Como ocurre normalmente, conquistadas las cimas principales, fueron abriéndose otros itinerarios en las montañas. La destacable y famosa Pared Sur, un extraordinario recorrido en roca y hielo considerada por muchos como una de las más hermosas de la cordillera central, fue abierta por vez primera por José Ambrus y Gastón Oyarzún, el 17 de diciembre de 1966, línea que termina en otra cumbre relacionada dentro del mismo filo y que ellos denominaron Cúpula de los Vientos (5.140 m). Tiempo después, Francisco Medina y Germán Maccio abrirían otro itinerario en la Cara Sur, siguiendo los empinados neveros localizados más a la izquierda de la Oyarzún-Ambrus y también terminando en la Cúpula de los Vientos. En noviembre del 2006, Andrés Zegers y Ralph Jaiser realizarían el primer ascenso por la Cara Sur en el día, que tendría la particularidad de obligarlos a descender por un itinerario inédito por la Cara Este (65°, 5.6), dado que la ruta de ascenso presentaba fuerte caída de piedras. Posteriormente, a comienzos de enero del 2008, Rodrigo Fica se encargaría de realizar el primer ascenso en el día en solitario, siguiendo variantes a la Oyarzún-Ambrus en 20 horas y media y que denominó “Vivir sin Miedo”. Posteriormente Nicolás Von Graevenitz y Francisco Urzúa, en el 2003, abrirían la última vía de la cual se tenga registro, por su Cara Este.
Sobre estas líneas, a la derecha un joven Pancho Medina con tan sólo 17 años, quien junto a su amigo Germán Maccio (QEPD), de 16 años, desafiaron a la autoridad y la Cara Sur del Mesón Alto en 1980. Colección Francisco Medina. Como era de esperarse, su osadía sería fuertemente criticada y les traería problemas con las instituciones de la época: “Recuerdo que estando en Baños Morales, nuestro objetivo inicial era la pared sur del San Francisco pero, unos días antes, la comisión técnica de la rama de montaña de la Universidad de Chile, club al cual pertenecíamos, nos había prohibido intentar tal ascenso, ya que pensaban que nos faltaba mucho por aprender. Así que para no desafiar tan abiertamente a la autoridad, nos decidimos a ir por esta cara que en esa época tenía sólo una ascensión. Información no teníamos salvo la aproximación a la pared, así que caminamos todo el día hasta la base, donde vivaqueamos y mientras avanzábamos tratamos de ver por donde podíamos encontrar una linea que nos hiciera sentido. Lo que yo no me esperaba era que cuando regresé a Santiago, nos encontramos con bastante molestia, no tanto de parte de la gente de la Universidad de Chile, sino del Cuerpo de Socorro Andino, donde decidieron hacerme la ‘ley del hielo’. Nunca entendí mucho esta reacción y fue el comienzo de mi alejamiento de esta institución, que se concretaría un año mas tarde.” - Francisco Medina
A la fecha, no se cuenta con información de ascensos invernales por la Cara Sur.
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