Cuentos en cuarenta 2020

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Cuentos en cuarentena 2020 3° C y D




PRÓLOGO Esta antología de cuentos es el producto concreto de nuestro proyecto de Prácticas del Lenguaje Creamos un personaje, llevado a cabo en plena cuarentena (con todo lo que esta implicó). Fue escrito e ilustrado por los alumnos de tercer grado de la Escuela N° 8 “Provincia de San Juan”, del turno tarde (en los meses de mayo, junio y julio del año 2020). Comenzamos el proyecto creando un personaje a partir de material reciclable, le inventamos un nombre, escribimos sus características personales y físicas, pensamos cómo iba a ser el mundo donde viviría: le dimos vida y pensamos una aventura. Los personajes se exhibieron mediante una presentación en PowerPoint y en Padlet. Cada uno de los chicos y las chicas eligió a uno o dos personajes creados por sus pares para que compartieran la historia junto a su protagonista. Fue un largo proceso de escritura: escribimos, borramos, agregamos, sacamos y volvimos a escribir. También imaginamos, elegimos, nos preguntamos, nos respondimos, decidimos, conversamos y compartimos ideas. Hicimos borradores que fuimos corrigiendo a medida que avanzábamos hasta llegar al producto final. También entrevistamos a un escritor, Matías Segreti (papá de Olivia), para que nos contara cómo era esta aventura de escribir. Queremos felicitar a los chicos, a las chicas y a las familias por el compromiso asumido en la actividad y por el fruto de esta maravillosa iniciativa.

Agradecemos a la seño Sylvia, nuestra profe de computación, que compaginó cada historia en formato digital, y a Pablo Scayola (papá de Julia), que imprimió el libro. Las seños Fernanda Cugliari y Noemí Condomí


“La pequeña historia de Martina”

Zoe Aguirre “Comarrobot y una sorpresa accidentada” Juan Agustín Barrionuevo “Portales negros: La aventura entre dimensiones” Jano Burkart Cardinal “Las zapatillas sopaperas” Isabella D´ Indri “La búsqueda del diamante dorado” Isabella De Guevara “La historia de Estela y María” Renata Lujá n Defelippiz Albarado

“Las aventuras de Fly Girl” Mía Derromediz “Las aventuras de Reali y sus amigos” Francesca Di Giorgio Calas “La gema del poder” Juan Ignacio Domínguez L´Abbate “Súper Nico” Nicolás Doural “El duende perdido” Aex Duarte Penayo “La aventura de Luca y Mangoul” Ian Estevez

“La aventura de la limpieza” Ismael Jover Mesa “Una lección aprendida” Hanna Kats “El rescate de Clarita” Ludmila Morena Lopez Cohen “Ayuda en el cementerio” Luciano Mazzanti “La llave perdida” Martín Muñoz “Súper Pato Volador” Vicente Olivera “La reina Soui y su amigo” Fiorella Ortiz

“La luna y el misterio de su casa” Juana Poggio “Las aventuras de Stanley” Julián Retamozo “Pepe y la delicia de chocolate” Mariana Rodríguez “El gran viaje” Maite Scayola “El mundo Soui y sus aventuras” Sol Schemper “La aventura más recordada” Olivia Segreti Espinosa

“Sofía y su perro Tobby”

“Federico y la reina” Valentina Usnayo

Milagros Gallinaro

“Franki y la reina Soui”

“Franki y la reina Soui” Alma González Trillo

Alma González Trillo “Las aventuras de Mich2020” Uriel Wierzbilowicz


LA PEQUEÑA HISTORIA DE MARTINA Zoe Aguirre En el barrio de Paternal vivía una nena llamada Martina que tenía 7 años. Su casa era hermosa, con una gran chimenea y un jardín lleno de flores. Martina vivía con su mamá, su papá y su hermano mayor. Le gustaba ir a la escuela y jugar en el tobogán de la plaza con sus compañeros de la escuela y amigos del barrio; también le gustaba leer cuentos. Una tarde, Martina descubrió que tenía poderes. No podía alcanzar la escoba de la cocina porque estaba muy lejos. Se concentró, la miró fijamente y pudo llevar la escoba a su mano sin ir a buscarla. Quedó sorprendida por lo que hizo y fue practicando cada vez más. Martina le contó a su mamá que tenía poderes, ella no le creyó y Martina se lo demostró: agarró una jarra y la llenó de agua sin usar las manos, ni los pies, sólo la miraba y pensaba en su objetivo. La mamá se quedó sorprendida y acordaron que no dirían nada. Un día, Martina se quedó sola en su casa y aprovechó para jugar con sus poderes. Hizo volar la cama de aquí para allá, también las fichas del bingo, los platos, las acuarelas de mamá y los papeles del escritorio de su papá. De tanto jugar con sus poderes hizo explotar las cosas de la casa. Su mamá llegó del trabajo y la retó. Llamó al papá y le dijo que vaya a casa con Tomás, el hermano de Martina. Luego de eso, la familia se mudó a una casa nueva, compraron muchas cosas y Martina aprendió que sólo usaría sus poderes en ocasiones importantes.


COMARROBOT Y UNA SORPRESA ACCIDENTADA Juan Agustín Barrionuevo Había una vez un robot llamado Comarrobot. Vivía en la luna con su perro Golden en una ciudad llamada Chanflias. Hace 6 años, en un viaje de intercambio, fue a la Tierra. Fue a vivir a una casa muy amarilla, con un estanque lleno de patos. Allí conoció a Súper Pato-volador y, desde ese momento, se hicieron mejores amigos. Vivieron muchas aventuras juntos hasta que el robot tuvo que volver a su ciudad. Un día, Súper Pato-volador fue a la luna a visitar a su amigo. Al llegar tomó un taxi y, de repente, en el viaje hacia la casa de Comarrobot el conductor del taxi se distrajo y chocó contra un pilar. Éste rodó mucho y se colocó en la otra carretera donde iba manejando Comarrobot. El robot estaba manejando rumbo al aeropuerto de naves para buscar a su amigo. Iba en una carretera y tomó un atajo. Se asustó al ver un accidente e hizo que la nave choque contra un bordillo. Éste se rompió y la nave pasó al otro lado de la carretera en donde estaba también accidentado su amigo. Los dos se asustaron mucho, pero ninguno se lastimó. Recordarán para siempre ese doble accidente como una gran anécdota. Después de eso se fueron a tomar un rico helado de crema del cielo y pasaron unos momentos felices juntos en la luna. Colorín colorado este cuento ha terminado… Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.


PORTALES NEGROS: LA AVENTURA ENTRE DIMENSIONES Jano Burkart Cardinal Una vez en un mar cerca de un bunker había dos amigos. Uno se llamaba Shock marino y el otro Mangoul. Se conocieron en un tsunami. Porque mientras Shock nadaba en el mar se encontró con Mangoul que también estaba nadando ahí y el primero lo salvó. Desde entonces se hicieron amigos.

Y bueno, sigamos con la historia: En el bunker Mangoul saludaba a Shock por la ventana (el bunker es como un castillo que está debajo del mar hecho con acero y arriba de todo tiene una casita donde vive Shock). Se metió al mar y empezó a surfear en el Lomo de Shock. Ellos chapoteaban y surfeaban olas inmensas, pero de pronto… - ¡Paaaan! - se abrió un portal negro del que salieron horribles samuráis con ropas toda de color negro. Tenían espadas muy filosas, pero no era una amenaza para estos héroes, bueno ellos pensaban eso... - ¡Ataqueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen! gritó el líder de los samuráis (ellos son ninjas que cuando se quitan la máscara tienen un rostro de monstruo horrible). Pelearon todo el día y los derrotaron. De pronto, del portal, aparecieron un millón de langostas mutantes. Pero éstas no vinieron a luchar, vinieron a pedir ayuda. La langosta dijo: -Necesitamos su ayuda -Queremos destruir al emperador Raino. Él es despiadado, mandó a los samuráis y destruyeron nuestro hogar y a todos los sobrevivientes. -Nosotros vivimos en un país llamado ¨Verdor¨ en el que había flores, mariposas cantantes y paz. Esta historia continuará… - ¿Qué? - exclamaron Shock y Mangoul. Pero ¿Cómo puede un ejército de samuráis matar a todo un reino entero? -Sí. Así es- Respondió la langosta. Tenemos que hacer algo antes de que destruya el planeta como lo conocemos. - ¿Y qué podemos hacer? -preguntó Shock. -Bueno… hay algo que se puede hacer- dijo la langosta. En nuestra dimensión hay un arma tan poderosa que puede destruir al emperador Raino-comentó. - ¿Qué estamos esperando? Vayamos por esa súper arma- dijo Shock. -Tenés razón, vayamos. Se dirigieron al portal ¡Aaaaaaaaaaaaaaaa! gritaron todos y pasaron a la dimensión de las langostas. - ¡Raaaaa!- Gritó el emperador cuando los ve. - ¡A la guerra! gritaron Mangoul y Shock. De pronto uno le susurró a otro: -Ve por la súper arma mientras los distraemos. -Okey -Dice Mangoul y llama a su dragón y lo monta. El emperador lo vio. Pero no le importó. Mangoul llegó al templo donde estaba la súper arma (que era una espada dorada con un símbolo de serpiente en la punta). Entró y la tomó. Desde lejos escuchó los gritos de los samuráis peleando contra los otros. Mangoul levantó el arma y fuuuuuuuuuuuuuu. Un brillo destruyó a todos los samuráis incluyendo a Raino. -Siiiiiiií! Lo logramos- grita Shock. -Muchas gracias- dijo una langosta. -Nos pueden visitar cuando quieran -comentó otra. -Bueno- dijo Shock con poca concentración porque vio a Mangoul atravesando el portal. -Adiós. FIN


Las zapatillas sopaperas

D Indri Isabella Un día lluvioso de otoño, Robotina estaba con su amigo Torcher jugando en la vereda. Los dos tenían 10 años y jugaban a la mancha cucaracha. Lo hacían en la vereda de la casa de Torcher porque Robotina vive en un bosque Multicolor. Aquel día lluvioso de otoño, tenían un problema difícil de solucionar, el piso estaba muy mojado y, si corrían rápido, se caían al piso a cada rato. Esto generó una gran idea en Robotina. Le pidió a Torcher que traiga de su casa algunas sopapas chicas para poner en las suelas de las zapatillas. De esta manera, no volvieron a resbalar y pudieron jugar hasta que salió el Sol. Eso sí, terminaron muy cansados. Y colorín colorado, este cuento, tan mojado, se ha acabado.


LA BÚSQUEDA DEL DIAMANTE DORADO Isabella De Guevara En una casita chiquita y luminosa se encontraba la detective Violet, una chica misteriosa, alta, joven, flaca, agradable y sociable. Estaba cenando cuando, de repente, vio que alguien o algo pasó muy rápido. Era muy raro porque a esa hora en general nadie salía a la calle porque podía ser peligroso… Pero como era valiente y todavía no se había puesto el pijama, agarró su lupa y su libreta (por si tenía que anotar algo importante) y salió a investigar qué había provocado ese ruido. Con sus elementos de trabajo llegó a un callejón muy oscuro, se escondió para que nadie la viera. Al acercarse ¡Vio que había tres dragones! Ellos estaban enojados y muy intrigados. Habían perdido su diamante dorado, brillante y muy poderoso. Como Violet no sabía qué les pasaba prendió la luz del botón de su capa. Cuando proyectó esa luz hacia los dragones se dio cuenta que buscaban algo brillante. Violet los ayudó, pero, como eran indomables, les dijo que ella lo encontraría, que investigaría la desaparición del diamante.

Antes de que se fuera, uno de los dragones le dio una caracola y le dijo algo, pero Violet no le entendió, entonces se fue a la casa. Minutos más tarde llamó a sus amigas Zowi y Luna para pedirles que fueran a su casa. Ellas eran muy amigas, se conocían desde que eran chicas. Fueron al colegio juntas. Zowi era una princesa muy buena, simpática, alta y vivía en el campo. Luna era inteligente y muy feliz con su mechón de pelo color turquesa. También había llamado a su ayudante Robot Zombi elástico, él había sido una creación de Violet. Un día, cuando era pequeña, estaba muy aburrida porque sus padres siempre estaban trabajando, entonces como no tenía a nadie para jugar con ella se le ocurrió crearlo. Desde ese día ellos fueron muy amigos. Cuando llegaron todos, Violet les preguntó si podían ayudarla en la desaparición del diamante brillante y poderoso de los dragones. Todos le dijeron que sí, entonces Violet dijo: – Comenzaremos mañana por la mañana. Preparados partieron hacia la aventura. El primer lugar que tuvieron que atravesar para llegar al bosque fue el volcán que, por suerte, estaba apagado o dormido (como dicen). Horas más tarde se encontraron con un lobo, que no los dejaba continuar. Violet dijo: - ¡Robot Zombi Elástico has el truco que practicamos!


Enseguida alargó sus brazos y atrapó al lobo. Al mismo tiempo, tenía que transformarse en zombi para hipnotizarlo por un minuto, para que pudieran seguir camino sin ser atacados. El lobo por suerte se calmó y pudieron seguir el viaje. Caminando para salir del bosque Luna se tropezó con una piedrita que hizo abrir una pequeña puerta en un árbol enorme… Robot Zombi Elástico se dio cuenta de lo que había pasado y les avisó. Todos fueron a ver y Zowi sacó las telas de araña que cubrían al libro que se encontraba dentro del árbol. Era un libro de animales extraños y dragones, leyeron algunas páginas para ver de qué se trataba. En él encontraron un mapa que los guiaría al diamante brillante y dorado de los dragones. Siguieron paso a paso los detalles del mapa y sabían que el último paso para encontrarlo era pasar por unas lianas que los llevarían a una oscura cueva. Luna pasó primero, pero se cayó a un pozo, por suerte Robot Zombi Elástico la pudo atrapar con sus largos brazos antes de que los cocodrilos se la comieran. No sabían cómo seguir, Zowi comenzó a maquillarse y con su espejo pudo ver otras lianas que colgaban del techo de la cueva. –¿Podrás Robot alcanzar esas lianas para poder columpiarnos y llegar al diamante que está en la otra punta de la cueva? – le preguntó Violet. Robot sabía que era muy difícil esa prueba, pero lo intentó. Por suerte llegaron, pero no encontraron nada. Violet le dijo a Robot Zombi elástico que usara su visión mágica que lo hacía ver a través de los objetos. Pudo ver algo brillante, corrieron la roca que lo tapaba, encontrando por fin el diamante de los dragones. Ella dijo: – No podremos pasar todo lo que pasamos otra vez–. Diciendo eso se acordó lo que los dragones le habían dicho. Entonces agarró el libro que habían encontrado y busco la página del idioma de los dragones, para entender el mensaje. Luna y Zowi le preguntaron qué hacía. Violet les respondió: – Estoy tratando de averiguar lo que me dijeron los dragones la noche que buscaban el diamante. ¡Ya lo sé! - gritó. Había descubierto el mensaje. Entonces tocó la caracola y los dragones, de repente, escucharon ese sonido y fueron a donde estaban.

Cuando llegaron Violet les dio el diamante y ellos ofrecieron llevarlos devuelta a su casa volando el bosque. Y todos fueron felices para siempre. Fin


LA HISTORIA DE ESTELA Y MARÍA Renata Lujan DEFELIPPIZ ALBARADO

Había una vez una chica que se llamaba Estela. Haciendo sumo conoció a su amiga María. Ellas iban juntas a la escuela, practicaban mucho sumo y hacían pijamadas donde les gustaba comer galletitas de chocolate. Una vez se fueron de viaje al Amazonas, un lugar con selvas, ríos y muchas cosas más. Cuando llegaron al Hotel se durmieron. A la mañana siguiente se fueron a pasear. Después de un rato largo se perdieron: se quedaron en medio de la selva sin saber llegar al Hotel. ¡Estaban perdidas! De golpe un león grito: -¡¡ María¡¡¡¡ Estela se dio vuelta y se puso a pelear con el león y lo derrotó. Las chicas siguieron caminando hasta que encontraron una casa limpia, con comida y habitaciones con una tele. Llamaron a sus padres desde esa cabaña para decirles que, por el momento, no volverían a Argentina, pero que se queden tranquilos porque se podían comunicar por videos y llamadas (algo parecido a lo que hoy nos toca vivir, distancia y video llamadas) . FIN


LAS AVENTURAS DE FLY GIRL Mía Derromediz Keira era una chica normal, tenía 29 años, era delgada, alta, de cabello lacio, castaño y largo con flequillo, piel blanca y ojos negros. Vivía en una casa en la playa con sus amigas. Un día salió a pasear y, sin darse cuenta, se alejó de su casa, se metió al agua, y esa parte del mar donde estaba nadando era mágica. Ahí se convirtió en Fly Girl y tuvo súper-poderes. Al principio ella se sentía rara, pero al poco tiempo se fue acostumbrando a sus poderes y a ser una súper heroína.

Cuando alguien se enfrentaba con algún problema, Keira se convertía en Fly Girl sin dudarlo. Siempre tenía tres súper-poderes: Invisibilidad, volar y vista biónica. Un fin de semana se fue de vacaciones al campo y allí conoció a Luna. Era la hija de los dueños del lugar, una niña inteligente, feliz y tenía un mechón de pelo turquesa. Después de dejar sus valijas fueron a pasear. La nena le mostró el lugar, vieron los animales y anduvieron a caballo hasta que se hizo de noche. A la mañana siguiente Luna le contó a Keira que los animales se habían escapado de sus corrales, porque el encargado del lugar se había olvidado de cerrar las puertas. Le pidió ayuda a ella, ya que el día anterior le había contado su secreto. La súper heroína se convirtió en Fly Girl, usó su vista biónica y los pudo encontrar, después voló hasta donde estaban y llevó a cada uno a su lugar; luego cerró las puertas de los corrales. En ese momento usó el poder de invisibilidad para que nadie la reconozca. Esa noche, era el cumpleaños de Luna, y Keira fue la invitada de honor. Allí reveló su secreto, contó que había sido ella quien rescató a los animales. Los papás de Luna le agradecieron por lo que había hecho, y la invitaron a quedarse en el campo el tiempo que ella quisiera.

Fin


LAS AVENTURAS DE REALI Y SUS AMIGOS FRANCESCA DI GIORGIO CALAS Había una vez un pavo real que se llamaba Reali. Un día se encontró en la plaza con un amigo muy lejano que se llamaba Súper Pato Volador y con el majestuoso Braulio. Ellos se conocían desde jardín y desde ese momento vivieron grandes aventuras. -Necesito ayuda para una misión secreta- dijo Reali -Cuenta con nosotros, amiga- respondieron Reali se puso feliz y les contó en qué la tienen que ayudar. Les dijo que hace muchas semanas recibieron a través de pájaros mensajeros, cartas que tenían amenazas de que se iban a llevar su secreto más valioso, que nunca dijéramos nada a nadie. Estaban escritas con letras de diario, imposible saber quién las mando. Entonces Reali pensó que los poderes que Súper Pato logra a través de su gran olfato la ayudarían a descubrir su guarida. Sumado al poder de Braulio (que logra congelar a los malhechores) pensó que esta misión sería una papa para todos ellos. Al día siguiente, salieron juntos a comer y acompañaron a Reali a la casa. Cuando llegaron su familia no estaba, entonces Reali les dijo que había llegado el momento de brillar. Súper Pato empezó a olfatear la carta que dejaron arriba de la mesa y los guió por el camino del bosque. Llegaron a la fiesta de Blanca Nieves y los siete enanitos y se dieron cuenta que a Súper Pato le falló el olfato.

Aprovechando que hacía mucho calor Braulio puso hielo en todas las bebidas de los invitados y les dijo a sus amigos que ya era hora de irse. ¿Por qué? - preguntaron - Porque nos tenemos que ir a nuestra misión secreta. Empecemos de nuevo; pero ahora vamos al lugar correcto -dijo Reali Llegaron y había un montón de guardias. Pero juntos los derrotaron.

Ahí estaba la familia de Reali, pero era un pasadizo de trampas. Él lo desactivó con su magia. Avanzaron y se encontraron con los secuestradores que les pidieron que elijan: el secreto (que no era más un secreto) o la familia. Reali, sin dudar, dijo: - Te diré el secreto, pero si me das a mi familia. Reali le dio el secreto equivocado (porque ella sabía que querían el secreto más valioso para su familia), pero en realidad les entregó una bomba. Y todo volvió a la normalidad. Tenían el valioso tesoro y la familia de Reali.

FIN


LA GEMA DEL PODER Juan Ignacio Domínguez L´Abbate Había una vez una chica llamada Fly Girl que vivía en una casa en la playa, en una isla llamada… La Isla Misteriosa. Un día salió a buscar fresas y se encontró con una fuente de agua que empezó a brillar y una montaña luminosa (que también brillaba). Se paró frente a la fuente y unos dioses aparecieron y tele transportaron a Fly Girl al otro lado de la isla Misteriosa. Ella se despertó y vio a un hombre alto, de pelo rojizo y con una armadura que le dijo: -Fly Girl, has sido elegida para encontrar la gema del poder. Te daré poderes para que te ayuden en tu misión. - ¿Tú quién eres?- dijo Fly Girl -Soy el elegido Dragón y tu primera prueba es pasar por el cementerio lleno de zombis. -Yo quiero ir a mi casa - respondió ella. -Lo siento, pero esta misión es obligatoria- dijo el elegido Dragón -Esto será muy difícil, dijo Fly Girl y pensó…ya sé, usaré mi rayo corazón para hipnotizar a los zombis y así los derrotaré a todos. Entonces tuvo que pasar a su siguiente prueba sin darse cuenta que detrás de unos árboles Zombi Elástico la observaba y seguía. Él era el líder de los zombis y todos hacían lo que él les decía. - ¡Ay! - Grita Fly Girl muy asustada -Es momento de pasar por el río de lava, apurate- dijo el elegido Dragón. Cómo voy a pasar, pensó Fly Girl y de repente se encontró sola. El elegido Dragón había desaparecido… Zombi elástico se le apareció y la empujó al río de lava. Misteriosamente se tele- transportaron de nuevo a la otra parte de la isla…

Continuará….


SÚPER NICO Nicolás Doural En una ciudad lejana, había una vez un niño con nueve años, que soñaba con ser superhéroe. Un día su sueño se hizo realidad y se hizo llamar Súper Nico. Su traje fue de color rojo, azul y blanco. Le puso una capa de color amarillo. Él ayudaba a los niños que estaban en problemas. Nunca dudaba cuando veía a algún amigo complicado, en ayudarlo. Un día Súper Nico conoció al monstruo Franky que tenía ocho años. No se asustó al verlo, era de color verde y negro. Se hicieron amigos enseguida. Ellos vivían con sus papás quienes los dejaban salir a jugaban por las tardes a la pelota (porque a los dos les gustaba mucho ese deporte). Una tarde de verano fueron a la plaza (como todas las tardes) y se encontraron con un brujo malvado que los quería destruir. Empezaron a pensar en un plan para combatirlo. Se les ocurrió una idea: hacerse amigos del brujo para que no los destruya. Prepararon una torta de manzana con ingredientes raros (ellos sabían que le iba a caer muy mal) y se la dieron. El brujo la comió y se descompuso. ¡El plan funcionó! El brujo nunca más los molestó. FIN


EL DUENDE PERDIDO Alex Duarte Penayo El duende perdido vivía en un bosque muy oscuro. Había un montón de árboles frutales y muchos animales.

Un día se perdió en el bosque mientras buscaba frutas para comer y se quedó llorando debajo de un árbol. Al rato, se le acercó un pajarito y le preguntó qué le pasaba. El Duende le contestó que estaba perdido. Entonces el pajarito ofreció ayudarlo y lo llevó hasta su casa. El pajarito vio que la casa del duende estaba pintada de color celeste igual que su cinturón. El Duende le agradeció mucho por haberlo ayudado.

Se despidieron con un abrazo y el pajarito le dijo que no se aleje mucho de su hermosa casa, así no se volvía a perder. FIN


LA AVENTURA DE LUCA Y MANGOUL Ian Estevez En un planeta lejano llamado Marte vivía el robot Luca, era de estatura mediana, muy amistoso y alegre. Compartía su bunker con un amigo robot llamado Mangoul, que era forzudo. Ellos se conocieron de chicos y se hicieron amigos. Se llevaban muy bien. Un día decidieron construir un cohete con metal y lo pintaron como un arcoíris para ir a la Tierra. Cuando lo terminaron emprendieron el viaje. Fue muy largo, Luca y Mangoul se turnaban para manejar. A mitad de camino empezó una lluvia de meteoritos y uno de ellos les dañó el motor.

Empezaron a caer sin control (por suerte tenían paracaídas en los asientos y, cuando escucharon el impacto, pulsaron el botón).

Llegaron a la Tierra y se encontraron con tres dragones llamados Reptil Alado, Furia Nocturna y Shock Marino. Luca y Mangoul les comentaron lo sucedido y los dragones les ofrecieron ayuda para reconstruir el cohete. Pasaron los días y ellos se hicieron muy amigos y decidieron quedarse a vivir en la Tierra. Pero antes usaron el cohete para ir a Marte en busca de su bunker. Hicieron el viaje y llevaron el bunker a su nuevo planeta, la Tierra. Lo instalaron cerca de un lago muy bonito donde había muchos árboles y animales. Eran vecinos de sus amigos los dragones. Vivieron muchas aventuras juntos.

FIN


SOFIA Y SU PERRO TOBBY Milagros Gallinaro

¡Hola! mi nombre es Sofía. Me pusieron así porque significa sabiduría. De chiquita me gustaba viajar por todos lados recorriendo muchos lugares. Un día estando en Italia, conociendo lugares asombrosos, a la noche, en una calle oscura me encontré a un perrito atado, llorando deshidratado y muerto de hambre.

Me conmovió tanto que lo primero que hice fue desatarlo y llevarlo a una veterinaria para que lo revisen. Ahí me dijeron que estaba en muy mal estado y abandonado. Cuando escuché eso pensé y me lo llevé a mi hotel. Le di comida, agua, le pegué un baño y le di un lugar para dormir. Así lo fui manteniendo hasta volverlo un perro sano y alegre.

Empecé a preguntar y averiguar si alguien había perdido un perro de color marrón, pero nadie sabía nada. Entonces pensé en quedármelo. Fue ahí cuando se me ocurrió ponerle un nombre y llamarlo Tobby. Él, que ya estaba feliz y completamente sano, empezó a recorrer muchos lugares conmigo. Fuimos a España, a Estados Unidos, a China, a Egipto y a la India. Nos divertíamos juntos. Tobby era mi compañero. Me gustaba verlo jugar con la pelota, correr, saltar, dormir con él. Se transformó en mi perro que tanto amaba y que día a día la pasábamos bien. Después de viajar tanto nos volvimos a la Argentina. Yo soy maestra de Matemáticas y Lengua, me encantan los chicos, enseñarles y que aprendan. Les conté la fascinante historia que me pasó en Italia con Tobby. Quiero que ellos también cuenten sus historias, se imaginen, que aprendan y se equivoquen. Me gusta leerles y que escuchen. Soy una maestra buena, alegre, inteligente y con un propósito de ayudar a los demás. Mis papás me educaron muy bien y siempre dándome consejos. Gracias a ellos logré mis sueños: ser maestra, amar a los chicos y viajar a muchos lugares.

Lo mejor que me pasó fue conocer a mi perro Tobby y ayudarlo. Ésta es mi historia. Soy muy feliz.


LA AVENTURA DE LA LIMPIEZA Ismael Jover Mesa

Hace mucho tiempo había alguien que tenía la mitad de la cara robótica y su nombre era Mangoul, era fuerte y ayudaba a la gente. Vivía en un bunker con un secuaz llamado Dragón, que era una serpiente.

Juntos, un día, combatieron a un robot que tenía metralletas, pistolas granadas.

y

Una semana después llegaron al pueblo hombres con pistolas que tiraban coronavirus a los civiles. Ésto era muy peligroso porque si te daba, te debilitabas o te morías. De pronto uno de los malos dijo: ¡Entréguense todos! Tendrán que pasar sobre mí – dijo Mangoul Apareció un dragón rojo de ojos negros y ayudó a atacar a los hombres malos. Mangoul agarró su moto y comenzó a dispararles. De repente, apareció una chica con un traje rosa que tenía una pistola laser. Mangoul le dijo: ¡Ve a refugiarte! La chica le contesta: -No puedo porque soy una heroína. Y Mangoul le responde: -Está bien, ve a las torretas y dispárales. Mangoul se dirigió hacia los hombres malos y sacó su cuchilla y empezó a acuchillar a todos. Le dieron un tiro en el brazo que lo hizo caer de espalda y la chica del traje rosa gritó ¡noooooooooooooooooooooooo! bajando de la torreta para ayudar a Mangoul. Lo agarró de los brazos y lo arrastró hasta una cueva. El dragón de ojos negros los ayudó. Y la chica le dijo: - Te llamarás Chimuelo. Los hombres malos se fueron derribando todo a su paso y no volvieron a saber más de ellos, hasta que un día… CONTINUARÁ Fin


UNA LECCIÓN APRENDIDA Hanna Kats

Había una vez una nena que se llamaba Julieta. Tenía ojos negros, pelo corto de color negro y piernas largas. Era valiente, buena e intensa. Vivía en una choza de madera hecha con palitos, tan pero tan chiquita que cuando daba tres pasos se encontraba con la pared. Vivía con su papá, su mamá y siete gatos de diferentes colores muy bonitos. La choza estaba en la selva, rodeada de árboles y animales feroces y salvajes. No había ningún animal tierno, salvo sus siete gatos. Había árboles frutales, otros sin frutas y miles de flores rosas con tallos largos que le hacían cosquillas en los pies. Julieta siempre se aburría porque ya conocía todo lo que había en la selva, hasta que un día su mamá le dijo que saliera para ver si se animaba. Cuando salió se encontró con un robot de ojos blancos, gigantesco y malvado. Era blanco con botones luminosos verdes y rojos. Parecía estar furioso, pero sin embargo se estaba riendo. Ella pensó en entrar porque tenía miedo, pero el robot estaba destruyendo la selva y pensó que iba a destruir su casa. Entonces salió con mucha timidez. Pero como el robot era tan gigante no la vio ni la escuchó. Ella se enojó, lo agarró de la pata y le gritó: - ¿¡Por qué rompes la selva?! - ¡Por diversión! - respondió el robot. - ¿Qué? -exclamó Julieta. - ¡Sí, así es, por diversión! - ¡Pero no es divertido, por lo menos no para mí, estás matando a miles de personas, plantas y animales! ¡Ay, ay, ay! - ¿Es cierto? - preguntó el robot. - Sí, es cierto. Julieta le explicó que si destruía todo nadie lo iba a querer, ni iba a tener nunca amigos, porque todos iban a huir. El robot lo entendió y así fueron amigos para siempre.

Juntos arreglaron la selva, que quedó hermosa. Desde ese día Julieta salió a jugar siempre con él y nunca más se volvió a aburrir. FIN


EL RESCATE DE CLARITA Ludmila Morena LOPEZ COHEN Había una vez una chica llamada Clarita que vivía en una pequeña casita en el bosque San Juan. Era muy dulce y buena. Le gustaba levantarse temprano para salir a juntar flores para su mamá. Un día, mientras juntaba florcitas, se encontró con Flora. Ella era una abejita muy linda y amistosa. Le gustaba ir a desayunar a la casa de Clarita. Una mañana, Clarita salió a despedir a Flora para luego ir a comprar hierbas al pueblo para desayunar al día siguiente. En el camino (que era un poco largo) se encontró con un chico llamado Braulio. Él también iba a comprar hierbas al pueblo. Así que siguieron juntos conversando y preguntándose cosas. La charla estaba tan entretenida que el camino pareció muy corto. Llegaron al pueblo sin ni siquiera darse cuenta de todo lo que habían caminado, ya el tiempo había pasado y el sol se estaba escondiendo. Cuando notaron eso y pensaron que en cualquier momento llegaría la noche, empezaron a comprar rápido y retomaron su camino hacia el bosque. Cuando llegaron al sitio donde se habían encontrado a Clarita se le ocurrió invitar a Braulio a desayunar con ella y con Flora la mañana siguiente. Él acepto, se despidieron rapidito y cada uno continuó su camino. La mañana siguiente (como todas las mañanas) Flora fue a la casa de Clarita. Cuando llegó, ya la esperaba con la mesa preparada. Flora se dio cuenta enseguida que había una taza de más, así que no tardó en preguntarle a Clarita para quién era. Justo en ese momento golpearon la puerta, Clarita no llegó a contestarle a Flora. Era Braulio, el dueño de la taza de más. Clarita lo hizo pasar y se lo presentó a su amiga. Pasaron una mañana muy divertida conversando y contándose sus anécdotas. Cuando terminaron de desayunar cada uno se fue a su casa. Al otro día, Clarita se levantó más temprano que de costumbre para ir al río con su balde de bambú a recoger agua para el té. Cuando volvió a su casa notó que la puerta estaba abierta, así que lentamente se acercó y pudo ver que todo estaba desordenado… Lo que no vio fue a un oso que estaba escondido detrás de la puerta de la heladera comiéndose todo. Cuando ella fue a la cocina para cerrar la heladera lo vio y pegó tremendo grito pidiendo ayuda. Corrió hacia afuera mientras el oso la perseguía y ella no dejaba de pedir auxilio. ¡Estaba muy cansada de tanto correr! Justo apareció volando un perro que de un ladrido espantó al oso. No podía creer que por fin estaba a salvo y que quien la había salvado era un súper perro llamado Tobías (que tenía muchos poderes). Clarita le agradeció y se despidió del perro y él emprendió su vuelo. En ese momento ella sintió que alguien tocaba su hombro, era Braulio que trataba de despertarla… FIN


AYUDA EN EL CEMENTERIO Luciano Mazzanti En un cementerio sombrío, ubicado en ciudad Robot, debajo de la tierra, en un laboratorio subterráneo, vivía un robot llamado Torcher. Era un robot que fue creado y después abandonado, por eso tenía que aprender a vivir solo y a pedir ayuda, cuando estuviera en problemas. Un día, escavó un túnel y por suerte se encontró con Mini Monstruo, quien vivía en el cementerio. Así que le pidió ayuda para arreglar un cable en el laboratorio.

Mini Monstruo se puso feliz de tener un amigo. ¡Nunca había hablado con nadie! Los dos bajaron por el túnel y arreglaron el cable con cinta. Desde ese día, los dos amigos fueron inseparables y vivieron muchas aventuras juntos. Cuando alguno estaba en problemas, el otro lo ayudaba. FIN


LA LLAVE PERDIDA MUÑOZ Martin Había una vez un robot que se llamaba Torcher y vivía en Merlo, provincia de Buenos Aires. Su barrio era tranquilo, tenía algunas casas y una plaza grande donde jugaba con sus amigos. Un día, paseando, pensó en visitar a su amigo Mini Monstruo. Él vivía en una casa grande con balcones y un jardín enorme en el fondo.

Cuando se acercó a la casa escuchó que su amigo estaba pidiendo ayuda. Torcher entró corriendo a la casa y le dijo: - ¿Qué pasa Mini Monstruo? Su amigo le respondió: - Es que perdí la llave de mi casa para cerrar la puerta. Torcher fue amable y lo ayudó. Buscaron por todos lados. Después de varios minutos buscando en la cocina, en el patio, en la habitación, en los balcones y en el comedor, ¡no la encontraron! Mini Monstruo estaba muy angustiado y preocupado. De golpe, pega un grito de emoción: -Acá está la llave!!! ¿Dónde?, le dice Torcher -En mi bolsillo, le responde riéndose su amigo. FIN


SÚPER PATO VOLADOR Vicente Olivera Había una vez un pato que vivía en el agua, con cañas de bambú alrededor, junto a sus papás. Ellos siempre le decían: -No vayas por las alcantarillas porque te podés perder y es peligroso, pero él no hacía caso.

Un día se fue a las alcantarillas y se encontró a un monstruo de casi 3 ojos, 9 patas y 5 brazos, digo casi porque no lo llegó ni a ver que salió de un disparo, pero el monstruo lo atrapó. Al segundo, vino súper Braulio que paseaba por allí. Atrapó al monstruo y lo mató con un rayo que quema como la lava.

Braulio es un súper héroe que tiene una caja con gemas que te dan poder como volar y tirar rayos x. Le dio una de esas gemas al pato, porque lo vio muy valiente. El pato se tragó la gema y se convirtió en Súper Pato Volador. Por eso lo llaman de esa forma.

Desde ese momento, Braulio y Pato se hicieron amigos y siempre van a combatir el mal juntos. Fin


LA REINA SOUI Y SU AMIGO Fiorella Ortiz En una ciudad muy lejana llamada Cangrejo vivía la reina Soui. Era muy divertida y simpática, todo el pueblo la quería. Por las mañanas salía a repartir comida para la gente que necesitaba. Un día conoció a una chica llamada Luna, una pueblerina muy inteligente. La reina la invitó a comer unos panchos en la playa y Luna aceptó su invitación. Cuando iban caminando por la arena, de pronto, escucharon un ruido raro detrás de una roca muy grande y Luna dijo: - ¿Qué fue eso? -No es nada, debe ser el ruido de las olas, no te preocupes – respondió Soui. Siguieron caminando y hablando de lo lindo que estaba el día cuando de golpe escucharon de nuevo ese ruido raro. Sin pensar Soui fue corriendo hacia donde escuchaba los ruidos y, detrás de esas rocas muy grandes, se encontraba un perrito chiquitito y muy lastimado. Soui le dijo a Luna: - V en, ¡hay un perrito lastimado, es marrón, chiquito, es hermoso! Luna no le creyó y le dijo: - Es una broma tuya, no voy a ir. Entonces Soui lo agarró con cuidado y acariciándolo le dijo: – Pobrecito perrito, ¿no tienes dueño? ¿Qué haces acá solito?, te recogeré y te llevaré a mi casa. La reina volvió hacia donde estaba Luna con el perrito y ella se sorprendió de ver que era verdad lo que decía su amiga. Se fueron las dos rápidamente a la casa de Soui porque el perrito tenía hambre y frío. Apenas llegaron lo bañaron con agua bien calentita, le pusieron una ropita que Luna le hizo mientras se bañaba y le dieron una rica comida. Soui empezó a pensar en un nombre para el perro, como no tenía collar… Y Luna dijo: - ¡Entonces pongámosle uno! Soui se puso a pensar hasta que gritó: -Te vas a llamar Tobby y dormirás en el mueble de mi habitación. Pasaron los días y Tobby se sentía mejor, fue cuando Soui decidió llevarlo a la plaza del pueblo a que juegue con otros perritos. Al llegar, Tobby salió muy contento donde estaba un grupito de niños jugando a la pelota. Todos los niños dejaron de jugar para acariciarlo. Pero a Tobby le llamaba la atención un niño que estaba sentado en un banco muy triste. Al ver al perrito el niño se puso de lo más feliz. Soui, muy preocupada por Tobby, salió corriendo detrás y vio que estaba con el niño y que ellos jugaban como que se conocían desde siempre. -Tobby, Tobby- decía Soui. Pero el perrito no le hacía caso y seguía jugando con el niño. Se acercó a ellos y le dijo: - ¿Qué pasa acá? ¿Vos quién sos? -mirando al niño. -Hola reina Soui, soy Juan y soy el dueño de Tobby, se me perdió el otro día en la playa, hace días que no sé nada de él, es mi mejor amigo y estoy muy agradecido de que lo hayas encontrado - dijo el niño. -Pero qué coincidencia, yo lo encontré y le puse Tobby porque no llevaba ningún collar y no sabía cómo llamarlo. Juan le respondió: –Muchísimas gracias por cuidarlo, me gustaría llevarlo a mi casa para amarlo y seguir cuidándolo yo. Entonces Soui (muy contenta, pero a la vez muy triste) le contestó: - Sí Juan. Es tuyo, pero yo me encariñé con él y me gustaría verlo algún día… Juan le dijo: –¿Por qué no vienes a la plaza todos los días a esta hora ya que yo estaré con Tobby y así lo podrás ver y jugar con él? -Me parece una idea genial! - dijo la reina Todos los días hicieron lo mismo. Ella le llevaba juguetes a Tobby y dulces a Juan y compartían la tarde en la plaza. Juntos los tres sonriendo, jugaban muy felices para siempre. FIN FIN


LUNA Y EL MISTERIO DE SU CASA Juana Poggio Había una vez una nena que se mudó al campo. La nena se llamaba Luna y tenía diez años. El campo era nuevo para ella, porque antes vivía en la ciudad con su papá, mamá y con su pequeña hermana de 4 años. Algunos decían que la casa donde iban a vivir estaba embrujada. Al llegar, ella salió corriendo hacia el bosque porque tenía miedo de que las historias que le habían contado sean ciertas. Se llevó algunas cosas de la 4x4 de su papá: una carpa, una bolsa de dormir y algunas cosas para comer. Cuando empezó a oscurecer se dio cuenta que necesitaba hacer fuego para calentarse a la noche, entonces se metió más al bosque para recolectar leña.

Mientras tanto, sus papás la buscaban desesperados por todos lados. Como no la encontraron fueron a llamar al guardabosque. Cuando Luna agarró la última madera y se puso a preparar la comida en la carpa vio una sombra muy, muy grande, ella se asustó muchísimo. - ¿Hola?- dijo la nena un poco asustada. -Hola- gruñó la sombra. Luego Luna abrió la carpa y adentro había un perrito y se presentaron. –Hola perrito -Hola niña ¿cómo te llamás? - ¿Podés hablar? Bueno, yo me llamo Luna ¿y vos perrito? -Yo me llamo Tobby El perrito era marrón, muy amable y medianito de tamaño. - ¿Querés venir a comer conmigo? -Sí dale, tengo mucho hambre- dijo Tobby mientras le rugía el estómago Después de comer escucharon un sonido, era un canto muy lindo. Cuando salieron de la carpa para ver qué había vieron a una hermosa reina, de vestido largo, rodete y con una sonrisa alegre. -Hola me llamo Luna ¿y vos? -Buen día. Soy la reina Soui ¿y vos perrito? -Yo me llamo Tobby Y en ese momento la nena un poco curiosa decidió preguntarles: -Oigan ¿por qué vinieron al bosque? -Yo vine para relajarme mientras busco dueño. -Yo vine para aprender un poco más de la naturaleza ¿y vos Luna? - dijo la reina Soui. -Les voy a contar cómo fue que vine al bosque (y se los dijo todo). -Emm… ¿quieren acompañarme a mi casa nueva para descubrir si está embrujada? - ¡Sí, Luna! dijo Tobby -Bueno sí, dijo la reina Soui. Caminaron y caminaron hasta que llegaron a la casa. -Tengo miedo – dijo la nena muy asustada mientras se agarraba el brazo de la reina Soui. -No tengas miedo Luna porque estamos con vos. -Ok confío en ustedes – Continúa...


Y entraron… En el techo colgaban murciélagos que salieron volando cuando abrieron las ventanas. -Perdón murciélagos - dijo la nena Se metieron más adentro de la casa y vieron que había un lobo muy, muy dolorido. El día anterior había comido mucho, Luna dijo: -Tranquilo lobo, nosotros te queremos ayudar ¿ok? Luna y los demás encontraron plantas en el bosque para hacerle un té y el lobo se sintió mejor enseguida. Se fue hacia el bosque como los murciélagos. -Aaauuuuuuuuuuuuuuuu- dijo el lobo que en su idioma significa “Gracias” -Adiós lobo te vamos a extrañar, dijeron En ese momento sonó el celular de Luna que había quedado en su casa nueva. Eran sus papás que no paraban de buscarla y de llamarla, estaban con el guardabosque. La nena les contó toda su aventura en el bosque. Ellos estaban muy felices de que por suerte estuviera bien y le dijeron que llegarían enseguida. Ella los esperaría con una sorpresa… Había muchas muchas telas de araña en la casa. No estaba embrujada, sólo era muy antigua. Cuando llegaron los papás no podían creer lo limpia que estaba ¡por dentro parecía un castillo! Luna y sus amigos habían trabajado mucho. Después le preguntaron a la reina Soui si quería quedarse, y dijo que se quedaría por un tiempo para pasarla bien con sus nuevos amigos. A Tobby lo adoptaron como el perro de la familia. Decoraron la casa con sus muebles y ahora viven todos juntos ahí, felices para siempre. fin


LAS AVENTURAS DE STANLEY Julián Retamozo En una mañana del mes de mayo en la Ciudad de Oslo estaba Stanley sentado pensando que le gustaría salir de viaje. ¿Quién es Stanley? es un robot pequeño, plateado brillante y muy flexible, todos lo quieren porque es muy amigable. Un día, le propuso a su amigo Juan embarcarse hacia Inglaterra (él era una persona muy buena). A los dos les gustaban las mismas cosas, ¡sobre todo viajar! El amigo le dijo que sí y se puso a preparar todo. En este nuevo viaje disfrutaron de observar el mar desde el barco. Antes de llegar a Londres los dos quedaron alucinados al ver el paisaje, bosques, lagos, montañas. Después de unas horas llegaron al punto de destino en donde se separaron: Juan se fue a conocer la ciudad y Stanley decidió ir a un parque donde pasó unas horas allí disfrutando de la naturaleza. Cuando se iba escuchó gritos de una nena que jugaba con su perro. Volvió a ver qué pasaba y se encontró con un monstruo orejudo, muy grandote, malo, malhumorado… Stanley, que era tan bueno, le preguntó: - ¿Por qué asustaste a la nena? ¿cómo te llamás? -Franky, enojado le respondió. Ella estaba en mi parque, ¡aquí vivo! Y no soporto que la gente venga a mi casa. Stanley le hizo entender a Franky que el parque es de todos y si quiere vivir ahí tiene que dejar que la gente disfrute. Franky pensó lo que el robot le había dicho y le propuso jugar con él. Stanley aceptó y llamó a Juan para que conociera a su nuevo amigo. Volvieron a su ciudad. Stanley estaba muy contento que le había enseñado a Franky a ser solidario. FIN


PEPE Y LA DELICIA DE CHOCOLATE Mariana Rodríguez

Había una vez un niño llamado Pepe, lo apodaban Gamer, porque le gustaba mucho jugar al Fortnite. Lo que no le gustaba era levantarse temprano para ir a la escuela. Una mañana, se levantó y el día estaba completamente oscuro. Gamer pensó - ¿me equivoqué la hora? ¿sigue siendo de noche? Se asomó a la ventana y vio una gran nave extraterrestre cubriendo el cielo y una voz que decía: - ¡Conquistaremos su planeta con nuestros rayos laser!

Pepe pensó - si me quedo en casa, no pasará nada- y se puso feliz de no tener que salir. Al principio la pasaba bien, porque podía jugar al Fortnite sin parar… Pero, a medida que los días pasaban, comenzó a extrañar a su abuela, a su abuelo, primas, primos, amigas y amigos y se puso muy triste. Pensó que (tal vez) dándoles una muestra de amistad a los extraterrestres podría convencerlos de abandonar el planeta. Entonces les preparó un delicioso pastel con mucha crema y bañado con un delicioso chocolate. Llamó a los extraterrestres y les regaló la torta. Ellos quedaron fascinados con esa extraña delicia (nunca habían visto ni probado nada parecido). Igualmente, no estaban seguros de irse del planeta… Dudaban mucho qué hacer, hasta que escucharon ruidos extraños que provenían de sus barrigas… Enseguida exclamaron: - ¡Vámonos! ¡Eso que llaman chocolate, nos hace doler la panza! ¡Y no podremos dejar de comerlo si nos quedamos aquí! Así, es como finalmente decidieron retirarse, asustados por el chocolate. Pepe estaba feliz, supo que se pueden vivir aventuras más grandiosas en la vida que en los videojuegos, pudo volver a la escuela, ver a todas las personas que quería y jugar al Fortnite solamente un ratito por día. Y los extraterrestres están en algún lugar del universo, donde traña.

nadie los ex-

Y colorín colorado… este cuento ha terminado.


EL GRAN VIAJE Maite Scayola Había una vez un pueblo llamado Morlondis. En ese lugar vivía Braulio, un superhéroe, con tres amigos: Súper pato volador, Flora y Riley. Ellos se conocieron en la escuela. Flora es una mariposa, Riley un pavo real, Súper pato volador es un pato y Braulio un humano muy diferente. Ellos querían una gran gema muy pero muy linda que, además (por ahí) les daba súper poderes. Les parecía una tarea muy difícil, pero igual la fueron a buscar. Yendo a la montaña… Cuando estaban subiendo Flora, con voz de cansada, dijo: -No puedo más -Yo tampoco, me duelen los pies- dijo Riley -Yo estoy un poco cansado de volar - exclamó Pato Volador -Yo también me canso de volar- comenta Braulio -Tratemos de seguir para arriba-dice Riley Ya casi en la cima… Cuando estaban llegando a la parte más alta de la montaña, Súper pato grita: - ¡Miren allá hay una cueva! – y se ven unas bolsitas para llevar la gema. - ¡Y una fogatita! -dice Braulio -Con asientos de roca –agrega Riley - ¡Y mantas como camas! – exclama Flora Y los cuatro se quedaron a dormir. Al otro día… -Ya es la hora de levantarse-dice Flora –¡No quiero! –dice Súper pato volador

-Pero si vamos a agarrar la gema. -Entonces sí - ¡Ahora a despertar a los demás! -Ya estamos despiertos –dice Braulio - ¡Entonces vamos! – exclama Flora

La extraordinaria gema Siguieron y siguieron caminando hacia arriba hasta llegar a la cima. Cuando por fin lo hicieron vieron que sólo había flores. A Flora le encantaban, también a Súper pato volador, a Braulio y a Riley.

No entendían nada, sus preguntas eran: ¿cómo que no están?, ¿se las robaron?, ¿se extinguieron?, ¿son las flores?, ¿el pétalo te da una pista para ir a buscar la gema?, ¡nada tiene explicación! Después de unos segundos, Flora vio que una flor se abrió y adentro estaba la gema. Era la más linda que había visto en toda su vida. Era brillante, con colores flúor. Entonces, Flora grita: - ¡Encontré la gema! Todos miraron atentamente a la gema y Braulio dijo: - ¡La gema! ¿cómo la conseguiste? -Cuando se abrió la flor estaba adentro la gema - Me impresiona mucho, listo, dame la bolsita para agarrar la gema, Riley

-Sí, Flora


Agarraron la gema y se fueron a su guarida. Todos estaban muy felices por haberla encontrado. Cuando la agarraron (sin la bolsita) después de unos segundos aparecieron tres dragones verdes y hermosos, pero que los querían matar… Con todas sus fuerzas trataron de eliminarlos. Riley vio que había una piedra azul brillante, empezó a acercarse a ella. Tenía miedo que sea como con la gema, que aparecieran tres dragones verdes más y difíciles de matar. De repente Súper pato volador gritó: –Ayuda Riley –¡Ya va! es que encontré algo – respondió Súper Pato. – Bueno, pero cuando termines, por favor vení a ayudarnos, que ésto es muy complicado –Sí – respondió Riley - y fue por la piedra. Cuando la agarró no pasó nada, suspiró y pensó ¿no pasó nada? Vio que había un agujero en los pechos de los dragones y que Riley se dio cuenta que la piedra encastraba perfectamente en ese agujero. Pero piensa que faltaban dos dragones más... Súper pato volador y Flora les gritan: - ¡Ayúdennos que no podemos! Braulio y Riley les responden: –Sí, ya vamos –mientras peleaban Braulio les explica todo y Flora ve a una ardilla con algo brillante en la boca. Corre hacia allí y nota que era un collar, esos que se abren para ver la foto de adentro. Flora decide no abrirlo y les dice:

-No era nada, sólo un dije de familia - Okey. – responden Súper pato volador descubrió a una gema estaba en un arbusto y a Flora se le cayó el dije y cuando se abrió, vio que adentro había una piedra. Ella pregunta: - ¿Estaba adentro del dije?, ¿Por qué no abrí el dije antes? Braulio les dice: -Por lo menos ahora tenemos las tres piedrasTodos responden que sí Flora, Súper pato volador y Riley fueron arriba de tres rocas y alzaron sus brazos derechos al cielo. Los dragones se acercaron (estaban por tirarles una bola de fuego) pero al ver las piedras se tranquilizaron. Pusieron sus pechos y los amigos les colocaron las piedras en su pecho. De repente, miraron para la izquierda y ahí estaba la gema. Braulio se fue corriendo a agarrarla. Cuando la tocó, los ojos se le pusieron blancos. Pasó lo mismo cuando los demás la tocaron… A partir de ese momento, los cuatro amigos tuvieron súper poderes. A Riley se le otorgó una súper fuerza, a Braulio rayos laser, a Flora invisibilidad y a Súper pato volador poder tirar fuego.

fin


EL MUNDO SOUI Y SUS AVENTURAS Sol Schemper

Había una vez en un reino una casita chiquita y hermosa en el campo. Ahí vivía una reinita llamada Soui que era alta, simpática y divertida. Ella vivía con su hermana Luna, su gato Calcetín y su perra Cachi.

Un día llegaron unos dragones: Reptil Alado, Furia Nocturna, y Shock Marino, que querían incendiar al reino de Soui porque querían invadirlo. Siempre habían querido hacerlo. Como la reinita Soui nunca se rendía llamó a su hermana Luna y le dijo: -Luna, ven ¡nos atacan los dragones! Necesitamos a la perra y al gato, ¡llámalos yaaaaaa!

La hermana no dudó en llamar a Cachi y Cachi llamó al gato Calcetín. Las mascotas tenían súper poderes: el gato podía mirar en la oscuridad y volar; el perro podía trepar y de su boca tiraba hielo. Todos los servidores de la reinita también empezaron a defenderse y lograron echar a los dragones con arcos y flechas y los animales usando sus súper poderes.

Los dragones finalmente se rindieron y se fueron. Juraron no volver. Así fue como el mundo Soui se salvó de la invasión de los dragones y todos festejaron. FIN


LA AVENTURA MÁS RECORDADA Olivia Segreti Espinosa Había una vez dos amigas que se llamaban Saphi y Flora. Ellas vivieron muchas aventuras, pero ésta fue la más recordada: Cierta vez fueron a la casa de la abuela de Saphi a pasar unos días. Cuando llegaron la mesa estaba servida. No entendieron mucho por qué, pero igual empezaron a comer. Más tarde se fueron a dormir a la misma habitación.

A la mañana siguiente Saphi y Flora despertaron separadas. Flora saltó de la cama, se fue a la puerta y gritó: -¡¡¡Saphiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!! Flora se puso a llorar, pero una lucecita apareció y le dijo: ¡Flora! ¡tranquila!, soy el hada Naña y sé dónde está tu amiga. Flora sonrió y le dijo: ¿En serio? Sí Flora, rápido que mi hermana mañana acabará con ella.

Flora sacó su sonrisa, puso cara de nerviosa y empezaron a correr. Mientras corrían el hada le decía qué pasaría con su amiga. Mi hermana la plantará en su jardín. Pero hada, mi amiga no es ni una planta, ni un tomate, ni un manzano, es…, es…, es… bueno, no sé muy bien, pero no es una planta, es una elfa. El hada explicó: No papafrita, ya sé que no es una planta, es que mi hermana planta humanos. Flora exclamó asustada:

¡Pero hadita, me hubieras dicho! Y de repente ¡ZUISCH! nos metimos en un campo y le grité: ¿Pero qué hacemos acá en este campo? A lo lejos se la veía a ella, sí a ella, a Saphi.


Pará Flora, ésto no es un campo de cosecha, es otra cosa, es el campo donde vas a luchar. ¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé? Sí.Si mi hermana nos ve acá nos mata y nos lleva a la cosecha. Se apresuró. Puso cara de ¡vení, vení, vení! El hada le explicó y ahí entendió que tenía que pasar por cosas, por desafíos: tenía que cruzar dos cocodrilos, hachas ¿y qué más? El hada dijo que era una sorpresa y desapareció. De repente, Flora vio a los cocodrilos y dijeron: ¡Mmmmm! Coco ¡Mmmmmmm! Drilo Coco ¿qué tal si hoy comemos un buen guiso de mariposa? Eh, dale Drilo Eran dos hermanos, uno se llamaba Coco y el otro Drilo. En ese instante se acordó del cuento “La fortuna” (que era de tres niños que debían llegar al otro lado del puente para rescatar a su oveja, pero había un ogro y pasaron uno por uno y el último derrotó al ogro). ¡Dale Coco que se escapa! ¡Sí, Drilo! Flora pasó tranquila y los dos cocodrilos la atraparon. Drilo dijo: Últimas payasadas, perdón quise decir, últimas palabras. Flora respondió: Escuchen soy tan chiquita que no les ocuparía ni un diente, esperen a mi hermano, él es más grande. Flora así engañó a los cocodrilos y la dejaron pasar. Cuando ellos se dieron cuenta que habían sido engañados, ella los miró, sonrió y les sacó la lengua. De repente un ¡ZUISCH! ¡eran las hachas! Flora pensó cómo atravesarlas, vio una soga y la ató a una de las hachas y así fue saltando entre ellas. Al cruzarlas se encontró con una sorpresa: era un precipicio y lava, muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucha lava. Pensó y no lo dudó: pasó volando por arriba, porque era una mariposa, y ahí encontró a Saphi. La rescató y se despertó.

Sí, todo había sido un sueño. Fue hasta la cama de Saphi y ahí estaba durmiendo. (Esta historia se la contarán Saphi y Flora a sus nietos) . Fin


FEDERICO Y LA REINA Valentina Usnayo Había una vez un castillo de madera que era inmenso, súper grande, con muchos muebles de oro y diamantes. Vivían allí Federico, la reina y sus sirvientes. Tenía una habitación secreta en la pared, una bóveda con inmensos tesoros, joyas y dinero. Para mantenerlos seguros, sólo la reina podía abrir con su llave maestra. Un día, la reina Gema se fue de picnic con su amiga Yana, acompañada de un guardaespaldas y dos sirvientes que llevaron pastel de calabaza, galletitas óreo, pan con queso crema y muchas delicias más. Ese día la reina Gema la pasó de maravilla En el castillo uno de los sirvientes llamado Lucas encontró la llave de la reina, por un momento le dio muchas ganas de abrir la bóveda secreta para ver qué cosas había dentro, pero no tenía ni idea de dónde estaba. Decidió buscarla por todos lados. Federico, al ver el comportamiento tan extraño de Lucas, le preguntó qué estaba buscando. Él le dijo que sólo estaba buscando su anillo que se había perdido. Se asustó y se puso muy nervioso. Empezó a sudar. Tenía una actitud muy sospechosa… Por eso, Federico decidió seguirlo de cerca y observarlo a escondidas. Lucas entró en la habitación de la reina y allí empezó a buscar sin parar la bóveda secreta. Estuvo horas, finalmente la encontró oculta en la pared detrás de un cuadro. Sacó la llave y la contempló por un momento. Federico observaba escondido. Por un momento se tentó, pensando en todo lo que podía poseer si lo ayudaba. Él no tenía mucho dinero ni tesoros, pero se puso a pensar en qué iba a sentir la reina cuando volviera y descubriera que le habían robado y traicionado. También pensó cómo se iba a sentir él consigo mismo, si hacía algo deshonesto… Sin duda, su conciencia no lo dejaría dormir. Robar y traicionar está mal, pensó. De inmediato llamó a los guardias. Cuando Lucas estaba por abrir la bóveda llegó Federico para arrestarlo por intentar robar. La reina llegó después de unos segundos. Vio como arrestaban a Lucas. Desconcertada por lo que pasaba le preguntó a Federico qué sucedía mientras veía su llave en la mano de él. Se enojó mucho y pensó que

él la había robado también. Le explicó con detalles todo lo que había pasado. La reina se disculpó con Federico y le agradeció por cuidar sus tesoros. Se sorprendió ya que, al contrario de Lucas, no se dejó llevar por las cosas materiales sino por lo que era correcto. Entonces decidió otorgarle su confianza entera a Federico convirtiéndolo en guardaespaldas principal y de mayor confianza. Le obsequió un pastel de calabaza con frutilla, trozos de óreo y con mucha crema batida (el favorito de Federico)

Fin


FRANKI Y LA REINA SOUI Alma González Trillo Érase una vez un monstruo llamado Franki que vivía en un parque con su familia. No podían salir de la casa porque había un virus llamado coronavirus. Franki le decía a su familia: -Este virus no va a durar para siempre, no se preocupen, si nos cuidamos, pronto volveremos a vernos todos.

De pronto apareció su mejor amiga, la Reina Soui que vivía cerca en una casita en el campo. Ellos van juntos a la escuela, siempre fueron muy buenos compañeros. Después de clases practicaban básquet en el club del barrio. Los dos son altos y habilidosos, por eso les gusta hacer ese deporte. Ese día, la Reina Soui fue al parque con barbijo y le llevó uno para su amigo. Vio que Franki estaba malo y de malhumor. Como ella era divertida y simpática le dijo que tenía que dejar de enojarse y le propuso un juego para que él se pusiera mejor: jugaron a las escondidas. Soui contó primero hasta diez, y cuando ella encontró a Franki detrás del árbol, él estaba con una gran sonrisa. Se le había ido el malhumor. Se divirtieron mucho esa tarde. Varios días después el virus desapareció. Todos estaban muy contentos porque pudieron finalmente salir y vivieron felices por siempre. FIn


LAS AVENTURAS DE MICH2020

Uriel Wierzbilowicz En la ciudad de Buenos Aires el robot llamado Mich2020 se levanta todos los días bien temprano. Una mañana separó ropa para donar y desayunó té con leche con tostadas para estar bien forzudo. Era el día en que iba a ir a Robotlandia. Fue a hacer su donación y estaba alegre. Volvió rápido a su casa para limpiarla porque en cinco horas tenía que irse porque la iba a vender. - ¡Qué horror! -dijo Mich. ¡No llego! Había puesto la casa en venta hacía algunos meses. Cuando terminó de limpiar se sentó cansado en el sillón. A las tres horas llegó la familia Gonzales (el Sr. Gonzales tiene un primo llamado Franky que tenía que ir a Robotlandia) y ¡estaba llegando tarde!

- ¡Esta casa la compramos!, sólo falta una mesa de pool - dijo. Mich se preparó y se fue con la valija. Cuando llegó al aeropuerto exclamó: ¡No! ya se fue el avión. Lloró y lloró y se encontró con Franky que había llegado tarde. - ¿Qué haces acá? - le dijo Franky con cara de malhumorado.El perro Tobby, que también estaba en el aeropuerto, no podía creer que estaba Mich, ladró diciendo guau (pero no de ladrar). -Guau-dijo de nuevo porque estaba asombrado. -Tenemos que ir a Robotlandia, no me rendiré nunca jamás dijo Mich. -Haré lo que sea para estar con vos- dijo Tobby. - No -gritó Franki. - Por favor -contestó Mich con ojitos kawai. -Yo lo voy a hacer solo y dio la media vuelta. Tobby estaba triste porque quería más personas para que sea más fácil ir. Pero él siguió sin rendirse. Mich2020 empezó su creación. Tenía que viajar a su casa: Robotlandia. Se puso a juntar tornillos, metal, madera (hasta con los tornillos de Franky que se le habían caído cuando se fue) y de repente vio a Tobby que lo quería ayudar. Juntaron todo lo que les interesaba, día tras día. Hasta que Mich logró hacer un portal. Se metió. Y con señas hizo que Tobby también lo haga. La idea era volver a Robotlandia… pero, ¡no!¡no! ¡no! ¡no!… ¿Por qué no anda? Mich lloraba porqué él había construido el portal. Entonces no se dio por vencido y siguió juntando con Tobby cosas hasta que un día pudo hacer otro. Tampoco funcionó. Llamaron al jefe del aeropuerto y les dijo que justo despegó un avión con tres lugares vacíos hacia Robotlandia. Escucharon eso y se pusieron a llorar de nuevo. Un gigante pasó por ahí y Mich le pidió ayuda. Éste los tiró por los aires y gritando, dijeron: -¡Mirá eso! ¡es el avión! Cayeron sobre el avión y entraron. Todos los aplaudieron. FIN



Año 2020

Escuela 8 D:E. 7° “Provincia de San Juan”


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