la supremacía del conocimiento experto de las ciencias experimentales, que guía su moralización desde criterios “neutros” ligados con las condiciones de salubridad, calidad de vida, etc. De esta manera, la “nueva” economía del conocimiento4 establece un modo de gestión para la inteligencia social que allana su diversidad y neutraliza su capacidad de crear opciones diferentes al orden instituido. Aunque las agencias de “gestión del conocimiento” dibujan un escenario copado por la demanda de “innovación y productividad en ciencia y tecnología para la competitividad”, existen otros actores, prácticas y saberes en escena. En medio de la crisis social generada por los modelos de ajuste neoliberal, se consolidó en toda América Latina un modo de gestar conocimiento sobre las maneras como han experimentado ciertos sectores sociales (precisamente los excluidos de los estudios expertos sobre los impactos de estas transformaciones) los profundos cambios económicos y culturales de la llamada “sociedad del conocimiento”: la “Sistematización de experiencias”. Ubicada en el camino de cuatro décadas de reflexión y acción recorrido por la Educación Popular, la Sistematización ha materializado una mirada crítica al unanimismo imperante desde la multiplicidad y densidad de la vivencia. En muchas localidades de América Latina, incluso en regiones olvidadas por la modernización globalizada, sectores de la sociedad desechados, alterados o desconocidos en los relatos triunfalistas de la reconversión neoliberal de las “políticas sociales” han generado conocimiento sobre su situación, desde saberes forjados por memorias y prácticas en-


raizadas en la conflictiva cotidianidad de la exclusión, en interlocución e interpelación con saberes “académicos”. No sólo es un tipo de conocimiento diferente, sino también un diferente proceso de creación de conocimiento: necesita una producción colectiva, intersubjetiva, narrativa y reflexiva. El “fundamento” de la sistematización es la existencia de una “experiencia” o de una “práctica” significativa para el grupo que la vivió y de la cual quiere “dar cuenta”, “sacar enseñanzas”, “hacer memoria”, “analizar críticamente” lo ocurrido. Contrario a lo aprendido en la experticia de los proyectos de intervención, la vía para conocer estas experiencias no es la de la información escueta y de los hechos descarnados: El carácter “histórico” de lo acontecido, su relación con un ”contexto” y unas circunstancias particulares, la densidad cultural de la experiencia, la relevancia y valoración por parte de quienes la vivieron de manera contradictoria, son algunos de los elementos que se han tenido en cuenta para establecer la necesidad de otra manera de conocer; aquella que soportada en los relatos de los participantes y el dialogo de saberes, emprenda la vía larga de la recreación, interpretación y potenciación de la experiencia. Asumiendo que “la Educación Popular tiene como finalidad básica, crear condiciones subjetivas para un cambio decisivo en la relación de los sectores populares con el tener, el saber y el poder “(Torres, 2007: 18), la “sistematización de experiencias” advierte el carácter conflictivo del conocimiento y problematiza su dimensión educativa, el vínculo interpelante entre sujetos, saberes y prácticas: Se trata de una gestión social de conocimiento. Entendida como una oportunidad de ampliar el presente, valorar críticamente el pasado y potenciar saberes y actores sociales, la sistematización implica una opción política y ética en la generación de conocimiento, articulada profundamente a la acción social transformadora. Reivindicar la narrativa como instrumento de construcción colectiva de los consensos y las deliberaciones, como memoria de las transformaciones logradas, es una opción frente a la racionalista separación entre la razón y la pasión, en el intento de construir la voluntad colectiva. Como nos lo recuerda Vincenzo Vitiello, “el saber narrativo es histórico en el sentido originario —se acerca a las cosas y a la vida precisamente en la medida en que se aleja de la verdad absoluta y eterna: se acerca a las cosas, que siempre son relativas y a la vida del hombre, que transcurre en el tiempo” (Vitiello, 1994:212). El encuentro de relatos se constituye en un ámbito de creación colectiva capaz de cobijar el disenso, la crítica, la diversidad y los acuerdos, en tramas de sentido que posibilitan la confortación y confrontación de los participantes, conservando lo coloquial de la conversación que no desagrega en un lenguaje especializado y en unos portadores específicos la posibilidad de investigación y reflexión sobre las prácticas de los sujetos. Como la experiencia se constituye en la intervención de creencias (mitos, dogmas), modos cristalizados de actuar (rituales y rutinas), vínculos (afectivos, organizacionales) y saberes (prácticos, narrativos) que son el tejido sociocultural que nos conforma, el proceso mediante el cual se establecen estas mediaciones no surge de la opinión individual, ni del testimonio consignado en cada relato por separado o de los datos escuetos, sino que requiere un trabajo de inteligibilidad narrativa que he llamado (con Santos, 2002) “hermenéutica diatópica,”5. En nuestro trabajo interpretativo de la experiencia de sistematización, entendida como indagación narrativa, acudimos a esta manera de comprensión, cuidadosa de establecer la comparabilidad en la diferencia y la pertinencia cognitiva del tratamiento, de las figuras (contextos, actores, vínculos, mitos y rituales) que pueblan cada mundo desplegado en la narración, para lograr un entendimiento denso (no informacional) de lo sucedido. Buscamos la comprensión de la experiencia, como oportunidad para distinguir sin

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desarticular, asociar sin identificar o reducir y, sobre todo, para re-conocernos en la pregunta que nos condujo durante todo este trayecto de conocimiento. Esta vía larga de la indagación narrativa no solo posibilita la mirada a las transformaciones de la experiencia en el tiempo, además permite que la dimensión critico-reflexiva vaya aunada con la comprensión de las lógicas “impuras” del “conocimiento ordinario”6 y que la experiencia se asuma como apertura de un campo de creación. Esta apertura a otros tiempos, mundos, interpretaciones y preguntas viables hace de la experiencia narrada una emergencia de la multiplicidad (lo virtual), la activación del conocimiento social sobre lo posible.

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Vigilante de la manera como se desenvuelve el “dialogo de saberes” en la realización y en la comprensión de la experiencia, la dimensión educativa de la Sistematización, entendida como la relación interpelante entre saberes diferentes y desigualmente constituidos, la ubica como ámbito de deliberación y legitimación de saberes y de actores. En la sistematización de experiencias ha prevalecido, frente a las categorías de análisis preestablecidas (en las cuales campea la lógica circular del conocimiento experto, tautológico y autista) los encuentros interpelantes de saberes, sujetos y prácticas, en un doloroso proceso de alter-acción en donde se rasgan o se pierden las in-vestiduras: Así, frente a la “devolución sistemática” ha surgido el “macrorelato consensual7” y la indagación narrativa como modalidades que median, transforman y aprovechan la diferencia y desigualdad de saberes dentro de la sistematización, sin darle centralidad o preeminencia al saber experto, lo que no implica su desvalorización sino su recontextualización, como saber situado, confrontado e interpelante. Desde las experiencias concretas de Sistematización se ha logrado la valoración, potenciación y visibilidad de actores sociales no convencionales (las mujeres, los jóvenes, los “barristas” del fútbol, las promotoras sociales y un largo etcétera), olvidados o no representados en las versiones epopéyicas de las luchas sociales y canónicas de las ciencias sociales. Con la práctica de la Sistematización la Educación Popular cuenta con una herramienta que le permite evidenciar las relaciones de poder entre los saberes puestos en juego; de control tanto de la diferencia y desigualdad entre saberes (de la investigación y la “intervención”, de sus procedimientos, informes y resultados), como del contexto (frente a los “localismos globalizados”8) y de las relaciones de conocimiento, pues no solo valida otras formas de conocer y el carácter dialogal de todo conocimiento, sino que abre la posibilidad de acceder a dimensiones inéditas de las dinámicas entre los sujetos y su sociedad: los mecanismos de resistencia, transformación y adecuación entre las formas impuestas -los tiempos y lógicas de la cultura mundializada- y su recontextualización, desde los destiempos y las memorias de otras matrices y lógicas culturales. Situar a la sistematización de experiencias como movimiento Latinoamericano de gestión social de conocimiento implica, entonces, dimensionar su papel en la historia de las relaciones entre modos de conocer y existir, entre culturas, desigualmente vinculadas en la topografía9 del poder-saber: En este encuentro (relaciones de poder, control y conocimiento) interpelante entre sujetos, prácticas y saberes diferentes y desigualmente constituidos, se juega la legitimidad y la productividad de la interculturalidad como “posicionamiento crítico fronterizo”10 (Walsh, 2007:58), que busca romper con el paradigma simplificador (Morin) de la razón indolente (Santos), desde la “imaginación epistemológica” y la “imaginación democrática”, con el objetivo de construir nuevas y plurales opciones al sistema mundo (Wallerstein) actual, desde la emergencia de las lógicas locales como potencialidades transformadoras de la sociedad.


Notas:

Este artículo presenta la perspectiva conceptual de la investigación “la sistematización de experiencias como movimiento Latinoamericano de gestión social del conocimiento: su dimensión educativa”, que adelanto como Tesis de Doctorado en Educación. Originalmente fue presentado como ponencia dentro del proceso de autoevaluación de la Licenciatura en Educación Popular de la Universidad del Valle. 1.

Me refiero a la conferencia “un mito necesario”, en la que expongo la actualidad de la Educación Popular en tanto relato (Mythos), huella y memoria de las luchas por la dignidad que se libran en el terreno de la supervivencia cotidiana de las “ciudades globalizadas”. Publicada como artículo en la Revistas NEXUS N. 2, de Diciembre de 2006, Escuela de comunicación social, Universidad del Valle, Pág. 80 a 89. 2.

“Reconocemos como racionales a todas las pedagogías que comparten esta base epistemica, pues proceden postulado un conjunto de principios o axiomas y de allí derivan, deducen, sus aplicaciones”. (Saldarriaga, 2006: 102) 3.

“El conocimiento en este nuevo sentido es conocimiento como instrumento, como medio de obtener resultados sociales y económicos” (Drucker, 2004). 4.

Una hermenéutica diatópica es una modalidad de la investigación narrativa (Connelly y Clandinin, 1995) que busca comprender comparativamente los topoi (lugares comunes retóricos) isomórficos de distintos horizontes de sentido, en la trama de interpretaciones en los que emergen, mostrando su carácter incompleto, su equivalencia desde la diferencia de perspectivas (Santos, 2002:178) y su pertinencia cultural. 5.

Término usado por Michel Maffesoli, en un célebre “compendio de sociología”, en donde aboga por “una sociología abierta que integre los saberes especializados en un conocimiento plural, siempre a punto de hacerse y deshacerse” (1993: 22).

6.

Recurso metodológico que busca mantener en el plano del relato la dinámica de las contradicciones interpretativas, convirtiéndose en vehículo para la socialización del trabajo colectivo de interpretación, sin tener que recurrir al expediente de la “devolución sistemática” que termina siendo una “vulgarización” que premia al saber experto en su control sobre el proceso de circulación y uso de la investigación. 7.

Como lo plantea Boaventura De Sousa Santos, en “Las tensiones de la modernidad”, conferencia en Porto Alegre, en el marco del Foro Social Mundial, enero de 2001. En el mismo sentido, Orlando Fals Borda y Luis Eduardo Mora han planteado la endogénesis explicativa frente a los paradigmas eurocéntricos (2002).

8.

La “conciencia geográfica”, un pensamiento que reintroduzca la dimensión del espacio existente en el conocer, ha sido señalada por Kozlarek (2007) como opción epistemológica en ruptura con la linealidad, desarrollismo y logocentrismo propios una lógica exclusivamente temporal o “pensamiento atópico”. No obstante, como lo presentaré más adelante, esta formulación es insuficiente pues olvida las relaciones de poder en la dinámica intercultural que obligan, en esta localización, a introducir la biopolítica y la geopolítica del conocimiento. 9.

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No es casualidad que los “decoloniales” que más han estado vinculados con movimientos sociales latinoamericanos (el movimiento indígena y el “proceso de comunidades negras”, por ejemplo) como Catherine Walsh y Arturo escobar, sean los que muestren más sensibilidad sobre el conflicto intercultural en su propio trabajo: “La noción de conocimientos situados implica más que una perspectiva parcial y una política de locación. Dicha noción introduce asuntos como la traducción de conocimientos en sitios que estén enlazados por redes de conexiones entre comunidades de poder diferencial. ¿Cómo puede la antropología “ver fielmente desde el punto de vista del otro” (Haraway 1988: 583), especialmente desde la periferia, sin romantizar dicho punto, de un lado, y del otro, llevar a cabo una política de la traducción que tome completamente en cuenta los poderes diferenciales entre los sitios? Este último aspecto incluye, por supuesto, prestar atención a las fuerzas estructurantes del conocimiento local/subyugado que impone “traducciones e intercambios desiguales”; esto también implica “traducciones y solidaridades que tengan en cuenta la perspectiva de los subyugados” (Haraway 1988: 590)”.(Escobar, 2005:247). 10.

Bibliografía 268

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Evaluación del trabajo de grado

“Relaciones interpersonales mediadas por internet”, de Viviana Pérez Paredes y María Carolina Mosquera Hoyos.

Por:

Giovanna Carvajal Barrios

Profesora asociada Escuela de Comunicación Social, Facultad de Artes Integradas Universidad del Valle giovanacarv@hotmail.com 270

1.Descripción del trabajo El trabajo de las estudiantes Viviana Pérez y María Carolina Mosquera se propuso describir las formas de interacción social que han surgido a partir del empleo de las tics, en particular las conversaciones a través de internet y las redes sociales, en tanto formas de interacción mediatizada. Se trata, como las autoras lo señalan, de una Comunicación Mediada por Computador (CMC), un nuevo tipo de interacción social que separa el componente verbal del no verbal, y que se mueve dentro de lo que ellas denominan una “semipresencia” o una “semiausencia” de los participantes. Para realizar este estudio se valieron de herramientas metodológicas como los grupos focales, la observación participativa y las entrevistas. Además realizaron un registro de conversaciones a través de la mensajería instantánea de Hotmail y de información recolectada en la red Hi 5. La investigación -que tuvo un carácter exploratorio- se realizó con cuatro hombres y cuatro mujeres de Cali, entre los 16 y los 19 años. En el capítulo II se expone lo concerniente a la metodología, así como el perfil de cada uno de los sujetos de la investigación. Los demás capítulos se organizan de la siguiente manera: El capítulo I está dedicado a presentar el concepto de sociabilidad; de igual manera, expone una caracterización de las interacciones sociales que se realizan cara a cara y de las formas de comunicación interpersonal. En esta parte del trabajo se apoyan en los planeamientos de George Simmel sobre las relaciones asociativas (diferenciadas entre relaciones por azar y relaciones por elección) y de Erving Goffman, que estudió las interacciones sociales, las cuales constituyen la base de las relaciones personales y por tanto el pilar del engranaje social. Según Goffman, las interacciones sociales exigen la presencia física de los sujetos, de ahí que situaciones sociales como las conversaciones telefónicas o las comunicaciones por correspondencia son para él “versiones reducidas” de esa copresencialidad, en tanto “realidad primordial”. Las conclusiones de Pérez y Mosquera apuntan a relativizar este planteamiento, pues no permite entender los rasgos que caracterizan las interacciones sociales en el contexto de las Tics y los usos de internet. Además, de acuerdo con lo señalado por las autoras, lo que para Goffman es una reducción o limitación (la ausencia física, y con ella la ausencia del lenguaje no verbal) para algunos usuarios sujetos de la investigación constituye una ventaja, en la medida en que esto les permite ocultar, simular o controlar mejor sus emociones.


El capítulo III expone lo relativo a la interacción conversacional, marco en el cual se producen las relaciones interpersonales mediadas por el computador y la internet. Aborda las diferencias entre el habla y la escritura y la manera como las distintas mediaciones tecnológicas introducen transformaciones en la práctica de la conversación. Así mismo, presenta una caracterización de las conversaciones en los chats, la cual constituye un indicio de las transformaciones en la escritura, derivadas del uso de las tics y de las interacciones sociales que ellas agencian. A partir de lo anterior es posible identificar, por un lado, qué características propias de la oralidad tienen las interacciones sociales mediadas por el computador y, por otro, qué rasgos tienen de la escritura. En el primer caso, los interlocutores, aunque se encuentran distantes físicamente, coinciden en el tiempo, gracias a la mediación tecnológica, de tal manera que pueden intercambiar el rol de emisor y receptor en la comunicación. En el segundo caso, la ausencia física de los interlocutores hace necesario el uso del lenguaje verbal escrito para comunicarse. Esto permite a las autoras reconocer una oposición que caracteriza las relaciones mediadas por el computador: frente a una presencia virtual que da lugar a una enunciación oral, se ubica una ausencia física que hace necesaria la enunciación escrita. En ese sentido, es posible hablar no sólo de una enunciación oral y de una enunciación escrita (opuestas y claramente diferenciadas entre sí) sino de una enunciación virtual. Esta última se caracteriza por la ausencia de un entorno físico compartido, la combinación de rasgos de la oralidad y de la escritura y la ambigüedad permanente entre ausencia física, propia de la escritura, y presencia, ya no física sino virtual, propia de esta forma inédita de oralidad En el capítulo IV se desarrolla el tema de la identidad en el contexto de las tics, particularmente a partir de uso de internet. Surge, entonces, como interrogante central, de qué manera se construye hoy la identidad, al interior de la posmodernidad, uno de cuyos rasgos es la capacidad de simulación propiciada por las nuevas tecnologías. Como lo plantea el trabajo, “la constante construcción y reconstrucción de la identidad es una característica fundamental de la vida posmoderna y el internet es un lugar idóneo para dicha experimentación (…)”. El uso recurrente de internet pasa, en muchos casos, por la creación y la recreación de la propia identidad, lo que ubica el uso de la tecnología más allá del acceso e intercambio de información, para situarse en el plano de la construcción de relaciones de sociabilidad donde las emociones y sentimientos ocupan un lugar importante. De igual manera, este capítulo permite ver cómo las relaciones que se establecen a través de internet tienen sentido en la medida en que representan la posibilidad de futuros encuentros donde se pueda tener cerca al otro, verlo y entrar en contacto con él. Si en la actuación “cara a cara” se busca ser lo suficientemente atractivo e interesante para pasar de un encuentro casual o esporádico a una relación más duradera, en el encuentro virtual se muestra una identidad que podría permitir un encuentro real. En el capítulo V se aborda lo relativo a los conocimientos procedimentales que se propician o se activan en las interacciones sociales mediadas por el uso de las tics. Para ello se hace referencia a la escritura como la primera tecnología de la palabra, al paso de la oralidad primaria a la escritura y de ésta a formas de oralidad secundaria a partir de tecnologías como la radio, la televisión y los computadores, cada una de las cuales trajo consigo transformaciones en los modos de percibir, de conocer y de representar el mundo. Al hacer referencia a los conocimientos necesarios para llevar a cabo interacciones mediadas por el computador, se aborda la distinción entre conocimientos semánticos (saber qué es el computador, para qué sirve internet o quién la inventó) y conocimientos procedimentales (saber hacer), relacionados con las tics: saber usar el ordenador, saber manejar los distintos software, saber conversar en un chat... Finalmente, en el capítulo VI se presentan las conclusiones. Entre los hallazgos más significativos del estudio, menciono los siguientes: • • •

Las relaciones personales a través de internet están dando lugar a nuevas sociabilidades, las cuales están atravesadas por la dimensión afectiva e implican la construcción y recreación de identidades. Es necesario relativizar el concepto de interacción social que circunscribe la interacción a la copresencialidad física, pues de él quedan excluidas las interacciones sociales mediatizadas que se caracterizan por la ausencia del cuerpo y la presencia discursiva de los individuos a través de la pantalla electrónica. Las prácticas de lectura y escritura propiciadas por las tics, específicamente en el contexto de las relaciones interpersonales a través de internet, no corresponden a lo que se ha definido como una lectura y a una escritura canónicas. Las relaciones mediadas por internet privilegian el uso de la escritura oralizada, permeada por los sentimientos y las emociones, como forma de comunicación; por ello mismo, propician modos distintos de “percibir” la lectura y la escritura.

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2. Interacciones sociales mediadas por internet: siete dimensiones para el análisis Una vez expuesto el contenido de cada uno de los capítulos, me interesa presentar –a manera de síntesis esquemática- las dimensiones que, según se deriva del trabajo de Viviana Pérez y Carolina Mosquera, están en juego en las interacciones sociales mediadas por internet. Todas ellas, como podrá verse, se encuentran relacionadas entre sí: a. Oralidad, cultura escrita y tecnocutura: de la enunciación oral a la enunciación escrita y de allí a la enunciación virtual. La conversación que se entabla a través del chat se sitúa en la frontera de dos mundos diferentes: el de la oralidad y el de la escritura. Así mismo, en este tipo de interacción se produce una doble mediación: la de la cultura escrita y la de la tecnocultura contemporánea. De este modo, se constituye lo que podría denominarse la triada de la enunciación virtual: oralidad, tecnocultura y cultura escrita. b. Transformaciones y usos en/del lenguaje: La escritura se ve permeada por la oralidad, la cual deja marcas en el texto.Ya no tenemos ante nosotros un tipo de escritura canónica, sino otra que atiende a nuevas reglas, como consecuencia de la velocidad y fluidez que exige la conversación en línea. Esto imprime, necesariamente, un carácter informal a la escritura. Las transformaciones en el lenguaje se expresan, por ejemplo, en la tendencia a una economía del lenguaje, el uso de expresiones coloquiales propias de contextos orales informales, los nuevos usos (no canónicos) de la escritura alfabética (sustitución de letras, apócopes, abreviaturas), la creación de jergas, entre ellas la de una jerga informática. En síntesis, es evidente que la escritura de las interacciones mediadas por internet es, por lo general, una escritura no canónica.

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c. El eje presencia/ausencia de los sujetos interactuantes. Si por una parte hay una presencia simultánea de los sujetos que participan en la comunicación, por otra, hay una ausencia física. Frente a la ausencia del cuerpo se produce una presencia del discurso: ausencia corporal- presencialidad discursiva. Los encuentros en la mensajería instantánea y en el chat son conversaciones, en la medida en que hay una dinámica de pregunta/respuesta (como sucede con el diálogo en la oralidad); en otras palabras, se trata de una presencia de los sujetos enunciadores, simultánea en el tiempo. Por otro lado, estos encuentros son también situaciones de enunciación en las que, debido a la ausencia física, se hace necesario el uso de la escritura, pues en ellos no hay voz, entonación ni gestualidad. d. La construcción de identidades sociales (el paso de la actuación en las relaciones interpersonales a la simulación en la interacciones virtuales). El uso de internet ha dado paso a nuevas formas de constitución de la identidad (múltiples, flexibles), en las que se producen fenómenos como: la explosión del yo en diversas presencias simultáneas; el anonimato y las descorporeización; la posibilidad de inmiscuirse en la vida íntima de otros, de participar en juegos virtuales que implican la construcción de una identidad, de adscribirse a un determinado grupo. Mientras en las relaciones producidas en la presencialidad física la identidad está inevitablemente asociada a la apariencia o a la imagen corporal, en las relaciones a través de internet es posible ocultar el cuerpo y en cambio, a través de las palabras, crear una imagen que puede no corresponder a la realidad. e. Dinámica de exhibición / dinámica de ocultamiento. En el chat y en la mensajería instantánea es posible hablar de la vida íntima mientras se oculta o invisibiliza el cuerpo. Existen también espacios como face book o Hi 5 donde se pueden presentar imágenes del cuerpo, mostrar distintas facetas de la personalidad, hacer alarde de acontecimientos importantes, es decir, llevar al plano de lo público aspectos de la vida privada, como si se tratara de una vitrina de exhibición.


f. Conocimientos procedimentales de la cultura escrita y de la tecnocultura contemporánea. En la actualidad, existe una primacía de la escritura alfabética en las interacciones a través de internet, pese a la presencia marcada de lo audiovisual. Esto implica que aún hoy son necesarios muchos conocimientos procedimentales de la cultura escrita, para comunicarse con otros en el chat o en messenger. Estos conocimientos de la cultura escrita se suman a los de la tecnocultura contemporánea (por ejemplo, la velocidad en el uso del teclado para la digitación de las palabras es un conocimiento procedimental necesario en las interacciones a través de internet y ello, como ya se ha mencionado, genera cambios en la escritura, que conllevan a una erosión del canon en el contexto de las interacciones mediadas por computador). No obstante, es probable que con los desarrollos venideros, la imagen y el sonido (la palabra hablada) cobren fuerza y el desplazamiento de la escritura llegue a niveles más notorios que los actuales. g. Ventajas y desventajas de las interacciones sociales mediadas por las tics (desde la óptica de los jóvenes usuarios, pero también desde la visión de la escuela, ámbito agenciador del canon de la cultura escrita). Las seis dimensiones mencionadas están atravesadas por las maneras en que distintos actores sociales –los educadores, los padres de familia y por su puesto los adolescentes usuarios de las Tics- perciben la presencia de estos nuevos medios y los cambios que han traído consigo. Mi concepto general sobre el trabajo “Relaciones interpersonales mediadas por internet” se ha dejado entrever a lo largo de esta reseña, en la medida en que la síntesis expuesta pretende reconocer la riqueza de las vetas que ellas advierten en sus análisis. En términos generales, hay una coherencia entre la formulación del problema, la configuración del marco teórico y el diseño metodológico. Todo ello implicó la consulta de un número significativo de fuentes bibliográficas y la apropiación de nociones pertinentes al objeto de análisis. Evidentemente, este trabajo trasciende el estudio de los cambios en las prácticas de lectura y escritura a partir del uso de las tics –línea de investigación en la cual está inscrito-. Esto, lejos de poner en cuestión la pertinencia del trabajo dentro de la correspondiente línea, indica que entender lo que pasa con la lectura y la escritura hoy está relacionado con diversas dimensiones de la vida social, las cuales son abordadas en este ejercicio investigativo.

ANEXO Revisar correcciones ortográficas y observaciones a la redacción (ver anotaciones manuscritas del documento. Los cambios sugeridos a la puntuación están señalados con el signo “/”). A continuación se citan algunos errores identificados: Primer párrafo de la página 14 (hay un error que genera una incoherencia). Último párrafo de la página 26. Último párrafo de la página 29. Segundo párrafo de la página 45 (redacción confusa). Exceso de subordinaciones en el primer párrafo de la página 95. Segundo párrafo de la página 101 (no es clara una de las ideas expuestas).

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3. Los textos deben estar precedidos por el nombre del autor con sus respectivos títulos académicos, su condición institucional, teléfono, dirección electrónica, resumen (no más de 150 palabras), palabras clave y, si es pertinente, título de la investigación matriz del texto. 4. Las notas y la bibliografía deben respetar los cánones editoriales internacionales. 5. Esta revista aparecerá a finales de los meses de junio y de diciembre de cada año. Se recibirán textos, entonces, hasta finales de marzo y de septiembre respectivamente. 6. La revista no devuelve materiales no publicados. 7. Cada autor recibirá dos ejemplares de la publicación. Nexus




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